Capítulo 3: Seis horas Mi cabeza… ¿Dónde estoy? Rarity abre

Transcripción

Capítulo 3: Seis horas Mi cabeza… ¿Dónde estoy? Rarity abre
Capítulo 3: Seis horas
Mi cabeza… ¿Dónde estoy? Rarity abre lentamente los ojos y ve que
continúa en el carro de la mina. Pinkie Pie está al otro extremo, mirando al
exterior, cuando ve que despierta.
-¡Rarity! ¡Al fin despiertas dormilona!
-Apenas…-Rarity continúa recostada en el carro.- ¡Todo este embrollo me ha
dejado exhausta! Y desmayarme en el carro no fue de lo más cómodo…
¿Hace cuanto que estás despierta?
-¡Nunca me desmayé! ¿Cómo podría haberlo hecho con tan emocionante
viaje? Y el aterrizaje… ¡Fue estupendo!
-¿Has estado consciente todo este tiempo? ¿Buscaste ayuda?
-Busqué un buen rato.-Explica Pinkie Pie.-Mire hacia adelante, a la derecha, a
la izquierda y atrás. Creí haber visto algo a la izquierda, pero resultó ser sólo
un pelícano.
-¿Miraste?-Rarity se extraña.
-¡Eyup! Justo desde aquí.
-¡Oh! ¡Pinkie Pie!-Rarity comienza a reír.-Siempre disfruto de tus
encantadoras bromas…Pero ¿De verdad no te has bajado del carro en todo
este tiempo?
-¡No tontilla!-Pinkie Pie ríe también.- ¡No puedo buscar ayuda en el fondo del
océano!
Rarity deja de reír.
-¿Qué? Acaso dijiste… ¿Océano?
-¡Sí! Es un alivio que este viejo carro pueda flotar…
La unicornio se levanta completamente para ver la extensión de mar a su
alrededor.
-¡Pero! ¿¡Cómo!? Es…imposible…océano…carro…
Rarity se desmaya nuevamente, para despertar dos minutos después. Vuelve
a mirar a su alrededor y comienza a patear el carro.
-¡Tonto carro! De todos los carros que había en la mina… ¡Este tenía que
llevarnos a la nada! ¿¡Cómo es posible!?
-Yo no lo llamaría la nada, Rarity. Tiene muchos peces, medusas, pulpos…
-¡Pinkie Pie! ¡No es momento de payasadas! ¡Estamos en mitad del océano!
Sin agua ni alimento…
-¡Oh!-Pinkie Pie se acerca a una de los rincones del carro.- ¡Pude rescatar
algunas de las cosas que encontré en la mina y las puse aquí!
-¿¡Qué!? Querida, es imposible que tú…
Pinkie Pie saca variados objetos del rincón y comienza a examinarlos uno a
uno.
-Veamos…clavos, no. Tabla de madera, no. Pato de hule, ¡Divertido! Pero no.
¡Aja!
Pinkie Pie saca dos rosquillas y le da una a Rarity.
-Uh…gracias.-Rarity comienza a comer.-A pesar de haber estado en una sucia
mina abandonada… ¡Esta rosquilla esta simplemente divina!
-¡Me alegra oírlo!-Pinkie Pie devora la rosquilla en un segundo.- ¡Y podemos
jugar con este pato mientras esperamos el rescate!
-No creo que nadie vaya a rescatarnos si nos quedamos aquí… ¿Y si mejor
usamos esa tabla de madera como remo?
-¡De acuerdo!-Pinkie Pie comienza a remar al instante.-Yo remo y tú puedes
cantar una canción de altamar.
-Mmm…creo que mejor estaré vigilando los alrededores, en caso que
encontremos a alguien. Vayamos a la izquierda, donde viste a ese pelícano.
Pinkie Pie rema con felicidad y le cuenta bromas a Rarity, la cual se mueve
por todo el carro, buscando a alguien que pueda ayudarlas. Así lo hicieron un
par de horas, hasta quedar agotadas, aún no se lograba ver nada más que el
extenso océano.
-¡OH! De todas las cosas que podían sucedernos…esta es ¡La! ¡Peor! ¡Cosa!
Posible!
-¡No te preocupes! Ya nos encontrarán, mientras tanto déjame decirte otra
de mis bromas…
-¡No hay tiempo para eso!-Rarity mira seriamente a Pinkie Pie.- ¡Esto es
serio! ¿Qué pasa si nunca nos rescatan? ¡No volveremos a ver a nadie más!
¡No volveremos a hacer nada de lo que solíamos hacer! ¡No habrá…
Pinkie Pie comienza a desviar la mirada y a fijarse en algo a lo lejos. La poni
rosa comienza a saltar de felicidad.
-¡Un barco! ¡Un barco! ¡Un barco!
Rarity mira hacia atrás y da un grito de felicidad. Ambas ponis saltan felices
por todo el carro, ya que un gran barco se acercaba a su locación.
Todos los saltos de las ponis provocaron que el viejo carro comenzara a
hundirse. Rarity pone una cara de espanto.
-Oh no… ¡Pinkie Pie! ¡Debemos llegar a ese barco antes de hundirnos!
Pinkie Pie comienza a patalear en la parte trasera del carro mientras Rarity
rema a gran velocidad. Logran llegar a un lado del barco, arriba se encuentra
un poni muy elegante.
-¡Disculpe! ¿¡Podría ayudarnos!?-Rarity grita con todas sus fuerzas pero el
poni del barco no parece oírla.-¡No quiero que se moje mi melena!
¡Ayúdenos, por favor!
Mientras Rarity gritaba, Pinkie Pie estaba pensando en un complicado y
estructurado plan.
-¡Ya sé que hacer!- Pinkie Pie toma el pato de hule.- ¡Lancen al pato!
La poni rosa lanza al pato de hule con una fuerza extraordinaria, derribando
completamente al poni del barco, el cual cae por la borda. Ambas ponis se
quedan mirando con la boca abierta hasta que aparece el capitán del barco,
que luego de mirar la peculiar escena comienza a gritar.
-¡Tres ponis han caído al océano! ¡Necesito asistencia inmediata!

Documentos relacionados