139 personas duermen en las calles

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SÁBADO
29 DE NOVIEMBRE DE 2014
Aragón
19
RECUENTO DE ‘SIN TECHO’ EN ZARAGOZA
NURIA SOLER
139 personas
duermen
en las calles
Los centros de emergencia
dan refugio a 203 individuos sin hogar
I. ARASANZ
[email protected]
ZARAGOZA
El III Recuento de Personas Sin Hogar que llevó a cabo Cruz Roja ,
localizó a 139 sin techo durmiendo en las calles de Zaragoza. El objetivo fue actualizar el
censo elaborado hace dos años
para adecuar los recursos asistenciales que se les ofrecen.
Los 350 voluntarios se reunieron en el Aula Magna de la
Facultad de Medicina, donde
fueron divididos en grupos. La
gente que abarrotaba la sala,
muchos de ellos jóvenes estudiantes de Trabajo Social, donde Cruz Roja había hecho un
llamamiento, se repartió por
49 zonas con las que cubrieron
toda la ciudad.
Se recorrieron a pie y apoyados por ambulancias de Cruz
Roja los lugares en los que suelen dormir los sin techo, como
Empieza la
Gran Recogida
de Alimentos
3 El Banco de Alimentos de
Zaragoza dio comienzo ayer
a la Gran Recogida de Alimentos 2014. La campaña,
que empezó ayer viernes y
continuará hoy sábado,
cuenta con 3.000 voluntarios
para desarrollar su labor en
Zaragoza. En los puntos de
recogida que se han instalado en más de 220 supermercados se espera alcanzar
500.000 kilos de comida en
donaciones, evitando el producto fresco. Con estos alimentos se surtirá a 220 centros asistenciales. H
los cajeros y los portales. Este
año se han añadido además las
urgencias de los hospitales y las
salas de espera de la estación de
Delicias, que también son aprovechadas como refugios. Para localizar a los que duermen bajo
los puentes y en las zonas de la
ribera se utilizaron quads, que facilitan la movilidad en las zonas
embarradas por la humedad.
Evaluación
A las personas que se localizaron
durmiendo en la calle que estaban despiertas, se les propuso
realizar una encuesta sobre su situación, que este año constó de
72 preguntas. A los que se negaron a responder a las preguntas
de los voluntarios se les contabilizó y realizó una observación.
En ella se detallan características
visibles del sin techo, su sexo,
edad aproximada, si tiene evidencias de haber consumido alcohol, etc. y el lugar donde fue
encontrado, aunque en ocasiones, debido a la postura y las capas de abrigo con que duermen
fue imposible determinar muchos de estos factores.
Se encontraron 139 personas
pernoctando en la calle, 47 menos que en el estudio anterior,
del año 2012. Este descenso puede explicarse tanto por la lluvia
que cayó ayer sobre la capital
aragonesa como por la apertura
de un espacio de emergencia para bajas temperaturas en el Albergue Municipal, que no existía
hace dos años. A estos hay que
añadir otros 203 contabilizados
en alojamientos sociales como el
Refugio y el Albergue Municipal.
De esta manera son, según el
censo de este año de Cruz Roja,
342 las personas sin hogar que
duermen en las calles. H
33 La coordinadora del equipo de Cruz Roja examina a un sin techo en un cajero
INCOMPRENSIÓN
El desconocimiento
margina más a los excluidos
b La falta de una
red de apoyo es un
problema fundamental
I. A.
ZARAGOZA
Uno de los factores que agravan la situación de los sin techo es que la sociedad desconoce su situación. La ignorancia sobre cómo llega a quedarse una persona sin hogar y
qué supone esto para su vida
es casi absoluta, y contribuye
a su marginación.
Lucía Capilla, trabajadora
social del Comedor de la Parroquia del Carmen, hacía entender el desamparo explicando que la gente «suele su-
frir tres o cuatro sucesos
traumáticos a lo largo de su vida», que causan una gran cantidad de estrés. Sin embargo un
sin techo ha sufrido «muchos de
estos sucesos en un espacio de
tiempo muy corto». Este es el caso de Juan, que lleva 10 años viviendo en la calle, y ahora duerme en un cajero del centro.
Sus problemas con la bebida
hicieron que se cumpliese otro
de los factores que señala Lucía
«la falta de una red de apoyo», en
este caso su familia, que terminó
por expulsarle de su hogar.
Es un habitual del Comedor
Social de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, donde
acude a comer a diario. Pese a
que podría dormir en el alber-
gue municipal, prefiere dormir
en un cajero donde se encuentra «más tranquilo», en lugar de
«una habitación llena de desconocidos». Para él es preferible
que cada mañana la alarma de
su reloj le despierte a las 6.45,
para no molestar a El Jefe, como
llama al trabajador que abre la
sucursal, que llega quince minutos más tarde.
En la mayoría de los casos,
apunta Lucía, «estar sin hogar es
algo pasajero». Aún así Juan, tras
10 años, parece que está ya acostumbrado a vivir así, tanto que
cuando le preguntan que qué
necesita responde: «Tabaco tengo, zapatillas también, salud
también... Pues yo creo que nada
de nada» H