kannst. Überhaupt, kann ich mir denken, kommen hier alle Fragen

Transcripción

kannst. Überhaupt, kann ich mir denken, kommen hier alle Fragen
kannst. Überhaupt, kann ich mir denken,
kommen hier alle Fragen, die du an dich
selbst richtest, auf sehr kurzem Weg zu dir
zurück.
Hierro ist ein reflexiver Ort, rückbezüglich und intensiv in seiner Kargheit. Im
Jargon unserer überdrehten Gesellschaft
ein Therapeutikum. Historisch brisant hier
sind die Los Letreros und die Zeichen in der
Garganta de Candi-Schlucht, Reste einer
noch nicht entschlüsselten Schrift, petroglyph, mit Stein in den Stein gehauen, die
verblüffende Ähnlichkeit haben mit altnubischen Zeichen oder mit den prähistorischen
Schriften, die auf den Felsen californischer
Kupferbergwerke gefunden wurden. Über
sie schrieb ihr Entdecker (1877): „Ich sah
Fische und Vierfüßler, so wie sie auf den
Kalendern der alten Inkas und Mexikaner
zu sehen sind.“ Es gibt darüber hinaus
Querverbindungen zu phönizischen und
karthagischen Schriften. Du könntest ausflippen. Auch das sollst du wissen, um
dir die Insel besser vorstellen zu können.
Der westlichste Punkt Hierros, Punta de
Orchilla, war bis ins späte 19. Jahrhundert
der Null-Meridian. Was heute Greenwich142
El Hierro ciertamente es un lugar en el
que puedes andar tras tales cuestiones. En
resumidas cuentas, pienso que aquí todas
las preguntas que te haces a ti mismo
vuelven hacia ti de un modo rápido. El
Hierro es un lugar reflexivo, reflexivo
e intensivo en su aridez. En la jerga
de nuestra sociedad sobreexcitada una
terapia (?). Históricamente explosivos
son los letreros y signos en la Garganta
del Barranco de Candi (?), restos de una
escritura aún no descifrada, petroglifos
golpeados con piedra en piedra que tienen
un parecido asombroso con los signos
núbicos antiguos o con las escrituras
prehistóricas encontradas en las rocas
de las minas de cobre californianas. Su
descubridor escribió sobre ellas (1877):
„Vi peces y cuadrúpedos tal y como se ven
en los calendarios de los viejos incas y
mejicanos“. Además hay conexión con las
escrituras fenicias y cartaginenses. Podrías
flipar. También debes saber eso para poder
imaginarte mejor la isla. El punto más al
oeste de El Hierro, Punta de Orchilla fue
hasta finales del siglo 19 el meridiano cero.
Lo que hoy es la hora de Greenwich, se
llamaba hasta 1883 la hora de Orchilla.
(No suena tampoco nada mal, ¿verdad?).
Detrás de la línea cero no había nada, sólo
el fin de agua. El fin del mundo español,
equivalente al fin del mundo oeste. En caso
de que sacaras tu Homero (recordarás a
Kirk Douglas en el papel principal) podrás
leerlo.
En la antigüedad las islas canarias, se
podría decir, estaban bastante de moda.
Pero como todo lo típico llega a su fin,
fueron olvidadas. El mundo simplemente
se olvidó de un trozo del mapa y se dirigió
hacia cosas más importantes, por ejemplo a
la Catedral de Colonia.
Tal vez es el conocimiento de que en
muchas cosas que se experimentan en
la isla surge el presentimiento incierto
de haber llegado al punto final. Que los
movimientos flotantes de lo volcánico que
Time ist, hieß bis 1883 Orchilla-Time (Hätte
auch nicht schlecht geklungen, oder?). Hinter
der Null-Linie war nichts, nur das wässrige
Ende. Das Ende der spanischen Welt, und das
war gleichbedeutend mit dem Ende der westlichen Welt.
Wenn du deinen Homer herauskramen solltest (du erinnerst dich, Kirk Douglas in der
Hauptrolle), kannst du’s nachlesen.
In der Antike waren die kanarischen Inseln,
könnte man sagen, ganz schön im Gespräch.
Da irgendwann einmal aber alle Gespräche
verstummen, vergaß man sie. Die Welt vergaß einfach ein Stück Landkarte – und
wandte sich wichtigeren Dingen zu, z.B.
dem Kölner Dom.
Vielleicht ist es das Wissen darum, dass sich
einem bei vielem, was man auf der Insel
erlebt, das unbestimmte Gefühl einstellt,
an einem Schlusspunkt zu sein. Die FließBewegungen des Vulkanischen, die irgendwann aufgehört haben, erstarrt sind.
Geschiebe, Geballtes, kalt, wie eingefroren, starr, Du bräuchtest ein paar Leben,
habían cesado en algún momento, se habían
puesto rígidos.
Empujado, concentrado, frío, como
congelado, rígido, necesitarías un par de
vidas para notar los cambios en el paisaje.
El viento pasa por él, aire salado, erosión
lenta. Ánimos finales, puntos finales. Los
arbustos de sabina se encuentran allí como
si se encontrasen así desde siempre. Como
Phillip Marlowe en su despacho. Nubes
pasaron por la altiplanicie. Los vacíos
campos quebradizos de agosto envueltos
en nubes, las paredes de piedras en vapores
húmedos, los brezos y la laurisilva sólo
esquemas, velos de humedad, esponjas.
Una nube de polvo, el tintineo del animal
guía, un rebaño de ovejas. Un perro que
se para un instante y una voz de hombre le
hace avanzar, un hombre, una mano que
se levanta para un saludo, un bastón largo,
pasos largos y elásticos, torbellinos en la
niebla como si se hubiese abierto una puerta
en alguna parte. Un encuentro, un estado de
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