Abrir link - WordPress.com
Transcripción
Abrir link - WordPress.com
FLESH ON MEAT (CARNE SOBRE CARNE) USO Y ABUSO TECNOLÓGICO, LA DEGRADACIÓN HUMANA (… lo oculto, lo dominante, lo informativo, lo comunicativo, lo receptivo, lo molesto, lo necesario, lo frío…) Los objetos o partes del cuerpo privadas comenzaron a ser parte de “lo público”, para dejar de pertenecer a “lo privado”. ¿Qué pasó con lo espiritual? La tecnología hace uso y abuso, las figuras en su espiritualidad se transformaron en el objeto informativo (¿se transformaron en objeto informativo?). Pero, ¿En función de qué? A mi modo de ver en “La degradación humana”. Mente y cuerpo se corrompe. LO PRIVADO PASÓ A SER PÚBLICO. ¿Cuál es la brecha entre arte y ciencia?... ¿Cuál es la recepción? Los recursos tecnológicos desde hace tiempo vienen haciendo uso y abuso de la realidad… ¿El fin justifica los medios?, o ¿los medios justifican el fin? ¿En un fin común?,… ¿Cómo saberlo? ¿Cuál es la verdadera finalidad? ¿Es ó se puede decir que esto mismo es “bello”? Según para quién o quiénes. Quien posea los recursos necesarios para llevar a cabo el desarrollo tecnológico, ya sea intelectual o material; modifica el medio o el lenguaje, para informar o desinformar; para educar o generar nuevos conocimientos. En nuestra era, el cuerpo es soporte material de la negación del tiempo. Operaciones, liftings, implantes, cremas anti-age, antiarrugas, etc. y son usadas para tal fin. Lo que se corrompe con el paso del tiempo se encuentra debajo del teatro de la piel. Con el chaleco de carne, lo interior se volvió exterior y lo exterior interior, evidenciándose el transcurrir del tiempo y sus estragos. El área de Palermo Plaza Cortazar, en la ciudad de Buenos Aires, se conoce porque allí abundan locales donde jóvenes diseñadores independientes exhiben y venden sus indumentarias. Allí, donde más ímpetu se pone en esconder, decorar el cuerpo y lo cubrimos con tela sobre carne, nosotros decidimos cubrirlo con carne sobre carne. La performance se inició cuando salimos del probador de una de las tiendas de ropa vestidos con chalecos de carne y nos dispusimos a recorrer las demás ferias de diseño, en actitud de espectador, esto fue caminando como las demás personas que por allí circulan, observando y hablando sobre los diseños que se exhibían para finalmente sentarnos en las mesas de un bar a tomar algo. Actitud muy común en la gente que concurre a esa área. 1 FLESH ON MEAT (carne sobre carne) Por aproximadamente 24 hs mi cuerpo habló, habló por fuera, habló por dentro y en búsqueda de lo oculto, me dirigí a una carnicería y compre varios kilos de entraña, Esa misma carne que tiempo atrás fue mi alimento y se impregnó de mí y yo de ella durante muchos años. Volví a casa la refrigeré unas cuantas horas, era primavera casi verano, eran ya los primeros días de diciembre. En algún momento de mi vida y por alguna razón desconocida comencé a sentir rechazo por la carne, ya no me gustaba y tampoco la comía. Llegó la noche, una larga noche de comunión entre la carne, la sutura y yo. Busqué la carne de la heladera, la extendí sobre la mesa, seleccioné el hilo, la aguja y comencé a penetrar la entraña cosiendo las diferentes franjas de la misma una con otra. Cada puntada me causaba una sensación extraña, comenzaba a sentir una especie de adrenalina, sentía hasta placer y así seguí cosiendo el chaleco de carne hasta media mañana de aquel día inmaculado del 8 de diciembre. No dormí y aunque con rara sensación decidí no hacerlo, tampoco sentí sueño y ya estaba próxima la hora de partir a realizar la acción. Acción que años más tarde comprendí y que era como exorcizar, (trans)mutar algo y se presentaba a modo de rito; claro, por aquél entonces en el 2007 no comía carne, pero sentía que esto estaba yendo más allá de mi piel. ¿Qué se escondía detrás de mi piel? ¿Qué pasaba detrás de mi carne? ¿Qué sucedía con mi carne? Ese cuerpo luego portador de un chaleco de carne. Casi medio día emprendí viaje, en donde me encontraría con mi compañero de acción en el lugar acordado. Me encontré con él, aunque también portaría chaleco de carne, él estaba en otro proceso y seguramente aunque encaramos la acción juntos su ritual era otro. Nos encontramos en el que sería el punto de partida, en un negocio de ropa de diseño en el barrio de Palermo. Entramos cada uno a un probador y nos vestimos de chaleco de carne. Los nervios comenzaban a apoderarse de mí, respiré hondo, mientras por mi cabeza se cruzaban varias secuencias de posibles inconvenientes o no, como era vegetariana pensé ¿Si me cruzo con otro(s) vegetarianos y nos increpan? ¿Y, la policía? ¿Y, si viene un perro y me tironea de la carne? Traté de abstraerme de aquellos pensamientos perturbadores, pero mi sistema nervioso me seguía acosando. Respiré hondo nuevamente, me miré al espejo, me vi vestida de lo oculto, centre la mirada en mis ojos y sin dejar pasar más tiempo salí para iniciar la acción. Hacía mucho calor y como la carne estaba refrigerada no lo sentía. Nos miramos con Santiago y emprendimos nuestro recorrido, un recorrido que no estaba planeado y fue ideal que fuera así para poder improvisar. Cubrí mis ojos con anteojos negros, estaba sin dormir y sentí que eso podría delatarme, en ese instante quizá no podría soportar que la mirada de los otro(s) me atraviese. Más tarde comprendí que en realidad delataba aún mas mi interior, porque ya en ese momento me sentía desnuda en un cuerpo (en)vestido. Aquella carne, aunque era parte de nuestra indumentaria, representaba la misma carne que todos comen, pero que en ese instante ya no era carne y se transformaba en ropa; en un circuito en donde la ropa abunda de diseño, aún así no pasamos desapercibidos. Algunas personas se percataron de nuestro cuerpo vestido diferente, de nuestro diseño exclusivo. Nos mira(ban) de manera extraña y en el(los) me reflejaba o quizá ello(s) se reflejaban pensé. Transitamos veredas, calles, preguntamos precios de alguna pintura exhibida, vimos otras ropas diferentes a la nuestra y artesanías en algunos de los puestos allegando a la plaza Cortazar. Nos dirigimos hacia donde estaban los bares. Mientras seguíamos caminando ambos coincidimos en sentarnos en una mesa y allí poder consumir algo. La gente comenzaba a fijarse aún más de nuestra carne y elegimos una mesa con sillas al aire libre. 2 Era ya pasado el mediodía, estaba nublado, de a rato caían gotas aisladas, aún así y en ese momento sin pensarlo continuamos nuestra acción. Una vez que logramos sentarnos sentí como todas las miradas se posaban sobre (nos)otros, el tener puestos los anteojos negros me permitió poder observar que pasaba alrededor mientras dialogaba con mi compañero sobre la performance, lo que sentíamos y lo que estaba sucediendo en ese momento. ¿Qué estaba sucediendo(nos)? Ambos miramos mutuamente nuestra carne. Comencé a sentir libertad, ya no éramos lo oculto, mostrar “lo oculto” no era ya lo que me perturbaba, sino que alguien pudiera interrumpir, nuestro ritual, nuestro aprendizaje, nuestro diálogo de carne. Vino la mesera a tomarnos el pedido y nos preguntó ¿Por qué están vestidos de carne? - Somos carne respondió mi compañero. Al instante una señora con cámara en mano se acercó y nos preguntó ¿Están haciendo una protesta a la carne? No contestamos a la pregunta e iniciamos nuestro pedido a la mesera, pedimos jugo de naranja y nada para comer; no tuve la necesidad de consumir nada sólido, no sé él pero yo no podía comer nada. Para mí sólo existía aquella comunión con la carne, quizá reconciliarme con la misma. Y sentí que nos estábamos (trans)formando en un nuevo saber. Seguimos dialogando y transcurridos aproximadamente 40 minutos nos levantamos y nos fuimos caminando. A dos cuadras de ese sitio nos esperaba un auto, al cual subiríamos al mismo alejándonos de la gente y ese lugar. Nos conducíamos a un lugar alejado, aunque no tanto, a un departamento en los aledaños del barrio. Teníamos la llave del sitio, entramos, subimos a un primer piso, Santiago se sacó su carne, la refrigeró en una heladera portátil para transportarla luego a su casa y se bañó. Me saqué mi carne, la guardé en una bolsa rápidamente y también la refrigeré. Cada uno se puso su ropa. Salimos del departamento, nos despedimos, el fue a su casa y yo volví a mi hogar en auto. Llegué a casa invité amigos a comer carne asada, mientras observaba como se encendía el fuego y posteriormente como se cocinaba. Llegaron los comensales, ellos comieron, yo los miraba degustar y mientras hablábamos acompañando la cena de vino tinto yo estaba de a poco sintiendo nuevamente mi cuerpo, como si en todo ese tiempo transcurrido anterior hubiese estado en transe. Al finalizar la cena les conté lo que habían comido, sabía quizá que ninguno iba a tomar el hecho a mal y fue así. Algo en mí cambió. Me di cuenta que estaba conectada visceralmente con lo oculto, “la carne”. Al finalizar el día dormí plácidamente. Recuerdo que ese día la carne sobre carne volvió a ser carne. ¿Qué antes de la caída Adán y Eva eran de naturaleza inmortal? Significa que no eran cuerpo. Y, si lo eran, su carne no era carne… 3 EL CUERPO DEL PECADO (CARNE SOBRE CARNE) En la búsqueda de quién somos, qué somos nos vemos inmersos a manifestar nuestro interno, ése interno quizá escondido por las capas que nos obstaculizan ver realmente qué es lo que nos sucede, qué sucede en el momento de realizar diferentes acciones, quizá hasta nos encontramos condicionados por diferentes verdades, realidades, diferentes formas de manifestar o (des)entrañar lo que no podemos ver a simple vista, o en la búsqueda de descubrir un nuevo motivador para seguir (des)enmascarando lo oculto, lo (entre)lazado. Ese tejido entramado por nosotros mismos. Mirando hacia atrás en el tiempo me permitió comprender que se despertó en mí, me permitió ver qué tan ligada estuve y estoy con “la carne”, y qué se manifiesta a través de ésta para poder expulsar como acto activo en acción, determinando hacia dónde seguir, qué camino seguir y seguir en la constante búsqueda de (trans)formación. “… Así pues la función del arte: Complejo y en su perennidad, eternamente cambiante en cuanto a lo ontológico, es un sistema defensivo que sin embargo no encarcela al hombre sino que lo contiene, haciendo posible que mire hacia las lejanías, de modo que no se convierta en esclavo de lo que hay sino que pueda su deseo de mirar hacia lo que no hay y construir nuevos horizontes…” i Re)significando la acción pude reconstruir mi experiencia, eligiendo el método Narrativo- Autobiográfico en la investigación. Investigación por la cual me siento atravesada, lo cual el mismo me proporciona una base tangible en el momento de exponer mi relato, recreando la acción hacia la (trans)formación del espíritu como punto de partida en la búsqueda y posterior encuentro de nuevas verdades en el lenguaje ontológico. Cabe destacar que esta es sólo una parte para la realización de mi tesis, la cual se sumaran más obras y la investigación de las mismas. Esta es una porción, una parte de la investigación que comprenderá la totalidad como proyecto de graduación en la Licenciatura en Artes Visuales IUNA. La siguiente investigación transcurre en cuatro fases, en las cuales encuentro un punto de partida en la búsqueda de identidad, resultado de la (re)significación de obra “Carne sobre Carne”, cómo la búsqueda de transformación me guía a reconocer los elementos y momentos significativos hacia nuevas verdades y/o realidades desde el cuerpo como soporte activo, reactivo y en constante reacción. FASE 1: BÚSQUEDA DE IDENTIDAD FASE 2: BÚSQUEDA DE TRANSFORMACIÓN FASE 3: RECONOCIMIENTO DE LOS ELEMENTOS FASE 4: EL CUERPO COMO SOPORTE DE VERDADES Y/O REALIDADES Al descubrir que (re)significando la acción realizada con chaleco de carne (des)cubro que en aquella experiencia he sido atravesada por un cuerpo extraño que ya no lo es tanto para mí. Elementos velados para luego ir develando aquellas capas de fibra y que de a poco fue fundiéndose en mi piel, en mi carne, en mis huesos, en mi sangre y fundirse en lo oculto. El experimentar física y espiritualmente la acción y así descubrir lo oculto del entramado latente de mi experiencia no puedo sólo quedarme con lo realizado, pero sí con información que aquella experiencia puede brindarme en el presente. Experiencia que elijo como apertura de sentido estructural en mi obra. 4 Obra que quizá todavía permanece abierta a nuevas (re)lecturas y la cual tal vez nunca se cierre, porque es la misma a la que considero que le otorga estas lecturas a través del camino de la experiencia y el animarse a mirar hacia atrás. La acción en la cual el cuerpo, mi cuerpo no sólo realizó con sutura un elemento extraño sino que fue soporte y estructura móvil, abriendo brecha (re)constructiva y como portador ilimitado de verdades. El volver hacia atrás y prestar detenida atención a los detalles ya no de la acción sino de los elementos escogidos para la realización de la misma, me muestra que sucedió conmigo todo este tiempo transcurrido, ya que fueron aproximadamente 5 años. Años por los cuales me siento atravesada por varios acontecimientos que obstaculizaron el mirar y comprender esta narración autobiográfica. El presente me permite releer que sucedió con mi cuerpo en el pasado, (re)significando al volver, mirar, observar y (re)construir fases de diferentes etapas de mi vida. En la investigación cito cuatro fases significativas que destaco como desencadenante de la acción, acción totalmente entramada y en la cual me siento ligada como construcción personal, quizá como esa búsqueda de identidad en el contexto social del cual soy parte. FASE 1: En esta fase al encontrar la necesidad de ser portadora de un cuerpo extraño, el pensar cual sería este elemento, los elementos para su construcción, el portarlo y es ahí en donde no tomé conciencia en aquel momento todo lo que podía despertarse y manifestarse en mí. Es en el presente en donde le encuentro sentido a los elementos escogidos y utilizados, como lo fue las diferentes partes de carne, el hilo para coser, la aguja, la conservación, el chaleco de carne y luego el portarlo como otro elemento, “Yo” como elemento de obra en la vía pública y convertida en obra móvil. Aquella Obra efímera donde quedan vestigios de conciencia en la experiencia. FASE 2: Ésta es la parte en que luego de la experiencia de la acción sin saberlo conscientemente algo logra conectarme con el dolor. El mismo dolor que se sentiría al penetrar con la aguja e hilo aquella carne, como si la aguja hubiese penetrado mi propia carne y queriendo con sutura unir esos pedazos, esos fragmentos de entraña atravesados y cocidos por aguja e hilo, Y que en el presente puedo narrar desde estas manos que por un tiempo y luego de aquella acción me encontré con una prolongada parálisis de las mismas. Esta parálisis pasó por algunos estadios hoy reconocibles para mí como lo fue el terrible dolor, la búsqueda de sanación, recuperación, asimilación y luego la transformación. Aunque encontré como (trans)formar el dolor sigo aún en el presente (trans)mutando y en la búsqueda de total recuperación, hacia un verdadero renacer; marcando mi historia en la (re)construcción de identidad. Identidad como huella y como paso por este plano terrenal. Transformación como respuesta. FASE 3: Es aquí en donde reconozco y al hacer una relectura de los elementos empleados para la construcción de la obra; Lo oculto, lo (ex)puesto. Pedazos de carne, partes de carne para convertirse en otro cuerpo, pedazos de carne cocidos uno a otros, como queriendo emparchar lo fragmentado “A modo de (re)construcción”, como rearmando mi identidad desde las profundidades de mis entrañas. La aguja e hilo penetrando, suturando los fragmentos de mi vida. Primero fue el sentir aquél terrible dolor instalado, mas tarde la parálisis y la (in)acción que me trasladó a la búsqueda de (trans)formación en recuperación; mirando en el pasado para transitar el presente. FASE 4: En esta última fase encuentro como lo espiritual y corporal toman conciencia del cuerpo como soporte. Poniendo el cuerpo y trasladándome a encontrar nuevas verdades y/o realidades en el espacio, con el cuerpo, en la acción. El tomar conciencia de mi cuerpo y sus manifestaciones me proporcionó tomar los recaudos necesarios, no dañarme en la acción, sino transmutar la misma. 5 Ser consciente en la búsqueda de nuevas verdades para poder percibir y recibir de la experiencia todo lo que tenga para brindarme y así para poder recibir esta transformación consciente e inconsciente para que sea reconstructiva, para generar otra realidad de sentido en ésta búsqueda hacia lo vital, hacia la vida. “… Horror de la carne, de los órganos, de cada célula, horror primordial, químico. Todo en mí se descompone, incluso ese horror. ¡En qué grasa, en qué pestilencia ha venido a alojarse el espíritu!...Demasiado puro y demasiado reciente, el espíritu no podría salvar esta vieja carne, cuya corrupción prospera ante nuestros ojos…” 2 En mi búsqueda de identidad se puede observar como recreo cuatro FASES de (re)conocimiento activo y (re)activo. Creo que no todo está dicho ni resuelto desde la palabra escrita, desde la palabra hablada, desde las palabras accionadas y que en la búsqueda de lo oculto, expulso lo más oculto de mi origen, de mi pasado y que viene a mi encuentro en el presente, que pide manifestarse en plena liberación. Abrazar así la vida a través del arte, un arte renovador, (trans)mutador, como un nuevo encause y de variadas posibilidades desde la acción y el cuerpo, como cuerpo de pecado en el arte hacia la liberación del espíritu. 1 “Lo que se pide y lo que se da” Marta Zátonyi Capítulo sobre el Qué y el Cómo pag. 195. Aportes a la Estética Biblioteca de la Mirada – Bs. As. Argentina 2005 2 “ La tentación de existir” E. M. Ciorán La negación de la negación pag. 38. Pintura Anémica Cuerpo Suculento Pere Salabert Laertes - Barcelona España 2003 6