Imprimir Nota - Tierra de Periodistas

Otras nueve víctimas declararon ayer en el juicio contra dos ex coroneles
Los ex coroneles Carlos Humberto Caggiano Tedesco y Juan Antonio Beltrametti, juzgados por crímenes
cometidos durante la última dictadura militar, escucharon ayer los testimonios de otras nueve víctimas de
torturas y detenciones ilegales.
Uno de los testigos, que ya había declarado, se quebró y el Tribunal suspendió la audiencia por algunos
minutos para que se recupere. Un 1 de 39 testigos ya declararon ante el Tribunal Oral Federal de Posadas
en el juicio que se le sigue a los ex coroneles Carlos Humberto Caggiano Tedesco y Juan Antonio
Beltrametti, quienes están acusados de haber cometido homicidios, aplicación de tormentos y detenciones
ilegales en Misiones durante la última dictadura militar.
Durante la jornada de ayer, los testigos dejaron en claro que las fuerzas conjuntas, encargadas de la
represión, estaban manejadas por el Área Militar 232, donde se desempeñaron Caggiano Tedesco y
Beltrametti.
Carlos Alberto Bajura y Ricardo Coutuné dijeron durante la audiencia que el detenido Julio Benítez murió
tras una sesión de torturas. Su deceso se produjo en la cárcel de Candelaria luego que se duchara y Enrique
Peczak lo sacara del pabellón para llevarlo a la enfermería.
La dirigente gremial Ester Cabral había llegado a Misiones escapando de la temible Triple A antes del golpe
de Estado. Buscaron refugio en la chacra de Julio Benítez, donde la mujer fue detenida junto con su beba de
ocho meses y al obrero rural Rolando Puntín. La beba habría presenciado la primer sesión de tortura a la
que fue sometida en la Jefatura de Policía. Cabral dijo que fue llevada al centro clandestino de detención
“La casita de Mártires” junto con Puntín, pero éste no fue bajado allí. Cree que el hombre no resistió
mucho, ya que sintió su respiración jadeante y las piernas pegajosas antes que los separaran.
Gladis Claver Gallino y su esposo Carlos Pérez Rueda eran importantes dirigentes de Montoneros en
Corrientes y llegaron a Misiones buscando refugio de la Triple A. Fue detenida junto con sus dos pequeñas
hijas y fue el propio jefe de Policía (Molina) quien le dijo que tenía la orden de entregar a las dos bebas a
una tía, lo cual concretaron dos días después.
Claver Gallino dijo que durante su estadía en la Alcaidía de Mujeres vio al general Cristino Nicolaides,
quien quería conocerla, al igual que a Milagros Palacios.
El testimonio de Benito Delfín Aguirre sirvió también para demostrar que en Misiones la represión se
centró en los estudiantes secundarios de Posadas y también en los militantes del Partido Auténtico y
dirigentes agrarios.
Aguirre, delegado gremial de los empleados rurales, trabajaba en el establecimiento Urrutia cuando fue
detenido por las fuerzas conjuntas, tras lo cual fue sometido a torturas. Durante la jornada de ayer no
se presentó a declarar Silvia Coutuné, motivo por el cual se decidió que lo haga el 7 de octubre próximo.
(Noticias del 6)
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