Medicina oral ok
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Medicina oral ok
imágenes de medicina oral CasoClínicoI DR. GERMÁN C. ESPARZA GÓMEZ Médico estomatólogo. Doctor en Medicina y Cirugía. Profesor titular de Medicina Bucal. Departamento de Medicina y Cirugía Bucofacial. Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid. [email protected] Descripción del caso Mujer de 19 años que acude a consulta presentando varias úlceras dolorosas, menores de 1 cm, redondeadas, poco profundas, que asientan en mucosa labial inferior, zona retrocomisural y fondos de vestíbulo. Ha tenido siete u ocho brotes similares al actual en los últimos dos años. Las lesiones duraron entre 7 y 10 días y curaron completamente. No sabe a qué achacarlo ni lo relaciona con ningún acontecimiento en particular. No fumadora. Resto de antecedentes sin interés. 51 Úlcera en mucosa yugal, zona retrocomisural. MaxillariS Septiembre 2004 imágenes de medicina oral Diagnóstico Clínico: Estomatitis Aftosa Recurrente, Forma Menor Comentarios 52 La estomatitis aftosa recurrente o recidivante (EAR), también llamada aftosis oral recurrente o simplemente “aftas”, es una enfermedad crónica inflamatoria caracterizada por la aparición de una o varias úlceras (aftas) dolorosas en la mucosa oral, de histopatología inespecífica, las cuales persisten durante días o semanas y recurren después de periodos de remisión muy variables. Es el proceso que con más frecuencia afecta a la mucosa oral y, aunque es una entidad conocida desde hace mucho tiempo, en la que se han involucrado diferentes factores etiológicos, con evidencias de que puede tener un sustrato genético e inmunopatológico, la causa, hoy por hoy, es todavía desconocida pese a las numerosas investigaciones realizadas. Se considera que existen tres formas clínicas diferentes, basadas, fundamentalmente, en el tamaño de las lesiones: forma mayor (1 ó 2 lesiones mayores de 1 cm), forma menor (varias úlceras menores normalmente de 5 mm) y forma herpetiforme (numerosas úlceras, de 10 a 100 o incluso más, de entre 1 y 3 mm). La forma menor, como la del caso aquí presentado, es la más frecuente y supone aproximadamente el 80% de todos los casos. Las úlceras cursan con dolor y se resuelven en 7-10 días sin dejar ninguna secuela. El diagnóstico de la EAR es clínico, basado en la observación de las lesiones, y a través de la historia clínica donde se refleje la aparición de úlceras a intervalos más o menos regulares de tiempo. Las pruebas de laboratorio no aportan datos que ayuden al diagnóstico y el cuadro histopatológico es inespecífico, por lo que la biopsia sólo estaría justificada para excluir otra enfermedad en el caso de que existieran dudas. No suelen existir problemas para realizar el diagnóstico diferencial de la EAR, pero debería establecerse con los procesos que pueden presentar erosiones o ulceraciones múltiples. El cuadro que puede prestarse a mayor confusión es el herpes recurrente intraoral, sobre todo con la forma herpetiforme de la MaxillariS EAR, pero en este caso las ulceraciones son siempre secundarias a la rotura de vesículas típicas del proceso viral y asientan en zonas de mucosa queratinizada: paladar y encía insertada. La importancia para el odontoestomatólogo y para el médico general radica en su elevada prevalencia, la molestia que produce en los pacientes y en la ausencia de una terapéutica específica que resuelva el problema, lo que obliga a utilizar tratamientos sintomáticos pero sin resolver el problema de base, que lo máximo que consiguen es reducir los síntomas y en algunos casos inducir unos periodos de remisión más largos. De entre los múltiples tratamientos que se han utilizado, los corticoides siguen siendo el pilar fundamental para el manejo de los brotes de lesiones. En el caso de las formas menores de EAR, en principio se debe utilizar tratamiento tópico con corticoides de baja potencia: • Si las lesiones están limitadas a localizaciones precisas: acetónido de triamcinolona al 0,1% en orabase. Aplicar sobre las lesiones tres veces al día después de las comidas desde el inicio del brote hasta el final. • Si las lesiones son múltiples y dispersas que afectan a varias localizaciones: acetónido de triamcinolona al 0,1% en solución acuosa. Enjuagarse tres veces al día durante dos minutos después de las comidas desde el inicio del brote hasta el final. Si no se observa mejoría, se puede ensayar tratamiento tópico con corticoides de mayor potencia: • Propionato de clobetasol al 0,025% o acetónido de fluocinolona al 0,1%, en orabase o en solución acuosa dependiendo de la dispersión y localización de las lesiones, tres veces al día desde el inicio del brote hasta el final. En el caso de aftas en niños los corticoides deben evitarse, incluso tópicos, y se debe emplear tratamiento con protectores locales de la mucosa que no se absorban: • Carbenoxolona en gel, aplicándolo sobre las lesiones varias veces al día mientras estén presentes. • Septiembre 2004