1. Anatema

Transcripción

1. Anatema
Anatema El club "EL" (Estudio por Línea) surgió como resultado de unas preguntas que este servidor hizo al Pastor Mojica y a unos hermanos al llegar con unas palabras que no eran fáciles para mí de entender. Aquí veremos en este estudio la primera palabra en cuestión (el segundo estudio habla acerca de la otra). Pregunta: ¿Que significa la palabra anatema? I. Información: a. Primero veamos la definición del Diccionario Bíblico Adventista (DBA). Anatema: (gr. anáthema, literalmente "algo puesto [establecido]"; luego, "algo puesto aparte" como una ofrenda votiva a un templo, "algo maldito"). En la LXX anáthema corresponde comúnmente al heb. jêrem, (una cosa) "dedicada [maldita]". Este vocablo hebreo proviene del verbo heb. jâram, "dedicar a la destrucción". La idea básica de esta palabra es que algo (o alguien) ha sido puesto bajo una prohibición; prohibición que lo destina a la destrucción o lo aparta de la sociedad (Dt. 13:17; Jos. 6:17, 18; 7:1-­‐15; 1 R. 20:42; etc.). A veces una "cosa" era eliminada del uso profano y "consagrada" o "santificada" (Lv. 27:28, 29; Ez. 44:29). En el NT el término se usa en Ro. 9:3; 1 Co. 12:3; 16:22 y Gá. 1:8, 9, con el sentido de pronunciar una maldición sobre otro, o ponerse uno mismo bajo maldición. En 1 Co. 16:22 tiene el sentido especial de pronunciar maldición sobre quien deliberadamente desprecia el amor de Cristo. (Diccionario Bíblico Adventista) b. Ahora veamos algunas Citas Bíblicas. Josué 6:17-­19 (Reina-­Valera 1960) 17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. 18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. 19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. Josué 7:1 (Reina-­Valera 1960) 1 Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. Josué 7:10-­12 (Reina-­Valera 1960) 10 Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro? 11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. 12 Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros. 1 Corintios 16:22 (Reina-­Valera 1960) 22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. II. Aplicación: La palabra anatema normalmente se usa en el Antiguo Testamento para señalar algo que es consagrado o apartado de una manera particular, para un fin especifico, y que no debería ser usado para fines profanos. De hecho, cuando eso que era apartado se usaba para fines profanos la persona que profanaba eso apartado o consagrado llegaba a su ves a ser anatema, significando que llegaba a ser apartada para maldición y condenación. Veamos el relato Bíblico del pecado de Acán (Josué cap.7) para mejor entender esto. Israel había obtenido una tremenda victoria contra Jericó gracias a la intervención divina. Las murallas de Jericó habían caído por obra de Dios; sin uso de catapultas, lanzas, o fuego. Pero, justamente antes de tomar la ciudad de Jericó, Josué le había ordenado al pueblo de Israel lo siguiente: "17 Mas la ciudad será anatema a Jehová, ella con todas las cosas que están en ella…18 guardaos vosotros del anatema, que ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis…19 toda la plata y el oro, y los vasos de bronce y de hierro, son…tesoro de Jehová." (Josué 6:17-­‐19 Reina-­‐Valera Gómez) Las instrucciones habían sido claras. No obstante lo anterior, el primer versículo del capítulo 7 nos revela lo siguiente: "1 Pero los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema: porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel." (Josué 7:1 Reina-­‐Valera Gómez) Acán había tomado un manto babilónico, un lingote de oro y unas monedas de plata de la ciudad de Jericó, y las había escondido en su tienda. Después de la victoria de Jericó, Josué manda a tan sólo 3,000 hombres a una ciudad más pequeña y menos fuerte, la ciudad de Hai. El capítulo 7 nos cuenta lo que ocurrió. "4 Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai. 5 Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada…"(Josué 7:4-­‐5 Reina-­‐Valera Gómez) El Pueblo de Dios no solamente había sido vencido, sino que también los habían correteado y humillado. Esa misma noche, Josué les explica a todos que hay una maldición en el pueblo. Y comparte con todo el pueblo el decreto que Dios le había dado: "13 …Santificaos para mañana, porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás estar delante de tus enemigos, hasta tanto que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros." (Josué 7:13 Reina-­‐Valera Gómez) Al final, Acán fue descubierto por Dios mismo, y el pueblo de Israel lo apedreó y quemó a él, a toda su familia, y a todas sus pertenencias, y colocaron sobre ellos un montón de piedras. Una vez quitado de en frente el anatema, el pueblo de Dios pudo continuar con la conquista de la tierra. No solo recuperaron el favor de Dios, sino que Él mismo les dio el plan para conquistar la ciudad de Hai. Una lección que podemos sacar de aquí es que Dios nos ve a nosotros como un todo. Tenemos que tener la conciencia, cada uno de nosotros, que como miembros de la Iglesia, afectamos la obra que Dios puede hacer entre nuestro medio, en nuestra Iglesia, con nuestras actitudes, acciones, y decisiones. Nosotros no sabemos todas las bendiciones que Dios quisiera darle a la Iglesia, pero no se las da por un esposo ahí que trata mal a la esposa…por unos novios aquí que con su relación física están pecando contra Dios…por otro hermano ahí que habitualmente abre paginas de internet que no debería abrir. No debemos pensar solamente en nosotros mismos. Debemos entender que cuando nosotros pecamos afectamos a toda la Iglesia. Los miembros del cuerpo afectan a todo el cuerpo, querámoslo o no. Por eso Dios ha dado a la iglesia la facultad de la "disciplina eclesiástica" en la actualidad, para que la iglesia no se contamine de pecado. El procedimiento también es indicado en su Palabra! A Dios gracias que ya no hay apedreamiento!, sino, lo más seguro es que todos estaríamos bajo un montón de piedras. Dicho esto, podría parecernos a nosotros muy drástico o demasiado fuerte el castigo que recibió Acán y su familia, pero Dios nos muestra a través de este ejemplo (tipo) lo que le va a ocurrir a cada pecador impenitente que decide continuar en sus caminos sin arrepentirse. En el tiempo del fin, el castigo que tendrán todos los pecadores impenitentes, incluyendo a Lucifer y sus ángeles malos, será ser destruidos en el lago de fuego para nunca más volver a existir. Aprendamos todos de Acán, para nunca llegar a ser anatema y terminar como él. "...estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos." (1 Corintios 10:11 Reina-­‐Valera 1960) 

Documentos relacionados