DEVOCIONALES 07 DIAS La Iglesia que Dios espera

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DEVOCIONALES 07 DIAS La Iglesia que Dios espera
Devocionales
07DIAS
Razones para participar o alejarse de una iglesia
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Devocionales
07DIAS
DEVOCIONALES - 07 DIAS La Iglesia que Dios espera / Caleb Fernandez Pérez
Agosto 2013
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DEVOCIONALES - 07 DIAS La Iglesia que Dios espera por Caleb Fernandez Pérez se encuentra
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DIA01
Mantiene una agenda pública y
transparente - 2 Corintios 4:1-2a
“1Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido,
no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios...”
En esta época de la desconfianza en las instituciones políticas y religiosas, cuesta encontrar
un lugar donde poder crecer y alimentarnos en el plano espiritual. El Apóstol Pablo nos ofrece
en este capítulo de su Segunda Carta a la Iglesia de los Corintios, una serie de principios que nos
ayudarán a identificar razones para participar y quedarnos en una iglesia o alejarnos y nunca
participar de aquella.
Debe ser una convicción de la religión cristiana que la iglesia no debe tener nada secreto,
los bastidores no pueden ser sucios. Debemos mantener con mucho celo el púlpito limpio, porque nuestro compromiso es renunciar “a lo oculto y vergonzoso, no andando con engaños”.
Cada cosa que se haga en la vida debe ser marcada por la transparencia, más aún si es una
institución pública y esa es la gran virtud de ciertas iglesias que se atreven a caminar por la senda más difícil.
La agenda de la Iglesia que se dice cristiana debe ser siempre clara en sus propósitos y proyectos, sin segundas intenciones, que convoque a personas deseosas de un encuentro con Dios y
le sirve de puente saludable, porque utiliza correctamente la Palabra de Dios, con el mayor cuidado de no adulterar su mensaje.
Oración: “Señor, según la misericordia que hemos recibido ayúdanos a mantener la
transparencia, en el nombre de Jesús. Amén.”
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DIA02
Predica fielmente la Palabra
de Dios - 2 Corintios 4:2b-4
“sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está
encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios.”
Una segunda razón para permanecer o alejarse de una iglesia es el contenido de su predicación. Toda Iglesia cristiana se debe a un principio fundamental: la exposición fiel de las Escrituras Sagradas.
El Apóstol Pablo nos dice que no debemos adulterar la palabra de Dios, pero al asumir
este compromiso corremos el riesgo de no ser muy populares. Si la Iglesia tiene en claro su misión, muchas veces tendrá que predicar lo que la gente no desea oír. El mensaje bíblico por sí
sólo creará antipatía, pues, “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos”.
No se puede explicar aun ciego el color azul del mar, ni la onda de la ola que se escucha.
De la misma manera, no se podrá explicar de manera lógica el evangelio a quien tiene la conciencia y el corazón cegados; para ellos “el evangelio está encubierto”.
Sin embargo, a quienes les han sido abiertos los ojos de la mente y el corazón, les resplandece la gloriosa luz de la buena noticia de salvación. Dios les invita por medio de la predicación fiel de Su Palabra, a ver la realidad de Sus propósitos y a Cristo como Su imagen perfecta.
Oración: “Señor, quiero ver a Cristo, la imagen de Dios, cada semana por medio de
la predicación fiel de tu Palabra, en el nombre de Jesús. Amén.”
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DIA03
Concentra sus ministerios en
Cristo - 2 Corintios 4:5-7
“5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 7Pero tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros...”
Somos testigos del surgimiento de diversas iglesias que han centrado su predicación en lo
que el hombre puede hacer. Se ha caído en un antropocentrismo exacerbado, alimentado por personajes que concentran su predicación en ellos mismos y no en Jesucristo como el Señor y centro
de ese mensaje. Se han levantado como líderes antes de ser siervos, como apóstoles antes de ser
discípulos, como pastores antes de ser ovejas.
La iglesia en la que participamos o deseamos participar no debe centrarse en el ministerio
de una persona, “porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor”.
No debe ser una iglesia que siga a u personaje, sino al Señor de señores. Y de esta manera concentrar todos sus proyectos y realizaciones en la persona de Cristo.
La Iglesia cristiana, en particular, sus líderes deben tomar conciencia que todos los que sirven al Señor son “vasos de barro” delante de Dios, y la autosuficiencia se diluye cuando encuentran en Él la razón de su vocación y fortaleza.
La iglesia que nos hará crecer es aquella que brilla iluminada del conocimiento de la gloria
de Dios en el rostro de Jesucristo. Y si en algo la iglesia o sus líderes demuestran capacidad esto
dejará bien claro que su gran poder proviene de Dios, no de ellos mismos.
Oración: “Señor, deseo concentrarme y crecer únicamente en tu hijo Jesús, en Su
nombre. Amén.”
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DIA04
Sufre los padecimientos en
Cristo - 2 Corintios 4:8-12
“8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a
muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.”
Si alguna iglesia o un predicador nos ofrece salud, dinero y felicidad, a cambio de aceptar a
Jesucristo como Señor y Salvador, estamos frente a una persona que no ha entendido el mensaje
del evangelio en su cabalidad. El Señor nos prometió la bendición de ser parte de Su Pueblo, sin
embargo, Él también anunció que sufriríamos persecución y aflicciones.
La centralidad del evangelio no se encuentra en nuestra felicidad, sino en la felicidad de
Dios. No se enfoca en nuestra gloria, sino en la gloria de Dios. No busca nuestra victoria, sino la
victoria de Cristo. Por lo tanto, podemos ser presionados por las dificultades, pero no nos aplastarán. Podemos estar en apuros pero no caeremos en la desesperación. Podemos ser perseguidos pero nunca seremos abandonados por Dios. Y aún podemos ser derribados, pero no seremos nunca
destruidos; porque estaremos firmes en lo que Dios va a hacer por nosotros para llevarse la gloria
y la victoria en medio de nuestras circunstancias.
Para ser cristiano se debe estar preparado para sufrir padecimientos, persecución y tiempos
difíciles, pero milagrosamente, en medio de cada tormenta experimentar paz y fortaleza. Dios no
nos ofrece solucionarnos mágicamente la vida, Él quiere enseñarnos a vivir.
Oración: “Señor, estoy dispuesto a sufrir para que tu hagas por mi lo que sea
necesario para llevarte toda la gloria, en el nombre de Jesús. Amén.”
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DIA05
Proclama la expresión de su
fe - 2 Corintios 4:13-14
“13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual
hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.”
La vida cristiana no solamente se adquiere a través del conocimiento de la verdad, sino a través
del encuentro personal y la experiencia puntual con esta verdad, que no es una serie de doctrinas
aprendidas, sino la relación con una persona, llamada Jesucristo. Es por eso, que podemos decir como
el Apóstol Pablo: “Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”.
La iglesia que elijamos para ser nuestra comunidad de aprendizaje de la fe, debe tener como
objetivo de todo conocimiento, la confianza en Dios. Si el conocimiento de la Palabra de Dios no
nos lleva a una mayor y mejor relación con Él, hemos adquirido un “pack religioso” que terminará
en la frustración, la culpa y finalmente, en el abandono de la fe.
Es la Palabra de Dios la que me enseña quién es Él, porque todo en la Escritura habla de
quién es Dios. Por eso, debemos buscar consciente y responsablemente leer y escuchar acerca del
carácter y los atributos de Dios.
La iglesia debe proclamar la expresión de su fe, por eso, no debe hablar sólo de lo que ha escuchado, sino de lo que ha experimentado. La mejor expresión de mi fe no es lo que yo aprendo,
sino lo que conozco; no es lo que memorizo, sino lo que experimento. Y es por eso, que no basta
saber que Jesús resucitó, sino que también nos resucitará con Él.
Oración: “Dios, quiero conocerte por medio de la verdad que está en Cristo Jesús, en
Su nombre. Amén.”
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DIA06
Extiende la gracia de la transformación - 2 Corintios 4:15-17
“15Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria...”
La gran alegría de los cielos es ver cómo una iglesia expresa su amor a muchos que están heridos. Todas las semanas debe ser evidente la gracia de Dios como expresión del amor cristiano.
La gracia que la iglesia debe regalar se debe extender a muchos, para que sus acciones de
gracias abunden para la gloria de Dios. Todo este movimiento de gracia en la vida de una iglesia,
va generando transformación de vidas.
En este sentido, toda iglesia debe medir su crecimiento en base a la transformación. El crecimiento nunca se debe medir en base a sus conquistas o realizaciones, o al número de personas
que llegan cada semana a los diferentes cultos. Dios no está interesado en los triunfos de una iglesia, ni en los números, sino en lo que se va transformando día a día. Esta es la verdadera señal del
evangelio y el Reino de Dios: la transformación.
Lo que a Dios le interesa es ver a “nuestro hombre interior renovándose cotidianamente”.
Está interesado en la transformación de Sus hijos porque prepara dificultades pequeñas y momentáneas para producir en nosotros una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso
que las dificultades.
Oración: “Señor, permíteme extender gracia a muchos como muestra de tu amor en
mí, y de esta manera ser transformad por ti, en el nombre de Jesús. Amén.”
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DIA07
Diferencia entre lo pasajero y
lo eterno - 2 Corintios 4:18
“18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
La Iglesia que Dios espera sabe diferenciar entre lo que es pasajero y lo que es duradero,
entre lo que es temporal y lo que es eterno. Pues no debe mirar las dificultades que ahora vemos; en cambio, debemos fijar nuestra vista en las cosas que no pueden verse, como la paz y la
esperanza. Pues las cosas que ahora podemos ver, como las dificultades y tormentas, pronto se
habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre. ¡Que dicha para el
hombre que tiene paz y esperanza en medio de la tormenta!
Cuando la iglesia vive en la ansiedad, la promoción y la búsqueda de las cosas que se ven,
como el dinero, la fama y el poder, aún no ha aprendido a diferenciar entre lo pasajero y lo eterno.
El teólogo estadounidense Reinhold Niebuhr hizo esta famosa oración: “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas
que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo,
como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad. Amen.”
Oración: “Señor, que aprenda a vivir cada día diferenciando sabiamente entre lo
pasajero y lo eterno, en el nombre de Jesús. Amén.”
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Devocionales
07DIAS
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Caleb Fernández Pérez, Pastor de la 1ra Iglesia Presbiteriana de Valparaíso y profesor del Seminario
Teológico Presbiteriano en Santiago, Chile.
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