Buscando al Kirin

Transcripción

Buscando al Kirin
Buscando al Kirin
Capitulo 7.
Sacudiendo Hoofburg.
Spike y Rarity entraron al pueblo acompañados de Lucky Night. Algunos de los ponies que habían
seguido a la unicornio y al capitán a la distancia inmediatamente se dieron la vuelta y regresaron
corriendo al pueblo. La mayoría de los ponies se escondía de Spike mientras unos cuantos los
observaban a una distancia considerable.
Lucky los guió hasta la plaza, ahí comenzó a darle indicaciones de donde podían conseguir lo que
buscaban cuando un grupo de ponies encabezado por un corcel aparentemente de la misma edad
que Lucky, extremadamente delgado, de color azul y crin negra, con una cutie mark de un martillo
y un clavo se les acercó.
“¿Qué está haciendo este monstruo en mi pueblo?”
Lucky Night se giró con un gesto cansado hacia los ponies y continuó hablando con Rarity y Spike.
“Bien amigos, les presento a Sharp Strike, nuestro alcalde recientemente electo para su quinto
mandato consecutivo ¡Y miren nada mas quien viene con él! el comité para la protección del
pueblo o algo así.”
El pony entrecerró los ojos.
“Capitán, le recuerdo con quien está hablando y le repito la pregunta, ¿Qué está haciendo ese
monstruo aquí?”
“Aparte de su falta de alimentación yo no veo nada monstruoso por aquí.”
“¡Entonces que demonios es esa bestia purpura y verde que está sentada a un lado suyo!”
“Oh, ¿acaso se refiere a Lord Spike Draco, teniente de la guardia nocturna?”
Spike saludó tratando de verse lo mas inofensivo posible y pasando por alto lo de monstruo. Sharp
Strike lo señaló mientras se dirigía a Lucky Night.
“¿Me está diciendo que ese dragón es un noble y un soldado?”
“Y su esposa, Lady Rarity, es asesora de imagen de sus majestades. Aunque debo admitir que no
tengo muy claro que es lo que eso significa.”
El alcalde se acercó a Lucky Night y le susurró entre dientes.
“Realmente te has vuelto senil, ¿acaso crees esas mentirías tan obvias? Es más que evidente que
quieren algo.”
“Y tú solo confirmas lo que ya sabía sobre tu inteligencia. Primero, si hubiera algo en este pueblo
que llamara la atención de un dragón creo que lo hubieran tomado hace mucho tiempo. Segundo,
¿Por qué demonios un dragón tendría que crear un montón de mentiras poco creíbles y hacer
equipo con un pony para obtener algo?, simplemente quemaría todo lo que se encontrara a su
paso y lo tomaría.”
Spike parpadeó un poco incomodo, aunque tenía que admitir que era probablemente lo que haría
un dragón. Sharp Strike contraatacó.
“¿Acaso ya se te olvido lo que hicieron esos tres dragones hace siete años?, ¡Quemaron tres
casas!”
“¿Y en todos los años que tiene de existir este pueblo cuando hemos tenido problemas con
dragones? Yo los vi, no eran adultos, eran ser niños o algo así. Y de repente desaparecieron así que
supongo que sus padres los regañaron o algo por el estilo”
Spike se rascó la parte trasera de la cabeza y miró a Rarity.
“Si hay algún problema puedo irme y mi esposa quedarse para realizar las compras.”
El alcalde lo miró directamente.
“¡No!, ni tú, maldito monstruo, ni esa mentirosa y manipuladora yegua pueden quedarse en mi
pueblo.”
Sharp Strike parpadeó y en un momento su cerebro se encontraba en un estado de total
confusión. Unos segundos antes estaba discutiendo de nueva cuenta con el capitán, el cual
defendía a una yegua, que solo Celestia sabría en que cosas andaría, y a un dragón con cara de
idiota que se limitaba a sonreír y hablar en murmullos.
Ahora el dragón se encontraba a pocos centímetros de su cara, podía sentir la ardiente respiración
de la criatura en su rostro. Parecía más grande, y juraría que las alas de la bestia no eran de ese
color rojo intenso antes. El viejo pony cometió el error de fijar sus ojos en los de Spike e
inmediatamente se sintió perdido en ese par de iris esmeralda que se clavaban en el con furia.
“Señor, puedo pasar por alto lo de ‘monstruo’, porque en cierta forma aplica a los de mi especie.
Pero no puedo, como noble y como oficial de la guardia nocturna, pasar por alto el que se le falte
al respeto a mi esposa. Y como noble nacido en Canterlot exijo la reparación del daño de la
manera tradicional. Una disculpa pública o un duelo.”
Sharp Strike tragó saliva, sus ojos seguían fijos en los del dragón pero su memoria no tenía
problemas en repasar una y otra vez los detalles de las garras y los colmillos de Spike.
“Y bien señor alcalde, ¿qué va ser? ¿Una disculpa pública?”
El alcalde hizo un ruido que no se podía considerar ni afirmativo ni negativo.
“¿Entonces un duelo?, ¿Garras contra pezuñas al anochecer le parece bien?”
El alcalde por fin pudo despegar sus ojos de los de Spike para mirar aterrorizado a Lucky Night que
por su parte tenía una sonrisa de oreja a oreja.
“¡Has algo!, ¡Este dragón me está amenazando de muerte!”
“No entiendo, ¿no dijo en su discurso hace tres semanas que para salvar a Equestria había que
seguir las viejas tradiciones?
Pues bien, de acuerdo a las viejas costumbres de Canterlot un noble o un caballero tiene el
derecho de exigir un duelo o una disculpa pública si siente que su honor, el de sus padres o el de
su dama se ve ofendido.
Además Lord Spike le está dando opción, puede disculparse públicamente o aceptar el duelo.
Incluso puede que gane.”
“¡Esto es ridículo, soy el alcalde!, ¡además no hay pruebas de que este dragón realmente sea noble
o un oficial del ejército!”
Spike extrajo su insignia del equipaje y se la extendió al Lucky Night. El viejo pony la examinó
detenidamente prestando le atención a cada detalle. Era más grande de lo normal, manteniendo
la misma proporción entre su tamaño y el de Spike que la que existía entre una insignia normal y el
cuerpo de un pony.
Era una luna de plata. El pony se sorprendió cuando notó que al contrario que las otras insignias
que habia visto, que incluían dentro de la luna un número y un rasgo distintivo del tipo de pony
para indicar la unidad, esta tenía a los lados dos alas similares a las del dragón y de un color rojo,
lo cual le indico que la unidad de Spike era una unidad especial. Tenía las tres estrellas que
indicaban el grado de teniente. Las estrellas eran de plata también. Lo cual indicaba que era un
miembro de la nobleza menor.
El viejo militar le mostró la insignia al político, su sonrisa se borró de su rostro.
“Es verdadera. Y yo que usted me disculpaba lo antes posible. No sé en qué tipo de unidad este
Lord Spike pero le puedo asegurar que no es una común y corriente.”
El alcalde regresó su vista a Spike y de nuevo se encontró con los profundos pozos verdes de ira
que lo absorbían tanto.
“Lo…lo siento…”
Spike se irguió y extendió sus alas.
“Mañana, aquí en la plaza. Convocara a una reunión del pueblo y se disculpara por llamar a mi
esposa de esa manera. ¿De acuerdo?”
El alcalde asintió con tanta fuerza que parecía que su cabeza se desprendería de un momento a
otro. Hubo un silencio de varios minutos hasta que finalmente el viejo pony consiguió hacer
acopio de fuerza de voluntad y se retiró lo más rápido posible seguido por su comitiva y
literalmente con la cola entre las patas.
Lucky Night soltó una carcajada ante la escena lo cual provocó una sonrisa por parte de Spike. El
dragón se giró mostrando su enorme sonrisa a Rarity, sonrisa que se disolvió al notar la expresión
molesta de esta. Spike estaba a punto de hablar cuando Rarity lo increpo.
“¡Spike!, ¿Podías decirme por favor cual fue el objetivo de hacer eso?, ¡Se supone que debemos
demostrarle a los ponies que eres inofensivo!, ¡Eso no lo vamos a lograr con esos exabruptos!,
¡estoy muy decepcionada de ti!”
Spike se acercó a ella un con una expresión sorprendida y un poco molesta.
“¿Qué querías que hiciera?, ¡Te faltó al respeto!, ¿Querías que me quedara parado sin hacer nada
mientras te decía mentirosa y manipuladora?”
Rarity se acercó más a él, levantando la voz.
“¿Pero retarlo a un duelo?, ¿Acaso me vez amenazando de muerte a cuanto pony te dice
monstruo o bestia?”
“¡No lo amenacé de muerte, le di una opción! Y discúlpame por defenderte y comportarme como
lo que soy, un soldado y un noble.”
“¿Comportarte como lo que eres?, Spike tú no eres así, no eres violento.”
“Soy un dragón y un guerrero. ¿Cómo quieres que me comporte?, ¿Qué me esconda detrás de ti y
de Twilight como cuando era niño?, ¿quieres seguir siendo mi niñera?”
“Ya alguien nos había llamado niñeras antes Spike, tu sabes bien quién es. Y estoy segura que él
fue quien te metió esas ideas…”
“¡No metas al capitán en esto!”
Rarity se echó hacia atrás mientras miraba fijamente a Spike, cuya nariz casi se tocaba con la suya.
El dragón respiraba agitadamente y sus alas habían adquirido un tono de rojo aun más intenso.
“¡Spike!, ¡cálmate!”
El dragón dio unos cuantos pasos para atrás, mientras respiraba agitadamente.
“¿Calmarme?, Estoy respondiendo a un insulto que te hicieron y tu eres la que se pone como loca.
¿Te grite yo cuando me defendiste en la cena?”
“¡Porque yo me comporte de una manera civilizada y no estuve a punto de provocarle un infarto a
un anciano!”
Spike se llevó una garra a la cara cubriendo sus ojos. Rarity observó consternada como sus labios
se curvaban, cualquiera hubiera pensado que era una sonrisa pero Rarity conocía bien a su esposo
y sabía que no era así. Los colmillos del dragón se apretaban fuertemente y la modista pudo notar
inclusive unas cuantas burbujas que bullían en los lugares donde la temperatura habia aumentado
tanto que la saliva comenzaba a evaporarse.
Esto molestó en extremo a Rarity, Spike se estaba comportando realmente como un niño
malcriado que no podía aceptar que se habia equivocado y peor aun, estaba echando por tierra
todos los esfuerzos que ella habia hecho para que fueran aceptados en el pueblo. La unicornio
bufó, tenía que poner un alto a ese arranque insensible de su esposo.
Algo estaba a punto de pasar, la tensión aumentaba y los ponies que se habían reunido a una
distancia segura podían notarlo. Hacía falta cualquier cosa, en algún momento uno de los dos diría
algo que los haría estallar a ambos.
“Bueno, si quieren provisiones lo mejor será ir al mercado.”
Ambos esposos miraron con sorpresa a Lucky Night, del cual se habían olvidado completamente.
El viejo pony permanecía impasible a un lado con la mirada tranquila.
“Supongo que las provisiones serán para Lady Rarity, así que sería bueno que ella verificara eso.
Mientras tanto yo le mostrare a Lord Spike donde está la posada para que la dama pueda
descansar, ya que se nota que han tenido un largo viaje. Sirve que también buscaremos un lugar
donde se pueda alojar Lord Spike.”
La unicornio y el dragón guardaron silencio unos minutos antas de asentir al mismo tiempo,
lentamente. Lucky Night Sonrió y asintió a su vez.
“Muy bien, Lady Rarity, si sigue por esa calle encontrara sin problemas el mercado. Lord Spike,
sígame por favor.”
Los esposos comenzaron a caminar en sentidos opuestos sin decirse una palabra.
Rarity caminaba cabizbaja por el pequeño mercado del pueblo mientras trataba de comprar
provisiones para ella. Su tarea se veía obstaculizada tanto por su confusión como por el hecho que
dicho mercado no ofrecía mucha variedad en sus productos.
La elegante unicornio suspiró mientras observaba la colección de hongos comestibles recolectados
en el bosque y escogió los que tenían mejor aspecto esperando fervientemente que supieran
mejor de lo que se veían.
Sentía las miradas de los demás ponies, pero no estaba segura si estaban admirando su porte o si
murmuraban por su discusión con Spike en la plaza. Sacudió la cabeza de nuevo y continúo
recorriendo los diferentes puestos. Se detuvo ahora frente a un puesto de manzanas y suspiró de
nueva cuenta. Aun si no hubiera tenido el placer de conocer los productos de Sweet Apple Acres
hubiera dudado de la calidad de las manzanas que ahora tenía enfrente. Definitivamente el pueblo
estaba tan aislado que no había competencia de otras huertas y por lo tanto no habia nada de
calidad.
Rarity pensó que sería mejor revisar los mapas y verificar si realmente sería necesario comprar ahí
o si podrían esperar a llegar al siguiente punto habitado, pero Spike tenía los mapas y aun no se
sentía cómoda hablando con él. La unicornio se recostó en una banca y sacudió la cabeza.
La única vez que recordaba que Spike se hubiera enojado con ella fue cuando malinterpreto los
comentarios acerca que lo consideraba tierno, antes de que se fuera a la migración de los
dragones. Jamás habían discutido en todo el tiempo que tenían de conocerse. Realmente le
sorprendió ver a Spike dirigirse a ella de esa manera tan agresiva, tan molesta. Rarity cerró los ojos
y escondió la cara entre sus patas delanteras
“Realmente te luciste esta vez Rarity, después de todo solo deseaba defenderte…”
Un graznido la hizo levantar la cabeza. En frente de ella un cuervo picoteaba el suelo donde
alguien habia dejado una manzana a medio comer. Rarity se acomodó su crin y miró al ave.
“Hermosas plumas, tal vez debería considerar tu estilo para un conjunto para la princesa.”
Spike caminaba lentamente por las calles del pueblo con Lucky Night a su lado, el dragón mantenía
la cabeza hacia arriba con una expresión orgullosa, miraba a ambos lados de la calle buscando la
posada. Lucky Night negó con la cabeza al mismo tiempo que giraba los ojos hacia arriba.
“Bien Lord Spike, ¿Cuál es el problema?”
“No hay ningún problema, ¿Por qué tendría que haber algún problema?”
“Porque pasamos por enfrente de la posada hace diez minutos.”
Spike se detuvo, miró hacia atrás y regresó la vista hacia el frente, finalmente golpeándose la
frente con la palma de una garra.
“Soy un maldito estúpido. ¿Por qué demonios le grité así?, ¿Por qué demonios hice eso con el
alcalde en primer lugar?”
“Porque estaba defendiendo el honor de su dama.”
“¡Pero ella tiene razón!, se supone que lo que estaba tratando de lograr era demostrar que soy
inofensivo.”
“Bueno Lord Spike. Sharp Strike es realmente un viejo muy molesto y cree que es igual de
importante que las princesas, es bueno que lo haya puesto en su lugar. Respecto a su esposa,
bueno, ya sabe, no tengo que decirle que ese tipo de discusiones pasan. Mi esposa y yo las
teníamos siempre. Son señal de un buen matrimonio.”
“Rarity y yo jamás habíamos discutido en todos los años que tenemos de conocernos. Bueno,
aparte de pequeñas peleas por cosas simples, se me olvido comprar algo, ella dejo sus telas por
todos lados, mi fénix le quemo los bigotes a su gato, lo típico.”
“Si claro, yo también tuve problemas con mi fénix. ¿Regresamos a la posada?”
“Si… ¿sabe de algún lugar donde pueda comprar joyas?, para disculparme con Rarity. Le encantan
los regalos, recibirlos y darlos.”
“Lo siento, pero aquí nos conformamos con un arreglo de flores o un delicioso postre. ¿Tal vez una
cena?”
“¡Excelente!, le encanta la comida fina. ¡Muchas gra…!”
Spike se detuvo e inmediatamente levantó la cabeza. Sin decir una palabra desplegó sus alas y de
un aleteo se elevó del suelo. Dejando a Lucky Night confundido.
“¡Lord Spike!, ¿Qué sucede?”
El viejo capitán escuchó unos gritos y vio a un grupo de ponies que corrían desde la zona del
mercado. El pony inmediatamente corrió hacia una de las campanas que se ubicaban en cada
cruce de calles en el pueblo y la tocó con fuerza.
“¡Déjenme tranquila repelentes aves!”
El cuerno de Rarity se encendió y lanzó una pequeña esfera de magia que atravesó a otro cuervo.
Al igual que los que ya habían sido derribados antes lo único que quedo de él fueron plumas y una
bocanada de humo que rápidamente se disolvió.
Dos cuervos mas se lanzaron sobre ella y rápidamente fueron repelidos por el cuerno de la
diseñadora. Rarity observó la situación, en cuanto los cuervos empezaron a atacarla los ponies del
pueblo tuvieron el sufriente sentido común para huir. Afortunadamente los cuervos se habían
enfocado en ella dejando a los demás en paz.
Sin embargo habia algo que molestaba a Rarity. Los cuervos eran un blanco demasiado fácil.
“¿Qué pretenden, escoria voladora?, ¿Por qué me molestan así?... ¡Spike!, ¡lo quieren a él!”
Una enorme sombra se proyectó sobre ella y al levantar la vista pudo ver al dragón que se
acercaba toda velocidad. Rarity sonrió y bajó la cabeza para enfocarse en los cuervos que
quedaban frente a ella.
Spike aterrizó pesadamente, levantó la cabeza justo en el momento en que las plumas de las aves
derrotadas se elevaron a pesar de la falta de viento, giraron violentamente alrededor de Rarity
impidiéndole al dragón verla y finalmente cayeron de nuevo, dejando tras de sí solo las alforjas de
la unicornio.

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