Colaboracion especial
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Colaboracion especial
COLABORADORES ESPECIALES Síndrome de Apnea del Sueño William A. Rhoton, MD, Pulmonary and Critical Care Medicine Albert Einstein College of Medicine of Yeshiva University at Montefiore Medical Center Bronx, NY El respirar y el dormir son dos procesos básicos. Sin respirar por más de unos cuantos minutos, uno no puede continuar con vida, y sin dormir, o al menos sin contar con un sueño reparador, las horas de vigila pueden volverse miserables. Dado que estos dos procesos fisiológicos son tan básicos, crea algo de sorpresa el descubrir en las últimas dos décadas que las alteraciones de la respiración durante el sueño constituyen un problema médico de gravedad. El trastorno más común de la respiración durante el sueño, que afecta cerca del 10 por ciento de la población de más de 65 años, es la apnea obstructiva del sueño (AOS). Este estado se caracteriza por insuficiencia de los músculos de la vía aérea superior para mantener dicha vía aérea abierta. Es frecuente observar la AOS en pacientes obesos (como el personaje Joe, de los Papeles Póstumos del Club Pickwick, de Charles Dickens), sin embargo, la obesidad no forma parte de los criterios necesarios para el diagnóstico. En la AOS, la vía aérea cuenta con un tono inadecuado y flácido, de modo que las estructuras anatómicas de la porción superior de la vía aérea tienden a ser jalados por el flujo de aire que el diafragma ocasiona cuando se contrae ocasionando obstrucción de la vía aérea (figura). Existe otro tipo de apnea del sueńo, que constituye el segundo trastorno más común del sueńo, que se caracteriza también por pérdida del flujo inspiratorio pero en este caso a consecuencia de falta de actividad diafragmática de forma fásica. Ambas formas de apnea impactan la ventilación que ocurriría de forma normal durante el sueño. En cualquiera de los casos, cuando existe un patrón respiratorio inadecuado, se desarrollan una serie de eventos fisiológicos que incluyen despertares completos o parciales, que reinician el proceso ventilatorio y con ello, un nuevo intento de dormir. El resultado final es detrimental para el proceso reparador del sueńo; el periodo de tiempo que el sujeto dedica para dormir se vuelve fragmentado. Cuando este síndrome de apnea del sueńo se encuentra presente durante varios meses o hasta ańos, se inducen varias estados patológicos a nivel fisiológico y psicológico que incluyen hipertensión arterial sistémica, hipertensión pulmonar, insuficiencia ventricular derecha, accidente cerebrovascular, cambios en el estado de anímico y en casos extremos, hasta la muerte. El tratamiento de la apnea del sueńo tiene como fin último prevenir o limitar estas consecuencias. La forma de tratamiento con mejores resultados para los sujetos con AOS se basa en el uso de aparatos que proveen presión positiva continua a la vía aérea superior (CPAP, por sus siglas en inglés, Continuos Positive Airway Pressure), usualmente a través de una mascarilla nasal durante el sueńo. En esta forma de tratamiento, la mascara se encuentra conectada a una bomba de aire que provee un flujo constante de aire a una presión delicadamente calibrada, con o sin oxígeno suplementario. La presión generada de esta manera tiene la finalidad de crear una “tablilla” neumática sobre la vía aérea superior y de esta forma, restaurar el flujo normal de aire tanto en la forma central como la obstructiva de apnea del sueńo. Cabe mencionar que aunque el uso del CPAP es efectivo y está clínicamente comprobado, su uso correcto suele ser problemático por las dificultades percibidas por el paciente del uso de un pequeño aparato con una manguera conectada a la máscara durante toda la noche, con el potencial de conflictos con la pareja. Dado que la apnea del sueño suele afectar a adultos y adultos mayores, no es raro que un porcentaje elevado de estos sujetos desarrollen arritmias que requieren tratamiento con antiarrítmicos o marcapasos. Incluso existen algunos pequeños estudios que han encontrado una asociación positiva entre el uso de marcapasos secuenciales y programables en sujetos con apenas centrales u obstructivas que mantienen al paciente fuera de bradicardia y una menor incidencia de episodios de apneas y de menor severidad. Otros estudios han confirmado esto tanto en pacientes con o sin insuficiencia cardiaca. La especulación a este respecto es que el estado vagal que se asocia con la bradicardia también induce apnea del sueńo, así que la prevención de este estado parasimpático pudiera estar relacionada con menos apneas. Actualmente esta teoría no es mas que eso, una especulación, pero si esta observación es correcta, pudiera proveer una nueva forma de explicar y de tratar la apnea del sueńo. REFERENCIAS 1. Drazen JM. Sleep Apnea Syndrome. NJEM 2002. 346 (6):390. 2. Gottlieb DJ. Can Obstructive Sleep Apnea be treated without modifying anatomy? NJEM 2005. 353 (24): 26042605. 3. Yaggi HK, et al. Obstructive Sleep Apnea as a risk factor for stroke and death. NJEM 2005. 353 (19):2034-2041. 4. Flemons WW. Obstructive Sleep Apnea. NJEM 2002. 347 (7): 498-504.