Carta de parlamentarios para protestar invitación para

Carta de parlamentarios para protestar invitación para

Standing up for trade unionists in the firing line
www.justiceforcolombia.org
Professor Sir Adrian Smith,
Vice Chancellor University of London
University of London
Senate House
Malet Street
London
WC1E 7HU
29 October 2013
CC:
Professor Linda Newson, Director Institute of Latin American Studies, SAS, University of London
Professor Sir Adrian Smith, Vice Chancellor University of London
Robert Capurro, Chief Executive Officer Canning House
Michael Chessum, President University of London Union
Estimados,
Nosotros, los abajo firmantes estamos escribiendo para expresar nuestra oposición al evento
titulado ‘Que precio es la paz en Colombia?’ que está programado para Octubre 31 en la sala
MacMillan de Senate House. El discursante principal en el evento es el ex-presidente de
Colombia, Álvaro Uribe Vélez, quien es descrito como alguien que tuvo ‘una larga Carrera
política en Colombia’ y como alguien que ha sido ‘una figura activa y vocal’ en relación al
proceso de paz en Colombia.
Alvaro Uribe Velez de hecho fue presidente de Colombia por ocho años, pero debería ser notado
que su presidencia fue marcada por violaciones masivas de los derechos humanos y una
intensificación del conflicto armado. Bajo Uribe las fuerzas armadas crecieron hasta llegar a
unos 400 mil hombres, se creó una vasta red de informantes civiles, y los vínculos entre los
escuadrones de muerte paramilitares y las instituciones estatales fue profundizada. Muchos
miles de personas fueron asesinados o desaparecidos por escuadrones de muerte, a la vez que los
militares también empezaron a mirar a los civiles como una amenaza. Mientras tanto el gobierno
de Uribe promovió un programa donde tropas fueron premiados por entregar los cuerpos de
guerrilleros muertos en combate. Aproximadamente 4000 civiles fueron asesinados por las
fuerzas armadas, y vestidos en uniformes guerrilleros. Entre ellos decenas de jóvenes y niños de
los barrios pobres de Bogotá y otras ciudades. El escándalo de los ‘falsos positivos’ arrastro a
varios de los militares socios cercanos de Uribe.
Bajo Uribe, Colombia fue estremecida por el escándalo de la ‘parapolítica’, que desde ese
entonces ha visto decenas de políticos detenidos y encarcelados por sus vínculos con los
escuadrones de muerte paramilitares, y que ha revelado la penetración masiva de los grupos
paramilitares a las instituciones colombianas, desde el ejercito hasta los gobiernos municipales.
President: Frances O’Grady; Vice-Presidents: Richard Howitt MEP & Lord John Monks
Chair: Billy Hayes; Vice-Chairs: Christine Blower, Dr Mary Bousted, Sally Hunt & Mick Whelan
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En supervisar este proceso, Uribe perpetuó y exacerbó un conflicto que ya llevaba décadas, y
severamente dañó a la democracia en Colombia.
A Uribe no solo se acusa de haber supervisado el crecimiento del paramilitarismo mientras
ejercía como gobernador de Antioquia en los 90, y mientras fue presidente de Colombia, si no
que de también tener vínculos más directos con los grupos paramilitares. El activista de derechos
humanos destacado, el congresista Iván Cepeda ha liderado los esfuerzos de juzgar al sr Uribe, y
luego de testimonio y pruebas entregadas por él, la Fiscalía General de la Nación ha abierto un
caso en contra de Uribe, acusándolo a él, a su hermano y a otros socios de homicidio agravado,
de la creación de grupos paramilitares, de tortura y de desapariciones forzadas.
A cambio Congresista Cepeda, cuyo padre fue asesinado por paramilitares en 1994, ha recibido
múltiples amenazas de muerte. Trágicamente la situación de Sr Cepeda es representativa de la
situación para la oposición política en general bajo Uribe. Representantes políticos de la
oposición fueron rutinariamente acusados de conexiones al terrorismo. Una organización
política, el Polo Democrático, sufrió particularmente durante los años Uribe. Piedad Cordoba,
una destacada trabajadora por la paz, y una figura muy popular de las filas del partido Liberal,
fue acusada de promover a las FARC sobre la base de información de computadoras declaradas
inadmisibles en otros casos legales, y en 2010, ella fue inhabilitada, y fue prohibida de tener
cargo publico por 18 años. Activistas políticos de la base no corrieron mejor suerte, con muchos
asesinados o amenazados durante la presidencia de Uribe.
También hay pruebas de que muchos de los socios cercanos a Uribe eran paramilitares, o tenían
vínculos estrechos con paramilitarismo. Varios miembros de su familia han sido detenidos por
tener vínculos paramilitares, incluyendo su primo Mario Uribe, quien en febrero de 2011 fue
sentenciado por conexiones al paramilitarismo. ‘Don Berna’ un ex jefe paramilitar ha dicho que
Mario Uribe fue el punto de contacto para el Presidente Uribe con las fuerzas paramilitares,
agregando que ‘Hay una cosa que es innegable y fue nuestro apoyo y colaboración total a las
elecciones presidenciales de Álvaro Uribe Vélez” El hermano de Uribe, Santiago, ha también
recientemente sido imputado por la Fiscalía por establecer y liderar un grupo paramilitar llamado
‘los 12 apóstoles’. Luego en Agosto uno de los colaboradores más cercanos de Uribe, Luis
Alfredo Ramos, fue encarcelado por su conexión a las escuadrones de muerte de la AUC.
Otros miembros de su entorno cercano también han sido acusados de paramilitarismo y por
abusos de derechos humanos, tales como el ex Director de la notoria policía secreta DAS, un
cargo designado por el presidente, Jorge Noguera, quien fue sentenciado por haber entregado a
paramilitares listados de sindicalistas, varios de los cuales luego fueron posteriormente
asesinados. Ambos ex-jefes de seguridad de Uribe están en la cárcel por sus conexiones con el
paramilitarismo o con el narcotráfico. Uribe también tiene conexiones con altos miembros de las
fuerzas militares quienes han sido sentenciados por ejecuciones y otros abusos de derechos
humanos.
Como si estas acusaciones no bastaran, Sr Uribe ha sido vinculado con narcotraficantes y
corrupción. En 1991 Uribe fue listado número 82 en un listado de la DIA de ‘importantes’
narcotraficantes colombianos. Más recientemente, Uribe ha sido acusado de haber usado fondos
estatales para mejorar sus tierras privadas, además de adquirir ilegalmente tierras estatales para
su uso personal. Luego sigue el caso de los hijos de Uribe quienes compraron tierras a precios de
regalo y que luego fueron designados territorios libres de impuestos, cual causo un gran
incremento en el valor de esas tierras. A pesar de que fueron absueltos por los cargos en relación
a este caso, otras investigaciones continúan.
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Los años de Uribe fueron caracterizados por un asalto en contra de la libertad de expresión sin
paralelos en la historia de Colombia. Periodistas, estudiantes y académicos que disentían de su
política hacia el conflicto, o que cuestionaban los abusos que su gobierno superviso, fueron
rutinariamente acusados de estar vinculados al terrorismo. Muchos pagaron con sus vidas estas
acusaciones, otros, como Claudia Duque y Hollman Morris fueron víctimas de amenazas o del
exilio forzado. Académicos como Miguel Ángel Beltrán fueron injustamente encarcelados
acusados de ‘rebelión’. Estudiantes que protestaban por una salida negociada, o en contra de la
paramilitarización o privatización de sus universidades también fueron golpeados duramente.
Decenas fueron detenidos, y varios dirigentes estudiantiles asesinados. ONG colombianos e
internacionales también fueron apuntados. Dirigidos por Uribe, oficiales y voceros acusaron a
Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Justice for Colombia, y otras organizaciones de
ser cómplices de terrorismo. Uribe también superviso el escándalo de las ‘chuzadas’ que revelo
la intercepción electrónica y de llamadas de defensores de derechos humanos, miembros del
poder judicial, y de la oposición política por su gobierno. El resultado fue intimidar y
empobrecer el debate político-social y de silenciar las voces críticas esenciales a cualquier
democracia.
Junto con este ataque en contra de la libertad de expresión, el gobierno de Uribe, y Uribe mismo
rutinariamente atacaban la independencia de la judicatura colombiana, socavando aun más otro
de los fundamentos de la democracia en Colombia. Como si esto no bastara para cuestionar
urgentemente la integridad político y moral, su prestigio y su habilidad para entregar comentario
objetivo en relación al proceso de paz actual tiene n que ser cuestionados.
Durante su mandato Uribe ni siquiera reconocía la existencia de un conflicto en Colombia, y se
oponía a cualquier negociación para acabarlo. Hoy el tiene renombre como el principal oponente
al proceso de paz en Colombia, habiendo llamado para terminar con la negociación tan
recientemente como el 12 de octubre. Durante su presidencia Uribe fue notorio por acusar a
cualquiera que llamara por una salida negociada al conflicto como un cómplice del terrorismo.
En 2010, cuando Uribe fue nombrado por la Universidad de Georgetown, cientos de académicos
y estudiantes protestaron. Su nombramiento escandalizo a la opinión pública en EEUU y en
Colombia.
En nuestra calidad de parlamentarios creemos que al entregarle una plataforma para hablar sobre
la paz en Colombia es una afrenta a aquellos personajes políticos que arriesgaron sus vidas
durante la presidencia de Uribe para crear las condiciones que llevaron al actual proceso de paz,
y además a los millones de colombianos que han manifestado en las calles llamando por la paz.
Esfuerzos en el Reino Unido deben enfocarse en apoyar a la sociedad civil, a Santos y a las
FARC en desarrollar más el proceso de paz, no en entregarle plataforma a aquellos de
cuestionable integridad moral, humana y de cuestionable convicción democrática, quienes se han
opuesto a la paz desde el comienzo y quienes activamente están tratando de socavar los sueños
legítimos de paz de la mayoría de los colombianos.
Entregándole una plataforma a un hombre que es notorio como patrocinador de escuadrones de
muerte, que está acusado de abusos de derechos humanos y de socavar la democracia
colombiana y de un asalto en contra de la libertad de expresión, lleva a esto mas allá de ser un
tema de libertad de expresión y coloca una mancha lamentable en la reputación de la
Universidad de Londres y de Canning House.
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Nosotros, los abajo firmantes, les urgimos reconsiderar el evento, retirándole la invitación al Sr
Uribe.
Atentamente,
Parliamentary Friends of Colombia
c/o Jim Sheridan MP, House of Commons, London, SW1A 0AA
Chair: Jim Sheridan MP
Vice-Chairs: Rob Flello MP, Andy Love MP, Sandra Osborne MP, and Lord John Monks
Members:
Heidi Alexander MP, Rushanara Ali MP, David Anderson MP, Clive Betts MP, Paul Blomfield
MP, Martic Caton MP, Katy Clark MP, Lord Ray Collins, Michael Connarty MP, Jeremy
Corbyn MP, David Crausby MP, Jon Cruddas MP, John Cryer MP, Nic Dakin MP, Ian Davidson
MP, Baroness Dean, Gloria De Piero MP, Jim Dobbin MP, Rt Hon Jeffrey Donaldson MP, Brian
Donohoe MP, Frank Doran MP, Jim Dowd MP, Jack Dromey MP, Clive Efford MP, Natascha
Engel MP, Paul Farrelly MP, Robert Flello MP, Mike Gapes MP, Baroness Gibson, Roger
Godsiff MP, Andrew Gwynne MP, David Hamilton MP, Fabian Hamilton MP, Mike Hancock
MP, Dai Havard MP, Mark Hendrick MP, Stephen Hepburn MP, Julie Hilling MP, Sharon
Hodgson MP, Jimmy Hood MP, Kelvin Hopkins MP, George Howarth MP, Lindsay Hoyle MP,
Glenda Jackson MP, Eric Joyce MP, Lord Judd, Ian Lavery MP, Baroness Lister, Kerry
McCarthy MP, Gregg McClymont MP, Siobhan McDonagh MP, John McDonnell MP, Jim
McGovern MP, Catherine McKinnell MP, Michael Meacher MP, Alun Michael MP, Austin
Mitchell MP, Madeleine Moon MP, Grahame Morris MP, Lisa Nandy MP, Lord Martin O’Neill,
Lord Maurice Peston, Yasmin Qureshi MP, Rachel Reeves MP, Linda Riordan MP, Lindsay Roy
MP, Jim Shannon MP, Lord George Simpson, Dennis Skinner MP, Baroness Angela Smith,
Owen Smith MP, Gerry Sutcliffe MP, Emily Thornberry MP, Baroness Muriel Turner, Chuka
Umunna MP, Valerie Vaz MP, Baroness Diane Warwick, Tom Watson MP, Dave Watts MP,
Baroness Janet Whitaker and Phil Wilson MP.
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