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La fiesta brava, el cristianismo y el Islam l La ópera del siglo XX Bitácora de una navegación efímera l En memoria de Boris Vian México, su revolución traicionada l Colaboraciones de Jorge Ruiz Dueñas, Martha Chapa y Alejandra Craules Bretón ¡¡FELICITACIONES!! Todos los que colaboramos en la realización de la revista El Búho felicitamos a la destacada pintora Esther González Por haber recibido de manos del gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, la Medalla al Mérito “Luis García de Arellano” 2014 Por su destacada trayectoria en el arte nacional e internacional. Asimismo, se develó, en el vestíbulo del Congreso de Tamaulipas, con letras doradas, Su nombre en el Muro de Honor de la Medalla al Mérito “Luis García Arellano” 2014 La sesión solemne se llevó a cabo el 24 de marzo de 2014. ¡¡En hora buena!! Consejo editorial: José Agustín Griselda Álvarez (>) Raúl Anguiano (>) Carlos Bracho José Luis Cuevas Martha Chapa Alí Chumacero(>) Alberto Dallal Beatriz Espejo Gelsen Gas David Gutiérrez Fuentes Andrés Henestrosa (>) Luis Herrera de la Fuente Dionicio Morales Armando Prida Huerta Carlos Ramírez Ignacio Retes (>) Bernardo Ruiz Sebastián Fernando Sánchez Mayans (>) Leticia Tarragó Betty Luisa Zanolli Fabila l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Carmen Parra Director: René Avilés Fabila Subdirectora: Rosario Casco Montoya Coordinación de arte: Félix Acevedo Diseño: Osam Malja García Colaboradores: Manuel Aceves Pulido(>) Eugenio Aguirre Héctor Anaya Hugo Argüelles (>) Roberto Bañuelas Martha Bátiz Roberto Bravo Salvador Bretón Rodolfo Bucio Salvador Camelo(>) Elsa Cano Emmanuel Carballo Marco Aurelio Carballo Antonio Castañeda (>) Jesús A. Castañeda Joaquín Armando Chacón Leonardo Compañ Jasso Marcela del Río Adán Echeverría Javier Esteinou Sergio Fernández Citlali Ferrer Martha Figueroa de Dueñas Silvia Fong Robles Luz García Sandra García Enrique Gastélum Eve Gil Otto-Raúl González (>) Francisco Javier Guerrero José Antonio Gurrea Humberto Guzmán Saúl Ibargoyen Josu Iturbe Marco Aurelio Ángel Lara Daniel Leyva Roberto López Moreno Froylán M. López Narvaéz Andrés de Luna Ramón I. Martínez María Eugenia Merino Mayté Noriega Carmen Nozal Juan Luis Nutte Anabel Ochoa(>) José Luis Ontiveros Gregorio Ortega Federico Ortiz Quesada Francisco Prieto Jorge Ruiz Dueñas Rafael Ruiz Harrel (>) Hugo Enrique Sáez Alejandro Sandoval Perla Schwartz Ignacio Solares Ignacio Trejo Fuentes Francisco Turón Roberto Vallarino (>) Liborio Villalobos Calderón Marcos Winocur Patricia Zama Silvio Zavala l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Artistas plásticos: Gilberto Aceves Navarro Juan Alarcón Iris Aldegani Luis René Alva José Anaya Javier Anzures Irene Arias Sergio Ángel Beltrán María Emilia Benavides Ángel Boligán Philip Bragar Alejandro Caballero Alberto Calzada Alfredo Cardona Chacón Estrella Carmona Jesús Castruita Guillermo Ceniceros Edgar Clement Felipe de la Torre Luis de la Torre Juan Román del Prado Lourdes Domínguez Aída Emart Francisco Eppens (>) Francisco Espino José Fernández Carmen Flores Olivia Fuentes Héctor García (>) Joaquín García Quintana Luis Roberto García Luis Garzón Jaime Goded Esther González Gabriel Gómez Pizano Renato González Juan José Gurrola Víctor M. Hernández Rigel Herrera Jazzamoart José Juárez Fernando Leal Audirac Antonio Ledesma Miguel Ángel Ledesma Jorge López Luckie Leonel Maciel Elsa Madrigal Ángel Mauro(>) Pepe Maya Mel Raúl Méndez Adolfo Mexiac Arturo Miranda Jesús Miranda Ofloc Soid Pastrana Carlos Pérez Bucio Alejandro Pérez Cruz Felipe Posadas Laura Quintanilla Ma. del Carmen Razo Carlos Reyes Alejandra Ríos Vicente Rojo Javier Roldán Gregorio Rosas Guadalupe Rosas Rruizte Oswaldo Sagástegui Peter Saxer Fernado Silva Luciano Spano Antonio Tadeo Raúl Tame Leticia Tarragó M. Tarbados Mauro Terán Miguel Ángel Toledo Mauricio Vega Roger Von Gunten Daniel Zamitiz e-mail para envío de colaboraciones:[email protected] l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Instituto Verificador de Medios l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l Estudió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México. Posteriormente lo hizo en la Escuela de Bellas Artes de Roma, y en La Esmeralda (México). Fue alumna destacada de Juan Soriano y trabajó con Manuel Felguérez y Vicente Rojo. Su primera muestra se realizó en la Casa del Lago de la UNAM, México D.F. (1966) y hasta la fecha tiene infinidad de exposiciones individuales y colectivas por todo el país y por Francia, Brasil, Estados Unidos, Canadá y España. Ha ilustrado importantes libros entre los que destacan la grafostática u Oda a Eiffel, con textos de Salvador Elizondo, y La eternidad de lo efímero de Mariana Frenk. Es artista fundadora del Foro de Arte Contemporáneo de México. Ha intentado romper la distancia que existe entre el presente y el pasado a través del grafismo y el juego cromático. Tiene una larga trayectoria en temas relacionados con el rescate del patrimonio cultural mexicano. Asimismo ha puesto su interés en la defensa ecológica, como lo ejemplifica su trabajo sobre las mariposas monarca, que es un llamado a la preservación de uno los misterios ofrecidos por la naturaleza. Otra importante especie de la cual Carmen Parra hizo una exposición especial es sobre el águila. En esta exposición no sólo se muestra la belleza de este animal sino que muestra el simbolismo que esta ave debe tener en México y en los mexicanos -los caballeros águila, el mito fundacional, las banderas, el nacionalismo. Hizo un paralelismo entre la destrucción ecológica de esta especie y la identidad nacional. En fin, es una pintora sui géneris, estupenda, que engalana este número de la revista. [email protected] [email protected] Circulación certificada por el Instituto Verificador de Medios Registro No. 285 / 01 El Búho. Año 15. Abril 2014. Número 1589 Es una publicación mensual. Publicado por María del Rosario Casco Montoya. Calle Yácatas 242. Col. Narvarte. CP. 03020, Delegación Benito Juárez. Teléfono y fax: 56395910 y 56393266. Celular: 04455 20959228. www.revistaelbuho.com. [email protected]. Editora responsable: María del Rosario Casco Montoya. Reserva de Derechos al uso exclusivo: 04-2013-050811215600-203. ISSN: en trámite. Ambos realizados en el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Dra. María del Rosario Casco Montoya, Yácatas 242, Colonia Narvarte, Delegación Benito Juárez, CP. 03020, fecha de la última modificación, 24 de junio de 2013. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la editora. Contenido Editorial Otro distinguido miembro de la generación Taller: Rafael Solana René Avilés Fabila 4 l De nuestra portada Los oscuros mapas del amor de Mario del Valle Jorge Ruiz Dueñas 6 Desastres lamentables, lecciones para aprender Francisco Carranza Romero 11 La fiesta brava, el Cristianismo y el Islam Ares Demertzis 14 Dos prominentes escritores polacos: Kusniewicz y Gombrowicz Edwin Lugo 24 México, su revolución traicionada Carlos Bracho 28 l l l l l Clave de sol La ópera del siglo XX (1/3) Roberto Bañuelas 42 Canto de hondo pesar Martha Chapa 54 l l Confabulario La pecera Adán Echeverría 56 Poema Joel Gustavo Rodríguez Toral 59 Minicuentos Yurazzy 60 Bitácora de una navegación efímera Ulises Paniagua 63 ¿Son las criaturas de Dios tan puras? Edgar Aguilar Farías 70 Versos Milena Solot 79 Destellos ultramarinos de Roberto Perera Ulises Velázquez Gil 83 Dragonerías Alejandra Craules Bretón 84 #PosMeMuero Benjamín Torres Uballe 88 l l l l l l l l l Letras, libros y revistas La Biblioteca de David recomienda… David Figueroa 94 Entrevista con Mónica Broson Roberto Bravo 97 l l Apantallados El Principio de Arquímedes, Los ojos de Ana y Una pareja y un hijo Sonata de Invierno Francisco Turón 102 l Arca de Noé ¿El hombre…? Marcos Winocur 109 Las patentes de invención Manú de Ordoñana 111 Libertad de expresión y pluralidad informativa Cirilo Dávila l l Para la memoria histórica (archivo coleccionable) PENSAMIENTO El lobo-hombre de Boris Vian l Páginas centrales 115 l Dalia De León 100 l editorial ... Otro distinguido miembro de la generación Taller: RAFAEL SOLANA L a muy festejada generación Taller, no estaba sólo formada por José Revueltas, Efraín Huerta y Octavio Paz, faltan otros, Alberto Quintero Álvarez, por ejemplo. Y alguien más que fue un famoso hombre de letras: dramaturgo, poeta, cuentista, novelista y periodista: Rafael Solana. El problema es que éste nació en 1915. De tal suerte que no ha estado presente con sus compañeros que nacieron un año antes. Unos meses y la fama se asusta. Esperemos que el año entrante, Rafael Solana reciba los justos homenajes que su trabajo exige. Imposible olvidar que él fue el eje de la revista Taller, que aglutinó a esa generación. Rafael Solana nació veracruzano e hijo de un experimentado y famoso crítico taurino: Verduguillo. De allí, supongo de modo fácil, su afecto por la llamada fiesta brava. Él se dedicó a todo aquello que está vinculado a las letras: el cuento, la novela, el ensayo, el teatro y el periodismo. Ocasionalmente fue un eficaz funcionario, en donde destaca su desempeño como secretario particular de don Jaime Torres Bodet, cuando don Jaime era, por segunda ocasión, secretario de Educación Pública y trabajaba en grandes conquistas nacionales como la edificación de museos portentosos y en el libro de texto gratuito, una figura muy alta de la literatura y la función pública en México. Pedro Bayona El Búho Solana escribió novelas espléndidas como El sol de amigo suyo y mío, Luis G. Basurto quien se veía a sí octubre y La casa de la Santísima, pero fue un cuentis- mismo como “un soldado del teatro”. Solana le dio a la ta de excepción. Justamente como tal comencé a leer dramaturgia un acento muy especial y para ello escribió su faceta literaria que va más allá de relatos y novelas dramas y comedias de alta calidad tales como Debiera al incluir ensayos y poesía. A don Rafael le conocía por haber obispas, Los lunes salchichas y Pudo haber suce- su amistad con mi padre. Ignoro cómo, cuándo y dónde dido en Verona (premio Juan Ruiz de Alarcón, 1985). No se conocieron, pero entre ambos existía un cierto res- le respondí, pero ése fue el pretexto para iniciar una peto. El de mi padre lo conozco y se debía a su estre- cálida amistad que duró toda la vida. cha relación con Torres Bodet, quien lo había apoyado Rafael Solana fue un periodista destacado que pre- durante la larga estancia del primero en París, a donde firió los espectáculos sobre la crítica política. No pare- llegó, me parece, en 1951 ó 52, cuando don Jaime era cía interesarle o cuando se adentraba en los terrenos secretario general de la UNESCO. Es decir, desde muy espinosos de la lucha política, era cauteloso como lo joven o tal vez desde muy niño, yo había escuchado mostraba en sus artículos publicados en la legendaria el nombre de Rafael Solana. Lo primero que de él leí fue revista Siempre! En esta publicación tuvo una sección, El sol de octubre, un libro que fue importante (lo dijo punto de referencia, como las columnas de otro esti- Gustavo Sáinz y lo han repetido muchas veces críticos mable amigo, serios) debido a su trabajo de prosa y a su estructura, uno podía saber cuáles obras de teatro valían la pena pero fundamentalmente a que era una novela por com- o si un concierto había estado a la altura del prestigio pleto urbana. Junto con La región más transparente de del director de orquesta. Habrá que añadir que Solana Carlos Fuentes y Casi el paraíso de Luis Spota, forman fue un hombre parco en las condenas o críticas destruc- un trío de obras claves para que la literatura mexicana tivas. Alguna vez le pregunté por qué solía ser generoso deje atrás su época rural. Ya estamos en una ciudad de y me respondió con una historia atroz donde alguien se México que velozmente se convierte en una megalópo- había suicidado debido a la dureza de las críticas reci- lis y sus problemas ya son otros y muy diferentes a los bidas. Solana es la prueba de que Taller era una genera- del campo. ción distinta, compleja, rica: Unos eran marxistas, otros Antonio Magaña Esquivel, en las que Alrededor de 1967, quizá un poco antes, leí un libro anticomunistas y unos más estaban de acuerdo con el suyo de historias breves: El oficleido y otros cuentos, y sistema imperante. Era pues una generación plural, un sobre este libro redacté mi primer trabajo dedicado a cordial grupo de amigos que al inicio tenía más afinida- Rafael Solana. Debo añadir que en él exaltaba su prosa des que diferencias. Habría que estudiarlos bien y saber narrativa y me pronunciaba de modo contundente por qué los separó tanto, aunque nunca dejaron de quererse su faceta de novelista y cuentista. Don Rafael se dignó y respetarse. Conservo el poema de Paz: “No pasaran”, a enviarme una generosa carta donde con humildad me editado en plena Guerra Civil de España, dedicado a agradecía el artículo (publicado en El Día de Enrique Rafael Solana con afecto fraternal. Ramírez y Ramírez, mi primera escuela periodística), pero con cordialidad me aclaraba que él era básicamente un hombre de teatro. En efecto, don Rafael amó al teatro con enorme pasión, igual que otro querido René Avilés Fabila Editorial de nuestra portada Jorge Ruiz Dueñas El amor es la más universal, la más formidable y la “ más misteriosa de las fuerzas cósmicas”. Cuando se habla de este sentimiento humano, oscuro y luminoso a la vez, me gusta recordar esta cita de Pierre Teilhard de Chardin, religioso, paleontólogo y filósofo, sobrino nieto de Voltaire, cuya mirada sobre la evolución lo llevó a formular tesis rechazadas por su Iglesia y también por el orbe científico. Porque el amor es una “forma superior de la energía humana”, según el mismo pensador, también es, así lo creo, un estremecimiento profano que además de hablarnos de afinidad y apego entre seres humanos, dice de la pasión irresistible encabalgada en un deseo ambiguo de poseer y ser poseído más allá de cualquier límite. El amor embriagador es cantado por los poetas desde los tiemMargarita Cardeña El Búho pos prístinos y fluye igualmente en los libros sagra- Quevedo y las hace inalcanzables en “Su amor con- dos. En la tradición cristiana, la primera Epístola del stante más allá de la muerte”, hasta tornarse irre- apóstol san Pablo a los corintios hace una apología misiblemente en “polvo enamorado”. Y esos sen- memorable a “La preeminencia del amor” (13-7): (El timientos y emociones puras o exultantes perviven amor) “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, con un apócrifo decoro, como el amor cortés me- todo lo soporta”. Por su parte, Salomón, impetuoso dieval destilado por los trovadores en su místico y macho cabrío a quien el primer Libro de los Reyes platónico sufrimiento, hasta que de ese amor com- (11-3) le atribuye setecientas reinas y trescientas pasivo y aún del egoísta, Sigmund Freud -como un concubinas, escribió según la pía tradición en su cerebral aggiornamento de Giovanni Boccaccio y su Cantar de los cantares: “¡Qué hermosa eres, y cuán Decamerón- hace el embrollo de la líbido, la pulsión suave, / Oh amor deleitoso!” Así eslabonó sin ru- de la vida, la búsqueda de lo placentero y la genitali- bores los sentimientos y las sensaciones gratas… dad memorablemente neurótica y ocasionalmente En nuestra órbita cultural occidental lo can- perversa, que exorciza prejuicios y tabúes. ta Safo de Mitilene, notable mujer, en su ruego a Otras tradiciones no muy alejadas de nosotros Afrodita para ganar la “guerra del amor” y lograr también meditan en este sentimiento, como Ibn el anhelado objeto del deseo. Sacude a Catulo ante Hazm de Córdoba en su risãla El collar de la paloma, la presencia de Lesbia. Al elegíaco Propercio, tórrido pero de manera diversa a la forma occidental. Como devoto de Cintia. A Ovidio que nos instruye sobre afirma José Ortega y Gasset, la sociedad andaluza lo el amor como arte. Al divino Dante Alighieri enamo- entendía en el siglo X de manera tal que “en este li- rado de la sombra de Beatrice Portinari diluida en bro el amor es indiferente a las diferencias sexuales el Ponte Vecchio del río Arno. Al joven Francesco […]”. En la cultura vecina del linaje de los omeyas, Petrarca embelesado en Aviñón un viernes santo de en los divanes de Solimán el Magnífico, sultán turco 1327 por la adolescente Laure de Noves, lo que nos otomano, se prolonga la pasión por su influyente confirma que es posible ser objeto de una pasión mujer Roxelana, poseído a su muerte por una deso- no carnal constante, alimentada sólo por la imagi- lación absoluta (“Languidezco en la montaña del nación y el talento para mentirse a sí mismo. pesar / donde suspiro y gimo noche y día / pregun- El mismo secreto sentimiento lo canta Juan Ruiz, Arcipreste de Hita en su Libro de buen amor. tándome qué destino me aguarda / ahora que mi amada se ha ido”). Lo exalta William Shakespeare por mediación de dos ¿Qué busca, entonces, Mario del Valle en su atlas amantes trágicos e inextinguibles, Romeo Montesco amoroso en los albores del tercer milenio? ¿Hacia y Giuletta Capuleto. Lo llena de mujeres Francisco de dónde retoma el vuelo la ceniza encontrada por de nuestra portada Giorgos Seferis y citado por nuestro poeta? ¿A qué habla del infrecuente alineamiento estelar con el regiones nos lleva, desde su pórtico donde una es- que se presenta Los oscuros mapas del amor, obra de pectral luz dibuja a Maricela, perpetua compañera? poemas nutridos por el arte y el extraño fenómeno ¿Cómo construye su Via Appia haciendo de cada pa- que a todos nos embarga, y que los sesudos científi- labra piezas insustituibles de un pavé, o una calzada cos identifican con las feromonas y casualidades em- que corre desde la metrópoli latina al oscuro mar papadas de dopamina. En otros términos: la vida se- Tirreno de un imaginario puerto de Brindisi? creta, imaginaria, sensual y sexual de las emociones. Al finalizar la década de los años ochenta, una Por ello, no ha de extrañar en estos poemas tarde comentaba con José Luis Cuevas la entonces de Mario el trazo rápido de una realidad más allá singular obra de Kathleen G. Hjerter, Doubly gift- del espejismo tangible de nuestra cotidianidad. Por ed que contenía 140 reproducciones artísticas de ello, afloran en su poesía circunstancias que ocu- sesenta y ocho escritores y poetas entre los que rren en mundos paralelos, en el pensamiento mági- recuerdo a William Blake, Charlotte Bronte, T.S. co o en dimensiones extrasensoriales, porque cierto Eliot, William Faulkner, Herman Hesse, Victor Hugo, aliento surrealista de su lírica, la transtextualidad Henrik Ibsen, D.H. Lawrence y Edgar Allan Po. Es consciente o inconsciente, el apego a la naturaleza decir, para expresarlo en el lenguaje de los vinos, y el horror al crimen, se mezcla en versos de apa- el maridaje de la palabra con las artes visuales. Por riencia conversacional que recuerdan al mejor Ted supuesto, Cuevas se reconocía en ese sector de los Hugues de Birthday Letters, todo en aras del rastro doblemente dotados, pero, en su caso, como artis- de senderos que rescata de su inconsciente. Advirta- ta plástico distinguido por sus letras en la recupe- mos entonces, que Mario del Valle no escribe sobre ración del género epistolario. Traigo esto a cuento, el vaho de un espejo que lo refleja como figura en la porque tal es el caso de Mario del Valle, si bien aho- calima, lo hace en el aire para llevarlo a todos como ra sólo celebramos su más reciente obra poética. incienso y al aspirarlo despertarnos la memoria de En efecto, además de extraordinario editor y poeta, momentos de delirio y de hazañas del ensueño. Del Valle desenvolvió su entusiasmo en los lienzos y el dibujo desde sus estudios en la Escuela Nacio- “[…] todo poema es una historia contada por nal de Artes Plásticas, San Carlos, de la UNAM, a la un poeta”, concluye Mario del Valle en Los oscuros par de formarse en letras españolas en la Facultad mapas del amor. Y, este último verso de un gran libro, de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios. desvela la narrativa de su creación literaria heredera Que hoy nos acompañe a la mitad del foro otro, de tiempos remotos. Porque, en efecto, siempre ha no sólo doble, sino polidotado Carlos Bracho, nos habido una historia al final de la pluma del poeta. El Búho Incluso en el creacionismo poético más ingenuo, las Deja que el alba moribunda aparte sus rápidos palabras ordenadas buscaban una emoción, la pro- [velos vocaban y, así, llegaban precariamente también a la y mira el asombro como largas colas orilla de una idea. Pero en Mario, la saga es un re- de animales silvestres. lato inextinguible como una risãla oriental, persa en Ve con tus ojos que velan la estancia su origen, en la que se engarzan historias diversas donde abrigas los mejores años de tu vida. unidas aquí por la única causa admisible: el amor. Es verdad, en ocasiones la obra se bifurca y da la sensación de un encuentro con Baudelaire escribiendo poemas en la tersa y mulata espalda de Jeanne Duval, o se torna un disimulado heraldo de otros poetas más antiguos o más próximos, pero con su propia voz. No importa si llega a la estupefacción de Vita nuova y denuncia su emoción fantasmal cuando a la llegada de la amada recoge geranios en su pelo, o “[…] rodeado de palabras-plumas” encuentre otras “[…] palabras remendadas / en su negro saco, / al lado de un jarrón de flores”. Importa insistir en la consistencia del poeta que ahora nos ofrece poemas dignos de admiración perdurable. No es una obra más en su trayectoria lírica. Es ésta una meditación decantada en verso libre en busca de su propio centro, la mística de una órbita que va hacia la verdad interior que sabemos existe pero no la vemos. Pienso así en los “Cuatro fragmentos”, dicho sin hipérbole, una obertura literaria de altos vuelos: Adolfo Mexiac de nuestra portada Pienso también en “El cabello y la lluvia”, en su da Vinci, genio por excelencia, decía: “La pintura es pregunta abierta en “¿Tiempo de promesas?, cuan- poesía muda, la poesía pintura ciega”, habrá que do su “[…] día tañe las cuerdas del oro de la tarde” concluir que nuestro poeta, dotado de dobles dones, y nos alerta sin más preámbulo “[…] que los atar- no enmudece en su pintura ni es ciego en su poe- deceres / son el único vestigio de nuestro paso en la sía. Más bien es visionario, y por eso nos advierte, tierra […] en esta hora de extravíos y mutaciones”. “[…] no existen los caminos francos. / Los oscuros Admiremos pues, la filigrana de su palabra que mapas del amor / trazan sendas extrañas”. mediante el viejo oficio de hacer las letras, la cali- ¿Mas dónde está la huella que busca el cazador grafía de la vida y cantarla como llega, nos la otorga de emociones que es Mario del Valle? ¿Dónde pone pletórica de bienes y de males en una canasta de la mirada y dispara el venablo de los versos? La res- frutos con ortigas y manzanas donde el amor es si- puesta está en la estrofa: giloso, pretérito y futuro; dominatriz y esclavo; pasional y hermético. Mario del Valle ha gestado con mesura y tiem- Si no estás en esta sintaxis donde la eternidad extiende sus brazos po una obra cada vez más refinada con la fórmula y besa la tierra púrpura de la gruta de la maga, de los escritores sensatos, y así lo dice: leyó a los di que no, grandes poetas, pero también encontró la poesía si los oscuros mapas del amor hallan salida, “en los pétalos estrujados por los dedos / de una vaga por sobre las altas hierbas, mujer sin recuerdos, / que llevaba de la mano / a un y di que sí. hombre encorvado. / Era la poesía.” Pero, el hombre Una sugerencia al terminar mis palabras. Hay cargado de espaldas que deambula en estos versos que leer morosamente esta obra, pero también amo- acompañado en la bruma de la imaginación, viejo y rosamente. Las letras se han cobijado en la experi- pobre, quizá, lo está por tanto esperar la emoción encia de un poeta maduro para formar palabras, y verdadera, el oistros, la materia inasible con que éstas a su vez, al ritmo del universo que se escucha se construye el poema diariamente en las ascuas también en la algazara voraz de la urbe, han hilva- amorosas. nado dísticos, estrofas, poesías suspendidas como Es notable que Del Valle siga fiel a las vocacio- las orquídeas en el trapecio de los días. No busque nes que lo embriagaron desde su primera juventud, el lector la metáfora en el jardín equivocado. En Los y avance en ellas como el hombre que busca desci- oscuros mapas del amor, donde hay una sutil guía frarse en el enigma de las nubes. De ahí las referen- para recorrer los caminos invisibles, la metáfora lu- cias a obras plásticas y pintores. Pero, si Leonardo minosa está en el poema no en el verso. 10 El Búho Francisco Carranza Romero Sucedió en Corea E l 17 de febrero de 2014, aproximadamente unos 560 jóvenes recién ingresados a los departamentos de lenguas asiáticas de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Busan, Corea del Sur, viajaron a Gyongju para participar en la ceremonia de bienvenida. Todo era un ambiente de alegría por conocerse entre los nuevos ingresantes y por conocer a algunos mayores dirigentes que organizaban la ceremonia. Este evento de bienvenida es un rito donde los recién ingresados son informados, orientados e incluidos en la historia de la universidad y, desde entonces, se identificarán con la institución. Gyongju, una ciudad cercana a Busan, y a 370 kilómetros al sureste de Seúl, es un lugar Gyongju de nuestra portada 11 turístico por sus restos arqueológicos e históricos. sonidos estremecían el local, y las fuertes y par- Buena oportunidad para conocer grutas, templos padeantes luces convocaban a los jóvenes al gim- budistas, museos, palacios y tumbas reales. nasio convertido en auditorio. En ese ambiente de El invierno de este año se ha caracterizado por alegre celebración, algunos escucharon ¡crac!, ¡crac! muchas y densas nevadas. El espesor de la nevada en el techo y en las paredes. Unos ruidos como la acumulada ha llegado a 40 centímetros en la sema- ruptura y el desgajamiento de un cuerpo pesado na del 17 de febrero. y sólido. Los que estaban cerca de la puerta se reti- Esa noche del 17 de febrero los cachimbos, tal raron del lugar. Y segundos después cayó el techo que como llamamos en Perú a los nuevos ingresantes, soportaba la masa de nieve acumulada por días con- se reunieron en Mauna Ocean Resort para celebrar tinuos de nevada, las paredes se inclinaron derrum- el inicio de la etapa de la vida estudiantil univer- bándose hacia el centro, espacio grande del gim- sitaria. Los aparatos electrónicos de estridentes nasio. En ese breve tiempo hubo gritos de dolor y de desesperación. Y, como ahora vivimos con celulares en la mano, los testigos ilesos inmediatamente llamaron a los cuerpos de rescate. Pronto llegaron 1450 bomberos, policías y soldados dispuestos a auxiliar. El frío invernal enfrió más al pueblo coreano. En esa misma triste noche los rescatistas pudieron salvar a los atrapados y a más de 100 heridos; pero también hallaron diez cuerpos sin vida. Ante la triste noticia difundida por los medios de comunicación los desesperados familiares acudieron de donde sea, unos para llorar la muerte del ser querido, otros para quejarse por la inseguridad del local que había pasado la ins- 12 El Búho Jaime Goded pección de seguridad anual durante 6 años, y cuan- debe ser ajena) decían los latinos con humildad y do la obra fue finalizada. solidaridad humana. Con este criterio conviene que Lee Wongyeol, presidente de Grupo Kolon, em- las compañías constructoras de edificios de vivien- presa constructora y dueña de hoteles y centros de das multifamiliares en Perú proyecten y construyan recreación, llegó al lugar para pedir perdón y asumir casas con criterios de brindar la seguridad a los que todos los gastos. Un hombre que siente el dolor de van a habitar. No nos olvidemos que Perú es un país los demás antes que un empresario que muchas dentro del cinturón de fuego del Pacífico que oca- veces es sólo un insensible homo economicus. siona la actividad sísmica y volcánica, por eso se Ya pasaron muchos días desde ese accidente, deben tomar más medidas de seguridad antes de ahora hay datos que no culpan sólo a la fuerte ne- dar las licencias de construcciones altas en cual- vada sino a la baja calidad del material usado en quier lugar. Un ejemplo de Lima: En la frontera de los la construcción. Los criterios arquitectónicos no distritos Santiago de Surco y La Molina se observan son para dudar. La construcción de la obra estaba dos criterios diferentes: En Surco hay licencia para presupuestada en 400 millones de wones (374, 000 levantar edificios de más de 6 pisos. En la Molina dólares estadunidenses) pero la inversión real ha- no está permitido más de 3 pisos. Una avenida de bría sido sólo de 150 millones de wones. 30 metros de ancho (Javier Prado Este, cuadra 50) Las autoridades políticas de la provincia tienen separa a esos dos distritos. ¿Hay estudios geológi- mucho que explicar porque ellas aprobaron el cos serios para que en Surco se construyan edificios proyecto, dieron el visto bueno a la construcción, altos? Las autoridades municipales y del Ministerio avalaron la obra como bien terminada y sometieron de Construcción deben cuidar la vida humana antes a la obra a inspecciones anuales de seguridad. de pensar sólo en los ingresos prediales. Dos padres de familia que perdieron a sus hi- Y, cuando haya un desastre por errores huma- jos, agradecidos por la ayuda generosa del pueblo nos, como el incendio en la discoteca Utopía, los coreano, han donado el dinero recaudado para la responsables inmediatos y mediatos deben asumir creación de becas para los estudiantes necesitados. la responsabilidad y no ocultarse usando de escudos a los serviciales abogados que aparecen al ins- También puede pasar en Perú tante. El empresario coreano del Grupo Kolon es un Lo bueno o malo que pasa en otro país puede buen ejemplo porque tuvo la valentía y la actitud pasar también en América Latina o en Perú. Nihil honesta de acudir al lugar del desastre. humanum a me alienum est (Nada de lo humano me es ajeno. Nada de lo que pasa a otro ser humano me Mauna Ocean Resort después del derrumbe. de nuestra portada 13 Ares Demertzis (I) La inquietud H ace tiempo, al iniciar mi residencia en México, mi compadre Cuitláhuac Rangel Alcaraz dedicó un número substancial de domingos invitándome a acompañarlo a las corridas de toros celebradas en la Ciudad de México. Él deseaba introducirme a su mundo de aficionado a este singular espectáculo actual de la cultura hispana. La Fiesta Brava también cautivó a Ernest Hemingway, este vigoroso escritor, amante de toda contienda, quien la llevó a la atención mundial. “Pápa”, como Hemingway gozó de ser llamado familiarmente, interpretó la corrida como una exhibición heroica y Carmen Parra 14 El Búho de valor, a pesar de que muy probablemente se origi- contré un silencio histórico; únicamente acerté el nó como una ceremonia provocada por el miedo: el consenso universal: la Fiesta Brava comenzó en Es- miedo del hombre prehistórico a las fuerzas inex- paña. Por lo tanto no tuve alternativa que asumir yo plicables de la naturaleza que lo rodeaban, y de su mismo la tarea, como una obligación auto asignada, propia esencia espantosamente agresiva; el miedo de determinar su origen. Esa labor incluyó lógica- primitivo hacia una energía cósmica misteriosa, la mente una investigación escrupulosa de la historia cual intentaba apaciguar con sacrificios, así subor- de la península ibérica. Lo qué hallé era inesperado dinándola con una hechicería superior. Creo que la y abrumador. Si quisiera ser generoso, señalaría los tauromaquia, como los griegos antiguos nombra- textos actuales como inexactos, aunque para fines ban a esta competencia entre hombre y toro, fue de una explícita honestidad, tendría que confesar concebida para serenar la inseguridad de la sobre- que los considero predominantemente falsos; una vivencia, la cual irritó el subconsciente del hombre historia revisionista. mucho antes del Minotauro de Cnosos. Soy griego por nacimiento, y por lo tanto bien La tauromaquia se originó como un sacrificio versado en la conquista islámica del Oriente Me- religioso, una misa de la consolación, una ceremo- dio y de los Balcanes. La invasión musulmana y la nia para aplacar fuerzas hostiles y agresivas; una supresión subsecuente de las poblaciones derrota- afirmación de que lo anónimo desconocido podría das eran consideradas, incluso por historiadores ser sometido. El hombre arriesgó su vida, y en oca- de aquel entonces, como inusualmente crueles y siones la perdió, en un combate ritual diseñado para despiadadas, a pesar de que estas conquistas colo- conseguir la magia necesaria para la continuación nizadoras ocurrieron durante un período calificado de su propia existencia. entre lo más implacable y brutal de la historia hu- Las excursiones dominicales con Cuitláhuac re- mana. La ofensiva islámica militar/política/religio- sultaron ser inquietantes para mí. Al estar sentado sa se expandió con sorprendente vigor, surgiendo en la Plaza de Toros, siempre tuve la insistente im- desde las tierras inhóspitas beduinas de la penín- presión que no observaba un evento calculado sim- sula arábiga para imponer el imperio del Califato a plemente para entretener -me sentía testigo de un nivel mundial. acto religioso-; algo que los animados espectado- Estoy también informado referente a la usur- res que me rodeaban parecían no considerar en su pación imperialista de África del norte, el Magreb, y aprecio vocal de la ocasión. la península ibérica en el nombre de Alá, y al tanto Al iniciar una indagación referente al origen y el de las exigencias del Corán, esa revelación asumi- significado de la tauromaquia contemporánea en- da perfecta y final de Dios por los mahometanos; de nuestra portada 15 la hagiografía islámica de una ideología totalitaria anteriormente por el Islam, no ofreció ningún am- que motivó, y continúa inspirando, el medieval ar- paro a los mahometanos remanentes en las tierras dor musulmán en un mundo moderno en donde el restituidas. pluralismo, la libertad civil y religiosa y los dere- Los Españoles, temiendo el tradicional y religio- chos humanos son aceptados como conceptos in- samente sancionado engañó islámico, la taquiyya, violables. y el kitman, sospechaban que algunos de los mu- Durante mi investigación en los orígenes de sulmanes convertidos al catolicismo profesaban fal- la corrida actual, sorprendentemente descubrí samente su nueva fe, y a estos los consignaban a que los historiadores de moda, quizás en su afán sufrir una violencia nutrida por la soñada venganza de ser políticamente correctos, niegan la realidad reunida tras siglos de resentimiento. La inquisición áspera de la conquista musulmana y de su acom- y el auto-da-fe se consideran actualmente como el pañante esclavitud de las culturas subyugadas; una ejemplo más legendario de la intolerancia inherente realidad histórica indiscutible. Esta insistencia en- en la reconquista española cristiana, aunque con el fática y coordinada de unos catedráticos, periodis- fin de ser escrupulosamente honestos, éstas nunca tas y políticos para encubrir los hechos históricos llegaron a igualar el terror y las masacres impuestos me estremeció. por los devotos del Islam a los usurpados. El engaño musulmán temido por los Espa- (II) La historia callada ñoles es dividido en dos partes distintas: taquiyya y La conquista de la península ibérica por el Islam kitman; las dos son tácticas gemelas de disimulo im- comenzó con la invasión de Gibraltar, Yebel Tarik, puestos por el Corán, con una diferencia sutil entre sí: el 27 de abril del año 711, a manera de un colonia- Taquiyya es un engaño deliberado, una mentira lismo basado en la creencia y la propagación de una completa, plenamente aprobada en el Corán para fe sanguinaria y sin piedad, excepto por un breve la promulgación del Islam, o para prevenir la deni- período de relativo sosiego con la gente avasallada. gración del Islam, o para protegerse de un adversa- El 2 de enero del año 1492, se realizó la concluyente rio no-musulmán. expulsión musulmana del al-Andaluz, acompañada Kittman se define como decir solamente una por el “último suspiro del moro” mientras miraba parte de la verdad, omitiendo la parte que podría hacia una Granada perdida. Casi ochocientos años ser considerada ofensiva, o aprovechada por los no- de humillación, exterminios, masacres y esclavitud creyentes para criticar la “religión de la paz”. concluyeron con la reconquista. La triunfante recu- Muchos historiadores modernos revelan con peración cristiana, continuando el ejemplo trazado sus escritos poseer una agenda política/religiosa; 16 El Búho una ideología que insisten en propagar a sus lec- multi-cultural, inclusivo y tolerante, tuvo que huir tores. Son manipuladores de los hechos, cuyas con su familia de al-Andaluz por la persecución in- fantaseadas conclusiones son desmentidas por evi- tolerable de Islam. Sus propias palabras traicionan dencia irrefutable. Propagan el mito idílico de un la ficción: “… los árabes nos han perseguido se- al-Andaluz islámico como una sociedad tolerante riamente, con su legislación discriminatoria contra y pacífica, coexistiendo serenamente en un orden nosotros… nunca una nación nos ha molestado, social multi-cultural, y multi-religioso; indulgente y degradado, rebajado y odiado tanto como ellos…” caritativo, produciendo una Edad de Oro similar al Renacimiento Italiano. La realidad es que ese al-Andaluz islámico no era ni tolerante ni pacífico, incluso durante su apogeo; era una sociedad cruel en donde la intolerancia y la discriminación de los musulmanes humillaron permanente- mente al conquistado y despojado conocido como dhimmi. Los dhimmi fueron sujetos a una segregación atroz, con represalias sin compasión. A cambio de sus vidas y permiso para practicar muy discretamente su religión, se les demandaba el pago de la Yizia, un tributo monetario a veces tan severo que estaban obligados a solventarlo con el llamado “impuesto de sangre”, la entrega de sus hijos e hijas menores. El filósofo judío Marimondas (el rabino Moisés ben Maimón), conocido por los árabes como Rambam, quien es actualmente hoy día ostentado por los musulmanes como un ejemplo de un Islam Ángel Boligán de nuestra portada 17 Como ocurrió en todos los países conquistados por Islam, en el al-Andaluz también ocurrie- Cito algunas de las más reconocidas en el alÁndaluz: ron levantamientos para quitar el yugo colonia- -Toledo, colonizado en 712, se rebeló en 713, lista impuesto por una perversa teocracia malévola 761, y consecutivamente del año 784 al 786. Otra y totalitaria, cuyas herramientas eran el miedo, la vez en 797, 806, y del año 811al 819. Centenares humillación y la intimidación. Todas estas insurrec- fueron descabezados y/o crucificados de acuerdo ciones fueron vencidas por ejecuciones masivas. con ley islámica. -Zaragoza se rebeló del 781 al 881. -Córdoba se rebeló en 805, seguido por tres días de incesante masacre de los cristianos. En 818, crucificaron a 300 no-musulmanes y 20,000 fueron exiliados. -Mérida se rebeló a partir del año 805 hasta el año 813. Otra vez en 828, 829, y 868. -Granada se rebeló en 1066, 5.000 nomusulmanes fueron ejecutados. A partir de 1130 y hasta 1232 fue masacrada constantemente la población de los no-musulmanes, incluyendo a los judíos. Fueron converti- dos forzosamente los cristianos y los judíos, como ocurrió con frecuencia durante la historia colonizadora sangrienta del Islam. Los habitantes de una sociedad tolerante y compasiva no arriesgarían su bienestar levantándose en armas para liberarse de la libertad, exponiéndose a la bestial represalia del genocidio; la crucifixión y decapitación que ello implicaría. No. Eso no es probable si los conquistados vivían en paz y tranquilidad. Necesitamos cuestionar el actualmente acep- 18 El Búho Pepe Maya tado, políticamente correcto y consentido cuento Considero históricamente significativo el hecho de hadas de la tolerancia y compasión inherente en que la tauromaquia prosperó repentinamente a Islam. través de la península ibérica al concluir la derrota Bernard Lewis, Profesor Emérito de Estudios de Islam en Granada en el año 1492. Postulo que del Medio Oriente en la Universidad de Princeton, sería improbable considerar este surgimiento ines- con especialidad en la historia del Islam y la interac- perado de la corrida en esta precisa fecha como pura ción entre Islam y el Occidente subrayó: coincidencia. No creo que es una sugerencia des- “Es solamente muy recientemente que algunos cuidada proponer que lo que había sido un deporte defensores del Islam han comenzado a afirmar que rural, la caza de toros a caballo por los aristócra- su sociedad en el pasado consentían a los no-musul- tas españoles medievales, se hubiese transformado manes un estatus igualitario. Ningún representante por los cristianos liberados en una celebración que del Islam renaciente hace esta afirmación, y no hay afirmaba el derribo de la fuerza bruta que los tenía históricamente ninguna duda que están en lo correc- sometidos. Los moros, la bestia oscura, fueron to. Las sociedades islámicas tradicionales ni acorda- vencidos. ban tal igualdad ni fingían que hacían tal. De hecho, Someto la siguiente polémica teoría: la Fiesta en el viejo orden, esto habría sido visto no como un Brava tiene, desde su inicio, implicaciones reli- mérito sino como un abandono del deber. ¿Cómo giosas en un simbólico encuentro bélico entre la podría uno acordar el mismo tratamiento a los que Cristiandad y el Islam. Creo que las doctrinas de siguen la fe verdadera y a los que voluntariamente subyugación y humillación, obligatorias en todas la rechazan? Esto sería una teológica, así como una las conquistas islámicas, fueron incorporadas a lógica, absurda”. propósito como dos características indispensables e imprescindibles en la corrida como componentes (III) La fiesta brava fundamentales de la misa celebrada en el ruedo. En el al-Andaluz, después de ocho siglos de la sub- Postulo la existencia de procedimientos religio- yugación obligatoria impuesta a los infieles según el sos/históricos en la Fiesta Brava que tienen una rel- mandamiento inexorable del Corán divino, los mu- ación directa e irrefutable en la confrontación del sulmanes finalmente fueron expulsados, su Yihad Islam con el cristianismo. Propongo que la Fiesta por lo pronto terminado, y los Dhimmi emancipa- Brava es, en efecto, una alegoría cuyo significado va dos. El catolicismo prevaleció, y las mudas cam- más allá de lo inmediatamente observable. panas de las iglesias volvieron a tocar, llamando de nuevo al cristiano fiel. La Fiesta Brava es un acontecimiento que se realiza en un círculo sacrificial de arena dividido en de nuestra portada 19 tres. Su desarrollo contiene elementos altamente menta religiosa. El Matador brinca y salta en una litúrgicos, conformado por tres partes distintas, exhibición ostentosa, aunque simultáneamente conocidas como Tercios; tres eventos conduciendo solemne, manifestando su seguridad, cubierto en a los participantes en una progresión ceremonial lentejuelas que arrojan centellas radiantes de luz. hacia su culminación en un sacrificio de sangre. Este Traje de Luces que deslumbra con su resplan- Los participantes en cada tercio son tres: el Mata- deciente brillantez todo a su alrededor está además dor, el Banderillero y el Picador. El Matador desafía bordado con hilo de oro. En la actualidad, durante a tres toros. Tres Banderilleros tres veces insertan sus ceremonias eclesiásticas solemnes, los sacer- sus Banderillas. Los Picadores administran tres per- dotes cristianos ortodoxos exhiben una vestimenta foraciones al toro con sus lanzas. Tres. Un número similar. cabalístico. Repetitivo. Tres. ¿Puede ser que el sig- Inicia el primer acto con “el engaño”. El mata- nificado de esta competencia tenga alguna insinua- dor cita a su contrincante utilizando un capote an- ción en relación a la trinidad cristiana? cho, de color purpura y oro, colores relacionados Un eco de lamento emana desde una trompeta, con la iglesia Católica, en un gesto arrebatador lla- el Clarín, y da inicio a la presentación; éste es el mado significativamente “Verónica”. El Matador/To- primer acto, el Tercio de Varas. El toro carga con rero inicia el Sacramentum pasando el capote sobre furia desde la sombra tenebrosa que lo envuelve a la la cabeza del toro; el condenado a sufrir la última luz del sol brillante que ilumina la arena. Esta puer- agonía en esta tarde. ta, el Toril, es también conocida como “La Puerta El Tercio de Banderillas, el segundo acto, con- del Miedo”, el miedo bestial sembrado por islam a cierne a la convención formal milenaria, posible- los conquistados. El toro carga amenazantemente mente prehistórica, de preparar a una víctima para en una exhibición insolente de beligerancia desde la el sacrificio. oscuridad hacia la luz, desde su mundo de sombra Entran al ruedo los Picadores a caballo. Empu- lúgubre a la iluminación. Los cuernos intimidantes jan sus lanzas tres veces en los tendones del cue- de la bestia exhiben una luna creciente soberana llo del toro para debilitar los músculos del cuello, -inequívocamente el símbolo explícito del Islam. obligándolo a bajar la cabeza en deshonra y sumi- Esperando con confianza para enfrentarse al sión durante el acto final, y asimismo facilitando la prieto adversario, el moro transfigurado, en lo que incisión mortal de la hoja de acero en la llamada será una precisamente coreografiada danza con la “Hora de la Verdad”. muerte está el Matador/Torero, vestido impecable- Subsecuentemente, el toro es adornado con mente en lo que podría interpretarse como vesti- coloridas banderillas, cuyas espinas agudas de me- 20 El Búho tal penetran la carne, secretando corrientes líquidas central es la humillación, concluyendo con la des- oscuras de carmesí en imitación de la corona que trucción de la bestia. perforó la cabeza del rey de los judíos. El que será Humillación. ¿Por qué humillación? En la his- sacrificado en este día debe ser adornado apropia- toria milenaria del sacrificio, nunca se humilla la damente y sufrir indignaciones similares. ofrenda que va a ser sacrificada; ningún dios acep- En el tercer y último acto, la Faena, también conocida como el Tercio de Muleta, el engañoso ca- taría un homenaje degradado, sería considerado una ofensa. pote grande es substituido por un paño rojo peque- Propongo que la respuesta reside en una repre- ño, igual de tramposo, con el cual se inicia el cal- salia por la vergüenza centenaria sufrida por los culado proceso de exigir una ignominia implacable. derrotados españoles a manos de los musulmanes Este Tercio es el más anticipado, escrupulosamente como parte inherente del dogma religioso esta- examinado y discutido por los aficionados. Uno po- blecido en el Corán. Asumo que como consecuen- dría, sin ambigüedad, concluir que es el tercio más cia de esas tribulaciones, los infieles que sufrieron notable, más significativo, de la corrida. Su tema la depravación islámica consideraron que era in- Mel de nuestra portada 21 suficiente utilizar como un instrumento de ven- Haz guerra contra ellos hasta que paguen la Yizya ganza la simple destrucción de la bestia oscura; con sumisión, y que se consideren resignados, en existía un imperativo para despreciar y gozar de el reconocimiento de la superioridad musulmana, y su desgracia. que estén en un El Matador/Torero incita a la bestia incesante- estado sometido”. mente, provocando su deshonra y obligándolo a La humillación durante La Fiesta Brava está que baje la cabeza en sumisión, como estaban obli- acompañada por los gritos exaltados y triunfantes gados los conquistados ante los musulmanes. El de los fieles apasionados. Matador/Torero insiste que los cuernos de luna creciente del Islam sigan sus demandas caprichosas, el hocico del toro ignominiosamente raspando la arena en apretados círculos confusos. Es preciso citar aquí las obligaciones y demandas divinas del Corán: Sura IX 29: “La Yizya será quitado de ellos con vileza y humillación. El Dhimmi tendrá que llegar en persona, caminando, no montado. Cuando paga, debe estar parado, mientras el que recibe su tributo se mantiene sentado. El musulmán agarrara al Dhimmi por el cuello, y zarandeándolo, demandará “¡Paga la Yizya!” Y al pagar, recibirá golpes en el cuello”. El Corán 9:29: “Lucha contra todos los que no creen en Alá, en el Último Día, quienes no consideran prohibido lo que Alá ha prohibido… y los que no profesan la verdadera religión. Perla Estrada 22 El Búho “¡Olé! ¡Olé!” Ésta es una expresión de júbilo sin asociación conocida. ¿Sera irrazonable considerar que esta exclamación hace siglos fue: ¡Alá! ¡Alá!? El vocabulario hispano actual contiene muchas palabras árabes que se han integrado y han sido deformadas, entre ellas la expresión “¡ojala!” cuyo ori- gen se considera ser una súplica, una imploración a necesario e indispensable tanto para la conquista la deidad islámica: “¡O, Alá!” como para la supervivencia. Hoy día, cuando el Matador/Torero cita al toro, Sahih Bukhari, Volumen 4, libro 52, número lo llama con las palabras “¡Ála, Éy!” ¿Será inadmi- 269: Narrado de ‘Abdullah de Jabir: “El profeta dijo, sible imaginar que en tiempos pasados era “¡Alá, la guerra es engaño”. Éy!”? Sira 367: “Kab bin al Ashraf insultó al Apóstol Si el Matador/Torero es particularmente diestro de Dios. Mahoma preguntó ¿quién matará a Ibnul- en su humillación de la bestia conquistada, su recom- Ashraf? Mahoma bin Maslama, el hermano de Ib- pensa, en imitación de la práctica musulmana hacia nul-Ashraf dijo Yo lo mataré, ¡oh! Apóstol de dios. los infieles sometidos, es el derecho de desfigurar Mahoma dijo -hazlo si puedes. Mahoma bin Masla- al animal; amputando las orejas, el rabo, o ambos. ma dijo, ¡oh! Apóstol de dios, tendremos que mentir, Sura 5:033: “El castigo para los que hacen guerra y el Profeta contesto -está permitido que mienta”. contra Alá y su Mensajero, e intentan corromper es El hombre destruye la fuerza bruta a través de ser matados o crucificados, o tener sus manos y pies la astucia; aprovechando el propósito islámico del cortados por los lados alternos de sus cuerpos”. engaño: Taquiyya y Kitman. Corán 9:29: “Lanzaré miedo en los corazones de Esta faena concluyente termina con una mani- los infieles. Entonces golpeé violentamente los cue- festación simbólica e insolente de supremacía: el llos y daré el golpe violento a cada dedo”. Matador/Torero convoca al toro con su rostro virado, Corán 7:124: “El castigo es… el corte de manos y de pies de lados opuestos”. en una confianza sublime de su incipiente victoria; el “Pase de Desprecio”. La corrida logra su clímax Durante toda la corrida, el Matador/Torero pa- cuando el Matador/Torero, en una exaltación final, rece una figura diminuta en el ruedo, tenazmente se lanza por encima de la luna creciente del toro, resuelto a sobrevivir y conquistar en un ambien- sin ser lesionado, para conferir la estocada fatal al te hostil, con astucia, venciendo con el engaño. Islam; La Hora de la Verdad. Desconcertado por su inhabilidad de aislar al hom- En conclusión, los orígenes históricos/simbóli- bre detrás del paño insubstancial como una figura cos de este combate han sido sublimados por el distinta, el bruto formidable sucumbe dócilmente a paso del tiempo; la Fiesta Brava continúa un olvi- su aniquilación. El hombre ha desorientado la furia dado llamado masivo a millones de personas que de una bestia indomable. Ha convertido en impo- desconocen en forma cognitiva que sus pasiones tente a su adversario con un pedazo de tela apro- han sido metafóricamente despertadas debajo de piadamente llamado “el engaño”. El engaño, medio un umbral de percepción inconsciente. de nuestra portada 23 Edwin Lugo A unque distantes para nosotros por el tiempo y la geografía, la obra de estos dos extraordinarios novelistas permanece vigen- te no sólo por su indiscutible mérito literario que no se menoscaba con las traducciones, sino por la penetración humanística y psicológica con la que tratan a sus protagonistas y los múltiples mensajes que se desprenden de su comportamiento. No cabe duda que la condicionante para ser considerado un ameritado escritor está en relación con el grado de conocimiento que posea acerca de lo complejo y contradictorio que es el hombre. Otro autor connacional altamente ameritado y además extraordinario políglota es el meticuloso y erudito traductor Sergio Pitol cuyo loable esfuerzo nos ha permitido acercarnos a su colega polaco Witol Gombrowicz, del que nos dice, nació en Meloszyce, Polonia en l904 y que inició su carrera literaria cuando contaba 29 años con un libro de siete cuentos publicado en su país natal y en el que presentaba una fascinante galería de personajes José Juárez 24 El Búho extraños enredados en complejas tramas psicoló- a Niza en l963. Después de haber vivido durante 25 gicas, titulado: Memorias del Período de Inmadurez años en Argentina, ya se supone exiliado y huyendo fue posteriormente ampliado por otros relatos es- de la masacre que desató el nazismo; y como otros critos entre l933 y l944 con el título de Bakakai y escritores, que si bien logró salvar la vida, debió pa- que vio la luz hasta l957. sar hambre y miseria en el país sudamericano que Bakakai contiene l0 relatos: “El Banquete”, “La lo acogió. Otro tanto, aunque en circunstancias di- Rata”, “Acerca de lo que ocurrió a bordo de la Gole- ferentes aconteció con el judío-austríaco Stephan ta Banbury”, “En la Escalera de Servicio”, “La Virgi- Zweig refugiado en Brasil donde terminó su fructí- nidad”, “El festín de la condesa Kotlubaj”, “Crimen fera existencia suicidándose, inmensamente horro- Premetitado”, “El Diario de Stephan Czarniecki” y rizado y decepcionado de la naturaleza de algunos “El bailarín del Abogado Kraykowsk”. hombres criminales capaces de desatar todos los El trazo y las situaciones de los personajes no horrores inimaginables en aras del racismo, una de son fáciles de asimilar y si en ellos campea una las peores lacras de la humanidad, de la que noso- desbordante imaginación, una vez que se analiza tros mexicanos, pese a los cacareados avances de el texto se descubren esos profundos recovecos que algunos dirigentes mundiales, fuimos y seguimos yacen en el fondo de nuestro psiquismo y que se siendo víctimas. traducen en comportamientos extraños, aunque Gombrowicz es sin duda uno de los novelistas de ninguna manera divorciados de esa madeja in- más singulares del siglo XX. En l938 escribió su disoluble de acciones aparentemente disparatadas, novela Ferdydurque en la que describe un retrato pero que indudablemente forman parte del desarro- -acaso casi grotesco- de la Polonia de entreguerras llo conductual humano. Bakakai no es un libro fácil y que posteriormente los críticos la han llegado a de leerse y su correcta asimilación precisa de varias considerar como una de las obras capitales de la lecturas, donde se detecta que a la par que se va literatura contemporánea. A ella le siguieron Trasa- reafirmando el oficio del autor también se va consi- tlántico publicado en l953, el drama El matrimonio, guiendo poco a poco esa comunicación virtual con producido en el mismo año; Cosmos, que vio la luz el lector, objetivo primordial de la literatura. en l956 y resultó galardonada con el Premio For- Gombrowics es un ameritado cronista de su época y su estirpe puramente europea delata la hue- mentor en l967 y Opereta un drama que fuera su última obra, escrita en l966. lla de las dos terribles conflagraciones mundiales, El prolífico polaco dejó también a la posteridad en medio de las cuales vivió el escritor, quien final- un breve pero sin duda instructivo Curso de Filosofía mente reconocido, murió en Vence ciudad cercana en seis horas y cuarto. de nuestra portada 25 Por su temática apasionante, imprevisto desen- acciones que nos llevan de sorpresa en sorpresa; se lace, clímax estupendamente logrados, recomen- diría que los personajes de Gombrowics se vuelven daría leer Los hechizados. En ella el autor mezcla casi transparentes, y el lector puede penetrar hasta con asombrosa habilidad temas como la hechicería, sus recovecos y obsesiones, entonces el novelista el mediumnismo, la extravagancia de una Varsovia no omite describir una obscenidad casi malsana en- que no desmerecería al lado del París de la belle cubierta en una aparente banalidad existencial. époque y un conocimiento de un mundo pequeño Andrzej Kusniewiccz nacido en el mismo año, aunque no menos interesante: el de los jugadores l904, vio la luz primera en Galizia, -región de Eu- de tenis. En el relato uno de sus personajes, devela ropa situada entre las estribaciones septentrionales la intimidad femenina en toda su amplísima dimen- de los Cárpatos y en los altos valles del Vístula y del sión de pensamientos, sentimientos, reacciones y Dnieper, y que luego pasó a formar parte del rei- Jesús Anaya 26 El Búho no de Polonia- dentro de una aristocrática familia, u objeto de arte, pagando sin dudar por su adqui- lo que le permitió estudiar holgadamente Derecho, sición cualquier precio, para enviarlo -con avidez Arte y Ciencias Políticas, ocupando al término de sus de coleccionista- al lejano hogar húngaro habitado estudios importantes puestos en la diplomacia prin- por la solitaria madre que vive anhelando el retorno cipalmente en Francia lo que le motivó a sumarse del único hijo, quien a su vez anhela volver princi- a las fuerzas de la Resistencia durante la segunda palmente para acariciar con codicia de avaro los pri- guerra mundial. Detenido por los alemanes en l943 morosos objetos robados, saqueados o comprados, fue deportado a Mathausen. y que ya constituyen un pequeño museo; a la par Concluida la guerra fue nombrado en 1945 Cón- que ejecuta con sangre fría a un inocente prisionero sul General polaco en distintas ciudades francesas, ruso, cazándolo como a una fiera salvaje y sin otro regresando posteriormente a Polonia. Es posible motivo que el placer de matarlo. Lamentablemente que su actividad política y diplomática le impidie- el anhelado retorno no llega a consumarse, pues el ra dedicarse a su tercera carrera: autor de novelas, mílite fallece precisamente el día en que al fin ter- actividad en la que destacó pues dos de ellas re- mina la conflagración, a causa de una irremediable sultaron galardonadas con el Premio Nacional de y progresiva tuberculosis. Literatura en Polonia. Estas dos obras, por cierto No obstante el relato de los pavorosos crímenes ampliamente difundidas por sus múltiples traduc- del señor Kiekeritz será apenas el pálido preámbulo ciones son: El Rey de las dos Sicilias y La Lección de la espeluznante suma de horrores, aún más es- de la Lengua Muerta que recrean con amenidad el pantosos -si cabe tal posibilidad- de los asesinatos hundimiento del imperio Austro-Húngaro, a partir masivos en los temidos crematorios nazis. del asesinato del príncipe Fernando de Habsburgo Si bien es posible que el lector se identifique por ocurrido en Sarajevo y el cual dio pie al inicio de la momentos con tan extravagante personaje, termi- primera guerra mundial. En dicha novela el prota- nará por sentirse apesadumbrado al constar que el gonista es el teniente Kicheritz o Kiekeritz, un ulano estetismo no ha conseguido siempre frenar la bes- en cuya persona se funden: un ferviente adorador tialidad de los humanos sino más bien exacerbar- de la belleza, gustador de las más refinadas expre- la. Kusniewicz escribe más que una novela, -donde siones del arte, y un insensible militar capaz de las seguramente no escasea el ingrediente fantástico, crueldades y vilezas más atroces; estas característi- elemento primordial en toda obra del más maravi- cas virtualmente contradictorias permiten albergar lloso género literario- una biografía que desgracia- al sibarita capaz de admirar, sentir, y valorar con damente conlleva también un espantable y espan- sincero deleite los colores y las líneas de un cuadro toso realismo. de nuestra portada 27 Carlos Bracho M éxico es uno de los países que más han pesado en la historia de América Latina. Su lucha permanente por la Independencia Nacional y su Revolución, durante mucho tiempo lo convirtieron en ejemplo y objeto de admiración para muchos países latinoamericanos. Hoy ha perdido su viejo prestigio revolucionario, sobre todo desde que la Revolución Mexicana mereció -en pasados años- los elogios del Gobierno y Prensa Norteamericanos. ANTECEDENTES México era un país muy pobre en 1910. Un país en el que la inmensa mayoría de la población vivía en un estado semejante a la esclavitud, en que la población asalariada tenía niveles de vida muy inferiores a los de otros países -como Argentina y Uruguay- en que 11 mil hacendados poseían casi el 60% del territorio nacional; en que el 88.4% de la población agrícola eran peones Gelsen Gas 28 El Búho -en situación semejante a esclavos-, el 97% eran Díaz, fue la entrevista -1908- del periodista norte- cabezas de familia rural sin propiedad agrícola, americano James Creelman y el anciano General. y sólo el 2% eran hacendados; en que los índices “Si en la República llegase a surgir un partido de de analfabetismo alcanzaban la cifra de 80%; en que opositores -decía el presidente-, lo miraría yo como la población que no hablaba español era el 13%; en una bendición y no como un mal, y si ese partido que el 52% de los habitantes vivían en chozas; en desarrollara poder, no para explotar sino para diri- que la mortalidad infantil era de más de 305 niños gir, yo le acogería, le apoyaría, le aconsejaría y me por cada 1,000 nacidos vivos. (Estadísticas Sociales consagraría a la inauguración feliz de un Gobierno del Porfirismo, 1877-1910. México. Dirección Gene- completamente democrático”… ral de Estadística, 1956). Los Flores Magón, Madero, Zapata, Villa y otros A estas circunstancias históricas, y otras mu- revolucionarios -en su tiempo- le tomaron la pala- chas que dieron motivos más que suficientes para bra y emprendieron la larga lucha para llegar a ver levantarse en armas, había que agregar las políticas -por fin- un México libre, democrático y en donde la de control hegemónico del porfirismo. Le represión justicia fuera clara, rápida y expedita y que la rique- en contra de todo aquél que tuviera una voz que za fuera repartida equitativamente. denunciara los excesos del régimen. Persecución Han pasado varios decenios, y hoy, el juicio está y cárcel para los periodistas independientes; tor- hecho: México ya no es ejemplo de América Latina. turas para los obreros que se organizaran; muerte En México mismo la Revolución ha sido traiciona- civil para aquellos que trataran de reivindicar sus da. Sí, la Revolución fracasó. derechos laborales. Policías y soldados eran el bra- Vayamos al año de 1906. El ambiente político no zo derecho del porfirismo, y la Iglesia que callaba era nada halagüeño, el pueblo sufría en carne propia las arbitrariedades de los poderosos; y el poder ju- las injusticias y los atropellos del régimen porfiris- dicial también servía como soporte legal para las ta. El Partido Liberal Mexicano hace la defensa de atrocidades de generales y funcionarios, políticos y los intereses de muchos, hace eco de las demandas empresarios. de gremios y ciudadanos al decir: “Un gobierno que Sí, los empresarios, los industriales, en su ma- se preocupe por el bien efectivo de todo el pueblo yoría extranjeros o empresas con mayoría de ca- no puede permanecer indiferente ante la importan- pital externo, dominaban a su antojo el panorama tísima cuestión del trabajo. Gracias a la dictadura de económico. Porfirio Díaz, que pone el poder al servicio de todos El cerillo que prendió fuego a la liberación del los explotadores del pueblo, el trabajador mexicano pueblo y a la derrota del caudillo llamado Porfirio ha sido reducido a la condición más miserable… El de nuestra portada 29 capitalista soberano impone sin apelación las con- han hecho, sólo hay un medio: la vigilancia del pue- diciones del trabajo, que siempre son desastrosas blo sobre sus mandatarios, denunciando sus malos para el obrero, y éste tiene que aceptarlas por dos actos y exigiéndoles la más estrecha responsabili- razones: porque la miseria lo hace trabajar a cual- dad por cualquier falta en el cumplimiento de sus quier precio o porque si se rebela contra el abuso deberes. Los ciudadanos deben comprender que del rico, las bayonetas de la Dictadura se encargan las simples declaraciones de principios, por muy al- de someterlo… En más deplorable situación que el tos que éstos sean, no bastan para formar buenos trabajador industrial se encuentra el jornalero en el gobiernos y evitar tiranías; lo principal es la acción campo, verdadero siervo de los modernos señores del pueblo, el ejercicio del civismo, la intervención feudales… ni siquiera el menguado salario perciben de todos en la cosa pública.” Y agregaba el Partido en efectivo. Como los amos han tenido el cuidado Liberal Mexicano: “Es axiomático que los pueblos de echar sobre sus peones una deuda más o menos no son prósperos sino cuando la generalidad de los nebulosa, recogen lo que ganan esos desdichados ciudadanos disfrutan de particular y siquiera rela- a título de abono, y sólo para que no se mueran tiva prosperidad. Unos cuántos millonarios, acapa- de hambre les proporcionan algo de maíz y frijol y rando todas las riquezas y siendo los únicos satis- alguna otra cosa que les sirva de alimento… (Ésas fechos entre millones de hambrientos, no hacen el fueron las bases en las que operaban las tristemen- bienestar general sino la miseria pública, como lo te célebres “Tiendas de Raya”). El trabajador no vemos en México.” es ni debe ser en las sociedades una bestia maci- Con estos señalamientos, el Partido Liberal le lenta, condenada a trabajar hasta el agotamiento daba banderas a los miles y miles de inconformes. sin recompensa alguna; el trabajador fabrica con El perol en donde bullían los gérmenes de la incon- sus manos cuanto existe para beneficio de todos, formidad, nos va dando una idea de cómo se ges- es el productor de todas las riquezas y debe tener taba, poco a poco, un sentimiento explosivo, por los medios para disfrutar de todo aquello que los demás, de libertad y de independencia. demás disfrutan… El Partido Liberal Mexicano, a cuya cabeza es- “No se puede decretar que el Gobierno sea hon- taba Ricardo Flores Magón, ponía a la Dictadura rado y justo; tal cosa saldría sobrando cuando todo porfirista, con este programa reivindicador, en un el conjunto de leyes, al definir las atribuciones del punto en el que no había retorno. El magonismo Gobierno, les señala con bastante claridad el cami- cundía por toda la república y sus programas cala- no de la honradez: pero para conseguir que el Go- ban ya la conciencia del pueblo en general, y ponían bierno no se aparte de ese camino, como muchos lo a temblar a algunos núcleos de poder. Eran los pri- 30 El Búho meros pasos que desembocarían luego en la lucha no estará allí la Dictadura para aconsejar a los capi- armada y en la posterior caída de Porfirio Díaz. En talistas que roben al trabajador y para proteger con estos documentos, los liberales, adelantan las ideas sus fuerzas a los extranjeros que contestan con llu- fundamentales en que habría de apoyarse la Revo- via de balas a las pacíficas peticiones de los obreros lución Mexicana: mexicanos; habrá en cambio un Gobierno que, ele- “El mejoramiento de las condiciones de trabajo, por una parte, y por otra, la equitativa distribu- vado por el pueblo, servirá al pueblo, y velará por su compatriotas…” ción de la riqueza y de las tierras, con las facilidades de cultivarlas y aprovecharlas sin restricciones, producirán inapreciables ventajas a la Nación… no renunciar a su calidad de hombres libres… la desatendida rapacidad de los actuales funcionarios para apoderarse de lo que a otros pertenece, ha tenido por consecuencia que unos cuantos afortunados sean los acaparadores de la tierra… los puestos públicos no serán para los aduladores y los intrigantes… los funcionarios no serán esos sultanes depravados y feroces que hoy la Dictadura protege y faculta para que dispongan de la hacienda, de la vida y de la honra de los ciudadanos… desaparecerá de los tribunales de justicia esa venalidad asquerosa que hoy los caracteriza… la responsabilidad de los funcionarios no será un mito en la futura democracia; el trabajador mexicano dejará de ser, como es hoy, un paria en su propio suelo, dueño de sus derechos, dignificado, libre para defenderse de esas explotaciones villanas que hoy le imponen por la fuerza… Hugo Navarro de nuestra portada 31 Estas afirmaciones, este mapa descriptivo en el exilio. Para debilitar a la oposición que él -Reyes- que el gobierno se desenvolvía, estas críticas seve- encabezaba, Díaz estaba dispuesto a tolerar las ac- ras pero ciertas, hechas en 1906 por el Partido Libe- tividades de otros grupos que consideraba inofensi- ral Mexicano, tienen ahora, sin lugar a dudas, una vos. Incluso los alentó concediendo una entrevista vigencia; y sólo basta con recorrer la vista y el oído al periodista citado -James Creelman-, en la que dijo y poner la atención en lo que sucede en el México de que no competiría por la presidencia en 1910.” hoy para corroborarlo. Por eso la Revolución Mexicana ha sido traicionada. Cabe mencionar aquí lo siguiente; “Por un breve lapso en 1908 y 1909 Reyes el poderoso general El que primero tomó la mano del reto porfirista, fue Francisco I. Madero. Pero sigo haciendo eco de la corrupción que era el común denominador en la época porfirista. Bernardo Reyes, se había convertido en el centro de Por eso miren lo que Luis Cabrera decía en la oposición de clase media contra Díaz. Temiendo aquellos ayeres -1909-, aplicable hoy de los olvidos que lo derrocara, Díaz había enviado al general al y del retroceso funcional de la Revolución Mexica- 32 El Búho María Emilia Benavides na: “Los científicos -los porfiristas- han estudiado a solícito el diputado Cabrera: “Compañero diputado fondo la ciencia de la política y han descubierto que Gómez, le acuso de ratero, no de pendejo”. Y eso es el derecho no es más que un producto del momento lo que hoy, en el México de hoy sucede, se puede histórico, y de acuerdo con esas teorías, han susti- acusar a presidentes, a diputados, a senadores, a tuido la ciencia de lo justo por el arte de la influen- funcionarios, a políticos de haber usado indebida- cia, y convertido los tribunales en instrumentos su- mente partidas presupuestales u otros conceptos yos, haciendo de la justicia a la vez que la ayuda monetarios y nadie encontrará culpable a nadie. Sí, más efectiva de sus intereses, el arma más peligrosa tontos no son. contra sus enemigos. Han convertido en delito todo Por eso no avanzó la Revolución, por la cultura acto que ataca sus intereses. Llaman revolución -en del robo, de la impunidad. No existe un presidente sentido peyorativo- al despertamiento democrático ni un político del partido PRI, PRD y PAN que pueda del pueblo, asonada a toda manifestación popular, resistir una auditoría responsable, clara, republica- y agitadores y molinistas a los jefes democráticos na y justa. sobre quienes dejan caer el desdeñoso calificativo Ante eso es necesaria una explicación, aunque de “gente oscura y sin prestigio”. Son por último breve, pero más o menos clara, estos elementos que -dice don Luis- los perfeccionadores de un sistema citaré a continuación, ayudarán a entender mejor de amordazamiento y eliminación cuando no de co- el porqué de ese fracaso. Aunque es evidente que rrupción, de la prensa independiente, que les per- un ingrediente principal es el señalado arriba: la mite conservar el monopolio del periodismo.” Y otra impunidad. anécdota que ha quedado ya impresa en la memoria Ahora bien, no podemos negar algunos hechos colectiva en donde este mismo personaje -Luis Ca- históricos. La historia es el resultado de las varias brera- se vio envuelto: Corría una más de la sesio- acciones que a diario tienen lugar en esos procesos. nes de la Cámara de Diputados. Había sido electo al O como dicen algunos hombres del campo: Una de triunfo maderista. Tomó la palabra el diputado Luis cal por las que van de arena. Sol y sombra, blanco Cabrera y con su voz de hombre entero dijo: “Ante y negro. ustedes, compañeros, acuso al diputado Gómez de Sí, cómo plantear ese fracaso ante una revolu- haber dispuesto indebidamente de una partida del ción que fue paradigma de los pueblos latinoame- presupuesto, para su uso personal”. Ante las mira- ricanos y no incurrir por ello en errores de aprecia- das de sorpresa de todos, el diputado Gómez tomó ción. Veamos: la tribuna para decir: “Yo le pido al diputado Cabrera Es cierto que México tiene todavía, al día de que me pruebe tal acusación”. A lo cual respondió hoy, índices económicos, sociales y políticos supe- de nuestra portada 33 riores a varios países de Centro y Sudamérica; pero ción. Luego en pocos años, los gobiernos revolu- luego contemplamos las altas cifras de mortalidad cionarios alcanzaron tasas de crecimiento muy su- infantil, analfabetismo, desnutrición, la población periores a los de Argentina, Brasil, Colombia, y una ocupada en el campo está sin atención adecuada, de las tasas de acumulación de capital más altas de los obreros sufren despidos y cada día pierden par- América Latina. te de sus beneficios sociales, el fraude cotidiano y Que el desarrollo de los años cincuenta y sesen- la turbiedad, por decir lo menos, en las elecciones ta, por ejemplo, fue importante. Que con el reparto políticas, y mucha gente, ante ese retroceso, ante de tierras se creó un amplio mercado interno que esa corrupción, se pregunta: ¿Fracasó la Revolución no existía, que con las expropiaciones se creó una Mexicana? independencia económica que no había y la posibi- Y luego cuando se observa la distribución del lidad de una política económica nacional; que con ingreso y las enormes diferencias que hay en los ni- la construcción de carreteras aumentó el mercado veles de vida; cuando vemos que el ingreso de una interno, aumentó la inversión de mexicanos, se in- familia es tan bajo que en un tiempo corto en las es- crementó notablemente el crecimiento de la clase tadísticas son los millones marcados en los núme- media y el mercado de trabajo industrial, y se fo- ros como de pobreza extrema, y para otras familias mentó una integración nacional y una conciencia apenas es suficiente para satisfacer las necesidades nacional, en un país hasta entonces aislado y que mínimas de alimentación, vestuario, habitación dig- en los años de los cincuenta a los setenta del pa- na, y diversión; cuando se conocen estos datos y se sado siglo se consideraba como uno de los mejo- ve en la realidad la miseria que priva en los grandes res comunicados y más conscientes -políticamente sectores de la población, surge otra vez: “¿La Revo- hablando- de América Latina, eso era una realidad lución Mexicana, fracasó?”. palpable y comprobable. Y para explicarnos el fracaso o para tratar de Hasta aquí la apreciación parece buena, pero responder a estas preguntas que hieren, para pene- también es cierto que la Revolución Mexicana trar al fondo de la debacle, debemos citar elementos no ha beneficiado a la totalidad de la población, de juicio que están plasmados, como lo sabemos, que el desarrollo que engendró y de las libertades en la historia, veamos: Ya arriba dijimos que México que creó sólo han podido participar ciertos sectores era un país muy pobre en 1910; que los campesinos, -grandes empresarios, algunos elementos de la indígenas, obreros vivían en situación lamentable y clase media urbana, ciertos industriales del agro- su estado era casi un estado de esclavitud. De allí, mientras que los grandes núcleos de la población, de estas condiciones imperantes salió la Revolu- como he anotado, viven al margen del desarrollo, 34 El Búho tanto en lo económico, como en lo cultural y en llo de las fuerzas productivas, de las técnicas de tra- lo político. bajo, de los asuntos culturales, el desarrollo de las Y veamos esta debacle desde este ángulo: Es ciencias sociales, impide el regreso a una situación triste ver que la Revolución Mexicana sólo logró dar exactamente igual a la porfirista o a la revolucionaria. un paso que del desarrollo colonial pasó al desa- Algunos grupos piensan que las oleadas con- rrollo nacional de tipo semicapitalista -esto hasta trarrevolucionarias nos llevarán al México de 1910 los años 80, porque hoy, 2014, el esquema vigente es de tipo capitalista, sin rodeos. Pasó de un sistema dependiente que reduce los beneficios del desarrollo a un grupo pequeñísimo de extranjeros, a un grupo de gobernadores, presidentes de la república, políticos, militares y latifundistas. Hoy nuevamente se dan esos “beneficios” a los presidentes, a los gobernadores y a infinidad de políticos. Por lo tanto los beneficios siguen sin llegar a la gran mayoría. ¿Qué pasó en México? ¿Cómo fueron los hechos -políticos, económicos, culturalesen el proceso histórico que se conoce con el nombre de Revolución Mexicana? Repasemos otra vez esta historia: A lo largo de su trayectoria, la Revolución Mexicana ha regresado al punto de partida prerrevolucionario, a ciertas formas sociales del porfirismo, pero también, en un momento dado -durante el cardenismo- recuperó su fuerza y volvió por los fueros revolucionarios. En ambos casos ese retorno no es completo, el desarrollo acumulativo, el desarro- Alonso de nuestra portada 35 -que como hemos anotado, sí está presente ese re- cito presente en todos los caminos; antes se com- troceso en una medida determinada-, otros desean batía a la guerrilla, luego a los comunistas, ahora que los ímpetus revolucionarios se midan hoy, se matan a los hombres y mujeres que se dedican al implementen hoy con los empujes del cardenismo. tráfico de drogas, y son asesinados, también hom- Pero México ya no es igual, cierto. México está sumido hoy en la apatía, en el ofuscamiento, en el bres, mujeres y niñas de la sociedad civil y que nada tienen que ver con ese fenómeno. miedo, en la confusión, en la inequidad, en la cultura del fraude y de la irresponsabilidad y con el Ejér- ¿Por qué la Revolución Mexicana no llegó a coronar sus expectativas? En la Revolución Mexicana, semicapitalista, -insisto en ese fenómeno- el ciclo revolución-contrarrevolución está presente. La revolución acaba con el latifundismo semifeudal, impulsa la empresa nacional, inicia la industrialización; modifica infinidad de estructuras económicas, políticas, sociales y culturales. Pero debo anotar aquí que la revolución fue semicapitalista; el país, por lo tanto, no llega a tener una gran industria pesada, no llega a constituir una hegemonía económica, política y cultural, esto es, que depende en gran parte para el abastecimiento de sus medios de producción de los Estados Unidos, y que ve, por lo tanto, amenazada su capacidad de competencia con otras potencias. México importa sobre todo productos manufacturados y exporta productos primarios, y tiene un mercado exterior casi limitado al poder de los Estados Unidos y por lo tanto, como arriba digo, su dependencia a este país es casi total. 36 El Búho Enrique Zavala Además México tiene un mercado interno po- ción que desata la dinámica semicapitalista no son bre y limitado -más de cincuenta millones de po- suficientes para romper íntegramente la estructura bres lo atestiguan-. Las clases dirigentes tampoco interna y externa de la vieja sociedad colonial y se- llegan a tener capacidad de negociación por ser éste micolonial, que a la postre se convertirá en el obs- un pequeño -no encuentro otro adjetivo- país capi- táculo principal a la expansión del mercado interno talista. Su capacidad de negociación es débil ante y exterior, impide la formación de un Estado Nación, una potencia imperialista o ante cualquier potencia y a la expansión plena, si fuera el caso, del propio mundial. Dependen esos grupos en el poder, para capitalismo. su sobrevivencia, de la voluntad de los países ricos Estos fenómenos se han presentado a lo largo y se ayudan, en todo caso, de los sectores populares del tiempo en la historia de la Revolución Mexicana. nacionales, pero estos mercados internos están in- Los repasamos: defensos, están sumamente limitados por la pobla- 1) De la eliminación del latifundismo y la im- ción depauperada, no organizada, sin cultura polí- plantación de la pequeña propiedad y la forma tica, sin cultura nacional -o sea sin una identidad de Ejido, el ciclo de la revolución lleva a la acu- nacional-, mantiene por ello la debilidad estructural mulación de tierras y a la formación de empre- de los pequeños estados capitalistas. sas rurales de tipo capitalista. Es bueno señalar que en una revolución capi- Y los campesinos son explotados mediante la talista y/o semicapitalista, el nacionalismo perdura especulación de sus productos y el control -aje- siempre; pero mientras en la revolución capitalista no a ellos- del mercado. se vuelve agresivo e incluso imperialista, en la semi- 2) Del nacionalismo agresivo, que se alía con capitalista -la Revolución Mexicana- no acaba por el campesinado y al proletariado para romper completo con la estructura interna de una sociedad el monopolio colonial y lograr negociaciones colonial, en que conviven diferentes etnias y razas exitosas, se pasa a la integración de grupos de dominadas y dominantes, y grandes núcleos de po- puro interés comercial, especulativo, de eviden- blación marginales y una cultura heterogénea y que te limitada independencia. no acaba, no pule, no eleva la Revolución, por ende, 3) Los sectores nacionalistas y revolucionarios no acaba con la debilidad de origen anotada del Es- quedan con el tiempo reducidos a jugar un pa- tado semicolonial. pel económico y político secundario. Por otra El incremento de las fuerzas de producción, la parte los grupos capitalistas y de extrema dere- industrialización, la urbanización, el crecimiento de cha cambian el equilibrio de fuerzas mediante las comunicaciones y de los medios de comunica- acciones notoriamente contrarrevolucionarias de nuestra portada 37 -en asuntos políticos y económicos- mientras jadores, se pasa a una expansión del mercado la clase media depauperada y ciertos sectores alentando las inversiones extranjeras, a cuidar obreros buscan nivelar las cosas sin conseguir- el turismo, a vender las playas, a proteger los lo. Así que de tomar medidas revolucionarias intereses extranjeros. De poseer la soberanía que destruyen intereses capitalistas y del lati- sobre el petróleo, los transportes carreteros, los fundio, se pasa a tomar medidas de crecimiento ferrocarriles, líneas aéreas, el acero, la electrici- económico y social que afectan únicamente los dad, la minería, paulatinamente es entregada a intereses creados, confundiendo el crecimiento los citados grupos de interés. La independencia de ciertas fuerzas y servicios con una política en el comercio con los Estados Unidos lograda integral de desarrollo. Y los intereses creados en el período revolucionario, es entregada de son los intereses de una burguesía nacional y nuevo al poder norteamericano. extranjera. Es imposible la aparición de un fren- El poder económico entregado a los Estados te nacional como el del período cardenista en Unidos impide la autonomía y soberanía nacio- la lucha contra esos intereses, incluso sabiendo nal, pues es imposible para México el control que esa lucha puede significar una mejoría y un de la devaluación y no puede manejar para su paso hacia la política de desarrollo capitalista, interés nacional la inversión extranjera. mediante medidas de redistribución del ingreso, Por lo tanto el ciclo de la revolución lleva así de diversificación de mercados exteriores, control desalentar las inversiones extranjeras, a alentar de inversiones extranjeras, planeación de obras esas inversiones extranjeras. Eso, claro es un públicas. El Estado crea una política de creci- retroceso revolucionario. miento dentro de los intereses creados. 5) Es de hacerse notar que durante el proceso 4) De la capitalización nacional proveniente de capitalización el peculado ha sido una de las de las expropiaciones de bienes extranjeros, formas más comunes. El peculado es el común y que constituye una verdadera acumulación denominador de los gobiernos emanados de la de capital, se pasa a una acumulación basada revolución. Excepción hecha y donde no se dio en el abatimiento del consumo popular, me- este tipo de robo fue el período cardenista y el diante procesos inflacionarios que afectan par- de Ruiz Cortines. Con la aparición de las empre- ticularmente a los grupos marginados. Del in- sas públicas y cuyos mandos recaen en la clase cremento del mercado interno, mediante la re- política y dada la opacidad en la rendición de partición de la riqueza, de las tierras, y de alzas cuentas, se dan los casos frecuentes de pecula- de salario y prestaciones sociales a los traba- do. Por ende esas empresas públicas -propiedad 38 El Búho del Estado- al sufrir estos atentados económi- viviendo una discriminación racial hacia las co- cos, lentamente fueron cayendo en la quiebra o munidades indígenas. en el menoscabo de su situación financiera. En las relaciones políticas, económicas y cultu- 6) La Revolución Mexicana no supo integrar a la rales, el grupo dominante -minoritario, pero do- nación en un todo congruente y una comunidad minante- controla los procesos electorales, las que tuviera los mismos valores políticos, cultu- luchas sindicales, con actitudes colonialistas. rales y económicos, persisten hasta este día dos El país no ha evolucionado hacia un tipo de re- clases: la clase dominada y la clase dominante, laciones sociales que fomente la unidad nacio- con todos los agravantes que ello significa. nal, que induzca a trabajar por el bien común; No hay por lo tanto una integración nacional. por el contrario, las relaciones de dominio, Este problema viene desde la época española y de solución de conflictos por la intervención de llega con agudeza hasta nuestros días. Se sigue las fuerzas armadas y de represión violentas, es Edgar Mendoza de nuestra portada 39 la tónica en la que la sociedad mexicana se des- so, vuelve hoy a ocupar la palestra política, or- envuelve. Esta estructura general de la sociedad ganizando manifestaciones y actos de presión no fue rota por la Revolución Mexicana. Este sin precedente desde la época de Maximiliano. tipo de sociedad -el que hoy tenemos- es un Manejando el descontento popular vuelve a al- freno perjudicial para el desarrollo congruente canzar éxito. del país. Los sindicatos y los derechos sindicales han 7) La Iglesia, derrotada en sus actividades polí- ido evolucionando hacia una forma de control ticas y militares, y reducida al ejercicio religio- obrero y las mismas leyes elaboradas para su protección son usadas en su contra. 8) El partido PRI, que ayer fue poderoso instrumento de defensa nacional, hoy está reducido a la retórica, al retroceso revolucionario que le dio origen, su política oscilante, sin embargo le permite influir en el manejo de los resortes económicos, en la prensa, en los medios electrónicos. Impide en la práctica cualquier paso que lleve a la liberación nacional. Estos factores han sido un freno político que ha impedido tener el México promulgado por la Revolución Mexicana. 9) Algunas lecciones de la Revolución Mexicana se han vuelto fuentes de inspiración para el partido reaccionario -PAN-, que antes se había opuesto a muchas medidas revolucionarias, ahora defienden esas medidas revolucionarias para ganarse la voluntad de las masas. Cuando no han tenido el poder son casi revolucionarios y críticos del sistema Luis Roberto García 40 El Búho imperante. Cuando llegaron a tener el poder Revolución y ante el poder manifiesto del Es- -el partido PAN- sus gobernantes cayeron -caen- tado nada puede hacer el ciudadano común y en innumerables ocasiones en el peculado, en el corriente. Sí, hoy el Ejército está en las calles, soborno, en el tráfico de influencias, en la re- en los retenes y sigue asesinando a supuestos presión, en la violencia generalizada, y en dictar sicarios -digo cabalmente supuestos, pues nin- medidas y promulgar leyes contrarias a los mo- gún jurado, ningún magistrado ningún juez ha tivos de la Revolución Mexicana. determinado su grado de culpabilidad o le ha Y no sólo este partido sino todos los demás aho- otorgado ese título: “Sicarios”. ¿Quién pensaría, ra usan un lenguaje retórico con ambigüedades, hoy, en salir a la calle a protestar contra eso? demagógico, vacuo. Así pues, cualquier levantamiento popular sería ¿Cuándo se perdió el camino que trazaron los reprimido por el Ejército, a lo que los soldados revolucionarios? le llamarían “sicarios”. Pregunto. Se fue perdiendo a lo largo de todos estos Así pues, la organización habida en la trama años. social, política y cultural de la nación, creada El malestar y la protesta todavía no son equi- bajo el influjo y la fuerza de la Revolución Mexi- valentes a la desesperación absoluta que lleve cana, constituye un instrumento básico para el a otra revolución. Y nadie va a una revolución despegue observado en todos los órdenes de la sino cuando ya no exista otra salida. En Méxi- estructura de la Nación, fue una fuerza eficaz co todavía no toca fondo la crisis política y en su momento y que fue perdiendo velocidad económica. y acabó siendo un anhelo más del pueblo de Millones de mexicanos han cruzado la frontera México. Acabó siendo una frustración colectiva. norte buscando mejores horizontes, la mayoría Una vez conseguida la capitulación de los idea- de ellos la ha encontrado. Esos millones y mi- les revolucionarios, la derecha se ha apoderado llones de mexicanos, al irse del país, restaron del gobierno, y cuenta con los militares, el clero presión a las demandas populares y fueron vál- y la clase en el poder para seguir diluyendo los vula de escape para el posible estallido social. efectos de aquella revolución Muchos millones de mexicanos marginados -los olvidados de la Revolución-, por desgracia tienen una mínima exigencia de lucha. Hoy los movimientos sociales han sido criminalizados por los que siempre han sido enemigos de la Bibliografía: Pablo González Casanova, “El ciclo de una revolución agraria”. Cuadernos Americanos en/feb 1962. Heberto Castillo, Historia de la Revolución Mexicana”. Editorial Posada 1971. Friedrich Katz, Pancho Villa. Ediciones Era. 1998. de nuestra portada 41 clave de sol Roberto Bañuelas ¿ Es la ópera moderna la que se ha compuesto en el siglo XX o la que, entre adaptaciones y deformacio- nes de falsa modernidad, sigue representándose en los teatros que dan vida y continuidad al espectáculo lírico? La ópera, a bandazos en un mar agitado de escuelas, estilos, idiomas, afirmaciones y contradicciones, ha podido evolucionar y concretarse en obras que conforman el más variado repertorio del teatro musical. A diferencia de lo acontecido en el siglo XIX, en que los autores se expresaban en un lenguaje comprensible o aceptado por los espectadores -insaciables consumidores de melodías y argumentos que se debatían entre la nobleza, el heroísmo y el sacrificio para obtener el premio del amor- los asistentes de los últimos cien años siguen siendo, en su gran mayoría, amantes y clientes de Traviata, Norma, Carmen, Aida, Isolda, Tosca, etc. Guillermo Ceniceros 42 El Búho La causa del alejamiento del público en nuestros (1853), al reflejar artísticamente un retrato habla- días radica, fundamentalmente, en la sobresatura- docantado de la sociedad de su tiempo en la que, ción técnica que convierte a la música en un len- espectadores e intérpretes vestían los mismos guaje para doctos e iniciados, representantes de modelos de confección. Es el mismo Verdi quien, una obsesión específica que resulta agresiva cuan- con una sabiduría y genial capacidad, asimila en do no se tiene nada auténtico qué decir. forma personal e italiana la influencia de Richard Hacia el último decenio del XIX, cuando el Crepús- Wagner (1813-1883) para componer Otello (1887) culo de los dioses esparcían enceguecedores res- y Falstaff (1893), dos de las más perfectas óperas plandores para los autores que no querían mirar en que se combina, en forma y contenido, la ac- hacia sus propias fuentes, en Alemania se optó, ción teatral y la inventiva musical como totalidad suponiendo una factible transición, por continuar de lenguaje poético, expresión vocal y sonoridad el wagnerismo con discípulos que transmutaban la orquestal. Falstaff, como ejemplo de síntesis vocal- mitología grandilocuente en amables fábulas, com- teatral-orquestal, representa un logro de melodía prensibles para los niños y progenitores que les continua sin tener que renunciar a conjuntos y con- acompañaban: tal fue el caso de Engelbert Hum- certantes que, al igual que en otras obras de este perdinck, autor de Hänsel und Gretel que, sin re- gran autor, reúne la expresión diferenciada y simul- nunciar al acompañamiento sinfónico de Wagner, tánea de diversos personajes. Falstaff es comedia expresa con humor directo y fluidez melódica una en música que, concebida como gran conjunto vo- de las más genuinas obras del teatro cantado. cal, orquestal y teatral, se sitúa como ejemplo de Otros autores, descendientes fabuladores del ópera moderna. wagnerismo, son Alexander Rilter, con su ópera Mientras que Verdi se anticipó al verismo con la Der faule Hans (Hans el holgazán, 1855), L. Thuille, Traviata, cuarenta años después, bajo la influencia Hans Zöllner Y Siegfrie Wagner (1869-1930), hijo del naturalismo literario, Pietro Mascagni (1863- del gran Richard, que compuso óperas de carácter 1945) produce Cavalleria rusticana (1890), y Ru- feérico como Der Bärenhäuter (El hombre de la piel ggero Leoncavallo (1857-1919) compone Pagliacci de oso), y Der Schmied von Marienburg (El herrero (Payasos, 1892), cuyo prólogo constituye el ideario de Marienburgo). estético del verismo; ambas obras son las más repre- En Italia, a pesar de la definición y grandeza sentativas de este movimiento que se erige sobre la evidentes del gran autor que fue Giuseppe Verdi verdad de la vida real y sus confrontaciones pasiona- (1813-1901), no supieron aprovechar la lección que les. Otros autores también aportaron obras en las les ofreció con el intimismo realista de La traviata que agotaron los recursos a favor de un teatro vio- clave de sol 43 lento que exigía demasiado de la música vocal, más ejemplos de violación humana, Giacomo Puccini cerca de la prosa y la declamación que del verso y el (1858-1924), que ya contaba con dos éxitos: Manon sentido melódico y ornamental del bel canto. Lescaut , de 1893, y La Bohème, de 1896, participa Alfredo Catalani (1854-1893), entusiasta de las del verismo con Tosca (1900). De la galería de per- leyendas románticas, por la pasión que empleaba sonajes de las óperas puccinianas, reservadas a las para orquestar y el empleo de los interludios sin- efusiones líricas y pasionales para la soprano y el fónicos a la manera de Wagner, se le acusaba de tenor, en Tosca crea Puccini el más importante per- querer germanizar la ópera. Sin embargo, su línea sonaje para la voz del barítono, tratando con una vocal permanece italiana y traduce con sinceridad gradación de matices la inteligencia, la perfidia y el la pasión de los personajes. Un año antes de morir, erotismo de este antagonista que requiere para su alcanza el éxito con La Wally, estreno que coincide interpretación la presencia de un eminente actor- con el Cristoforo Colombo de Alberto Franchetti y cantante. Puccini, sin ser un ecléctico oportunista, Paggliacci de Leoncavallo. sí era un compositor bien informado de la técnica Mientras Antonio Smareglia insiste en mante- de la composición en las fases de innovaciones ar- nerse ligado al síndrome sinfónico del wagnerismo mónicas y orquestales, aportes de autores notables y con cierto folklorismo a la manera de Dvorak con que supo incorporar y filtrar a su sensibilidad y a su su ópera Nozze istriane, Humberto Giordano (1867- inventiva de melodista original. 1948) preparaba el estreno de su Andrea Chénier, Junto a Vincent d’Indy (1851-1931), músico culto obra también representativa del verismo que, a y profundo que aplicaba los dictados wagnerianos pesar de no basarse en un tema actual, se inscribe en sus obras de carácter religioso y simbolista (Fer- en esa escuela por el realismo de intenso patetismo vaal de 1897 y L’étranger de 1903), en el mismo año a través de una amplia declamación; el dramatismo, aparecen Le Roi Arthus de Ernest Chauson (1855 efectivo y realzado por una rica orquestación, hace -1899), obra de insistente cromatismo con referencia de esta obra una de las preferidas en el repertorio al Tristan wagneriano. En 1900, Gustave Charpen- de cada teatro. Giordano logra, además, roles de tier (1860-1956), se adentra en la novela naturalis- destacado protagonismo para el tenor, la soprano ta, que influye ambientalmente en su música y le ll- y el barítono. eva a componer la notable ópera Louise. Es la ópera En los años en que Mascagni y Leoncavallo del Paris de Montmartre, sus artistas y la gente del habían provocado un interés casi delirante con lugar que da marco y atmósfera a una historia de obras que presentaban la ópera como narración y amor. vida de lo verdadero, página roja y crónica negra, 44 El Búho En otros países, la ópera es compuesta por sin- fonistas que no desean quedarse afuera del teatro Claude Debussy (1862-1918) es moderno y ni de la historia sin aportar una o más obras. En nuevo antes de que finalice el siglo XIX, y continúa Checoeslovaquia, como seguidor del drama lírico siéndolo en el XX; su saludo y ofrenda, después en su estructura y sinfonismo, debe considerarse de haber experimentado en el género operístico la presencia de Zdenêk Fibich (1850-1900), autor de con Como gustéis de Shakespeare y La caída de la la ópera Zàrka (1897). Antonin Dvorak (1841-1904), casa de Usher de Poe, se muestran en la forma de autor de nueve sinfonías (Desde el nuevo Mundo, la una más novedosa ópera dramática, lírica y mu- más conocida), concierto para cello , música de cá- sicalmente en la creación de Pelléas et Mélisande mara y canciones de muy alta calidad, fue un autor (1902), que inaugura en Francia la ópera moderna. fecundo que encontró el éxito en una de sus diez Con esta obra, aunque elaborada en la línea vo- óperas: Rusalka, que figura, frecuentemente en tra- cal sobre la continuidad de un recitativo, Debussy ducciones, en el repertorio internacional. rompe todos los nudos de la tradición, pero priván- Jean Sibelius (1865-1957), autor de siete sin- dola de continuadores. La característica sustan- fonías y poemas sinfónicos, lo es también de la cial de toda obra maestra es la de cerrar caminos ópera La muchacha en la torre (1896). y de rematar la pirámide en una conclusión esté- En Alemania, para muchos compositores na- tica sin posible imitación. Operísticamente, Pelléas cionales, la técnica diversa de Wagner se trans- et Mélisande resultaría defectuosa si se tomara en forma en influencia perversa sobre August Bugert (1845-1915), que compone Homerische Welt (Mundo Homérico), compuesto de dos ciclos de seis óperas cada uno. Hans Huber, autor de Kudrun (1896) se presenta también marcado por el autor de Parsifal. Del mismo año es El Corregidor de Hugo Wolf, (el liderista más celebrado y original después de Schubert y Schumann), que intenta una comedia al estilo de Los maestros cantores, pero con equívoca concepción teatral. Carmen Parra clave de sol 45 cuenta la neutralidad de sus personajes y la ausen- Debussy es de orden expresivo en busca de lo inex- cia de concertantes vocales. Como reacción contra presable hasta llegar a la plenitud del silencio. De- el credo estético de Wagner resulta wagneriana en bussy, como los pintores impresionistas, nos da la la utilización de leitmotiv y la intención de evitar sensación de los elementos naturales a través de el virtuosismo y el potencial del canto, adaptando imágenes sonoras impregnadas de símbolos. El es- la línea vocal a las cualidades rítmico-fonéticas del treno de la ópera se realiza cuando Debussy es ya francés a nivel de prosa. La novedad del aporte de uno de los máximos exponentes de la música europea, en un clima propicio al escándalo por las manifestaciones audaces y provocantes de la literatura y la pintura. Entre las aclamaciones delirantes y la polémica histérica, Debussy va al encuentro de una sonoridad enigmática y vibrante de actualidad. Materlinck, esta vez sobre un libreto y no en una pieza teatral, permanece en la escena gracias también a Paul Dukas que escribe una sola ópera: Ariane et BarbeBleu (Ariana y Barbazul, 1906). Entre la tensión romántica de Wagner y la resonancia impresionista de Debussy, P. Dukas realiza una obra maestra de síntesis musical y poética que otorga sus derechos al privilegio de la voz cantada. A diferencia de Francia, que recuerda a Wagner para oponerle otra expresión con una identidad lingüístico-musical, en Alemania se sistematizan los excesos, los efectos transmutados en defectos retóricos del wagnerismo en la figura de Richard Strauss (1864-1949). Autor im- Roger von Gunten 46 El Búho portante y original, que se abstiene de componer para todos los compositores de ópera: “¿Prima la sinfonías para hacerlo con poemas sinfónicos: Don música o prima la parola?” De los Lieder, que repre- Juan, Til Eulenspiegel, Also sprach Zaratustra, inte- sentan a un Strauss congruente con la poesía resantes por la novedosa acumulación instrumen- y una forma equilibrada en la estructura musical, tal y el escaso desarrollo temático, el tratamiento hay un contraste desfavorable en los personajes que hace de las voces es el de hacerlas naufragar en de sus siguientes óperas que están tan intelectua- el mar ultrasonoro de una orquesta que se hincha lizados como el libretista Hugo von Hofmanstahl. como una marea mística: “¡Más alto, más fuerte, to- Ariadna auf Naxos, Die Frau ohne Schatten, Arabella, davía oigo la voz de Frau Heink”, indicó Strauss al Die Schweigsame Frau, Capriccio, Dafne y Die Liebe director de la orquesta durante un ensayo de la ópera der Danae, complementan el catálogo de las pro- Elektra. Como postromántico disfrazado de músico ducciones operísticas de Richard Strauss, realizadas moderno, Strauss se complace en una rebeldía del todas dentro de un procedimiento de conversación pasado, agotando -más en efectos que en esencia- musical con sonoridad suntuosa y virtuosismo ins- los elementos expresivos del romanticismo alemán trumental que sobrepasa la vida dramática de sus con la impronta de Wagner. Ante la imposibilidad de personajes. superar la creatividad logradas en Salomé y Electra, Si en la música, arte maleable a todas las sensi- que son las definitivas y originales contribuciones bilidades y culturas, el temperamento latino tiende de Richard Strauss a la ópera del siglo XX, a par- a ironizar o a vestir de humor las variantes de la tir de Der Rosenkavalier, Strauss compone óperas adversidad, la vertiente germana se sumerge y pro- para soprano y director de orquesta. A los tenores, fundiza en los aspectos dolorosos de la existencia. en su paroxismo italiano -Rosenkavalier, Capriccio- Desde un contenido poético-filosófico, la escuela trata de ridiculizarlos en el registro más alto de su atonal vienesa encuentra la más alta manifestación tesitura. La ironía se revierte contra el autor en la en Arnold Schönberg. Más allá del cromatismo de reacción de los fanáticos operómanos que gustan Wagner, sólo quedaba la disolución de la tonali- en especial de esos fragmentos de pastiche a la ita- dad. Arnold Schönberg (1874-1951), inmensamente liana. Strauss, al no poder avanzar más allá de la in- dotado para la creación musical y la especulación tensidad wagneriana por medio de la acumulación, teórica, convierte las estructuras contrapuntísticas deja de sentirse revolucionario y comienza a refu- de Bach en complejos disonantes que culminan en giarse en la tradición vienesa hasta casi llegar a Mo- el serialismo, lenguaje que constituye el fundamento zart en sus últimas producciones. En Capriccio hace y proceso de su música de cámara y de sus audaces un juego intencionado de la estética polemizante óperas. Ningún autor, como Schönberg, representa clave de sol 47 esa consciente ruptura con la tradición operística es una voz masculina la que canta-recita, mientras (aunque en el formato vuelva a la grand-Opera en dos personajes ilustran la acción mímicamente y un Moses und Aron). Erwartung (La espera, 1909), pre- coro de seis hombres y seis mujeres comentan la senta las aportaciones definitivas a la música del si- acción sin participar. glo XX de tal manera que, más alla de media docena Le Pierrot Lunaire (1912) está considerado como de discípulos y epígonos altamente dotados, esta la obra maestra del periodo atonal. Schönberg em- obra representa también la fuente que engendra plea el Sprechgesang, que es un recitado rítmico, pastiches en la legión de compositores con más aproximadamente entonado, al cual altera y alterna ambición por figurar que con talento para crear. Los con líneas definidas de canto. De esta etapa es tam- otros grandes compositores que han sido objeto bién su contribución como teórico con el Tratado de culto, imitación y proliferación de plagios, han de armonía. sido Debussy y Stravinski. Von Heute auf Morgen (De hoy a mañana, 1929) Erwartung inaugura, en la fuerza expresiva de es el raro logro de una ópera bufa en la que, con un monodrama (ópera para un personaje encarna- una combinación de sonoridad, luz y color, hace do por una soprano), la síntesis musical y teatral una intencionada caricatura del modernismo. del siglo que aún no llegaba a su primer decenio. La Junto con las Variaciones para orquesta, op. 31, ausencia de temas es sustituido por una invención Schönberg alcanza la culminación de su maestría en continua que va revelando el inmenso conflicto de la ópera Moses und Aron (1929), de la cual dejó sólo la mujer que busca a su amante. El monograma es dos actos que bastan para expresar la solemnidad conducido en un recitado melódico para el cúmu- religiosa y el sentido bíblico de la ley. En esta ópera, lo de sentimientos de duda, inquietud, angustia y los protagonistas contrastan en tesitura y en el me- cólera, hasta llegar a la más espantosa desespe- dio expresivo de la palabra: Moses, con el pensa- ración cuando la mujer descubre el cadáver del miento angustiado en busca de la palabra redento- buscado, del esperado. En esta obra no cabe hablar ra, se manifiesta en la voz de un bajo con el empleo de acompañamiento orquestal, y sí de un conjunto del Sprechgesang (melodía hablada). La parte de de instrumentos con exigencia de solistas que man- Aron está confiada a un tenor heroico (Heldentenor) tiene la tensión del drama, de la hora y del ambiente. con una línea de canto ornamentado. Moses und El delirio psíquico y constructivo marca la tensión Aron representa la visión y realización más audaz de del expresionismo alemán. En Die glückliche Hand factura superior, que pondrá una marca insuperable (La mano feliz, 1913), como en el monograma Er- para la segunda mitad del siglo XX. wartung, una sola voz canta; pero en esta ocasión, 48 El Búho Otros autores alemanes, ligados a un avance no reformador, logran obras de significativa importan- teatralidad y de línea verista. En 1920, con Die tote cia. Influido por Wagner y Puccini (orquestación y Stadt (La ciudad muerta), llega a su más alto nivel expresión vocal, respectivamente), Eugène d’Albert de operista en que drama y música se corresponden (1864-1932) deja una huella de realismo con su con fuerza y belleza. ópera Tiefland (Tierra baja, 1903). Der ferne Klang Frente a tanta novedad, contra tanta audacia (El sonido lejano,1912), de Franz Schreker (1878- fundamentada técnicamente en el atonalismo y lue- 1934), con una posición de antiwagnerismo, la obra go serialismo, Hans Pfitzner (1869-1949) polemiza es una muestra importante de cómo, sin imitación con acritud y compone, como líder de los rezagados, servil, coincide con el alto nivel de orquestación, una ópera-oratorial con la que intenta rendir culto timbre y un simbolismo cercano a Debussy. En al pasado en la figura de Palestrina, que le da título a 1916 Erich Korngold (1897-1957), con la ópera su obra lírica. Con más sabiduría que auténtica ins- Violanta se manifiesta como un autor de enérgica piración, Pfitzner logra una obra monumental que Roberto Bañuelas clave de sol 49 hace recordar, con belleza elaborada, Los maestros belleza de sensuales melodías, entre arias y dúos, cantores, de Wagner. conservan en el repertorio a esta ópera de delicado En 1902, el año de Pelléas et Mélisande, Francesco Cilea (1866-1950) estrena su ópera Adriana encanto melódico en que una soprano tiene que cantar y dar vida a una actriz. Lecouvreur. Menos inspirado que Puccini, el autor Franco Alfano (1876-1954), a quien Toscanini le logra, con la fórmula cara al verismo de “el teatro confió la terminación de la Turandot de Puccini, es dentro del teatro” una expresión y un canto conse- un compositor cuya obra se abre a una gran esfera cuentes a la protagonista en su apasionado oficio melódica. Su orquestación, entre la densidad y la de actriz a la que muestra en el arte, apasionada y, búsqueda tímbrica, le lleva al éxito en su obra Ri- amorosa en la vida. La declamación en el canto y la surrezione, basada en la novela de Tolstoi e impregnada de un énfasis verista, anuncia una renovación estética que, con mayor colorido instrumental y un tinte naturalista, el autor logra una superación creativa con La legenda di Sakuntela. Músico culto y refinado, Ermanno WofFerrari 1876-1948), escapó a las sugerencias del verismo y a las tentaciones de la vanguardia para concentrarse en un estilo cercano a los procedimientos empleados por Verdi en Falstaff. Le donne curiose (Las damas curiosas, 1903), I quatro rusteghi (1906), Il segreto di Susana (1909), I gioielli della Madonna (Las joyas de la madona, 1911) y La dama boba (basada en la obra homónima de Lope de Vega, 1937), forman lo más interesante del catálogo al teatro cantado que aporta este autor. Sus mejores resultados derivan musicalmente de la facilidad e inclinación para dar vida a los asuntos goldonianos, en los cuales logra Rigel Herrera 50 El Búho evocar y animar con gracia el espíritu garboso del aplauso), Pizzetti persiste en un continuum del setecientos veneciano. drama musical. Una obra intensamente pasional Italo Montemezzi (1875-1952), con un vibrante de D’Annunzio, sirve de base y guía dramática a la canto italiano, referencias wagnerianas estructura- primera ópera importante de Pizzetti, Fedra, repre- les y resonancias armónicas de Debussy, logra en sentada en la Scala en 1915. Pizzetti llega antes y su ópera L’amore di tre re (1913), desde la noche se despide muchos años después que sus coetá- de estreno, el éxito y la notoriedad. En su pro- neos, pero creando sin interrupción obras sinfóni- ducción lírico-teatral se consideran también im- cas, sonatas, cuartetos y catorce óperas y, todas, portantes, por la belleza de su espontánea y bien menos cuatro, con libreto propio. A partir de Fedra organizada línea melódica, así como el trabajo es evidente su vocación de renovar la ópera italia- de variada y colorida armonía en coincidencia con na con una vocalidad dramática, sustanciada en la textura orquestal, las obras La nave (basada una declamación tendente a potenciar la dimensión en una obra homónima de Gabriela D’Annunzio, de la palabra mediante el antiguo recurso floren- 1918) y L’incantessimo (El encantamiento, 1943). tino de “recitar cantando, referencias a la antigua Con la utilización de un texto de Gabriele D’Annunzio, Riccardo Zandonai (1883-1944) surge polifonía, así como una identificación con el canto gregoriano. con Francesca da Rimini (1914) como el posible y Las óperas de Pizzetti están estructuradas con- firme renovador de la ópera italiana. Entre la he- ceptualmente como conflictos ético-estéticos y, rencia del verismo y las tentativas vanguardistas de tanto la vida como el arte, se sienten visitados de sus contemporáneos neoclásicos, aporta una obra una visión religiosa, la cual le hace caer en contra- de arcaísmos preciosistas en armonía e instrumen- dicciones expresivas al reprimir y castigar el des- tación, que plasma con virtuosismo compositivo un fogue de la vibrante sensualidad en varios de sus colorismo poético entre lo cruel y lo sensual. No- libretos. Debora e Jaele (1922), Fra Gerardo (1928), table es también su ópera Giulietta e Romeo (1922), Lo straniero (1930), La sacra rappresentazione de la cual participa de un clima verista, reforzado en Abramo e Isaaco (1954), L’assassinio nell cattedrale las situaciones dramáticas y de clímax emotivos por (1958) y Clittennestra, son sus obras sobresalientes una orquesta de fuerte y elocuente modernidad. que, en estilo y grandeza, llegan a enriquecer sig- Para Ildebrando Pizzetti (1880-1968), la ex- nificativamente el repertorio del siglo XX. presión lírica debía estar profundamente ligada Debussy, aunque conclusivo en la estética y a las exigencias y tensiones del drama. Contrario formato de su ópera, con sus obras orquestales, a las óperas de formas cerradas (pero abiertas al enriquecidas rítmica, tímbrica y armónicamente, clave de sol 51 proyecta una influencia que estimula a muchos mordente humorismo critica a los pequeños bur- compositores hacia una música de atmósfera y evo- gueses en Katia Kabanova. caciones. Los ecos del impresionismo repercuten en Con Lisky Byistrocüsky (Aventuras de la as- las obras del compositor ruso Vladimir I. Rebikov, tuta raposa, 1924), Janácek ofrece un homenaje pero se amplifican con otras tendencias -expresio- a la naturaleza y a los animales como emblema nismo alemán y elementos del propio folklore- en la de moral en contraste con la maldad y el egoísmo fuerte y singular figura del compositor Leós Janácek de los hombres; espontaneidad en la narración, co- (1854-1928) Artista consciente de su tiempo, valo- lor e intensidad lírica hacen de esta obra otro ejem- ra y asimila los mejores elementos a favor de una plo de suprema maestría del autor. muy individual expresión. Humanista apasionado, En Vec Makropulus, Janácek acepta y vence en estaba convencido de que la ópera constituía el el reto de realizar una música en que las melodías mejor medio y lenguaje para expresar el amor pro- impulsan o evocan las palabras en la fascinante his- fundo de la vida y de la humanidad. Como identidad toria de una mujer de 342 años de edad que se crea de compromiso consigo mismo, Janácek declaró una diversa y múltiple identidad tantas veces como su ideal de compositor apasionado por la ópera: ingiera una poción mágica. “La magia de la voz humana, los tonos, la melodía Con Zmartvého (Desde la casa de los muertos, del lenguaje del hombre y de toda criatura viviente 1930), inspirada en la novela autobiográfica de F. son para mí la verdad suprema”. Dostoyevski, se hacen más oscuros los elementos La ópera Jenufa (1904) señaló el inicio y el éxi- de un denso pesimismo donde la música refleja la to de un compositor nacido para la grandeza del triste monotonía del tiempo detenido para los pri- teatro lírico. Con esta obra muestra una madurez sioneros en un clima de dolor que conduce a un que aumentará, en estilo y expresividad, en cada fresco expresionista, Janácek, que se formó como una de sus obras posteriores. Su producción músi- autodidacto abierto a todos los conocimientos y a co-teatral se caracteriza por la exposición peculiar todas las corrientes, supo emplear con personal vi- de temas melódicos y motivos rítmicos a favor del talidad el leitmotiv como elemento de unión y co- lenguaje hablado, así como de un libre y amplio mentario oportuno al desarrollo de la acción teatral. contexto armónico liberado de concepciones del Aunque se le ha considerado como epígono de ochocientos. De la problemática moral de Jenufa, Debussy, Maurice Ravel (1875-1937) se diferencia pero siempre creativo, pasa a las óperas satíricas: El por el rigor estructural y la linealidad de su melodía viaje del señor Broücek en la Luna y Viaje del señor que se basa en un orden simétrico a la manera de Broücek en el siglo IV (1920). Un año después, con los clásicos, especialmente con los clavicembalis- 52 El Búho tas franceses de los siglos XVII y XVIII. Ravel repre- contramos que hace tiempo ha dejado las armonías senta en la música contemporánea un ejemplo pe- vaporosas, y su técnica refleja en forma límpida la culiarísimo de ser actual a la vez que se liga a la escritura de un maestro que concilia en la propia tradición clásica francesa, así como de llevar a sus expresión la síntesis de varias corrientes en boga. últimas consecuencias el sistema tonal diatónico La orquestación, en un juego de refinamientos cre- hasta llegar a constituir una técnica moderna. cientes enmarca, sugiere y vivifica el acontecer de Dos obras, en un acto cada una, L’heure espa- detalles y efectos al libreto de Colette. Se puede gnole (La hora española, 1907) y L’enfant et les sor- afirmar que estas óperas de Ravel constituyen dos tilèges (El niño y los sortilegios, 1925) son sus origi- ejemplos de perfecta creación en que se logra la nales contribuciones al teatro cantado y artístico. ambicionada síntesis de poesía y canto en la magia Con un empleo del “quasi parlando” de la ópera de la acción teatral buffa italiana realiza, en La hora española, una comedia musical que juega con la caricatura y la exaltación de lo erótico, con una orquesta que proporciona la ambientación sonora de danzas a la española. El quinteto final, como el de Carmen de Bizet, es otro ejemplo de imaginativa y magistral concertación vocal. Enriquecida vocalmente con recursos tradicionales a través de pastiches ingeniosamente personales, L’enfant et les sortilèges representa el mundo de un niño y la lección que le dan animales y objetos animados. Compuesta casi veinte años después, cuando ya es autor de varias obras sinfónicas de alta maestría y se le considera el más grande compositor viviente de Francia, en esta obra en- Leticia Ocharán clave de sol 53 Martha Chapa S u música, como la de unos cuantos compositores o intérpretes tocados por el genio divino, perdurará por siempre y nos seguirá llenando de deleite. Pero –debo admitir–, qué tristeza nos ha dejado saber que un hombre tan excepcional nos haya abandonado tan pronto. Me refiero a Paco de Lucía, quien falleció hace unos días –por cierto, en suelo mexicano, al que tanto quería y donde con frecuencia vacacionaba con su familia por largos periodos–, a una muy temprana edad. Justamente, se encontraba en Playa del Carmen, Quintana Roo, tomándose un descanso con su esposa y sus hijos, cuando lo sorprendió la muerte. Esto, además de ser sorpresivo, causó consternación, pues el artista contaba apenas con 66 años de edad Martha Chapa 54 El Búho y con seguridad aún poseía enorme genio y tas de jazz de talla mundial, como Al Di Meola creatividad para derrochar en beneficio de y John Mc Laughlin, con quienes se presentó su público. aquí, en el Auditorio Nacional, hace ya varias Paco de Lucía fue un extraordinario músico décadas. Con esos dos enormes intérpretes que dominó prodigiosamente lo mismo la com- grabó aquel disco ya clásico de portada en ne- posición que la ejecución de ese instrumento gro y con los nombres de ellos en tres colores tan cálido y legendario que es la guitarra. diferentes, correspondiendo el rojo a Paco, por Desde niño, Francisco Sánchez Gómez, el aquello del color que identifica a España. hijo de Lucía Gómez, que en honor a su madre Y cómo no evocar aquí Entre dos aguas o tomó el nombre de Paco de Lucía, mostró esa Almoraima, dos de las extraordinarias melo- genialidad que lo llevaría a la fama dentro y días que interpretaba Paco de modo único. fuera de su tan querida Algeciras, tierra que lo vio nacer. Tan buen guitarrista como compositor, fundía sus talentos con maestría y generaba Hijo y hermano también de buenos guita- sonidos únicos. Pero, por igual, despertaba en- rristas y cantaores, su carrera alcanzaría niveles vidias y generaba polémicas provenientes de aún más elevados. la ortodoxia musical, sobre todo cuando in- Lo comprueban no sólo sus éxitos musi- cursionaba en el género clásico, por ejemplo, cales, reconocidos en prácticamente todo el con su espléndida interpretación del Concierto mundo, sino sus tan celebradas aportaciones de Aranjuez. que innovaron el flamenco con una calculada A fin de cuentas, nos deleitó, se consagró y dosificación de jazz o bossa nova, además de nos ha dejado una herencia invaluable: ahí es- incorporar otros instrumentos, como la flauta tán sus conciertos en video, y qué decir de los o la caja peruana. álbumes discográficos que no han dejado nun- Cómo no recordar sus impresionantes ca de oírse y que bien sabemos serán escucha- conciertos –muchos de ellos escenificados dos en los días venideros, como si se tratara de en México– y la explosión interpretativa con su “seguidillas de eternidad”. rasgueo y digitación perfectas, a la vez que con una velocidad asombrosa. Sus discos fueron un acontecimiento tanto Gracias Paco, recordaremos siempre tu música y permanecerás junto a nosotros, con guitarra en mano, embriagándonos perennemente. en lo individual como en compañía de otros grandes, como cuando tocó junto a guitarris- [email protected] www.marthachapa.net clave de sol 55 confabulario Adán Echeverría S ofía compró los peces porque vio atrapada su angustia en esos ojos. Detrás del cristal de la pecera, esos globos saltones atrapaban las preguntas que ella acostumbraba hacer al vacío. Sintió la vista acuática recorrer su piel, los párpados caídos, las mejillas tersas, bajar por el cuello hasta entrar por el costillar, golpear el plexo para que la respiración regresara intacta y poder sentirse viva. La noche anterior a la compra aún tenía las marcas de insomnio en la cara por el terror a sentirse presa de un amor enfermizo que ya no compartía. Tenía razón la soledad: era prisionera y los reclamos de su esposo la iban avejentando. Le llenaban la cara de surcos que, por más cremas que utilizara, le arañaban el rostro, volviéndole una anciana treintañera. De aquel amor inaugural que la había enfrentado a sus padres, a los compañeros de escuela, no quedaba más que la sombra de aquel “Es mi decisión” que dijo apretando puños con los ojos fijos en un futuro prometedor. Ahora los peces, que una tarde de domingo compró en un tianguis, le muestran su rostro detenido en las burbujas. Gotas de aire del Ixchel G. Télles Girón 56 El Búho universo acuático suben a la superficie y revientan liberando ella ni nadie podría evitarlo: “Te lo doy todo y nunca dejaré el grito fantasmal que Sofía siente necesario. que te vayas”, decía la voz por el teléfono. Sofía se seca las Aquella tarde, que hubo de transcurrir entre gritos y lágrimas al regresar a casa, nuevamente doblegada. Intenta amenazas, fiel a la costumbre de su esposo, Sofía decidió permanecer a salvo detrás de esa muralla de recuerdos con quedarse en el parque del centro de la ciudad para ver corre- que aquel hombre pone candados a sus salidas. tear las aves tras las migas de arroz, intentar una sonrisa al De regreso a casa Sofía anduvo cinco cuadras para lle- mirarlas desprender sus plumas mientras levantan un tenue gar al tianguis donde se exponía la venta de animales para vuelo, huyendo de las manitas de los niños que las alimen- mascotas. Miró un conejo. Sostuvo en sus manos a un cu- tan. Esperaba que el hombre con el que vivía se calmara y rie. Se quedó atrapada en el verde plumaje de los loros, y le hablara al teléfono portátil. Mientras tanto dejaría que el la escandalera de los periquitos australianos le arrancó la calor la consumiera, ofreciendo el rostro al sol. Era preferi- risa casi en el olvido. Entre jaulas, ladridos y pelos de gato, ble el calor incendiario a ser consumida por la angustia de escuchó la voz sobre los tímpanos. Su propia voz que había permanecer en casa. querido mantener encerrada y ahora le hablaba a través de No importa perderlo todo. Ese hogar que ha adornado los ojos de los peces dorados, subía con las burbujas de aire a su capricho, el auto deportivo, el cuerpo delgadísimo pro- estallando como un eco sordo hasta sus tímpanos. Los pe- ducto del gimnasio por las tardes y las clases de baile en el ces dorados la miraban con sus ojos acuosos, en cuya oscu- club social. Los múltiples regalos e incluso el trabajo en las ridad Sofía observó su alma atrapada arañando la superficie. mañanas le sirven para huir del aburrimiento. El hastío se Presa dentro de esos ojos, dentro de la pecera, en su propia enreda cual nauyaca entre sus piernas, apretando el corazón casa, en el interior de su cuerpo. con las escamas del tedio. A dónde huir, cómo sostenerse si él siempre se encarga Tampoco importó la amenaza de divorcio. Él estaría con de todo. El trabajo se lo había conseguido un amigo de su ella siempre. Lo había dicho en la iglesia junto a las prome- esposo. Pedro la llevaba y la iba a buscar sin contratiempos. sas mutuas. Incluso lloró al ver realizarse el sueño de tener a Ni un minuto más en la oficina después de la jornada. la niña que siempre había amado. Vivía para recordárselo. Si Con la pecera en el sitio que le ha escogido, cerca de a eso pudiera llamarse amor. Sofía quizá ya no lo intentaba, la ventana del jardín, permanece horas, sentada, mirando no quería hacerlo; no estaba segura si el sentimiento de salir el ondular de sus dorados cuerpos. En el fondo de los ojos del hogar paterno fue amor por este hombre o arriesgarse a mira el encuentro con su amante. Las escapadas por las tar- una vida nueva. Cómo llamar a la relación que los mantenía des cuando su esposo trabaja. Invitarlo a casa y manchar las juntos al borde del estallido que los conducía a los golpes. sábanas del matrimonio. Aquel amor que pronto se hartó de “No eres mi dueño”, solía gritarle a su esposo después de la indecisión y una madrugada se alejó diciendo: lo tienes cada pleito. todo menos aventura, eres una niña aburrida sin intención Pedro estaba conforme con lo poco que ella le daba. Aquel hombre de cejas cerradas, dientes apretados y pómulos secos sólo necesitaba saber que él la amaba y eso, ni de rescatar su vida. Y después del No te vayas, recuerda la respuesta: Ya vendrá alguien más. Tenía razón. Las imágenes se precipitan entre las burbu- confabulario 57 jas: diversos rostros la hacen gritar en el espejo, pintarlo con cristal. Su esposo llegará en cualquier momento, con su cara labial, romperse las uñas para abrir las puertas del hartazgo. de felicidad por verla sobre la cama, doblegada. Durmiendo Las persecuciones con que sueña, amenazada: te encontra- o llorosa con el insomnio de siempre. Ya no será así. ré donde vayas. Su corazón late apresurado. Le duelen las Baja de nuevo, corta una fruta y se queda mirando los muñecas, moradas por los apretones, el maquillaje cubre peces dorados. No quiere huir a escondidas, quiere verlo de los malos tratos, el labio roto, los lentes oscuros, el disfraz de fe- frente y decirle adiós. Ha apagado las luces de la casa para mme fatal que oculta la violencia doméstica en que sobrevive. no mirar el cadáver de la tristeza que se derrama por la es- Sofía junto a la pecera todo el día, absorta, comiendo yogurt con miel y bebiendo pequeños sorbos de té de jaz- calera. La puerta pronto dejará caer los cerrojos que anunciarán su llegada. Su partida. mín. No piensa más que en la voluntad de sentirse viva, y Quita el oxígeno a la pecera y derrama en el agua dos el sexo no ha sido esa posibilidad. Ha paseado la casa re- puñados de sal. Espera mientras recorre cada espacio de lo construyendo cada adorno y el momento de adquirirlo, cada que pudo ser su hogar, pasa los dedos por las paredes, sale historia con esos hombres que horadaron su cuerpo para al patio, mira las cerradas ventanas de su dormitorio, va ha- rescatarla y que sólo consiguieron enterrarla más en su mu- cia la cocina, abre los cajones, la alacena, se detiene frente tismo, en su miseria. al refrigerador y lo desconecta. El tiempo camina lentísimo y Empaca sus cosas en un maletín de cuero y regresa junto a la pecera. Mira los peces ir y venir en el encierro del Sofía busca evitar los espejos de la sala. Regresa junto a la pecera. Mira cómo la respiración de los peces empieza a atragantarse. Engulle la pulpa de la fruta. Se queda fija en la mirada de los peces y ve extinguirse la luz de esos discos jugosos donde se petrifican los colores y se abandonan los brillos. Para Sofía el pasado ha muerto con los peces. Pronto la puerta se abrirá. Allá va. Es él, ha llegado. Gira el picaporte. Sofía se levanta con decisión. El maletín de cuero en la mano. Su futuro relumbra en el cuchillo que ha quedado entre las cáscaras y el bagazo de la fruta, ahí, sobre la mesa. Rocco Almanza 58 El Búho Boris Vian Es uno de los más sorprendentes autores de la cultura francesa del siglo XX, supo vivir con pasión e intensidad. Muerto antes de los cuarenta años de edad, era músico, escritor, dramaturgo, pintor y escultor, ingeniero, cineasta, periodista, todo, todo. Nada se escapaba a su inmensa capacidad creadora. Cuando la muerte lo atrapó, ya era una leyenda en Francia y fuera de su país. En España y en algunos países de habla hispana estaba traducido y nadie podía dejar de asombrarse de su talento extraño y su vida agitada. Para 1950, ya era el centro de las críticas y de la atención en muchos países. En literatura era audaz, innovador. Libros como Hierba roja, El arrancacorazones, La espuma de los días, Los perros, el deseo y la muerte y muchos más, son un muestrario de su originalidad. Solía mofarse de las grandes figuras de Francia, de los clásicos en vida, de aquellos que habían logrado un sitio dentro de la alta cultura francesa. Acostumbraban verlo en las noches por el Quartier Latin, era clave en la vida bohemia del París que todavía tenía aires de seriedad y grandeza. Era el centro de la juventud rebelde. La rebeldía misma. Hombre poco común. “El hombre-lobo” es un texto desconcertante y muy representativo de su literatura. Es una muestra de su talento y capacidad de innovación. Un autor realmente subversivo, dueño de los barrios bajos de París luego de la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte. Coexistió con Sartre, Camus, Beauvoir y los ignoró o, peor aún, los desdeñó. Era francamente un hombre peculiar y enigmático. Se puede estar de acuerdo o no con él, pero lo que es imposible es dejar de asombrarse con su capacidad para innovar todas las artes. Escupiré sobre sus tumbas, obra de corte norteamericano, filme notable, es sin duda una de las obras que le abrió las puertas de la fama internacional. (Archivo coleccionable) Boris Vian * lucha con el enredo de las cintas elásticas que, desgraciadamente, complican en la actualidad lo esencial de la lencería. Consideraba con filosofía el resultado de tales afanes, en ocasiones coronados por el éxito, y, meneando la cabeza, se alejaba púdicamente cuando ocurría que una víctima El Búho El lobo-hombre E n el Bois des Fausses-Reposes1, al pie de la costa de Picardía, vivía un muy agraciado lobo adulto de negro pelaje y grandes ojos rojos. Se llamaba Denis, y su distracción favorita consistía en contemplar cómo se ponían a todo gas los coches procedentes de Ville-d’Avray, para acometer la lustrosa pendiente sobre la que un aguacero extiende, de vez en cuando, el oliváceo reflejo de los árboles majestuosos. También le gustaba, en las tardes de estío, merodear por las espesuras para sorprender a los impacientes enamorados en su Clément para la memoria histórica complaciente era pasada, como suele decirse, por la piedra. de no llegar a encontrar jamás el «cesto de las naranjas» Descendiente de un antiguo linaje de lobos civilizados, (cito a Louis Boussenard)2, había decidido acabar sus días Denis se alimentaba de hierba y de jacintos azules, dieta en clima templado sin dejar de practicar, empero, excavacio- que reforzaba en otoño con algunos champiñones esco- nes tan infructuosas como maníacas. En dicha cueva Denis gidos y, en invierno, muy a su pesar, con botellas de leche se acondicionó una confortable guarida que, con el paso birladas al gran camión amarillo de la Central. La leche le del tiempo, adornó con ruedas, tuercas y otros recambios producía náuseas, a causa de su sabor animal y, de noviem- de automóvil recogidos por él mismo en la carretera, donde bre a febrero, maldecía la inclemencia de una estación que los accidentes eran el pan nuestro de cada día. Apasionado le obligaba a estragarse de tal manera el estómago. de la mecánica, disfrutaba contemplando sus trofeos, y Denis vivía en buenas relaciones con sus vecinos, pues soñaba con el taller de reparaciones que, sin lugar a dudas, éstos, dada su discreción, ignoraban incluso que existiese. habría de poner algún día. Cuatro bielas de aleación ligera Moraba en una pequeña caverna excavada, muchos años sostenían la cubierta de maletero utilizada a manera de atrás, por un desesperado buscador de oro, quien, castiga- mesa; la cama la conformaban los asientos de cuero de un do por la mala fortuna durante toda su vida, y convencido antiguo Amílcar que se enamoró, al pasar, de un opulento Carmen Parra II El Búho y robusto plátano; y sendos neumáticos constituían marcos No obstante, poco a poco fue olvidando el incidente, lujosos para los retratos de unos progenitores siempre bien y los días volvieron a pasar tan idénticos como diversos. queridos. El conjunto armonizaba exquisitamente con los El otoño se acercaba y, con él, las mareas de septiembre, elementos más triviales reunidos, en otros tiempos, por que producen el curioso efecto de arrebolar las hojas de los el buscador. árboles. Denis se atracaba de níscalos y de setas, llegan- Cierta apacible velada de agosto, Denis se daba con do a atrapar a veces alguna peziza casi invisible sobre su parsimonia su cotidiano paseo digestivo. La luna llena plinto de cortezas, mas huía como de la peste del indigesto recortaba las hojas como encaje de sombras. Al quedar lengua de buey. Los bosques, a la sazón, se vaciaban a muy expuestos a la luz, los ojos de Denis cobraban los tenues temprana hora de paseantes y Denis se acostaba más tem- reflejos rubíes del vino de Arbois. Aproximábase ya al roble prano. Sin embargo, no por eso descansaba mejor, y en la que constituía el término ordinario de su andadura, cuando agonía de noches entreveradas de pesadillas, se despertaba la fatalidad hizo cruzarse en su camino al Mago del Siam, con la boca pastosa y los miembros agarrotados. Incluso cuyo verdadero nombre se escribía Etienne Pample, y a la sentía menguar paulatinamente su pasión por la mecánica, diminuta Lisette Cachou, morena camarera del restaurante y el mediodía le sorprendía cada vez con más frecuencia Groneil arrastrada por el mago con algún pretexto inge- amodorrado y sujetando con una zarpa inerte el trapo con nioso a las Fausses-Reposes. Lisette estrenaba un corsé el que debía haber lustrado una pieza de latón cardenillo. Obsesión último diseño, cuya destrucción acababa de cos- Su reposo se hacía cada vez más desasosegado, y a Denis tar seis horas al Mago del Siam, y era a tal circunstancia, a le preocupaba no descubrir las razones. la que Denis debía agradecer tan tardío encuentro. Tiritando de fiebre y sobrecogido por una intensa sen- Por desgracia para este último, la situación era en sación de frío, en mitad de la noche de luna llena despertó extremo desfavorable. Medianoche en punto; el Mago del brutalmente de su sueño. Se frotó los ojos, quedó sorpren- Siam con los nervios de punta; y, dándose en abundancia dido del extraño efecto que sintió y, a tientas, buscó una por los alrededores, la consuelda, el licopodio y el conejo luz. Tan pronto como hubo conectado el soberbio faro que albo que, desde hace poco, acompañan inevitablemente le legase algunos meses atrás un enloquecido Mercedes, los fenómenos de licantropía o, mejor dicho, de antropo- el deslumbrante resplandor del aparato iluminó los reco- licandría, como tendremos ocasión de leer en las páginas vecos de la caverna. Titubeante, avanzó hacia el retrovisor que siguen. Enfurecido por la aparición de Denis que, sin que tenía instalado justo encima de la coqueta. Y si ya le embargo, se alejaba ya tan discreto como siempre barbo- había asombrado darse cuenta de que estaba de pie sobre tando una excusa, y desencantado también de Lisette, por las patas traseras, aún quedó más maravillado cuando sus cuya culpa conservaba un exceso de energía que pedía a gri- ojos se posaron sobre la imagen reflejada en el espejo. tos ser descargada de una u otra manera, el Mago del Siam En la pequeña y circular superficie le hacía frente, en se abalanzó sobre la inocente bestia, mordiéndole cruel- efecto, un extravagante y blancuzco rostro por completo mente el codillo. Con un gañido de angustia, Denis escapó desprovisto de pelaje, y en el que sólo dos llamativos ojos a galope. De regreso a su guarida, se sintió vencido por una rufos recordaban su anterior apariencia. Dejando escapar fatiga fuera de lo común, y quedó sumido en un sueño muy un breve grito inarticulado se miró el cuerpo y al instante pesado, entrecortado por turbulentas pesadillas. comprendió la causa de aquel frío sobrecogedor que le ate- para la memoria histórica III nazaba por todas partes. Su abundante pelambrera negra en la imaginación del lobo sin provocar en él las mismas había desaparecido. Bajo sus ojos se alargaba el malfor- reacciones que antes. Al contrario: se sorprendió incluso mado cuerpo de uno de estos humanos de cuya impericia pasándose la lengua por los labios, cosa que le permitió amatoria solía con tanta frecuencia burlarse. constatar de paso que, a pesar de la metamorfosis, seguía Resultaba forzoso moverse con presteza. Denis se siendo tan puntiaguda como siempre. abalanzó hacia el baúl atiborrado de las más diferentes Volvió al retrovisor para contemplarse más de cerca. ropas, reunidas según el caprichoso azar de la sucesión Sus rasgos no le disgustaron tanto como había temido. Al de los accidentes. El instinto le hizo escoger un traje gris abrir la boca pudo constatar que su paladar seguía sien- con rayitas blancas, de aspecto bastante distinguido, con el do de un negro llamativo, y, por otro lado, que también cual combinó una camisa lisa de tono tallo de rosa, y una conservaba incólume el control de sus orejas, tal vez una corbata burdeos. Cuando estuvo cubierto con tal indumen- pizca sospechosas por ser en exceso alargadas y pilosas. taria, admirado todavía de poder conservar un equilibrio Más consideró que el rostro que se reflejaba en el pequeño que en absoluto comprendía, empezó a sentirse mejor, y y esférico espejo, con su forma oval un algo prolongada, su los dientes cesaron de castañetearle. Fue entonces cuando pigmentación mate y sus blancos dientes, haría un papel su extraviada mirada vino a fijarse en el irregular y espeso aceptable entre los que conocía. Así que, después de todo, montoncillo de negra pelambrera esparcido alrededor de su lo mejor sería sacar partido de lo inevitable y aprender algo lecho, y no pudo impedir llorar su perdida apariencia. de provecho para el porvenir. Consideración no obstante Hizo empero, un violento esfuerzo de voluntad para la cual un ramalazo de prudencia le obligó antes de salir serenarse, e intentó explicarse el fenómeno. Sus lecturas le a hacerse con unas gafas oscuras que, en caso de nece- habían enseñado muchas cosas, y el asunto acabó por pare- sidad, atemperarían la rojiza brillantez de sus cristalinos. cerle diáfano. El Mago del Siam debía ser un hombre-lobo y Proveyóse asimismo de un impermeable que se echó al él, Denis, mordido por la alimaña, acababa de convertirse, brazo, y ganó la puerta con paso decidido. Pocos instantes recíprocamente, en ser humano. después, cargado con una maleta ligera, y olfateando una Ante la idea de que debía disponerse a vivir en un brisa matinal que parecía singularmente desprovista de mundo desconocido, en un primer momento se sintió presa fragancia, se encontraba en la cuneta de la carretera, alar- de pánico. ¡Qué peligros no habría de correr como hombre gando el pulgar sin complejo alguno al primer automóvil entre los humanos! La evocación de las estériles competi- que divisó en lontananza. Había decidido ir en dirección ciones a que se entregaban día y noche los conductores en a París aconsejado por la experiencia cotidiana de que los tránsito de la Côte de Picardie le anticipaba simbólicamente coches rara vez se detienen al empezar la cuesta arriba y la atroz existencia a la que, de buena o mala gana, sería sí, en cambio, cuesta abajo, cuando la gravedad les permite preciso adaptarse. Pero luego reflexionó. Según todas las volver a arrancar con facilidad. apariencias, y si los libros no mentían, la transformación Su elegante aspecto le reportó ser rápidamente acep- habría de ser de duración limitada. Y en tal caso, ¿por qué tado como acompañante por una persona con no dema- no aprovecharla para hacer una incursión a la ciudad...? siada prisa. Y confortablemente acomodado a la derecha Llegados a este punto, preciso es reconocer que determi- del conductor, se dispuso a abrir sus ardientes ojos a todo nadas escenas entrevistas en el bosque se reprodujeron lo desconocido del vasto mundo. Veinte minutos más IV El Búho tarde se apeaba en la Plaza de la Ópera. El tiempo estaba evidenciar un ligero provincianismo. Por eso pidió un sitio despejado y fresco, y la circulación se mantenía dentro de apartado y diligencia en el servicio. los límites de lo decente. Denis se lanzó osadamente entre Pero lo que Denis ignoraba era que precisamente en los tachones del asfalto y, tomando el bulevar, caminó en ese lugar de tan sosegado aspecto se celebraba, justo aquel dirección al Hotel Scribe, en el que alquiló una habitación día, la reunión mensual de los Aficionados al Pez de Agua con cuarto de baño y salón. Dejó su maleta al cuidado de la Dulce Rambouilletiano. Cuando estaba a medio comer vio servidumbre y salió acto seguido a comprar una bicicleta. irrumpir de repente una comitiva de caballeros de resplan- La mañana se le fue en un abrir y cerrar de ojos. deciente tez y joviales maneras que, en un abrir y cerrar Fascinado, no sabía bien hacia dónde pedalear. En el fondo de ojos, ocuparon siete mesas de cuatro cubiertos cada de su yo experimentaba, sin lugar a dudas, el íntimo y ocul- una. Ante tan súbita invasión, Denis frunció el ceño. Mas, to deseo de buscar un lobo para morderle, pero pensaba que no le resultaría demasiado fácil encontrar una víctima y, por otro lado, quería evitar dejarse influenciar en demasía por el contenido de los tratados. No ignoraba en absoluto que, con un poco de suerte, no le sería imposible acercarse a los animales del Jardin des Plantes, pero prefirió reservar tal posibilidad para un momento de mayor apremio. La flamante bicicleta absorbía en aquel momento toda su atención. Aquel artilugio niquelado le encandilaba, y, por otra parte, no dejaría de serle útil a la hora de regresar a su guarida. A mediodía estacionó la máquina delante del hotel, ante la mirada un tanto reticente del portero. Pero su elegancia, y sobre todo aquellos ojos que semejaban carbúnculos, parecían privar a la gente de la capacidad de hacerle el más mínimo reproche. Con el corazón exultante de alegría, se entretuvo en la búsqueda de un restaurante. Finalmente eligió uno tan discreto como de buena pinta. Las aglomeraciones le impresionaban todavía y, a pesar de la amplitud de su cultura general, temía que sus maneras pudiesen Carlos Reyes para la memoria histórica como se temía, el maître acabó por acercarse cortésmente a la suya. —Lo siento mucho, señor —dijo aquel hombre lampiño y cabezón—, ¿pero podría hacernos el favor de compartir su mesa con la señorita? Denis echó una ojeada a la zagala, desfrunciendo el ceño al mismo tiempo. Y a continuación dejó caer su bolso, que Denis recogió al vuelo. —exclamó ella—. ¡Tiene usted unos reflejos extraordinarios! —Si... —confirmó Denis. —Sus ojos son también bastante extraños —añadió la joven al cabo de cinco minutos—. Los veo parecidos a... a... —Encantado —dijo incorporándose a medias. —comentó Denis. —Gracias, caballero —gorjeó la criatura con voz musi- —A granates —concluyó ella. cal. Voz de sierra musical, para ser más exactos. —Si usted me lo agradece a mí —prosiguió Denis— ¿a quién deberé yo? Agradecérselo, se sobreentiende. —A la clásica providencia, sin duda —opinó la monada. —Es la guerra... —musitó Denis. —No le entiendo... / —Quería decir —explicó Denis—, que esperaba que le recordasen a rubíes. Pero al oír que sólo ha dicho grana- Luis Garzón VI El Búho tes, no he podido por menos que pensar en restricciones. Reposes hizo desaparecer finalmente aquel elemento retar- Concepto que, por una relación de causa efecto, me ha datario y, muy pronto se encontró en condiciones de poner llevado acto seguido al de guerra. en práctica con el tacto, los conocimientos que en el añora- —¿Estudió usted Ciencias Políticas? —preguntó la morenita. do bosque le entraran por la vista. Llegados a determinado punto plugo a la hermosa reconocerse, a gritos, satisfecha; —Le juro que no volveré a hacerlo. y el artificio de tales afirmaciones, mediante las cuales —Le encuentro bastante fascinante —aseguró llana- aseguraba haber llegado a la cúspide, pasó inadvertido mente la señorita, que, entre nosotros, lo había dejado de al entendimiento poco experimentado en ese terreno del ser muchas ya más veces de las que pudiera contar. bueno de Denis. —De buena gana le devolvería el piropo, pero pasándolo al género femenino —expresóse Denis, madrigalesco. Apenas si comenzaba éste a salir de una especie de coma bastante distinto de todo cuanto hubiese conocido Salieron juntos del restaurante. La lagarta confió hasta entonces, cuando oyó sonar el despertador. Sofocado al lobo convertido en hombre que, no lejos de allí, y pálido, se incorporó a medias en el lecho y quedó boquia- ocupaba una encantadora habitación en el Hotel bierto viendo cómo su compañera, con el culo al aire, dicho del Pasapurés de Plata. sea con todo respeto, registraba con diligencia el bolsillo —¿Por qué no viene a ver mi colección de grabados japoneses? —acabó susurrando al oído de Denis. —¿Sería prudente? —inquirió éste—. ¿Su marido, su hermano o algún otro de sus parientes no lo vería con inquietud? —Digamos que soy un poco huérfana —gimió la pequeña, haciéndole cosquillas a una lágrima con la punta de su ahusado índice. —Una verdadera lástima —comentó cortésmente su distinguido acompañante. Al llegar al hotel creyó darse cuenta de que el recepcionista parecía llamativamente distraído. También constató que tanta felpa roja amortiguante hacía diferir notablemente ese establecimiento de aquel otro en el que él; se había alojado. Pero en la escalera se distrajo contemplando primero las medias y luego las pantorrillas, inmediatamente interior de su americana. —¿Desea una foto mía? —dijo sin pensarlo dos veces, creyendo haber comprendido. Se Sintió halagado pero, por el sobresalto que empinó la bipartita semiesfera que ante sus narices tenía, al instante se dio cuenta del inmenso error de tan aventurada suposición. —Esto... eh... si, querido mío —acabó por decir la dulce ninfa, sin saber muy bien si se le estaba o no tomando la cabellera. Denis volvió a fruncir el ceño. Se levantó, y fue a comprobar el contenido de su cartera. —¡Así que es usted una de esas hembras cuyas indecencias pueden leerse en la literatura del señor Mauriac! —explotó finalmente—. ¡Una prostituta, por decirlo de algún modo! adyacentes, de la señorita. En el afán de instruirse, la dejó Se disponía ella a replicar, y en qué tono, que se cagaba tomar hasta seis escalones de ventaja. Y una vez que se en tal y en cual, que se lo montaba con su cuerpo serrano, creyó bastante instruido, apretó nuevamente el paso. y que no acostumbraba a tirarse a los pasmados por el Por lo que tenía de cómica, la idea de fornicar con una gusto de hacerlo, cuando un cegador destello procedente de mujer no dejaba de chocarle. Pero la evocación de Fausses- los ojos del lobo antropomorfizado le hizo tragarse todos para la memoria histórica VII y cada uno de los proyectados exabruptos. De las órbitas de —Querido amigo —dijo el aceitunado una vez que Denis emanaban, en efecto, dos incesantes centellas rojas hubieron tomado asiento—, acaba usted de comportarse de que, cebándose en los globos oculares de la morenita, la una manera muy poco correcta con una jovencita. sumieron en muy curiosa confusión. —¡Haga el favor de cubrirse y de largarse en el acto! —sugirió Denis. Y para aumentar el efecto, tuvo la inesperada idea de lanzar un aullido. Hasta entonces, nunca semejante inspiración Denis comenzó a reír a mandíbula batiente. —¡Le hace gracia al muy rufián! —observó el colorado—. Ya veréis como dentro de poco le hace menos. —Da la casualidad —prosiguió el flaco— de que los intereses de esa muchacha son también los nuestros. se le había pasado por las mientes. Mas, a pesar de tal falta Denis comprendió de repente. de experiencia, la cosa resonó de manera sobrecogedora. —Ahora entiendo —dijo—. Ustedes son sus chulos. Aterrorizada, la damisela se vistió sin decir ni pío, en menos tiempo del que necesita un reloj de péndulo para dar las doce campanadas. Una vez solo, Denis se echó a reír. Se sentía asaltado por una viciosa sensación bastante excitante. Los tres se levantaron como movidos por un resorte. —¡No nos busques las vueltas! —amenazó el más grueso. Denis los contemplaba. —Debe ser el sabor de la venganza —aventuró en voz alta. —Noto que voy a encolerizarme —dijo finalmente con Volvió a poner donde correspondía cada uno de sus mucha calma—. Será la primera vez en mi vida, pero reco- avíos, se lavó donde más lo necesitaba y salió a la calle. nozco la sensación. Tal como ocurre en los libros. Había caído la noche, el bulevar resplandecía de manera Los tres individuos parecían desorientados. maravillosa. —¡Arreglado vas si piensas que nos asustas, gilipollas! No había caminado ni dos metros, cuando tres indivi- —tronó el grueso. duos se le acercaron. Vestidos un poco llamativamente, con Al tercero no le gustaba hablar. Cerrando el puño, tomó ternos demasiado claros, sombreros demasiado nuevos y impulso. Cuando estaba a punto de alcanzar el mentón de zapatos demasiado lustrados, lo cercaron. Denis, éste se zafó, atrapó de una dentellada la muñeca —¿Podemos hablar con usted? —dijo el más delgado de todos, un aceitunado de recortado bigotillo. —¿De qué? —se asombró Denis. —No te hagas el tonto —profirió uno de los otros dos, coloradote y grueso. —Entremos ahí... —propuso el aceitunado según pasaban por delante de un bar. Lleno de curiosidad, Denis entró. Hasta aquel momento, la aventura le parecía interesante. —¿Saben jugar al bridge?3 —preguntó a sus acompañantes. —Pronto vas a necesitar uno —sentenció el grueso coloradote sombríamente. Parecía irritado. VIII El Búho del agresor y apretó. La cosa debió doler. Una botella vino a aterrizar sobre la cabeza de Denis, que parpadeó y reculó. —Te vamos a escabechar —dijo el aceitunado. El bar se había quedado vacío. Denis saltó por encima de la mesa y del adversario gordo. Sorprendido, éste se quedó un instante aturdido, pero llegó a tener el reflejo de agarrar uno de los pies calzados de ante del solitario de Fausses-Reposes. Siguió una breve refriega al final de la cual, Denis, con el cuello de la camisa desgarrado, se contempló en el espejo. Una cuchillada le adornaba la mejilla, y uno de sus ojos tendía al índigo. Prestamente, acomodó los tres cuerpos inertes bajo las banquetas. El corazón le latía con furia. Y, —¡Ah! —exclamó Denis—. Si; tiene usted razón. ¿Pero de repente, sus ojos fueron a fijarse en un reloj de pared. puede explicarme cómo funcionan las luces de este arma- Las once. toste? «¡Por mis barbas», pensó, «es hora de marcharse!» —¿Se está burlando de mí? —indagó el alguacil. Se puso apresuradamente las gafas oscuras y corrió —Escuche —se puso serio Denis—. Llevo tanta prisa hacia su hotel. Sentía el alma pletórica de odio, pero la proximidad de su partida le apaciguó. Pagó la cuenta, recogió el equipaje, montó en su que ni siquiera tengo tiempo de reírme de nadie. —¿Quiere usted que le ponga una multa? —dijo el infecto municipal. bicicleta, y se puso a pedalear incansablemente como un —Es usted pelmazo de más —replicó el lobo ciclista. verdadero Coppi. —¡De acuerdo! —sentenció el innoble bellaco—. Pues Estaba llegando al puente de Saint-Cloud, cuando un agente le dio el alto. —¿O sea que va usted sin luces? —preguntó aquel hombre semejante a tantos otros. —¿Cómo? —se extrañó Denis—. ¿Y por qué no? Veo de sobra. ahí va... Y sacando la libreta y un bolígrafo, bajó la nariz un instante. —¿Su nombre, por favor? —preguntó volviendo a levantarla. Después, sopló con todas sus fuerzas en el interior —No se llevan para ver —explicó el agente— sino para de su tubito sonoro, pues, muy lejos ya, alcanzó a ver la que le vean a uno. ¿Y si le ocurre un accidente? Entonces, bicicleta de Denis lanzada, con él encima, al asalto del ¿qué? repecho. Carmen Parra para la memoria histórica IX En el mencionado asalto, Denis echó el resto. Al asfal- montado sobre su rayo mecánico, por entre la gravilla del to, pasmado, no le quedaba más que ceder ante su furioso camino de tierra. Pero en cierto momento se fijó en su avance. La costana de Saint-Cloud quedó atrás en un abrir sombra: hocico alargado, orejas erguidas. Y al instante dio y cerrar de ojos. Atravesó a continuación la parte de la de morros en el suelo, pues un lobo en bicicleta carece de ciudad que costea Montretout4 —fina alusión a los sátiros estabilidad. que vagan por el parque dedicado al antes nombrado santo Felizmente para él. Pues apenas tocó tierra se perdió y giró después a la izquierda, en dirección hacia el Pont de un salto en la espesura. La moto del policía, entretanto, Noir y Ville-d’Avray. Al salir de tan noble ciudad y pasar colisionó ruidosamente contra la recién caída bicicleta. El frente al Restaurante Cabassud, advirtió cierta agitación a motorista perdió un testículo en la acción a la vez que el sus espaldas. Forzó la marcha y, sin previo aviso, se internó treinta y nueve por ciento de su capacidad auditiva. por un camino forestal. El tiempo apremiaba. A lo lejos, de Apenas recobrada la apariencia de lobo y sin dejar de repente, algún carillón comenzaba a anunciar la llegada de trotar hacia su guarida, Denis consideró el extraño frene- la medianoche. sí que lo había asaltado bajo las humanas vestiduras de Desde la primera campanada, Denis notó que la cosa segunda mano. Él, tan apacible y tranquilo de ordinario, no marchaba. Cada vez le costaba más trabajo llegar a los había visto evaporarse en el aire tanto sus buenos prin- pedales; sus piernas parecían irse acortando paulatinamen- cipios como su mansedumbre. La ira vengadora, cuyos te. A la luz del claro de luna seguía sin embargo escalando, efectos se habían manifestado sobre los tres chulos de la Madeleine —uno de los cuales, apresurémonos a decirlo en descargo de los verdaderos chulos, cobraba sueldo de la Prefectura, Brigada Mundana—, le parecía a la vez inimaginable y fascinante. Meneó la cabeza. ¡Qué mala suerte la mordedura del Mago del Siam! Felizmente, pensó no obstante, la penosa transformación habría de limitarse a los días de plenilunio. Pero no dejaba de sentir sus secuelas, y esa cólera latente, ese deseo de venganza no dejaban de inquietarlo. Notas 1 Fausses-Reposes: Falsos-Sosiegos. (N. del T.) 2 Escritor, viajero y novelista francés (18471910). (N. de! T.) No se trata del país asiático sino de determinada modalidad del juego de bolos. (N. del T.) 3 Juego de palabras. En inglés, bridge, además del juego de cartas, significa «puente». (N. del T.) 4 Montretout podría ser traducido, aproximadamente como «enséñalotodo». (N. del T.) *Boris Vian. El lobo-hombre. Fábula Tusquets Editores. 1ª edición, 2009. Pp. 194. Carmen Parra El Búho este abrazo solidario, este paso a tu paso, este destino, este presente, este futuro, esta canción de melodía interminable, este vino agridulce, esta mesa llena de festejo, este poema sin verso, Joel Gustavo Rodríguez Toral y todo lo que he dicho y que señalo y entrego a manos llenas Este día lleno de armonías, es tan sólo porque esta hora llena de silencios y paz, esa estrella llena de suspiros y nostalgias, Joe se lo dédica a Betssy.. esta foto llena de buenos momentos, esta rosa llena de aroma y sentimiento, este latido combatiente y animoso, este niño travieso y latoso, este libro tan lleno de memorias, aventuras, atinos y desatinos, esta sonrisa tan valiosa como diamantes, este collar de todas mis tristezas quemadas en los fuegos del carnaval, este ring en donde he dado mis mejores [luchas y en donde también me han derrotado por ambicioso y confiado, este beso cándido y amoroso, este árbol frondoso y altivo tan lleno de nidos y que da sombra en los días soleados, Philli Bragar confabulario 59 Yurazzy Encuentro T e encontré en los volcanes, en los barcos, en mis campos yermos y en la húmeda almohada en la que reposan mis inútiles compases de jazz… Puse mis películas sobre ti aunque seas sólo un recuerdo de orgasmo, un tanque en el que mis ideas se queman en explosión, una secundaria bala que me disipa sombras en el espíritu. Te encontré en el viejo poemario que guarda mi abuela en su alma, en los “praz” de mis puños contra paredes que disminuyen fotografías memorables y al final te metí en mis cajas vacías donde cada mañana duermen galaxias. Vamos Un paradigma llega, se instaura, se adueña de mí. Soy ajena a las mentiras propagadas en el humo dilatador, no quiero ser la mancha indeleble en tu vesYurazzy 60 El Búho tido favorito, sólo sueño con atraparte en el jardín Nostalgias y espejismos y alejarnos para siempre de los cazadores descu- Un espejismo de ciudad, naufragio entre nostalgia biertos por los sonidos depositados en las bellezas. y los misterios conocidos de tus ojos. Sospecho Atrás de sus espaldas perdimos protagonismo gra- que nos demoramos al cruzar avenidas imprecisas, cias a los poemas visitados años atrás en mi poesía al no bastarnos las bengalas ni las ramas intrusas disfrazada de bestia danzante en ridículas líneas, que asustan el tango. Entonces te ajusto a mis no- danzante en tu interior. tas en leve fragancia de botones de flor. Los realismos de la vida nuestra son matados en dos y en tres Cuento 1 flechas cuando comienza a distraerme un aleteo Este viernes guardé tus manos entre mis memorias que se desdibuja en mi mano izquierda. para poder alimentar a mis palabras que sólo deciden vagar en tus piernas que son costas celestiales Una carta de agua donde mis lanchas no necesitan de la sal… donde Imagino un viaje a la lectura de tus lápices, se dejan mi boca puede verte en lo invisible y mis ojos pen- prometerles cuando todo es X… Al volver la cara sarte en lo vaciado de la ceguera. Le abro paso a mi hacia un espejo empeñado una solar indecencia me deseo si tu esencia decide detener mi tiempo lejano arrastra y soy secuestrada, me encierran entre cin- de pensamiento. Si tus brazos deciden costurarse a cuenta rayas, en carbón. mis sábanas para romper la presencia de la errante soledad. ¿Qué dices? Imagino en un sólo pie el escrito transcrito bellamente desde mí, pulverizando un recuerdo hospedado en los caminos fingidos donde se rie- Visítame los ojos lan mis trenes. Una mortal evocación futura hora- Un mar lejano de azúcar me miraba desde el fondo da mis marcos y llego hasta tu tránsito cotidiano y de los vientos que plasmé con métrica en las cartas peculiar. que le envié desde Madrid. Desmayadas las auroras repetían una parte de nuestro diálogo que fue man- Transparentes chado con sangre. Entre las olas, un espeso pluma- Llegan mis mañanas en sólo una noche tan clara je se construía excedido de espejos, repetido en su que se quedó en ti y los cantos de golondrinas en- misma luna, en la historia antigua que le enamoraba loquecen tu venida y me despojan de peligros y de en disparo (vómito de calma en escrito) que no ha- bienes. Ayer la madrugada te embarazó los gustos cía daño, que no hacía mal, que me dejaba guardar- y volviste a lamer mi sudor mientras una escritura me entre arenas compuestas de sereno y de nubes. deslizada sobre frases pintaba sueños para dos y tú confabulario 61 te despojabas de las máscaras, rompías amores bas- amarla a ella -la que redacta- que nunca se entre- tardos, arrancabas de mi pecho los falsos espacios gará sin mí. de piedra. Y yo me reinventaba en los movimientos de nuestro universo, entre todo mi sexo. Recuerdo Recito poesía a la par de mis latidos en voz baja y “Laucha” sin habitantes en la puerta de mi clóset. Bajo el te- Llueve mi sinceridad, me mira tu ahogo sin el princi- cho se me caen oscuridades que corresponden a los pio de la tormenta provocada. Me mojan mis defec- miedos que tenía cuando niña y se van desalojando tos, me mojan mis pasados y mis futuros. Te ahogas en el desnivel enlentecido de una cabina donde me y yo floto en todo esto que soy y en todo lo que no. resguardo cuando hay luz. Cada que le escucho re- Esta realidad, mi “Laucha”, la risa que premedita citarme en la quietud sus más recientes versos se mi absurdez porque las risas me son revelaciones inclinan mis lágrimas hacia sus papeles amarillen- pero sólo cuando ríes tú. tos de su libro inédito. Me resumía que entre sus Nadaré en los cuerpos para rescatar mis deseos de ser mi dueña y no tú de mí. Voy a quererte a ti y palmas podrían calmarse mis tintas enfurecidas al descargarse la batería de mi alma. Luis Garzón 62 El Búho Ulises Paniagua YO MIRO A LOS DRAGONES PENÍNSULA OCCIDENTAL, PRIMERA LUNA DE JULIO M iro a los dragones, a cierta distancia. Debo reconocer su figura risible: son tan anómalos que encuentro ausencia de armonía en ellos. Para justificar su comi- cidad, bastaría juzgar sus cuellos tan largos y articulados, sus narices harto anchas y chatas. Me recuerdan la torpeza del mitológico catoblepas. Estuve observándolos durante horas y me he dado cuenta de que a pesar de sus blasfemias de fuego, de sus arrebatos de ira y la contundente amenaza de sus vuelos entrecruzados, los dragones son cobardes; pues se niegan en lo posible a alejarse, más allá de cincuenta yardas, de los confines de la península. Uno de los marinos de mayor experiencia aclaró que en este extraño territorio los animales mencionados prefieren mantenerse en grupos; parvadas de escamados Francisco Tejeda Jaramillo confabulario 63 tornasoles que nunca abandonan el nido que les en parte a un rumorado maleficio de los primeros vio nacer. El hombre aseguró también que jamás ha cristianos que visitaron estas tierras; o quizás a su conocido seres más arraigados a su hogar, que su- insoportable aversión a la convivencia con otras fran de forma más aguda los estragos del destierro. especies animales, a las que, de manera intuitiva, Menciona que la aversión a dejar el terruño se debe consideran ínfimas. Sabedor de su secreto, me dedico a contemplarlos a estribor, ajeno al miedo y a la precaución. Los paisajes que contemplo semejan cuadros de corte renacentista; un paraíso atípico donde los seres alados se bañan a la ribera de un río caudaloso, o bien, juguetean entre las yedras de las laderas vecinas; mientras la fragata circunnavega, grácil, esta recóndita tierra. La Noche de las Ninfas Archipiélago Catorce, latitud seis, longitud nueve Anoche fuimos atacados por las ninfas. Amparadas en la noche cerrada, con un cúmulo de fantasías insatisfechas y la impudicia que las caracteriza, se apostaron en la borda una vez que la nao encalló en los pantanos. Con salvaje desenfreno se despojaron de sus ropas; con agitado paroxismo ofrecieron sus senos a la ansiedad de la tripulación. También nuestros hombres encallaron. Ante los gestos lascivos y pórnicos de las hermosas mujeres, despertó el convite de los cuerpos. La mitad de los hombres de la tripulación, convertidos en faunos, dejaron apenas como testimo- Leticia Tarragó 64 El Búho nio de su deserción algunos objetos personales sin No podíamos imaginar la peste funesta que trascendencia -gorros, dentaduras postizas, veletas invadiría nuestra nave en el futuro cercano. Con y matraces- y se internaron en la espesura de las la niebla vespertina arrancaron las primeras gotas ciénagas, arrastrados por el incontenible deseo de de una tromba que tiñó de púrpura la cubierta del poseer una ninfa. barco; una lluvia malsana y poco común, que apa- Los que sobrevivimos al ataque, buscamos re- rece de vez en vez en la cercanía del meridiano de fugio en la hermeticidad de una montaña cercana, Greenwich; un pútrido aguacero que inició la peste temerosos de sucumbir a la tentación de la carne. entre los descuidados marinos que olvidaron guare- Pasamos una noche casta y terrible, esperanzados cerse en el interior, tal vez por imprudencia, tal vez en partir pronto, agitados y húmedos ante el recuer- por incredulidad. do de los muslos voluptuosos, los aromas dulces, Con el transcurso de los anocheceres y la visita los pechos firmes y redondos que se ofrecían ne- de una luna amarilla como pergamino antiguo, co- cesarios a nuestros labios ávidos de piel femenina. menzó a manifestarse en los infectados la pestilente Nuestros cuerpos sufrieron, anoche, de un calor in- licantropía adquirida. Desempolvaron maletines ol- soportable y los malditos estragos de una soledad, vidados en la oscuridad de la cava y de las rancias que por célibe, nos pareció repugnante. Fue como bodegas. Vistieron trajes oscuros, sobrias corbatas, arder en leña verde. zapatos impecables. Pretendieron hacer jugosos negocios con nosotros, de cualquier insignificancia Vientos de Peste Roja y bajo cualquier pretexto. Se convirtieron en mer- Puerto de Pangea, en proximidad al Meri- cantes ávidos de acciones y transferencias en una diano de Greenwich embarcación por la que no se podía apostar más de doscientos doblones. Naturalmente, a cualquier El infortunio se niega a abandonar nuestro barco. señal de desaprobación, sacaban las garras y ame- Una vez que conseguimos, sigilosos y al amanecer, nazaban mostrando los colmillos. Los renuentes a escapar de ninfas y peligros del pantano, adverti- las negociaciones fueron devorados uno a uno, en mos un extraño puerto. banquetes donde abundaba la música de cámara Con velamen alegre nos acercamos a la ribera. y el vino. El murmullo de los sicomoros y la frescura de los Harto de la situación, cansado de fingir interés nenúfares apresaron nuestro olfato; la escarcha en en la compra de una barra de cobre o de los clavos las hojas de los abedules nos permitió reconocer- de Cristo para mantenerme a salvo, aproveché la si- nos vivos. guiente noche de luna llena. En pleno ejercicio de confabulario 65 mis funciones como capitán, y con la complicidad Nueva embarcación; nuevo rumbo de los escasos sobrevivientes al ataque de los an- Puerto sin nombre; fecha sin revelar tropófagos, decidí actuar con firmeza. Encallamos el barco en un acantilado cercano. Con mil ochocientas monedas nos hicimos de un En un acto premeditado, le prendimos fuego a la barco. Escuchando en naves cargueras el sonido nao, aprovechando que los licántropos se habían de los látigos, consumimos nuestro duelo en aquel entregado al sueño tras un largo festín donde se ce- puerto donde los corazones gritan. Los capataces naron a nuestro gaviero. descargaban sus cayados, sin reserva, sobre nues- En honor a la verdad, debo confesar que en lo tras espaldas curtidas por el miedo y por el sol. Las más álgido del fuego, mientras los mástiles se de- desventuras, sin embargo, no parecían espantosas rrumbaban y los velámenes semejaban teas gigan- cuando imaginábamos los vientos alisios acarician- tes, los aullidos y lamentos de los que se quema- do nuestros rostros; el profundo azul, mar adentro, ban nos recriminaron, durante la larga hora que que se prometía a nuestras pupilas. duró el incendio, el sadismo implícito en nuestra decisión. Doblones ganamos trescientos en aquella colonia a la que fuimos a parar en nuestro desconcierto; El olor a carne chamuscada, a retazos de cuer- el resto lo robamos de la cabina de una goleta britá- pos que al saltar por la borda fueron alcanzados nica, a manera de revancha por el castigo infligido por los tiburones, invadió los alrededores. Incluso a nuestros cuerpos. Huimos al próximo fondeadero el espeso humo mercantil que se desprendió de los y nos enamoramos de una fragata. Su ligereza ante muertos continuó durante días, contagiando el azul cualquier ataque de corsario; la pulcritud de sus del cielo. dos cubiertas y el desafiante diseño de su arboladu- El recuerdo de tanta descomposición, y la pér- ra, fueron razones que decidieron a su favor entre dida de nuestros mejores marinos en el episodio, una docena de embarcaciones. Compramos la nave nos ha conducido a adentrarnos a tierra firme para y nos hicimos a la mar con presteza, evitando en buscar una fragata, una embarcación higiénica que lo posible alguna visita desagradable de la justicia tendremos que llenar con el ánimo de una nueva anglosajona. tripulación. Sin embargo, durante dos semanas, La tripulación resultó emprendedora. La em- el remordimiento y la pesadilla recurrente de un barcación, por su parte, surca las aguas con dili- océano de fuego amenazando con la muerte, no ha gencia. Todos a bordo largan el trapo, izan las ve- abandonado a los sobrevivientes. Tampoco a mí. las, pulen el puente con la alegría de los niños y los No hemos podido dormir tranquilos. 66 El Búho resurrectos. Miro a Occidente. Se divisan nublados. El ho- de escorbuto, hasta que algunos perdieron la len- rizonte promete extensas sorpresas detrás de los gua y los labios. Luego se nos manchó el rostro con grises cortinajes, pero somos felices porque hemos extraños arabescos vestales y entonces, alarmados, recuperado nuestra libertad. emprendimos la fuga entre una tumultuosa y cálida despedida de los feos. Donde la fealdad gobierna Al llegar a altamar, aterrados, atendimos al es- África del Norte. Meridiano y paralelo en pejo. Nos percatamos de que nunca habíamos deja- conjunción. do de ser los mismos, que todo había sido un engaño de la isla. Aún con alas portentosas o presas de Llegamos a una isla donde la fealdad gobierna. Al escoriaciones, nunca dejamos de ser normales, sea principio nos horrorizaron los miembros tumefac- lo que eso signifique. tos, las escoriaciones, la mutación en la piel de los Miramos a los feos a lo lejos. Ellos, a su vez, nativos. Pero de manera gradual, una vez estableci- nos contemplaban. Apenas tras el suceso podemos do el trueque de nuestras sedas por sus joyas, les intuir la grandeza de sus almas, ajena a mutaciones fuimos perdiendo el asco. y a la repugnante imagen que ofrecen. Un día, presas de una depresión inexplicable, la curiosidad nos condujo a mirar en los espejos rústicos de la aldea. Nos descubrimos alados y hermosos, aunque con el ceño fruncido y la mirada iracunda. Las alas sólo existían en el espejo; lo sombrío que habitaba en nuestra mirada, en cambio, podíamos verlo fuera de la superficie de azogue. Nuestro alije se marchitó conforme transcurrieron los días; la soberbia en la que nos regodeábamos -seres radiantes, perfectos ante el trato con los isleños- fue desapareciendo. Una noche, sin previo aviso, se nos comenzaron a caer los dientes. Supusimos un ataque Javier Anzures confabulario 67 Aunque no pudimos descifrar el significado del encuentro. sobre un bosquejo. En el manuscrito, el navegante veneciano mencionaba un ambiguo secreto que llenaría de asombro a los reyes caprichosos y a las Acerca de una caverna emperatrices más exigentes. Cipango, 12 de septiembre; luna menguante. No puedo describir la desolación que nos invadió una vez que, al descender la escalinata que Siguiendo la ruta que Marco Polo registró en un parecía interminable, internándonos presurosos en mapa que algunos consideran apócrifo, llegamos el peligro de estalactitas y estalagmitas que custo- a Cipango. Nos guiaba una disimulada ambición diaban el descenso, nos encontramos frente a una de encontrar un tesoro, cuyas referencias descifró visión extraña: en el fondo de una gruta, un anciano nuestro criptógrafo en los caracteres mal trazados de ojos rasgados, de cejas canas, con el torso desnudo y luciendo una melena de león viejo, permanecía sentado sobre un loto gigantesco. El loto, a su vez, flotaba indolente sobre un lago de aguas reposadas y enigmáticas. Nuestros ojos buscaron cualquier destello de oro; cualquier fulgor de diamante o de turquesa en la oscuridad de unas rocas apenas iluminadas por el fuego de nuestras antorchas. Nos llevó tiempo descubrir que estábamos en el interior de las catacumbas más originales de las que alguno tuviera memoria. Las tumbas poblaban el techo de la cueva, hoscas y rudimentarias. De entre los escurrimientos de la bóveda que se mantenía estática sobre nosotros, asomaban unas discretas aldabas que indicaban la presencia de múltiples féretros. Los espacios sobre nuestras cabezas eran innumerables; se alineaban en extensas hileras extendidas en todas direcciones -en un orden que por lineal y perfecto resultaba macabro- hasta desparecer del alcance visual en el capricho de las sombras. 68 El Búho Octavio Ocampo De pronto -haciéndonos estremecer por la fur- No sabe que gastará la vida en el intento; porque tividad- uno de los cerrojos cedió ante el peso del lo que a nuestros ojos se presenta, no es más que contenido de la tumba. Vimos caer un cuerpo de una pérfida metáfora de la Muerte y sus designios. manera descompuesta; apenas un guiñapo. Des- No hay patrones establecidos para conocer la fecha pués del estruendo, el cadáver se perdió en la tran- en que habremos de dejar nuestro espacio en la ca- quilidad del lago. El abuelo oriental pareció des- verna”. pertar de un largo trance; presuroso se armó de un La sentencia de Fado nos causó una incomodi- tintero y una pluma azulosa de pavo real que saco dad insoportable. Algunos se negaron a aceptar esa de no sé dónde, e hizo algunas anotaciones sobre explicación. Husmearon entre los recovecos de las un papel frágil, semitransparente. Después volvió piedras salitrosas. No encontraron indicio de rique- a quedar absorto en la disposición de las tumbas zas materiales, y lo cierto es que parecían intimida- aéreas. Lo contemplamos meditar largo y tendido, dos ante la posibilidad de que pudiera caer, intem- tratando de comprender algún fenómeno que pa- pestivo, un cadáver socarrón sobre sus cabezas. recía fuera de su alcance. Durante los minutos que No toleramos la ambigüedad del oficio del an- permanecimos en el interior de la caverna, fuimos ciano y la silenciosa amenaza de un lago en repo- testigos de una decena de cuerpos que visitaban so. La incomodidad dio paso al miedo en nuestros el agua en momentos asíncronos, aleatorios. Una corazones. Resbalando sobre los troncos húmedos vez que el cuerpo era devorado por las olas mansas de la escalinata, torpes y a empellones, salimos del y siniestras, la tumba volvía a su posición original, oscuro antro. En adelante, nos negamos a recordar como si funcionara por medio de una maquinaria el episodio; cualquier alusión al mismo nos llenaba impulsada por un resorte. de una pesada angustia. Fado, el metafísico que gusta de los enigmas y la No mencionamos ni una palabra sobre el viejo asociación de los fenómenos a las leyes de un orden y su cuenta peculiar, ni siquiera en nuestras liba- prestablecido (y quien acostumbra leer el Tarot en ciones de ron; ni mientras nos tendíamos sobre los noches de ocio), sentenció con desesperanza que camastros a fumar un poco de opio. Mucho menos no existía tesoro alguno. Al menos no de la manera a la sombra del azar de un juego de baraja espa- en que nosotros, hombres materiales y mediocres, ñola, siniestramente alineado, que aparenta en los intentábamos encontrar. “La clave del acertijo está detalles más ínfimos acontecer entre las cuidadosas en el desasosiego de su oficio” -nos confesó en un manos del repartidor. arrebato místico-. “El viejo está tratando de encontrar un patrón en la azarosa caída de los cuerpos. *Tomados del libro Bitácora de una navegación efímera de Ulises Paniagua. confabulario 69 Edgar Aguilar Farías “ Son las criaturas de dios tan puras y buenas que salgan inmaculadas del pecado”. Eso pensó un viejo de lentes de grueso armazón al dejar ir a Roberto y Jaime de aquel retiro espiritual que se volviera una orden de hombres antiguos que decidieran introducirse en lo más profundo de los misterios de Jesús y María. Roberto mayor que Jaime por un año y meses son herederos de una pequeña pero importante cantidad de dinero y una casona en una buena parte de la ciudad que les garantizaba una vida holgada, por lo menos hasta que fueran mayores, algo que sucedería dentro de una década y un lustro. Entregados en pañales, los pequeños son atendidos por unos viejos que en algún momento de sus vidas estuvieran casados, tuvieran empleo, lidiasen con el tráfico y las rutinas urbanas, pero insatisfechos de la recompensa material que les diera esa vida, se re- Peter Saxer 70 El Búho tiraron y se volvieron seguidores de la palabra de y restar en aquel recinto de saber, que resultase una dios. Hoy viven en una hacienda a medio restaurar de las puertas al mundo. en lo más alejado de la provincia y adentrándose La otra, la grabadora, donde a la hora de la cena no sólo en los campos de siembra sino en las zo- se tocan óperas completas y éstas son aderezadas nas silvestres que quedan de aquel país. Allí entre la con largas charlas del pasado. Para cuando las campiña, el jardín es acordonado por una modes- piernas y brazos de los hermanos huérfanos eran ta cerca de madera pintada y en medio de aquel ter- ya fuertes se sabían todas las sinfonías de Mozart, reno la capilla rodeada del inmueble que son los en- los poemas de Bécquer, los cuentos de Tolstoi, rezos cierros de los hombres de fe, su cocina, su almacén, y vidas de santos, sólo sabiendo del exterior por lo sus baños, su largo comedor sin muros y de techo que oían de los ocasionales visitantes. Un mundo de lámina con mosquiteros a los costados, una sala que les era sobrenatural y desconocido. llena de libros que es su biblioteca y una recepción Uno de esos visitantes, el abogado, encargado de lámina en la entrada de arco de aquel lugar de del testamento de los difuntos padres de Roberto y oración, en ese sitio crecieron los muchachos, Jaime que cada trimestre llegaba a ese remoto lugar que corrían de un lado a otro libres de las cosas para entregar un cheque de una modesta cantidad del mundo posmoderno. Tan anticuado era todo en a aquellos retirados del mundo carnal, pero en cada ese lugar que lo único tecnológico que tenían eran llegada notaba lo viejo y deteriorado de aquellos los focos eléctricos de la vivienda, una parrilla eléc- hombres, era tal su senectud que algunos ya no trica y una radiograbadora que sólo le funciona la podían ni levantarse y los jóvenes los atendían grabadora y de la cual únicamente salían clásicos cada día más en sus necesidades que les eran ya como Berlioz y Mozart. muchas. La biblioteca en un amplio cuarto de paredes A los muchachos no les molestaba esa situación manchadas de humedad y un largo ventanal de vi- pues a cada viejo lo veían como un padre recto y drio soplado que permite entrar al sol cada mañana amoroso que les inculcase todo su saber y entre de invierno, se encuentra delante del bello vitral una ese saber el respeto a los mayores y la responsabili- larga mesa de caoba y alrededor de ella, además de dad de cuidarlos por los años de trabajo que dieron las sillas, cuatro largos y anchos libreros repletos a la sociedad. Aun así el abogado sabía bien que de libros. La mitad de ellos son de teólogos y erudi- tal situación no podía seguir y usando sus mañas tos en fe, la otro mitad de novelistas y poetas cuyos de licenciado alegó en la corte el deplorable estado últimos días los vivieron entrando al siglo XX. Así del lugar donde vivían esos niños y el juez dispuso Roberto y Jaime aprendieron a leer, escribir, sumar retirar la patria protestad. confabulario 71 Así después de siete años de vivir enclaustrados los jóvenes tuvieron que despedir su hogar paterno, ga el auricular para abrir personalmente la puerta y recibir a los nuevos residentes de esa casa de lujo. dar un beso de adiós a los ocho ancianos residentes Roberto y Jaime exhaustos de un viaje que sólo y subiendo en un lujoso corvette propiedad del abo- hicieran una vez en su vida se encuentran profun- gado dieron su último adiós en la ventanilla trasera damente dormidos, únicamente se detuvieron para mientras veían el umbral carcomido de la hacienda sus necesidades y un descanso en un hotel antes de desaparecer en medio de un raído bosque mientras seguir, sus comidas fueron en el carro, fugases, pero vibraba aquel vehículo al recorrer el camino de ter- bastante para no sentir hambre. racería que los llevara a un pequeño pueblo donde Roberto fue el primero en notar la suavidad del el anciano de menor edad iba a cambiar los cheques colchón donde dormía, lo blando de la almohada, del banco y por las provisiones de cada fin de mes. el rico aroma de las sábanas blancas y al abrir los También de este lugar se despidieron, lo único que ojos las cortinas finas que colgaban de la ventana y conocían de civilización y de ahí a la larga carre- los rayos de sol que entran aplacados por las telas. tera federal, la frontera de su mundo y más allá lo Miraba el cuarto, un lugar austero sin más muebles desconocido, una tierra que parecía de mitología y que su cama, su buró, un closet y dos sillas. Las de la cual sólo conocían de habladas y vistazos re- maletas estaban arrumbadas dentro del closet y su motos por las pantallas en la tienda de electrónicos ropa en las sillas. del pueblo. Un mundo taumatúrgico hecho de metal y eléctrico. Fue Roberto quien se levantó en calzoncillos, tallándose los ojos y caminando descalzo a la silla. El trayecto fue largo pues al abogado le toma un Se puso sus pantalones, su camisa, su calzado y día entero llegar y otro para adentrarse en la ciudad se dispuso a salir, temeroso, sin saber que pudie- de altos edificios y atascadas calles con su smog y ra haber o encontrar detrás de aquella puerta de demás tóxicos. madera sintética y chapa dorada. Era de noche, muy noche cuando llegaron a la Tomó en su mano el cerrojo y lo giró y enton- otra orilla de la ciudad, en un barrio de grandes ca- ces la puerta con un ligero sonido se abrió, dio un sas y allí el abogado algo fatigado por el viaje toca paso afuera y sentado en una sofisticada silla en una puerta de hierro pintada de negro que a un medio de un amplio descanso un hombre sin rasu- costado está un largo zaguán negro y de cuyos altos rar, de cabello teñido a castaño y lentes oscuros, en muros sobresale una cámara de seguridad. Oprime un traje blanco y una camisa negra a medio abro- el botón del timbre y de una bocina sale una voz. El char de donde sobresalía una cadena de oro y un abogado se presenta y sin más, el interlocutor cuel- medallón. 72 El Búho Levantó su mano al ver aquel impresionable chico, sus dedos estaban anillados y con ellos se vida personal pues divagaba con una jerga entre lo vulgar y lo sofisticado. retiró los anteojos para ver mejor al joven quien se Para Roberto fue como ver un extraño y exótico quedó impávido como un cervatillo ante el peligro animal cuyos graznidos le eran más cómicos que y hubiera huido a su cuarto si el hombre no le hu- impresionantes, sin embargo entendió que él y su biera dado los buenos días. difunto padre jamás tuvieron una relación muy Roberto con voz temblorosa le dio también los familiar pese a que cada uno sabía dónde estaba buenos días y el hombre siguió hablando. Se pre- el otro, por eso al morir no fue tomado en cuenta sentó como su tío, hermano mayor de su padre en su testamento, cosa que no le importó, pues él por nueve años quien huyera de la casa cuando el tiene más dinero y propiedades que su padre impo- menor tenía ocho. No dio muchos detalles de su niendo su triunfo sobre el difunto Leticia Ocharán confabulario 73 El abogado también sabía de él, pero el tes- El niño entusiasmado, exorcizado de sus te- tamento era claro en todos sus aspectos, así que mores entró al cuarto portando todos los regalos fue hecho a un lado hasta que él mismo vio que de su tío, el cual se retiró con una torcida sonrisa. la decisión de los occisos no era del todo viable. Despertó a su perezoso hermano y ambos escul- El tío terminó su monólogo dándole la bienvenida caron las bolsas para ver todo lo nuevo que tenían. a su casa mientras se levantaba y le entregaba unas Pasó más de una hora antes que salieran de bolsas de cartón llenas de ropa juvenil de marca, su cuarto en el tercer piso de aquella mansión. así como calzado caro e insinuó con su gramática Invadidos por la aventura como en las historias que se deshicieran de los harapos con que los an- de Ivanhoe, la isla del tesoro y colmillo blanco. No cianos los vistieran hasta ese entonces. les importó desconocer la casa en su totalidad, ni los movimientos ágiles de los habitantes de la casa que sólo se oían como animales al acecho, manteniéndose ocultos y anónimos. Los muchachos tomados de las manos miraban las paredes, los techos y los pisos muy distintos a donde habían vivido hasta ese entonces, todo era nuevo y caro en ese tercer piso que era un laberinto de pasillos con entradas de madera idéntica a la suya, nada delataba en ese lugar quién dormía detrás de aquellas puertas o que pudiera existir, ni los jarrones, ni las plantas plásticas de ornato, sólo caminaron a la escalera que bajaba por toda la casa. No se detuvieron ni en el segundo piso, ni en el primero, hasta que llegaron a la planta baja donde un aroma delicioso les llamó la atención, cru- Mauricio Vega 74 El Búho zaron el recibidor y la amplia sala sin dar cuenta de de su cocinera. Se quedaron observando aquellos lo que existía allí, hasta llegar a la cocina, el sonido abundantes pechos de amplia aureola y vistosos de alguien que preparaba alimentos se podía oír al pezones. fondo donde estaban los niños. Aquella mujer vestía un mandil, debajo la au- En lo profundo es donde está la estufa, el refrige- sencia de cualquier prenda a excepción de unas rador y demás muebles de cocina. Cerca del acceso medias y unas zapatillas que hacían juego. Para la un amplio desayunador con unas sillitas de madera mujer presentarse así ante los sobrinos del dueño tapizadas de telas de colores y a unos metros un de la casa no representaba un acto impúdico y gro- cancel que daba al patio e iluminaba esa parte de la sero, pues todas las mañanas de los lunes mostraba cocina. Desde ese sitio no se podía ver quién estaba su sensual carácter como era la ley en esa casa, así en la cocina, pues un muro de cristales separaba para ella como para todas las que duermen entre ambas partes, aun así la anónima cocinera pudo oír el tercer y segundo piso. unos pasitos y dijo el nombre del tío pensando que Para Roberto y Jaime aquel inesperado acerca- él era el que entraba. Los muchachos respondieron miento de ese mítico ser de fábulas y cuentos román- dando los buenos días como se les enseñara y la ticos llamado mujer resultó por demás sorprendente chica levantó la cabeza. No la vieron Roberto o Jai- e imposible de creer al ver sus formas y en especial me, pero ella, al reconocer a los nuevos huéspedes al ver cómo colgaban aquellos órganos que en algún les dio un buen día con una voz femenina y dulce momento los alimentó a los dos en un pasado que y desde donde estaba les advirtió que se sentaran no recordaban y hoy el reencuentro insospechado. para darles el desayuno. Ahora, esas esferas voluptuosas se menean Los niños se sentaron en las sillas derechos, para saludar a los dos muchachos acompañados animados y hambrientos, esperando ver qué se con unos deliciosos movimientos de cadera, con un les serviría y entonces salió por la amplia entrada natural paso de coquetería. Los hermanos miraban en el muro de cristal una mujer de mediana edad los senos y no los perdieron de vista en especial con sus cabellos peinados con permanente y deste- cuando se quedaron estáticos al momento que ñido a un tono rojizo, portando en cada mano un pusiera los platos delante de ellos. Luego, aquella plato lleno de hot cakes con miel que se deshacía cocinera de deseos carnales se sentó acomodando por el calor al igual que la mantequilla que perdía una de las silla con el respaldo hacia enfrente y sen- en cada segundo su consistencia sólida, pero lo que tándose con las piernas abiertas, posando sus bra- le llamó la atención aquellos muchachos que se zos en el respaldo y sin cubrir sus senos mientras quedaron con la vista pelona fue el torso desnudo sonreía al ver las caras de los dos chicos. confabulario 75 Sin un lívido que les llenara la cabeza de lujuria sonrojados de la pena tomaron cada uno una. Las no supieron cómo reaccionar, miraban aquello sor- yemas de sus dedos palparon la piel para compro- prendidos como un vaquero mirase una bella yegua bar que era natural, sintieron el peso, la textura de o un arqueólogo unas ruinas jamás descubiertas. la aureola y la forma del pezón y sólo los detuvo Para la mujer le resultó agradable que aquellos ni- la mujer cuando comenzaron a apretar para sentir ños no apartaran sus vistas de sus carnes, era la la firmeza y el volumen. mejor muestra de respeto a una veterana dama de Pero fue amable, con voz cariñosa les hizo saber la noche que se cuidaba lo más posible y seguir cau- que eran parte de ella aun cuando no lo parecía para tivando al macho humano, despertando sus instin- aquellos curiosos que quedaran fascinados ante el tos lascivos. nuevo saber. Sólo le dieron sus sinceras disculpas Les preguntó su nombre para romper el trance que había provocado y los niños respondieron como y le preguntaron su nombre cuando sintieron que el hielo se derretía. si su mente durmiera. Luego Jaime en su curiosidad Verónica era el nombre de la portadora de los comenzó a hacer preguntas para poder compren- primeros pechos en carne viva que contemplaran. der lo que veía, preguntas que parecían bobas, pero Y así como los niños se mostraron desconcertados fueron las únicas que se le ocurrieron, como “si no al principio, así se les olvidó y empezaron a desayu- pesaban al caminar” o “si adentro se encontraba nar afanosamente pero sin dejar la conversación con el corazón”. Roberto al escuchar aquellas preguntas un sinfín de preguntas acerca de las chicas sin saber sin sentido interrumpió y corrigió a su hermano por cuáles eran correctas o no, sólo querían saber más su mala educación, pues él sabía de alguna manera acerca de esa rara criatura que estaba delante de ellos después de leer tantos libros del siglo pasado y an- que les era el mayor de los misterios a su edad. terior que lo que hacía no era correcto. Para Verónica las preguntas le resultaban un Pero aquella mujer rio a todo pulmón y entendía chiste, y se carcajeaba con toda el alma pero las res- la inocencia de esas criaturas que jamás habían pondió todas y conforme respondía iban llegando convivido con mujer alguna en su vida, y atrevida- las demás féminas meneando sus cuerpos semi- mente como era ella les invitó a tocarlos para que desnudos, mostrando su carácter sinvergüenza su curiosidad quedara satisfecha. Lo hicieron, con y su enorme curiosidad por las sonrientes caritas algo de temor como si de repente aquellas partes nuevas en esa casa. Para Roberto y Jaime ver tan- femeninas se volvieran en terribles mandíbulas y los tas mujeres juntas en tampoco tiempo fue como ir mordieran, pero aun así estiraron sus brazos, abrie- por primera vez al zoológico y maravillarse con to- ron la palma de su mano y sin ninguna malicia y dos los animales, querían saber de cada una, qué 76 El Búho comían, dónde dormían, a qué se dedicaban pero De cada una Roberto recibió un regalo, todas eso tomaría mucho tiempo, eran demasiados ros- llenaron su rostro de besos y fuertes abrazos al tros nuevos en la vida de aquellos huérfanos. cumpleañero que recibió agradecido con calidez Al pasar los días las mujeres se sintieron seduci- y afecto esas muestras de cariño, luego de tanto das por aquellos chiquillos de carácter firme y mas- aprecio se puso a juguetear con su hermano, con culino, pero sin perversidad, ni deseo de dominio, alguna de las más jóvenes mujeres de la nómina de que de alguna forma su inocencia y bondad sacó a su tío y corrían en el pasto entre el patio y la piscina, relucir algo en ellas que habían olvidado o no sabían pues todas sin excepción le prohibían correr cerca que existía en sus almas y las cautivó más que el oro de la piscina para que no se resbalara. o el tío que es todo un playboy, un casanova experto Roberto en su traje de baño corre en dirección y con sus palabras y actos hace que las mujeres le contraria al jardín y para amenizar la fiesta se lanza hagan trabajos que ni ellas pensaron lo harían en como una piedra a la piscina y empapa a varias con alguna ocasión de su vida. el agua que sale expulsada de aquella acción, pero Pasando el año y meses todas las chicas de la todas ríen a un las empapadas, mientras Roberto mansión festejan el onceavo cumpleaños de Rober- que ha aprendido a nadar por los esfuerzos de las to que se siente muy contento rodeado de sus nuevas amigas, todas lindas, con sus más seductores trajes de baño, sus minitangas o sus esculturales cuerpos portando únicamente sus tatuajes o sus sombreros para el sol. Varias de ellas tuestan sus cuerpos al sol o salen cubiertas de agua de la piscina, orgullosas y coquetas paseándose de aquí allá antes de partir el pastel, pero todas sin excepción atendiendo a sus hombrecitos, en especial a Roberto en ese día tan especial. Leonel Maciel confabulario 77 mulatas que saben nadar y le han enseñado todas de él cambiará y tal vez ni él se dé cuenta de ese sus técnicas, mueve sus brazos y piernas y sale a la hecho, para bien o para mal y entre ellas, entre to- superficie, luego nada a la orilla y sale con mucha das ellas, cuando noten las primeras miradas las- agilidad. civas, su voz cambiada, los vellos que empiezan a Más de una se queda atenta al ver salir a Ro- crecer, las señales de su pronta madures en Rober- berto de la piscina, ven sus sanos músculos con- to. Entonces alguna de esas criaturitas feroces se traerse y expandirse al momento de arquear la escurrirá con él a algún rincón seguro y secreto, sea espalda, sus firmes brazos que lo impulsan fuera, día o noche y allí de incógnitos esa venustez robará las piernas que lo sostienen y lo ponen erecto en su infancia para hacerlo hombre y habrán perdido un instante, todas ven el magnífico espécimen que todas, aquel niño del cual se sentían atraídas. es ya Roberto. Pero todavía tiene cuerpo y rostro Pero hoy lo disfrutarán como él es, caballeroso de niño, su mirada es dulce y su voz amable, sus y alegre, un alma libre pero que se sabe moderar y actitudes juguetonas y sin vilezas, pero pronto, en evitar el mal. El humano que no ve sus cuerpos sino días, semanas, meses, tal vez menos de dos años, a ellas con una gran curiosidad y fascinación. Un día será un hombre, todo eso que las tiene seducidas será como los demás, algún día conocerá el pecado. Hugo Navarro 78 El Búho Milena Solot Cama Me gusta cuando titubeas si será detrás o será de frente piernas que parecen manos y labios que se nos pierden y luego escalo triunfante la cuesta de tu pene para reposar como flor punzante y perfumarme con tu semen. Ladrón Soy la otra la que mira los espejos rotos de tu memoria la otra, la desdichada golosa de tus ojos, la de dientes de musgo, Mirza confabulario 79 la otra detecto que titubeas tu sombra ¿qué es eso que me dejas? tu memoria ¿porqué me dejas? la que arrebata, ¿a dónde vas? la que goza, “preguntas...” la otra, me dirás con ese rasguño amargo de tu dedo tu puta “haces las preguntas que no deben hacerse pregúntame de la hora en tus senos Tongo de aquella noche de recuerdo” Me dices que me dejas pero todo se borra pero no me lo creo, tigre cuando no quiero que me dejes, ya de tus ojos espumosos tigre. Alonso 80 El Búho Felicidad frutos maduros Se parece tanto puertas que abrir al momento de las aguas estar despierta en la espalda, a las ocho am a las golondrinas, que anidan, las calles al calor en los pies los rostros las cenas entre amigos a la danza los quesos y las uvas de la cocina chistes repetidos al reloj, que nadie mira como los gatos al olvido que regresan de la televisión hagamos un hogar a las conversaciones de leche sin forma que lleva miel sin ton ni son de besos al aire de televisión a la y conversaciones a la copa de vino entre sábanas levantada eyaculadas por ti, por mí por no debernos nada seamos una luz más por no perder nada que se enciende por las luciérnagas. en esta ciudad. Domésticos Dedicatoria Cama deshecha noche sin barcos platos, grumos, ni faros confabulario 81 y Nada de vida Bien te dije una noche ahogada en la luz “soy la puta devorada perdida en los años de tus piernas me dices Y ahora “no duermas, quizá todo será me reconozcas bella como antes” a pesar de los años a pesar de que y yo me conoces tanto sin más que el cuerpo quizá me nombres frágil en el silencio de tu mañana y sostenida en tres clavos una boca y una toalla de alcaparras me pierdo quizá entre los ires del viva café en la ilusión de y la bendita oda lo que no fue. del agua en el rostro, me nombras Ritmo sólo en suspiro Vamos lento, más allá de los recuerdos me dices, más allá de la pasión que se enrede el cabello quizá así con los aretes me nombras. que una a una las uvas revienten. 82 El Búho Ulises Velázquez Gil ¿Qué se escucha en el horizonte cuando el mar se desgaja de luces? ¿Qué destella rozagante en el rasero fugaz de un atardecer? ¿Qué se hilvana en la luz donde resplandece el mar sin sueño? ¿Qué ilumina de germinales visajes el paso del sol por los estuarios? ¿Qué se presume sin marginalia como la espuma en un mar privado? ¿Qué se murmura tras el viento en el sesgo de núbiles sonrisas? ¿Qué transita invisible hacia el llanto, enhebrada en mares de arpas y silencios? ¿Qué se descubre –suave y efímera– en el socorrido tintineo del alma? ¡¡Qué cosas prístinas y ultramarinas navegan en el arpa de Roberto Perera!! Luis Argudín confabulario 83 Alejandra Craules Bretón * Cédric Cédric viene con la sonrisa limpia y la espada rota en su viaje no necesita blandir nada más que su pestañas ha conducido sus propios pasos con curso hacia sus sueños buscando su estrella la misma que sobre él siempre brilla Sólo sus ojos se comparan con el cielo sólo su voz revive hadas repara fantasías de viejos tiempos y las guarda en la maleta las lleva consigo a casa Cédric el de amable alma confía en secreto Oswaldo Sagástegui 84 El Búho a los ángeles que encuentra por las esquinas Dame alas señor que declaró su amor que tu camino en el punto donde los caminos se encuentran es difícil de seguir a pie El joven Cédric El viento me guía convenció a su alma a subir y subir hacia ti que la vida en la búsqueda del amor de una mujer lejana No quiero mirar valía gastarla arriba del miedo miedo de caer sin redención Buscó bajo torres dando besos Dame alas señor en la puesta del sol que la luna me espera a damas desesperadas con la mirada etérea de él que soy yo y eres tú Con luz de luna coronó su desnudez porque de ti vivimos y a ti vamos sus hombros se adhirieron a la cota su piel enamorada del sol Dame alas señor cambió su tono que la suya está rota tuvo que comprar una nueva espada dame alas para los dos pero Cédric continúa para sostenerlo en el vuelo camina y se persigna para sanar su cuerpo que es mío imaginando el día para levantarnos juntos en que encontrará su alma y emprender el vuelo Oración por unas alas Beowulf Dame alas señor no recuerdo cuando volaba Llegas en el primer vuelo no puedo soñar sin caer con tu nombre en el pecho no dejes que caiga espero confabulario 85 Tres voces distintas Los dragones de hoy Cómo saber cuál es la verdadera son sociables las damas en peligro no son doncellas Diferentes tiempos los caza dragones distintos nombres dan la vuelta diversos sueños tras haber hecho suyos los sueños de las hadas ¿Cómo saber quién eres? Vikingo junto a mí Madre dragón Hijo dragón Al rescate del alma muerta miran aproximarte vienes atentos en el fin del mundo del dolor estudian el movimiento de tu cuerpo justiciero Curas la fe consumida en su propio fuego con tus manos lívidas acaricias el Tus dedos recuerdo pronto hacen escala en mi espalda pero tus venas se hinchan tanta sangre ya no puede recorrerlas Tu boca sin hacer explotar tu corazón extrae el miedo Una sangría alivia por unos meses La lengua del dragón lo que irremediablemente te matará toca tu oído Beowulf calla Beowulf duda Lloras por mis palabras perdidas duda duda en el momento de ser plasmadas tus hermosos ojos claros mienten Los dragones son más fuertes con lágrimas de fingido asombro que un héroe que blande la indiferencia como espada Pero ya no comerás más mis poemas la fantasía escasea en tiempos difíciles 86 El Búho la he buscado en tu fotografía Con miedo en el eco de tu voz que aún vive en mis oídos tierno miedo o terror en el escalofrío que tu tacto causó dices tierno tengo miedo de ti amor Todo inútil • Tomados del libro Laberintos y dragonerías. en esta época es muy caro conseguir esperanzas Polvo de estrella El viento de tu nombre recorre inquieto mi cuello El suave aliento de una estrella que titila en otro cielo Suave impasible delicado se desliza en mis senos reflejando tu deseo Todo inútil en esta época es muy caro conseguir esperanzas Orlando temeroso Solo Regresas sólo para sostenerte con mi aliento Carmen Parra confabulario 87 Benjamín Torres Uballe E l escándalo lo despertó y aceleró también los latidos de su corazón. Se había quedado dormitando, no sabía por cuánto tiempo, con la cabeza sobre los brazos cruzados, apoyados en las rodillas. Vio el alboroto en la entrada del Metro Hidalgo. Observó que la mayoría eran jóvenes blandiendo cartulinas de colores. “#PosMeSalto”, decían las primeras que alcanzó a leer y algunas otras: “Mancera traidor ” y “Ortega asesino del News Divine”. Sintió curiosidad y se coló con los que protestaban. Al llegar a donde están los torniquetes de acceso se dio cuenta que en medio de gritos los jóvenes persuadían a los usua- 88 El Búho Aída Emart rios a ingresar sin pagar. Los vigilantes nada Estaba absorto. Como en una terapia exis- hacían para impedirlo. Así los habían instrui- tencial, fluían igual que ríos caudalosos las es- do, según se enteró días después Diego Fer- cenas. Intentó en vano oponerse a ello y sólo nando, quien aprovechando la generosa ofer- logró acicatearlas más. Mesó el cabello crespo ta pasó en medio del caos. entrecano, pero se le atoraron los dedos de- Realmente no tenía a dónde ir. Desde bido a los muchos días sin asearlo. La barba hacía mucho tiempo dormía donde lo tomara cerrada le daba un aspecto mayor a los 45 años la noche, donde el alma se le oscureciera una que había cumplido hacía tres meses escasos. vez más. Se quedó ahí, en el andén, mirando El fuerte ruido de las ruedas avanzando cómo llegaban los trenes y vomitaban miles sobre los rieles no fue capaz de sacarlo de sus de personas, todas con una misma caracte- cavilaciones. Las escenas en su mente re- rística: la prisa. Una desbordada urgencia por cobraban la imagen en el espejo de su de- llegar a quién sabe dónde. Entonces sintió partamento, vestido con smoking negro, una extraña calma: no tenía apremio por lle- y los mocasines de charol semi-mate que gar a lugar alguno. había comprado en Italia durante una gira Lentamente se dejó caer en el rincón del de otoño. andén, a unos dos metros de un par de chicas Empezó a inquietarse. Oprimió las sienes que platicaban en voz baja y ocasionalmente con ambas manos, y dijo en un susurro: se besaban amorosamente. La memoria em- “¡basta, basta!”. Las mujeres que estaban en pezó a jugarle una mala pasada. Sin pedirlo, el flirteo amoroso voltearon a verlo y una de empezaron a llegar los recuerdos, primero ellas le grito: “¡a ti qué te importa, mugroso!”, vagamente y luego de forma clara. en la creencia que se había dirigido a ellas. Recordó las muchas ocasiones que usó Las escenas iban y venían como en un la Línea 3 del Metro para llegar al Palacio de incesante carrusel. Creyó ver nuevamente los Bellas Artes, tanto para los ensayos como viajes, los aplausos y el ambiente que confor- para los conciertos de la Orquesta Sinfónica man la atmósfera que gravita alrededor de la Nacional en la que había logrado convertirse orquesta en una especie de jardín edénico. en el primer violonchelo después de sus estu- Frotó fuertemente su desaliñada barba como dios en el Conservatorio Nacional de Música intentando salir por una puerta de emergen- y de especializarse mediante una beca en Ale- cia del tobogán que lo llevaba una y otra vez a mania, Austria y Rusia. una especie de laberinto mental. confabulario 89 En su imaginación, los recuerdos se volvieron atroces reclamos vestidos de demonios los ojos, creyó que era el momento de verse a sí mismo, sin mezquindades. deformes, cantándole con voz de barítonos al Se la había presentado el director de la unísono: “¡Diego Fernando, eres un demonio Sinfónica antes de un ensayo, en el primer perdedor!”, mientras lo azuzaban en círculo día que ella se incorporaba como becaria. En con largas varas de metal al rojo vivo. el grupo abundaban las mujeres bonitas y muy Un policía vino y le preguntó si pasaba preparadas, pero Anelka le pareció sin duda algo. Él le contestó alterado y con el rostro de una belleza especial: era alta, esbelta –sin sudoroso que no: “Es la presión, se me bajó llegar a flaca–, cabello negro y unos enormes un poco”. Entonces el vigilante continuó el ojos azules que –consideró– se asemejaban a recorrido sin ponerle mayor atención, pero sí la constelación de una deidad en el universo. lo hizo en forma lasciva con las dos chicas Tocaba el clarinete, y su estancia era por lesbianas que parecían quererse comer de un seis meses. Luego regresaría a Rusia para inte- solo beso, sin importarles el resto de la gente grarse a una de las orquestas de cámara de ese que disimuladamente las observaba. país, según lo decidiera el Ministerio de Cultura. La interrupción le sirvió como breve respiro. A partir de la siguiente mañana llegaba Limpió su cara con la manga del sucio y viejo antes del horario establecido con el pretexto blazer azul marino, del cual sacó una pequeña de ensayar un poco más que el resto de sus botella de agua que había rellenado la noche compañeros. Esperaba ansioso a que ella apa- anterior en la fuente en la que solía sentarse reciera con su 1:75 de altura bajo el arco de por horas para mirar el cielo, simplemente mi- la entrada de los artistas. En cuanto lo hacía, rarlo. Bebió un par de sorbos y cerró los ojos. se le presentaba y charlaban en su español, Ya tranquilizado, su pensamiento buscaba que parecía más bien un diálogo cómico. Así una razón del porqué había cambiado su vida lo pidió ella, según para practicarlo. tan drásticamente. La disciplina, el trabajo y A solas en su cuarto pensó que era impo- la constancia habían sido una particularidad sible no enamorarse de quien le parecía un que no descuidó antes. Conocía perfectamente verdadero ángel. En una gira por Estados Uni- la respuesta, pero siempre temía encontrarla dos, en la que el director decidió no incluir de frente, sin adornos; sin embargo, hoy por a ningún becario, Diego estuvo distraído a algún motivo que desconocía no sentía ese causa de la ausencia y cometió por primera miedo patológico para mirarla directamente a vez errores en los conciertos; esto ocasionó 90 El Búho que el director en privado lo reprendiera a decirle que no eran novios para darle expli- con severidad. cación alguna, dio media vuelta y lo dejó solo, La gira duró tres semanas que le parecie- rumiando su coraje. ron eternas. Al regreso se enteró, por medio Y era verdad. Nunca le había dicho que le de uno de los conserjes de los camerinos, que gustaba, mucho menos invitarla a salir, en- al término de las prácticas Anelka era espe- tonces, ¿por qué le reclamaba, con qué dere- rada por un tipo vestido de mariachi. Los ce- cho? Pensó que había incurrido en un grave los aparecieron como miles de cuchillos que error y al día siguiente que se hubiera pasado le atravesaron el corazón. el coraje de ella, le ofrecería disculpas y la in- Al día siguiente, sin más, le reclamó airadamente. La rusita, sorprendida, sólo acertó vitaría a cenar. Sin embargo, la situación empeoró. Al Edgar Mendoza confabulario 91 concluir el ensayo general, Diego la siguió Los ojazos de la clarinetista arrojaban hasta la explanada para hablar con ella y la fuego por el coraje, mientras que intentaba sorpresa fue sin límites: ahí estaba el mariachi ayudar a poner de pie al mariachi. Pero el con su traje gris y adornos verdes abrazán- golpe había sido certero y no terminaba de dola y besándola apasionadamente. La ira lo volver en sí. Gran parte del vocabulario popu- cegó por completo, con envidiable cruzado de lar moscovita caía inmisericorde sobre el no- derecha depositó en el suelo al representante queador concertista. de la música ranchera. Se marcharon en un taxi: como fardo el Alfredo Cardona Chacón 92 El Búho golpeado galán de la doncella y ésta senten- El golpe fue demoledor; se refugió en el ciando en español que el chelista era un sal- brandy. Pasaba horas y días dormido, la mayo- vaje y no lo quería ver jamás. ría borracho, escuchando música clásica de Al día siguiente Anelka no apareció a la autores rusos. hora del ensayo, lo hizo casi al final. Diego es- Una mañana le dejaron por debajo de la peró a que ella terminara de hablar con el di- puerta un sobre de la orquesta, en el que le rector. Luego caminó de prisa para alcanzarla informaban que su contrato había sido res- con el ramo de rosas rojas que había com- cindido por abandono de trabajo. prado para la ocasión. Le habló pero simplemente ignoró el llamado. Eso lo deprimió más y ya sin ingresos lo lanzaron de su departamento ante los 5 me- Entonces se le paró enfrente y le dijo ses que acumuló por falta de pago. La primera con una súplica: “Perdóname, por favor. noche no le dio importancia, ni la segunda, Lo siento”, y le extendió el ramo de flores. Más ni las muchas que siguieron. Finalmente se le valía no haberlo hecho. La hermosa rusa acostumbró. Increíblemente aún pensaba en se lo arrojó a la cara y enseguida le soltó una Anelka y alucinaba pensando que en un futu- bofetada con una fuerza tal que provocó que ro no lejano llegaría buscándolo para pedirle soltara estrepitosamente el estuche negro que se casaran. que contenía el chelo. En forma brusca, el mismo vigilante lo No pudo dormir en toda la noche. Real- interrumpió para decirle: “Vamos, amigo, ya mente estaba enamorado. Pensó en llegar vete. Vamos a cerrar la estación, ése que viene más temprano de lo habitual y rogarle que lo allá es el último tren”. perdonara, que sus intenciones eran muy se- Con dificultad se puso de pie y se quedó rias, incluso de matrimonio, y la boda podía en la orilla del andén como si fuera a subir ser en su país con mucho vodka de por medio, al convoy. Fue cosa de un instante: diez me- si así lo quería ella. tros antes que llegara el tren al punto donde Anelka no llegó al ensayo. Tampoco al estaba parado, se arrojó a las vías. El pesado día siguiente. Preguntó entonces al director, convoy trituró el cuerpo, lo que hizo exclamar quien le respondió que había renunciado y a la pareja de novias: “¡No manches, güey, ese vuelto a su país, con las notas del mariachi en ruco estaba loco y además te dije que era un el equipaje. pervertido, nomás nos estaba viendo!”. confabulario 93 letras libros revistas David Figueroa S ebastián Lerdo de Tejada. Lectura apta sólo para interesados en la historia de México y que deseen adentrarse en un periodo presidencial muchas veces desconocido y mal juzgado por la historiografía oficial; es el recuento de una profusa investigación hecha por Frank A. Knapp quien, basado en fuentes bibliográficas, hemerográficas y testimoniales de primera mano, nos lleva de la mano a reconocer las grandes aportaciones de este personaje muchas veces ignorado e incomprendido: Sebastián Lerdo de Tejada. Hombre digno de una altivez y disciplina pocas veces vistas en un mandatario mexicano, Lerdo de Tejada ha sido víctima de dos sombras políticas poderosas: Benito Juárez y Porfirio Díaz. No obstante, su periodo presidencial posee varias aristas que definieron la dictadura porfiriana Leonel Maciel y el México contemporáneo. En primera instancia, es menester mencionar que además de haber sido Presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejada posee una envidiable trayec- 94 El Búho toria académica en materia jurídica, primero un “inspector Javert” (parodiando la referencia como estudiante jesuita y, posteriormente, de Knapp con Los Miserables de Víctor Hugo) como alumno y rector del Colegio de San que lo condujeron a convertirse en un mexica- Ildefonso. Esto sin duda influyó en él para no no impecable. olvidar los rígidos estándares que practicaba día con día. Su estadía en el Ejecutivo federal a la muerte de Juárez, lo llevó a impulsar grandes desarro- Hijo de una familia numerosa, Lerdo de llos para el país. En primera instancia, las dos Tejada siempre tuvo como modelo a su propio primeras líneas del ferrocarril, transporte de hermano, Miguel, a quien poco se le recono- cuya importancia -decía- era fundamental para ce en los últimos gobiernos santanistas y a el desarrollo de México y había que aprovechar quien mucho se le debe en la redacción de la coyuntura acerera en los Estados Unidos la legislación que se implementó en la época comunicando al nuestro para que el comercio como fueron las Leyes de Reforma y la de la y el transporte de personas, nos llevara a lo que Constitución de 1857. más tarde veríamos “con pompa y platillo” en El estudio del derecho y el irrestricto apego el Porfiriato. a la disciplina que siempre lo acompañó. En Sin embargo, para que los grandes desa- este sentido, hay que recordar que, al lado de rrollos tuvieran cabida, era necesario contar Juárez durante el gobierno itinerante de la in- con finanzas sanas, cosa que no había sucedi- tervención francesa, las decisiones jurídicas y do en el país. Para ello, tuvo que reordenar los muchas también políticas, aunque salieron de impuestos así como apostar a otros sectores la boca de Juárez, se sabe que fueron ideadas como la educación y la libertad de prensa y ex- por el estadista veracruzano. presión, para que México pudiera accesar a una Como el ejemplo anterior, el autor también vida moderna como cualquier otra metrópoli nos proporciona datos de fuentes certeras que del mundo. ¿Acaso no fue esa la visión de los nos llevan a degustar hoja por hoja, los pasa- científicos durante el régimen de Porfirio Díaz jes personales y profesionales, tales como su ya para el año 1900? Al final, los segundos lo infancia donde su familia y la de don Antonio conquistarían aunque las bases estaban senta- López de Santa Anna eran vecinos; por otro das años atrás con don Sebastián. lado, las peripecias que vivió como joven y Siempre testigo responsable de los hechos que, en muchos casos el haber sido un esclavo que lo conducirían a la máxima silla del país, de los estudios a temprana edad, hicieron de él Lerdo de Tejada intentó reelegirse para conti- letras, libros y revistas 95 nuar sus proyectos, aspecto que fue aprovecha- Sin poder negociar su permanencia como al do por Díaz para infligir su revuelta y evitar que frente del ejecutivo y salir exiliado hacia Nueva se pisoteara la Constitución de 1857 y que, a York, Lerdo de Tejada reprocharía al presidente propósito del acertado comentario, él tampoco de la Suprema Corte de Justicia de entonces, respetaría. José Ma. Iglesias, no lo apoyara en su camino para la reelección y éste buscara su propio andamiaje en aras de conseguir la presidencia y al mismo tiempo, también lamentaría la avidez de poder de Porfirio Díaz, quien había logrado aprovechar el momento y ganar la partida. Al final, Díaz y Lerdo se reconciliarían aunque el jurista no volvió al país más que en su féretro cuando la muerte lo alcanzó en 1889. El legado de este veracruzano con sangre española en sus venas, fue sin duda alguna su honradez, su disciplina y su gran amor a la patria en momentos en los que los hombres fácilmente cambiaban su bandera política por unos cuantos pesos o por favores militares y/o políticos. Esta lectura desmitifica, revive y lleva al pedestal de las grandes figuras nacionales a don Sebastián Lerdo de Tejada, un brillante estadista para quien no fueron suficientes cuatro años de gobierno pero sobre los que el progreso nacional se vería consumado décadas después pero bajo otra bandera: la de Porfirio Díaz. Sebastián Lerdo de Tejada. Frank A. Knapp. Universidad Veracruzana/INEHRM/SEP. 2011, 491 pp. [email protected] Carmen Parra 96 El Búho Roberto Bravo M ónica Broson, nació en la ciudad de México. Ha publicado alrededor de quince libros, entre los que se encuentran: ¡Casi medio año!, Historia sobre un corazón roto… y tal vez un par de colmillos, Las inexistentes, Bolita, La abuela y el cuento del huevito, la aventura de los pollos voladores, Famosas últimas palabras y Siete habitaciones oscuras. En 1977 recibió el premio Barco de Vapor. Es una de las escritoras mexicanas que más premios ha recibido por sus libros de literatura infantil, muy leídos tanto en nuestro país como en el extranjero. 1.- ¿Cuando has sido más feliz? Casi toda mi vida he sido razonablemente feliz. Quizá los dos años que estudié en la Sogem. 2.- ¿A qué sientes más miedo? A la pérdida, al dolor. 3.- ¿Cuál es tu primer recuerdo? Quizá el más articulado que Leticia Tarragó letras, libros y revistas 97 10.- ¿Qué te hace infeliz? Que se formen distancias con la gente que quiero. 11.- ¿Cuál es tu aroma favorito? “weno” (así, con w) que me pegó mi sobrina. 19.- ¿Qué trabajo te ha resultado más pesado hacer? Una crónica de cierto año de gobierno de El del pan recién hecho. cierto gobernante. Yo fungía como el negro de 12.- ¿Cuál es tu libro favorito? otro negro. Fue espantoso. Muchos lo han sido de manera temporal. El que permanece siempre es El forastero misterioso, de Mark Twain. 13.- ¿Qué disfraz elegirías en caso de necesitar uno? Depende la ocasión para la que lo necesitara. Pero uno muy práctico que siempre se me 20.- ¿Cuándo lloraste por última vez y por qué? En el cine, viendo un documental: Mea maxima culpa. Por pura rabia. 21.- ¿Cuál ha sido tu mayor logro? Estar donde estoy ahora. En todos los sentidos. ha antojado es el del Sin-cara de El viaje de 22.- ¿Qué te provoca insomnio? Chihiro. Un viaje largo o a un lugar lejano. Casi nun- 14.- ¿Qué es lo peor que han dicho de ti? Que soy igualita a Alicia Villarreal. Ja. No es tan malo, pero, si han dicho algo peor, no me he enterado. ca duermo bien la noche anterior. 23.- ¿Qué palabras te gustaría dijeran en tu funeral? Nunca pienso en eso. Pero ahora que sí, 15.- ¿Perro, loro, gato, canario? creo que me da igual. De todos modos ya no Para tener, ninguno. Pero de todos me sim- voy a estar ahí. patizan más los perros. 24.- ¿Cómo te gustaría ser recordado? 16.- ¿Es mejor dar que recibir? Como alguien con quien era padre estar. Ambos. Soy partidaria de la reciprocidad. 25.- ¿Cuál ha sido la lección más grande 17.- ¿A quién invitarías a la fiesta que has soñado hacer? Las fiestas no es mi tipo de sueño. Pero supongo que invitaría a los amigos con quienes más me divierto. 18.- ¿Qué palabras, frases, muleta, usas frecuentemente? que la vida te ha dado? La lección permanente que la vida me da todos los días es que no hay que tomársela tan en serio. 26.- ¿Dónde te gustaría estar en este momento? En una playa. A 25 grados. Trato de evitarlas, pero últimamente uso un letras, libros y revistas 99 apantallados Dalia de León Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuer- “ za ascendente igual al peso del volumen del líquido que desaloja.” Este párrafo inicial constituye el principio del científico griego Arquímedes en referencia al comportamiento que tienen los cuerpos en el agua; principio que es utilizado como parteaguas de la obra teatral intitulada de la misma manera, por el dramaturgo Josep María Miró, y que gira en torno a una problemática de ficción, suscitada en una alberca deportiva. La trama envuelta en un acto que acosa en ocasiones a parte de la sociedad, es decir, el abuso sexual en que incurren algunos profesores con sus discípulos. En el caso de esta puesta en escena, se traduce en la incógnita que surge ante el aparente abuso que comete un joven entrenador de natación. Personaje protagónico caracterizado como un hombre alegre y atractivo que goza de romper con las reglas establecidas, y quien es acusado por un padre de familia, por actos homosexuales infringidos con un niño. El Principio de Arquímides 100 El Búho Prendas olvidadas en el deportivo, como el de la problemática suscitada. un traje de baño, y el comportamientos de sobre de- En el rol del padre de familia actúan Héctor mostración de afecto, le acusan, poniendo en riesgo Kotsifakis y Arturo Barbas, de manera alternante. Y fi- al instructor y también a la reputación del deporti- nalmente, Humberto Bustos, en el papel de Héctor, se vo, provocando la baja de algunos integrantes del presenta en el personaje de otro de los entrenadores, grupo de “los caballitos de mar” liderado por el en- quien sólo desempeña bien su trabajo como profesor trenador Rubén, protagonizado por el actor Mariano respetuoso de las reglas y de sus alumnos. Palacios. La dirección artística del drama El principio De este modo, la obra cobra matices interesantes de Arquímedes se encuentra a cargo de Diego del Río, en torno a la psiquis de los personajes, los cuales y se presenta desde el día 5 de marzo, hasta el 26 de muestran sus propias miserias del alma o experien- abril en el Teatro Julio Castillo, bajo la producción del cias traumáticas sufridas, que se traducen en sueños y INBA, CONACULTA y la SEP, y es interesente comentar pesadillas repetitivas, experiencias traumáticas vividas que su autor ha sido galardonado en diversas ocasio- que parecieran justificar de alguna manera el compor- nes por algunos premios, siendo el más significativo tamiento de cada uno de los personajes. el Premi Born de Teatro recibido en España por dos Todo ello en suma, nos permite ubicar este dra- ocasiones en los años 2009 y 2011. ma desde la perspectiva de la emotividad, como una obra que puede ser analizada dentro del género teatral Los ojos de Ana psicológico. Otra de las obras con matiz psicológico es la puesta Puesta en escena en un solo cuadro escenográfico en escena de Los ojos de Ana, original de Luc Tartar que simula el vestidor de los entrenadores, de una es- bajo la traducción de Humberto Pérez y la dirección cuela de natación, y que es presentado en medio del de Boris Schoecman. escenario entre dos hileras de butacas, lo cual permite En ella interactúan diferentes personajes psicóti- al espectador, sentirse mas cercano a los personajes, y cos que definen cada uno una personalidad psicológica a la trama, dentro de la cual, el personaje de Ana cobra diferente, reprimida, y todos, en relación a la paranoia vida (actuado por Fernanda Borches). de Ana, personaje protagónico, en torno al cual gira la Ana es una mujer aparentemente estricta y un poco amargada, pero si embargo, muy vulnerable. trama, pero que tiene la peculiaridad de no aparecer nunca en escena. Funge como directora de la escuela, y es quien tras la Usted tal vez se preguntará cómo un personaje muerte de su hijo, se verá en consecuencia impedida que nunca es presentado en la puesta escenográfica, a tomar una postura clara, para aceptar, o bien, para puede llegar a ser el personaje principal. Pues la res- enfrentar las exigencias de los padres de familia, ante puesta estriba a que pese a estar ausente, todos los apantallados 101 tengo es cuando me caí en la regadera y se me puso un ojo morado. No recuerdo la caída 4.- ¿Quién es la persona viva que admiras más y por qué? sino después, cuando tuve que ir a la escuela Puede ser que a Richard Dawkins, por la ve- con el ojo así. Temía las burlas que al final no hemencia con la que defiende su causa y sus ocurrieron. convicciones. 5.- ¿Qué rasgo de ti deploras más? A veces, pudiendo hacer las cosas, no las hago. 6.- ¿Cuál es el rasgo que más deploras en otras personas? La doble moral. 7.- ¿Cuál ha sido tu momento más embarazoso? Realmente embarazoso no he tenido ninguno. Medianamente muchos, como cuando una amiga nos apuntó en el karaoke de un hotel playero para cantar Bésame mucho y resultó que no me la sabía. 8.- ¿Cuál de tus cosas aprecias más poseer? Mis libros. Mis cuadernos de notas. Algunos regalos que tienen un significado emotivo para mí. 9.- ¿Qué gran poder quisieras tener? Ignorar las cosas que me importan y que en realidad no deberían de importarme. O, si hablamos de superpoderes, pues volar. Rruizte 98 El Búho demás personajes le hacen cognoscible, en cuanto a pareja que espera un hijo, el cuál no es deseado por la que los diálogos entre ellos, siempre son en torno al madre. Y en otra-hora, el deseo más ferviente de otra comportamiento y a las vivencias con Ana. pareja impedida por la impotencia de un hombre ya Los ojos de Ana se presenta en el teatro Orientación los sábados y domingos a las 12:00 hrs. longevo, llevan a ambas parejas a vivir frustraciones, ante el intento de comprar el bebé rechazado y evitar el aborto. Una pareja y un hijo La traición, la decepción y el deseo de vivir, son De Agustín Gatto, bajo la dirección artística de Gortero, los elementos medulares que le dan vida a este drama la obra teatral muestra la relación disfuncional de una representado en el foro del teatro El Granero. El Principio de Arquímides 102 El Búho Francisco Turón L o primero que pienso cuando veo una adaptación teatral y puesta de escena de Sonata de Otoño, es en el imprescindible guionista y director de teatro y cine Ingmar Bergman (1918-2007). En este caso, el valiente director de escena Ignacio Ortiz, se avienta el osado reto de utilizar a Bergman como elemento de soporte para su propuesta de teatro, basada en la película sueca de 1978, dirigida por Ingmar Bergman, e interpretada con actuaciones de un virtuosismo deslumbrante, por nada más y menos, que Ingrid Bergman, Liv Ullmann, y Lena Nyman. La película fue galardonada con el Globo de Oro a la mejor película extranjera. Fue también nominada para dos premios Oscar, a la mejor actriz protagonista (Bergman) y mejor guion, aunque finalmente no obtuvo ninguno. Otros artistas también se han inspirado en la obra bergmaniana, como Pedro Almodóvar en su película Tacones lejanos (1991) donde se cita una escena de Sonata de Otoño, como Fotografía: José Jorge Carreón apantallados 103 un paralelismo de su propia trama de enfrentamien- Eva (Aída López) y Helena (Diana Ávalos). Helena to entre una madre y su hija. En la basta filmografía está gravemente incapacitada desde hace varios de Bergman, la temática de las relaciones familiares años. Eva, la hija mayor, ha perdido a su único hijo deterioradas es recurrente, como por ejemplo su- ahogado en un accidente. Está casada con Viktor cede en: El silencio (1963), Gritos y susurros (1972) (Juan Carlos Rodríguez), pastor en una pequeña o Cara a Cara (1976). parroquia del pueblo. Charlotte está muy afectada El título de Sonata de Otoño me parece un después de que su amigo, Leonardo, también músi- tanto perverso, ya que en realidad se debería titu- co, muriese tras una larga enfermedad. Eva, que no lar Sonata de Invierno lo cual sería más adecuado ha visto a su madre en casi siete años, le escribe para el argumento: Charlotte (Patricia Marrero) cuando se entera de la muerte y le pide que vaya a que es una pianista internacional, tiene dos hijas: su casa. Fotografía: José Jorge Carreón 104 El Búho Charlotte llega. Ya al llegar le molesta extraor- Persona o Gritos y susurros, se puede ver cómo se ha dinariamente, cuando se entera de que a Helena, ido desarrollando la película y cómo ha resultado. que ella cree que está en una clínica, la cuidan Eva Pero por qué aparece de pronto Sonata de otoño y y Viktor. Supera el choque con dificultad. En una tiene el aspecto que tiene, igual que un sueño… po- charla caracterizada por una cortés falta de con- siblemente ése sea el error: tenía que haber seguido tacto, salen al recuerdo resentimientos y humilla- siendo un sueño. No una película de sueños, sino ciones guardados entre Charlotte y Eva. Durante un sueño cinematográfico: dos personajes. Debió una conversación nocturna entre madre e hija se haberse prescindido del ambiente y todo lo demás. derrumban los muros de contención. Cuando se ha Tres actos en tres luces: una luz de atardecer, una calmado toda agitación, Charlotte, con su máscara luz de noche y una luz de mañana, nada de decora- que oculta su fragilidad y su incapacidad de amar, dos engorrosos… abandona precipitadamente a sus dos hijas para volver a la música y a la soledad. El mismo Bergman escribió respecto a su obra: “Se esconde algo misterioso en la frase: “La hija da luz a la madre”. Ahí hay un sentimiento que no tuve fuerzas de llevar hasta el final…” “El borrador de Sonata de otoño fue escrito el 26 Coincido con Bergman en que su frase “La hija de marzo de 1976. Se relaciona estrechamente con da luz a la madre”, se esconde algo misterioso, sin el asunto de los impuestos que se abatió sobre embargo, me queda claro que no hay una intención mí a principios de enero y que me llevó al depar- de moraleja. Simplemente, Charlotte es una madre tamento siquiátrico del hospital Carolino, luego a que nunca prodigó amor a sus hijas por estar con- la clínica Sophía y finalmente a mi casa de Faro. centrada en su destacada carrera como concertista Después de tres meses se dio carpetazo al asunto. de piano. Se trata de un personaje que no es ca- “La noche de la absolución, cuando no pude paz de reconciliarse con su hija porque no quiere dormir a pesar de los somníferos, se me ocurre que postergar los deseos propios ante las pasiones quiero hacer una película sobre el tema madre-hija, ofuscas de las existencias que se consumen inútil- hija-madre. mente en remordimientos. El dominio de Bergman “Concebí Sonata de otoño durante unas horas nocturnas después de un tiempo de bloqueo total. “Lo que nunca llegaré a saber es esto: ¿Qué sobre los instintos humanos nos introduce al alma de los personajes con un alto voltaje de Amor vs. Odio, Cariño vs. Rencor. ocurrió para que fuese precisamente Sonata de Recordemos que tanto en Henrik Ibsen (1828- otoño? Si uno anda dándole vueltas mucho tiem- 1906), como en August Strindberg (1849-1912), in- po a una historia o a unos motivos, como pasó en fluyeron los grandes temas, y las atmósferas ago- apantallados 105 biantes que atraían a Bergman, un genio que sobre- un estricto pastor luterano); y de ese fenómeno en vivía a través de sus personajes, que se caracterizan que él por momentos se siente abandonado, y otras por arrastrar un pasado lastre en sus pensamientos veces acompañado, por momentos busca desespe- y sentimientos, y que a su vez están atravesados por radamente la compañía, y en otros, la detesta para las trayectorias que los reconducen a sí mismos, regresar a su idea de la soledad. Ese Bergman de hacia su propia alma y conciencia. La trasmisión de los setentas es para mí especialmente importante; estos estados de conflicto interno de los persona- sin embargo, debo aceptar que ya lo había perdido, jes origina historias lacerantes y angustiosas, con y que ahora empiezo a recuperarlo porque es uno de recorridos íntimos, enigmáticos, que inevitable- los más grandes monstruos de la historia del cine que mente se apoderan del espectador, transportándolo han acompañado algún período de nuestras vidas. a una experiencia estrictamente personal. Para ver a Bergman hay que hacerlo desde un A mí con Bergman me pasa algo particular, par de perspectivas. Una consiste en que el espa- porque cuando conocí de su existencia él estaba en cio en Bergman es esencialmente un universo sub- un momento muy brillante como director de moda jetivo. El espacio es fantasmas, sombras deambu- del cine europeo. Todos los intelectuales estaban lando. El espacio puede tener características físicas seducidos por su cine, y no solamente por su cine- muy concretas y que sin embargo se trasciende a matografía, sino también por su teatro, porque sí mismo. Cuando vemos una película de Bergman, evidentemente Bergman ha tenido la capacidad de el espacio es fundamental como en Séptimo sello, crear la renovación en el aspecto cinematográfico, un mundo medieval muy concreto, que en definitiva además de una fuerte impronta en el espacio tea- no es más que el espacio de la duda y de la muerte, tral. Las puestas en escena de Bergman son absolu- el diálogo entre el diablo y el caballero, es decir, un tamente famosas, extraordinarias, atractivas, y de espacio metafísico. O en otras obras, la abundancia un convencimiento total gracias a una especie de ul- del close up, donde los primeros planos son el es- tra realismo en cada detalle. Bergman nos plantea- pacio de las pasiones, del pensamiento, del sueño ba una visión del mundo que es particularmente como sucede en Fresas Salvajes (1957). Cuando pien- egoísta en el sentido de que sus puestas casi siem- so en Bergman en primera instancia me planteo el pre están implicadas sobre sus propias historias. Su cuestionamiento del espacio. Y cuando pienso en cine por ejemplo, está extremadamente relaciona- un Bergman teatral me pregunto… ¿Qué significa do con sus pensamientos, sus torturas, sus dudas, el espacio teatral en Bergman? ¿Cómo se cumplirá su evolución estética, sus preguntas metafísicas, un espacio teatral para Bergman? ¿Cómo buscar con su cercanía o alejamiento de Dios (era hijo de una abstracción que permita el reino de ese pensa- Tirano Banderas 106 El Búho miento y sus conflictos emocionales? ¿Cómo encuentro el espacio bergmaniano en teatro? Quiere decir que cuando pienso en Bergman, no en cine, sino en teatro, me hago una serie de Otro elemento que me preocupa en Bergman, interrogantes. Además me cuestiono la valentía que es que ya tenemos comprado a Bergman en cine, se debe de tener para llevar al teatro una película entonces los grandes primeros planos donde veo filmada por Bergman e interpretada por dos ac- a Ingrid Bergman en cinco por cinco metros, en la trices de las dimensiones de Ingrid Bergman y Liv pantalla grande… ¿cómo los logro en teatro? ¿Cómo hago para recuperar en teatro esos primeros planos que nos entrega el cine de Bergman tan amorosamente? Pienso en Bergman y me planteo: ¿cómo juego el elemento de las pasiones sin transformar ese elemento en un melodrama, sin transformar ese elemento en algo que abarate la presentación de ese conflicto que es tan delicado y tan difícil de obtener? ¿Cómo trasmitir al teatro su narrativa visual que suele ser deliberadamente lenta, con unos planos mesurados que tienen el fin de lograr la reflexión entre los espectadores que están capturados en la diégesis cinematográfica de Bergman? ¿Cómo trazar el drama psicológico de los personajes con recursos tan genuinos y propios y con tanta intensidad, en una experiencia autónoma de la película? ¿Cómo cumplir con rigor el rito de llevar de la mano las criaturas bergmanianas y dejar que los actores y el director hagan su vía crucis creativo garantizando con precisión el adecuado tono metafísico y filosófico, pero alejado del efecto del golpe bajo? Carmen Parra apantallados 107 Ullmann. Uno en teatro tiene un referente que se monstruo y trato de reproducirlo, o peleo con ese olvida pronto, pero el referente cinematográfico pue- monstruo para tratar de encontrar una identidad do comprarlo por veinte pesos en cualquier lado y que me permita distanciarme sin traicionarlo. Por verlo las veces que quiera. Eso quiere decir que cuan- ejemplo, en Bergman destacan sus simetrías com- do llevo al teatro otra obra de teatro, estoy com- positivas en el empleo evocador de la música, y esto pitiendo con sombras, pero cuando llevo al teatro se enfatiza mucho más tratándose de una obra en una película, estoy forzosamente convocando imá- la que cambia el existencialismo por el sentimen- genes que cualquiera puede encontrarse de nuevo. talismo; y en cuyo título tiene una referencia musi- Así que cuando me enteré de la puesta de Sonata cal, aparte de que su personaje protagonista es una de otoño, fui con un poco de temor de confrontar pianista que interpreta preludios de Chopin en es- las imágenes de la película y entonces me acordé cena. Por lo tanto, además del Preludio No. 2 en La de un reportaje que le hicieron a Bergman donde él Menor de Frédéric Chopin, uno tiene la expectativa hablaba de la función de los críticos. Decía que le de escuchar la Suite No. 4 en Mi Menor de Johann interesaban los críticos en la medida que respeta- Sebastian Bach, o la Sonata en Fa Menor, opus 1 ban su subjetividad, es decir, que el crítico que bus- de George F. Handel. Pero por alguna injustificada ca el elemento objetivo de valoración de un produc- razón, el director apostó porque no hubiese una to, a él le interesaba cómo rebotaba en ese crítico banda sonora en su montaje, lo cual traiciona el es- la lectura subjetiva que hacía de su producto. Le píritu bergamaniano. daba más valor al crítico como un espectador que En conclusión, creo que el teatro tiene legali- puede acercarse a su obra y filtrarse con su subje- dades y virtudes propias como lo es el fenómeno tividad, más que un intento de valoración objetiva. aurático, que lo hace un medio totalmente distinto Y eso era lo interesante de sentarse ahí en la butaca al cine. No se puede negar que cuando se ve una del Foro Sor Juana en la UNAM, y ver de qué manera buena película que sucede en la intimidad de espa- se reflejan estos conflictos y las emociones de estos cios interiores privados, con una trama que tiene un personajes como espectador, y no necesariamente gran nivel de alta densidad dramática, lo que pasa como crítico. al ver la versión teatral, es que inevitablemente el Sin embargo, como crítico opino que el trabajo espectador tiene un déficit frente a las imágenes del director no supo aquietar a ese ser ampuloso que tiene de la película, por lo que la experiencia y grandilocuente que es Bergman. En la pues- cinematográfica pesa en la memoria cuando uno ta en escena hay un director, y hay un Bergman. asiste a ver la misma historia en el teatro. Entonces hay dos posibilidades: me apego a ese 108 El Búho arca de Noé Marcos Winocur ¿ Rey de la creación? ¿La especie más evolucionada del planeta? ¿O no pasa de un mono vestido? Por toda respuesta, dirigirse a Sigfrido, el héroe mitológico. Lo encontramos cuando acaba de dar muerte al dragón. Feliz, se baña en el chorro de sangre caliente del dragón, que lo tornará invulnerable, ningún arma podrá herirlo. Feliz, dedica la victoria a la bella Brunilda y mientras escucha el canto de las aves, de un árbol cae una hoja y se fija en su hombro. Sigfrido lo advierte, un movimiento le bastaría para quitarla, no lo hace. ¿Por qué? Tal vez el héroe se prefiere más hombre que dios y decide guardar la imperfección, ese punto vulnerable de su cuerpo. Comete así una suprema locura, y el azar de una hoja caída se convierte en destino. ¿O bien Sigfrido se siente el elegido de los dioses, siendo la hoja la señal y Aída Emart arca de Noé 109 no está en sus manos borrarla? Como fuere, por tierra con mis reflexiones existenciales. el don de la invulnerabilidad le ha sido dado La vía directa para averiguar la verdad fue mas no en completud. preguntar al propio héroe. Corrí pues a la Y doble locura, Sigfrido confiesa el “defecto” a su amada Brunilda, quien, prestando Opera y en un entreacto interpelé al Sigfrido wagneriano. Y me contestó: oídos a bajas intrigas y envidias, lo mandará matar para luego suicidarse.. Ah, el hombre, ese tonto dios fallido... -Yo siempre lo supe. Y murmurándome al oído: -Te diré más, ninguna hoja me cayó, yo Nota de pie de página. Otra versión sos- mismo la corté del árbol y la puse sobre mi tiene que Sigfrido no advirtió la caída de la hombro, soy un tramposo. fatal hoja. Naturalmente, de ser cierta, daría 110 El Búho - Ah, el hombre, ese tonto dios fallido... Juan Román del Prado Manú de Ordoñana L a propiedad intelectual (PI) es el conjunto de derechos que corresponden a los autores por las obras que han creado. El concepto reúne diferentes regí- menes jurídicos no equiparables entre sí: las denominaciones de origen, las marcas, los derechos de autor y las patentes de invención. Este artículo versará sobre el último apartado, por el efecto perverso que su aplicación ocasiona a la sociedad, si la propiedad intelectual se equipara —y todo parece indicarlo así— a la propiedad de bienes tangibles y se apodera del espacio que corresponde al dominio público. El dominio público (DP), también llamado “procomún”, es un estado jurídico que permite el libre acceso a las creaciones intelectuales, tanto obras sujetas a derechos de autor como invenciones para su aplicación en la industria. El conflicto entre DP y PI viene de lejos. En un tiempo pasado, ese lugar común forjado por la acumulación de conocimiento colectivo era abierto, tan sólo limitado por restricciones Gelsen Gas arca de Noé 111 de tipo simbólico. En la Edad Media, los señores que restringían el concepto de bien comunal como concedían privilegios a los pioneros sobre los inge- objeto de acceso universal. Así nació hace doscien- nios que producían, a condición de que lo hicieran tos años el modelo de PI—asociado al de propiedad público y su conocimiento sirviera para que otros industrial— que rige en la actualidad, un sistema aprendieran. Con el Renacimiento, la regulación jurídico para administrar el saber, basado en la idea se tornó mercantil y tanto la producción de bienes de convertir el conocimiento en mercancía transac- culturales como los inventos pasaron a pertenecer cional, concediendo a su propietario el derecho a su a los que la compraban mediante algún tipo de explotación comercial. contraprestación económica. La revolución indus- La transformación que ha experimentado trial provocó el advenimiento de reglamentaciones la sociedad en los dos últimos siglos ha sido el cauce del que se ha valido la PI para construir sus fundamentos. La expansión del mercantilismo, su adaptación a todos los ámbitos de la vida y su aceptación no objetable por la ciudadanía, le ha servido para imponer su jurisdicción a numerosos objetos antes exentos. El proceso ha sido lento, pero implacable, con altibajos y periodos de silencio, incluso de retroceso. Pero al final, el DP ha perdido la batalla para siempre. El capitalismo voraz que nos tutela tiene tal poder depredador que ha sido capaz de extender su mano a motivos cada vez más abstractos, hasta el punto de conseguir la patente de artificios irreales o de poca entidad, sólo por “si acaso”, por si en el futuro pudieran ser de utilidad, a raíz de algún descubri- Jazzamoart 112 El Búho miento o de un cambio tecnológico, sin la intención Nadie pone en duda la facultad que poseen las de explotarlos —los llamados trolls de patentes—, empresas para dedicar sus recursos a investigar simplemente con el fin de ejercitar acciones contra nuevos productos y mejorar su posición en el mer- posibles infractores. cado. Pero conviene llamar la atención sobre lo que La industria está inundando las oficinas de esto significa. Los grupos económicos están aca- registro de ingentes cantidades de solicitudes para parando el derecho a producir en exclusiva bienes proteger cualquier novedad surgida en sus depar- y servicios, mediante el registro de ingentes canti- tamentos de I+D, en buena parte subvencionados dades de patentes, con el fin de cerrar el camino por la Administración —¿es lógico que pasen a a futuros adversarios. Y eso lo están haciendo los propiedad privada los hallazgos logrados con dine- países más desarrollados, los que poseen la capaci- ro público?—, por simple que sea, abarcando todo dad financiera derivada de los enormes beneficios el espectro de producto en que se desenvuelve, que obtienen, con el agravante de que esa ventaja con objeto de evitar la entrada de la competencia se hará cada vez más grande, porque la curva tiene y conservar así su posición de monopolio durante aspecto de crecer exponencialmente. el periodo que estable la ley —20 años según la ADPIC—, a parir del cual pasa a DP. Otro problema asociado es la actitud cada vez más laxa del registrador que admite a trámite En algunos países, existe “el modelo de utilidad” expedientes poco innovadores, sin mérito para ser para invenciones menores con una duración menor considerados como inventos y, lo que es más grave, (10 años en el caso de España). A finales de 2011, los aprueba sin investigarlos a fondo. ¿Es posible Google decidió comprar Motorola, una compañía entender cómo alguien ha podido permitir el regis- que, al igual que Nokia, se estaba quedando rezaga- tro de un producto tan “estúpido” con el posit? Con da en el negocio de la telefonía móvil, ¿Qué objetivo él, la firma estadunidense 3M ha obtenido benefi- perseguía para pagar 12,500 millones de dólares cios descomunales, amparado en una legislación por semejante operación? Su interés principal era indulgente que le ha defendido durante tantos años hacerse con las casi 20,000 patentes que Motorola para eludir la competencia. Ésa es la falacia de la PI. había acumulado en sus ocho décadas de historia, Se ha adueñado de la DP y lleva camino de cargarse ya que sin ellas, nunca podría hacerse un hueco en el mercado libre, por la posición de monopolio que ese mercado dominado por su rival, Apple. En el concede a los detentadores de la tecnología, eso sí, año 2012, el gigante alemán Bosch invirtió 4,800 todo legal y muy bonito. Y mientras tanto, ¿es lícito millones de euros en I+D y registró 4,800 patentes. consentir que millones de pacientes infectados de ¿Qué espacio quedará para sus rivales? sida mueran en los países menos desarrollados arca de Noé 113 porque las corporaciones occidentales propietarios lejano, la mayoría de los productos producidos por de las vacunas antivirales no permiten el uso de la industria electrónica, química y farmacéutica genéricos para su tratamiento? Eso fue sólo el prin- —sin olvidar los transgénicos, que pronto serán de cipio, porque ahora se habla de patentar cadenas consumo obligado— estarán protegidos para uso genéticas, especies de plantas y animales y pronto exclusivo de sus propietarios, convirtiendo en sier- hasta la vida misma. vos a los países de la periferia que se limitan hoy a Las teorías neoliberales convierten el conoci- contemplar impotentes el expolio, quizá porque no miento en instrumento para perpetuar la desigual- se dan cuenta de la magnitud del problema: los paí- dad y propiciar la dominación de las multinaciona- ses pobres serán cada vez más pobres y los ricos, les, bajo el falso argumento de buscar el desarrollo más ricos. Y sin embargo, no se puede negar el de la humanidad, porque su verdadero objetivo derecho que asiste al inventor a obtener prerrogati- es el lucro. Es posible que, en un futuro no muy vas para la explotación de su artilugio. La cuestión es si ese derecho debe extenderse, no sólo al usufructo, sino también a impedir que un tercero lo implemente y por cuánto tiempo. Si a eso se añade la convivencia de los gobiernos a través de sus oficinas de patentes para registrar simples ideas, por fútiles que sean, y el coste que supone anular en la corte la validez de una patente, se justifica el temor de que, con el tiempo, la propiedad intelectual sirva de refugio a la privatización de la ciencia por una nueva aristocracia poseedora única de los medios de producción y con vocación de imponer su hegemonía, sutilmente, sí, pero de forma inexorable. Guillermo Ceniceros 114 El Búho Cirilo Dávila* C omúnmente se afirma que es preferible la más irrestricta e ilimitada libertad de expresión a cualquier reglamento que coarte este derecho. Esta postura es bastante razonable y prudente en un medio profesional colmado de intereses. Intenta proteger un bien, una virtud particularmente humana, en especial cuando en la historia se han visto dolorosos ejemplos que ilustran la injusticia impuesta por la coerción individual y colectiva. Los procesos de alienación de grupos sociales o de individuos han implicado, como situación notoria y perversa, la restricción de la palabra, la prohibición de la manifestación en sus diversas y amplias modalidades. Bajo este enfoque es paradigmático el caso del periódico Excélsior cuando el régimen político de Echeverría, reaccionó con una arbitraria y férrea represión a la postura crítica del diario dirigido entonces por Julio Scherer, en un claro acto de ataque a la libertad de prensa y de expresión. “No te pago para que me pegues” fue la consigna con la cual primero se limitó la publicidad y finalmente se removió a la estructura directiva del segundo diario más Carmen Parra arca de Noé 115 antiguo de México a través de una argucia legaloide lo que significa que tiene una categoría superior que implicaba una invasión de terrenos y la suplan- a la de los derechos civiles, así como es superior tación de la asamblea de la cooperativa a través el derecho de la vida al derecho al matrimonio, por de esquiroles pagados. Estos acontecimientos, por ejemplo. “La libertad de expresión” -dice Thomas lo demás, están ampliamente documentados por Paine en La edad de la razón-, “es lo que permite muy diversos autores, entre los que aquí podemos defender toda libertad y toda libertad se propaga destacar a Vicente Leñero y al propio Julio Scherer. a través de ella”. También es necesario reconocer Es acertado entonces, establecer con claridad y la insuficiencia de este argumento moral. Se trata sin reservas, el planteamiento de hacer valer y res- apenas de un principio, un punto de partida que petar la más absoluta libertad de expresión, puesto exige mayores precisiones y abundar en razones que le fundamenten, en aras de reconocer las formas que adopta esta libertad. Veámoslo. A la invocación del derecho de libre manifestación, es posible se generen abusos o conflictos de interés. Además la fiera competencia entre una gama de grupos publicitarios, medios impresos, editoriales, empresas televisivas y radiodifusoras, vuelve este panorama más conflictivo y José Juárez confuso. En particular, cuando todos estos con- que limitarle conlleva peligros mayores para el indi- glomerados empresariales han desarrollado una viduo y el colectivo social. Además se trata de uno estructura de manipulación pública muy sofisticada de los derechos fundamentales del ser humano, sobre los deseos, las necesidades sociales e indivi- 116 El Búho duales y colectivos humanos, como lo advierte el radiofónicos o televisivos en los que se dan cita las periodista guatemalteco-mexicano Federico Zelaya más diversas expresiones y argumentaciones de Bockler en un comentario personal. comentaristas de la opinión pública, actores, actri- La interactividad de los medios y sus auditorios ces, expertos, amas de casa y público en general. ofrecen ejemplos constantes del ejercicio de la liber- Ese enorme universo de interactividad y redes tad de expresión, de la calidad y grado de aplicación de relaciones comunicativas proporcionan también de este derecho fundamental. En la radiodifusión viñetas de conflicto, pugna de intereses, indefini- advertimos cómo la comunicación se produce con ción de parámetros acerca de lo que afecta o no a una amplia gama de tonos y registros. Pero por otra terceros. Esto demuestra de nuevo la importancia parte, esta libertad de expresión también contiene del criterio ético y de las normas que vuelvan capaz amenazas; la piratería publicitaria, los anuncios al informador de responder a estas situaciones. encubiertos en entrevistas o en información apa- Los elementos que le permiten al comunicador que rentemente de servicio público, son fenómenos se desempeña en las empresas mediáticas priva- bien conocidos por las empresas mediáticas. La das, ejercer su oficio con sentido de responsabili- pluralidad informativa, por lo tanto, aunque permi- dad y servicio a los usuarios, los plantea Manuel te la libre circulación de ideas y pareceres, se vuelve Guerrero1 al que hemos aludido. Se refieren al también un riesgo que desorienta al beneficiario contexto, a las organizaciones mediáticas y a la for- supuesto de los medios porque genera una sobrea- mación y desempeño profesionales del periodista. bundancia de criterios contradictorios y opuestos. En cuanto a lo que estamos tratando de la rela- Asimismo, las campañas promocionales de gru- ción entre libre expresión y pluralidad informativa, pos o individuos célebres o notables, expuestos a la conviene apuntar algunos de estos señalamientos: mirada de un público masivo al que las celebrida- acerca del contexto, Guerrero precisa la existencia des no conocen, implican ocasionalmente la crítica de leyes que garanticen el derecho a la información; pública, la ofensa, el insulto y el riesgo a la integri- en cuanto a las organizaciones mediáticas, enlista dad física o moral convencional por daño a la repu- primero al respeto, a la libertad del periodista para tación o a la psique. Este cúmulo de experiencias investigar, cubrir y presentar información, sin que de la comunicación a través de los medios masivos el medio de comunicación la modifique interesa- representa un aspecto insólito de la coexistencia damente y, enseguida, a la defensa del derecho de actual. Una faceta de brillos, penumbras y matices réplica, para que quienes han sido citados en la propios, como podemos atestiguar diariamente, publicación, tengan oportunidad de responder, des- mañana con mañana, en los abundantes programas mentir, disentir o rectificar la información. arca de Noé 117 La red de empresas de la comunicación y de la información ha creado, de igual modo, un edi- cos, la comunicación que establecen con sus auditorios es lo que define su perfil moral. ficio de formulismos de seducción pública, que en En una mesa redonda llamada “Los medios, su su interpretación más sencilla se considera como función social y el Estado mexicano en su conjun- un espejo de deseos y demandas. Estas fórmulas to”,2 Federico Zelaya Bockler, periodista y diplomá- de sugestión alcanzan un alto grado de sofistica- tico a quien nos referimos líneas arriba, expuso que ción en la publicidad y en los mensajes mediáticos. los medios son un servicio público y un bien social, La premisa, entonces, por la cual se establece que pero también un negocio y una empresa. Esto el auditorio tiene la posibilidad de cambiar de esta- nos permite apuntar que los medios responden a ción o canal si una programación no le satisface, es una ética de servicio público, pero de igual modo verdadera hasta cierto punto, pues muchos mensa- a una ética comercial. Los valores éticos como la jes en los medios están diseñados para captar, rete- honestidad, integridad y lealtad, siempre serán ner y provocar la atención de sus auditorios. Esto reconocibles, tanto en una responsabilidad social nos advierte de la responsabilidad del comunicador de información, difusión y divulgación, así como hacia el público. en la venta de espacios publicitarios, por lo cual Los medios requieren de una mejor atención el profesional de los medios siempre podrá tener en su interacción con la sociedad, de modo que parámetros para definir éticamente su conducta. la tomen en cuenta, no como mera receptora de Este mismo aspecto ha sido abordado por el mensajes unilaterales, sino como públicos activos, comunicador Virgilio Caballero, quien durante el participantes y capaces de influir directamente en foro “El derecho de la información en el marco la oferta de los propios medios. Y aunque audito- de la reforma del Estado en México”3, apuntó rios, públicos y espectadores pueden interactuar un matiz interesante al comentar que la empresa e influir -y así ocurre- en los contenidos y pro- informativa hoy en día está vinculada a intereses gramaciones de los medios de comunicación e oligopólicos que producen una poderosa distorsión información, esto no significa necesariamente de la información. la posibilidad de obligar al empresario de estos Es verdad: la publicidad es uno de los meca- medios a establecer un contenido programático nismos que mejor reflejan la comunicación entre determinado. individuos y sociedades. Sin embargo, no es menos En vista de que el éxito de una emisora se verdadero que la dimensión de las empresas publi- encuentra en la audiencia que congrega, la forma citarias y la magnitud de los intereses que las en que estas empresas se vinculan con sus públi- sostienen, implican un complejo sistema a cuyo 118 El Búho funcionamiento la sociedad en general no tiene lógicas y niveles éticos. Pero hay que precisar que acceso, no obstante que estas decisiones le afectan una definición pública de estos formulismos será directamente. parte de una labor legislativa, así como de quienes Esta complejidad de los estímulos de difusión publicitaria y de la información nos habla de la se dedican profesionalmente a la comunicación e información. importancia de aplicar esquemas deontológicos El conocimiento de estos marcos de referencia para el ejercicio profesional de la actividad infor- de responsabilidades y derechos del informador es mativa y de la comunicación a través de los medios esencial para quienes trabajan con información. en cualquiera de sus modalidades. La necesidad El periodista ha de estar consciente de esta increí- de plantear públicamente estos esquemas de con- ble proliferación mediática. Al respecto, Juan Luis ducta profesional es más evidente cuanto que los Cebrián periodista del diario El País de España, múltiples mensajes publicitarios e informativos autor del libro La red, en alguna entrevista telefó- responden a numerosos intereses, posturas ideo- nica con Renato Ravelo, periodista de La Jornada, Pedro Bayona arca de Noé 119 alerta acerca de los procesos que se viven en este medida la realidad, y en ese sentido se encuentran sentido: “La ideología digital está en manos de per- en posición de contribuir a esa ética “universal o sonas que pretenden establecer el mundo en torno global, como queramos llamarla, siempre y cuando a los parámetros que se derivan de su pensamiento se acomoden a los tiempos y pierdan algunos de primordialmente tecnológico”. los tics chovinistas y nacionalistas que normal- Más adelante Cebrián agrega: “Tenemos que acoplarnos a un mundo que reclama un sistema de valores diferente que no tiene que ver con el sistema de valores de los filósofos y las élites intelectuales. Este hecho no significa que sean peores. Tampoco tenemos que aferrarnos a la idea de que el caos que se avecina es destructor, ya que puede ser constructivo en muchos casos”. Como advertimos, la proliferación mediática anuncia nuevos desafíos que para Cebrián constituyen una auténtica transformación de la civilización, como resultado de la digitalización electrónica y la evolución de la comunicación satelital que, de acuerdo con este estudioso, transformación que requiere de nuevos planteamientos sociales, políticos y económicos. Respecto de los medios impresos, Juan Luis Cebrián afirma que estos socializan en gran Óscar Dave 120 El Búho mente son tan propios de los medios impresos”. El hecho de que la libre expresión sea un derecho una parte de las nuevas realidades. Sin embargo, humano fundamental no puede implicar que toda en un sentido mucho más personal, los falleci- manifestación tenga la misma legitimidad ética. El mientos trágicos de figuras como Amy Winehouse, abuso de este derecho, como lo ilustran la difama- Anna Nicole Smith, Whitney Houston o Michael ción o el ataque a una tercera persona por medio de Jackson, han mostrado también una presencia una difusión dolosa, malintencionada, hace ver cla- mediática excesiva, que invade con impunidad la ramente ese límite ético, prescrito también por un esfera privada y se constituye en censor, vigilante conjunto de disposiciones legales. Por otra parte, y regulador de grandes colectivos, sin restricción la libertad de expresión se liga directamente con el alguna. derecho a la información. La disposición de infor- Hablar de medios públicos y medios privados mación en estos días sobrepasa cualquier medida con un sentido de exclusión mutua, como entida- posible de asimilación y uso. Contar con volúmenes des opuestas, es un anacronismo, pues responde informativos tan extremos como los actuales, prác- al debate ideológico político de otra época. Cada ticamente es igual a no tener información alguna, forma de manejar la información tiene sus propias porque de nada sirve tener al alcance tal cantidad características. En términos generales se considera de datos si no nos sirven de nada ni somos capaces que los medios de comunicación de origen público de procesarlos para la vida cotidiana. Sociedad de son arbitrarios, censores, dictaminadores de lo que la información, en este sentido, no es equivalente a es pertinente informar o no y al servicio de una sociedad del conocimiento. burocracia impersonal. Mientras que los medios La diferenciación que se plantea desde hace privados se han calificado como defensores de las varias décadas, acerca de los medios públicos y causas de la democracia liberal que protege la liber- medios privados, no es suficiente por sí misma tad del individuo, la crítica a los medios privados para solventar los problemas que han emergido de es que estos concentran el poder en corporativos una imparable proliferación mediática, ni los que gigantescos y también impersonales, se sujetan produce la concentración informativa en grandes exclusivamente a fines mercantiles y se dedican a la conglomerados. Algunos ejemplos ilustran situa- atención de sus clientes, pero no a todo ciudadano. ciones de interés general que se ven afectadas por Entre tanto, los medios públicos, supuestamente, estos fenómenos: la aparición de un sistema infor- obedecen a las causas de interés social, colectivo, mal y paralelo a los medios como el que surgió con aunque con frecuencia son controlados por buro- Wikileaks y los problemas de invasión a la privaci- cracias que sirven a otros propósitos no precisa- dad del corporativo de Rupert Murdoch, muestran mente de carácter social, sino político. arca de Noé 121 La relación que cada forma de ejercer la comu- medios que permita contrapesos de unos con otros nicación -pública y privada- establece con los en sus intereses, b) equilibrio entre el derecho a la valores del individuo y de la sociedad, es lo que libertad de expresión y el derecho a la información, importa para los fines expositivos de estos apuntes. c) profesionalismo de los comunicadores y d) el uso Los valores de tolerancia, de respeto entre pares adecuado de la tecnología. ciudadanos, de democracia política, libertad de Frente a una pluralidad informativa desboca- mercado o comunicación horizontal de la sociedad da, el individuo y la sociedad no están inermes. El pueden garantizarse por medios públicos y priva- derecho a la libertad de expresión no solamente dos si existen ciertas condiciones para ello. Entre contempla a los medios de comunicación sino tam- estos requisitos se encuentran -de acuerdo con bién a los usuarios de los medios. En ese sentido Manuel Guerrero4-: a) un mercado competitivo de las leyes protegen a los consumidores y usuarios a través del derecho de réplica, reparación del daño -cuando una información afecta, por ejemplo, la vida patrimonial o profesional del individuo-, ley de amparo y, desde luego, en forma general el derecho civil, ese conjunto de normas y regulaciones que rigen las relaciones entre ciudadanos. Notas 1 Medios de comunicación y la función de transparencia, Guerrero, Manuel Alejandro. Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), México, primera edición, noviembre, 2006. 2 “Los medios, su función social y el Estado mexicano en su conjunto”. Ponencia presentada por don Federico Zelaya Bockler. Mesa redonda organizada por el periódico Excélsior. 7 de junio de 1994. 3 Palacio Legislativo de San Lázaro, mayo, 1998. 4 Guerrero, Manuel Alejandro. Op. Cit. * Tomado de su libro Apuntes sobre ética periodística. Universidad Autónoma de Coahuila. Colección Siglo XXI. Escritores coahuilenses quinta serie. México, D.F. 2003. 122 pp. Por la temática y la actualidad de este libro, vamos a publicarlo por capítulos. Ahora presentamos a ustedes la Introducción. Jaime Goded 122 El Búho