tus ojos me guían en la oscuridad

Transcripción

tus ojos me guían en la oscuridad
TUS OJOS
ME
GUÍAN
EN LA OSCURIDAD
AUTOR: Tomás cortijo Pérez / Escuelas para la vida
1
TUS OJOS ME GUIAN EN LA
OSCURIDAD.
Erase una vez, un niño que no podía ver las grandes maravillas de este mundo, que se
encuentran en los pequeños actos de cada día. No veía los grandes paisajes ni los valles
verdeciendo. En otoño, no podía ver como caían las hojas de los arboles, todo se hacia
más difícil para él: el colegio, jugar al futbol, dar un simple paseo, etc. Un día paseando
con su abuelo, Emilio (que es como se llama nuestro personaje), se dispuso hablar de
sus sentimientos más deseados. El niño empezó diciendo en alta voz:
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Emilio: ¡¡¡Querido abuelo!!!, ¿Cuándo podré andar sin guía?, me gustaría
caminar sin que nadie tuviera que estar pendiente de mi ¿podré hacerlo algún
día?
Abuelo: Nunca podemos decir lo que pasará con nuestro futuro, pero si lo
intentas con todas tus fuerzas y eres capaz de creer en ese sueño; porque te salió
del corazón, la vida se pondrá de tu parte y lograrás alcanzar aquello que
anhelas.
Emilio, se quedo pensativo por unos instantes, mientras escuchaba a los demás
niños jugar con la pelota, unos días después de haber hablado con su abuelo,
apareció un hombre de blanco que venia en un hermoso carruaje, en el traía
medicamentos y ungüentos para curar a las personas más necesitadas.
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Emilio: ¡Que ruido tan extraño!, no lo reconozco; exclamó Emilio al escuchar el
crepitar de las ruedas de carruaje transcurriendo por el camino.
Acto seguido la curiosidad por aquel ruido que provenía del sendero que conducía
al pueblo, le impulso a salir corriendo para averiguar de qué se trataba, una vez allí,
escucho el revuelo de los aldeanos del pueblo, que comentaban sobre la llegada de
unos médicos; que ayudaban a curar a las personas que lo necesitaban y se preguntó:
¿Que querrán esos señores? ¿Me harán daño?
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2
Medico: ¿Hay alguien en este pueblo que necesite cuidados médicos o
medicinas para sanar?
Abuelo: ¡Emilio! Este es el momento que has estado esperando, ¡aprovéchalo!
Y haz realidad tu sueño. Ellos pueden curar tu ceguera y hacer que puedas ver
otra vez la luz.
Emilio: ¡abuelo! Tengo mucho miedo, me asusta pensar que todo pueda ser
diferente a como lo he conocido, (llorando) no se si me atreveré,
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Abuelo: Por favor, escucha esa voz que sale de tu corazón y que durante tanto
tiempo te dijo: ¡haz realidad tu sueño!, yo siempre estaré a tu lado apoyando tus
decisiones, el amor que nos tenemos hará que en la distancia nos sintamos cerca.
Todo pasó en un instante, Emilio se montó en el carruaje con aquellos médicos, y poco
a poco su rostro bañado en lágrimas fue desapareciendo en el horizonte.
Timoteo, el abuelo de Emilio, se quedo durante un tiempo contemplando los verdes
prados, donde Emilio aprendió a correr y jugar con los animales. Durante unos instantes
permaneció cabizbajo desolado por la despedida, pero al momento pensó; que aunque se
separarán, Emilio podría volver algún día para ver aquella tierra que con tanto cariño le
trato.
Transcurrieron varios años de la marcha de Emilio, este ya se había convertido en un
hombrecito, había echo nuevas amistades durante todo ese largo tiempo que duro el
tratamiento. En todos esos años Emilio conoció a Cristina, una gran amiga que siempre
le dio esperanzas y cuidados, compartieron secretos y es por eso que Cristina sabía que
Emilio soñaba con regresar un día al pueblo que le vio crecer, para fundirse en un
abrazo a su abuelo Timoteo.
Una mañana de otoño cuando las hojas caían y arropaban la tierra cubriéndola con su
manto seco, se reunieron con los médicos para hablar sobre el viaje que tenían pensado
realizar, estos muy emocionados al oír las intenciones de Emilio, sólo pudieron decirle:
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3
Médicos: Emilio, devuelve a la vida todo aquello que gratuitamente te dio, busca
a las personas que te aman y ámalos. Ahora que puedes ver y tú que has sufrido
la oscuridad, cuida de los demás: da tu tiempo con gozo y alegría al enfermo
incurable, acompaña con amor y con paciencia al anciano ya inútil en su camino
de despedida. Es importante que cuides a los seres humanos más imperfectos;
incluso a aquellos que ya no parecen humanos.
Emilio y Cristina: Gracias por enseñarnos el camino de ayudar a esa gente que
tiene y tendrá nuestro problema seguiremos vuestros consejos gracias.
Una nota de Emilio y cristina:
La confianza es la luz.
El camino siempre esta dispuesto a ser recorrido.
Sino desfalleces en el intento, sino sucumbes al miedo, sino te paralizas las
propias indecisiones, llevaras contigo la luz y serás luz para otros.
fin
Autor: Tomás cortijo Pérez / Escuelas para la vida
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