Propuesta de adaptación ortoépica al español de los nombres
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Propuesta de adaptación ortoépica al español de los nombres
Propuesta de adaptación ortoépica al español de los nombres propios en lengua china JOAN JULIÀ-MUNÉ (AULA DE ESTUDIOS CHINOS, UNIVERSITAT DE LLEIDA) ([email protected]) RESUMEN Esta contribución se enmarca en el campo de la lingüística aplicada, especialmente en relación con los ámbitos de la fonética contrastiva y la didáctica de la ortoepia, en dos entornos básicos de nuestra sociedad: el educativo y los medios de comunicación audiovisuales. Su objetivo es analizar y explicar las dificultades que deben superar los profesionales de la comunicación de habla española al incorporar a dicha lengua la onomástica china, concretamente la procedente de la lengua china estándar, conocida como mandarín o putonghuá, en transcripción latina según el sistema pinyin. En este sentido se proponen medios ortoépicos adecuados para facilitar su adaptación sencilla y eficaz teniendo en cuenta las respectivas y distantes estructuras fonológicas de las dos lenguas en relación con sus sistemas ortográficos, aparentemente similares, que se usan en la actualidad. ABSTRACT How could we adapt Chinese proper names to Spanish pronunciation This contribution falls within the field of applied linguistics and deals more precisely with subjects in the areas of contrastive phonetics and language teaching within the fields of education and oral mass media. It aims at analysing and explaining the difficulties that Spanish speakers in the mentioned fields should overcome when adapting to our language Chinese Modern Standard (putonghua) proper names in romanized transcription, known as pinyin. Different strategies are proposed to improve the most convenient and efficient adaptation of proper names from Mandarin to Spanish by taking into account the quite different phonological structures of both languages in spite of using supposedly similar Latin spellings. 0 Propuesta de adaptación ortoépica al español de los nombres propios en lengua china The reformer we need most today is an energetic phonetic enthusiast: that is why I have made such a one the hero of a popular play. [Written in 1912, played in 1913-14, published in 1916] GEORGE B. SHAW (Pygmalion, 1916) 1. INTRODUCCIÓN1 La necesidad de las adaptaciones onomásticas2 de una lengua a otra de forma adecuada se ha evidenciado desde hace tiempo, como mínimo un siglo, cuando constatamos que se cumple precisamente el centenario del inicio de la redacción del clásico Pygmalion del dramaturgo irlandés afincado en Londres G. B. Shaw. Este canto a la buena dicción y a la pronunciación adecuada al contexto comunicativo ha inspirado en buena medida la presente contribución: una reflexión en torno al encaje fonético en el seno del idioma español de nombres propios procedentes de la variedad estándar de la lengua china, conocida como putonghuá, o mandarín en Occidente. Sabido es que los distintos idiomas suelen distinguirse no sólo por sus códigos fónicos sino por los gráficos, como es el caso de dos lenguas tan dispares como el chino y el español, que tan sólo en estos últimos siglos han llegado a compartir hasta cierto punto el código escrito, desde que los fenicios de Biblos elaboraran el primer alfabeto. Y ello ha sido gracias al hecho de haberse diseñado para el chino en el siglo XIX un sistema de transcripción mediante el alfabeto latino, de origen británico, denominado 1 La investigación en que se basa este trabajo se deriva del proyecto financiado por la AGAUR de la Generalitat de Catalunya 2009 SGR 408, que lleva a cabo el Grupo de Investigación en Fonética (Grecfon) desde el Aula de Estudios Chinos de la Universitat de Lleida (UdL), que junto con el Laboratori de Fonètica Aplicada "Pere Barnils" contribuye a la labor del Institut de Recerca en Identitats i Societat (IRIS) de dicha universidad. Desde aquí desearía expresar mi agradecimiento a la filóloga y vicerrectora Dra. Neus Vila por el impulso dado a la mencionada Aula y por la oportunidad que me ha brindado en más de una ocasión de participar en reuniones científicas relevantes. 2 Nuestra primera tarea en el terreno de la adaptación onomástica a la pronunciación de una lengua románica se desarrolló en Barcelona en mayo y junio de 2008, poco antes de los Juegos Olímpicos de Pekín. La emisora radiofónica Catalunya Ràdio y la cadena televisiva catalana TV3, de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV), mostraron un extraordinario interés para formar a sus plantillas de locutores y asesores lingüísticos en el conocimiento básico de la fonética del mandarín y su relación con el sistema de transcripción chino pinyin. De esta forma se les iba a facilitar la adaptación al catalán de los numerosos topónimos y antropónimos chinos que se avecinaban con motivo de los JJOO de verano en la capital china. Consiguientemente, los resultados de aquel curso intensivo se han reflejado en el portal ortoépico ésAdir de la CCRTV. Desde entonces hemos ampliado a otras lenguas los procedimientos de adaptación al catalán, que se han difundido mediante seminarios en la UdL, la Universitat d'Alacant y la Universitat de les Illes Balears, así como en varias ediciones del máster en asesoramiento lingüístico que organiza la UAB (Universitat Autònoma de Barcelona) desde el curso 2008-2009. Para ello hemos contado con la inestimable colaboración de la Dra. Imma Creus Bellet. 1 Wade-Giles, que facilitó enormemente la comunicación con el exterior. Un siglo después dicho sistema fue substituido por el de diseño propio chino conocido como pinyin o escritura fonética. A partir de este tipo de transcripción romanizada se facilita tanto el aprendizaje de la lengua, especialmente respecto a la pronunciación, como el tratamiento que recibe todo tipo de términos onomásticos por parte del periodista que tiene que trasladar a su crónica, entrevista o reportaje los topónimos y antropónimos chinos. En un texto escrito no suele aflorar problemas, dada la similitud con el español de la transcripción en pinyin. Sin embargo, en un discurso la adaptación oral suele plantear problemas de índole diversa. Se trata en realidad de la adecuación ortoépica3 de los nombres propios chinos al español en ámbitos como el educativo y los medios de comunicación audiovisuales. Por consiguiente, ello incide especialmente en los campos de la didáctica de la lengua y del asesoramiento lingüístico, sobre todo en relación con los media orales. 2. LA ONOMÁSTICA FORÁNEA 2.1. Generalidades Antes de articular nombres propios ajenos a nuestra lengua, es preciso tener en cuenta el canal de llegada: oral o escrito. Generalmente, hay que contrastar la versión oral con la escrita, que puede presentarse en los formatos siguientes: a) En alfabeto latino originario (francés, alemán, serbocroata de Croacia...) b) En transliteración latinizada procedente del alfabeto cirílico (ruso, serbocroata de Serbia...) u otros (árabe, griego, hebreo…). c) En transcripción o conversión romanizada (chino mandarín en pinyin, japonés…). Iniciado el proceso de adaptación, debe priorizarse la forma tradicional española, si existe, en los topónimos. Además, hay que respetar las características segmentales propias del español y también la acentuación. Veamos una muestra: Londres, París, Berlín, Múnich, Bruselas; Ginebra, Nimes y Niza (adaptaciones, estas últimas, procedentes del francés y occitano); Pekín (Beijing empieza a imponerse) y Cantón (Guangzhou va ganando terreno). Los antropónimos suelen conservarse en la lengua original (excepto nombres de casas reales, santos, papas y personajes clásicos): 3 La ortoepia es una disciplina enmarcada en la gramática normativa estricta, que tiene por objeto establecer las normas de la correcta pronunciación de los segmentos y suprasegmentos de una lengua. Por su parte, la ortología, aparentemente su sinónimo, establecería la forma correcta y adecuada de expresarse oralmente, consolidándose durante el proceso de estandarización de una comunidad de habla. 2 François Hollande, Artur Mas; Beatles, Richard Burton, David Cameron; Georges Pompidou, Gérard Depardieu; Mao Zedong, Laozi, Li Bai;4 pero Benedicto XVI, Aristóteles, Cátulo, Confucio, Isabel II. 2.2. Propuesta para una tipología de adaptación de la onomástica foránea Ante el alud de nombres propios de origen extranjero que debemos incorporar en nuestro discurso cotidiano, debe considerarse si el nombre propio dispone de una forma ortográfica adaptada o no. En caso afirmativo, con esta forma tradicional los problemas son menores y sólo hará falta respetar las características propias de la variedad dialectal del emisor. Cuando no se dispone de ortografía adaptada, es fundamental conocer la forma ortográfica originaria en alfabeto latino, transliterada (ruso, árabe…) o latinizada (mandarín), además de la pronunciación de la lengua de origen. Es entonces cuando el asesor o el docente ya están preparados para proponer una pronunciación paragráfica – como si se tratara de ortografía española– o una parafónica –más próxima a la pronunciación originaria–, siempre que los sonidos resultantes sean propios del español. La respuesta de a cuál de las dos debe darse prioridad estará en función de les decisiones internas, por ejemplo de un medio de comunicación o de la mayor difusión de una u otra forma. 3. CASUÍSTICA DE LA LENGUA DE PARTIDA: CHINO MANDARÍN O PUTONGHUÁ5 A fin de disponer de una referencia inmediata para la adaptación de la onomástica china, se esboza el sistema fonológico del mandarín, en especial desde el punto de vista segmental (vocales y consonantes). Dado que no se trata de presentar el proceso de aprendizaje del chino y como favorecerlo mediante estrategias didácticas, vamos a prescindir de los aspectos suprasegmentales básicos: la estructura silábica y el sistema tonal.6 Entre otras razones porque son prescindibles en un proceso de adaptación 4 Mao Tse-Tung, Lao Tsé, Li Po, según el sistema de transcripción Wade-Giles. Véase el apartado 3.1. El idioma chino presenta una diversidad geofónica tan marcada que desde el punto de vista lingüístico parece más apropiado referirse a "lenguas chinas", cada una de ellas con sus correspondientes variedades geolingüísticas o dialectales. Tradicionalmente, se ha tendido a identificar el código escrito unificado con la unidad política que constituye la nación china, a pesar de la falta de inteligibilidad entre las numerosas variedades existentes en el vasto dominio chino. Así pues, el chino moderno, conocido como la lengua estándar oficial –común o putonghuá– de la República Popular de China, es el mandarín, basado en el habla de Pekín. Se extiende por el cuadrante nororiental de China y cuenta con al menos 850 millones de hablantes como L1, la más populosa del planeta (Ramsey, 1987; Norman, 1988 y Lin, 2007). Se pueden encontrar más detalles sobre la diversidad étnica y lingüística de China en Martínez Robles (2007), JuliàMuné (2009) y Rovira-Esteva (2010). 6 El mandarín tiene una disposición silábica bastante más sencilla que la española: una o ninguna consonante en la abertura –en el margen izquierdo del núcleo– o una, y aún restringida a dos sonidos 5 3 onomástica: por su sencillez, en el caso de la estructura fonotáctica, y por no indicarse su condición tonal en los topónimos y antropónimos que nos llegan. En resumidas cuentas, la onomástica china se nos presenta siempre en un pinyin destonalizado. 3.1. El sistema de transcripción alfabética o latinizada del mandarín7 La adopción de la escritura fónico-alfabética del sistema de romanización pinyin –en mandarín significa precisamente ‘transcripción fonética’– ha ido sustituyendo paulatinamente el sistema Wade-Giles –designado según sus diseñadores británicos–, vigente desde el siglo XIX. Es conveniente, pues, tener en cuenta la correspondencia entre estos dos sistemas de romanización más difundidos en Occidente y la versión adaptada que se ha hecho en español (tabla 1), porque no se basa en ninguno de los dos exclusivamente, así como la que hay entre el pinyin y el AFI (v. el apartado 3.2), puesto que el sistema ortográfico chino es en realidad pseudofonético, a pesar de su denominación. TABLA 1. Muestra contrastada de los dos sistemas de transcripción romanizada más conocidos (Se precinde de las marcas tonales) Wade-Giles (1859) Mao Tse-tung Teng Hsiao-p'ing Chiang Kai-shek Chungkuo Hong Kong Peking Kwantung Kwangchow Tientsin Li Po Tu Fu Pinyín (1958) Mao Zedong Deng Xiaoping Jiang Jieshi Zhongguo Xiang Gang Beijing Guangdong Guangzhou Tianjin Li Bai Du Fu Adaptación española Mao Zedong Deng Xiaoping Chiang Kaishek “China” Hong Kong “Pekín” “Provincia de Cantón” “Ciudad de Cantón” Tianjín Li Po Tu Fu nasales (alveolar y velar), en la coda –margen derecho. Le correspondería, pues, la siguiente fórmula: C01VC0-1(nasal). Sin embargo, es habitual describir este tipo de estructura en términos de componente inicial [C0-1] y final [VC0-1(nasal)] o rima, como se conoce en términos generales. Estos iniciales y finales son tan específicos y limitados que los manuales gramaticales de chino suelen listar la relación completa. De ahí la extraordinaria polisemia, o gran riqueza de significados y consiguientes caracteres gráficos, que puede corresponder a una sílaba china (palabra) con un determinado tono de los cuatro básicos que veremos seguidamente. Ahora bien, es frecuente en pinyin ver ortografiado con ‘r’ final algunas palabras (p. ej. èr, ‘dos’ o diànr ‘un poco'), elemento que de ninguna manera suena como un rótico. De hecho, se trata de representar la calidad vocálica retrofleja o apicopalatal de la vocal precedente, propia del pequinés. El mandarín es una lengua tonal de cuatro tonos básicos. Su variación tonal oscila en una escala de cinco grados (5-1). El tono se suele indicar de dos maneras: a) mediante notación numérica con superíndice a la derecha o a la izquierda, especialmente en las transcripciones fonéticas a partir del AFI (alfabeto fonético internacional), y b) con notación de tipo acentual gráfica. Esta segunda es la normativa y, por consiguiente, la més utilizada. Veamos el ejemplo siguiente: [thi] 1-t"# ‘escalera’ 2-tí ‘llorar’ 3-t"( ‘cuerpo’ 4-tì ‘cauto' Neutro (må? [partícula interrogativa]) 1º (5-5)-alto sostenido, 2º (3-5)-ascendente, 3º (2-1-4)-descendente-ascendente, 4º (4-1)-descendente, Neutro (3-3)-medio sostenido. 7 Para más información, puede consultarse Yin & Felley (1990). 4 Si bien varía la ortografía de un sistema a otro, a veces sustancialmente, la pronunciación debería ser invariable. En el caso del nombre que sigue al apellido 'Mao', la “Z” y la secuencia “do” del pinyin “Zedong” se pronuncian [ts] y [tu] respectivamente, como indica precisamente el sistema Wade-Giles. A continuación se esquematiza la fonología del mandarín (Lee & Zee, 2003; Lin, 2007) siguiendo el sistema de transcripción del AFI. En el anexo final se ejemplifica la simbología utilizada. 3.2. Esbozo del sistema fonológico segmental del mandarín 3.2.1. El sistema vocálico En la tabla 2 se exponen los sonidos vocálicos del mandarín, cuya correspondencia con los fonemas españoles se indicará más adelante, en la figura 1. TABLA 2. Los sonidos vocálicos del mandarín ([E], [o] sólo en diptongos) GRADO DE DESPLAZAMIENTO LINGUAL ANTEROPOSTERIOR no labializado cerrado central anterior (palatal) ABERTURA i labializado y posterior (velar) labializado ˆ u F semicerrado ‘\´ medio semiabierto no labializado (o) (E) a abierto 3.2.2. El sistema consonántico La tabla 3 contiene el inventario consonántico del mandarín en transcripción según el AFI, con indicación de las grafías correspondientes según el sistema de romanización chino. La correspondencia entre la ortografía moderna (pinyin) –o pseudotranscripción fonética, como se ha comentado anteriormente– y la transcripción según el AFI es extraordinariamente relevante. Puede haber correspondencias sorprendentes, como es el caso de “h”, que representa un sonido velar/uvular, o “j” y “q”, que ortografían sonidos alveolopalatales. 5 TABLA 3. Los sonidos consonánticos del mandarín ______________________________________________________________________________ labial dentoalveolar alveolopalatal apicopalatal dorsovelar Oclusivos (orales y nasales) (retroflejo) p b t d k g [pH p] [tH t] [kH k] m n ng [m] [n] [N] _____________________________________________________________________________ Fricativos y africados f s x sh r h [f] [s] [˛] [ß] [Ω] [x] z j zh [tÉs6] [tɲ] [tÉß] c q ch [tÉs6H] [tɲH] [tÉßH] ______________________________________________________________________________ Lateral l [l] ________________________________________________________________ Este idioma dispone de seis monoptongos (i, ü [y], a, e [F], o, u) y quince vocales complejas entre diptongos (ia, ie, iu; üa, üe; ai, ao; ei; ou; ui, ua, uo, un [w´n]) y triptongos (iao, uai). También los segmentos consonánticos, en nombre de veinticuatro, se suelen dividir en siete grupos, según su punto de articulación (en abertura, labiales: b, p, m, f; dentoalveolares: d, t, n, l; velares: g, k, h; alveolopalatales: x, j,8 q; apicopalatales (retroflejos): r, sh, zh, ch; laminodentales: s, z, c; y aproximantes semivocálicos: j, w; en coda, nasales: alveolar n, velar ng [N]). La tabla 4 ilustra uno de los problemas segmentales que deben afrontar los sinófonos, como es la confusión entre pan y van; capar y cavar; vino y pino; recortar y recordar; boda, poda y vota/bota, dado que el rasgo distintivo [± sonoro] es básico en las lenguas románicas en general. Tan sólo ceñiéndonos a la relación del sistema oclusivo sordo vs. oclusivo-aproximante sonoro español con el oclusivo-aspirado vs. oclusivo no aspirado que hemos visto en la tabla, podemos observar las dificultades que deben superar los aprendices sinófonos de español y que se han detectado en pruebas de producción y percepción al confundir, entre otros, estos pares de palabras: palco-valgo, puta-Buda; dental-tendal; corto-gordo, cuarto-guardo. Si a la dificultad respecto a los oclusivos le añadimos el hecho de tener en mandarín un solo fonema líquido, el lateral /l/, llegamos a la conclusión de que se justifica la confusión de las seis palabras siguientes: para, parra, pala; bara, barra, bala. Y también el caso de cargo-galgo. Los 8 De hecho, ‘j’ es un africado semisonoro en abertura silábica, después de pausa, y prácticamente sonoro entre núcleos vocálicos, a pesar del tópico de la inexistencia de obstruyentes sonoros en mandarín. 6 tests de percepción indican una confusión total, en un 80% de los informantes, ante palabras descontextualizadas. Esta confusión se reduce a la mitad en tests de producción (lectura), cuando cuentan con el soporte ortográfico. Dicha tabla, además, puede contribuir a explicar por qué los hablantes de mandarín no suelen confundir estructuras fonológicas básicas en su aprendizaje del inglés, al compartir el mandarín y el inglés prácticamente el rasgo distintivo clave: [± aspirado]. TABLA 4. Contraste inglés-español-mandarín en relación con los fonemas bilabiales Inglés Español pH pin /pH/ Mandarín pí (piel) pa# (tenderse) /p/ p b8 spin bin pan / capar /p/ bí (nariz) ba# (núm. 8) /b/ b dubbin van B cavar 3.3. Propuesta ortoépica funcional de adaptación onomástica del mandarín En la figura 1 se indican los sonidos vocálicos enmarcados en el trapecio de las vocales cardinales, así como sus correspondencias con las grafías en pinyin, coincidentes con los fonemas españoles, en el exterior del trapecio. Ésta podría ser la adaptación que el hablante español hiciera del sistema vocálico chino. En la tabla 5 figura una propuesta de adaptación ortográfica de las consonantes en pinyin al español, que se esquematiza en la tabla 6, de acuerdo con el inventario consonántico contenido en la 3. FIGURA 1. Las vocales del mandarín en relación con el sistema cardinal y su correspondencia fonemático-gráfica en pinyin i i ˆ y u w (j)E(j) ei, ie ia, ua ue ‘vocal neutra' ‘\ ´ ´’ a 7 o u F o e a TABLA 5. Propuesta de adaptación consonántica del mandarín al español Clasificación de los sonidos orales Oclusivos Fricativos nasales labiodental dentoalveolar retroflejos (considerados también como postalveolares o apicopalatales) Transcripción en pinyin (mandarín) Transcripción ortográfica del español “b, d, g” (no aspirados) “p, t, k” (aspirados) “m, n, ng” “f” “s” “sh” “r” “p, t, k” palatal “x” velar “h” “z” (no aspirado, no tenso, semisonoro) “c” (aspirado, tenso, sordo) “zh” (no aspirado, no tenso, semisonoro) “ch” (aspirado, tenso, sordo) “j” (no aspirado, no tenso, semisonoro) “q” (aspirado, tenso, sordo) “l” dentoalveolares retroflejos Africados palatales Lateral (criterio parafónico) “m, n, ng” “f” “s” “x” “r” (parecida a la inglesa, pero adaptable como la española) “ch” (como 'sh' del inglés y 'ch' del francés') “j” o “h” (aspirada) “ts” “ch” “l” TABLA 6. Adaptación al español de los fonemas consonánticos del mandarín (la flecha indica la propuesta de adaptación) ______________________________________________________________________________ labial dentoalveolar palatal apicopalatal dorsovelar Oclusivos (retroflejo) [p] [t] [k] p b [pH p] [m] t d [tH t] k g [kH k] [n] [N] m n ng [m] [n] [N] ______________________________________________________________________________ Fricativos y africados [f] [s] [(t)S] [x] f [f] s [s] x [˛] sh [ß] z [tÉs6] j [tɲ] zh [tÉß] [tÉs] h [x] [tÉS] c q ch [tÉs6H] [tɲH] [tÉßH] ______________________________________________________________________________ Pseudolíquidos [l] l r [r\R] [l] [Ω] ______________________________________________________________________________ 8 3.3.1. Aplicación práctica y futuro proyecto Teniendo en cuenta la ‘transcripción’ latinizada o romanizada según el sistema pinyin, mediante la que nos llegan la mayoría de nombres propios chinos a los medios de comunicación, y ante la imposibilidad de tenir acceso inmediato a su pronunciación original, se propone paso a paso una adaptación parafónica. Seguidamente, en la tabla 8, se esboza cómo podrían incluirse los términos chinos en un proyecto de diccionario de pronunciación de la onomástica foránea adaptable al español. TABLA 7. Casos prácticos de adaptación antroponímica china al español ____________________________________________________ Cao Dengping (destonalizado) C – africado dentoalveolar aspirado [tsH] (junto con ‘Z’ [ts]) > [ts] o [s]) > [(t)s] ao – diptongo [ao/aw] > [ao] > [ao] D – oclusivo dental no aspirado [t] (junto con ‘T’ [tH]) > [t] > [t] eng – [eN] (más bien [´N], con vocal media central, propia del inglés, francés y catalán) > [eN] p – oclusivo bilabial aspirado [pH] (junto con ‘b’ [p] > [p]) > [p] ing – [iN] > [iN] (adaptable como 'ing' en inglés) > [iN] Por consiguiente: [«(t)sao teN»piN] (puede hacerse agudo) ____________________________________________________ Yú Jia#x"#n Yu – la ‘u’ después de la ‘y’ suena como [y] francesa [jy] > [ju] J – africado alveolopalatal no aspirado semisonoro, casi com en catalán [t§˛] (forma parte del grupo de los cuatro africados ‘zh, ch, j, q’) > [tS] ia – diptongo [ja] > [ja] x – fricativo alveolopalatal sordo [˛] (junto con ‘sh’) [ß] > [S] (adaptable como 'sh' inglesa o 'ch' francesa) in – [in] > [in] Por consiguiente: [«ju tSja»Sin] (también puede hacerse agudo) ____________________________________________________ > [ju] > [tS] > [ja] > [S] > [in] TABLA 8. Muestra de algunas entradas de onomástica china en mandarín para un potencial diccionario de pronunciación Obsérvese: 1) En primer lugar figura la adaptació paragráfica y en segundo la parafónica, seguida de la pronunciación originaria. 2) (!) Pronunciación poco recomendable desde el punto de vista ortoépico. Beijing [bej»xiN ñ pej»tSiN]9 mand. [3pej1t˛iN] (Tradicional: Pekín [pe»kin]) Chongqing ("Chungquing" - adaptación ortográfica poco recomendable) [tSuN»kiN (!) ñ tSuN»tSiN ñ tSu¯»tSiN (!)] mand. [2tßHuN 4t˛HiN] Guizhou [gi»Tow ñ kwEj»tSow] mand. [4kwEj 1tßow] Mao Zedong / Mao Tse-Tung [«mao.Te»DoN ñ «mao.tse»tuN] mand. [2maw 2tsF 1tuN] 9 En consecuencia, los gentilicios correspondientes podrían ser beijin(gu)és y peichin(gu)és, análogos a pequinés o hongkongués. Asimismo, el correspondiente al topónimo Qingtian sería chin(g)tianés. 9 4. A MODO DE CONCLUSIÓN De la misma forma que hiere nuestros oídos la pronunciación [»bakiNxan] relativa al palacio real londinense, tampoco resulta muy adecuada la de [tSuN»kin] referida a la populosa municipalidad del centro de China. A pesar de que en ambos casos se utilizan sonidos propios del español –requisito indispensable–, respecto a ambos topónimos se realiza una adaptación pseudoparagráfica a partir de una ortografía aparentemente familiar que se interpreta erróneamente. Por consiguiente, ello hace que en voces españolas estos topónimos resulten casi irreconocibles por los hablantes de inglés y mandarín respectivamente. La adaptación parafónica como [»bakiNgan] y [tSun»tSin] (o [»bakiNgam] y [tSuN»tSiN] si se afina algo más), sin dejar de usar fonos hispánicos, sería más respetuosa con la relación fonema-grafía y con los oídos de la comunidad de habla originaria. Éste es el cometido de una propuesta de adaptación fónica como la que aquí sumariamente se ha presentado. En este sentido, para concluir, cabe recordar las palabras del ilustrado adalid del pragmatismo, que presidieron el estudio del inglés: Tongues like governments have a natural tendency to degeneration... [We must] retard what we cannot repel and palliate what we cannot cure. SAMUEL JOHNSON (Dictionary of the English Language, 1755) BIBLIOGRAFÍA CORPORACIÓ CATALANA DE MITJANS AUDIOVISUALS (2006-). ésAdir [en línea]. Barcelona: CCMA. <http://esadir.cat/> [Portal lingüístico de la CCMA] JULIÀ-MUNÉ, Joan (2009): «Les llengües de la Xina. El contrast fonètic i l’adaptació al català de l’onomàstica xinesa», en Joan JULIÀ-MUNÉ (ed.) Visions de la Xina: cultura multimil·lenària. Lleida: Institut d’Estudis Ilerdencs, p. 59-80. LEE, Wai-Sum; ZEE, Eric (2003): «Standard Chinese (Beijing)», Journal of the International Phonetic Association, 33, 1, p. 109-112. LIN, Y. H. (2007): The Sounds of Chinese. Cambridge: CUP. MARTÍNEZ ROBLES, David (2007): La llengua xinesa: història, signe i context. Una aproximació sociocultural. Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya. NORMAN, Jerry (1988): Chinese. Cambridge: CUP. RAMSEY, Robert S. (1987): The languages of China. Princeton, N.J.: PUP. ROVIRA-ESTEVA, Sara (2010): Lengua y escritura chinas. Mitos y realidades. Barcelona: Edicions Bellaterra (Biblioteca de China Contemporánea 21). YIN Binyong; FELLEY, Mary (1990): Chinese romanization: Pronunciation & orthography. Beijing: Sinolingua. 10 ANEXO ALGUNOS SÍMBOLOS FONÉTICOS PARA LA TRANSCRIPCIÓN DE LOS SONIDOS DEL MANDARÍN SEGMENTOS VOCÁLICOS [F] variedad no labializada de /o/ [ˆ] v. central de /i/ [y] v. labializada de /i/ [Á] v. labializada de /j/ (mandarín: kè ‘huésped’, Zemin) (mand.: sì ‘cuatro’) (mand.: yú ‘pez’; francés: sur; alemán: Bücher) (mand.: yuè ‘luna, mes’; francés: huit) CONSONÁNTICOS [pH \ tH \ kH] oclusivo sordo aspirado [ß \ ˛] fric. sordo retroflejo/alveolopalatal [ts \ tsH] africado alveolar sordo / asp. [tß \ tßH] afric. retroflejo sordo / asp. [t˛ \ t˛H] afric. alveolopalatal sordo / asp. [Ω] fricativo retroflejo sonoro [x \ X] fricativo velar / uvular sordo (mand.: Ping / Tang / kàn ‘mirar’) (mand.: shu(i ‘agua’ / catalán ulls, mand.: xi( ‘alegre’) (mand.: Zedong, Cao) (mand.: Zhang / Chóngqìng) (mand.: Be(iji#ng / Chóngqìng; cat.: anys) (mand.: rén ‘hombre, gente, pueblo’) (español: jefe / junio; francés: quatre; mand.: huà ‘habla, lengua’) NOTACIONES SUPRASEGMENTALES MARCAS TONALES DEL MANDARÍN: Pinyin: AFI: Ejemplos: 11 a# á a( à [1a 2a 3a 4a] báihuà [2paj 4Xwa] fe#ngshu(i [1f´N 3ßwEj]