Competencias Tecnológicas y Desarrollo de Vinculaciones

Transcripción

Competencias Tecnológicas y Desarrollo de Vinculaciones
Competencias Tecnológicas y Desarrollo de
Vinculaciones en la Trama Automotriz Argentina
en el Período Post-Devaluación.
Gabriel Yoguel1, Analía Erbes2
DT 02/2007
Año 2007
1
2
Investigador Docente del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
Investigadora Docente del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
1
Competencias tecnológicas y desarrollo de vinculaciones en la trama automotriz
argentina en el período post-devaluación
Gabriel Yoguel y Analía Erbes 3
Introducción
En forma recurrente en las últimas décadas el complejo automotriz argentino ha
atravesado por diversas crisis que pusieron en duda la posibilidad efectiva de continuar
produciendo automotores en la Argentina (Motta et al, 2007; Novick y Yoguel, 1998 y
1999; Kosacoff, 1997; Albornoz y Yoguel, 2004, Yoguel, Novick y Marín, 2000, entre
otros). Tanto a fines de los 80’ como hacia fines de los 90’s la producción total de
automotores del conjunto de plantas instaladas en Argentina fue menor a las 100.000
unidades, habiendo alcanzado un nivel cercano a medio millón de unidades en 1998. Al
igual que las crisis de los 60’s y 70’s que estuvieron ligadas al ciclo de “stop and go”,
los desequilibrios más recientes fueron seguidos, en la primera mitad de los 90’s y
desde 2003, por aumentos muy significativos de la producción complementados por
expectativas positivas acerca de las posibilidades de que la nueva fase que se abría
constituiría el comienzo de un sendero virtuoso de crecimiento del sector. Así, ambas
recuperaciones estuvieron acompañadas por fuertes inversiones, por la instalación de
nuevas empresas y por expectativas acerca del comienzo de un ciclo novedoso en el
desarrollo del complejo en Argentina. Sin embargo, dada la importancia del sendero
evolutivo del sector sobre las posibilidades de desarrollo de largo plazo, las sucesivas
crisis fueron dejando nuevos condicionamientos que limitaron, en cada fase expansiva,
la posibilidad de generar efectos derrame significativos sobre todos los agentes y actores
involucrados. Esto se manifestó en la debilidad de los encadenamientos productivos
con agentes locales (Novick y Yoguel, 1998; Motta, 2005; Albornoz y Yoguel, 2004),
en la escasa capacidad de retención de trabajadores (Castillo et al, 2006), y en una
integración más dinámica de las filiales locales a las cadenas globales de las que forman
parte.
La fase de crecimiento del complejo automotriz en los 90’s se dio en un contexto de
fuertes cambios tecnológicos en producto y proceso, lo que implicó una disminución de
la brecha tecnológica existente entre los automóviles fabricados en Argentina y en los
países desarrollados. Sin embargo, estos nuevos modelos requerían partes y subensambles intensivos en componentes electrónicos, los cuales son producidos por
sectores que fueron desmantelados en Argentina en las décadas anteriores, en especial a
partir del modelo monetario de balance de pagos y la sobrevaluación cambiaria de fines
de los 70’s. Por lo tanto, el crecimiento de la producción indujo un considerable
aumento de las importaciones de subensambles y partes con efectos derrame poco
significativos sobre los productores de partes nacionales ubicados aguas abajo en la
cadena productiva. A su vez, a partir de 1995, al considerarse como nacionales las
partes provenientes de Brasil, la estrategia de las principales terminales viró de un eje
nacional-regional que había prevalecido en la primera parte de la década hacia otro
global-regional (Novick y Yoguel, 1998) con un nuevo rol de las principales terminales
trasnacionales. En este contexto, desembarcaron empresas que no venían operando en
3
Este trabajo se hace en el marco del proyecto Tramas productivas, innovación y empleo (PAV N°
57/2003) financiado por el Foncyt, Secyt. Se agradecen los comentarios de Luis Trajtemberg a la
especificación del modelo de regresión ordinal utilizado.
2
Argentina hasta entonces (Toyota); se produjo la separación de Autolatina y con ello la
producción independiente de Ford y VW desde 1995; volvieron al mercado argentino
Fiat y Renault, las cuales habían licenciado sus marcas en la primera parte de la década
a empresas nacionales (Sevel y Ciadea), y retornó General Motors, quien había dejado
el país en los 80’s. Por otro lado, las vinculaciones entre firmas de la trama durante esa
década tendieron a ser limitadas, jerárquicas y heterogéneas, configurando una “trama
débil” (Yoguel, Novick y Marín, 2000; Albornoz, Milesi y Yoguel, 2004)4. Esta
debilidad de la trama se manifestó en un aprovechamiento de ventajas competitivas casi
exclusivamente estáticas derivadas de la localización en un mercado regional, y en una
escasa importancia concedida al desarrollo de procesos de aprendizaje en el ámbito
local, los cuales habrían permitido dotar de mayor complejidad a la red y hacerla menos
dependiente del contexto local o regional (Motta et al, 2007).
Como ha sido mencionado, este aumento significativo de la producción de automotores,
que alcanzó su máximo en 1998, fue seguido de una crisis casi terminal derivada de la
inviabilidad del modelo de desarrollo sustentado en el plan de convertibilidad, la cual
se manifestó hacia fines del 2001 y afectó en forma diferencial a las terminales y a los
proveedores, aumentando la heterogeneidad existente previamente en el sector (Motta et
al, 2007). En ese escenario, la finalización del régimen automotriz vigente en los 90’s y
su reemplazo por la Política Automotriz del MERCOSUR, caracterizada por menores
niveles de incentivo; por la falta de una política estratégica de mediano y largo plazo
para el sector; por la existencia de subsidios a la industria brasileña, y por los problemas
estructurales (especialización, escala, tamaño del mercado) que se arrastran desde la
instalación de esta industria en Argentina, agravaron el cuadro de situación.
El nuevo período de auge que se inicia luego de la devaluación se desarrolla en un
escenario macroeconómico significativamente diferente al anterior, con un aumento
significativo de la relación tipo de cambio/salario, tasas de interés real muy reducidas y
nuevas inversiones y estrategias competitivas de las terminales y de los agentes del
primer y segundo anillo de proveedores. Sin embargo, las sucesivas fases de crisis y
recuperación anteriores fueron limitando el número de proveedores de la trama
automotriz con capacidad de responder a los nuevos requerimientos de las terminales a
partir de la devaluación y del aumento del tamaño del mercado. En ese sentido, se
sostiene que existen fuertes limitaciones para desarrollar una estrategia que promueva
un proceso de reconversión de proveedores del mercado de reposición previamente
desplazados del mercado original. Por lo tanto, la nueva fase de crecimiento pone
nuevamente de relieve la necesidad de un mayor desarrollo de proveedores nacionales
para complementar las inversiones directas que se venían realizando y para que el
complejo sea viable desde una perspectiva de largo plazo.
En ese contexto, el objetivo de este trabajo es discutir el grado de desarrollo de las
competencias endógenas y de las articulaciones de un conjunto de proveedores
representativos del primer y segundo anillo de las terminales automotrices y del
4
La idea de trama productiva alude a “un espacio económico de creación de competencias e intercambio
de bienes y/o servicios que incluye una o varias empresa(s) núcleo(s), sus proveedores y clientes. Sus
relaciones, materializadas a través de contratos –formales-, contienen no sólo especificaciones acerca de
las condiciones financieras y de los precios (de corto plazo) sino que incluyen intercambios –tangibles e
intangibles- de flujos de información, experiencias productivas, conocimientos –codificados y tácitos- y
estrategias concurrentes de desarrollo futuro” (Bisang et. al, 2005).
3
mercado de reposición, sobre la base de un relevamiento efectuado a cerca de 90 firmas
autopartistas a lo largo del año 2006. Adicionalmente, el trabajo apunta a indagar en
qué medida las competencias endógenas de esas firmas pueden ser explicadas a partir de
(i) las vinculaciones establecidas con clientes, proveedores y con el sistema institucional
que exceden de las relaciones de compra venta; (ii) el grado de desarrollo de las
actividades innovativas; (iii) el tamaño de los agentes, y (iv) la posición de cada uno de
los agentes en la trama.
Las preguntas que guían este trabajo son las siguientes: ¿en qué medida el fuerte
incremento de la producción de automotores desde 2003 constituye un cambio de
tendencia en el complejo automotriz que inducirá procesos de reconversión de los
autopartistas orientados al mercado de reposición y nuevas instalaciones de proveedores
multinacionales? ¿Cuáles son las competencias endógenas centrales de los autopartistas
en el actual contexto y en qué medida pueden establecerse diferencias entre aquellos
ubicados en los diferentes segmentos, en especial entre primer y segundo anillo y
reposición, entre agentes nacionales e con participación de IED, y entre los que tienen
distinto grado de inserción externa? ¿En qué medida el nuevo marco macroeconómico
puede inducir un cambio en la importancia y complejidad de las relaciones de los
proveedores con clientes y proveedores nacionales e internacionales, consultores,
universidades y centros tecnológicos? ¿Estas vinculaciones presentan diferencias
significativas de acuerdo a la ubicación de las firmas en la trama?
La principal hipótesis del trabajo es que el nuevo contexto macroeconómico, que alentó
significativamente el aumento de la producción del complejo, indujo conductas
macroeconómicas en los agentes orientadas a mejorar sus competencias endógenas, en
especial en lo que respecta a la gestión de la calidad y a la organización del trabajo.
Asociada a esta hipótesis, se postula que estos cambios aún son limitados y no permiten
pensar en un proceso de crecimiento y desarrollo del sector significativamente diferente
del que se produjo durante los 90´s. En la misma dirección, se postula la existencia de
algún tipo de asociación entre el grado de desarrollo de las competencias endógenas de
las firmas y la importancia y complejidad que alcanzan las vinculaciones con otros
agentes orientadas a aumentar sus capacidades competitivas. Esta asociación, que en
términos generales es débil y no muy diferente a la prevaleciente en los 90’s, se
corresponde con un aumento de la heterogeneidad en el funcionamiento micro y
mesoeconómico de los agentes, profundizando tendencias que ya se venían
evidenciando en las décadas anteriores.
En la primera sección se realiza una breve estilización del marco teórico, el cual se
centra en la importancia de los procesos de generación y apropiación de conocimiento
para generar ventajas competitivas y en la idea de competencias endógenas y procesos
de interconexión de los agentes como una aproximación a estos conceptos. Luego de
describir los rasgos predominantes del panel de las firmas entrevistadas para
contextualizar los argumentos que se desarrollan en las siguientes partes de este trabajo,
en la tercera sección se efectúa un estudio de las competencias endógenas de los agentes
y se evalúan las diferencias existentes entre aquellos que cuentan con diferentes
posiciones en la trama, tamaños y grados de inserción externa, y que han realizado
desiguales esfuerzos de innovación y han obtenido distintos resultados en esos procesos.
En la cuarta sección se analizan las vinculaciones de las firmas con los núcleos de la
trama, con proveedores, con clientes y con otros agentes del sistema institucional. La
quinta sección estudia el grado de asociación de las competencias endógenas con los
4
esfuerzos de innovación desincorporados, las vinculaciones agregadas, el tamaño de las
firmas y la posición de las mismas en la trama a partir de un modelo de de regresión
ordinal. Finalmente, se desarrollan las principales conclusiones.
1. Marco teórico
En este trabajo se parte de la vieja idea planteada por Schumpeter (1912 y 1942), y
reomada por los autores de la escuela clásica del desarrollo de los 50’s (RosesteinRodan, 1943; Nurkse, 1952; Lewis, 1954; Hirshman, 1958 y Singer, 1950) acerca de la
importancia de la inversión en educación, ciencia y tecnología y del desarrollo de
procesos de innovación y de aprendizaje de los agentes para explicar tanto los procesos
de acumulación de capital y de desarrollo económico diferencial entre los países, como
la obtención de cuasi-rentas temporarias o estructurales por parte de las firmas. Desde
esta perspectiva el desarrollo económico era visualizado como un proceso
desequilibrado debido a la presencia de competencia imperfecta, retornos crecientes a
escala y un exceso de fuerza de trabajo no absorbida por el sistema productivo. Como
consecuencia de esto se deriva que no cualquier perfil de especialización posibilitaba la
obtención de retornos crecientes a escala y, por lo tanto costos decrecientes (Reinert
2005a y 2005b), al mismo tiempo que se hace evidente que el tránsito de una situación a
otra no es automático. La perspectiva de los economistas del desarrollo de los 50’s era
que el perfil de especialización prevaleciente en los países en desarrollo – derivado de
ventajas comparadas estáticas– no garantizaba el desarrollo económico y, por lo tanto,
requería ser cambiado por otro en el que los factores mencionados estuvieran presentes.
Desde la perspectiva especifica del enfoque evolucionista y neoschumpeteriano han
proliferado, en las ultimas dos décadas, un número importante de estudios que
profundizan la relación entre la creación y apropiación del conocimiento y el desarrollo
de ventajas competitivas, retomando los trabajos pioneros de Schumpeter sobre el rol de
la innovación en la generación de procesos de destrucción creativa y desenvolovimiento
economico; los de Polanyi sobre las diversas estructuras bajo las que se manifiesta el
conocimiento tácito (1958), y los de Arrow (1962) y Nelson (1962) sobre las
características del conocimiento en tanto bien económico.
Una parte significativa de los estudios más recientes en esta dirección se focalizó en la
diferenciación entre conocimiento codificado y tácito (Cowan, David y Foray, 2000;
Johnson, Lorenz y Lundvall, 2000) y en la caracterización de las diferentes dimensiones
del conocimiento con el objetivo de capturar su complejidad (Nightingale, 2003).
Mientras algunos estudios se ocuparon de las diversas dimensiones vinculadas con la
generación de conocimiento (Ancori, Bureth y Cohendet, 2000; Nonaka y Takeuchi,
1995; Nonaka y Toyama, 2002), otros introdujeron la cuestión de la demanda para
explicar los procesos de integración del mismo (Malerba y Orsenigo, 2000).
Finalmente, algunos autores efectuaron contribuciones vinculando el desarrollo de redes
con la generación de conocimiento, las formas de mercado predominantes y la
construcción de ventajas competitivas (Cohendet, et al, 1999; Ernst and Lundvall,
1997). En esa dirección, la literatura desarrolló una serie de tipologías del conocimiento
que apuntan a la descripción de los procesos de aprendizaje (Nelson y Winter, 1982;
Nonaka y Takehuchi, 1995; Lundvall y Johnson, 1994; Antonelli, 1999; Cowan, David
y Foray, 2000; Ancori, Bureth y Cohendet, 2000) y a entender como se crea nuevo
conocimiento a nivel individual, organizacional y en sistemas regionales o nacionales
5
(Nooteboom, 1999; Nelson y Winter, 1982; Nonaka y Takeuchi, 1995; Ernst y
Lundvall, 1997).
Esta reciente literatura sobre conocimiento, que parte de la idea de path dependency,
indeterminación o equilibrios múltiples y efectos lock in (Metcalfe, Ramlogan y Uyarra,
2003) refleja un importante esfuerzo para i) explicar los procesos de creación de
competencias -lo que sera retomado en las próximas secciones-; ii) avanzar en la
distinción entre conocimiento e información, y iii) conectar el estudio de los
mecanismos de aprendizaje con la generación de ventajas competitivas dinámicas en
organizaciones y sistemas productivos que van más allá de los agentes individuales e
involucran redes, territorios e instituciones (Langlois, 2003; Lall, 1992).
Desde esta perspectiva tres cuestiones claves deben ser remarcadas. En primer lugar la
idea de que los procesos de competencia y de desarrollo son isomórficos y que la
competencia y el equilibrio constituyen una contradicción en los propios términos
(Metcalfe, Ramlogan y Uyarra, 2003).
En segundo lugar, la concepción de que el desarrollo requiere inducir procesos de
cambio estructural centrados en “la habilidad del sistema para innovar, la capacidad de
la innovación para generar complementariedades y la capacidad para reducir el
dualismo estructural” (Ocampo, 2006)5. Esta idea de cambio estructural ya había sido
planteada por las teorías del desarrollo de la década del 50’s, por Prebish, Hirshman y
otros autores que consideraban que el desarrollo requería (i) la reasignación de factores
de producción desde los sectores de baja productividad hacia los de alta productividad
para aprovechar los rendimientos crecientes de los segundos y generar aumentos de
productividad global en la economía disminuyendo a la vez el dualismo estructural, (ii)
el aprovechamiento de las complementariedades entre agentes, (iii) la transformación de
la estructura del empleo, (iv) un cambio en el perfil de inserción externo, hacia
productos diferenciados con mayor elasticidad ingreso y (v) el desarrollo de políticas de
promoción del cambio estructural que coordinen las decisiones de inversión en
condiciones de indivisibilidades tecnológicas de los activos (Cimoli y Correa, 2006).
En tercer lugar, se destaca la necesidad de generar procesos de apropiación de
conocimiento que den lugar a derrames hacia la sociedad en término de mejores salarios
y empleo de calidad, lo que en los países en desarrollo en general y en América Latina
en particular, remite a la necesidad de rediscutir el perfil de especialización
predominante (Reinert, 2006). En esa dirección, la posibilidad de generar una mayor
apropiación del conocimiento y menores filtraciones en el proceso de su producción y
circulación está fuertemente influida por el tipo de especialización productiva
predominante (régimen tecnológico6), por el grado de complejidad de los sistemas
locales, nacionales y sectoriales de innovación (régimen de conocimiento) y de la forma
en la que se manifiesta la competencia de los agentes en el mercado (régimen de
mercado), lo que condiciona, a partir de la acción conjunta, los procesos de cambio
estructural (Erbes et al, 2006).
5
Como señalan estos autores, “algunas de estas cuestiones claves de la vieja escuela del desarrollo
(“importancia de las externalidades, las complementariedades productivas, las indivisibilidades y los
efectos de arrastre que fundamentan las distintas modalidades de retornos crecientes en el crecimiento
económico”) son retomados por la nueva escuela del desarrollo (Ross, 2000).
6
La noción de régimen da cuenta de una visión sistémica que incorpora un conjunto de normas y reglas
que permiten explicar y dar coherencia al comportamiento de los agentes
6
Estas tres dimensiones están influidas por la importancia que alcanzan dos propiedades
con menor presencia en los sistemas evolutivos de menor desarrollo relativo: (i) la
capacidad endógena del sistema para generar competencias derivada del grado de
complejidad de las capacidades desarrolladas por los agentes (autopoiesis) y (ii) la
capacidad de absorción del sistema (homeostasis) que depende de su grado de apertura
o clausura, y de la importancia y complejidad de las interrelaciones entre los agentes.
Ambas dimensiones son evaluadas en este paper a partir de un indicador de
competencias de las firmas que se centra en la organización del trabajo, la gestión de la
calidad y la importancia de los procesos de capacitación y de las estructuras de I+D
(sección 3), y de la relevancia y complejidad de las vinculaciones que cada firma
desarrolla con otros agentes para aumentar sus competencias (sección 4). A su vez, el
desarrollo de estas capacidades permite integrar el conocimiento tácito y codificado y
por lo tanto elevar los umbrales mínimos necesarios para evitar su decodificación y
apropiación por parte de otros agentes.
Por las razones expuestas, los países en desarrollo tienen limitaciones para poder
construir, en el marco de la economía del conocimiento, un perfil de especialización
productiva que dé lugar (i) a un proceso de mayor apropiación y menor filtración del
conocimiento, y (ii) al pasaje desde una posición de “price takers” a otra de “price
makers” derivada de procesos de diferenciación de productos y formas oligopólicas que
generen una distribución colusiva del progreso técnico. Desde esta perspectiva analítica,
cuanto más codificado sea el conocimiento generado mayor es la difusión potencial, y
por lo tanto, mayor es el riesgo de no apropiación de las cuasi-rentas derivadas del
desarrollo de capacidades cognitivas. De esta manera la circulación del conocimiento al
interior de los sistemas productivos dependería tanto del grado de complejidad de las
capacidades cognitivas de los agentes (reflejado en este trabajo en el nivel de desarrollo
de sus competencias), como del tipo de protección que puede ser construido sobre la
base de esas mismas capacidades y de las formas de mercado prevalecientes, las cuales
se encuentran asociadas al perfil de especialización dominante.
Consecuentemente, se pone en cuestión la idea de conocimiento como un bien público
para los agentes. En un extremo, cuando las barreras a la entrada son reducidas, se
requieren menores competencias para de-codificar el conocimiento y la información
necesaria en los procesos productivos. En el otro extremo, el conocimiento se
transforma en un bien club cuando circula solamente al interior de una red y/o de una
comunidad epistémica. En consecuencia, las posibilidades de apropiación de beneficios
extraordinarios asociados a la generación de conocimiento dependerá de los esfuerzos
realizados por los agentes para restringir su circulación. Desde esa perspectiva, un
objetivo clave que debería explicitar una sociedad para transitar un camino de cambio
estructural es el gradiente y velocidad del trade-off existente entre difusión y
apropiación y entre bienes públicos y bienes club.
2. Principales rasgos de las firmas autopartistas luego de la devaluación7
7
Al examinar la relación entre dos variables categóricas se considera, por una parte, el test de Chicuadrado para contrastar la significación de asociación entre ellas. Por otra parte, se realiza una prueba Z
para las diferencias de proporciones entre cada par de modalidades. Esta última prueba contrasta el aporte
de cada par de categorías al Chi-cuadrado. Se afirma que existe una relación significativa (sobre o subrepresentación) cuando el test correspondiente tiene un nivel del 10% de significación.
7
A lo largo del 2006 fueron entrevistadas 89 firmas autopartistas pertenecientes al primer
y segundo anillo de proveedores (67.4% y 11.2% respectivamente) y al mercado de
reposición (21.3% restante), representativas de los agentes que en distintas posiciones
en la cadena operan en el complejo automotor argentino8. Entre las firmas entrevistadas
predominan las de origen nacional (dos tercios del total), las que tienen un nivel de
ventas superior a los 10 millones de dólares anuales y ocupan más de 100 personas. La
mayor parte de las firmas de inversión extranjera directa se concentraban en el primer
anillo (45%), con un peso significativamente menor en el segundo anillo y en el
segmento de reposición (20%). Entre esas firmas, las que figuran entre las 100 más
importantes del mundo y que no existían en el mercado antes de los 90’s (en adelante
IED-Global9), constituyen el 9% del panel. Los procesos de cambios de propiedad
registrados en los últimos 15 años se manifestaron en que casi 4 de cada 10 firmas
pasaron por procesos de compra de sus activos –básicamente durante la convertibilidad
(68%)- y en menor medida luego de la devaluación (20%) o antes de los 90´s (12%). Un
rasgo diferenciador de las firmas del primer anillo es su pertenencia a grupos
empresariales (casi la mitad) frente a un cuarto en segundo anillo y reposición.
Se trata en general de firmas que tienen una sola planta industrial (67%), con un mayor
peso de las de más de 2 plantas entre las del primer anillo. Así, mientras ninguna firma
del mercado de reposición tiene más de dos plantas, la proporción es apenas ligeramente
mayor en el caso del primer y segundo anillo (13 y 22% respectivamente). Esto
constituye una diferencia significativa con casos como México y en menor medida
Brasil donde el número de empresas multiplantas es significativo en el marco del
predominio de producción modular, y fuerte integración vertical por empresa y
especialización productiva por planta (Juarez Nuñez, Lara Rivero, 2002; Tigre et. al,
1999).
Como era de esperar, las firmas del primer y segundo anillo tienen un número menor de
clientes, lo que se deriva directamente de la posición respectiva en la cadena. Así, la
proporción de firmas con menos de 10 clientes pasa del 44% en el primer anillo, al 29%
entre las del segundo anillo y es nula entre orientadas al mercado de reposición. Por el
contrario, entre las firmas con más de 50 clientes predominan las del segmento de
reposición (más del 80%) y son menos relevantes las del primer y segundo anillo (12%
y 29% respectivamente).
La movilidad existente entre los tres tipos de mercados (primer y segundo anillo y
reposición) es muy escasa. Así, por ejemplo, el 92% de las firmas que en 2001 no
vendían a terminales seguían en esa situación en el 2005. A su vez, una proporción
relativamente similar de firmas que vendía a terminales el primero de los años (86%) lo
seguía haciendo el segundo. A su vez, mientras el 90% de las firmas clasificadas como
del primer anillo venden más de la mitad de la producción a las terminales, no existen
8
En Castillo et al (2006) se estimaba la existencia de algo menos de 200 autopartistas localizados en el
primer y segundo anillo y alrededor de 400 firmas orientadas al mercado de reposición, de las cuales
alrededor de la mitad tenían algún grado de formalización. En ese sentido, la muestra representa el 35%
de los proveedores directos e indirectos de las terminales automotrices y alrededor del 10% de las del
mercado de reposición considerados como grupo control.
9
Se reconocen como firmas IED-Global a aquellas que, además de ser de capital extranjero, están
incluidas dentro de los proveedores globales de las empresas núcleo automotrices. Las restantes
categorías consideradas en esta variable son IED (capital extranjero sin ser proveedor global), y no IED
(firmas nacionales)
8
firmas del segundo anillo y del mercado de reposición en esa situación. Por el contrario,
alrededor de tres cuartos de las firmas del segundo anillo y del mercado de reposición
venden menos del 10% a las terminales automotrices.
Los clientes más importantes de las firmas proveedoras del primer anillo entrevistadas
son, en orden de importancia, Ford, Toyota, Volkswagen y Peugeot los que, en
conjunto, concentran algo más de la mitad de las compras efectuadas a esas firmas. El
resto de las firmas concentra sus ventas en Renault, General Motors, Fiat, Dymler
Chrysler y otras terminales. En ese contexto, existe cierta especialización de los
proveedores en una sola terminal.
Desde la perspectiva de las compras, aquellas dirigidas a proveedores nacionales
aumenta considerablemente al pasar de las firmas del primer anillo a las del segundo y,
sobre todo, a las del mercado de reposición. Así, por ejemplo, el 43% de las firmas
entrevistadas del primer anillo efectúan más de la mitad de sus compras a proveedores
nacionales, proporción que aumenta al 57% entre las del segundo anillo y al 71% en las
que proveen fundamentalmente al mercado de reposición. A su vez, la proporción de
empresas que compran más de la mitad de los insumos a otras firmas del grupo al que
pertenecen, ya sea localizadas en Argentina o/y en el exterior, aumentan al pasar de las
de reposición (5%) a las del segundo (14%) y primer anillo (22%). Por otro lado, el
suministro de partes importadas totales10, es significativamente superior entre las firmas
del primer y segundo anillo (en el 47% y 43% de los casos respectivamente representan
más de la mitad de las compras) que en reposición (14%). En suma, mientras entre las
firmas del primer anillo hay dos grupos predominantes con características opuestas en
términos de aprovisionamiento básicamente nacional (42%) o importado (47%), en el
segundo anillo es levemente más significativo el grupo de abastecimiento nacional
(57% vs 43%) y en reposición prevalece el abastecimiento nacional (71 vs 14%). Estos
resultados se resumen en el cuadro 1, el cual vincula la taxonomía de situaciones de
compra y la ubicación de las firmas en la trama. Es interesante notar, además, que el
peso de las partes importadas en relación a las compras totales es decisivo para cada una
de las terminales identificadas como principal cliente por las firmas11.
Cuadro 1. Distribución de las firmas por tipología de ventas (ubicación en la trama) según
tipología de compras
TIPOLOGÍA DE COMPRAS
Más del 50% nacional
Intermedias
Más del 50% importadas
Total
Primer anillo
43.1
9.8
47.1
100
TIPOLOGÍA DE VENTAS
Segundo anillo
Reposición
57.1
71.4
0
14.3
42.9
14.3
100
100
Total
51.9
10.1
38.0
100
10
Estas incluyen a las importadas en forma directa, a las compras a distribuidores de productos
importados localizados en el país y a las provenientes de comercio intrafirma desde empresas
pertenecientes al mismo grupo localizadas en el exterior.
11
Así, entre las firmas del primer anillo que venden a alguna terminal más del 30% de su producción
predominan los casos en los que el peso de las importaciones en las compras es superior al 50%. Así, en
la mayor parte de los casos (entre dos tercios y tres cuartos) el predominio de importaciones es
significativamente mayor que el predominio de compras de partes nacionales. A su vez, al comparar el
período anterior y posterior a la devaluación, algo más de la mitad de las firmas aumentó la
subcontratación, con diferencias significativas entre el primer anillo y las firmas de reposición
(diferencias significativas al 1%).
9
A la vez, existe una fuerte relación entre la tipología de agentes según destino de ventas
y según origen de las compras: el 86% de los agentes con predominio de partes
importadas realizan a alguna terminal más del 30% de sus ventas, mientras que sólo el
10% vende menos del 10%. Por otra parte, en el grupo en el que predominan las partes
nacionales, algo más de la mitad vende más del 30% a alguna terminal, mientras que
algo más de un tercio vende menos de un 10%.
Cuadro 2. Distribución de firmas por tipología de compras según proporción vendida a las
terminales
TIPOLOGÍA DE
COMPRAS
Más del 50% nacional
Intermedias
Más del 50% importadas
Total
PROPORCIÓN DE VENTAS A TERMINALES
No venden Menos del Entre el 10
Más del
Total
10%
y 30%
30%
19.5
17.1
12.2
51.2
100
25.0
12.5
0
62.5
100
3.4 *
10.3
3.4
86.2 *
100
14.1
12.8
7.7
65.4
100
El coeficiente de exportación promedio de las firmas del panel es del 21%, sin
diferencias significativas entre agentes nacionales o IED, o entre diferentes posiciones
en la trama (primero o segundo anillo y reposición). Las firmas que más exportan
tienden a ser globales, lo que en algunos casos puede ser la consecuencia del
aprovechamiento de comercio intrafirma. Si bien sólo el 28% de las globales exporta
más de un 30% de sus ventas, esta proporción es sustancialmente más reducida en el
resto de las firmas IED y en las que no tienen inversión extranjera directa. El coeficiente
de exportación está asociado a la escala en la que operan las firmas. Entre las que no
exportan predominan las de menos de 30 ocupados y están subrerepresentadas las de
reposición las que, por el contrario, están sobrerepresentadas en el intervalo de CE
comprendido entre 5 y 30% de las ventas. Por su parte, entre las que más exportan
predominan las de más de 300 ocupados y las del intervalo 30-70.
El coeficiente de importación promedio (CM) de las firmas del panel es del 37%, más
de tres veces superior al promedio de la economía argentina (11%). En ese contexto,
este coeficiente es sustancialmente menor entre los agentes de reposición (20%) que
entre los del primer y segundo anillo (43% y 33% respectivamente), los cuales tienden a
replicar la conducta de abastecimiento externo de las terminales (Motta, 2005; Motta et
al, 2007, Novick y Yoguel, 1998). A su vez, el CM aumenta al pasar hacia las IEDGlobal (58%) que son las firmas que registran el mayor balance comercial negativo. En
suma, los agentes que más exportan son los que menos importan y los que más importan
son los que menos exportan, al mismo tiempo que constituyen los agentes más
globalizados de la trama a escala mundial. En consecuencia, el saldo negativo del
balance comercial de estas empresas alcanza al 8% del valor de producción entre las
nacionales y al 38% en el caso de IED-Global. A su vez, el saldo es positivo (2%) en
reposición y negativo entre los del primer y segundo anillo (23% y 19%
respectivamente). Por su parte, el saldo es negativo (30%) entre los que no exportan
(58% del panel) y positivo (39%) entre los que exportan más del 30% de sus ventas (8%
del panel).
Las relaciones entre proveedores y terminales que se sucedieron a lo largo de los 90’s,
caracterizadas generalmente por ausencia de contratos, limitado período planeado de
aprovisionamiento y reprogramación (Roldan, 2001; Novick y Yoguel, 1998) parecen
no haberse modificado sustancialmente en el nuevo régimen macroeconómico. Así, por
10
ejemplo, las modalidades de reprogramación de la producción sin costos compartidos
que era común en los 90’s (Novick y Yoguel, 1999; Albornoz y Yoguel, 2004) seguía
prevaleciendo en tres cuartos de los proveedores del primer y segundo anillo. La
condición de contratación estaba centrada en el precio y la calidad asegurada en
alrededor de la mitad del primer anillo y en proporciones significativamente menores en
segundo anillo y reposición (diferencias significativas al 1%). A la vez existían fuertes
diferencias entre esos agentes en términos de periodicidad de entrega, exigencia de
mejoras y en condiciones y formas de entrega.
Si bien la duración de la relación de aprovisionamiento es anual o mayor a un año en la
mayor parte de los casos (50% de las firmas del segundo anillo y 70% del primer
anillo), algo menos de un tercio de los agentes reciben una programación de sus clientes
trimestral o mayor, sin diferencias significativas entre segmentos. En ese marco, el 66%
enfrentan una reprogramación del aprovisionamiento, que alcanza al 83% en el segundo
anillo y es del 55% en reposición. A su vez, esta reprogramación aumenta en los casos
en los que el programa es mensual o inferior. Finalmente, en el 71% de los casos los
costos de reprogramación no son compartidos por parte de las terminales. En relación a
la importancia de los contratos, estos son más importantes que las pautas al pasar hacia
el primer y segundo anillo.
3. Las competencias endógenas de los proveedores de la trama automotriz
En esta sección se analiza la importancia de las competencias endógenas de las firmas
con el objetivo de establecer las diferencias entre agentes que ocupan diferentes
posiciones en la trama y, al mismo tiempo, evaluar la importancia de las mismas para
definir el grado de desarrollo de la red automotriz en Argentina. En este sentido, se
retoman los indicadores utilizados en Roitter et. al (2007) referidos a organización del
trabajo, gestión de la calidad, capacitación y existencia de equipo de I+D, los cuales
constituyen una reelaboración y un avance de los planteados en trabajos anteriores sobre
la misma trama productiva (Albornoz, Milesi y Yoguel, 2004; Albornoz y Yoguel,
2004; Yoguel, Novick y Marín, 2000).
En primer lugar, la mayor parte de los indicadores sobre organización del trabajo12
reflejan niveles medios y bajos. Así, en el indicador de trabajo en equipo predominan
los casos en los que no existen células de trabajo (45%) y aquellos en los que a pesar de
que las tareas están organizadas en células o equipos, los operarios no tienen
participación en la puesta a punto de las máquinas ni realizan mantenimiento de primer
nivel (33%). Por su parte, en lo que respecta a la adquisición de experiencias,
prevalecen los casos en los que la rotación no existe o no es planificada (42%), mientras
que en autonomía sobresalen los casos en los que no se les piden a los operarios
competencias tan básicas como autonomía e independencia (nula, 79%). Por el
contrario, en los roles desempeñados por los mandos intermedios, predominan en el
supervisor el desarrollo de las funciones más integradoras (enlace, elaboración de
estadísticas, supervisión de calidad y conducción del trabajo grupal), mientras que en el
caso de los líderes el rasgo característico es la no ejecución de esas tareas.
12
Este indicador considera tres aspectos centrales: (i) trabajo en equipo, que resume las funciones y
ciertos aspectos asociados a la flexibilidad en la asignación de las tareas en la gestión productiva; (ii)
Adquisición de experiencia (Rotación), que toma en cuenta la existencia de rotación regular y
planificada; (iii) Autonomía de los operarios, la cual se define a partir de las competencias requeridas a
los operarios en el proceso productivo.
11
En este contexto, el nivel reducido del indicador de organización del trabajo prevalece
entre las firmas del segundo anillo y las del mercado de reposición (71% y 64%,
respectivamente). Por el contrario, niveles medios y elevados de ese indicador destacan
en dos tercios de las firmas del primer anillo y en menos de un tercio de las del mercado
de reposición. En términos de adquisición de experiencias las diferencias son menos
marcadas y no se apartan significativamente de los resultados globales, aunque el 57%
de los proveedores del segmento de reposición tienen un nivel reducido. A su vez, la
proporción de firmas con un nivel reducido en este grupo es similar al promedio en las
firmas del segundo e inferior en el caso del primer anillo. El tercer factor considerado
(autonomía de operarios) es reducido en todos los casos, aunque este resultado es más
importante entre las firmas del primer anillo y del mercado de reposición. De igual
forma, no existen diferencias significativas entre los grupos de firmas que se ubican en
diferentes lugares en la trama cuando se analiza el rol que desempeñan el supervisor
(alto en términos globales) y el líder (bajo). Considerados de manera agregada, estos
aspectos permitan señalar la débil existencia de espacios de organización post-fordista
del trabajo en estas firmas.
En segundo lugar, los indicadores asociados a la gestión de la calidad13 tienen valores
superiores a los anteriores, lo cual podría relacionarse con el hecho de que constituyen
una condición necesaria para ser proveedor de las terminales. Sin embargo, la
proporción de firmas involucradas en estas actividades disminuye al pasar del “control
de procesos” hacia la “cultura hacia la calidad” y la utilización de “herramientas para
mejora e innovación. Así, el 87% de las firmas –sin diferencias significativas en
términos de la posición en la trama- cuentan con un elevado control de procesos, pero la
proporción de empresas con igual nivel en la dimensión de cultura hacia la calidad se
reduce al 42% -principalmente entre las del segundo anillo- y a sólo el 24% cuando se
evalúa el uso de herramientas para mejora e innovación. En este caso, las diferencias a
favor de las firmas del primer anillo son significativas: mientras sólo un cuarto de estas
tienen un nivel reducido, el 57% de las del segundo anillo y el 44% de las de reposición
alcanzan ese nivel.
En tercer lugar, si bien la mayor parte de las firmas tienen estructura de capacitación
con todas las funciones14 (59%), existen diferencias significativas en términos de la
composición del capital, ya que aquellas que tienen algún grado de participación de IED
(más allá de que sean proveedores globales o no) se encuentran sobrerrepresentadas
entre las que cuentan con estructuras completas de capacitación. Una relación similar se
evidencia entre la existencia de estructura con todas las funciones y el tamaño de las
firmas medido a partir de la ocupación, mientras que no existe relación con el lugar en
la trama que ocupa cada empresa.
13
Este indicador comprende nuevamente tres aspectos: (i) control de procesos, esto es definición de
requisito y control de características del producto , documentación de actividades y control del proceso,
registro de datos en formularios, archivo de datos registrados, especificaciones de materias primas e
insumos críticos, rastreabilidad, calibración de equipos; (ii) cultura hacia la calidad, lo cual implica
comunicaciones periódicas con clientes, política de calidad, definición de indicadores clave, equipos de
solución de problemas, auditoría interna, sistema de orden y limpieza, sistema de reconocimiento de
ideas; (iii) utilización de métodos sistemáticos para la mejora y la innovación, el cual toma en cuenta
herramientas tales como diagrama de Pareto, histogramas, etc. y se complementa con la proporción de
personas que las utilizan.
14
Para el análisis de capacitación se tiene en cuenta si la empresa cuenta con una estructura propia y
diferenciada abocada al diagnóstico, la planificación y el desarrollo de las actividades de capacitación.
12
Finalmente, en lo que respecta a las características de los grupos o equipos de
investigación y desarrollo (I+D), el 31% de las empresas consultadas manifiestan la
ausencia de los mismos, mientras que en el 52% de los casos estos equipos son formales
y en el 17% restante informales. En particular, no se observa una asociación clara entre
este indicador y la procedencia del capital de las firmas, aunque sí con el tamaño de las
mismas. En este último sentido, se destaca la sobrerrepresentación de las empresas de
menor tamaño entre los que no cuentan con un equipo de I+D formal ni informal.
Con el fin de evaluar las diferencias existentes en las competencias endógenas entre las
firmas se estimó un indicador agregado que surge del promedio simple de los
indicadores vinculados a la organización del trabajo, a la gestión de la calidad, a la
capacitación y a las características que asume el equipo de I+D de la empresa15. Así, la
mayor parte de las firmas del panel, sin diferencias significativas entre los agentes con
diferente ubicación en la trama, se caracteriza por una escasa proporción de agentes con
competencias reducidas y niveles similares de competencias endógenas medias (42%) y
elevadas (45%). Esto es consecuencia de los reducidos niveles en la dimensión de
organización del trabajo, niveles medios en capacitación y elevados en los vinculados
con la gestión de la calidad (ver cuadro 3).
Cuadro 3. Competencias endógenas agregadas por posición en la trama
POSICIÓN EN LA TRAMA
Concentración en terminales
Concentración en segundo anillo
Concentración en Reposición
INDICADOR DE COMPETENCIAS ENDÓGENAS
Bajo
Medio
Alto
11.5
38.5
50
14.3
42.9
42.9
16
48
36
El indicador agregado de competencias endógenas presenta, sin embargo, diferencias
significativas entre las firmas cuando se considera a estas según su tamaño. Mientras
que el 43% de las Pymes se caracteriza por tener reducidas competencias, la proporción
de firmas en este nivel se reduce al 14% de las firmas grandes y a sólo el 6% de las
multinacionales (ver cuadro 1 AE).
Finalmente, la inserción externa de las firmas no constituye una variable de corte que
permita diferenciar claramente ni las competencias endógenas agregadas de las firmas
ni cada uno de los 8 factores considerados en su definición16.
4. Desarrollo de procesos innovativos
Para analizar el desarrollo diferencial de las actividades innovativas de las empresas se
evaluaron tres cuestiones centrales: el grado de balanceo entre esfuerzos de innovación
incorporados y no incorporados17 (INDEC, 2003; Peirano y Suárez, 2004); el grado de
15
Si la empresa obtiene valores menores a 1.75, se caracteriza por poseer un bajo nivel de competencias
endógenas; de 1.75 a 2.24 es medio, y mayor a 2.25 es alto.
16
Estos resultados no se alteran ya sea se considere una variable de tipo dicotómica (exporta no exporta)
o tres intervalos (exporta menos del 5%, entre el 5 y el 30 y más del 30%).
17
Los esfuerzos de innovación balanceados dan cuenta de la complementariedad con la que se llevaron a
cabo las actividades de innovación. De esta manera, las firmas obtienen un puntaje de 0 si no realizaron
esfuerzos de innovación; 1 si realizó únicamente uno de los esfuerzos posibles (no balanceadas); 2 si
13
balanceo entre las diferentes tipos de innovaciones (producto, proceso, organización y
comercialización)18, y los resultados de las actividades innovativas desarrolladas.
Las empresas pertenecientes a la trama automotriz muestran comportamientos
heterogéneos en el desarrollo de las actividades de innovación tanto incorporadas como
no incorporadas19. En ambos casos predominan las firmas que realizaron esfuerzos
medios, presentando en el 45% de los casos esfuerzos incorporados y en el 39% no
incorporados. Asimismo, los bajos esfuerzos fueron más importantes en este último
caso (29%) que en el primero (21%). En lo que respecta a la posición de las empresas en
la trama, no existen diferencias significativas entre grupos tanto en esfuerzos
incorporados como en no incorporados.
Cuando se analizan las actividades incluidas en cada uno de los grupos se observan
también comportamientos interesantes. En primer lugar, en relación con los esfuerzos
incorporados, el 75% de las firmas realizó compras de bienes de capital, mientras que
sólo el 39% se orientó a la adquisición de licencias de fabricación, consultoría y
software. Por otro lado, el 46% de las firmas que compraron bienes de capital
adquirieron también licencias, mientras que sólo el 12% adquirió únicamente licencias.
En segundo lugar, las actividades realizadas con mayor recurrencia dentro de los
esfuerzos no incorporados fueron desarrollo y adaptación de productos y procesos
(59%), mejora continua (53% y finalmente I+D (45%). Si se considera la interrelación
entre estos tres esfuerzos, se observa una alta proporción de firmas que habiendo
realizado gastos en desarrollo y adaptación de productos, realizaron también actividades
vinculadas con I+D y mejora continua.
Finalmente, es necesario destacar que los esfuerzos de innovación incorporados se
encuentran positivamente asociados al tamaño de los agentes medidos por ocupación
(significativo al 10%) y tanto estos como los no incorporados se vinculan con el grado
de desarrollo de las competencias endógenas (significativo al 5%). En lo que respecta a
la posición de las empresas en la trama, no existen diferencias significativas entre
grupos tanto en esfuerzos incorporados como en no incorporados, y solamente los
gastos en licencias de fabricación, consultoría y software se encuentran asociados
positivamente a la pertenencia de las firmas al segundo anillo.
Por otro lado, si se considera la complementariedad de los esfuerzos realizados (tanto
incorporados como no incorporados) se observa que más del 50% de la muestra ha
realizado entre dos y cinco de las actividades consideradas, mientras que solamente un
17% realizó gastos en todas estas actividades a la vez. Estos resultados se encuentran
positivamente asociados con el tamaño de las firmas (las que facturan entre 70 y 100
millones se encuentran sobrerrepresentadas entre las balanceadas), y con el grado de
realizaron entre 2 y 4 de las alternativas (medianamente balanceadas), y 3 si realizaron conjuntamente
todas las actividades (balanceadas).
18
Los tipos de innovaciones balanceados siguen la misma lógica que la expuesta para el indicador de
esfuerzos. Si las firmas no realizaron innovaciones, el indicador asume valor 0; si realizaron innovaciones
en un plano, 1 (no balanceadas); entre 2 y 3 planos, 2 (medianamente balanceadas), y en todos los planos,
4 (totalmente balanceadas).
19
Por esfuerzos de innovación incorporados se entiende la compra de bienes de capital y los gastos en
licencias de fabricación, consultoría y software. Por su parte, se consideran esfuerzos de innovación no
incorporados los gastos en I+D, en mejora continua y en desarrollo y adaptación de productos y procesos.
14
desarrollo de las competencias endógenas (relaciones significativas al 5%). Las
diferencias en torno a la posición de la empresa en la trama no son significativas.
Las innovaciones realizadas por las firmas del panel se encuentran concentradas
fundamentalmente en las de productos (79%) y procesos (82%). Por su parte, las
innovaciones en organización y comercialización fueron realizadas por una menor
proporción de agentes (56% y 37% respectivamente). Las innovaciones en proceso y en
organización aparecen vinculadas positivamente al grado de desarrollo de competencias
endógenas, mientras que en producto y en comercialización se asocian al lugar que
ocupan las empresas dentro de la estructura de la red. En particular, las firmas
pertenecientes al segmento de reposición se encuentran sobrerrepresentadas entre
aquellas que no realizaron este tipo de innovaciones.
En términos de balanceo de las innovaciones realizadas, se observa que casi la mitad de
las empresas complementaron parcialmente las actividades, mientras que un 30%
adicional realizó complementariamente innovaciones en producto, proceso,
organización y comercialización. Si se toman en pares estos tipos de innovaciones se
encuentra que las que mayormente tienden a complementarse son las innovaciones en
comercialización con las de proceso (100%) y organización (90%); las de organización
con las de producto (92%) y proceso (87%), y las de proceso con producto (86%).
Asimismo, el grado de balanceo de las innovaciones realizadas se encuentra asociado a
la posición de la empresa dentro de la trama (las firmas de reposición están
sobrerrepresentadas entre las balanceadas).
En lo que respecta a resultados de innovación, el 44% de las firmas obtuvo resultados
en más de cinco de las actividades consideradas20, mientras que sólo el 8% no tuvo
logros en ninguna de ellas. En términos agregados, no existe relación entre estos
resultados y el tamaño de los agentes, la procedencia de su capital, la posición en la
trama, el grado de desarrollo de las vinculaciones y las competencias endógenas.
Sin embargo, si se tiene en cuenta a cada uno de los resultados por separado, se observa
que desarrollo y mejora de productos está asociado al nivel de competencias endógenas;
desarrollo de nuevos procesos y mejora de proceso con lugar de la firma en la trama y
competencias endógenas; recursos humanos con lugar en la trama y origen del capital, y
JIT interno con lugar en la trama.
De la interrelación entre los tres grupos de variables (esfuerzos de innovación, tipos de
innovación y resultados) se derivan las siguientes cuestiones.
Los esfuerzos de innovación y los tipos de innovación se encuentran vinculados. En
particular, estos últimos están asociados con la realización de gastos en bienes de
capital, en I+D, en mejora continua y en desarrollo y adaptación de productos y
procesos. A su vez, las innovaciones en organización, proceso y comercialización se
20
Los resultados de innovación tienen en cuenta los logros de la empresa a partir de las actividades de
innovación que desarrolla en un conjunto de aspectos, a saber: en desarrollo y mejora de productos; en
adaptación de productos; en desarrollo de nuevos procesos; en mejora de procesos; en nuevas formas de
distribución y marketing; en JIT interno; en mejora de la eficiencia de recursos humanos; en otros. De
aquí se obtiene una sumatoria que arroja resultados entre 0 y 8. La recodificación de esta variable se
realiza en cuatro tramos: 0, no obtuvo resultados; 1, obtuvo resultados en hasta dos actividades; 2, obtuvo
resultados en entre 2 y 4 actividades; 3, obtuvo resultados en más de 5 actividades.
15
encuentran asociadas positivamente al desarrollo de cada uno de los esfuerzos de
innovación incorporados y no incorporados considerados, mientras que las innovaciones
en producto sólo se vinculan con la compra de bienes de capital.
En lo que respecta a los resultados de innovación y su vinculación con los esfuerzos y
los tipos de actividades balanceados, se observa que existe una relación directa: las
firmas que mejor han balanceado sus esfuerzos y que han complementado los diferentes
tipos de innovaciones con las que han obtenido mayor cantidad de resultados.
5. La complejidad de las vinculaciones con otros agentes
Tanto las competencias endógenas de las firmas, como el desarrollo de actividades
innovativas reflejan una mejora cuando se las compara con las evidenciadas en el
período anterior a la devaluación, no sólo en términos absolutos (Albornoz y Yoguel,
2004; Motta, 2005) sino en relación a otros sectores (Roitter et al, 2007; Albornoz,
Milesi y Yoguel, 2004). Sin embargo, las vinculaciones que las firmas manifestaron
tener con otros agentes siguen siendo de escasa complejidad en el nuevo escenario
macroeconómico.
La complejidad de las vinculaciones se estima a partir de un grupo de indicadores que
evalúan la importancia de las relaciones de cada uno de los agentes (núcleo,
proveedores nacionales e internacionales, clientes nacionales e internacionales, cámaras
empresariales, consultores, centros tecnológicos y universidades) a partir de un conjunto
de objetivos21 que son evaluados de manera ponderada de acuerdo a la importancia
relativa que cada uno de ellos adquiere para cada agente. A partir de esto, se construyó
un indicador de vinculaciones agregadas, que pondera las vinculaciones con el conjunto
de agentes que conforman la trama, en función de la importancia de cada una de estas
asociaciones para la virtuosidad de la misma22.
En forma agregada, el 46% de las firmas tienen vinculaciones reducidas, un 42%
medias y sólo un 12% elevadas, sin que existan diferencias significativas entre los
distintos eslabones. Estos resultados agregados tienen una manifestación fuertemente
heterogénea al evaluar la complejidad de las vinculaciones de los autopartistas
estudiados con agentes directamente relacionados por operaciones comerciales de
compra y venta (núcleo, proveedores y clientes nacionales e internacionales) y con
otros más mediatos tales como cámaras empresariales, consultores, centros tecnológicos
y universidades (cuadro 4). Como consecuencia de esto, se refleja la presencia de
fuertes limitaciones en términos de la capacidad de las firmas para aprovechar las
competencias y saberes de agentes exógenos que contribuyan al aumento de sus
competencias (Cohen y Levinthal, 1989).
21
Los objetivos considerados fueron los siguientes: conseguir nuevos clientes; conseguir buenos
proveedores; contratar buenos empleados; obtener información sobre el contexto de negocios; estar
tecnológicamente informados; desarrollar productos; desarrollar exportaciones; capacitación; conseguir
financiamiento; desarrollar redes que le permitan mejorar la circulación de información; poder generar
espacios de intercambio de conocimiento útil para su empresa. Para más detalle sobre las ponderaciones
utilizadas, véase Roitter, et. al (2007).
22
Se realizó una sumatoria en la que las vinculaciones con el núcleo son ponderadas por 0.4; las
vinculaciones con proveedores y clientes nacionales e internacionales por 0.3; con los centros
tecnológicos y las universidades por 0.2, y las cámaras empresarias y los consultores por 0.1.
16
En primer lugar es interesante destacar que, de acuerdo al indicador construido, para
más de la mitad de las firmas del panel la relación con los proveedores y clientes
internacionales, consultores, centros tecnológicos y universidades es inexistente. Esta
situación contrasta con las vinculaciones con el resto de los agentes (núcleos de las
tramas, proveedores y clientes nacionales y cámaras) para los que, a lo sumo, en un
tercio de las firmas las relaciones no existen. Sin embargo, cuando se pondera la
intensidad de la relación utilizando el indicador estimado la vinculación es reducida con
clientes y proveedores nacionales para alrededor del 70% de las firmas y con cámaras
empresariales para cerca del 60%. Por el contrario, para el 40% de las empresas las
relaciones con los núcleos de las tramas son de mediana y alta complejidad, proporción
que no es alcanzada por ninguno de los agentes restantes considerados.
Cuadro 4. Grado de intensidad de las relaciones de los proveedores con otros agentes global y
por lugar en la trama
VINCULACIONES
PONDERADAS
CON OBJETIVOS
Núcleo
Proveedores
nacionales
Proveedores
internacionales
Clientes nacionales
Clientes
internacionales
Cámaras
empresariales
Consultores
Centros tecnológicos
Universidades
PROVEEDORES SEGÚN ANILLO
Panel
No
existe
26
Primer
anillo
Segundo
anillo
Reposición
Chi
Alto
Inexistente
No alto
**
**
Bajo
Medio
Alto
34
26
14
18
72
10
0
55
42
3
0
26
67
6
1
53
42
5
0
Bajo
32
57
9
3
Medio *
49
57
55
44
36
40
5
7
5
0
0
0
Bajo
Inexistente
*
En ese marco, al analizar la existencia de diferencias significativas en las vinculaciones
de los distintos tipos de agentes autopartistas considerados se destacan los del primer
anillo por un vínculo elevado con los núcleos de las tramas –lo que constituye una
diferencia muy significativa con la situación previa a la devaluación- y por una relación
baja –aunque no inexistente- con universidades. Por su parte, los agentes del segundo
anillo sólo sobresalen por la inexistencia de relación con los núcleos de las tramas, lo
que expresa la desvinculación de las terminales automotrices de la responsabilidad de
las partes que constituyen los subensambles del primer anillo. En la misma dirección, la
ausencia de relaciones significativas con clientes nacionales pone de relieve que las
firmas del primer anillo no asumen tan claramente las responsabilidades que liberan las
terminales. Por su parte, los agentes del mercado de reposición se diferencias por contar
con algún tipo de relación con clientes internacionales (baja), la cual podría derivarse de
las exportaciones que efectúan. Asimismo, este grupo se caracteriza también por la
ausencia de relaciones con las universidades y por una relación media con cámaras
empresariales, las cuales sólo se destacan en este tipo de firmas como una consecuencia
potencial de la inserción externa de las mismas.
La existencia y grado de complejidad de las vinculaciones también puede analizarse a
partir de su asociación con otros planos tales como la inserción externa de las firmas
(coeficiente de exportación e importación); las características del capital de las
17
empresas (nacional o IED); el tamaño; los ocho factores considerados para estimar el
indicador de competencias endógenas (sección 2); la naturaleza del progreso técnico de
las firmas y los resultados del proceso de innovación (sección 3).
Entre las firmas con elevado coeficiente de exportación (ver cuadro 2 AE) se destacan
las vinculaciones medias con Cámaras empresariales, mientras que aquellas que cuentan
con coeficientes de exportación inferiores al 30% se caracterizan por relaciones medias
con el núcleo, altas con cámaras empresariales, bajas con clientes internacionales e
inexistentes con universidades. A su vez, cuando se estudia la inserción externa en
forma dicotómica (exporta o no exporta) se evidencia una relación baja con clientes
internacionales e inexistente con universidades en las firmas que tienen algún tipo de
inserción externa, mientras que entre las que no exportan aparece un nivel bajo de
vinculaciones con universidades e inexistente con clientes internacionales. En ese
sentido, la relación con instituciones académicas sería más significativa cuanto menor es
la inserción externa de las firmas.
Desde la perspectiva de la importación, los agentes que no importan presentan un alto
nivel de vinculación con clientes nacionales, medio con centros tecnológicos y, como
era previsible, inexistentes con proveedores internacionales. Por el contrario, las firmas
con mayor contenido importado tienen un alto grado de relación con el núcleo pero
inexistente tanto con proveedores como con clientes nacionales e internacionales (ver
cuadro 2 AE).
En la que respecta a la existencia o no de inversión extranjera directa, las firmas
denominadas IED-Global se caracterizan por un bajo nivel de relación con proveedores
internacionales. Esto puede explicarse a partir de los vínculos intrafirma que estas
desarrollan a escala global y por la existencia de algún tipo de relación (aunque escasa)
con clientes nacionales y con universidades, lo que establece una diferencia de este
grupo con respecto al resto de los agentes, tanto nacionales como IED no global, donde
este tipo de vinculaciones son inexistentes (ver cuadro 2 AE).
En lo que referido a las vinculaciones asociadas al plano tecnológico, el 76% de las
firmas de la trama automotriz señala haber recibido algún tipo de asistencia técnica y/o
transferencia de tecnología. En este contexto, solamente el 8% recibió algún tipo de
apoyo en tecnologías duras (producto y procesos relacionados con las transformaciones
de los materiales) y el 7% en tecnologías blandas (diseño, calidad, recursos humanos,
organización del trabajo y comercialización). El grupo restante ha recibido asistencia
técnica y/o transferencia de tecnología en ambos campos, lo cual corrobora la
importancia de la complementariedad entre tecnologías duras y blandas.
Dentro de las tecnologías duras, las asistencias en producto se dieron en el 58% de los
casos y en proceso en el 61%, mientras que en lo que respecta a las tecnologías blandas
fueron particularmente importantes aquellas vinculadas con calidad (62%), recursos
humanos (50%) y diseño (42%), con ocurrencias más esporádicas en los casos de
organización del trabajo (36%) y comercialización (26%).
18
Si se toma el indicador de complementariedad de asistencias recibidas23 se observa que
el mismo no se encuentra asociado con el lugar de los proveedores en la trama, ni con el
tamaño de las firmas, ni con la nacionalidad del capital (IED). Por el contrario, si se
relaciona fuertemente con los indicadores de vinculación agregado (nivel de
significación al 1%) y de competencias endógenas agregado (nivel de significación al
10%). De esta manera, aquellos agentes que cuentan con mayores competencias
endógenas y con un mayor nivel de vinculaciones son los que han recibido el mayor
caudal de apoyo técnico y tecnológico.
Si se analiza la procedencia de la asistencia técnica y la transferencia de tecnología
recibida, se observa que los agentes más activos son las terminales y las matrices u otras
empresas del grupo. En particular, es especialmente importante la proporción de firmas
que señala hacer recibido asistencia técnica y transferencia de tecnología desde las
terminales en tecnologías duras (producto y proceso) y calidad, mientras que en lo que
respecta a matrices u otras empresas del grupo es igualmente considerable la asistencia
proporcionada en producto, proceso, diseño y calidad.
Cuadro 5. Asistencia realizada por cada tipo de agente en cada una de las tecnologías posibles.
23%
24%
17%
25%
MATRIZOTRAS
EMPRESAS
DEL
GRUPO
25%
23%
22%
22%
17%
19%
7%
15%
9%
10%
18%
1%
8%
3%
3%
17%
1%
4%
1%
TERMINALES
Producto
Proceso
Diseño
Calidad
Recursos
Humanos
Organización del
trabajo
Comercialización
LABORATORIOSEMPRESAS DE
TECNOLOGÍA
OTRAS
EMPRESAS
SISTEMA
DE CYT
PÚBLICO
8%
7%
2%
11%
8%
14%
3%
9%
4%
4%
1%
7%
6. El entramado productivo: El efecto de las relaciones de los autopartistas con
otros agentes para aumentar sus competencias técnicas
Una primera cuestión que se advierte al analizar la asociación existente entre el
desarrollo de las competencias endógenas de las firmas y la importancia e intensidad de
las vinculaciones es que la mayor parte de los agentes con competencias endógenas
reducidas (72%) tiene, a su vez, vinculaciones de escasa complejidad cuando se
considera el conjunto de los agentes y los objetivos por los que se vinculan. Por el
contrario, sólo un tercio de las que tienen competencias elevadas tienen vinculaciones
reducidas, lo cual se encuentra fuertemente influido por las firmas que pertenecen al
grupo de reposición (ver cuadro 6).
23
Este indicador toma en cuenta el grado de complementariedad entre la asistencia técnica y/o la
transferencia de tecnología recibida. Asume los siguientes valores: 0 si la empresa no recibió asistencia
técnica y/o transferencia de tecnología; 1 si sólo recibió en tecnologías duras (producto y/o proceso); 2 si
sólo recibió en tecnologías blandas (diseño, calidad, recursos humanos, organización del trabajo y
comercialización).
19
Cuadro 6.Distribución de las firmas del panel por competencias endógenas según intensidad de
las vinculaciones agregadas con otros agentes
INDICADOR DE
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS AGREGADO
Bajo
Medio
Alto
INDICADOR DE VINCULACIONES AGREGADO
Bajo
Medio
Alto
72.7
50
32.5
18.2
41.2
50
9.1
8.8
17.5
En ese contexto, la asociación entre ambas variables es más marcada entre los agentes
del primer anillo de proveedores. Mientras la mitad de los que tienen competencias
bajas o medias tienen vinculaciones de escasa complejidad, sólo el 28% de las firmas
con competencias elevadas tienen esta misma característica. Por el contrario, la
totalidad de las firmas del segundo anillo tienen relaciones de reducida complejidad,
más allá del nivel alcanzado en sus competencias endógenas. En el caso de reposición,
nuevamente la proporción de firmas con vinculaciones de escasa complejidad va
aumentando significativamente al pasar de las de elevadas competencias (22%) a las de
competencias medias (45%) y reducidas (100%).
En términos de los factores desagregados que determinan las competencias endógenas
es importante destacar que las firmas con equipo de trabajo más postfordista tienen una
relación media con proveedores internacionales y con universidades locales, baja con
centros tecnológicos e inexistente con proveedores nacionales. Por otra parte, los
agentes con equipo de trabajo medio tienen una relación elevada con cámaras
empresariales, media con clientes internacionales y reducida con centros tecnológicos.
En este sentido, tener una organización del trabajo no taylorista parece ser una
condición para la existencia de algún tipo de vinculación con centros tecnológicos (ver
cuadro 2 AE).
El tipo de polivalencia adquirida a partir de procesos de rotación de la mano de obra
constituye otro elemento determinante de las competencias endógenas asociado a la
existencia e intensidad de la vinculación con otros agentes. Así, por ejemplo, las firmas
con polivalencia enriquecida tienen elevada vinculación con el núcleo, relaciones
medias con cámaras empresariales y consultores y algún tipo de relación (baja pero no
inexistente) con proveedores internacionales y centros tecnológicos. Por el contrario, las
firmas en las que no existe ese tipo de rotación sólo se caracterizan por inexistentes
relaciones con centros tecnológicos y relaciones más precarias (bajas) con consultores
(ver cuadro 2 AE). Es decir, nuevamente la intensidad de las relaciones con centros
tecnológicos está mediada por elementos determinantes de las competencias endógenas.
Por otro lado, ni la autonomía ni la existencia o no de funciones específicas en la
estructura de capacitación guardan relaciones significativas e interpretables con la
existencia e intensidad de la vinculación con otros agentes (cuadros 5 AE).
Los factores determinantes de las competencias endógenas que guardan más relación
con la existencia e intensidad de las vinculaciones con otros agentes son los referidos al
proceso de aseguramiento de la calidad. Así, por ejemplo, las vinculaciones con el
núcleo, con clientes nacionales y con proveedores internacionales aumentan al pasar de
control de procesos bajo y medio a elevado. Por otro lado, las vinculaciones con
consultores y centros tecnológicos son inexistentes en niveles bajos y medios del
control de procesos. Por su parte, las firmas con elevada cultura hacia la calidad tienen
20
relaciones medias con los núcleos, lo que no aparece en los agentes con cultura media o
baja. Asimismo, las firmas con indicadores para mejora e innovación elevados son las
que tienen relaciones más significativas con otros agentes: medias y altas con el núcleo,
medias con proveedores nacionales y consultores, altas con clientes nacionales y
cámaras empresariales y reducidas pero no inexistentes con centros tecnológicos y
universidades. Por el contrario, las firmas con reducido nivel de cultura hacia la calidad
tienen niveles de vinculación inexistentes o reducidos con el núcleo, e inexistentes con
proveedores internacionales, clientes nacionales y universidades (ver cuadro 4 AE).
Las actividades de innovación guardan una menor asociación con la existencia y
profundidad de las vinculaciones de las firmas con otros agentes. En ese contexto, es
interesante señalar algunas cuestiones. Por un lado, las firmas que carecen de equipos de
I&D no tienen vinculación con universidades, lo que profundizaría la brecha entre
firmas con desiguales competencias. Por otro lado, las empresas que no efectúan
esfuerzos de innovación incorporados y, sobre todo, no incorporados carecen de
relaciones con consultores y con centros tecnológicos. El grado de balanceo de las
actividades de innovación parecería tener algún tipo de asociación con la existencia y
grado de profundidad de las vinculaciones con otros agentes. Así, en las firmas que
tienen actividades de innovación balanceadas, es frecuente encontrar algún tipo de
vinculación con proveedores internacionales y con centros tecnológicos (bajos), niveles
medios con proveedores nacionales y cámaras empresariales, y elevados con centros
tecnológicos (ver cuadro 6 AE).
Finalmente, las firmas con resultados positivos en el proceso innovativo tienen
vinculaciones con el núcleo (altas) y con centros tecnológicos (bajas y medias) (ver
cuadro 8 AE).
Los resultados presentados hasta aquí se pueden formalizar utilizando un modelo de
regresión logística multinomial ordenado, donde el grado de desarrollo de las
competencias endógenas es la variable independiente (coentr) y las variables
dependientes son los esfuerzos de innovación (esfunoin), el grado de importancia de las
vinculaciones con otros agentes (vinatr), el nivel de ocupación de las firmas (ocutr) y la
posición en la trama, ya sea como proveedor del primer y segundo anillo o del mercado
de reposición (ventr2).
Como puede observarse el grado de desarrollo de las competencias endógenas está
positivamente asociado a los esfuerzos de innovación no incorporados, y a las
vinculaciones con otros agentes y al número de ocupados. Por el contrario, la ubicación
de las firmas en la trama no es significativa para explicar las diferencias encontradas en
las competencias endógenas (cuadro 7).
La estructura básica del modelo de regresión ordinal es la siguiente:
coentri = m si τ m −1 ≤ y i∗ < τ m para m = 1,2,3.
1 ⇒ Bajo si τ 0 = −∞ ≤ y i∗ < τ 1

coentri = 2 ⇒ Medio si τ 1 ≤ y i∗ < τ 2

∗
3 ⇒ Alto si τ 2 ≤ y i < τ 3 = ∞
21
Pr ( coentr = m x ) = F (τ m − x β ) − F (τ m −1 − x β )
x β = β ocutr ocutri + β esfunoin esfunoini + βventr ventri + βvinatr vinatri
donde: ocutri es el tamaño de las firmas medido a partir del número de ocupados
esfunoini son los esfuerzos de innovación no incorporados
ventri es la posición de la firma en la trama
vinatri es el indicador de vinculaciones agregado
Cuadro 7 Estimadores del modelo utilizado
VARIABLE
COEFICIENTES
0.37
Ocutr
0.85
esfunoin
-0.09
ventr
0.57
vinatr
Log likelihood -71.8
BIC -182
Nota: *** significativa al 1%, ** al 5%, * al 10%
SIGNIFICATIVIDAD
**
***
*
LR CHI 17.2 ***
La función F sigue una distribución normal. Asimismo F representa la función de
distribución acumulada del error del modelo.
El modelo permite también efectuar algunos ejercicios de tipo exploratorio para evaluar
la probabilidad de que agentes con niveles elevados de esfuerzos de innovación no
incorporados y de vinculaciones agregadas pertenezcan a los diversos grupos de
competencias endógenas considerados. Así, por ejemplo, mientras la probabilidad de
que los agentes con estas características caigan en el grupo de menores competencias es
de sólo el 2%, la probabilidad de que pertenezcan al grupo de competencias elevadas es
del 80%. A su vez, debido al efecto positivo del tamaño, la probabilidad va aumentando
al pasar de los agentes más pequeños a los más grandes para iguales niveles de
esfuerzos de innovación y vinculación. Finalmente, la probabilidad de pertenecer al
grupo de mayores competencias no presenta diferencias significativas entre distintas
posiciones en la trama (cuadros 9 y 10 AE).
A la vez, es interesante observar también los cambios en las probabilidades de que las
firmas del mercado de reposición y del primer y segundo anillo tengan competencias
elevadas, medias o bajas al considerar, por un lado, bajos niveles de vinculación y altos
esfuerzos balanceados, (cuadros 11 y 12) y la situación inversa por el otro (cuadro 13 y
14).
Cuando la vinculación es reducida pero los esfuerzos balanceados elevados en las
firmas de menos de 30 ocupados la probabilidad de tener competencias elevadas es del
32% en reposición y del 40% en el primer y segundo anillo. Sin embargo, con iguales
niveles en ambas dimensiones la probabilidad de pertenecer al grupo de elevadas
competencias es superior al 60% entre las de más de 100 ocupados, y mayor en el caso
de los proveedores del primer y segundo anillo.
22
El mismo ejercicio efectuado para elevada vinculación y reducido balanceo de los
esfuerzos muestra menores niveles de probabilidad en todos los casos, poniendo de
relieve la mayor importancia de la segunda variable (cuadro 13).
6. Conclusiones
Este trabajo pone de relieve que el funcionamiento de la trama automotriz ha
experimentado sólo leves modificaciones respecto a la dinámica predominante en los
90´s tanto en términos de competencias como fundamentalmente de las articulaciones
que las firmas desarrollan con otros agentes e instituciones. En esa dirección, y de la
misma forma que en la etapa de crecimiento de la primera parte de los 90´s, las
variables macroeconómicas parecen haber sido mucho más relevantes que las micro y
las mesoeconómicas para explicar la recuperación del complejo desde la devaluación.
Pese a esto, las relaciones entre competencias y vinculaciones muestran en este período
una mayor fortaleza que en el periodo previo (Albornoz y Yoguel, 2004). Esto podría
estar sugiriendo una actitud más proactiva por parte de las firmas del complejo
orientada hacia el aprovechamiento de las capacidades existentes en un contexto de
precios relativos más favorables a los transables, lo que establece fuertes diferencias en
relación con el período previo donde fueron los esfuerzos incorporados los que lideraron
el crecimiento del sector.
En ese marco, este trabajo muestra algunas cuestiones interesantes que no se
evidenciaban tan claramente en la década del ’90. Por un lado, no se aprecian
diferencias significativas entre las firmas de inversión extranjera directa y las firmas
nacionales en términos de competencias y desarrollo de articulaciones. En parte, esto se
podría explicar por la reducción de la brecha tecnológica por parte de las empresas
nacionales que sobrevieron al proceso de apertura de los 90´s. A su vez, otro elemento
interesante es la escasa diferencia en el nivel de competencias alcanzado por firmas que
pertenecen a distintos anillos de proveedores y al mercado de reposición. Contra la
hipótesis que se plantea en este trabajo, esto implicaría que efectuar una política de
reestructuracion en este último grupo de empresas sería factible a partir de desarrollos
ulteriores de las competencias existentes.
El modelo estimado y la estadística descriptiva presentada señalan la existencia de una
asociación positiva
entre competencias endógenas, esfuerzos de innovación,
vinculaciones y tamaño de las firmas. Asimismo, se evidencia la relación existente entre
las diferentes dimensiones de las competencias endógenas (organización del trabajo,
gestión de la calidad, capacitación y equipo de investigación y desarrollo) y entre los
aspectos que definen cada una de estas dimensiones. Esto define el carácter sistémico
del desarrollo de las competencias y de las relaciones entre estas y el resto de los
aspectos considerados donde, sin embargo, el tamaño de las firmas juega un rol
considerable tal como se aprecia en las estimaciones de probabilidad del modelo
presentado.
En este contexto, las firmas con mayores niveles de competencias y vinculaciones son
también las que reciben mayores transferencias de tecnología. Así, la capacidad de
absorción se constituye como una condición necesaria para la posibilidad de
23
transferencia, al mismo tiempo que se pone en evidencia que, para que las terminales
tengan incentivos para desarrollar capacidades locales específicas, tienen que existir
competencias locales mas generales que hagan posible ese flujo.
En las direcciones planteadas, el desafío que enfrenta el complejo automotor argentino
está relacionado no sólo con el aumento de las competencias, en especial de aquellas
vinculadas a la organización del trabajo, sino también con la complejización de su
estructura a partir de la ampliación de la red de proveedores nacionales y/o radicados en
Argentina que estén involucrados en el desarrollo de subensambles de mayor
complejidad y que posean fuertes interacciones con empresas e instituciones que les
permitan mejorar sus competencias endógenas. Como consecuencia de lo anterior,
podría esperarse un proceso de upgrading en las cadenas globales en las que se inserta la
trama.
7. Referencias Bibliográficas
Albornoz, F. y Yoguel, G. (2004) “Competitiveness and production networks: the case of the Argentine
automotive sector
Albornoz, F.; Milesi, D. y Yoguel, G. (2004) “Tramas productivas en viejos sectores: metodología y
evidencia en la Argentina”, Revista Desarrollo Económico Nº 172.
Ancori, B., Bureth, A. and Cohendet, P., (2000). “The economics of knowledge: the debate about
codification and tacit knowledge”, Industrial and Corporate Change, Vol 9, Nro 2.
Antonelli, C. (1999) “The evolution of industrial organization of the production of knowledge”,
Cambridge Journal of Economics, Vol 23.
Arrow, K. (1962) “Economic welfare and the allocation of resoruces to inventive activity” en Nelson (ed)
The rate and direction of technical change, National Bureau of Economic Research, N. York.
Bisang, R.; Novick, M.; Sztulwark, S. y Yoguel, G. (2005) “Las redes de producción y empleo.
Elementos básicos para la formualción de políticas públicas”, en Casalet, M.; Cimoli, M. y Yoguel, G.
(comp.) Redes, jerarquías y dinámicas productivas. Miño y Dávila-FLACSO México-OIT.
Castillo, V.; Rojo, S.; Rotondo, S. y Yoguel, G. (2006) “El complejo automotor: empleo, trayectorias y
negociación colectiva”, en Trabajo, ocupación y empleo: especialización productiva, tramas y
negociación colectiva, Serie Estudios Nro 4, Ministerio de Trabajo, Buenos Aires
Cimoli, M. y Correa, N. (2006) “La apertura comercial y la brecha tecnológica en América Latina: una
“trampa de bajo crecimiento””, en Ocampo, J. (ed.) Más allá de las reformas: dinámica estructural y
vulnerabilidad macroeconómica. CEPAL / ALFAOMEGA.
Cohen, W. y Levinthal, D. (1989) “Innovation and Learning: The Two Faces of R&D”, The Economic
Journal, Vol. 99, Nº 397, pp. 569-596.
Cohendet P.; Kern F.; Mehmapazir y Munir F., (1999) “Knowledge coordination, competence creation
and integrated networks in globalises firms, Cambridge Journal of Economics, Vol 23.
Cowan, R.; David, P. y Foray, D. (2000) “The explicit Economics of Knowledge Codification and
Taciteness”, Industrial and Corporate Change, Vol 9 Nro 2.
Erbes, A.; Robert, V; Yoguel, G.; Borello, J. y Lebedinsky, V. (2006) “Regímenes tecnológico, de
conocimiento y competencia en diferentes formas organizacionales: la dinámica entre difusión y
apropiación”, Revista Desarrollo Económico, Vol. 46, Nº 181, pp. 33-61. Instituto de Desarrollo
Económico y Social.
Ernst, D. y Lundvall, B. (1997) “Information Technology in the Learning Economy. Challenges for
Developing Countries”, DRUID Woking Paper Nro 97/12, Aalboarg.
Hirshman, A. (1958) The Strategy of Economic Development. New Haven, Connecticut: Yale University
Press.
24
INDEC- SECYT (2003) Segunda Encuesta Nacional de Innovación y Conducta Tecnológica de las
Empresas Argentinas, Estudios Nro 38, Buenos Aires
Johnson, B.; Lorenz, E. y Lundvall, B-A. (2000) “Why all this fuss about codified and tacit knowledge”,
Industrial and Corporate Change, Vol 11, Nro 2.
Juarez Nuñez H, Lara Rivero A y Bueno C (Eds), (2005) El auto global: desarrollo, competencia y
cooperación en la industria del automóvil, Universidad de Puebla, UAM-Xochimilco y CONACYT,
México.
Kosacoff, B. (1997) Estrategias empresariales en tiempos de cambio: desempeño industrial frente a
nuevas incertidumbres. CEPAL-Universidad de Quilmes. Buenos Aires.
Lall, S. (1992), "Technological Capabilities and Industrialization", World Development, Vol. 20, No 2.
Langlois, R. (2003). The vanishing hand: the changing dynamics of industrial capitalism Industrial and
Corporate Change, Vol 12, Nro 2.
Lara Rivero, A. (2002). “Arquitectura Modular y administración de la variabilidad tecnológica. El caso
del sector automotriz”, Departamento de producción Económica / Universidad Autónoma Metropolitana
Xochimilco, México, mimeo, 28 páginas.
Lara Rivero, A; Corona, J. M. y Buendía, A. (1997). “Intercambio de información tecnológica entre
industrias de automotores y autopartes”, en Comercio Exterior, Vol. 47, N° 2, Febrero, pp. 111-123.
Lewis, W (1954) “Economic Development with Unlimited Supplies of Labor”. Manchester School of
Economic Studies 22, May, 139-191
Lundvall, A. y Johnson, B. (1994) Learnig economy, in Journal of industrial studies, Vol 1, Nro 2,
december
Malerba, F. y Orsenigo, L. (2000) “Knowledge, Innovative activities and industrial evolution”, Industrial
and Corporate Change, Vol 9, Nro 2.
Metcalfe, J.; Ramlogan, R. y Uyarra, E. (2003), Economic development and the competitive process,
Centre for Research on Innovation and Competition Working Paper No 36, University of Manchester
Motta , J.; Roitter, S.; Delfíni, M.; Yoguel, G. y Milesi, D. (2007) “Articulación y desarrollo de
competencias en la trama automotriz argentina: morfología, innovación y empleo” en Delfín, M.;
Dubbini, D.; Lugones, M. y Ribero, I. (eds.) Innovación y empleo en tramas productivas en Argentina,
UNGS-PROMETEO (en prensa).
Motta, J. (1999) “El nuevo modelo de organización industrial vigente en el sector automotor argentino”,
Proyecto CEPAL/CIID, Reestructuración industrial, innovación y competitividad internacional en
América Latina, Fase II (mimeo)
Motta, J. (2005) "Patrones de innovación en la industria autopartista argentina", Tesis Doctoral, Departament
d'Economia de l'Empresa, Universitat Autónoma de Barcelona, España, 250 pág., (mimeo).
Motta, J. J.; Cuttica, M. y Zavaleta, L. (2000). “Las relaciones proveedor-cliente en la industria
automovilística argentina”, Comercio Exterior, Vol. 50, Nº 9: 820-829.
Motta, J, y Zavaleta, L. (2005). "Factores de competitividad de la industria autopartista de Córdoba",
Semanario Factor, pp: 8-18, Marzo.
Nelson, R. (1962) The rate and direction of technical change, National Bureau of Economic Research,
New York.
Nelson, R. y Winter, S. (1982) An Evolutionary Theory of Economic Change. Cambridge: Harvard
University Press.
Nightingale, P. (2003) “If Nelson and Winter are only half right about tacit knowledge, which half? A
Searlean critique of ‘codification’”, Industrial and Corporate Change, Vol 12.
Nonaka I. y Takeuchi H. (1995) The knowledge creating company: How japannesse companies create the
dynamics of innovation, London: Oxford University Press.
Nonaka, I. y Toyama, R. (2002) “A firm as a dialectical being; towards a dinamic theory of the firm”,
Industrial and Corporate Change Vol 11. nº5. 2002.
25
Nooteboom, B. (1999) Innovation, Learning and Industrial Organization Cambridge Journal of
Economics; 23: 127-150.
Novick, M. y Yoguel, G. (1998). “La vulnerabilidad de una trama productiva: la díficl relación clienteproveedor en el compolejo automotriz argentino”, Seminario Producao flexibel e Novas
institucioanlidades na America Latina, Rio de janeiro, UFRJ,(mimeo)
Novick, M. y Yoguel, G. (1999) “Espacios emergentes en la industria automovilística internacional:
algunas evidencias del caso argentino”, Serie Ponencias Nº 3, Instituto de Industria, Universidad Nacional
de General Sarmiento, Abril.
Novick, M. y Yoguel, G. (2000) “La vulnerabilidad de una trama productiva: la difícil relación clienteproveedor en el complejo automotriz argentina”, Revista Trabajo, Mexico, Número 4, Invierno.
Novick, M. (2000) Nuevas configuraciones en el sector automotor argentino: la tension entre estrategias
productivas y comerciales, Cuadernos del CENDES, Nro 49, Caracas, Venezuela.
Nurkse, R (1952), “Some International Aspects of the Problem of Economic”, en Development American
Economic Review, Vol. 42, No. 2.
Ocampo, J. (2006) Más allá de las reformas: dinámica estructural y vulnerabilidad macroeconómica.
CEPAL / ALFAOMEGA.
Peirano, F. y Suárez, D. (2004) “Estrategias empresariales para el uso y aprovechamiento de las TIC´S
por parte de las PyMES Argentinas en 2004” Documento de Trabajo Nº 18, Centro REDES.
Polanyi, M. (1958) Personal Knowledge: Towards a Post-critical Philosophy, London: Routledge &
Kegan Paul.
Reinert, E. (2006) “Especialización productiva y desarrollo tecnológico. El desafío para los países en
desarrollo”, en Borello, J.; Robert, V. y Yoguel, G. (ed.) Para pensar la informática en la Argentina:
Desafíos a la especialización y a la competitividad. Prometeo/UNGS
Reinert, S. (2005a) “The italian tradition of political economy: theories and policies of development in the
semi-periphery of the Enlightenment”, en Jomo K. and Reinert E.(2005) Development Economics, How
Schools of economic thought have addresses development, Sed Books, London-N York
Reinert, E. (2005b) “German Economics as development economics”, en Jomo K. y Reinert E. Op Cit.
Roldán, M. (2001) 'Competition and Cooperation in the Automobile Sector in the
Context of neo Liberal Region Construction in the Periphery (Mercosur) Some
Evidence from Argentina'. Actes du Gerpisa, Paris: June
Rosenstein-Rodan, P. (1943) “Problems of Industrialization of Eastern and Southeastern Europe.”
Economic Journal 53(210-211) June-September: 202-211.
Ross, J. (2006) “Divergencia y colapsos del crecimiento: teoría y evidencia empírica”, en Ocampo, J.
(ed.) Más allá de las reformas: dinámica estructural y vulnerabilidad macroeconómica. CEPAL /
ALFAOMEGA.
Roitter, S.; Yoguel, G.; Erbes, A.; Delfini, M., y Pujol, A. (2006) “Conocimiento, organización del
trabajo y empleo en PyMEs pertenecientes a las tramas productivas automotriz y siderúrgica”, mimeo
Schumpeter, J. (1912) Teoría del Desenvolvimiento Económico, Fondo de Cultura Económica.
Schumpeter, J. (1942) Capitalismo, socialismo y democracia, Editorial Aguilar.
Singer, H. (1950) “The distribution of gains between investing and borrowing countries”. American
Economic Review, 40: 473-485.
Tigre, P.; Laplane, M; Lugones, G. y Porta, F. (1999) “Cambio tecnológico y modernización en la
industria automotriz del MERCOSUR”, en Integración y Comercio Nº 78. Instituto para la Integración de
América Latina. Banco Interamericano de Desarrollo, Buenos Aires, Enero-Agosto, pp. 133-156.
Yoguel, G; Novick, M; y Marín, Anabel (2000). “Production networks: linkages, innovation processes
and social management technologies. A methodological approach applied to the Volkswagen case in
Argentina”, Danish Research Unit Industrial Dynamics, Electronic papers Nro 12.
26
Anexo Estadístico
Cuadro 1. Competencias Endógenas agregadas por estrato de tamaño de agentes
ESTRATO DE
COMPETENCIAS ENDÓGENAS AGREGADAS
EMPRESAS
Bajo
Medio
Alto
42.9***
31.4
25.7
PyMes
14.2
42.9
42.9
Grandes
6.1(-**)
39.4
54.5
Multinacionales
La probabilidad de aceptar la hipótesis nula de asociación entre las variables es menor al 1%.
** Prueba Z significativa al 5%. *** Prueba Z significativa al 1%.
Cuadro 2. Vinculaciones con objetivos ponderados y variables estructurales
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
Núcleo
Proveedores
nacionales
Proveedores
internacionales
VARIABLES ESTRUCTURALES
Coeficiente de exportación
Coeficiente de importación
Medio entre - 5 y 30%
Alto – entre 30 y 70%
IED
Inexistente - entre 30 y 70%
Inexistente - superior a 30%(-)
Medio - superior 30%
Clientes nacionales
Clientes
internacionales
Inexistente - inferior a 5%
Bajo - entre 5 y 30%
Cámaras
empresariales
Consultores
Centros
tecnológicos
Universidades
Alto – entre 5 y 30%
Medio – superior a 30%
Inexistente –
no importa
Alto – no importa
Inexistente - entre 30 y 70%
Bajo – hasta 30%
Inexistente - entre 30 y 70%
Medio – más de 70%
Bajo – Global/IED
Inexistente –
Global/IED (-)
Medio – no importa
Inexistente – entre 5 y 30%
Bajo – Global/IED
Cuadro 3. Vinculaciones con objetivos ponderados y componentes del indicador de
organización del trabajo
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
Núcleo
Proveedores
nacionales
Proveedores
internacionales
Clientes nacionales
Clientes
internacionales
Cámaras
empresariales
COMPONENTES DEL INDICADOR DE ORGANIZACIÓN DEL
TRABAJO
Adquisición de
Autonomía de los
Equipo de trabajo
experiencias
operarios
Alto – Alto
Inexistente – Alto
Inexistente – Medio
Bajo – Alto
Bajo – Bajo
Inexistente – Alto
Medio – Medio
Bajo – Bajo
Alto – Medio
Alta – Medio
Alto – Medio
Medio – Alto
Medio – Alto
Medio – Alto
Bajo – Bajo
Consultores
Centros
tecnológicos
Universidades
Inexistente – Medio
Bajo – Alto
Bajo – Medio
Inexistente - Bajo
Medio – Alto
Bajo – Alto
Inexistente - Bajo
Inexistente – Alto
27
Cuadro 4. Vinculaciones con objetivos ponderados y componentes del indicador de gestión de
la calidad
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
COMPONENTES DEL INDICADOR DE GESTIÓN DE LA CALIDAD
Cultura hacia la
Herramientas para la
Control de Proceso
calidad
mejora y la innovación
Núcleo
Inexistente – Medio
Proveedores
nacionales
Inexistente – Medio
Proveedores
internacionales
Inexistente – Medio
Clientes nacionales
Inexistente – Medio
Clientes
internacionales
Cámaras
empresariales
Consultores
Centros
tecnológicos
Medio – Alto
Medio – Alto
Alto – Alto
Inexistente – Bajo
Bajo – Bajo
Medio – Alto
Bajo – Alto
Medio – Alto
Inexistente – Medio
Inexistente – Bajo
Inexistente – Bajo
Alto – Bajo
Inexistente – Bajo
Bajo – Medio
Inexistente – Bajo
Inexistente – Bajo
Alto – Alto
Inexistente – Medio
Medio – Alto
Inexistente – Medio
Bajo – Alto
Bajo – Alto
Inexistente – Bajo
Universidades
Cuadro 5. Vinculaciones con objetivos ponderados, y estructura de capacitación y equipo de
I+D
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
Núcleo
Proveedores
nacionales
Proveedores
internacionales
Clientes nacionales
Clientes
internacionales
Cámaras
empresariales
Consultores
Centros
tecnológicos
Universidades
OTRAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS
Estructura de capacitación
Equipo de I+D
Inexistente – Algunas funciones
Medio - Informal
Inexistente – Algunas funciones
Inexistente – Algunas funciones
Medio – Todas las funciones
Inexistente – No tiene
Medio - Informal
Inexistente – Sin estructura propia
Inexistente – No tiene
28
Cuadro 6. Vinculaciones con objetivos ponderados y esfuerzos de innovación
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
Núcleo
Proveedores
nacionales
Proveedores
internacionales
Esfuerzos
incorporados
ESFUERZOS DE INNOVACIÓN
Esfuerzos no
Esfuerzos de Innovación
incorporados
balanceados
Alto – Medio
Inexistente - Alto
Inexistente – Medianamente
balanceadas (-)
Clientes nacionales
Clientes
internacionales
Inexistente – Alto
Cámaras
empresariales
Inexistente – Bajo
Consultores
Inexistente – Bajo
Inexistente – Bajo
Centros
tecnológicos
Inexistente – Bajo
Inexistente – Bajo
Inexistente – No realizó
esfuerzos
Alto – Balanceadas
Inexistente – No realizó
esfuerzos
Bajo – No realizó esfuerzos (-)
Inexistente – Medianamente
balanceadas (-)
Inexistente – No realizó
esfuerzos
Bajo – No realizó esfuerzos (-)
Universidades
Cuadro 7. Vinculaciones con objetivos ponderados y tipo de innovaciones realizadas
VINCULACIONES
CON OBJETIVOS
PONDERADOS
TIPOS DE INNOVACIONES
Producto
Proceso
Organización
Comercialización
Núcleo
Proveedores
nacionales
Medio –
Balanceadas
Inexistente –
Balanceadas (-)
Bajo – Balanceadas
Inexistente –
Balanceadas (-)
Proveedores
internacionales
Clientes nacionales
Inexistente –
No (-)
Bajo – No
Clientes
internacionales
Cámaras
empresariales
Inexistente –
No
Inexistente –
Si (-)
Medio – Si
Consultores
Inexistente –
No
Bajo – No (-)
Centros
tecnológicos
Universidades
Tipos de
innovaciones
balanceados
Bajo – No
(-)
Medio – Si
Inexistente – No
realizó
Inexistente –
Balanceadas (-)
Medio –
Balanceadas
Inexistente –
Balanceadas (-)
Bajo – Balanceadas
Inexistente –
Balanceadas (-)
Medio –
Balanceadas
Inexistente –
No
Bajo – Si
29
Cuadro 8. Vinculaciones con objetivos ponderados y resultados de innovación
VINCULACIONES CON
OBJETIVOS
PONDERADOS
Núcleo
Proveedores nacionales
Proveedores internacionales
Clientes nacionales
Clientes internacionales
Cámaras empresariales
Consultores
Centros tecnológicos
RESULTADOS DEL PROCESO
INNOVATIVO
Bajo – Hasta dos actividades
Medio – Entre 2 y 4 actividades
Alto – Más de cinco actividades
Medio – Hasta dos actividades (-)
Inexistente – Entre 2 y 4 actividades
Bajo – Entre 2 y 4 actividades (-)
Bajo – No obtuvo resultados
Medio – Entre 2 y 4 actividades
Inexistente – Más de cinco actividades (-)
Inexistente – Más de cinco actividades (-)
Bajo – Más de cinco actividades
Universidades
Cuadro 9. Probabilidad de que las firmas del primero y segundo anillo con elevadas
vinculaciones y esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias
endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
4
27
68
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
4
2
1
28
16
12
68
82
87
Más de 300
1
8
91
Cuadro 10. Probabilidad de que las firmas del mercado de reposición con altas vinculaciones y
esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
6
34
69
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
4
3
2
27
21
16
69
76
82
Más de 300
1
11
88
Cuadro 11. Probabilidad de que las firmas del mercado de reposición con baja vinculación y
alta esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
17
51
32
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
12
9
6
47
41
34
41
50
60
Más de 300
4
28
68
Cuadro 12. Probabilidad de que las firmas del primero y segundo anillo de baja vinculación y
alta esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
13
47
40
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
8
6
4
42
35
28
50
59
68
Más de 300
3
22
75
30
Cuadro 13. Probabilidad de que las firmas del mercado de reposición con alta vinculación y
bajos esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
25
53
22
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
19
14
10
52
49
43
29
37
47
Más de 300
7
37
56
Cuadro 14 Probabilidad de que las firmas del primero y segundo anillo de alta vinculación y
bajos esfuerzos balanceados pertenezcan a los distintos niveles de competencias endógenas
COMPETENCIAS
ENDÓGENAS
Baja
Media
Alta
Menos 30
20
52
28
TAMAÑO DE LAS FIRMAS (Ocupación)
30 a 70
70 a 100
100 a 300
14
10
7
49
44
38
37
46
55
Más de 300
5
31
64
31

Documentos relacionados