revista ( - 1,5 Mb) - Facultad de Ciencias Veterinarias UNLPam

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revista ( - 1,5 Mb) - Facultad de Ciencias Veterinarias UNLPam
ISSN: 1515-1883
Vol. 6
Nº 1
Año 2004
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Revista de Publicaciones Científicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la
Universidad Nacional de La Pampa.
Calle 5 y 116 (6360) General Pico - La Pampa - República Argentina.
TEL/FAX 02302-421607/422617/421920
On line: www.vet.unlpam.edu.ar
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Dr. Guillermo Esteban Meglia
' ()
Dr. Guillermo Héctor Pechin1
Dr. Nicolás Álvarez Rubianes1
Dr. Ricardo Enrique Toso1
1
Facultad de Ciencias Veterinarias – UNLPam
(*
)
+ (,
Dr. Ricardo Bosch
Dra. Cecilia Carbone
Dra. Fabiana Landoni
Dra. Cristina R. Micheo
Dr. Eduardo Moras
+
Los expertos son designados por el Comité Editorial en función del tema de los
trabajos recibidos.
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Dirección de Prensa y Difusión
Facultad de Ciencias Veterinarias – Universidad Nacional de La Pampa
+
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Lic. Sergio Daniel Maluendres
&
Dr. Hugo Roberto Álvarez
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Dr. Nicolás Álvarez Rubianes
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Lic. Jorge Luis Alday
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Dr. Jorge Roberto Dubarry
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+Dr. Alberto Pariani
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La Ciencia Veterinaria y su relación en la calidad y seguridad de los alimentos
OTROSKY, R....................................................................................................................... 1
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6 +)
* +
-
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Medición de cortisol en leche como indicador de bienestar animal, resultados
preliminares
LAGGER J.; SCHMIDT E.; WARAN N.; OTROSKY R.................................................. 12
Leucosis Enzoótica Bovina: estudio seroepidemiológico en rebaños de cría de la
provincia de La Pampa – Argentina
ALVAREZ RUBIANES, N.................................................................................................. 22
Actinomicosis y Actinobacilosis: una causa frecuente de lesiones granulomatosas en
los bovinos del Departamento Maracó de la provincia de La Pampa - República
Argentina
DUBARRY, J.; ALVAREZ, A.R.; ERREA, A.; MARIA, A.; VERA, O.; VESPOLI
PUCHEU, V.; GALEANO, M.F.......................................................................................... 34
Tumor venéreo transmisible en el perro
de la SOTA, P.; D´AMICO, G.; ADAGIO, L.; NOIA, M.A.; GOBELLO, C..................... 42
Importancia de la osteosíntesis biológica en el tratamiento de las fracturas del
esqueleto apendicular del perro
WHEELER, J.; ADAGIO, L.; D'AMICO, G.; HIERRO, J.; LATTANZI, L.;
MENGELLE, P.; LUJÁN, O.; FLORES, P.; ARGUELLO, C.; GRISOLÍA, M.;
OTEGUI, F.; COCCO, R.; BERTONE, P............................................................................ 50
Constantes bio-fisicoquímicas del líquido sinovial de bovinos. Conductividad
eléctrica en función de la temperatura
NOIA, M.; CARROZZA, J; FRÍGOLI, A........................................................................... 61
Optimización de producciones complementarias y competitivas en el noreste de la
provincia de La Pampa
PARIANI, A.; CASTALDO, A.; PAMIO, J.; ILLUMINATI, H...................................... 70
La Ciencia Veterinaria y su relación en la calidad y
seguridad de los alimentos
OTROSKY, R1.
1
Cátedra de Bromatología e Higiene de los Alimentos. Facultad de Ciencias
Veterinarias - UNLPam.
[email protected]
Las exigencias de los mercados nacionales e internacionales, en lo referido a la
calidad de los productos alimenticios, pueden llegar a transformarse en barreras
arancelarias para el comercio de alimentos; por ello se premiarán los esfuerzos públicos
o privados que se realicen, para construir un sistema que garantice un piso cualitativo
que reconozca la inocuidad de los alimentos producidos. Es decir, serán ampliamente
retribuidos en aranceles comerciales, quienes garanticen calidad y seguridad alimentaría
(Gimeno, 2000).
Los cambios filosóficos en los enfoques de seguridad alimentaria y las
exigencias nacionales e internacionales para el comercio de alimentos sanos y seguros,
constituyen elementos primordiales en los acuerdos de la Organización Mundial de
Comercio (OMC), permitiendo a los países competir en condiciones de igualdad
(Gimeno, 2000).
Los términos calidad y seguridad alimentaria están íntimamente relacionados
con el término higiene. Esto implica la necesidad de estudiar los métodos para producir,
preparar y presentar alimentos sanos y capaces de mantener una buena salubridad. Los
alimentos deberán ser nutritivos, atrayentes y sanos (Lasta, 2000).
No debe olvidarse que además de los importantes argumentos económicos y
sociales, la inocuidad de los alimentos es una exigencia de Salud Pública y una
demanda concreta de los consumidores, por lo tanto requiere considerar todas las
mejoras y otorgarle importancia a los sistemas que garantizan la inocuidad de los
alimentos, con las herramientas necesarias para una mejor calidad de vida (Rhades,
2001).
Las enfermedades de transmisión alimentarias no son nuevas. Han sido
conocidas en todas las épocas. Evidencia de ello son los medios de lucha y control a
través del tiempo (Bryan, 1985).
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En el Antiguo Egipto, los animales sacrificados en honor a los dioses o para
consumo humano, eran examinados por los sacerdotes; debían ser animales sanos y
libres de defectos. Los marcaban con una tira de papel o con un sello de arcilla para
identificar las medias reses sanas de las patológicas. El cerdo era considerado animal
impuro, porque se lo alimentaba con desperdicios (residuos domésticos, desechos,
basura, roedores, etc.) y podían ser portadores de enfermedades transmisibles al hombre
(Triquinosis).
Los israelitas, hace siglos, tenían información detallada sobre los alimentos que
podían ser ingeridos y cuales debían rechazarse. También habían desarrollado métodos
de producción de alimentos y de limpieza de manos, unos 2000 años a.C. El Libro
Levítico reúne las leyes dictadas por Moisés para proteger al pueblo de las
enfermedades infecciosas, aplicables a los animales domésticos comestibles. El animal
prohibido era el cerdo por ser reservorio de salmonellas y parásitos. También se
prohibían seres pequeños como ratones, ratas, lagartos, caracoles, etc., portadores de
salmonellas. De los animales acuáticos solo podían comerse los que tenían aletas y
escamas, quedaban eliminados mamíferos acuáticos, moluscos o crustáceos. Las aves
prohibidas eran las carroñeras como buitres, águilas, gaviotas y garzas. No consumían
grasa y sangre de animales, tampoco animales defectuosos.
La Antigua Roma realizaba el control del ganado que ingresaba a los mercados,
donde se comercializaban o se destinaban a las casas de comidas. No consumían carne
cruda, practicaban el salado, hacían embutidos para consumirlos crudos o asados, siendo
una forma de atenuar la probabilidad de alteraciones y transmisión de enfermedades.
En Alemania, en el siglo VIII, por orden del Papa Gregorio III, se prohibía el
consumo de equinos cuya sangre consideraban impurificada y que causaba lepra. A
partir de los siglos X y XI, comenzaron a realizar el control de carnes. Las carnes con
deficiencias se podían comercializar a precio inferior.
En el siglo XVIII, en Alemania, aún carentes de influencia científica con
relación al control de alimentos, los “higienistas empíricos” cuando trataron el tema de
la necesidad de policía sanitaria, notaron la falta de Veterinarios. Posteriormente, hacia
fines del mismo siglo, esa deficiencia fue superada por la fundación de escuelas de
Medicina Veterinaria. En ese ámbito surgieron notables reglamentaciones sobre
comercialización de ganados.
En el año 1675 fueron vistas y descriptas las primeras bacterias, por A. Van
Leeuwenhoek, en la ciudad de Delf, en Holanda. Con un microscopio primitivo,
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visualizó estos gérmenes en una gota de agua de pozo. Luego, doscientos años más
tarde, Louis Pasteur, químico y bacteriólogo francés, demostró las bacterias en los
procesos de fermentación e investigó enfermedades del hombre y de los animales.
Varios aspectos de sus investigaciones estuvieron relacionados con el estudio de
la higiene de los alimentos (esterilización por calor).
Años más tarde, Robert Koch, en Alemania, demostró que el ántrax, la
tuberculosis y el cólera eran causados por bacterias y podían ser transmitidos al hombre.
En 1854, John Snow reconoció que el agua de bebida podía difundir el cólera y
en 1856, William Budd demostró que la fiebre tifoidea se difundía por la leche y el
agua.
En 1896, E. Van Ermengen, en Bélgica, describió el Clostridium botulinum
responsable de botulismo en alimentos conservados, con malas técnicas de
esterilización.
Es así que investigadores de Europa, América, Japón y otras partes del mundo
descubrieron, por el trabajo de miles de años, las acciones que los contaminantes
orgánicos e inorgánicos ejercían en el hombre y los animales.
Se han producido avances en el tratamiento de alimentos, sin embargo la
probabilidad de aparición de enfermedades de origen alimentario aumenta. Ello se debe
a la popularidad de la alimentación comunitaria (consumo en lugares masivos como
casa de comidas, escuelas, hospitales, medios de transporte), incrementándose después
de la Segunda Guerra Mundial y también a los cambios en las costumbres alimentarias
de los hombres a causa de las migraciones y otras variables de tipo cultural.
El procesamiento industrial de alimentos tradicionales, que operan, por un lado,
en la reducción en los contenidos de grasa, azúcar, sal y, por otro, en el uso de
conservantes y aditivos, pueden disminuir los riesgos microbiológicos. Pero, es cierto
también que el abandono de los métodos probados puede resultar peligroso y producir
enfermedades tóxicas e intoxicaciones alimentarias de alto riesgo.
Ello se señala con especial énfasis porque cada agente patógeno, recientemente
documentado como productor de enfermedad transmitida por alimentos, precisa de una
investigación cuidadosa con respecto a su origen, difusión, tasa de crecimiento,
tolerancia a factores externos tales como frío, calor, deshidratación, etc. Todos estos
datos deben ser considerados a la hora de implementar nuevos métodos para la
preparación de alimentos (Briand et al., 2001).
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La tarea de los centros académicos y de investigación consiste en extender
sistemas de control de calidad y seguridad de alimentos que garanticen su inocuidad, a
la mayor cantidad de empresas regionales y nacionales. A su vez, es necesario que los
sectores involucrados se comprometan a trabajar de manera científica en la cuestión
(Lasta, 2000).
Los consumidores, tanto locales como externos, reclaman la producción y
comercialización de productos alimenticios inocuos. La demanda se realiza por un lado,
a la industria como elaboradora y por otro, al Estado como garante de la salud humana y
animal. Aunque también es muy importante el compromiso de los profesionales y de los
propios consumidores para garantizar un correcto desarrollo de la cadena productiva
(Teutsch, 1995).
En este sentido, es imprescindible la información, por ejemplo, acerca de que los
alimentos de origen animal y otros de tradicional inspección veterinaria, vehiculizan
contaminantes bióticos y abióticos que influencian la alteración de los alimentos y
ocasionan problemas de salud pública (Potter et al., 1997).
Hasta el momento, en nuestro país se ha abordado el tema de la inocuidad
alimentaria siguiendo las pautas marcadas por Estados Unidos y el Acuerdo sobre la
Aplicación de Mediadas Sanitarias y Fitosanitarias, de la Organización Mundial de
Comercio, y del Codex Alimentarius de la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación de la ONU, Normas ó Reglamento Técnico del
MERCOSUR, la Comunidad Económica Europea, etc. También las organizaciones
nacionales e internacionales de consumidores han advertido sobre la necesidad de
adquirir alimentos seguros y a costos razonables, con el objeto de reducir al mínimo las
medidas de protección para que no se conviertan en barreras técnicas al libre comercio,
aparte de garantizar una efectiva protección a la salud y al ambiente (Gimeno, 2000).
La política de seguridad alimentaria debe aplicar un principio precautorio frente
a los riesgos contaminantes de cualquier tipo, que puedan causar un daño irreversible en
la salud, a su vez, apoyar las prácticas productivas alternativas y ayudar a la
incorporación de tecnologías alimentarias que prevengan esos riesgos (Ranstsios, 1997).
El objetivo más importante de las Ciencias Veterinarias es contribuir a la
formación de un profesional capaz de liderar la gestión para el mejoramiento de la
seguridad, higiene y calidad de los alimentos. Esto debe considerarse prioritario y ser un
requisito indispensable para cumplir con las expectativas de los consumidores.
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Es importante el rol del Médico Veterinario en la producción, elaboración,
calidad y distribución de alimentos seguros (inocuos). También implica gran
responsabilidad debido a la confianza que el consumidor deposita en él. El destinatario,
ya sea consumidor local, regional, nacional o internacional requiere de alimentos
producidos en óptimas condiciones de calidad y seguridad certificada, incapaces de
producir enfermedades de origen alimentario. Para ello, es necesario desarrollar y
utilizar metodología de producción y control de calidad que aseguren la existencia en el
mercado de alimentos inocuos, genuinos y dietéticamente adecuados (Pérez, 2003).
Para garantizar la calidad y seguridad agroalimentaria en la Comunidad
Económica Europea, son los Médicos Veterinarios los responsables directos de control
de procesos tecnológicos, tareas de fiscalización, certificaciones nacionales e
internacionales, y control de calidad de productos alimenticios de origen animal.
Actualmente, la función de la Medicina Veterinaria es mundialmente reconocida
para salvaguardar la salud humana a través del control de los productos pecuarios que se
consumen. Muestra de su importancia es que este aspecto constituye una especialidad y
forma parte, desde hace muchos años, de los planes de estudio de las escuelas y
Facultades de Veterinaria. Robert von Ostertag fue uno de los precursores en este
sentido; fomentó el estudio teórico y práctico en las escuelas y Facultades de
Veterinaria, para que desde ellas, los futuros Veterinarios realicen prácticas en
establecimiento industrializadores de productos alimenticios. Ello permite, además el
conocimiento completo de procesos y reglamentaciones (Acha et al., 2003).
El principal objetivo de los procesos industriales y tecnológicos, durante la
obtención, manipulación, tratamiento, conservación y transporte de productos
alimenticios de origen animal y vegetal es la aplicación de los principios de higiene. El
motivo es, como se señaló abundantemente, impedir toda enfermedad en el consumidor,
ofreciéndole, además, productos de buena calidad sin dejar de tener en cuenta el factor
económico.
La salubridad de los productos de origen animal es esencialmente una función de
la Salud Pública y, por lo tanto, es el médico veterinario el que se encuentra capacitado
para ejercer dicha función. Esto es así debido a su formación sanitarista con relación a
los procesos que intervienen en la preparación, inspección y comercialización de la
carne, subproductos y productos derivados; la génesis y los diferentes tratamientos
tecnológicos de la leche y productos derivados; la regulación de los procesos físicos,
químicos y microbiológicos en la higienización y transformación industrial de la leche;
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los factores y procesos que regulan el desarrollo de los microorganismos en los
alimentos y los diferentes métodos de conservación que se aplican, para preservar la
inocuidad y la vida útil de productos perecederos. También es útil la formación que
posee el Médico Veterinario en el área de aplicación de microbiología predictiva como
herramienta importante en la tecnología alimentaria debido a la importancia de los
aspectos microbiológicos y toxicólogos en la seguridad y calidad de los alimentos. Otra
intervención necesaria es la aplicación del análisis de riesgo en los sistemas preventivos
en todos los eslabones de la cadena alimentaria. Los sistemas preventivos se aplican
para garantizar la seguridad de las operaciones de elaboración y preparación con el
objeto de evitar Enfermedades de Transmisión Alimentaria (E.T.A.) en los futuros o
eventuales consumidores.
Los sistemas de gestión de inocuidad y calidad de los alimentos - ordenanzas
municipales, leyes provinciales y nacionales adaptadas a disposiciones y legislaciones
internacionales – se nutren de reglamentaciones tales como: “Buenas Prácticas de
Manufactura” (B.P.M.), “Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento”
(P.O.E.S.), “Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control” (HACCP), “Normas
Serie ISO 9000, ISO 14000” (Organización Internacional de Normalización), y
“Aseguramiento de la Calidad Total”.
Desde 1865, las Ciencias Veterinarias en nuestro país cumplen una misión muy
importante al garantizar la producción de alimentos de buena calidad nutritiva, inocuos,
incapaces de alterar el estado de salud de los consumidores. A ello se suma la demanda
de productos alimenticios naturales – de origen animal – de buena calidad nutritiva, en
condiciones ambientales excelentes, por parte de países de Europa, América del Norte,
y Asia, los que Argentina, desde el siglo XIX, ha producido.
Los siguientes datos dan cuenta de la integración de la actividad veterinaria con
relación al tema que nos ocupa, a lo largo de la historia:
En 1886 grupos de Veterinarios y Médicos del Departamento Nacional de
Higiene, de Salud Pública y del Ministerio de Agricultura realizaban control de
alimentos.
En 1898 el Dr. Joaquín Zabala presenta un proyecto para la creación del
Matadero Municipal de la Capital Federal, y en 1899 observó triquinosis en cerdos de la
provincia de Buenos Aires por primera vez.
A pesar de la inserción de los Médicos Veterinarios en la producción, sanidad
animal y calidad alimentaria, la profesión hasta el año 1933 seguía sin ley. La Sociedad
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de Medicina Veterinaria trata el tema y pone a consideración de sus integrantes cuál
sería el ministerio que reglamentaría la profesión. Se opta por el Departamento Nacional
de Higiene. El principal argumento fue pronunciado por el socio R. Ezcurra: “no
debemos olvidar tampoco que la Medicina Veterinaria es una rama de las ciencias
médicas en general y dos de sus principales orientaciones de la profesión: la clínica y la
higiene, comprendiendo esta última a la toxicología, bacteriología, bromatología
(ciencia que estudia los alimentos para consumo humano) y la zootecnia, son tributaria
de estas dos”.
El control de alimentos en el mundo, y en especial en nuestro país, ha
evolucionado con el aporte de los actores sociales: el sector estatal desde su rol de
planificador y fiscalizador, los sectores de la agroganadería y la industria como
eslabones de la cadena de producción, los consumidores en el ejercicio de sus derechos
de exigir y elegir productos de calidad. En años recientes ha habido un creciente
entendimiento de la dimensión global del tema de SEGURIDAD DE ALIMENTOS
(S.A.) y de su extrema complejidad. La gente, los alimentos que ellos consumen y las
E.T.A adquieren otra relevancia debido a las importantes distancias recorridas y el poco
tiempo que demandan. Los cambios en la producción y almacenaje de alimentos, el
transporte y el manipuleo, los hábitos y costumbres dietarios y los estilos de vida, han
elevado la preocupación por la calidad alimentaria en el orden nacional e internacional.
Los temas que impactan a la Seguridad de Alimentos son amplios y ameritan
preocupación o atención. Estos abarcan: la calidad del agua, la aplicación de pesticidas,
las modificaciones genéticas de las plantas y de los animales, la presencia de toxinas en
animales y plantas, la producción y recolección de materias primas libres de agentes
patógenos (Lasta, 2000).
La investigación de brotes de E.T.A. en todo el mundo demuestra que en casi
todos los casos su causa tiene que ver con la no-observancia de normas adecuadas en la
preparación, elaboración, conservación o expendio de alimentos. Los controles
tradicionales de alimentos no han sido capaces de hacer frente a los nuevos desarrollos
en la industria alimentaria. Una inmensa cantidad de dinero y energía han sido gastados
en exámenes de laboratorio de alimentos e insumos, pero estas medidas no han sido
suficientes para prevenir el incremento de enfermedades originadas por alimentos
(Secretaria de Salud, México, 1999).
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El valor del comercio de alimentos se ha elevado más de un 300% en las últimas
décadas. Las E.T.A. cuestan varios billones de dólares por año, en gastos médicos y por
pérdida de productividad.
De especial atención es la inspección ante-mortem y post-mortem de los
animales de abasto en los frigoríficos, la higiene, inspección y control de la carne y
derivados cárnicos, de la leche y derivados lácteos, de las hortalizas, frutas y hongos
comestibles, de los huevos y ovoderivados, de la miel, y del pescado y otros productos
de la pesca, de las conservas y semiconservas alimenticias, etc. Además, es de suma
importancia finalizar el círculo sanitario con la higiene, inspección y control de las
industrias y establecimientos alimentarios, limpieza y desinfección de las instalaciones
alimentarias, control de plagas y, finalmente, de la interacción entre las industrias
alimentarias y el medio ambiente.
La evaluación del producto final y la comparación de los resultados con criterios
físicos, químicos y microbiológico han sido empleada universalmente, sin embargo hay
muy pocos ejemplos en que este enfoque ha sido aplicado satisfactoriamente en plantas
procesadoras de alimentos. Las limitaciones son obvias: problemas de muestreo y
examen de insuficiente número de unidades para obtener una información significativa.
Los análisis tradicionales son tan lentos que puede suceder que cuando los resultados de
los análisis están disponibles el alimento haya sido comercializado o consumido. Ante
esta situación cabe la alternativa de aplicar sistemas que ayuden a evitar peligros de
contaminación de alimentos.
Todo esto hace pensar en una estrategia más lógica para evitar las E.T.A., la cual
puede radicar en la aplicación de un sistema que procure evitar los peligros de
contaminación del alimento a todo lo largo de la cadena productiva, desde el origen de
la materia prima hasta el consumidor.
La sanidad, la higiene y la capacitación constituyen tres factores básicos para
lograr una seguridad total en la producción de todo tipo de producto alimenticio.
A fin de lograr los objetivos en un tema tan complejo como es la S.A. es
necesario realizar un enfoque de sistemas que cubra al producto de la granja a la mesa.
Para ello las Ciencias Veterinarias, en una de sus ramas importantes, la Salud Pública,
forma profesionales capaces de desarrollar aportes con relación a la Calidad y la
Seguridad de Alimentos (Lasta, 2000).
El alcance de las actividades relacionadas con nuestra profesión, para garantizar
inocuidad, parte de la producción primaria del alimento: el animal debe ser sano para
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producir un alimento sano, culminando en el consumo del producto elaborado. Estas
tareas suponen favorecer la aplicación de procesos tecnológicos y normas de control,
proporcionar educación y capacitación sanitaria a todos los niveles humanos que
intervienen en la producción de alimentos, sobre métodos efectivos de análisis,
prevención en el uso de medicamentos veterinarios y pesticidas, y reducción de
residuos, diseño e instalaciones adecuadas de los establecimientos, programas de
mantenimientos y sanitización (Ruiz González, 2001).
La Medicina Veterinaria como profesión de servicio, íntimamente relacionada
con la Salud Pública, debe hacer cumplir los parámetros nacionales e internacionales en
relación con la calidad y seguridad alimentaria. Las razones fundamentales surgen, de
las necesidades de los procesos productivos modernos y las necesidades sociales, la
liberación progresiva del comercio mundial, ofreciendo oportunidades de mercados en
expansión. Para que exista competencia transparente debe haber referencias comunes,
identificables y definidas que sean reconocidas de un país a otro o de una región a otra
(Milano et al., 1998). Debe identificar rápidamente los cambios que demanda la
sociedad y cuáles son las necesidades que debe satisfacer. Si analizamos los campos de
la Salud y la Producción Animal –ámbitos de incumbencia de las Ciencias Veterinarias– surgen claramente demandas de los sistemas sociales y productivos a los que debemos
profesionalmente estar atentos. Los conceptos de calidad y sanidad están unidos en toda
la cadena productiva. La Veterinaria debe ser, en el momento actual, la profesión más
responsable en cuanto a la protección del alimento humano. Su actividad reside en la
evaluación, identificación y manejo de aspectos que impidan enfermedades y
contaminaciones, factores de riesgos transcendentes para la vida humana (Milano et al.,
1998).
Es innegable la función sanitarista del Veterinario. Además, el Veterinario entra
en un terreno en el cual, además de su técnica, debe conocer sistemas y procedimientos
que le permitirán cumplir esa función sanitaria y médica de modo eficaz y adecuado
(Milano et al., 1998).
Como conclusión, el Veterinario es el principal profesional responsable del
recurso animal. Su trabajo es protegerlo, curarlo, beneficiar su explotación, para
producir primariamente alimentos y bienes de consumo. Para ello debe cumplirse el
ejercicio profesional con responsabilidad y compromiso con la comunidad, dado que de
él depende, en gran medida, la salud de la población (Carreras, 2001).
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Medición de cortisol en leche como indicador de
bienestar animal, resultados preliminares
LAGGER J1.; SCHMIDT E1.; WARAN, N2; OTROSKY R1.
1
Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLPam.
2
Escuela de Veterinaria (Dick) - Universidad de Edimburgo-UK.
[email protected]
RESUMEN
Se realizó un ensayo experimental para evaluar el bienestar animal en vacas
lecheras, midiendo la concentración de cortisol en leche, quien esta en correlación
directa con el cortisol del plasma. Se seleccionaron al azar un lote de 6 vacas en
lactancia, apartadas del rodeo (total 349 vacas Holando Argentino) y fueron sometidas a
un tratamiento de estrés, mediante una cinta magnetofónica con ladridos de perros,
durante 2 horas, antes del ordeño (LT = lote tratado). 1) Se tomaron muestras de los
primeros chorros de leche (despunte) en un pool de cuartos del LT. 2) Se ordeño a
fondo cada vacas tratadas y se tomo una muestra pool de LT. Se seleccionaron al azar
14 vacas en lactancia, como grupo control, del mismo rodeo, que recibió el manejo de
rutina normal (LC = lote control) y 3) se tomaron muestras de los primeros chorros de
leche, formando un pool de cuartos y 4) se tomo una muestra de leche de tanque al final
del ordeño de todo el rodeo. 1) LT muestra de despunte promedio fue de 3,34 ± 1,90
ng/ml (DE) de cortisol/leche. 2) LT pool de leche 6,55 ng/ml de cortisol/leche. 3) LC
muestra de despunte promedio fue 0,96 ± 0,41 ng (DE) de cortisol/leche. 4) Muestra
leche del tanque 0,98 ng/ml de leche de cortisol/leche. Las diferencias entre lote LC y
LT fueron significativas (p< 0.01) realizadas mediante el test ANOVA. En conclusión,
1) el LT muestra un importante aumento de cortisol en leche en relación a LC, siendo
este un buen indicador para medir estrés en un rodeo lechero, y 2) la concentración de
cortisol en leche del tanque del rodeo fue de 0,98 ng/ml de leche de cortisol por
ml/leche, elevada en comparación con otras determinaciones 0,3 a 0,5 ng/ml
cortisol/leche y similares a los valores 1,2 ng/ml cortisol/leche, hallado por Veckerk. Se
continuarán realizando ensayos en esta línea, buscando la correlación de cortisol,
composición de la leche, RCS y de UFC.
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SUMMARY
A trial was done to assess dairy cow welfare measuring milk cortisol
concentration, which has a high and direct correlation with plasma cortisol. A group of
cows in lactation were selected randomly from an Argentinean Holland herd (n = 349
dairy cows), and were put on a stress treatment (ST group n= 6) by a magneto phonic
recording of dogs barking. Treatment was done during two hours before milking, then
1) foremilk samples were taken from each cow forming a milk pool from each
mammary quartile, and 2) each cow was completely milked and a milk pool was taken.
Another group of cows handled routinely were selected randomly as a control group
(CG n = 14), 3) foremilk samples were taken idem (1) and 4) a bulk milk tank sample
was taken at the end of the milking. Milk samples were frozen and sent to laboratory.
Cortisol was measured by electroquimioluminescente technique.1) ST Foremilk
samples average: 3.34 ± 1.90 ng (SD) (a) ml/milk. 2) ST pool milk : 6,55 ng/ml. 3) CG
Foremilk samples average: 0.96 ± 0.41 ng (SD) (b) ml/milk. 4) CG Bulk milk tank: 0,98
ng/ml. Difference between ST (a) and CG (b) were positively significant (p< 0.01) test
ANOVA. Conclusion: 1) ST shows an important increase of cortisol regards CG, being
this a good indicator for measuring stress situation and therefore dairy cow welfare, 2)
CG bulk milk tank in this herd was 0,98 ng ml/milk. Cortisol in milk was high in
comparison with other determinations: 0.3 to 0.5 ng/ml (Fox, L. 1981; Termeulem, S.
1981; Shutt, D. 1985; y Dobson, H. 1986), but similar to Verkerk, G. 1998) 1.2 ng/ml.
Trials will be to find bulk milk tank cortisol concentration and its correlation with milk
composition, SCC and TBC. Objective will be to find which the real level of milk
cortisol is in a healthy dairy herd.
INTRODUCCIÓN
La respuesta fisiológica del estrés agudo es el aumento de la secreción de
glucocorticoesteroides de la corteza de la glándula adrenal. Está regulada por el eje
hipotálamo-pituitaria-adrenal (HPA). Cualquier trauma, dolor, frío, puede estimular el
hipotálamo, que libera la hormona corticotrofina (HCR) que produce la liberación de la
hormona adrenocorticotrofina (ACTH) de la adenohipofisis. La ACTH estimula la
corteza adrenal y libera glucocorticoesteroides: el cortisol y la cortisona en el torrente
sanguíneo. La ACTH tiene un efecto trópico en la corteza adrenal y además estimula la
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síntesis de los glucocorticoesteroides en la zona fascicular de la glándula adrenal (Mac
Donald, 1989).
El cortisol incrementa la gluconeogénesis, inhibe la utilización de glucosa
periférica y acumula glucógeno en el hígado. Causa degradación de la proteína
muscular y produce la conversión de aminoácidos a glucosa, proceso conocido como
gluconeogénesis (Mac Donald, 1989).
El cortisol entra en la corriente sanguínea como molécula libre o está unido a
proteínas del plasma. Sólo los corticosteroides libres son biológicamente activos e
ingresan a las células donde actúan (Mac Donald, 1989).
La vida media de cortisol es menor a 2 horas, la degradación metabólica tiene
lugar en los hepatocitos y en pequeña proporción en los riñones. La célula hepática
reduce el grupo 3 cetona a hidroxil, luego éste se conjuga a glucorónido o sulfato,
soluble en agua. El 75 % es excretado por orina y el 25 % por las heces (Mac Donald,
1989).
Acciones simples en los animales puede ocasionar aumento de la concentración
de cortisol como la vaginoscopía, la inseminación artificial y otras interacciones como
alojar las vacas en lugares desconocidos o no habituales, cambios como pasar al ordeño
mecánico e incluso la aparición de celo (Weltniz et al., 2001).
Cortisol en plasma
Wagner and Oxenreider (1972) midieron cortisol en plasma de vacas lecheras
estabuladas. Las muestras de sangre fueron obtenidas de vacas en lactancia con ternero
al pie, de vacas en ordeño mecánico y de vacas secas (Tabla 1).
Tabla 1.CONCENTRACIÓN DE CORTISOL EN PLASMA
Cortisol ng/ml ± DE*
Vacas amamantando
9,42 ± 0,09
Vacas ordeño/mecánico
6,78 ± 0,05
Vacas secas
4,46 ± 0,04
*Desviación estándar. Wagner y Oxenreider 1972
Los niveles en vacas secas tuvieron diferencias significativas respecto a las
vacas amamantando (P<0,05). El patrón diurno de cortisol en plasma fue estudiado
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mediante cánulas intravenosas tomando muestras de sangre cada 30 minutos durante 24
horas corridas (Wagner y Oxenreider 1972).
Los mismos autores estudiaron el patrón diurno de cortisol en plasma de vacas
lecheras (Tabla 2), que luego fue confirmado en trabajos de Verkerk et al (1998).
Tabla 2.PATRÓN DIURNO DE CORTISOL EN PLASMA
Cortisol ng/ml
Intervalos entre horas
Promedio ± DE
02:00-10:00 AM
7,34 ± 0,53
10:00-18:00 AM – PM
7,51 ± 0,68
18:00-02:00 PM- AM
5,.31 ± 0,40
Wagner y Oxenreider 1972
Los valores entre las 18:00-02:00 fueron significativamente bajos respecto a los
otros dos periodos, lo que sugiere que la disminución de las actividades al atardecer y la
noche, disminuye las actividades y las respuestas de cortisol en sangre son menores.
Wagner y Oxenreider encontraron un aumento significativo de cortisol en plasma 15
minutos después del ordeño, tanto en el ordeño mecánico, como con el ternero
mamando. El nivel de cortisol en plasma fue de 8,3 ± 0,40 ng/ml durante el período de
estimulación y de 5,4 ng/ml antes y después de dicho período.
Cortisol en leche
La concentración de cortisol en leche esta directamente relacionada con la
concentración en plasma. Distintos reportes señalan una positiva y alta correlación de
cortisol en plasma y leche (Fox et al., 1981; Termeulen et al., 1981; Shutt et al., 1985;
Dobson et al., 1986; Verkerk et al., 1998).
Tabla 3.CONCENTRACIÓN DE CORTISOL EN PLASMA Y LECHE EN
VACAS LECHERAS
Autores
Fox et al (1981)
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Cortisol en plasma ng/ml
Cortisol en leche ng/ml
Promedio ± DE
Promedio ± DE
5,73 ± 2,10
0,55 ± 0,07
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Termeulen et al (1981)
3,55 ± 1,12
0,36 ± 0,13
Shutt et al (1985)
4,5 ± 0,7
0,35 ± 0,6
Dobson et al (1986)
2,0 hasta 4,0
0,5
Verkerk et al (1998)
7,1 ± 1,9
1,20 ± 0,20
Tratamiento de estrés en vacas lecheras
Termeulen et al (1981) inyectaron de 40 UI ACTH (vía yugular) a un lote de
vacas lecheras. En el momento de la inyección la concentración de cortisol en plasma y
leche fue de 5,1 ± 2,2 y de 0,3 ± 0,1 ng/ml respectivamente. A los 60 minutos, la
concentración de cortisol se incrementó en plasma y leche, fue de 30,9 ng/ml y 2,6
ng/ml respectivamente.
Luego de 4 horas, el nivel de cortisol descendió a los valores basales (Tabla 4).
Tabla 4.RESPUESTA DE CORTISOL LUEGO DE LA INYECCIÓN DE ACTH
Tiempo (h) Cortisol en plasma ng/ml
Cortisol en leche ng/ml
relativo a la Promedio ± DE
Promedio ± DE
inyección
0
5,1 ± 2,2
0,3 ± 0,2
1
30,9 ± 10,2
2,6 ± 0,8
2
23,1 ± 6,9
2,2 ± 0,3
4
10,6 ± 0,9
0,8 ± 0,1
Termeulen et al., 1981
En otros estudios, Dobson et al (1986), midió en un grupo control que la
concentración de cortisol en plasma fue de 2,00 a 4,00 ng/ml y luego de la inyección de
ACTH, entre 15 a 30 minutos, el cortisol en plasma aumentó de 18 a 26 ng/ml y los
valores máximos de cortisol en leche fue observado por Dobson entre los 105 a los 150
minutos.
La concentración de cortisol en leche fue altamente correlativa con los niveles
en plasma durante el ordeño. Shutt et al (1985) estudiaron en bovinos el cortisol total y
el libre en plasma y calostro-leche. Una a dos horas luego de una inyección de ACTH
cortisol total en plasma y en calostro fue de 16,6 ± 1,6 ng/ml y 4,4 ± 1,3 ng/ml
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respectivamente. El cortisol libre fue de 2,4 ± 0,4 y 1,8 ± 0,5 ng/ml respectivamente.
Existe una alta correlación entre cortisol libre en plasma y en calostro o leche (Shutt et
al., 1985). Solo cortisol libre es activo y puede difundir dentro de las células (Mac
Donald, 1989).
Verkerk (1998), estableció que existe una relación entre la concentración de
cortisol en la leche del despunte y la leche total con muestras de plasma tomadas antes
del ordeñe. La leche del despunte esta localizada en la cisterna del pezón y la leche total
en el resto de la glándula mamaria, es decir en la luz de los alvéolos, conductos y
cisterna de la glándula.
La vida media de cortisol en plasma es menor a las 2 horas, éste es degradado en
el hígado y es excretado por riñón y heces (Mac Donald, 1989), cuando el cortisol en
plasma desciende a los valores basales, el cortisol colectado en la leche, regresa a la
corriente sanguínea, aparentemente siguiendo un patrón de concentraciones. Verkerk
(1998), sugiere que el cortisol puede retornar a la sangre más fácilmente desde los
alvéolos que desde la cisterna del pezón. Esto probablemente sea por la diferente
irrigación de ambas zonas, están más vascularizados los alvéolos que la cisterna.
Wilson et al (2002), trataron de determinar el efecto del estrés ambiental en tres
grupos de novillos durante 42 días. Uno de ellos, el grupo A estuvo en pastoreo y los
otros B y C estabulados en sistema feed-lot. De los grupos en feed-lot el B tenia una
densidad de 6 m2 por cabeza, en un piso con barro y humedad y el otro grupo C tenía
mayor espacio, 12 m2 por cabeza y el piso era firme y limpio. Hubo una gran variación
de cortisol en pero no se encontró una diferencia significativa entre los grupos (datos no
mostrados en el trabajo). Lo que hallaron fue una diferencia significativa entre el peso
de la glándula adrenal del grupo A (pastoreo) respecto a los grupos B y C (feed-lot).
Una formación nodular (hiperplasia) fue observada en los grupos B y en C (feed-lot)
(Tabla 5).
Tabla 5.PESO DE LA GLÁNDULA ADRENAL
Grupos del ensayo
Peso Adrenal ± DE
A = en pastoreo
9,42 g ± 0,28
B = feed lot (alta)
11,08 g ± 0,48
C = feed lot (baja)
11,27 g ± 0,36
Wilson et al., 2002
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Este incremento del tamaño y del peso de las glándulas adrenales, en particular
del área fascicular podría indicar un efecto de estrés crónico. Aún no esta claro si el
estrés crónico aumenta la concentración de cortisol en plasma y luego en leche y si esto
se puede verificar en la leche del tanque de frío.
Verkerk et al (1998), realizaron varios ensayos con grupos de vacas lecheras, un
lote recibió una inyección de ACTH y otro fue transportado en un camión (transportado
por 45 minutos). El tratamiento no afecto la composición de leche (datos no mostrados)
pero se observó un aumento del recuento células somáticas (RCS) (P<0,10) en el grupo
que recibió la inyección de ACTH, seguida por el grupo transportado en relación al
grupo control (122 x 10³ ± 23 x 10³; 149 x 10³ ± 25 x 10³ y 66 x 10³ ± 23 x 10³ x 10³
RCS, respectivamente).
En otro estudio se observó que vacas lecheras defecaban, orinaban y vocalizaban
más y daban más pasos cuando se las ordeñaba en un lugar extraño al habitual,
mostrando signos característicos de estrés, pero la visualización o contacto con personas
conocidas disminuían estos efectos (Rushen, et al., 2001).
MATERIALES Y MÉTODOS
El ensayo fue realizado en un tambo comercial de la localidad de Bernardo
Larroudé, provincia de La Pampa-Argentina, región con lluvias de 600 mm anuales, en
la primavera de noviembre del 2003. El rodeo tenía un total de 349 vacas Holando
Argentino en lactancia. La alimentación base del establecimiento es pastoreo de alfalfa
y se suplementa con 6 kg de una ración mezcla de balanceado 16 % y pellet de trigo,
con agregados de rastrojos molidos de maíz y de soja.
Comportamiento al tratamiento de estrés
Lote tratado (LT): se seleccionaron al azar y se apartaron 6 vacas Holando
multiparas entre 3 y 6 años de edad en lactancia. Dos horas previo a ordeño habitual
(1:00 pm), fueron separadas y trasladadas a un corral de espera, lindero a las
instalaciones de ordeño. Las vacas se agruparon y estaban tranquilas. Se las comenzó a
estresar mediante la reproducción de una cinta magnetofónica con ladridos de perros, de
5 minutos de duración. Luego de 10 minutos se repetía la audición de la cinta. Cada vez
que se reproducía la cinta las vacas se asustaban, tratando de escapar, de huir del corral,
se acercaban una a otra, caminaban tratando de esconderse entre ellas. El número de
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pasos por animal aumentó en un 100 %, dos de las vacas orinaron y otras dos defecaron.
No vocalizaron y no vieron un solo perro, solo escuchaban los ladridos de la cinta. A las
03:00 se ingresaron a la sala de ordeñe, tipo espina de pescado, para la toma de
muestras.
A las 03:00 pm se trajo el resto del rodeo para realizar el ordeño habitual. Del
rodeo se seleccionaron al azar, en la sala de ordeñe, 14 vacas entre 3 y 6 años de edad, a
las cuales se les tomó la muestra de los primeros chorros de leche (LC).
Tanto las muestras del (LT) lote estresado, como del (LC) lote control, fueron
tomadas de cada pezón, en un recipiente de plástico estériles (ad-hoc) haciendo un “pool
de cuartos”, correspondiendo a los primeros chorros de leche del ordeñe, ubicados en la
cisterna del pezón. Las muestras de leche colectadas en recipientes y fueron colocadas
en una conservadora con refrigerantes, luego fueron trasladadas a un freezer para luego
ser analizadas en el laboratorio.
El método de diagnóstico
El cortisol fue medido mediante la técnica de electroquimioluminiscencia, que
básicamente consiste en reacciones químicas donde un precursor quimioluminiscente es
tratado con sustancias oxidantes y catalizadores para producir un producto intermedio
que, excitado electrónicamente produce radiaciones electromagnéticas en el espectro
visible (fotones). En todos los procesos quimioluminiscentes la intensidad de emisión
producida (IQL o fotones/segundo) depende de la eficacia al generar moléculas en
estado excitado y de la proporción en que el precursor lumínico es consumido. La
intensidad de la emisión de luz depende de la cantidad de sustrato que reaccione con el
precursor. (División Veterinaria - Laboratorio Rapella-Buenos Aires, 2004).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Efecto de estrés durante el ordeño
Las vacas del (LT) lote estresado, que fueron llevadas a la sala de ordeñe y
estaban muy nerviosas. Había una notoria retención de leche, las glándulas estaban
como sumidas y los pezones muy retraídos. Fue muy difícil la toma de muestra de
leche. Al tratar de estimular la bajada de la leche, tocando y presionando con los dedos,
los pezones, las vacas
se resistían pateando constantemente, y no respondieron
inmediatamente a los estímulos realizados. Luego de reiterados estímulos donde
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transcurrieron entre 3 y 5 minutos y en algunas vacas hasta 8 minutos, se logró que
bajara leche a la cisterna del pezón para poder llenar los recipientes con 75 cc de
capacidad. Esto demuestra el fuerte efecto del estrés impidiendo la bajada de leche. El
lote control tuvo un comportamiento normal al estimulo y bajada de leche y fue muy
fácil la extracción de muestras de leche, a diferencia del lote tratado.
La concentración promedio de cortisol en leche del lote LT fue de 3,34 ± 1,90
ng, equivalente a recibir una dosis de 40 UI de ACTH endovenosa (Termeulen et al.,
1981). En el (LC) lote control, el promedio fue 0,96 ± 0,41 ng de cortisol por ml de
leche. Las diferencias de estos resultados fueron significativas (Test ANOVA).
Este último dato resulta elevado en relación a otras determinaciones de 0,5 a 0,3
ng/ml de cortisol en leche hallados por Fox et al (1981), Termeulem et al (1981), Shutt
y Fell (1985), y Dobson et al (1986), y se aproxima a las determinaciones de Verkerk et
al (1998) que fueron de 1,2 ng/ml de cortisol en leche.
La concentración de cortisol en el pool de la vacas tratadas-estresadas fue de
6,55 ng/ml de cortisol en leche, muy elevada respecto al promedio de leche individual
del despunte, lo que sugiere que la concentración de cortisol en el total de la leche en
glándula mamaria era sugestivamente mayor. Al final del ordeño de las 349 vacas, se
tomó una muestra de leche del tanque y dio 0,98 ng/ml de cortisol en leche.
Estos resultados sugieren que la medición de cortisol en leche individual y de
leche de tanque puede ser utilizado en un índice para diagnosticar el estrés de las vacas
lecheras y ser utilizado como índice para evaluar el bienestar animal del conjunto de
vacas en un tambo.
Se continuarán realizando ensayos en esta línea, buscando la correlación de
cortisol en leche con la composición físico-química de la leche, RCS y UFC.
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Leucosis Enzoótica Bovina: estudio seroepidemiológico
en rebaños de cría de la provincia de
La Pampa – Argentina
ALVAREZ RUBIANES, N1.
1
Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLPam.
[email protected]
RESUMEN
La infección por el virus de la leucosis bovina (VLB) es pandémica y si bien la
seroprevalencia en rebaños lecheros, es tema de innumerables trabajos, ello no ocurre en
rebaños productores de carne. Ante la inminente implementación en Argentina del Plan
Nacional de Control y Erradicación de la leucosis enzoótica bovina, acompañando a
otros planes en vigencia, es necesario conocer sobre que parámetros se trabajará, cual es
la prevalencia de infección y cuales los factores de riesgo asociados a nuestras
condiciones de manejo y sistemas de producción. Se analizó la presencia y magnitud de
la leucosis enzoótica bovina en 1798 muestras de suero de vacas pertenecientes a 30
rebaños de cría, estratificados en categorías de acuerdo al tamaño de los mismos y
distribuidos en el departamento Mará-Có, de la provincia de La Pampa – Argentina. Los
sueros fueron evaluados por la presencia de anticuerpos anti-VLB, utilizando la técnica
de inmunodifusión en gel de agar (IDGA) y la totalidad de las muestras de sueros de los
rebaños, en donde se evidenció al menos un animal positivo, se corroboraron utilizando
una prueba ELISA. A efectos de evaluar factores de riesgo asociados con la transmisión
del VLB, y teniendo en cuenta las condiciones de manejo y sistemas de producción
regionales, se requirió en cada predio contestar un cuestionario referente a tamaño y
características del rebaño y variables de manejo, reproductivas, alimenticias y sanitarias.
Se detectaron en 3 de los 30 rebaños analizados, un animal positivo en cada uno de
ellos, resultando una prevalencia predial del 10% y una poblacional del 0,17%. Los
rebaños clasificados como positivos, corresponden a la categoría de pequeños, lo que
lleva implícito características de los mismos, que podrían constituirse en factores de
riesgo de esta enfermedad. Se sientan las bases para profundizar en estudios de este tipo
en otras regiones de la provincia de La Pampa y del resto del país, haciendo especial
énfasis en la valoración de rebaños de pequeños productores, por las características
particulares en cuanto a la comercialización y constitución de los mismos.
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SUMMARY
Bovine leukosis virus (BLV) infection is pandemic in cattle and there are many
seroprevalence studies in dairy herds, but not in beef cattle. A National Program of
Control and Eradication of bovine leukosis is ready to start in Argentina, therefore it is
necessary to know what is the prevalence of infection and what are the risk factors
associated with the management and production systems. The presence of the bovine
leukosis was analyzed in 1798 serum samples from 30 beef herds, in the Mará-Có
department of La Pampa–Argentina. The samples were tested for the presence of BLV
antibodies by agar-gel immunodifussion, and the samples coming from the herds, where
there was at least on positive cow, were all retested by ELISA. In order to evaluate BLV
transmission risk factors associated to local conditions of management and production
systems, a questionnaire including aspects on herd's size, breeding, alimentary and
sanitary status was carried out in each farm. In 3 of the 30 herds studied, there was one
positive cow in each one of them. This means 10% of heard prevalence and 0.17%
poblacional prevalence. The positive herds belong to the small ones sampled, with
particular characteristics that could become in risk factors of the disease. This work
could be a precedent to carry out assays of this kind in other regions of La Pampa and to
other provinces of the country, making a special emphasis on the evaluation of small
herds.
INTRODUCCIÓN
La leucosis enzoótica bovina (LEB) es un cáncer linfoideo de ocurrencia natural
en el ganado bovino, causado por un retrovirus exógeno Tipo C, denominado virus de la
leucosis bovina (VLB). Taxonómicamente ubicado en la Familia Retroviridae, género
BLV-HTLV (Murphy et al., 1995).
Si bien la infección con VLB, en la mayoría de los bovinos no está asociada con
signos clínicos de la enfermedad, el 30% de los animales infectados pueden desarrollar
una linfocitosis persistente, considerada una manifestación benigna, y sólo el 5% o
menos desarrollarán linfosarcomas. Esta es una enfermedad de importancia económica
debido a la pérdida de mercados que requieren la condición de animales libres de dicha
enfermedad, los costos que implican las técnicas de diagnóstico, la eliminación
prematura o muerte de animales particularmente de raza de alto valor genético y el
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descarte de reses o carcazas en matadero, como así también la menor producción de
leche y carne de los rodeos infectados (D’Angelino et al., 1998).
Debido a la alta prevalencia, los costos prohibitivos de cualquier forma de
terapia de linfomas en bovinos y la poca perspectiva de lograr vacunas eficientes, el
énfasis de los estudios epidemiológicos se ha puesto en conocer la forma de transmisión
del VLB y los factores de riesgo asociados a la infección, como también en el desarrollo
de programas de control para prevenir la transmisión del agente, minimizar las pérdidas
económicas asociadas y lograr finalmente rebaños libres de infección con VLB
(Johnson y Kaneene, 1992).
En Argentina no existe un relevamiento real de prevalencia de la enfermedad,
aunque se conocen valores puntuales en rebaños lecheros que arrojan cifras bastante
alarmantes. Poco se ha estudiado en cuanto a rebaños de carne, tanto en Argentina
como en el resto del mundo.
En Argentina durante el periodo 1989-1993 se evaluaron 9.114 bovinos lecheros
de raza Holando Argentino y 5.519 bovinos de razas productoras de carne, usando la
técnica de inmunodifusión en gel de agar (IDGA), obteniéndose un 9,3 y 1,8%
respectivamente de animales positivos a VLB (Huici et al., 1996; Huici et al., 1997).
En la zona denominada “Mar y Sierra”, de la provincia de Buenos AiresArgentina, área de producción lechera que comprende unos 300 establecimientos,
usando un ELISA indirecto sobre 4.203 muestras de leche de 73 granjas, 23 granjas
(31,5%) estaban libres de infección, 36 (49,4%) tenían una prevalencia de infección de
hasta 15%, 13 (17,8%) una prevalencia entre 15 y 30% y 1 granja (1,4%) con
prevalencia mayor a 30% (Ghezzi et al., 1997).
Por otro lado, en un estudio realizado sobre 798 muestras de sueros provenientes
de 41 rebaños de carne del noroeste de la provincia de Río Negro (Patagonia
Argentina), todos fueron negativos para la infección con VLB (Layana et al., 1997).
Evidentemente para poner en marcha un programa de control y erradicación, es
prioritario conocer sobre que parámetros se trabajará, cual es la prevalencia de infección
y cuales los factores de riesgo asociados a nuestras condiciones de manejo y sistemas de
producción.
En el presente proyecto se realiza un estudio seroepidemiológico en rebaños
productores de carne de una zona de la provincia de La Pampa-Argentina, a efecto de
determinar tasas de prevalencia a VLB asociado con evaluación de factores de riesgo de
dicha enfermedad.
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MATERIALES Y MÉTODOS
Modelo biológico
Se utilizó a tal efecto, la vaca de cría entre primer y cuarto o más parto,
pertenecientes a rebaños ubicados en el departamento Mará-Có de la provincia de La
Pampa-Argentina.
Definición de las unidades de observación
Vaca de cría: Toda vaca de cualquier raza productora de carne, perteneciente a
un rebaño de al menos 10 vacas de cría en periodo reproductivo, ubicado en el área
donde se realiza el estudio.
Rebaño de cría: Que pertenezca a predios ubicados en el área donde se realiza el
estudio y cuente con al menos 10 vacas de cría en periodo reproductivo.
Predio: Aquel que dedique toda su superficie o parte de ella a la producción de
terneros de razas de carne, que posea un rebaño de al menos 10 vacas de cría en periodo
reproductivo y se halle ubicado dentro de los limites del área donde se realiza el estudio.
Diseño de la muestra
Se realizó un muestreo aleatorio estratificado con afijación proporcional de
acuerdo al tamaño del rebaño.
Los predios se estratificaron en cuatro categorías de acuerdo al número de vacas
que conforman el rebaño de cría (Tabla 1).
Tabla 1.DISTRIBUCIÓN DE PREDIOS Y VACAS DE CRÍA, SEGÚN TAMAÑO DE
REBAÑO. DEPARTAMENTO MARÁ-CÓ, LA PAMPA - ARGENTINA
Nº de predios
Nº de vacas
(%)
(%)
10-50
42 (31,3)
1227 (8,2)
29
51-100
38 (28,4)
2678 (17,8)
70
101-200
39 (29,1)
5376 (35,7)
138
> 201
15 (11,2)
5768 (38,3)
385
TOTAL
134 (100,0)
15049 (100,0)
112
Categoría de rebaño
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Promedio vacas/predio
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Dentro de cada rebaño, las vacas muestreadas se estratificaron en cuatro
categorías de acuerdo al número de parto: 1ro., 2do., 3ro.y 4to. o más.
El tamaño muestral (Thrusfield, 1995) se estableció para un prevalencia
esperada de 5%, un error relativo del 20% y un α: 0.05, en 1627 vacas de cría
distribuidas proporcionalmente en las distintas categorías de rebaño.
A efectos prácticos, entre los 134 rebaños, con un total de 15.049 vacas de cría,
presentes en el área geográfica en estudio, se eligieron, en forma aleatoria, 30 rebaños
(22,3%) y un total de 1800 vacas (12,0%) distribuidas proporcionalmente en las
distintas categorías de rebaño (Tabla 2).
Sobre la base de distribución de predios, según la categoría de rebaño, indicado
en Tabla 1, los mismos se numeraron de 1 a 42; 1 a 38; 1 a 39 y 1 a 15 y utilizando el
programa de computación VETSTAT, para números al azar, se extrajeron 10, 8, 8 y 4
números respectivamente, y de tal manera se eligieron los predios correspondientes a
los números obtenidos. La identificación de cada predio se extrajo de la base de datos
correspondientes al departamento Mará-Có, de SENASA, delegación General Pico.
La elección de las vacas a muestrear en cada rebaño, se realizó teniendo en
cuenta a los animales a medida que iban entrando a la manga, dado que en la gran
mayoría de los predios, las vacas no estaban identificadas individualmente, ni existían
registros de cada una de ellas. Tal identificación fue realizada en el momento de la toma
de la muestra de sangre, utilizando caravanas con números, que siguen normas de
seguridad para evitar la transferencia de sangre de un animal a otro, colocadas en las
orejas de cada animal muestreado.
Tabla 2.PREDIOS Y VACAS DE CRÍA MUESTREADOS, SEGÚN TAMAÑO DE
REBAÑO. DEPARTAMENTO MARÁ-CÓ, LA PAMPA - ARGENTINA
Categoría de rebaño Predios
Vacas/Predio Total vacas
%
10-50
10/42
23,8
20
200
16,3
51-100
8/38
21,0
40
320
11.9
101-200
8/39
20,5
80
640
11,9
>201
4/15
26,7
160
640
11,1
Total
30/134
22,3
1800/15049
12,0
3
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%
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Muestreo
De las vacas seleccionadas se obtuvo una muestra de sangre por venipuntura de
la vena yugular (o en su defecto coccígea media), utilizando aguja y jeringa individual
estériles. Obtenido el suero, se transfirió a tubos tipo "Eppendorf" y se mantuvo a -20ºC
hasta la realización de la prueba.
Por cada rebaño se confeccionó una planilla de trabajo donde consta nº de
protocolo, fecha, nombre del propietario/establecimiento, nº de vacas muestreadas y por
cada vaca, nº identificatorio, nº de parto, raza y estado general.
Se requirió además, a cada propietario o responsable del predio, contestar un
cuestionario referente a características del predio, variables reproductivas (nº ordinal del
parto, tipo de preñez y otras), alimenticias (tipo de pastoreo, tipo de alimento) y de
manejo (características del rebaño, uso o no individual de elementos como jeringas,
marcadores, guantes, etc.).
Prueba inmunodifusion doble en gel de agar (IDGA)
Los sueros fueron evaluados utilizando un "kit" comercial.
La puesta a punto de ésta técnica diagnóstica se realizó utilizando, además del
suero control positivo provisto por el "kit", con sueros positivos, débil positivos y
negativos, cedidos gentilmente por los doctores Gustavo Montes, de la Facultad de
Ciencias Veterinarias de la Universidad de Chile y Eduardo Esteban, del Laboratorio de
Virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil, Argentina, con resultados
de identidad inmunológica comprobable.
RESULTADOS
Características de los rebaños muestreados
Del análisis de la base de datos recopilados en el informe epizootiológico
requerido en cada uno de los predios muestreados para la realización del presente
estudio, surge que 24 rebaños (80%), corresponden a la condición de cerrados, donde la
reposición de los animales de reemplazo se logra a través de vaquillonas de producción
propia, mientras que 6 rebaños (20%), obtienen los animales de reemplazo por compra
de vaquillonas o vacas de otros productores, configurando la condición de rebaño
abierto.
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Con respecto al tipo de concepción de las vacas de cría, 29 rebaños (96,7%)
utilizan la monta natural con toros propios y sólo 1 rebaño (3,3%), la inseminación
artificial para tal propósito.
Surgen además conclusiones con respecto a la forma de alimentar las vacas de
cría y al tipo de alimento suministrado. En 10 rebaños (33%) utilizan un pastoreo
extensivo, en su gran mayoría sobre praderas naturales, en 17 rebaños (57%)
instrumentan la modalidad de pastoreo rotativo, con alta carga animal por tiempo
reducido, sobre praderas artificiales consociadas y 3 rebaños (10%) realizan una
combinación de ambos procedimientos, de acuerdo a la época del año y a la abundancia
de pastos. Ante las condiciones climáticas adversas y la escasez de pastos en invierno,
en 23 rebaños (77%) suplementan con rollos de pasto y dentro de ellos en 6 rebaños
(26%) suministran además grano en bateas, generalmente maíz y/o sorgo.
Con respecto al análisis de un factor de riesgo como son las prácticas
parenterales u obstétricas, surge de los datos obtenidos, que en el 100% de los rebaños
no se toman precauciones en cuanto a la desinfección o uso individual de elementos
como jeringas, instrumental, guantes, colocado de caravanas, marcación etc.
Características de las unidades de observación
Del análisis de los datos recopilados en la planilla de trabajo realizada durante el
muestreo de las vacas en cada uno de los rebaños seleccionados a tal fin, surge que de
un total de 1798 vacas muestreadas, 1731 (96,3%) corresponden a animales de razas de
aptitud carnicera, tanto puras como cruzas y el resto, 67 vacas (3,7%) a razas lecheras,
específicamente Holando Argentina o cruzas, utilizadas en esos rebaños como vientres
para la producción de terneros, que cumplido su ciclo, la finalidad última es la faena
para consumo de carne.
En cuanto a la distribución de edades de los animales muestreados, el 13,74%
corresponden a vacas de ± 25 meses o primer parto, 14,85% de ± 37 meses o segundo
parto, 16,35% de ± 49 meses o tercer parto y el 55,06% de ± 61 a 120 meses o cuarto o
más parto.
Prueba IDGA
Los resultados de la prueba IDGA, fueron recopilados sobre una planilla, creada
a tal efecto, realizándose lectura a las 24, 48 y 72 hs. Es de destacar que en todos los
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casos se evidenciaron, en los sueros control positivo, bandas de precipitación a la
lectura de 24 horas.
Seroprevalencia a LEB
En 3 de los 30 rebaños analizados se identificó un animal seropositivo a LEB en
cada uno de ellos.
Dichos rebaños, clasificados como positivos, corresponden a la categoría de
rebaños pequeños, formados generalmente por acopio de vacas, donde conviven varias
razas y específicamente los animales positivos, uno es de raza Holando Argentina de 6to
parto, otro es de cruza Holando de 5to parto y el tercero es de raza Cebú de 3er parto,
perteneciente al único rebaño, de los analizados, donde la mayoría de las vacas que
conforman el mismo son de razas o cruzas índicas.
La totalidad de los sueros correspondientes a los rebaños positivos (2x20 y 1x40:
80 sueros) fueron evaluados comparativamente por medio de la técnica de ELISA,
gentilmente realizada en el Laboratorio de Virología de la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro, y cuyos resultados confirmaron los
obtenidos por IDGA.
Dada la muy baja prevalencia poblacional observada, nos encontramos frente a
un acontecimiento que podríamos calificar como poco frecuente de presentarse para la
población en estudio y por lo tanto, ésta variable seguiría una distribución de Poisson
(Thrusfield, 1995).
DISCUSIÓN
Si bien son escasos los trabajos aportados tanto por la literatura internacional
como nacional que estudien la seroprevalencia a LEB en rebaños productores de carne,
todos demuestran valores de la misma muy inferiores a lo que ocurre con los rebaños
lecheros. Tal condición estaría relacionada con variables genéticas y de manejo
diferenciales de ambos tipos de rebaños, así como ubicación geográfica de áreas
evaluadas y asociado además con la menor frecuencia de investigación de ésta
enfermedad en rebaños productores de carne.
Los resultados obtenidos en el presente trabajo, 10% de rebaños, con un solo
animal positivo en cada uno de ellos, y 0,17% de todos los animales analizados
serológicamente positivos a LEB, coinciden con lo descripto en trabajos realizados en
Argentina, y específicamente con el valor 0%, obtenido por Layana et al. (1997) en la
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provincia de Río Negro (Patagonia Argentina) y por Huici et al. (1995), en las
provincias patagónicas de Neuquén, Chubut y Río Negro, evaluación realizada sobre
3000 sueros bovinos de aptitud carnicera, si tenemos en cuenta que dos de los tres
animales positivos en éste estudio son de razas lecheras y que actualmente forman parte
de rebaños de carne correspondientes a pequeños productores, que constituyen los
mismos a partir de acopio de vacas generalmente de descarte de otros tipos de rebaños.
El tercer animal seropositivo a LEB corresponde a la raza Cebú. Las razas índicas, en la
zona geográfica evaluada, son la excepción y generalmente provienen del norte de
Argentina donde es un hecho común la práctica de prepatencia a Babesiosis bovina la
que se realiza utilizando sangre entera de animales positivos a la misma, y que se
inocula en animales receptores, como forma de lograr un cierto grado de inmunidad
contra dicho parásito. Con respecto a éste tema, en un trabajo realizado por el Dr.
Eduardo Esteban (comunicación personal), en un rebaño productor de carne de la
provincia de Formosa - Argentina, obtuvo altos valores de seroprevalencia a LEB,
cercano a 90%. Estos animales habían sido inoculados con sangre entera de vacas
lecheras con Babesia, las cuales además eran positivas a LEB.
Por otra parte en un trabajo realizado sobre animales de exportación
provenientes de 8 provincias argentinas (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chaco,
Corrientes, Entre Ríos, Formosa y La Pampa) donde se analizaron 5519 sueros bovinos
de distintas razas de carne (Huici et al., 1997) obtuvieron una seroprevalencia a LEB de
1,8%, con valores extremos de 0% para la provincia de La Pampa y 9,7% para Formosa.
El mismo trabajo demostró que las razas con mayor seroprevalencia a LEB, fueron la
Brahma, con el 8,7% y la Brangus con 4,8%, coincidiendo con las razas explotadas en
el norte de Argentina, como así también con la mayor densidad de insectos hematófagos
en esas áreas subtropicales, y asociado a la práctica de prepatencia contra Babesia sp. en
esas zonas endémicas de dicho parásito.
Con respecto a la prueba de evaluación (IDGA), utilizada en el presente trabajo,
la misma es una técnica operativamente sencilla, de relativo bajo costo y realizable en
cualquier laboratorio de mediana complejidad, es usada en todo el mundo acompañando
planes de control y erradicación de LEB y varios países europeos han logrado dicho
propósito utilizando sistemáticamente dicha técnica. La elección de ésta técnica para la
evaluación serológica de las muestras en el presente trabajo, se basó justamente en las
características expresadas de la IDGA y en el hecho de que en un principio el Plan
Nacional de Control y Erradicación de LEB, implementado en Argentina, contemplaba
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a la misma como única alternativa. Actualmente también se ha aprobado para tal fin la
técnica de ELISA, usadas indistintamente.
La IDGA presenta buenos valores, tanto de sensibilidad como de especificidad
(Monke et al., 1992). Dado que ELISA ha demostrado ser algo más sensible (Naif et al.,
1992; Otachel-Hawranek et al., 1995; Vega, 1997), la totalidad de los sueros
correspondientes a los 3 rebaños, donde se comprobó la seropositividad a LEB de un
animal en cada uno de ellos, fueron evaluados comparativamente por dicha técnica para,
sobre la base de su mayor sensibilidad, poder captar, en dichos rebaños, algún otro
animal que no hubiera podido ser detectado por la técnica de IDGA. Si bien fueron
pocos los sueros evaluados por ambas técnicas (80 sueros), es en dichos rebaños donde
mayor probabilidad hay de que exista algún otro animal positivo a LEB, dadas las
características epidemiológicas del VLB. Sin embargo, ambas técnicas coincidieron en
un 100% en la evaluación de dichos sueros, lo que demuestra una alta correlación entre
las mismas, brindando de tal manera una seguridad diagnóstica a los resultados
obtenidos.
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta lo expresado en la Discusión, referente a las razas bovinas
resultantes positivas a LEB en el presente estudio, se puede concluir que la
seroprevalencia a LEB, en las razas productoras de carne, es eventualmente cero, lo que
determinaría la ausencia de ésta enfermedad en los rebaños de cría de la zona geográfica
evaluada.
Los resultados obtenidos permitirían lograr oficialmente un área libre de ésta
enfermedad, en un todo de acuerdo con el Plan Nacional de Control y Erradicación de la
Leucosis Bovina e implementar medidas sanitarias, de manejo y vigilancia
epidemiológica, que garanticen la permanencia, a través del tiempo, de tal condición, en
los rebaños de cría del área evaluada.
Se debería avanzar en estudios epidemiológicos que permitan evaluar otras
zonas, tanto de la provincia de La Pampa como del resto del país, haciendo especial
énfasis en la valoración de rebaños de pequeños productores, por las características
particulares que imprimen a la comercialización de sus animales y la constitución de
los mismos, de tal manera que asociado a lo que ocurre con las otras provincias
patagónicas, se pudiera lograr una extensa área libre de ésta enfermedad, que
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posesionaría a Argentina en un lugar importante, con ventajas comparativas, de acuerdo
a los requerimientos de los mercados internacionales más exigentes, con respecto a la
sanidad de los animales de exportación y subproductos cárnicos.
BIBLIOGRAFÍA
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Actinomicosis y Actinobacilosis: una causa frecuente
de lesiones granulomatosas en los bovinos del
Departamento Maracó de la provincia de
La Pampa - República Argentina
DUBARRY, J1,2.; ALVAREZ, A.R1.; ERREA, A1.; MARIA, A1.; VERA, O1.;
VESPOLI PUCHEU, V1.; GALEANO, M.F. 1.
1
Departamento de Clínicas. Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLPam.
2
Servicio Nacional de Sanidad Animal - SENASA
[email protected]
RESUMEN
En un trabajo desarrollado en el Departamento Maracó de la provincia de La
Pampa (República Argentina), para comprobar la correlación entre los diagnósticos
macroscópico y microscópico de tuberculosis bovina (TBC), se observó que una
importante cantidad (30,20%) de las alteraciones granulomatosas diagnosticadas
macroscópicamente como TBC, resultaron negativas en la histopatología. El presente
trabajo se realizó para determinar a qué entidades nosológicas correspondían estas
alteraciones. El 46,66 % de dichos casos correspondieron a actinomicosis/
actinobacilosis, el resto (53,44%) eran lesiones no compatibles con las enfermedades
mencionadas. Estos hallazgos demostraron la importancia de la actinomicosis/
actinobacilosis como enfermedad endémica para la zona estudiada.
Palabras claves: lesiones granulomatosas, actinomicosis, actinobacilosis, bovino
SUMMARY
In a work developed in Argentine, La Pampa Province, Maracó Department, to
proved the relationship between the microscopic and macroscopic diagnosis of bovine
tuberculosis (BT) which on observed an important quantity (30,20%) that
granulomatous macroscopic lesions diagnosed as tuberculosis were negative in the
hystopathology diagnosis. The present work was realized to determinate what is the
agents that cause this lesions. Which the 46,66% of this cases resulted actinomycosis
and wooden tongue. The remainder (53,44%), were lesions compatibles with the
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mentionated lesions. This findings proved the importance of actinomycosis and wooden
tongue as endemic disease for the studied zone.
Key words: granulomatous lesions, actinomycosis, wooden tongue, cattle.
INTRODUCCIÓN
La actinomicosis y la actinobacilosis son enfermedades que cursan con lesiones
macroscópicas similares a las de la tuberculosis. Su distribución es mundial y aunque en
nuestra ganadería son pocos los datos registrados, hay encuestas epidemiológicas que en
la Provincia de Buenos Aires (República Argentina) las ubican con una prevalencia de
0,3-12,3 y 0,5-20% respectivamente.
Actinobacilosis bovina
Es una enfermedad crónica, infectocontagiosa, considerada como zoonótica. En
el bovino es producida por una bacteria de la familia Pasteurellaceae, género
Actinobacillus, especie lignieresi. Es Gram negativa con tinción bipolar, no esporula, es
inmóvil y aerobio o anaerobio facultativo. Microscópicamente se alternan las formas
bacilares con las cocoides.
Las lesiones se ubican en los tejidos blandos, principalmente en la lengua
(lengua de madera) y se corresponden con una inflamación crónica granulomatosa. La
necrosis central es licuefactiva con concreciones de color amarillo (drusas) de 1 mm de
diámetro (más pequeñas que los de la actinomicosis).
Epidemiología: Los actinobacilos aparecen en la flora natural del sistema
respiratorio, digestivo y genital de los rumiantes, cerdos, caballos y roedores, por lo que
son considerados patógenos oportunistas. La infección se efectúa por una lesión en las
mucosas y cuando ésta se produce son capaces de penetrar a los tejidos a través de la
liberación de enzimas proteolíticas. Por vía linfática llegan a distintos
órganos,
pudiendo afectar los ganglios linfáticos regionales a la puerta de entrada del
microorganismo.
Diagnóstico: La sospecha clínica se confirma por la evidencia del agente
patógeno mediante cultivos.
Hallazgos post-mortem: Los animales se encuentran con frecuencia en pobres
condiciones. Se pueden ver lesiones granulomatosas en la boca, más frecuentemente en
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la lengua y en los nódulos linfáticos regionales. Superficialmente se observan úlceras
con un diámetro de un centímetro o más, o bien saliencias semiesféricas del mismo
tamaño, con centro amarillo y bordes rojos, que al corte se continúan con una forma
esférica, con un centro de necrosis licuefactiva (que contiene las drusas) rodeado por
tejido conectivo. En los casos de larga data es frecuente que se produzca una
proliferación abundante de tejido conectivo denso, con el consiguiente endurecimiento y
deformación de la lengua (“lengua de madera”).
Actinomicosis
Es
una enfermedad infecciosa crónica de tipo granulomatoso, también es
considerada una zoonosis. Su distribución es mundial. En bovinos es causada por una
bacteria del género Actinomyces, especie bovis. Es pleomórfica, Gram positiva, aerobia
o anaerobia facultativa e in vivo forma filamentos y ramificaciones. Las lesiones se
ubican preferentemente en la mandíbula inferior y consisten en osteítis y osteomielitis
destructiva con proliferación regenerativa.
Epidemiología: Los microorganismos se encuentran en el pasto e ingresan a
través de soluciones de continuidad a través de la encía, llega al periostio y produce
osteólisis, formándose la “arenilla ósea”. Las manifestaciones de la enfermedad en la
forma cérvico-facial son generalmente secundarias a caries dentales, en la forma
torácica se debe a aspiraciones de secreciones orales y en la forma abdominal a fisuras
en la mucosa intestinal o bien ser secundarias a un divertículo o a procesos
apendiculares.
Diagnóstico: La sospecha clínica se confirma por la evidencia del agente
patógeno mediante cultivo en agar suero.
Hallazgos post-mortem: La actinomicosis adopta tres formas principales de
acuerdo con la ubicación de las lesiones: cérvico-facial, torácica y abdominal.
Forma cérvico-facial: Puede iniciarse como una masa fluctuante ubicada debajo
de la mandíbula o como un absceso doloroso, de progresión más rápida, ubicado en la
misma zona, en la región parotídea o en el cuello. Esta forma de presentación se asocia
en general a una patología bucodental crónica. Posteriormente se fistuliza a través de
varios canales, drenando un exudado purulento que contiene las drusas (llamadas
también “granos de azufre”), concreciones amarillas de más de un milímetro de
diámetro, de color amarillo, esféricos. El proceso se puede diseminar por los planos de
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clivaje que le ofrecen los tejidos, pudiendo afectar la lengua, glándulas salivales, huesos
del cráneo, meninges, etc.
Forma torácica: Por la aspiración de las secreciones orales los microorganismos
se ubican en los pulmones, necrosan el parénquima pulmonar dando lugar a la
formación de abscesos, similares a procesos iniciales de la tuberculosis pulmonar. Los
abscesos pueden fistulizarse a través de la pleura, la parrilla costal y la piel, drenando al
exterior. Es frecuente la aparición de dolor torácico, fiebre, tos con abundante
expectoración y pérdida de peso.
Forma abdominal: El microorganismo que está contenido en las secreciones
orales ingeridas con el alimento, penetra a través de lesiones en la mucosa
gastroentérica, produce la necrosis de los tejidos lo que trae aparejada la formación de
abscesos en la pared de estómago e intestinos y en el peritoneo.
Otras formas: Las lesiones pueden localizarse en forma muy poco frecuente en
las válvulas cardíacas, en el cerebro, en la zona ano-rectal o en el subcutáneo.
También puede producirse la actinomicosis generalizada, fenómeno que ocurre a
través de la diseminación hematógena del germen, afectando entonces varios órganos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se trabajó con muestras de lesiones en órganos
de animales faenados en
frigorífico, decomisados con diagnóstico macroscópico de tuberculosis, fijadas en
formol bufferado al 10%, a las que se incluyó en parafina y se las coloreó con la técnica
de Hematoxilina-Eosina (H y E). Se realizó el
diagnóstico histopatológico a las
muestras negativas de tuberculosis.
RESULTADOS
El 30,20% del total de muestras procesadas no poseían la morfología histológica
del granuloma tuberculoso, objeto de estudio del trabajo anterior donde se trataba de
establecer la correlación entre los diagnósticos macroscópico y microscópico de los
decomisos por tuberculosis en frigorífico. En el presente trabajo se estableció a qué
patologías correspondían y sus porcentajes. Los valores hallados fueron los siguientes:
actinomicosis o actinobacilosis: 14,09%, quistes hidatídicos contaminados: 10,74%,
adenomas hepáticos: 1,34% y abscesos inespecíficos: 4,03%.
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Comparación entre los diagnósticos macroscópicos positivos y otras patologías no diferenciables
macroscópicamente de tuberculosis:
150
100
50
0
Del total de las lesiones no tuberculosas, el 46,66% correspondieron a lesiones por
actinomicosis/actinobacilosis.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
En la actualidad, la tuberculosis bovina sigue constituyendo un serio problema
de salud humana y animal (SENASA, SEAGyP, 1994), con grandes pérdidas
económicas para nuestro país. El registro de decomisos por dicha causa en la Argentina,
como en la mayoría de los países latinoamericanos, se hace para apreciar el daño
económico, más que para evaluar la prevalencia de la enfermedad (Comisión Nacional
de Zoonosis, 1982).
Pero no todas las lesiones que se clasifican macroscópicamente como
tuberculosis, lo son realmente, ya que no es fácil diferenciar los granulomas de origen
tuberculoso de los debidos a otras etiologías (Kantor y col, 1984). De un estudio
realizado por estos autores, sobre 349 muestras de decomisos por tuberculosis en tres
mataderos del Gran Buenos Aires, pudieron confirmar esta etiología en 180 muestras, es
decir un 53,9%. En otro trabajo se determinó un 79% de correlación entre lesiones
granulomatosas de decomiso por tuberculosis (n: 178) y aislamiento de Mycobacterium
bovis (n:142) en la región nordeste Argentina (Cicuta y col, 1995/96). En el trabajo
realizado por los autores de esta publicación, la relación entre los diagnósticos
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macroscópico y microscópico de tuberculosis bovina fue del 69,8%, correspondiente al
departamento Maracó ubicado en la zona norte de la Provincia de La Pampa (Dubarry y
col., 2003).
Macroscópico
Actinomicosis
Quiste
o
hidatídico
Actinobacilosis contaminado
149
21 (14,09 %)
Adenoma
Abscesos
hepático
inespecíficos
16 (10,74 %) 2 (1,34 %) 6 (4,03 %)
El análisis de estos datos revela la variación en la correlación entre los diagnósticos
macroscópicos y microscópicos de tuberculosis de acuerdo con la zona geográfica
investigada. Esto llevó a pensar en que deben incidir distintas enfermedades endémicas
regionales con características anatomopatológicas macroscópicas similares a las de la
tuberculosis bovina.
En nuestro caso y como resultado de este trabajo se determinó que las
enfermedades similares a la tuberculosis bovina en cuanto a la morfología macroscópica
y en relación al total de lesiones no tuberculosas fueron: actinomicosis/actinobacilosis
(44,66%), hidatidosis (quistes contaminados) (35,55%), adenoma hepático (4,44%) y
abscesos inespecíficos(13,33%).
Estos
hallazgos
ponen
de
manifiesto
la
importancia
de
la
actinomicosis/actinobacilosis como enfermedad endémica en la zona estudiada, ya que
se demostró que es la segunda causa de efermedad granulomatosa en el bovino.
También se desprende de los estudios realizados que pueden presentarse los
granulomas por actinomicosis/actinobacilosis sin las lesiones fistulizadas típicas, lo que
lleva a no poder diferenciarlos de la tuberculosis cuando se realiza un examen rápido de
las alteraciones observadas en un cadáver. Esta problemática se acentúa considerando
que las lesiones encontradas se ubicaban en ganglios y en pulmón.
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SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD ANIMAL – SENASA. Plan Nacional de
control y erradicación de la tuberculosis bovina. Secretaría de Agricultura Ganadería
Pesca y Alimentación.(SAGPyA).
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Tumor venéreo transmisible en el perro.
de la SOTA, P.1; D´AMICO, G.2; ADAGIO, L.2; NOIA, M.2; GOBELLO, C.1
1
Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLP
2
Facultad de Ciencias Veterinarias – UNLPam
[email protected]
RESUMEN
El tumor venéreo transmisible (TVT), también conocido como sarcoma
infeccioso, granuloma venéreo, linfosarcoma transmisible o tumor de Stiker, es un
tumor retículo endotelial benigno del perro que afecta principalmente a los genitales
externos y ocasionalmente a los genitales internos. Aunque el TVT posee una
distribución mundial, es una neoplasia de alta frecuencia en zonas tropicales y
subtropicales. Comúnmente se lo halla en áreas urbanas con grandes poblaciones de
perros callejeros. Dos a tres semanas posteriores al transplante se pueden observar
pequeños nódulos de 1 a 3 mm de diámetro, de coloración rosado a rojo. Las lesiones
iniciales son dermoepiteliales superficiales o pedunculadas. Luego, los nódulos
múltiples se fusionan formando masas más grandes, tipo coliflor, hemorrágicos y
friables. El diagnóstico definitivo se basa en examen físico y en hallazgos citológicos
típicos de células exfoliadas. La quimioterapia ha demostrado ser la terapia más efectiva
y práctica, siendo el sulfato de vincristina, la droga mas frecuentemente usada.
Palabras claves: perro, tumor, quimioterápico, genital.
SUMMARY
Transmissible venereal tumor (TVT), also known as infectious sarcoma,
venereal granuloma, transmissible lymphosarcoma or Sticker tumor, is a benign reticulo
endothelial tumor of the dog that mainly affects external genitalia and occasionally the
internal genitalia. Although, TVT has a cosmopolite distribution, it is a highly frequent
neoplasia in tropical and subtropical zones. It is commonly found in urban areas with
large populations of free-roaming dogs. Small pink to red, 1 to 3 mm diameter nodules
can be observed 2 or 3 weeks after transplantation. Initial lesions are superficial
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dermoepidermical or pedunculated. Then multiple nodules fuse together forming larger
red hemorrhagic cauliflower- like friable masses. Definitive diagnose is based on
physical examination and typical cytological findings of exfoliated cells. Chemotherapy
has shown to be the most effective and practical therapy, being vincristine sulphate the
most frequently used drug.
Key words: dog, tumor, chemoterapy, genitalia.
INTRODUCCIÓN
El tumor venéreo transmisible (TVT), también conocido como sarcoma
infeccioso, granuloma venéreo, linfosarcoma transmisible, condiloma canino o tumor
de Sticker, es un tumor retículo endotelial benigno de los perros, que mayormente afecta
los genitales externos. Como se transmite durante el coito (Calvet, 1983) ocurre en
animales sexualmente maduros (Rogers, 1997), pudiendo también afectar a perros
salvajes (Domínguez-Tejerina et al., 1996). Este tumor posee 59 (57-64) cromosomas
en contraste con los 78 normales de la especie. La capacidad de respuesta inmunológica
del huésped tiene un papel principal en la expansión del tumor. El TVT, si bien tiene
una distribución cosmopolita, es una neoplasia común en zonas tropicales y
subtropicales. En Sudamérica se encuentra comúnmente en áreas urbanas con población
de perros callejeros. El objetivo del presente artículo fue hacer una revisión de los
aspectos fundamentales de la etiopatogenia, diagnóstico y tratamiento del TVT canino.
Etiología
El TVT fue inicialmente descripto por Novinsky en 1876, quien demostró que el
tumor podía ser transplantado de un huésped susceptible a otro por inoculación de
células tumorales (Richardson, 1981). El hallazgo de inclusiones citoplasmáticas en las
células tumorales hizo que esta neoplasia sea atribuida a un agente viral por algunos
autores (Cockrill y Beasly, 1975). No obstante, el tumor no pudo ser transmitido por
extractos de células libres (Bradley, 1996). La exfoliación y transplante de células
neoplásicas es la vía principal de transmisión en mucosa genital, nasal u oral, durante el
apareamiento, mordedura, rascado o lamido de los genitales afectados (Cohen, 1985).
La implantación del tumor se ve facilitada por la presencia de cualquier lesión en la
mucosa o por pérdida de su integridad (Vermooten, 1987).
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El tumor aparece 15 a 60 días después de la implantación. El TVT puede crecer
lentamente o ser rápidamente invasivo (Lombard y Cabanie, 1968; Moulton, 1978). Se
ha demostrado que el sistema inmunológico del huésped tiene un papel importante
inhibiendo el crecimiento del tumor y las metástasis (Cohen, 1973; Cohen, 1985). En
perros jóvenes o con inmunidad suprimida, puede haber tendencia a las metástasis
(Yang, 1988). No obstante, en general, las metástasis ocurren en menos de 5-17% de los
casos (Richardson, 1981; Rogers, 1997). Estas han sido descriptas en tejido subcutáneo,
piel, nódulos linfáticos, ojos, amígdalas, hígado, bazo, mucosa oral, hipófisis, peritoneo,
cerebro y huesos largos (Moulton, 1978; Krouger et al., 1991; Tinucci-Costa, 1992;
Aprea et al., 1994; Tinucci-Costa et al., 1997). Las lesiones extragenitales pueden
ocurrir solas o asociadas con la localización genital (Richardson, 1981).
Se han hallado distintos tipos de células en las diferentes fases de crecimiento
tumoral. En el caso de tumores en fase de crecimiento progresivo, las células son
redondas y con microvellosidades, mientras que cuando están en la etapa de regresión
las células presentan forma fusiforme. Por otra parte, los tumores que están en fase de
regresión tienen un elevado número de linfocitos T (Yang et al., 1976; Hill et al., 1984)
que segregan sustancias responsables de la regresión tumoral, al inducir diferenciación
celular (Yang et al., 1976; Yang, 1988; Yang et al., 1991).
Según algunos investigadores estos tumores suelen ser benignos en machos
caninos, pero en hembras a menudo dan metástasis a ganglios linfáticos regionales, por
lo cual se deduce que podrían tener sensibilidad hormonal. En cambio otros autores
indicaron que los machos son más susceptibles a tener metástasis (Yang et al., 1976).
Aspecto clínico e histológico
Inicialmente se observan pequeños nódulos rosas o rojos, de 1-3 mm de
diámetro siendo las lesiones superficialmente dermoepidérmicas o pedunculadas. Los
nódulos múltiples se unen formando una gran red hemorrágica de aspecto parecido a
una coliflor. Estas masas pueden tener de 5 a 7 cm de diámetro, progresando a más
profundidad en la mucosa, con lesiones subcutáneas multilobulares que pueden exceder
los 10-15 cm. Los tumores sangran fácilmente, se agrandan, se ulceran y se contaminan,
complicándose de esta forma el cuadro (Aprea et al., 1994).
El examen citológico evidencia células típicamente redondeadas a poliédricas,
con un delgado citoplasma eosinofílico vacuolado y un núcleo redondo hipercromático
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con 1-2 nucleolos y un número moderado de figuras mitóticas (Tasqueti et al., 1999). La
relación entre núcleo y citoplasma es grande.
Histológicamente, el TVT es un tejido homogéneo de una masa compacta de
células, que con frecuencia crecen en hileras y es de origen mesenquimático
(Richardson, 1981; Johnson, 1994; Rogers, 1997). Frecuentemente aparece también un
infiltrado de linfocitos, células plasmáticas, macrófagos y haces de colágeno (TinucciCosta, 1999). El TVT debe diferenciarse de los mastocitomas, histiocitomas o linfomas
malignos (Richardson, 1981).
Diagnóstico
Los signos clínicos varían de acuerdo a la localización del tumor. Los perros con
localización genital tienen una descarga vulvar o prepucial hemorrágica. En los machos
las lesiones usualmente se localizan cranealmente en el pene, mucosa prepucial o
glande. Las masas tumorales a menudo protuyen del prepucio (Higgins, 1966) y la
fimosis puede ser una complicación (Mc Evoy, 1987). La descarga genital debe
diferenciarse de las ocasionadas en las uretritis, cistitis o prostatitis (Rogers, 1997). El
desarrollo de agrandamiento de nódulos linfáticos regionales es frecuente en machos
con tumores voluminosos.
En las perras el tumor tiene macroscópicamente un aspecto similar y puede
localizarse en el vestíbulo y/o canal vaginal protuyendo a través de los labios vulvares y
frecuentemente causando una deformación de la regional perineal. Las anormalidades
en la micción son poco frecuentes. La descarga hemorrágica vulvar puede ser
importante y causar anemia si tiene una evolución prolongada. La descarga puede a
veces atraer machos y ser confundida por los dueños con el estro. Infrecuentemente el
TVT se ubica en los genitales internos, como en el útero (Aprea, 1994).
El diagnóstico de TVT en los casos extragenitales puede ser dificultoso, ya que
causa signos clínicos relacionados al lugar de origen como epistaxis, epifora, halitosis,
pérdida de dientes, exoftalmia, deformaciones orales o faciales (Rogers, 1997).
El diagnóstico definitivo se logra por medio del examen físico y hallazgos
citológicos de células exfoliadas obtenidas por medio de hisopados, raspados o
improntas del tumor (Moulton, 1978; Richardson, 1981; Daleck et al., 1987).
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Tratamiento
Se ha aplicado cirugía, radioterapia, inmunoterapia, bioterapia y quimioterapia
para el tratamiento del TVT. La cirugía ha sido extensamente usada para el tratamiento
de tumores pequeños y localizados, a pesar de que la recurrencia puede ser tan alta
como el 58-68% de los casos tratados, ocurriendo principalmente en tumores invasivos
(Weir et al. 1978; Johnson, 1994; Bradley, 1996; Rogers, 1997). Otra forma de
tratamiento es usando bacilo de Calmette-Guérin (BCG) (Rogers, 1997) durante 3
semanas reportándose éxitos en forma esporádica. Con la bioterapia ha también
demostrado que tiene un alto porcentaje de recurrencia (Richardson, 1981; Vermooten,
1987).
El tratamiento más efectivo es la quimioterapia y la droga que se utiliza con
mejores resultados es el sulfato de vincristina (Calvet et al., 1982). La vincristina se
indica semanalmente en dosis de 0,5-0,7 mg/m2 de área de superficie del cuerpo o 0,025
mg/kg, IV (Cohen, 1985; Daleck et al., 1995). La involución de las lesiones es gradual,
aunque particularmente significativa al comienzo del tratamiento. La remisión completa
lleva 2 a 8 inyecciones (Calvet et al., 1982; Daleck et al., 1987) y ocurre en más del
90% de los casos tratados. Como un agente cistotático, la vincristina puede causar
mielosupresión y efectos gastrointestinales, como leucopenia y vómitos en 5-7% de los
casos. Se ha descripto también la paresia como un efecto colateral (Calvet et al., 1982;
Withrow y Mc Ewen, 1996).
Se recomienda un recuento de glóbulos blancos previo a cada tratamiento.
Cuando los neutrófilos son menos de 4000/mm3, el tratamiento debe ser retrasado 3-4
días. La más frecuente complicación del tratamiento con vincristina son las lesiones de
piel debido al extravasado de la droga durante la aplicación IV, produciéndose una
necrosis de la zona con costras.
Otros agentes quimioterápicos indicados para TVT son ciclosfosfamida 5 mg/kg
PO, por diez días como única droga o asociada con prednisolona, 3 mg/kg por 5 días,
vinblastina 0,15 mg/kg semanalmente, IV durante 4 a 6 semanas, metotrexato 0,1 mg/kg
día por medio o una combinación de las tres drogas. No hay aparentemente en esta
enfermedad ventaja de combinar quimioterapia sobre usar sólo vincristina (Brown et al.,
1981; Richardson, 1981; Vermooten, 1987; Amber et al., 1990).
Los casos resistentes pueden ser tratados con doxorrubicina 30 mg/m2 IV,
durante 3 días consecutivos (Richardson, 1981; Souza et al., 1998). Cuando la
desaparición total del tumor no se ha logrado después del uso de los quimioterápicos
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citados, puede ser usada la electro o criocauterización (Vermooten, 1987; Rogers,
1997). Las pequeñas lesiones remanentes después de la terapia pueden desaparecer
espontáneamente.
CONCLUSIONES
El TVT es la neoplasia más frecuente de los genitales externos de perros tanto en
áreas tropicales como subtropicales. El motivo de consulta más frecuente es por la
descarga prepucial o vulvar de tipo hemorrágica.
El diagnóstico se basa en los
hallazgos citológicos y en un examen clínico minucioso del paciente, siendo estos muy
importantes para realizar un tratamiento eficaz.
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Importancia de la osteosíntesis biológica en el
tratamiento de las fracturas del esqueleto
apendicular del perro
WHEELER, J.T1, 3.; ADAGIO, L1.; D'AMICO, G1.; HIERRO, J1.; LATTANZI, L1.;
MENGELLE, P2.; LUJÁN, O3.; FLORES, P3.; ARGUELLO, C3.; GRISOLÍA. M3.;
OTEGUI, F3.; COCCO, R3.; BERTONE, P3.
1
Clínica de Pequeños Animales, Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLPam.
Cátedra de Farmacología, Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLPam,
3
Facultad de Ciencias Veterinarias - UNRC.
[email protected]
2
RESUMEN
Este trabajo tiene como objetivo mostrar los nuevos conceptos sobre la
reparación de las fracturas óseas en el perro a través de la osteosíntesis biológica. Se
describirá los principios básicos de los mecanismos de regeneración, vascularización y
estabilización ósea de las fracturas de los huesos largos. Se concluye que siempre y
cuando la circulación ósea esté intacta, así como los músculos que lo rodean, se forma
entre los extremos óseos un callo desmal (de fibroblastos, colágeno y cartílago), que a
través de una tensión lenta y pareja, forman osteoblastos. Esto da origen a un callo
primario que permite un apoyo temprano del miembro.
Palabras claves: osteosíntesis biológica, fracturas, perro.
SUMMARY
The objective of this study is to show new concepts on the repair of bone
fractures in dogs through biologic osteosynthesis. Basic principles on regenerative
mechanisms, vascularization and osseous stability in fractures of long bones will be
depicted. The authors conclude that as long as osteal circulation and surrounding
muscles remain intact a desmal callus (made of fibroblast, collagen and cartilage)
between osseous terminals is formed developing osteoblasts. With an even and slow
tension a primary callus that appears next allows an early limb support.
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Keys words: biologic osteosynthesis, fracture, dog.
INTRODUCCIÓN
Durante los años mil novecientos setenta y mil novecientos ochenta el objetivo
de una osteosíntesis era una aposición precisa, con un máximo de rigidez, aún en las
fracturas diafisiarias (Perren. 1979). Hoy se tolera cierta dislocación de fragmentos y
cierta pérdida de estabilidad en favor de una mejor respuesta biológica en la
cicatrización ósea. Todavía en las fracturas cercanas a las articulaciones tienen, como
siempre, gran importancia la perfecta reconstrucción anatómica y la osteosíntesis
estable, mientras que por el contrario, las fracturas diafisiarias toleran cierta dislocación,
siempre y cuando el eje óseo se reconstruya correctamente (Matis, 1998).
Las técnicas de osteosíntesis más modernas tienden a minimizar la agresión
sobre la cicatrización ósea, por lo que sugieren que no es necesario realizar una amplia
exposición del hueso fracturado. Solamente debe liberarse el hueso como para visualizar
el eje óseo y permitir una fijación, protegiendo los tejidos blandos. Para evitar tanto una
compresión interaxial como interfragmentaria se coloca en el hueso comprometido una
placa de apoyo, un fijador externo o un clavo cerrojado. Si el cirujano lo considera
necesario, los fragmentos mayores se fijan con tornillos de tracción siempre y cuando
sea posible, sin realizar una separación muscular de los mismos (Beaupre, 1988;
Johnson et al., 1988; Forterre, 1993; Matis, 1998).
Por lo tanto, se entiende por osteosíntesis biológica aquella técnica quirúrgica
que sea lo menos invasiva posible y que respete las características biológicas del hueso,
los tejidos blandos vecinos y del callo fracturario (Matis, 1998)
Con esta técnica no se pretende una cicatrización de primera intención, como se
pregonaba anteriormente. La consolidación se logra por segunda intención. La buena
vascularización ósea forma el callo, el cual en poco tiempo se estabiliza y evita un
transplante de esponjosa. Esto disminuye incluso el tiempo necesario para que el
paciente haga uso del miembro fracturado (Holden, 1972; MacKibbin, 1978; Perren,
1979; Frost, 1989; Brighton et al., 1991; Forterre, 1993; Brutscher, 1994).
Durante las dos décadas en que la osteosíntesis rígida con placas dominó los
principios de la osteosíntesis, los cirujanos se preocupaban por observar, en los
controles radiológicos de montajes con placas, una reconstrucción completa de la forma
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original del hueso. Sin embargo, con ese método, se presenta un retardo importante en
la consolidación de la fractura, tanto es así que en la literatura de esa época se
consideraba que las placas de osteosíntesis podían ser retiradas recién a partir de los
doce meses. También observaban una cantidad importante de uniones retardadas y de
trastornos circulatorios. El cirujano intentaba forzar una reposición precisa de cada
fragmento y se disecaban los mismos, quitándoles vitalidad, demorando así la
cicatrización de la fractura y reduciendo la resistencia a las infecciones.
Por otra parte, otra técnica que puede afectar la osteosíntesis biológica es la
colocación inadecuada de clavos intramedulares. En medicina veterinaria se utiliza con
una alta frecuencia la osteosíntesis con clavos intramedulares y cerclajes. Sin embargo,
con esta técnica de osteosíntesis, el taladrado de la cavidad medular y la lesión
innecesaria del periostio, hace peligrar la vascularización y aumenta también el tiempo
de consolidación y el riesgo de infecciones (Perren, 1979; Wheeler, 1993).
Principios básicos de la osteosíntesis dinámica
Como es ampliamente conocido en cirugía ortopédica, la cicatrización de las
fracturas está influenciada por mecanismos de regulación complejos, entre los que
podemos mencionar como principales: la regeneración, la vascularización y la
estabilización ósea.
El proceso de cicatrización ósea (osteogénesis) de una fractura en un hueso largo
como el fémur por ejemplo, comienza con la diferenciación de las células
mesenquimales perivasculares en preosteoblastos. Éstas se convierten en osteoblastos
que son responsables de la formación de la sustancia osteoide (sustancia básica no
calcificada), de las fibras de colágeno, los proteoglicanos y las glicoproteinas de las
fibras; y por su alto contenido en fosfatasa alcalina ellos también controlan la
mineralización de la sustancia (Holden, 1972; MacKibbin, 1978; Kincaid, 1982;
Brighton et al., 1991; Matis, 1998).
Posteriormente, el depósito de cristales de calcio permitirá al tejido obtener
suficiente resistencia contra la presión y las fuerzas de roce. Dentro de la matriz ósea los
osteoblastos se transforman en osteocitos, los cuales se comunican a través de los
canalículos óseos con sus prolongaciones citoplasmáticas. Este sistema canalicular
comienza siempre en la vecindad de los vasos sanguíneos formando una fina red
(Holden, 1972; MacKibbin, 1978; Kincaid, 1982; Brighton et al., 1991; Matis, 1998).
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Los procesos biomoleculares de la ostegénesis son una expresión de la vitalidad
ósea y están en estrecha relación con la osteovascularización, que normalmente está
garantizada por un sistema vascular aferente, eferente e interferente. En el hueso
laminar de la diáfisis, la cortical está irrigada centrífugamente por la arteria nutricia de
la cavidad medular, cuya sangre irriga los dos tercios internos del manto óseo. Las
arterias periostiales irrigan el tercio externo, a lo largo de los músculos y de las
inserciones de las fascias (Holden, 1972; MacKibbin, 1978; Kincaid, 1982; Brighton et
al., 1991; Matis, 1998).
Cuando se produce una fractura, la irrigación sanguínea se orienta
centrípetamente, es decir, se invierte, debido a una disminución de la presión
intramedular. Especialmente en las fracturas conminutas con gran destrucción del
sistema vascular medular. Es en este tipo de acontecimientos que la vascularización
periostial gana en importancia. Ésta vascularización periostial recibe un aporte
extraóseo por medio de la musculatura vecina. De esta manera la regeneración ósea se
sustenta, en gran medida, en un sistema vascular alternativo, es decir, de los fragmentos
óseos
con
tejidos
blandos
adyacentes.
Por
el
contrario,
los
fragmentos
desvascularizados, sin tejidos blandos adheridos, no apoyan el proceso de cicatrización.
Éstos, primero deben revascularizarse, reconstruirse o ser disueltos por osteoclastos y
ser reemplazados. Al comienzo, el callo periostial forma un puente y está irrigado por el
sistema vascular extraóseo, luego de un tiempo variable el peso de la vascularización
pasa a estar en manos del sistema medular (Figura 1) (Holden, 1972; MacKibbin, 1978;
Kincaid, 1982; Brighton et al., 1991; Matis, 1998).
Este recordatorio muy breve ilustra un fenómeno que ocurre en forma
espontánea en la naturaleza, proceso denominado clásicamente “cicatrización ósea por
segunda intención”. Ciertamente, como este fenómeno se produce sin la intervención
del cirujano, bien podría denominarse “cicatrización ósea verdadera”. Por lo tanto,
cuando hablamos de “osteosíntesis biológica” nos estamos refiriendo a que la
intervención del cirujano debe ser la mínima necesaria como para respetar o ayudar a la
formación de un callo, basándose en los fenómenos que ocurren naturalmente en el
organismo animal.
Por lo tanto, la integridad de los tejidos blandos (especialmente músculos y
periostio) tiene gran importancia para la vascularización ósea. La musculatura como
fuente de los vasos extraóseos, soporta la perfusión ósea con movimientos activos. Por
otro lado los movimientos conllevan a una expansión de los tejidos, los cuales, en las
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fracturas inestables, pueden provocar una seudartrosis. Esto ocurre especialmente en las
fracturas simples (por Ej. fracturas transversas). En estas, la expansión de los tejidos no
se distribuye sobre varios espacios interfragmentarios como en los casos de las fracturas
de varios fragmentos y conminutas, sino que se concentran en un solo sitio. Por este
motivo y a pesar de lo que puede parecer a priori, las fracturas de varios fragmentos
tienen un efecto ventajoso sobre la estabilidad ósea, además de un rol clave en la
cicatrización de la fractura.
La estabilización biológica de un hueso fracturado se logra con la formación del
callo. Sin embargo, el callo no es siempre necesario para lograr la cicatrización ósea. Su
función mecánica puede reemplazarse quirúrgicamente con implantes y ejes Interfragmentarios de compresión. Esto brinda una remodelación interna directa (cicatrización
ósea primaria) sin pasar por el estado intermedio de tejido de soporte como un paso en
la reconstrucción de la estructura ósea original. Por otro lado, la formación de un callo
tampoco es una desventaja, como se pregonaba anteriormente, especialmente en
fracturas diafisiarias, ya que acelera la consolidación. Además, durante su formación, el
callo puede expandirse simétricamente para cubrir grandes defectos óseos o
asimétricamente para corregir el eje óseo (MacKibbin, 1978; Perren, 1979; Matis,
1998).
Otro fenómeno ampliamente estudiado en las últimas décadas es el principio de
la distracción del callo, que se basa en los conocimientos de que una tensión dosificada
sobre la mayoría de los tejidos (hueso, vasos sanguíneos, músculos, piel y nervios)
produce una estimulación proliferativa (Ilizarov, 1989; Brutscher, 1994).
Siempre y cuando la circulación ósea esté intacta, así como los músculos que lo
rodean, se forma entre los extremos óseos una regeneración de fibroblastos, que a través
de una tensión lenta y pareja forman osteoblastos. Con una fijación estable (no
necesariamente rígida) se protege este tejido regenerado hasta que mineralice.
La estabilización ósea es una condición primordial para una buena regeneración
y vascularización ósea. No obstante, intervenciones quirúrgicas estabilizadoras también
pueden alterar la vascularización y regeneración ósea de manera importante. Cuando se
habla de fijación interna de las fracturas se utilizan liberalmente los términos rigidez y
estabilidad como sinónimos. Sin embargo, son dos conceptos diferentes (Matis, 1998).
La rigidez puede ser definida como: la firmeza con la cual los fragmentos de una
fractura están siendo sostenidos por el sistema de fijación (rigidez es igual a la firmeza
de la reducción). La estabilidad en cambio está dada por la demanda mecánica que es
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ejercida sobre dicha reducción, por lo que puede ser definida como: la capacidad
mecánica de mantener la integridad de una reducción, una vez que dicha fijación es
sometida a requerimientos dinámicos (Matis, 1998).No toda estructura sin rigidez es
necesariamente inestable. El mejor ejemplo es un puente colgante, se trata de una
estructura sin rigidez, pero con gran estabilidad. Se puede poner como ejemplo el caso
de una fractura del olécranon, donde el método de fijación ideal es una banda de
tensión, no es rígido, pero es muy estable (Matis, 1998).
Teniendo en cuenta los principios mencionados se pueden dar ejemplos en
donde la rigidez puede alterar tanto la vascularización como la regeneración ósea. La
osteosíntesis con compresión por ejemplo, retrasa la formación del callo ya que se ven
disminuidos tanto la formación del hematoma como del exudado entre los fragmentos,
por el contacto directo y compresivo de los mismos. La estabilidad rígida también
compromete la formación de los factores de crecimiento dentro del hueso (MacKibbin,
1978; Johnson, 1988; Frost, 1989; Muir, 1993).
Como mencionamos inicialmente, hay fracturas en donde la cicatrización
primaria es beneficiosa. Esta cicatrización permite, en las fracturas articulares
establemente reconstruidas, una movilización inmediata. Sin embargo, este mismo
fenómeno no es beneficioso en las fracturas diafisiarias. En la diáfisis la cicatrización
ósea primaria es más lenta. La formación del callo de la cicatrización secundaria
permite un apoyo temprano del miembro (Frey, 1981; Wheeler et al., 1993; Wheeler et
al., 1995).
Además, los procedimientos quirúrgicos que se deben utilizar para lograr la
osteosíntesis mediante la cicatrización primaria (osteosíntesis rígida y estable) son más
traumáticos para el hueso y los tejidos blandos. Con una disminución de la irrigación
sanguínea provocada por un extenso trauma quirúrgico no son raras las complicaciones
como infecciones y/o fatiga del implante. Toda intervención está asociada con una
contaminación bacteriana. El tejido vital tiene buena resistencia a las infecciones, pero
la necrosis y los espacios muertos conllevan a la multiplicación de gérmenes, que se
distribuyen a lo largo del cuerpo extraño metálico, provocando con la reabsorción ósea
un aflojamiento de los implantes y así una inestabilidad ósea (Wheeler et al., 1993;
Wheeler et al., 1995).
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Otra complicación de los implantes metálicos utilizados en las osteosíntesis
rígidas es justamente su rigidez. La estabilización puede fracasar sin infección. En casos
de una cicatrización retardada, es común observar la fatiga del implante (Figura 2).
Erróneamente se pensó en aumentar la resistencia de los implantes, pero se ha
comprobado que los implantes más fuertes no evitan este problema. Producen mas bien
una osteoporosis intracortical que debilita el hueso y lo predispone a una refractura al
retirar el implante (Wheeler et al., 1993; Wheeler et al., 1995). La reabsorción ósea
local, especialmente después de osteosíntesis con placas metálicas, se interpretó durante
mucho tiempo como un fenómeno biomecánico. Hoy en día se sabe que no se basa
exclusivamente en un desvío de las fuerzas a través del implante, sino en un trastorno
circulatorio intracortical, debido a una destrucción de los vasos sanguíneos periostiales
en el lecho de la placa. La recuperación vascular va acompañada con un aumento de los
canales óseos debido a la actividad osteoclástica. A esta primera remodelación biológica
le sigue, en casos de implantes muy fuertes, un segundo proceso de remodelación con
debilitamiento del hueso de carácter biomecánico (protección del estrés). Por ello las
placas deben (en lo posible) tener una superficie de apoyo pequeña y como todo
implante, estar adaptada su rigidez a la función que debe cumplir (Wheeler et al., 1995).
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FIGURA 1.- Radiografía de una fractura de húmero a los sesenta días de colocada una placa de
polipropileno. Obsérvese el tamaño del puente de callo perióstico. En el involucro del callo hay
un tercer fragmento vascularizado que no fue tocado durante la cirugía.
FIGURA 2.- En esta radiografía se observa la fractura de una placa de acero inoxidable
quirúrgico, a los sesenta días de colocada, causada por el fenómeno de fatiga del material,
desmineralización y disminución de la vascularización ósea. Obsérvese la ausencia de callo
óseo, con la técnica de fijación rígida.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
La osteosíntesis biológica es aquella técnica quirúrgica de reparación de
fracturas donde se respeta las características biológicas del hueso lesionado, de los
tejidos blandos vecinos y del callo fracturario (Matis, 1998).
La ortopedia moderna está dividida entre los que defienden la osteosíntesis
rígida pretendiendo lograr una cicatrización de primera intención (Holden, 1972;
Ilizarov, 1989) y los que comparten el principio de la osteosíntesis dinámica, la que
permite una consolidación de la fractura por segunda intención (Forterre, 1993; Wheeler
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et al., 1995; Matis, 1998). La estabilización ósea es una condición primordial para una
buena regeneración y vascularización ósea. No obstante, intervenciones quirúrgicas
estabilizadoras también pueden alterar la vascularización y la regeneración ósea de
manera importante. (Frost, 1989).
Cuando se habla de fijación interna de las fracturas se utilizan liberalmente los
términos rigidez y estabilidad como sinónimos. Sin embargo, son dos conceptos
diferentes. La rigidez puede ser definida como la firmeza con la cual los fragmentos de
una fractura están siendo sostenidos por el sistema de fijación (rigidez es igual a la
firmeza de la reducción). La estabilidad en cambio está dada por la demanda mecánica
que es ejercida sobre dicha reducción, por lo tanto, se define como la capacidad
mecánica de mantener la integridad de una reducción, una vez que dicha fijación es
sometida a requerimientos dinámicos. Teniendo en cuenta los principios mencionados
se pueden dar ejemplos en donde la rigidez puede alterar tanto la vascularización como
la regeneración ósea. La osteosíntesis por compresión, por ejemplo, retrasa la formación
del callo, ya que se ve disminuido tanto la formación del hematoma, como del exudado
entre los fragmentos; por el contacto directo y comprensivo de los mismos. La
estabilidad rígida también compromete la formación de los factores de crecimiento
dentro del hueso.
Los autores de este trabajo han realizado observaciones clínicas en mas de 200
pacientes en los que se ha empleado el concepto de osteosíntesis biológica mediante la
colocación de implantes de polipropileno y fijadores externos. De esta experiencia
concluyen que siempre y cuando la circulación ósea esté intacta, así como los músculos
que lo rodean, se forma entre los extremos óseos un callo desmal (de fibroblastos,
colágeno y cartílago), que a través de una tensión lenta y pareja forman osteoblastos.
Esto da origen a un callo primario que redunda en un apoyo del miembro.
Agradecemos la colaboración de la Profesora Sanfilippo, S. (Docente de la Facultad de Ciencias
Veterinarias – UNLPam) y del M.V. Thommen, L. P. (Práctica Privada).
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Constantes bio-fisicoquímicas del
líquido sinovial de bovinos.
Conductividad eléctrica en función de la temperatura.
NOIA, M1., CARROZZA, J2. FRÍGOLI, A3.
1
Profesor Titular de la Cátedra de Introducción a la Biofísica de la Facultad de Cs.
Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata y Profesor Asociado a cargo de la
Cátedra de Física Biológica de la Facultad de Ciencias Veterinarias – UNLPam
2
Ex-Profesor Asociado a cargo de la Cátedra de Química Inorgánica y Orgánica de la
Facultad de Cs. Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa y Ex-Profesor
Titular de las cátedras de Introducción a la Biofísica y de Física y Química Aplicadas de
la Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLP.
3
Jefe de Trabajos Prácticos y Profesor Adjunto ad-honorem de las cátedras de
Introducción a la Biofísica y de Física y Química Aplicadas de la Facultad de Ciencias
Veterinarias - UNLP.
[email protected]
RESUMEN
En el presente trabajo se ha estudiado la conductividad eléctrica (conductividad
específica) del líquido sinovial de bovinos, clínicamente sanos, a temperaturas
comprendidas entre 20,0 ºC y los 40,0 ºC ± 0,1 ºC, efectuándose a intervalos de 5 ºC.
Se ha encontrado una fuerte dependencia lineal entre la conductividad eléctrica y la
temperatura, cuya
pendiente
vale 2,0 . 10–4. Por interpolación gráfica se ha
determinado el valor de la conductividad eléctrica a la temperatura media de esta
especie animal (38,5 ºC) que resulta ser: K. 102 = 1,66 ± 0,02 ohm–1 .cm–1 , donde k es
la conductividad eléctrica. La energía de activación, Ea, del proceso estudiado, se
obtiene mediante la representación gráfica del log. k en función de la inversa de la
temperatura absoluta, de acuerdo con lo que establece la ecuación de Arrhenius. El
valor obtenido para Ea es: 2,4 kcal . mol–1
Palabras claves: Fluido Sinovial; Conductividad Eléctrica
SUMMARY
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In the present work, the electrical conductivity (conductivity specifies) of the
synovial fluid of healthy bovines, to temperatures between 20 °C and 40 ºC +/- 0,1 °C,
taking place intervals of 5 °C, has been an strong linear dependency, between the
electrical conductivity and the temperature which pending bond.
The value of the specific conductivity at average temperature, from graphical
interpolation of this animal (38,5 °C is: K 10/2= 1,66 +/- 0,02 0hm-1 cm-1, where K is
electrical conductivity.
The energy of activation Ea, of the studied procces is obtained by means of the
graphical representation of Log K in function of the inverse one of the absolute
temperature, according to which it establishes the equation of Arrhenius.
The obtained value for Ea is 2,4 +/- 0,2 Kcal Mol –1.
Key words: Synovial Fluid- Electrical Conductivity.
INTRODUCCIÓN
Distintos autores (Davidoff y Sautier, 1952. Citado por De Vega, 1969;
Sunderman, 1945) han demostrado que existe una estrecha relación entre la
conductividad eléctrica o conductividad específica del plasma sanguíneo, tanto humano
como de algunas especies de animales domésticos, y su correspondiente
ionoproteinograma. (Carroza et al., 2000).
El objeto de este trabajo es determinar si el líquido sinovial, que como
indicáramos en nuestro trabajo anterior (1.s.), cumple dicha relación y de ser así,
establecer la interrelación existente entre los distintos parámetros involucrados. Se trata
además de determinar cuáles son los valores medios de la conductividad eléctrica de
esta especie animal. Los datos existentes en la literatura a nuestro alcance, son escasos o
prácticamente nulos, razón por la cual nos vimos incentivados a abordar el estudio de
este parámetro fisicoquímico de la forma más completa posible. Por lo expuesto,
trataremos de buscar la correlación existente entre conductividad específica y
proteinograma y realizar en base a los datos obtenidos, la comparación con los valores
medios conocidos para los líquidos sinoviales de distintas especies animales, como
también con los correspondientes a otros líquidos biológicos de la misma especie
animal y con los conocidos para el hombre.
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MATERIALES Y MÉTODOS
Obtención de la muestra
El líquido sinovial se obtuvo de la articulación de la babilla (fémoro-tibiorotuliana) la cual fue abordada por la parte medial externa, a tres centímetros del borde
de la rótula. En promedio se extrajeron entre cinco y siete cm3 (5 y 7 cm3) por cada
animal, empleándose para tal fin agujas 50/12 y jeringas de veinte cm3 (20cm3). El
líquido obtenido era de aspecto claro y sumamente viscoso, el cual era colocado en
tubos de ensayo con tapa de baquelita a rosca, evitándose en lo posible el contacto con
el aire. Todos los animales estudiados eran clínicamente sanos y la toma de muestra se
realizó inmediatamente después de ser sacrificados. A continuación, todas las muestras
fueron refrigeradas a dieciocho grados centígrados bajo cero (-18,0 ºC), temperatura
esta que fue mantenida durante su transporte. En el laboratorio una vez alcanzada la
temperatura ambiente, se procedió a su filtración a través de papel de filtro Nº 0859 de
la casa Schleicher y Schüll y posterior centrifugación a 4.000 r.p.m. durante media
hora.. Todas las determinaciones experimentales se efectuaron empleando un puente y
una celda de conductividad marca Philips, modelo PW 9501/01, empleándose la misma
técnica que la utilizada en anteriores trabajos (Carroza et al., 1977). La constante de la
celda de conductividad se determinó de la forma clásica, con soluciones de cloruro de
potasio (Harned y Owen, 1950), siendo su valor medio de 0,725 cm–1 a 20,0 ºC. A fin
de poder calcular la energía de activación de este proceso, todas las determinaciones se
efectuaron a temperaturas constantes y a intervalos de 5,0 ºC entre los límites de 20,0 ºC
y 45,0 ºC.
La constancia térmica se consiguió con un termostato marca Lauda, modelo NB
08/17 provisto de bomba aspirante-impelente. En todos los casos los valores de
temperatura se pueden indicar con la precisión de la décima de grado. Todas las
medidas se efectuaron por duplicado una vez alcanzada la constancia térmica y a dos
frecuencias distintas: 200 y 2.000 cps, que son los valores con que permite trabajar el
equipo anteriormente mencionado. En total se realizaron trescientas determinaciones,
los datos obtenidos figuran en la Tabla I y su dependencia con la temperatura puede
verse en la Figura 1.
En la Tabla II se presentan los resultados obtenidos de conductividad eléctrica
de líquido sinovial para cada condición ensayada y su correspondiente desviación
estándar. Se realizó el análisis de varianza (ANOVA) para cada temperatura
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encontrándose diferencias significativas entre ellas para un grado de significación de
0,05.
Análisis de los resultados
Los valores obtenidos para la conductividad eléctrica o conductividad específica
del 1.s., muestran dentro del rango de temperatura estudiado y dentro de los límites del
error experimental, una fuerte dependencia lineal con la temperatura (R2 = 0,99). Los
valores extremos son: para 20,0 ºC de 1,28 x 10–2 ohm–1. cm–1 ± 0,03 x 10–2 ohm–1.cm–1
y para 45,0 ºC vale 1,79 x 10–2 ohm–1. cm–1 ± 0,04 x 10–2 ohm–1. cm–1. El valor a 38,5
ºC, temperatura media de esta especie animal, obtenido por interpolación de los
resultados obtenidos, resulta ser: k = 1,66 x 10–2 ohm–1. cm–1.
De acuerdo a lo que se observa en la Figura 1 la conductividad eléctrica se
incrementa en un 0,8 % por cada grado que aumenta la temperatura. Para calcular la
Energía de Activación se aplica la ecuación de Arrhenius para el cálculo de dicha
energía, es decir el log. de la conductividad eléctrica en función de la inversa de la
temperatura absoluta.
Los datos representados se encuentran en la Tabla III y se representan en la Figura 2.
De aquí surge que la dependencia resulta ser nuevamente lineal, de pendiente negativa,
cuyo valor es de - 0,522. Con este valor se puede usar la ecuación de Arrhenius, para la
obtención de la Conductividad Específica (Glasstone, S.; Lewis, D. 1980, MoelwynHughes, E.A., 1987)
k = A . e–Ea / RT
(1)
donde: k es la conductividad específica en ohm–1 . cm–1 ; el factor pre-exponencial A es
una constante que se puede calcular gráficamente; e es la base de los logaritmos
naturales; Ea es la energía de activación en kcal . mol–1, T la temperatura absoluta en
grados kelvin y R es la constante universal de los gases cuyo valor es 1,987 cal . ºk–1 .
mol–1 . Aplicando logaritmos naturales a ambos miembros de la ecuación (1) se tiene:
lnk = ln A - Ea / RT
(2)
y efectuando el cambio de base, tenemos:
Ea
1
log k = log A - -------- . -----2,303 R
T
3
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(3)
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64
esta última expresión corresponde a la ecuación de una recta que no pasa por el origen
del sistema de coordenadas y cuya pendiente vale Ea / 2,303 . R. Dicha pendiente se
obtiene al representar el log k en función de l / T de acuerdo con los datos de la Tabla
III. Como fuera indicado anteriormente el valor de la pendiente resulta ser de - 0,522 x
103. Luego se puede calcular Ea de la siguiente manera:
Ea = 2,303 . 1,987 . 0,522 . 103 = 2,303 kcal . mol–1
DISCUSIÓN
Los fluidos de naturaleza biológica pueden, en general, ser considerados, bajo el
punto de vista fisicoquímico, como disoluciones de polielectrolitos en medio acuoso,
donde además de los cationes y aniones, sodio, potasio, calcio, magnesio y cloruro,
fosfatos y bicarbonatos respectivamente, se incluyen a las distintas especies iónicas de
naturaleza proteica (polianiones). Todos ellos contribuyen en mayor o menor medida a
la conductividad eléctrica del líquido estudiado en el presente trabajo.
CONCLUSIONES
De acuerdo con los datos de las concentraciones de las distintas especies iónicas
presentes en el líquido sinovial de bovinos (Carroza et al., 2000), se concluye,
nuevamente, que los iones cloruro y sodio son los mayores responsables de la
conducción iónica, sin ignorar, como es lógico suponer, la contribución de los restantes
aniones y cationes presentes en el líquido sinovial de esta especie animal.
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Tabla I.CONDUCTIVIDAD ESPECÍFICA DEL LÍQUIDO SINOVIAL DE BOVINOS
NORMALES, EN FUNCIÓN DE LA TEMPERATURA
Muestra
20,0 ºC
25,0 ºC
30,0 ºC
35,0 ºC
40,0 ºC
45,0 ºC
1
1,25
1,30
1,40
1,54
1,68
1,78
2
1,20
1,34
1,46
1,55
1,65
1,77
3
1,20
1,35
1,42
1,58
1,66
1,75
4
1,28
1,32
1,40
1,55
1,62
1,76
5
1,30
1,35
1,45
1,60
1,78
1,82
6
1,28
1,34
1,42
1,50
1,67
1,75
7
1,30
1,36
1,44
1,59
1,66
1,74
8
1,29
1,34
1,46
1,50
1,65
1,76
9
1,35
1,45
1,57
1,65
1,72
1,82
10
1,41
1,40
1,44
1,60
1,66
1,77
11
1,32
1,42
1,52
1,62
1,67
1,72
12
1,30
1,35
1,42
1,62
1,71
1,85
13
1,34
1,44
1,52
1,64
1,70
1,79
14
1,30
1,36
1,44
1,58
1,67
1,78
15
1,28
1,32
1,45
1,54
1,66
1,74
16
1,27
1,34
1,42
1,56
1,72
1,81
17
1,30
1,35
1,44
1,55
1,65
1,75
18
1,27
1,36
1,43
1,59
1,66
1,76
19
1,30
1,38
1,48
1,60
1,70
1,85
20
1,28
1,35
1,40
1,58
1,65
1,79
21
1,25
1,32
1,44
1,59
1,68
1,78
22
1,22
1,38
1,45
1,55
1,66
1,76
23
1,25
1,40
1,48
1,58
1,74
1,84
24
1,30
1,45
1,55
1,62
1,66
1,76
25
1,27
1,34
1,47
1,57
1,67
1,75
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Tabla II.DATOS ESTADÍSTICOS DE LOS VALORES DE CONDUCTIVIDAD
ESPECÍFICA DEL LÍQUIDO SINOVIAL DE BOVINOS NORMALES
Temp. ºC
k . 102 (ohm . cm)
desv. standard
20,0
1,28
± 0,03
25,0
1,37
± 0,04
30,0
1,47
± 0,04
35,0
1,59
± 0,05
40,0
1,69
± 0,04
45,0
1,79
± 0,04
Tabla III.CÁLCULO DE LA ENERGÍA DE ACTIVACIÓN
Temp. ºC
Temp. ºK
103 / T ºK–1
k . 102 (ohm . cm) log. k
20,0
293,15
3,411
1,28
- 1,89
25,0
298,15
3,354
1,37
- 1,86
30,0
303,15
3,299
1,47
- 1,83
35,0
308,15
3,245
1,59
- 1,80
40,0
313,15
3,193
1,69
- 1,77
45,0
318,15
3,143
1,79
- 1,75
Cálculo de la pendiente = ∆ y / ∆ x
= - 0,522
Ea = energía de activación
Ea = 2,303 . R . pendiente
Ea = 2,39 kcal / mol
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Figura 1.-
Conductividad eléctrica del líquido sinovial de bovinos
2
2
k 10 (ohm.cm)
2
1
1
15
20
25
30
35
40
45
50
Temp (°C)
Figura 2.Energía de activación
-1,72
-1,74
-1,76
log k
-1,78
-1,80
-1,82
-1,84
-1,86
-1,88
-1,90
3,10
3,15
3,20
3,25
3,30
3,35
3,40
3,45
-3
1/T 10 (°K)
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BIBLIOGRAFÍA
CARROZZA, J. S. W. y FRÍGOLI, A. E. 1999. Constantes bio-fisicoquímicas del
humor vítreo de porcinos. Parte IV: Conductividad eléctrica a distintas temperaturas.
Revista de Medicina Veterinaria 71: 184.
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HARNED, H.; OWEN, S. 1950. The Physical Chemistry of Electrolytic Solutions.
Reinhold Publishing Co. New York. Cap. 6º.
MOELWYN-HUGHES, E. A. 1987. Fisicoquímica. Ed. Addison-Wesley. Ed.
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MOSCATO, E. T.; PAGEL, S.; CARROZZA, J. S. W. 1997. Constantes biofisicoquímicas del humor vítreo de bovinos. Parte III: Conductividad eléctrica. Revista
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SUNDERMAN, F.W. 1945. American Journal of Clinical Pathology 15: 219.
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Optimización de producciones complementarias y
competitivas en el noreste de la provincia
de La Pampa.
PARIANI, A1.; CASTALDO, A1.; PAMIO, J1.; ILLUMINATI, H1.
1
Cátedra Introducción a la Producción Animal. Facultad de Ciencias Veterinarias UNLPam.
[email protected]
RESUMEN
Se analizó una muestra de 56 explotaciones de bovinos de engorde (invernada)
del departamento Quemú-Quemú a fin de establecer la eficiencia global, asignativa y de
Farrell de las mismas. En primer lugar se determinó la función de producción y de
costes; para ello se proponen dos funciones tipo Cobb-Douglas obteniendo unos
coeficientes de determinación (R2) superiores al 90% en cada caso. A partir de las
funciones Cobb-Douglas se determina la frontera absoluta de Greene y la función media
de Marschak-Andrews, estableciendo los índices de eficiencia técnica (IET, IECT) y
eficiencia tecnológica (IdD) correspondientes. Una vez determinados los índices
referidos anteriormente se establece la eficiencia global y asignativa definiendo para
ello el índice de localización o competitividad (IdL).Posteriormente y a partir de los
valores del IdL se agrupan las explotaciones por niveles estableciendo curvas de nivel
respecto a la función de producción (isocuantas) y de costes (isocostes); la variación
entre niveles marca el nivel de eficiencia global y asignativa de las explotaciones. En
último término se cruzan los criterios de eficiencia global y asignativa a fin de
establecer una clasificación de explotaciones según la metodología de Farrell. Estos
análisis permiten concluir sobre la heterogeneidad del sistema estableciendo tres
subsistemas de características pastoriles pero con diferentes niveles tecnológicos,
denominándose: competitivo, pre-competitivo y no-competitivo.
Palabras claves: Eficiencia global y asignativa. Función de producción. Frontera de
producción.
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SUMMARY
A sample of fifty six (56) farms of fattening of cows was analyzed in QuemúQuemú department with the objective to establish the global, asignative and Farrell
efficiency. The function of production and cost was decided at first, two functions of
kind Cobb-Douglas, obtaining (R2) above than 90% were proposed in every case. From
the function Cobb-Douglas, the absolute frontier of Greene and the middle functions of
Marschak-Andrews were determinate, establishing the indexes of technical efficiency
(IET, IECT) and technological efficiency (IdD). The indexes related at first were
determinate, to establish the global and asignative efficiency, from the location index
(IdL). After and from the IdL values the farms by levels were assembled, to establish
curves of levels related to the production function (isocuantas) and cost function
(isocostes); the difference between levels indicate the level of global and assignative
efficiency of the farms. At last the opinion about assignative and global efficiency was
intercepted with the objective to establish a classification of the farms, according to
Farrel’s methodology. These analyses allow concluding about the heterogeneity of the
system, establishing three subsystems of pastoral characteristic but with different
technological levels, named as: competitive, pre-competitive and non-competitive.
Key words: Efficiency global and assignative. Functions production. Frontier
production.
INTRODUCCIÓN
La Pampa es una provincia de base económica agropecuaria en donde la
agricultura y la ganadería constituyen el principal sostén de la economía y representan
el 19% del PBI, generando una mano de obra del 15%. Dirección General de Estadística
y Censo, (2002).
La provincia es una gran productora de materia prima agropecuaria, como
granos y carne; esto llevó a una gran competencia entre ambas actividades a lo largo de
los años. Hoy en día la actividad agrícola desplazó a la ganadería hacia zonas más
marginales. Dirección de Ganadería de la provincia de La Pampa, (2002).
Los establecimientos que se dedican a la actividad mixta deben optimizar la
actividad ganadera para la obtención de mejores resultados económicos. Para la
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consecución de éste trabajo, se realizó una revisión de experiencias y se vio que algunos
autores como Farrell, (1957), Bravo Ureta, (1987), Álvarez et al., (1988), Battese et al.,
(1998), Arzubi et al., (2003), y otros realizaron trabajos basándose en Métodos de
Eficiencia.
En lo referente a funciones de producción citamos a autores como Aigner et al.,
(1968), Dillon, (1980), Forsund et al., (1980), Cañas et al., (1994), González Fidalgo et
al., (1996), Afriat (1972) y García et al., (1997).
Objetivo General
Optimizar el proceso de engorde bovino en el departamento Quemú - Quemú de
la provincia de La Pampa (Argentina).
Para el logro de dicho objetivo se abordan los siguientes:
Objetivos Parciales
1- Análisis de gestión de las explotaciones.
2- Modelización de la producción bovina y de los costes de producción.
3- Análisis de eficiencia técnica y asignativa.
4- Clasificación de las explotaciones respecto a su eficiencia técnica y
asignativa.
MATERIALES
La provincia de La Pampa esta dividida en 22 Departamentos dentro de los
cuáles se encuentra el de Quemú - Quemú en donde se halla la población en estudio.
(Fernández Garay et al., 1997). Dicho Departamento se ubica al noreste de la provincia.
Comprende un total de 585 explotaciones, de las que 511 se dedican a la producción
bovina de engorde y a la agricultura. Dirección de Ganadería de la Pampa, (2002).
Se recogió información de 56 de estas últimas para el ejercicio 2000/2001
mediante una encuesta de elaboración propia. La misma se conformaba de 45
indicadores en base a la metodología del margen bruto utilizada por el Consorcio
Regional de Experimentación Agrícola, más conocido en Argentina como “GRUPOS
CREA”.
Se consideraron aspectos técnicos y económicos de las explotaciones.
Las explotaciones se clasifican de acuerdo a su superficie total en: pequeñas,
medianas y grandes. El Departamento Quemú - Quemú se dividió en 4 zonas (Figura
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1.1.) tomando 14 explotaciones de cada zona. A su vez de cada zona se toman 4
explotaciones pequeñas, 4 grandes y 6 medianas.
Figura 1.1.
SECCIONES DEL DEPARTAMENTO DE QUEMÚ - QUEMÚ
Fuente: Dirección General de Catastro de la Provincia de La Pampa. (2000).
A partir de los datos obtenidos en la encuesta se elaboró una base de datos de la
que resultaron un total de 64 variables: 55 ganaderas y 9 agrarias. Se seleccionaron 16
que representan cada grupo de la actividad ganadera. En la selección se tuvo en cuenta
que sean las mas representativas y no presenten combinación lineal entre ellas. Se
obvian las variables agrarias debido a que el trabajo se orienta hacia la actividad
ganadera.
Las variables seleccionadas son:
Variables explicativas
*Físicas:
Superficie ganadera (SG); Verdeos de invierno (VI); Verdeos de
verano (VV); Pasturas (PS); Total de animales (TA).
*Económicas: Precio neto de venta ganadero (PNVG); Precio neto de compra
ganadero (PNCG); Gastos de suplementación (G_SP); Gastos de sanidad
(G_SAN); Gastos de mano de obra (G_MO).
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Variables explicadas
*Intensificación productiva: Producción total (PT).
*De gestión y mercado: Costes totales (CT).
Variables de clasificación
*Físicas: Superficie total (ST):(pequeñas: < 395ha)
(medianas 395 a 987,5 ha)
(grandes > 987,5 ha).
Superficie ganadera (SG): (pequeñas y medianas SG< 600 ha)
(grandes SG> 600 ha).
*Intensificación productiva: Productividad por ha (PT_H)
PT_H=0: < 300 kg/ha.
PT_H=1: > 300 kg/ha.
METODOLOGÍA
Se establece una metodología económica y estadística para abordar cada objetivo
planteado.
1- Determinación del margen bruto: siguiendo la metodología de AACREA
(1974), Santinelli et al., (1979), Torroba, (1985).
2- Análisis de gestión:
-
Descripción del modelo de producción o explotación media.
-
Estructura de costes. Manrique et al., (1984), Gutiérrez et al.,
(1992).
-
Umbral de rentabilidad. Rodríguez et al., (1993).
3- Modelización: Dent, (1979), Burton, (1993), Bernues et al., (1995), Martos,
(1996). Se selecciona como modelo la función Cobb Douglas.
b
c
Y= a X1. X2
Luego se seleccionan las variables Y (explicadas) y X (explicativas) que mejor
se adapten al modelo y que presenten mayor coeficiente de determinación (R2).
4- Análisis de eficiencia: se desarrolla a partir de la función de producción y
de la de costes totales establecidas.
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A- Eficiencia global: para el logro de esta eficiencia se determinan los
siguientes puntos:
•
Función frontera absoluta: se determina según lo indicado por Greene,
(1974). Al parámetro constante se le suma el máximo residuo positivo
determinando de esta forma la función frontera estimada. Las restantes
fronteras resultan de sumarle a cada valor estimado ese residuo. Greene,
(1980).
•
Índice de eficiencia técnica (IET): Timmer, (1971) y Greene, (1974). Este
índice ubica cada explotación con respecto a la frontera. Relaciona el valor
observado (VO) con el valor frontera (VF).
IET= VO/VF
•
Función media de Marschak- Andrews (1994): éste propone una versión
paramétrica de la tecnología según el modelo Cobb-Douglas. Se toma como
valor frontera la función media quedando explotaciones por debajo y por
encima de la misma, conformando dos zonas, la A por encima de la Línea de
Ajuste (LA) y la B por debajo.
• Índice de desfase (IdD): Clasifica a las explotaciones
según su eficiencia tecnológica. Mide la distancia de cada
explotación con respecto a la función media. Relaciona el
valor esperado (VE) con el valor observado (VO).
IdD = VE/ VO
• Índice de localización: Resulta del cociente entre el valor
esperado (VE) y el valor frontera (VF):
IdL = VE
VF
• Isocuantas de eficiencia global: es un grupo de curvas
llamadas líneas de localización, en donde se ubican cada
una de las explotaciones de acuerdo a la proximidad de sus
valores.
B- Eficiencia asignativa: se calcula la función media y la frontera absoluta de
costes, siguiendo los mismos pasos que en la eficiencia global. En estos
casos se toma el mínimo residuo negativo. Luego se calcula el IdD e IdL y
la formación de isocuantas.
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C- Eficiencia productiva versus eficiencia de costes: A partir de las isocuantas
obtenidas con los respectivos IdL se establece un cierre entre ellas y se
obtiene una tabla de doble entrada en la que por cada celda se cuenta el
número de explotaciones existentes dentro de una de las isocuantas, en
ambas funciones.
5- Duración de la invernada (días) =
Peso medio venta (kg) – Peso medio compra ( kg)
GDP (kg)
Peso medio de venta:
440 kg
Peso medio de compra: 160 kg.
GDP = ganancia diaria de peso
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1- Análisis de gestión: se analizan las explotaciones
utilizando las descripciones
estadísticas de cada una de las variables.
a) Descripción del modelo de producción:
Superficie total: La explotación media presenta una superficie total de
753 ha, de las cuáles el 63,2% son ganaderas y el 36,8% agrícolas. La
superficie dedicada a ganadería se distribuye de la siguiente manera: PS
64,36%; VI 28,73% y VV 6,91%.
Superficie ganadera: La SG media es de 476 ha. El 50% presenta una SG
debajo de 417 ha.
Ganancia diaria de peso: El 50% presenta una GDP superior a los 455
gr/día.
Productividad por hectárea: La mayoría de las explotaciones tiene una
productividad de 200 a 400 kg/ha/año. Un 25% supera los 374 kg/ha .
Estos datos son coincidentes con los publicados por Pamio, (2000) y
Moralejo, (2000).
b) Estructura de costes: Los costes se analizan en relación con las variables de
dimensión, clasificación y de mercado (precios). Los costes totales están
compuestos por:
Costes fijos (34,39%)
Amortización de pasturas (56,78%)
Gastos de mano de obra ( 43,22%)
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Costes variables (65,61%)
Gastos de alimentación (89,30%)
Gastos de sanidad (10,70%)
c) Umbral de rentabilidad: Se cuantifica en torno a los 43.000 kg de carne siendo
la producción real superior a los 141.000 kg, lo que genera un excedente de
producción de 98.000 kg y un Margen Bruto (MB) de 38.400 pesos.
2- Modelización de la producción total (PT):
De todos los modelos probados se seleccionó el Cobb-Douglas utilizando como
variables explicativas VI; PS; TA y G_SP.
∧
PT = 169,1744 . VI 0,177866 . PS 0,255675 . TA0,573548 . G_SP0,053095
El análisis de la varianza confirma la aceptación de las variables explicativas con
(p<0,05) y un coeficiente de determinación ajustado (R2 ) del 90,71%.
3- Modelización de los costes totales (CT):
Se selecciona el modelo Cobb-Douglas interviniendo las siguientes variables
explicativas: SG; VI; G_MO; G_SP; G_SAN quedando el modelo de la siguiente
forma:
∧
CT = 83,1620 . SG 0,49707 . VI 0,15596 . G_MO 0,03288 . G_SP 0,04739 . G_SAN0,22743
El análisis de la varianza confirma la aceptación de todas las variables con un
(p<0,05). El coeficiente de determinación ajustado (R2 ) es de 97,12%.
4- Eficiencia Global:
Siguiendo los objetivos planteados en la metodología se determina la eficiencia
productiva a través de la eficiencia técnica y tecnológica.
4.1. Análisis de eficiencia técnica
Se calcula el IET para cada una de las explotaciones, tal como se indico en la
metodología. Se establece una clasificación por subzonas para las explotaciones en
función del IET y a partir de ésta se proponen tres grupos, cada uno con un nivel de
eficiencia:
• Eficiencia baja: explotaciones que tienen un IET < 50%
(19 explotaciones).
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• Eficiencia media: un IET del 50% al 70% (29
explotaciones).
• Eficiencia alta: un IET> 70% (8 explotaciones).
El IET no se relaciona directamente con la producción total (PT), por esto se
quiere saber si el uso de los insumos esta directamente relacionado con el nivel de
eficiencia o con otros factores, por eso se utilizan la variable ST, como variable de
clasificación.
Se concretan grupos de explotaciones con una superficie total parecida, como se
estableció en la metodología, quedando clasificadas las explotaciones según el nivel de
eficiencia y la superficie total (Tabla 1.1.).
Tabla 1.1.
CLASIFICACIÓN DE EXPLOTACIONES SEGÚN EFICIENCIA Y ST
eficiencia
Nivel
de
Nivel de superficie total
(1)
(2)
(3)
< 395 ha
395 a 987 ha
> 987
(B)
8
7
4
(M)
5
16
8
(A)
1
5
2
El 50% de las explotaciones presentan una ST mediana, y solo la mitad una
eficiencia media. Solo 2 explotaciones tienen gran superficie y alta eficiencia.
De acuerdo al nivel de eficiencia y ST se caracterizan a las explotaciones. Se
utiliza la técnica de ANOVA unifactorial, tomando como variables de respuestas las
establecidas en el modelo (VI, PS; TA y G_SP).
Como resultado se puede decir que el uso que hacen las explotaciones de las
variables VI, PS Y TA está más relacionado con la ST que con la eficiencia de cada
explotación.
La variable G_SP podría estar relacionada en parte con la eficiencia de las
explotaciones.
4.2. Análisis de eficiencia tecnológica
Se concreta el IdD para cada explotación, así como las zonas A y B en las que
cada explotación se sitúa.
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IdD (A)
Tamaño
29
Media
82,2%
IdD (B)
27
126,1%
Las explotaciones que se encuentran en la zona A presentan mayor
productividad, mayor GDP; mayor G_SP; mayor MB y menor CMTU.
Clasificación de las explotaciones según IdD
Se clasifican las explotaciones según el IdD y la variable productividad (Tabla
1.2.).
Tabla 1.2.
CLASIFICACIÓN SEGÚN IdD Y PRODUCTIVIDAD
Tipo=0
A
B
Tipo=1
Total
6
23
29
10,71%
41,07%
51,79 %
24
3
27
42,86%
5,36%
48,21%
30
26
53,57 %
46,43 %
Total columnas
En la zona A con una productividad mayor a los 300 kg/ha se ubican 23
explotaciones, mientras que en la zona B con una productividad inferior a los 300 kg/ha
se ubican 24.
Caracterización según nivel de productividad y zonas
Se toman estas dos variables como variables de clasificación, y como variables
de respuesta aquellas utilizadas en el modelo (VI, PS, TA y G_SP). A través del
ANOVA se concluye que el uso que hacen las explotaciones de las variables VI, PS y
G_SP no están relacionadas ni con la superficie de la explotación, ni con la eficiencia
3
!!
" # #
$$%
7
8
79
tecnológica. La variable TA esta directamente relacionada con la superficie de la
explotación, cuando estas se encuentran por encima de la función media.
Zonificación según IdD
Con el fin de caracterizar a las explotaciones desde el punto de vista de la
eficiencia productiva, se desglosan las explotaciones dentro de cada zona, y se dividió la
zona A en A1 y A2 y la B en B1 y B2, utilizando la mediana de cada zona. La zonas se
clasifican de acuerdo a la variable productividad tal como se indica en la tabla 1.3.
Tabla 1.3.
ZONIFICACIÓN SEGÚN IdD
Tipo = 0
A2
A1
B1
B2
Total
Tipo = 1
Total
3
14
17
5,36 %
25 %
30,36 %
3
9
12
5,36 %
16,07 %
21,43 %
11
3
14
19,64 %
5,36 %
25,00 %
13
0
13
23,21 %
0,00 %
23,21 %
30
26
56
53,57 %
46,43 %
100 %
Si bien el desglose diferencia distintas zonas, el ANOVA realizado no marca
diferencias significativas entre las medias de cada subzona dentro del tipo 0 o 1, así
como también entre la misma subzona de un tipo y otro.
4.3. Análisis de eficiencia global
Se calcula el IdL para cada una de las explotaciones y luego se agrupan las
mismas de acuerdo a la proximidad de sus valores, estableciendo isocuantas de
eficiencia, lo que permite clasificarlas según el nivel de eficiencia global.
3
!!
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$$%
7
8
80
Isocuantas
Nº Explotaciones
Intervalo
IdL
de eficiencia global
Nivel de
eficiencia
L1
11 exp
[53,90; 54,99]
54%
46%
L2
24 exp.
[55,00; 55,99]
55%
45%
L3
17 exp.
[56,00; 56,99]
56%
44%
L4
4 exp.
[57,00; 57,99]
57%
43%
A partir de estas isocuantas se estudia la respuesta de las variables que
intervienen en el modelo (VI, PA; TA y G_SP), donde el ANOVA realizado para cada
isocuanta estableció diferencias significativas solo para la variable G_SP.
En la tabla 1.4. se enfrentan las isocuantas con la variable productividad
(PT_H_=1 y PT_H=0).
Tabla 1.4.
PRODUCTIVIDAD vs. ISOCUANTAS
Tipo = 0
L1
L2
L3
L4
Total
Tipo = 1
Total
2
9
11
3,57 %
16,07 %
19,64 %
8
16
24
14,29 %
28,57 %
42,86 %
16
1
17
28,57 %
1,79 %
30,68 %
4
0
4
7,14 %
0,00 %
7,14 %
30
26
56
53,57 %
46,43 %
100 %
Caracterización de las explotaciones según nivel de eficiencia global
La eficiencia en sus tres formas no permite clasificar a las explotaciones, pues
no clasifican a las variables asociadas a una explotación.
3
!!
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7
8
81
En los apartados anteriores se utilizaron solamente las variables que determinó el
modelo Cobb-Douglas. Ahora se seleccionan 28 variables y se le realiza un ANOVA
para cada uno de los tres índices.
Se concluye que con el IdL que mide una eficiencia global se puede establecer
una mejor clasificación que con los otros índices.
Clasificación de las invernadas
De acuerdo a las isocuantas de eficiencia podemos clasificar a las invernadas tal
como se observa en la tabla 1.5.
Tabla 1.5.
CLASIFICACIÓN DE LAS INVERNADAS
Tipo de invernada
Duración en meses
Nivel de eficiencia
Isocuantas
(%)
Rápidas
15,3
46
L1
Normales
18,8
45
L2
Lentas
27,6
44
L3
Muy Lentas
37,7
43
L4
5- Eficiencia asignativa:
A partir de la función Cobb-Douglas de costes totales, se determina la eficiencia
asignativa de las explotaciones.
5.1. Análisis de eficiencia de costes totales
Se calcula el Índice de Eficiencia de Costes Totales (IECT) y se propone una
clasificación por subzonas para las explotaciones en función de éste índice. A partir de
ésta clasificación se proponen tres grupos, cada uno con un nivel de eficiencia:
•
Eficiencia de costes totales baja: Son explotaciones que presentan un
IECT > 84%. (14 explotaciones).
•
Eficiencia de costes totales media: presentan un IECT entre 70 y
84%. ( 28 explotaciones).
•
Eficiencia de costes totales alta: presentan un IECT < 70 %. (14
explotaciones).
3
!!
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$$%
7
8
82
Luego se clasifican cada una de las explotaciones en base a su eficiencia de
costes totales y superficie total (ST) quedando tal como muestra la Tabla 1.6.
Tabla 1.6.
CLASIFICACIÓN DE EXPLOTACIONES SEGÚN EFICIENCIA DE CT Y ST
Eficiencia
Nivel de
Nivel de dimensión
(1)
(2)
(3)
(B)
5
7
2
(M)
6
14
8
(A)
3
7
4
Se observa que el 50% presenta una superficie total mediana y solo 2
explotaciones presentan baja eficiencia y gran superficie.
5.2. Análisis de tecnología de costes
Se concreta el IdD para cada explotación, así como la zonas A y B en las que
cada explotación se sitúa.
En la zona A se encuentran 31 explotaciones con un IdD = 109,8%
En la zona B se encuentran 25 explotaciones con un IdD = 89,6%.
Las explotaciones ubicadas en la zona B presentan una mayor SG, menor PT_H,
menor GDP, y menores costes totales directos por hectárea, pero mayores CMTU.
Clasificación de las explotaciones según IdD
Se clasifican a las explotaciones según la productividad y zonas como se observa en la
Tabla 1.7.
3
!!
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7
8
83
Tabla 1.7.
CLASIFICACIÓN DE EXPLOTACIONES SEGÚN
PRODUCTIVIDAD Y ZONAS
Tipo =0
A
B
Tipo =1
Total
12
19
31
21,43%
33,93%
55,36 %
18
7
25
32,14%
12,50%
44,64%
Total
30
26
53,57 %
46,43 %
En la zona A1 se encuentran 19 explotaciones con una productividad superior a
los 300 kg/ha.
En la zona B1 se encuentran 7 explotaciones con alta productividad y bajos
costes, lo que indica su nivel de eficiencia.
Para poder caracterizar a las explotaciones desde el punto de vista de la
eficiencia de costes totales se desglosan las explotaciones dentro de cada una de las dos
zonas (A y B), clasificándolas de acuerdo a la variable productividad (Tabla 1.8.).
Tabla 1.8.
CLASIFICACIÓN DE EXPLOTACIONES SEGÚN
PRODUCTIVIDAD Y SUBZONAS
Tipo = 0
A2
A1
B1
B2
" # #
$$%
Total
4
12
16
7,14%
21,43%
28,57%
8
7
15
14,29%
12,50%
26,79%
7
6
13
12,50%
10,71%
23,21%
11
1
12
19,64%
10,71%
21,43%
3
!!
Tipo = 1
7
8
84
Total
30
26
56
53,57%
46,43%
100 %
En la zona A2 hay 4 explotaciones con un nivel de productividad inferior a los
300 kg/ha. Estas explotaciones tienen también costes altos, lo que indica en cierta
manera su nivel de ineficiencia.
En la zona A2 con una productividad superior a los 300 kg/ha hay 12
explotaciones con altos costes, lo que indica que aumentan su productividad en base al
aumento de costes.
En la zona B2 con una productividad superior a los 300 kg/ha tenemos 1
explotación con bajos costes.
5.3. Análisis de eficiencia asignativa
Se calcula el IdL para cada explotación y luego se agrupa las mismas de acuerdo
a la proximidad de sus valores, estableciendo 4 niveles de ISOCOSTES, quedando de la
siguiente manera:
Isocoste
Nº
Intervalo
explotaciones
IdL
Nivel de eficiencia
(%)
asignativa (%)__
C4
9 expl
[0,967 – 0,972]
96,9
3,1
C3
16 expl.
[0,973 – 0,974]
97,4
2,6
C2
17 expl.
[0,975]
97,5
2,5
C1
14 expl
[0,976 – 0,978]
97,7
2,3
Para caracterizar a las explotaciones según el nivel de eficiencia asignativa, se
seleccionan 28 variables de las contempladas en este estudio, se les realiza un ANOVA
para cada uno de los 3 índices y se concluye estableciendo que el IdL es el mejor
indicador de la eficiencia asignativa.
6. Eficiencia y competitividad de las explotaciones:
Una vez abordados los capítulos de eficiencia global y asignativa se procede a
clasificar las explotaciones en base a esos criterios.
En la tabla 1.9. se presenta la clasificación cruzada de las explotaciones
observándose que el vector que conforma la diagonal que une los vértices (C1, L1) y (C4,
3
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$$%
7
8
85
L4) indica la dirección y sentido en la que se establece la eficiencia de Farrell; así las
explotaciones situadas en (C1, L1) son las más eficientes; en tanto que las situadas en
(C4, L4) presentan un alto grado de ineficiencia (tanto técnica, asignativa y de escala).
Tabla 1.9.
EFICIENCIA GLOBAL VS ASIGNATIVA
Eficiencia global
C4
Eficiencia asignativa
C3
C2
C1
L1
L2
L3
L4
Total
1
2
4
2
9
1,79%
3,57%
7,14%
3,57%
16,07%
4
6
5
1
16
7,14%
10,71%
8,93%
1,79%
28,57%
4
8
5
0
17
7,14%
14,29%
8,93%
0,00%
30,36%
2
8
3
1
14
3,57%
14,29%
5,36%
1,79%
25,00%
24
17
4
56
42,86%
30,36%
7,14%
100%
Total 11
19,64%
Ineficiencia
de
Farrell
Eficiencia de Farrell
Al cruzar las ISOCUANTAS de eficiencia con las líneas de ISOCOSTES se
obtienen 5 grupos de explotaciones (A, B, C, D, y E) que conforman zonas de
competitividad tal como se muestra en la Tabla 1.10.
Tabla 1.10.
ZONAS DE COMPETITIVIDAD
Niveles
L1
C4
L2
L3
A (12,5)
L4
D (12,5)
C3
C (44,6)
C2
B
C1
3
!!
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$$%
E (7,14)
(23,2)
7
8
86
El grupo “A” está conformado por explotaciones con alta eficiencia técnica y
baja eficiencia de costes. El grupo “B” esta integrado por explotaciones con un nivel
elevado de eficiencia técnica o global y asignativa. En el grupo “C” se ubican la
mayoría de las explotaciones, con una combinación entre ambas eficiencias. El grupo
“D” son explotaciones con baja eficiencia global y asignativa. El grupo “E” comprende
aquellas explotaciones con un nivel elevado de eficiencia
costes y bajo nivel de
eficiencia técnica o global.
Clasificación de subsistemas
A partir de las zonas de competitividad se establecen 3 subsistemas productivos:
1- Subsistema competitivo: Comprende los Grupos A y B, con un 35,7% de las
explotaciones.
Las explotaciones de este grupo presentan:
Ganancias medias diarias superiores a 550 gr, con “invernadas rápidas” con una
duración en torno a los 15 meses.
Utilizan la suplementación de forma estratégica y pastoreo rotativo.
Implementan la tecnología disponible en el mercado (asesoramiento técnico
permanente, cercas eléctricas, división en parcelas pequeñas, encierre nocturno,
etc.).
Los del grupo A se los denomina Innovadores. Presentan mayor eficiencia técnica.
Los del grupo B estables. Presentan mayor eficiencia asignativa.
Este grupo tiene vocación de permanencia en el mercado a largo plazo.
2- Subsistema pre-competitivo: Comprende el Grupo C con un 44,6% de la muestra.
Las explotaciones de este grupo presentan
Ganancias medias diarias de 430 gr con “invernadas normales” y una duración de
21 meses.
La alimentación se fundamenta en la utilización de pasturas y verdeos estacionales.
La suplementación se realiza en épocas de carencias y al final del proceso de
engorde.
Este grupo de productores se denomina Seguidores y están obligados a incrementar
sus niveles de eficiencia técnica y asignativa para permanecer en el mercado.
3- Subsistema no-competitivo: Comprende los Grupos D y E, con un 19,7% de las
explotaciones.
Las explotaciones de este grupo :
3
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7
8
87
Responden a un modelo de “invernada lenta”, con una duración superior a los 31
meses.
Se basan en un sistema pastoril tradicional realizando un pastoreo continuo, no
respetando el tiempo de rebrote.
La utilización de reservas es escasa o nula al igual que el asesoramiento.
Las del Grupo E, tienen gran dimensión (791 ha) aunque bajos niveles de eficiencia
técnica y de costes. Se denominan Rezagados y tienen que adaptarse
tecnológicamente si quieren mejorar su competitividad.
Por el contrario las del Grupo D son de escasa dimensión (161 ha), escasos niveles
de suplementación, baja eficiencia técnica y altos costes. Se denominan Excluidos y
se observa que mayoritariamente están cambiando de actividad, fundamentalmente
sustituyen ganadería por agricultura.
CONCLUSIONES
1. Se modeliza la invernada pampeana Argentina desde la perspectiva de la producción,
y de costes totales; utilizando los modelos log-lineal y Cobb-Douglas.
2. Se establecen como indicadores de eficiencia global y asignativa las isocuantas e
isocostes obtenidos a partir de las funciones propuestas anteriormente; y que aúnan la
frontera absoluta de Greene y la función media de Marshack-Andrews.
3. Según el criterio de eficiencia global se establecen cuatro invernadas:
- Invernadas de una duración en torno a los 15 meses.
- Invernadas con una duración aproximada de 18,5 meses.
- Invernadas con una duración aproximada de 27,6 meses.
- Invernadas que se desarrollan en mas de 37,5 meses.
4. De acuerdo al criterio de eficiencia asignativa se establecen cuatro grupos de
explotaciones ordenados según su nivel de eficiencia asignativa.
5. La conjunción de los criterios de eficiencia global y asignativa permite conformar
zonas de competitividad. Clasificando los subsistemas en competitivos (36%), precompetitivos (44%) y no-competitivos (20%). Las explotaciones del subsistema nocompetitivo tienden a desaparecer de la actividad ganadera, como consecuencia de
sustituir la invernada por agricultura.
6. El sistema de engorde pastoril, desarrollado en La Pampa, adquiere especial
relevancia en un contexto en el que el consumidor está especialmente sensibilizado con
3
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7
8
88
sistemas productivos respetuosos con el bienestar animal, que utilizan métodos de
producción no agresivos con el medio y que potencian la “calidad”; entendida esta
como sinónimo de seguridad alimentaria. En este contexto los sistemas analizados
muestran gran potencialidad, no obstante han de desarrollarse hasta alcanzar niveles
adecuados de competitividad.
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