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La fiesta brava, el cristianismo y el Islam l La ópera del siglo XX
Bitácora de una navegación efímera l En memoria de Boris Vian
México, su revolución traicionada l Colaboraciones de Jorge
Ruiz Dueñas, Martha Chapa y Alejandra Craules Bretón
¡¡FELICITACIONES!!
Todos los que colaboramos en la realización de la revista
El Búho felicitamos a la destacada pintora
Esther González
Por haber recibido de manos del gobernador de Tamaulipas,
Egidio Torre Cantú, la
Medalla al Mérito “Luis García de Arellano” 2014
Por su destacada trayectoria en el arte nacional e
internacional. Asimismo, se develó, en el vestíbulo del
Congreso de Tamaulipas, con letras doradas,
Su nombre en el Muro de Honor de la Medalla
al Mérito “Luis García Arellano” 2014
La sesión solemne se llevó a cabo el 24 de marzo de 2014.
¡¡En hora buena!!
Consejo editorial:
José Agustín Griselda Álvarez (>) Raúl Anguiano (>) Carlos Bracho José Luis Cuevas Martha Chapa
Alí Chumacero(>) Alberto Dallal Beatriz Espejo Gelsen Gas David Gutiérrez Fuentes Andrés
Henestrosa (>) Luis Herrera de la Fuente Dionicio Morales Armando Prida Huerta Carlos Ramírez
Ignacio Retes (>) Bernardo Ruiz Sebastián Fernando Sánchez Mayans (>) Leticia Tarragó Betty
Luisa Zanolli Fabila
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Carmen Parra
Director:
René Avilés Fabila
Subdirectora:
Rosario Casco Montoya
Coordinación de arte:
Félix Acevedo
Diseño:
Osam Malja García
Colaboradores:
Manuel Aceves Pulido(>) Eugenio Aguirre Héctor Anaya Hugo Argüelles (>)
Roberto Bañuelas
Martha Bátiz Roberto Bravo Salvador Bretón Rodolfo Bucio Salvador Camelo(>) Elsa Cano Emmanuel
Carballo Marco Aurelio Carballo Antonio Castañeda (>) Jesús A. Castañeda Joaquín Armando Chacón
Leonardo Compañ Jasso Marcela del Río Adán Echeverría Javier Esteinou Sergio Fernández Citlali
Ferrer Martha Figueroa de Dueñas Silvia Fong Robles Luz García Sandra García Enrique Gastélum
Eve Gil Otto-Raúl González (>) Francisco Javier Guerrero José Antonio Gurrea Humberto Guzmán
Saúl Ibargoyen Josu Iturbe Marco Aurelio Ángel Lara Daniel Leyva Roberto López Moreno Froylán
M. López Narvaéz Andrés de Luna Ramón I. Martínez María Eugenia Merino Mayté Noriega Carmen
Nozal Juan Luis Nutte Anabel Ochoa(>) José Luis Ontiveros Gregorio Ortega Federico Ortiz Quesada
Francisco Prieto Jorge Ruiz Dueñas Rafael Ruiz Harrel (>) Hugo Enrique Sáez Alejandro Sandoval
Perla Schwartz Ignacio Solares Ignacio Trejo Fuentes Francisco Turón Roberto Vallarino (>) Liborio
Villalobos Calderón Marcos Winocur Patricia Zama Silvio Zavala
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Artistas plásticos:
Gilberto Aceves Navarro Juan Alarcón Iris Aldegani Luis René Alva José Anaya Javier Anzures
Irene Arias
Sergio Ángel Beltrán
María Emilia Benavides Ángel Boligán Philip Bragar
Alejandro Caballero
Alberto Calzada
Alfredo Cardona Chacón
Estrella Carmona
Jesús
Castruita Guillermo Ceniceros Edgar Clement Felipe de la Torre Luis de la Torre Juan
Román del Prado Lourdes Domínguez
Aída Emart Francisco Eppens (>)
Francisco
Espino José Fernández Carmen Flores Olivia Fuentes Héctor García (>) Joaquín García
Quintana Luis Roberto García
Luis Garzón
Jaime Goded
Esther González Gabriel
Gómez Pizano Renato González Juan José Gurrola Víctor M. Hernández Rigel Herrera
Jazzamoart José Juárez Fernando Leal Audirac
Antonio Ledesma Miguel Ángel Ledesma
Jorge López Luckie
Leonel Maciel Elsa Madrigal Ángel Mauro(>)
Pepe Maya
Mel
Raúl Méndez Adolfo Mexiac Arturo Miranda Jesús Miranda Ofloc Soid Pastrana Carlos Pérez
Bucio Alejandro Pérez Cruz Felipe Posadas Laura Quintanilla Ma. del Carmen Razo Carlos
Reyes Alejandra Ríos Vicente Rojo Javier Roldán Gregorio Rosas Guadalupe Rosas Rruizte
Oswaldo Sagástegui Peter Saxer Fernado Silva Luciano Spano Antonio Tadeo Raúl Tame
Leticia Tarragó M. Tarbados Mauro Terán Miguel Ángel Toledo Mauricio Vega Roger Von Gunten
Daniel Zamitiz
e-mail para envío de colaboraciones:[email protected]
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Instituto Verificador de Medios
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Estudió en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia de la ciudad de
México. Posteriormente lo hizo en la Escuela
de Bellas Artes de Roma, y en La Esmeralda
(México). Fue alumna destacada de Juan
Soriano y trabajó con Manuel Felguérez y
Vicente Rojo.
Su primera muestra se realizó en la Casa
del Lago de la UNAM, México D.F. (1966)
y hasta la fecha tiene infinidad de exposiciones individuales y colectivas por todo el
país y por Francia, Brasil, Estados Unidos,
Canadá y España. Ha ilustrado importantes
libros entre los que destacan la grafostática u Oda a Eiffel, con textos de Salvador
Elizondo, y La eternidad de lo efímero de
Mariana Frenk. Es artista fundadora del
Foro de Arte Contemporáneo de México.
Ha intentado romper la distancia que
existe entre el presente y el pasado a través
del grafismo y el juego cromático. Tiene
una larga trayectoria en temas relacionados con el rescate del patrimonio cultural
mexicano. Asimismo ha puesto su interés
en la defensa ecológica, como lo ejemplifica
su trabajo sobre las mariposas monarca,
que es un llamado a la preservación de uno
los misterios ofrecidos por la naturaleza.
Otra importante especie de la cual Carmen
Parra hizo una exposición especial es sobre
el águila. En esta exposición no sólo se
muestra la belleza de este animal sino
que muestra el simbolismo que esta ave
debe tener en México y en los mexicanos
-los caballeros águila, el mito fundacional,
las banderas, el nacionalismo. Hizo un
paralelismo entre la destrucción ecológica
de esta especie y la identidad nacional. En
fin, es una pintora sui géneris, estupenda,
que engalana este número de la revista.
[email protected]
[email protected]
Circulación certificada por el Instituto Verificador de Medios
Registro No. 285 / 01
El Búho. Año 15. Abril 2014. Número 1589 Es una publicación mensual. Publicado por María del Rosario Casco Montoya. Calle Yácatas 242. Col. Narvarte. CP. 03020, Delegación Benito Juárez. Teléfono y fax: 56395910 y 56393266. Celular: 04455 20959228.
www.revistaelbuho.com. [email protected]. Editora responsable: María del Rosario Casco Montoya. Reserva de Derechos
al uso exclusivo: 04-2013-050811215600-203. ISSN: en trámite. Ambos realizados en el Instituto Nacional de Derechos de Autor.
Responsable de la última actualización de este Número, Dra. María del Rosario Casco Montoya, Yácatas 242, Colonia Narvarte, Delegación Benito Juárez, CP. 03020,
fecha de la última modificación, 24 de junio de 2013.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la editora.
Contenido
Editorial
Otro distinguido miembro de la generación Taller: Rafael Solana René Avilés Fabila 4
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De nuestra portada
Los oscuros mapas del amor de Mario del Valle Jorge Ruiz Dueñas 6
Desastres lamentables, lecciones para aprender Francisco Carranza Romero 11
La fiesta brava, el Cristianismo y el Islam Ares Demertzis 14
Dos prominentes escritores polacos: Kusniewicz y Gombrowicz Edwin Lugo 24
México, su revolución traicionada Carlos Bracho 28
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Clave de sol
La ópera del siglo XX (1/3) Roberto Bañuelas 42
Canto de hondo pesar Martha Chapa 54
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Confabulario
La pecera Adán Echeverría 56
Poema Joel Gustavo Rodríguez Toral 59
Minicuentos Yurazzy 60
Bitácora de una navegación efímera Ulises Paniagua 63
¿Son las criaturas de Dios tan puras? Edgar Aguilar Farías 70
Versos Milena Solot 79
Destellos ultramarinos de Roberto Perera Ulises Velázquez Gil 83
Dragonerías Alejandra Craules Bretón 84
#PosMeMuero Benjamín Torres Uballe 88
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Letras, libros y revistas
La Biblioteca de David recomienda… David Figueroa 94
Entrevista con Mónica Broson Roberto Bravo 97
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Apantallados
El Principio de Arquímedes, Los ojos de Ana y Una pareja y un hijo
Sonata de Invierno Francisco Turón 102
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Arca de Noé
¿El hombre…? Marcos Winocur 109
Las patentes de invención Manú de Ordoñana 111
Libertad de expresión y pluralidad informativa Cirilo Dávila
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Para la memoria histórica
(archivo coleccionable)
PENSAMIENTO
El lobo-hombre de Boris Vian
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Páginas centrales
115
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Dalia De León 100
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editorial
... Otro distinguido miembro de la generación Taller:
RAFAEL SOLANA
L
a muy festejada generación Taller, no estaba sólo formada por José Revueltas, Efraín Huerta y Octavio Paz, faltan
otros, Alberto Quintero Álvarez, por ejemplo. Y alguien más
que fue un famoso hombre de letras: dramaturgo, poeta, cuentista, novelista y periodista: Rafael Solana. El problema es que éste
nació en 1915. De tal suerte que no ha estado presente con sus
compañeros que nacieron un año antes. Unos meses y la fama
se asusta. Esperemos que el año entrante, Rafael Solana reciba
los justos homenajes que su trabajo exige. Imposible olvidar que él
fue el eje de la revista Taller, que aglutinó a
esa generación.
Rafael Solana nació veracruzano e hijo
de un experimentado y famoso crítico taurino: Verduguillo. De allí, supongo de modo
fácil, su afecto por la llamada fiesta brava. Él
se dedicó a todo aquello que está vinculado
a las letras: el cuento, la novela, el ensayo,
el teatro y el periodismo. Ocasionalmente
fue un eficaz funcionario, en donde destaca
su desempeño como secretario particular de
don Jaime Torres Bodet, cuando don Jaime
era, por segunda ocasión, secretario de
Educación Pública y trabajaba en grandes
conquistas nacionales como la edificación
de museos portentosos y en el libro de texto
gratuito, una figura muy alta de la literatura
y la función pública en México.
Pedro Bayona
El Búho
Solana escribió novelas espléndidas como El sol de
amigo suyo y mío, Luis G. Basurto quien se veía a sí
octubre y La casa de la Santísima, pero fue un cuentis-
mismo como “un soldado del teatro”. Solana le dio a la
ta de excepción. Justamente como tal comencé a leer
dramaturgia un acento muy especial y para ello escribió
su faceta literaria que va más allá de relatos y novelas
dramas y comedias de alta calidad tales como Debiera
al incluir ensayos y poesía. A don Rafael le conocía por
haber obispas, Los lunes salchichas y Pudo haber suce-
su amistad con mi padre. Ignoro cómo, cuándo y dónde
dido en Verona (premio Juan Ruiz de Alarcón, 1985). No
se conocieron, pero entre ambos existía un cierto res-
le respondí, pero ése fue el pretexto para iniciar una
peto. El de mi padre lo conozco y se debía a su estre-
cálida amistad que duró toda la vida.
cha relación con Torres Bodet, quien lo había apoyado
Rafael Solana fue un periodista destacado que pre-
durante la larga estancia del primero en París, a donde
firió los espectáculos sobre la crítica política. No pare-
llegó, me parece, en 1951 ó 52, cuando don Jaime era
cía interesarle o cuando se adentraba en los terrenos
secretario general de la UNESCO. Es decir, desde muy
espinosos de la lucha política, era cauteloso como lo
joven o tal vez desde muy niño, yo había escuchado
mostraba en sus artículos publicados en la legendaria
el nombre de Rafael Solana. Lo primero que de él leí fue
revista Siempre! En esta publicación tuvo una sección,
El sol de octubre, un libro que fue importante (lo dijo
punto de referencia, como las columnas de otro esti-
Gustavo Sáinz y lo han repetido muchas veces críticos
mable amigo,
serios) debido a su trabajo de prosa y a su estructura,
uno podía saber cuáles obras de teatro valían la pena
pero fundamentalmente a que era una novela por com-
o si un concierto había estado a la altura del prestigio
pleto urbana. Junto con La región más transparente de
del director de orquesta. Habrá que añadir que Solana
Carlos Fuentes y Casi el paraíso de Luis Spota, forman
fue un hombre parco en las condenas o críticas destruc-
un trío de obras claves para que la literatura mexicana
tivas. Alguna vez le pregunté por qué solía ser generoso
deje atrás su época rural. Ya estamos en una ciudad de
y me respondió con una historia atroz donde alguien se
México que velozmente se convierte en una megalópo-
había suicidado debido a la dureza de las críticas reci-
lis y sus problemas ya son otros y muy diferentes a los
bidas. Solana es la prueba de que Taller era una genera-
del campo.
ción distinta, compleja, rica: Unos eran marxistas, otros
Antonio Magaña Esquivel, en las que
Alrededor de 1967, quizá un poco antes, leí un libro
anticomunistas y unos más estaban de acuerdo con el
suyo de historias breves: El oficleido y otros cuentos, y
sistema imperante. Era pues una generación plural, un
sobre este libro redacté mi primer trabajo dedicado a
cordial grupo de amigos que al inicio tenía más afinida-
Rafael Solana. Debo añadir que en él exaltaba su prosa
des que diferencias. Habría que estudiarlos bien y saber
narrativa y me pronunciaba de modo contundente por
qué los separó tanto, aunque nunca dejaron de quererse
su faceta de novelista y cuentista. Don Rafael se dignó
y respetarse. Conservo el poema de Paz: “No pasaran”,
a enviarme una generosa carta donde con humildad me
editado en plena Guerra Civil de España, dedicado a
agradecía el artículo (publicado en El Día de Enrique
Rafael Solana con afecto fraternal.
Ramírez y Ramírez, mi primera escuela periodística),
pero con cordialidad me aclaraba que él era básicamente un hombre de teatro. En efecto, don Rafael amó
al teatro con enorme pasión, igual que otro querido
René Avilés Fabila
Editorial de nuestra portada
Jorge Ruiz Dueñas
El amor es la más universal, la más formidable y la
“
más misteriosa de las fuerzas cósmicas”. Cuando se
habla de este sentimiento humano, oscuro y luminoso
a la vez, me gusta recordar esta cita de Pierre Teilhard de
Chardin, religioso, paleontólogo y filósofo, sobrino nieto de Voltaire, cuya mirada sobre la evolución lo llevó
a formular tesis rechazadas por su
Iglesia y también por el orbe científico. Porque el amor es una “forma
superior de la energía humana”,
según el mismo pensador, también
es, así lo creo, un estremecimiento
profano que además de hablarnos
de afinidad y apego entre seres
humanos, dice de la pasión irresistible encabalgada en un deseo
ambiguo de poseer y ser poseído más allá de cualquier límite.
El amor embriagador es cantado por los poetas desde los tiemMargarita Cardeña
El Búho
pos prístinos y fluye igualmente en los libros sagra-
Quevedo y las hace inalcanzables en “Su amor con-
dos. En la tradición cristiana, la primera Epístola del
stante más allá de la muerte”, hasta tornarse irre-
apóstol san Pablo a los corintios hace una apología
misiblemente en “polvo enamorado”. Y esos sen-
memorable a “La preeminencia del amor” (13-7): (El
timientos y emociones puras o exultantes perviven
amor) “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
con un apócrifo decoro, como el amor cortés me-
todo lo soporta”. Por su parte, Salomón, impetuoso
dieval destilado por los trovadores en su místico y
macho cabrío a quien el primer Libro de los Reyes
platónico sufrimiento, hasta que de ese amor com-
(11-3) le atribuye setecientas reinas y trescientas
pasivo y aún del egoísta, Sigmund Freud -como un
concubinas, escribió según la pía tradición en su
cerebral aggiornamento de Giovanni Boccaccio y su
Cantar de los cantares: “¡Qué hermosa eres, y cuán
Decamerón- hace el embrollo de la líbido, la pulsión
suave, / Oh amor deleitoso!” Así eslabonó sin ru-
de la vida, la búsqueda de lo placentero y la genitali-
bores los sentimientos y las sensaciones gratas…
dad memorablemente neurótica y ocasionalmente
En nuestra órbita cultural occidental lo can-
perversa, que exorciza prejuicios y tabúes.
ta Safo de Mitilene, notable mujer, en su ruego a
Otras tradiciones no muy alejadas de nosotros
Afrodita para ganar la “guerra del amor” y lograr
también meditan en este sentimiento, como Ibn
el anhelado objeto del deseo. Sacude a Catulo ante
Hazm de Córdoba en su risãla El collar de la paloma,
la presencia de Lesbia. Al elegíaco Propercio, tórrido
pero de manera diversa a la forma occidental. Como
devoto de Cintia. A Ovidio que nos instruye sobre
afirma José Ortega y Gasset, la sociedad andaluza lo
el amor como arte. Al divino Dante Alighieri enamo-
entendía en el siglo X de manera tal que “en este li-
rado de la sombra de Beatrice Portinari diluida en
bro el amor es indiferente a las diferencias sexuales
el Ponte Vecchio del río Arno. Al joven Francesco
[…]”. En la cultura vecina del linaje de los omeyas,
Petrarca embelesado en Aviñón un viernes santo de
en los divanes de Solimán el Magnífico, sultán turco
1327 por la adolescente Laure de Noves, lo que nos
otomano, se prolonga la pasión por su influyente
confirma que es posible ser objeto de una pasión
mujer Roxelana, poseído a su muerte por una deso-
no carnal constante, alimentada sólo por la imagi-
lación absoluta (“Languidezco en la montaña del
nación y el talento para mentirse a sí mismo.
pesar / donde suspiro y gimo noche y día / pregun-
El mismo secreto sentimiento lo canta Juan
Ruiz, Arcipreste de Hita en su Libro de buen amor.
tándome qué destino me aguarda / ahora que mi
amada se ha ido”).
Lo exalta William Shakespeare por mediación de dos
¿Qué busca, entonces, Mario del Valle en su atlas
amantes trágicos e inextinguibles, Romeo Montesco
amoroso en los albores del tercer milenio? ¿Hacia
y Giuletta Capuleto. Lo llena de mujeres Francisco de
dónde retoma el vuelo la ceniza encontrada por
de nuestra portada Giorgos Seferis y citado por nuestro poeta? ¿A qué
habla del infrecuente alineamiento estelar con el
regiones nos lleva, desde su pórtico donde una es-
que se presenta Los oscuros mapas del amor, obra de
pectral luz dibuja a Maricela, perpetua compañera?
poemas nutridos por el arte y el extraño fenómeno
¿Cómo construye su Via Appia haciendo de cada pa-
que a todos nos embarga, y que los sesudos científi-
labra piezas insustituibles de un pavé, o una calzada
cos identifican con las feromonas y casualidades em-
que corre desde la metrópoli latina al oscuro mar
papadas de dopamina. En otros términos: la vida se-
Tirreno de un imaginario puerto de Brindisi?
creta, imaginaria, sensual y sexual de las emociones.
Al finalizar la década de los años ochenta, una
Por ello, no ha de extrañar en estos poemas
tarde comentaba con José Luis Cuevas la entonces
de Mario el trazo rápido de una realidad más allá
singular obra de Kathleen G. Hjerter, Doubly gift-
del espejismo tangible de nuestra cotidianidad. Por
ed que contenía 140 reproducciones artísticas de
ello, afloran en su poesía circunstancias que ocu-
sesenta y ocho escritores y poetas entre los que
rren en mundos paralelos, en el pensamiento mági-
recuerdo a William Blake, Charlotte Bronte, T.S.
co o en dimensiones extrasensoriales, porque cierto
Eliot, William Faulkner, Herman Hesse, Victor Hugo,
aliento surrealista de su lírica, la transtextualidad
Henrik Ibsen, D.H. Lawrence y Edgar Allan Po. Es
consciente o inconsciente, el apego a la naturaleza
decir, para expresarlo en el lenguaje de los vinos,
y el horror al crimen, se mezcla en versos de apa-
el maridaje de la palabra con las artes visuales. Por
riencia conversacional que recuerdan al mejor Ted
supuesto, Cuevas se reconocía en ese sector de los
Hugues de Birthday Letters, todo en aras del rastro
doblemente dotados, pero, en su caso, como artis-
de senderos que rescata de su inconsciente. Advirta-
ta plástico distinguido por sus letras en la recupe-
mos entonces, que Mario del Valle no escribe sobre
ración del género epistolario. Traigo esto a cuento,
el vaho de un espejo que lo refleja como figura en la
porque tal es el caso de Mario del Valle, si bien aho-
calima, lo hace en el aire para llevarlo a todos como
ra sólo celebramos su más reciente obra poética.
incienso y al aspirarlo despertarnos la memoria de
En efecto, además de extraordinario editor y poeta,
momentos de delirio y de hazañas del ensueño.
Del Valle desenvolvió su entusiasmo en los lienzos
y el dibujo desde sus estudios en la Escuela Nacio-
“[…] todo poema es una historia contada por
nal de Artes Plásticas, San Carlos, de la UNAM, a la
un poeta”, concluye Mario del Valle en Los oscuros
par de formarse en letras españolas en la Facultad
mapas del amor. Y, este último verso de un gran libro,
de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.
desvela la narrativa de su creación literaria heredera
Que hoy nos acompañe a la mitad del foro otro,
de tiempos remotos. Porque, en efecto, siempre ha
no sólo doble, sino polidotado Carlos Bracho, nos
habido una historia al final de la pluma del poeta.
El Búho
Incluso en el creacionismo poético más ingenuo, las
Deja que el alba moribunda aparte sus rápidos
palabras ordenadas buscaban una emoción, la pro-
[velos
vocaban y, así, llegaban precariamente también a la
y mira el asombro como largas colas
orilla de una idea. Pero en Mario, la saga es un re-
de animales silvestres.
lato inextinguible como una risãla oriental, persa en
Ve con tus ojos que velan la estancia
su origen, en la que se engarzan historias diversas
donde abrigas los mejores años de tu vida.
unidas aquí por la única causa admisible: el
amor. Es verdad, en ocasiones la obra se bifurca y da la sensación de un encuentro con
Baudelaire escribiendo poemas en la tersa y
mulata espalda de Jeanne Duval, o se torna
un disimulado heraldo de otros poetas más
antiguos o más próximos, pero con su propia voz. No importa si llega a la estupefacción de Vita nuova y denuncia su emoción
fantasmal cuando a la llegada de la amada
recoge geranios en su pelo, o “[…] rodeado
de palabras-plumas” encuentre otras “[…]
palabras remendadas / en su negro saco, /
al lado de un jarrón de flores”.
Importa insistir en la consistencia del
poeta que ahora nos ofrece poemas dignos de admiración perdurable. No es una
obra más en su trayectoria lírica. Es ésta
una meditación decantada en verso libre
en busca de su propio centro, la mística de
una órbita que va hacia la verdad interior
que sabemos existe pero no la vemos.
Pienso así en los “Cuatro fragmentos”, dicho sin hipérbole, una obertura literaria de
altos vuelos:
Adolfo Mexiac
de nuestra portada Pienso también en “El cabello y la lluvia”, en su
da Vinci, genio por excelencia, decía: “La pintura es
pregunta abierta en “¿Tiempo de promesas?, cuan-
poesía muda, la poesía pintura ciega”, habrá que
do su “[…] día tañe las cuerdas del oro de la tarde”
concluir que nuestro poeta, dotado de dobles dones,
y nos alerta sin más preámbulo “[…] que los atar-
no enmudece en su pintura ni es ciego en su poe-
deceres / son el único vestigio de nuestro paso en la
sía. Más bien es visionario, y por eso nos advierte,
tierra […] en esta hora de extravíos y mutaciones”.
“[…] no existen los caminos francos. / Los oscuros
Admiremos pues, la filigrana de su palabra que
mapas del amor / trazan sendas extrañas”.
mediante el viejo oficio de hacer las letras, la cali-
¿Mas dónde está la huella que busca el cazador
grafía de la vida y cantarla como llega, nos la otorga
de emociones que es Mario del Valle? ¿Dónde pone
pletórica de bienes y de males en una canasta de
la mirada y dispara el venablo de los versos? La res-
frutos con ortigas y manzanas donde el amor es si-
puesta está en la estrofa:
giloso, pretérito y futuro; dominatriz y esclavo; pasional y hermético.
Mario del Valle ha gestado con mesura y tiem-
Si no estás en esta sintaxis donde
la eternidad extiende sus brazos
po una obra cada vez más refinada con la fórmula
y besa la tierra púrpura de la gruta de la maga,
de los escritores sensatos, y así lo dice: leyó a los
di que no,
grandes poetas, pero también encontró la poesía
si los oscuros mapas del amor hallan salida,
“en los pétalos estrujados por los dedos / de una
vaga por sobre las altas hierbas,
mujer sin recuerdos, / que llevaba de la mano / a un
y di que sí.
hombre encorvado. / Era la poesía.” Pero, el hombre
Una sugerencia al terminar mis palabras. Hay
cargado de espaldas que deambula en estos versos
que leer morosamente esta obra, pero también amo-
acompañado en la bruma de la imaginación, viejo y
rosamente. Las letras se han cobijado en la experi-
pobre, quizá, lo está por tanto esperar la emoción
encia de un poeta maduro para formar palabras, y
verdadera, el oistros, la materia inasible con que
éstas a su vez, al ritmo del universo que se escucha
se construye el poema diariamente en las ascuas
también en la algazara voraz de la urbe, han hilva-
amorosas.
nado dísticos, estrofas, poesías suspendidas como
Es notable que Del Valle siga fiel a las vocacio-
las orquídeas en el trapecio de los días. No busque
nes que lo embriagaron desde su primera juventud,
el lector la metáfora en el jardín equivocado. En Los
y avance en ellas como el hombre que busca desci-
oscuros mapas del amor, donde hay una sutil guía
frarse en el enigma de las nubes. De ahí las referen-
para recorrer los caminos invisibles, la metáfora lu-
cias a obras plásticas y pintores. Pero, si Leonardo
minosa está en el poema no en el verso.
10 El Búho
Francisco Carranza Romero
Sucedió en Corea
E
l 17 de febrero de 2014, aproximadamente unos 560 jóvenes recién
ingresados a los departamentos de
lenguas asiáticas de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Busan, Corea del Sur,
viajaron a Gyongju para participar en la ceremonia de bienvenida. Todo era un ambiente
de alegría por conocerse entre los nuevos ingresantes y por conocer a algunos mayores
dirigentes que organizaban la ceremonia.
Este evento de bienvenida es un rito donde
los recién ingresados son informados, orientados e incluidos en la historia de la universidad y, desde entonces, se identificarán con
la institución.
Gyongju, una ciudad cercana a Busan, y a
370 kilómetros al sureste de Seúl, es un lugar
Gyongju
de nuestra portada 11
turístico por sus restos arqueológicos e históricos.
sonidos estremecían el local, y las fuertes y par-
Buena oportunidad para conocer grutas, templos
padeantes luces convocaban a los jóvenes al gim-
budistas, museos, palacios y tumbas reales.
nasio convertido en auditorio. En ese ambiente de
El invierno de este año se ha caracterizado por
alegre celebración, algunos escucharon ¡crac!, ¡crac!
muchas y densas nevadas. El espesor de la nevada
en el techo y en las paredes. Unos ruidos como la
acumulada ha llegado a 40 centímetros en la sema-
ruptura y el desgajamiento de un cuerpo pesado
na del 17 de febrero.
y sólido. Los que estaban cerca de la puerta se reti-
Esa noche del 17 de febrero los cachimbos, tal
raron del lugar. Y segundos después cayó el techo que
como llamamos en Perú a los nuevos ingresantes,
soportaba la masa de nieve acumulada por días con-
se reunieron en Mauna Ocean Resort para celebrar
tinuos de nevada, las paredes se inclinaron derrum-
el inicio de la etapa de la vida estudiantil univer-
bándose hacia el centro, espacio grande del gim-
sitaria. Los aparatos electrónicos de estridentes
nasio. En ese breve tiempo hubo gritos de dolor y
de desesperación. Y, como ahora
vivimos con celulares en la mano,
los testigos ilesos inmediatamente
llamaron a los cuerpos de rescate.
Pronto llegaron 1450 bomberos,
policías y soldados dispuestos a
auxiliar. El frío invernal enfrió más
al pueblo coreano.
En esa misma triste noche los
rescatistas pudieron salvar a los
atrapados y a más de 100 heridos;
pero también hallaron diez cuerpos
sin vida. Ante la triste noticia difundida por los medios de comunicación los desesperados familiares
acudieron de donde sea, unos para
llorar la muerte del ser querido, otros
para quejarse por la inseguridad
del local que había pasado la ins-
12 El Búho
Jaime Goded
pección de seguridad anual durante 6 años, y cuan-
debe ser ajena) decían los latinos con humildad y
do la obra fue finalizada.
solidaridad humana. Con este criterio conviene que
Lee Wongyeol, presidente de Grupo Kolon, em-
las compañías constructoras de edificios de vivien-
presa constructora y dueña de hoteles y centros de
das multifamiliares en Perú proyecten y construyan
recreación, llegó al lugar para pedir perdón y asumir
casas con criterios de brindar la seguridad a los que
todos los gastos. Un hombre que siente el dolor de
van a habitar. No nos olvidemos que Perú es un país
los demás antes que un empresario que muchas
dentro del cinturón de fuego del Pacífico que oca-
veces es sólo un insensible homo economicus.
siona la actividad sísmica y volcánica, por eso se
Ya pasaron muchos días desde ese accidente,
deben tomar más medidas de seguridad antes de
ahora hay datos que no culpan sólo a la fuerte ne-
dar las licencias de construcciones altas en cual-
vada sino a la baja calidad del material usado en
quier lugar. Un ejemplo de Lima: En la frontera de los
la construcción. Los criterios arquitectónicos no
distritos Santiago de Surco y La Molina se observan
son para dudar. La construcción de la obra estaba
dos criterios diferentes: En Surco hay licencia para
presupuestada en 400 millones de wones (374, 000
levantar edificios de más de 6 pisos. En la Molina
dólares estadunidenses) pero la inversión real ha-
no está permitido más de 3 pisos. Una avenida de
bría sido sólo de 150 millones de wones.
30 metros de ancho (Javier Prado Este, cuadra 50)
Las autoridades políticas de la provincia tienen
separa a esos dos distritos. ¿Hay estudios geológi-
mucho que explicar porque ellas aprobaron el
cos serios para que en Surco se construyan edificios
proyecto, dieron el visto bueno a la construcción,
altos? Las autoridades municipales y del Ministerio
avalaron la obra como bien terminada y sometieron
de Construcción deben cuidar la vida humana antes
a la obra a inspecciones anuales de seguridad.
de pensar sólo en los ingresos prediales.
Dos padres de familia que perdieron a sus hi-
Y, cuando haya un desastre por errores huma-
jos, agradecidos por la ayuda generosa del pueblo
nos, como el incendio en la discoteca Utopía, los
coreano, han donado el dinero recaudado para la
responsables inmediatos y mediatos deben asumir
creación de becas para los estudiantes necesitados.
la responsabilidad y no ocultarse usando de escudos a los serviciales abogados que aparecen al ins-
También puede pasar en Perú
tante. El empresario coreano del Grupo Kolon es un
Lo bueno o malo que pasa en otro país puede
buen ejemplo porque tuvo la valentía y la actitud
pasar también en América Latina o en Perú. Nihil
honesta de acudir al lugar del desastre.
humanum a me alienum est (Nada de lo humano me
es ajeno. Nada de lo que pasa a otro ser humano me
Mauna Ocean Resort después del derrumbe.
de nuestra portada 13
Ares Demertzis
(I) La inquietud
H
ace tiempo, al iniciar mi residencia en México, mi compadre Cuitláhuac Rangel Alcaraz
dedicó un número substancial de domingos
invitándome a acompañarlo a
las corridas de toros celebradas en la Ciudad de México.
Él deseaba introducirme a su
mundo de aficionado a este
singular espectáculo actual de
la cultura hispana.
La Fiesta Brava también
cautivó a Ernest Hemingway,
este vigoroso escritor, amante
de toda contienda, quien la
llevó a la atención mundial.
“Pápa”,
como
Hemingway
gozó de ser llamado familiarmente, interpretó la corrida
como una exhibición heroica y
Carmen Parra
14 El Búho
de valor, a pesar de que muy probablemente se origi-
contré un silencio histórico; únicamente acerté el
nó como una ceremonia provocada por el miedo: el
consenso universal: la Fiesta Brava comenzó en Es-
miedo del hombre prehistórico a las fuerzas inex-
paña. Por lo tanto no tuve alternativa que asumir yo
plicables de la naturaleza que lo rodeaban, y de su
mismo la tarea, como una obligación auto asignada,
propia esencia espantosamente agresiva; el miedo
de determinar su origen. Esa labor incluyó lógica-
primitivo hacia una energía cósmica misteriosa, la
mente una investigación escrupulosa de la historia
cual intentaba apaciguar con sacrificios, así subor-
de la península ibérica. Lo qué hallé era inesperado
dinándola con una hechicería superior. Creo que la
y abrumador. Si quisiera ser generoso, señalaría los
tauromaquia, como los griegos antiguos nombra-
textos actuales como inexactos, aunque para fines
ban a esta competencia entre hombre y toro, fue
de una explícita honestidad, tendría que confesar
concebida para serenar la inseguridad de la sobre-
que los considero predominantemente falsos; una
vivencia, la cual irritó el subconsciente del hombre
historia revisionista.
mucho antes del Minotauro de Cnosos.
Soy griego por nacimiento, y por lo tanto bien
La tauromaquia se originó como un sacrificio
versado en la conquista islámica del Oriente Me-
religioso, una misa de la consolación, una ceremo-
dio y de los Balcanes. La invasión musulmana y la
nia para aplacar fuerzas hostiles y agresivas; una
supresión subsecuente de las poblaciones derrota-
afirmación de que lo anónimo desconocido podría
das eran consideradas, incluso por historiadores
ser sometido. El hombre arriesgó su vida, y en oca-
de aquel entonces, como inusualmente crueles y
siones la perdió, en un combate ritual diseñado para
despiadadas, a pesar de que estas conquistas colo-
conseguir la magia necesaria para la continuación
nizadoras ocurrieron durante un período calificado
de su propia existencia.
entre lo más implacable y brutal de la historia hu-
Las excursiones dominicales con Cuitláhuac re-
mana. La ofensiva islámica militar/política/religio-
sultaron ser inquietantes para mí. Al estar sentado
sa se expandió con sorprendente vigor, surgiendo
en la Plaza de Toros, siempre tuve la insistente im-
desde las tierras inhóspitas beduinas de la penín-
presión que no observaba un evento calculado sim-
sula arábiga para imponer el imperio del Califato a
plemente para entretener -me sentía testigo de un
nivel mundial.
acto religioso-; algo que los animados espectado-
Estoy también informado referente a la usur-
res que me rodeaban parecían no considerar en su
pación imperialista de África del norte, el Magreb, y
aprecio vocal de la ocasión.
la península ibérica en el nombre de Alá, y al tanto
Al iniciar una indagación referente al origen y el
de las exigencias del Corán, esa revelación asumi-
significado de la tauromaquia contemporánea en-
da perfecta y final de Dios por los mahometanos;
de nuestra portada 15
la hagiografía islámica de una ideología totalitaria
anteriormente por el Islam, no ofreció ningún am-
que motivó, y continúa inspirando, el medieval ar-
paro a los mahometanos remanentes en las tierras
dor musulmán en un mundo moderno en donde el
restituidas.
pluralismo, la libertad civil y religiosa y los dere-
Los Españoles, temiendo el tradicional y religio-
chos humanos son aceptados como conceptos in-
samente sancionado engañó islámico, la taquiyya,
violables.
y el kitman, sospechaban que algunos de los mu-
Durante mi investigación en los orígenes de
sulmanes convertidos al catolicismo profesaban fal-
la corrida actual, sorprendentemente descubrí
samente su nueva fe, y a estos los consignaban a
que los historiadores de moda, quizás en su afán
sufrir una violencia nutrida por la soñada venganza
de ser políticamente correctos, niegan la realidad
reunida tras siglos de resentimiento. La inquisición
áspera de la conquista musulmana y de su acom-
y el auto-da-fe se consideran actualmente como el
pañante esclavitud de las culturas subyugadas; una
ejemplo más legendario de la intolerancia inherente
realidad histórica indiscutible. Esta insistencia en-
en la reconquista española cristiana, aunque con el
fática y coordinada de unos catedráticos, periodis-
fin de ser escrupulosamente honestos, éstas nunca
tas y políticos para encubrir los hechos históricos
llegaron a igualar el terror y las masacres impuestos
me estremeció.
por los devotos del Islam a los usurpados.
El engaño musulmán temido por los Espa-
(II) La historia callada
ñoles es dividido en dos partes distintas: taquiyya y
La conquista de la península ibérica por el Islam
kitman; las dos son tácticas gemelas de disimulo im-
comenzó con la invasión de Gibraltar, Yebel Tarik,
puestos por el Corán, con una diferencia sutil entre sí:
el 27 de abril del año 711, a manera de un colonia-
Taquiyya es un engaño deliberado, una mentira
lismo basado en la creencia y la propagación de una
completa, plenamente aprobada en el Corán para
fe sanguinaria y sin piedad, excepto por un breve
la promulgación del Islam, o para prevenir la deni-
período de relativo sosiego con la gente avasallada.
gración del Islam, o para protegerse de un adversa-
El 2 de enero del año 1492, se realizó la concluyente
rio no-musulmán.
expulsión musulmana del al-Andaluz, acompañada
Kittman se define como decir solamente una
por el “último suspiro del moro” mientras miraba
parte de la verdad, omitiendo la parte que podría
hacia una Granada perdida. Casi ochocientos años
ser considerada ofensiva, o aprovechada por los no-
de humillación, exterminios, masacres y esclavitud
creyentes para criticar la “religión de la paz”.
concluyeron con la reconquista. La triunfante recu-
Muchos historiadores modernos revelan con
peración cristiana, continuando el ejemplo trazado
sus escritos poseer una agenda política/religiosa;
16 El Búho
una ideología que insisten en propagar a sus lec-
multi-cultural, inclusivo y tolerante, tuvo que huir
tores. Son manipuladores de los hechos, cuyas
con su familia de al-Andaluz por la persecución in-
fantaseadas conclusiones son desmentidas por evi-
tolerable de Islam. Sus propias palabras traicionan
dencia irrefutable. Propagan el mito idílico de un
la ficción: “… los árabes nos han perseguido se-
al-Andaluz islámico como una sociedad tolerante
riamente, con su legislación discriminatoria contra
y pacífica, coexistiendo serenamente en un orden
nosotros… nunca una nación nos ha molestado,
social multi-cultural, y multi-religioso; indulgente y
degradado, rebajado y odiado tanto como ellos…”
caritativo, produciendo una Edad de Oro
similar al Renacimiento Italiano. La realidad es que ese al-Andaluz islámico no era
ni tolerante ni pacífico, incluso durante su
apogeo; era una sociedad cruel en donde
la intolerancia y la discriminación de los
musulmanes
humillaron
permanente-
mente al conquistado y despojado conocido como dhimmi.
Los dhimmi fueron sujetos a una segregación atroz, con represalias sin compasión. A cambio de sus vidas y permiso para
practicar muy discretamente su religión,
se les demandaba el pago de la Yizia, un
tributo monetario a veces tan severo que
estaban obligados a solventarlo con el llamado “impuesto de sangre”, la entrega de
sus hijos e hijas menores.
El filósofo judío Marimondas (el rabino Moisés ben Maimón), conocido por
los árabes como Rambam, quien es actualmente hoy día ostentado por los musulmanes como un ejemplo de un Islam
Ángel Boligán
de nuestra portada 17
Como ocurrió en todos los países conquistados por Islam, en el al-Andaluz también ocurrie-
Cito algunas de las más reconocidas en el alÁndaluz:
ron levantamientos para quitar el yugo colonia-
-Toledo, colonizado en 712, se rebeló en 713,
lista impuesto por una perversa teocracia malévola
761, y consecutivamente del año 784 al 786. Otra
y totalitaria, cuyas herramientas eran el miedo, la
vez en 797, 806, y del año 811al 819. Centenares
humillación y la intimidación. Todas estas insurrec-
fueron descabezados y/o crucificados de acuerdo
ciones fueron vencidas por ejecuciones masivas.
con ley islámica.
-Zaragoza se rebeló del 781 al 881.
-Córdoba se rebeló en 805, seguido
por tres días de incesante masacre de los
cristianos.
En 818, crucificaron a 300 no-musulmanes y 20,000 fueron exiliados.
-Mérida se rebeló a partir del año 805 hasta el año 813. Otra vez en 828, 829, y 868.
-Granada se rebeló en 1066, 5.000 nomusulmanes fueron ejecutados. A partir de
1130 y hasta 1232 fue masacrada constantemente la población de los no-musulmanes,
incluyendo a los judíos.
Fueron converti-
dos forzosamente los cristianos y los judíos,
como ocurrió con frecuencia durante la historia colonizadora sangrienta del Islam.
Los habitantes de una sociedad tolerante y
compasiva no arriesgarían su bienestar levantándose en armas para liberarse de la libertad, exponiéndose a la bestial represalia del
genocidio; la crucifixión y decapitación que
ello implicaría. No. Eso no es probable si
los conquistados vivían en paz y tranquilidad.
Necesitamos cuestionar el actualmente acep-
18 El Búho
Pepe Maya
tado, políticamente correcto y consentido cuento
Considero históricamente significativo el hecho
de hadas de la tolerancia y compasión inherente en
que la tauromaquia prosperó repentinamente a
Islam.
través de la península ibérica al concluir la derrota
Bernard Lewis, Profesor Emérito de Estudios
de Islam en Granada en el año 1492. Postulo que
del Medio Oriente en la Universidad de Princeton,
sería improbable considerar este surgimiento ines-
con especialidad en la historia del Islam y la interac-
perado de la corrida en esta precisa fecha como pura
ción entre Islam y el Occidente subrayó:
coincidencia. No creo que es una sugerencia des-
“Es solamente muy recientemente que algunos
cuidada proponer que lo que había sido un deporte
defensores del Islam han comenzado a afirmar que
rural, la caza de toros a caballo por los aristócra-
su sociedad en el pasado consentían a los no-musul-
tas españoles medievales, se hubiese transformado
manes un estatus igualitario. Ningún representante
por los cristianos liberados en una celebración que
del Islam renaciente hace esta afirmación, y no hay
afirmaba el derribo de la fuerza bruta que los tenía
históricamente ninguna duda que están en lo correc-
sometidos. Los moros, la bestia oscura, fueron
to. Las sociedades islámicas tradicionales ni acorda-
vencidos.
ban tal igualdad ni fingían que hacían tal. De hecho,
Someto la siguiente polémica teoría: la Fiesta
en el viejo orden, esto habría sido visto no como un
Brava tiene, desde su inicio, implicaciones reli-
mérito sino como un abandono del deber. ¿Cómo
giosas en un simbólico encuentro bélico entre la
podría uno acordar el mismo tratamiento a los que
Cristiandad y el Islam. Creo que las doctrinas de
siguen la fe verdadera y a los que voluntariamente
subyugación y humillación, obligatorias en todas
la rechazan? Esto sería una teológica, así como una
las conquistas islámicas, fueron incorporadas a
lógica, absurda”.
propósito como dos características indispensables
e imprescindibles en la corrida como componentes
(III) La fiesta brava
fundamentales de la misa celebrada en el ruedo.
En el al-Andaluz, después de ocho siglos de la sub-
Postulo la existencia de procedimientos religio-
yugación obligatoria impuesta a los infieles según el
sos/históricos en la Fiesta Brava que tienen una rel-
mandamiento inexorable del Corán divino, los mu-
ación directa e irrefutable en la confrontación del
sulmanes finalmente fueron expulsados, su Yihad
Islam con el cristianismo. Propongo que la Fiesta
por lo pronto terminado, y los Dhimmi emancipa-
Brava es, en efecto, una alegoría cuyo significado va
dos. El catolicismo prevaleció, y las mudas cam-
más allá de lo inmediatamente observable.
panas de las iglesias volvieron a tocar, llamando de
nuevo al cristiano fiel.
La Fiesta Brava es un acontecimiento que se realiza en un círculo sacrificial de arena dividido en
de nuestra portada 19
tres. Su desarrollo contiene elementos altamente
menta religiosa. El Matador brinca y salta en una
litúrgicos, conformado por tres partes distintas,
exhibición ostentosa, aunque simultáneamente
conocidas como Tercios; tres eventos conduciendo
solemne, manifestando su seguridad, cubierto en
a los participantes en una progresión ceremonial
lentejuelas que arrojan centellas radiantes de luz.
hacia su culminación en un sacrificio de sangre.
Este Traje de Luces que deslumbra con su resplan-
Los participantes en cada tercio son tres: el Mata-
deciente brillantez todo a su alrededor está además
dor, el Banderillero y el Picador. El Matador desafía
bordado con hilo de oro. En la actualidad, durante
a tres toros. Tres Banderilleros tres veces insertan
sus ceremonias eclesiásticas solemnes, los sacer-
sus Banderillas. Los Picadores administran tres per-
dotes cristianos ortodoxos exhiben una vestimenta
foraciones al toro con sus lanzas. Tres. Un número
similar.
cabalístico. Repetitivo. Tres. ¿Puede ser que el sig-
Inicia el primer acto con “el engaño”. El mata-
nificado de esta competencia tenga alguna insinua-
dor cita a su contrincante utilizando un capote an-
ción en relación a la trinidad cristiana?
cho, de color purpura y oro, colores relacionados
Un eco de lamento emana desde una trompeta,
con la iglesia Católica, en un gesto arrebatador lla-
el Clarín, y da inicio a la presentación; éste es el
mado significativamente “Verónica”. El Matador/To-
primer acto, el Tercio de Varas. El toro carga con
rero inicia el Sacramentum pasando el capote sobre
furia desde la sombra tenebrosa que lo envuelve a la
la cabeza del toro; el condenado a sufrir la última
luz del sol brillante que ilumina la arena. Esta puer-
agonía en esta tarde.
ta, el Toril, es también conocida como “La Puerta
El Tercio de Banderillas, el segundo acto, con-
del Miedo”, el miedo bestial sembrado por islam a
cierne a la convención formal milenaria, posible-
los conquistados. El toro carga amenazantemente
mente prehistórica, de preparar a una víctima para
en una exhibición insolente de beligerancia desde la
el sacrificio.
oscuridad hacia la luz, desde su mundo de sombra
Entran al ruedo los Picadores a caballo. Empu-
lúgubre a la iluminación. Los cuernos intimidantes
jan sus lanzas tres veces en los tendones del cue-
de la bestia exhiben una luna creciente soberana
llo del toro para debilitar los músculos del cuello,
-inequívocamente el símbolo explícito del Islam.
obligándolo a bajar la cabeza en deshonra y sumi-
Esperando con confianza para enfrentarse al
sión durante el acto final, y asimismo facilitando la
prieto adversario, el moro transfigurado, en lo que
incisión mortal de la hoja de acero en la llamada
será una precisamente coreografiada danza con la
“Hora de la Verdad”.
muerte está el Matador/Torero, vestido impecable-
Subsecuentemente, el toro es adornado con
mente en lo que podría interpretarse como vesti-
coloridas banderillas, cuyas espinas agudas de me-
20 El Búho
tal penetran la carne, secretando corrientes líquidas
central es la humillación, concluyendo con la des-
oscuras de carmesí en imitación de la corona que
trucción de la bestia.
perforó la cabeza del rey de los judíos. El que será
Humillación. ¿Por qué humillación? En la his-
sacrificado en este día debe ser adornado apropia-
toria milenaria del sacrificio, nunca se humilla la
damente y sufrir indignaciones similares.
ofrenda que va a ser sacrificada; ningún dios acep-
En el tercer y último acto, la Faena, también
conocida como el Tercio de Muleta, el engañoso ca-
taría un homenaje degradado, sería considerado
una ofensa.
pote grande es substituido por un paño rojo peque-
Propongo que la respuesta reside en una repre-
ño, igual de tramposo, con el cual se inicia el cal-
salia por la vergüenza centenaria sufrida por los
culado proceso de exigir una ignominia implacable.
derrotados españoles a manos de los musulmanes
Este Tercio es el más anticipado, escrupulosamente
como parte inherente del dogma religioso esta-
examinado y discutido por los aficionados. Uno po-
blecido en el Corán. Asumo que como consecuen-
dría, sin ambigüedad, concluir que es el tercio más
cia de esas tribulaciones, los infieles que sufrieron
notable, más significativo, de la corrida. Su tema
la depravación islámica consideraron que era in-
Mel
de nuestra portada 21
suficiente utilizar como un instrumento de ven-
Haz guerra contra ellos hasta que paguen la Yizya
ganza la simple destrucción de la bestia oscura;
con sumisión, y que se consideren resignados, en
existía un imperativo para despreciar y gozar de
el reconocimiento de la superioridad musulmana, y
su desgracia.
que estén en un
El Matador/Torero incita a la bestia incesante-
estado sometido”.
mente, provocando su deshonra y obligándolo a
La humillación durante La Fiesta Brava está
que baje la cabeza en sumisión, como estaban obli-
acompañada por los gritos exaltados y triunfantes
gados los conquistados ante los musulmanes. El
de los fieles apasionados.
Matador/Torero insiste que los cuernos de luna creciente del Islam sigan sus demandas caprichosas,
el hocico del toro ignominiosamente raspando la
arena en apretados círculos confusos.
Es preciso citar aquí las obligaciones y demandas divinas del Corán:
Sura IX 29: “La Yizya será quitado de ellos con
vileza y humillación. El Dhimmi
tendrá que llegar en persona,
caminando, no montado. Cuando paga, debe estar parado,
mientras el que recibe su tributo
se mantiene sentado. El musulmán agarrara al Dhimmi por el
cuello, y zarandeándolo, demandará “¡Paga la Yizya!” Y al pagar,
recibirá golpes en el cuello”.
El Corán 9:29: “Lucha contra todos los que no creen en
Alá, en el Último Día, quienes
no consideran prohibido lo que
Alá ha prohibido… y los que no
profesan la verdadera religión.
Perla Estrada
22 El Búho
“¡Olé! ¡Olé!” Ésta es una expresión de júbilo sin
asociación conocida.
¿Sera irrazonable considerar que esta exclamación hace siglos fue: ¡Alá! ¡Alá!?
El vocabulario hispano actual contiene muchas
palabras árabes que se han integrado y han sido deformadas, entre ellas la expresión “¡ojala!” cuyo ori-
gen se considera ser una súplica, una imploración a
necesario e indispensable tanto para la conquista
la deidad islámica: “¡O, Alá!”
como para la supervivencia.
Hoy día, cuando el Matador/Torero cita al toro,
Sahih Bukhari, Volumen 4, libro 52, número
lo llama con las palabras “¡Ála, Éy!” ¿Será inadmi-
269: Narrado de ‘Abdullah de Jabir: “El profeta dijo,
sible imaginar que en tiempos pasados era “¡Alá,
la guerra es engaño”.
Éy!”?
Sira 367: “Kab bin al Ashraf insultó al Apóstol
Si el Matador/Torero es particularmente diestro
de Dios. Mahoma preguntó ¿quién matará a Ibnul-
en su humillación de la bestia conquistada, su recom-
Ashraf? Mahoma bin Maslama, el hermano de Ib-
pensa, en imitación de la práctica musulmana hacia
nul-Ashraf dijo Yo lo mataré, ¡oh! Apóstol de dios.
los infieles sometidos, es el derecho de desfigurar
Mahoma dijo -hazlo si puedes. Mahoma bin Masla-
al animal; amputando las orejas, el rabo, o ambos.
ma dijo, ¡oh! Apóstol de dios, tendremos que mentir,
Sura 5:033: “El castigo para los que hacen guerra
y el Profeta contesto -está permitido que mienta”.
contra Alá y su Mensajero, e intentan corromper es
El hombre destruye la fuerza bruta a través de
ser matados o crucificados, o tener sus manos y pies
la astucia; aprovechando el propósito islámico del
cortados por los lados alternos de sus cuerpos”.
engaño: Taquiyya y Kitman.
Corán 9:29: “Lanzaré miedo en los corazones de
Esta faena concluyente termina con una mani-
los infieles. Entonces golpeé violentamente los cue-
festación simbólica e insolente de supremacía: el
llos y daré el golpe violento a cada dedo”.
Matador/Torero convoca al toro con su rostro virado,
Corán 7:124: “El castigo es… el corte de manos
y de pies de lados opuestos”.
en una confianza sublime de su incipiente victoria;
el “Pase de Desprecio”. La corrida logra su clímax
Durante toda la corrida, el Matador/Torero pa-
cuando el Matador/Torero, en una exaltación final,
rece una figura diminuta en el ruedo, tenazmente
se lanza por encima de la luna creciente del toro,
resuelto a sobrevivir y conquistar en un ambien-
sin ser lesionado, para conferir la estocada fatal al
te hostil, con astucia, venciendo con el engaño.
Islam; La Hora de la Verdad.
Desconcertado por su inhabilidad de aislar al hom-
En conclusión, los orígenes históricos/simbóli-
bre detrás del paño insubstancial como una figura
cos de este combate han sido sublimados por el
distinta, el bruto formidable sucumbe dócilmente a
paso del tiempo; la Fiesta Brava continúa un olvi-
su aniquilación. El hombre ha desorientado la furia
dado llamado masivo a millones de personas que
de una bestia indomable. Ha convertido en impo-
desconocen en forma cognitiva que sus pasiones
tente a su adversario con un pedazo de tela apro-
han sido metafóricamente despertadas debajo de
piadamente llamado “el engaño”. El engaño, medio
un umbral de percepción inconsciente.
de nuestra portada 23
Edwin Lugo
A
unque distantes para nosotros por el tiempo y la geografía, la obra de estos dos extraordinarios novelistas permanece vigen-
te no sólo por su indiscutible mérito literario que
no se menoscaba con las traducciones, sino por la
penetración humanística y psicológica con la que
tratan a sus protagonistas y los múltiples mensajes
que se desprenden de su comportamiento. No cabe
duda que la condicionante para ser considerado
un ameritado escritor está en relación con el grado
de conocimiento que posea acerca de lo complejo
y contradictorio que es el hombre.
Otro autor connacional altamente ameritado y
además extraordinario políglota es el meticuloso y
erudito traductor Sergio Pitol cuyo loable esfuerzo nos ha permitido acercarnos a su colega polaco Witol Gombrowicz, del que nos dice, nació en
Meloszyce, Polonia en l904 y que inició su carrera
literaria cuando contaba 29 años con un libro de
siete cuentos publicado en su país natal y en el que
presentaba una fascinante galería de personajes
José Juárez
24 El Búho
extraños enredados en complejas tramas psicoló-
a Niza en l963. Después de haber vivido durante 25
gicas, titulado: Memorias del Período de Inmadurez
años en Argentina, ya se supone exiliado y huyendo
fue posteriormente ampliado por otros relatos es-
de la masacre que desató el nazismo; y como otros
critos entre l933 y l944 con el título de Bakakai y
escritores, que si bien logró salvar la vida, debió pa-
que vio la luz hasta l957.
sar hambre y miseria en el país sudamericano que
Bakakai contiene l0 relatos: “El Banquete”, “La
lo acogió. Otro tanto, aunque en circunstancias di-
Rata”, “Acerca de lo que ocurrió a bordo de la Gole-
ferentes aconteció con el judío-austríaco Stephan
ta Banbury”, “En la Escalera de Servicio”, “La Virgi-
Zweig refugiado en Brasil donde terminó su fructí-
nidad”, “El festín de la condesa Kotlubaj”, “Crimen
fera existencia suicidándose, inmensamente horro-
Premetitado”, “El Diario de Stephan Czarniecki” y
rizado y decepcionado de la naturaleza de algunos
“El bailarín del Abogado Kraykowsk”.
hombres criminales capaces de desatar todos los
El trazo y las situaciones de los personajes no
horrores inimaginables en aras del racismo, una de
son fáciles de asimilar y si en ellos campea una
las peores lacras de la humanidad, de la que noso-
desbordante imaginación, una vez que se analiza
tros mexicanos, pese a los cacareados avances de
el texto se descubren esos profundos recovecos que
algunos dirigentes mundiales, fuimos y seguimos
yacen en el fondo de nuestro psiquismo y que se
siendo víctimas.
traducen en comportamientos extraños, aunque
Gombrowicz es sin duda uno de los novelistas
de ninguna manera divorciados de esa madeja in-
más singulares del siglo XX. En l938 escribió su
disoluble de acciones aparentemente disparatadas,
novela Ferdydurque en la que describe un retrato
pero que indudablemente forman parte del desarro-
-acaso casi grotesco- de la Polonia de entreguerras
llo conductual humano. Bakakai no es un libro fácil
y que posteriormente los críticos la han llegado a
de leerse y su correcta asimilación precisa de varias
considerar como una de las obras capitales de la
lecturas, donde se detecta que a la par que se va
literatura contemporánea. A ella le siguieron Trasa-
reafirmando el oficio del autor también se va consi-
tlántico publicado en l953, el drama El matrimonio,
guiendo poco a poco esa comunicación virtual con
producido en el mismo año; Cosmos, que vio la luz
el lector, objetivo primordial de la literatura.
en l956 y resultó galardonada con el Premio For-
Gombrowics es un ameritado cronista de su
época y su estirpe puramente europea delata la hue-
mentor en l967 y Opereta un drama que fuera su
última obra, escrita en l966.
lla de las dos terribles conflagraciones mundiales,
El prolífico polaco dejó también a la posteridad
en medio de las cuales vivió el escritor, quien final-
un breve pero sin duda instructivo Curso de Filosofía
mente reconocido, murió en Vence ciudad cercana
en seis horas y cuarto.
de nuestra portada 25
Por su temática apasionante, imprevisto desen-
acciones que nos llevan de sorpresa en sorpresa; se
lace, clímax estupendamente logrados, recomen-
diría que los personajes de Gombrowics se vuelven
daría leer Los hechizados. En ella el autor mezcla
casi transparentes, y el lector puede penetrar hasta
con asombrosa habilidad temas como la hechicería,
sus recovecos y obsesiones, entonces el novelista
el mediumnismo, la extravagancia de una Varsovia
no omite describir una obscenidad casi malsana en-
que no desmerecería al lado del París de la belle
cubierta en una aparente banalidad existencial.
époque y un conocimiento de un mundo pequeño
Andrzej Kusniewiccz nacido en el mismo año,
aunque no menos interesante: el de los jugadores
l904, vio la luz primera en Galizia, -región de Eu-
de tenis. En el relato uno de sus personajes, devela
ropa situada entre las estribaciones septentrionales
la intimidad femenina en toda su amplísima dimen-
de los Cárpatos y en los altos valles del Vístula y del
sión de pensamientos, sentimientos, reacciones y
Dnieper, y que luego pasó a formar parte del rei-
Jesús Anaya
26 El Búho
no de Polonia- dentro de una aristocrática familia,
u objeto de arte, pagando sin dudar por su adqui-
lo que le permitió estudiar holgadamente Derecho,
sición cualquier precio, para enviarlo -con avidez
Arte y Ciencias Políticas, ocupando al término de sus
de coleccionista- al lejano hogar húngaro habitado
estudios importantes puestos en la diplomacia prin-
por la solitaria madre que vive anhelando el retorno
cipalmente en Francia lo que le motivó a sumarse
del único hijo, quien a su vez anhela volver princi-
a las fuerzas de la Resistencia durante la segunda
palmente para acariciar con codicia de avaro los pri-
guerra mundial. Detenido por los alemanes en l943
morosos objetos robados, saqueados o comprados,
fue deportado a Mathausen.
y que ya constituyen un pequeño museo; a la par
Concluida la guerra fue nombrado en 1945 Cón-
que ejecuta con sangre fría a un inocente prisionero
sul General polaco en distintas ciudades francesas,
ruso, cazándolo como a una fiera salvaje y sin otro
regresando posteriormente a Polonia. Es posible
motivo que el placer de matarlo. Lamentablemente
que su actividad política y diplomática le impidie-
el anhelado retorno no llega a consumarse, pues el
ra dedicarse a su tercera carrera: autor de novelas,
mílite fallece precisamente el día en que al fin ter-
actividad en la que destacó pues dos de ellas re-
mina la conflagración, a causa de una irremediable
sultaron galardonadas con el Premio Nacional de
y progresiva tuberculosis.
Literatura en Polonia. Estas dos obras, por cierto
No obstante el relato de los pavorosos crímenes
ampliamente difundidas por sus múltiples traduc-
del señor Kiekeritz será apenas el pálido preámbulo
ciones son: El Rey de las dos Sicilias y La Lección
de la espeluznante suma de horrores, aún más es-
de la Lengua Muerta que recrean con amenidad el
pantosos -si cabe tal posibilidad- de los asesinatos
hundimiento del imperio Austro-Húngaro, a partir
masivos en los temidos crematorios nazis.
del asesinato del príncipe Fernando de Habsburgo
Si bien es posible que el lector se identifique por
ocurrido en Sarajevo y el cual dio pie al inicio de la
momentos con tan extravagante personaje, termi-
primera guerra mundial. En dicha novela el prota-
nará por sentirse apesadumbrado al constar que el
gonista es el teniente Kicheritz o Kiekeritz, un ulano
estetismo no ha conseguido siempre frenar la bes-
en cuya persona se funden: un ferviente adorador
tialidad de los humanos sino más bien exacerbar-
de la belleza, gustador de las más refinadas expre-
la. Kusniewicz escribe más que una novela, -donde
siones del arte, y un insensible militar capaz de las
seguramente no escasea el ingrediente fantástico,
crueldades y vilezas más atroces; estas característi-
elemento primordial en toda obra del más maravi-
cas virtualmente contradictorias permiten albergar
lloso género literario- una biografía que desgracia-
al sibarita capaz de admirar, sentir, y valorar con
damente conlleva también un espantable y espan-
sincero deleite los colores y las líneas de un cuadro
toso realismo.
de nuestra portada 27
Carlos Bracho
M
éxico es uno de los países que más han pesado en
la historia de América Latina. Su lucha permanente por la Independencia Nacional y su Revolución,
durante mucho tiempo lo convirtieron en ejemplo y objeto de admiración para muchos países latinoamericanos. Hoy ha perdido
su viejo prestigio revolucionario, sobre todo desde que la Revolución Mexicana mereció -en pasados años- los elogios del Gobierno y
Prensa Norteamericanos.
ANTECEDENTES
México era un país muy pobre en
1910. Un país en el que la inmensa
mayoría de la población vivía en un
estado semejante a la esclavitud,
en que la población asalariada tenía niveles de vida muy inferiores a
los de otros países -como Argentina
y Uruguay- en que 11 mil hacendados poseían casi el 60% del territorio nacional; en que el 88.4% de
la población agrícola eran peones
Gelsen Gas
28 El Búho
-en situación semejante a esclavos-, el 97% eran
Díaz, fue la entrevista -1908- del periodista norte-
cabezas de familia rural sin propiedad agrícola,
americano James Creelman y el anciano General.
y sólo el 2% eran hacendados; en que los índices
“Si en la República llegase a surgir un partido de
de analfabetismo alcanzaban la cifra de 80%; en que
opositores -decía el presidente-, lo miraría yo como
la población que no hablaba español era el 13%; en
una bendición y no como un mal, y si ese partido
que el 52% de los habitantes vivían en chozas; en
desarrollara poder, no para explotar sino para diri-
que la mortalidad infantil era de más de 305 niños
gir, yo le acogería, le apoyaría, le aconsejaría y me
por cada 1,000 nacidos vivos. (Estadísticas Sociales
consagraría a la inauguración feliz de un Gobierno
del Porfirismo, 1877-1910. México. Dirección Gene-
completamente democrático”…
ral de Estadística, 1956).
Los Flores Magón, Madero, Zapata, Villa y otros
A estas circunstancias históricas, y otras mu-
revolucionarios -en su tiempo- le tomaron la pala-
chas que dieron motivos más que suficientes para
bra y emprendieron la larga lucha para llegar a ver
levantarse en armas, había que agregar las políticas
-por fin- un México libre, democrático y en donde la
de control hegemónico del porfirismo. Le represión
justicia fuera clara, rápida y expedita y que la rique-
en contra de todo aquél que tuviera una voz que
za fuera repartida equitativamente.
denunciara los excesos del régimen. Persecución
Han pasado varios decenios, y hoy, el juicio está
y cárcel para los periodistas independientes; tor-
hecho: México ya no es ejemplo de América Latina.
turas para los obreros que se organizaran; muerte
En México mismo la Revolución ha sido traiciona-
civil para aquellos que trataran de reivindicar sus
da. Sí, la Revolución fracasó.
derechos laborales. Policías y soldados eran el bra-
Vayamos al año de 1906. El ambiente político no
zo derecho del porfirismo, y la Iglesia que callaba
era nada halagüeño, el pueblo sufría en carne propia
las arbitrariedades de los poderosos; y el poder ju-
las injusticias y los atropellos del régimen porfiris-
dicial también servía como soporte legal para las
ta. El Partido Liberal Mexicano hace la defensa de
atrocidades de generales y funcionarios, políticos y
los intereses de muchos, hace eco de las demandas
empresarios.
de gremios y ciudadanos al decir: “Un gobierno que
Sí, los empresarios, los industriales, en su ma-
se preocupe por el bien efectivo de todo el pueblo
yoría extranjeros o empresas con mayoría de ca-
no puede permanecer indiferente ante la importan-
pital externo, dominaban a su antojo el panorama
tísima cuestión del trabajo. Gracias a la dictadura de
económico.
Porfirio Díaz, que pone el poder al servicio de todos
El cerillo que prendió fuego a la liberación del
los explotadores del pueblo, el trabajador mexicano
pueblo y a la derrota del caudillo llamado Porfirio
ha sido reducido a la condición más miserable… El
de nuestra portada 29
capitalista soberano impone sin apelación las con-
han hecho, sólo hay un medio: la vigilancia del pue-
diciones del trabajo, que siempre son desastrosas
blo sobre sus mandatarios, denunciando sus malos
para el obrero, y éste tiene que aceptarlas por dos
actos y exigiéndoles la más estrecha responsabili-
razones: porque la miseria lo hace trabajar a cual-
dad por cualquier falta en el cumplimiento de sus
quier precio o porque si se rebela contra el abuso
deberes. Los ciudadanos deben comprender que
del rico, las bayonetas de la Dictadura se encargan
las simples declaraciones de principios, por muy al-
de someterlo… En más deplorable situación que el
tos que éstos sean, no bastan para formar buenos
trabajador industrial se encuentra el jornalero en el
gobiernos y evitar tiranías; lo principal es la acción
campo, verdadero siervo de los modernos señores
del pueblo, el ejercicio del civismo, la intervención
feudales… ni siquiera el menguado salario perciben
de todos en la cosa pública.” Y agregaba el Partido
en efectivo. Como los amos han tenido el cuidado
Liberal Mexicano: “Es axiomático que los pueblos
de echar sobre sus peones una deuda más o menos
no son prósperos sino cuando la generalidad de los
nebulosa, recogen lo que ganan esos desdichados
ciudadanos disfrutan de particular y siquiera rela-
a título de abono, y sólo para que no se mueran
tiva prosperidad. Unos cuántos millonarios, acapa-
de hambre les proporcionan algo de maíz y frijol y
rando todas las riquezas y siendo los únicos satis-
alguna otra cosa que les sirva de alimento… (Ésas
fechos entre millones de hambrientos, no hacen el
fueron las bases en las que operaban las tristemen-
bienestar general sino la miseria pública, como lo
te célebres “Tiendas de Raya”). El trabajador no
vemos en México.”
es ni debe ser en las sociedades una bestia maci-
Con estos señalamientos, el Partido Liberal le
lenta, condenada a trabajar hasta el agotamiento
daba banderas a los miles y miles de inconformes.
sin recompensa alguna; el trabajador fabrica con
El perol en donde bullían los gérmenes de la incon-
sus manos cuanto existe para beneficio de todos,
formidad, nos va dando una idea de cómo se ges-
es el productor de todas las riquezas y debe tener
taba, poco a poco, un sentimiento explosivo, por
los medios para disfrutar de todo aquello que los
demás, de libertad y de independencia.
demás disfrutan…
El Partido Liberal Mexicano, a cuya cabeza es-
“No se puede decretar que el Gobierno sea hon-
taba Ricardo Flores Magón, ponía a la Dictadura
rado y justo; tal cosa saldría sobrando cuando todo
porfirista, con este programa reivindicador, en un
el conjunto de leyes, al definir las atribuciones del
punto en el que no había retorno. El magonismo
Gobierno, les señala con bastante claridad el cami-
cundía por toda la república y sus programas cala-
no de la honradez: pero para conseguir que el Go-
ban ya la conciencia del pueblo en general, y ponían
bierno no se aparte de ese camino, como muchos lo
a temblar a algunos núcleos de poder. Eran los pri-
30 El Búho
meros pasos que desembocarían luego en la lucha
no estará allí la Dictadura para aconsejar a los capi-
armada y en la posterior caída de Porfirio Díaz. En
talistas que roben al trabajador y para proteger con
estos documentos, los liberales, adelantan las ideas
sus fuerzas a los extranjeros que contestan con llu-
fundamentales en que habría de apoyarse la Revo-
via de balas a las pacíficas peticiones de los obreros
lución Mexicana:
mexicanos; habrá en cambio un Gobierno que, ele-
“El mejoramiento de las condiciones de trabajo, por una parte, y por otra, la equitativa distribu-
vado por el pueblo, servirá al pueblo, y velará por su
compatriotas…”
ción de la riqueza y de las tierras, con las
facilidades de cultivarlas y aprovecharlas
sin restricciones, producirán inapreciables
ventajas a la Nación… no renunciar a su
calidad de hombres libres… la desatendida
rapacidad de los actuales funcionarios para
apoderarse de lo que a otros pertenece, ha
tenido por consecuencia que unos cuantos
afortunados sean los acaparadores de la
tierra… los puestos públicos no serán para
los aduladores y los intrigantes… los funcionarios no serán esos sultanes depravados y feroces que hoy la Dictadura protege
y faculta para que dispongan de la hacienda, de la vida y de la honra de los ciudadanos… desaparecerá de los tribunales de
justicia esa venalidad asquerosa que hoy
los caracteriza… la responsabilidad de los
funcionarios no será un mito en la futura
democracia; el trabajador mexicano dejará
de ser, como es hoy, un paria en su propio
suelo, dueño de sus derechos, dignificado,
libre para defenderse de esas explotaciones
villanas que hoy le imponen por la fuerza…
Hugo Navarro
de nuestra portada 31
Estas afirmaciones, este mapa descriptivo en el
exilio. Para debilitar a la oposición que él -Reyes-
que el gobierno se desenvolvía, estas críticas seve-
encabezaba, Díaz estaba dispuesto a tolerar las ac-
ras pero ciertas, hechas en 1906 por el Partido Libe-
tividades de otros grupos que consideraba inofensi-
ral Mexicano, tienen ahora, sin lugar a dudas, una
vos. Incluso los alentó concediendo una entrevista
vigencia; y sólo basta con recorrer la vista y el oído
al periodista citado -James Creelman-, en la que dijo
y poner la atención en lo que sucede en el México de
que no competiría por la presidencia en 1910.”
hoy para corroborarlo. Por eso la Revolución Mexicana ha sido traicionada.
Cabe mencionar aquí lo siguiente; “Por un breve
lapso en 1908 y 1909 Reyes el poderoso general
El que primero tomó la mano del reto porfirista,
fue Francisco I. Madero.
Pero sigo haciendo eco de la corrupción que era
el común denominador en la época porfirista.
Bernardo Reyes, se había convertido en el centro de
Por eso miren lo que Luis Cabrera decía en
la oposición de clase media contra Díaz. Temiendo
aquellos ayeres -1909-, aplicable hoy de los olvidos
que lo derrocara, Díaz había enviado al general al
y del retroceso funcional de la Revolución Mexica-
32 El Búho
María Emilia Benavides
na: “Los científicos -los porfiristas- han estudiado a
solícito el diputado Cabrera: “Compañero diputado
fondo la ciencia de la política y han descubierto que
Gómez, le acuso de ratero, no de pendejo”. Y eso es
el derecho no es más que un producto del momento
lo que hoy, en el México de hoy sucede, se puede
histórico, y de acuerdo con esas teorías, han susti-
acusar a presidentes, a diputados, a senadores, a
tuido la ciencia de lo justo por el arte de la influen-
funcionarios, a políticos de haber usado indebida-
cia, y convertido los tribunales en instrumentos su-
mente partidas presupuestales u otros conceptos
yos, haciendo de la justicia a la vez que la ayuda
monetarios y nadie encontrará culpable a nadie. Sí,
más efectiva de sus intereses, el arma más peligrosa
tontos no son.
contra sus enemigos. Han convertido en delito todo
Por eso no avanzó la Revolución, por la cultura
acto que ataca sus intereses. Llaman revolución -en
del robo, de la impunidad. No existe un presidente
sentido peyorativo- al despertamiento democrático
ni un político del partido PRI, PRD y PAN que pueda
del pueblo, asonada a toda manifestación popular,
resistir una auditoría responsable, clara, republica-
y agitadores y molinistas a los jefes democráticos
na y justa.
sobre quienes dejan caer el desdeñoso calificativo
Ante eso es necesaria una explicación, aunque
de “gente oscura y sin prestigio”. Son por último
breve, pero más o menos clara, estos elementos que
-dice don Luis- los perfeccionadores de un sistema
citaré a continuación, ayudarán a entender mejor
de amordazamiento y eliminación cuando no de co-
el porqué de ese fracaso. Aunque es evidente que
rrupción, de la prensa independiente, que les per-
un ingrediente principal es el señalado arriba: la
mite conservar el monopolio del periodismo.” Y otra
impunidad.
anécdota que ha quedado ya impresa en la memoria
Ahora bien, no podemos negar algunos hechos
colectiva en donde este mismo personaje -Luis Ca-
históricos. La historia es el resultado de las varias
brera- se vio envuelto: Corría una más de la sesio-
acciones que a diario tienen lugar en esos procesos.
nes de la Cámara de Diputados. Había sido electo al
O como dicen algunos hombres del campo: Una de
triunfo maderista. Tomó la palabra el diputado Luis
cal por las que van de arena. Sol y sombra, blanco
Cabrera y con su voz de hombre entero dijo: “Ante
y negro.
ustedes, compañeros, acuso al diputado Gómez de
Sí, cómo plantear ese fracaso ante una revolu-
haber dispuesto indebidamente de una partida del
ción que fue paradigma de los pueblos latinoame-
presupuesto, para su uso personal”. Ante las mira-
ricanos y no incurrir por ello en errores de aprecia-
das de sorpresa de todos, el diputado Gómez tomó
ción. Veamos:
la tribuna para decir: “Yo le pido al diputado Cabrera
Es cierto que México tiene todavía, al día de
que me pruebe tal acusación”. A lo cual respondió
hoy, índices económicos, sociales y políticos supe-
de nuestra portada 33
riores a varios países de Centro y Sudamérica; pero
ción. Luego en pocos años, los gobiernos revolu-
luego contemplamos las altas cifras de mortalidad
cionarios alcanzaron tasas de crecimiento muy su-
infantil, analfabetismo, desnutrición, la población
periores a los de Argentina, Brasil, Colombia, y una
ocupada en el campo está sin atención adecuada,
de las tasas de acumulación de capital más altas de
los obreros sufren despidos y cada día pierden par-
América Latina.
te de sus beneficios sociales, el fraude cotidiano y
Que el desarrollo de los años cincuenta y sesen-
la turbiedad, por decir lo menos, en las elecciones
ta, por ejemplo, fue importante. Que con el reparto
políticas, y mucha gente, ante ese retroceso, ante
de tierras se creó un amplio mercado interno que
esa corrupción, se pregunta: ¿Fracasó la Revolución
no existía, que con las expropiaciones se creó una
Mexicana?
independencia económica que no había y la posibi-
Y luego cuando se observa la distribución del
lidad de una política económica nacional; que con
ingreso y las enormes diferencias que hay en los ni-
la construcción de carreteras aumentó el mercado
veles de vida; cuando vemos que el ingreso de una
interno, aumentó la inversión de mexicanos, se in-
familia es tan bajo que en un tiempo corto en las es-
crementó notablemente el crecimiento de la clase
tadísticas son los millones marcados en los núme-
media y el mercado de trabajo industrial, y se fo-
ros como de pobreza extrema, y para otras familias
mentó una integración nacional y una conciencia
apenas es suficiente para satisfacer las necesidades
nacional, en un país hasta entonces aislado y que
mínimas de alimentación, vestuario, habitación dig-
en los años de los cincuenta a los setenta del pa-
na, y diversión; cuando se conocen estos datos y se
sado siglo se consideraba como uno de los mejo-
ve en la realidad la miseria que priva en los grandes
res comunicados y más conscientes -políticamente
sectores de la población, surge otra vez: “¿La Revo-
hablando- de América Latina, eso era una realidad
lución Mexicana, fracasó?”.
palpable y comprobable.
Y para explicarnos el fracaso o para tratar de
Hasta aquí la apreciación parece buena, pero
responder a estas preguntas que hieren, para pene-
también es cierto que la Revolución Mexicana
trar al fondo de la debacle, debemos citar elementos
no ha beneficiado a la totalidad de la población,
de juicio que están plasmados, como lo sabemos,
que el desarrollo que engendró y de las libertades
en la historia, veamos: Ya arriba dijimos que México
que creó sólo han podido participar ciertos sectores
era un país muy pobre en 1910; que los campesinos,
-grandes empresarios, algunos elementos de la
indígenas, obreros vivían en situación lamentable y
clase media urbana, ciertos industriales del agro-
su estado era casi un estado de esclavitud. De allí,
mientras que los grandes núcleos de la población,
de estas condiciones imperantes salió la Revolu-
como he anotado, viven al margen del desarrollo,
34 El Búho
tanto en lo económico, como en lo cultural y en
llo de las fuerzas productivas, de las técnicas de tra-
lo político.
bajo, de los asuntos culturales, el desarrollo de las
Y veamos esta debacle desde este ángulo: Es
ciencias sociales, impide el regreso a una situación
triste ver que la Revolución Mexicana sólo logró dar
exactamente igual a la porfirista o a la revolucionaria.
un paso que del desarrollo colonial pasó al desa-
Algunos grupos piensan que las oleadas con-
rrollo nacional de tipo semicapitalista -esto hasta
trarrevolucionarias nos llevarán al México de 1910
los años 80, porque hoy, 2014, el esquema
vigente es de tipo capitalista, sin rodeos.
Pasó de un sistema dependiente que
reduce los beneficios del desarrollo a
un grupo pequeñísimo de extranjeros, a
un grupo de gobernadores, presidentes
de la república, políticos, militares y latifundistas. Hoy nuevamente se dan esos “beneficios” a los presidentes, a los gobernadores
y a infinidad de políticos. Por lo tanto los beneficios siguen sin llegar a la gran mayoría.
¿Qué pasó en México? ¿Cómo fueron los
hechos -políticos, económicos, culturalesen el proceso histórico que se conoce con
el nombre de Revolución Mexicana? Repasemos otra vez esta historia:
A lo largo de su trayectoria, la Revolución Mexicana ha regresado al punto de
partida prerrevolucionario, a ciertas formas
sociales del porfirismo, pero también, en un
momento dado -durante el cardenismo- recuperó su fuerza y volvió por los fueros revolucionarios.
En ambos casos ese retorno no es completo, el desarrollo acumulativo, el desarro-
Alonso
de nuestra portada 35
-que como hemos anotado, sí está presente ese re-
cito presente en todos los caminos; antes se com-
troceso en una medida determinada-, otros desean
batía a la guerrilla, luego a los comunistas, ahora
que los ímpetus revolucionarios se midan hoy, se
matan a los hombres y mujeres que se dedican al
implementen hoy con los empujes del cardenismo.
tráfico de drogas, y son asesinados, también hom-
Pero México ya no es igual, cierto. México está
sumido hoy en la apatía, en el ofuscamiento, en el
bres, mujeres y niñas de la sociedad civil y que nada
tienen que ver con ese fenómeno.
miedo, en la confusión, en la inequidad, en la cultura del fraude y de la irresponsabilidad y con el Ejér-
¿Por qué la Revolución Mexicana no llegó a coronar sus expectativas?
En la Revolución Mexicana, semicapitalista, -insisto en ese fenómeno- el ciclo
revolución-contrarrevolución está presente. La revolución acaba con el latifundismo
semifeudal, impulsa la empresa nacional,
inicia la industrialización; modifica infinidad de estructuras económicas, políticas,
sociales y culturales. Pero debo anotar
aquí que la revolución fue semicapitalista;
el país, por lo tanto, no llega a tener una
gran industria pesada, no llega a constituir una hegemonía económica, política
y cultural, esto es, que depende en gran
parte para el abastecimiento de sus medios de producción de los Estados Unidos,
y que ve, por lo tanto, amenazada su capacidad de competencia con otras potencias. México importa sobre todo productos manufacturados y exporta productos
primarios, y tiene un mercado exterior
casi limitado al poder de los Estados Unidos y por lo tanto, como arriba digo, su
dependencia a este país es casi total.
36 El Búho
Enrique Zavala
Además México tiene un mercado interno po-
ción que desata la dinámica semicapitalista no son
bre y limitado -más de cincuenta millones de po-
suficientes para romper íntegramente la estructura
bres lo atestiguan-. Las clases dirigentes tampoco
interna y externa de la vieja sociedad colonial y se-
llegan a tener capacidad de negociación por ser éste
micolonial, que a la postre se convertirá en el obs-
un pequeño -no encuentro otro adjetivo- país capi-
táculo principal a la expansión del mercado interno
talista. Su capacidad de negociación es débil ante
y exterior, impide la formación de un Estado Nación,
una potencia imperialista o ante cualquier potencia
y a la expansión plena, si fuera el caso, del propio
mundial. Dependen esos grupos en el poder, para
capitalismo.
su sobrevivencia, de la voluntad de los países ricos
Estos fenómenos se han presentado a lo largo
y se ayudan, en todo caso, de los sectores populares
del tiempo en la historia de la Revolución Mexicana.
nacionales, pero estos mercados internos están in-
Los repasamos:
defensos, están sumamente limitados por la pobla-
1) De la eliminación del latifundismo y la im-
ción depauperada, no organizada, sin cultura polí-
plantación de la pequeña propiedad y la forma
tica, sin cultura nacional -o sea sin una identidad
de Ejido, el ciclo de la revolución lleva a la acu-
nacional-, mantiene por ello la debilidad estructural
mulación de tierras y a la formación de empre-
de los pequeños estados capitalistas.
sas rurales de tipo capitalista.
Es bueno señalar que en una revolución capi-
Y los campesinos son explotados mediante la
talista y/o semicapitalista, el nacionalismo perdura
especulación de sus productos y el control -aje-
siempre; pero mientras en la revolución capitalista
no a ellos- del mercado.
se vuelve agresivo e incluso imperialista, en la semi-
2) Del nacionalismo agresivo, que se alía con
capitalista -la Revolución Mexicana- no acaba por
el campesinado y al proletariado para romper
completo con la estructura interna de una sociedad
el monopolio colonial y lograr negociaciones
colonial, en que conviven diferentes etnias y razas
exitosas, se pasa a la integración de grupos de
dominadas y dominantes, y grandes núcleos de po-
puro interés comercial, especulativo, de eviden-
blación marginales y una cultura heterogénea y que
te limitada independencia.
no acaba, no pule, no eleva la Revolución, por ende,
3) Los sectores nacionalistas y revolucionarios
no acaba con la debilidad de origen anotada del Es-
quedan con el tiempo reducidos a jugar un pa-
tado semicolonial.
pel económico y político secundario. Por otra
El incremento de las fuerzas de producción, la
parte los grupos capitalistas y de extrema dere-
industrialización, la urbanización, el crecimiento de
cha cambian el equilibrio de fuerzas mediante
las comunicaciones y de los medios de comunica-
acciones notoriamente contrarrevolucionarias
de nuestra portada 37
-en asuntos políticos y económicos- mientras
jadores, se pasa a una expansión del mercado
la clase media depauperada y ciertos sectores
alentando las inversiones extranjeras, a cuidar
obreros buscan nivelar las cosas sin conseguir-
el turismo, a vender las playas, a proteger los
lo. Así que de tomar medidas revolucionarias
intereses extranjeros. De poseer la soberanía
que destruyen intereses capitalistas y del lati-
sobre el petróleo, los transportes carreteros, los
fundio, se pasa a tomar medidas de crecimiento
ferrocarriles, líneas aéreas, el acero, la electrici-
económico y social que afectan únicamente los
dad, la minería, paulatinamente es entregada a
intereses creados, confundiendo el crecimiento
los citados grupos de interés. La independencia
de ciertas fuerzas y servicios con una política
en el comercio con los Estados Unidos lograda
integral de desarrollo. Y los intereses creados
en el período revolucionario, es entregada de
son los intereses de una burguesía nacional y
nuevo al poder norteamericano.
extranjera. Es imposible la aparición de un fren-
El poder económico entregado a los Estados
te nacional como el del período cardenista en
Unidos impide la autonomía y soberanía nacio-
la lucha contra esos intereses, incluso sabiendo
nal, pues es imposible para México el control
que esa lucha puede significar una mejoría y un
de la devaluación y no puede manejar para su
paso hacia la política de desarrollo capitalista,
interés nacional la inversión extranjera.
mediante medidas de redistribución del ingreso,
Por lo tanto el ciclo de la revolución lleva así de
diversificación de mercados exteriores, control
desalentar las inversiones extranjeras, a alentar
de inversiones extranjeras, planeación de obras
esas inversiones extranjeras. Eso, claro es un
públicas. El Estado crea una política de creci-
retroceso revolucionario.
miento dentro de los intereses creados.
5) Es de hacerse notar que durante el proceso
4) De la capitalización nacional proveniente
de capitalización el peculado ha sido una de las
de las expropiaciones de bienes extranjeros,
formas más comunes. El peculado es el común
y que constituye una verdadera acumulación
denominador de los gobiernos emanados de la
de capital, se pasa a una acumulación basada
revolución. Excepción hecha y donde no se dio
en el abatimiento del consumo popular, me-
este tipo de robo fue el período cardenista y el
diante procesos inflacionarios que afectan par-
de Ruiz Cortines. Con la aparición de las empre-
ticularmente a los grupos marginados. Del in-
sas públicas y cuyos mandos recaen en la clase
cremento del mercado interno, mediante la re-
política y dada la opacidad en la rendición de
partición de la riqueza, de las tierras, y de alzas
cuentas, se dan los casos frecuentes de pecula-
de salario y prestaciones sociales a los traba-
do. Por ende esas empresas públicas -propiedad
38 El Búho
del Estado- al sufrir estos atentados económi-
viviendo una discriminación racial hacia las co-
cos, lentamente fueron cayendo en la quiebra o
munidades indígenas.
en el menoscabo de su situación financiera.
En las relaciones políticas, económicas y cultu-
6) La Revolución Mexicana no supo integrar a la
rales, el grupo dominante -minoritario, pero do-
nación en un todo congruente y una comunidad
minante- controla los procesos electorales, las
que tuviera los mismos valores políticos, cultu-
luchas sindicales, con actitudes colonialistas.
rales y económicos, persisten hasta este día dos
El país no ha evolucionado hacia un tipo de re-
clases: la clase dominada y la clase dominante,
laciones sociales que fomente la unidad nacio-
con todos los agravantes que ello significa.
nal, que induzca a trabajar por el bien común;
No hay por lo tanto una integración nacional.
por el contrario, las relaciones de dominio,
Este problema viene desde la época española y
de solución de conflictos por la intervención de
llega con agudeza hasta nuestros días. Se sigue
las fuerzas armadas y de represión violentas, es
Edgar Mendoza
de nuestra portada 39
la tónica en la que la sociedad mexicana se des-
so, vuelve hoy a ocupar la palestra política, or-
envuelve. Esta estructura general de la sociedad
ganizando manifestaciones y actos de presión
no fue rota por la Revolución Mexicana. Este
sin precedente desde la época de Maximiliano.
tipo de sociedad -el que hoy tenemos- es un
Manejando el descontento popular vuelve a al-
freno perjudicial para el desarrollo congruente
canzar éxito.
del país.
Los sindicatos y los derechos sindicales han
7) La Iglesia, derrotada en sus actividades polí-
ido evolucionando hacia una forma de control
ticas y militares, y reducida al ejercicio religio-
obrero y las mismas leyes elaboradas para su
protección son usadas en su contra.
8) El partido PRI, que ayer fue poderoso
instrumento de defensa nacional, hoy
está reducido a la retórica, al retroceso
revolucionario que le dio origen, su política oscilante, sin embargo le permite
influir en el manejo de los resortes económicos, en la prensa, en los medios
electrónicos.
Impide en la práctica cualquier paso que
lleve a la liberación nacional. Estos factores han sido un freno político que ha
impedido tener el México promulgado
por la Revolución Mexicana.
9) Algunas lecciones de la Revolución
Mexicana se han vuelto fuentes de inspiración para el partido reaccionario
-PAN-, que antes se había opuesto a
muchas medidas revolucionarias, ahora
defienden esas medidas revolucionarias
para ganarse la voluntad de las masas.
Cuando no han tenido el poder son casi
revolucionarios y críticos del sistema
Luis Roberto García
40 El Búho
imperante. Cuando llegaron a tener el poder
Revolución y ante el poder manifiesto del Es-
-el partido PAN- sus gobernantes cayeron -caen-
tado nada puede hacer el ciudadano común y
en innumerables ocasiones en el peculado, en el
corriente. Sí, hoy el Ejército está en las calles,
soborno, en el tráfico de influencias, en la re-
en los retenes y sigue asesinando a supuestos
presión, en la violencia generalizada, y en dictar
sicarios -digo cabalmente supuestos, pues nin-
medidas y promulgar leyes contrarias a los mo-
gún jurado, ningún magistrado ningún juez ha
tivos de la Revolución Mexicana.
determinado su grado de culpabilidad o le ha
Y no sólo este partido sino todos los demás aho-
otorgado ese título: “Sicarios”. ¿Quién pensaría,
ra usan un lenguaje retórico con ambigüedades,
hoy, en salir a la calle a protestar contra eso?
demagógico, vacuo.
Así pues, cualquier levantamiento popular sería
¿Cuándo se perdió el camino que trazaron los
reprimido por el Ejército, a lo que los soldados
revolucionarios?
le llamarían “sicarios”. Pregunto.
Se fue perdiendo a lo largo de todos estos
Así pues, la organización habida en la trama
años.
social, política y cultural de la nación, creada
El malestar y la protesta todavía no son equi-
bajo el influjo y la fuerza de la Revolución Mexi-
valentes a la desesperación absoluta que lleve
cana, constituye un instrumento básico para el
a otra revolución. Y nadie va a una revolución
despegue observado en todos los órdenes de la
sino cuando ya no exista otra salida. En Méxi-
estructura de la Nación, fue una fuerza eficaz
co todavía no toca fondo la crisis política y
en su momento y que fue perdiendo velocidad
económica.
y acabó siendo un anhelo más del pueblo de
Millones de mexicanos han cruzado la frontera
México. Acabó siendo una frustración colectiva.
norte buscando mejores horizontes, la mayoría
Una vez conseguida la capitulación de los idea-
de ellos la ha encontrado. Esos millones y mi-
les revolucionarios, la derecha se ha apoderado
llones de mexicanos, al irse del país, restaron
del gobierno, y cuenta con los militares, el clero
presión a las demandas populares y fueron vál-
y la clase en el poder para seguir diluyendo los
vula de escape para el posible estallido social.
efectos de aquella revolución
Muchos millones de mexicanos marginados
-los olvidados de la Revolución-, por desgracia
tienen una mínima exigencia de lucha. Hoy los
movimientos sociales han sido criminalizados
por los que siempre han sido enemigos de la
Bibliografía:
Pablo González Casanova, “El ciclo de una revolución agraria”.
Cuadernos Americanos en/feb 1962.
Heberto Castillo, Historia de la Revolución Mexicana”. Editorial
Posada 1971.
Friedrich Katz, Pancho Villa. Ediciones Era. 1998.
de nuestra portada 41
clave de sol
Roberto Bañuelas
¿
Es la ópera moderna la que se ha
compuesto en el siglo XX o la que,
entre adaptaciones y deformacio-
nes de falsa modernidad, sigue representándose en los teatros que dan vida y continuidad
al espectáculo lírico? La ópera, a bandazos en
un mar agitado de escuelas, estilos, idiomas,
afirmaciones y contradicciones, ha podido evolucionar y concretarse en obras que conforman
el más variado repertorio del teatro musical.
A diferencia de lo acontecido en el siglo XIX,
en que los autores se expresaban en un lenguaje
comprensible o aceptado por los espectadores
-insaciables consumidores de melodías y argumentos que se debatían entre la nobleza, el
heroísmo y el sacrificio para obtener el premio
del amor- los asistentes de los últimos cien años
siguen siendo, en su gran mayoría, amantes y
clientes de Traviata, Norma, Carmen, Aida, Isolda, Tosca, etc.
Guillermo Ceniceros
42 El Búho
La causa del alejamiento del público en nuestros
(1853), al reflejar artísticamente un retrato habla-
días radica, fundamentalmente, en la sobresatura-
docantado de la sociedad de su tiempo en la que,
ción técnica que convierte a la música en un len-
espectadores e intérpretes vestían los mismos
guaje para doctos e iniciados, representantes de
modelos de confección. Es el mismo Verdi quien,
una obsesión específica que resulta agresiva cuan-
con una sabiduría y genial capacidad, asimila en
do no se tiene nada auténtico qué decir.
forma personal e italiana la influencia de Richard
Hacia el último decenio del XIX, cuando el Crepús-
Wagner (1813-1883) para componer Otello (1887)
culo de los dioses esparcían enceguecedores res-
y Falstaff (1893), dos de las más perfectas óperas
plandores para los autores que no querían mirar
en que se combina, en forma y contenido, la ac-
hacia sus propias fuentes, en Alemania se optó,
ción teatral y la inventiva musical como totalidad
suponiendo una factible transición, por continuar
de lenguaje poético, expresión vocal y sonoridad
el wagnerismo con discípulos que transmutaban la
orquestal. Falstaff, como ejemplo de síntesis vocal-
mitología grandilocuente en amables fábulas, com-
teatral-orquestal, representa un logro de melodía
prensibles para los niños y progenitores que les
continua sin tener que renunciar a conjuntos y con-
acompañaban: tal fue el caso de Engelbert Hum-
certantes que, al igual que en otras obras de este
perdinck, autor de Hänsel und Gretel que, sin re-
gran autor, reúne la expresión diferenciada y simul-
nunciar al acompañamiento sinfónico de Wagner,
tánea de diversos personajes. Falstaff es comedia
expresa con humor directo y fluidez melódica una
en música que, concebida como gran conjunto vo-
de las más genuinas obras del teatro cantado.
cal, orquestal y teatral, se sitúa como ejemplo de
Otros autores, descendientes fabuladores del
ópera moderna.
wagnerismo, son Alexander Rilter, con su ópera
Mientras que Verdi se anticipó al verismo con la
Der faule Hans (Hans el holgazán, 1855), L. Thuille,
Traviata, cuarenta años después, bajo la influencia
Hans Zöllner Y Siegfrie Wagner (1869-1930), hijo
del naturalismo literario, Pietro Mascagni (1863-
del gran Richard, que compuso óperas de carácter
1945) produce Cavalleria rusticana (1890), y Ru-
feérico como Der Bärenhäuter (El hombre de la piel
ggero Leoncavallo (1857-1919) compone Pagliacci
de oso), y Der Schmied von Marienburg (El herrero
(Payasos, 1892), cuyo prólogo constituye el ideario
de Marienburgo).
estético del verismo; ambas obras son las más repre-
En Italia, a pesar de la definición y grandeza
sentativas de este movimiento que se erige sobre la
evidentes del gran autor que fue Giuseppe Verdi
verdad de la vida real y sus confrontaciones pasiona-
(1813-1901), no supieron aprovechar la lección que
les. Otros autores también aportaron obras en las
les ofreció con el intimismo realista de La traviata
que agotaron los recursos a favor de un teatro vio-
clave de sol 43
lento que exigía demasiado de la música vocal, más
ejemplos de violación humana, Giacomo Puccini
cerca de la prosa y la declamación que del verso y el
(1858-1924), que ya contaba con dos éxitos: Manon
sentido melódico y ornamental del bel canto.
Lescaut , de 1893, y La Bohème, de 1896, participa
Alfredo Catalani (1854-1893), entusiasta de las
del verismo con Tosca (1900). De la galería de per-
leyendas románticas, por la pasión que empleaba
sonajes de las óperas puccinianas, reservadas a las
para orquestar y el empleo de los interludios sin-
efusiones líricas y pasionales para la soprano y el
fónicos a la manera de Wagner, se le acusaba de
tenor, en Tosca crea Puccini el más importante per-
querer germanizar la ópera. Sin embargo, su línea
sonaje para la voz del barítono, tratando con una
vocal permanece italiana y traduce con sinceridad
gradación de matices la inteligencia, la perfidia y el
la pasión de los personajes. Un año antes de morir,
erotismo de este antagonista que requiere para su
alcanza el éxito con La Wally, estreno que coincide
interpretación la presencia de un eminente actor-
con el Cristoforo Colombo de Alberto Franchetti y
cantante. Puccini, sin ser un ecléctico oportunista,
Paggliacci de Leoncavallo.
sí era un compositor bien informado de la técnica
Mientras Antonio Smareglia insiste en mante-
de la composición en las fases de innovaciones ar-
nerse ligado al síndrome sinfónico del wagnerismo
mónicas y orquestales, aportes de autores notables
y con cierto folklorismo a la manera de Dvorak con
que supo incorporar y filtrar a su sensibilidad y a su
su ópera Nozze istriane, Humberto Giordano (1867-
inventiva de melodista original.
1948) preparaba el estreno de su Andrea Chénier,
Junto a Vincent d’Indy (1851-1931), músico culto
obra también representativa del verismo que, a
y profundo que aplicaba los dictados wagnerianos
pesar de no basarse en un tema actual, se inscribe
en sus obras de carácter religioso y simbolista (Fer-
en esa escuela por el realismo de intenso patetismo
vaal de 1897 y L’étranger de 1903), en el mismo año
a través de una amplia declamación; el dramatismo,
aparecen Le Roi Arthus de Ernest Chauson (1855
efectivo y realzado por una rica orquestación, hace
-1899), obra de insistente cromatismo con referencia
de esta obra una de las preferidas en el repertorio
al Tristan wagneriano. En 1900, Gustave Charpen-
de cada teatro. Giordano logra, además, roles de
tier (1860-1956), se adentra en la novela naturalis-
destacado protagonismo para el tenor, la soprano
ta, que influye ambientalmente en su música y le ll-
y el barítono.
eva a componer la notable ópera Louise. Es la ópera
En los años en que Mascagni y Leoncavallo
del Paris de Montmartre, sus artistas y la gente del
habían provocado un interés casi delirante con
lugar que da marco y atmósfera a una historia de
obras que presentaban la ópera como narración y
amor.
vida de lo verdadero, página roja y crónica negra,
44 El Búho
En otros países, la ópera es compuesta por sin-
fonistas que no desean quedarse afuera del teatro
Claude Debussy (1862-1918) es moderno y
ni de la historia sin aportar una o más obras. En
nuevo antes de que finalice el siglo XIX, y continúa
Checoeslovaquia, como seguidor del drama lírico
siéndolo en el XX; su saludo y ofrenda, después
en su estructura y sinfonismo, debe considerarse
de haber experimentado en el género operístico
la presencia de Zdenêk Fibich (1850-1900), autor de
con Como gustéis de Shakespeare y La caída de la
la ópera Zàrka (1897). Antonin Dvorak (1841-1904),
casa de Usher de Poe, se muestran en la forma de
autor de nueve sinfonías (Desde el nuevo Mundo, la
una más novedosa ópera dramática, lírica y mu-
más conocida), concierto para cello , música de cá-
sicalmente en la creación de Pelléas et Mélisande
mara y canciones de muy alta calidad, fue un autor
(1902), que inaugura en Francia la ópera moderna.
fecundo que encontró el éxito en una de sus diez
Con esta obra, aunque elaborada en la línea vo-
óperas: Rusalka, que figura, frecuentemente en tra-
cal sobre la continuidad de un recitativo, Debussy
ducciones, en el repertorio internacional.
rompe todos los nudos de la tradición, pero priván-
Jean Sibelius (1865-1957), autor de siete sin-
dola de continuadores. La característica sustan-
fonías y poemas sinfónicos, lo es también de la
cial de toda obra maestra es la de cerrar caminos
ópera La muchacha en la torre (1896).
y de rematar la pirámide en una conclusión esté-
En Alemania, para muchos compositores na-
tica sin posible imitación. Operísticamente, Pelléas
cionales, la técnica diversa de Wagner se trans-
et Mélisande resultaría defectuosa si se tomara en
forma en influencia perversa sobre
August Bugert (1845-1915), que
compone Homerische Welt (Mundo
Homérico), compuesto de dos ciclos de seis óperas cada uno. Hans
Huber, autor de Kudrun (1896) se
presenta también marcado por
el autor de Parsifal. Del mismo
año es El Corregidor de Hugo Wolf,
(el liderista más celebrado y original
después de Schubert y Schumann),
que intenta una comedia al estilo
de Los maestros cantores, pero con
equívoca concepción teatral.
Carmen Parra
clave de sol 45
cuenta la neutralidad de sus personajes y la ausen-
Debussy es de orden expresivo en busca de lo inex-
cia de concertantes vocales. Como reacción contra
presable hasta llegar a la plenitud del silencio. De-
el credo estético de Wagner resulta wagneriana en
bussy, como los pintores impresionistas, nos da la
la utilización de leitmotiv y la intención de evitar
sensación de los elementos naturales a través de
el virtuosismo y el potencial del canto, adaptando
imágenes sonoras impregnadas de símbolos. El es-
la línea vocal a las cualidades rítmico-fonéticas del
treno de la ópera se realiza cuando Debussy es ya
francés a nivel de prosa. La novedad del aporte de
uno de los máximos exponentes de la música europea, en un clima propicio al escándalo
por las manifestaciones audaces y provocantes de la literatura y la pintura. Entre
las aclamaciones delirantes y la polémica
histérica, Debussy va al encuentro de una
sonoridad enigmática y vibrante de actualidad.
Materlinck, esta vez sobre un libreto y
no en una pieza teatral, permanece en la
escena gracias también a Paul Dukas que
escribe una sola ópera: Ariane et BarbeBleu (Ariana y Barbazul, 1906). Entre la
tensión romántica de Wagner y la resonancia impresionista de Debussy, P. Dukas realiza una obra maestra de síntesis
musical y poética que otorga sus derechos al privilegio de la voz cantada.
A diferencia de Francia, que recuerda
a Wagner para oponerle otra expresión
con una identidad lingüístico-musical,
en Alemania se sistematizan los excesos,
los efectos transmutados en defectos
retóricos del wagnerismo en la figura de
Richard Strauss (1864-1949). Autor im-
Roger von Gunten
46 El Búho
portante y original, que se abstiene de componer
para todos los compositores de ópera: “¿Prima la
sinfonías para hacerlo con poemas sinfónicos: Don
música o prima la parola?” De los Lieder, que repre-
Juan, Til Eulenspiegel, Also sprach Zaratustra, inte-
sentan a un Strauss congruente con la poesía
resantes por la novedosa acumulación instrumen-
y una forma equilibrada en la estructura musical,
tal y el escaso desarrollo temático, el tratamiento
hay un contraste desfavorable en los personajes
que hace de las voces es el de hacerlas naufragar en
de sus siguientes óperas que están tan intelectua-
el mar ultrasonoro de una orquesta que se hincha
lizados como el libretista Hugo von Hofmanstahl.
como una marea mística: “¡Más alto, más fuerte, to-
Ariadna auf Naxos, Die Frau ohne Schatten, Arabella,
davía oigo la voz de Frau Heink”, indicó Strauss al
Die Schweigsame Frau, Capriccio, Dafne y Die Liebe
director de la orquesta durante un ensayo de la ópera
der Danae, complementan el catálogo de las pro-
Elektra. Como postromántico disfrazado de músico
ducciones operísticas de Richard Strauss, realizadas
moderno, Strauss se complace en una rebeldía del
todas dentro de un procedimiento de conversación
pasado, agotando -más en efectos que en esencia-
musical con sonoridad suntuosa y virtuosismo ins-
los elementos expresivos del romanticismo alemán
trumental que sobrepasa la vida dramática de sus
con la impronta de Wagner. Ante la imposibilidad de
personajes.
superar la creatividad logradas en Salomé y Electra,
Si en la música, arte maleable a todas las sensi-
que son las definitivas y originales contribuciones
bilidades y culturas, el temperamento latino tiende
de Richard Strauss a la ópera del siglo XX, a par-
a ironizar o a vestir de humor las variantes de la
tir de Der Rosenkavalier, Strauss compone óperas
adversidad, la vertiente germana se sumerge y pro-
para soprano y director de orquesta. A los tenores,
fundiza en los aspectos dolorosos de la existencia.
en su paroxismo italiano -Rosenkavalier, Capriccio-
Desde un contenido poético-filosófico, la escuela
trata de ridiculizarlos en el registro más alto de su
atonal vienesa encuentra la más alta manifestación
tesitura. La ironía se revierte contra el autor en la
en Arnold Schönberg. Más allá del cromatismo de
reacción de los fanáticos operómanos que gustan
Wagner, sólo quedaba la disolución de la tonali-
en especial de esos fragmentos de pastiche a la ita-
dad. Arnold Schönberg (1874-1951), inmensamente
liana. Strauss, al no poder avanzar más allá de la in-
dotado para la creación musical y la especulación
tensidad wagneriana por medio de la acumulación,
teórica, convierte las estructuras contrapuntísticas
deja de sentirse revolucionario y comienza a refu-
de Bach en complejos disonantes que culminan en
giarse en la tradición vienesa hasta casi llegar a Mo-
el serialismo, lenguaje que constituye el fundamento
zart en sus últimas producciones. En Capriccio hace
y proceso de su música de cámara y de sus audaces
un juego intencionado de la estética polemizante
óperas. Ningún autor, como Schönberg, representa
clave de sol 47
esa consciente ruptura con la tradición operística
es una voz masculina la que canta-recita, mientras
(aunque en el formato vuelva a la grand-Opera en
dos personajes ilustran la acción mímicamente y un
Moses und Aron). Erwartung (La espera, 1909), pre-
coro de seis hombres y seis mujeres comentan la
senta las aportaciones definitivas a la música del si-
acción sin participar.
glo XX de tal manera que, más alla de media docena
Le Pierrot Lunaire (1912) está considerado como
de discípulos y epígonos altamente dotados, esta
la obra maestra del periodo atonal. Schönberg em-
obra representa también la fuente que engendra
plea el Sprechgesang, que es un recitado rítmico,
pastiches en la legión de compositores con más
aproximadamente entonado, al cual altera y alterna
ambición por figurar que con talento para crear. Los
con líneas definidas de canto. De esta etapa es tam-
otros grandes compositores que han sido objeto
bién su contribución como teórico con el Tratado
de culto, imitación y proliferación de plagios, han
de armonía.
sido Debussy y Stravinski.
Von Heute auf Morgen (De hoy a mañana, 1929)
Erwartung inaugura, en la fuerza expresiva de
es el raro logro de una ópera bufa en la que, con
un monodrama (ópera para un personaje encarna-
una combinación de sonoridad, luz y color, hace
do por una soprano), la síntesis musical y teatral
una intencionada caricatura del modernismo.
del siglo que aún no llegaba a su primer decenio. La
Junto con las Variaciones para orquesta, op. 31,
ausencia de temas es sustituido por una invención
Schönberg alcanza la culminación de su maestría en
continua que va revelando el inmenso conflicto de
la ópera Moses und Aron (1929), de la cual dejó sólo
la mujer que busca a su amante. El monograma es
dos actos que bastan para expresar la solemnidad
conducido en un recitado melódico para el cúmu-
religiosa y el sentido bíblico de la ley. En esta ópera,
lo de sentimientos de duda, inquietud, angustia y
los protagonistas contrastan en tesitura y en el me-
cólera, hasta llegar a la más espantosa desespe-
dio expresivo de la palabra: Moses, con el pensa-
ración cuando la mujer descubre el cadáver del
miento angustiado en busca de la palabra redento-
buscado, del esperado. En esta obra no cabe hablar
ra, se manifiesta en la voz de un bajo con el empleo
de acompañamiento orquestal, y sí de un conjunto
del Sprechgesang (melodía hablada). La parte de
de instrumentos con exigencia de solistas que man-
Aron está confiada a un tenor heroico (Heldentenor)
tiene la tensión del drama, de la hora y del ambiente.
con una línea de canto ornamentado. Moses und
El delirio psíquico y constructivo marca la tensión
Aron representa la visión y realización más audaz de
del expresionismo alemán. En Die glückliche Hand
factura superior, que pondrá una marca insuperable
(La mano feliz, 1913), como en el monograma Er-
para la segunda mitad del siglo XX.
wartung, una sola voz canta; pero en esta ocasión,
48 El Búho
Otros autores alemanes, ligados a un avance no
reformador, logran obras de significativa importan-
teatralidad y de línea verista. En 1920, con Die tote
cia. Influido por Wagner y Puccini (orquestación y
Stadt (La ciudad muerta), llega a su más alto nivel
expresión vocal, respectivamente), Eugène d’Albert
de operista en que drama y música se corresponden
(1864-1932) deja una huella de realismo con su
con fuerza y belleza.
ópera Tiefland (Tierra baja, 1903). Der ferne Klang
Frente a tanta novedad, contra tanta audacia
(El sonido lejano,1912), de Franz Schreker (1878-
fundamentada técnicamente en el atonalismo y lue-
1934), con una posición de antiwagnerismo, la obra
go serialismo, Hans Pfitzner (1869-1949) polemiza
es una muestra importante de cómo, sin imitación
con acritud y compone, como líder de los rezagados,
servil, coincide con el alto nivel de orquestación,
una ópera-oratorial con la que intenta rendir culto
timbre y un simbolismo cercano a Debussy. En
al pasado en la figura de Palestrina, que le da título a
1916 Erich Korngold (1897-1957), con la ópera
su obra lírica. Con más sabiduría que auténtica ins-
Violanta se manifiesta como un autor de enérgica
piración, Pfitzner logra una obra monumental que
Roberto Bañuelas
clave de sol 49
hace recordar, con belleza elaborada, Los maestros
belleza de sensuales melodías, entre arias y dúos,
cantores, de Wagner.
conservan en el repertorio a esta ópera de delicado
En 1902, el año de Pelléas et Mélisande, Francesco Cilea (1866-1950) estrena su ópera Adriana
encanto melódico en que una soprano tiene que
cantar y dar vida a una actriz.
Lecouvreur. Menos inspirado que Puccini, el autor
Franco Alfano (1876-1954), a quien Toscanini le
logra, con la fórmula cara al verismo de “el teatro
confió la terminación de la Turandot de Puccini, es
dentro del teatro” una expresión y un canto conse-
un compositor cuya obra se abre a una gran esfera
cuentes a la protagonista en su apasionado oficio
melódica. Su orquestación, entre la densidad y la
de actriz a la que muestra en el arte, apasionada y,
búsqueda tímbrica, le lleva al éxito en su obra Ri-
amorosa en la vida. La declamación en el canto y la
surrezione, basada en la novela de Tolstoi e impregnada de un énfasis verista, anuncia una
renovación estética que, con mayor colorido instrumental y un tinte naturalista, el
autor logra una superación creativa con La
legenda di Sakuntela.
Músico culto y refinado, Ermanno WofFerrari 1876-1948), escapó a las sugerencias del verismo y a las tentaciones de la
vanguardia para concentrarse en un estilo
cercano a los procedimientos empleados
por Verdi en Falstaff. Le donne curiose (Las
damas curiosas, 1903), I quatro rusteghi
(1906), Il segreto di Susana (1909), I gioielli della Madonna (Las joyas de la madona,
1911) y La dama boba (basada en la obra
homónima de Lope de Vega, 1937), forman
lo más interesante del catálogo al teatro
cantado que aporta este autor. Sus mejores resultados derivan musicalmente de la
facilidad e inclinación para dar vida a los
asuntos goldonianos, en los cuales logra
Rigel Herrera
50 El Búho
evocar y animar con gracia el espíritu garboso del
aplauso), Pizzetti persiste en un continuum del
setecientos veneciano.
drama musical. Una obra intensamente pasional
Italo Montemezzi (1875-1952), con un vibrante
de D’Annunzio, sirve de base y guía dramática a la
canto italiano, referencias wagnerianas estructura-
primera ópera importante de Pizzetti, Fedra, repre-
les y resonancias armónicas de Debussy, logra en
sentada en la Scala en 1915. Pizzetti llega antes y
su ópera L’amore di tre re (1913), desde la noche
se despide muchos años después que sus coetá-
de estreno, el éxito y la notoriedad. En su pro-
neos, pero creando sin interrupción obras sinfóni-
ducción lírico-teatral se consideran también im-
cas, sonatas, cuartetos y catorce óperas y, todas,
portantes, por la belleza de su espontánea y bien
menos cuatro, con libreto propio. A partir de Fedra
organizada línea melódica, así como el trabajo
es evidente su vocación de renovar la ópera italia-
de variada y colorida armonía en coincidencia con
na con una vocalidad dramática, sustanciada en
la textura orquestal, las obras La nave (basada
una declamación tendente a potenciar la dimensión
en una obra homónima de Gabriela D’Annunzio,
de la palabra mediante el antiguo recurso floren-
1918) y L’incantessimo (El encantamiento, 1943).
tino de “recitar cantando, referencias a la antigua
Con la utilización de un texto de Gabriele
D’Annunzio, Riccardo Zandonai (1883-1944) surge
polifonía, así como una identificación con el canto
gregoriano.
con Francesca da Rimini (1914) como el posible y
Las óperas de Pizzetti están estructuradas con-
firme renovador de la ópera italiana. Entre la he-
ceptualmente como conflictos ético-estéticos y,
rencia del verismo y las tentativas vanguardistas de
tanto la vida como el arte, se sienten visitados de
sus contemporáneos neoclásicos, aporta una obra
una visión religiosa, la cual le hace caer en contra-
de arcaísmos preciosistas en armonía e instrumen-
dicciones expresivas al reprimir y castigar el des-
tación, que plasma con virtuosismo compositivo un
fogue de la vibrante sensualidad en varios de sus
colorismo poético entre lo cruel y lo sensual. No-
libretos. Debora e Jaele (1922), Fra Gerardo (1928),
table es también su ópera Giulietta e Romeo (1922),
Lo straniero (1930), La sacra rappresentazione de
la cual participa de un clima verista, reforzado en
Abramo e Isaaco (1954), L’assassinio nell cattedrale
las situaciones dramáticas y de clímax emotivos por
(1958) y Clittennestra, son sus obras sobresalientes
una orquesta de fuerte y elocuente modernidad.
que, en estilo y grandeza, llegan a enriquecer sig-
Para Ildebrando Pizzetti (1880-1968), la ex-
nificativamente el repertorio del siglo XX.
presión lírica debía estar profundamente ligada
Debussy, aunque conclusivo en la estética y
a las exigencias y tensiones del drama. Contrario
formato de su ópera, con sus obras orquestales,
a las óperas de formas cerradas (pero abiertas al
enriquecidas rítmica, tímbrica y armónicamente,
clave de sol 51
proyecta una influencia que estimula a muchos
mordente humorismo critica a los pequeños bur-
compositores hacia una música de atmósfera y evo-
gueses en Katia Kabanova.
caciones. Los ecos del impresionismo repercuten en
Con Lisky Byistrocüsky (Aventuras de la as-
las obras del compositor ruso Vladimir I. Rebikov,
tuta raposa, 1924), Janácek ofrece un homenaje
pero se amplifican con otras tendencias -expresio-
a la naturaleza y a los animales como emblema
nismo alemán y elementos del propio folklore- en la
de moral en contraste con la maldad y el egoísmo
fuerte y singular figura del compositor Leós Janácek
de los hombres; espontaneidad en la narración, co-
(1854-1928) Artista consciente de su tiempo, valo-
lor e intensidad lírica hacen de esta obra otro ejem-
ra y asimila los mejores elementos a favor de una
plo de suprema maestría del autor.
muy individual expresión. Humanista apasionado,
En Vec Makropulus, Janácek acepta y vence en
estaba convencido de que la ópera constituía el
el reto de realizar una música en que las melodías
mejor medio y lenguaje para expresar el amor pro-
impulsan o evocan las palabras en la fascinante his-
fundo de la vida y de la humanidad. Como identidad
toria de una mujer de 342 años de edad que se crea
de compromiso consigo mismo, Janácek declaró
una diversa y múltiple identidad tantas veces como
su ideal de compositor apasionado por la ópera:
ingiera una poción mágica.
“La magia de la voz humana, los tonos, la melodía
Con Zmartvého (Desde la casa de los muertos,
del lenguaje del hombre y de toda criatura viviente
1930), inspirada en la novela autobiográfica de F.
son para mí la verdad suprema”.
Dostoyevski, se hacen más oscuros los elementos
La ópera Jenufa (1904) señaló el inicio y el éxi-
de un denso pesimismo donde la música refleja la
to de un compositor nacido para la grandeza del
triste monotonía del tiempo detenido para los pri-
teatro lírico. Con esta obra muestra una madurez
sioneros en un clima de dolor que conduce a un
que aumentará, en estilo y expresividad, en cada
fresco expresionista, Janácek, que se formó como
una de sus obras posteriores. Su producción músi-
autodidacto abierto a todos los conocimientos y a
co-teatral se caracteriza por la exposición peculiar
todas las corrientes, supo emplear con personal vi-
de temas melódicos y motivos rítmicos a favor del
talidad el leitmotiv como elemento de unión y co-
lenguaje hablado, así como de un libre y amplio
mentario oportuno al desarrollo de la acción teatral.
contexto armónico liberado de concepciones del
Aunque se le ha considerado como epígono de
ochocientos. De la problemática moral de Jenufa,
Debussy, Maurice Ravel (1875-1937) se diferencia
pero siempre creativo, pasa a las óperas satíricas: El
por el rigor estructural y la linealidad de su melodía
viaje del señor Broücek en la Luna y Viaje del señor
que se basa en un orden simétrico a la manera de
Broücek en el siglo IV (1920). Un año después, con
los clásicos, especialmente con los clavicembalis-
52 El Búho
tas franceses de los siglos XVII y XVIII. Ravel repre-
contramos que hace tiempo ha dejado las armonías
senta en la música contemporánea un ejemplo pe-
vaporosas, y su técnica refleja en forma límpida la
culiarísimo de ser actual a la vez que se liga a la
escritura de un maestro que concilia en la propia
tradición clásica francesa, así como de llevar a sus
expresión la síntesis de varias corrientes en boga.
últimas consecuencias el sistema tonal diatónico
La orquestación, en un juego de refinamientos cre-
hasta llegar a constituir una técnica moderna.
cientes enmarca, sugiere y vivifica el acontecer de
Dos obras, en un acto cada una, L’heure espa-
detalles y efectos al libreto de Colette. Se puede
gnole (La hora española, 1907) y L’enfant et les sor-
afirmar que estas óperas de Ravel constituyen dos
tilèges (El niño y los sortilegios, 1925) son sus origi-
ejemplos de perfecta creación en que se logra la
nales contribuciones al teatro cantado y artístico.
ambicionada síntesis de poesía y canto en la magia
Con un empleo del “quasi parlando” de la ópera
de la acción teatral
buffa italiana realiza, en La hora española, una comedia musical que juega con la caricatura y la exaltación de lo erótico,
con una orquesta que proporciona la
ambientación sonora de danzas a la
española. El quinteto final, como el
de Carmen de Bizet, es otro ejemplo
de imaginativa y magistral concertación vocal.
Enriquecida vocalmente con recursos tradicionales a través de pastiches ingeniosamente personales,
L’enfant et les sortilèges representa
el mundo de un niño y la lección que
le dan animales y objetos animados.
Compuesta casi veinte años después,
cuando ya es autor de varias obras
sinfónicas de alta maestría y se le
considera el más grande compositor
viviente de Francia, en esta obra en-
Leticia Ocharán
clave de sol 53
Martha Chapa
S
u música, como la de unos cuantos compositores o intérpretes tocados por el genio
divino, perdurará por siempre y nos seguirá
llenando de deleite. Pero –debo admitir–, qué tristeza
nos ha dejado saber que un hombre tan excepcional nos
haya
abandonado
tan
pronto.
Me refiero a Paco de Lucía,
quien falleció hace unos días –por
cierto, en suelo mexicano, al que
tanto quería y donde con frecuencia vacacionaba con su familia por
largos periodos–, a una muy temprana edad. Justamente, se encontraba en Playa del Carmen, Quintana Roo, tomándose un descanso
con su esposa y sus hijos, cuando lo sorprendió la muerte. Esto,
además de ser sorpresivo, causó
consternación, pues el artista contaba apenas con 66 años de edad
Martha Chapa
54 El Búho
y con seguridad aún poseía enorme genio y
tas de jazz de talla mundial, como Al Di Meola
creatividad para derrochar en beneficio de
y John Mc Laughlin, con quienes se presentó
su público.
aquí, en el Auditorio Nacional, hace ya varias
Paco de Lucía fue un extraordinario músico
décadas. Con esos dos enormes intérpretes
que dominó prodigiosamente lo mismo la com-
grabó aquel disco ya clásico de portada en ne-
posición que la ejecución de ese instrumento
gro y con los nombres de ellos en tres colores
tan cálido y legendario que es la guitarra.
diferentes, correspondiendo el rojo a Paco, por
Desde niño, Francisco Sánchez Gómez, el
aquello del color que identifica a España.
hijo de Lucía Gómez, que en honor a su madre
Y cómo no evocar aquí Entre dos aguas o
tomó el nombre de Paco de Lucía, mostró esa
Almoraima, dos de las extraordinarias melo-
genialidad que lo llevaría a la fama dentro y
días que interpretaba Paco de modo único.
fuera de su tan querida Algeciras, tierra que lo
vio nacer.
Tan buen guitarrista como compositor,
fundía sus talentos con maestría y generaba
Hijo y hermano también de buenos guita-
sonidos únicos. Pero, por igual, despertaba en-
rristas y cantaores, su carrera alcanzaría niveles
vidias y generaba polémicas provenientes de
aún más elevados.
la ortodoxia musical, sobre todo cuando in-
Lo comprueban no sólo sus éxitos musi-
cursionaba en el género clásico, por ejemplo,
cales, reconocidos en prácticamente todo el
con su espléndida interpretación del Concierto
mundo, sino sus tan celebradas aportaciones
de Aranjuez.
que innovaron el flamenco con una calculada
A fin de cuentas, nos deleitó, se consagró y
dosificación de jazz o bossa nova, además de
nos ha dejado una herencia invaluable: ahí es-
incorporar otros instrumentos, como la flauta
tán sus conciertos en video, y qué decir de los
o la caja peruana.
álbumes discográficos que no han dejado nun-
Cómo no recordar sus impresionantes
ca de oírse y que bien sabemos serán escucha-
conciertos –muchos de ellos escenificados
dos en los días venideros, como si se tratara de
en México– y la explosión interpretativa con su
“seguidillas de eternidad”.
rasgueo y digitación perfectas, a la vez que con
una velocidad asombrosa.
Sus discos fueron un acontecimiento tanto
Gracias Paco, recordaremos siempre tu música y permanecerás junto a nosotros, con guitarra en mano, embriagándonos perennemente.
en lo individual como en compañía de otros
grandes, como cuando tocó junto a guitarris-
[email protected]
www.marthachapa.net
clave de sol 55
confabulario
Adán Echeverría
S
ofía compró los peces porque vio atrapada su angustia en esos ojos. Detrás del cristal de la pecera, esos globos saltones atrapaban las preguntas
que ella acostumbraba hacer al vacío. Sintió la vista acuática recorrer su piel, los párpados caídos, las mejillas tersas, bajar por el cuello hasta entrar por el costillar, golpear
el plexo para que la respiración regresara intacta y poder
sentirse viva.
La noche anterior a la compra aún tenía las marcas de
insomnio en la cara por el terror a sentirse presa de un amor
enfermizo que ya no compartía. Tenía razón la soledad: era
prisionera y los reclamos de su esposo la iban avejentando. Le llenaban la cara de surcos que, por más cremas que
utilizara, le arañaban el rostro, volviéndole una anciana
treintañera.
De aquel amor inaugural que la había enfrentado a sus
padres, a los compañeros de escuela, no quedaba más que la
sombra de aquel “Es mi decisión” que dijo apretando puños
con los ojos fijos en un futuro prometedor. Ahora los peces,
que una tarde de domingo compró en un tianguis, le muestran su rostro detenido en las burbujas. Gotas de aire del
Ixchel G. Télles Girón
56 El Búho
universo acuático suben a la superficie y revientan liberando
ella ni nadie podría evitarlo: “Te lo doy todo y nunca dejaré
el grito fantasmal que Sofía siente necesario.
que te vayas”, decía la voz por el teléfono. Sofía se seca las
Aquella tarde, que hubo de transcurrir entre gritos y
lágrimas al regresar a casa, nuevamente doblegada. Intenta
amenazas, fiel a la costumbre de su esposo, Sofía decidió
permanecer a salvo detrás de esa muralla de recuerdos con
quedarse en el parque del centro de la ciudad para ver corre-
que aquel hombre pone candados a sus salidas.
tear las aves tras las migas de arroz, intentar una sonrisa al
De regreso a casa Sofía anduvo cinco cuadras para lle-
mirarlas desprender sus plumas mientras levantan un tenue
gar al tianguis donde se exponía la venta de animales para
vuelo, huyendo de las manitas de los niños que las alimen-
mascotas. Miró un conejo. Sostuvo en sus manos a un cu-
tan. Esperaba que el hombre con el que vivía se calmara y
rie. Se quedó atrapada en el verde plumaje de los loros, y
le hablara al teléfono portátil. Mientras tanto dejaría que el
la escandalera de los periquitos australianos le arrancó la
calor la consumiera, ofreciendo el rostro al sol. Era preferi-
risa casi en el olvido. Entre jaulas, ladridos y pelos de gato,
ble el calor incendiario a ser consumida por la angustia de
escuchó la voz sobre los tímpanos. Su propia voz que había
permanecer en casa.
querido mantener encerrada y ahora le hablaba a través de
No importa perderlo todo. Ese hogar que ha adornado
los ojos de los peces dorados, subía con las burbujas de aire
a su capricho, el auto deportivo, el cuerpo delgadísimo pro-
estallando como un eco sordo hasta sus tímpanos. Los pe-
ducto del gimnasio por las tardes y las clases de baile en el
ces dorados la miraban con sus ojos acuosos, en cuya oscu-
club social. Los múltiples regalos e incluso el trabajo en las
ridad Sofía observó su alma atrapada arañando la superficie.
mañanas le sirven para huir del aburrimiento. El hastío se
Presa dentro de esos ojos, dentro de la pecera, en su propia
enreda cual nauyaca entre sus piernas, apretando el corazón
casa, en el interior de su cuerpo.
con las escamas del tedio.
A dónde huir, cómo sostenerse si él siempre se encarga
Tampoco importó la amenaza de divorcio. Él estaría con
de todo. El trabajo se lo había conseguido un amigo de su
ella siempre. Lo había dicho en la iglesia junto a las prome-
esposo. Pedro la llevaba y la iba a buscar sin contratiempos.
sas mutuas. Incluso lloró al ver realizarse el sueño de tener a
Ni un minuto más en la oficina después de la jornada.
la niña que siempre había amado. Vivía para recordárselo. Si
Con la pecera en el sitio que le ha escogido, cerca de
a eso pudiera llamarse amor. Sofía quizá ya no lo intentaba,
la ventana del jardín, permanece horas, sentada, mirando
no quería hacerlo; no estaba segura si el sentimiento de salir
el ondular de sus dorados cuerpos. En el fondo de los ojos
del hogar paterno fue amor por este hombre o arriesgarse a
mira el encuentro con su amante. Las escapadas por las tar-
una vida nueva. Cómo llamar a la relación que los mantenía
des cuando su esposo trabaja. Invitarlo a casa y manchar las
juntos al borde del estallido que los conducía a los golpes.
sábanas del matrimonio. Aquel amor que pronto se hartó de
“No eres mi dueño”, solía gritarle a su esposo después de
la indecisión y una madrugada se alejó diciendo: lo tienes
cada pleito.
todo menos aventura, eres una niña aburrida sin intención
Pedro estaba conforme con lo poco que ella le daba.
Aquel hombre de cejas cerradas, dientes apretados y pómulos secos sólo necesitaba saber que él la amaba y eso, ni
de rescatar su vida. Y después del No te vayas, recuerda la
respuesta: Ya vendrá alguien más.
Tenía razón. Las imágenes se precipitan entre las burbu-
confabulario 57
jas: diversos rostros la hacen gritar en el espejo, pintarlo con
cristal. Su esposo llegará en cualquier momento, con su cara
labial, romperse las uñas para abrir las puertas del hartazgo.
de felicidad por verla sobre la cama, doblegada. Durmiendo
Las persecuciones con que sueña, amenazada: te encontra-
o llorosa con el insomnio de siempre. Ya no será así.
ré donde vayas. Su corazón late apresurado. Le duelen las
Baja de nuevo, corta una fruta y se queda mirando los
muñecas, moradas por los apretones, el maquillaje cubre
peces dorados. No quiere huir a escondidas, quiere verlo de
los malos tratos, el labio roto, los lentes oscuros, el disfraz de fe-
frente y decirle adiós. Ha apagado las luces de la casa para
mme fatal que oculta la violencia doméstica en que sobrevive.
no mirar el cadáver de la tristeza que se derrama por la es-
Sofía junto a la pecera todo el día, absorta, comiendo
yogurt con miel y bebiendo pequeños sorbos de té de jaz-
calera. La puerta pronto dejará caer los cerrojos que anunciarán su llegada. Su partida.
mín. No piensa más que en la voluntad de sentirse viva, y
Quita el oxígeno a la pecera y derrama en el agua dos
el sexo no ha sido esa posibilidad. Ha paseado la casa re-
puñados de sal. Espera mientras recorre cada espacio de lo
construyendo cada adorno y el momento de adquirirlo, cada
que pudo ser su hogar, pasa los dedos por las paredes, sale
historia con esos hombres que horadaron su cuerpo para
al patio, mira las cerradas ventanas de su dormitorio, va ha-
rescatarla y que sólo consiguieron enterrarla más en su mu-
cia la cocina, abre los cajones, la alacena, se detiene frente
tismo, en su miseria.
al refrigerador y lo desconecta. El tiempo camina lentísimo y
Empaca sus cosas en un maletín de cuero y regresa junto a la pecera. Mira los peces ir y venir en el encierro del
Sofía busca evitar los espejos de la sala.
Regresa junto a la pecera. Mira cómo la respiración de
los peces empieza a atragantarse.
Engulle la pulpa de la fruta. Se
queda fija en la mirada de los peces y ve extinguirse la luz de esos
discos jugosos donde se petrifican los colores y se abandonan
los brillos. Para Sofía el pasado
ha muerto con los peces. Pronto
la puerta se abrirá.
Allá va. Es él, ha llegado. Gira
el picaporte.
Sofía se levanta con decisión. El maletín de cuero en la
mano. Su futuro relumbra en el
cuchillo que ha quedado entre
las cáscaras y el bagazo de la fruta, ahí, sobre la mesa.
Rocco Almanza
58 El Búho
Boris Vian
Es uno de los más sorprendentes autores de la cultura francesa
del siglo XX, supo vivir con pasión e intensidad. Muerto antes
de los cuarenta años de edad, era músico, escritor, dramaturgo,
pintor y escultor, ingeniero, cineasta, periodista, todo, todo.
Nada se escapaba a su inmensa capacidad creadora. Cuando
la muerte lo atrapó, ya era una leyenda en Francia y fuera de
su país. En España y en algunos países de habla hispana estaba traducido y nadie podía dejar de asombrarse de su talento
extraño y su vida agitada. Para 1950, ya era el centro de las
críticas y de la atención en muchos países.
En literatura era audaz, innovador. Libros como Hierba
roja, El arrancacorazones, La espuma de los días, Los perros, el
deseo y la muerte y muchos más, son un muestrario de su originalidad. Solía mofarse de las grandes figuras de Francia, de los
clásicos en vida, de aquellos que habían logrado un sitio dentro
de la alta cultura francesa. Acostumbraban verlo en las noches
por el Quartier Latin, era clave en la vida bohemia del París que
todavía tenía aires de seriedad y grandeza. Era el centro de la
juventud rebelde. La rebeldía misma. Hombre poco común.
“El hombre-lobo” es un texto desconcertante y muy representativo de su literatura. Es una muestra de su talento y capacidad
de innovación. Un autor realmente subversivo, dueño de los
barrios bajos de París luego de la Segunda Guerra Mundial
hasta su muerte. Coexistió con Sartre, Camus, Beauvoir y los
ignoró o, peor aún, los desdeñó. Era francamente un hombre peculiar y enigmático. Se puede estar de acuerdo o no
con él, pero lo que es imposible es dejar de asombrarse con
su capacidad para innovar todas las artes. Escupiré sobre
sus tumbas, obra de corte norteamericano, filme notable, es
sin duda una de las obras que le abrió las puertas de la fama
internacional.
(Archivo coleccionable)
Boris Vian *
lucha con el enredo de las cintas elásticas que, desgraciadamente, complican en la actualidad lo esencial de la lencería.
Consideraba con filosofía el resultado de tales afanes, en
ocasiones coronados por el éxito, y, meneando la cabeza,
se alejaba púdicamente cuando ocurría que una víctima
El Búho
El lobo-hombre
E
n el Bois des Fausses-Reposes1, al pie de la
costa de Picardía, vivía un muy agraciado lobo
adulto de negro pelaje y grandes ojos rojos. Se
llamaba Denis, y su distracción favorita consistía en contemplar cómo se ponían a todo gas los coches procedentes de Ville-d’Avray, para acometer la lustrosa pendiente
sobre la que un aguacero extiende, de vez en cuando, el
oliváceo reflejo de los árboles majestuosos. También le
gustaba, en las tardes de estío, merodear por las espesuras para sorprender a los impacientes enamorados en su
Clément
para la memoria histórica complaciente era pasada, como suele decirse, por la piedra.
de no llegar a encontrar jamás el «cesto de las naranjas»
Descendiente de un antiguo linaje de lobos civilizados,
(cito a Louis Boussenard)2, había decidido acabar sus días
Denis se alimentaba de hierba y de jacintos azules, dieta
en clima templado sin dejar de practicar, empero, excavacio-
que reforzaba en otoño con algunos champiñones esco-
nes tan infructuosas como maníacas. En dicha cueva Denis
gidos y, en invierno, muy a su pesar, con botellas de leche
se acondicionó una confortable guarida que, con el paso
birladas al gran camión amarillo de la Central. La leche le
del tiempo, adornó con ruedas, tuercas y otros recambios
producía náuseas, a causa de su sabor animal y, de noviem-
de automóvil recogidos por él mismo en la carretera, donde
bre a febrero, maldecía la inclemencia de una estación que
los accidentes eran el pan nuestro de cada día. Apasionado
le obligaba a estragarse de tal manera el estómago.
de la mecánica, disfrutaba contemplando sus trofeos, y
Denis vivía en buenas relaciones con sus vecinos, pues
soñaba con el taller de reparaciones que, sin lugar a dudas,
éstos, dada su discreción, ignoraban incluso que existiese.
habría de poner algún día. Cuatro bielas de aleación ligera
Moraba en una pequeña caverna excavada, muchos años
sostenían la cubierta de maletero utilizada a manera de
atrás, por un desesperado buscador de oro, quien, castiga-
mesa; la cama la conformaban los asientos de cuero de un
do por la mala fortuna durante toda su vida, y convencido
antiguo Amílcar que se enamoró, al pasar, de un opulento
Carmen Parra
II El Búho
y robusto plátano; y sendos neumáticos constituían marcos
No obstante, poco a poco fue olvidando el incidente,
lujosos para los retratos de unos progenitores siempre bien
y los días volvieron a pasar tan idénticos como diversos.
queridos. El conjunto armonizaba exquisitamente con los
El otoño se acercaba y, con él, las mareas de septiembre,
elementos más triviales reunidos, en otros tiempos, por
que producen el curioso efecto de arrebolar las hojas de los
el buscador.
árboles. Denis se atracaba de níscalos y de setas, llegan-
Cierta apacible velada de agosto, Denis se daba con
do a atrapar a veces alguna peziza casi invisible sobre su
parsimonia su cotidiano paseo digestivo. La luna llena
plinto de cortezas, mas huía como de la peste del indigesto
recortaba las hojas como encaje de sombras. Al quedar
lengua de buey. Los bosques, a la sazón, se vaciaban a muy
expuestos a la luz, los ojos de Denis cobraban los tenues
temprana hora de paseantes y Denis se acostaba más tem-
reflejos rubíes del vino de Arbois. Aproximábase ya al roble
prano. Sin embargo, no por eso descansaba mejor, y en la
que constituía el término ordinario de su andadura, cuando
agonía de noches entreveradas de pesadillas, se despertaba
la fatalidad hizo cruzarse en su camino al Mago del Siam,
con la boca pastosa y los miembros agarrotados. Incluso
cuyo verdadero nombre se escribía Etienne Pample, y a la
sentía menguar paulatinamente su pasión por la mecánica,
diminuta Lisette Cachou, morena camarera del restaurante
y el mediodía le sorprendía cada vez con más frecuencia
Groneil arrastrada por el mago con algún pretexto inge-
amodorrado y sujetando con una zarpa inerte el trapo con
nioso a las Fausses-Reposes. Lisette estrenaba un corsé
el que debía haber lustrado una pieza de latón cardenillo.
Obsesión último diseño, cuya destrucción acababa de cos-
Su reposo se hacía cada vez más desasosegado, y a Denis
tar seis horas al Mago del Siam, y era a tal circunstancia, a
le preocupaba no descubrir las razones.
la que Denis debía agradecer tan tardío encuentro.
Tiritando de fiebre y sobrecogido por una intensa sen-
Por desgracia para este último, la situación era en
sación de frío, en mitad de la noche de luna llena despertó
extremo desfavorable. Medianoche en punto; el Mago del
brutalmente de su sueño. Se frotó los ojos, quedó sorpren-
Siam con los nervios de punta; y, dándose en abundancia
dido del extraño efecto que sintió y, a tientas, buscó una
por los alrededores, la consuelda, el licopodio y el conejo
luz. Tan pronto como hubo conectado el soberbio faro que
albo que, desde hace poco, acompañan inevitablemente
le legase algunos meses atrás un enloquecido Mercedes,
los fenómenos de licantropía o, mejor dicho, de antropo-
el deslumbrante resplandor del aparato iluminó los reco-
licandría, como tendremos ocasión de leer en las páginas
vecos de la caverna. Titubeante, avanzó hacia el retrovisor
que siguen. Enfurecido por la aparición de Denis que, sin
que tenía instalado justo encima de la coqueta. Y si ya le
embargo, se alejaba ya tan discreto como siempre barbo-
había asombrado darse cuenta de que estaba de pie sobre
tando una excusa, y desencantado también de Lisette, por
las patas traseras, aún quedó más maravillado cuando sus
cuya culpa conservaba un exceso de energía que pedía a gri-
ojos se posaron sobre la imagen reflejada en el espejo.
tos ser descargada de una u otra manera, el Mago del Siam
En la pequeña y circular superficie le hacía frente, en
se abalanzó sobre la inocente bestia, mordiéndole cruel-
efecto, un extravagante y blancuzco rostro por completo
mente el codillo. Con un gañido de angustia, Denis escapó
desprovisto de pelaje, y en el que sólo dos llamativos ojos
a galope. De regreso a su guarida, se sintió vencido por una
rufos recordaban su anterior apariencia. Dejando escapar
fatiga fuera de lo común, y quedó sumido en un sueño muy
un breve grito inarticulado se miró el cuerpo y al instante
pesado, entrecortado por turbulentas pesadillas.
comprendió la causa de aquel frío sobrecogedor que le ate-
para la memoria histórica III
nazaba por todas partes. Su abundante pelambrera negra
en la imaginación del lobo sin provocar en él las mismas
había desaparecido. Bajo sus ojos se alargaba el malfor-
reacciones que antes. Al contrario: se sorprendió incluso
mado cuerpo de uno de estos humanos de cuya impericia
pasándose la lengua por los labios, cosa que le permitió
amatoria solía con tanta frecuencia burlarse.
constatar de paso que, a pesar de la metamorfosis, seguía
Resultaba forzoso moverse con presteza. Denis se
siendo tan puntiaguda como siempre.
abalanzó hacia el baúl atiborrado de las más diferentes
Volvió al retrovisor para contemplarse más de cerca.
ropas, reunidas según el caprichoso azar de la sucesión
Sus rasgos no le disgustaron tanto como había temido. Al
de los accidentes. El instinto le hizo escoger un traje gris
abrir la boca pudo constatar que su paladar seguía sien-
con rayitas blancas, de aspecto bastante distinguido, con el
do de un negro llamativo, y, por otro lado, que también
cual combinó una camisa lisa de tono tallo de rosa, y una
conservaba incólume el control de sus orejas, tal vez una
corbata burdeos. Cuando estuvo cubierto con tal indumen-
pizca sospechosas por ser en exceso alargadas y pilosas.
taria, admirado todavía de poder conservar un equilibrio
Más consideró que el rostro que se reflejaba en el pequeño
que en absoluto comprendía, empezó a sentirse mejor, y
y esférico espejo, con su forma oval un algo prolongada, su
los dientes cesaron de castañetearle. Fue entonces cuando
pigmentación mate y sus blancos dientes, haría un papel
su extraviada mirada vino a fijarse en el irregular y espeso
aceptable entre los que conocía. Así que, después de todo,
montoncillo de negra pelambrera esparcido alrededor de su
lo mejor sería sacar partido de lo inevitable y aprender algo
lecho, y no pudo impedir llorar su perdida apariencia.
de provecho para el porvenir. Consideración no obstante
Hizo empero, un violento esfuerzo de voluntad para
la cual un ramalazo de prudencia le obligó antes de salir
serenarse, e intentó explicarse el fenómeno. Sus lecturas le
a hacerse con unas gafas oscuras que, en caso de nece-
habían enseñado muchas cosas, y el asunto acabó por pare-
sidad, atemperarían la rojiza brillantez de sus cristalinos.
cerle diáfano. El Mago del Siam debía ser un hombre-lobo y
Proveyóse asimismo de un impermeable que se echó al
él, Denis, mordido por la alimaña, acababa de convertirse,
brazo, y ganó la puerta con paso decidido. Pocos instantes
recíprocamente, en ser humano.
después, cargado con una maleta ligera, y olfateando una
Ante la idea de que debía disponerse a vivir en un
brisa matinal que parecía singularmente desprovista de
mundo desconocido, en un primer momento se sintió presa
fragancia, se encontraba en la cuneta de la carretera, alar-
de pánico. ¡Qué peligros no habría de correr como hombre
gando el pulgar sin complejo alguno al primer automóvil
entre los humanos! La evocación de las estériles competi-
que divisó en lontananza. Había decidido ir en dirección
ciones a que se entregaban día y noche los conductores en
a París aconsejado por la experiencia cotidiana de que los
tránsito de la Côte de Picardie le anticipaba simbólicamente
coches rara vez se detienen al empezar la cuesta arriba y
la atroz existencia a la que, de buena o mala gana, sería
sí, en cambio, cuesta abajo, cuando la gravedad les permite
preciso adaptarse. Pero luego reflexionó. Según todas las
volver a arrancar con facilidad.
apariencias, y si los libros no mentían, la transformación
Su elegante aspecto le reportó ser rápidamente acep-
habría de ser de duración limitada. Y en tal caso, ¿por qué
tado como acompañante por una persona con no dema-
no aprovecharla para hacer una incursión a la ciudad...?
siada prisa. Y confortablemente acomodado a la derecha
Llegados a este punto, preciso es reconocer que determi-
del conductor, se dispuso a abrir sus ardientes ojos a todo
nadas escenas entrevistas en el bosque se reprodujeron
lo desconocido del vasto mundo. Veinte minutos más
IV El Búho
tarde se apeaba en la Plaza de la Ópera. El tiempo estaba
evidenciar un ligero provincianismo. Por eso pidió un sitio
despejado y fresco, y la circulación se mantenía dentro de
apartado y diligencia en el servicio.
los límites de lo decente. Denis se lanzó osadamente entre
Pero lo que Denis ignoraba era que precisamente en
los tachones del asfalto y, tomando el bulevar, caminó en
ese lugar de tan sosegado aspecto se celebraba, justo aquel
dirección al Hotel Scribe, en el que alquiló una habitación
día, la reunión mensual de los Aficionados al Pez de Agua
con cuarto de baño y salón. Dejó su maleta al cuidado de la
Dulce Rambouilletiano. Cuando estaba a medio comer vio
servidumbre y salió acto seguido a comprar una bicicleta.
irrumpir de repente una comitiva de caballeros de resplan-
La mañana se le fue en un abrir y cerrar de ojos.
deciente tez y joviales maneras que, en un abrir y cerrar
Fascinado, no sabía bien hacia dónde pedalear. En el fondo
de ojos, ocuparon siete mesas de cuatro cubiertos cada
de su yo experimentaba, sin lugar a dudas, el íntimo y ocul-
una. Ante tan súbita invasión, Denis frunció el ceño. Mas,
to deseo de buscar un lobo para morderle,
pero pensaba que no le resultaría demasiado fácil encontrar una víctima y, por otro
lado, quería evitar dejarse influenciar en
demasía por el contenido de los tratados.
No ignoraba en absoluto que, con un poco
de suerte, no le sería imposible acercarse
a los animales del Jardin des Plantes, pero
prefirió reservar tal posibilidad para un
momento de mayor apremio. La flamante
bicicleta absorbía en aquel momento toda
su atención. Aquel artilugio niquelado le
encandilaba, y, por otra parte, no dejaría de
serle útil a la hora de regresar a su guarida.
A mediodía estacionó la máquina delante del hotel, ante la mirada un tanto reticente
del portero. Pero su elegancia, y sobre todo
aquellos ojos que semejaban carbúnculos,
parecían privar a la gente de la capacidad
de hacerle el más mínimo reproche. Con el
corazón exultante de alegría, se entretuvo en
la búsqueda de un restaurante. Finalmente
eligió uno tan discreto como de buena pinta.
Las aglomeraciones le impresionaban todavía y, a pesar de la amplitud de su cultura
general, temía que sus maneras pudiesen
Carlos Reyes
para la memoria histórica como se temía, el maître acabó por acercarse cortésmente a
la suya.
—Lo siento mucho, señor —dijo aquel hombre lampiño y cabezón—, ¿pero podría hacernos el favor de compartir su mesa con la señorita?
Denis echó una ojeada a la zagala, desfrunciendo el
ceño al mismo tiempo.
Y a continuación dejó caer su bolso, que Denis recogió
al vuelo.
—exclamó ella—. ¡Tiene usted unos reflejos extraordinarios!
—Si... —confirmó Denis.
—Sus ojos son también bastante extraños —añadió la
joven al cabo de cinco minutos—. Los veo parecidos a... a...
—Encantado —dijo incorporándose a medias.
—comentó Denis.
—Gracias, caballero —gorjeó la criatura con voz musi-
—A granates —concluyó ella.
cal. Voz de sierra musical, para ser más exactos.
—Si usted me lo agradece a mí —prosiguió Denis— ¿a
quién deberé yo? Agradecérselo, se sobreentiende.
—A la clásica providencia, sin duda —opinó la monada.
—Es la guerra... —musitó Denis.
—No le entiendo... /
—Quería decir —explicó Denis—, que esperaba que le
recordasen a rubíes. Pero al oír que sólo ha dicho grana-
Luis Garzón
VI El Búho
tes, no he podido por menos que pensar en restricciones.
Reposes hizo desaparecer finalmente aquel elemento retar-
Concepto que, por una relación de causa efecto, me ha
datario y, muy pronto se encontró en condiciones de poner
llevado acto seguido al de guerra.
en práctica con el tacto, los conocimientos que en el añora-
—¿Estudió usted Ciencias Políticas? —preguntó la
morenita.
do bosque le entraran por la vista. Llegados a determinado
punto plugo a la hermosa reconocerse, a gritos, satisfecha;
—Le juro que no volveré a hacerlo.
y el artificio de tales afirmaciones, mediante las cuales
—Le encuentro bastante fascinante —aseguró llana-
aseguraba haber llegado a la cúspide, pasó inadvertido
mente la señorita, que, entre nosotros, lo había dejado de
al entendimiento poco experimentado en ese terreno del
ser muchas ya más veces de las que pudiera contar.
bueno de Denis.
—De buena gana le devolvería el piropo, pero pasándolo al género femenino —expresóse Denis, madrigalesco.
Apenas si comenzaba éste a salir de una especie de
coma bastante distinto de todo cuanto hubiese conocido
Salieron juntos del restaurante. La lagarta confió
hasta entonces, cuando oyó sonar el despertador. Sofocado
al lobo convertido en hombre que, no lejos de allí,
y pálido, se incorporó a medias en el lecho y quedó boquia-
ocupaba una encantadora habitación en el Hotel
bierto viendo cómo su compañera, con el culo al aire, dicho
del Pasapurés de Plata.
sea con todo respeto, registraba con diligencia el bolsillo
—¿Por qué no viene a ver mi colección de grabados
japoneses? —acabó susurrando al oído de Denis.
—¿Sería prudente? —inquirió éste—. ¿Su marido, su
hermano o algún otro de sus parientes no lo vería con
inquietud?
—Digamos que soy un poco huérfana —gimió la
pequeña, haciéndole cosquillas a una lágrima con la punta
de su ahusado índice.
—Una verdadera lástima —comentó cortésmente su
distinguido acompañante.
Al llegar al hotel creyó darse cuenta de que el recepcionista parecía llamativamente distraído. También constató
que tanta felpa roja amortiguante hacía diferir notablemente ese establecimiento de aquel otro en el que él; se
había alojado. Pero en la escalera se distrajo contemplando
primero las medias y luego las pantorrillas, inmediatamente
interior de su americana.
—¿Desea una foto mía? —dijo sin pensarlo dos veces,
creyendo haber comprendido.
Se Sintió halagado pero, por el sobresalto que empinó
la bipartita semiesfera que ante sus narices tenía, al instante se dio cuenta del inmenso error de tan aventurada
suposición.
—Esto... eh... si, querido mío —acabó por decir la dulce
ninfa, sin saber muy bien si se le estaba o no tomando
la cabellera.
Denis volvió a fruncir el ceño. Se levantó, y fue a comprobar el contenido de su cartera.
—¡Así que es usted una de esas hembras cuyas indecencias pueden leerse en la literatura del señor Mauriac!
—explotó finalmente—. ¡Una prostituta, por decirlo de
algún modo!
adyacentes, de la señorita. En el afán de instruirse, la dejó
Se disponía ella a replicar, y en qué tono, que se cagaba
tomar hasta seis escalones de ventaja. Y una vez que se
en tal y en cual, que se lo montaba con su cuerpo serrano,
creyó bastante instruido, apretó nuevamente el paso.
y que no acostumbraba a tirarse a los pasmados por el
Por lo que tenía de cómica, la idea de fornicar con una
gusto de hacerlo, cuando un cegador destello procedente de
mujer no dejaba de chocarle. Pero la evocación de Fausses-
los ojos del lobo antropomorfizado le hizo tragarse todos
para la memoria histórica VII
y cada uno de los proyectados exabruptos. De las órbitas de
—Querido amigo —dijo el aceitunado una vez que
Denis emanaban, en efecto, dos incesantes centellas rojas
hubieron tomado asiento—, acaba usted de comportarse de
que, cebándose en los globos oculares de la morenita, la
una manera muy poco correcta con una jovencita.
sumieron en muy curiosa confusión.
—¡Haga el favor de cubrirse y de largarse en el acto!
—sugirió Denis.
Y para aumentar el efecto, tuvo la inesperada idea de lanzar un aullido. Hasta entonces, nunca semejante inspiración
Denis comenzó a reír a mandíbula batiente.
—¡Le hace gracia al muy rufián! —observó el colorado—. Ya veréis como dentro de poco le hace menos.
—Da la casualidad —prosiguió el flaco— de que los
intereses de esa muchacha son también los nuestros.
se le había pasado por las mientes. Mas, a pesar de tal falta
Denis comprendió de repente.
de experiencia, la cosa resonó de manera sobrecogedora.
—Ahora entiendo —dijo—. Ustedes son sus chulos.
Aterrorizada, la damisela se vistió sin decir ni pío,
en menos tiempo del que necesita un reloj de péndulo
para dar las doce campanadas. Una vez solo, Denis se echó a reír.
Se sentía asaltado por una viciosa sensación bastante excitante.
Los tres se levantaron como movidos por un resorte.
—¡No nos busques las vueltas! —amenazó el más
grueso.
Denis los contemplaba.
—Debe ser el sabor de la venganza —aventuró en voz alta.
—Noto que voy a encolerizarme —dijo finalmente con
Volvió a poner donde correspondía cada uno de sus
mucha calma—. Será la primera vez en mi vida, pero reco-
avíos, se lavó donde más lo necesitaba y salió a la calle.
nozco la sensación. Tal como ocurre en los libros.
Había caído la noche, el bulevar resplandecía de manera
Los tres individuos parecían desorientados.
maravillosa.
—¡Arreglado vas si piensas que nos asustas, gilipollas!
No había caminado ni dos metros, cuando tres indivi-
—tronó el grueso.
duos se le acercaron. Vestidos un poco llamativamente, con
Al tercero no le gustaba hablar. Cerrando el puño, tomó
ternos demasiado claros, sombreros demasiado nuevos y
impulso. Cuando estaba a punto de alcanzar el mentón de
zapatos demasiado lustrados, lo cercaron.
Denis, éste se zafó, atrapó de una dentellada la muñeca
—¿Podemos hablar con usted? —dijo el más delgado
de todos, un aceitunado de recortado bigotillo.
—¿De qué? —se asombró Denis.
—No te hagas el tonto —profirió uno de los otros dos,
coloradote y grueso.
—Entremos ahí... —propuso el aceitunado según pasaban por delante de un bar.
Lleno de curiosidad, Denis entró. Hasta aquel momento, la aventura le parecía interesante.
—¿Saben jugar al bridge?3 —preguntó a sus acompañantes.
—Pronto vas a necesitar uno —sentenció el grueso
coloradote sombríamente. Parecía irritado.
VIII El Búho
del agresor y apretó. La cosa debió doler.
Una botella vino a aterrizar sobre la cabeza de Denis,
que parpadeó y reculó.
—Te vamos a escabechar —dijo el aceitunado.
El bar se había quedado vacío. Denis saltó por encima
de la mesa y del adversario gordo. Sorprendido, éste se
quedó un instante aturdido, pero llegó a tener el reflejo de
agarrar uno de los pies calzados de ante del solitario de
Fausses-Reposes.
Siguió una breve refriega al final de la cual, Denis, con
el cuello de la camisa desgarrado, se contempló en el espejo. Una cuchillada le adornaba la mejilla, y uno de sus ojos
tendía al índigo. Prestamente, acomodó los tres cuerpos
inertes bajo las banquetas. El corazón le latía con furia. Y,
—¡Ah! —exclamó Denis—. Si; tiene usted razón. ¿Pero
de repente, sus ojos fueron a fijarse en un reloj de pared.
puede explicarme cómo funcionan las luces de este arma-
Las once.
toste?
«¡Por mis barbas», pensó, «es hora de marcharse!»
—¿Se está burlando de mí? —indagó el alguacil.
Se puso apresuradamente las gafas oscuras y corrió
—Escuche —se puso serio Denis—. Llevo tanta prisa
hacia su hotel. Sentía el alma pletórica de odio, pero la
proximidad de su partida le apaciguó.
Pagó la cuenta, recogió el equipaje, montó en su
que ni siquiera tengo tiempo de reírme de nadie.
—¿Quiere usted que le ponga una multa? —dijo el
infecto municipal.
bicicleta, y se puso a pedalear incansablemente como un
—Es usted pelmazo de más —replicó el lobo ciclista.
verdadero Coppi.
—¡De acuerdo! —sentenció el innoble bellaco—. Pues
Estaba llegando al puente de Saint-Cloud, cuando un
agente le dio el alto.
—¿O sea que va usted sin luces? —preguntó aquel
hombre semejante a tantos otros.
—¿Cómo? —se extrañó Denis—. ¿Y por qué no? Veo
de sobra.
ahí va...
Y sacando la libreta y un bolígrafo, bajó la nariz un
instante.
—¿Su nombre, por favor? —preguntó volviendo a
levantarla.
Después, sopló con todas sus fuerzas en el interior
—No se llevan para ver —explicó el agente— sino para
de su tubito sonoro, pues, muy lejos ya, alcanzó a ver la
que le vean a uno. ¿Y si le ocurre un accidente? Entonces,
bicicleta de Denis lanzada, con él encima, al asalto del
¿qué?
repecho.
Carmen Parra
para la memoria histórica IX
En el mencionado asalto, Denis echó el resto. Al asfal-
montado sobre su rayo mecánico, por entre la gravilla del
to, pasmado, no le quedaba más que ceder ante su furioso
camino de tierra. Pero en cierto momento se fijó en su
avance. La costana de Saint-Cloud quedó atrás en un abrir
sombra: hocico alargado, orejas erguidas. Y al instante dio
y cerrar de ojos. Atravesó a continuación la parte de la
de morros en el suelo, pues un lobo en bicicleta carece de
ciudad que costea Montretout4 —fina alusión a los sátiros
estabilidad.
que vagan por el parque dedicado al antes nombrado santo
Felizmente para él. Pues apenas tocó tierra se perdió
y giró después a la izquierda, en dirección hacia el Pont
de un salto en la espesura. La moto del policía, entretanto,
Noir y Ville-d’Avray. Al salir de tan noble ciudad y pasar
colisionó ruidosamente contra la recién caída bicicleta. El
frente al Restaurante Cabassud, advirtió cierta agitación a
motorista perdió un testículo en la acción a la vez que el
sus espaldas. Forzó la marcha y, sin previo aviso, se internó
treinta y nueve por ciento de su capacidad auditiva.
por un camino forestal. El tiempo apremiaba. A lo lejos, de
Apenas recobrada la apariencia de lobo y sin dejar de
repente, algún carillón comenzaba a anunciar la llegada de
trotar hacia su guarida, Denis consideró el extraño frene-
la medianoche.
sí que lo había asaltado bajo las humanas vestiduras de
Desde la primera campanada, Denis notó que la cosa
segunda mano. Él, tan apacible y tranquilo de ordinario,
no marchaba. Cada vez le costaba más trabajo llegar a los
había visto evaporarse en el aire tanto sus buenos prin-
pedales; sus piernas parecían irse acortando paulatinamen-
cipios como su mansedumbre. La ira vengadora, cuyos
te. A la luz del claro de luna seguía sin embargo escalando,
efectos se habían manifestado sobre los tres chulos de la
Madeleine —uno de los cuales, apresurémonos
a decirlo en descargo de los verdaderos chulos, cobraba sueldo de la Prefectura, Brigada
Mundana—, le parecía a la vez inimaginable y
fascinante. Meneó la cabeza. ¡Qué mala suerte
la mordedura del Mago del Siam! Felizmente,
pensó no obstante, la penosa transformación
habría de limitarse a los días de plenilunio. Pero
no dejaba de sentir sus secuelas, y esa cólera
latente, ese deseo de venganza no dejaban de
inquietarlo.
Notas
1 Fausses-Reposes: Falsos-Sosiegos. (N. del T.)
2 Escritor, viajero y novelista francés (18471910). (N. de! T.) No se trata del país asiático sino de
determinada modalidad del juego de bolos. (N. del T.)
3 Juego de palabras. En inglés, bridge, además
del juego de cartas, significa «puente». (N. del T.)
4 Montretout podría ser traducido, aproximadamente como «enséñalotodo». (N. del T.)
*Boris Vian. El lobo-hombre. Fábula Tusquets Editores.
1ª edición, 2009. Pp. 194.
Carmen Parra
El Búho
este abrazo solidario,
este paso a tu paso,
este destino,
este presente,
este futuro,
esta canción de melodía interminable,
este vino agridulce,
esta mesa llena de festejo,
este poema sin verso,
Joel Gustavo Rodríguez Toral
y todo lo que he dicho
y que señalo y entrego
a manos llenas
Este día lleno de armonías,
es tan sólo porque
esta hora llena de silencios y paz,
esa estrella llena de suspiros y nostalgias,
Joe se lo dédica a Betssy..
esta foto llena de buenos momentos,
esta rosa llena de aroma y sentimiento,
este latido combatiente y animoso,
este niño travieso y latoso,
este libro tan lleno de memorias,
aventuras, atinos y desatinos,
esta sonrisa tan valiosa
como diamantes,
este collar de todas mis tristezas
quemadas en los fuegos del carnaval,
este ring en donde he dado mis mejores
[luchas
y en donde también me han derrotado
por ambicioso y confiado,
este beso cándido y amoroso,
este árbol frondoso y altivo
tan lleno de nidos
y que da sombra en los días
soleados,
Philli Bragar
confabulario 59
Yurazzy
Encuentro
T
e encontré en los volcanes, en los barcos,
en mis campos yermos y en la húmeda
almohada en la que reposan mis inútiles
compases de jazz…
Puse mis películas sobre ti aunque seas sólo
un recuerdo de orgasmo, un tanque en el que mis
ideas se queman en explosión, una secundaria bala
que me disipa sombras en el espíritu. Te encontré en
el viejo poemario que guarda mi abuela en su alma,
en los “praz” de mis puños contra paredes que disminuyen fotografías memorables y al final te metí
en mis cajas vacías donde cada mañana duermen
galaxias.
Vamos
Un paradigma llega, se instaura, se adueña de mí.
Soy ajena a las mentiras propagadas en el humo dilatador, no quiero ser la mancha indeleble en tu vesYurazzy
60 El Búho
tido favorito, sólo sueño con atraparte en el jardín
Nostalgias y espejismos
y alejarnos para siempre de los cazadores descu-
Un espejismo de ciudad, naufragio entre nostalgia
biertos por los sonidos depositados en las bellezas.
y los misterios conocidos de tus ojos. Sospecho
Atrás de sus espaldas perdimos protagonismo gra-
que nos demoramos al cruzar avenidas imprecisas,
cias a los poemas visitados años atrás en mi poesía
al no bastarnos las bengalas ni las ramas intrusas
disfrazada de bestia danzante en ridículas líneas,
que asustan el tango. Entonces te ajusto a mis no-
danzante en tu interior.
tas en leve fragancia de botones de flor. Los realismos de la vida nuestra son matados en dos y en tres
Cuento 1
flechas cuando comienza a distraerme un aleteo
Este viernes guardé tus manos entre mis memorias
que se desdibuja en mi mano izquierda.
para poder alimentar a mis palabras que sólo deciden vagar en tus piernas que son costas celestiales
Una carta de agua
donde mis lanchas no necesitan de la sal… donde
Imagino un viaje a la lectura de tus lápices, se dejan
mi boca puede verte en lo invisible y mis ojos pen-
prometerles cuando todo es X… Al volver la cara
sarte en lo vaciado de la ceguera. Le abro paso a mi
hacia un espejo empeñado una solar indecencia me
deseo si tu esencia decide detener mi tiempo lejano
arrastra y soy secuestrada, me encierran entre cin-
de pensamiento. Si tus brazos deciden costurarse a
cuenta rayas, en carbón.
mis sábanas para romper la presencia de la errante
soledad. ¿Qué dices?
Imagino en un sólo pie el escrito transcrito
bellamente desde mí, pulverizando un recuerdo
hospedado en los caminos fingidos donde se rie-
Visítame los ojos
lan mis trenes. Una mortal evocación futura hora-
Un mar lejano de azúcar me miraba desde el fondo
da mis marcos y llego hasta tu tránsito cotidiano y
de los vientos que plasmé con métrica en las cartas
peculiar.
que le envié desde Madrid. Desmayadas las auroras
repetían una parte de nuestro diálogo que fue man-
Transparentes
chado con sangre. Entre las olas, un espeso pluma-
Llegan mis mañanas en sólo una noche tan clara
je se construía excedido de espejos, repetido en su
que se quedó en ti y los cantos de golondrinas en-
misma luna, en la historia antigua que le enamoraba
loquecen tu venida y me despojan de peligros y de
en disparo (vómito de calma en escrito) que no ha-
bienes. Ayer la madrugada te embarazó los gustos
cía daño, que no hacía mal, que me dejaba guardar-
y volviste a lamer mi sudor mientras una escritura
me entre arenas compuestas de sereno y de nubes.
deslizada sobre frases pintaba sueños para dos y tú
confabulario 61
te despojabas de las máscaras, rompías amores bas-
amarla a ella -la que redacta- que nunca se entre-
tardos, arrancabas de mi pecho los falsos espacios
gará sin mí.
de piedra. Y yo me reinventaba en los movimientos
de nuestro universo, entre todo mi sexo.
Recuerdo
Recito poesía a la par de mis latidos en voz baja y
“Laucha”
sin habitantes en la puerta de mi clóset. Bajo el te-
Llueve mi sinceridad, me mira tu ahogo sin el princi-
cho se me caen oscuridades que corresponden a los
pio de la tormenta provocada. Me mojan mis defec-
miedos que tenía cuando niña y se van desalojando
tos, me mojan mis pasados y mis futuros. Te ahogas
en el desnivel enlentecido de una cabina donde me
y yo floto en todo esto que soy y en todo lo que no.
resguardo cuando hay luz. Cada que le escucho re-
Esta realidad, mi “Laucha”, la risa que premedita
citarme en la quietud sus más recientes versos se
mi absurdez porque las risas me son revelaciones
inclinan mis lágrimas hacia sus papeles amarillen-
pero sólo cuando ríes tú.
tos de su libro inédito. Me resumía que entre sus
Nadaré en los cuerpos para rescatar mis deseos
de ser mi dueña y no tú de mí. Voy a quererte a ti y
palmas podrían calmarse mis tintas enfurecidas al
descargarse la batería de mi alma.
Luis Garzón
62 El Búho
Ulises Paniagua
YO MIRO A LOS DRAGONES
PENÍNSULA OCCIDENTAL, PRIMERA LUNA DE JULIO
M
iro a los dragones, a cierta distancia. Debo reconocer su figura risible: son tan anómalos que encuentro
ausencia de armonía en ellos. Para justificar su comi-
cidad, bastaría juzgar sus cuellos tan largos y articulados, sus narices harto anchas y chatas. Me recuerdan la torpeza del mitológico catoblepas.
Estuve observándolos durante horas
y me he dado cuenta de que a pesar de
sus blasfemias de fuego, de sus arrebatos
de ira y la contundente amenaza de sus
vuelos entrecruzados, los dragones son cobardes; pues se niegan en lo posible a alejarse, más allá de cincuenta yardas, de los
confines de la península.
Uno de los marinos de mayor experiencia aclaró que en este extraño territorio los
animales mencionados prefieren mantenerse en grupos; parvadas de escamados
Francisco Tejeda Jaramillo
confabulario 63
tornasoles que nunca abandonan el nido que les
en parte a un rumorado maleficio de los primeros
vio nacer. El hombre aseguró también que jamás ha
cristianos que visitaron estas tierras; o quizás a su
conocido seres más arraigados a su hogar, que su-
insoportable aversión a la convivencia con otras
fran de forma más aguda los estragos del destierro.
especies animales, a las que, de manera intuitiva,
Menciona que la aversión a dejar el terruño se debe
consideran ínfimas.
Sabedor de su secreto, me dedico a contemplarlos a estribor, ajeno al miedo y a la precaución. Los paisajes que contemplo semejan
cuadros de corte renacentista; un paraíso atípico donde los seres alados se bañan a la ribera
de un río caudaloso, o bien, juguetean entre las
yedras de las laderas vecinas; mientras la fragata circunnavega, grácil, esta recóndita tierra.
La Noche de las Ninfas
Archipiélago Catorce, latitud seis,
longitud nueve
Anoche fuimos atacados por las ninfas.
Amparadas en la noche cerrada, con un cúmulo de fantasías insatisfechas y la impudicia
que las caracteriza, se apostaron en la borda
una vez que la nao encalló en los pantanos.
Con salvaje desenfreno se despojaron
de sus ropas; con agitado paroxismo ofrecieron sus senos a la ansiedad de la tripulación.
También nuestros hombres encallaron. Ante
los gestos lascivos y pórnicos de las hermosas
mujeres, despertó el convite de los cuerpos. La
mitad de los hombres de la tripulación, convertidos en faunos, dejaron apenas como testimo-
Leticia Tarragó
64 El Búho
nio de su deserción algunos objetos personales sin
No podíamos imaginar la peste funesta que
trascendencia -gorros, dentaduras postizas, veletas
invadiría nuestra nave en el futuro cercano. Con
y matraces- y se internaron en la espesura de las
la niebla vespertina arrancaron las primeras gotas
ciénagas, arrastrados por el incontenible deseo de
de una tromba que tiñó de púrpura la cubierta del
poseer una ninfa.
barco; una lluvia malsana y poco común, que apa-
Los que sobrevivimos al ataque, buscamos re-
rece de vez en vez en la cercanía del meridiano de
fugio en la hermeticidad de una montaña cercana,
Greenwich; un pútrido aguacero que inició la peste
temerosos de sucumbir a la tentación de la carne.
entre los descuidados marinos que olvidaron guare-
Pasamos una noche casta y terrible, esperanzados
cerse en el interior, tal vez por imprudencia, tal vez
en partir pronto, agitados y húmedos ante el recuer-
por incredulidad.
do de los muslos voluptuosos, los aromas dulces,
Con el transcurso de los anocheceres y la visita
los pechos firmes y redondos que se ofrecían ne-
de una luna amarilla como pergamino antiguo, co-
cesarios a nuestros labios ávidos de piel femenina.
menzó a manifestarse en los infectados la pestilente
Nuestros cuerpos sufrieron, anoche, de un calor in-
licantropía adquirida. Desempolvaron maletines ol-
soportable y los malditos estragos de una soledad,
vidados en la oscuridad de la cava y de las rancias
que por célibe, nos pareció repugnante. Fue como
bodegas. Vistieron trajes oscuros, sobrias corbatas,
arder en leña verde.
zapatos impecables. Pretendieron hacer jugosos
negocios con nosotros, de cualquier insignificancia
Vientos de Peste Roja
y bajo cualquier pretexto. Se convirtieron en mer-
Puerto de Pangea, en proximidad al Meri-
cantes ávidos de acciones y transferencias en una
diano de Greenwich
embarcación por la que no se podía apostar más
de doscientos doblones. Naturalmente, a cualquier
El infortunio se niega a abandonar nuestro barco.
señal de desaprobación, sacaban las garras y ame-
Una vez que conseguimos, sigilosos y al amanecer,
nazaban mostrando los colmillos. Los renuentes a
escapar de ninfas y peligros del pantano, adverti-
las negociaciones fueron devorados uno a uno, en
mos un extraño puerto.
banquetes donde abundaba la música de cámara
Con velamen alegre nos acercamos a la ribera.
y el vino.
El murmullo de los sicomoros y la frescura de los
Harto de la situación, cansado de fingir interés
nenúfares apresaron nuestro olfato; la escarcha en
en la compra de una barra de cobre o de los clavos
las hojas de los abedules nos permitió reconocer-
de Cristo para mantenerme a salvo, aproveché la si-
nos vivos.
guiente noche de luna llena. En pleno ejercicio de
confabulario 65
mis funciones como capitán, y con la complicidad
Nueva embarcación; nuevo rumbo
de los escasos sobrevivientes al ataque de los an-
Puerto sin nombre; fecha sin revelar
tropófagos, decidí actuar con firmeza.
Encallamos el barco en un acantilado cercano.
Con mil ochocientas monedas nos hicimos de un
En un acto premeditado, le prendimos fuego a la
barco. Escuchando en naves cargueras el sonido
nao, aprovechando que los licántropos se habían
de los látigos, consumimos nuestro duelo en aquel
entregado al sueño tras un largo festín donde se ce-
puerto donde los corazones gritan. Los capataces
naron a nuestro gaviero.
descargaban sus cayados, sin reserva, sobre nues-
En honor a la verdad, debo confesar que en lo
tras espaldas curtidas por el miedo y por el sol. Las
más álgido del fuego, mientras los mástiles se de-
desventuras, sin embargo, no parecían espantosas
rrumbaban y los velámenes semejaban teas gigan-
cuando imaginábamos los vientos alisios acarician-
tes, los aullidos y lamentos de los que se quema-
do nuestros rostros; el profundo azul, mar adentro,
ban nos recriminaron, durante la larga hora que
que se prometía a nuestras pupilas.
duró el incendio, el sadismo implícito en nuestra
decisión.
Doblones ganamos trescientos en aquella colonia a la que fuimos a parar en nuestro desconcierto;
El olor a carne chamuscada, a retazos de cuer-
el resto lo robamos de la cabina de una goleta britá-
pos que al saltar por la borda fueron alcanzados
nica, a manera de revancha por el castigo infligido
por los tiburones, invadió los alrededores. Incluso
a nuestros cuerpos. Huimos al próximo fondeadero
el espeso humo mercantil que se desprendió de los
y nos enamoramos de una fragata. Su ligereza ante
muertos continuó durante días, contagiando el azul
cualquier ataque de corsario; la pulcritud de sus
del cielo.
dos cubiertas y el desafiante diseño de su arboladu-
El recuerdo de tanta descomposición, y la pér-
ra, fueron razones que decidieron a su favor entre
dida de nuestros mejores marinos en el episodio,
una docena de embarcaciones. Compramos la nave
nos ha conducido a adentrarnos a tierra firme para
y nos hicimos a la mar con presteza, evitando en
buscar una fragata, una embarcación higiénica que
lo posible alguna visita desagradable de la justicia
tendremos que llenar con el ánimo de una nueva
anglosajona.
tripulación. Sin embargo, durante dos semanas,
La tripulación resultó emprendedora. La em-
el remordimiento y la pesadilla recurrente de un
barcación, por su parte, surca las aguas con dili-
océano de fuego amenazando con la muerte, no ha
gencia. Todos a bordo largan el trapo, izan las ve-
abandonado a los sobrevivientes. Tampoco a mí.
las, pulen el puente con la alegría de los niños y los
No hemos podido dormir tranquilos.
66 El Búho
resurrectos.
Miro a Occidente. Se divisan nublados. El ho-
de escorbuto, hasta que algunos perdieron la len-
rizonte promete extensas sorpresas detrás de los
gua y los labios. Luego se nos manchó el rostro con
grises cortinajes, pero somos felices porque hemos
extraños arabescos vestales y entonces, alarmados,
recuperado nuestra libertad.
emprendimos la fuga entre una tumultuosa y cálida
despedida de los feos.
Donde la fealdad gobierna
Al llegar a altamar, aterrados, atendimos al es-
África del Norte. Meridiano y paralelo en
pejo. Nos percatamos de que nunca habíamos deja-
conjunción.
do de ser los mismos, que todo había sido un engaño de la isla. Aún con alas portentosas o presas de
Llegamos a una isla donde la fealdad gobierna. Al
escoriaciones, nunca dejamos de ser normales, sea
principio nos horrorizaron los miembros tumefac-
lo que eso signifique.
tos, las escoriaciones, la mutación en la piel de los
Miramos a los feos a lo lejos. Ellos, a su vez,
nativos. Pero de manera gradual, una vez estableci-
nos contemplaban. Apenas tras el suceso podemos
do el trueque de nuestras sedas por sus joyas, les
intuir la grandeza de sus almas, ajena a mutaciones
fuimos perdiendo el asco.
y a la repugnante imagen que ofrecen.
Un día, presas de una depresión
inexplicable, la curiosidad nos condujo
a mirar en los espejos rústicos de la aldea. Nos descubrimos alados y hermosos, aunque con el ceño fruncido y la
mirada iracunda. Las alas sólo existían
en el espejo; lo sombrío que habitaba en
nuestra mirada, en cambio, podíamos
verlo fuera de la superficie de azogue.
Nuestro alije se marchitó conforme
transcurrieron los días; la soberbia en la
que nos regodeábamos -seres radiantes, perfectos ante el trato con los isleños- fue desapareciendo. Una noche,
sin previo aviso, se nos comenzaron a
caer los dientes. Supusimos un ataque
Javier Anzures
confabulario 67
Aunque no pudimos descifrar el significado del
encuentro.
sobre un bosquejo. En el manuscrito, el navegante veneciano mencionaba un ambiguo secreto que
llenaría de asombro a los reyes caprichosos y a las
Acerca de una caverna
emperatrices más exigentes.
Cipango, 12 de septiembre; luna menguante.
No puedo describir la desolación que nos invadió una vez que, al descender la escalinata que
Siguiendo la ruta que Marco Polo registró en un
parecía interminable, internándonos presurosos en
mapa que algunos consideran apócrifo, llegamos
el peligro de estalactitas y estalagmitas que custo-
a Cipango. Nos guiaba una disimulada ambición
diaban el descenso, nos encontramos frente a una
de encontrar un tesoro, cuyas referencias descifró
visión extraña: en el fondo de una gruta, un anciano
nuestro criptógrafo en los caracteres mal trazados
de ojos rasgados, de cejas canas, con el torso desnudo y luciendo una melena de león viejo, permanecía sentado sobre un loto gigantesco. El loto, a
su vez, flotaba indolente sobre un lago de aguas
reposadas y enigmáticas. Nuestros ojos buscaron
cualquier destello de oro; cualquier fulgor de diamante o de turquesa en la oscuridad de unas rocas
apenas iluminadas por el fuego de nuestras antorchas. Nos llevó tiempo descubrir que estábamos
en el interior de las catacumbas más originales de
las que alguno tuviera memoria. Las tumbas poblaban el techo de la cueva, hoscas y rudimentarias. De entre los escurrimientos de la bóveda que
se mantenía estática sobre nosotros, asomaban
unas discretas aldabas que indicaban la presencia
de múltiples féretros. Los espacios sobre nuestras cabezas eran innumerables; se alineaban en
extensas hileras extendidas en todas direcciones
-en un orden que por lineal y perfecto resultaba
macabro- hasta desparecer del alcance visual en
el capricho de las sombras.
68 El Búho
Octavio Ocampo
De pronto -haciéndonos estremecer por la fur-
No sabe que gastará la vida en el intento; porque
tividad- uno de los cerrojos cedió ante el peso del
lo que a nuestros ojos se presenta, no es más que
contenido de la tumba. Vimos caer un cuerpo de
una pérfida metáfora de la Muerte y sus designios.
manera descompuesta; apenas un guiñapo. Des-
No hay patrones establecidos para conocer la fecha
pués del estruendo, el cadáver se perdió en la tran-
en que habremos de dejar nuestro espacio en la ca-
quilidad del lago. El abuelo oriental pareció des-
verna”.
pertar de un largo trance; presuroso se armó de un
La sentencia de Fado nos causó una incomodi-
tintero y una pluma azulosa de pavo real que saco
dad insoportable. Algunos se negaron a aceptar esa
de no sé dónde, e hizo algunas anotaciones sobre
explicación. Husmearon entre los recovecos de las
un papel frágil, semitransparente. Después volvió
piedras salitrosas. No encontraron indicio de rique-
a quedar absorto en la disposición de las tumbas
zas materiales, y lo cierto es que parecían intimida-
aéreas. Lo contemplamos meditar largo y tendido,
dos ante la posibilidad de que pudiera caer, intem-
tratando de comprender algún fenómeno que pa-
pestivo, un cadáver socarrón sobre sus cabezas.
recía fuera de su alcance. Durante los minutos que
No toleramos la ambigüedad del oficio del an-
permanecimos en el interior de la caverna, fuimos
ciano y la silenciosa amenaza de un lago en repo-
testigos de una decena de cuerpos que visitaban
so. La incomodidad dio paso al miedo en nuestros
el agua en momentos asíncronos, aleatorios. Una
corazones. Resbalando sobre los troncos húmedos
vez que el cuerpo era devorado por las olas mansas
de la escalinata, torpes y a empellones, salimos del
y siniestras, la tumba volvía a su posición original,
oscuro antro. En adelante, nos negamos a recordar
como si funcionara por medio de una maquinaria
el episodio; cualquier alusión al mismo nos llenaba
impulsada por un resorte.
de una pesada angustia.
Fado, el metafísico que gusta de los enigmas y la
No mencionamos ni una palabra sobre el viejo
asociación de los fenómenos a las leyes de un orden
y su cuenta peculiar, ni siquiera en nuestras liba-
prestablecido (y quien acostumbra leer el Tarot en
ciones de ron; ni mientras nos tendíamos sobre los
noches de ocio), sentenció con desesperanza que
camastros a fumar un poco de opio. Mucho menos
no existía tesoro alguno. Al menos no de la manera
a la sombra del azar de un juego de baraja espa-
en que nosotros, hombres materiales y mediocres,
ñola, siniestramente alineado, que aparenta en los
intentábamos encontrar. “La clave del acertijo está
detalles más ínfimos acontecer entre las cuidadosas
en el desasosiego de su oficio” -nos confesó en un
manos del repartidor.
arrebato místico-. “El viejo está tratando de encontrar un patrón en la azarosa caída de los cuerpos.
*Tomados del libro Bitácora de una navegación efímera de
Ulises Paniagua.
confabulario 69
Edgar Aguilar Farías
“
Son las criaturas de dios tan puras y buenas que
salgan inmaculadas del pecado”. Eso pensó un
viejo de lentes de grueso armazón al dejar ir a Roberto
y Jaime de aquel retiro espiritual que se volviera una
orden de hombres antiguos que decidieran introducirse
en lo más profundo de los misterios de Jesús y María.
Roberto mayor que Jaime por un año y meses son
herederos de una pequeña pero importante cantidad
de dinero y una casona en una buena parte de la ciudad
que les garantizaba una vida holgada, por lo menos
hasta que fueran mayores, algo que sucedería dentro
de una década y un lustro.
Entregados en pañales, los pequeños son atendidos por unos viejos que en algún momento de sus vidas estuvieran casados, tuvieran empleo, lidiasen con
el tráfico y las rutinas urbanas, pero insatisfechos de
la recompensa material que les diera esa vida, se re-
Peter Saxer
70 El Búho
tiraron y se volvieron seguidores de la palabra de
y restar en aquel recinto de saber, que resultase una
dios. Hoy viven en una hacienda a medio restaurar
de las puertas al mundo.
en lo más alejado de la provincia y adentrándose
La otra, la grabadora, donde a la hora de la cena
no sólo en los campos de siembra sino en las zo-
se tocan óperas completas y éstas son aderezadas
nas silvestres que quedan de aquel país. Allí entre la
con largas charlas del pasado. Para cuando las
campiña, el jardín es acordonado por una modes-
piernas y brazos de los hermanos huérfanos eran
ta cerca de madera pintada y en medio de aquel ter-
ya fuertes se sabían todas las sinfonías de Mozart,
reno la capilla rodeada del inmueble que son los en-
los poemas de Bécquer, los cuentos de Tolstoi, rezos
cierros de los hombres de fe, su cocina, su almacén,
y vidas de santos, sólo sabiendo del exterior por lo
sus baños, su largo comedor sin muros y de techo
que oían de los ocasionales visitantes. Un mundo
de lámina con mosquiteros a los costados, una sala
que les era sobrenatural y desconocido.
llena de libros que es su biblioteca y una recepción
Uno de esos visitantes, el abogado, encargado
de lámina en la entrada de arco de aquel lugar de
del testamento de los difuntos padres de Roberto y
oración, en ese sitio
crecieron los muchachos,
Jaime que cada trimestre llegaba a ese remoto lugar
que corrían de un lado a otro libres de las cosas
para entregar un cheque de una modesta cantidad
del mundo posmoderno. Tan anticuado era todo en
a aquellos retirados del mundo carnal, pero en cada
ese lugar que lo único tecnológico que tenían eran
llegada notaba lo viejo y deteriorado de aquellos
los focos eléctricos de la vivienda, una parrilla eléc-
hombres, era tal su senectud que algunos ya no
trica y una radiograbadora que sólo le funciona la
podían ni levantarse y los jóvenes los atendían
grabadora y de la cual únicamente salían clásicos
cada día más en sus necesidades que les eran ya
como Berlioz y Mozart.
muchas.
La biblioteca en un amplio cuarto de paredes
A los muchachos no les molestaba esa situación
manchadas de humedad y un largo ventanal de vi-
pues a cada viejo lo veían como un padre recto y
drio soplado que permite entrar al sol cada mañana
amoroso que les inculcase todo su saber y entre
de invierno, se encuentra delante del bello vitral una
ese saber el respeto a los mayores y la responsabili-
larga mesa de caoba y alrededor de ella, además de
dad de cuidarlos por los años de trabajo que dieron
las sillas, cuatro largos y anchos libreros repletos
a la sociedad. Aun así el abogado sabía bien que
de libros. La mitad de ellos son de teólogos y erudi-
tal situación no podía seguir y usando sus mañas
tos en fe, la otro mitad de novelistas y poetas cuyos
de licenciado alegó en la corte el deplorable estado
últimos días los vivieron entrando al siglo XX. Así
del lugar donde vivían esos niños y el juez dispuso
Roberto y Jaime aprendieron a leer, escribir, sumar
retirar la patria protestad.
confabulario 71
Así después de siete años de vivir enclaustrados
los jóvenes tuvieron que despedir su hogar paterno,
ga el auricular para abrir personalmente la puerta y
recibir a los nuevos residentes de esa casa de lujo.
dar un beso de adiós a los ocho ancianos residentes
Roberto y Jaime exhaustos de un viaje que sólo
y subiendo en un lujoso corvette propiedad del abo-
hicieran una vez en su vida se encuentran profun-
gado dieron su último adiós en la ventanilla trasera
damente dormidos, únicamente se detuvieron para
mientras veían el umbral carcomido de la hacienda
sus necesidades y un descanso en un hotel antes de
desaparecer en medio de un raído bosque mientras
seguir, sus comidas fueron en el carro, fugases, pero
vibraba aquel vehículo al recorrer el camino de ter-
bastante para no sentir hambre.
racería que los llevara a un pequeño pueblo donde
Roberto fue el primero en notar la suavidad del
el anciano de menor edad iba a cambiar los cheques
colchón donde dormía, lo blando de la almohada,
del banco y por las provisiones de cada fin de mes.
el rico aroma de las sábanas blancas y al abrir los
También de este lugar se despidieron, lo único que
ojos las cortinas finas que colgaban de la ventana y
conocían de civilización y de ahí a la larga carre-
los rayos de sol que entran aplacados por las telas.
tera federal, la frontera de su mundo y más allá lo
Miraba el cuarto, un lugar austero sin más muebles
desconocido, una tierra que parecía de mitología y
que su cama, su buró, un closet y dos sillas. Las
de la cual sólo conocían de habladas y vistazos re-
maletas estaban arrumbadas dentro del closet y su
motos por las pantallas en la tienda de electrónicos
ropa en las sillas.
del pueblo. Un mundo taumatúrgico hecho de metal y eléctrico.
Fue Roberto quien se levantó en calzoncillos,
tallándose los ojos y caminando descalzo a la silla.
El trayecto fue largo pues al abogado le toma un
Se puso sus pantalones, su camisa, su calzado y
día entero llegar y otro para adentrarse en la ciudad
se dispuso a salir, temeroso, sin saber que pudie-
de altos edificios y atascadas calles con su smog y
ra haber o encontrar detrás de aquella puerta de
demás tóxicos.
madera sintética y chapa dorada.
Era de noche, muy noche cuando llegaron a la
Tomó en su mano el cerrojo y lo giró y enton-
otra orilla de la ciudad, en un barrio de grandes ca-
ces la puerta con un ligero sonido se abrió, dio un
sas y allí el abogado algo fatigado por el viaje toca
paso afuera y sentado en una sofisticada silla en
una puerta de hierro pintada de negro que a un
medio de un amplio descanso un hombre sin rasu-
costado está un largo zaguán negro y de cuyos altos
rar, de cabello teñido a castaño y lentes oscuros, en
muros sobresale una cámara de seguridad. Oprime
un traje blanco y una camisa negra a medio abro-
el botón del timbre y de una bocina sale una voz. El
char de donde sobresalía una cadena de oro y un
abogado se presenta y sin más, el interlocutor cuel-
medallón.
72 El Búho
Levantó su mano al ver aquel impresionable
chico, sus dedos estaban anillados y con ellos se
vida personal pues divagaba con una jerga entre lo
vulgar y lo sofisticado.
retiró los anteojos para ver mejor al joven quien se
Para Roberto fue como ver un extraño y exótico
quedó impávido como un cervatillo ante el peligro
animal cuyos graznidos le eran más cómicos que
y hubiera huido a su cuarto si el hombre no le hu-
impresionantes, sin embargo entendió que él y su
biera dado los buenos días.
difunto padre jamás tuvieron una relación muy
Roberto con voz temblorosa le dio también los
familiar pese a que cada uno sabía dónde estaba
buenos días y el hombre siguió hablando. Se pre-
el otro, por eso al morir no fue tomado en cuenta
sentó como su tío, hermano mayor de su padre
en su testamento, cosa que no le importó, pues él
por nueve años quien huyera de la casa cuando el
tiene más dinero y propiedades que su padre impo-
menor tenía ocho. No dio muchos detalles de su
niendo su triunfo sobre el difunto
Leticia Ocharán
confabulario 73
El abogado también sabía de él, pero el tes-
El niño entusiasmado, exorcizado de sus te-
tamento era claro en todos sus aspectos, así que
mores entró al cuarto portando todos los regalos
fue hecho a un lado hasta que él mismo vio que
de su tío, el cual se retiró con una torcida sonrisa.
la decisión de los occisos no era del todo viable.
Despertó a su perezoso hermano y ambos escul-
El tío terminó su monólogo dándole la bienvenida
caron las bolsas para ver todo lo nuevo que tenían.
a su casa mientras se levantaba y le entregaba unas
Pasó más de una hora antes que salieran de
bolsas de cartón llenas de ropa juvenil de marca,
su cuarto en el tercer piso de aquella mansión.
así como calzado caro e insinuó con su gramática
Invadidos por la aventura como en las historias
que se deshicieran de los harapos con que los an-
de Ivanhoe, la isla del tesoro y colmillo blanco. No
cianos los vistieran hasta ese entonces.
les importó desconocer la casa en su totalidad, ni
los movimientos ágiles de los habitantes de la casa que sólo se oían como
animales al acecho, manteniéndose
ocultos y anónimos.
Los muchachos tomados de las
manos miraban las paredes, los techos y los pisos muy distintos a donde
habían vivido hasta ese entonces, todo
era nuevo y caro en ese tercer piso
que era un laberinto de pasillos con
entradas de madera idéntica a la suya,
nada delataba en ese lugar quién dormía detrás de aquellas puertas o que
pudiera existir, ni los jarrones, ni las
plantas plásticas de ornato, sólo caminaron a la escalera que bajaba por
toda la casa.
No se detuvieron ni en el segundo
piso, ni en el primero, hasta que llegaron a la planta baja donde un aroma
delicioso les llamó la atención, cru-
Mauricio Vega
74 El Búho
zaron el recibidor y la amplia sala sin dar cuenta de
de su cocinera. Se quedaron observando aquellos
lo que existía allí, hasta llegar a la cocina, el sonido
abundantes pechos de amplia aureola y vistosos
de alguien que preparaba alimentos se podía oír al
pezones.
fondo donde estaban los niños.
Aquella mujer vestía un mandil, debajo la au-
En lo profundo es donde está la estufa, el refrige-
sencia de cualquier prenda a excepción de unas
rador y demás muebles de cocina. Cerca del acceso
medias y unas zapatillas que hacían juego. Para la
un amplio desayunador con unas sillitas de madera
mujer presentarse así ante los sobrinos del dueño
tapizadas de telas de colores y a unos metros un
de la casa no representaba un acto impúdico y gro-
cancel que daba al patio e iluminaba esa parte de la
sero, pues todas las mañanas de los lunes mostraba
cocina. Desde ese sitio no se podía ver quién estaba
su sensual carácter como era la ley en esa casa, así
en la cocina, pues un muro de cristales separaba
para ella como para todas las que duermen entre
ambas partes, aun así la anónima cocinera pudo oír
el tercer y segundo piso.
unos pasitos y dijo el nombre del tío pensando que
Para Roberto y Jaime aquel inesperado acerca-
él era el que entraba. Los muchachos respondieron
miento de ese mítico ser de fábulas y cuentos román-
dando los buenos días como se les enseñara y la
ticos llamado mujer resultó por demás sorprendente
chica levantó la cabeza. No la vieron Roberto o Jai-
e imposible de creer al ver sus formas y en especial
me, pero ella, al reconocer a los nuevos huéspedes
al ver cómo colgaban aquellos órganos que en algún
les dio un buen día con una voz femenina y dulce
momento los alimentó a los dos en un pasado que
y desde donde estaba les advirtió que se sentaran
no recordaban y hoy el reencuentro insospechado.
para darles el desayuno.
Ahora, esas esferas voluptuosas se menean
Los niños se sentaron en las sillas derechos,
para saludar a los dos muchachos acompañados
animados y hambrientos, esperando ver qué se
con unos deliciosos movimientos de cadera, con un
les serviría y entonces salió por la amplia entrada
natural paso de coquetería. Los hermanos miraban
en el muro de cristal una mujer de mediana edad
los senos y no los perdieron de vista en especial
con sus cabellos peinados con permanente y deste-
cuando se quedaron estáticos al momento que
ñido a un tono rojizo, portando en cada mano un
pusiera los platos delante de ellos. Luego, aquella
plato lleno de hot cakes con miel que se deshacía
cocinera de deseos carnales se sentó acomodando
por el calor al igual que la mantequilla que perdía
una de las silla con el respaldo hacia enfrente y sen-
en cada segundo su consistencia sólida, pero lo que
tándose con las piernas abiertas, posando sus bra-
le llamó la atención aquellos muchachos que se
zos en el respaldo y sin cubrir sus senos mientras
quedaron con la vista pelona fue el torso desnudo
sonreía al ver las caras de los dos chicos.
confabulario 75
Sin un lívido que les llenara la cabeza de lujuria
sonrojados de la pena tomaron cada uno una. Las
no supieron cómo reaccionar, miraban aquello sor-
yemas de sus dedos palparon la piel para compro-
prendidos como un vaquero mirase una bella yegua
bar que era natural, sintieron el peso, la textura de
o un arqueólogo unas ruinas jamás descubiertas.
la aureola y la forma del pezón y sólo los detuvo
Para la mujer le resultó agradable que aquellos ni-
la mujer cuando comenzaron a apretar para sentir
ños no apartaran sus vistas de sus carnes, era la
la firmeza y el volumen.
mejor muestra de respeto a una veterana dama de
Pero fue amable, con voz cariñosa les hizo saber
la noche que se cuidaba lo más posible y seguir cau-
que eran parte de ella aun cuando no lo parecía para
tivando al macho humano, despertando sus instin-
aquellos curiosos que quedaran fascinados ante el
tos lascivos.
nuevo saber. Sólo le dieron sus sinceras disculpas
Les preguntó su nombre para romper el trance
que había provocado y los niños respondieron como
y le preguntaron su nombre cuando sintieron que el
hielo se derretía.
si su mente durmiera. Luego Jaime en su curiosidad
Verónica era el nombre de la portadora de los
comenzó a hacer preguntas para poder compren-
primeros pechos en carne viva que contemplaran.
der lo que veía, preguntas que parecían bobas, pero
Y así como los niños se mostraron desconcertados
fueron las únicas que se le ocurrieron, como “si no
al principio, así se les olvidó y empezaron a desayu-
pesaban al caminar” o “si adentro se encontraba
nar afanosamente pero sin dejar la conversación con
el corazón”. Roberto al escuchar aquellas preguntas
un sinfín de preguntas acerca de las chicas sin saber
sin sentido interrumpió y corrigió a su hermano por
cuáles eran correctas o no, sólo querían saber más
su mala educación, pues él sabía de alguna manera
acerca de esa rara criatura que estaba delante de ellos
después de leer tantos libros del siglo pasado y an-
que les era el mayor de los misterios a su edad.
terior que lo que hacía no era correcto.
Para Verónica las preguntas le resultaban un
Pero aquella mujer rio a todo pulmón y entendía
chiste, y se carcajeaba con toda el alma pero las res-
la inocencia de esas criaturas que jamás habían
pondió todas y conforme respondía iban llegando
convivido con mujer alguna en su vida, y atrevida-
las demás féminas meneando sus cuerpos semi-
mente como era ella les invitó a tocarlos para que
desnudos, mostrando su carácter sinvergüenza
su curiosidad quedara satisfecha. Lo hicieron, con
y su enorme curiosidad por las sonrientes caritas
algo de temor como si de repente aquellas partes
nuevas en esa casa. Para Roberto y Jaime ver tan-
femeninas se volvieran en terribles mandíbulas y los
tas mujeres juntas en tampoco tiempo fue como ir
mordieran, pero aun así estiraron sus brazos, abrie-
por primera vez al zoológico y maravillarse con to-
ron la palma de su mano y sin ninguna malicia y
dos los animales, querían saber de cada una, qué
76 El Búho
comían, dónde dormían, a qué se dedicaban pero
De cada una Roberto recibió un regalo, todas
eso tomaría mucho tiempo, eran demasiados ros-
llenaron su rostro de besos y fuertes abrazos al
tros nuevos en la vida de aquellos huérfanos.
cumpleañero que recibió agradecido con calidez
Al pasar los días las mujeres se sintieron seduci-
y afecto esas muestras de cariño, luego de tanto
das por aquellos chiquillos de carácter firme y mas-
aprecio se puso a juguetear con su hermano, con
culino, pero sin perversidad, ni deseo de dominio,
alguna de las más jóvenes mujeres de la nómina de
que de alguna forma su inocencia y bondad sacó a
su tío y corrían en el pasto entre el patio y la piscina,
relucir algo en ellas que habían olvidado o no sabían
pues todas sin excepción le prohibían correr cerca
que existía en sus almas y las cautivó más que el oro
de la piscina para que no se resbalara.
o el tío que es todo un playboy, un casanova experto
Roberto en su traje de baño corre en dirección
y con sus palabras y actos hace que las mujeres le
contraria al jardín y para amenizar la fiesta se lanza
hagan trabajos que ni ellas pensaron lo harían en
como una piedra a la piscina y empapa a varias con
alguna ocasión de su vida.
el agua que sale expulsada de aquella acción, pero
Pasando el año y meses todas las chicas de la
todas ríen a un las empapadas, mientras Roberto
mansión festejan el onceavo cumpleaños de Rober-
que ha aprendido a nadar por los esfuerzos de las
to que se siente muy contento
rodeado de sus nuevas amigas,
todas lindas, con sus más seductores trajes de baño, sus minitangas o sus esculturales cuerpos portando únicamente sus
tatuajes o sus sombreros para
el sol.
Varias de ellas tuestan sus
cuerpos al sol o salen cubiertas
de agua de la piscina, orgullosas
y coquetas paseándose de aquí
allá antes de partir el pastel, pero
todas sin excepción atendiendo
a sus hombrecitos, en especial a
Roberto en ese día tan especial.
Leonel Maciel
confabulario 77
mulatas que saben nadar y le han enseñado todas
de él cambiará y tal vez ni él se dé cuenta de ese
sus técnicas, mueve sus brazos y piernas y sale a la
hecho, para bien o para mal y entre ellas, entre to-
superficie, luego nada a la orilla y sale con mucha
das ellas, cuando noten las primeras miradas las-
agilidad.
civas, su voz cambiada, los vellos que empiezan a
Más de una se queda atenta al ver salir a Ro-
crecer, las señales de su pronta madures en Rober-
berto de la piscina, ven sus sanos músculos con-
to. Entonces alguna de esas criaturitas feroces se
traerse y expandirse al momento de arquear la
escurrirá con él a algún rincón seguro y secreto, sea
espalda, sus firmes brazos que lo impulsan fuera,
día o noche y allí de incógnitos esa venustez robará
las piernas que lo sostienen y lo ponen erecto en
su infancia para hacerlo hombre y habrán perdido
un instante, todas ven el magnífico espécimen que
todas, aquel niño del cual se sentían atraídas.
es ya Roberto. Pero todavía tiene cuerpo y rostro
Pero hoy lo disfrutarán como él es, caballeroso
de niño, su mirada es dulce y su voz amable, sus
y alegre, un alma libre pero que se sabe moderar y
actitudes juguetonas y sin vilezas, pero pronto, en
evitar el mal. El humano que no ve sus cuerpos sino
días, semanas, meses, tal vez menos de dos años,
a ellas con una gran curiosidad y fascinación. Un día
será un hombre, todo eso que las tiene seducidas
será como los demás, algún día conocerá el pecado.
Hugo Navarro
78 El Búho
Milena Solot
Cama
Me gusta cuando titubeas
si será detrás o será de frente
piernas que parecen manos
y labios que se nos
pierden
y luego
escalo triunfante
la cuesta de tu pene
para reposar como flor punzante
y perfumarme con tu semen.
Ladrón
Soy la otra
la que mira los espejos rotos
de tu memoria
la otra,
la desdichada golosa de tus ojos,
la de dientes de musgo,
Mirza
confabulario 79
la otra
detecto que titubeas
tu sombra
¿qué es eso que me dejas?
tu memoria
¿porqué me dejas?
la que arrebata,
¿a dónde vas?
la que goza,
“preguntas...”
la otra,
me dirás con ese rasguño amargo de tu dedo
tu puta
“haces las preguntas que no deben hacerse
pregúntame de la hora en tus senos
Tongo
de aquella noche de recuerdo”
Me dices que me dejas
pero todo se borra
pero no me lo creo, tigre
cuando no quiero que me dejes,
ya de tus ojos espumosos
tigre.
Alonso
80 El Búho
Felicidad
frutos maduros
Se parece tanto
puertas que abrir
al momento
de las aguas
estar despierta
en la espalda,
a las ocho am
a las golondrinas,
que anidan,
las calles
al calor en los pies
los rostros
las cenas entre amigos
a la danza
los quesos y las uvas
de la cocina
chistes repetidos
al reloj,
que nadie mira
como los gatos
al olvido
que regresan
de la televisión
hagamos un hogar
a las conversaciones
de leche
sin forma
que lleva miel
sin ton ni son
de besos al aire
de televisión
a la
y conversaciones
a la copa de vino
entre sábanas
levantada
eyaculadas
por ti, por mí
por no debernos nada
seamos una luz más
por no perder nada
que se enciende
por las luciérnagas.
en esta ciudad.
Domésticos
Dedicatoria
Cama deshecha
noche sin barcos
platos, grumos,
ni faros
confabulario 81
y
Nada
de vida
Bien te dije una noche
ahogada en la luz
“soy la puta
devorada
perdida en los años de tus piernas
me dices
Y ahora
“no duermas,
quizá
todo será
me reconozcas bella
como antes”
a pesar de los años
a pesar de que
y yo
me conoces tanto
sin más
que el cuerpo
quizá me nombres
frágil
en el silencio de tu mañana
y
sostenida en tres clavos
una boca
y una toalla
de alcaparras
me pierdo
quizá entre los ires del
viva
café
en la ilusión de
y la bendita oda
lo que no fue.
del agua en el rostro,
me nombras
Ritmo
sólo en suspiro
Vamos lento,
más allá de los recuerdos
me dices,
más allá de la pasión
que se enrede el cabello
quizá así
con los aretes
me nombras.
que una a una
las uvas revienten.
82 El Búho
Ulises Velázquez Gil
¿Qué se escucha en el horizonte
cuando el mar se desgaja de luces?
¿Qué destella rozagante
en el rasero fugaz de un atardecer?
¿Qué se hilvana en la luz
donde resplandece el mar sin sueño?
¿Qué ilumina de germinales visajes
el paso del sol por los estuarios?
¿Qué se presume sin marginalia
como la espuma en un mar privado?
¿Qué se murmura tras el viento
en el sesgo de núbiles sonrisas?
¿Qué transita invisible hacia el llanto,
enhebrada en mares de arpas y silencios?
¿Qué se descubre –suave y efímera–
en el socorrido tintineo del alma?
¡¡Qué cosas prístinas y ultramarinas
navegan en el arpa de Roberto Perera!!
Luis Argudín
confabulario 83
Alejandra Craules Bretón *
Cédric
Cédric viene con la sonrisa limpia
y la espada rota
en su viaje no necesita blandir
nada más que su pestañas
ha conducido sus propios pasos
con curso hacia sus sueños
buscando su estrella
la misma que sobre él siempre brilla
Sólo sus ojos se comparan con el cielo
sólo su voz revive hadas
repara fantasías de viejos tiempos
y las guarda en la maleta
las lleva consigo a casa
Cédric el de amable alma
confía en secreto
Oswaldo Sagástegui
84 El Búho
a los ángeles que encuentra por las esquinas
Dame alas señor
que declaró su amor
que tu camino
en el punto donde los caminos se encuentran
es difícil de seguir a pie
El joven Cédric
El viento me guía
convenció a su alma
a subir y subir hacia ti
que la vida en la búsqueda del amor
de una mujer lejana
No quiero mirar
valía gastarla
arriba del miedo
miedo de caer sin redención
Buscó bajo torres
dando besos
Dame alas señor
en la puesta del sol
que la luna me espera
a damas desesperadas
con la mirada etérea
de él que soy yo y eres tú
Con luz de luna coronó su desnudez
porque de ti vivimos y a ti vamos
sus hombros se adhirieron a la cota
su piel enamorada del sol
Dame alas señor
cambió su tono
que la suya está rota
tuvo que comprar una nueva espada
dame alas para los dos
pero Cédric continúa
para sostenerlo en el vuelo
camina y se persigna
para sanar su cuerpo que es mío
imaginando el día
para levantarnos juntos
en que encontrará su alma
y emprender el vuelo
Oración por unas alas
Beowulf
Dame alas señor
no recuerdo cuando volaba
Llegas en el primer vuelo
no puedo soñar sin caer
con tu nombre en el pecho
no dejes que caiga
espero
confabulario 85
Tres voces distintas
Los dragones de hoy
Cómo saber cuál es la verdadera
son sociables las damas en peligro
no son doncellas
Diferentes tiempos
los caza dragones
distintos nombres
dan la vuelta
diversos sueños
tras haber hecho suyos
los sueños de las hadas
¿Cómo saber quién eres?
Vikingo
junto a mí
Madre dragón
Hijo dragón
Al rescate del alma muerta
miran aproximarte
vienes
atentos
en el fin del mundo del dolor
estudian el movimiento
de tu cuerpo justiciero
Curas la fe consumida en su propio fuego
con tus manos lívidas acaricias el
Tus dedos
recuerdo
pronto hacen escala en mi espalda
pero tus venas se hinchan
tanta sangre ya no puede recorrerlas
Tu boca
sin hacer explotar tu corazón
extrae el miedo
Una sangría alivia por unos meses
La lengua del dragón
lo que irremediablemente te matará
toca tu oído
Beowulf calla
Beowulf
duda
Lloras por mis palabras perdidas
duda
duda
en el momento de ser plasmadas
tus hermosos ojos claros mienten
Los dragones son más fuertes
con lágrimas de fingido asombro
que un héroe que blande
la indiferencia como espada
Pero ya no comerás más mis poemas
la fantasía escasea en tiempos difíciles
86 El Búho
la he buscado en tu fotografía
Con miedo
en el eco de tu voz que aún vive en mis oídos
tierno miedo o terror
en el escalofrío que tu tacto causó
dices tierno
tengo miedo de ti amor
Todo inútil
• Tomados del libro Laberintos y dragonerías.
en esta época es muy caro
conseguir esperanzas
Polvo de estrella
El viento de tu nombre
recorre inquieto mi cuello
El suave aliento
de una estrella que titila
en otro cielo
Suave
impasible
delicado
se desliza en mis senos
reflejando tu deseo
Todo inútil
en esta época es muy caro
conseguir esperanzas
Orlando temeroso
Solo
Regresas sólo
para sostenerte con mi aliento
Carmen Parra
confabulario 87
Benjamín Torres Uballe
E
l escándalo lo despertó y aceleró también los latidos de su corazón. Se había quedado dormitando,
no sabía por cuánto tiempo, con la cabeza sobre
los brazos cruzados, apoyados en las rodillas. Vio el alboroto
en la entrada del Metro Hidalgo.
Observó que la mayoría eran
jóvenes blandiendo cartulinas
de
colores.
“#PosMeSalto”,
decían las primeras que alcanzó
a leer y algunas otras: “Mancera
traidor ” y “Ortega asesino del
News Divine”.
Sintió curiosidad y se coló
con los que protestaban. Al
llegar a donde están los torniquetes de acceso se dio cuenta que en medio de gritos los
jóvenes persuadían a los usua-
88 El Búho
Aída Emart
rios a ingresar sin pagar. Los vigilantes nada
Estaba absorto. Como en una terapia exis-
hacían para impedirlo. Así los habían instrui-
tencial, fluían igual que ríos caudalosos las es-
do, según se enteró días después Diego Fer-
cenas. Intentó en vano oponerse a ello y sólo
nando, quien aprovechando la generosa ofer-
logró acicatearlas más. Mesó el cabello crespo
ta pasó en medio del caos.
entrecano, pero se le atoraron los dedos de-
Realmente no tenía a dónde ir. Desde
bido a los muchos días sin asearlo. La barba
hacía mucho tiempo dormía donde lo tomara
cerrada le daba un aspecto mayor a los 45 años
la noche, donde el alma se le oscureciera una
que había cumplido hacía tres meses escasos.
vez más. Se quedó ahí, en el andén, mirando
El fuerte ruido de las ruedas avanzando
cómo llegaban los trenes y vomitaban miles
sobre los rieles no fue capaz de sacarlo de sus
de personas, todas con una misma caracte-
cavilaciones. Las escenas en su mente re-
rística: la prisa. Una desbordada urgencia por
cobraban la imagen en el espejo de su de-
llegar a quién sabe dónde. Entonces sintió
partamento, vestido con smoking negro,
una extraña calma: no tenía apremio por lle-
y los mocasines de charol semi-mate que
gar a lugar alguno.
había comprado en Italia durante una gira
Lentamente se dejó caer en el rincón del
de otoño.
andén, a unos dos metros de un par de chicas
Empezó a inquietarse. Oprimió las sienes
que platicaban en voz baja y ocasionalmente
con ambas manos, y dijo en un susurro:
se besaban amorosamente. La memoria em-
“¡basta, basta!”. Las mujeres que estaban en
pezó a jugarle una mala pasada. Sin pedirlo,
el flirteo amoroso voltearon a verlo y una de
empezaron a llegar los recuerdos, primero
ellas le grito: “¡a ti qué te importa, mugroso!”,
vagamente y luego de forma clara.
en la creencia que se había dirigido a ellas.
Recordó las muchas ocasiones que usó
Las escenas iban y venían como en un
la Línea 3 del Metro para llegar al Palacio de
incesante carrusel. Creyó ver nuevamente los
Bellas Artes, tanto para los ensayos como
viajes, los aplausos y el ambiente que confor-
para los conciertos de la Orquesta Sinfónica
man la atmósfera que gravita alrededor de la
Nacional en la que había logrado convertirse
orquesta en una especie de jardín edénico.
en el primer violonchelo después de sus estu-
Frotó fuertemente su desaliñada barba como
dios en el Conservatorio Nacional de Música
intentando salir por una puerta de emergen-
y de especializarse mediante una beca en Ale-
cia del tobogán que lo llevaba una y otra vez a
mania, Austria y Rusia.
una especie de laberinto mental.
confabulario 89
En su imaginación, los recuerdos se volvieron atroces reclamos vestidos de demonios
los ojos, creyó que era el momento de verse a
sí mismo, sin mezquindades.
deformes, cantándole con voz de barítonos al
Se la había presentado el director de la
unísono: “¡Diego Fernando, eres un demonio
Sinfónica antes de un ensayo, en el primer
perdedor!”, mientras lo azuzaban en círculo
día que ella se incorporaba como becaria. En
con largas varas de metal al rojo vivo.
el grupo abundaban las mujeres bonitas y muy
Un policía vino y le preguntó si pasaba
preparadas, pero Anelka le pareció sin duda
algo. Él le contestó alterado y con el rostro
de una belleza especial: era alta, esbelta –sin
sudoroso que no: “Es la presión, se me bajó
llegar a flaca–, cabello negro y unos enormes
un poco”. Entonces el vigilante continuó el
ojos azules que –consideró– se asemejaban a
recorrido sin ponerle mayor atención, pero sí
la constelación de una deidad en el universo.
lo hizo en forma lasciva con las dos chicas
Tocaba el clarinete, y su estancia era por
lesbianas que parecían quererse comer de un
seis meses. Luego regresaría a Rusia para inte-
solo beso, sin importarles el resto de la gente
grarse a una de las orquestas de cámara de ese
que disimuladamente las observaba.
país, según lo decidiera el Ministerio de Cultura.
La interrupción le sirvió como breve respiro.
A partir de la siguiente mañana llegaba
Limpió su cara con la manga del sucio y viejo
antes del horario establecido con el pretexto
blazer azul marino, del cual sacó una pequeña
de ensayar un poco más que el resto de sus
botella de agua que había rellenado la noche
compañeros. Esperaba ansioso a que ella apa-
anterior en la fuente en la que solía sentarse
reciera con su 1:75 de altura bajo el arco de
por horas para mirar el cielo, simplemente mi-
la entrada de los artistas. En cuanto lo hacía,
rarlo. Bebió un par de sorbos y cerró los ojos.
se le presentaba y charlaban en su español,
Ya tranquilizado, su pensamiento buscaba
que parecía más bien un diálogo cómico. Así
una razón del porqué había cambiado su vida
lo pidió ella, según para practicarlo.
tan drásticamente. La disciplina, el trabajo y
A solas en su cuarto pensó que era impo-
la constancia habían sido una particularidad
sible no enamorarse de quien le parecía un
que no descuidó antes. Conocía perfectamente
verdadero ángel. En una gira por Estados Uni-
la respuesta, pero siempre temía encontrarla
dos, en la que el director decidió no incluir
de frente, sin adornos; sin embargo, hoy por
a ningún becario, Diego estuvo distraído a
algún motivo que desconocía no sentía ese
causa de la ausencia y cometió por primera
miedo patológico para mirarla directamente a
vez errores en los conciertos; esto ocasionó
90 El Búho
que el director en privado lo reprendiera
a decirle que no eran novios para darle expli-
con severidad.
cación alguna, dio media vuelta y lo dejó solo,
La gira duró tres semanas que le parecie-
rumiando su coraje.
ron eternas. Al regreso se enteró, por medio
Y era verdad. Nunca le había dicho que le
de uno de los conserjes de los camerinos, que
gustaba, mucho menos invitarla a salir, en-
al término de las prácticas Anelka era espe-
tonces, ¿por qué le reclamaba, con qué dere-
rada por un tipo vestido de mariachi. Los ce-
cho? Pensó que había incurrido en un grave
los aparecieron como miles de cuchillos que
error y al día siguiente que se hubiera pasado
le atravesaron el corazón.
el coraje de ella, le ofrecería disculpas y la in-
Al día siguiente, sin más, le reclamó airadamente. La rusita, sorprendida, sólo acertó
vitaría a cenar.
Sin embargo, la situación empeoró. Al
Edgar Mendoza
confabulario 91
concluir el ensayo general, Diego la siguió
Los ojazos de la clarinetista arrojaban
hasta la explanada para hablar con ella y la
fuego por el coraje, mientras que intentaba
sorpresa fue sin límites: ahí estaba el mariachi
ayudar a poner de pie al mariachi. Pero el
con su traje gris y adornos verdes abrazán-
golpe había sido certero y no terminaba de
dola y besándola apasionadamente. La ira lo
volver en sí. Gran parte del vocabulario popu-
cegó por completo, con envidiable cruzado de
lar moscovita caía inmisericorde sobre el no-
derecha depositó en el suelo al representante
queador concertista.
de la música ranchera.
Se marcharon en un taxi: como fardo el
Alfredo Cardona Chacón
92 El Búho
golpeado galán de la doncella y ésta senten-
El golpe fue demoledor; se refugió en el
ciando en español que el chelista era un sal-
brandy. Pasaba horas y días dormido, la mayo-
vaje y no lo quería ver jamás.
ría borracho, escuchando música clásica de
Al día siguiente Anelka no apareció a la
autores rusos.
hora del ensayo, lo hizo casi al final. Diego es-
Una mañana le dejaron por debajo de la
peró a que ella terminara de hablar con el di-
puerta un sobre de la orquesta, en el que le
rector. Luego caminó de prisa para alcanzarla
informaban que su contrato había sido res-
con el ramo de rosas rojas que había com-
cindido por abandono de trabajo.
prado para la ocasión. Le habló pero simplemente ignoró el llamado.
Eso lo deprimió más y ya sin ingresos lo
lanzaron de su departamento ante los 5 me-
Entonces se le paró enfrente y le dijo
ses que acumuló por falta de pago. La primera
con una súplica: “Perdóname, por favor.
noche no le dio importancia, ni la segunda,
Lo siento”, y le extendió el ramo de flores. Más
ni las muchas que siguieron. Finalmente se
le valía no haberlo hecho. La hermosa rusa
acostumbró. Increíblemente aún pensaba en
se lo arrojó a la cara y enseguida le soltó una
Anelka y alucinaba pensando que en un futu-
bofetada con una fuerza tal que provocó que
ro no lejano llegaría buscándolo para pedirle
soltara estrepitosamente el estuche negro
que se casaran.
que contenía el chelo.
En forma brusca, el mismo vigilante lo
No pudo dormir en toda la noche. Real-
interrumpió para decirle: “Vamos, amigo, ya
mente estaba enamorado. Pensó en llegar
vete. Vamos a cerrar la estación, ése que viene
más temprano de lo habitual y rogarle que lo
allá es el último tren”.
perdonara, que sus intenciones eran muy se-
Con dificultad se puso de pie y se quedó
rias, incluso de matrimonio, y la boda podía
en la orilla del andén como si fuera a subir
ser en su país con mucho vodka de por medio,
al convoy. Fue cosa de un instante: diez me-
si así lo quería ella.
tros antes que llegara el tren al punto donde
Anelka no llegó al ensayo. Tampoco al
estaba parado, se arrojó a las vías. El pesado
día siguiente. Preguntó entonces al director,
convoy trituró el cuerpo, lo que hizo exclamar
quien le respondió que había renunciado y
a la pareja de novias: “¡No manches, güey, ese
vuelto a su país, con las notas del mariachi en
ruco estaba loco y además te dije que era un
el equipaje.
pervertido, nomás nos estaba viendo!”.
confabulario 93
letras libros revistas
David Figueroa
S
ebastián Lerdo de Tejada. Lectura apta
sólo para interesados en la historia de
México y que deseen adentrarse en un
periodo presidencial muchas veces desconocido
y mal juzgado por la historiografía oficial; es el
recuento de una profusa investigación hecha por
Frank A. Knapp quien, basado en fuentes bibliográficas, hemerográficas y testimoniales de
primera mano, nos lleva de la mano a reconocer
las grandes aportaciones de este personaje muchas veces ignorado e incomprendido: Sebastián
Lerdo de Tejada.
Hombre digno de una altivez y disciplina pocas veces vistas en un mandatario mexicano,
Lerdo de Tejada ha sido víctima de dos sombras
políticas poderosas: Benito Juárez y Porfirio Díaz.
No obstante, su periodo presidencial posee varias aristas que definieron la dictadura porfiriana
Leonel Maciel
y el México contemporáneo.
En primera instancia, es menester mencionar que
además de haber sido Presidente de la República,
Sebastián Lerdo de Tejada posee una envidiable trayec-
94 El Búho
toria académica en materia jurídica, primero
un “inspector Javert” (parodiando la referencia
como estudiante jesuita y, posteriormente,
de Knapp con Los Miserables de Víctor Hugo)
como alumno y rector del Colegio de San
que lo condujeron a convertirse en un mexica-
Ildefonso. Esto sin duda influyó en él para no
no impecable.
olvidar los rígidos estándares que practicaba
día con día.
Su estadía en el Ejecutivo federal a la muerte
de Juárez, lo llevó a impulsar grandes desarro-
Hijo de una familia numerosa, Lerdo de
llos para el país. En primera instancia, las dos
Tejada siempre tuvo como modelo a su propio
primeras líneas del ferrocarril, transporte de
hermano, Miguel, a quien poco se le recono-
cuya importancia -decía- era fundamental para
ce en los últimos gobiernos santanistas y a
el desarrollo de México y había que aprovechar
quien mucho se le debe en la redacción de
la coyuntura acerera en los Estados Unidos
la legislación que se implementó en la época
comunicando al nuestro para que el comercio
como fueron las Leyes de Reforma y la de la
y el transporte de personas, nos llevara a lo que
Constitución de 1857.
más tarde veríamos “con pompa y platillo” en
El estudio del derecho y el irrestricto apego
el Porfiriato.
a la disciplina que siempre lo acompañó. En
Sin embargo, para que los grandes desa-
este sentido, hay que recordar que, al lado de
rrollos tuvieran cabida, era necesario contar
Juárez durante el gobierno itinerante de la in-
con finanzas sanas, cosa que no había sucedi-
tervención francesa, las decisiones jurídicas y
do en el país. Para ello, tuvo que reordenar los
muchas también políticas, aunque salieron de
impuestos así como apostar a otros sectores
la boca de Juárez, se sabe que fueron ideadas
como la educación y la libertad de prensa y ex-
por el estadista veracruzano.
presión, para que México pudiera accesar a una
Como el ejemplo anterior, el autor también
vida moderna como cualquier otra metrópoli
nos proporciona datos de fuentes certeras que
del mundo. ¿Acaso no fue esa la visión de los
nos llevan a degustar hoja por hoja, los pasa-
científicos durante el régimen de Porfirio Díaz
jes personales y profesionales, tales como su
ya para el año 1900? Al final, los segundos lo
infancia donde su familia y la de don Antonio
conquistarían aunque las bases estaban senta-
López de Santa Anna eran vecinos; por otro
das años atrás con don Sebastián.
lado, las peripecias que vivió como joven y
Siempre testigo responsable de los hechos
que, en muchos casos el haber sido un esclavo
que lo conducirían a la máxima silla del país,
de los estudios a temprana edad, hicieron de él
Lerdo de Tejada intentó reelegirse para conti-
letras, libros y revistas 95
nuar sus proyectos, aspecto que fue aprovecha-
Sin poder negociar su permanencia como al
do por Díaz para infligir su revuelta y evitar que
frente del ejecutivo y salir exiliado hacia Nueva
se pisoteara la Constitución de 1857 y que, a
York, Lerdo de Tejada reprocharía al presidente
propósito del acertado comentario, él tampoco
de la Suprema Corte de Justicia de entonces,
respetaría.
José Ma. Iglesias, no lo apoyara en su camino
para la reelección y éste buscara su propio
andamiaje en aras de conseguir la presidencia y al mismo tiempo, también lamentaría la avidez de poder de Porfirio Díaz,
quien había logrado aprovechar el momento y ganar la partida. Al final, Díaz y
Lerdo se reconciliarían aunque el jurista no
volvió al país más que en su féretro cuando la muerte lo alcanzó en 1889.
El legado de este veracruzano con sangre española en sus venas, fue sin duda
alguna su honradez, su disciplina y su
gran amor a la patria en momentos en los
que los hombres fácilmente cambiaban
su bandera política por unos cuantos pesos o por favores militares y/o políticos.
Esta lectura desmitifica, revive y lleva
al pedestal de las grandes figuras nacionales a don Sebastián Lerdo de Tejada, un
brillante estadista para quien no fueron
suficientes cuatro años de gobierno pero
sobre los que el progreso nacional se vería
consumado décadas después pero bajo
otra bandera: la de Porfirio Díaz.
Sebastián Lerdo de Tejada. Frank A. Knapp. Universidad
Veracruzana/INEHRM/SEP. 2011, 491 pp.
[email protected]
Carmen Parra
96 El Búho
Roberto Bravo
M
ónica Broson, nació en la ciudad de México.
Ha publicado alrededor de quince libros,
entre los que se encuentran: ¡Casi medio
año!, Historia sobre un corazón roto… y tal vez un par de
colmillos, Las inexistentes, Bolita, La abuela y el cuento
del huevito, la aventura de los pollos voladores, Famosas
últimas palabras y Siete habitaciones oscuras. En 1977
recibió el premio Barco de Vapor.
Es una de las escritoras mexicanas
que más premios ha recibido por
sus libros de literatura infantil, muy
leídos tanto en nuestro país como
en el extranjero.
1.- ¿Cuando has sido más feliz?
Casi toda mi vida he sido razonablemente feliz. Quizá los dos años
que estudié en la Sogem.
2.- ¿A qué sientes más miedo?
A la pérdida, al dolor.
3.- ¿Cuál es tu primer recuerdo?
Quizá el más articulado que
Leticia Tarragó
letras, libros y revistas 97
10.- ¿Qué te hace infeliz?
Que se formen distancias con la gente que
quiero.
11.- ¿Cuál es tu aroma favorito?
“weno” (así, con w) que me pegó mi sobrina.
19.- ¿Qué trabajo te ha resultado más pesado hacer?
Una crónica de cierto año de gobierno de
El del pan recién hecho.
cierto gobernante. Yo fungía como el negro de
12.- ¿Cuál es tu libro favorito?
otro negro. Fue espantoso.
Muchos lo han sido de manera temporal. El
que permanece siempre es El forastero misterioso, de Mark Twain.
13.- ¿Qué disfraz elegirías en caso de necesitar uno?
Depende la ocasión para la que lo necesitara. Pero uno muy práctico que siempre se me
20.- ¿Cuándo lloraste por última vez y por
qué?
En el cine, viendo un documental: Mea
maxima culpa. Por pura rabia.
21.- ¿Cuál ha sido tu mayor logro?
Estar donde estoy ahora. En todos los sentidos.
ha antojado es el del Sin-cara de El viaje de
22.- ¿Qué te provoca insomnio?
Chihiro.
Un viaje largo o a un lugar lejano. Casi nun-
14.- ¿Qué es lo peor que han dicho de ti?
Que soy igualita a Alicia Villarreal. Ja. No es
tan malo, pero, si han dicho algo peor, no me
he enterado.
ca duermo bien la noche anterior.
23.- ¿Qué palabras te gustaría dijeran en tu
funeral?
Nunca pienso en eso. Pero ahora que sí,
15.- ¿Perro, loro, gato, canario?
creo que me da igual. De todos modos ya no
Para tener, ninguno. Pero de todos me sim-
voy a estar ahí.
patizan más los perros.
24.- ¿Cómo te gustaría ser recordado?
16.- ¿Es mejor dar que recibir?
Como alguien con quien era padre estar.
Ambos. Soy partidaria de la reciprocidad.
25.- ¿Cuál ha sido la lección más grande
17.- ¿A quién invitarías a la fiesta que has
soñado hacer?
Las fiestas no es mi tipo de sueño. Pero supongo que invitaría a los amigos con quienes
más me divierto.
18.- ¿Qué palabras, frases, muleta, usas frecuentemente?
que la vida te ha dado?
La lección permanente que la vida me da
todos los días es que no hay que tomársela tan
en serio.
26.- ¿Dónde te gustaría estar en este
momento?
En una playa. A 25 grados.
Trato de evitarlas, pero últimamente uso un
letras, libros y revistas 99
apantallados
Dalia de León
Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuer-
“
za ascendente igual al peso del volumen del líquido que
desaloja.”
Este párrafo inicial constituye el principio del científico griego
Arquímedes en referencia al comportamiento que tienen los
cuerpos en el agua; principio que es utilizado como parteaguas de
la obra teatral intitulada de la misma manera, por el dramaturgo
Josep María Miró, y que gira en torno a
una problemática de ficción, suscitada en
una alberca deportiva.
La trama envuelta en un acto que
acosa en ocasiones a parte de la sociedad,
es decir, el abuso sexual en que incurren
algunos profesores con sus discípulos.
En el caso de esta puesta en escena, se
traduce en la incógnita que surge ante
el aparente abuso que comete un joven
entrenador de natación.
Personaje protagónico caracterizado
como un hombre alegre y atractivo que
goza de romper con las reglas establecidas, y quien es acusado por un padre de
familia, por actos homosexuales infringidos con un niño.
El Principio de Arquímides
100 El Búho
Prendas olvidadas en el deportivo, como el de
la problemática suscitada.
un traje de baño, y el comportamientos de sobre de-
En el rol del padre de familia actúan Héctor
mostración de afecto, le acusan, poniendo en riesgo
Kotsifakis y Arturo Barbas, de manera alternante. Y fi-
al instructor y también a la reputación del deporti-
nalmente, Humberto Bustos, en el papel de Héctor, se
vo, provocando la baja de algunos integrantes del
presenta en el personaje de otro de los entrenadores,
grupo de “los caballitos de mar” liderado por el en-
quien sólo desempeña bien su trabajo como profesor
trenador Rubén, protagonizado por el actor Mariano
respetuoso de las reglas y de sus alumnos.
Palacios.
La dirección artística del drama El principio
De este modo, la obra cobra matices interesantes
de Arquímedes se encuentra a cargo de Diego del Río,
en torno a la psiquis de los personajes, los cuales
y se presenta desde el día 5 de marzo, hasta el 26 de
muestran sus propias miserias del alma o experien-
abril en el Teatro Julio Castillo, bajo la producción del
cias traumáticas sufridas, que se traducen en sueños y
INBA, CONACULTA y la SEP, y es interesente comentar
pesadillas repetitivas, experiencias traumáticas vividas
que su autor ha sido galardonado en diversas ocasio-
que parecieran justificar de alguna manera el compor-
nes por algunos premios, siendo el más significativo
tamiento de cada uno de los personajes.
el Premi Born de Teatro recibido en España por dos
Todo ello en suma, nos permite ubicar este dra-
ocasiones en los años 2009 y 2011.
ma desde la perspectiva de la emotividad, como una
obra que puede ser analizada dentro del género teatral
Los ojos de Ana
psicológico.
Otra de las obras con matiz psicológico es la puesta
Puesta en escena en un solo cuadro escenográfico
en escena de Los ojos de Ana, original de Luc Tartar
que simula el vestidor de los entrenadores, de una es-
bajo la traducción de Humberto Pérez y la dirección
cuela de natación, y que es presentado en medio del
de Boris Schoecman.
escenario entre dos hileras de butacas, lo cual permite
En ella interactúan diferentes personajes psicóti-
al espectador, sentirse mas cercano a los personajes, y
cos que definen cada uno una personalidad psicológica
a la trama, dentro de la cual, el personaje de Ana cobra
diferente, reprimida, y todos, en relación a la paranoia
vida (actuado por Fernanda Borches).
de Ana, personaje protagónico, en torno al cual gira la
Ana es una mujer aparentemente estricta y un
poco amargada, pero si embargo, muy vulnerable.
trama, pero que tiene la peculiaridad de no aparecer
nunca en escena.
Funge como directora de la escuela, y es quien tras la
Usted tal vez se preguntará cómo un personaje
muerte de su hijo, se verá en consecuencia impedida
que nunca es presentado en la puesta escenográfica,
a tomar una postura clara, para aceptar, o bien, para
puede llegar a ser el personaje principal. Pues la res-
enfrentar las exigencias de los padres de familia, ante
puesta estriba a que pese a estar ausente, todos los
apantallados 101
tengo es cuando me caí en la regadera y se
me puso un ojo morado. No recuerdo la caída
4.- ¿Quién es la persona viva que admiras
más y por qué?
sino después, cuando tuve que ir a la escuela
Puede ser que a Richard Dawkins, por la ve-
con el ojo así. Temía las burlas que al final no
hemencia con la que defiende su causa y sus
ocurrieron.
convicciones.
5.- ¿Qué rasgo de ti deploras
más?
A veces, pudiendo hacer las
cosas, no las hago.
6.- ¿Cuál es el rasgo que más
deploras en otras personas?
La doble moral.
7.- ¿Cuál ha sido tu momento
más embarazoso?
Realmente embarazoso no he
tenido ninguno. Medianamente
muchos, como cuando una amiga
nos apuntó en el karaoke de un
hotel playero para cantar Bésame
mucho y resultó que no me la
sabía.
8.-
¿Cuál
de
tus
cosas
aprecias más poseer?
Mis libros. Mis cuadernos de
notas. Algunos regalos que tienen
un significado emotivo para mí.
9.- ¿Qué gran poder quisieras
tener?
Ignorar las cosas que me importan y que en realidad no deberían de importarme. O, si hablamos de superpoderes, pues volar.
Rruizte
98 El Búho
demás personajes le hacen cognoscible, en cuanto a
pareja que espera un hijo, el cuál no es deseado por la
que los diálogos entre ellos, siempre son en torno al
madre. Y en otra-hora, el deseo más ferviente de otra
comportamiento y a las vivencias con Ana.
pareja impedida por la impotencia de un hombre ya
Los ojos de Ana se presenta en el teatro Orientación
los sábados y domingos a las 12:00 hrs.
longevo, llevan a ambas parejas a vivir frustraciones,
ante el intento de comprar el bebé rechazado y evitar
el aborto.
Una pareja y un hijo
La traición, la decepción y el deseo de vivir, son
De Agustín Gatto, bajo la dirección artística de Gortero,
los elementos medulares que le dan vida a este drama
la obra teatral muestra la relación disfuncional de una
representado en el foro del teatro El Granero.
El Principio de Arquímides
102 El Búho
Francisco Turón
L
o primero que pienso cuando veo una adaptación
teatral y puesta de escena de Sonata de Otoño, es en
el imprescindible guionista y director de teatro y cine
Ingmar Bergman (1918-2007). En este caso, el valiente director de escena Ignacio Ortiz, se avienta el osado reto de utilizar
a Bergman como elemento de soporte para su propuesta de
teatro, basada en la película sueca de 1978, dirigida por Ingmar
Bergman, e interpretada con actuaciones de un virtuosismo
deslumbrante,
por
nada
más
y menos, que Ingrid Bergman,
Liv Ullmann, y Lena Nyman. La
película fue galardonada con el
Globo de Oro a la mejor película
extranjera. Fue también nominada
para dos premios Oscar, a la mejor actriz protagonista (Bergman)
y mejor guion, aunque finalmente
no obtuvo ninguno. Otros artistas también se han inspirado en
la obra bergmaniana, como Pedro
Almodóvar en su película Tacones
lejanos (1991) donde se cita una
escena de Sonata de Otoño, como
Fotografía: José Jorge Carreón
apantallados 103
un paralelismo de su propia trama de enfrentamien-
Eva (Aída López) y Helena (Diana Ávalos). Helena
to entre una madre y su hija. En la basta filmografía
está gravemente incapacitada desde hace varios
de Bergman, la temática de las relaciones familiares
años. Eva, la hija mayor, ha perdido a su único hijo
deterioradas es recurrente, como por ejemplo su-
ahogado en un accidente. Está casada con Viktor
cede en: El silencio (1963), Gritos y susurros (1972)
(Juan Carlos Rodríguez), pastor en una pequeña
o Cara a Cara (1976).
parroquia del pueblo. Charlotte está muy afectada
El título de Sonata de Otoño me parece un
después de que su amigo, Leonardo, también músi-
tanto perverso, ya que en realidad se debería titu-
co, muriese tras una larga enfermedad. Eva, que no
lar Sonata de Invierno lo cual sería más adecuado
ha visto a su madre en casi siete años, le escribe
para el argumento: Charlotte (Patricia Marrero)
cuando se entera de la muerte y le pide que vaya a
que es una pianista internacional, tiene dos hijas:
su casa.
Fotografía: José Jorge Carreón
104 El Búho
Charlotte llega. Ya al llegar le molesta extraor-
Persona o Gritos y susurros, se puede ver cómo se ha
dinariamente, cuando se entera de que a Helena,
ido desarrollando la película y cómo ha resultado.
que ella cree que está en una clínica, la cuidan Eva
Pero por qué aparece de pronto Sonata de otoño y
y Viktor. Supera el choque con dificultad. En una
tiene el aspecto que tiene, igual que un sueño… po-
charla caracterizada por una cortés falta de con-
siblemente ése sea el error: tenía que haber seguido
tacto, salen al recuerdo resentimientos y humilla-
siendo un sueño. No una película de sueños, sino
ciones guardados entre Charlotte y Eva. Durante
un sueño cinematográfico: dos personajes. Debió
una conversación nocturna entre madre e hija se
haberse prescindido del ambiente y todo lo demás.
derrumban los muros de contención. Cuando se ha
Tres actos en tres luces: una luz de atardecer, una
calmado toda agitación, Charlotte, con su máscara
luz de noche y una luz de mañana, nada de decora-
que oculta su fragilidad y su incapacidad de amar,
dos engorrosos…
abandona precipitadamente a sus dos hijas para
volver a la música y a la soledad.
El mismo Bergman escribió respecto a su obra:
“Se esconde algo misterioso en la frase: “La hija
da luz a la madre”. Ahí hay un sentimiento que no
tuve fuerzas de llevar hasta el final…”
“El borrador de Sonata de otoño fue escrito el 26
Coincido con Bergman en que su frase “La hija
de marzo de 1976. Se relaciona estrechamente con
da luz a la madre”, se esconde algo misterioso, sin
el asunto de los impuestos que se abatió sobre
embargo, me queda claro que no hay una intención
mí a principios de enero y que me llevó al depar-
de moraleja. Simplemente, Charlotte es una madre
tamento siquiátrico del hospital Carolino, luego a
que nunca prodigó amor a sus hijas por estar con-
la clínica Sophía y finalmente a mi casa de Faro.
centrada en su destacada carrera como concertista
Después de tres meses se dio carpetazo al asunto.
de piano. Se trata de un personaje que no es ca-
“La noche de la absolución, cuando no pude
paz de reconciliarse con su hija porque no quiere
dormir a pesar de los somníferos, se me ocurre que
postergar los deseos propios ante las pasiones
quiero hacer una película sobre el tema madre-hija,
ofuscas de las existencias que se consumen inútil-
hija-madre.
mente en remordimientos. El dominio de Bergman
“Concebí Sonata de otoño durante unas horas
nocturnas después de un tiempo de bloqueo total.
“Lo que nunca llegaré a saber es esto: ¿Qué
sobre los instintos humanos nos introduce al alma
de los personajes con un alto voltaje de Amor vs.
Odio, Cariño vs. Rencor.
ocurrió para que fuese precisamente Sonata de
Recordemos que tanto en Henrik Ibsen (1828-
otoño? Si uno anda dándole vueltas mucho tiem-
1906), como en August Strindberg (1849-1912), in-
po a una historia o a unos motivos, como pasó en
fluyeron los grandes temas, y las atmósferas ago-
apantallados 105
biantes que atraían a Bergman, un genio que sobre-
un estricto pastor luterano); y de ese fenómeno en
vivía a través de sus personajes, que se caracterizan
que él por momentos se siente abandonado, y otras
por arrastrar un pasado lastre en sus pensamientos
veces acompañado, por momentos busca desespe-
y sentimientos, y que a su vez están atravesados por
radamente la compañía, y en otros, la detesta para
las trayectorias que los reconducen a sí mismos,
regresar a su idea de la soledad. Ese Bergman de
hacia su propia alma y conciencia. La trasmisión de
los setentas es para mí especialmente importante;
estos estados de conflicto interno de los persona-
sin embargo, debo aceptar que ya lo había perdido,
jes origina historias lacerantes y angustiosas, con
y que ahora empiezo a recuperarlo porque es uno de
recorridos íntimos, enigmáticos, que inevitable-
los más grandes monstruos de la historia del cine que
mente se apoderan del espectador, transportándolo
han acompañado algún período de nuestras vidas.
a una experiencia estrictamente personal.
Para ver a Bergman hay que hacerlo desde un
A mí con Bergman me pasa algo particular,
par de perspectivas. Una consiste en que el espa-
porque cuando conocí de su existencia él estaba en
cio en Bergman es esencialmente un universo sub-
un momento muy brillante como director de moda
jetivo. El espacio es fantasmas, sombras deambu-
del cine europeo. Todos los intelectuales estaban
lando. El espacio puede tener características físicas
seducidos por su cine, y no solamente por su cine-
muy concretas y que sin embargo se trasciende a
matografía, sino también por su teatro, porque
sí mismo. Cuando vemos una película de Bergman,
evidentemente Bergman ha tenido la capacidad de
el espacio es fundamental como en Séptimo sello,
crear la renovación en el aspecto cinematográfico,
un mundo medieval muy concreto, que en definitiva
además de una fuerte impronta en el espacio tea-
no es más que el espacio de la duda y de la muerte,
tral. Las puestas en escena de Bergman son absolu-
el diálogo entre el diablo y el caballero, es decir, un
tamente famosas, extraordinarias, atractivas, y de
espacio metafísico. O en otras obras, la abundancia
un convencimiento total gracias a una especie de ul-
del close up, donde los primeros planos son el es-
tra realismo en cada detalle. Bergman nos plantea-
pacio de las pasiones, del pensamiento, del sueño
ba una visión del mundo que es particularmente
como sucede en Fresas Salvajes (1957). Cuando pien-
egoísta en el sentido de que sus puestas casi siem-
so en Bergman en primera instancia me planteo el
pre están implicadas sobre sus propias historias. Su
cuestionamiento del espacio. Y cuando pienso en
cine por ejemplo, está extremadamente relaciona-
un Bergman teatral me pregunto… ¿Qué significa
do con sus pensamientos, sus torturas, sus dudas,
el espacio teatral en Bergman? ¿Cómo se cumplirá
su evolución estética, sus preguntas metafísicas,
un espacio teatral para Bergman? ¿Cómo buscar
con su cercanía o alejamiento de Dios (era hijo de
una abstracción que permita el reino de ese pensa-
Tirano Banderas
106 El Búho
miento y sus conflictos emocionales? ¿Cómo encuentro el espacio bergmaniano en teatro?
Quiere decir que cuando pienso en Bergman,
no en cine, sino en teatro, me hago una serie de
Otro elemento que me preocupa en Bergman,
interrogantes. Además me cuestiono la valentía que
es que ya tenemos comprado a Bergman en cine,
se debe de tener para llevar al teatro una película
entonces los grandes primeros planos donde veo
filmada por Bergman e interpretada por dos ac-
a Ingrid Bergman en cinco por cinco metros, en la
trices de las dimensiones de Ingrid Bergman y Liv
pantalla grande… ¿cómo los logro en teatro?
¿Cómo hago para recuperar en teatro esos
primeros planos que nos entrega el cine
de Bergman tan amorosamente? Pienso en
Bergman y me planteo: ¿cómo juego el elemento de las pasiones sin transformar ese
elemento en un melodrama, sin transformar
ese elemento en algo que abarate la presentación de ese conflicto que es tan delicado
y tan difícil de obtener? ¿Cómo trasmitir al
teatro su narrativa visual que suele ser deliberadamente lenta, con unos planos mesurados que tienen el fin de lograr la reflexión
entre los espectadores que están capturados
en la diégesis cinematográfica de Bergman?
¿Cómo trazar el drama psicológico de los
personajes con recursos tan genuinos y propios y con tanta intensidad, en una experiencia autónoma de la película? ¿Cómo cumplir
con rigor el rito de llevar de la mano las criaturas bergmanianas y dejar que los actores
y el director hagan su vía crucis creativo garantizando con precisión el adecuado tono
metafísico y filosófico, pero alejado del efecto del golpe bajo?
Carmen Parra
apantallados 107
Ullmann. Uno en teatro tiene un referente que se
monstruo y trato de reproducirlo, o peleo con ese
olvida pronto, pero el referente cinematográfico pue-
monstruo para tratar de encontrar una identidad
do comprarlo por veinte pesos en cualquier lado y
que me permita distanciarme sin traicionarlo. Por
verlo las veces que quiera. Eso quiere decir que cuan-
ejemplo, en Bergman destacan sus simetrías com-
do llevo al teatro otra obra de teatro, estoy com-
positivas en el empleo evocador de la música, y esto
pitiendo con sombras, pero cuando llevo al teatro
se enfatiza mucho más tratándose de una obra en
una película, estoy forzosamente convocando imá-
la que cambia el existencialismo por el sentimen-
genes que cualquiera puede encontrarse de nuevo.
talismo; y en cuyo título tiene una referencia musi-
Así que cuando me enteré de la puesta de Sonata
cal, aparte de que su personaje protagonista es una
de otoño, fui con un poco de temor de confrontar
pianista que interpreta preludios de Chopin en es-
las imágenes de la película y entonces me acordé
cena. Por lo tanto, además del Preludio No. 2 en La
de un reportaje que le hicieron a Bergman donde él
Menor de Frédéric Chopin, uno tiene la expectativa
hablaba de la función de los críticos. Decía que le
de escuchar la Suite No. 4 en Mi Menor de Johann
interesaban los críticos en la medida que respeta-
Sebastian Bach, o la Sonata en Fa Menor, opus 1
ban su subjetividad, es decir, que el crítico que bus-
de George F. Handel. Pero por alguna injustificada
ca el elemento objetivo de valoración de un produc-
razón, el director apostó porque no hubiese una
to, a él le interesaba cómo rebotaba en ese crítico
banda sonora en su montaje, lo cual traiciona el es-
la lectura subjetiva que hacía de su producto. Le
píritu bergamaniano.
daba más valor al crítico como un espectador que
En conclusión, creo que el teatro tiene legali-
puede acercarse a su obra y filtrarse con su subje-
dades y virtudes propias como lo es el fenómeno
tividad, más que un intento de valoración objetiva.
aurático, que lo hace un medio totalmente distinto
Y eso era lo interesante de sentarse ahí en la butaca
al cine. No se puede negar que cuando se ve una
del Foro Sor Juana en la UNAM, y ver de qué manera
buena película que sucede en la intimidad de espa-
se reflejan estos conflictos y las emociones de estos
cios interiores privados, con una trama que tiene un
personajes como espectador, y no necesariamente
gran nivel de alta densidad dramática, lo que pasa
como crítico.
al ver la versión teatral, es que inevitablemente el
Sin embargo, como crítico opino que el trabajo
espectador tiene un déficit frente a las imágenes
del director no supo aquietar a ese ser ampuloso
que tiene de la película, por lo que la experiencia
y grandilocuente que es Bergman. En la pues-
cinematográfica pesa en la memoria cuando uno
ta en escena hay un director, y hay un Bergman.
asiste a ver la misma historia en el teatro.
Entonces hay dos posibilidades: me apego a ese
108 El Búho
arca de Noé
Marcos Winocur
¿
Rey de la creación? ¿La especie más evolucionada del planeta? ¿O no pasa de un
mono vestido? Por toda respuesta, dirigirse
a Sigfrido, el héroe mitológico. Lo encontramos
cuando acaba de dar muerte al dragón. Feliz, se
baña en el chorro de sangre caliente del dragón,
que lo tornará invulnerable, ningún arma podrá
herirlo. Feliz, dedica la victoria a la bella Brunilda
y mientras escucha el canto de las aves, de un
árbol cae una hoja y se fija en su hombro. Sigfrido
lo advierte, un movimiento le bastaría para quitarla, no lo hace.
¿Por qué? Tal vez el héroe se prefiere más hombre que dios y decide guardar la imperfección,
ese punto vulnerable de su cuerpo. Comete así
una suprema locura, y el azar de una hoja caída
se convierte en destino. ¿O bien Sigfrido se siente
el elegido de los dioses, siendo la hoja la señal y
Aída Emart
arca de Noé 109
no está en sus manos borrarla? Como fuere,
por tierra con mis reflexiones existenciales.
el don de la invulnerabilidad le ha sido dado
La vía directa para averiguar la verdad fue
mas no en completud.
preguntar al propio héroe. Corrí pues a la
Y doble locura, Sigfrido confiesa el “defecto” a su amada Brunilda, quien, prestando
Opera y en un entreacto interpelé al Sigfrido
wagneriano. Y me contestó:
oídos a bajas intrigas y envidias, lo mandará
matar para luego suicidarse..
Ah, el hombre, ese tonto dios fallido...
-Yo siempre lo supe.
Y murmurándome al oído:
-Te diré más, ninguna hoja me cayó, yo
Nota de pie de página. Otra versión sos-
mismo la corté del árbol y la puse sobre mi
tiene que Sigfrido no advirtió la caída de la
hombro, soy un tramposo.
fatal hoja. Naturalmente, de ser cierta, daría
110 El Búho
- Ah, el hombre, ese tonto dios fallido...
Juan Román del Prado
Manú de Ordoñana
L
a propiedad intelectual (PI) es el conjunto de derechos que corresponden a los autores por las obras
que han creado. El concepto reúne diferentes regí-
menes jurídicos no equiparables entre sí: las denominaciones
de origen, las marcas, los derechos de autor y las patentes de
invención. Este artículo versará sobre el último apartado, por
el efecto perverso que su aplicación ocasiona a la sociedad, si la propiedad intelectual se equipara —y todo parece indicarlo
así— a la propiedad de bienes tangibles y
se apodera del espacio que corresponde al
dominio público. El dominio público (DP),
también llamado “procomún”, es un estado
jurídico que permite el libre acceso a las
creaciones intelectuales, tanto obras sujetas
a derechos de autor como invenciones para
su aplicación en la industria. El conflicto
entre DP y PI viene de lejos. En un tiempo
pasado, ese lugar común forjado por la
acumulación de conocimiento colectivo era
abierto, tan sólo limitado por restricciones
Gelsen Gas
arca de Noé 111
de tipo simbólico. En la Edad Media, los señores
que restringían el concepto de bien comunal como
concedían privilegios a los pioneros sobre los inge-
objeto de acceso universal. Así nació hace doscien-
nios que producían, a condición de que lo hicieran
tos años el modelo de PI—asociado al de propiedad
público y su conocimiento sirviera para que otros
industrial— que rige en la actualidad, un sistema
aprendieran. Con el Renacimiento, la regulación
jurídico para administrar el saber, basado en la idea
se tornó mercantil y tanto la producción de bienes
de convertir el conocimiento en mercancía transac-
culturales como los inventos pasaron a pertenecer
cional, concediendo a su propietario el derecho a su
a los que la compraban mediante algún tipo de
explotación comercial.
contraprestación económica. La revolución indus-
La transformación que ha experimentado
trial provocó el advenimiento de reglamentaciones
la sociedad en los dos últimos siglos ha sido
el cauce del que se ha valido la PI
para construir sus fundamentos.
La expansión del mercantilismo, su
adaptación a todos los ámbitos de
la vida y su aceptación no objetable
por la ciudadanía, le ha servido para
imponer su jurisdicción a numerosos objetos antes exentos. El proceso ha sido lento, pero implacable,
con altibajos y periodos de silencio,
incluso de retroceso. Pero al final, el
DP ha perdido la batalla para siempre. El capitalismo voraz que nos
tutela tiene tal poder depredador
que ha sido capaz de extender su
mano a motivos cada vez más abstractos, hasta el punto de conseguir
la patente de artificios irreales o de
poca entidad, sólo por “si acaso”,
por si en el futuro pudieran ser de
utilidad, a raíz de algún descubri-
Jazzamoart
112 El Búho
miento o de un cambio tecnológico, sin la intención
Nadie pone en duda la facultad que poseen las
de explotarlos —los llamados trolls de patentes—,
empresas para dedicar sus recursos a investigar
simplemente con el fin de ejercitar acciones contra
nuevos productos y mejorar su posición en el mer-
posibles infractores.
cado. Pero conviene llamar la atención sobre lo que
La industria está inundando las oficinas de
esto significa. Los grupos económicos están aca-
registro de ingentes cantidades de solicitudes para
parando el derecho a producir en exclusiva bienes
proteger cualquier novedad surgida en sus depar-
y servicios, mediante el registro de ingentes canti-
tamentos de I+D, en buena parte subvencionados
dades de patentes, con el fin de cerrar el camino
por la Administración —¿es lógico que pasen a
a futuros adversarios. Y eso lo están haciendo los
propiedad privada los hallazgos logrados con dine-
países más desarrollados, los que poseen la capaci-
ro público?—, por simple que sea, abarcando todo
dad financiera derivada de los enormes beneficios
el espectro de producto en que se desenvuelve,
que obtienen, con el agravante de que esa ventaja
con objeto de evitar la entrada de la competencia
se hará cada vez más grande, porque la curva tiene
y conservar así su posición de monopolio durante
aspecto de crecer exponencialmente.
el periodo que estable la ley —20 años según la
ADPIC—, a parir del cual pasa a DP.
Otro problema asociado es la actitud cada
vez más laxa del registrador que admite a trámite
En algunos países, existe “el modelo de utilidad”
expedientes poco innovadores, sin mérito para ser
para invenciones menores con una duración menor
considerados como inventos y, lo que es más grave,
(10 años en el caso de España). A finales de 2011,
los aprueba sin investigarlos a fondo. ¿Es posible
Google decidió comprar Motorola, una compañía
entender cómo alguien ha podido permitir el regis-
que, al igual que Nokia, se estaba quedando rezaga-
tro de un producto tan “estúpido” con el posit? Con
da en el negocio de la telefonía móvil, ¿Qué objetivo
él, la firma estadunidense 3M ha obtenido benefi-
perseguía para pagar 12,500 millones de dólares
cios descomunales, amparado en una legislación
por semejante operación? Su interés principal era
indulgente que le ha defendido durante tantos años
hacerse con las casi 20,000 patentes que Motorola
para eludir la competencia. Ésa es la falacia de la PI.
había acumulado en sus ocho décadas de historia,
Se ha adueñado de la DP y lleva camino de cargarse
ya que sin ellas, nunca podría hacerse un hueco en
el mercado libre, por la posición de monopolio que
ese mercado dominado por su rival, Apple. En el
concede a los detentadores de la tecnología, eso sí,
año 2012, el gigante alemán Bosch invirtió 4,800
todo legal y muy bonito. Y mientras tanto, ¿es lícito
millones de euros en I+D y registró 4,800 patentes.
consentir que millones de pacientes infectados de
¿Qué espacio quedará para sus rivales?
sida mueran en los países menos desarrollados
arca de Noé 113
porque las corporaciones occidentales propietarios
lejano, la mayoría de los productos producidos por
de las vacunas antivirales no permiten el uso de
la industria electrónica, química y farmacéutica
genéricos para su tratamiento? Eso fue sólo el prin-
—sin olvidar los transgénicos, que pronto serán de
cipio, porque ahora se habla de patentar cadenas
consumo obligado— estarán protegidos para uso
genéticas, especies de plantas y animales y pronto
exclusivo de sus propietarios, convirtiendo en sier-
hasta la vida misma.
vos a los países de la periferia que se limitan hoy a
Las teorías neoliberales convierten el conoci-
contemplar impotentes el expolio, quizá porque no
miento en instrumento para perpetuar la desigual-
se dan cuenta de la magnitud del problema: los paí-
dad y propiciar la dominación de las multinaciona-
ses pobres serán cada vez más pobres y los ricos,
les, bajo el falso argumento de buscar el desarrollo
más ricos. Y sin embargo, no se puede negar el
de la humanidad, porque su verdadero objetivo
derecho que asiste al inventor a obtener prerrogati-
es el lucro. Es posible que, en un futuro no muy
vas para la explotación de su artilugio. La cuestión
es si ese derecho debe extenderse,
no sólo al usufructo, sino también
a impedir que un tercero lo implemente y por cuánto tiempo. Si a
eso se añade la convivencia de los
gobiernos a través de sus oficinas
de patentes para registrar simples
ideas, por fútiles que sean, y el
coste que supone anular en la
corte la validez de una patente,
se justifica el temor de que, con
el tiempo, la propiedad intelectual
sirva de refugio a la privatización de la ciencia por una nueva
aristocracia poseedora única de
los medios de producción y con
vocación de imponer su hegemonía, sutilmente, sí, pero de forma
inexorable.
Guillermo Ceniceros
114 El Búho
Cirilo Dávila*
C
omúnmente se afirma que es preferible la más
irrestricta e ilimitada libertad de expresión a
cualquier reglamento que coarte este derecho.
Esta postura es bastante razonable y prudente en un
medio profesional colmado de intereses. Intenta proteger
un bien, una virtud particularmente humana, en especial
cuando en la historia se han visto dolorosos ejemplos que
ilustran la injusticia impuesta por la coerción individual
y colectiva.
Los procesos de alienación de grupos sociales o de
individuos han implicado, como situación notoria y perversa, la restricción de la palabra, la prohibición de la
manifestación en sus diversas y amplias modalidades.
Bajo este enfoque es paradigmático el caso del periódico
Excélsior cuando el régimen político de Echeverría, reaccionó con una arbitraria y férrea represión a la postura
crítica del diario dirigido entonces por Julio Scherer, en
un claro acto de ataque a la libertad de prensa y de expresión. “No te pago para que me pegues” fue la consigna
con la cual primero se limitó la publicidad y finalmente se
removió a la estructura directiva del segundo diario más
Carmen Parra
arca de Noé 115
antiguo de México a través de una argucia legaloide
lo que significa que tiene una categoría superior
que implicaba una invasión de terrenos y la suplan-
a la de los derechos civiles, así como es superior
tación de la asamblea de la cooperativa a través
el derecho de la vida al derecho al matrimonio, por
de esquiroles pagados. Estos acontecimientos, por
ejemplo. “La libertad de expresión” -dice Thomas
lo demás, están ampliamente documentados por
Paine en La edad de la razón-, “es lo que permite
muy diversos autores, entre los que aquí podemos
defender toda libertad y toda libertad se propaga
destacar a Vicente Leñero y al propio Julio Scherer.
a través de ella”. También es necesario reconocer
Es acertado entonces, establecer con claridad y
la insuficiencia de este argumento moral. Se trata
sin reservas, el planteamiento de hacer valer y res-
apenas de un principio, un punto de partida que
petar la más absoluta libertad de expresión, puesto
exige mayores precisiones y abundar en razones que le fundamenten,
en aras de reconocer las
formas que adopta esta
libertad. Veámoslo.
A la invocación del
derecho de libre manifestación, es posible se generen abusos o conflictos de
interés. Además la fiera
competencia entre una
gama de grupos publicitarios, medios impresos,
editoriales,
empresas
televisivas y radiodifusoras, vuelve este panorama más conflictivo y
José Juárez
confuso. En particular,
cuando todos estos con-
que limitarle conlleva peligros mayores para el indi-
glomerados empresariales han desarrollado una
viduo y el colectivo social. Además se trata de uno
estructura de manipulación pública muy sofisticada
de los derechos fundamentales del ser humano,
sobre los deseos, las necesidades sociales e indivi-
116 El Búho
duales y colectivos humanos, como lo advierte el
radiofónicos o televisivos en los que se dan cita las
periodista guatemalteco-mexicano Federico Zelaya
más diversas expresiones y argumentaciones de
Bockler en un comentario personal.
comentaristas de la opinión pública, actores, actri-
La interactividad de los medios y sus auditorios
ces, expertos, amas de casa y público en general.
ofrecen ejemplos constantes del ejercicio de la liber-
Ese enorme universo de interactividad y redes
tad de expresión, de la calidad y grado de aplicación
de relaciones comunicativas proporcionan también
de este derecho fundamental. En la radiodifusión
viñetas de conflicto, pugna de intereses, indefini-
advertimos cómo la comunicación se produce con
ción de parámetros acerca de lo que afecta o no a
una amplia gama de tonos y registros. Pero por otra
terceros. Esto demuestra de nuevo la importancia
parte, esta libertad de expresión también contiene
del criterio ético y de las normas que vuelvan capaz
amenazas; la piratería publicitaria, los anuncios
al informador de responder a estas situaciones.
encubiertos en entrevistas o en información apa-
Los elementos que le permiten al comunicador que
rentemente de servicio público, son fenómenos
se desempeña en las empresas mediáticas priva-
bien conocidos por las empresas mediáticas. La
das, ejercer su oficio con sentido de responsabili-
pluralidad informativa, por lo tanto, aunque permi-
dad y servicio a los usuarios, los plantea Manuel
te la libre circulación de ideas y pareceres, se vuelve
Guerrero1 al que hemos aludido. Se refieren al
también un riesgo que desorienta al beneficiario
contexto, a las organizaciones mediáticas y a la for-
supuesto de los medios porque genera una sobrea-
mación y desempeño profesionales del periodista.
bundancia de criterios contradictorios y opuestos.
En cuanto a lo que estamos tratando de la rela-
Asimismo, las campañas promocionales de gru-
ción entre libre expresión y pluralidad informativa,
pos o individuos célebres o notables, expuestos a la
conviene apuntar algunos de estos señalamientos:
mirada de un público masivo al que las celebrida-
acerca del contexto, Guerrero precisa la existencia
des no conocen, implican ocasionalmente la crítica
de leyes que garanticen el derecho a la información;
pública, la ofensa, el insulto y el riesgo a la integri-
en cuanto a las organizaciones mediáticas, enlista
dad física o moral convencional por daño a la repu-
primero al respeto, a la libertad del periodista para
tación o a la psique. Este cúmulo de experiencias
investigar, cubrir y presentar información, sin que
de la comunicación a través de los medios masivos
el medio de comunicación la modifique interesa-
representa un aspecto insólito de la coexistencia
damente y, enseguida, a la defensa del derecho de
actual. Una faceta de brillos, penumbras y matices
réplica, para que quienes han sido citados en la
propios, como podemos atestiguar diariamente,
publicación, tengan oportunidad de responder, des-
mañana con mañana, en los abundantes programas
mentir, disentir o rectificar la información.
arca de Noé 117
La red de empresas de la comunicación y de
la información ha creado, de igual modo, un edi-
cos, la comunicación que establecen con sus auditorios es lo que define su perfil moral.
ficio de formulismos de seducción pública, que en
En una mesa redonda llamada “Los medios, su
su interpretación más sencilla se considera como
función social y el Estado mexicano en su conjun-
un espejo de deseos y demandas. Estas fórmulas
to”,2 Federico Zelaya Bockler, periodista y diplomá-
de sugestión alcanzan un alto grado de sofistica-
tico a quien nos referimos líneas arriba, expuso que
ción en la publicidad y en los mensajes mediáticos.
los medios son un servicio público y un bien social,
La premisa, entonces, por la cual se establece que
pero también un negocio y una empresa. Esto
el auditorio tiene la posibilidad de cambiar de esta-
nos permite apuntar que los medios responden a
ción o canal si una programación no le satisface, es
una ética de servicio público, pero de igual modo
verdadera hasta cierto punto, pues muchos mensa-
a una ética comercial. Los valores éticos como la
jes en los medios están diseñados para captar, rete-
honestidad, integridad y lealtad, siempre serán
ner y provocar la atención de sus auditorios. Esto
reconocibles, tanto en una responsabilidad social
nos advierte de la responsabilidad del comunicador
de información, difusión y divulgación, así como
hacia el público.
en la venta de espacios publicitarios, por lo cual
Los medios requieren de una mejor atención
el profesional de los medios siempre podrá tener
en su interacción con la sociedad, de modo que
parámetros para definir éticamente su conducta.
la tomen en cuenta, no como mera receptora de
Este mismo aspecto ha sido abordado por el
mensajes unilaterales, sino como públicos activos,
comunicador Virgilio Caballero, quien durante el
participantes y capaces de influir directamente en
foro “El derecho de la información en el marco
la oferta de los propios medios. Y aunque audito-
de la reforma del Estado en México”3, apuntó
rios, públicos y espectadores pueden interactuar
un matiz interesante al comentar que la empresa
e influir -y así ocurre- en los contenidos y pro-
informativa hoy en día está vinculada a intereses
gramaciones de los medios de comunicación e
oligopólicos que producen una poderosa distorsión
información, esto no significa necesariamente
de la información.
la posibilidad de obligar al empresario de estos
Es verdad: la publicidad es uno de los meca-
medios a establecer un contenido programático
nismos que mejor reflejan la comunicación entre
determinado.
individuos y sociedades. Sin embargo, no es menos
En vista de que el éxito de una emisora se
verdadero que la dimensión de las empresas publi-
encuentra en la audiencia que congrega, la forma
citarias y la magnitud de los intereses que las
en que estas empresas se vinculan con sus públi-
sostienen, implican un complejo sistema a cuyo
118 El Búho
funcionamiento la sociedad en general no tiene
lógicas y niveles éticos. Pero hay que precisar que
acceso, no obstante que estas decisiones le afectan
una definición pública de estos formulismos será
directamente.
parte de una labor legislativa, así como de quienes
Esta complejidad de los estímulos de difusión
publicitaria y de la información nos habla de la
se dedican profesionalmente a la comunicación
e información.
importancia de aplicar esquemas deontológicos
El conocimiento de estos marcos de referencia
para el ejercicio profesional de la actividad infor-
de responsabilidades y derechos del informador es
mativa y de la comunicación a través de los medios
esencial para quienes trabajan con información.
en cualquiera de sus modalidades. La necesidad
El periodista ha de estar consciente de esta increí-
de plantear públicamente estos esquemas de con-
ble proliferación mediática. Al respecto, Juan Luis
ducta profesional es más evidente cuanto que los
Cebrián periodista del diario El País de España,
múltiples mensajes publicitarios e informativos
autor del libro La red, en alguna entrevista telefó-
responden a numerosos intereses, posturas ideo-
nica con Renato Ravelo, periodista de La Jornada,
Pedro Bayona
arca de Noé 119
alerta acerca de los procesos que se viven en este
medida la realidad, y en ese sentido se encuentran
sentido: “La ideología digital está en manos de per-
en posición de contribuir a esa ética “universal o
sonas que pretenden establecer el mundo en torno
global, como queramos llamarla, siempre y cuando
a los parámetros que se derivan de su pensamiento
se acomoden a los tiempos y pierdan algunos de
primordialmente tecnológico”.
los tics chovinistas y nacionalistas que normal-
Más adelante Cebrián agrega: “Tenemos que
acoplarnos a un mundo que
reclama un sistema de valores
diferente que no tiene que ver
con el sistema de valores de los
filósofos y las élites intelectuales. Este hecho no significa que
sean peores. Tampoco tenemos
que aferrarnos a la idea de que el
caos que se avecina es destructor,
ya que puede ser constructivo en
muchos casos”.
Como advertimos, la proliferación mediática anuncia nuevos
desafíos que para Cebrián constituyen una auténtica transformación de la civilización, como resultado de la digitalización electrónica y la evolución de la comunicación satelital que, de acuerdo con
este estudioso, transformación
que requiere de nuevos planteamientos sociales, políticos y económicos. Respecto de los medios
impresos, Juan Luis Cebrián afirma que estos socializan en gran
Óscar Dave
120 El Búho
mente son tan propios de los medios impresos”.
El hecho de que la libre expresión sea un derecho
una parte de las nuevas realidades. Sin embargo,
humano fundamental no puede implicar que toda
en un sentido mucho más personal, los falleci-
manifestación tenga la misma legitimidad ética. El
mientos trágicos de figuras como Amy Winehouse,
abuso de este derecho, como lo ilustran la difama-
Anna Nicole Smith, Whitney Houston o Michael
ción o el ataque a una tercera persona por medio de
Jackson, han mostrado también una presencia
una difusión dolosa, malintencionada, hace ver cla-
mediática excesiva, que invade con impunidad la
ramente ese límite ético, prescrito también por un
esfera privada y se constituye en censor, vigilante
conjunto de disposiciones legales. Por otra parte,
y regulador de grandes colectivos, sin restricción
la libertad de expresión se liga directamente con el
alguna.
derecho a la información. La disposición de infor-
Hablar de medios públicos y medios privados
mación en estos días sobrepasa cualquier medida
con un sentido de exclusión mutua, como entida-
posible de asimilación y uso. Contar con volúmenes
des opuestas, es un anacronismo, pues responde
informativos tan extremos como los actuales, prác-
al debate ideológico político de otra época. Cada
ticamente es igual a no tener información alguna,
forma de manejar la información tiene sus propias
porque de nada sirve tener al alcance tal cantidad
características. En términos generales se considera
de datos si no nos sirven de nada ni somos capaces
que los medios de comunicación de origen público
de procesarlos para la vida cotidiana. Sociedad de
son arbitrarios, censores, dictaminadores de lo que
la información, en este sentido, no es equivalente a
es pertinente informar o no y al servicio de una
sociedad del conocimiento.
burocracia impersonal. Mientras que los medios
La diferenciación que se plantea desde hace
privados se han calificado como defensores de las
varias décadas, acerca de los medios públicos y
causas de la democracia liberal que protege la liber-
medios privados, no es suficiente por sí misma
tad del individuo, la crítica a los medios privados
para solventar los problemas que han emergido de
es que estos concentran el poder en corporativos
una imparable proliferación mediática, ni los que
gigantescos y también impersonales, se sujetan
produce la concentración informativa en grandes
exclusivamente a fines mercantiles y se dedican a la
conglomerados. Algunos ejemplos ilustran situa-
atención de sus clientes, pero no a todo ciudadano.
ciones de interés general que se ven afectadas por
Entre tanto, los medios públicos, supuestamente,
estos fenómenos: la aparición de un sistema infor-
obedecen a las causas de interés social, colectivo,
mal y paralelo a los medios como el que surgió con
aunque con frecuencia son controlados por buro-
Wikileaks y los problemas de invasión a la privaci-
cracias que sirven a otros propósitos no precisa-
dad del corporativo de Rupert Murdoch, muestran
mente de carácter social, sino político.
arca de Noé 121
La relación que cada forma de ejercer la comu-
medios que permita contrapesos de unos con otros
nicación -pública y privada- establece con los
en sus intereses, b) equilibrio entre el derecho a la
valores del individuo y de la sociedad, es lo que
libertad de expresión y el derecho a la información,
importa para los fines expositivos de estos apuntes.
c) profesionalismo de los comunicadores y d) el uso
Los valores de tolerancia, de respeto entre pares
adecuado de la tecnología.
ciudadanos, de democracia política, libertad de
Frente a una pluralidad informativa desboca-
mercado o comunicación horizontal de la sociedad
da, el individuo y la sociedad no están inermes. El
pueden garantizarse por medios públicos y priva-
derecho a la libertad de expresión no solamente
dos si existen ciertas condiciones para ello. Entre
contempla a los medios de comunicación sino tam-
estos requisitos se encuentran -de acuerdo con
bién a los usuarios de los medios. En ese sentido
Manuel Guerrero4-: a) un mercado competitivo de
las leyes protegen a los consumidores y usuarios
a través del derecho de réplica,
reparación del daño -cuando una
información afecta, por ejemplo,
la vida patrimonial o profesional
del individuo-, ley de amparo y,
desde luego, en forma general
el derecho civil, ese conjunto de
normas y regulaciones que rigen
las relaciones entre ciudadanos.
Notas
1 Medios de comunicación y la función de
transparencia, Guerrero, Manuel Alejandro.
Instituto Federal de Acceso a la Información
Pública (IFAI), México, primera edición,
noviembre, 2006.
2 “Los medios, su función social y el Estado
mexicano en su conjunto”. Ponencia presentada por don Federico Zelaya Bockler.
Mesa redonda organizada por el periódico
Excélsior. 7 de junio de 1994.
3 Palacio Legislativo de San Lázaro, mayo,
1998.
4 Guerrero, Manuel Alejandro. Op. Cit.
* Tomado de su libro Apuntes sobre ética
periodística. Universidad Autónoma de
Coahuila. Colección Siglo XXI. Escritores
coahuilenses quinta serie. México, D.F. 2003.
122 pp. Por la temática y la actualidad de este
libro, vamos a publicarlo por capítulos. Ahora
presentamos a ustedes la Introducción.
Jaime Goded
122 El Búho

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