Inmunología y transfusión. Dra. Alonso pdf
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Inmunología y transfusión. Dra. Alonso pdf
INMUNOLOGÍA Y TRANSFUSIÓN: CONCEPTOS BÁSICOS Rebeca Alonso Arias Servicio de Inmunología, Hospital Universitario Central de Asturias HISTORIA DE DESCUBRIMIENTO DEL MHC HUMANO El trasplante de tejidos u órganos entre individuos no relacionados genéticamente conduce generalmente al rechazo de los mismos por parte del individuo receptor. Sin embargo, cuando se realiza entre individuos genéticamente idénticos el rechazo no tiene lugar. Este tipo de observaciones fueron descritas ya a principios de los años 40 por Peter Medawar al realizar trasplantes antólogos y alogénicos de piel humana. Sin embargo, la caracterización del Complejo Principal de Histocompatibilidad (MHC) en el hombre se produjo algo algunos años más tarde. En 1953, Jean Dausset encontró que tras múltiples trasfusiones de sangre los individuos presentaban unos anticuerpos en el suero capaces de aglutinar leucocitos. Unos años después, en 1957, Rose Payne describió la presencia de estas leucoaglutininas en el suero de todos los pacientes multitrasfundidos y en el de mujeres multíparas. Dedujo, que de forma similar a las múltiples trasfusiones, los múltiples embarazos inmunizan a las madres frente a los antígenos leucocitarios paternos. En el mismo año, en Holanda, Jon van Rood llegó a conclusiones similares al atender a una paciente que tras seis embarazos había desarrollado una reacción febril severa durante un nuevo embarazo. Todos estos estudios demostraron la necesidad de un mejor conocimiento de la biología de estas proteínas fuertemente inmunogénicas y se comenzaron a desarrollar una serie de técnicas como la leucoaglutinación, la citotoxicidad y la fijación del complemento, con esta finalidad. GENETICA DEL MHC Se han identificado 6 principales loci en el MHC humano, las moléculas de HLA-A, HLA-B y HLA-C son moléculas de HLA de clase I, mientras que HLA-DP, HLA-DQ y HLA-DR son moléculas de clase II. Además existen otros loci menores mucho menos polimórficos que codifican para las moléculas de MHC denominadas no clásicas. Son E, F, G y H para clase I y DM, DN y DO para clase II. El número de alelos identificado en cada locus es muy elevado y aumenta rápidamente. A principios del año 2010, se habían identificado 965 alelos de A, 1543 alelos de B y 762 alelos de DR. En humanos, el MHC está localizado en el brazo corto del cromosoma 6 y la β2microglobulina está codificada por un gen situado en el cromosoma 15. La mayoría de las proteínas implicadas en el procesamiento de las proteínas antigénicas están codificadas en genes localizados en esta región cromosómica. Los genes de la región del MHC están muy próximos, con una frecuencia de entrecruzamientos durante la meiosis es de alrededor del 3% entre las regiones más alejadas. Esto hace que, en general, los alelos que codifican para cada variante se trasmitan ligados. Cada combinación particular de alelos de estos genes presentes en un cromosoma individual se conoce como haplotipo. Este sistema genético presenta un alto grado de polimorfismo. El polimorfismo genético es la presencia de más de un alelo en el mismo locus, y un locus se considera polimórfico si el alelo menos frecuente se presenta en más del 1% de los individuos de una población. Muchas de nuestras proteínas son polimórficas, pero de la mayoría sólo existen unas pocas variantes o alotipos y generalmente una o dos variantes son mayoritarias. Además, la expresión de estas moléculas es codominante, expresándose simultáneamente los alelos heredados de ambos progenitores y maximizando el número de moléculas de MHC capaces de unir péptidos para la presentación a las células T. Estos hechos hacen muy improbable que dos individuos elegidos al azar compartan los mismos alotipos. Toda esta variabilidad resulta muy útil para luchar contra los microorganismos, sin embargo supone una barrera para los trasplantes de tejidos u órganos, y es lo que da nombre a las moléculas del sistema de histocompatibilidad. El que cada individuo de la población porte en su superficie moléculas de MHC diferentes supone que los injertos portan en su superficie antígenos extraños que pueden ser reconocidos por el receptor y destruidos en el proceso de rechazo. TEORÍAS SOBRE EL ALORECONOCIMIENTO En el caso especial de reconocimiento de antígenos de MHC extraños se denomina aloreconocimiento y consiste en la capacidad de las células T de reconocer complejos péptido/MHC con los que no ha estado en contacto durante el proceso de maduración en el timo. Una característica del aloreconocimiento es la alta frecuencia de células T aloreactivas (1/103-104), mientras que la frecuencia de células T específicas para un único complejo de MHC-propio/péptido extraño es entre cien y mil veces menor. Existen varios mecanismos de aloreconocimiento. En el aloreconocimiento directo las células T reconocen determinantes antigénicos en las moléculas de MHC que presentan en su superficie las células alogénicas. En el indirecto, las moléculas de MHC del donante son procesadas y presentadas como péptidos por las moléculas de MHC del individuo receptor, de forma similar al procesamiento antigénico convencional. Recientemente, se ha descrito un tercer mecanismo denominado aloreconocimiento semi-directo en el cual las células dendríticas de receptor adquieren complejos péptido/MHC completos transferidos desde células del donante. Ambos tipos de aloreconocimiento pueden conducir al rechazo inmunológico de las células alogénicas. Cuando un aloantígeno es reconocido por alguna de estas vías, se desencadena una respuesta efectora por parte del sistema inmunológico denominada alorespuesta. ALORECONOCIMIENTO/ALORESPUESTA EN TRANSFUSIÓN La transfusión o el trasplante de productos sanguíneos conteniendo moléculas de HLA alogénicas puede estimular respuestas inmunes en el individuo receptor. De este modo, se pueden producir diversas situaciones clínicas consecuencia de la alorespuesta: • Refractariedad a plaquetas. Las causas inmunes del consumo de plaquetas incluyen varios factores, entre ellos se encuentran los anticuerpos anti-HLA y/o anti-HPA (antígenos plaquetarios), que se consideran responsables de entre el 25% y el 50% de los casos. La transfusión de productos sanguíneos conteniendo antígenos de HLA puede estimular la respuesta inmunológica en el individuo receptor. Todas las células sanguíneas, excepto los eritrocitos, expresan moléculas de HLA en su superficie y pueden dar lugar a la generación de una respuesta anti-HLA. En el suero de los individuos refractarios se encuentran anticuerpos anti-HLA, también anti-antígenos plaquetarios, responsables de la destrucción de las plaquetas. Las plaquetas sólo expresan HLA de clase I y por este motivo en estos pacientes el objetivo sería encontrar donantes compatibles, o al menos con moléculas de HLA de clase I frente a las que no haya anticuerpos preformados. • TRALI (transfusion related acute lung injury). Es un síndrome clínico que se caracteriza por insuficiencia respiratoria aguda y edema pulmonar no cardiogénico durante o después de una transfusión de productos hemáticos. Una de las causas de este proceso es la presencia en el suero del donante de anticuerpos anti-HLA del receptor o aloantígenos neutrofílicos humanos, principalmente HNA-1a, HNA-1b, HNA-2a y HNA-3a. La red capilar pulmonar es muy compleja y contiene una alta concentración de neutrófilos. La aglutinación de estas células inducida por los anticuerpos hace que queden atrapados en la microvasculatura. Además, hace que se activen liberando radicales de oxígeno y otros elementos que dañarán las células endoteliales de los capilares pulmonares, aumentando la permeabilidad vascular y el paso de líquido y proteínas al alveolo. Uno de los principales mecanismos para prevenir el TRALI es la política de exclusión de donantes, evitando aquellos individuos como las mujeres multíparas con gran riesgo de presentar anticuerpos anti-HLA.