Joseonwangjosillok Anales de la Dinastía Joseon

Transcripción

Joseonwangjosillok Anales de la Dinastía Joseon
Joseonwangjosillok
Anales de la Dinastía Joseon
Se ha hecho referencia a la Dinastía de Joseon (1392-1910) como
a la dinastía de los documentos. De especial importancia para este periodo son
los Anales de la Dinastía Joseon (Joseonwangjosillok ), una extensa compilación de su historia.
Esta Dinastía quiso mantener un sistema de documentos organizado para registrar y preservar
la historia sin distorsiones. Los Anales registraron la historia del país durante 472 años,
desde 1392 hasta 1863, durante los cuales gobernaron 25 monarcas, desde Taejo (r. 1392-1398)
hasta Cheoljong (r. 1849-1863). Incluso hoy en día estos documentos tienen
un enorme valor para comprender la península de Corea.
La portada y una página de los Anales del rey Sejong (r. 1418-1450),
el cuarto monarca de la Dinastía Joseon. Los documentos incluyen
todas las palabras y acciones del rey durante su gobierno.
El rey Sejong el Grande es conocido por su papel crucial en
la creación del hangeul , el alfabeto coreano.
© Instituto Gyujanggak de Estudios Coreanos
Koreana | Otoño 2008
Otoño 2008 | Koreana Obra maestra entre
los documentos históricos
Los Anales de la Dinastía Joseon , que detallan casi 500 años de historia del país, fueron una guía para el gobierno
de los monarcas y sirvieron para que reflexionaran pensando en el juicio de las generaciones futuras.
Park Hong Gab Director de la División de Investigación y Compilación del Instituto Nacional de Historia Coreana
Los Anales de la Dinastía Joseon son una obra maestra de documentos históricos en
su forma original que describen el reinado de 25 monarcas durante un periodo de 472 años.
© Seo Heun-kang
L
os Anales de la Dinastía Joseon fueron compilados para documentar
“Los logros políticos y todos los demás
asuntos de importancia durante el reinado de un monarca”. Además, pretendían, en la medida de lo posible, ser un
“registro fiel de los asuntos”. Aunque los
anales son considerados en la actualidad
como las crónicas de un individuo o una
organización, en el pasado eran los registros de los monarcas y las historias de
los países.
Historia de los Anales
En el Este de Asia, los anales se originaron en China, durante el periodo de
las Dinastías Septentrional y Meridional
(420-581), cuando Zhou Xingsi recopiló
dos volúmenes de crónicas para dejar
constancia de los reinados de los emperadores de la Dinastía Liang (502-557).
A partir de entonces, se recopilaron las
crónicas de cada monarca de la Dinastía
Sui (581-618) y Tang (618-906). La recopilación de los anales se convirtió en una
tradición de las distintas dinastías chinas, y sirvieron como modelo a Corea,
que mantenía archivos de sus monarcas
desde el periodo de Goryeo (918-1392).
Desafortunadamente, los anales de
Goryeo se perdieron por las crisis y conflictos que creó la necesidad de luchar
contra los invasores extranjeros.
La Dinastía Joseon incluyó 27 monarcas, desde el rey Taejo (r. 1392-1398)
hasta el último, el rey Sunjong (r.
1907-1910), y se publicaban los anales
correspondientes a cada uno tras su
fallecimiento. Estos documentos se preparaban siguiendo unos procedimientos
estrictos, excepto para el reinado de
1
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Gojong, el XXVI monarca, y su sucesor,
Sunjong, el último de Joseon. Esto se
debió a que la antigua Oficina de Documentación no existió durante el periodo
colonial japonés (1910-1945), por lo que
los anales de estos dos últimos monarcas
no pudieron prepararse según las prácticas habituales. Además, las autoridades
niponas distorsionaron sustancialmente
hechos relevantes, menoscabando así su
valor como documentos históricos. Por
ello, se considera que los Anales de la
Dinastía Joseon se refieren a las crónicas
del periodo de 472 años, desde Taejo
hasta Cheoljong, el XXV monarca, y excluyen a los dos últimos.
Memoria del Mundo de la UNESCO
Los Anales han sido designados Tesoro Nacional de Corea número 151 y
herencia documental del mundo por la
UNESCO. Para completar su lista de lugares y atractivos culturales, en 1997 esta
organización puso en marcha el Programa “Memoria del Mundo” para la
salvaguarda del patrimonio documental,
como archivos y colecciones en bibliotecas. Hay que destacar que los Anales ,
junto con el manuscrito Hunminjeongeum, el documento que promulgó el
alfabeto coreano, hangeul , fueron de
los primeros en ser registrados por la
UNESCO en este Programa.
Hay muchas razones para que los
Anales hayan sido de los primeros en
formar parte de la Memoria del Mundo. Por encima de todo, estas crónicas
destacan por abarcar la historia de la dinastía continua más extensa (472 años)
y ofrecer detalles objetivos de los temas
políticos y de la vida diaria durante la
época de cada monarca. Asimismo, se
ha preservado íntegramente el original
y existen cuatro copias más realizadas
con tipos metálicos móviles. Por último,
sirve como una fuente documental de
gran valor para la historia y relaciones
de varias naciones del Este de Asia.
Todas las naciones confucianas elaboraban anales. Sin embargo, hay varios
factores que distinguen los Anales de las
crónicas de otros países. Aunque los de
la China Ming y Qing se han preservado
(2.909 volúmenes y 3.000 volúmenes,
respectivamente), en términos de la extensión del periodo histórico no cubren
ni la mitad de los 472 años de los Anales .
Además, los de Ming y Qing sólo documentaban temas relacionados con asuntos políticos, mientras que los Anales ,
además, incluyeron gran cantidad de información sobre la sociedad, la cultura,
la economía, el ejército y la diplomacia
de Joseon.
En cuanto a Japón, recopiló los
Documentos auténticos del emperador
Montoku y Documentos auténticos de
los Tres Reinos de Japón a finales del siglo IX y principios del X. Aunque ambos
son notables por su extensión y contenido, los originales se han perdido.
También Vietnam recopiló crónicas en el siglo XVIII. Las más famosas
son los Documentos auténticos de Dai
Nam , compuestas por 85 volúmenes de
biografías de personajes de cada periodo
histórico. Pero el contenido es breve y se
centra en los asuntos de la corte real.
Los detalles y extensión de los Anales
de la Dinastía Joseon son extraordinarios e incluso incluyen comentarios de
los historiógrafos sobre varios eventos e
© Yonhapnews
© Seoul Museum of History
Una Versión del Documento
del Secretariado de la Realeza ,
en la que los historiógrafos estaban
dispuestos a hacer constar cada palabra y acción
del rey. Tras el fallecimiento del monarca,
estos documentos y los materiales
relacionados se incorporaban
a los Anales de la Dinastía Joseon .
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Los 1.893 volúmenes de los 888 libros
que componen los Anales de la Dinastía Joseon
documentan los reinados de los monarcas
de Joseon desde el primero,
Taejo, hasta el vigésimo quinto, Cheoljong.
Aparte de registrar los asuntos políticos,
también ofrecen gran información sobre
las circunstancias, la diplomacia, la sociedad,
la cultura y la economía de la Corea
de la época.
1
1~2 Un historiógrafo siempre estaba
al lado del rey para documentar en detalle
sus palabras y acciones, incluyendo cuando
el monarca salía del palacio para
asuntos oficiales o personales.
2
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© Gimm-Young Publishers, Inc.
individuos. Merecen, pues, su inclusión
en la Memoria del Mundo de la UNESCO como tesoro documental por su
valor social, cultural y filosófico.
¿Por qué se elaboraron los Anales ?
La humanidad siempre ha deseado
documentar todo incluso antes de la
invención del papel y de los alfabetos,
como evidencian los esfuerzos de los
hombres primitivos para dibujar figuras
de animales en las pinturas y tallas rupestres. Está claro que la gente siempre
ha tenido interés en realizar registros
por medio de expresiones simbólicas.
La costumbre en Corea de documentación también se inició hace mucho, según revelan los restos hallados.
Además, el interés en la historia era especialmente intenso en las naciones que
propugnaban los valores confucianos ya
que se creía que el pasado servía como
espejo del presente y del futuro. De
hecho, los primeros documentos históricos tienen la palabra “espejo” o hacen
referencia a él en el título.
La práctica de tener documentos
objetivos que detallaban los logros de
un rey, sin embellecerlos o depurarlos,
sirvió como medio de comprobar el
poder absoluto de una monarquía. En
China y Corea, los historiógrafos y los
asesores del monarca eran los responsables de poner coto a los excesos de la
realeza. Mientras que los asesores controlaban el poder durante el reinado,
los historiógrafos lo evaluaban tras la
muerte del monarca y determinaban su
legado; el miedo a no pasar esta última
prueba era mayor. Incluso Yeonsangun
(r. 1494-1506), el infame tirano de la Di-
nastía Joseon, dijo: “Lo que más temo es
el juicio de la historia”.
De este modo, la conciencia histórica del Este de Asia estaba dominada por
el confucianismo. Los gobernantes, con
este concepto, se preocupaban del hecho
de que sus acciones pudieran ser juzgadas por las generaciones venideras. Por
ello, aunque el confucianismo carece
de una figura divina, la devoción a esta
conciencia histórica servía para limitar
el absolutismo de la monarquía y era
una motivación importante para la recopilación de anales. Además, el respeto
confuciano por la precedencia sobre el
principio ideológico era otra razón para
la elaboración de crónicas extensas basadas en datos objetivos.
Los Anales no fueron planificados
ni recopilados por un grupo específico
de personas en una época determinada;
por el contrario, representan la acumulación de registros recopilados desde que
un nuevo monarca ascendía al trono. A
pesar de este largo periodo de 472 años,
este documento incluye datos diarios,
sin excepción, debido a esa conciencia
confuciana de la historia. Y fue esta misma actitud la que motivó a los historiógrafos a arriesgar sus vidas asegurando
la objetividad y fidelidad de todos los
datos.
Procedimientos de recopilación
En 1409, el año después al fallecimiento del fundador de Joseon, el
rey Taejo, su sucesor, el rey Taejong
(r. 1400-1418), dio instrucciones a los
funcionarios de la corte para que recopilaran los anales del primero. Varios
de ellos pidieron que se retrasara este
proceso ya que su fallecimiento había
ocurrido recientemente y muchas figuras importantes de su reinado estaban
vivas. Sin embargo, ante la insistencia
de Taejong, se recopilaron y finalizaron
los anales, y así se inició la tradición de
elaborar crónicas en la Dinastía.
Los materiales básicos para la recopilación eran los registros diarios de los
historiógrafos de la corte sobre todos los
asuntos relacionados con el rey. Durante
Joseon, la corte tenía ochos historiógrafos permanentes que rotaban para documentar las actividades del monarca.
Tras su muerte, los diarios se enviaban
a la Oficina de Archivos (Sillokcheong).
Además de estos documentos, también
se empleaban como material de consulta
en el proceso de recopilación las actas de
varias oficinas del gobierno.
La Oficina de Recopilación de Anales, que se creaba tras el fallecimiento
de un monarca con el solo propósito de
supervisar la recopilación de los anales,
empleaba a funcionarios de alto nivel y
personal de apoyo. Se elaboraron regulaciones sobre el formato y contenido
de los anales y sobre los procedimientos
operativos. Esta normativa contenía instrucciones sobre asuntos tales como el
alcance de los materiales que se usarían
al realizar la recopilación, registro de
las órdenes de la corte y de documentos
administrativos proclamados durante
el reinado, información sobre criados
destacados que hubieran fallecido en ese
lapso de tiempo, fechas y clima, tributos de las provincias y temas privados,
incluyendo los controvertidos. Hay que
destacar que se incluían comentarios
subjetivos de los historiógrafos sobre
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papel. Así, se eliminaban las evidencias
del proceso y además se posibilitaba la
reutilización del papel.
Los Anales de la Dinastía Joseon siguen por lo general la siguiente forma y
estructura:
• Un volumen generalmente cubría un
año, pero a veces el contenido se organizaba en volúmenes que cubrían un
periodo de uno, dos o seis meses. Para
los Anales , cada volumen constaba de
un mes de contenido, sin considerar el
tamaño.
• Los anales de cada monarca comienzan
con información biográfica: su nombre, nombre de sus padres, fecha de
nacimiento, detalles sobre su infancia
y educación, proceso por el que fue
nominado Príncipe Heredero y, en el
caso de hijos adoptivos, los nombres
© Seo Heun-kang
eventos o personajes.
Según la normativa, el organigrama
de la Oficina lo formaban un director
recopilador, que supervisaba varios departamentos y varios empleados. Cada
departamento preparaba un borrador
sobre el contenido de los anales durante
un periodo específico del reinado del
monarca, que se revisaría y retocaría
antes de terminarse. Este proceso de tres
etapas era útil para reducir al máximo
los errores y omisiones; sin embargo, su
finalidad era preservar la objetividad del
contenido.
Destaquemos que las actividades de
esta Oficina quedaban registradas en
los Manuales de la Oficina de Recopilación de Anales . Cuando se finalizaba el
proceso de recopilación, los borradores
y las revisiones se borraban mojando el
1 Uno de los originales de los Anales de la Dinastía
Joseon sufrió la desgracia de ser llevado a Japón
en 1913, durante el periodo colonial nipón. Como
resultado de las numerosas peticiones para que
fuera retornado, un gran número de materiales
expropiados volvieron a Corea en 2006, después de
93 años. Aquí vemos a historiadores inspeccionando
los documentos retornados.
2~3 Se llevó a cabo una ceremonia formal en
el templo Woljeongsa, en el monte Odaesan,
Pyeongchang-gun, provincia de Gangwon-do
(11 de agosto de 2006) para conmemorar
la repatriación por parte de Japón de la copia
de los Anales de la Dinastía Joseon .
3
de los padres biológicos e información sobre su adopción. A menudo
se incluían apéndices al final de los
anales, que contenían información
sobre la vida privada del monarca.
• Los anales se recopilaron en orden
cronológico, pero a veces la limitación de este formato requería suplementos. Los Anales del rey Sejong
y los Anales del rey Sejo incluyen
suplementos, pero los Anales del rey
Danjong contienen un apéndice con
detalles sobre la restauración de su
reinado.
• Las fechas se escribían según el orden del año, la estación, el mes y el
día de reinado. Las citas en los primeros anales incluían la estación y el
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© Yonhapnews
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año, pero los posteriores omitían la
estación.
• Se insertaba la marca “○” en el texto
para indicar que los registros estaban relacionados con un día o tema
distintos. La mayoría del contenido
se escribía sin espaciado, pero a veces se colocaba un espacio delante
del nombre del rey o de monarcas
anteriores. Se insertaban notas en
tipografía más menuda en las secciones que requerían explicaciones
adicionales.
El contenido se hizo menos diverso con el paso del tiempo y se
enfatizaron los asuntos políticos, con
menor variedad en la información.
Aunque se ha dicho que esto fue el
resultado de los esfuerzos de asegurar
la objetividad del contenido o de un
foco más limitado de la élite gobernante, este desarrollo fue el producto
de la sociedad dinástica de un periodo
particular y no limita en absoluto el
valor general de los Anales .
Por encima de todo, lo más significativo es que la recopilación de anales refleja una tradición de 1.000 años,
desde el periodo de Goryeo hasta el de
Joseon, y que los Anales de la Dinastía
Joseon se han preservado intactos. Estos Anales son, verdaderamente, algo
sin precedentes entre los tesoros documentales en términos de amplitud
y detalle. Son, sin duda, una herencia
cultural muy preciada.
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