FETE-UGT (Federación de Trabajadores de la Enseñanza

Transcripción

FETE-UGT (Federación de Trabajadores de la Enseñanza
FETE-UGT
(Federación de Trabajadores de la Enseñanza – Federación de Enseñanza)
Las bajas por enfermedad de los trabajadores de la enseñanza se
corresponden con los períodos de mayor estrés del curso académico.
El estrés, la ansiedad y la depresión ocupan los primeros puestos en la
lista enfermedades que causan baja laboral entre los docentes, según el
estudio “Prevención de riesgos laborales en los trabajadores de la enseñanza”
realizado por FETE-UGT.
Tradicionalmente, la escuela se ocupaba del desarrollo cognoscitivo de
los alumnos, sin embargo, y debido fundamentalmente a los cambios socio
laborales de los últimos años, ha asumido el compromiso de la educación, de la
formación y del futuro de la sociedad. La Administración educativa, la familia y
la sociedad no sólo delegan estas funciones sobre el profesorado sino que, en
ocasiones, responsabilizan al colectivo del fracaso escolar, educativo y social
existentes, como si los demás factores no tuvieran relevancia.
La educación, a diferencia de otras disciplinas, se caracteriza por la
interrelación constante con otras personas; al profesor se le exige ser padre,
amigo, orientador,... Si a esto se le suma el creciente índice de conflictividad en
las aulas, la necesidad de atender a la diversidad, la rutina y la tensión en el
trabajo, el aislamiento y la baja valoración social que perciben, el resultado se
traduce en los factores psicológicos anteriormente citados que pueden
manifestarse en trastornos de diversa índole. De este modo surgen cuadros
clínicos con alteraciones físicas como cefaleas, bajada de defensas,
hipertensión,
infartos,
úlceras,
etc.,
con
unos
claros
determinantes
psicosociales en su etiología (alteraciones psicosomáticas).
El estudio realizado demuestra que existe una correlación entre los
períodos de mayor estrés del curso académico y las bajas por enfermedad del
personal docente y no docente, es decir, durante el segundo y tercer trimestre.
Este aspecto ha sido ratificado por una encuesta realizada por FETE-UGT
entre los meses de diciembre de 2000 y marzo de 2001, en la provincia de
Badajoz, a 803 profesores de 178 centros públicos y privados de todos los
niveles educativos, que viene a añadir un dato más: casi el 90% de las bajas de
los profesionales de la enseñanza cursadas por este motivo se han producido
por la conflictividad escolar a la que deben hacer frente; una conflictividad
moderada pero constante. El alumno desobedece y molesta durante las clases,
se niega a trabajar, insulta y, ocasionalmente, existen casos de amenazas,
principalmente en los últimos cursos de secundaria.
Otros aspectos que afectan a la salud de los docentes son los derivados
de la inhalación de polvos (mal de la tiza) así como las enfermedades del
aparato respiratorio y de la voz, debido a la necesidad de elevar el volumen o a
la mala calidad de la acústica en el aula. El 13,3% de las bajas superiores a
tres días se ha debido a una de estas patologías.
En cuanto a las enfermedades que con más frecuencia afectan al
personal de administración y servicios destacan las del aparato locomotor
(28,5% de días perdidos) por manejo de cargas y la adopción de posiciones
inadecuadas, seguido de las cardiovasculares (18% de los días perdidos) y las
del aparato respiratorio (el 17.4%).
Ante esto, FETE-UGT propone:
-
La elaboración de mapas de riesgos. Consiste en un inventario de
los riesgos laborales existentes en cada uno de los centros de
trabajo, con el fin de elaborar y desarrollar programas para su
prevención. Esto permitiría un análisis y seguimiento periódico de los
riesgos mediante la implantación de sistemas de vigilancia para
evaluar, posteriormente, la eficacia de estas acciones preventivas.
-
La dignificación profesional de los trabajadores de la enseñanza y el
establecimiento de un foro de participación del conjunto de la
comunidad educativa del centro para resolver los problemas o
conflictos que puedan surgir como medida preventiva de la violencia
escolar
En definitiva, esta organización exige el cumplimiento empresarial de las
normas preventivas expuestas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
ya que tras cinco años de existencia de esta Ley, y debido a la falta de voluntad
política de las administraciones tanto central como autonómica, en multitud de
ocasiones se eximen de su aplicación alegando el desconocimiento de la
misma.
Para este sindicato, con respecto a la Calidad educativa y su relación con
el profesorado, afirman que los profesores representan, en última instancia, la
personalización del sistema educativo ante el alumno.
Un buen profesorado es la clave de una buena educación y lo que al final
se aprende en las escuelas no depende tanto de lo que aparece en los
boletines oficiales cuanto de lo que hacen realmente los profesores. Por tanto,
mejorar la calidad educativa supone prestar una atención especial a sus
condiciones de trabajo, dada la trascendencia y la responsabilidad del
profesorado.
Es patente la existencia de un malestar generalizado y de una profunda
desmotivación entre los docentes, en especial de la Enseñanza Secundaria.
Malestar
y
desmotivación
que
no
pueden
achacarse,
sin
más,
a
particularidades gremiales o presuntas resistencias corporativas al cambio.
Esta insatisfacción hunde sus raíces, de un lado, en las deficiencias objetivas y
en las contradicciones puestas de manifiesto en la aplicación de la Reforma
Educativa y, de otra, en el paralelo deterioro de las condiciones de trabajo de
los profesores, derivadas de:
-
Los cambios en el sistema de valores de la sociedad.
-
Los cambios en la relación profesor- alumno
-
La falta de voluntad política para resolver la carencia de medios
materiales y humanos para una adecuada implantación, en un
momento de expansión económica y significativo descenso del
número de alumnos.
-
El incumplimiento del marco legal en la admisión de alumnos por no
pocos centros concertados, lo que elimina de sus centros los
sectores procedentes del fracaso social y escolar.
-
La falta de sensibilidad hacia el profesorado por parte de las
Administraciones Públicas Educativas en las que ha predominado la
aplicación de las normas con espíritu legalista y burocrático sobre la
preocupación por la calidad de la educación.
-
Desequilibrios y alteraciones sustanciales en la composición de las
plantillas por la creación de nuevas materias o de la disminución de
horas lectivas en otras, lo que ha supuesto una autentica
reconversión, inestabilidad, desplazamientos forzosos y prolongación
de las situaciones de expectativa de muchos profesores, hasta el
punto que no pocos con muchos años de docencia terminarán
jubilándose como desplazados.
-
Las nulas o muy escasas posibilidades de promoción profesional, en
claro retroceso sobre situaciones anteriores.
-
Las diferencias retributivas derivadas del hecho de pertenecer a una
u otra comunidad autónoma.
-
Las nuevas funciones del profesorado derivadas del hecho de que
algunas familias cubren, cada vez menos, su función socializadora y
hacen
recaer
sobre
el
profesorado
nuevas
exigencias
y
responsabilidades.
En síntesis, las repercusiones de la implantación del nuevo sistema
educativo en cuanto a las condiciones de trabajo del profesorado no
representan, de hecho, un panorama muy alentador para pretender que los
docentes se sientan motivados y dispuestos a la colaboración activa con una
reforma que le trae muchos quebraderos de cabeza y ningún incentivo
profesional.
Para un sindicato de trabajadores de la enseñanza, la defensa de las
condiciones laborales del profesorado no puede obviar aquellos problemas y
contradicciones que repercuten en su labor docente cotidiana. Por tanto, al lado
de las reivindicaciones que pudiéramos considerar estrictamente profesionales,
es nuestra responsabilidad hacer algunas propuestas dirigidas a mejorar el
sistema publico de educación. Y, no solo porque sus problemas y
contradicciones repercuten en nuestra labor docente, sino también porque nos
sentimos profundamente comprometidos, como ciudadanos y como docentes,
con la educación y su calidad como servicio público.
La calidad, eficacia y viabilidad del sistema comprensivo y de todo el
sistema educativo radica, entre otras cosas, en la capacidad que tiene para
acoger la diversidad de capacidades, intereses y motivaciones de todos los
alumnos.
La capacidad de atención a la diversidad y la posibilidad de estimular e
impulsar la motivación del profesorado mediante el establecimiento de unas
condiciones de trabajo razonables, plenamente compatibles, e incluso exigidas
directamente por los intereses de la formación de los alumnos y de la
educación en su conjunto, deben ser criterios fundamentales que nos sirvan de
referentes a la hora de determinar la calidad de un sistema educativo. ¿Qué
medidas se consideran que son necesarias?.
Es de todo punto imposible en la Educación Secundaria Obligatoria un
seguimiento personalizado del alumno por parte de un profesorado que puede,
en función de las materias, llegar a tener ente 150 y 200 alumnos distintos y
diversos con quienes comparte dos o tres horas a la semana, seis o siete
grupos diferentes a los que atender y tres o cuatro materias que impartir, en no
pocos casos. Es posible que no baste con modificar esta situación para una
adecuada atención a la diversidad. Se considera, más en concreto, que no
basta por no ser únicamente un problema de medios, ya que sin modificar esta
situación no es posible eficacia alguna de cualquier otra medida para una
adecuada atención a la diversidad.
Se limita a unas promesas carentes de toda entidad al referirse al
reconocimiento social de la labor docente: ¿de verdad cree alguien que el
reconocimiento social del profesorado va a ser mayor porque participe en el
Informe de Evaluación Escolar al finalizar al E.S.O., o en la muy peligrosa y
absolutamente rechazable especialización curricular de su centro?
A continuación presentamos, algunas medidas que se proponen desde
FETE-UGT para una adecuada atención a la diversidad, capaces, al mismo
tiempo, de estimular y motivar al profesorado:
-
Máximo 20 alumnos por aula. Ningún profesor atenderá más de 100
alumnos en total.
-
Potenciación de la acción tutorial y aumento de las horas lectivas a
ella dedicadas.
-
Consideración como lectivas de las horas de guardia, dadas las
dificultades actuales de su desempeño y su incidencia en la vida del
centro.
-
Dotación a todos los centros de Departamentos de Orientación
completos y del personal especializado preciso.
-
Organización de tantos grupos de diversificación curricular cuantos
sean necesarios.
-
Reducción escalonada y progresiva de la carga lectiva, a partir de
los cincuenta y cinco años, sustituyéndola por otras tareas en el
propio centro.
-
Flexibilidad respecto a diferentes opciones de tipos de jornada en
cualquier momento de la edad laboral, a la que correspondería una
razonable y no lineal minoración económica.
-
Promoción profesional abierta al desempeño de actividades de
formación e investigación educativa: tutorías de futuros profesores,
impartición de cursos en los diferentes Centros de Formación de
Profesores, participación en programas de innovación educativa, etc.
-
Promoción hacia otras actividades en la administración educativa:
dirección y gestión de centros, función inspectora, acceso a
diferentes puestos de trabajo en las administraciones educativas.
-
Movilidad entre cuerpos y acceso al ámbito universitario, rectificando
la ruptura de la unidad del sistema educativo que se ha producido
con la L.O.U.
-
Replanteamiento
de
la
formación
inicial
del
profesorado
y
actualización de la formación permanente.
-
Mantenimiento indefinido de la posibilidad de jubilación anticipada,
con carácter voluntario, a partir de los sesenta años.
-
Porcentaje suficiente de profesores contratados para atender las
sustituciones y las bajas desde el momento en que se `produzca la
ausencia del profesor.
-
Un año sabático, tras los años que se acuerden de vida profesional,
dirigido a la actualización científica y didáctica.
-
Planificación a medio plazo de los recursos humanos que contemple
las
medidas
anteriormente
señaladas
y
consideradas
imprescindibles para una adecuada atención a la diversidad, es
decir, para una educación de calidad, reduciendo al máximo, al
mismo tiempo, el elevado número de profesores desplazados y en
expectativa de destino existentes en algunas comunidades.
-
Reconocimiento de diferentes patologías como enfermedades
profesionales de los docentes y establecimiento de las medidas
oportunas para su adecuado tratamiento.
-
Estatuto de la Función Pública Docente: Si han cambiado
sustancialmente las condiciones de la docencia y exigimos
mejorarlas, todo ello debe ser recogido y garantizado de forma
coherente en un Estatuto que establezca con claridad condiciones,
derechos y deberes. La desarticulación de la anterior estructura de
colectivos y funciones está derivando hacia una situación que, como
mínimo, cabe calificar de bastante caótica. El nuevo Estatuto debe
definir con precisión el perfil de la profesión docente, cómo se
accede a ella, qué formación inicial se exige, las condiciones en que
se ejerce la docencia y las vías de promoción profesional.

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