¿Cómo afecta la crisis en los miedos de los niños?

Transcripción

¿Cómo afecta la crisis en los miedos de los niños?
¿Cómo afecta la crisis en los miedos de los niños?
La situación económica influye en la población infantil. El nivel de incertidumbre
en su entorno inmediato afecta a la aparición e intensidad de los miedos
infantiles.
La situación de crisis económica expone a una creciente vulnerabilidad a la población
infantil y a su nivel de bienestar, necesario para un desarrollo óptimo. Existen efectos muy
diversos, entre ellos destaca el impacto en la estabilidad emocional de los niños, que
afecta de forma negativa a los miedos evolutivos. Su aparición es común durante la
infancia; sin embargo, ante la situación actual pueden verse intensificados o cronificados,
si no son abordados de forma adecuada por los adultos. Esto implica niveles mayores de
ansiedad, cambios conductuales, mayor inseguridad ante los retos del día a día...
Los adultos resultan la principal figura de seguridad y estabilidad para los niños, siendo
quienes regulan sus emociones. Este vínculo hace que los niños sean muy sensibles a los
cambios anímicos de sus progenitores, de modo que un aumento de la preocupación o
ansiedad en los adultos se contagia fácilmente a los hijos. Es así como la alteración de las
rutinas familiares, el aumento de la incertidumbre de los padres ante la coyuntura actual,
acaba afectando emocionalmente a los pequeños de la casa. Por ello, el modo en que los
adultos gestionen el tiempo que pasan con sus hijos, la información que les proporcionen y
sus emociones personales, supondrán el factor principal que amortigüe el impacto
psicológico de la crisis económica, o por el contrario, intensifique los efectos negativos
sobre sus miedos/emociones y, por tanto, sobre su desarrollo.
Según Marta Rueda, psicóloga infantil de la empresa de juguetes Fluff: “Teniendo en
cuenta el escenario actual, es más necesario que nunca proporcionar a las familias
herramientas para superar dificultades que aparecen durante el desarrollo infantil, de un
modo que resulte fácil y satisfactorio para niños y padres. El momento de juego es
imprescindible para la superación de los miedos infantiles, pues ayuda a fortalecer el
vínculo paterno-filial suscitando emociones positivas para ambos.” En definitiva, los niños,
a pesar de la crisis, siguen teniendo el mismo lenguaje para aprender y experimentar sus
dudas: el juego.
Irene Plata
Fluff - Psicóloga

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