I.S.O.-VLADIMIR-El nuevo equilibrio de p[...]

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I.S.O.-VLADIMIR-El nuevo equilibrio de p[...]
INTERNATIONAL SECURITY OBSERVATORY
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“El nuevo equilibrio de poder en Medio Oriente (Segunda Parte)”
Oleg Vladimir SÁNCHEZ TERÁN
Mientras EUA negociaba con Irán sobre el acuerdo nuclear y proporcionaba apoyo aéreo a las milicias
iraquíes chiitas (aliadas de Iran) en contra del Estado Islámico en Tikrit, EUA daba cobertura militar
– apoyo logístico y de inteligencia – a la coalición sunnita encabezada por Arabia Saudita en contra
de los rebeldes huzies (movimiento chiita respaldado por Irán) en Yemen. Con estos eventos se
inaugura una nueva dinámica en el Medio Oriente: EUA cede su lugar a los actores regionales –
Arabia Saudita e Irán - como primera fuerza de respuesta, mientras EUA se enfoca en “crear las
condiciones” que limiten el alcance de los conflictos. El antecedente inmediato de este enfoque
diplomático está en la diplomacia triangular de Richard Nixon que multiplicó las opciones
diplomáticas para EUA en la década de 1970. La apertura hacia China en 1972 le permitió a EUA
aprovechar las divisiones dentro del mundo comunista, así como enfrentar a China en contra de la
URSS; lo que mejoró sus opciones hacia cada una de ellas: si quería presionar a la URSS sólo tenía
que inclinarse hacia China, y viceversa. Como resultado de esta dinámica - y ante el temor de una
guerra en dos frentes, - la URSS negoció con EUA el Tratado para la Reducción de Armas
Estratégicas y disminuyeron las tensiones a causa de Taiwán (esto mientras EUA intensificaba sus
operaciones militares en el Sureste Asiático). Esta dinámica se repetirá en el Medio Oriente, donde
también existen tres centros de poder: Arabia Saudita, Irán y EUA. En ocasiones, se logra más
moderando los intereses de “otros” que tratando de imponer los nuestros. Al eliminar a Irán de su
lista de enemigos, EUA obtiene mayor flexibilidad diplomática en sus relaciones con Teherán y
Riyad. Además, al integrar a Irán en las estructura política del Medio Oriente, EUA refuerza la
estabilidad del mismo (elimina un elemento hostil y lo convierte en un asociado para mantener el
statu quo – único objetivo de Washington). En última instancia, un orden – regional o internacional será estable en la medida que exista un equilibrio físico y un equilibrio moral entre los elementos que
lo integran: el equilibrio físico reduce las capacidades para perturbar el orden; el equilibrio moral,
reprime el deseo de derribarlo. Resulta irónico que una década de campañas militares le dieran a
Washington la bienvenida al siglo XXI y que, al final, terminarán éstos por aceptar su papel natural
en el mundo: vigilar el equilibrio de poder.
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