«Me han llegado a pedir una mezcla de chipirones con nata»
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«Me han llegado a pedir una mezcla de chipirones con nata»
8 EL CORREO LUNES, 24 DE SEPTIEMBRE DE 2007 C CIUDADANOS ESTHER ORTIZ GERENTE DE LA HELADERÍA TOSTADERO NOSSI-BE para poner en las cenas. –¿Cuáles son los más solicitados? «Me han llegado a pedir una mezcla de chipirones con nata» Defiende un nuevo concepto del helado, «un alimento muy enriquecedor» LAURA PALACIOS BILBAO con un ‘delicioso’ helado de bacalao al pil pil ... Roquefort con dátiles, canela de rosas, foie, salmón, chocolate a la guindilla... Todo cliente que se acerca al escaparate de la Heladería Tostadero Nossi-Be se queda con la boca abierta. No es para menos, en el establecimiento se pueden degustar hasta 100 variedades distintas de helados artesanos de los más inverosímiles sabores. Esther Ortiz ha dedicado toda su vida a esta empresa familiar y ya lleva más de 15 años descubriendo un mundo de sensaciones aptas para los más diversos paladares. «Poco a poco la gente se está mentalizando para consumir estos helados tan particulares», asegura. –La mayoría flipan. Pero la gente se anima mucho a probar de todo y además suele repetir con muchas ganas. –¿Cómo surge la idea de hacer un helado de kalimotxo o de txipirones en su tinta, por ejemplo? –¿Quiénes se atreven más, jóvenes o mayores? –De mi padre aprendí la base del helado, cómo hacer los clásicos de manteca, chocolate... La buena calidad. A partir de ahí siempre te apetece innovar y entonces va saliendo de todo, helados de quesos, de vinos... Es mi mundo y me apetece crear cosas distintas. –¿Cómo es el proceso de elaboración? –Todo lo hacemos muy artesano. La base es el ingrediente de calidad. En estos casos cocinas, por ejemplo, el bacalao o los chipirones, haces con ello una crema y la conviertes en helado. –Y llega el cliente y se encuentra –¿Por qué surge este mundo? ¿Se buscan nuevas sensaciones en el paladar? –Entonces ¿no hay detrás un fin más comercial, por eso de captar a distintos clientes? –Pudiera ser, pero sobre todo es por las ganas de crear cosas nuevas. –¿Estos nuevos gustos desmitifican el helado que se ve como dulce o como un capricho? –Sabe exactamente igual, lo que pasa que al ser en frío se establece otro tipo de concepto distinto al del plato. Igual es eso lo que más impresiona la primera vez que lo ves o que lo pruebas. –Sí, abre un nuevo concepto del helado. Las cremas saladas o las de alcohol se hacen más protagonistas, aunque siempre han estado ahí. –Este tipo de sabores parecen más propios de un restaurante de vanguardia que de una heladería –¿Se entiende como un alimento más? –También hay gente que se lo lleva para comerlo como plato en casa. –Exactamente, pasa de ser capricho a un alimento muy enriquecedor, sobre todo para los niños. Es una buena merienda. –¿La gente está mentalizada para el consumo de estos helados? –La gente mayor se anima mucho, sobre todo las señoras que son las que cocinan el bacalao en casa y les entra la curiosidad. El helado de kalimotxo, por ejemplo, les gusta a los mayores tanto o más que a los jóvenes. –Es difícil. A mí me gusta mucho el Idiazabal o un clásico como es el de nata y avellana, que es como muy puro. Pero también me encanta cualquiera de vino. El helado de roquefort es otro que me vuelve loca, siempre me lo llevo a casa Una buena merienda –Sí, nace para crear nuevas sensaciones pero también por la pasión hacia la heladería y por el mundo de la alimentación en general. Se trata de un entusiasmo especial por los sabores y por su mezcla. –Pero, ¿el gusto es el mismo que el del plato original? –Canela de rosas, foie, salmón, pipas de calabaza, sorbete de violetas. Entre tanta variedad, ¿qué sabor recomienda? El de foie y el de bacalao, los de vino. El de roquefort también se ha convertido en un clásico. Pero hay gente que prueba de todo, como por ejemplo una mezcla de nata con chipirones. –Hay gente que sí. A unos les divierte mucho y hay otros que no lo probarían jamás. Pero agradecen el hecho de tener en Bilbao la opción de probar. –¿Cómo se hace el test para saber si va a gustar un nuevo sabor? GOLOSA. Esther siente pasión por los helados. / LUIS ÁNGEL GÓMEZ «Un helado que me vuelve loca es el de roquefort, siempre lo llevo a casa» «La mayoría de los clientes flipan con los nuevos sabores, pero son atrevidos» –La primera en probarlo soy yo y me tiene que gustar mucho para sacarlo a la barra. Aunque también hago degustación con mis amigos, que en realidad son los que tienen la última palabra. Aún así, me fío mucho de mi paladar. –Hay algún helado que no haya sido capaz de degustar? –Ninguno. Me atrevo con todo.