LA SOCIOLOGÍA DEL TIEMPO COMO SOCIOLOGIA DEL RELATO

Transcripción

LA SOCIOLOGÍA DEL TIEMPO COMO SOCIOLOGIA DEL RELATO
LA SOCIOLOGÍA DEL TIEMPO COMO SOCIOLOGIA DEL RELATO
Luciano Miguel García
RESUMEN
La pretensión del distinguir la sociología del tiempo como una especialización de la
sociología es problemática, en tanto el tiempo es una dimensión global. Para la ciencia
aristotélica el tiempo fue un transito hacia la pérdida o la ganancia de identidad objetiva.
Para la ciencia moderna el tiempo es una creación de identidades comunicativas. Sin
embargo, revisando la configuración lógica de las distintas modalidades de la identidad
en la ciencia aristotélica y en la ciencia moderna se puede comprobar que el tiempo ha
sido tratado, además de como dimensión global, como factor de construcción de la
realidad. Cuando la identidad se ha sintetizado como representación de sentido el
tiempo ha llegado a erigirse de hecho como un objeto susceptible de indagación
científica. Si la sociología del tiempo asume esta constatación, ampliará su ámbito hacia
las representaciones trascendentes que contribuyen a configurar la realidad social.
1. La imposibilidad aparente de una ciencia especializada del tiempo
En apariencia no es posible una ciencia especializada del tiempo porque ninguna ciencia
que haya sido aceptada como tal, ni la aristotélica ni la moderna, parece admitir el
tiempo como un objeto diferente que permita constituir un campo de investigación con
un lugar delimitado y diferenciado de otros campos.
Puede argumentarse a favor de esta tesis que la ciencia, tanto en su versión aristotélica
como en su versión moderna, construye identidades sintéticas que integran múltiples
identidades, manteniendo el tiempo en ambos casos como una dimensión global, no
especial. En el caso de la ciencia aristotélica el tiempo se trata como un proceso
transitorio hacia la pérdida o la adquisición de una identidad, por lo que su investigación
sería auxiliar para la ciencia. La ciencia aristotélica integraba identidades
indeterminadas de los objetos en identidades ideales atemporales que determinaban
distintas propiedades comunes por naturaleza. La síntesis de las identidades ideales
finalizaba en Dios eterno, motor inmóvil, razón de todos los cambios. En el caso de la
ciencia moderna el tiempo se trata como una dimensión creativa que permite constatar
la emergencia de identidades, por lo que el tiempo sería objetivo central de cualquier
indagación. La ciencia moderna integra las identidades indeterminadas de objetos
comunicados en identidades sistemáticas dinámicas que reconstruyen propiedades
alteradas por el encuentro entre distintos objetos. La síntesis en las identidades
sistemáticas se produce por procesos continuos inscritos en el tiempo.
2. El tiempo transitorio de la ciencia aristotélica
La ciencia aristotélica distinguía dos tipos de identidad de los objetos según el grado de
abstracción (Aristóteles, libro quinto IX): la identidad accidental de la experiencia
concreta y la identidad esencial de la ciencia abstracta. En la identidad accidental las
propiedades por las que son identificados los objetos son indeterminadas. En la
terminología de Frege (Frege), se trata de una identidad de sentido percibida
inmediatamente. Según Aristóteles, una vez constituida el tiempo es un tránsito hacia la
perdida. En la identidad esencial, científica, las propiedades por las que son
identificados los objetos son determinadas. En la terminología de Spencer Brown
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(Spencer Brown), se trata de una identidad formal, que constituye como una distinción.
Según Aristóteles, el tiempo es un tránsito hacia su afirmación. Para cada uno de estos
dos tipos, cabe distinguir a su vez dos modalidades: una identidad plural y una identidad
singular.
Las cuatro modalidades resultantes son definidas y designadas en la siguiente tabla:
a) Identidad de sentido plural o identidad práctica
Es la identidad de un acto que tiene una continuidad diferenciada dentro de su entorno
pero indeterminada; por ejemplo, expresarse oralmente como reacción a un
acontecimiento o realizar un trazo recto. El tiempo extingue el acto.
Puede designarse utilizando una letra minúscula: a
b) Identidad de sentido singular o identidad sustancial
Es la identidad de un sujeto individual del que pueden predicarse una serie de actos
contingentes; por ejemplo, Sócrates o un punto en el que confluye un haz de trazos
rectos. El tiempo destruye la sustancia.
Puede designarse utilizando una letra mayúscula: A, tal que A={a1, a2, … an}
c) Identidad formal plural o identidad específica
Es la identidad de una norma cuyo cumplimiento independiza a una sustancia del
entorno determinando una estructura reiterable en distintas circunstancias; por ejemplo,
un lenguaje o un haz de rectas que une los vértices de un polígono con un número dado
de lados de igual longitud. La norma se actualiza en el tiempo.
Puede designarse utilizando una letra minúscula entre paréntesis: (a)
d) Identidad formal singular o identidad genérica
Es la identidad de un mundo completo del que pueden diferenciarse una serie de
normas; por ejemplo, los seres capaces de expresarse oralmente o los polígonos
regulares. El mundo es anterior al tiempo.
Puede designarse utilizando una letra mayúscula entre paréntesis: (A), tal que
(A)={(a1),( a2), … (an)}
3. El tiempo creativo de la ciencia moderna
La ciencia moderna no niega el tratamiento aristotélico de la identidad, sino que lo
amplía. Cualquier identidad de un objeto es alterada en la comunicación con otros
objetos. El tiempo es creativo porque expone la identidad de un objeto a la posibilidad
de la comunicación. La comunicación entre dos objetos identificados con el mismo
grado de abstracción es una relación que presupone la pluralidad como condición de
posibilidad de síntesis constructivas. La comunicación entre dos objetos con distinto
grado de abstracción es una representación que presupone la singularidad como
condición de posibilidad de síntesis de-constructivas.
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Las cuatro modalidades resultantes son definidas y designadas en la siguiente tabla:
a) Identidad relacional de sentido
Es la identidad de actos cooperativos que se afirman mutuamente condicionados; por
ejemplo el movimiento resultante de sistemas de fuerzas objeto de la física de Newton,
o las acciones integradas en un sistema de división del trabajo objeto de la economía de
Adam Smith. El tiempo es rutina para los actos cooperativos.
Puede designarse utilizando un par ordenado de letras minúsculas: ab
b) Identidad representativa de sentido
Es la identidad de un mundo que se proyecta en una referencia; por ejemplo el mundo
cotidiano en la física de Einstein o el mundo comunitario en el mito. El tiempo es una
construcción trascendente para el mundo proyectado.
Puede designarse utilizando un par ordenado de una letra mayúscula entre paréntesis y
una letra mayúscula sin paréntesis: (A)B
c) Identidad relacional de forma
Es la identidad de una norma que se afirma como contrapuesta a otra norma; por
ejemplo, las especies en la biología de Darwin o los distintos estratos sociales
compitiendo por recursos alimenticios escasos en la economía de Malthus. El tiempo es
proliferación para las normas contrapuestas.
Puede designarse utilizando un par ordenado de dos letras minúsculas entre paréntesis:
(a)(b)
d) Identidad representativa de forma
Es la identidad de un sujeto que se constituye como réplica de un código; por ejemplo,
los seres vivos replicando el código genético o los ciudadanos de una replicando un
estatuto legal. El tiempo es consumación para los sujetos replicados.
Puede designarse utilizando un par ordenado de una letra mayúscula sin paréntesis y
una letra mayúscula entre paréntesis: A(B)
4. La historia del sentido del deber entendido como identidad representativa de
sentido
La representación de sentido admite distintas concreciones. En todas ellas el tiempo se
erige como factor constituyente de lo real y por tanto objeto de la sociología. Tal vez la
más relevante de todas las concreciones sea la resultante de entender el sentido como
sentido del deber. Esta interpretación permite reconstruir la sucesión histórica de
distintas emergencias de sentido como un proceso circular en el que, en línea con la
propuesta de Mead para entender los procesos constituyentes de lo real (Mead), se
reiteran dos momentos:
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a) Emergencia
Aceptación de un sentido marginal como representación de la realidad
b) Crisis
Integración de lo marginal en una forma común con lo real
Fase 1: El imperativo colectivo del pasado en el Estado de Derecho
En una primera fase el pasado se consolida como guía del deber
1.a) El mito (A) B = C
Cuando el relato mítico se acepta como una representación de sentido real, los discursos
de los mito-poetas pasan de ocurrencias extravagantes a dictados del deber. Se trata de
un deber de permanencia en el seno de la comunidad
1.b) La ley ((A) B) = (C)
El deber mítico entra en crisis en la modernidad, cuando las explicaciones que aporta se
secularizan al validarse en la experiencia. Queda entonces reducido a observancia de la
ley.
Fase 2: La implicación individual en el presente en el Estado del Bienestar
En una segunda fase el aprovechamiento del presente se erige como imperativo del
deber.
2.a) El éxito (C) D = E
Sobre el trasfondo de la legalidad emerge el deber del éxito del hombre libre, que
maximiza el aprovechamiento de todas las oportunidades que se le presentan (Weber).
La ambición del héroe pasa de acción extraordinaria a vocación extendida como deber
civil del triunfo mundano.
2.b) El hedonismo ((C) D) = (E)
El deber del éxito entra en crisis cuando se integra en el funcionamiento mecánico del
sistema, que bloquea la libre iniciativa. Queda entonces reducido a disfrute hedonista
(Lipovetski).
Fase 3: La anticipación institucional del futuro en la sociedad global
En una tercera fase la anticipación del futuro se impone como orientación del deber.
3.a) El crédito (E) F = G
Sobre el trasfondo del hedonismo se impone un nuevo deber que es el de maximizar la
demanda presente mediante el crédito futuro (Bell). El recurso extremo a la usura pasa a
práctica cotidiana.
3.b) Gestión del riesgo ((E) F) = (G)
El crédito entra en crisis cuando es amenazado por el riesgo que caracteriza a la
sociedad global (Beck). Queda reducido entonces a mera gestión.
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Fase 4: La recreación comunicativa en la sociedad virtual
En una cuarta fase la reconstrucción comunicativa del mundo se extiende como deber.
4.a) La confianza (G) H
El riesgo ha de neutralizarse generando confianza en el deber de cumplimiento de los
compromisos adquiridos. La confianza se eleva desde su ámbito privado inicial a
condición necesaria para el funcionamiento de las instituciones (Fukuyama).
5. Conclusión: El relato representativo de sentido como fundamento lógico de la
sociología del tiempo
La revisión del tiempo en las distintas modalidades de identidad confirma su carácter de
dimensión global, pero un análisis atento de estas modalidades desvela que en las
identidades de sentido el tiempo es un factor constituyente de lo real y por tanto puede
ser objeto de una ciencia especializada, incluida la sociología del tiempo. En el caso de
la sociología el tiempo puede operar como relato en el que se explicita el sentido del
deber en distintas modalidades.
Para la ciencia aristotélica la constatación del sentido quedaba relegada al conocimiento
de la experiencia y excluida del saber científico. Sin embargo, para la ciencia moderna
el sentido tiene el mismo status que la forma, por lo tanto no es descartable como objeto
de la ciencia. En las identidades relacionales de sentido el tiempo está relegado a una
rutina necesaria para la repetición cíclica de actos mutuamente condicionados. Es un
tiempo vacío que pueden medir relojes o calendarios y que ha de admitir cualquier
contenido. Es en las identidades representativas de sentido donde el tiempo se convierte
en un factor concurrente con otros factores en la constitución y en la configuración de la
realidad. Por eso esta modalidad de la identidad debe ser el fundamento de la ciencia
especializada del tiempo, como de hecho lo ha sido en la física de Einstein o en las
investigaciones antropológicas de los mitos.
El establecimiento de este fundamento permitiría ampliar el ámbito de preocupaciones
de la sociología del tiempo desde el actual, circunscrito al uso del tiempo, que se
fundamenta en una identidad individual característica de la ciencia aristotélica, a las
representaciones trascendentes que contribuyen a configurar la realidad social más allá
de los términos en los que se presenta.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ARISTOTELES (1970): Metafísica., Madrid, Editorial Gredos.
BECK, U. (2002): La sociedad del riesgo global, Madrid, Siglo XXI.
BELL, D. (1977): Las contradicciones culturales del capitalismo, Madrid, Alianza.
FREGE, G. (1998): Ensayos de semántica y filosofía de la lógica, Madrid, Tecnos.
FUKUYAMA, F. (1995): Trust, New York, Penguin Books.
LIPOVETSKI, G. (1986): La era del vacío, Madrid, Anagrama.
MEAD, G. H. (2002): The Philosophy of the Present, NewYork, Prometheus Books.
SPENCER BROWN, G. (1969): Laws of Form, London, Allen & Unwin.
WEBER, M. (1985): La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Barcelona, Orbis.
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