EL HACHA DE FAUSTINO

Transcripción

EL HACHA DE FAUSTINO
CuenTiTos ecológicos
EL HACHA DE FAUSTINO
Para Sara y Frida
Por si algún día en la vida
real se encontrasen en el dilema
de saber si la conservación y el
aprovechamiento de los árboles es
contradictorio o complementario..
CuenTiTos ecológicos
TiTo Vargas
El hacha de Faustino
TiTo Vargas
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Faustino, a sus 20 años, era un carpintero profesional,
que Faustino daba para no poder atender una petición de
quiero decir que lo que hacía, lo hacía bien hecho y sobre
fabricar un mueble en el tipo de madera o en el tiempo en
todo con mucho amor.
que el cliente esperaba que su encargo estuviera listo.
Faustino era diferente a otros carpinteros del pueblo, él no
A menudo Faustino tenía que explicar que en ese
solo se preocupaba por la calidad de sus muebles, ¡no!,
momento no podía cortar un árbol y que habría que
para él la carpintería incluía desde seleccionar un árbol
esperar a que la luna estuviera en la fase adecuada o que
hasta ver la satisfacción en la cara de quien recibía el
habría que esperar hasta que él encontrara un árbol en la
mueble.
montaña que estuviese listo para cortarse,
La fama de Faustino como buen carpintero se extendía a
—¡La luna, un árbol listo para ser cortado, que tonterías!—
los pueblos cercanos, pero esto le ocasionaba problemas,
decían sus clientes mientras se marchaban molestos a
ya que un pueblo en medio de la abundancia de madera,
buscar otro carpintero; y no pocos, aunque de malas
también abundan los que se dedican al mismo oficio.
ganas se esperaban hasta que Faustino los buscaba para
recibir su pedido.
Continuamente tenía problemas con sus clientes y esto
además, le creaba una fama diferente a la de buen
Y es que tener un mueble hecho por Faustino no solo
carpintero porque la gente decía a manera de sarcasmo
adornaba y hacía que la casa se viera elegante, también
“voy a ver a Faustino, tal vez ahora está de buenas para
era la garantía de que podías dejarlo en herencia a tus
que me haga un mueble”.
hijos.
Y no es porque tuviera mal genio ni pocas ganas de
Los otros carpinteros creían que Faustino tenía un secreto
trabajar, sino porque pocos podían entender las razones
para lograr que sus muebles fueran tan duraderos, y el
El hacha de Faustino
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hecho de que tuviera la preferencia de la gente, inclusive
aumentaban su caudal, muchos animales aparecían de
la de otros pueblos, era motivo para que le tuviesen
repente, daba la impresión de que la selva era eterna.
bastante envidia.
Por el contrario, en los meses de sequía, muchos árboles
Para Faustino era díficil entender por qué había personas
tiraban sus hojas dejando una apariencia de desolación;
en el pueblo que no lo querían, ¡él solo se esforzaba por
aunque Faustino sabía que esto sólo indicaba una
hacer bien su trabajo!. Pero esto no era nuevo para él ya
preparación de los árboles para resistir la falta de agua, no
que toda su vida había tenido que luchar por hacerse un
podía evitar la reflexión acerca de su trabajo.
espacio.
Al principio no podía evitar sentirse culpable por cortar
No conoció a su papá y su mamá murió cuando él era muy
árboles para fabricar muebles, pero después al paso de
pequeño; creció con su abuela y su hermana, quien al
los años y con mucha observación, paciencia y sabiduría
poco tiempo se casó y se fue a vivir a otro pueblo.
se dio cuenta de que los árboles tienen una capacidad
sorprendente de regenerarse y al final él se sentía como
Desde los diez años Faustino tuvo que valerse por sí
alguien que críaba pollos o puercos.
mismo porque su abuela era muy anciana, y por eso con
solo veinte años de edad tenía mas experiencia que
Faustino hizo sus propias reglas, el principio era muy
muchos carpinteros mayores que él.
simple, “no mas de lo necesario ni todo lo mejor para
mí”.
A Faustino le gustaba mucho su pueblo, sobre todo en la
época de lluvias, porque en ese tiempo todos los árboles
Para cortar un árbol él sabía que debía elegirlos dando
estaban llenos de hojas, todo era verde, los ríos
preferencia a los que no tuvieran otra función, como la de
proteger el suelo en terrenos muy inclinados o la de cuidar
El hacha de Faustino
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el río a todo lo largo de su recorrido, o que no hubieran
No era fácil hacerse de herramientas apropiadas para el
cumplido la función de haberse reproducido.
trabajo de carpintería, había que salir del pueblo tres o
cuatro días para llegar hasta un pueblo grande donde se
Era tan estricto con estas reglas que cuando ya había
podían comprar. El recorrido se hacía en canoas sobre el
cortado un árbol, no cortaba otro hasta que hubiese
río cuando era época de lluvias y caminando durante la
aprovechado toda la madera; por eso los clientes se
época de secas.
molestaban cuando Faustino les decía que podía
fabricarles el mueble pero no en el tipo de madera que le
De todas las herramientas, la mas preciada era el hacha,
pedían o cuando escuchaban a Faustino decir que
casi todos los carpinteros tenían herramientas para
esperasen hasta que él encontrara el árbol adecuado.
trabajar los muebles pero pocos tenían una buena hacha
para cortar árboles grandes y de madera dura.
Esta disciplina de Faustino es la que le había acarreado la
fama de egoísta y prepotente y la causa también de que
Otra cualidad de Faustino era la de hacer tablas, un
personas con pocos valores siempre estuvieran
trabajo muy pesado y de mucha precisión; cortar el árbol y
murmurando alrededor de él.
hacerlo tablas era en verdad un arte, requería invertirle
mucho tiempo y mucho esfuerzo.
A Faustino le era difícil tener amigos de su edad, durante
su infancia no había tenido tiempo de jugar con ellos y
Un día Faustino decidió cortar un árbol y subió a la
ahora parecía que nadie quería ser su amigo o tal vez
montaña, pero tuvo mala suerte porque inició una
sería porque no era muy elocuente (hablaba poco pero
tormenta, así que tuvo que quedarse a dormir en la
escuchaba mucho).
montaña y guarecerse de la lluvia.
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De repente cayo un rayo sobre el árbol que él quería
Puso algunas tablas sobre el lomo de su mula y regresó al
cortar, con tal estruendo que Faustino cayó en la semi-
pueblo; acostumbrado a las murmuraciones y a las burlas
inconciencia y pudo ver desde lo lejos como el rayo no era
no hizo caso cuando dos personas comentaban mientras
otra cosa más que un niño brillante que caía desde el cielo
iba pasando: -mira a ese loco, cepilló las tablas en el
con un hacha en la mano partiendo el árbol como si
monte.
estuviera cortando una zanahoria en dos rebanadas a
todo lo largo.
La calidad de sus muebles aumentó notablemente y con
ello la envidia de su competencia. Si había algún secreto
Cuando Faustino se recuperó, se acercó al árbol que
para que sus muebles fueran de muy buena calidad, ahora
todavía estaba humeante -aunque en ninguna parte
con mas razón era evidente.
estaba quemado- y pudo ver el árbol perfectamente
cortado, como si lo hubieran cepillado y lijado, ninguna
Aunque pocas personas accedían a ayudarlo cuando
astilla brotaba de los costados, y lo más sorprendente, al
Faustino debía aserrar un árbol, ahora parecía que no era
pie del árbol se encontraba un hacha de color verde
necesaria la ayuda de nadie; pero entonces — ¿cómo le
brillante, no era de metal, parecía de piedra.
hace para sacar tablas tan perfectas y sin ayuda?— se
preguntaban algunos.
Cuando Faustino tomó el hacha, se sintió un hombre
fuerte y poderoso, probó darle un golpe al árbol derribado
El que ahora tuviera un hacha tan poderosa, a Faustino le
y se sorprendió al ver como de un solo tajo había extraído
daba más seguridad e independencia, porque aún cuando
una tabla perfectamente acabada; en unos minutos había
la gente del pueblo fuera apática con él, ya no sentía que
logrado lo que debió haber hecho en al menos dos días,
le doliera la soledad.
¡convertir las trozas en tablas!.
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Ya de por sí Faustino era una persona callada y solitaria
Una noche, se presentaron en la casa de Faustino unas
pero ahora que se había acentuado la envidia de la gente,
personas -que desde lejos podía verse que estaban bajo
pasaba mucho tiempo sumido en sus pensamientos. Por
los efectos del alcohol- y empezaron a insultarlo mientras
momentos él pensaba si debía compartirles el secreto del
lo amenazaban con quemar su casa.
hacha, pero no creía tener una razón suficiente para
hacerlo.
En la perplejidad, Faustino no alcanzaba a comprender lo
que estaba sucediendo y en un intento por defenderse, los
Un día, alguien vio a Faustino mientras cortaba un árbol y
borrachos se sintieron agredidos y entre todos empezaron
un rumor empezó a correr entre los carpinteros del pueblo
a golpearlo hasta dejarlo inconciente.
—Faustino es brujo; lo vieron en el monte cortando un
árbol de un solo hachazo y dicen que saca tablas del árbol
Cuando Faustino volvió en sí, su casa estaba en cenizas,
sin usar sierra.
su taller de carpintería completamente deshecho, ninguna
herramienta estaba en ella, las habían robado y
Ese rumor fue un pretexto para hacerle la vida mas difícil a
obviamente, también el hacha había desaparecido.
Faustino, y no faltó quien viera en ello la oportunidad para
robarle su hacha.
Aunque la gente del pueblo acudió al auxilio de Faustino,
no parecía que se compadecieran de él y fue mas de uno
La tristeza se empezó a apoderar de Faustino porque sin
quien le aconsejó —mejor deberías irte del pueblo.
ninguna razón la gente lo insultaba cuando caminaba por
el pueblo, lo llamaban brujo y a veces hasta le aventaban
Otro pueblo, otra gente, ¡la misma historia¡ —Pensó
piedras, casi siempre lo hacían desde la oscuridad.
Faustino—. Con lágrimas en los ojos, puso en una bolsa
tejida de lazos las pocas pertenencias que le habían
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quedado y caminó hacia la montaña, sin voltear a ver y sin
siempre buscaba una palabra diferente para pronunciar la
decirle adios a nadie.
palabra amor; además era como pensar que no debía vivir
solo ¡y eso sí que no iba a poder ser!.
El corazón de Faustino estaba destrozado, perdió la fe y la
esperanza, ya no confiaba en nadie; decidió quedarse a
Aunque fueron muchos años que habían pasado desde
vivir en la montaña, se convirtió en un ermitaño.
que decidió vivir aislado, Faustino nunca perdió la cuenta
del tiempo; ahora él había duplicado su edad, era un
Tuvo nuevos amigos, los árboles, los pájaros, el río y toda
hombre de cuarenta años, pocas veces bajaba a algún
la montaña era su casa; tuvo un nuevo oficio, estudiar el
poblado o se encontraba con personas en la montaña, y
tiempo y las estrellas, curar animales heridos, replantar
debido a su aspecto, de cabello largo y desarreglado, al
árboles en lugares donde se desarrollaran mejor y aunque
igual que su barba y ropa muy vieja, pocas personas
todo lo hacía con amor, el amor mismo le parecía una
hablaban con él porque lo creían loco, y a otros parecía
incongruencia.
que les infundía miedo.
Aquel Dios que lo sostenía cuando se sentía solo en el
A Faustino no le molestaba que le llamaran loco, se había
pueblo, ahora se había apartado de él; es más, se había
acostumbrado a hablar solo y a decir lo que pensaba de
dado cuenta que en realidad Dios no existía, de lo
manera directa y sin rodeos, aunque en realidad él
contrario él no hubiera permitido que la envidia le causara
hablaba con los árboles y los animales.
tanto daño.
Un día, caminando por la montaña, Faustino se sorprendió
Los años pasaron y Faustino se armonizaba cada vez más
al encontrarse con una jovencita, quien no demostró
con la naturaleza, pero su rebeldía continuaba mas fuerte,
miedo por su aspecto, al contrario ella se sintió protegida
y digo rebeldía porque era de manera conciente que él
cuando se encontraron.
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—¡Este lugar es hermoso! —casi cantaba Chabelita dando
Casi de inmediato ella le ofreció confianza y empezó a
vueltas con los brazos abiertos y mirando el cielo a través
llamarle tío Tinito, le dijo que se llamaba Chabelita y le
de las copas de los árboles. —Nunca había estado en un
contó que estaba perdida, pues en su pueblo la leña era
lugar así.
tan escasa que cada vez tenían que caminar mas
distancia para encontrarla.
A pesar de que Faustino evitaba siempre la compañía de
otras personas, no le pasó lo mismo con Chabelita, quien
Faustino sabía que ella estaba muy cansada, y por eso
le había causado tanta ternura, provocando a la vez que él
decidió no acompañarla inmediatamente de regreso al
la viera como alguien a quien debía proteger.
pueblo, y aprovechando que su casa estaba cerca, le
preparó algo de comer. Aún cuando la comida hiciera que
Con la duda clavada en su estómago, Faustino acompañó
a veces las palabras se volvieran inentendibles en la boca
a Chabelita al pueblo cargándole la leña que necesitaban
de la niña, Faustino estaba fascinado por la manera tan
en su casa.
espontánea en que se expresaba.
Conforme avanzaban en el recorrido, Faustino sentía que
Chabelita empezó a hablar de su pueblo, curiosamente se
todo era una contradicción, que no tenía sentido lo que
llamaba igual que el pueblo donde nació Faustino, Villa de
estaba viendo, justamente se dirigían al pueblo de Acala
Acala, pero no podía ser el mismo, porque Faustino
pero a lo lejos solo se veía un lomerío descubierto de
recordaba a su pueblo en medio de una selva y rodeada
árboles.
de ríos, y el pueblo del que hablaba Chabelita era un lugar
seco y sin árboles.
Faustino no hablaba, eran tantas cosas que se estaba
preguntando y tan pocas respuestas que hallaba; no había
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duda, era la Villa de Acala donde había nacido, pero así
«Acala es un pueblo muy pobre, la cosecha de maíz es
no la recordaba ni la reconocía.
muy poca porque la tierra está muy gastada y sufrímos por
falta de agua, la temporada de sequía es dura, porque aún
Cuando llegaron a la casa de Chabelita, don Miguel
cuando la lluvia sea abundante, los ríos permanecen con
agradeció a Faustino que hubiera traído a su hija con bien
muy poca agua el resto del año y además contaminada
y junto con su esposa doña Alta Gracia le ofrecieron su
por tanta basura; muchas personas han abandonado la
hospitalidad para que se quedara en casa.
agricultura y ahora se van a buscar trabajo a otros
lugares» —Así lo describía don Miguel.
—¡Hay esta hija mía, cuántos dolores de cabeza me ha
dado! —Se lamentaba don Miguel, —Con razón muchos
Los dos hablaron durante mucho rato y por fín apareció el
me decían que no es bueno que los hijos se críen sin
tema del hacha que había sido de Faustino, las cosas
compañía; como no tuvo mas hermanos para jugar,
empezaron a tomar forma cuando don Miguel habló del
siempre hace lo que le venga en gana, ¡Mira que hacerse
aparente bienestar que había llegado al pueblo durante
cargo de la leña!
una temporada; – «De repente aquí en el pueblo
empezaron a aparecer muchos compradores de madera y
Contrario a su costumbre, Faustino decidió quedarse con
empezó a entrar dinero para algunos a manos llenas.
ellos, ¡necesitaba encontrar respuestas!. Con la plática
creció la confianza y decidió confesarles quien era él;
También empezaron los problemas entre las personas, yo
atando cabos reconstruyeron la historia y tuvieron que
no sabía que esa hacha había sido tuya, todos querían
ahogar el dolor que les causaba el recuerdo con varias
tenerla, hubo muertes por lo mismo; el hacha pasó por
tazas de café.
varias manos y cada vez que alguien la tenía, se
apresuraba a cortar árboles, lo más que pudiera porque
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sabía que en cualquier momento alguien se la iba a robar
o a quitar.
Cuando amaneció ya no estaba Faustino, se había
marchado sin despedirse –¡Qué hombre tan extraño¡–,
Quien lograba hacerse de dinero se iba del pueblo, daba
comentó doña Alta Gracia.
tristeza de ver cuanta madera se perdía en el monte; en
un solo día podía quedar “pelona” una loma completa.
En realidad Faustino no se había regresado a la montaña,
caminaba por la orilla del río que atraviesa el pueblo y que
Yo alcancé a ver como uno de mis compadres llegó a
antes había sido un río limpio y caudaloso pero que ahora
tener el hacha –continuó don Miguel–, y cómo cambió de
solo era un canal de aguas sucias.
repente su forma de ser, ya no se podía platicar con él, se
portaba como el cacique del pueblo.
Tantos recuerdos le había traído ese río, que cuando se
cansó de caminar, ya lejos del pueblo, se acurrucó y metió
Cuando ya no había madera que vender, empezaron a
la cabeza entre las piernas, quería llorar, sentía ganas de
quemar los últimos árboles que quedaban para limpiar el
gritar; no pudo contenerse y empezó a gritarle al viento
terreno y hacer milpa o criar algunas vacas.
esperando que sus palabras regresaran a él y lo
golpearan.
Al paso de los años la tierra se va perdiendo, se la lleva el
agua, cada vez aparecen más piedras, cada vez el pueblo
— ¿POR QUÉ TUVE QUE TRAER ESA MALDITA
es más pobre».
HACHA AL PUEBLO?, ¡YO SOY EL CULPABLE DE
HABER TRAÍDO LA DESGRACIA A ESTE LUGAR!.
Faustino ya no habló, se sumió en una actitud de
depresión y no quiso ni siquiera acostarse en la cama que
le había preparado Chabelita.
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Se dejó caer con la cara al suelo y los brazos extendidos
Unas semanas después, Faustino estaba de vuelta
sobre la tierra desnuda, sus lágrimas formaron lodo
cargando unos costales, eran frutos y semillas, había ido a
alrededor de sus ojos.
la montaña a colectarlas y cuando Chabelita les contó a
sus papás lo que Faustino pretendía hacer, no pudieron
Con la pesada culpa sobre sus hombros, los pasos de
evitar decir la típica palabra, –¡Está loco ese Faustino!
Faustino eran muy lentos cuando volvió al pueblo en
busca de la que había sido su casa.
Todo el pueblo empezó a repetir lo mismo cuando lo veían
limpiando sus semillas para ponerlas a germinar, ¡y más
No había ninguna casa, no había ningún motivo para
cuando empezaron a verlo durante la temporada de lluvias
quedarse y sin embargo él decidió regresar a vivir en el
sembrando plantas de quien sabe qué!
pueblo; en el mismo pueblo donde nadie antes lo había
querido.
Era tan intenso el trabajo de Faustino, que así de profunda
era la herida que le causaban cuando manos inconcientes
Chabelita se alegró de que Faustino se quedara y don
destruían la labor que él realizaba.
Miguel se ofreció a ayudarle para parar una casita; todavía
incrédulo, Faustino agradeció la ayuda.
El pueblo seguía siendo el mismo lugar apático, nada
había cambiado; sin ningún motivo aparente, ahora
¿Qué pensaba hacer Faustino?, nadie podía imaginarlo, a
arrancaban las plantas que Faustino sembraba, las
nadie le comentó su idea; solo un día de repente,
cortaban o les prendían fuego.
¡desapareció¡, nadie se dio cuenta, excepto Chabelita que
siempre estaba pendiente de él.
–¿Por qué lo hacen?, –le preguntaba a Chabelita, quien
sólo se encongía de hombros sin responder. Esta vez
Faustino estaba decidido a no permitir que la actitud de los
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Acaltecos definieran su destino, teniendo que huir siempre
Antes de que sus ojos lo delataran, Faustino se despidió y
de la apatía y el egoísmo.
caminó hacia la puerta sintiendo que el nudo en la
garganta y el resonar de las palabras de don Miguel en su
Después de varios años ya no era extraño para la gente
cabeza, era cada vez más fuerte, ¡Perder el tiempo!,
del pueblo encontrarse con Faustino sembrando árboles;
¡Formar una familia!.
tampoco era extraño para Faustino que cuando se
encontraba con el dueño de la parcela donde estaba
Hasta ese momento Faustino no había pensado en el
sembrando árboles quisieran buscarle pleito y destruyeran
tiempo como algo que pudiera perderse, sin embargo en
frente a sus ojos el trabajo que acababa de realizar.
su corazón sentía que lo estaba haciendo, y no porque le
gustara sembrar árboles, no, era algo más profundo.
La familia de Chabelita era la única en el pueblo que le
mostraba afecto, pero aún así, un día don Miguel se
Faustino siempre hacía lo que sentía, sembrar árboles era
atrevió a aconsejarle –Oí Faustino, ¿no has pensado si ya
dejar que sus sentimientos salieran de él; pero nunca se
está bueno de tanta perdedera de tiempo con la siembra
había atrevido a decir y demostrar su amor a alguien que
de árboles?, la gente no lo agradece, mejor seguí
pudiera corresponderle de la misma forma; por eso era
trabajando en tu huerta y comprá unas vaquitas. Pensá
fácil vivir en la montaña sin el miedo a conocer el amor,
que ya es tiempo de que formés una familia.
¡Dicen que duele!.
Callado como él acostumbraba ser, no demostró su
Cuando Chabelita fue a buscar a Faustino, lo encontró
tristeza ni el dolor que le causaban esas palabras, apenas
justo cuando salía de la puerta de su casa con un
habló para responder –No siembro árboles para la gente,
envoltorio de ropa que hacia suponer que Faustino se
no tienen por qué agradecérmelo.
marchaba otra vez del pueblo.
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-¡No te vayas! – le pidió Chabelita con una mirada tan
¿Qué estaba diciendo Chabelita?, ¿Acaso suponía que
tierna que él no fue capaz de negarle una explicación, –Es
Dios vivía en el corazón de Faustino?, no podía ser
que aquí nadie me quiere, nadie me ha querido; toda mi
posible; ¡él no cree en Dios!
vida he sido un fastidio para los demás.
Faustino volvió a meterse a la casa y Chabelita con él; tan
Hizo una pausa mientras ponía una mueca de sarcasmo
desconcertado estaba ante las palabras de ella que ni
en su cara al decir –¡Y dicen que Dios existe!.
siquiera le ofreció una silla, los dos se sentaron en el suelo.
–Faustino, –Dijo Chabelita– Es verdad que tu vida ha sido
Chabelita continuó hablando –Hace cinco años que te
muy difícil, pero has sido tú quien se ha apartado y te has
conozco y siempre he visto la luz que tienes en tu interior;
puesto una coraza para defenderte de la maldad, de la
tú eres un hombre bueno; ¡Tú eres la prueba viviente de
envidia y el egoísmo, pero no te has dado cuenta que lo
que el amor existe!, si no te hubiera conocido es posible
que has hecho también es impedir que el amor pueda
que yo también creyera que todo lo que hay en este
tocar tu vida.
pueblo es maldad y egoísmo.
—Dices que nadie te quiere y que el amor no existe pero
—A través de tus ojos he aprendido a mirar a este pueblo
yo creo que no es así –dijo Chabelita con una expresión
de una forma tan distinta, tú eres capaz de ver mas allá de
en su rostro de plena seguridad , –Yo puedo verlo todos lo
ese telón oscuro que hemos formado con nuestra actitud.
días, ¿tú no lo ves? –Faustino no contestó y Chabelita
Tú no solo siembras árboles, también siembras esperanza.
continuó diciendo –solo un hombre lleno de Amor es
capaz de hacer lo que tú haces.
Faustino no le dio la razón a Chabelita, pero una sonrisa
había nacido en su rostro al tiempo que expresaba –¡Es
que yo estoy loco Chabelita!.
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Los dos soltaron una carcajada que hizo romper el hielo
Así, la Pochota era una muchacha muy alta y muy gorda,
que flotaba en el ambiente; Chabelita volvió a decirle al
la Primavera una niña rubia, la Caoba era la mas bonita,
tiempo que lo tomaba de la mano, –Si algún día permites
pero muy presumida, igual que el Cedro por su fornido
que el amor llegue a tu vida, te darás cuenta que siempre
cuerpo; el Guanacastle era un muchacho chaparro y
ha estado allí… Te darás cuenta que hay alguien que te
orejón y el Matilishuate un niño rosado y cachetón.
quiere.
A través de los cuentos Faustino enseñaba a los niños a
Desde ese día Chabelita empezó a acompañar a Faustino
amar a los árboles, a la naturaleza, a cuidar de sí mismos,
para sembrar árboles, algo había cambiado entre ellos,
era como un maestro, pero más divertido.
Faustino empezó a sentirse como si estuviera en la
montaña y hablaba como cuando platicaba con los árboles
No todo era felicidad, los problemas seguían a Faustino;
o con los animales y Chabelita no recordaba haberse
ahora la queja ya no era de que un loco anduviera por el
sentido tan feliz como ahora, soltaba grandes carcajadas
cerro sembrando árboles, sino que hoy hasta los niños se
ante las ocurrencias de Faustino.
están volviendo locos por la influencia de Faustino, ¡había
que alejarlos de él!
Muy pronto un grupo de niños también comenzó a
reunirse en las tardes para escuchar los cuentos de
Cuantas veces Faustino quiso renunciar a lo que hacía,
Faustino y hasta le pedían semillas para sembrar árboles.
pero allí estaba siempre Chabelita a su lado para
alentarlo; no obstante, ella se daba cuenta que él no era
Faustino era un loco, era un niño, era un filósofo, un poeta,
apreciado en el pueblo y empezó a preocuparse cuando
un sabio; era muy querido por los niños. Sus personajes
escuchó a una persona del pueblo decir –Ojalá se le
favoritos de los cuentos eran árboles.
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volviera a quemar su casa y se fuera a vivir otra vez a la
todas las veredas y lugares posibles en que el niño
montaña.
pudiera estar.
El pretexto llegó un día cuando un niño desapareció del
Chabelita tenía razón, un grupo de personas que también
pueblo, lo primero que pensaron es que se había perdido
buscaban a Juanito y caminaban por los cerros, trazaban
por culpa de Faustino, pues Juan José era uno de los
un plan para darle una lección a Faustino, sin embargo y
niños que se había entusiasmado con la idea de volver a
de repente, como nunca caminaban por esos rumbos
ver al pueblo como Faustino lo cuenta y lo recuerda.
donde nadie tenía nada que hacer, empezaron a
sorprenderse ante lo que veían sus ojos, era totalmente
Desde hacía tres años que Chabelita y Faustino
nuevo lo que aparecía delante de ellos.
enseñaban a los niños sobre seguridad y responsabilidad
y no entendían lo que estaba pasando, pues ningún niño
Allá a lo lejos, sobre la superficie de las lomas se veía una
se va solo al cerro a sembrar árboles o a buscar semillas.
mancha gris como si el cerro tuviera una cobija encima y
conforme se iban acercando descubrían más cosas, ¡el
Esa noche Chabelita casi no pudo dormir, tenía miedo de
arroyo no estaba seco, agua limpia y cristalina corría por
que algo malo pudiera pasarle a Faustino, así que lo
él y no era temporada de lluvias!.
pensó bastante y por fín tomó una decisión, le pediría a
Faustino que se fuera del pueblo… ¡Ella lo acompañaría!
La mancha gris empezó a cambiar de color poco a poco,
ahora se veía verde y con el suave viento que a esa hora
Pero cuando fue a buscarlo no lo encontró, Faustino se
corría por la ladera se podía distinguir que eran ramas de
había adelantado a la búsqueda, había recorrido tantas
árboles las que se movían.
veces el poblado mientras sembraba árboles que conocía
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Unos a otros se veían como si no creyeran que fuera
Parecía que Faustino intuía algo porque caminaban hacia
posible que ahí, en ese lugar donde antes solo había
algún lugar donde él suponía que podían encontrar al niño,
suelo desnudo y piedras, ahora nuevamente estuviera vivo.
y en efecto, ¡Lo encontraron!
Lo estaban pensando, cuando justo en ese momento se
Juan José estaba llorando y muy pronto supieron por qué;
encontraron a Faustino sosteniendo un pedazo de tabla en
en realidad no estaba perdido, eso fue lo que él dijo
sus manos.
cuando comenzó a hablar.
– Lo encontré cerca del pueblo, –dijo Faustino
–«Estaba jugando en mi casa cuando la pelota cayó en
mostrándoles la tabla, –el corte está recién hecho y yo
una noria que tenemos y como no me iban a dar permiso
conozco este acabado que tiene la madera.
para que me metiera a sacarla, no le avisé a nadie, –dijo
mientras agachaba la cabeza y viendo de reojo a su papá
Aunque no entendieron lo que Faustino decía, alguien del
a ver si lograba distinguir una mueca de disgusto.
grupo señalando hacia las lomas le preguntó –¿Tú hiciste
todo esto?; él solo movió la cabeza afirmativamente y dijo
–En el fondo de la noria y como ahora no tiene agua,
en voz baja, –Así estuviera también en el pueblo si
encontré esta hacha, –Se levantó para mostrárselas y
dejaran crecer a los arbolitos.
continuó diciendo –Con sola verla supe que era el hacha
de Faustino.
Empezaron a caminar juntos para seguir buscando a Juan
José y ahora parecía que la compañía de Faustino no les
–Una vez afuera, quise salir de la duda y golpee a un árbol
molestaba, al contrario, les era muy útil por el
con el hacha y una tabla salió volando; ¡tuve mucho
conocimiento del lugar que él tenía.
miedo!, Faustino me contó que por culpa de esta hacha el
pueblo ahora es muy pobre y como también me contó del
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lugar donde la encontró, pensé en venir a devolverla, he
su culpa; la recibió como un símbolo de conciencia que
estado esperando al niño de fuego para que venga y se la
ahora estaba naciendo en las primeras gentes de Acala.
lleve, los arbolitos ya están creciendo y no quiero que
nadie los corte».
Mientras que en el pueblo, Chabelita estaba muy
preocupada y llorando le había pedido a su papá que la
Juan José soltó el hacha y corrió a abrazarse de Faustino,
acompañara a buscar a Faustino, ella sabía que podía
mientras que su papá se quedó sin saber que decir ni que
encontrarse en el cerro con la gente que buscaba al niño y
hacer, daba la impresión de que ahora estaba
tal vez le hicieran daño.
entendiendo muchas cosas.
Cuando se encontraron en mitad del camino y Chabelita
Don Vicente recogió el hacha y caminó hacia ellos, y no
vio a Faustino caminando y conviviendo con la gente, no
para separarlos, sino para decirle a su hijo –«¡Juanito, no
ocultó su alegría y corrió a su encuentro para decirle –No
tengas miedo!, –entonces se volteó y habló con voz de
sabes como me alegra encontrarte, tenía mucho miedo
líder procurando que todos lo oyeran –Nadie volverá a
por ti.
destruir este pueblo.
Por primera vez Faustino se atrevió a demostrar el amor
–Tu abuelo escondió esta hacha porque se dio cuenta que
que sentía por Chabelita y puso su mano temblorosa en el
era un arma para destruir, pero yo te digo ahora que esta
rostro de ella para decirle –«Gracias por lo que has hecho
hacha no es mala; el error está en la gente que lo usa.
por mí, tú me trajiste de vuelta a este lugar y es aquí
donde verdaderamente he aprendido tantas cosas.
Esta hacha es de Faustino –Se acercó para entregársela
mientras decía –él es el verdadero dueño». Faustino
Hoy, al verme rodeado de esta gente me doy cuenta de
recibió el hacha como un mensaje que le hacía descargar
cuanta razón tenías al decirme que el día que decidiera
El hacha de Faustino
TiTo Vargas
CuenTiTos ecológicos
abrir las puertas al amor me daría cuenta de que hay
consejos a mi alma de adolescente y ahora le das amor a
alguien que me quiere, ¡No sabes como se renueva mi fe
mi espíritu de mujer.
en la humanidad!.
Aún cuando te me presentaste en la penumbra, alcancé a
Tu llegada a mi vida fue algo inesperado, un verdadero
ver en ti una luz, apenas como un diamante que deja ver
regalo de la vida. El amor no era parte de mis planes, sin
un destello en una mina oscura y supe en ese momento
embargo tú llegaste y me sentí lleno de una alegría nueva,
que todo sería a su tiempo».
de esperanza, de un sentimiento que he llamado amor
desde entonces.
El campo nuevo, con sus árboles y su río, había sido
testigo en ese momento, del nacimiento no solo de una
Con este amor he podido tocar nuevas cosas, he tenido la
bella declaración de amor entre Faustino y Chabelita, sino
alegría de renacer, tú has sido para mi como la lluvia que
a la naturaleza misma. Faustino tomó la mano de
renueva la tierra, que hace que brote nuevas plantas,
Chabelita para emprender el camino de regreso al pueblo,
nuevos destellos, nuevos aromas. Cada palabra de aliento
avisorando a lo lejos que todavía faltaba mucho trabajo
que me has dado ha sido como una gota perforando la
por hacer, pero en realidad eso solo indicaba que ahora
roca de la incredulidad».
mas que nunca es cuando la oportunidad de seguir
creciendo, de seguir amando, de servir al pueblo, estaba
Chabelita, con un sentimiento que le entibiaba el alma,
tocando a la puerta.
correspondió en sinceridad al decirle, – «Al igual que la
semilla que depositaste en esta tierra árida y que ahora ha
La esperanza ya está sembrada, solo hay que abonarla y
crecido en forma de árbol, así ha sido tu paciencia
regarla para que siga creciendo. Si la tierra misma es
conmigo, le diste protección a mi corazón de niña,
capaz de renovarse, por qué no habría de hacerlo la
humanidad entera.
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