Yacimiento de Fuente la Mora

Transcripción

Yacimiento de Fuente la Mora
Paleontología
El yacimiento denominado Fuente de la Mora se localiza en la parte superior de
un cerro amesetado situado en la orilla Norte del arroyo Butarque. El
conocimiento de su existencia se remonta a la confección de la Carta
Arqueológica de Madrid, debido fundamentalmente a la recuperación de
fragmentos de cerámica e industria lítica en la superficie de los terrenos de
labor que ocupa, y que se extienden desde los escarpes del cerro hasta
aproximadamente la carretera M-40. En el yacimiento se encuentra variada
representación de cuatro épocas diferentes en las que este lugar ha sido
habitado, desde el Calcolítico (Edad del Cobre, 3000-2500 a.C.), la Edad del
Bronce (2000-1500 a.C.), época prerromana (siglos III a.C al I d.C.) y periodo
altomedieval o visigodo (siglos VI-VIII d.C.).
Estructura de
almacenamiento subterráneo
(silo)
La abundancia de agua potable en un área
prominente y con buena visibilidad tuvo
seguramente que ver con la preferencia con
que se ocupó esta zona.
Las excavaciones llevadas a cabo entre mayo y
objeto la documentación completa de la parte
trazado de la futura autopista Radial-5. Para
excavado unos 32.000 metros cuadrados de
conseguido identificar alrededor de 900
arqueológicos diferentes correspondientes a los
agosto de 2001 tienen como
del yacimiento afectada por el
ello se han abierto, limpiado y
extensión, en los que se han
estructuras o elementos
cuatro periodos citados.
De más antiguo a más reciente, ésta es la
Cabaña circular calcolítica
descripción de los mismos:
-Época Calcolítica. Hace unos 5000 años, en el extremo oriental de la superficie
abierta se asentó un poblado de primitivos agricultores. Construyeron una serie
de cabañas circulares de paredes construidas con estacas y revestidas de barro
y provistas de techos de paja y rodearon la aldea de cuatro recintos
concéntricos formados por trincheras y sus correspondientes terraplenes. A lo
largo de varios siglos explotaron intensivamente los recursos naturales de su
entorno, produciendo gran cantidad de restos en forma de desechos
domésticos. La parte aérea de las construcciones desapareció con el paso del
tiempo y la puesta en cultivo de los terrenos, pero los hoyos para el
almacenamiento subterráneo del cereal, los hornos, agujeros de poste y la
parte de las cabañas excavadas en el subsuelo han pervivido hasta nuestros
días permitiéndonos recuperar una parte de sus instrumentos, ajuares y
residuos de actividades diversas. De este modo sabemos que cultivaron
cereales, tejían en primitivos telares, cazaban ciervos además de pastorear
ovejas, cabras, cerdos y vacas y disponían de un reducido utillaje metálico
(punzones de cobre). Cazaban con arco y flechas (se recuperaron un buen
número de puntas, de piedra tallada, ya que la madera ha desaparecido
completamente) y seguramente trabajaban las pieles, el hueso y la madera.
Fondo de cabaña
Cocían su cerámica doméstica de forma familiar y produjeron una cantidad
tardovisigodo
muy apreciable de vajilla de diferentes formas simples, siempre modelada a
mano. Cuencos, cazuelas y vasos de almacenaje fueron las formas más comunes. La inversión de trabajo
colectivo en las obras "defensivas" del poblado fue bastante significativa. Seguramente las zanjas concéntricas
que rodean el poblado drenaban la excesiva humedad del terreno sirviendo como refugio nocturno de los
rebaños, ya que el entorno era bastante más agreste y boscoso que en la
actualidad.
- Edad del Bronce. Sin saber a ciencia cierta si hubo o no continuidad en la vida
del poblado, es un hecho que algún tiempo después (hace unos 4000 años) la
forma de ocupar el cerro por sus posibles descendientes tomó un aspecto bien
diferente. Al poblado centralizado calcolítico siguió una ocupación relativamente
dispersa de la que se han documentado varias agrupaciones de hoyos de
almacenamiento subterráneo en el entorno inmediato del poblado anterior, pero
sin superponerse al mismo. Los restos conservados son mucho menos
abundantes y vistosos, aunque destaca la aparición de cerámicas con
decoración de estilo "campaniforme geométrico" y toda una serie de formas
Foso prerromano de sección nuevas en la vajilla. Debido a su configuración dispersa, los restos
en V
arqueológicos de la Edad del Bronce ocupan una superficie muy amplia.
-Época Prerromana. Hacia el siglo III a.C., justo fuera del área investigada por
su lado Este, se construyó un nuevo poblado fortificado de tipo castreño. Los
habitantes de este nuevo asentamiento, llamados por las fuentes antiguas
"carpetanos", pertenecen ya a una cultura avanzada de la Edad del Hierro. El
acceso a su poblado quedó protegido por dos grandes fosos defensivos
exhaustivamente sondeados en la parte oriental del área abierta. Recibieron
influencias comerciales de otras partes de la península Ibérica, usaron vajillas
vistosamente decoradas realizadas a torno y un instrumental agrícola muy
semejante al nuestro, de hierro. Con la llegada de los conquistadores romanos,
sin embargo, su forma ancestral de vida se vio obligada a aceptar importantes
transformaciones. Nuevas formas económicas y la implantación del orden
Sección del primer recinto
calcolítico
político romano condujeron al abandono del poblado a mediados del siglo I d.C.
-Tras la caída del Imperio romano, la ruralización de la sociedad y la crisis de
las ciudades antiguas coincidió con una nueva y extensiva colonización agraria
por parte de familias campesinas. Al menos un par de ellas se asentaron en los
terrenos del cerro, en los extremos oriental y occidental del área investigada.
Sus restos se reducen a algunos silos de cereal, varios agujeros de poste y a
cabañas de suelo rehundido. Los residuos domésticos contenidos en estos
hoyos (principalmente fragmentos de cerámicas) permiten datar la ocupación
entre los siglos VI y VIII d.C.
Tercer recinto calcolítico
(sección)
La dedicación agrícola de estos campos ha supuesto la pérdida de la parte
superior de todos los yacimientos anteriormente expuestos, de modo que sólo
una lectura atenta y minuciosa de las huellas conservadas como cicatrices en la superficie del yacimiento ha
permitido reconstruir esta parte de la historia de Leganés y de la Comunidad de Madrid. El empleo de una
metodología rigurosa de excavación, la documentación precisa de todas las evidencias y el posterior análisis de
todos los materiales recuperados y muestras obtenidas contribuirá a conocer de forma más ajustada las
formas de vida y relación con el entorno de todas esas comunidades que en el pasado vivieron en estos
terrenos.
Más fotos de Fuente La Mora
General en el sector del tercer
recinto calcolítico
Vista general del yacimiento con
leganés en fondo
Cerámica estampillada y
pintada
(siglo III a.C.)
Sección del cuarto recinto calcolítico
Puntas de flecha de sílex y hueso y
cuchillo de sílex (Calcolítico)
Para saber más sobre el Yacimiento de Fuente La Mora
http://www.loseskakeados.com

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