Muchos devotos de Sor María Troncatti agradecen por los favores
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Muchos devotos de Sor María Troncatti agradecen por los favores
Ofrendas para la causa de Sor María Troncatti Una familia devota 20 usd Yolanda Riera 1 usd Secundino LeЧn Jara 1 usd Oliva CucЗs 4 usd Leonila Rosero 5 usd Una devota RMC 20 usd Flia. Ojeda Jaramillo 10 usd Ofrendas de SucЬa 48 usd Carmen PОrez. (NY) 50 usd BenjamТn Sharupi 10 usd Comunidad de Bomboiza20 usd Luis Ojeda 20 usd Devotos de SucЬa 30 usd Gustavo Aguirre SolЧrzano 5 usd Laura SolЧrzano 5 usd Aporte Casa Provincial 79,32 usd La Plegaria ЅOh JesЬs!, que has dicho: “Todo lo que hagЗis al mЗs pequeЦo de mis hermanos, lo hacОis a MТ”, bendice la Causa de la Sierva de Dios, Sor MarТa Troncatti, misionera de corazЧn ardiente de caridad, infatigable en el socorrer a los necesitados de cualquier condiciЧn. Haz que tambiОn nosotros experimentemos su caridad, infatigable en el socorrer a los necesitados de cualquier condiciЧn. Haz que tambiОn nosotros experimentemos su caridad, ya que suplicamos su intercesiЧn para obtener las gracias que necesitamos. Nos comprometemos a imitarla en su fe valiente, y, en el saber entregarse para el bien de los hermanos hasta el final de la vida. AmОn. manos 8 lasde Sor María E1 Señor Antonio Palomeque, Coadjutor Salesiano, envía un saludo especial a los lectores del Boletín y augura una campaña activa a favor de la Causa de Beatificación de Sor María Troncatti, Misionera Salesiana de la Amazonia ecuatoriana. Muchos devotos de Sor María Troncatti agradecen por los favores recibidos e invocan su protección. Para envТo de Boletines, materiales, informaciЧn de gracias recibidas, ofertas: MADRES SALESIANAS Aptdo. 17-01-2144 Quito, Ecuador A las gracias publicadas no atribuimos mЗs fe que las que le prestan sus relatores. Agradecemos el envТo de cualquier ayuda para la Causa de BeatificaciЧn de Sor MarТa Troncatti. (con lic encia eclesiЗstica) •La fuerza de una vocación •Largas caminatas •Las serpientes: peligro inminente por su veneno mortal •Traiciones •La tristeza más gran de de Sor María Troncatti •Discrepancias •Viajes en la selva virgen QUITO – MACAS ENERO - FEBRERO - MARZO 2005 ISSN Nº 1390 - 0420 Boletín Informativo 1 SOR MARÍA TRONCATTI, SU ARDUO Y PELIGROSO CAMINAR MISIONERO Avioneta misionera en la pista de Sucúa. La fuerza de una vocación Y todo por la fuerza de un adiós. El camino misionero recorrido durante 46 años en el Ecuador y particularmente en la Amazonia tiene su origen en la fuerte llamada vocacional de Sor María Tron catti, llamada que la obligó a pronunciar generosamente su ‘primero y último adiós”. Un adiós que es un dejarlo todo y a todos: su hogar, su tierra natal, la patria, la cultura, el idioma, el mundo salesiano manos 2 lasde Sor María de pertenencia, su gente, ¡todo! para internarse en la selva milenaria llevando a Jesucristo y su mensaje de amor al igual que la vida y la salud por todo lado. Un adiós que para Sor María no es un hasta luego, ni un breve adiós como dice la canción sino un proyectarse para siempre en la fidelidad heroica de la consagración a Dios. Su corazón exulta, su sí definitivo a esta misión desconoci da la sostiene. Se siente llamada a llevar Lector: Ama tu fe, Profundízala con la Palabra de Dios. Transfórmala en vida. Ama, adora y recibe la Eucaristía, Pan de vida. Y amarás siempre más y mejor al mundo en que tú vives. ACTO DE FE Oh Jesús, Verdad eterna, yo creo que estás realmente presente en la Hostia santa. Aquí moras con tu cuerpo, sangre, alma y divinidad. Oigo tu invitación: “Yo soy el Pan vivo, bajado del cielo”. “Tomen y coman: esto es mi cuerpo”. Creo, Señor y Maestro, mas aumenta mi débil fe. Amén. Boletín Informativo 7 La joven que la acompañaba la había visto pero ya era tarde. Ella, clavada los ojos en la serpiente, Sor María, inmóvil, repetía Ave María, hasta que “aflojó sus anillos” y desapareció deslizandose entre la hojarasca. Madre María, ¿qué hubiera hecho si no se hubiera ido? Cosa simple, respondió: ¡hubiera muerto! Traiciones No todo es bien visto e interpretado res pecto a la obra de los misioneros y misio neras. En efecto, circulan entre las familias shuar, ciertas voces difundidas por gente extraña a su pueblo. Se dice: los misione ros atraen a los niños y jóvenes con fines lucrativos “para venderlos en el exterior”. La comunidad religiosa constata, perdo na, acoge y continua su misión. Pronto todo queda desmentido, los autores se retractan. El número de los shuar presen tes para la catequesis ha crecido de modo que ahora los grupos deben ser subdividi dos. La mayor tristeza de Cama shuar con el fuego a sus pies. manos 4 lasde Sor María Sierva de Dios Sor María Troncatti. Foto del 1969, año de su falleciemiento. Sor María Troncatti A menudo llegaban a la misión pacien tes procedentes de distancias increíbles los cuales, a veces debían retornar a sus casas todavía enfermos. La tristeza más grande para la Sierva de Dios era la de no disponer de un lugar grande donde “atender a los enfermos en una cama hablándoles de Jesús, de su Madre, car gando sus muchos dolores”. Ella atendía a todos sin importarle ni la hora ni la forma cómo lo debía hacer. Esta ambi cionada ilusión llega a coronarse sólo en el año 1956 cuando puede disponer de un incipiente hospital que, paulatina mente irá completándose y equipandose. Discrepancias A lo largo de su servicio hos pitalario, Sor María probó también alguna discrepan cia. Más de una vez le tocó afrontar ciertas conductas irregulares y disentir en opi niones en torno al trato a los enfermos. El Director del Hospital, un médico “joven, lleno de entusiasmo por ayu dar a la gen te”, al gu nas veces negaba aún al sacerdo Hermosa y provocativa selva, rica de sorpresas. te, el permiso de visitar a los paciente para animación espiritual. En el trarla será muy dificil, igual que buscar Hospital Pío XII de Sucúa, Sor Troncatti un alfiler en un pajonal. era enfermera y consejera de todos. Jun to con la curación del cuerpo no descui El 10 de septiembre de 1956, la Sierva daba la salud del alma. “Todo lo prepara de Dios, llamada de improviso para ba con sin igual tacto y finura espiritual”. atender a un enfermo grave, viaja desde Sucúa a Macas en “Viosa”. Vestida de enfermera, con sus mangas blancas ve Los viajes pasar los cinco minutos de vuelo ordi en la selva virgen nario en espera del aterrizaje pero esto no sucede, la nave no aterriza a causa de En los inicios de la misión los viajes se una avería: se eleva, cruza la cordillera hacían a pie y en caballo. Eran intermi y logra comunicarse con la torre de con nables, inseguros a causa de los precipi trol de Quito. El piloto le dice: Madre cios, ríos, árboles que caen, animales ci ta re ce... “Sor Ma ría te nía los ojos salvajes. Las posadas eran escasas y cerrados: toda su vida era oración”. La muy precarias. torre ordena: consuma todo el combus tible, el tren de aterrizaje no funciona, Más tarde los viajes en avioneta facili antes bien, ha perdido una rueda en la taron el servicio a la salud, eran muy alfombra verde de la selva. “Aterrizo” útiles, rápidos pero costosos, con capa anuncia y un estremecimiento sacude cidad muy limitada, sujetos a la variabi todo, ante la espectativa general, pero el lidad ambiental, a los pasos peligrosos temido incendio no se produce. Estaban en las cordilleras, de modo que si falla salvos. Sor María, el señor Basántez y una avioneta y cae en la selva, encon Boletín Informativo 5 FAVORES Y GRACIAS ATRIBUIDAS A LA INTERCESIÓN DE LA SIERVA DE DIOS AGRADECIMIENTO DESDE JULIO ANDRADE Me aco m e tió un fuer t e do l or de est óm ag o. Ing res é al Hosp it al e inm ed iat am ent e me som et ier on a una intervenc ión quirúrg ic a. Con fiada me puse en las man os de Sor Mar ía Tronc att i, mi “enf erm er a impagable” y le rog ué con tod a mi fe. Ella me alcanzó de Dios tant a fe y fortaleza. Durant e mi enferm e dad, Sor Troncatt i no me aband on ó, más bien es tu v o a mi la d o co mo una mano suav e sob re mi herid a. Hoy ne enc uent ro bien. Agrad ezc o a la Virg en Aux il iad or a y a la Sierv a de Dios Sor Mar ía Tron catt i. Envío una ofrenda y pido a Dios que pronto sea venerada en los.altares. como Beata. Su devota: R.M.C. manos 6 lasde Sor María DÁNDOTE GRACIAS, VUELVO A PEDIRTE Te doy gracias por tantos favores que me has al can za do de Dios, nues tro Padre. Sor María Troncatti, hoy vuelvo a pedirte de todo corazón que me alcan ces de Dios las fuerzas necesarias para salir adelante con mis dos pequeños hi jos que ya no tie nen pa dre por que Dios se lo llevó s su lado. Alcánzame de Dios la fuerza, salud, paciencia, y amor para educar bien a mis dos hijitos, para quienes te pido también la salud. Gra cias Sor María. Tu hija devota: J.Ch. - Sucúa. *** MI AGRADECIMIENTO Sor María Troncatti, gracias por la salud y el empleo en el T.E. que, por tu inter cesión, me lo concedió nuestro Señor Jesucristo. Gracias Dios Padre y envía me el Espíritu Santo. Gracias. Virgen María. Amén la Verdad a un pueblo no evangelizado todavía y no sólo ahora que siente la plenitud de sus fuerzas sino también en sus años maduros, dispensando a quien lo necesita su capacidad de escucha, su consejo y la animación oportuna. En esos años, el Concilio Vaticano II había facilitado el retorno de los misio neros y misioneras para visitar a sus familiares. En 1968, los jóvenes y seño ritas de la “Operación Mato Grosso” que visitaban a Sor Troncatti, le ofrecie ron un viaje gratuito de ida y vuelta hasta Córteno para que visitara a su familia, prometiéndole dejarla en la puerta de su casa. Ella los miró fijamen te, sonrió y respondió “cuando uno se da, se da para siempre”. Verdaderamen te esto ratifica la fuerza de una voca ción. ¡Sí!, y todo por la fuerza de un adiós ya que el suyo fue su primero y último adiós: ¡Su adiós para siempre! Don Bosco y Sucúa para curar a los enfermos, cicatrizar heridas y devolver la paz y el amor a la vi da. Na da le importaban sus piernas hinchadas, en ella todo era disponibilidad, “nadie la detenía en su entrega generosa a los demás”. Las serpientes peligro inminente por su veneno mortal En la Región Amazónica, aún hoy, no es difícil encontrar culebras. Se las ve en las chacras, en los caminos, en los luga res desbrozados o atravesando una carre te ra o un sen de ro, pen dien tes de una rama o en los troncos de árboles viejos o cortados, pero también asoman en las casas habitadas o no, de día o de noche y muchas veces al acecho. En uno de sus viajes improvisamente, Sor María sintió enrollarse en sus piemas una serpiente. Largas caminatas Su misión evangelizadora y su pa sión por el bien de todos se manifestaba en su disponibilidad. A diestra y siniestra del río Upano, cer ca o lejos, durante el día o adentrada la noche, Sor Troncatti, sola o acompaña da por Sor Dominga o por al gún jo ven de la mi sión, atravesaba extensiones sel váticas de Macas, Sevilla Serpiente venenosa en su habitat. Boletín Informativo 3