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Mara y Pedrito tenían muchas ganas de ir de aventura, así que subieron al piso más alto de
la casa de Mara y buscaron una nueva puerta mágica.
Esta vez la encontraron detrás del espejo.
-Vaya sitio más extraño para una puerta – dijo Pedrito.
-Anda, no seas tiquismiquis y vamos a atravesarla, a ver dónde nos lleva.
Mara y Pedrito se cogieron de la mano, cruzaron la puerta y se deslizaron por el túnel mágico,
que les llevó arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha hasta que aparecieron en medio de un
bosque
-Mira Mara!, un bosque con unos árboles enormes !!! – Gritó Pedrito -¿será un boque
encantado?
-No digas tonterías Pedrito, vamos a caminar por el bosque, porque si el túnel mágico nos ha
traído aquí será porque hay algún problema o algún misterio que resolver.
Empezaron a caminar entre los árboles, pero no veían nada raro, todo parecía normal: las
ardillitas, los pajaritos, los conejos,... nada de particular.
Pero de pronto escucharon un ruido un poco raro en un bosque.
- Escucha Pedrito ¿lo oyes? es como si alguien estuviera llorando.- dijo Mara
Sí, es verdad, y parce una niña.
Lentamente fueron siguiendo los sonidos dela niña llorando, hasta que vieron, detrás de un
gran árbol, sentada sobre una roca a una niña muy triste, que lloraba sin parar.
-Pobre niña, parce muy triste -dijo Mara- vamos a acercarnos a ver si la podemos ayudar.
-No creo que sea una buna idea Mara, ¿no has visto que va vestida de bruja?- contestó
Pedrito con un poco de miedo.
-Sí, parce una joven bruja... una pequeña bruja....vamos, una brujita!!!- le dijo Mara
riéndose.
-No se Mara, aunque sea pequeñita, a mí no me parece una buena idea. (Pedrito era un poco
miedica, pero siempre acababa acompañando a Mara todas partes)
Al final, Mara y Pedrito se acercaron a la pequeña brujita y le dijeron:
- Hola, ¿qué te pasa? ¿por qué estás triste?
La Brujita Tilika
~1~
- Ayyy Ayyyy -decía la brujita mientras lloraba- ¿es que no lo veis? soy una bruja y no tengo
varita !!! Ayyyy Ayyy, y esta noche es el examen de bruja y no lo pasaré sin mi varita Ayayay.
-Vaya, pues sí que es un problema dijo Pedrito.
-Pero no te preocupes- le dijo Mara a la brujita- nosotros te ayudaremos, somos Mara y
Pedrito, los más valientes y os más aventureros, RESOLVEMOS PROBEMAS Y MISTERIOS!!
-Pues yo soy la brujita Tilika, y ojalá me pudierais ayudar, pero no creo que sea posible.
-Seguro que sí !- Dijo Mara – A ver, ¿Dónde la viste por última vez?
-No, no, si no la he perdido- contestó Tilika
- ¿Se te ha roto?- Preguntó Pedrito.
-No, que va.. me la ha quitado la bruja Felucha, una bruja más mayor que yo y muy mala.
-Felucha también tiene el examen de bruja esta noche, pero jugando con su varita se le
rompió, así que la malvada me quitó la mía. Ahora, ella aprobará el examen y yo no, ¡Buaaa,
Buaaa ! – les explicó Tilika llorando.
- ¡ No te preocupes brujita !- Dijo Mara – Nosotros te ayudaremos a recuperar tu varita y le
daremos una lección a esa malvada bruja Felucha.
Mara se fue corriendo a una roca y se sentó encima, cerró los ojos y empezó a pensar.
Tilika creía que eso era muy raro, y pensaba que esos dos niños nunca conseguirían
recuperar su varita, y mucho menos, darle una lección a Felucha, que era la bruja más grande
de la escuela y una abusona.
Al cabo de un rato, Mara saltó de la roca y gritó: - Ya Está !, Se me ha ocurrido una idea
estupenda !.
-¿Y cuál es?- preguntó Tilika
-No te preocupes Tilika, es mejor no preguntar, A Mara siempre se le ocurren ideas de lo
más locas, pero geniales, y siempre funcionan- Le dijo Pedrito.
-A ver: necesito pintura azul, una capa verde, un gorro con pelo y muchas pulseras y collaresGrito muy contenta Mara.
Pues sí que es una idea rara, pensó Tilika, no tengo ni idea de qué es lo que va a hacer, pero
yo mejor no pregunto, iré a mi casa buscar el gorro, la pintura y la capa que quiere esta
locuela.
Pedrito se sentó en el suelo, y con piedrecitas y hierba empezó a fabricar pulseras y collares.
Cuando lo tuvieron todo, Mara empezó a disfrazarse con la capa, el gorro, la pintura y todas
las pulseras y collares. Tenía una pinta rarísima.
La Brujita Tilika
~2~
-Ya no soy Mara !, Ahora soy de las montañas del oeste !- Dijo Mara entre risas.
-Pero si sigues siendo Mara, solo que disfrazada de una cosa rara- Dijo Pedrito.
-Sí, pero eso no lo sabe Felucha- contesto Mara sonriendo.
Cogió una rama del suelo, le puso una pulsera y un poco de pintura azul en la punta y unas
hojas de árbol en el mango.
-Le haré creer a esa Felucha que mi varita es la mejor del mundo. Seguro que me la querrá
quitar. Dijo Mara muy segura.
-Pero no se lo creerá si no haces algún hechizo delante de ella- Contestó Tilika.
-No hay problema, para eso me ayudaréis vosotros, venir y os contaré mi plan… - Les pidió
Mara.
Tilika y Pedrito se acercaron a Mara y escucharon atentamente lo que había pensado para
recuperar la varita mágica de la brujita Tilika.
Los tres juntos caminaron por el bosque en busca de la bruja Felucha y cuando la
encontraron, se escondieron detrás de unos árboles.
Felucha estaba tumbada debajo de un árbol junto al rio lanzando mágicos hechizos de
colores al cielo.
De pronto, apareció Mara disfrazada de la hechicera del Oeste y dijo –Que hechizos más
bonitos, ojala mi varita pudiera hacerlos.
-Tu varita ?- Preguntó Felucha mientras se ponía de pie – Si tú no eres una bruja, eres… un
bicho raro !.
-No, no soy una bruja, soy una hechicera, la “Hechicera de las montañas del Oeste”, y mi
varita es la mejor del mundo, la más poderosa, pero solo hace hechizos malos.
-Hechicera?, tu varita la más poderosa?... no me lo creo – dijo Felucha riéndose
- Pues ahora verás, te lo demostraré- contestó Mara. – Cuando venía hacia aquí, vi un niño
detrás de esos árboles, ahora verás el poder de mi varita.
Mara empezó a mover la varita apuntando al árbol en el que se escondía pedrito y dijo: Jamalají amalajá, que el niño que hay detrás de ese árbol venga acá.
Pedrito salió de su escondite y caminó hasta donde estaban mara y Felucha, como si
estuviese hechizado.
-¿Lo ves? –dijo Mara- ahora, este niño está hechizado bajo el poder de mi varita, y hará todo
lo que yo le diga… ahora verás: Niño, ahora eres un perro y vas a beber el agua del rio!
La Brujita Tilika
~3~
Pedrito se puso a cuatro patas y empezó a ladrar. Gateando y ladrando fue hasta la orilla del
rio y bebió con la lengua un poco de agua.
Felucha empezó a reírse y a aplaudir, le encantaban esos hechizos malvados.
-Pero eso no es todo – le dijo Mara a Felucha sonriendo. Agitó de nuevo la varita, pero ahora
en dirección a un árbol que había junto al rio. – ¡Piedras del rio, hacer que ese chucho se vaya
por donde ha venido!
De pronto, de detrás del árbol salieron volando muchas piedras que casi dieron a Pedrito
(Tilika estaba escondida justo detrás de ese árbol, y le lanzaba piedras a Pedrito para que
saliera huyendo, perlo hacia con mucho cuidado de que no le diera ninguna y le lastimase).
Pedrito empezó a correr huyendo de las piedras y, a cuatro patas y ladrando se marchó por
donde había venido.
-MAGNIFICO! Quiero tu varita hechicera, dámela!- Gritó Felucha.
-¿Cómo ?-Contestó Mara- ni hablar, mi varita es muy poderosa y no se la voy a dar a nadie.
Felucha pensó en quitársela, pero le daba miedo de que usara esa increíble varita contra ella
y la convirtiera en una rata o en algo peor, así que le ofreció cambiar las varitas.
-No, lo siento, mi varita es mucho más poderosa que la tuya. Si quieres que nos cambiemos
las varitas, tendrás que darme algo más a cambio, por ejemplo tu escoba - Le dijo Mara.
La bruja Felucha tenía tantas ganas de tener la varita mágica de la hechicera que
rápidamente aceptó el trato y le dio su varita y su escoba a esa extraña niña que había venido
desde las lejanas montañas del oeste.
-Bueno, pues ya hemos hecho el cambio, ahora me tengo que ir, que está anocheciendo y
tengo un examen de brujas, y como ya no tengo escoba voladora tengo que marcharme y para
llegar a tiempo al examen.
Cuando la malvada bruja se marchó, Tilika y Pedrito salieron de sus escondites y corrieron
hacia Mara riendo a carcajadas.
-Aquí tienes Tilika, tu varita mágica y además, he conseguido la escoba de Felucha- Le dijo
Mara a la pequeña brujita- Pero no hemos terminado, ¿puedes llevarnos en tu escoba hasta la
escuela de brujas?, pero tenemos que bajarnos un poco antes de llegar.
Tilika no entendía que se proponía ahora la niña que había recuperado su varita, pero estaba
tan contenta y agradecida que aceptó de buen gusto y así, Tilika, Mara y Pedrito, fueron
volando en la escoba hasta la escuela de brujas. Un poco antes de llegar, Mara y Pedrito se
escondieron detrás de un árbol, con la intención de entretener a Felucha y que llegara tarde al
examen.
Cuando Felucha estaba llegando a la escuela, apareció pedrito de detrás de unas plantas y se
tiró encima de la bruja lamiéndole y ladrando como un perrito. Felucha intentó quitárselo de
encima, y cuando lo consiguió le apunto con la falsa varita y le ordenó que se marchara, Pero
La Brujita Tilika
~4~
Pedrito no se iba, y saltó de nuevo sobre la bruja. Al poco tiempo apareció Mara y ayudó a
Felucha a quitarse de encima a Pedrito.
Felucha, muy enfadada le pidió a Mara su varita, porque la que le había dado no funcionaba
pero Mara le explico lentamente que para que funcionara la varita tenía que decir las palabras
mágicas “ Jamalají, Jamalajá”.
La malvada bruja apuntó de nuevo la varita hacia Pedrito, pronunció las palabras mágicas y
le ordenó que se marchara. Pedrito rápidamente dio media vuelta y se marchó ladrando.
-¿ Lo ves? – Dijo Mara, y ahora date prisa que llegarás tarde al examen.
Felucha, le dio las gracias y se fue corriendo a la escuela, pero cuando llegó, el examen ya
había empezado.
La profesora regañó a Felucha por llegar tarde, y le pidió que se pusiera en el centro de la
clase y que hiciera el hechizo más difícil que habían estudiado. Felucha agitó la extraña varita,
pero no pasó nada. Muy avergonzada lo intentó de nuevo, pero esta vez dijo las palabras
mágicas Jamalají Jamalajá… pero tampoco pasó nada.
La profesora, muy enojada le pidió que hiciera el hechizo más fácil de todos. Felucha lo
intento, pero la varita no tenía ningún poder, y las palabras mágicas no eran mágicas.
_o me esperaba esto de ti Felucha, me has decepcionado, hasta la pequeña Tilika sabe ha
sabido hacer estos hechizos. Estás suspendida, y además, te quedarás toda la noche
practicando los hechizos. Las demás, os podéis ir, habéis aprobado todas, estoy muy orgullosa
de vosotras.
Felucha, muy triste por ser la única que no había aprobado el examen, se fue a una esquina
de la clase y empezó a probar los hechizos que le había pedido la profesora. Llorando vio cómo
se marchaban las demás brujas cantando y bailando mientras que ella tenía que quedarse toda
la noche en la escuela practicando.
Cuando Tilika salió de la clase, fue corriendo a darle las gracias de nuevo a Mara y a Pedrito,
y a contarles lo que había pasado.
-Nos alegramos muchísimo Tilika, felicidades, y seguro que Felucha ha aprendido la lección –
Dijeron los dos niños.- Pero ahora tenemos que irnos, debemos encontrar una puerta mágica
que nos leve de vuelta a casa.
- ¿ y para que queréis una puerta mágica?, si yo ahora tengo dos escobas. Os doy una y
volando os llevará a casa. Solo tenéis que pedirle que vuele hacia la luna.- Dijo la pequeña
Tilika.
Mara y pedrito, se subieron en la escoba y se fueron volando hacia la luna mientras Tilika les
decía adiós desde el suelo. Cuando estaban ya muy lejos del bosque, cuando estaban ya en el
oscuro cielo de la noche notaron como algo les empujaba hacia los lados, y dando vueltas
descubrieron que estaban otra vez dentro del túnel mágico, que les llevó arriba, abajo, a la
izquierda y a la derecha hasta que ZAS ! Aparecieron dentro del armario de los papás de Mara.
La Brujita Tilika
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El Papá y la Mamá de Mara, saltaron de la cama al oír un gran ruido dentro del armario,
abrieron la puerta y vieron a los dos niños riendo.
-¿Pero que hacéis aquí niños? –Preguntó el papá de Mara.
- No te acerques malvado, o te convertiré en un perro y las piedras voladoras te perseguirán
por todo el bosque – gritó Pedrito
- ¿ un perro?, un bosque?, ¿piedras voladoras?... ¿pero de que estás hablando niño? –
preguntó sorprendido el papá.
- No te preocupes cariño – le dijo la mamá de Mara- Seguro que han vuelto de una de sus
aventuras.
- EXACTO! – Gritó Mara – Ha sido increíble, hemos ayudado a una pequeña brujita a aprobar
un examen, y le hemos dado una lección a la malvada Felucha haciéndole creer que yo era la
poderosa hechicera de las montañas del oeste, y…
-Espera, Espera, - dijo el papá- Parece que ha sido increíble. Es mejor que salgáis del armario,
os sentéis con nosotros en la cama y nos contéis la aventura tan maravillosa que habéis vivido.
Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado… Mañana MÁS.
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La Brujita Tilika
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