1.- a) El sentimiento de felicidad e infelicidad que se crea en los

Transcripción

1.- a) El sentimiento de felicidad e infelicidad que se crea en los
COMENTARIO DE TEXTO
Nuestros mayores nos dijeron que la vida era un valle de lágrimas. Nosotros, como venganza, quisimos educar
a nuestros hijos haciéndoles creer que la vida es un parque de atracciones. Lo bueno que tenía el partir de una
expectativa tan baja, el célebre valle de lágrimas, era que las criaturas nos lanzábamos al mundo con la idea de que
todo sería cuesta arriba, de tal manera que la vida, finalmente, resultaba ser una grata sorpresa y nosotros
podíamos reservarnos una dosis de rencor, que siempre gusta, hacia quien nos había inoculado la idea de que la
alegría siempre es un sentimiento que ha de ser castigado. El influjo del valle de lágrimas perdura. La felicidad
carece de prestigio social. No verán ustedes un escritor que declare su alegría abiertamente: unos dicen sufrir por el
mundo desde que se levantan; otros, más sinceros en el fondo, sufren sin descanso por su obra, y los terceros,
entre los que reconozco que me encuentro, jamás confesaremos nuestra dicha por terror a perderla. (…) De
cualquier manera, hay momentos en que me parece mucho más peligroso hacer creer a un niño que la vida, esa
incógnita, será un parque de atracciones. (…) A menudo, escucho a los padres de ahora que lo importante es
reforzar la autoestima del niño. Hay, en el mismo instante en que usted lee este artículo, cientos de miles de padres
españoles reforzándoles la autoestima a sus niños; es decir, haciéndoles ver que son guapos cuando no lo son
tanto, que son listos, cuando está por ver; que se lo merecen todo, cuando no han demostrado nada. El problema es
que una vez que las criaturas hayan de convivir con otros niños se enfrentarán al hecho de que nadie les alaba tanto
como sus padres y, a menudo, sus desproporcionadas expectativas se verán frustradas. Los padres, angustiados
con la decepción de un niño que encuentra que la vida no es un permanente parque en el que se tiene derecho a
ticket para todas las atracciones, reaccionarán reforzando más si cabe la dichosa autoestima. Como resultado, no
es infrecuente encontrarse chavales rebosantes de autoestima e infelices por no encontrar un mundo a su altura. La
psicología barata ha hecho mucho daño poniendo el acento en el yo: hay que aprender a quererse a uno mismo,
librarse de la culpa. Parece que se busca un tipo de persona que sólo se preocupe por satisfacer sus deseos. Por
fortuna, hay otras corrientes que entienden que lo que el individuo necesita es hurgar menos en su interior y estar
más atento a lo que ocurre en el mundo.
Elvira Lindo, El País, 28/03/2010
CUESTIONES
1.- Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes: a) Enuncie
el tema (0.5 puntos); b) Detalle las características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); c)
Indique qué tipo de texto es (0.25 puntos).
2.- Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
3.- Elabore un texto argumentativo sobre la educación que reciben los hijos de sus padres. Debe figurar con toda
claridad la tesis que se defiende y los argumentos que la sustentan. (1,5 puntos)
4a.- Analice sintácticamente: Hay otras corrientes que entienden que lo que el individuo necesita es hurgar
menos en su interior (1,5 puntos).
4b.- Analice la estructura morfológica de infelices y de autoestima, e indique el proceso de formación de palabras
que ha tenido lugar en cada caso. (1 punto)
5a.- El Romanticismo. (2 puntos)
5b.- Comente los aspectos más relevantes de la obra del siglo XVIII que ha leído en su contexto histórico y literario.
(1 punto).
POSIBLE RESPUESTA A LAS 2 PRIMERAS PREGUNTAS:
1.- a) El sentimiento de felicidad e infelicidad que se crea en los hijos bajo la educación de sus
padres en la sociedad actual.
1.- b) El fragmento seleccionado aparece distribuido en un único párrafo y los marcadores
discursivos que encontramos contribuyen a la lectura organizada del texto. Su estructura textual
se basa en una introducción (referencias a la educación en el pasado) y un desarrollo (a cerca
de la educación actual).
A nivel de uso lingüístico se aprecia un código elaborado, un registro formal del lenguaje y
un vocabulario cuidadoso, no especializado. Los sustantivos, principalmente abstractos
(felicidad, alegría, autoestima) concretan los sentimientos en torno a los cuales gira la vida de
nuestros hijos; los adjetivos son principalmente explicativos (grata sorpresa, desproporcionadas
expectativas) y matizan los deseos positivos que imparten los padres sobre los hijos desde que
son pequeños. A lo largo del texto encontramos los conector/es (de cualquier manera, a
menudo) que dotan al texto de gran cohesión. En los tiempos verbales destaca el presente
(carece, escucho) ya que el emisor pretende contar la realidad de la educación tal y como él la
está viviendo en la actualidad, y hace uso del pasado (dijeron, quisimos) para hacer referencia a
la educación de nuestros mayores sobre nosotros. A nivel oracional (…escucho a los padres de
ahora que lo importante es reforzar la autoestima… haciéndoles ver que son guapos…)
predominan las predicativas para expresar progresión y movimiento en lo que nos quiere
transmitir y las subordinadas porque nos aclara el concepto que pretende inculcar los padres
hoy en día a sus hijos sobre su estado anímico.
Entre los recursos del lenguaje destacamos la metáfora-ironía (la vida es un parque de
atracciones , la vida no es un permanente parque en el que se tiene derecho a ticket para todas
las atracciones) porque tratan de llamar la atención del receptor sobre cómo hacemos ver a
nuestros hijos qué es la vida, frente a la realidad que van a encontrar; y que a pesar de los años
básicamente sigue siendo la misma que la que nos enseñaron nuestros padres (Nuestros
mayores nos dijeron que la vida era un valle de lágrimas....)
1.- c) Así el tipo de texto que se propone es argumentativo - expositivo, propio de los
artículos de opinión, ya que el autor explica aspectos de la educación que se da a los hijos
desde su punto de vista personal y subjetivo.
2. - La educación de nuestros antepasados suponía que los hijos vieran la vida como un
sufrimiento y un valle de lágrimas. Esto ha supuesto que en el intento de un cambio a mejor
como padres se transmita la vida como una alegría y un parque de atracciones; así, de este
modo se consiguen niños con mucha autoestima y poca felicidad por no saberse realizar en el
entorno que les rodea.

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