Sobre sus apellidos
Transcripción
Sobre sus apellidos
SOBRE LOS APELLIDOS DE MIGUEL SERVET Servet se llamaría “Miguel Serveto Conesa”, un nombre completo reconstruido siguiendo las pautas para los nombres que en España no se generalizaron hasta mucho más tarde [a todos nos parece ahora que es natural tengamos dos apellidos y que el primero sea el del padre y el segundo el de la madre, pero cuando nuestros alumnos y alumnas viajan comprueban que no es así: en Portugal se coloca primero el apellido de la madre y en los países anglosajones sólo se transmite el apellido del varón. Actividad: comprueba estos hechos, busca más información al respecto y descubre desde cuándo se impone cada tradición en cada área cultural]. De modo que el padre de Servet se llamaba Serveto por su padre y Conesa por su madre [Actividad: busca el nombre de Serveto entre las localidades de Aragón, y no te sorprenda encontrarlo porque una de las formas de identidad –esto es, de saber cada cual quién era era saber de dónde venía, dónde había nacido, de modo que se recogía como parte de su nombre]. ¿Cómo se llega de ‘Serveto’ a ‘Servet’? ¿Hay algún error, entonces? No, no hay ningún error. Pero las circunstancias que concurren son interesantes e ilustrativas, [muestran de qué maneras, a veces tan azarosas, acaban gestándose los rasgos que luego parecen esenciales]. Se da la circunstancia de que Servet se dio a conocer por su obra escrita –cómo se le llamaba en la vida diaria es algo ahora desconocido, entre otras cosas porque se movió en tres áreas distintas: la protoespañola, la protoalemana y la protofrancesa- y el idioma de la cultura en el Renacimiento era el latín, así que Servet firmó sus dos primeras obras como “per Michaelem Serveto, alias Revves” [Actividad: como se puede apreciar los apodos, en este caso Revves, han servido siempre como signos de identidad, así que buscad y poned ejemplos, -no habrá que ir muy lejos para encontrarlos-], y en los documentos en latín escribía ‘Michael Servetus’ y en francés ‘Michele Sérvète’. De ahí que en los textos en inglés se conozca a Servet como ‘Michael Servetus’, dado que el inglés -idioma que, por cierto, tanto debe al latín- conserva la forma latina, y en los textos franceses antiguos como Michele Sérvète, de donde, al perderse la ‘e’ final sorda, da ‘Servet’. Tenemos, entonces, un apellido que procede de un pueblo altoaragonés y que, tras pasar por el francés, acaba dando el actual ‘Servet’. Historia curiosa, representativa de los préstamos idiomáticos y del hibridismo que caracteriza a Europa. Se da la circunstancia, además, de que en esta época no era fácil establecer seguridades sobre la grafía, ni siquiera el orden, de los apellidos. Por ejemplo, en el Decreto de la Suprema Inquisición española que ordena informarse sobre Servet se le llama ‘Miguel Serueto o Reves’ y ‘Miguel Reves’. Lo cierto es que los familiares más directos de Servet, que sí que lo conocían, y que sabían que era un Serveto, ante el impacto de la prohibición de sus obras y ante la amenaza de herejía, que solía afectar a toda la familia y, como mínimo, manchar su nombre, acabaron adoptando el apellido Revés y dejaron de lado el Serveto.