bakithas letter may 2015 sp
Transcripción
bakithas letter may 2015 sp
Hoy muchas personas cruzan el globo negándose a sí mismas de una manera o de otra para dar vida y esperanza a los que ven negados sus derechos humanos básicos a causa de las guerras y de la violencia. Damos las gracias a las personas que se están sacrificando para sostener nuestra misión en Sur Sudán. La ayuda de ustedes está dando vida y esperanza a muchas mujeres y niños en Yambio. La foto abajo muestra cómo la ayuda que ustedes están proporcionando está dando vida a una familia que había perdido la esperanza. Madre Teresa de Calcuta dijo una vez: “Ayudar a una persona es ayudar a muchas.” La mujer con los niños que ven en la foto, a la derecha, tiene una historia que contar. Viene de Juba y quedó huérfana, siendo niña. Se casó con un hombre del Estado de Equatoria Occidental y se fueron a vivir a Malakal. Tuvieron muchos hijos, pero muchos de ellos murieron siendo niños y solamente dos niñas sobrevivieron. Durante la violencia que estalló en Malakal, la mujer y su familia huyeron para refugiarse, pero al marido le mataron, justo delante de ellas. Cuando le vieron tendido en el suelo, cada una huyó por un camino distinto. Las niñas, que entonces tenían 7 y 9 años, quedaron separadas por 2 semanas y después de una tercera semana, ambas se encontraron con su madre, que la gente pensó estar loca. Después de haberse encontrado con sus hijas, la mujer huyó a la UNIMISS (Misión de Naciones Unidas en Sur Sudán) y pidió que las llevaran al Estado de Equatoria Occidental para buscar a los parientes de su marido. Pero cuando llegó a Anzara en el Estado de Equatoria Occidental, nadie parecía conocer a los parientes de su marido. Un hombre le dijo que se quedara en su casa, pero ella tuvo miedo de aceptar la propuesta, pensando en qué ocurriría cuando el hombre volviera a su casa desde Yambio. No tenía comida, y transportaba agua de un lugar a otro para recibir algo de dinero, que le servía para comprar comida para las niñas. Cuando oí su historia, me fui a Anzara para buscarla y cuando la encontré, me llené de tristeza al oírla hablar de su historia y la de sus hijas. Dijo que habían muerto muchos niños, mujeres y ancianos. Algunos murieron en los grandes ríos, al tratar de atravesarlos, y a algunos los mataron mientras huían en busca de un refugio. Cuando pregunté a la mujer el nombre de la aldea de su marido y el nombre de sus parientes, me di cuenta de que yo conocía a su madre. Él venía de Ibba County y su madre era la única mujer Gran Jefe en el Estado Equatoria Occidental y después de su muerte la remplazó su cuñada. Cuando la mujer se dio cuenta de que yo conocía a los parientes de su marido se quedó muy contenta. Llamé al párroco de Ibba ese mismo día y dijo que iría a su casa para decirles lo ocurrido, pero desde entonces no se ha puesto en comunicación conmigo. Cuando volví de Anzara a Yambio, compartí sobre la mujer y sus hijas con las Hermanas de la comunidad y decidimos comprar comida para ellas y, como pueden ver en la foto, la Hermana Mary y yo les llevamos comida que nos costó 405 SSP, es decir alrededor de 50 USD. Por favor, sigan rezando por esta mujer y por Sur Sudán. Parece que la paz no está en el corazón de muchas personas en Sur Sudán, pero creo firmemente que si todos acogemos la paz en nuestros corazones, el Gobierno alcanzará la paz para el país. Gracias una vez más por sostener nuestra misión por medio de oraciones y donativos. Hna. Bakhita K. Francis, (Hna. Mary Paropet y Hna. Helen Neini)