La Universidad de Santiago utiIiza eI bagazo de Ia uva y Ia
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La Universidad de Santiago utiIiza eI bagazo de Ia uva y Ia
81,9(56,'$'('( 6$17,$*2'(&203267(/$ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN ! "$# E-mail: [email protected] http://imaisd.usc.es Edificio CACTUS Campus Sur 15782 Santiago de Compostela Tel.981547060 Fax 981547077 127$'(35(16$ /D8QLYHUVLGDGGH6DQWLDJRXWLOL]DHOEDJD]RGHODXYD\OD PDQ]DQD SDUD REWHQHU DGLWLYRV DSOLFDEOHV D OD LQGXVWULD DOLPHQWDULD\DODGHUPRFRVPpWLFD /DV HPSUHVDV FDWDODQDV %RGHJDV 7RUUHV \ %RUJHV HVWiQ LQWHUHVDGDVHQODDSOLFDFLyQGHORVUHVXOWDGRVDVXVSURGXFWRV 6DQWLDJRGHMXOLRGH9tD/iFWHD.- El Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Santiago trabaja en la obtención de aditivos alimentarios a partir de residuos de la industria agraria. Este proyecto, dirigido por la USC, se realiza en colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y la Universidad Autónoma de Madrid. La directora del proyecto, 0DUtD -RVp 1~xH] *DUFtD, explica que se trata de obtener, fundamentalmente, antioxidantes a partir del bagazo de uvas tintas y de manzana, con el objeto de aplicarlos a diferentes alimentos y productos cosméticos. El equipo compostelano se centra en la fase de extracción de los antioxidantes, mediante disolventes como el etanol, el metanol y el agua. Los bagazos que utilizan estos investigadores son los restos de prensar la uva o los denominados bagazos de la alcoholera, resultantes de la elaboración del aguardiente. Según los datos proporcionados por la profesora 1~xH], en Galicia se producen anualmente 65.000 toneladas de bagazo de uva. Por otro lado, existen dos procesadoras de manzana, que se encuentran con el problema de deshacerse de los restos procedentes de la fabricación de sidra. En ambos casos, estos residuos encontrarían una importante salida como aditivos alimentarios. La profesora 1~xH] señala que los bagazos contienen diferentes sustancias antioxidantes. La función del equipo de la USC es estudiar la velocidad de extracción de estos compuestos, así como la cantidad extraída, con el objeto de comprobar si compensa llevar los resultados a escala industrial. El grupo del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo fracciona, caracteriza y selecciona los extractos más activos para aplicarlos a diferentes alimentos. Esta aplicación se dirige, sobre todo, a la conservación de pescados grasos congelados, como la caballa o el jurel. 1~xH] explica que “este pescado se enrancia muy pronto porque tiene mucha grasa, de modo que estos aditivos incrementarían el ciclo de conservación de estos y otros alimentos”. La novedad del proyecto radica en que “conjuga el conocimiento de la existencia de antioxidantes con un método de extracción efectivo y que se puede llevar a la práctica a escala industrial”, indica su directora. En la actualidad son el único grupo que desarrolla todo este ciclo en España, por lo que algunas empresas ya han mostrado su interés por aplicar los resultados de la investigación a sus productos, como 9LWLYLQtFROD GHO 5LEHLUR y las catalanas %RGHJDV7RUUHV y %RUJHV. 81,9(56,'$'('( 6$17,$*2'(&203267(/$ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN ! "$# E-mail: [email protected] http://imaisd.usc.es Edificio CACTUS Campus Sur 15782 Santiago de Compostela Tel.981547060 Fax 981547077 (VWRVFRPSXHVWRVSRGUiQXWLOL]DUVHFRPRGHUPRSURWHFWRUHV\FUHPDV ORTXHVXSRQGUiXQLPSRUWDQWHDYDQFHHQODOXFKDFRQWUDHOFiQFHU En los últimos años se han descubierto nuevas propiedades de los antioxidantes que abren importantes posibilidades para el mundo de la Medicina. Estos compuestos intervienen en el envejecimiento y en todos los procesos relacionados con deterioros oxidativos, como la artritis o la arterioesclerosis. Se trata, según 0DUtD -RVp 1~xH], de “un campo de futuro que científicamente todavía está empezando a desarrollarse”. Los antioxidantes, además de utilizarse como aditivos alimentarios, tienen futuro como dermoprotectores. Los investigadores comprueban LQYLWUR y también LQYLYR la inocuidad de estas sustancias, puesto que “el hecho de que sean naturales no implica que carezcan de contraindicaciones para la salud”, señala la profesora. Los dermoprotectores se ensayan sobre células de la piel, con el objeto de reducir la oxidación, que puede inducir cambios malignos en el organismo. Estas propiedades abren nuevas vías en la lucha contra el cáncer. Los aditivos alimentarios se ingieren con los alimentos, por lo que pasan por el hígado. Analizando las células del hígado es posible comprobar si hay daños o si se detectan restos de antioxidantes. Para la obtención de antioxidantes destinados a cremas y fotoprotectores, el equipo utiliza bagazo de uva, serrín procedente de residuos forestales y cáscaras de frutos secos como almendra y avellana. Esta investigación se desarrolla en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. 9HQWDMDVGHORVDQWLR[LGDQWHVQDWXUDOHVIUHQWHDORVVLQWpWLFRV Paralelamente al interés por los antioxidantes, ha crecido la preocupación por la seguridad que ofrecen. La profesora explica que los antioxidantes sintéticos, “fabricados” en laboratorios químicos, presentan “algunos efectos nocivos evidenciados por estudios toxicológicos”. Así, las normativas alimentarias tienden a restringir su uso, o incluso a prohibirlos en el caso de alimentos infantiles. Por el contrario, los antioxidantes naturales, aunque son complejos de extraer, son más compatibles con el organismo humano y el consumidor los acepta de mejor grado. Además, la directora del proyecto señala que si el antioxidante procede de residuos es más barato, lo cual repercute en el precio final de los alimentos y demás productos. Es el caso, por ejemplo, de las cremas dermocosméticas. A pesar de sus ventajas, todavía no se han estudiado las repercusiones sobre la salud de la mayoría de los antioxidantes naturales. El equipo de la Universidad de Santiago pretende, pues, avanzar en este sentido. El objetivo de estas investigaciones es su aplicación a la industria, como “un producto con garantías, caracterizado e inocuo”. En el marco de los cursos de verano de la USC, el equipo organiza un curso del 16 al 19 de julio, centrado en la extracción y aplicación de antioxidantes naturales a los campos médico y alimentario.