El Telekino de Leonardo Torres Quevedo

Transcripción

El Telekino de Leonardo Torres Quevedo
El Telekino
de
Leonardo Torres Quevedo
María Elena Andrés Hernández
ETS. De Ingenieros de Telecomunicación
Universidad de Valladolid
2
El presente estudio, “El Telekino de Leonardo Torres
Quevedo”, describe el telemando que desarrollase el ingeniero
español en los albores del siglo XX. Para entender mejor el
contexto en que dicho ingenio fue concebido, se introducen las
secciones “Inventos e Inventores”, “La introducción de las
radiocomunicaciones” y “Leonardo Torres Quevedo: vida y
obra”. A partir de un repaso de la situación, tanto nacional
como internacional, y de la propia biografía del inventor se
puede atisbar en líneas generales el contexto de una época muy
prolífica para la técnica y que sentaría las bases del enorme
desarrollo técnico que trajo consigo el siglo XX. Tras este
breve repaso histórico, se pasa a profundizar en el Telekino
desde un punto de vista técnico. “El Telekino: descripción
física y funcional” recoge la información extraída de la patente
de invención española y su certificado de adición
correspondientes al telemando localizadas en el Archivo
Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Así
mismo, también se describe el sistema de señales empleado en
el aparato, la auténtica aportación novedosa de Torres
Quevedo, y las aplicaciones para el que fue concebido.
La sección “Experiencias con el Telekino” repasa los
experimentos públicos que el ingeniero hizo con su Telekino a
través de los artículos originales de las revistas especializadas
de la época. En “El Telekino y los derechos de prioridad de
Torres Quevedo” se explican los problemas que el español tuvo
con inventores franceses que pretendieron utilizar como
pioneros dispositivos prácticamente idénticos al Telekino.
Incluye la traducción de la correspondencia que Torres
Quevedo mantuvo con revistas francesas para hacer constar
sus derechos de prioridad.
Por último, “Leonardo Torres Quevedo y el Telekino, hoy”
presenta brevemente la actualidad de invento e inventor: desde
la reciente concesión de un Milestone por parte del IEEE este
presente año 2006 hasta las honras póstumas a Torres
Quevedo.
La documentación empleada para la elaboración de textos y la
inclusión de imágenes pueden encontrarse en la sección
“Referencias”. Gran parte de dicha documentación ha sido
extraída directamente de la Biblioteca Nacional de España, en
Madrid, al no existir publicaciones especializadas en el
Telekino hasta la fecha. Como fuente de información destacada
he de citar las aportaciones de material realizadas por Don
Jesús Sánchez Miñana y Don Antonio Pérez Yuste, a los cuales
expreso mi agradecimiento desde estas líneas.
En los Anexos I y II pueden encontrarse respectivamente una
copia de los originales de la patente de invención española y su
certificado de adición, manuscritos por el propio Torres
Quevedo y que han sido facilitados por la Oficina Española de
Patentes y Marcas (Madrid).
En el Anexo III se recoge toda la documentación que
originariamente fue escrita en el idioma francés debido a la
constante actividad de Torres Quevedo en el país y a los
problemas surgidos con inventores franceses.
Mis agradecimientos a Rafael Mompó por su apoyo, a los
citados Jesús Sánchez Miñana y Antonio Pérez Yuste por su
colaboración, a mi compañero Antonio Bueno Vázquez, a mi
familia, a mis amigas y amigos, y en definitiva, a todos los que
han hecho de este documento una realidad.
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María Elena Andrés Hernández
Valladolid, Octubre de 2006
ÍNDICE
1.- Los inicios de la telegrafía sin hilos: inventos e
inventores.
1.1-Las ecuaciones de Maxwell.
1.2-Las ondas hertzianas.
1.3-El código Morse.
1.4-El cohesor de Branly.
1.5.-La antena de Popov.
1.6-La radio de Marconi.
1.7-El audión de Forest.
2.- La introducción de las radiocomunicaciones en
España.
3.- Leonardo Torres Quevedo: vida y obra.
3.1-Breve biografía de Leonardo Torres Quevedo (18521936).
3.2-Cargos y distinciones.
3.3-Resumen de su obra.
4.- El Telekino: descripción física y funcional.
4.1-Patente nº 31918: “un sistema denominado Telekine
para gobernar a distancia un movimiento mecánico”.
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4.1.1-El servomotor.
4.1.2.-Los aparatos transmisor y receptor.
4.1.3-El distribuidor.
4.1.5-Sistema de orientación automática.
4.1.6-Aparato avanzado de recepción.
4.1.7-El conmutador.
4.1.8-Maniobra automática del conmutador.
4.1.9-Funcionamiento del interruptor.
4.2-Certificado de Adición de Patente nº 33041. “Mejoras
introducidas en un sistema denominado Telekine para
gobernar a distancia un movimiento mecánico”.
4.3- Sistema de señales del Telekino.
4.4-Aplicaciones del Telekino.
5.-Experiencias con el Telekino.
5.1-Los precursores del Telekino.
5.2-Las pruebas del Telekino en España.
6.-El Telekino y los derechos de prioridad de
Torres Quevedo.
6.1-Las experiencias en Antibes.
6.1.1-Nota de Devaux
6.1.2-Semejanzas y diferencias con el Telekino de Torres
Quevedo.
6
6.1.3-Una reclamación de prioridad: correspondencia
cruzada.
6.2-Un nuevo Telekino francés: el dispositivo de Gabet.
6.2.1-Nota de Gabet.
6.2.2-Nota de Torres Quevedo.
7.-Leonardo Torres Quevedo y el Telekino, hoy.
7.1-El Telekino: hito histórico.
7.2-Torres Quevedo: prestigio imperecedero.
8.-Referencias.
8.1-Textos.
8.2-Imágenes.
Anexo I: Original de la Patente nº 31918. “Un
sistema denominado Telekine para gobernar a distancia un
movimiento mecánico”.
Anexo II: Original del Certificado de Adición de
Patente nº33041. “Mejoras introducidas en un sistema
denominado Telekine para gobernar a distancia un
movimiento mecánico”.
Anexo III: Documentos en el idioma original
francés.
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1.- Los inicios de la telegrafía sin hilos:
inventos e inventores.
El siglo XIX y los primeros años del siglo XX constituyeron
una época muy prolífica en cuanto a invención e innovación se
refiere. Las ecuaciones de Maxwell, los trabajos de Hertz, el
telégrafo de Morse y su lenguaje asociado, el cohesor de
Branly, la antena de Popov, la radio de Marconi, el audión de
Forest…sentaron las bases para el inicio y desarrollo de las
radiocomunicaciones en el mundo.
En los siguientes epígrafes se recoge de forma breve los
inventos e inventores antes citados por considerarlos figuras
destacadas en relación al eje fundamental del tema aquí tratado.
El invento de que es objeto el presente estudio, el Telekino del
ingeniero español Leonardo Torres Quevedo, se nutrió y
benefició de los avances técnicos en materia de telegrafía sin
hilos, como se denominaba en la época a las versiones
existentes de lo que actualmente conocemos como radio.
1.1-Las ecuaciones de Maxwell.
A James Clerk Maxwell (1831-1879), notable físico británico
del siglo XIX, se le debe la sintetización en un conjunto de
ecuaciones conocidas como Ecuaciones de Maxwell de los
trabajos experimentales atribuidos a Coulomb, Gauss, Ampère
y Faraday, entre otros, unificando los campos eléctrico y
magnético en un solo concepto: el campo electromagnético.
8
James Clerk Maxwell [I1]
Maxwell demostró a partir de sus Ecuaciones que la luz es una
onda electromagnética consistente en oscilaciones del campo
electromagnético, permitiendo ver de forma clara que la
electricidad y el magnetismo son dos manifestaciones del
mismo fenómeno físico, y no fenómenos aislados. En 1864
presentó a la Royal Society británica su Teoría dinámica del
campo electromagnético, obra que recogía los resultados de su
trabajo entre 1861 y 1865 [1].
1.2-Las ondas hertzianas.
Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), físico alemán, fue el
primero en validar experimentalmente entre 1886 y 1888 la
teoría de Maxwell.
9
Heinrich Rudolf Hertz [I2]
A partir de las bases teóricas establecidas por el británico,
demostró la existencia de radiación electromagnética
construyendo un aparato para producir ondas de radio. En sus
experimentos produjo ondas electromagnéticas generadas al
saltar una chispa de alto voltaje entre dos electrodos,
comprobando que las ondas poseían las propiedades de la luz,
como la de propagarse en el aire a una velocidad similar. Hertz
también reformuló las ecuaciones electromagnéticas de
Maxwell en una ecuación diferencial parcial denominada
Ecuación de Onda. Las ondas electromagnéticas u ondas
hertzianas constituirían la piedra angular de la telegrafía sin
hilos [2].
Maxwell y Hertz establecieron la base técnica de lo que sería en
el siglo XX uno de los grandes medios de comunicación: la
radio.
10
En el siglo XX el código Morse fue utilizado como lenguaje
internacional para la comunicación a distancia mediante
telegrafía inalámbrica.
1.3-El código Morse.
1.4-El cohesor de Branly.
Samuel Morse [I3]
El código Morse fue desarrollado y patentado por el
estadounidense Samuel Morse (1791-1872) en 1838 y mejorado
por Alfred Vail mientras ambos colaboraban en la invención
del telégrafo eléctrico. En dicho código, cada carácter
alfanumérico o signo era transmitido individualmente mediante
una serie de rayas y puntos, entendiendo como raya una señal
telegráfica de larga duración y como punto una señal telegráfica
de corta duración. Tomando como unidad la duración de un
punto, una raya equivale a tres unidades aproximadamente,
entre cada par de caracteres existe una ausencia de señal de una
unidad y entre palabras dicha ausencia se extiende a siete
unidades [3], [4].
11
Edouard Branly [I4]
En 1890, el físico francés Edouard Branly (1846-1940)
desarrolló un modelo de receptor de ondas electromagnéticas:
el cohesor. Éste consistía en un tubo de vidrio cerrado al vacío
que contenía dos varillas de plata entre las que se colocaban
limaduras metálicas de plata y níquel. En presencia de una
chispa procedente de una máquina eléctrica o una bobina de
12
inducción se producía una diferencia de potencial en el cohesor
y éste variaba bruscamente su resistencia [5]. Oliver Lodge
demostró en 1893 que el cohesor de Branly respondía no sólo a
las chispas eléctricas sino también a ondas inalámbricas.
Utilizando un circuito receptor con un timbre o un aparato
Morse
consiguió
registrar
la llegada de ondas
electromagnéticas. La sensibilidad de este receptor fue
mejorada ostensiblemente por Popov en su antena.
La principal limitación del cohesor estribaba en que funcionaba
satisfactoriamente con señales del tipo on/off, pero no respondía
correctamente con ondas de mayor complejidad.
1.5-La antena de Popov.
Aleksandr Stepánovich Popov (1859-1906), físico e ingeniero
ruso, trabajó desde 1890 en una serie de experimentos que
darían como resultado la primera antena. Utilizando un cohesor
de Branly conectado a tierra y un cable metálico unido al
cohesor por uno de sus extremos y dejando al aire el otro se
propuso pronosticar la formación de tormentas, gracias a la
detección de las chispas eléctricas de la atmósfera. Sus trabajos
evolucionaron y Popov se planteó utilizar su antena para
detectar las ondas de Hertz, construyendo un receptor de
alambre exterior en 1894 capaz de captar perturbaciones
eléctricas, incluidas las de carácter atmosférico [6]. Dicho
receptor fue presentado ante la Sociedad Rusa de Física y
Química el 7 de Mayo de 1895, transmitiendo señales entre un
barco y tierra a cinco kilómetros de distancia. En Marzo de
1896 también realizó una comunicación entre dos edificios de
la Universidad de San Petersburgo, situados a 250 metros de
distancia, transmitiendo con éxito las palabras “Heinrich Hertz”
en código Morse. Algunos científicos y la Unión Soviética
consideran a Popov como el verdadero inventor de la radio,
pese a que fue Marconi quien obtuvo la patente industrial a
nivel mundial.
1.6-La radio de Marconi.
Alexander S. Popov [I5]
Fue el italiano Guglielmo Marconi (1874-1937) quien en 1897
sintetizó en su famosa radio, en su tiempo denominada
telegrafía sin hilos,
todos los conceptos e inventos
anteriormente descritos: el carrete de Ruhmkorff (bobina de
inducción creada por el alemán Heinrich Daniel Ruhmkorff en
13
14
1851), el excitador de Hertz, la antena de Popov y el cohesor de
Branly.
no consiguió retrasmitir la reproducción de la voz humana y el
sonido y fue Lee de Forest quien resolvió este problema crucial.
1.7-El audión de Forest.
Guglielmo Marconi [I6]
En mayo de 1896 realizaba una transmisión de señales a
pequeña distancia en el patio de su propia casa, experimento
que realizó con éxito en otros escenarios y a distancias de hasta
1,6 kilómetros. Ese mismo año Marconi presentó su invento en
Gran Bretaña, recibiendo ayudas oficiales para su
perfeccionamiento, y creó la compañía "The Marconi Wireless
Teleghaph Signal Co." para su comercialización [7]. A partir de
ese momento se sucedieron una serie de notables éxitos que
supusieron toda una revolución para la época: en 1899 un
radiograma cruzaba el Canal de la Mancha, en 1900 dos barcos
franceses se comunicaban en plena navegación y en 1901 se
produjo un acontecimiento de gran relevancia histórica: un
mensaje cruzó el Atlántico desde Cornwall (Gran Bretaña)
hasta Terranova (Estados Unidos) [8]. Sin embargo, Marconi
El norteamericano Lee de Forest (1873-1961) fue otro de los
grandes inventores relacionados con el fenómeno radiofónico,
con su importantísima contribución que vio la luz en 1906: el
triodo o audión. Los diferentes sonidos de cada letra requerían
dotar a las ondas de radio de características diferenciadoras que
permitieran su distinción, jugando con la amplitud y la
frecuencia. En pocas palabras: la invención de un aparato que
permitiese la modulación se hacía imprescindible.
Forest estudió a fondo el cohesor de Branly con el fin de
resolver sus limitaciones y propuso, en oposición a éste, el
15
16
Lee de Forest [I7]
detector electrolítico. Utilizando una válvula diodo inventada
tres años antes por el ingeniero eléctrico inglés Fleming,
intercaló entre sus dos electrodos (anódo y cátodo) un tercero,
al que denominó rejilla de control. Con un voltaje
relativamente pequeño aplicado a la rejilla de control podía
conseguir grandes variaciones en la corriente que circulaba
entre el ánodo y el cátodo. Posteriormente, en 1907, descubrió
que su triodo podía utilizarse, además de como detector, como
amplificador y oscilador. Cubrió su sistema con una bombilla
de vidrio, inventando el tubo de radio, cuya aplicación
permitió la modulación de las señales de radio y supuso un paso
de gigante en el desarrollo de las técnicas de radiodifusión [9].
2.-La
introducción
de
radiocomunicaciones en España.
las
Durante el breve período temporal que abarca el presente
estudio, localizado en la primera década del siglo XX, las
radiocomunicaciones en España se limitan casi exclusivamente
a la denominada telegrafía sin hilos o radiotelegrafía. Se
utilizaban transmisores de chispa, que producían ondas
hertzianas armónicas amortiguadas de longitudes hectométricas
y kilométricas y se empleaba el código Morse como lenguaje de
comunicación.
El resumen del panorama español en los inicios de la telegrafía
sin hilos aquí recogido está basado íntegramente en el libro “La
introducción de las radiocomunicaciones en España (18961914)”, del Doctor Ingeniero de Telecomunicación y profesor
de la Universidad Politécnica de Madrid Jesús Sánchez Miñana
[10].
A finales del siglo XIX, la introducción de los últimos avances
en materia radiotelegráfica en España se inicia cuando Marconi,
representado por Diego Mitchell, solicita el 1 de Diciembre
1896 su primera patente española, registrada formalmente el 22
de Enero de 1897 con el número 20041. El 30 de Noviembre de
1898 Marconi solicitó otra segunda patente en nuestro país, a la
que seguirían muchas otras a lo largo de los años.
En Abril de 1899 viajó a España Alfred Cahen, delegado de
The Wireless, con el fin de realizar demostraciones públicas de
aparatos de telegrafía sin hilos en las ciudades de Sevilla y
Madrid. Marconi, paralelamente, acrecentaba su fama fuera de
17
18
nuestras fronteras y despertaba el interés de gobiernos e
inversores en todo el mundo. El 27 de Marzo de 1899, el
inventor de la radio consiguió enlazar a través de dos estaciones
de telegrafía sin hilos la ciudad francesa de Wimereux y la
anglosajona de South Foreland, éxito de una enorme
repercusión internacional. Las autoridades militares españolas
se hicieron eco de este acontecimiento y enviaron como
observador al Comandante del Cuerpo de Ingenieros: Julio
Cervera Baviera.
presencia de la Reina Regente María Cristina, el Rey Alfonso
XIII y diversas autoridades militares.
Otros inventores pronto se interesaron también por las nuevas
técnicas y el 13 de Noviembre de 1899 el Ingeniero de Minas
Domingo de Orueta Duarte patentó “un procedimiento
mecánico para la aplicación de la telegrafía sin hilos a evitar
los choques de trenes en los caminos de hierro y a poder
comunicar los trenes en marcha”. También Jesús Ferrari
Bueno registra el 17 de Noviembre la patente nº 25052 “por el
perfeccionamiento de la telegrafía sin alambres de tal manera
que sólo tome la corriente el receptor cuando uno desee”. Pese
a ello, fue Cervera quien siguió a atrayendo con sus actividades
la atención del país.
El Gobierno, mientras tanto, hacía caso omiso de los progresos
en radiotelegrafía, llegando a publicar Eduardo Dato, máximo
responsable del Cuerpo de Telégrafos, en La Energía Eléctrica
en 1899 la siguiente apreciación:
Julio Cervera Baviera [I8]
A su regreso a la Península, Cervera convenció a las
autoridades de que era factible construir equipos propios de
telegrafía sin hilos en España y en Julio de 1899 fue destinado a
Madrid para que comenzase los trabajos. El 31 de Agosto
solicitó su primera patente en España, registrada con el número
24717, y unos meses después, dos certificados de adición. El 6
de Diciembre del mismo año Cervera realizaba experiencias
con carácter oficial en el Cuartel de la Montaña de Madrid, en
19
Contestando a una pregunta de nuestro inestimado amigo el
diputado por Canarias señor marqués de Villasegura, el
Ministro de la Gobernación, ha manifestado en el Congreso
que no sólo hacen ensayos de telegrafía sin alambres los
telegrafistas militares, sin también los civiles.
Como es la primera noticia que tenemos del asunto, nos
congratulamos en darla a conocer; pero nos parece que
dichos ensayos son puramente imaginativos por lo que al
elemento civil se refiere, pues que sepamos, ni hay nadie
ocupado en su realización, ni existen medios para
efectuarlos.
20
Hasta Enero de 1901 no se tiene noticias de los primeros planes
del Cuerpo de Telégrafos para incluir la telegrafía sin hilos en
sus actividades. Una Real Orden del Ministerio de Guerra de 24
de Febrero de 1901 dispuso que se llevaran a cabo ensayos de
los aparatos de Cervera en Ceuta y Tarifa y a los pocos meses
de realizarse estas pruebas comienza a funcionar en España, en
Octubre de 1901, el primer enlace regular telegráfico sin hilos
que comunicaba la delegación en Cádiz de la Compañía
Transatlántica con el dique de Matagorda, a unos cinco
kilómetros de distancia.
En Marzo de 1902 se constituyó en Madrid la sociedad
anónima Telegrafía y Telefonía sin Hilos, con un capital de
quinientas mil pesetas y un Consejo de Administración de cinco
miembros, presidido por Antonio López Muñoz y del que
formaba parte Julio Cervera. Cervera continúo trabajando un
tiempo en la construcción de nuevos enlaces de telegrafía sin
hilos hasta que el 1 de Mayo de 1903 inició viajes a Málaga y
Londres, tras obtener licencia del Ejército por enfermedad. El
viaje se prolongó por Estados Unidos y a su regreso a España
Cervera abandonó su carrera militar para ocuparse de la
enseñanza técnica por correspondencia. Esto supuso un duro
golpe para la telegrafía sin hilos en cuanto a ensayos civiles se
refiere, pues Telegrafía y Telefonía sin Hilos abandonó los
trabajos de forma más o menos inmediata.
Ante la falta de interés en el desarrollo de tecnología propia en
España, las empresas extranjeras trataron de comercializar sus
productos en nuestro país. Fue Alemania quien se hizo
finalmente con el mercado español, pese a las tentativas
francesa y anglosajona, e introdujo sus aparatos de
radiotelegrafía bajo la marca Telefunken, compañía fundada tras
21
la primera Conferencia de Telegrafía Sin Hilos en Berlín en
1903. Ramón Estrada, cronista de la época, apunta en la
publicación Industria e Invenciones los que a su juicio cree son
los verdaderos motivos del interés en la introducción de las
nuevas técnicas y aparatos desarrollados fuera de nuestro país:
Las tentativas para introducir la telegrafía sin hilos en
España han procedido más bien por parte de las casas
constructoras o explotadoras de estos aparatos, influyendo
sobre los elementos oficiales de la nación, que por la acción
de estos elementos para lograr el nuevo medio de
comunicarse a distancia. En otros términos: la telegrafía sin
hilos viene a nosotros por el natural deseo del lucro antes
que por afán nuestro de modernizarnos. Esto debe
confesarse, lamentarse y procurar la enmienda.
La suerte corrida por la telegrafía sin hilos en materia civil no
tuvo su igual en el Ejército, mucho más comprometido con la
nueva técnica. En 1904 se efectúan numerosas pruebas con dos
estaciones Telefunken y a principios de 1905 se comienza a
organizar una escuela de formación de personal. La Armada
también realizó experimentos con equipos de la misma marca
montados en buques, instalando su primera estación de
telegrafía sin hilos a bordo de un buque en 1903 en el yate real
Giralda a cargo de la Société Française des Télégraphes et
Téléphones sans Fil, empresa francesa asociada con la de
Cervera.
La necesidad de reglamentación de las nuevas actividades
condujo a la promulgación del Real Decreto 21 de Mayo de
1905 por iniciativa del Ministerio de Guerra, debido a “la
necesidad de que se atienda con la preferencia debida a
22
asegurar las comunicaciones telegráficas de la Península con
las posesiones españolas del Norte de África y con las Islas
Baleares y Canarias, y la conveniencia de estudiar con el
mismo fin nuevas comunicaciones mediante estaciones de
telegrafía eléctrica sin conductor, y de dictar las reglas que se
consideren oportunas para el establecimiento, régimen y
servicio de las de esta clase que se instalen en España, tanto
para el uso exclusivo del Estado como para el servicio
público”, según palabras del Jefe del Estado Mayor Central del
Ejército. Este Real Decreto marcó el nacimiento oficial de las
radiocomunicaciones en España.
En este marco de progreso constante a nivel internacional,
inventos extranjeros adoptados en nuestro país y poco apoyo
por parte del Gobierno español a la innovación se encuadran
Torres Quevedo y su Telekino, presentado por primera vez en
1903 en París. La vida y milagros del Telekino que se describe
en el presente documento refleja a la perfección los entresijos y
circunstancias de toda una época en la que las patentes de
invención, la consecución de prestigio por parte de los
inventores, la falta de apoyo a las nuevas tecnologías en la
mayoría de los casos y los plagios por parte de otros supuestos
inventores que deseaban lucrarse y conseguir la fama aparejada
a los inventos estaban a la orden del día.
3.- Leonardo Torres Quevedo: vida y
obra.
3.1-Breve biografía de Leonardo Torres
Quevedo (1852-1936).
A grandes rasgos, la figura de Torres Quevedo puede resumirse
como la de un Ingeniero de Caminos español de reconocido
prestigio científico y técnico debido a su prolífica carrera como
inventor, traducida en numerosas y diversas patentes
internacionales (dirigibles, transbordadores, automática…). Sus
trabajos alcanzaron resonancia internacional y son citados como
precursores de la Cibernética, del Cálculo Analógico y de la
Informática.
Casa donde nació Leonardo Torres Quevedo [I9]
23
24
Leonardo Torres Quevedo nació en Santa Cruz de Iguña
(Molledo, Santander) el 28 de Diciembre de 1982. Su padre,
don Luis Torres Vildósola, era un notable Ingeniero de
Caminos que proyectó la línea ferroviaria Bilbao-Irún en 1853 y
a partir de 1857 desempeñó la cátedra de Caminos de Hierro en
la Escuela de Caminos de Madrid [11].
Leonardo Torres Quevedo en su juventud [I10]
La familia Torres-Quevedo residía en Bilbao, y pasaba grandes
temporadas en verano en Santa Cruz de Iguña. En 1868
Leonardo concluye los estudios de Bachillerato en Bilbao y se
desplaza a París para proseguir estudios durante otros dos años
en el colegio de los hermanos de la Doctrina Cristiana. Por esta
época, el matrimonio Torres-Quevedo se traslada a Andalucía
debido a los trabajos de Don Luis Torres en la empresa del
ferrocarril Sevilla-Cádiz. Concluidas las obras, la familia se
traslada a Madrid en 1870, año de regreso de Leonardo a
España. Al año siguiente, el joven ingresa en la Escuela Oficial
25
del Cuerpo de Ingenieros de Caminos, finalizando sus estudios
en 1876 en cuarta posición en una promoción de siete,
encabezada por su primo José Luis Torres Vildósola Cortázar.
Ejerce brevemente la profesión en los ferrocarriles y viaja por
Europa, impregnándose del progreso científico y de los nuevos
adelantos de la técnica en una época en que comenzaban las
aplicaciones de la electricidad [11].
A su regreso de Europa se instala en Cantabria, donde se casa
con Luz Polanco en 1885 y fijan su residencia durante los ocho
primeros años tras la boda en el pueblo de Portolín. Ocho hijos
serán el fruto de este matrimonio; uno de ellos, Gonzalo Torres
Quevedo, también sería Ingeniero, y colaboraría con su padre
en diversos trabajos como el segundo Jugador Ajedrecista.
Leonardo dedica estos años al estudio y a la experimentación
por cuenta propia. En 1893, a los 41 años, presenta su primer
trabajo científico, iniciándose un período de frenética actividad
de unos 30 años de duración. Hay que destacar que hasta que
empezó a ser conocido por sus inventos él mismo sufragó sus
proyectos, lo cuál se lo permitía su holgada economía, y esto
constituyó una pieza clave para que el ingeniero pudiera dedicar
prácticamente la totalidad de su vida a la investigación [11].
26
Torres Quevedo falleció el 18 de diciembre de 1936 en Madrid
a punto de cumplir 84 años de edad, “cargado de años y de
gloria” [12] como dijo su amigo Maurice D´Ocagne en la
conferencia que dedicó en su honor en la Société Scientifique de
Bruselas en 1938. En plena Guerra Civil, el acontecimiento
pasó prácticamente inadvertido en España, alcanzando la
noticia de su muerte cierta resonancia en el extranjero. Sólo
Pedro González Quijano le dedicó una necrología en la Revista
Matemática Hispano-Americana, unos meses después de su
muerte. El mismo González Quijano publicó en 1940 un
artículo en la Revista de Obras Públicas lamentando la pérdida
del ingeniero y su poca repercusión dada la situación del país
[13], aunque sentenciando “si su muerte pasó inadvertida, su
memoria será eterna”.
3.2-Cargos y distinciones.
El matrimonio
Leonardo Torres Quevedo y Luz Polanco [I11]
En 1899 se traslada a Madrid, donde participa, aunque no
activamente, en la vida cultural de la capital. Desde hacía unos
años disfrutaba de considerable fama y prestigio. En 1901 es
nombrado Director del recién creado Laboratorio de Mecánica
Aplicada (después, de Automática), cargo en el que
desarrollaría gran parte de su producción científica posterior.
Dicho Laboratorio se había creado a raíz de una campaña en
este sentido promovida por el Ateneo de Madrid, y sería
pionero en nuestro país en la fabricación de material de calidad
para la experimentación científica.
Leonardo Torres Quevedo [I12]
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Don Leonardo Torres Quevedo gozó, como ya se ha apuntado
en la sección anterior, de gran prestigio en su época y prueba de
ello son los importantes cargos que ostentó y las numerosas
condecoraciones que recibió durante su dilatada trayectoria
profesional. A continuación se presenta una relación de dichos
cargos y distinciones y su localización espacial y temporal [11],
[14]:
a) Pertenencia a sociedades científicas:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Académico de Número de la Real Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid
(19/5/1901).
Miembro correspondiente de la Sociedad Científica
Argentina (2/8/1910).
Miembro correspondiente de la Academia Hispano
Americana de Cádiz (4/12/1910).
Miembro correspondiente del Centro Nacional de
Ingenieros de Buenos Aires (3/8/1916).
Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias
de Buenos Aires (3/12/1917).
Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias
de Zaragoza (12/4/1919).
Académico correspondiente de la Sección de Mecánica
de la Academia de Ciencias de París (21/6/1920).
Académico de número de la Real Academia Española
de la Lengua, Sillón N (31/10/1920).
Académico Honorario de la Société de Physique et
D’Histoire Naturelle, de Ginebra (17/ 5/1923).
29
•
•
Miembro correspondiente de la Hispanic Society of
America (12/12/1925).
Académico asociado extranjero de la Academia de
Ciencias de París (27/6/1927, sólo eran doce los
académicos asociados).
b) Cargos en sociedades científicas:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Secretario de la Sección de Ciencias Exactas de la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de
Madrid (26/6/1901).
Vocal de la Junta para Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas (1907).
Vicepresidente de la Asociación Española para el
Progreso de las Ciencias (1908).
Vicepresidente de la Sociedad Matemática Española
(12/10/1914).
Presidente de la Sociedad Española de Física y Química
(1/12/1919).
Presidente de la Sociedad Matemática Española
(4/12/1920).
Presidente de la Sección Española del Comité
Internacional de Pesas y Medidas de París (9/2/1921).
Presidente de la Unión Internacional Hispano
Americana de Bibliografía y Tecnología Científicas (19/
4/1921).
Presidente de la Sección de Ciencias Exactas de la
Academia de Ciencias de Madrid (4/6/ 1924).
Vicepresidente de la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (16/3/1927).
30
•
Presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de Madrid (2/2/1928).
c) Honores y condecoraciones:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Gran Cruz de Alfonso XII (15/10/1906).
Socio Honorario del Instituto de Ingenieros Civiles
(3/7/1907).
Premio-medalla “Echegaray” de la Real Academia de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid,
impuesta por el Rey Alfonso XIII (12/ 3/1916).
Premio Parville de la Academia de Ciencias de París
(7/11/1916).
Rechaza el cargo de Ministro de Fomento en 1918.
Gran Cruz de Carlos III (18/12/1919).
Académico honorario de la Real Academia Hispano
Americana de Ciencias y Artes de Madrid (2/2/1920).
Gran Cruz de S. Tiago da Espada, Portugal
(24/10/1921).
Comendador de la Legión de Honor, Francia (20/3/19
22).
Doctor “Honoris Causa” por la Universidad de París
(1923).
Presidente honorario de la Sociedad Matemática
Española (2/2/1924).
Doctor “Honoris Causa” por la Universidad de Coimbra
(10/5/1925).
Inspector General Honorario del Cuerpo de Ingenieros
de Caminos, Canales y Puertos (19/11/1926).
Miembro honorario del Comité Internacional de Pesas y
Medidas de París (20/6/1929).
31
•
•
•
Banda de la Orden de la República (14/4/1934).
Presidente de Honor de la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (31/10/1934).
Presidente Honorario de la Junta Nacional de
Tecnología y Bibliografía Científicas HispanoAmericana (29/5/1935).
3.3-Resumen de su obra.
En los siguientes epígrafes se hará un breve resumen la extensa
obra de Leonardo Torres Quevedo, tomando como referencias
para ello [11], [15]. Desde los dirigibles hasta la Automática, la
obra del ingeniero español está plagada de inventos pioneros en
su tiempo y precursores en muchas ocasiones de otros que
posteriormente se habrían de desarrollar a lo largo del siglo XX.
3.3.1-Dirigibles.
Los trabajos de Torres Quevedo en materia de dirigibles (o
aerostación, término utilizado en la época) deriva del interés
en este tipo de embarcaciones por parte del Ejército desde
finales del siglo XVIII. En 1902 presenta en la Academia de
Ciencias de Madrid y en la de París el proyecto de un nuevo
tipo de dirigible, que incluía en su diseño un armazón interior
de cables flexibles que conseguía las ventajas de utilizar uno
rígido.
32
3.3.2-Transbordadores.
El dirigible España [I13]
Durante 1905 Torres Quevedo dirige la construcción del primer
dirigible español, el “España”, con la ayuda de Alfredo
Kindelán. Los trabajos se desarrollaron en el Servicio de
Aerostación Militar del Ejército, creado en 1896 y situado en
Guadalajara. Unos años después, Torres Quevedo pasó a
colaborar con la casa francesa Astra, que compró la patente de
su dirigible español y en 1911 inició la fabricación de los
dirigibles denominados “Astra-Torres”, utilizados por los
ejércitos francés e inglés durante la I Guerra Mundial (19141918) e incluso adquiridos por Japón en 1924 para
incorporarlos a su Armada.
Durante 1918, con vistas a realizar la primera travesía aérea del
Atlántico, Torres Quevedo proyectó en colaboración con el
ingeniero Emilio Herrera Linares, el dirigible “Hispania”. Al
no recibir el apoyo financiero suficiente, el proyecto se demoró
y fueron aparatos construidos en Gran Bretaña y Alemania los
que realizaron el primer vuelo transatlántico.
A partir de la segunda década del siglo XX, se abandonó el uso
militar de dirigibles para relegarlos a su uso civil.
Torres Quevedo inició en 1887, cuando aún residía en Molledo,
sus trabajos en el campo de los transbordadores (hoy
conocidos como funiculares o teleféricos). Para sus primeros
experimentos construyó en su propia casa un transbordador de
200 metros de longitud preparado para salvar un desnivel de 40
metros, utilizando una pareja de vacas como fuerza tractora.
Posteriormente construyó el «transbordador del río León», que
utilizaba ya un motor y tenía como finalidad el transporte de
mercancías. En 1890 lo presentó en Suiza, pero su proyecto fue
rechazado.
En 1907 Torres Quevedo construyó el primer transbordador
apto para el transporte público de personas en el Monte Ulía en
33
34
Transbordador de Torres Quevedo en San Sebastián [I14]
San Sebastián a cargo de la «Sociedad de Estudios y Obras de
Ingeniería» de Bilbao. Su proyecto solucionaba el problema de
seguridad de los transbordadores de la época. El transbordador
ideado por el ingeniero era de gran robustez y soportaba fallos y
roturas de piezas en el sistema sin poner en peligro las vidas de
sus ocupantes.
3.3.3-Radiocontrol.
Los trabajos de Torres Quevedo en radiocontrol fructificaron en
1903 con el Telekino, invento del que se ocupa el presente
estudio y que será estudiado en profundidad en las siguientes
secciones.
El Telekino fue presentado en la Academia de Ciencias de París
en 1903.
A partir de ese momento comenzaron las
demostraciones públicas de sus virtudes, considerado el
precursor del mando a distancia actual y el primer aparato de
radiodirección del mundo.
El Telekino, a grandes rasgos, es un autómata capaz de ejecutar
órdenes transmitidas mediante telegrafía sin hilos.
Torres Quevedo obtuvo patentes de su telemando en Francia,
España, Gran Bretaña y Estados Unidos1. En dos ocasiones tuvo
que reclamar sus derechos de prioridad ante dos inventores
franceses, que presentaron como originales inventos
prácticamente idénticos al del español.
Sus aplicaciones se restringieron a la dirección de buques a
distancia, pese que la idea inicial era aplicarlo a globos
1
Se han conseguido localizar todas las patentes excepto la estadounidense,
aerostáticos, con el fin de no poner en riesgo la vida de los
pilotos, y también se barajó su aplicación a torpedos
teledirigidos, frustrada por falta de financiación.
3.3.4-Máquinas analógicas de cálculo.
Las máquinas analógicas de cálculo son dispositivos que
buscan la solución de ecuaciones matemáticas mediante el
estudio de magnitudes físicas, las cuales conducen a un
determinado resultado físico equivalente a la solución
matemática buscada. Desde mediados del siglo XIX existían
aparatos mecánicos que realizaban operaciones como la
multiplicación y la integración. Torres Quevedo inicia sus
publicaciones sobre la materia en 1893 con la presentación en
la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de
Madrid de una Memoria Sobre las máquinas algebraicas. En
1895 presenta en Burdeos (Francia) la versión en francés Sur
les machines algébraiques.
Máquina analógica de cálculo [I15]
que viene citada en el libro de Santesmases [11].
35
36
Posteriormente, en 1900, presentará la Memoria Machines á
calculer en la Academia de Ciencias de París. En ellas, examina
las analogías matemáticas y físicas en las que se basa el cálculo
analógico y cómo establecer mecánicamente las relaciones entre
ellas expresadas en fórmulas matemáticas. Su estudio incluye
variables complejas, y utiliza la escala logarítmica.
A nivel práctico, Torres Quevedo construyó una serie de
máquinas analógicas de las que se podrían destacar algunas de
las piezas que las componía como el aritmóforo. Este aparato
servía para representar los números mediante una escala
logarítmica en una rueda graduada de 1 a 10, para obtener todas
las mantisas posibles, y otra rueda contadora de vueltas para
representar las características crecientes o decrecientes de los
logaritmos.
Otra de las piezas más complicadas e importantes que Torres
Quevedo inventó fue el husillo sin fin, sistema mecánico que
permitía calcular la relación y = log(10 x + 1) expresando el
logaritmo de una suma como suma de logaritmos.
Utilizando estos y otros elementos construyó una máquina para
resolver ecuaciones algebraicas de ocho términos, obteniendo
sus raíces (incluso las complejas) con precisión de milésimas;
una máquina para resolver ecuaciones de segundo grado con
coeficientes complejos y un integrador.
Los inventos de Torres Quevedo en el campo de las máquinas
de cálculo también supusieron auténticas novedades en la
época. A mediados del siglo XX se desarrollaron técnicas
electrónicas que permitieron construir máquinas más avanzadas
en sustitución de las electromecánicas que se empleaban en
tiempos del ingeniero español.
3.3.5-Jugadores Ajedrecistas.
Torres Quevedo construyó dos versiones del Jugador
Ajedrecista, su invento más curioso y considerado precursor de
la Inteligencia Artificial. La primera versión data de 1912 y fue
presentada en la Feria de París en 1914, generando una gran
expectación. El ingenio era capaz de jugar finales sencillos de
partidas de ajedrez contra una persona: rey y torre blancos por
parte de la máquina contra el rey negro del jugador humano. El
Jugador disponía de un brazo mecánico para realizar los
movimientos y un conjunto de sensores eléctricos para conocer
la posición de las piezas en el tablero.
El segundo Jugador Ajedrecista fue construido en 1920 y
Torres Quevedo contó con la colaboración de su hijo Gonzalo.
El movimiento de las piezas se conseguía mediante imanes
colocados bajo el tablero.
Husillo sin fin [I16]
37
38
En 1914, el ingeniero español publicó en España y Francia una
memoria titulada “Ensayos sobre Automática. Su definición.
Extensión teórica de sus aplicaciones”, su obra cumbre. En
ella enuncia los fundamentos teóricos de la Automática, expone
proyectos de sistemas para realizar operaciones aritméticas por
procesos digitales y rescata los trabajos del inglés Charles
Babbage (1791-1871) y su Máquina Analítica, considerada la
precursora de los computadores digitales modernos.
El Jugador Ajedrecista [I17]
Torres Quevedo materializó con el Jugador Ajedrecista los
deseos de construir, desde el siglo XVIII, un autómata capaz de
desenvolverse en un juego humano.
3.3.6-Automática.
La Automática constituye uno de los aspectos más importantes
de la obra de Torres Quevedo y puede considerarse precursor de
la Automática actual, término que él mismo fue el primero en
utilizar en España. Sobre este aspecto, el francés M.Raymond,
experto en la materia, señaló en 1954 [11]:
En “Ensayos sobre Automática”, Torres Quevedo recoge un
diseño de máquina capaz de calcular el valor de ax( y − z ) 2 .
Incluye dispositivos electromagnéticos para almacenar dígitos
decimales, realizar operaciones binarias, y comparar cantidades.
La memoria, además, contiene la primera formulación conocida
de la aritmética de punto flotante.
Como primera versión de una máquina digital electromecánica,
Torres Quevedo construyó el Aritmómetro Electromecánico,
presentado en París en 1920. Consistía en una máquina
calculadora conectada a una máquina de escribir en la que se
tecleaban los números y las operaciones, en el orden en que
iban a ser ejecutadas sin intervención humana. Al finalizar, la
máquina de escribir anotaba automáticamente el resultado. El
Aritmómetro Electromecánico es la primera versión existente
conocida de una calculadora digital.
“Si Farcot y Watt pueden considerarse como inventores de
los servomecanismos, Torres Quevedo es quien a tocado con
el dedo el verdadero problema de la Automática. Es
singular que sus trabajos con tantos conceptos precursores
hayan pasado inadvertidos para tantos ingenieros.”
39
40
4.- El Telekino: descripción física y
funcional.
Torres Quevedo patentó entre 1902 y 1903 su Telekino en
España, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. No se ha
conseguido localizar la fecha exacta de expedición de la patente
inglesa ni demostrar la existencia de la estadounidense, que cita
Santesmases en Obra e inventos de Torres Quevedo [11]. La
documentación sobre las patentes francesa y española, por el
contrario, es extensa. La cronología de las mismas puede
resumirse de la manera siguiente:
•
•
•
•
10 de diciembre de 1902 - Solicitud de patente francesa
por “Système dit Télékine pour commander à distance
un mouvement mécanique”, registrada con el número
327.218.
10 de junio de 1903 - Solicitud de patente en el Registro
de la Propiedad Industrial de España, con fecha 10 de
junio de 1903, por “Un sistema denominado ‘Telekine’
para gobernar a distancia un movimiento mecánico”,
registrada con el número 31.918.
19 de septiembre de 1903 – Expedición de la patente
española.
9 de diciembre de 1903 - Solicitud de adición a la
patente española bajo el título “Mejoras introducidas en
un sistema denominado Telekine para gobernar a
distancia un movimiento mecánico”. Paralelamente,
Torres Quevedo también solicita en Francia una
“Première addition” a su patente francesa.
41
•
12 de febrero de 1904 - Expedición de los certificados
de adhesión relativos tanto a su patente española como a
su patente francesa.
En los siguientes epígrafes se analizará en detalle la patente de
invención española y su correspondiente certificado de
adhesión.
4.1-Patente
nº
31918:
“un
sistema
denominado Telekine para gobernar a
distancia un movimiento mecánico”.
La patente solicitada por Torres Quevedo en Madrid el 10 de
Junio de 1903 recayó en “un sistema denominado Telekine
para gobernar a distancia un movimiento mecánico”. El
documento original está recogido en el expediente nº 31918 del
Archivo Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas,
con sede en Madrid. Dicho expediente comprende un conjunto
de dibujos que representan las piezas de las que se compone el
Telekino y su descripción funcional, manuscrito por el propio
Torres Quevedo. A continuación se reproducen los dibujos de
las piezas extraídos de la patente original, acompañados de
tablas con su correspondiente explicación basada en el
contenido de ésta. Se ha respetado la notación empleada por
Torres Quevedo, aún en el caso en que pueda resultar algo
confusa, teniendo en cuenta que ideó un sistema simbólico que
trataba de ser universal para la notación de máquinas sobre el
que la Revista de Obras Públicas en 1906, en su sección
Noticias, apuntó : «Del estilo de las modernas fórmulas
químicas, de las del álgebra, de la lógica, etc., tiene todas las
42
condiciones para servir de esperanto mecánico y a tal objeto
ha sido propuesto a todas las naciones» [16]. Pese a estas
optimistas previsiones, el sistema de notación de Torres
Quevedo fracasó, sin empañar su notable carrera sembrada de
éxitos.
El invento detallado “comprende en principio una transmisión
telegráfica con o sin hilos determinando la posición de una
aguja que gobierna un servomotor reaccionando un mecanismo
cualquiera”, según las notas de Torres Quevedo [17].
4.1.1-El servomotor.
En las figuras 1-5 se presentan las piezas correspondientes a un
servomotor caracterizado por el montaje sobre un mismo árbol
de una aguja y de un disco que giran independientemente bajo
el punto de vista mecánico. La aguja contacta con una serie de
tacos, determinando el funcionamiento del servomotor eléctrico
que gobierna el disco y le hace seguir todos los movimientos de
la aguja, sin que ésta realice ningún esfuerzo para arrastrarlo.
Las figuras 1 y 2, y sus respectivas tablas y descripciones, se
refieren a la parte que corresponde al giro del motor, mientras
que las figuras 3 y 4, más específicas, indican el mecanismo de
avance de diente de uno de los engranajes fundamentales del
aparato. La figura 5, siguiendo la misma línea que las figuras 3
y 4, explica el mecanismo biela-manivela que permite el giro de
un disco, también pieza fundamental.
Portada y primera página de la patente española nº 31918 del
Telekino. [I18]
Montaje del servomotor (1) [I19]
43
44
Códig
o
A
B, B¹
C
H
1
3
4
11
14
Tipo de
Pieza
Descripción
30
Electro
Atrae la armadura 11 cerrando el circuito
que permite el avance de dientes de la
rueda 3.
Electros
Electros que atraen la armadura 23
dependiendo de la posición de la escobilla
14.
Caja
S u misión es alojar un posible motor.
Zócalo
Superficie sobre la que se colocan y
ordenan el resto de piezas.
Árbol
Barra cilíndrica que sostiene a la rueda 3 y
al disco 4.
Rueda
Rueda con clavillos accionada por la
palanca 6.
Disco
Disco, independiente de la rueda 3.
Armadura Armadura atraída por el electro A cuando
por él circula corriente.
Escobilla Escobilla de la rueda 3, comunica con el
árbol 1 y el hilo 16 que conduce al polo
positivo de un generador de electricidad.
15
Resorte
Pone en contacto el disco 4 y la escobilla
14.
16
Hilo
19-20
21-22
Anillos
Hilos
Hilo que conecta con el polo positivo del
generador.
Anillos fijos al cubo del disco 4.
Hilos que atraviesan los electros B y B¹ y
que van al polo negativo del generador.
45
Aguja
Aguja que gira alrededor del eje 31 y
comunica con una serie de tacos.
Tabla I. Descripción de piezas de la Figura 1.
Montaje del servomotor (2) [I20]
Código
A
H
Tipo de
Pieza
Electro
Zócalo
Descripción
Atrae la armadura 11, cerrando el
circuito que permite el avance de
dientes de la rueda 3.
Superficie sobre la que se colocan
y ordenan el resto de
piezas.
46
x
Ninguno
y
Ninguno
1
Árbol
3
Rueda
4
5
6
Disco
Clavillos
Palanca
7
Brazo
Brazo solidario de la palanca 6.
8
11
Brazo
Armadura
12
Resorte
13
17-18
Eje
Arcos
metálicos
Hilos
Brazo articulado de la palanca 6.
Armadura atraída por el electro A
cuando por él circula corriente.
Controla el movimiento de la
palanca 6 y la armadura 11.
Eje sobre el que gira la palanca 6.
Arcos aislados que comunican los
anillos 19-20 con los hilos 21-22.
Hilos que atraviesan los electros B
y B¹ y que van al polo negativo del
generador.
21-22
23
Armadura
24
Resorte
Dirección de giro en sentido
horario.
Dirección de giro en sentido
horario.
Barra cilíndrica que sostiene a la
rueda 3 y al disco 4.
Rueda con clavillos accionada por
la palanca 6.
Disco, independiente de la rueda 3.
Clavillos de la rueda 3.
Palanca con dos brazos, uno
solidario y otro articulado.
25
26
Árbol
Tornillo
movimiento de la armadura 23.
Árbol de la caja C.
Tornillo sin fin que engrana con el
disco 4.
Tabla II. Descripción de piezas de la Figura 2.
Sobre un árbol 1 (figura 1) montando en un zócalo H están
colados la rueda 3 y el disco 4, independientes el uno del otro.
La rueda 3 está accionada por una palanca 6 que obra sobre los
clavillos 5 de esta rueda de la manera que se explicará en las
figuras 3 y 4. En la figura 2 se observa una palanca 23 que tiene
como misión gobernar el cambio de marcha de un posible
motor colocado dentro de la caja C y cuyo árbol es 25. La figura
2 se refiere a la posición de reposo, en la que la escobilla 14 no
toca ni al arco metálico 17 y ni al arco metálico 18. Ambos
arcos están aislados entre sí y dependiendo de por cuál de ellos
circule la corriente el motor girará en un sentido o en otro. En el
caso de que la escobilla 14 esté en contacto con el arco 17, la
corriente pasará por el electro B y atraerá a la palanca-armadura
23, girando el sistema en la dirección indicada por y. Si la
escobilla 14 está en contacto con el arco 18, será el electro B¹ el
que atraiga dicha armadura y provocará el giro en sentido
inverso.
Mecanismo de avance de un diente.
Palanca cuya misión es gobernar el
cambio de marcha de un posible
motor colocado en la caja C.
Resorte que controla el
47
48
13
Eje
Eje sobre el que gira la palanca 6.
Tabla III. Descripción de piezas de las Figuras 3 y 4.
Avance de un diente [I21]
Código
A
Tipo de
Pieza
Electro
3
Rueda
5
6
Clavillos
Palanca
7
8
9
Brazo
Brazo
Articulación
10
Resorte
12
Resorte
Descripción
Atrae la armadura 11 cerrando el
circuito que permite el avance de
dientes de la rueda 3.
Rueda con clavillos accionada por
la palanca 6.
Clavillos de la rueda 3.
Palanca con dos brazos, uno
solidario y otro articulado.
Brazo solidario de la palanca 6
Brazo articulado de la palanca 6
Articulación del brazo 8 de la
palanca 6
Controla el movimiento de los
brazos de la palanca 6.
Controla el movimiento de la
palanca 6.
49
Mediante el mecanismo que se describe a continuación la rueda
3 avanza el valor de un diente en sentido horario. La palanca 6
lleva un brazo 7 solidario y un brazo 8 articulado en 9 y puede
oscilar de la posición de la figura 4 a la de la figura 3 gracias al
resorte 10. Partiendo de la posición inicial de la figura 2, al
enviar una corriente al electro A, éste atrae la armadura
solidaria de la palanca 6, como puede verse en el detalle de
dicha figura. La palanca gira entonces sobre el eje 13 en sentido
horario. De este modo llega a la posición representada en la
figura 3, en la que el diente o clavillo se sitúa entre el brazo
articulado 8 y el resorte 10.
La palanca sigue girando hasta que el diente sobrepasa el
resorte 10 (figura 4), momento en que éste vuelve hacia el
brazo 8. Al cesar la corriente, la palanca 6 vuelve a su posición
inicial (figura 2) gracias al resorte 12.
Mecanismo biela-manivela.
El disco 4 tiene un movimiento circular, pero en ocasiones se
debe obrar sobre una palanca, por ejemplo, la barra de un timón
que oscila entre dos posiciones determinadas. Es preciso por
tanto transformar el movimiento circular del disco en
movimiento rectilíneo, para lo cuál resulta adecuado emplear
una transmisión biela-manivela como la que se observa en la
figura 5.
50
manivela que hace girar al disco
4.
Tabla IV. Descripción de piezas de la Figura 5.
Mecanismo biela-manivela [I22]
Código
b, b¹, b²
Tipo de
Pieza
Ninguno
y
Ninguno
4
Disco
27
Biela
28
Pie de biela
29
Manivela
Descripción
Posibles posiciones de la palanca
27.
Dirección de giro en sentido
horario.
Disco, independiente de la rueda
3.
Biela del mecanismo bielamanivela que hace girar al disco
4.
Extremo de la biela 27 unido a
una pieza que realiza un
movimiento rectilíneo para
conseguir la rotación de la
manivela.
Manivela del mecanismo biela51
En la figura 5, el disco 4 gira siempre en el mismo sentido y
está unido a la palanca 27 por la biela montada en 28 y gira
según y. Con esta disposición, para pasar de la posición b a b¹
se debe pasar por b². Esto puede resultar conveniente en
algunas ocasiones, pero la solución ideal consistiría en hacer
girar el disco en ambos sentidos, problema que se resolverá en
las secciones siguientes.
4.1.2.-Los aparatos transmisor y receptor.
En las figuras 6 y 7 se muestran un aparato transmisor, cuya
misión es cerrar un circuito determinado a voluntad, y un
aparato receptor, que responde a la orden indicada por la señal
enviada por el transmisor. El sistema utiliza transmisión con
hilos.
En la explicación se describe la manera de hacer arrastrar una
aguja por mediación de varios electro-imanes colocados en arco
circular, de modo que un manipulador girando toca
sucesivamente varios tacos dispuestos también en arco circular,
cerrando cada contacto un circuito y haciendo activo un electro
en el receptor, atrayendo el electro activo la armadura de la
aguja que gira sobre el eje central del aparato.
52
Código
B, B¹
Transmisor y receptor [I23]
53
Tipo de
Pieza
Electro
D1 − D 7
Tacos
d4
Hilo
E1 − E 7
F
Electros
Dinamo
15
Resorte
17-18
26
Arcos
metálicos
Tornillo
30
Aguja
31
32
Eje
Palanca
33
Armadura
34,35
Hilos
Descripción
Electros que atraen la armadura 23
dependiendo de la posición de la
escobilla 14.
Tacos donde acometen los hilos que
van al receptor
Hilo por el que pasa la corriente en el
ejemplo de las figuras 6 y 7.
Electros del receptor
Generador eléctrico: trasforma la
energía mecánica en eléctrica.
Pone en contacto el disco 4 y la
escobilla 14.
Arcos aislados que comunican los
anillos 19-20 con los hilos 21-22.
Tornillo sin fin que engrana con el
disco 4.
Aguja que gira alrededor del eje 31 y
comunica con los tacos D 1 − D 7 .
Eje alrededor del cuál gira la aguja 30.
Avanza la misma cantidad de pasos
que se haga avanzar la aguja 30.
Armadura de la palanca 32 sometida a
los electros E 1 − E 7 .
Hilos que interconectan las diferentes
piezas del circuito y por los que pasa
la corriente en el ejemplo.
54
Tabla V. Descripción de piezas de las Figuras 6 y 7.
El transmisor, que corresponde a la figura 6, cuenta con una
aguja 30 que se hace girar alrededor del eje 31 con el fin de
hacer comunicar ésta con alguna de las bornas o tacos D 1 − D 7 ,
de donde parten los hilos que van al receptor. Cuando se
produce la comunicación con un taco, se cierra un circuito que
hace que la corriente circule por uno de los electros del receptor
E 1 − E 7 . El receptor, representado en la figura 7, cuenta con
una palanca 32 con su armadura 33 sometida a estos electros.
Al hacer avanzar la aguja 30 del transmisor en un sentido y
número de pasos cualquiera, la palanca 32 avanza una cantidad
correspondiente y hace que el disco 4 siga su movimiento. En la
posición representada la corriente pasa por el circuito F- 34-3130- D 4 - d 4 - E 4 -35-F, marcado en negrita en las figuras 6 y 7.
Minimización del número de electros en el
receptor.
En la figura 8 se explica la manera de hacer ejecutar a la aguja
del aparato receptor de la figura 7 movimientos de pequeña
amplitud con un número reducido de electros, siendo a tal
efecto arrastrada la aguja por una rueda que tiene sobre su
contorno n+1 armaduras y que gira en una corona de n electros.
Montaje para la minimización del nº de electros [I24]
Código
G1 − G 8
Tipo de
Pieza
Electros
g1 − g 9
Armaduras
H
Zócalo
y
Ninguno
3
Rueda
Descripción
Electros formando una corona
sobre el zócalo H
Armaduras en la rueda 3 formando
una corona
Superficie sobre la que se colocan
y ordenan el resto de piezas.
Dirección de giro en sentido
horario de la rueda 3.
Rueda con clavillos.
Tabla VI. Descripción de piezas de la Figura 8.
55
56
En la figura 8 se observan una serie de electros G 1 − G 8 fijos
sobre el zócalo H formando una corona. La rueda 3, por su
parte, también lleva una serie de armaduras g 1 − g 9 formando
otra corona. El objetivo de esta disposición es conseguir una
exactitud aceptable en el sistema minimizando el número de
recursos, como se explicará a continuación. A cada paso que se
hace avanzar la aguja 30 (figuras 6 y 7) la corriente va pasando
de un electro a su consecutivo. En la figura 8 del ejemplo, la
corriente circula por el electro G 5 y al avanzar la aguja un paso
hará lo propio por G 6 . Entonces la armadura g 4 se sentirá
pueden emplear numerosas soluciones. Aquí se describe una
útil en el caso en que dicha rueda deba tener pocos dientes.
atraída por G 6 , girando la rueda 3 en la dirección
correspondiente hasta que g 4 se sitúe justo enfrente de ese
electro. Se observa que los pasos de la rueda 3 son siempre
iguales, aunque los de la aguja 30 pueden ser arbitrarios. La
relación
entre
los
espacios
angulares
recorridos
simultáneamente por la rueda y la aguja, siendo n el número de
2π
electros y n+1 el número de armaduras, es
, lo que
n(n + 1)
permite con un pequeño número de electros obtener una
precisión suficiente.
Mecanismo de avance de rueda en transmisiones sin hilo [I25]
Mecanismo de avance
transmisiones sin hilos.
de
un
diente
en
Las disposiciones de las figuras 6, 7 y 8 que exigen muchas
líneas telegráficas no son válidas con transmisiones sin hilo.
Para hacer girar en este tipo de transmisiones la rueda 3 se
Código
A
c1 − c 4
57
Tipo de
Pieza
Electro
Dientes
Descripción
Electro que atrae la armadura 11
permitiendo el movimiento de la
palanca 6.
Dientes o brazos de la rueda 3.
58
H
Zócalo
3
Rueda
6
Palanca
11
12
Armadura
Resorte
36
37
Resorte
Dedo
38
Resorte
39
Detección
Superficie sobre la que se colocan y
ordenan el resto de piezas.
Rueda en forma de cruz con cuatro
brazos.
Palanca con dos brazos, uno
solidario y otro articulado.
Armadura de la palanca 6.
Resorte que controla el movimiento
de la palanca 6 y la armadura 11.
Controla el movimiento de la cruz.
Apoya sobre el diente que
corresponda al cesar la corriente.
Resorte que se dobla al cesar la
corriente.
Impide que la cruz avance más de
un paso.
4.1.3-El distribuidor.
Se plantea ahora el problema de gobernar varios aparatos como
el descrito anteriormente en las figuras 1-10. Varias ruedas 3
deben ser puestas en funcionamiento utilizando un solo
transmisor y un solo receptor, en especial si se quiere aplicar la
telegrafía sin hilos. La solución se encuentra en la disposición
de piezas mostrada en las figuras 11 y 12 y se convino en
llamar distribuidor. El distribuidor consiste en un relevador o
relé que controla el estado de un interruptor. El circuito que
cierra este interruptor no es siempre el mismo: existen varios
tacos correspondientes a circuitos diferentes y una pieza que se
desplaza un cierto ángulo, cerrando uno u otro circuito en
función tanto de la duración de la corriente como de la duración
de sus interrupciones.
Tabla VII. Descripción de piezas de la Figuras 9 y 10.
En el aparato representado en la figura 9 la rueda 3 forma una
cruz de cuatro brazos c1 − c 4 . Cuando el electro A atrae la
armadura 11, la extremidad de la palanca 6 empuja el diente
c 4 , haciendo que el resorte 36 haga avanzar un paso la cruz,
situándose entonces en la posición de la figura 10. Al cesar la
corriente la armadura 11 vuelve, atraída por el resorte 12, a su
posición inicial. Gracias a la pieza 39 se impide que la cruz
avance por inercia más de un paso.
59
60
Código
A1 − A 4
El distribuidor [I26]
61
Tipo de
Pieza
Descripción
Electro
F
Dinamo
I
Pila
i
Interruptor
i¹
Ninguno
J¹,J²,J³
Electros
K1 − K 4
Aparatos
4
Disco
26
Tornillo
41-44
Hilos
45
Palanca
46
Pieza flexible
47
Armadura
Gobierna una palanca y hace
avanzar un paso la cruz 3 del
aparato K 1 − K 4
correspondiente.
Generador eléctrico: trasforma la
energía mecánica en eléctrica.
Alimentación del circuito.
Interruptor que
conecta/interrumpe la
alimentación del circuito.
Posición en la que el interruptor i
cierra el circuito.
Electros que atraen
respectivamente las piezas 46-4547.
Serie de aparatos como el
descrito en las figuras 1-10.
Disco, independiente de la rueda
3.
Tornillo sin fin que engrana con
el disco 4.
Hilos que interconectan las
diferentes piezas del circuito.
Palanca dentada atraída por el
electro J².
Pieza flexible atraída por el
electro J¹.
Armadura flexible atraída por el
62
48
Palanca
49
Resorte
50
Palanca
51-54
55-59
Dientes
Hilos
60
Resorte
electro J³.
Palanca de tres brazos de
velocidad débil.
Resorte que controla el
movimiento de la palanca 48.
Palanca recubierta de aislante que
recorre los dientes 51-54.
Dientes de la palanca 45.
Hilos que interconectan las
diferentes piezas del circuito.
Al alargarse permite el paso de
los dientes 51-53.
Tabla VIII. Descripción de piezas de las Figuras 11 y 12.
En el estado de la figura 11 ningún circuito está cerrado y la
pila I no está en circuito. Cuando el interruptor i establece el
contacto en i¹ se cierran los circuitos I-i¹-40-J¹-41-42-I y I-i¹43-J²-44-42-I. Esta disposición permite la colocación de las
piezas 45, 46 y 47 en la posición de la figura 12 y el
movimiento de la palanca de tres brazos 48. La velocidad de
esta palanca es relativamente lenta debido a que su masa es
considerable en relación al resorte 49 que la solicita. Al cesar la
corriente se inactivan los electros J¹ y J², la palanca 45 vuelve
de su posición en la figura 12 a su posición en la figura 11 pero
la pieza flexible 46 queda detenida por la armadura flexible 47.
La palanca 48 continúa su movimiento y la palanca 50 recorre
los dientes 51-52-53-54. Los circuitos I-55-56-48-50-57-J³-5842-I y I-55-56-48-50-51-A¹-59-42-I estarán eléctricamente
cerrados.
63
La corriente que pasa por el electro A¹ hace avanzar un paso la
rueda 3 del aparato K¹ (semejante al descrito en las figuras 110, como ya se ha mencionado) y al mismo tiempo, al pasar por
el electro J³, las piezas 47,46 y 48 vuelven a su posición
primitiva; en su camino de vuelta la pieza 50 puede tocar los
dientes 51,52 y 53, el resorte 60 se alarga y dejándolos pasar y
la corriente no circula, teniendo en cuenta que la superficie
exterior de la pieza 50 está recubierta con aislante.
4.1.5-Sistema de orientación automática.
Dependiendo de si se desea realizar ciertas maniobras, habrá
que incluir elementos exteriores en el sistema que lo permitan.
Se presenta aquí el caso en que el objetivo es medir el rumbo o
la altura a la cuál debe navegar un barco o un globo, utilizando
por ejemplo una brújula o aguja de un barómetro. La solución
se muestra en las figuras 13,14 y 15, que describen un sistema
de orientación automática mediante brújula. Éste comprende
esencialmente un platillo sobre el cual está montada la brújula
que contiene dos tacos entre los cuáles se desplaza una de las
puntas de la aguja de la brújula. Los contactos obran sobre un
servomotor que gobierna el timón de la embarcación, de modo
que el diámetro del platillo que pasa por el centro de los dos
tacos se oriente en la dirección Norte-Sur magnética, pudiendo
ser efectuada la orientación del platillo por el aparato descrito
en las figuras 1 y 2. Este dispositivo puede emplearse en otras
aplicaciones como, por ejemplo, la aguja de un barómetro.
64
Código
H
Tipo de
Pieza
Zócalo
1
Árbol
3
Rueda
5
61
Clavillos
Sin
determinar
62
Aguja
63,64
Topes
66,67
Hilos
Descripción
Superficie sobre la que se colocan
y ordenan el resto de piezas
Barra cilíndrica que sostiene a la
rueda 3 y al disco 4.
Rueda con clavillos accionada por
una palanca.
Clavillos de la rueda 3.
Pieza montada sobre el manguito
de la rueda 3 y sobre la que gira la
aguja imantada 62.
Aguja imantada, uno de cuyos
extremos se desplaza entre dos
topes.
Topes entre los que se desplaza el
extremo de la aguja 62.
Hilos que proporcionan la corriente
en el circuito de la figura.
Tabla IX. Descripción de piezas de las Figuras 13 y 14 .
Disposición para brújula (1) [I27]
65
66
72
Hilo
73
Dedo
polo negativo del generador.
Hilo que conecta con el polo
negativo del generador.
Empuja el resorte sobre en el que
ese momento se encuentre apoyado
Tabla X. Descripción de piezas de la Figura 15.
Disposición para brújula (2) [I28]
Código
H
Tipo de
Pieza
Zócalo
y
Ninguno
4
26
Disco
Tornillo
68,69
Resortes
70,71
Topes
Descripción
Superficie sobre la que se colocan
y ordenan el resto de piezas.
Dirección de giro en sentido
horario.
Disco, independiente de la rueda 3.
Tornillo sin fin que engrana con el
disco 4.
Resortes sobre los que apoya el
dedo 73.
Conducen la corriente hacia el hilo
72, cerrando el circuito hacia el
67
La rueda 3, montada sobre el árbol 1, está movida por un
dispositivo análogo al descrito en la figura 1 y aquí suprimido
para simplificar. Sobre el manguito de la rueda 3 está montada
una pieza 61 que lleva el eje de una aguja imantada 62, una de
cuyas puntas puede desplazarse entre dos topes 63 y 64,
dejando girar libremente estas piezas. Este aparato para que
mantenga el navío o globo en un rumbo determinado debe obrar
sobre el timón, no fijándolo en una posición determinada como
lo haría el aparato de la figura 1, sino inclinándolo para
conducir el navío o globo al rumbo deseado.
Mientras la aguja 62 no toque a ninguna de las piezas 63-64 el
disco 4 de la figura 15 quedará inmóvil. Si la aguja toca a la
pieza 63 girará en un sentido, y en el contrario cuando toque a
64. La corriente realizará uno de los dos siguientes caminos
para ir del polo positivo al negativo: resorte 68-tope 70-hilo 72
o resorte 69-tope 71-hilo 72. Al cortarse, el disco 4 quedará
inmóvil porque el dedo 73 empujará el resorte de la parada
sobre el cuál estaba apoyado.
Con este sistema se consigue que el disco 4 maniobre el timón
de un navío o globo. Cualquiera de ambos tomará el rumbo
deseado, pero sobrepasándolo un poco. Se corrige dado que tan
pronto toca la aguja el otro tope hace cambiar la inclinación del
68
timón. Se puede por tanto, obrando así sobre la pieza 61,
determinar el rumbo que debe seguir el navío o globo.
Este dispositivo también podría ser aplicado para obrar sobre la
llave que dirige las bolsas de aire en un globo con el fin de que
éste mantenga una altura determinada.
4.1.6-Aparato avanzado de recepción.
La figura 16 representa esquemáticamente el aparato de
recepción que podría establecerse en el barco o globo para el
control de su navegación. Aunque en apariencia es más
complicado que el presentado en la figura 11, es bajo muchos
puntos de vista preferible a éste. Con este nuevo aparato es
posible gobernar el timón de una embarcación directamente o
por medio de una brújula, a voluntad, gracias a un dispositivo
formado por dos conmutadores con sus piezas relacionadas.
Este dispositivo permite el gobierno del timón a través de un
aparato denominado K 3 (gobierno directo) o a través de otro
aparato denominado K 4 (orientación por medio de la brújula).
Aparato avanzado de recepción [I29]
69
70
Código
A
Tipo de
Pieza
Electro
A1 − A 4
Electros
C 1,C 2 ,C 3.
F
Cajas
Dinamo
I
Pila
i
Interruptor
J 1, J 2 , J 3
Electros
J4
Electro
J5
Electro
J 6, J 7
Electros
K 1, K 2
Aparato
K3
Aparato
4
Aparato
K
Descripción
Gobierna una palanca y hace
avanzar un paso la rueda 3.
Electros que corresponden
respectivamente a los aparatos
K1 − K 4 .
Cajas que alojan servomotores.
Generador eléctrico: trasforma la
energía mecánica en eléctrica.
Alimentación del circuito.
Interruptor que
conecta/interrumpe la
alimentación del circuito.
Electros que atraen las piezas 4547.
Electro que atrae la armadura 91
y controla el movimiento de la
aguja 92.
Electro que atrae la palanca 98.
Electros que atraen la armadura
85.
Aparatos como el descrito en las
figuras 1-10.
Aparatos como el descrito en las
figuras 1-10 que gobierna un
timón de manera directa.
Aparatos como el descrito en las
figuras 1-10 que gobierna un
timón por medio de brújula.
71
L
Palanca
l1,l 2 ,l 3 ,l 4.
Ninguno
M 3,M 4
Ninguno
N
Arco metálico
O3 , O4
Ninguno
3
Rueda
4
Disco
26
Tornillo
42
Hilo
45
Palanca
48
Palanca
50
Palanca
55
Hilo
Palanca que gira sobre el disco
74, solidaria de una cruz no
representada en el dibujo.
Posiciones principales de la
palanca L.
Puntos que interconecta la pieza
76 cuando la palanca L se
encuentra en la posición l 3 .
Arco metálico que establece la
conexión entre los puntos O 3 y
O 4 cuando la palanca L se
encuentra en la posición l 4 .
Puntos que interconecta la pieza
N cuando la palanca L se
encuentra en la posición l 4 .
Rueda con clavillos accionada
por la palanca 6.
Disco, independiente de la rueda
3.
Tornillo sin fin que engrana con
el disco 4.
Hilo que interconecta las
diferentes piezas del circuito.
Palanca dentada atraída por el
electro J².
Palanca de tres brazos de
velocidad débil.
Palanca recubierta de aislante.
Hilo que interconecta las
diferentes piezas del circuito.
72
62
Aguja
73
Dedo
74
Disco
75
Hilo
Aguja imantada, uno de cuyos
extremos se desplaza entre dos
topes.
Empuja el resorte sobre en el que
ese momento se encuentre
apoyado.
Disco sobre el que gira la palanca
L.
Hilo que comunica con los hilos
que parten de las posiciones
l1,l 2 ,l 3 ,l 4.
76
77-83
Arco metálico
Arco metálico que establece la
conexión entre los puntos M 3 y
M 4 cuando la palanca L se
encuentra en la posición l 3 .
Hilos que interconectan las
diferentes piezas del circuito.
Hilo que transporta la corriente
de la dinamo F.
Palanca/armadura atraída por los
electros J 6 y J 7 .
Tope inferior de la
armadura/palanca 85.
Tope superior de la
armadura/palanca 85.
Hilo que interconecta las
diferentes piezas del circuito.
Palanca dentada que actúa como
conmutador.
Interconecta la palanca 88 con el
Hilos
84
Hilo
85
Armadura
86
Tope
86ª
Tope
87
Hilo
88
Palanca
89
Hilo
73
90
Hilo
91
Armadura
92
Aguja
93
Resorte
94
Tope
95
Hilo
98
99
Palanca
Aguja
100
101
Diente
Ninguno
102
Ninguno
103
Resorte
electro J 4 .
Hilo que interconecta las
diferentes piezas del circuito.
Armadura atraída por el electro
J4.
Aguja/palanca de velocidad de
giro débil.
Resorte que controla el
movimiento de la aguja 92.
Contacto de parada de la aguja
92.
Hilo que interconecta las
diferentes piezas del circuito.
Palanca atraída por el electro J 5 .
Actúa sobre los dientes de la
palanca 88.
Diente de la palanca 88.
Espacio entre dientes en la
palanca 88.
Ángulo máximo de
desplazamiento de la extremidad
de la palanca 88.
Resorte que controla el
movimiento de la palanca 98.
Tabla XI. Descripción de piezas de la Figura 16.
La palanca L que gira sobre el disco 74 es solidaria de una cruz
(no representada en el dibujo) gobernada por el mecanismo de
la figura 9 y puede ocupar cuatro posiciones principales
74
l 1 , l 2 , l 3 , l 4 . Cuando esta palanca se encuentra en una posición
l n hace comunicar el hilo 75 con el hilo que finaliza en punto.
En el caso n=3 la palanca establece una además una
comunicación entre 76, M 3 y M 4 ; en el caso n=4 la
comunicación extra se produce entre N, O 3 y O 4 .
En la figura 16 la pila I no está en circuito y el interruptor i está
abierto. El mecanismo de funcionamiento es similar al
empleado en el receptor de la figura 11: un contacto corto en el
interruptor i cierra el circuito I-42-55-77-48-50-45-78-L- l 1 -A²
(aparato K²)- I, lo que hace avanzar un paso el disco 4,
mientras que un contacto largo cierra el circuito I-42-55-77-4850-45-80-A-82-I, que hará avanzar un paso la palanca L.
El electro A, como en el caso descrito en la figura 9, gobierna la
palanca 6 y hace cada vez avanzar un paso la cruz 3 y por
consiguiente la palanca L, que se supone solidaria de una cruz
análoga a ésta. Al realizar un nuevo contacto largo en el
interruptor i se conduce la palanca L a la posición l 3 . Un
contacto corto cerrará el circuito I-42-55-77- 48-50-45-78-Ll 3 -85-86- A 3 -81-I y hará avanzar un paso el aparato K 3 . La
corriente de la dinamo F se transporta a través del hilo 84, la
palanca 85 y, a través del tope 86, alcanza el aparato K 3 . La
rueda 3 de este aparato arrastra el disco 4 y éste maniobra el
timón. El disco 4 del aparato adyacente K 4 gira necesariamente
al mismo tiempo, puesto que también engrana con el tornillo
sin fin 26. Sin embargo, su rueda 3 permanece al margen de
este movimiento dado que el aparato K 4 no se encuentra en ese
momento en circuito, de modo que el disco 4 puede girar
libremente. Para hacer entrar en juego el aparato K 4 es preciso
cambiar la posición de los conmutadores 85 y 88, de la manera
que se explica a continuación.
75
Si la palanca L se encuentra en la posición l 4 cierra el circuito
I-42-55-87-76- M 4 -88- 89- J 4 - 90- I, el electro J 4 atrae la
armadura 91 y deja girar la palanca 92 controlada por el resorte
93, siendo su velocidad de giro relativamente pequeña. Si la
palanca L cambia de posición antes que haya habido contacto
entre 92 y 94, la armadura 91 lleva la aguja 92 a su posición
normal, sin que se produzca el cambio en la posición de los
conmutadores 85 y 88. Sin embargo, si la palanca L permanece
un tiempo largo en la posición l 4 , la palanca 92 toca la
detención 94 y cierra el circuito I-42-55-95-92-94- J 5 -N- O 4 J 6 -76-I. Entonces el electro J 6 atrae la armadura 85 hasta que
la prolongación del brazo que la sostiene toca a 86ª y se
produce la conexión del aparato K 4 , pasando este aparato a
controlar el timón de la embarcación. Esta posición se conserva
gracias al resorte 97 hasta que empieza a circular corriente por
el electro J 7 . Durante el tiempo que dura esta operación, la
palanca 98 está atraída por el electro J 5 y la extremidad de la
palanca 99 bajo el diente 100. Este diente 100 hace girar la
palanca 88 hasta que su punta inferior se coloca en el ángulo
102. Mientras se realiza este recorrido, la palanca 88 cesa de
estar en contacto con el conductor que parte de M 4 y rompe el
circuito I-42-55-87-76- M 4 -88- 89- J 4 - 90- I. Desde que es
cortado, el resorte 91 conduce la palanca 92 a su posición
normal y se abre el circuito I-42-55-95-92-94- J 5 -N- O 4 - J 6 76-I, volviendo la palanca 98 a la posición de la figura 16, pero
permaneciendo los conmutadores 85 y 88 en posición contraria
a la mostrada, debido a los eventos explicados anteriormente. Si
la palanca L vuelve a la posición l 3 y permanece en ella
bastante tiempo, los conmutadores 88 y 85 cambiarán
nuevamente de posición y será de nuevo el aparato K 3 el que
gobernará el timón.
76
Los conductores que obran sobre los servomotores destinados a
hacer seguir a cada disco 4 los movimientos de su rueda 3
correspondiente están indicados en esta figura y también en la
figura 11 de puntos. Se supone además que la corriente que
circula entre ellos proviene de un generador dinamo F,
diferente de la pila I cuya corriente acciona las ruedas 3.
Con estas disposiciones se pueden maniobrar todos los aparatos
con el interruptor i, cuyos movimientos pueden ser
determinados a distancia por los procedimientos de la telegrafía
sin hilos. Pero para no estar obligado a medir la duración de
cada contacto y recuperación de posición del conmutador L y de
cada uno de los aparatos K, el manipulador empleado
generalmente en telegrafía sin hilos se reemplazará por un
conmutador y varios manipuladores, como se explicará en las
figuras 17, 18 Y 19.
4.1.7-El conmutador.
En esta sección se explica la manera de sustituir el manipulador
generalmente empleado en telegrafía sin hilos por un sistema
formado por un conmutador y varios manipuladores. Uno de
estos manipuladores está representado en detalle en las figuras
17 y 18. Mediante esta disposición se puede medir el número y
la duración de los contactos que se han llevado a cabo en el
aparato de transmisión. Comprende un aparato de relojería que
arrastra por frotamiento una aguja con una escobilla y una
palanca con un dedo que detiene la aguja cuando se hace
avanzar esta palanca un número de pasos a voluntad. La aguja
se mueve el mismo número de pasos, estableciendo otros tantos
contactos, todos de igual duración.
77
El conmutador [I30]
78
Código
P
Tipo de
Pieza
Electro
P¹
Electro
105
Árbol
106
Caja
107
Piñón
108
Sin
determinar
109
110
Rueda
Aguja
111
112
113
Diente
Palanca
Rueda
114
115
116
117
Palanca
Eje
Palanca
Resorte
118
Resorte
Descripción
119
Resorte
Electro que atrae la palanca 112 al
circular corriente a través de él.
Electro que atrae la palanca 116 al
circular corriente a través de él.
Árbol hueco fijo en el centro de la
caja 106.
120
Botón
121-125
Hilos
126
127
Corona
Pasadores
128
Hilo
129
Hilo
Caja cuya cubierta impide el
movimiento longitudinal del piñón
107
Piñón que puede girar libremente
pero no resbalar longitudinalmente.
Pieza fija al árbol 105 y que impide
el movimiento longitudinal del
piñón 107
Rueda dentada.
Aguja ordinariamente apoyada
sobre el diente 111.
Diente de la palanca 114.
Palanca atraída por el electro P.
Rueda con entalladuras
equidistantes.
Palanca acordada de la rueda 113.
Eje de giro de la palanca 114.
Palanca atraída por el electro P¹.
Controla el movimiento de la
palanca 114.
Controla el movimiento de la
palanca 112.
79
Controla el movimiento de la
palanca 116.
Al tirar de él, levanta la palanca
114.
Hilos aislados del resto del aparato
que transportan la corriente a través
de los electros P, P¹.
Corona metálica aislada.
Pasadores aislados con los que
comunica la corona 126.
Hilo con el que comunica la
palanca 126.
Hilo que comunica con la aguja
110.
Tabla XII. Descripción de piezas de las Figuras 17 y 18.
Sobre el árbol hueco 105, fijo en el centro de la caja 106, está
montado un manguito, sobre el que está montado el piñón 107,
que puede girar libremente, pero no resbalar longitudinalmente,
lo que es impedido por la cubierta de la caja y por la pieza 108,
fija al árbol 105. El piñón 107 es movido por un movimiento de
relojería (no representado en la figura) que hace girar el
manguito a una velocidad uniforme. Sobre el manguito citado
está montado un segundo manguito unido a la rueda dentada
109 y a la aguja 110, aguja que normalmente se encuentra en
contacto con el diente 111 como puede verse en la figura 17. En
otras ocasiones, es la palanca 112 la que oscila y se coloca entre
dos dientes del engranaje 109. Estas dos disposiciones, contacto
de la aguja 110 o de la palanca 112 con los dientes de la rueda
109, impiden el libre giro del segundo manguito citado. Cuando
80
no se producen, este segundo manguito es arrastrado por el
primero y gira a la misma velocidad que él.
Sobre el árbol 105 también está montada, por encima de la
cubierta de la caja, la rueda 113 que tiene un contorno en el que
se han realizado varias entalladuras equidistantes y está provista
de una palanca acordada 114 que puede oscilar alrededor del eje
115 y cuyo diente 111 puede penetrar en una cualquiera de las
ventanas practicadas en la cubierta. Cuando la palanca 116 está
separada de la rueda 113 y el diente 111 está suficientemente
levantado, dicha rueda 113 puede girar libremente.
Las palancas 114-112-116 están mantenidas en la posición
indicada en la figura por los resortes 117-118-119
respectivamente. La palanca 114 puede levantarse tirando del
botón 120; las palancas 112 y 116 están gobernadas por los
electros P y P¹, que las atraen al recibir corriente a través de los
circuitos 121-P-122 y 123-P¹-124 según corresponda.
Sobre la cubierta de la caja 106 está embutida una corona
metálica aislada 126 que comunica con varios pasadores
aislados 127, cada uno de los cuáles perteneciente a una
ventana. Dicha corona comunica con el hilo 128 y éste con el
hilo 129, que a su vez está unido a la aguja 110. Cuando la
aguja 110 gira a una velocidad uniforme, su escobilla toca todos
los pasadores 127 y establece contactos sucesivos iguales entre
los hilos 128 y 129. El frotamiento de la escobilla sobre la
cubierta y los pasadores se considera insignificante.
la cuál el conmutador se desplaza por sí mismo a la posición
deseada desde que el aparato que se quiere gobernar a distancia
recibe la señal completa correspondiente a una maniobra.
También se impide mediante la configuración interferir en la
maniobra antes de que finalice.
4.1.8-Maniobra automática del conmutador.
La figura 19 presenta una disposición para la maniobra
automática del conmutador del aparato de recepción mediante
81
Disposición para la maniobra automática del conmutador [I31]
82
Código
Tipo de
Pieza
I
Nº1-Nº4
Pila
Manipuladores
P,P¹
Electros
Q1 − Q 4
Palancas
R1 − R 5
Electros
s1 − s 4
Hilos
T
Estación
U,V
Hilos
u 1v1 − u 5 v 5
Hilos
130
Caja
131
Palanca
Descripción
Alimentación del circuito.
Representación simplificada de
los aparatos como el descrito en
las figuras 17 y 18.
Representación esquemática de
los electros de las figuras 17 y 18.
Palancas acodadas (con sus
resortes correspondientes no
representados).
Atraen las palancas Q 1 − Q 4 y
133 respectivamente.
Hilos que interconectan los
conductores U y V con los
electros R 1 − R 4 .
Estación de transmisión de un
telégrafo sin hilos.
Cuando se produce el contacto
metálico entre ellos, la estación
transmisora emite ondas que
obran sobre el interruptor i del
aparato receptor (figura 16).
Hilos que conducen la chispa
eléctrica hacia los manipuladores
Nº1-Nº4.
Caja cilíndrica donde está
colocado el conmutador.
Palanca acodada que gira
alrededor del eje central de la caja
83
132
Rueda
133
Palanca
134-141
Hilos
130.
Rueda dentada que gira alrededor
del eje central de la caja 130.
Palanca/armadura atraída por el
electro R 5 que detiene el
movimiento de la rueda 132.
Hilos que interconectan las
diferentes piezas del circuito.
Tabla XIII. Descripción de piezas de la Figura 19.
El conmutador está colocado en una caja cilíndrica que tiene un
eje central fijo, alrededor del cuál giran la palanca acodada 131
y la rueda 132. Ambas giran a una velocidad uniforme cuando
lo permite la palanca 133. En la figura 19 se observan, además
de la palanca 131, otras cuatro palancas acodadas Q 1 − Q 4 .
Cada una de estas cinco palancas acodadas se mantiene
normalmente en la posición indicada en la figura 19 gracias a
un resorte, no incluidos en el esquema para simplificar, que
oscila sobre su eje cada vez que se envía una corriente al electro
correspondiente.
Cuando la rueda 132 es detenida por la palanca 133, la palanca
131 se sitúa enfrente de una de las palancas Q. En el ejemplo de
la figura, cuando el electro R 2 atrae la palanca Q 2 , ésta llega a
la posición indicada por puntos y continúa su rotación hasta que
se produzca el contacto con el electro, mientras su extremo se
apoya sobre la palanca 131 y la desplaza un poco. Al cesar la
corriente, las dos palancas, Q 2 y 131, vuelven a su posición
primitiva.
84
La cubierta de la caja 130 del conmutador lleva una corona y
cuatro pasadores según la misma disposición que la corona 126
en las figuras 17 y 18. La palanca 131 toca un pasador cada vez
que la rueda 132 avanza un paso, siendo estos contactos
establecidos por el conmutador más largos que los establecidos
por los manipuladores. Los primeros deben obrar sobre el
conmutador L (estación receptora, figura 16) y los segundos
sobre el de los aparatos K que estén en circuito (estación
receptora, figura16).
T es una estación de transmisión de un telégrafo sin hilos: envía
ondas que cierran el circuito del interruptor i (estación
receptora, figura 16) cuando hay contacto metálico entre los
conductores U y V. El conjunto de los aparatos de las figuras
17, 18 y 19 constituye en suma un interruptor destinado a
establecer o interrumpir la comunicación entre estos dos hilos,
como se explica en la siguiente sección.
4.1.9-Funcionamiento del interruptor.
A continuación se explica el funcionamiento del interruptor del
aparato receptor en base a las descripciones realizadas y piezas
indicadas en las figuras 16 a 19. Los aparatos de las figuras
17,18 y 19 constituyen, básicamente, un interruptor destinado a
establecer o interrumpir la comunicación entre los hilos U y V
(figura 19) en función de las ondas emitidas por la estación
transmisora. Estas ondas constituyen una orden de maniobra
para el receptor, que ejecutará obrando sobre las piezas
correspondientes. Tras finalizar la maniobra, el sistema volverá
a una posición inicial, a la espera de una nueva orden por parte
del transmisor.
85
Supongamos que se quiere accionar un disco cualquiera, por
ejemplo el disco 3 del aparato K 4 y que todos los órganos de
las figuras 16 a 19 están en la posición indicada por éstas, salvo
la palanca L (figura16) que debe estar en la posición l 2 para
afectar a la palanca 131 (figura19). En esta disposición, se
levanta el botón 120 del aparato Nº 4 (figura 19). Al iniciar el
movimiento, la palanca establece la comunicación en 121 y
cierra el circuito I–134-121(Nº 4)-P (Nº 4)-135- R 4 -126-I. El
electro P del aparato Nº 4 atrae la palanca 112, lo que impide el
movimiento de la aguja 110, mientras que el electro R 4 atrae la
palanca Q 4 y establece el contacto entre el hilo flexible 137 y
el hilo 138, cerrando así el circuito I-138-137- R 5 -139-136-I. El
electro R 5 atrae la palanca 133 y la palanca 131 se pone en
movimiento, deteniéndose en el momento que entra en contacto
con el diente de Q 4 . La rueda 132 avanza dos pasos, el
conmutador establece dos contactos largos entre los hilos U y V
(o lo que viene a ser lo mismo, entre u 5 y v 5 ), y la palanca L
toma la posición l 4 . Cuando la palanca 131 se apoya sobre el
diente de la palanca Q 2 , pone en contacto los dos conductores
que parten de dicho diente sin perjudicar los movimientos de la
palanca. En este punto, el circuito I-134-P¹ (Nº 4)-140-141-139136-I está cerrado, el electro P¹ del aparato 4 obrando sobre la
palanca 116 y la rueda 113 pudiendo girar libremente. La
palanca 116 del aparato 4 impide que no se accione el
manipulador antes que los conmutadores 131 y L (figura 16)
estén situados correctamente. La rueda 113 que ha sido
desprendida obliga a conducir el botón 120 a la posición
deseada y se introduce el diente 111 en la ventana
correspondiente. El resorte 117 mantiene la palanca 114 en esta
posición, el contacto en 121 cesa y el circuito I–134-121(Nº 4)86
P (Nº 4)-135- R 4 -126-I se rompe. La acción del electro P
(figuras 16 y 17) finaliza, la palanca 112 abandona la rueda 109
y la aguja 110 comienza a girar y se detiene al entrar en
contacto con el diente 111. Durante este movimiento, la aguja
110 establece una serie de contactos cortos entre los hilos U y V
(o u 4 y v 4 ) y obra sobre el aparato receptor de la figura 16 de la
manera que a continuación se explica.
La palanca 92 comienza su movimiento desde que la palanca L
llega a la posición l 4 . La atracción de la palanca 116 por el
electro P¹ y el desprendimiento de la rueda 113 que resulta en la
operación tienen lugar un poco después, pues el operador
requiere un cierto tiempo para maniobrar el manipulador para
conducirlo y fijarlo en la posición deseada. Durante este tiempo
la palanca 113 llega al contacto de la detención 94 y hace variar
la posición de los conmutadores 85 y 88, introduciendo en
circuito el aparato K 4 . Si la palanca 131 pasa sin detenerse por
l 4 , la palanca L no se detiene en esa posición el tiempo
suficiente para que la palanca 92 termine su recorrido y la
posición de los conmutadores 88 y 85 queda inservible. Este
procedimiento es necesario para impedir un mal
funcionamiento, por ejemplo, en el caso en que la palanca L
pase por l 4 para ir de l 3 a l 1 . Desde que el circuito I–134121(Nº 4)-P (Nº 4)-135- R 4 -126-I está cortado, la acción del
electro R 4 cesa y la palanca Q 4 , al separarse de él, corta los
circuitos I-138-137- R 5 -139-136-I y I-134-P¹ (Nº 4)-140-141139-136-I. La palanca 133 vuelve a su posición normal antes de
que el diente de Q 4 haya abandonado la palanca 131 y la
palanca 115 vuelve al mismo tiempo a la posición indicada en
las figuras 17 y 18.
87
En suma, el aparato recobra su posición inicial con la diferencia
de que las palancas L y 131 han hecho cada una dos pasos y la
palanca 114 y el disco 4 (aparato K 4 , figura 16) han hecho un
mismo número de pasos. Se puede volver a empezar y a través
del manipulador correspondiente maniobrar uno cualquiera de
los aparatos K.
En resumen, para cada posición del manipulador corresponde
una posición determinada del receptor K. Basta obrar sobre el
primero sin ocuparse del conmutador, el cuál funciona
automáticamente, para que el segundo haga el movimiento
correspondiente.
4.2- Certificado de Adición de Patente nº
33041. “Mejoras introducidas en un sistema
denominado Telekine para gobernar a
distancia un movimiento mecánico”.
Leonardo Torres Quevedo solicitó un certificado de adición a
su patente número 31918, concedida el 19 de Septiembre de
1903, y que está recogido en el expediente número 33041 del
Archivo Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas
bajo el título “Mejoras introducidas en un sistema denominado
Telekine para gobernar a distancia un movimiento mecánico”.
El certificado de adicción se refiere al conjunto de mejoras
incluidas en el perfeccionamiento del sistema de gobierno a
distancia descrito en la citada patente 31918.
88
Portada y primera página del certificado de adición nº 33041 a la
patente española nº 31918 del Telekino [I32]
En líneas generales, el perfeccionamiento consiste en una
disposición que permite gobernar varios aparatos diferentes por
medio de una sola aguja o palanca que se mueve sobre un
cuadrante, permitiendo esta disposición simplificar el sistema,
por lo que no es entonces necesario emplear señales de
diferente longitud y se puede suprimir el distribuidor descrito
en la patente 31918 [18].
Nuevas disposiciones en el Telekino [I33]
89
90
Código
a,b
Tipo de Pieza
Ninguno
d,d¹
Arcos metálicos
e
Ninguno
m, n, p, q
Hilos
t
Taco
B
Electro
D, E
Hilos
F
Masas
G
Tope
H
Disco
I
Palanca/armadura
J
Palanca
91
Descripción
Puntos que al ponerse en
contacto hacen circular
corriente por el electro K.
Arcos metálicos de los discos
T y H.
Punto por el que retorna la
corriente a la pila.
Unen una serie de contactos
sobre los que apoyan las
palancas N, N¹.
Contacta con el polo positivo
y controla el sentido de giro
del disco T.
Electro que, al recibir
corriente, atrae la palanca S.
Hilos entre los que se
establece contacto de forma
manual o mediante un
aparato de telegrafía.
Representan la inercia de la
palanca J.
Tope sobre el que descansa la
palanca J.
Gobierna la hélice de un
globo dirigible.
Armadura que al ser atraída
por el electro K que hace
girar un diente la rueda L.
Palanca que pivota sobre la
palanca I.
K
Electro
L
M
Rueda
Palanca
N, N¹
Palancas
O,O¹
Piezas metálicas
P, P¹
Electros
Q
Electromotor
R
Resorte
S
Palanca
T
Disco
U
Tornillo
Electro que, al recibir
corriente, atrae la armadura I.
Rueda dentada.
Palanca que se mueve sobre
una corona de tacos.
Palancas atraídas
respectivamente por los
electros P,P¹.
Piezas aisladas que apoyan
sobre las bornas de los hilos
m,n,p,q.
Electros que atraen las
palancas N y N¹
respectivamente
Pone en movimiento el disco
T.
Resorte que atrae la palanca
J.
Ejecuta una operación
cualquiera pero siempre la
misma cuando circula
corriente por B.
Gobierna el timón de un
globo dirigible.
Tornillo sin fin que engrana
con el disco T.
Tabla XIV. Descripción de piezas de la Figura 1 del Certificado
de Adición de Patente.
92
La configuración propuesta en figura 1 se ha desarrollado
teniendo en mente una aplicación concreta: la dirección de un
globo dirigible. A continuación se detalla el funcionamiento de
las piezas allí dispuestas.
Cuando se establece el contacto entre los hilos D y E, bien
manualmente, bien por medio de un aparato telegráfico con o
sin hilos, la corriente va de a a b pasando por un electro K.
Éste atrae una palanca-armadura I, la cuál gobierna una rueda
dentada L que acciona una palanca M que se mueve sobre una
corona de tacos. Como consecuencia, a cada emisión de
corriente, la palanca I hace girar un diente la rueda L y hace
avanzar la palanca M. Al mismo tiempo, esta misma palanca I
actúa sobre una palanca J que pivota sobre ella y la hace
abandonar un tope G sobre el cuál J descansa normalmente. El
contacto entre la palanca J y su tope G queda interrumpido por
tanto desde que comienza el movimiento de la palanca M y
hasta que ésta vuelve a su propia posición de reposo. Esto es
debido a que mientras M pasa de una posición a otra, la palanca
I oscila muy rápidamente y el tiempo transcurrido entre dos
emisiones de corriente sucesivas en el electro K no es suficiente
para que la palanca J pueda regresar al tope G. La palanca J,
finalizada la acción de la palanca I, vuelve a la posición de
reposo representada en la figura 1, pero de forma muy lenta
debido o bien a que su inercia, representada por dos masas F, es
muy grande en relación al resorte R que la atrae, o bien porque
se amortigüe su movimiento mediante un freno.
Los dos discos, según el ejemplo de aplicación que se ha
considerado, tienen las siguientes funciones: el disco H tiene
como misión gobernar la hélice del globo dirigible, el disco T
gobierna el timón y S es una palanca que, al ser atraía por el
electro B, ejecuta una operación cualquiera, siempre la misma,
como el gobierno de un timbre eléctrico. Cada uno de estos
discos T y H lleva dos piezas metálicas d y d¹ en contacto con
tacos fijos. En la posición representada en la figura 1, la
corriente que parte del polo positivo pasa por el tope G, la
palanca J, la palanca M, el disco T (por la pieza metálica d), el
electro P y retorna a la pila por e. El electro P atrae la palanca N
que lleva dos piezas metálicas aisladas O y O¹, la primera de las
cuáles se apoya sobre las bornas superiores de los cuatro hilos
m, n, p, q, mientras que la segunda hace lo propio con las
inferiores. Al establecerse estos contactos el electromotor Q se
pone en movimiento y arrastra el tornillo sin fin U y el disco T
que engrana con él. Al pasar la corriente por el electro P, el
disco T girará en sentido horario mientras el taco t se encuentre
en contacto con el polo positivo y continuará rotando debido a
la velocidad adquirida aún después de haberse roto el contacto.
Entonces la palanca N volverá a su posición normal y será la
palanca N¹ la que, atraída por el electro P¹, entrará en contacto
con las bornas de los hilos m, n, p, q, poniendo en marcha el
motor en sentido contrario. El disco T se coloca de manera que
el taco que recibe la corriente se encuentre en el intervalo que
queda libre entre las piezas d y d¹. Se puede obrar así sobre
tantos discos como se quiera, pudiendo cada uno de ellos
gobernar un servomotor mediante las disposiciones aquí
descritas u otras equivalentes.
93
94
Las nuevas disposiciones y piezas que incorpora esta versión
mejorada del Telekino permiten introducir importantes cambios
en el funcionamiento del aparato. Los más importantes se
resumen a continuación [19]:
1º) En el aparato original, cuando se acababa de emitir una
señal quedaba el distribuidor D sobre el taco que cierra el
circuito que ejecuta el movimiento ordenado. Esta circunstancia
obligaba al encargado de emitir las señales a retener en la
memoria la posición que el distribuidor ocupaba y a tenerla en
cuenta cuando quisiera hacer una nueva señal para saber el
número de series de ondas que debe emitir. Esto expone a
confusiones e impide que las mismas maniobras se ordenen
siempre mediante las mismas señales. En el nuevo Telekino a
cada maniobra corresponde siempre una señal determinada
debido a que después de ejecutar una orden el aparato vuelve
siempre a una posición de reposo. Se consigue además que las
maniobras de uso más frecuente o aquellas cuya ejecución
conviene que sea rápida sean las más cortas.
2º) El nuevo Telekino ha sido dotado además de un aparato de
seguridad que facilita el que pueda ser detenido en caso de mal
funcionamiento. Si pasa un número determinado de segundos
sin que el Telekino reciba ninguna señal, interviene el aparato
de seguridad y automáticamente para el motor de la propulsión.
Esto obliga a que intervalos regulares vaya repitiéndose la
última señal o la más corta de las que están en ejecución hasta
que quiera hacerse una nueva, pero evita que la embarcación
continúe funcionando y se exponga a un accidente en caso de
que el Telekino no reciba órdenes o las reciba mal.
4.3- Sistema de señales del Telekino.
El Telekino, colocado en el vehículo que se pretende dirigir a
distancia, recibe las señales emitidas por una estación emisora
de ondas hertzianas. La estación transmisora emite señales
análogas a las del alfabeto Morse de telegrafía ordinaria: puntos
de corta duración y rayas de duración más larga. Las señales,
95
enviadas sucesivamente, se agrupan dando lugar a trenes de
ondas que constituyen órdenes que, interpretadas por el
Telekino, ejecutan distintas maniobras. El aparato fue
construido de manera que pudieran realizarse 19 movimientos
distintos correspondientes a 19 grupos de señales diferentes. A
continuación se reproduce la clasificación de los grupos de
señales según su objetivo [11]:
A) Maniobras de cambio de dirección:
Maniobra
Dirección rectilínea
Viraje máximo a la derecha
Viraje máximo a la izquierda
Viraje pequeño a la derecha
Viraje pequeño a la izquierda
Viraje mediano a la derecha
Viraje mediano a la izquierda
Código
3 señales
4 señales
5 señales
6 señales
7 señales
8 señales
9 señales
Tabla XV. Maniobras de cambio de dirección.
B) Maniobras de cambio de velocidad:
Maniobra
adelante a
Marcha
baja
velocidad
Marcha atrás a baja velocidad
Parada y freno del vehículo
96
Código
1 señales
2 señales
10 señales
Marcha adelante a alta
velocidad
Marcha atrás a alta velocidad
11 señales
12 señales
Tabla XVI. Maniobras de cambio de velocidad.
C) Maniobras de saludo de bandera:
Maniobra
Iniciar movimientos de saludo
y cortesía
Cesar movimientos de saludo y
cortesía
Código
Primer grupo de 13
señales
Segundo grupo de 13
señales
hilos de la época. Hasta entonces, los dispositivos existentes
respondían sólo a señales de tipo on/off. Esta misma idea fue
empleada, a partir de 1950, en los primeros mandos a distancia
desarrollados en Estados Unidos [20].
4.4.-Aplicaciones del Telekino.
Las aplicaciones de los sistemas descritos, según el propio
Torres Quevedo [17], podrían ser las siguientes:
•
Tabla XVII. Maniobras de saludo de bandera.
El Telekino, tras ejecutar una maniobra (giro del timón de una
embarcación, encendido de un faro, aumento de la velocidad
del motor eléctrico…) retornaba a una posición inicial en la que
estaba preparado para recibir nuevas órdenes. La maniobra que
lleva al Telekino a esta posición inicial se convino en
denominar maniobra cero. Al principio los grupos de señales se
verificaban enviando cada una de las señales que los
componían. Posteriormente, se modificó el Telekino para que
simplemente pulsando un botón se emitiese el grupo de señales
correspondiente a un determinado código [11]. La creación de
este código binario asíncrono que podía ser interpretado por un
dispositivo electromecánico para la realización de un conjunto
finito de maniobras, pero en número ilimitado, fue la auténtica
aportación de Torres Quevedo a los trabajos en telegrafía sin
97
•
•
Servomotores tales como el de la figura 1 pueden
sustituir a los servomotores conocidos y pueden ser
empleados aún en casos en que estos no son aplicables.
Se podría, por ejemplo, establecer un automóvil sin
volante de dirección ni palancas de maniobra y que no
exigiría ningún esfuerzo del conductor.
El aparato de la figura 7 puede servir para establecer una
transmisión de movimiento en condiciones especiales a
las cuales se prestan difícilmente o de ningún modo las
trasmisiones mecánicas. Este aparato completa el
servomotor y permite hacer funcionar a distancia y sin
esfuerzo una palanca o mecanismo cualquiera con la
misma presión de movimiento que se podría obtener
maniobrándola directamente.
El aparato de las figuras 13 y 14 es aplicable a un gran
número de casos. Como ya se ha citado en la
descripción de invento, puede ser empleado para
mantener un globo o un navío en un rumbo constante.
Puede servir también para controlar la presión o la
temperatura de una cámara, según las indicaciones de un
barómetro o de un termómetro metálico, para arreglar
98
•
la velocidad de una máquina según un regulador de
fuerza centrífuga, para arreglar la posición de un móvil
en función del tiempo, es decir, en función de la
posición de las agujas de un péndulo. De una manera
general, el aparato puede servir para realizar la tarea de
una persona que esté encargada de controlar la posición
de un cierto móvil según los valores que ella leerá en un
indicador dado.
El aparato de la figura 16 podría ser empleado para los
siguientes cometidos:
Lanzamiento de torpedos submarinos.
Envío de un cable de salvamento a un barco
próximo a naufragar sin que sea precisa una
tripulación.
Dirección de buques, maniobrando a este efecto el
Telekino sobre el timón.
Dirección de globos aerostáticos
La última aplicación citada, la dirección de globos aerostáticos
o dirigibles, fue la idea que impulsó a Torres Quevedo a
construir el Telekino. En los ensayos de la época con aeronaves
eran muy frecuentes los accidentes que, en muchas ocasiones,
se cobraban la vida de los pilotos. La dirección desde tierra
mediante el mando a distancia de una embarcación aérea, pensó
el ingeniero, permitiría efectuar pruebas sin riesgo ni coste de
vidas humanas [11].
99
5.-Experiencias con el Telekino.
5.1-Los precursores del Telekino.
Desde que en 1896 Guillermo Marconi, aprovechando los
descubrimientos de Maxwell, Hertz, y Branly, entre otros,
consiguió dotar a la telegrafía sin conductores de una dimensión
industrial numerosos profesionales centraron sus esfuerzos y
estudios en el nuevo campo, buscando en especial la dirección a
distancia de torpedos submarinos. Hasta entonces todos los
torpedos automóviles tenían un limitado radio de acción eficaz
(aproximadamente un kilómetro) y presentaban la dificultad de
dirigirlos en línea recta [21].
Sir Cecil Varicas, en 1898, consiguió que en el estanque de
natación de los baños públicos de Gewil un pequeño modelo de
torpedo de 1,20 metros de eslora respondiera con exactitud
matemática a cuantas maniobras se ordenaban desde la estación
transmisora en tierra, idéntica a las empleadas por Marconi para
la telegrafía sin hilos. Varicas realizó nuevas pruebas, ya en mar
libre, en Weymouth en 1900. En dicha ocasión, por medio de
ondas eléctricas dirigió exitosamente las maniobras de un
torpedo que hizo navegar bajo la superficie de las aguas y al
que proveyó de un receptor ordinario de telegrafía sin hilos para
recibir las ondas hertzianas. Dicho receptor estaba constituido
por una antena que recibía las ondas y conducía a un circuito en
el que se intercalan un cohesor y un revelador. Éstos a su vez
forman parte del circuito auxiliar en el que están montados una
batería de acumuladores y un electroimán cuya armadura, al ser
atraída, actúa sobre el motor del timón, haciéndole tomar
100
gracias a un resorte una posición determinada, simétrica a la
posición de reposo. Al cesar la influencia de las ondas eléctricas
se produce la decohesión de las limaduras en el cohesor y se
abren los circuitos principal y auxiliar. No obstante, el torpedo
Varicas sólo funcionó correctamente y con total precisión hasta
pequeñas distancias de 200 metros, debido probablemente a la
escasa sensibilidad de los aparatos. El invento Varicas, por este
motivo, no resolvió eficazmente el problema de la dirección a
distancia de torpedos que, como ya se ha mencionado, tanto
preocupaba en la época [21].
En España, el ingeniero militar Sr. Rojas, hijo de D. Francisco
de Paula Rojas (considerado el padre de la electrotecnia
española), ideó un aparato para la maniobra a distancia de
embarcaciones, también empleando ondas hertzianas, mediante
el sincronismo de una estación transmisora y una estación
receptora. Pese a recibir informes favorables de la Academia de
Ciencias de Madrid, el ingenio no fue finalmente construido.
También el ingeniero y electrotécnico D. Julio Cervera proyectó
un aparato para la dirección de torpedos marítimos o la
explosión a distancia de torpedos terrestres, cuya descripción
envió en 1901 al entonces Ministro de Guerra, General
Polavieja, pero tampoco se realizaron ensayos con los sistemas
Cervera citados [21].
Otros inventores de gran prestigio internacional, como Nikola
Tesla, también se ocuparon del mismo problema sin llegar a
resultados prácticos. Eduoard Branly, el propio inventor del
cohesor, es posible que también estudiase el asunto aunque
finalmente sus esfuerzos se centraron en la transmisión de la
energía eléctrica a distancia sin hilos conductores, problema
trascendental para la electrotecnia de la época desde los trabajos
101
de Marconi. Branly mostró los resultados de sus ensayos de
gabinete en el salón de fiestas del Trocadero en París en 1903.
La prensa americana anunció en 1900 que el célebre Edisson
presentaría en la Exposición Internacional de París de ese
mismo año un barco que se movería en el Sena, siendo
accionado por el inventor desde Menlo-Park. Tal hecho nunca
ocurrió. También se anunció en la Exposición Universal
Americana de San Luis, en 1904, la concesión de un premio de
15.000 francos a una transmisión de fuerza eléctrica sin hilos
para accionar el motor de un aerostato, premio que a juzgar por
el silencio de la prensa americana, debió de quedar desierto
[21].
En el mes de Julio de 1903, el ingeniero español D. Leonardo
Torres Quevedo presentaba a la Academia de Ciencias de París
una nota acompañada de los aparatos de demostración de un
sistema que había ideado:
“Los aparatos de demostración que tengo el honor de
presentar a la Academia (una caja con una hélice y un timón
dirigidos a distancia por medio de la telegrafía sin hilos)
constituyen un sistema al cuál denomino Telekine destinado
a dirigir desde lejos la maniobra de una máquina por medio
del telégrafo con o sin conductores [22]”.
El invento recibió el nombre de Telekino, término compuesto
de las palabras de origen griego teles y kinos, que significan a lo
lejos, a distancia, la primera y fuerza, movimiento, la segunda, o
en conjunto, movimiento a distancia [21].
102
Torres Quevedo construyó su primer Telekino con la ayuda de
su amigo el Profesor Koenig, que le prestó el Laboratorio de
Mecánica de la Soborna para tal fin. También contó con
aparatos de telegrafía sin hilos prestados por la conocida casa
de París de Octavio Rocherfort [11].
La prensa española no ignoró el éxito cosechado por el inventor
español en sus demostraciones en tierra francesa. Electrón
publica, en la sección Noticias, una breve reseña de la
presentación del Telekino en París [23]:
Se ha presentado a la Academia de las Ciencias de París un
aparato eléctrico inventado por el ingeniero español Sr.
Torres, con el que se puede dirigir la marcha de un navío,
de un automóvil o de un globo.
Las experiencias consistieron en hacer maniobrar un
barquito en una vasija llena de agua y colocada en el
anfiteatro de la Academia. El pequeño navío se movió en
todas direcciones. El éxito fue completo.
París fue la primera ciudad pero no la única que tuvo el honor
de presenciar las experiencias con el Telekino. Al éxito
obtenido en aquel Julio de 1903 se sumaron otros en los años
sucesivos que acrecentaron el prestigio de Torres Quevedo e
hicieron del Telekino una novedad mundial.
5.2-Las pruebas del Telekino en España.
Tras la presentación en sociedad del aparato en París
comenzaron las pruebas y demostraciones, públicas y privadas,
103
de sus habilidades. Pronto llegaron las noticias a España del
éxito obtenido por Torres Quevedo en la Academia de Ciencias
francesa y la Sociedad Ateneo de Madrid inició las gestiones
oportunas para que el Gobierno español concediera a Torres
Quevedo una subvención que le permitiera continuar con sus
ensayos. A tal efecto, se nombró una comisión compuesta por
los Sres. Echegaray, Azcárate y Urzáiz, que consiguió que el Sr.
Gasset, Ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras
Públicas, y el Sr. Villaverde, presidente del Consejo de
Ministros, se comprometieran a incluir la subvención solicitada
entre los presupuestos para 1904.
La prensa también manifestó su apoyo al ingeniero español,
destacando la inclusión de dos artículos en el diario El
imparcial bajo la firma del famoso Echegaray que
impresionaron muy favorablemente a la opinión pública.
Gasset y Villaverde cumplieron su promesa y en La Gaceta de
Madrid de 9 de enero de 1904 apareció una Real Orden del
Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras
Públicas en la que se incluía en la Ley de Presupuestos para el
año 1904 un crédito de 200000 pesetas destinado a la
financiación de las prácticas necesarias para el
perfeccionamiento del Telekino. La Real Orden informaba de la
creación del Centro de Ensayos de Aeronáutica y su
Laboratorio bajo la dirección de Torres Quevedo. Las
disposiciones que contenía la Real Orden fueron las siguientes
[24]:
Primero. Se crea en Madrid un Centro de Ensayos de
Aeronáutica y un Laboratorio anejo, dependiente de la
dirección general de obras públicas, destinado al estudio
técnico y experimental del problema de la navegación aérea
y de la dirección de la maniobra de los motores a distancia.
104
Segundo. El expresado centro estará bajo la dirección
inmediata del ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Don
Leonardo Torres Quevedo, cuya dirección desempeñará
gratuitamente, mas percibiendo las indemnizaciones que
correspondan a los gastos que le imponga el ejercicio de su
cargo y las de los viajes en España o en el extranjero que
exijan los estudios y trabajos necesarios para la realización
de su cometido.
Tercero. Las atribuciones del director del Centro de
Ensayos de Aeronáutica serán las siguientes:
a) Proponer el arrendamiento del local o locales
necesarios para la instalación de dicho Centro y de su
Laboratorio, con todos los servicios de su dependencia,
sometiendo a la Dirección general de Obras Públicas el
contrato de dicho arrendamiento para su debida
aprobación.
b) Nombrar y separar el personal que necesite, que habrá
de depender del expresado director, con los sueldos,
jornales y gratificaciones que les señale, dando cuenta de
ello a la Dirección General de Obras Públicas.
c) Proponer la adquisición de material necesario para la
instalación del Laboratorio y para los ensayos, así como
todo lo que estime conveniente, previo presupuesto que
deberá someterse a la aprobación del Ministerio.
d) Presentar al comienzo de cada año el presupuesto
general comprensivo de todos los gastos permanentes y
eventuales para el Centro de su dirección.
e) Disponer libremente la forma y condiciones en que
hayan de realizarse los ensayos y trabajos propios de su
cargo.
105
f) Disponer los estudios y prácticas que deban realizarse
en España o en el extranjero para que pueda oportunamente
autorizársele para emprender los viajes consiguientes.
g) Noticiar cada tres meses a la Dirección General de
Obras Públicas el estado y marcha de las experiencias,
estudios y trabajos dependientes del servicio de su
dirección.
h) Rendir cuenta trimestral justificada de todos los gastos
del expresado Centro en el indicado período para la
oportuna aprobación de las mismas.
Cuarto. La dirección general juzgará acerca de la
conveniencia y dispondrá en su caso la publicación en la
Gaceta de Madrid de la marcha de las experiencias o
estudios que se realicen en dicho centro, previa la oportuna
consulta con el director del mismo.
Unos meses después, en Mayo de 1904, El Electricista
informaba de que el telegrafista Miguel Pérez Santano,
posterior inventor del sistema dúplex, había sido designado
como ayudante de Torres Quevedo en su Centro de Ensayos
[25]:
El ilustrado Oficial del Cuerpo don Miguel Pérez Santano
ha sido designado para auxiliar a un distinguido Ingeniero
en los ensayos de un invento subvencionado por el Gobierno
con 200.000 pesetas.
A comienzos de 1905 se empieza a madurar la idea de la
realización de pruebas con carácter oficial. Para ello, Electrón
en Enero de 1905 apunta la posible formación de una Sociedad
para costear dichas pruebas [26]. Esta posibilidad desembocaría
en la creación de la Junta del Telekino unos meses más tarde.
106
Tenemos noticia de que varios capitalistas se proponen
formar una Sociedad para costear las pruebas del Telekino,
aplicadas a los salvamentos marítimos. Las pruebas se
verificarán en el Abra de Bilbao el verano próximo, a las
que asistirá su inventor, el ilustre ingeniero Sr. Torres
Quevedo, y varias Comisiones, tanto nacionales como
extranjeras, que serán invitadas.
En Marzo de 1905, en la cancha del frontón de Beti-Jai en
Bilbao, Leonardo Torres Quevedo realizó los primeros ensayos
públicos, utilizando un triciclo para tal fin. La crónica fue
recogida por Boletín Industrial [27], que realizó las siguientes
apreciaciones:
Ya tienen noticia nuestros lectores de este curiosísimo
invento, que está llamado a ser un éxito universal para su
autor, tan pronto como experiencias y perfeccionamientos
próximos lo hagan absolutamente práctico.
Durante una de las últimas tardes de Marzo pasado, el Sr.
Torres Quevedo tuvo la amabilidad de verificar unas
interesantes pruebas de su invento ante los profesores de la
Escuela de Ingenieros Industriales y la mayor parte de los
alumnos que cursan la misma en los últimos años de
carrera.
No podemos por hoy dar detallada noticia a nuestros
lectores de lo que es el invento, pero la muchísima
amabilidad con que el ilustrado inventor se nos ha ofrecido
nos hace concebir la esperanza de que muy pronto
podremos ampliar nuestra información y hacerla más
técnica que ahora.
107
Aún a riesgo de decir algo ya sabido, indicaremos que esta
invención tiene por objeto transmitir órdenes a distancia y
hacer que esas órdenes sean ejecutadas por un aparato
capaz de imprimir el movimiento dispuesto a un vehículo, un
tren, un buque, etc.
(…) Repetimos que hemos de procurarnos los antecedentes
y, a ser posible, dibujos, que el Sr. Torres Quevedo tenga a
bien proporcionarnos para que el Boletín Industrial honre
con su publicación y nuestros compañeros formen cabal
concepto de tan utilísimo invento.
Lo que sí podemos añadir es que los que tuvimos la
satisfacción de presenciar las pruebas del Beti-Jai
quedamos admirados de la inconsciente y puntual
obediencia del aparato, que retrocedía, adelantaba, paraba
o se ponía en marcha a derecha o izquierda según las
órdenes que previamente nos anunciaba su inventor.
Y no sólo somos nosotros los admirados, sino que los sabios
miembros del laboratorio de la Soborna han admirado
también la utilísima y muy curiosa aplicación que ha hecho
el Sr. Torres Quevedo de las ondas hertzianas. Mucho
agradecemos al distinguidísimo Ingeniero sus atenciones
para con nosotros y mucho le deseamos que el éxito corone
sus esfuerzos y que a nuestro modesto aplauso y nuestra
simpatía por su obra se unan las simpatías y los aplausos
del mundo entero.
Tras la experiencia exitosa en el frontón de Beti-Jai, en Marzo
de 1905 la Comisión Organizadora de Festejos en Bilbao se
puso en contacto con Torres Quevedo para negociar la
realización de unas pruebas semioficiales del Telekino en
tierras bilbaínas, previstas para Septiembre de ese mismo año,
108
pero que finalmente se retrasarían hasta Noviembre. La noticia
también informa de la formalización de la Junta del Telekino
[28], [29]:
La comisión organizadora de festejos en Bilbao para el
próximo verano se ha dirigido al Sr. Torres Quevedo
rogándole que realizase en aquella población algunas
pruebas con su notable aparato Telekino.
El Sr. Torres Quevedo, que siente un gran cariño hacia su
país, se ha brindado con entusiasmo a realizar diferentes
pruebas de su aparto proponiendo que una de ellas sea
hacer navegar desde tierra un bote sin tripulantes, que se
acercará a un buque y le arrojará automáticamente un cabo
salvavidas, regresando después a tierra con la tripulación
del buque.
Para organizar estas pruebas y disponer cuanto para ellas
sea necesario, se constituirá en Bilbao una Junta especial
que se propone abrir una suscripción privada para sufragar
los gastos que estas pruebas ocasionen.
Finalizado el verano de 1905, que Torres Quevedo y Santano
pasaron en el Centro de Ensayos de Aeronautica poniendo a
punto el Telekino, tuvieron lugar las primeras experiencias en
Madrid en el estanque de la Real Casa de Campo, con vistas a
las pruebas semioficiales que se realizarían pocas semanas
después en Bilbao. El Electricista publicó una breve nota el 10
de Octubre de 1905 haciéndose eco de ello. Si bien la reseña no
menciona el tipo de aparato dirigido por el Telekino es de
suponer, a tenor del lugar y las experiencias posteriores, que se
trataba de una pequeña embarcación [30]:
109
Según nos comunican, estos últimos días se han hecho en la
Casa de Campo pruebas de transmisión de energía eléctrica
a distancia, sin hilos, por el Sr. Torres Quevedo, auxiliado
por nuestro compañero y amigo el Oficial Primero Sr.
Santano. Parece ser que los inventos del Sr. Torres Quevedo
van dando el resultado propuesto y que el problema llegará
a tener satisfactoria y práctica resolución.
Poco después, la misma publicación, El Electricista, en su
número 161 de Noviembre de 1905 [31] amplía la información
con respecto al Telekino, si bien el artículo fue extraído
íntegramente de El Noticiero de Bilbao, como la propia revista
referenció. Concluidos los experimentos en Madrid, la Junta
del Telekino, presidida por Don Adolfo G. de Urquijo, comenzó
a efectuar ensayos teniendo en mente las pruebas oficiales que
se celebrarían al año siguiente en presencia del Rey Alfonso
XIII. Para la realización de las pruebas semioficiales,
celebradas el 7 de Noviembre de 1905 en aguas vascas, la Junta
adquirió un bote en Alemania donde se instaló el aparato.
Hace ya algún tiempo circuló la noticia de que un
distinguido ingeniero español, D. Leonardo Torres
Quevedo, practicaba pruebas en un triciclo con un aparato
de su invención y que el resultado había sido satisfecho al
inventor, que se proponía aplicar su invento a las
embarcaciones. El sabio matemático D. José Echegaray
publicó acerca del invento notabilísimos artículos, que
llamaron la atención pública, y el Gobierno se decidió a
prestar su apoyo al inventor, concediéndole la cantidad de
200.000 pesetas para que construyera el aparato y realizara
las pruebas necesarias. El Sr. Torres Quevedo se fijó desde
110
luego en el puerto de Bilbao para realizarlas porque aquí
tiene muchos y buenos amigos.
Estos, a su vez, se dispusieron a prestar ayuda al inventor,
constituyendo una comisión de pruebas del Telekino, que
preside el Sr. Don Adolfo G. de Urquijo, y de la que forman
parte ingenieros y personas respetabilísimas por sus
conocimientos y posición social. El Sr. Torres Quevedo ha
construido en Madrid el aparato de su invención, con
material español y aprovechando las aptitudes y trabajos de
españoles, militares los unos y telegrafistas los otros. La
comisión de pruebas del Telekino adquirió en Alemania un
bote eléctrico para instalar el aparato y se pensó en
celebrar las pruebas oficiales en la última quincena del mes
de septiembre, dando al acto la importancia que merece.
Algún retraso han sufrido los trabajos pero desde hace
algunas semanas se están practicando pruebas parciales y
últimamente algunas generales con magnífico resultado, lo
que le animó a preparar pruebas completas pero que
tendrían un carácter particular.
El Sr.Urquijo invitó a los representantes de la prensa para
que las presenciaran y al saberlo muchas personas entre
ellos un buen número de ingenieros, sacerdotes y la colonia
bilbaína de Las Arenas y Algorta se congregaron ayer tarde
en el muelle de Las Arenas, ansiosas de conocer el resultado
del Telekino.
Las pruebas dieron un resultado brillantísimo. En la terraza
del Club Marítimo del Abra se había instalado un aparato
de telegrafía sin hilos que constituía la estación de
transmisión y en ella se instalaron el Sr. Torres Quevedo
acompañado de los Sres. Urquijo, Marqués de Villamayor,
Corbí de Arellana, Molina, Hortsmams, Camiña, Gil, Valle
y algunos representantes de la prensa. Otros periodistas nos
111
embarcamos en el bote eléctrico que se llamó “Tudor” y
ahora se llama “Vizcaya”. En la proa tiene este bote
instalada una estación receptora de la telegrafía sin hilos y
en la popa el aparato Telekino.
Un aparato receptor de telégrafos sistema Morse,
transformado hábilmente, pone en comunicación a la
estación receptora con dos termo-motores, uno de los cuáles
hace mover la hélice y el otro hace mover el timón. Según
los contactos que da la estación transmisora, se hacen las
ondas hertzianas, llegan a la estación receptora, actúan
sobre los termo-motores y funcionan la hélice y el timón en
todos los sentidos.
El Sr. Torres Quevedo, desde la terraza, marcaba por medio
de contactos lo que el bote debía hacer. Y nosotros, a bordo
de la embarcación, oíamos primero la señal y veíamos
después que el buque obedecía a ésta de una manera
completa, virando a babor o estribor, parándose,
marchando hacia atrás, tomando vía…En el mar estuvimos
largo rato viendo asombrados cómo la embarcación
obedecía con toda regularidad y perfección las órdenes que
por el telégrafo sin hilos comunicaba desde la terraza del
Club Marítimo del Abra el Sr. Torres Quevedo directamente
a su notabilísmo aparato.
Terminada la prueba, el Sr. Torres Quevedo y las personas
que le acompañaban vinieron a la lancha eléctrica para
examinar el aparato y todos ellos felicitaron con entusiasmo
al notable inventor, a cuyas felicitaciones unimos la nuestra.
Se habló, a bordo del “Vizcaya”, de la fecha en que
pudieran realizarse las pruebas oficiales. El Sr. Urquijo
manifestó que la comisión de ensayos se hallaba a
disposición del inventor para realizarlas pues su misión se
había reducido a prestarle su concurso para que pudieran
112
celebrarse en Bilbao, como era el deseo de Torres Quevedo.
Éste, por su parte, indicó que se proponía realizar nuevas
pruebas privadas con objeto de perfeccionar los detalles
para que pueda preverse todo. Como se trata de un invento
que ha de llamar la atención a pesar de la modestia del
inventor, se quiere que el acto revista de la importancia que
merece y lo más probable es que no se verifiquen hasta
después de pasar el invierno.
Terminadas las pruebas, fueron obsequiados los señores que
las presenciaron con un espléndido lunch, en el Club
Marítimo del Abra, y se habló largo y tendido del Telekino y
aplicaciones que podrá tener, desde luego altruistas.
Repetimos nuestra entusiasta felicitación al ilustre Ingeniero
D. Leonardo Torres Quevedo por el éxito brillante de las
pruebas que ayer realizó de su notable invento y cuando se
practiquen las pruebas oficiales tenemos la seguridad de
que han de felicitarle también lo mismo los profanos que los
hombres de ciencia que estudian cuidadosamente las
aplicaciones de ésta.
Bajo el título “Un viaje sin rumbo”, Antonio Buada realizó
también su crónica particular de las pruebas del Telekino del 7
de Noviembre para el diario El Porvenir Vasco. Dicha crónica
fue reproducida posteriormente en la Revista General de
Marina en Diciembre de 1905 por Ramón Estrada [32]. Junto a
la habitual descripción del aparato en este tipo de artículos
relativos a los ensayos (que al no aportar nuevas informaciones
se ha considerado oportuno suprimir), se recogen las
impresiones del Sr. Buada, que tuvo la excepcional oportunidad
de presenciar las pruebas a bordo del propio bote comandado
desde tierra por Torres Quevedo.
113
Atraídos por el interés que nos ofrecía el anuncio de las
pruebas que del Telekino iban a verificarse en el Abra, el
martes por la tarde nos encontrábamos en el muelle de Las
Arenas, cuando tuve el
honor de ser invitado a
presenciarlas por el señor director de este periódico (El
Porvenir Vasco) desde el mismo bote que había de
realizarlas, invitación que acepté gustoso dada mi afición a
esta clase de estudios.
Durante nuestra permanencia a bordo, no pude menos de
experimentar la emoción tan singular que producía el verse
en un barco dirigido por un piloto (Torres Quevedo) que al
dejarnos embarcados nos dijo amigablemente: “Señores, yo
me quedo en tierra; luego volveré a darles algunos detalles
de mi aparato, el Telekino, que es quien les guiará en la
excursión, obedeciendo a mis órdenes, que transmitiré desde
el Club”. Quedé sorprendido y con verdadera curiosidad
científica dispuesto a observar la realización de aquellas
maniobras.
A los pocos momentos y dada la señal convenida emprendió
el bote su marcha vertiginosa, encontrándonos desde
entonces a merced de las señales que partían de la terraza
del Real Club Marítimo del Abra, y que percibía por el tic
tac de la telegrafía sin hilos.
Aunque el rumbo era variable y para mi desconocido, pude
ir comprobando que las órdenes transmitidas por la
telegrafía eran interpretadas por el bote realizando éste
fielmente todas las maniobras.
El vehículo parecía
sugestionado por la voluntad del Sr. Torres Quevedo.
(…) El invento es un verdadero derroche de trabajo, talento,
ingenio, habilidad y perseverancia, que acredita la sagaz
114
inteligencia del Sr. Torres Quevedo y revela sus profundos
conocimientos de Mecánica.
El resultado de las pruebas fue muy satisfactorio, según ya
dijimos, y consideramos resuelto prácticamente el problema
de dirigir un barco desde la costa.
En la agradable conversación con que me honró el Sr.
Torres Quevedo, hubimos de preguntarle algo sobre
aplicaciones de su aparato, y su modestia es tan excesiva,
que oyéndole hablar, parece que no tiene ninguna, pues es
el primero en presentar inconvenientes y dificultades. No
estamos conformes con este escepticismo, digno de elogio en
el inventor, y creemos firmemente que el Telekino podrá ser
aplicado en plazo breve al salvamento de náufragos y tal vez
al ataque o defensa de una plaza marítima, sin riesgo de
vidas humanas.
Es más, para la realización de ensayos en la navegación
aérea o submarina, ha de encontrar una aplicación que
producirá economía en el peso de los vehículos, y por
consiguiente, de gastos, y lo que es más importante,
economía de sangre humana, pues esos medios de
locomoción podrán ensayarse y hasta resolverse por los
hombres de ciencia sin necesidad de que éstos expongan su
vida tan en peligro en el período de pruebas. ¿Es esto una
aplicación?
De todos modos, la ciencia aplicada cuenta ya con otro
problema fundamental prácticamente resuelto y del que
puede disponer la fecunda inteligencia humana para
ulteriores aplicaciones, resolución que se debe al ilustre
vizcaíno, gloria de España, Sr. Torres Quevedo, cuyo
nombre cita con orgullo toda la prensa y al que felicitamos
efusivamente” - Antonio Buada
115
Finalizadas con éxito las pruebas semioficiales, la Junta del
Telekino celebró una reunión en la diputación de Bilbao
presidida por D. Adolfo de Urquijo y en la que participaron D.
Leonardo Torres Quevedo, D. Evaristo de Churruca, D. Enrique
Gadea, don Luis de Urrutia y D. José L. Torres Vildósola. La
Junta publicó un comunicado en Diciembre de 1905 que
recogieron varias revistas de la época. Los miembros de la
Junta del Telekino acordaron hacer constar, como consecuencia
del examen y pruebas efectuadas con el aparato Telekino de la
invención de D. Leonardo Torres Quevedo [33], [34], [35]:
1) Que han visto con gran satisfacción que con dicho
aparato se haya resuelto el problema de la dirección y
maniobra de embarcaciones a distancia, utilizando
como medio transmisor de “señales- órdenes” la
telegrafía sin hilos.
2) Que dicho aparato responde por completo al fin
perseguido por el inventor, proyectando aún, sin
embargo, este señor completar aquél con
modificaciones de detalle que simplifiquen y aseguren
sus maniobras, sin que afecten para nada a la esencia
del problema, el cual debe considerarse definitivamente
resuelto.
3) Por indicación del inventor, en atención a lo avanzado
del otoño y para dar lugar a la ejecución de los detalles
indicados, la suspensión de los ensayos hasta la
primavera del año próximo.
De forma paralela a los exitosos ensayos con embarcaciones,
Torres Quevedo solicitó al Ministerio de Marina la ayuda
necesaria para llevar a cabo experiencias de dirección de
torpedos a distancia que el inventor consideraba podrían
116
resultar útiles a la Marina de Guerra. La resolución,
desfavorable para el ingeniero, se publicó en el Boletín Oficial
del Ministerio de Marina mediante una Real Orden de 13 de
Marzo de 1906 y fue reproducida por la prensa, que mostró su
apoyo al inventor sin encontrar explicación convincente a la
negativa del Ministerio. Aquí se transcribe la Real Orden,
extraída de La Energía Eléctrica [36]:
“Excelentísimo señor: examinada la solicitud presentada en
este Ministerio por don Leonardo Torres Quevedo acerca de
la dirección de los torpedos automóviles por medio de
aparatos por él proyectados y ofrecidos mediante
determinadas condiciones y pago de su invención y oído el
parecer del Centro Consultivo de la Armada, S. M. el Rey
(que Dios guarde) se ha dignado resolver:
1) Que no siendo lógico negar hoy la posibilidad de
ninguna invención por extraordinaria que parezca a
primera vista, este Ministerio no puede dar opinión sobre lo
que se pide, puesto que el proyecto no vienen acompañado
de planos, disposiciones o descripción, ni menos con
atestado de experiencias llevadas a cabo con dichos
aparatos.
2) Prevista en el artículo 18 de la Ley de Propiedad
Industrial de 16 de Mayo de 1902 la forma de obtener
patente de invención de instalaciones secretas de interés
para el Estado, este Ministerio no ve inconveniente en
declarar dicho interés si el Sr. Torres Quevedo así lo
solicitase.
3) Considerando que es práctica en todas las naciones,
como consecuencia del gran número de inventos e
inventores, que el Estado se desentienda de unos y otros,
117
incluso de los de sus oficiales e ingenieros, y que permita
que éstos se asocien a capitalistas para llevar los inventos a
la práctica y que, una vez obtenido el éxito, compran los
Gobiernos a un precio que , aunque parezca elevado, es
mucho menor de lo que pedirían con igual derecho otros
inventores de los que son ejemplo Whitehead,
Schwartzkopfs, Pietrowsky, Bustamante y otros muchos.
4) Considerando que las condiciones económicas pedidas
por el Sr. Torres Quevedo son onerosas en demasía para el
Estado y no le reportan ventaja alguna positiva por ahora,
dada la duda respecto del éxito que pudiera obtenerse.
Considerando que los inventores ven pocas veces satisfechas
sus aspiraciones y que trabajando a costa del Estado
apellidan obstáculos los que sólo son trámites inevitables de
la Administración, y dificultades ajenas lo que suelen ser
dificultades y obstáculos de todo aquello que en un principio
se experimenta, este Ministerio manifiesta que si el inventor
solicita una subvención sin intervención alguna de la
industria oficial, teniendo en cuenta que el invento se
considera realizable, tanto más cuanto que en Francia se
hacen experiencias semejantes, apoyará la petición si el
inventor presenta los datos suficientes para formar juicio y
presentarlos al Consejo de señores ministros.
De Real Orden lo digo a V.E, para su conocimiento y
efectos. Dios guarde a V.E. por muchos años. Madrid 13 de
Marzo de 1906.- Víctor M. Concas. Señor presidente del
Centro Consultivo de la Armada.”
En la Real Orden anterior ya se citan experiencias en Francia
con aparatos similares que harían que Torres Quevedo tuviese
118
que reclamar los derechos de prioridad sobre su invento, como
se comentará en la siguiente sección del presente documento.
La revista La Energía Eléctrica, a través de Eduardo Gallego,
se puso en contacto vía postal con Torres Quevedo para recoger
sus apreciaciones acerca de la denegación de su solicitud,
recibiendo en Abril de 1906 la siguiente carta como respuesta
[36]:
“Señor don Eduardo Gallego:
Mi estimado amigo: con mucho gusto y agradecido, como
siempre, a la buena amistad que me muestra, contestaré
brevemente a sus preguntas acerca de la Real Orden de
Marina, limitándome a poner en claro algunos hechos que
aparecen confusos en la misma.
No he enviado-diga lo que quiera la real Orden-proyecto
ninguno al Ministerio de Marina. Basta para convencerse de
ello, leer el primer párrafo de mi solicitud que dice así:
“Excelentísimo señor ministro de Marina: El que
suscribe, Leonardo Torres y Quevedo, ingeniero director
del Centro de Ensayos de Aeronáutica, a V.E.
respetuosamente expone: que cree posible realizar la
dirección de los torpedos automóviles, desde lejos, por
medio de aparatos proyectados por él, que son totalmente
distintos, en sus principios y en sus caracteres esenciales,
de los que, por cuenta del Estado se han construido en
este Centro. Y creyendo que sus trabajos pueden ser
útiles a la Marina de Guerra, tiene el honor de dirigirse a
V.E. para indicarle los resultados que espera de su
proyecto y las condiciones en que podría comunicarle a
ese Ministerio.”
119
Siguen algunos párrafos encaminados a indicar los
referidos resultados que podrían obtenerse con mis aparatos
sin dar la menor descripción de ellos, ni la más remota idea
de cómo han de estar constituidos, explicando después las
condiciones a que se refiere el párrafo primero.
Redúcese éstas a lo siguiente: yo me ofrecía a entregar, sin
retribución ninguna, mi proyecto a una Comisión nombrada
por el Ministerio de Marina, que se obligaría a guardar en
secreto acerca de mis trabajos. Esta Comisión habría de
examinar el proyecto y llevar a cabo los ensayos necesarios
para aquilatar su valor práctico.
Si la Comisión opinaba que “los aparatos propuestos y
ensayados sirven para construir torpedos dirigibles, en
condiciones prácticas y económicas aceptables para el
servicio de la marina de guerra”, el Ministerio de Marina
adquiriría la propiedad exclusiva de mi invento.
La última condición decía textualmente:
“Si el dictamen de la Comisión es desfavorable, el señor
Torres Quevedo no tendrá derecho a protestar ni
reclamar indemnización alguna.
En este caso el Ministerio queda obligado a no divulgar
ni utilizar los trabajos del Sr. Torres Quevedo y este
señor podrá disponer libremente de ellos, para
ofrecérselos a los países extranjeros.”
Como parece desprenderse de la Real Orden que la forma
en que he formulado mi proposición no es la que
corresponde a este caso, me interesa hacer constar que esta
es la forma que me aconsejó emplease, por mediación de un
distinguido oficial de la Marina, el señor ministro de este
120
Departamento, a quien yo pensaba haberme dirigido por
medio de una carta particular.-L.Torres-Madrid 5-4-1906”
La negativa no desanimó al inventor a continuar con sus
trabajos y no todas las ayudas le fueron denegadas. Lejos de
ello, contó en la mayor parte de las ocasiones con el apoyo
tanto de la comunidad científica como de la prensa.
Las pruebas realizadas por Torres Quevedo se efectuaron sobre
buques y no sobre globos y dirigibles, como había sido su idea
inicial. No obstante, el número 320 de Electrón de 20 de Mayo
de 1906 informa de la construcción de un globo para tal fin
[37]. La noticia también recoge los nombres de los integrantes
de la Comisión supervisora de las pruebas del Telekino:
Echegaray, Marvá y Madariaga, todos hombres de gran
prestigio en su tiempo.
Terminado por el Centro de ensayos de Aerostación, que
dirige el Ingeniero de caminos D. Leonardo Torres
Quevedo, la instalación del Telekino de su invención en el
bote en que en la actualidad se efectúan pruebas y próxima
a terminarse la construcción de un globo de 600 metros
cúbicos de capacidad para verificar las experiencias, el
Ministro de Fomento ha nombrado la Comisión que ha de
informar oficialmente sobre el estado de dichos trabajos.
Formarán la comisión los Sres. Echegaray, Marvá y
Madariaga.
Entretanto Torres Quevedo y Santano continuaban en el Centro
de Ensayos de Aeronáutica su labor en Madrid. Ramón Estrada,
cronista de la época, tuvo la ocasión de presenciar en más de
una ocasión las actividades del Centro invitado por Torres
Quevedo. En Mayo de 1906 tuvo lugar una de estas visitas y
121
Estrada publicó sus impresiones en la Revista General de
Marina, bajo el título “Algo de crónica” [38]. Al final del
artículo realiza interesantes apreciaciones sobre las limitaciones
del Telekino y su discusión con Torres Quevedo acerca de su
posible resolución.
Y ya que hablamos de radio-telegrafía y del poco caso que a
ella le presta nuestra patria, algo nos conforta lo que vamos
a tener el gusto de comunicar a nuestros lectores.
Si nuestros gobernantes, quizá por la abrumadora tarea que
la política activa les impone, no dedican a éste y a otros
asuntos la atención que seria necesaria para el bien del
país, no faltan en él inteligencias dedicadas a la labor
científica y a sus provechosas aplicaciones prácticas. Buena
prueba de ello es lo que vimos hace algunas tardes gracias a
la cortés invitación que nos dirigió el ingeniero Sr. Torres
Quevedo.
Ya habíamos visto hace tiempo y habíamos admirado el
prodigioso invento de este ilustre e infatigable trabajador en
otra visita que hicimos al Centro de Ensayos de
Aeronáutica; pero esta vez hemos tenido la satisfacción de
verlo todo mejorado y dispuesto ya para las pruebas que se
han de verificar en Bilbao el próximo verano.
(…) Una verdadera novedad hemos visto, que nos
sorprendió porque no teníamos de ella conocimiento, y es el
aparato electro-mecánico que podríamos llamar de
seguridad. Ideado por el Sr. Torres Quevedo para detener el
movimiento principal del bote, cuando no logren hacerlo las
señales hertzianas, por un entorpecimiento accidental de la
comunicación radio-telegráfica.
122
Reconoció el Sr. Torres lo necesario de este aparato de
seguridad durante las últimas experiencias en Bilbao, en las
cuáles hubo momentos de correr la embarcación verdadero
peligro de estrellarse, por no parar su hélice cuando se
ordenaba desde tierra.
(…) Terminada nuestra visita al centro de ensayos, nos
llevó el Sr. Torres Quevedo a la Real Casa de Campo, en
cuyo estanque funciona otro Telekino en un bote de muy
pequeñas dimensiones y allí pudimos ver el manejo práctico
y efectivo de cuanto habíamos visto antes en el Centro de
ensayos aunque en escala más reducida.
(…) Sacamos de allí la impresión de que el problema del
gobierno a distancia está resuelto y que los
perfeccionamientos sucesivos lo harán cada día más
práctico y viable. Claro es que se trataba de un pequeño
bote y de un estanque pero, dadas las circunstancias, todo
funcionó de maravilla.
Nos pareció también que su principal aplicación, por lo
menos, la que primero habrá de dársele, es la del torpedo
dirigible; pero habrá que resolver antes dos problemas
importantísimos que son: la desaparición o, al menos, la
disminución de la altura de la antena, y la inmunidad a la
acción de otros aparatos radio-telegráficos, que bien
pueden ser los que a propósito lleve todo buque para
librarse de los ataques del torpedo radio-dirigible.
Respecto al primer problema, algo nos dijo el Sr. Torres
Quevedo, y algo le manifestamos por si pudiera servir.
Desde luego tuvimos ocasión de ver que se podía suprimir la
antena transmisora porque desconectándola de la estación
funcionaba, sin embargo, el receptor, como cuando estaba
123
la antena conectada. En cambio nos dijeron que era
imposible suprimir la antena receptora, precisamente la que
lleva el bote, y la que es importante hacer que desaparezca.
Se nos ocurrió que multiplicando las antenas podrían
hacerse, en cambio, menos elevadas, a lo que respondió el
Sr. Torres que experimentaría en tal sentido, pero creemos
que aun cuando se lograra disminuir la altura de las
antenas y por tanto su visibilidad, habría un aumento de
resistencia a la marcha del torpedo casi sumergido.
En cuanto al problema de la inmunidad radio-telegráfica,
nada podemos decir. Difícil creemos su solución, pero
ignoramos los trabajos del Sr. Torres en este terreno.
Resumiendo: la amabilidad del Sr. Torres nos ha permitido
ver todo lo que él ha alcanzado, que es mucho, en el
problema del gobierno a distancia. Cuanto hemos descrito
es la verdad y nos parece que por lo menos no se ha llegado
a más por ningún otro inventor.
Nuestra más sincera y entusiasta felicitación al sabio
ingeniero y nuestro agradecimiento por las atenciones que
nos ha dispensado.
Electrón, en su número 325 de 10 de Junio de 1906, publicó
también una pequeña crónica de los experimentos en el
estanque de la Real Casa de Campo de Madrid. Como ya se ha
mencionado en el artículo de Ramón Estrada, estos ensayos se
realizaron nuevamente con embarcaciones, aunque en la nota de
Electrón continúa la expectación en cuanto a su aplicación a la
aerostática [39]:
En el estanque de la Real Casa de Campo se han verificado,
con éxito completo, nuevas pruebas del ingenioso aparato el
124
Telekino, invento del sabio Ingeniero español D. Leonardo
Torres Quevedo.
El invento tiene por objeto, como es sabido, dirigir a
distancia la maniobra de un buque. En efecto, en las
pruebas últimamente verificadas se vio perfectamente cómo
desde la orilla del estanque se imprimía movimiento a una
barquilla que a lo lejos flotaba sobre las aguas. Cual si la
barquilla obedeciese misteriosamente a la voluntad del
inventor, viraba a babor y a estribor, avanzaba a grande o
pequeña velocidad, se detenía, volvía a marchar; todo
automáticamente y con gran precisión. Después que la
barquilla ejecutó varias maniobras sin llevar tripulante
alguno se la hizo atracar a la orilla. El resultado de los
ensayos fue excelente y cuantas personas los presenciaron
felicitaron con entusiasmo al señor Torres-Quevedo. Parece
que éste se propone aplicar su invento a los globos, lo cuál
producirá grandes progresos en la navegación aérea.
Finalmente, el 25 de Septiembre de 1906 tuvieron lugar en el
Club Marítimo del Abra de Bilbao, en presencia del Rey
Alfonso XIII, las pruebas oficiales del Telekino. Leonardo
Torres Quevedo alcanzó el éxito esperado y fue felicitado
calurosamente tanto por las personalidades de la época
asistentes al acto como por la prensa. Para la celebración de las
pruebas se instaló una estación transmisora de ondas hertzianas
en la terraza del Club Marítimo y una estación receptora,
compuesta por una antena y el Telekino propiamente dicho, en
un bote dirigido desde el Muelle de las Arenas por el propio
Torres Quevedo. Un buen resumen de los hechos se publicó en
primera página en el número 334 de Electrón de Octubre de
1906 [40]:
125
El martes 25 de septiembre tuvieron lugar conforme estaba
anunciado las pruebas oficiales del aparato Telekino de que
es inventor el ilustre Ingeniero D. Leonardo Torres
Quevedo. El acto tuvo lugar en el puerto exterior de Bilbao,
asistiendo, además del autor, representaciones de S.M. el
Rey (Alfonso XIII), del Gobierno, Academia de Ciencias,
Ateneo de Madrid, y otras, entre las que se contaban el
Ingeniero de Obras públicas Sr. Landecho, Director de la
Escuela de Ingenieros Industriales, y varios profesores de la
misma, Jefe de la estación telegráfica y numerosos grupo de
señores Ingenieros.
La estación transmisora fue instalada en la terraza del Club
Marítimo del Abra. La prueba se componía de dos partes:
1) Instalación de un telégrafo sin hilos
2) El Telekino
Para la primera se instaló en la terraza una estación
trenzada de ondas, compuesta de un manantial de corriente
(acumuladores), bobina de inducción, batería de
condensadores, con interruptor para la producción de
chispas eléctricas condensadas, y una verga con antena, de
cinco metros de altura, desde cuyo extremo superior parten
las ondas hertzianas producidas por las chispas.
Al bordo del bote Vizcaya habíase instalado una estación
receptora por medio de una antena larga que recoge la
onda transmitida, dejando pasar la corriente, y produciendo
cada chispazo una oscilación.
Estas oscilaciones fueron aprovechadas combinando su
dirección y número para transmitir letras, previo el
establecimiento de un alfabeto convencional.
Para las pruebas del Telekino había sido instalado un
aparato receptor en el bote Vizcaya, que iba sin tripulación
126
y que obedecía la dirección que por letras iba señalando en
la estación transmisora el señor Torres Quevedo.
Dicha embarcación evolucionó en todas direcciones,
salvando con maravillosa precisión los encuentros con una
infinidad de embarcaciones de todas clases que se hallaban
fondeadas en el muelle, frente al Club, y acercándose a
veces al costado de los barcos para simular el salvamento, y
a una indicación del señor Torres Quevedo, el bote saludó
con la bandera, la que puede ser parada a voluntad de quien
maneje el aparato en la estación principal.
El bote motor tiene un andar mínimo de 6 a 7 millas, logra
tres viradas a estribor, tres a babor, dos hacia delante y
otras dos hacia atrás, pudiendo andar a toda, a media y a
cuarto de marcha siendo la parada a voluntad.
El éxito de las pruebas ha sido, como se ve, completamente
favorable y felicitadísimo por su triunfo el Sr. Torres
Quevedo el cual ha sido con tal motivo aclamado
calurosamente. Por hoy no podemos ser más extensos en
esta información. A las numerosas enhorabuenas que ha
recibido el sabio maestro, únanse las nuestras muy
entusiastas por más que este triunfo le tuviéramos desde
luego descontado.
ocasión, de las pruebas oficiales del notable invento del Sr.
Torres Quevedo.
El pasado 25 de septiembre y ante representaciones de S .M.
el Rey, Gobierno, corporaciones oficiales y científicas, se
verificaron las interesantes pruebas del Telekino,
comenzando a las cuatro y quince minutos de la tarde,
haciendo maniobrar con maravillosa precisión el buque
Vizcaya que llevaba instalados los aparatos receptores,
desde la terraza del Club Marítimo del Abra donde estaba la
estación de transmisión.
El eminente ingeniero de caminos D. Leonardo2 Torres
Quevedo, con la cooperación del oficial de Cuerpo de
Telégrafos D. Lorenzo Rodrigo, ayudante del inventor y
peritísimo electricista que honra al Cuerpo al que pertenece,
hicieron funcionar el aparato transmisor y el bote que, sin
más tripulación a su bordo que el sorprendente invento de
Torres Quevedo, comenzó su marcha evolucionando con
gran precisión, haciendo difíciles maniobras y sorteando
multitud de embarcaciones obedeciendo dócilmente a las
emisiones de ondas de la estación transmisora.
Frente al Club, y a una indicación del inventor, una bandera
con los colores nacionales se izó y arrió varias veces a lo
largo del asta que llevaba el bote colocada en la popa.
El bote Vizcaya tiene un andar de 6 a 7 millas, logra tres
viradas a estribor, tres a babor, dos hacia delante y otras
dos hacia atrás, pudiendo andar a toda, a media y a cuarto
de marcha, siendo estas maniobras y la parada, verificadas
a voluntad y desde la estación de transmisión.
La Energía Eléctrica, fiel seguidora de los trabajos de Torres
Quevedo, también publicó una nota [41] informando a sus
lectores del éxito cosechado en las pruebas oficiales en aguas
bilbaínas:
Con la concisión obligada de una noticia informativa,
vamos a tratar, a reserva de ser más extensos en otra
2
127
En el original Eduardo, confusión del autor.
128
El éxito de las pruebas que se dieron por terminadas a las
cinco menos cuarto, ha sido concluyente y como desde luego
esperábamos los que admiramos la sabia y concienzuda
labor del señor Torres Quevedo, y al consignar esta noticia
que debemos a nuestro querido amigo el ilustrado Ingeniero
Industrial Sr. Malo de Molina, redactor de La Energía que
ha asistido a las pruebas oficiales, felicitamos
calurosamente al inventor y consignamos con muchísimo
gusto el nombre modesto pero de valía, del ayudante D.
Lorenzo Rodrigo, que con tanto entusiasmo e inteligencia ha
colaborado en el indiscutible éxito del Telekino.
6.-El Telekino y los derechos de
prioridad de Torres Quevedo.
Los progresos en telegrafía sin hilos propios de la época, y
quizás la poca ética de algunos inventores, conducían con
frecuencia a la aparición de copias casi exactas de ingenios
anteriormente presentados y patentados por otros compañeros
de profesión. Tal fue el caso de Torres Quevedo, que tuvo que
hacer constar sus derechos de prioridad sobre el Telekino hasta
en dos ocasiones frente los científicos franceses Monsieur
Devaux y Monsieur Gabet. En esta sección se recogen la
descripción de los inventos franceses y la crónica de las
respectivas experiencias, así como la traducción al español de
las cartas publicadas por Torres Quevedo en la Revista de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid
correspondientes al intercambio de epístolas con la prensa
francesa para aclarar la antigüedad de su Telekino respecto a los
aparatos de M. Devaux y M. Gabet. Los documentos en el
idioma francés original pueden consultarse en el Anexo III.
6.1-Las experiencias en Antibes.
Entre Enero y Marzo de 1906 tuvieron lugar en al puerto de
Antibes, localidad francesa situada en los Alpes-Marítimos, una
serie de experiencias con “un nuevo tipo de aparato de
dirección eléctrica a distancia, sin hilos, el cual también puede
funcionar con hilos” [42]. Las experiencias consistieron en la
dirección a distancia de un submarino torpedero mediante un
aparato presentado como invención de M. Devaux, muy similar
al Telekino de Leonardo Torres Quevedo.
129
130
La nueva invención llamó la atención de la prensa francesa y en
Junio de 1906 el Bulletin de la Société Internationale des
Electriciens publicó la “Nota de M. Devaux” que comprendía
un comentario de las experiencias y la descripción de los
aparatos empleados en Antibes. A raíz de esta publicación
Torres Quevedo, apreciando la gran similitud del nuevo invento
francés con su Telekino, se puso en contacto con el director del
Bulletin y, por mediación del Sr. De Madariaga, español
miembro de la Société, solicitó que se le permitiera hacer
constar sus derechos de prioridad en el mismo Bulletin. La
correspondencia sostenida entre el Bulletin, el Sr. De
Madariaga y Torres Quevedo fue publicada por Don Leonardo
en la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales bajo el título “Une rèclamation de priorité à propos
du telekine et des experiences d´Antibes”. El artículo incluía
además una descripción de la adición de patente francesa
fechada en 1 de Diciembre de 1903. La Revista madrileña
publicó, por expreso deseo de Torres Quevedo, las cartas en el
francés original “para que puedan llegar más fácilmente a
conocimiento de los lectores del Bulletin de la Société”, según
el inventor español [43].
6.1.1-Nota de Devaux
A continuación se reproduce la traducción de la “Nota de M.
Devaux”, publicada en el Bulletin de la Société Internationale
des Electriciens en Junio de 1906 [42], [44], [45].
131
“Maniobra eléctrica a distancia por las ondas
hertzianas. Aplicación a la dirección de un
submarino torpedero. M. Devaux.”
“Vamos a exponer una nueva aplicación de los
descubrimientos relativos a ondas hertzianas y a la vez un
nuevo tipo de aparato de dirección eléctrica a distancia, sin
hilos, el cual también puede funcionar con hilos.
Las ondas hertzianas se han utilizado generalmente hasta
hoy para accionar a distancia un electroimán cuya
armadura escribe en una cinta las señales Morse; esto es lo
que constituye la telegrafía sin hilos. Pero es indudable que
la misma armadura puede utilizarse para poner en función
un mecanismo cualquiera con fuerza propia.
Las instalaciones actuales no permitirían, en rigor, más que
el gobierno alternativo de dos mecanismos, utilizando las
dos posiciones – en reposo o atraída – de la armadura. Para
efectuar una serie de maniobras independientes unas de
otras sería necesario disponer de tantos electros como
movimientos quisieran efectuarse; esto, aunque complicado,
sería posible tratándose de transmisiones con conductores;
pero desde que se trata de la telegrafía sin hilos esto ya no
es posible, puesto que no se ha encontrado aún
prácticamente la manera de accionar uno solo de varios
cohesores que concurran en un mismo punto pertenecientes
a otros tantos circuitos.
Por lo tanto, habiéndonos propuesto el problema de
funcionar a distancia sin conductores una serie de fuerzas
cualesquiera actuando en un orden siempre variable y
permaneciendo independientes las unas de las otras, hemos
tenido que estudiar una nueva disposición de los aparatos
132
de gobierno. Estos aparatos de gobierno entrarán en acción
al verificarse el cierre en el cohesor en la transmisión sin
conductores y es evidente que podrán funcionar también con
una transmisión ordinaria por conductores presentando en
este último caso la ventaja de no necesitar más que un
conductor, cerrándose el circuito por la tierra para un
aparato capaz de servir a n circuitos, pudiendo entrar en
acción cada uno de éstos sin causar la menor perturbación
a los demás. Este sistema consiste esencialmente en lo
siguiente:
Para obtener este doble resultado, un electro E (figura 1)
puede atraer una armadura A giratoria alrededor del pivote
O y mantenida por el resorte antagonista r. Esta armadura
se prolonga a cada lado en dos brazos B y B’. El brazo B’
va provisto de una lengüeta que ataca a la rueda de escape
C, cuyo eje es el del distribuidor, y le hace avanzar un
diente a cada excitación del electro. En cuanto al otro brazo
B, éste choca a cada excitación con la extremidad de la
palanca L, que gira alrededor de O’ y obra como
conmutador en aa’.
1) Un distribuidor que recorre todos los botones y
contactos, de donde parten los circuitos correspondientes a
las distintas maniobras que quieran ejecutarse.
2) Un conmutador que no lanza la corriente más que
cuando el precedente distribuidor ha llegado al circuito que
exclusivamente se desee cerrar.
Figura 2 de la Nota de Devaux [I35]
En la prolongación del eje O’ se encuentra un brazo D
(figura 2) cuya extremidad frota sobre la serie de botones
1,2,3…12 y permite distribuir la corriente que llega por el
eje O’ a cada uno de los circuitos que de ellos parten. El
Figura 1 de la Nota de Devaux [I34]
133
134
avance del distribuidor es de un botón a cada excitación del
electro E.
Las excitaciones de este electro dependen directamente de la
estación emisora, bien sea el conductor un cable ordinario o
una serie de ondas hertzianas actuando sobre un revelador.
En cuanto al manipulador, puede arreglarse de suerte que
las emisiones sean regulares y que conserven un ritmo 1/t.
Figura 3 de la Nota de Devaux [I36]
La segunda función del aparato se ejerce, según hemos
dicho, por conmutador especial. Al efecto, el brazo B a cada
tracción de la armadura A separa la palanca L (figura 3) de
su posición de reposo e interrumpe el contacto en aa’.
Mientras duran los batidos de la armadura, la palanca L se
ve constantemente empujada fuera de la posición en que
cierra el circuito y tiende a volver a la misma por la tensión
del pequeño resorte r. Pudiera ocurrir que este segundo
movimiento lo hiciera en un tiempo muy corto y es lo que
pretendemos evitar; al efecto, conseguiremos retrasarlo
135
considerablemente por el siguiente artificio. La extremidad
opuesta al contacto aa´ está provista de una pequeña
cremallera que resbala ante la rueda dentada rd, pero que
engrana con ella cuando la palanca L se separa de su
posición de reposo; durante el retorno de esta palanca la
cremallera arrastra a la rueda dentada, pero esta rueda
provista de un volante r puede adquirir una inercia
regulable y por consiguiente exigir un tiempo apreciable
para la caída de la palanca L. En la práctica bastará que
este tiempo t’ sea bastante mayor que el término t del ritmo
con que se mueve la armadura A, 2t por ejemplo.
Durante una serie de movimientos de la armadura y del
avance consiguiente del distribuidor el conmutador
permanece por lo tanto a circuito abierto; solo cuando la
armadura se detiene por haber llegado el distribuidor a la
posición conveniente, tiene tiempo el conmutador para
llegar a establecer el contacto.
El funcionamiento se comprende entonces fácilmente:
Estando el aparato inactivo, el brazo D toca en el botón 12
que es un botón muerto que constituye la posición de reposo
o el del aparato. La palanca L cierra el circuito en aa’.
Pretendemos cerrar el circuito 7 sin afectar a ninguno de
los demás.
Basta que la estación transmisora envíe siete corrientes o
siete series de ondas con el ritmo 1/t; el electro E atraerá
otras tantas veces a su armadura con los mismos intervalos
y hará avanzar siete dientes a la rueda de escape, la cual a
su vez colocará el brazo D sobre el botón 7. Pero al mismo
tiempo, según hemos explicado anteriormente, el
funcionamiento del electro ha mantenido abierto el
conmutador. Este conmutador no vuelve a su posición hasta
que permanece inactivo el electro E, es decir, que no
136
cerrará el circuito más que cuando el distribuidor llegue al
botón 7, que es el que nos habíamos propuesto y permanece
abierto mientras el distribuidor recorre los contactos
precedentes. Se ha conseguido, por tanto, poner en acción el
circuito 7 permaneciendo indiferentes todos los demás.
En el caso de que se pretenda poner en acción varios
circuitos simultáneamente, entonces es preciso que el
distribuidor pueda trasladarse de uno a otro botón sin
interrumpir ninguno de los circuitos que estén trabajando;
basta para esto que los circuitos 1, 2, 3…12 no gobiernen
directamente el movimiento del órgano o mecanismos que
les está encomendado, haciéndolo por el intermedio de
relevadores que entren en acción al hacer la señal, y que
permanezcan cerrados aún cuando cese la corriente que los
puso en función, su apertura dependerá de otra señal
correspondiente a otro botón.
La figura 4 representa el esquema de un aparato para
maniobrar a distancia, eléctricamente, sin conductores,
ocupando el lugar de un aparato Morse en una estación de
telegrafía sin hilos.
Esta disposición la hemos aplicado para hacer maniobrar a
distancia un torpedero submarino en el cual teníamos que
ejecutar los siguientes movimientos:
1)
2)
3)
4)
5)
6)
7)
8)
Marcha avante
Marcha atrás
Parar el motor propulsor
Timón a babor
Timón a estribor
Parar el motor del timón
Encender las señales hacia proa
Encender las señales hacia popa
137
9)
Lanzamiento del torpedo
Nuestro aparato era capaz de realizar doce movimientos o
maniobras distintas; presentaba, por lo tanto, tres puntos de
reposo repartidos entre la serie de botones. La rapidez con
que los aparatos ejecutan los movimientos permite dar una
vuelta completa al distribuidor en dos segundos (figura 4).
Figura 4 de la Nota de Devaux [I37]
Los nueve circuitos de maniobra se cerraban sobre siete
relevadores, los cuales a su vez accionaban los motores
138
para la propulsión y la dirección, las lámparas de señales y
el aparato para lanzar el torpedo. La energía local la
proporcionaba una batería Fulmen de 450 amperes-horas,
la cual con un gasto de 100 amperes como máximo
representaba cuatro horas de marcha al aparato. Éste
desplazaba 6700 kilogramos y estaba constituido por dos
cilindros de palastro, cónicos en sus extremidades y unidos
entre sí por un rígido entramado. El cilindro superior (de 9
metros de longitud por 45 centímetros de diámetro) servía
de flotador al conjunto y soportaba además dos pequeños
mástiles a los cuáles venía a fijarse: 1º una antena
receptora de cinco cabos de tres metros de altura, y 2º unas
lámparas para las salidas nocturnas. Tanto los palos como
las lámparas servían para determinar desde la estación la
distancia y dirección del aparato.
El cilindro inferior (longitud 11 metros, diámetro 1 metro)
contenía el tubo de lanzar provisto de un torpedo Whitehead
de 450 milímetros, la batería de acumuladores, los motores
para la dirección y la propulsión y sus accesorios.
El aparato, para maniobrar debía encerrarse en el cilindro
inferior para quedar protegido contra el fuego del enemigo
por un espesor de dos metros de agua, pero durante las
experiencias, con objeto de facilitar el examen y acceso, iba
encerrado en una caja metálica sobre el flotador.
La antena de la estación transmisora, situada en tierra,
tenía 15 metros de altura y estaba formada por 5
conductores.
Las experiencias se han verificado dentro de la zona
comprendida entre los 400 a 1800 metros de distancia;
distancia que no nos atrevimos a rebasar para no
comprometer los resultados de las pruebas que
simultáneamente se practicaban de un nuevo sistema de
139
tonización, el cual ha dado hasta ahora excelentes
resultados; pero es aún demasiado reciente para que nos
ocupemos ahora de él.
Las experiencias tuvieron lugar de Enero a Marzo de 1906
en aguas de Antibes (Alpes-Marítimos) con buen éxito, tanto
desde el punto de vista náutico como al de comunicación sin
conductores. Podremos por lo tanto asegurar que desde hoy
es fácil la instalación de estaciones para maniobrar a
distancia eléctricamente y sin conductores con la misma
seguridad y sin más complicaciones que las estaciones de
telegrafía usuales.
Hemos conseguido además la aplicación de este principio al
gobierno de un submarino sin tripulación, lo cuál,
militarmente considerado, puede presentar múltiples
ventajas.”
6.1.2-Semejanzas y diferencias con el Telekino de
Torres Quevedo.
Algunas de las semejanzas más notables del invento de M.
Devaux con el Telekino de Torres Quevedo son, por ejemplo el
empleo de la misma rueda de escape, la cual lleva sobre su eje
un brazo similar en los dos inventos, el empleo de la misma
corona de contactos recorrida por el citado brazo y una palanca
para cortar el circuito durante la maniobra de la rueda de
escape. La disposición del circuito eléctrico es también la
misma: la corriente del polo positivo pasa por un tope a la
palanca antes citada y de ahí al brazo y a los servomotores para
volver al polo negativo [44].
140
La diferencia entre ambos inventos estriba en la manera de
retardar la vuelta de la palanca a su posición normal: el invento
de M. Devaux emplea un volante. El volante lo usó, no
obstante, Torres Quevedo en su primer Telekino, el construido
en 1903 en el laboratorio de Mecánica de la Soborna bajo la
dirección de M. Koenings. El mismo Torres Quevedo apuntó en
su patente que este era un detalle que podía resolverse de
muchas maneras [46]. Las diferencias de notación en las figuras
descriptivas de los ingenios se adjuntan en la Tabla XVIII, así
como dichas figuras para que pueda apreciarse la similitud entre
ambos. Se observa cómo la rueda dentada L en el invento del
Sr. Torres es la C en el de Devaux, el electro K es el electro E
(figura 1 de Devaux) y el distribuidor M que va recorriendo los
distintos contactos es el D (figura 2 de Devaux). La palanca J y
las masas F desempeñan el mismo papel que la palanca o’’ y el
volante v (figura 3 de Devaux) y el resorte R es el r (figura 3 de
Devaux) [47].
Figuras de Torres Quevedo
Figuras de Devaux
Cuadro de semejanzas y diferencias entre el Telekino de Torres
Quevedo y el dispositivo de Devaux [I38]
Elemento
Rueda de escape
Palanca
Tope
Electro
141
Notación invento
Sr. Torres
L
J
G
K
142
Notación invento
M. Devaux
C (figura 1)
L (figura 1)
A (figura 1)
E (figura 1)
Palanca
I
Brazo
Palanca
Masas
M
J
F
Resorte
R
BAB’ con su resorte
antagonista
D (figura 2)
o’’ (figura 3)
Papel equivalente al
volante v (figura 3)
r (figura 3)
Tabla XVIII. Correspondencias de notación entre el Telekino de
Torres Quevedo y el dispositivo de Devaux.
Como bien sugirió Madrid Científico, “una diferencia tan
pequeña (la utilización del volante) no da carácter de
originalidad a un invento por más que vaya unida a un cambio
de letras general y a un desglose de figuras. Los méritos
contraídos en las experiencias de Antibes corresponden, en
justicia, al Sr. Torres Quevedo” [44].
6.1.3-Una
reclamación
correspondencia cruzada.
de
prioridad:
Leonardo Torres Quevedo a raíz de las experiencias de Antibes
publicó, como ya se ha mencionado anteriormente, en la
Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de Madrid un folleto titulado Une rèclamation de
priorité à propos du telekine et des experiences d´Antibes.
Dicho folleto se compone de la correspondencia sostenida en
1906 con el director del Bulletin de la Société Internationale
des Electriciens y con el Sr. De Madariaga, supuesto mediador
143
y miembro de la Société, con el fin de conseguir la publicación
en el Bulletin de una rectificación a la nota de M. Devaux. La
primera carta dirigida a través de De Madariaga por el inventor
español al director del Bulletin corresponde a Julio de 1906.
Torres Quevedo olvidó anotar su fecha exacta, aunque indica
que muy probablemente data del día 10 de dicho mes [48]. De
Madariaga recibe una respuesta del Bulletin el 26 de Julio, que
redirigió a Torres Quevedo, en la que la revista se mostraba
dispuesta a insertar una nota “muy breve” relativa al invento del
español “siempre que dicha nota no tenga el carácter de una
reclamación de prioridad” [49]. El 9 de Agosto Torres
Quevedo se pone en contacto con De Madariaga para que
interceda por él ante la Société des Électriciens parisina,
apuntando que “no comprende muy bien las razones por las
que el Bulletin se opone a la publicación su reclamación” y
exponiendo las razones que apoyan la originalidad de su
Telekino [50]. Recibe una nueva respuesta procedente de París
el 22 de Octubre, en la que el Bulletin califica la situación como
“una cuestión de patentes” y Don Leonardo obtiene una nueva
negativa a la publicación de su reclamación tras considerar la
revista que provocaría un cruce de notas entre los inventores en
discordia que daría lugar a “una polémica en la que nuestros
Estatutos nos prohíben entrar” [51]. Finalmente, el 28 de
Octubre de 1906 Torres Quevedo envía una última carta a
Francia en la que dice no comprender los motivos del Bulletin
para rechazar su petición y en la que informa de que
“lamentablemente se ve obligado” a sacar a la luz la verdad
sobre el tema mediante “la publicación de su patente y la nota
de M. Devaux, acompañada de la correspondencia” mantenida
con el Bulletin y con el Sr. De Madariaga [52] y que aquí se
reproduce en su versión en castellano.
144
la palanca L a su posición normal. Esta es una cuestión de
detalle que puede resolverse de mil maneras. Yo llegué a
ella mediante el empleo de un volante en el primer Telekino
construido por mí en el Laboratorio de Mecánica de la
Soborna, dirigido por M. Koenigs, y que fue presentado por
M. Appell a la Academia de Ciencias3 (de París); más tarde,
en los Telekinos construidos en el Centro de Ensayos de
Aeronáutica en Madrid empleé diferentes maneras de
frenar, cuya descripción le enviaría gustoso si le interesase.
Los aparatos antes mencionados fueron ensayados con éxito
en diferentes momentos: a finales del año 1904 y durante los
primeros meses de 1905 dirigí a distancia en el Frontón
Beti-Jai (un antiguo juego de pelota) un triciclo de manera
satisfactoria delante de un gran número de personas,
particularmente delante de profesores y alumnos del
Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid, que hicieron
un resumen de su visita al Frontón4:
Carta del Sr. Torres al Sr. Director el “Bulletin de
la Société Internationele des Eléctriciens” [48]
(Torres Quevedo olvidó anotar la fecha exacta de esta carta,
aunque indica que muy probablemente corresponde al 10
de Julio de 1906)
Monsieur: habiendo leído en el Bulletin del mes pasado una
descripción de los aparatos empleados en las experiencias
de Antibes, que son en sus partes esenciales y
características, una reproducción exacta – no digo que
voluntaria – del Telekino descrito y patentado por mí, os
pido publicar esta carta en vuestra revista para establecer
mis derechos de prioridad.
Encontraréis la descripción de este Telekino en mi adición
de patente de 1 de Diciembre de 1903, de la cuál os envío
una copia. Os ruego que la publiquéis, o al menos
publiquéis la figura y las partes que he subrayado en el
texto. En ellas se encontrarán todos los aparatos descritos
por M. Devaux: la misma rueda de escape L (que él
denomina C), con su brazo M (él lo llama D), la misma
corona de contactos recorrida por dicho brazo y la misma
palanca J (él la llama L), para cortar la corriente durante
de la maniobra de la rueda de escape. También se
encontrará la misma disposición en el circuito eléctrico: la
corriente parte del polo positivo, pasa por el tope G (a en la
figura de M. Devaux) a la palanca J, de allí al brazo M y de
los brazos (pasando por los servomotores) al polo negativo.
La figura 3 de la Nota de M. Devaux indica la manera de
reducir la velocidad por medio de un volante del retorno de
145
« Lo que sí podemos añadir es que los que tuvimos la
satisfacción de presenciar las pruebas del Beti-Jai
quedamos admirados de la inconsciente y puntual
obediencia del aparato, que retrocedía, adelantaba,
paraba o se ponía en marcha a derecha o izquierda
según las órdenes que previamente nos anunciaba su
inventor.» [27]
3
4
Comptes rendus, sesión del 3 de Agosto de 1903
Boletín Industrial, órgano oficial de la Asociación de Ingenieros
Industriales, 5 de Abril de 1905, Madrid.
146
Durante el mes de Septiembre y Octubre de 1905 realicé
experiencias en el puerto de Bilbao, a distancias entre 300 y
2000 metros aproximadamente, de las que los periódicos
han hablado en todas partes, de manera que las
experiencias de Bilbao y el Telekino eran ya muy conocidas
en la época de las experiencias de Antibes. El Illustrated
London News, haciéndose eco de ellas 5(y creo ahora que
tenían razón), piensa que han sido realizadas con mi
Telekino.
Yo realizo ensayos actualmente en Madrid casi todos los
días, en el estanque de la Real Casa de Campo. La Revista
de Marina6 ha rendido cuenta de estas experiencias que, por
cierto, han sido objeto de un estudio muy completo por parte
de una Comisión nombrada a tal efecto por el Ministerio de
Obras Públicas. El informe de dicha Comisión no ha sido
aún publicado7.
Espero el acuse de recibo de esta carta y que aceptéis,
Monsieur, mis más distinguidos saludos. – L. Torres
Carta del Sr. Secretario de la Société Internationale
des Électriciens al Sr. De Madariaga [49]
París, 26 de Julio de 1906
5
The Illustrated London News, 24 de Marzo de 1906, Londres.
6
Revista General de Marina, Junio de 1906.
7
Se publicó después en la revista Ateneo en Septiembre de 1906.
147
Señor: hemos recibido su carta de 10 de Julio relativa a una
reclamación del Sr. Torres.
Como está formalmente indicado en cada número del
Bulletin, la Société no se hace responsable de las opiniones
publicadas por sus miembros y no se ocupa de cuestiones de
patentes, es a los interesados mismos a quienes les
corresponde tomar disposiciones en este asunto.
No conozco la fecha de las patentes de M. Devaux, le hecho
saber de vuestra reclamación, a título oficial, y espero la
respuesta.
El despacho de la Société, teniendo en cuenta vuestra
demanda, está dispuesto a autorizar la publicación en el
boletín de una nota muy corta sobre el dispositivo del Sr.
Torres, siempre que ésta no tenga el carácter de una
reclamación de prioridad. Los hechos hablarán por sí
mismos si el Sr. Torres tiene el cuidado de mencionar la
fecha de sus experiencias.
Es en consideración de vuestra demanda que el despacho
acepta esta derogación a las reglas de la Société. Dado que
M. Torres no forma parte de la Société des Electriciens,
nosotros podríamos no haber tenido en cuenta su
reclamación. ¿No será esta una ocasión para animar al Sr.
Torres a unirse a nosotros? Sus trabajos son de sobra
conocidos y estimados por nosotros y podríais quizá intentar
hacerle entrar en nuestra Sociedad.
Aceptad, Señor, mis consideraciones más distinguidas -El
Secretario General, Armagnat.
148
Carta del Sr. Torres al Sr. de Madariaga [50]
Bilbao 9 de Agosto de 1906
Sr. José de Madariaga :
Mi querido amigo: Os escribo en francés (o algo parecido),
para que os sea posible enviar, si os parece bien, mi carta a
París, lo que os evitaría el trabajo de escribirla usted
mismo.
No comprendo muy bien las razones que se oponen a la
publicación en el Bulletin de mi reclamación. Ella no tiende
– como parece creer el Secretariado – a provocar una
cuestión de patentes; la mía es aquí citada para apoyar mis
afirmaciones sobre la descripción del Telekino, con el
mismo título que podría citar un artículo de periódico que
contiene dicha descripción. No compromete la
responsabilidad de la Société des Electriciens, al menos no
más que la que supone la responsabilidad contraída por el
comunicado de M. Devaux. Del resto, no está de más que se
recuerde a propósito que la Société no es responsable de las
opiniones emitidas por sus miembros; aquí se discute un
hecho muy simple que resumiré en pocas palabras: M.
Devaux afirma que ha imaginado “un nuevo tipo de aparato
de dirección a distancia” y va más lejos para dejar clara la
novedad de su invento:
“los esquemas actuales permiten efectuar con un solo electro
como máximo dos órdenes alternativas”
…………..
“También…hemos de estudiar un dispositivo nuevo”
149
Los hechos afirmados por M. Devaux son completamente
inexactos:
1º) Existe a partir de 1903 un aparato (el primer Telekino
construido por mí) que permite efectuar con un solo electro
varias acciones a distancia. Presentado a la Academia de
Ciencias de París el 3 de Agosto de 1903, ha sido descrito
en los Comptes Rendus de dicha corporación.
2º) El sistema descrito por M. Devaux no es del todo nuevo,
puesto que fue descrito por mí en una patente de 1 de
Diciembre de 1903.
El error- no digo voluntario- cometido por M. Devaux en
estos dos puntos es innegable, como espero que él mismo
reconozca.
Entonces, la cosa está clara. El Bulletin publicó, sin tener
cuidado, afirmaciones desfavorables para mí y
completamente contrarias a la realidad de los hechos. Está
por tanto en el deber de publicar mi rectificación para
reestablecer la verdad sobre este asunto.
Los Estatutos de la Société no tienen nada ver con todo esto.
Serán muy útiles sin duda para reglamentar los informes de
sus miembros, pero es mi calidad de persona externa a la
Société la que me niega insertar en el Bulletin una nota
suficiente para establecer clara y bien explícitamente mis
derechos de prioridad, con la que se podría probablemente
arreglar todo. Yo encontraría, quizás, un miembro de la
Société que quisiera hacerse cargo de redactar una nota
aceptable para mí. Pero no puedo aceptar intervenir si no
me dejan hablar libremente. Estoy muy emocionado con la
150
bondad del Gabinete, que quiere autorizar una derogación
del reglamento para permitirme publicar una nota muy
corta con la condición de ser moderada y no contener más
que las cosas insignificantes que están dispuestos a dejarme
decir pero, mientras esta condición se mantenga, me veo
forzado a renunciar al honor de colaborar con el Bulletin.
Perdone, querido Sr. Madariaga, la molestia de esta carta y
recibid mis amigables y muy distinguidos saludos. – L.
Torres.
Carta del Sr. Secretario General de la Société des
Électriciens al Sr. Torres [51]
París, 22 de Octubre de 1906
Sr. Torres Calle de Santa Engracia 20, Madrid (España)
Señor: El Gabinete de la Société des Electriciens, después
de haber tenido conocimiento de vuestras cartas del 9 y 21
de Julio8, de 10 de Agosto, y del comunicado de M. Devaux,
no ha considerado poder permitir una derogación del
reglamento de la Société autorizando la publicación de
vuestra reclamación.
En efecto, en tanto que vuestro nombre no haya sido citado
por M. Devaux, el problema se convierte en una cuestión de
patentes que nosotros no tenemos la potestad de juzgar. La
8
Nota de Torres Quevedo: No escribí nada el 21 de Julio -L. T.
151
inserción de vuestra reclamación provocaría forzosamente
una respuesta por parte de M. Devaux, usted estaríais
obligado a refutar los argumentos que el opondría y
nosotros entraríamos así en una polémica en la cual
nuestros estatutos nos prohíben entrar.
Creed bien, Señor, que es con el más sentido pesar que el
Gabinete se ve obligado a rechazar vuestra demanda.
Aceptad, Señor, mis más distinguidas consideraciones - El
Secretario General (Firma ilegible)
Carta del Sr. Torres al Sr. Secretario General de la
[52]
Société des Électriciens
Madrid 28 de Octubre de 1906
M. el Secretario General de la Société des Électriciens:
Monsieur: Lamento no poder aceptar los puntos de vista del
Gabinete de vuestra Société. No se trata de una cuestión de
patentes, puesto que yo no reclamo en mis cartas los
derechos legales de mi patente: la he citado- como he citado
los Comptes Rendus de la Academia de Ciencias (de París) y
otras publicaciones- solamente para establecer una fecha.
Se trata más bien de una cuestión de prioridad únicamente.
El resto no tiene importancia. Lo que no puedo comprender
es el motivo dado por el Gabinete para justificar su rechazo.
No es el miedo al reglamento quien les detiene puesto que –
según su carta al Sr. De Madariaga – se puede fácilmente
derogar para contentar a un miembro de la Société. No es
que haya dudas sobre la exactitud de mis afirmaciones; se
ve, al contrario, con toda evidencia en sus cartas, que mis
152
afirmaciones han sido confirmadas – implícita o
explícitamente – por el mismo M. Devaux.
La cosa está clara: ustedes le han comunicado mi
reclamación, a título oficial, y el 16 de Julio esperaron su
respuesta. En el caso en que M. Devaux hubiese contestado
a la prioridad que yo reclamo, se hubiesen sentido, sin
duda, obligados a comunicarme su carta como le han
comunicado a él la mía; por tanto él ha respondido
mostrándose de acuerdo conmigo, o simplemente no ha
respondido, que viene a ser lo mismo.
Entonces, ¿por qué ese rechazo a publicar la verdad? El
deseo de evitar una discusión, que sería a buen seguro
cortés, no parece una razón suficiente.
Renuncio a comprender las razones del Gabinete, pero no
puedo renunciar a aclarar este asunto. Haré publicar mi
patente y la Nota de M. Devaux acompañadas de esta
correspondencia. Lamento mucho tener que publicar mi
reclamación de esta manera, pero espero que ustedes
reconozcan que es el rechazo inexplicable del Gabinete el
que me obliga.
a la Academia de Ciencias de París una nota de M. Gabet con el
título “Nouvel appareil de telemecanique sans fil”. La
respuesta de Torres Quevedo no se hizo esperar y el 25 de
marzo del mismo año dirigió a la Academia parisina una nueva
reclamación de prioridad relativa a dicha nota, nombrándose a
raíz de ello una Comisión informadora en la que figuraron
como comisarios Mm. D´Arsonval y el propio Cailletet. Al
cabo de dos meses se publicó una rectificación de la nota de M.
Gabet a favor de Torres Quevedo. Los Comptes rendus de
l´Academie des Sciences (de París), en su número del 6 de
Mayo de 1907, insertan la nota de Torres Quevedo “Le telekine
et la telemécanique” en la que compara las soluciones de M.
Gabet con las suyas y trata de demostrar que las soluciones
indicadas por M. Gabet en su nota son en principio
“exactamente las mismas que las aplicadas por mí (Torres
Quevedo) en mi Telekino” [46]. A continuación se reproduce
en castellano la “Nota de Gabet”, en la que describe su aparato,
y el artículo en respuesta de Torres Quevedo “El Telekino y la
telemecánica”, traducción directa del original de los Comptes
rendus que puede encontrarse en el Anexo III.
Aceptad, Monsieur, mis más distinguidas consideraciones Leonardo Torres.
6.2.1-Nota de Gabet.
Nuevo aparato de telemecánica sin hilos
Nota de M. G. Gabet9, presentada por M. L.
Cailletet [53]
6.2-Un nuevo Telekino francés: el dispositivo
de Gabet.
Aparte de la polémica suscitada en torno a las experiencias de
Antibes, con fecha 14 de enero de 1907 M. L. Cailletet presentó
153
9
Presentada en la sesión del 7 de Enero de 1907.
154
Los aparatos de telemecánica actuales se componen en
principio de un eje sobre el que se localizan unos contactos
cada uno de los cuales corresponde a una orden
determinada. Este eje tiene un movimiento de rotación
relativamente lento (alrededor de una vuelta por minuto), de
manera que es necesario esperar, para enviar la orden, a
que el contacto correspondiente esté enfrente del taco por
el que llega la corriente.
Nosotros hemos combinado un aparato que permite
directamente, y podríamos decir instantáneamente, la
selección de la acción que el operador desea desencadenar.
Además, un principio electromecánico nuevo, que
llamaremos principio de retardo del contacto, permite un
control a priori de las órdenes percibidas, al mismo tiempo
que dota al operador de la facultad de anular antes de que
se produzca el comienzo de su ejecución toda orden extraña
perturbadora. Este último punto tiene una importancia
crucial en la telemecánica mediante ondas hertzianas. Con
nuestro aparato se convierten
en una realidad las
aspiraciones realizadas hasta la fecha.
El aparato se compone de una sola rueda A, móvil sobre un
eje horizontal B y portador de un número cualquiera de
dientes, correspondientes cada uno a una orden especial.
Esta rueda, solicitada por un resorte comandado por el
circuito de relés, avanza diente a diente a cada emisión de
aparato transmisor. De esta manera el operador puede
llevar al diente correspondiente al comando que se quiere
ejecutar a una posición especial que llamaremos posición de
contacto (definida más adelante) emitiendo simplemente
trenes de ondas cortas correspondientes a los puntos del
alfabeto Morse.
155
Aquí se explica cómo el diente escogido puede ser llevado a
la posición de contacto sin que ningún diente intermedio
origine el comienzo de una orden a su paso por esa misma
posición: cada diente tiene un tubo sinuoso de vidrio T en el
que se ha hecho el vacío después de introducir en él una
gota de mercurio. Sobre todos los dientes situados por
encima del plano horizontal las gotas de mercurio, atraídas
por la gravedad, se sitúan en la extremidad del tubo lo más
cerca posible de la rueda dentada. Sucede al contrario con
los tubos situados por encima del plano horizontal, que
tienen sus gotas de mercurio en la extremidad periférica.
Hay en particular una posición para cada diente en la que
su gota de mercurio abandona el centro para dirigirse a la
periferia: es la posición de contacto, aquella en la que el
diente justo atraviesa el plano horizontal.
Cada extremidad periférica de los tubos tiene una cavidad
donde las gotas de mercurio cierran el circuito de una orden
especial haciendo un puente entre dos electrodos
sumergidos en aislante y separados un intervalo de algunos
milímetros. Cuando un diente llega a la posición de
contacto, su gota de mercurio no alcanza inmediatamente
después su cavidad (l), sino con un retardo regulable, puesto
que es función de la pendiente y las sinuosidades del tubo; y
es precisamente este retardo en el contacto el que permite la
selección de la paleta, ya que es siempre posible para el
operador enviar trenes de ondas lo bastante seguidos para
que las gotas no tengan tiempo de alcanzar su cavidad
durante el instante en el que la paleta está en la posición de
contacto.
Cuando el mercurio alcanza en efecto su cavidad después de
esta posición, el circuito está interrumpido por el desfase
del anillo colector.
156
que la gota de mercurio haya tenido tiempo de alcanzar su
cavidad.
Los trenes de ondas extraños, al contrario, no son
sintonizados, disponiendo de un tiempo t apreciable para
cargar el cohesor; se sabe, en efecto, que su carga es igual
al producto CVt, siendo C la capacidad, V el potencial y t el
tiempo expresado en segundos. C y V son débiles a
consecuencia de la falta de sintonía, el factor t aumenta y
alcanza siempre en la práctica un valor superior a la
duración del retardo del contacto.
Expresamos nuestros agradecimientos al excelente
constructor M. E. Ducretet, así como a su ingeniero M.
Roger, encargado especial de este estudio.
Nuestro dispositivo diseñado con vistas al problema
particularmente delicado de la telemecánica sin hilos es, en
consecuencia, apropiado para resolver problemas propios
del sector (industria, señalización de ferrocarril, etc.), cada
día más numerosos. Permitirá efectuar con un solo hilo las
operaciones que actualmente necesitan hasta 10 o 15
conductores diferentes.
Dispositivo de Gabet [I39]
Las letras a, b, c, d, e, f indican en el esquema el circuito
del diente número 1, por ejemplo. Este mismo principio del
retardo del contacto permite el control a priori de las
órdenes y proporciona el medio para anular efectos
perturbadores.
Una señal de control previene en efecto al operador en el
momento preciso en el que cada diente llega a la posición de
contacto. En telemecánica sin hilos, esta señal quizá sea un
repetidor enviando una onda hertziana sintonizada, o una
señal luminosa, por ejemplo, visible para el operador. La
velocidad de propagación de las ondas eléctricas o
luminosas es prácticamente instantánea para las distancias
prácticas de aplicación, ello asegura que el operador sepa
antes de que ocurra qué orden se va a ejecutar.
Si se desea anular la orden así anunciada, el operador no
tiene más que enviar con su aparato un tren de ondas
suplementario que hace avanzar la rueda un diente antes
157
6.2.2-Nota de Torres Quevedo.
El telekino y la telemecánica. Nota del Sr. L.
Torres10. [54]
10
Recibido en la sesión del 4 de Marzo de 1907.
158
La Nota de M. Gabet11 sobre un “nuevo aparato de
telemecánica sin hilos” contiene dos errores que creo
necesario rectificar.
El Telekino simple, decía en mi Nota12, está constituido por
un aparato que, “a cada señal transmitida hace avanzar un
paso una aguja”.
1º) Se lee en dicha Nota:
2º) M. Gabet piensa haber descubierto un principio
electromecánico nuevo que él llama “principio de retardo
del contacto”, gracias al cuál “el diente escogido puede ser
conducido a su posición de contacto, sin que el resto de
dientes intermedios induzcan el comienzo de una maniobra
a su paso por esa posición”.
“Los aparatos de telemecánica actuales se componen en
principio de un eje sobre el que se localizan unos
contactos cada uno de los cuales corresponde a una
orden determinada. Este eje tiene un movimiento de
rotación relativamente lento (alrededor de una vuelta por
minuto), de manera que es necesario esperar, para enviar
la orden, a que el contacto correspondiente esté enfrente
del taco por el que llega la corriente. Nosotros hemos
combinado un aparato que permite directamente, y
podríamos decir instantáneamente, la selección de la
acción que el operador desea desencadenar.”
Pero ese principio no es nuevo en absoluto, ya que está
claramente establecido en una de mis patentes fechada en
1903. La misma que he tomado con el objeto de resumirla:
“Esta adición a la patente nº 327218 se refiere a:
La disposición general de aparatos que permiten dirigir
varios servomotores con una sola aguja y la disposición
para evitar que los servomotores sean dirigidos a
contratiempo durante el paso de la palanca M de una
posición a otra, tal y como se expone aquí debajo.”
Para llegar a este resultado, M. Gabet emplea una rueda
dentada que avanza un diente a cada emisión del aparato
trasmisor.
Yo tuve el honor de presentar a la Academia en 1903 un
aparato de mi invención, el Telekino, que permite escoger la
acción deseada tan directamente y tan instantáneamente
como la rueda dentada de M. Gabet puesto que, tanto en un
caso como en otro, es suficiente con que un electroimán
actúe sobre una rueda y la haga avanzar un paso a cada
señal recibida.
11
Comptes rendus, 14 de Enero de 1907.
159
En suma, las soluciones indicadas por M. Gabet en su Nota
son, en principio, exactamente las mismas que yo he
aplicado en mi Telekino. Los detalles de construcción son
muy diferentes, pero no tienen mucha importancia, dado que
se tratan de cuestiones mecánicas muy simples que pueden
resolverse de mil maneras. No creo necesario hablar aquí
de las soluciones que yo adopté y que están
12
Comptes rendus, 3 de Agosto de 1903.
160
esquemáticamente descritas en las publicaciones citadas
anteriormente, pero tengo que decir que no presentaron
ningún problema y funcionaron de una manera totalmente
satisfactoria en las experiencias públicas verificadas en
Madrid y Bilbao.
Por último remarco que la identidad funcional de ambos
dispositivos se corresponde también con la identidad de sus
nombres. Yo nombré al mío “contacto retrasado”.
7.-Leonardo Torres Quevedo y el
Telekino, hoy.
Leonardo Torres Quevedo y el Telekino, un siglo después,
siguen despertando el interés y admiración de la comunidad
científica y técnica. Prueba de ello son las recientes
condecoraciones que se han concedido a los trabajos de Don
Leonardo y los numerosos premios, fundaciones…que, bajo su
nombre, se encuentran al servicio de la investigación. Incluso la
prensa, aún hoy, sigue encontrando un hueco entre sus titulares
para nuestro ilustre ingeniero español.
7.1-El Telekino: hito histórico.
El Instituto Internacional de Ingenieros Eléctricos y
Electrónicos (IEEE) es una asociación internacional sin ánimo
de lucro implantada en más de 150 países y que cuenta en la
actualidad con más de 365.000 miembros en todo el mundo
relacionados con la Ingeniería Eléctrica, la Ingeniería
Electrónica y la Computación. Recientemente, en el presente
año 2006 en que se publica este estudio, ha concedido un
Milestone (hito), dentro de su “Programa Milestones”, al
Telekino de Leonardo Torres Quevedo. Creado en 1983, dicho
programa tiene como objetivo destacar los hitos más relevantes
dentro del ámbito de la Ingeniería Eléctrica y Electrónica:
aquellos avances, inventos o descubrimientos que marcaron un
antes y un después en la Historia de estas ramas de la Ciencia y
la Técnica. En 2000 se consideró oportuno incluir también
161
162
aquellos hitos relacionados con la Computación. Como otros
Milestones destacados podemos citar, por orden cronológico, la
batería de Volta (1799), la primera alarma eléctrica contra
incendios (1852), el telégrafo transcontinental de la Western
Union (1861), los primeros experimentos de Marconi (1895),
la válvula de Fleming, (1904), el transmisor de arco voltaico de
Poulsen (1902), la estación de radio KDKA de la Westinghouse
(1920), el radiotelescopio de Arecibo (1963) o el algoritmo de
comprensión de datos de Lempel-Ziv (1977). Ahora, el
Telekino de Torres Quevedo se une a la prestigiosa lista de
Milestones como único hito español hasta la fecha [55]. Los
trabajos de Don Leonardo acerca del control remoto realizados
entre 1901 y 1903 que dieron lugar al prototipo que conocemos
como Telekino han merecido tal distinción gracias, en buena
parte, a la importante labor de documentación e investigación
de Don Antonio Pérez Yuste, Doctor Ingeniero de
Telecomunicación y profesor de la Universidad Politécnica de
Madrid.
Prototipo del Telekino del Museo Torres Quevedo [I40]
Un prototipo de Telekino puede verse en la actualidad en el
Museo Torres Quevedo localizado en el segundo sótano de la
Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de
Madrid. Este museo guarda una importante colección de
prototipos de los ingenios electromecánicos del autor que nos
ocupa junto con diversos planos y esquemas originales
explicativos de su funcionamiento. También puede encontrarse
parte del material utilizado por Torres Quevedo en sus
investigaciones y desarrollos técnicos.
163
164
español Leonardo Torres Quevedo comenzó el desarrollo de un
sistema capaz de hacer movimientos mecánicos a distancia»
[56]. Según un comunicado de la Universidad Politécnica de
Madrid, promotora de esta distinción internacional a su
trayectoria profesional, ésta «viene a reconocer, formalmente,
la primicia de Torres Quevedo en el establecimiento de los
principios de funcionamiento modernos de los sistemas de
control remoto y de los mandos a distancia” [55].
Vista general del Museo Torres Quevedo [I41]
El Museo reviste un gran interés, aunque si se desea una
profundización en la obra de Leonardo Torres Quevedo se debe
recurrir a la consulta de archivos y publicaciones especializadas
como las citadas en las Referencias de este documento, la
mayoría de las cuáles pueden encontrarse en la Biblioteca
Nacional de España en Madrid.
7.2-Torres Quevedo: prestigio imperecedero.
Busto de Torres Quevedo [I42]
Setenta años después de la muerte del ingeniero, en 1936, aún
perdura y deja sentir sus repercusiones la obra de Torres
Quevedo. Como se ha apuntado en la sección anterior, la más
reciente distinción ha procedido del IEEE, que en su
reconocimiento oficial establece que «en 1901, el ingeniero
Ésta ha sido sólo la última de las distinciones póstumas con que
se honra la figura de Leonardo Torres Quevedo. En España, el
Ministerio de Educación y Ciencia concede el premio nacional
“Leonardo Torres Quevedo” de Investigación Técnica a “aquel
investigador de nacionalidad española cuya labor
investigadora, independientemente del país donde se haya
165
166
llevado a cabo, constituya una contribución eminente al
progreso de la ciencia, la tecnología o la transferencia de
tecnología” [57], [58]. Del Ministerio de Educación y Ciencia
también depende el “Programa Torres Quevedo”, que financia
mediante subvenciones la contratación de investigadores por
empresas, asociaciones empresariales y centros tecnológicos.
También en la Universidad Politécnica de Madrid, la asociación
“Amigos de la Cultura Científica” rendía homenaje a Don
Leonardo celebrando cuatrienalmente su Simposio "Leonardo
Torres Quevedo: su vida, su tiempo, su obra". Hasta la fecha
se han celebrado tres Simposios en 1987, 1991 y 1995 y un
cuarto en 2004 bajo el título “Ciencia y Técnica en España de
1898 a 1945: Cabrera, Cajal, Torres Quevedo”. Los trabajos
presentados, relacionados con la automática, transbordadores,
dirigibles y similares, se han publicado en cuatro interesantes
actas correspondientes a cada uno de ellos. También la
Asociación ha participado en la celebración de eventos y
exposiciones dedicadas a la obra de Torres Quevedo como “75
años de transbordador sobre el Niágara” en 1991 y “Los
comienzos de la aerostación en España” en 1995.
167
Estatua de Leonardo Torres Quevedo
en Cantabria [I43]
En la tierra natal de Don Leonardo, Cantabria, en 1978 la
Escuela Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
se planteó la creación de la “Fundación Torres Quevedo” con el
objetivo primordial de promover y difundir la investigación
científica y técnica en la Universidad de Cantabria. Entre los
años 1980 y 1981 se aprobaron los Estatutos y Carta
Fundacional de la Fundación por la Junta de Fundadores, y en
1982 se reconoció y clasificó la Fundación por el Ministerio de
Educación y Ciencia y se inscribió en el Registro Mercantil. En
1998 se modificaron los Estatutos y pasó a tener un mayor peso
dentro de la Universidad de Cantabria. Mediante sus
“Convenios de Investigación y Desarrollo”, “Programa de
168
Becas Propias de la Fundación a los Jóvenes Investigadores”,
congresos, jornadas científico-tecnológicas, cursos y otros, la
Fundación desarrolla satisfactoriamente su actividad
cumpliendo con los objetivos originales que propiciaron su
creación [59].
Lejos de caer en el olvido, la figura de Don Leonardo Torres
Quevedo sigue inspirando a muchos investigadores en la
actualidad como un modelo a seguir o espoleando su curiosidad
por su genial y prolífica obra. Este ingeniero nacido dentro de
nuestras fronteras fue en su tiempo el perfecto ejemplo de
innovación y creatividad y constituye un referente aún hoy en
nuestros días.
8.- Referencias.
8.1-Textos13.
[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
13
169
“James Clerk Maxwell”. Enciclopedia online Wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/James_Clerk_Maxwell
“Los nombres de la Historia Radiofónica: Heinrich
Rudolf
Hertz”.
Portal
web:
http://www.portalmundos.com/mundoradio/nombres/hertz.
htm
“Empleo de códigos a través de la Historia”. Portal web
sobre
ciencia
y
tecnología:
http://www.asifunciona.com/informatica/af_bits/af_bits_1.h
tm
“Alfabetos de ayer y hoy: Morse”. Página web de
PROEL,
Promotora
Española
de
Lingüística:
http://www.proel.org/alfabetos/morse.htm
“Eugène Édouard Désiré Branly”. Página web del
Instituto de Química de la Universidad de
Jerusalén:http://chem.ch.huji.ac.il/~eugeniik/history/branly.
html
“Alejandro Stepánovich Popov” Enciclopedia online
Wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Stepánovich_Popov
“Marconi,Guhlielmo”. Protagonistas de la Historia,
portal
sobre
Arte
e
Historia:http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://ww
w.artehistoria.com/historia/personajes/6980.htm
Incluidas las referencias correspondientes a los Anexos I, II y III.
170
[8]
Kimberin, D.: “Jurassic Telecommunications. Part II”.
Portal web relativo a la radio: www.oldradio.com
[9]
“Lee de Forest”. Galería de Personajes del portal web:
http://www.exordio.com/19391945/personajes/deforest.html
[10]
Sánchez Miñana, J.: “La introducción de las
radiocomunicaciones en España (1986-1914)”. Cuadernos
de Historia de las Telecomunicaciones, nº 3, ETSI de
Telecomunicación, Universidad Politécnica de Madrid,
2004, Madrid.
[11]
García Santesmases, J.: Obra e inventos de Torres
Quevedo. Instituto de España, Madrid, 1980.
[12]
Saénz Ridruejo, F.: “Leonardo Torres Quevedo. (18521936)”. Ingenieros de Caminos del siglo XIX, sección
Galería de Retratos, pp. 353-359, Editorial AC, D. L.,
1990, Madrid.
[13]
González Quijano, P. M.: “Torres Quevedo”. Revista de
Obras Públicas, publicación técnica del Cuerpo de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, tomo I, nº 2697,
pp. 7, 1940, Madrid.
[14]
González de Posada, F. y González Redondo, F. A.:
“Leonardo Torres Quevedo (1852-1936)”. 1ª Parte. Las
máquinas algebraicas”. La Gaceta de la RSME, vol. 7.3,
pp.787-810, 2004, Madrid.
[15]
Perera Domínguez, M.: “Ingenieros ilustres: Leonardo
Torres Quevedo”. Ingenio, boletín informativo de la
asociación de antiguos alumnos de ingenieros industriales
de Sevilla, nº 3, Febrero 1997, Sevilla.
[16]
González de Posada, F. y González Redondo, F. A.:
“Leonardo Torres Quevedo (1852-1936)”. 2ª Parte.
Automática, máquinas analíticas”. La Gaceta de la RSME,
vol. 8.1, pp.267-293, 2005, Madrid.
[17]
Torres Quevedo, L.:“Patente nº 31918. Un sistema
denominado Telekine para gobernar a distancia un
movimiento mecánico”. Archivo Histórico de la Oficina
Española de Patentes y Marcas, 10 de Junio de 1903,
Madrid.
[18]
Torres Quevedo, L.:“Certificado de adición de patente
nº 33041. “Mejoras introducidas en un sistema denominado
Telekine para gobernar a distancia un movimiento
mecánico”. Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas, 9 de Diciembre de 1903, Madrid.
[19]
De Magaz, M.: “Las experiencias de Antibes y el
telequino”. Revista General de Marina, tomo LIX,
Septiembre de 1906, Madrid.
[20]
Pérez Yuste, A.: “Torres Quevedo, inventor del mando
a distancia. (2ª Parte)”. Revista Antena de
Telecomunicación, nº 160, EUIT de Telecomunicación,
Universidad Politécnica de Madrid, 2006, Madrid.
[21]
Gallego, E.: “El telekino y la telegrafía sin hilos”. La
Energía Eléctrica, año VII, nº 22, 25 de Noviembre de
1905, Imprenta de Antonio, Madrid.
[22]
Rizzo, J.: “El telekino”. Electrón, año VIII, nº233, 20
de Diciembre de 1903, Imprenta de Quinta, Madrid.
[23]
“Telekine, invento del ingeniero Sr. Torres”. Electrón,
año VIII, nº 225, 30 de Septiembre de 1903, Imprenta de
Quinta, Madrid.
[24]
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nº 236, 20 de Enero de 1904, Imprenta de Quinta, Madrid.
[25]
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de 1904, Madrid.
[26]
“Noticias”. Electrón, año X, nº 277, 20 de Enero de
1905, Imprenta de Quinta, Madrid.
171
172
[27]
“El Telekino del Sr. Torres Quevedo”. Boletín
industrial, órgano oficial de la Asociación de Ingenieros
Industriales, 5 de Abril de 1905, Madrid.
[28]
“Pruebas del telekino en Bilbao”. Industria e
Invenciones, tomo 43, nº 12, 24 de Marzo de 1905.
[29]
“Noticias”. Electrón, año X, nº 280, 10 de Abril de
1905, Imprenta de Quinta, Madrid.
[30]
“Noticias”. El Electricista, año V, nº 158, 15 de
Octubre de 1905, Madrid.
[31]
“Un invento español. Las pruebas del Telekino”. El
Electricista, año V, nº 161, 5 de Noviembre de 1905,
Madrid.
[32]
Estrada, R.: “El telekino”, reproducción del artículo de
Antonio Buada en el periódico El Porvenir Vasco. Revista
General de Marina, tomo LVII, pp. 644-47, Diciembre de
1905, Madrid.
[33]
“Noticias”, “Acuerdos de la Junta del Telekino”.
Electrón, año X, nº 305, 20 de Diciembre de 1905, Imprenta
de Quinta, Madrid.
[34]
“Noticias”, “El Telekino”. Electrón, año X, nº 303, 30
de Noviembre de 1905, Imprenta de Quinta, Madrid.
[35]
“Acuerdos de la Junta de El Telekine”. Industria e
Invenciones, tomo 44, nº 24, 9 de Diciembre de 1905,
Madrid.
[36]
Gallego, E.: “Sobre un invento. Real Orden
Comentada”. La Energía Eléctrica, año VIII, nº 8, 25 de
Abril de 1906, Imprenta de Antonio, Madrid.
[37]
“Noticias”, “El Telekino”. Electrón, nº 320, año XI, 20
de Mayo de 1906, Imprenta de Quinta, Madrid.
[38]
Estrada, R.: “Algo de crónica”. Revista General de
Marina, tomo LVIII, Junio de 1906, Madrid.
[39]
“Noticias”, “El Telekino”. Electrón, nº 325, año XI, 10
de Junio de 1906, Imprenta de Quinta, Madrid.
[40]
“Las pruebas del Telekino del señor Torres Quevedo”.
Electrón, año XI. nº 334, 10 de Octubre de 1906, Imprenta
de Quinta, Madrid.
[41]
Gallego, E.: “Pruebas del telekino”. La Energía
Eléctrica, año VIII, nº 19, 10 de Octubre de 1906, Imprenta
de Antonio, Madrid.
[42]
“Une reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[43]
“Nota de M. Devaux”. La Energía Eléctrica, año IX, nº
13, 5 de Julio de 1907, Imprenta de Antonio, Madrid.
[44]
“El telekino del Sr. Torres Quevedo y las experiencias
de Antibes”. Madrid Científico, año XIV, nº 547, 1907,
Madrid.
[45]
“El Telekino”. Revista de Obras Públicas, publicación
técnica del Cuerpo de Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos, año LV, nº 1653, 30 de Mayo de 1907, Madrid.
[46]
“Una reclamación de prioridad a propósito del Telekino
y de las experiencias de Antibes”. La Energía Eléctrica, año
IX, nº 12, 25 de Junio de 1907, Imprenta de Antonio,
Madrid.
[47]
De Magaz, M.: “Las experiencias de Antibes y el
telequino”. Revista General de Marina, tomo LIX,
Septiembre de 1907, Madrid.
[48]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
« Lettre de M. Torres à M le Directeur du Bulletin de la
Société Internacionele des Eléctriciens », extracto de “Une
reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
173
174
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[49]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano
de « Lettre de M. Le Secrétaire de la Société Internationale
des Électriciens a M. De Madariaga », extracto de “Une
reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[50]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
“Lettre de M. Torres a M. de Madariaga”, extracto de “Une
reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[51]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
« Lettre de M. Le Secrétaire Général de la Société des
électriciens a M. Torres », extracto de “Une reclamation de
priorité a propos du télékine et des experiences d´Antibes
par Leonardo Torres”. Revista de la Real Academia de
Ciencias Exactas Físicas y Naturales, vol. V, nº 7, nº 8, nº
9, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[52]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
“Lettre de M. Torres a M. Le Secrétaire Général de la
Société des Électriciens »,
extracto
de
“Une
reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[53]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
« Nouvel appareil de télémécanique sans fil. Note de M. G.
Gabet présentée par M. L. Cailletet », nota presentada en la
sesión del 7 de Enero y publicada el 14 de Enero de 1907.
Comptes rendus de l´Académie de Sciences, CXLIV, pp.
73-75, 1907, París.
[54]
Andrés Hernández, M.E.: traducción al castellano de
« Le télékine et la télémécanique. Note de M. L. Torres »,
nota recibida en la sesión del 4 de Marzo de 1907. Comptes
rendus de l´Académie de Sciences, CXLIV, pp. 972-973,
1907, París.
[55]
“Notas prensa de la Universidad Politécnica de
Madrid”, 19 de Junio de 2006, Madrid.
[56]
« El Telekino, un hito ». El País, 21 de Junio de 2006,
Madrid.
[57]
“ORDEN ECI/1386/2005, de 9 de mayo”. Boletín
Oficial del Estado, nº 118, 18 de Mayo de 2005, Madrid.
[58]
Del Moral, O.: “Leonardo Torres Quevedo: el más
prodigioso inventor de nuestro tiempo”. Revista
Polivalencia, nº 32, 4 de Mayo de 2005, Valencia.
[59]
“Investigación”. Página web de la Universidad de
Cantabria: www.unican.es.
[60]
“Une reclamation de priorité a propos du télékine et des
experiences d´Antibes par Leonardo Torres”. Revista de la
Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales,
vol. V, Julio/Agosto/Septiembre, 1907, Madrid.
[61]
“Note de M. Devaux. Commande électrique a distance
par les ondes hertziennes. Application à la commande d´un
sous-marin torpilleur ». Bulletin de la Société Internationele
des Electriciens, Junio de 1906, París.
[62]
« Nouvel appareil de télémécanique sans fil. Note de M.
G. Gabet présentée par M. L. Cailletet », nota presentada en
la sesión del 7 de Enero y publicada el 14 de Enero de 1907.
Comptes rendus de l´Académie de Sciences, CXLIV, pp.
73-75, 1907, París.
175
176
[63]
« Le télékine et la télémécanique. Note de M. L.
Torres », nota recibida en la sesión del 4 de Marzo de 1907.
Comptes rendus de l´Académie de Sciences, CXLIV, pp.
972-973, 1907, París.
[64]
“Notas de prensa de la Universidad Politécnica de
Madrid”, 19 de Junio de 2006, Madrid.
[65]
« El Telekino, un hito ». El País, 21 de Junio de 2006,
Madrid.
[66]
“ORDEN ECI/1386/2005, de 9 de mayo”. Boletín
Oficial del Estado, nº 118, 18 de Mayo de 2005, Madrid.
[67]
Del Moral, O.: “Leonardo Torres Quevedo: el más
prodigioso inventor de nuestro tiempo”. Revista
Polivalencia, nº 32, 4 de Mayo de 2005, Valencia.
[68]
“Investigación”. Página web de la Universidad de
Cantabria: www.unican.es.
8.2-Imágenes.
Foto de portada: “El Telekino”. Fotografía cedida por D.
Antonio Pérez Yuste.
[I1]
“James Clerk Maxwell”. Museo Virtual de la página
web del IEEE: www.ieee-virtual-museum.org.
[I2] “Heinrich Rudolf Hertz”. Museo Virtual de la página
web del IEEE: www.ieee-virtual-museum.org.
[I3] “Samuel Morse”. Museo Virtual de la página web del
IEEE: www.ieee-virtual-museum.org.
[I4] “Edouard
Branly”.
Les
grandes
inventions:
ressources2.techno.free.fr
177
[I5]
“Alexander Popov”. Artículo “Alexander Stepanovich
Popov”,
Enciclopedia
Wikipedia:
en.wikipedia.org/wiki/Alexander_Popov_(physicist).
[I6] “Guglielmo Marconi”. Galería de Premios Nobel en
Física:
http://nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/1909/m
arconi-bio.html
[I7] “Lee de Forest”. Página web de la Universidad de
Wisconsin
(Washington,
EEUU):http://washington.uwc.edu/about/faculty/johnson_m
/mech4gen/firstgen.html
[I8] “Julio Cervera Baviera”. Sánchez Miñana, J.: “La
introducción de las radiocomunicaciones en España (19861914)”. Cuadernos de Historia de las Telecomunicaciones,
nº 3 pp. 166, ETSI de Telecomunicación, Universidad
Politécnica de Madrid, 2004, Madrid.
[I9] “Casa donde nació Leonardo Torres Quevedo”. Imagen
cedida por D. Antonio Pérez Yuste.
[I10] “Leonardo Torres Quevedo en su juventud”. Imagen
cedida por D. Antonio Pérez Yuste.
[I11] “El matrimonio Leonardo Torres Quevedo y Luz
Polanco”. Obra e inventos de Torres Quevedo, J. García
Santesmases. Ed. Instituto España, Madrid, 1980.
[I12] “Leonardo Torres Quevedo”. Obra e inventos de
Torres Quevedo, J. García Santesmases. Ed. Instituto
España, Madrid, 1980.
[I13] “El dirigible España”. Imagen extraída del artículo de
Perera Domínguez “Ingenieros ilustres: Leonardo Torres
Quevedo”. Ingenio, boletín informativo de la asociación de
antiguos alumnos de ingenieros industriales de Sevilla, nº 3,
Febrero 1997, Sevilla.
178
[I14] “Transbordador de Torres Quevedo en San Sebastián”.
”. Imagen extraída del artículo de Perera Domínguez
“Ingenieros ilustres: Leonardo Torres Quevedo”. Ingenio,
boletín informativo de la asociación de antiguos alumnos de
ingenieros industriales de Sevilla, nº 3, Febrero 1997,
Sevilla.
[I15] “Máquina analógica de cálculo”. ”. Imagen extraída del
artículo de Perera Domínguez “Ingenieros ilustres:
Leonardo Torres Quevedo”. Ingenio, boletín informativo de
la asociación de antiguos alumnos de ingenieros industriales
de Sevilla, nº 3, Febrero 1997, Sevilla.
[I16] “Husillo sin fin”. ”. Imagen extraída del artículo de
Perera Domínguez “Ingenieros ilustres: Leonardo Torres
Quevedo”. Ingenio, boletín informativo de la asociación de
antiguos alumnos de ingenieros industriales de Sevilla, nº 3,
Febrero 1997, Sevilla.
[I17] “El Jugador Ajedrecista”. ”. Imagen extraída del
artículo de Perera Domínguez “Ingenieros ilustres:
Leonardo Torres Quevedo”. Ingenio, boletín informativo de
la asociación de antiguos alumnos de ingenieros industriales
de Sevilla, nº 3, Febrero 1997, Sevilla.
[I18] “Portada y primera página de la patente española nº
31918 del Telekino.” Expediente nº 31918 del Archivo
Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
[I19] “Montaje del servomotor (1)”. Figura 1 del expediente
nº 31918 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I20] “Montaje del servomotor (2)”. Modificación de la
Figura 2 del expediente nº 31918 del Archivo Histórico de
la Oficina Española de Patentes y Marcas por M. E. Andrés
Hernández.
[I21] “Avance de un diente”. Figuras 3 y 4 del expediente nº
31918 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I22] “Mecanismo biela-manivela”. Figura 5 del expediente nº
31918 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I23] “Transmisor y receptor”. Modificación de las figuras 6 y
7 del expediente nº 31918 del Archivo Histórico de la
Oficina Española de Patentes y Marcas por M. E. Andrés
Hernández.
[I24] “Montaje para la minimización del nº de electros”.
Figura 8 del expediente nº 31918 del Archivo Histórico de
la Oficina Española de Patentes y Marcas.
[I25] “Mecanismo de avance de rueda en transmisiones sin
hilo”. Figuras 9 y 10 del expediente nº 31918 del Archivo
Histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
[I26] “El distribuidor”. Modificación de las figuras 11 y 12
del expediente nº 31918 del Archivo Histórico de la Oficina
Española de Patentes y Marcas por M. E. Andrés
Hernández.
[I27] “Disposición para brújula”. Figuras 13 y 14 del
expediente nº 31918 del Archivo Histórico de la Oficina
Española de Patentes y Marcas.
[I28] “Disposición para brújula”. Figura 15 del expediente nº
31918 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I29] “Aparato avanzado de recepción”. Modificación de la
figura 16 del expediente nº 31918 del Archivo Histórico de
la Oficina Española de Patentes y Marcas por M. E. Andrés
Hernández.
179
180
[I30] “El conmutador”. Figuras 17 y 18 del expediente nº
31918 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I31] “Disposición para la maniobra automática del
conmutador”. Figura 19 del expediente nº 31918 del
Archivo Histórico de la Oficina Española de Patentes y
Marcas.
[I32] “Portada y primera página del certificado de adición nº
33041 a la patente española nº 31918 del Telekino”.
Expediente nº 33041 del Archivo Histórico de la Oficina
Española de Patentes y Marcas.
[I33] “Nuevas disposiciones en el Telekino”. Expediente nº
33041 del Archivo Histórico de la Oficina Española de
Patentes y Marcas.
[I34] “Figura 1 de la Nota de Devaux”. Revista de Obras
Públicas, publicación técnica del Cuerpo de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, año LV, nº 1653, 30 de Mayo
de 1907, Madrid.
[I35] “Figura 2 de la Nota de Devaux”. Revista de Obras
Públicas, publicación técnica del Cuerpo de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, año LV, nº 1653, 30 de Mayo
de 1907, Madrid.
[I36] “Figura 3 de la Nota de Devaux”. Revista de Obras
Públicas, publicación técnica del Cuerpo de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, año LV, nº 1653, 30 de Mayo
de 1907, Madrid.
[I37] “Figura 4 de la Nota de Devaux”. Revista de Obras
Públicas, publicación técnica del Cuerpo de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos, año LV, nº 1653, 30 de Mayo
de 1907, Madrid.
[I38] “Cuadro de semejanzas y diferencias entre el Telekino
de Torres Quevedo y el dispositivo de Gabet”.
Modificaciones de las imágenes referenciadas [I33], [I34],
[I35], [36] y [I37] por M. E. Andrés Hernández.
[I39] “Dispositivo de Gabet”. « Nouvel appareil de
télémécanique sans fil. Note de M. G. Gabet présentée par
M. L. Cailletet », nota presentada en la sesión del 7 de
Enero y publicada el 14 de Enero de 1907. Comptes rendus
de l´Académie de Sciences, CXLIV, pp. 73-75, 1907, París.
[I40] “Prototipo del Telekino del Museo Torres Quevedo”.
Fotografía cedida por D. Antonio Pérez Yuste.
[I41] “Vista General del Museo Torres Quevedo”. Página web
de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de Madrid:
www.caminos.upm.es
[I42] “Busto de Torres Quevedo”. Fotografía cedida por D.
Antonio Pérez Yuste.
[I43] “Estatua de Leonardo Torres Quevedo en Cantabria”.
Fotografía cedida por D. Antonio Pérez Yuste.
181
182

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