Presentación de la sesión elaboración del duelo

Transcripción

Presentación de la sesión elaboración del duelo
EL DUELO EN LOS NIÑOS
ZE N A ID A M A R ÍA P É R E Z R E S T R E P O
G R U P O D E P U E R IC U L TU R A U N IV E R SI D A D D E A N TI O Q U I A
QUÉ ES EL DUELO
• El duelo es el sentimiento de dolor que acompaña
el proceso de adaptación emocional, conductual,
físico, social y espiritual que se produce ante la
pérdida de un ser amado, un objeto querido, una
capacidad o un evento significativo.
IMPORTANCIA DEL DUELO
• Las pérdidas son naturales, necesarias e
indispensables para la apertura hacia la vida
personal, a partir de la estrechez de los vínculos
primarios.
EL CONCEPTO DE MUERTE DE LOS
NIÑOS
• Los niños de cero a dos años no tienen un concepto
real de la muerte, reaccionan frente a la separación de
uno o ambos padres, a los procedimientos dolorosos y a
cualquier alteración de su rutina.
• Pueden percibir la ansiedad y las emociones de quienes
los rodean. Cuando los padres o seres queridos están
tristes, deprimidos, asustados o enojados, ellos captan
estas emociones y lo manifiestan con llanto,
inapetencia o inestabilidad, son sensibles a la reacción
y el llanto de los adultos, la ausencia de contacto físico
con la persona fallecida…, es decir, se dan cuenta que
algo pasa y les afecta, aunque no sepan nombrarlo.
ELABORACIÓN DEL DUELO
• Es muy probable
que
los niños hayan
experimentado la muerte a través de la pérdida
de un miembro de su familia, un amigo o una
mascota. Las historietas, los dibujos animados, las
películas, los programas de televisión, el vídeo
juego e incluso los libros contienen
imágenes
relacionadas con la muerte que los lleva a formarse
un concepto.
LOS NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR
• Comienzan a comprender que la muerte es algo
que atemoriza a los adultos. Pueden percibirla
como temporal o reversible.
• …". La mayoría de los niños en esta etapa no
comprenden que la muerte es permanente, no
diferencia seres animados de inanimados.
LOS NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR
• El niño en edad preescolar puede sentir que sus
pensamientos o a c ciones han provocado la
muerte y/o la tristeza de quienes lo rodean, y
puede experimentar sentimientos de culpa o
vergüenza, perplejidad, regresión, ira y rabia
manifiesta en los juegos, expresa miedo a morir,
establece nuevos vínculos afectivos y busca a sus
padres como modelo.
LOS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR
• Desarrollan un entendimiento más realista de la
muerte y aunque puede ser personificada como
un ángel, un esqueleto o un fantasma, ya
comienzan a comprender la muerte como
permanente, universal e inevitable. Es posible que
debido a esta incertidumbre los niños teman su
propia muerte, miedo a lo desconocido, pérdida
de control y ansiedad por separación de su familia
y amigos. La negación, la culpa, el miedo, la
idealización hacen que se exprese con síntomas
que llevan a pensar en una enfermedad.
LOS ADOLESCENTES
• Independientemente de haber o no tenido
experiencias previas con la muerte de un familiar,
un amigo o una mascota, la mayoría de los
adolescentes comprenden el concepto de que la
muerte es permanente, universal, inevitable,
irreversible, no funcional y tiene una causalidad.
LOS ADOLESCENTES
• Buscan apoyo en los pares, se aíslan de
actividades familiares o escolares, expresan
incomodidad o culpa, buscan cumplir otros roles,
toman riesgos y ven la muerte como un evento
normal y natural.
• Sin embargo es muy traumátic a para un
adolescente la muerte de otro adolescente, ya
que durante este período del desarrollo hay un
sentimiento de estar exento de la muerte y el
reconocimiento de su propia muerte amenaza
todos sus objetivos.
REPRESENTACIÓN DEL DUELO
Tener en cuenta que los niños no expresan el sufrimiento
por la pérdida, con un estado de tristeza y abatimiento
como el de los adultos. Los cambios más frecuente son:
• Desaparición brusca de adquisiciones en su desarrollo
intelectual, afectivo o motor.
• Retracción auto erótica; uso de chupo, aislamiento,
apatía, balanceo, llanto inconsolable.
• Trastornos del sueño y de alimentación(pesadillas y
anorexia).
• Distracción escolar, bajo nivel escolar.
• Ansiedad, tics, rituales, fobias, miedos a extraños, a la
soledad y a la oscuridad, agitación incontrolable,
retraimiento silencioso.
ACOMPAÑAMIENTO
• Según William C. KroenAcompañar a un niño es
permitirle estar cerca, sentarse a su lado, sostenerlo
en brazos, abrazarlo, escucharle, llorar con él, dejar
que duerma cerca, aunque es mejor en distinta
cama.
ACOMPAÑAMIENTO
• Acompañar a un niño en duelo significa ante todo
no apartarle de la realidad que se está viviendo.
Aunque resulte muy doloroso y difícil hablar de la
muerte con un niño, es mejor hacerlo lo antes
posible, preferiblemente después de las primeras
horas de mayor dramatismo y confusión,
propiciando un momento y un lugar de poca
concurrenc ia para explic arle lo ocurrido con
palabras claras, sencillas, sinceras y entendibles
para el niño.
ACOMPAÑAMIENTO
• Ser completamente honestos con el niño y
acercarlo a la realidad que está viviendo, no
ocultarle lo que está pasando con el pretexto de
ahorrarle sufrimiento.
• En el caso de muertes repentinas e inesperadas, es
aconsejable que el niño no se entere durante las
primeras horas, lo que evitará que pueda
presenciar escenas de dolor intenso y pérdida de
control de los adultos
ACOMPAÑAMIENTO
• Evitar decir delante del niño cosas como "yo
también me quiero morir" o "¿Qué va ser de
nosotros?" “No podemos vivir sin él”
• Propic iarles actividades que les permita expresar
sus emociones y sentimientos (juegos, cuentos,
historietas…)
• Los niños no deben ser excluidos de los rituales de
la familia, su participación ayudará con el
sufrimiento.
ACOMPAÑAMIENTO
• Es importante que los adultos se den cuenta de
que los niños de todas las edades responden a la
muerte de una manera particular. Necesitan
apoyo y alguien que los escuche, los tranquilice y
disipe sus miedos, sin descalificar sus sentimientos,
emociones o expresiones.
• Los niños pueden beneficiarse de ayudar a
planificar y asistir al funeral, pues les brinda la
oportunidad para preguntar y aprender de la
reacción emocional de los adultos.
¿CÓMO HABLAR DE LA MUERTE?
• El dolor no tiene límites de tiempo.
• Los niños pueden decidir si quieren hablar de la
muerte de alguien; la oportunidad debe estar
abierta y disponible. A menudo, de la muerte es de
lo único que quieren hablar. Los adolescentes
pueden querer hablar con un padre que no tienen.
• Utilizar términos como “dormido” e "ido” al cielo son
engañosos para los niños y pueden confundir o
asustar. "muerte" y "morir" son mejores.
• Hablar de la muerte no molestará al niño, ellos ya
están molestos y es parte del duelo.
¿CÓMO HABLAR DE LA MUERTE?
• Es necesario dar respuestas veraces con palabras
claras, breves, sencillas y pertinentes. Por ejemplo:
ha ocurrido algo doloroso y triste, tu mamá que
estaba muy enferma, ha muerto y no va a estar
mas con nosotros porque ha dejado de vivir.
• Sobre el funeral y el entierro es necesario volver a
explicar que es estar muerto, la finalidad del ataúd,
por qué se realiza en un Cementerio o jardines de
reposo, ver el cadáver, explicarles la cremación,
permitirles que vivan la experiencia del entierro,
estando acompañado siempre del adulto más
cercano afectivamente
¿CUÁNDO PREOCUPARNOS?
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Ansiedad intensa.
Miedo o esperanza de morir.
Persistencia en la depresión, intentos o gestos suicidas.
La esperanza de reencuentro con los difuntos.
Comportamiento regresivo persistente o quejas somáticas
persistentes.
Constante sentimiento de culpa.
Negativa a hablar o fracaso para demostrar el dolor.
Comportamientos agresivos, destructivos o de delincuencia.
Evadir el colegio, bajo rendimiento escolar.
Problemas de separación o incapacidad para formar nuevos
vínculos.
Duelo congelado.
SE ELABORA EL DUELO CUANDO…
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Aceptación de la pérdida.
Cuando no se identifica con la causa de la muerte.
Cuando el niño diferencia vivo de muerto.
Empieza a diferenciar presente, pasado y futuro.
Relaciona causa efecto.
¿QUÉ HACER?
• Es importante buscar momentos para estar
separados: dejarle sólo en su habitación, dejarle
salir a jugar con un amigo… Si es necesario,
tranquilizarle diciéndole que estaremos ahí por si
nos necesita.
¿QUÉ HACER?
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• Incrementar la autoestima del niño.
• Aumentar las creencias de control.
• Mejorar las habilidades de afrontamiento del
niño.
• Facilitar la expresión de emociones.
• Facilitación de una relación positiva padre-hijo.
• Acompañamiento afectivo parental.
Comunicación padre-hijo.
Disciplina afectiva.
Reducir los factores de estrés.
Incrementar las interacciones positivas en las
familias.
¿QUÉ HACER?
• Con frecuencia, lo que más ayuda a los niños
frente a las pérdidas, es reencontrar el ritmo
cotidiano de sus actividades: el colegio, sus
amigos, sus juegos familiares, las personas que
quiere. También es importante garantizarle el
máximo de estabilidad posible. En este sentido no
es un buen momento, por ejemplo, para cambiarlo
de colegio o para imponerle nuevas exigencias.
• Asegurarles que vamos a seguir queriendo a la
persona fallecida y que nunca la olvidaremos.
BIBLIOGRAFÍA
• Fonnegra de Jaramillo. Isa. El duelo en los niños.
Grupo editorial Norma, 2009
• Kroen. William C. Como ayudar a los niños a
enfrentar la pérdida de un ser querido. Ed. Oniro.
2002. España.
• Jackes A. Miller.El duelo en los niños desde el
psicoanálisis. Ed Bilbao, 1989.

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