PINOCHO UNA NOVELA EN EL AULA DE TRANSICIÓN Mesa 4

Transcripción

PINOCHO UNA NOVELA EN EL AULA DE TRANSICIÓN Mesa 4
PINOCHO
UNA NOVELA EN EL AULA DE TRANSICIÓN
Mesa 4. Literatura en el aula
Nodo Valle
Contextualización
Proyecto de aula realizado por la profesora Claudia Montoya
Colegio Jefferson de Cali
Nivel: Transición (72 estudiantes distribuidos en tres grupos. Edad: 6-7 años).
Sección Preescolar
Ejercicio de reflexión de la práctica: Claudia Montoya y Alice Castaño1.
-¿Cuál es la propuesta para transición?
-Este año leeremos la novela de Collodi, Pinocho
Resumen
Esta experiencia aborda la experiencia de leer Pinocho (novela) en el aula de
transición. Se parte de una concepción de lectura que no subestima a los niños si no
por el contrario que los concibe como sujetos capaces de interpretar y enfrentarse a
textos complejos, la labor de mediación se constituye en un elemento importante para
lograrlo. Hay un énfasis en las acciones que se llevaron a cabo para leer la novela y en
la formación literaria.
Palabras clave
Literatura, transición, lectura, formación literaria, mediación
El reto de leer una novela en transición: Serpientes a enfrentar
Pinocho, aunque fue escrita hace 131 años, como la buena literatura, sigue vigente
divirtiendo a muchos niños y niñas. Por eso, cualquier docente estará de acuerdo con
que leer Pinocho, la historia de aquel títere travieso de madera, es totalmente válido.
1
Maestras normalistas, egresadas de la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle, especialistas en
Enseñanza de Lectura y Escritura en Lengua Materna y estudiantes de la Maestría en Lingüística y Español de la
misma universidad. Pertenecen a la Red de Maestros para la Transformación de la Enseñanza del Lenguaje. Nodo
Valle.
Eso si se habla de la adaptación, pero si se dice que se leerá la novela de 286 páginas
la concepción cambia y como en la novela, hay serpientes que obstaculizan el paso.
Un primer reto a enfrentar es la concepción de "lectura" que tengan los maestros. Si ven
la lectura como un acto de decodificación, de reconocer letras y hacer que suenen
juntas, los niños no están preparados para el libro -y en realidad para ningún texto-.
Pero si comparten con nosotras que la lectura es producción de sentido y que el
reconocer las letras es una meta y no un prerrequisito, los niños sí pueden leer textos .
El asunto será entonces, ¿qué tanto pueden leer?
La anterior afirmación pone de manifiesto otro de los retos a los que nos enfrentamos,
el prejuicio ante las capacidades de los niños. Lo más común es concebir que niños de
transición no pueden leer algo tan extenso. Tal vez esta manera de pensar sea la
mayor serpiente a vencer, pues exige que se cambie la perspectiva, y nos enfoquemos
en nosotros los maestros, quienes somos los responsables de lo que ocurre en el aula.
Ante una mediación consciente, retadora y que reconozca las capacidades de los niños,
pero sobre todo ese hasta donde pueden llegar pensando por lo alto, sin límites, se
pueden lograr grandes cosas (Comino, 2009).
Un desafío que no podemos dejar de mencionar es uno que no pertenece al terreno del
aula, pero que influye mucho en lo que en ella suceda: las familias. Al proponer leer la
novela de Pinocho, asalta la duda ¿qué pensarán los padres de familia? Cómo
presentar la propuesta fue determinante para la aceptación de la misma. El dejar que
los niños cautivaran a sus padres, se convirtieran en "encantadores de serpientes" y los
sedujeran ante la propuesta fue definitivo. Aunque fue una decisión de la maestra leer
la novela, no se presentó de antemano a las familias, el trabajo en el aula inició y al los
niños sentirse atraídos por la historia, se encargaron de hacer lo mismo con sus
familias.
Si se tiene claridad al lugar al que se quiere llegar, pero sobre todo si se cree en las
capacidades de los niños tendremos la fortaleza para superar las pruebas que surjan en
el camino.
Tras un deseo. El lugar al que se quiere llegar.
En agosto de 2011 llegaron al nivel de Transición 72 chicos con sus maletas llenas de
experiencias, travesuras, espontaneidad y de deseos de seguir creciendo y fueron
estas características las que inclinaron la balanza hacia la escogencia de un texto
literario
como Pinocho en el que no sólo tuvieran la oportunidad de conocer la
“verdadera historia” que es mucho más que la tan difundida de Disney, sino también, y
primordialmente, de reconocerse en ese títere-niño de madera quien en la medida que
crece va construyendo las herramientas necesarias para lograrlo. Fue así como se
configuró esa doble intencionalidad de trabajo en el aula; por un lado, el que los niños
se enfrentaran a una obra literaria y pudieran reconocerla como el espacio de
convergencia de las manifestaciones humanas, y por otro, que sea precisamente esa
obra la que articule y promueva los procesos de lectura y escritura de los estudiantes.
De aventura en aventura. (Planeaciones)
El trabajo de Pinocho se abordó como un proyecto de lengua dado que en éste se
articuló la enseñanza de aspectos como la comprensión textual, la convencionalidad de
la lectura y la lectura de la literatura como elementos que hacen parte de un proceso del
lenguaje (Camps, 2003). Fue realizado a lo largo de dos periodos académicos, entre
enero y junio de 2012. Desde un comienzo fue concebido como una unidad completa
de sentido, con momentos y actividades específicas anticipadas, pero en el camino fue
necesario ir haciéndole múltiples adecuaciones debido a razones de diversa índole,
como el desempeño y las necesidades de los niños, las dinámicas grupales, los
tiempos institucionales, las miradas de otros pares académicos, etc, lo que llevó a tener
10 versiones del documento escrito donde se recoge la planeación de la maestra.
Las actividades que aparecen en el cuadro muestran algunas propuestas de la maestra
que a lo largo de todo el proyecto tuvieron un énfasis en lo literario.
Fecha
Algunas sesiones cuyo énfasis es lo
literario
Tema
lunes, 30 de enero
presentación ppt primeros 9
capítulos y pregunta por el origen del
tronco
martes 31 de enero
discusión y escritura en parejas,
hipótesis del origen del tronco
Puesta en común y escritura
colectiva
Lectura Pinocho en italiano, capítulo
17
Presentación Historia de Collodi y de
Pinocho
Negociación escritura mensaje para
Collodi
cine-foro. Diferencias entre película y
libro
Discusión y acuerdo entre parejas:
¿por qué la sombra sigue siendo
títere?
Presentación ppt 3 ilustradores de
Pinocho
Lectura de Pinocho capítulo 25.
Diferencia entre autor y narrador.
subrayado de narrador y personajes
jueves, 2 de febrero
viernes, 9 de marzo
jueves, 22 de marzo
martes, 27 de marzo
lunes, 16 de abril
miércoles 18 de abril
viernes, 20 de abril
viernes 27 de abril
Propósito
Organizar en retrospectiva la historia contada en
los primeros 9 capítulos de Pinocho y empezar a
generar hipótesis en relación con el origen del
Pinocho.
escuchar al otro y llegar a acuerdos sobre las
ideas que tienen acerca del origen del Pinocho
producir un texto colectivo sobre el origen de
Pinocho
empezar a identificar el libro de Pinocho con su
historia y su origen
Reconocer el contexto histórico del autor y de la
obra
Escritura entre pares y reflexión sobre el sistema
escrito
Explicitar las relaciones intertextuales entre la
película y el libro.
Establecer hipótesis y llegar a acuerdos entre las
parejas sobre el por qué la sombra sigue siendo
títere.
Reconocer las ilustraciones como otro soporte
expresivo de la historia de Pinocho.
Reconocer las voces textuales presentes en la
historia.
En el campo de los milagros sí crecen árboles con monedas de oro: la lectura
Proponer la lectura de Pinocho en transición supuso asumir este reto como una práctica
social y cultural, pues se buscó que al continuar en su ingreso en el mundo de la
palabra escrita los niños se siguieran descubriendo como lectores mientras iban
construyendo las convencionalidades de la lectura. Pero leer una novela de 286
páginas en un aula de niños de transición exige tomar decisiones en virtud de diferentes
propósitos.
1. La maestra lee. La presencia permanente de la voz de la maestra con sus matices
afectivos, gestos y corporeidad fue de gran importancia, pues con esto los diálogos y
las relaciones entre los personajes, y entre el narrador y los narratarios cobró vida,
constituyéndose así un referente social de lectura en voz alta.
2. La voz de nosotros se escucha. Leer ante la clase una pequeña parte de uno de los
capítulos de Pinocho, contando con la ayuda de un micrófono y un amplificador, fue una
experiencia enriquecedora para los chicos porque les permitió ser escuchados y
escucharse en su rol de lectores y además les permitió asumir la construcción de
algunas de las condiciones que requerían para salir exitosos en este múltiple reto que
combinaba exigencias desde la decodificación, el volumen de la voz y la reconstrucción
de la historia.
3. Los niños como productores de sentido. Leer Pinocho implicó que todos los
participantes del proyecto asumieran su lectura como un proceso significativo, de
construcción de sentido, cultural y situado en un contexto particular; de ahí que se
crearan condiciones que les permitiera a los niños establecer relaciones intertextuales
entre diferentes soportes expresivos de dicha historia como la película “Pinocho” de
Roberto Benigni y las obras gráficas referida a este libro de tres grandes ilustradores
italianos, sobre esto volveremos más adelante. Por ahora, observemos qué tipo de
relaciones establecieron los estudiantes durante el cine-foro sobre las diferencias entre
el libro y la película.
Profesora: ¿Se acuerdan que ustedes tenían una tarea? Que mientras iban viendo la película la
idea era ir pensando ¿qué tenían igual la historia del libro y la historia de la película, qué tenían
de diferente ambas historias? Pues llegó el momento de empezar a reconocer qué cosas son
distintas, las que son iguales ya las sabemos ¿si o no? Las distintas son las que tenemos que
estar mucho más pilosos para encontrarlas, entonces, empecemos por ahí, ¿qué cosas estaban
distintas, en la historia del libro y la historia de la película?
Estudiante: Que, que la zorra no tenía cojo y el gato no estaba ciego.
Profesora: Esa es una gran diferencia, aunque son la zorra y el gato, en el cuento hay más
detalles, dicen que ella esta coja y él está ¿qué?
Estudiantes: Ciego
Profesora: En cambio, en la película, eso no está, ese detalle de los personajes no está, a ver,
María Paula, otra diferencia.
Estudiante: Que, en el libro aparece la serpiente y en la película no.
Profesora: ¡Cierto! En el libro aparece toda la aventura de la serpiente y en el li, y en la
película…
Estudiantes: No.
Profesora: Manuela.
Estudiante: Por qué no sacan dos partes…
Estudiante: En la pelí, en el libro es una zorra y en la película es un zorro.
Profesora: ¡También! En el libro es una zorra y en la película es un zorro, pues es, son detalles
de los personajes que cambian de una versión a la otra, Antonio.
Estudiante: Que, que solo llegó donde Gepeto, no donde el maestro Cereza.
Profesora: Uy amigo, usted si estuvo muy piloso, recuerden que en el libro, el tronco llega
primero donde, Antonio, donde el maestro Cereza, sí, así se llama, ¿eso sucede en dónde? En el
libro, pero en la película el tronco llega derecho al taller de Gepeto, muy bien ese detalle, eh,
Martín.
Estudiante: Mira que el maestro, no, mira que el maestro Cereza, no, eh]1, o sea Gepeto, como,
como el maestro Cereza eh, o sea no todo, y, y eh, y además, él, él, él de una quería ser un títere
y a Andrés, no le cayó el tronco arriba o sea, como lo hicimos en una hoja, o sea, no le cayó
arriba al techo
Estudiante: ¿Gepeto?
Profesora: Ay, es que ese amigo recordó una cosa muy importante que hicimos hace un, hace
varias semanas, yo que sé por ahí, por ahí dos meses, ¿se acuerdan que entre todos nos
inventamos, nos inventamos de dónde venía el tronco? Claro.
Estudiante: Hace dos meses
Estudiante: Es que Joaquín dijo, que Joaquín dijo que del cielo.
Profesora: Claro, es que de todas maneras, la versión que nosotros inventamos del origen de
Pinocho, pues no la conoce Benigni que fue el que hizo la película.
4. Se lee despacio. Con toda seguridad algunas personas creen que leer solamente un
libro en el año es poco, aún para preescolar, pero habría que argumentar que este libro
solo per se es un gran libro tanto en profundidad y extensión y que funcionó como texto
eje alrededor del cual llegaron otros textos como la biografía de su autor; informaciones
sobre su proceso de producción; diversos mapas del mundo, de Italia e incluso sobre el
mismo territorio donde Pinocho vive sus experiencias. Pero leer Pinocho y leerlo bien,
degustándolo requiere ser leído sin afanes, con calma y entrega como lo exige la
literatura. En este sentido acogemos la noción de lectura planteada por Pérez y Roa
(2010, 37):
"Al leer en clase, además de adelantar la práctica de lectura como tal, se podrá
reflexionar sobre el proceso de producción de un libro, señalar quién es el autor
del texto, quién es el ilustrador, por qué unos textos tienen autor y otros no, si
hay ilustraciones, esquemas o fotografías y se reflexionará sobre las funciones
de esos elementos. Es decir, planteamos que la lectura debe tomarse en sentido
amplio, como práctica, y trabajar los diferentes elementos que la constituyen".
5. Cada niño tiene su libro. Pinocho fue el primer libro de verdad que la mayoría de los
niños tuvieron. Suele creerse que cuando se trata de niños de preescolar los libros que
se les compre deben ser cortos y con muchas ilustraciones, pero la versión escogida de
Pinocho (de la editorial Panamericana) desvirtúa esta idea. Leer literatura presupone
una relación estrecha entre quien lee y su libro, pues el tenerlo nos da el poder de
volver sobre él cuando queramos (como en uno de los recreos), llevarlo a distintas
partes (a la playa cuando vamos de vacaciones), dejarle huellas de nuestro paso por él
(como lo subrayados), etc.
6. La maestra acompaña. La literatura tiene unos modos específicos de ser leída,
interrogada y éstos deben ser objeto de enseñanza intencionada y de la calidad de esa
mediación entre los chicos y los libros depende en gran medida su gusto y placer de
leerla y las estrategias que construyan para acercarse a ésta.
La formación literaria: tallando la madera
Así como Gepetto de un trozo de madera talló un hermoso títere, la literatura, a partir de
su materia prima el lenguaje, crea obras maravillosas. Pinocho hace parte de este
canon literario al que se puede acercar a los niños en la escuela. Este proyecto obligó a
la maestra a tomar decisiones sobre la didáctica de la misma y determinar qué aspectos
retomar para el análisis colectivo y la formación literaria. Es decir, darles las azuelas,
gubias, limas y punzones a sus estudiantes para acercarse a la novela (ver el cuadro
anterior).
Empecemos por contextualizar la obra, ésta salió al público como folletín, el 7 de julio
de 1881 en la primera edición
de Giornale, en la página 3 se publicaron los dos
primeros capítulos de Storia di un burattino. Tres meses después se interrumpió el
relato en el capítulo 16 cuando Colllodi decidió matar a Pinocho. Tal era la aceptación
de la historia que los lectores protestaron y el editor del semanario convenció al autor
para que la siguiera escribiendo. En febrero de 1882 regresaron todos los capítulos con
un nuevo nombre Le avventure di Pinocchio prolongándose la historia hasta el capítulo
36, publicado en enero de 1883.
Que la obra haya tenido dos partes es un elemento fundamental para comprender por
qué Pinocho muere y vuelve a la vida. Reconocer que esta decisión no es solo parte de
la trama de la novela, sino que tiene que ver con los acontecimientos que vivió su autor
Collodi, ubica a la obra en un contexto específico y amplía la comprensión de la misma.
En clase sirvió, además, para que los
niños pensaran en los alcances de ella
preguntárseles ¿Te imaginas si la historia
de
Pinocho
no
hubiera
continuado
después de que es ahorcado en la gran
Encina?
Se
aprovechó,
incluso
coyuntura de historias para
la
que los
estudiantes escribieran y pensaran como un niño de esa época: Si tú fueras uno de
esos niños que protestaron enviando cartas al semanario para que volviera Pinocho,
¿Qué escribirías?
Las respuestas evidencian la apropiación de la historia, el vínculo con la misma, y la
relación que establecen con el autor. En últimas, propicia que los niños se apropien y
asuman un papel de lectores activos.
Que los niños ubiquen el contexto (país, año, época) del autor permite establecer una
base para la reflexión entre la distinción de las figuras: autor/narrador. Se aborda que el
autor es la persona de carne y hueso que vivió en otro momento, pero que no se
encuentra "presente" cuando se lee la historia. Una de las sesiones se destinó para
trabajar la distinción entre las voces del narrador y de los personajes como se mencionó
anteriormente, la voz de la maestra fue esencial para hacerlo visible. Ella, junto con
Diana2 modelaron la lectura e hicieron explícito el cambio de la voz de los personajes,
esto reforzado con la identificación de las marcas de diálogo y subrayar con diversos
colores las intervenciones de cada personaje constituyeron las bases de esta dinámica.
Poder diferenciar las voces es requisito sine qua non para la comprensión de una obra
literaria.
Algo en lo que hemos enfatizado mucho en trabajos anteriores para el abordaje de una
obra literaria es en la distinción del tiempo de la narración y del tiempo de la historia
(Castaño y Montoya, 2010). Este proyecto no fue la excepción, sin embargo constituía
un reto adicional para la maestra. Los niños de transición apenas están construyendo y
consolidando la noción de tiempo y la historia que se cuenta en Pinocho es muy larga,
implica una secuencia de acciones de aproximadamente cuatro años ¿cómo hacer para
que reflexionaran sobre este período tan amplio? La solución fue un mapa. En la página
de la Fundación Collodi hay un mapa con los recorridos que efectúa Pinocho, éste fue
sometido a una adaptación en la que se eliminó al protagonista para que al elaborarlo
como una ficha, pueda ser movido por los niños sobre la representación espacial e ir
reflexionando sobre cuánto tiempo pasa.
2
Persona que apoya el trabajo pedagógico
Otro aspecto que se abordó en el aula fue el impacto que la novela ha tenido a lo largo
del tiempo. Pinocho es una de las obras traducidas a gran número de idiomas, varias
adaptaciones se han hecho de ella (siendo la de Disney, tal vez la más famosa), se ha
llevado al cine y hay muchos ilustradores que se han encargado de llevar al terreno de
la imagen las escenas y personajes de la historia.
Este último elemento, ha sido clave para el trabajo de aula. Al final del proyecto de
lengua los niños se enfrentarán a una composición gráfica de la parte que más les
gustó de la novela, por eso que vieran modelos, técnicas y obras de ilustradores
reconocidos garantiza el éxito del pedido. Fueron seleccionados Mattoti, Innocenti y
Fanelli por la calidad de su trabajo y la diversidad en sus representaciones. Otro logro
fue el trabajo en conjunto con la profesora de artes quien desde su disciplina les aportó
herramientas a los niños como: los planos, el zoom, fondos, colores, técnicas, entre
otros. En palabras de los niños esto resulto una muy buena combinación, la maestra de
arte es experta en arte y la de lenguaje experta en Pinocho se constituía en "arte de
Pinocho".
Y el títere se volvió niño
La propuesta finalizó en junio y podemos ver cómo el títere tomó forma de niño de
verdad, pues la relación que construyeron con la cultura escrita, es muy significativa.
"aprender a leer y escribir va más allá de la adquisición mecánica del
código escrito; requiere la oportunidad de interactuar con otros lectores y
escritores, de platicar sobre textos escritos, de insertar su uso en
situaciones y contextos múltiples, y usar el lenguaje con fines propios para
entender su relación con procesos y configuraciones históricas y políticas.
Y sobre todo, exige el acceso a discursos sociales, representaciones de
significado y formas de significar, y de diseñar respuestas apropiada"
(Kalman, 2008).
"¡Qué gracioso y qué cómico fui de títere; pero cómo gozo de verme ahora convertido
en un niño de verdad!"
BIBLIOGRAFÍA
Camps, Anna (comp.) (2003). Proyectos de lengua entre la teoría y la práctica. En:
Secuencias didácticas para aprender a escribir. Barcelona: Grao.
Castaño, Alice y Montoya, Claudia. (2010)."El lugar de la literatura" En: Herramientas
para la vida: hablar, leer y escribir para comprender el mundo. Referentes para la
didáctica del lenguaje en el primer ciclo. Bogotá: SED. Pp. 43-50
Comino, Sandra (2009). Los medios y la literatura infantil, ni medio. En: Esto no es para
vos. Buenos Aires: La Bohemia
Kalman, Judith (2008) Discusiones conceptuales en el campo de la cultura escrita. En:
Revista Iberoamericana de Educación. N.º 46. Disponible en:
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:DfuKJTb2rFQJ:www.rieoei.org
/rie46a06.htm+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co [Consultado marzo 5 de 2012]
Pérez Abril, Mauricio y Roa, Catalina. (2010). Herramientas para la vida: hablar, leer y
escribir para comprender el mundo. Referentes para la didáctica del lenguaje en el
primer ciclo. Bogotá: SED.

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