01/04/2012 - San Miguel de las Rozas

Aclamado, condenado, abandonado,
muerto y resucitado
D
e la Aclamación a la Gloria pasando por la Pasión y
Muerte. Nos guste o no, esta es la realidad que
vivió Jesucristo. ¡Cuántos creyentes –de los no creyentes no digamos- preferirían pasar por alto,
borrar del calendario, y de los evangelios, esta
semana! Es que la realidad de Cristo rompe todos sus esquemas prefabricados sobre lo que fue, o, mejor, hubiera debido
ser, según ellos, Jesucristo. Le siguen, aunque haciendo de
tripas corazón, en su Nacimiento, ¡mítico, cómo no!, en su
infancia y juventud, de las que ¡gracias a Dios! no sabemos
casi nada. Le siguen, eso sí, en el Sermón de la montaña, en
las Bienaventuranzas, en su compasión por los pobres y
enfermos, pero –y aquí está el gran pero- eso de la Redención, de la sangre, de la Pasión y de la Cruz, ¡eso sí que no!
Y, sin embargo,…
Podríamos imaginar “otro” plan de Dios. Podríamos
pretender enmendar la plana a Dios. Si nos hubiera pedido
nuestra opinión, seguramente le habríamos aconsejado otros
medios menos “violentos” de salvarnos. Pero ahí está la realidad del plan histórico de Dios. La Cruz está en el centro. Hay
que pasar por ella. También Cristo experimentó angustia y
congoja ante lo que se le venía encima: “Triste está mi alma
hasta la muerte…Padre mío, si es posible pase de mí este
cáliz” (Mateo 26, 38-39), pero se sometió a la voluntad de su
Padre: “sin embargo, no se haga como yo quiero, sino como
quieres tú”. A Jesús tampoco le apetecía pasar por la Cruz,
pero se sometió a la voluntad del Padre, por amor. El colmo de
la presunción de los “enemigos” de la Cruz es su oposición a
que la Cruz fuera el camino del plan de salvación del Padre. O
sea que Jesús se equivocó al pensar que la voluntad del Padre
le llevara al Calvario. Ya lo dijo San Pablo (I Corintios 1, 18):
“porque la doctrina de la cruz de Cristo es necedad para los
que se pierden, pero es poder de Dios para los que se salvan”.
Y en su carta a los fieles de Filipo (2, 6-11) nos resume el “misterio” de la salvación de esta manera: “Cristo…se rebajó
hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, por lo cual
Dios le exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre”. Y
nos invita a seguir su camino: “Tened los mismos sentimientos
que tuvo Cristo Jesús”.
Esta semana comienza con las aclamaciones, también
las nuestras, del Domingo de Ramos. Bueno aclamaciones, así,
en tono menor, con minúscula; porque ¡vaya Rey de los judíos,
vaya Mesías!, que entra en Jerusalén “montado en un burro”.
Luego le acompañaremos en sus congojas y angustias, y en su
Pasión…sabiendo que al tercer día ¡Resucitará!
Jesús sabía que también nosotros tendremos cruces
que llevar. La vida (¿la vida? ¿no será el Padre?) nos presenta, a
lo largo de nuestra existencia, pequeñas y, a veces no tan
pequeñas, cruces. “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a
sí mismo y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16, 24). No dice
“tome mi cruz”, sino “su cruz”, cada uno la suya, pero, eso si,
sígame. Cristo sabe el camino y si le seguimos, cada uno con
su cruz, llegaremos con Él a participar de su Resurrección.
A. O.
nº903
El artículo
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Año XVI
La Semana Santa
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Programa de
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Palabra de Dios
Verbum Dei
Bendición de los Ramos
Lectura del santo Evangelio
según San Marcos. Mc 11,1-10.
Salmo responsorial
Sal 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24 .
DIOS MÍO , D IOS MÍO , ¿ POR QUÉ ME HAS ABANDONADO ?
Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y
Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús
mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: Id
a la aldea de enfrente, y en cuanto entréis,
encontraréis un borrico atado, que nadie ha
montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si
alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: «El Señor lo necesita», y lo devolverá
pronto.
Fueron y encontraron el borrico en la calle
atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de
los presentes les preguntaron: ¿Por qué tenéis
que desatar el borrico?
Ellos les contestaron como había dicho
Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el borrico,
le echaron encima los mantos, y Jesús se
montó. Muchos alfombraron el camino con sus
mantos, otros con ramas cortadas en el campo.
Los que iban delante y detrás, gritaban: ¡Viva,
bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre
David! ¡Viva el Altísimo!
Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza:
«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.»
Palabra de Dios
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los Filipenses. 2, 6-11.
Palabra de Dios
Funerales
Lun.
Mar.
Mié.
Jue.
Vie.
Sáb.
Lunes 2 Lunes Santo • Martes 3 Martes Santo • Miércoles
1/4/2012
Domingo de Ramos
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
número 903
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de
aliento.
Cada mañana me espabila el oído, para que
escuche como los iniciados.
El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni
me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me
apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi
barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.
El Señor me ayuda, por eso no sentía los
ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
año XVI
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías. 50, 4-7
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos.
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo
alarde de su categoría de Dios; al contrario, se
despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y
una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que
al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo,
en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra del Señor
Evangelio
Pasión de nuestro Señor Jesucristo
según san Marcos. 15, 1-39.
Parroquia de San Miguel Arcángel
Lecturas de la semana
1 Is 42,1-7 / Sal 26 / Jn 12,1-11
Párroco: D. Jesús González Alemany;
2 Is 49,1-6 / Sal 70 / Jn 13,21-33.36-38
Vicarios parroquiales:
3 Is 50,4-9a / Sal 68 / Mt 26,14-25
D. Jesús Mª Silva Castignani y
4 Ex 12,1-8.11-14 / Sal 115 / 1Cor 11,23-26 / Jn 13,1-15
D. Miguel Ángel López López;
5 Is 52,13-53,12 / Sal 30 / Heb 4,14-16; 5,7-9 / Jn 18,1-19,42 Adscritos: D. Pedro Gil Garbisu y
6 Lecturas y Salmos / Rm 6,3-11 / Sal 117 / Mc 16,1-7
D. Mariano Vázquez Palencia.
4 Miércoles Santo • Jueves 5 Jueves Santo • Viernes 6 Viernes Santo • Sábado 7 Sábado Santo
San Miguel
Arcángel