EL DEPORTE INFANTIL El juego es innato en los niños por lo tanto

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EL DEPORTE INFANTIL El juego es innato en los niños por lo tanto
EL DEPORTE INFANTIL
El juego es innato en los niños por lo tanto la actividad deportiva para los niños no sólo
promueve la salud, sino también valores como el esfuerzo, la voluntad, el sentido de trabajo
en equipo, la disciplina, el mérito y muchos otros valores más, que pueden ser canalizados a
través de la actividad lúdica y desde el colegio y la familia han de fomentar el deporte
desde la primera infancia.
Los deportes infantiles son, en realidad, juegos altamente reglados, competitivos, en donde
generalmente se consagra a un ganador y que la mayoría de las veces exige un esfuerzo y
capacidad física para practicarlos. Pero lo realmente importante para el niño es el carácter
lúdico que tiene el deporte, o sea que en realidad se juega con el control de reglas precisas
y un poco más sofisticadas, que las del juego espontáneo.
Los niños atraviesan varias etapas de crecimiento, tanto psíquicas como físicas, por eso,
como están formándose, es necesario que la práctica deportiva sea multifacética, esto
significa que practiquen y entrenen en varias actividades y deportes, incluso
simultáneamente, sin especializarse exageradamente en ninguno, por lo menos hasta que
lleguen a la etapa puberal.
Las actividades estereotipadas y repetitivas son las que los niños aborrecen por
considerarlas aburridas y desmotivantes, por eso si quieres que tu hijo mejore la fuerza de
piernas, en vez de obligarlo a realizar sentadillas, puede practicar fútbol, ya que si bien
entrenan físicamente, además de jugar, la motivación de jugar el partido y de estar con
compañeros, hará que la actividad le sea más agradable.
Por último, debido a una lógica evolución hormonal, el niño no desarrolla musculatura, por lo
que ciertas actividades, es innecesario realizarlas en forma tan metódica, al menos hasta
que llegue a la adolescencia.
El deporte y los niños
Cuando los adultos pensamos en hacer deporte nos imaginamos sudando en un gimnasio lleno
de máquinas. Pero para los niños hacer ejercicio significa jugar y estar físicamente activos.
Ellos practican deporte simplemente jugando en el recreo del cole, al correr detrás de sus
compañeros o montando en bici. El ejercicio ayuda a los niños a desarrollarse física y
mentalmente, a estar sanos y a relacionarse de una forma saludable con otros compañeros.
La práctica de una actividad física forma parte de la vida de los niños, como la alimentación
o el sueño. Los músculos se desarrollan funcionando y sin actividad deportiva el corazón se
fatiga mucho más rápido. Sin embargo muchos padres se plantean dudas sobre qué deporte
inculcar a sus hijos o qué edad debe ser la idónea para comenzar.
Beneficios del deporte en los niños
• Fortalece los músculos y huesos
• Previene la obesidad
• Previene el riesgo de enfermedades tales como la diabetes
• Puede corregir posibles defectos físicos
• Enseña a seguir reglas y le introduce en la sociedad
• Ayuda a relacionarse con los demás
• Ayuda a coordinar sus movimientos
• Ayuda a ingresar en la sociedad, haciéndole más colaborador y menos individual
• Potencia la creación y regularización de hábitos
• Estimula la higiene y la salud
• Duermen mejor y son capaces de enfrentarse mejor a los pequeños retos de la vida
cotidiana y ayudar con su timidez
Los beneficios en la práctica de un deporte son innumerables pero ante todo el niño debe
divertirse con él.
Precauciones
A pesar de los beneficios que se obtienen de la actividad física durante la niñez, hay que
tener en cuenta ciertas precauciones, ya que cuando se superan los límites máximos
permitidos con posturas incorrectas o cargas excesivas, pueden producirse efectos
negativos.
Por esta razón es muy importante que el deporte infantil esté supervisado y sea impartido
por educadores especializados, capaces de adaptar la actividad física de acuerdo a la edad
y la condición física del menor, evitando que sus efectos puedan influir negativamente en el
desarrollo del niño.
¿Qué criterios debe seguir un niño para elegir un deporte?
La motivación debe dictar la elección de una actividad deportiva. Lo primordial es que al
niño le guste ese deporte. Los padres le pueden animar a practicarlo, pero nunca obligarle.
Es normal que a un niño le llame la atención un determinado deporte influido por sus amigos
o por los medios de comunicación. ¿Qué niño no quiere ser piloto de Fórmula 1 o ciclista
cada verano del tour o futbolista en la final de la Champions League? Debemos por lo tanto
atender a los gustos del niño, pero siempre tratando de tener en cuenta otros criterios de
elección. La cercanía de las instalaciones o polideportivos es un condicionante si el niño va a
practicar un deporte con frecuencia. El carácter del pequeño, es otro factor importante; si
un niño es tímido, por ejemplo, deberá ser orientado hacia deportes de equipo como el
baloncesto, en el que no sea necesario que esté solo en una cancha. A los niños agresivos se
les aconseja los deportes de combate como el judo, que le permitan luchar y canalizar su
energía por medio de un juego con reglas.
¿Existen deportes particularmente adaptados a cada edad del niño?
Todos los deportes son buenos independientemente de la edad. El único que está
contraindicado es la musculación, ya que puede dañar los cartílagos, en plena fase de
desarrollo. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Licenciados en Educación
Física, José Alfonso Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Madrid, insiste en que “no
debemos hablar de deporte propiamente dicho al referirnos a niños de hasta 6 años, sino
de actividades en las que el pequeño desarrolle toda su movilidad muscular: carreras,
saltos, equilibrios, actividades acuáticas… pero siempre de una forma lúdica y adaptada y
nunca como una competición deportiva”. Sí aconseja, en cambio, realizar una actividad física
“cuanto antes mejor, pero variada y lúdica, adaptada a la morfología y fisiología del niño”.
Si bien existen deportes en los que un niño puede iniciarse a una edad más temprana, el
esquí, la gimnasia o la natación son más fáciles para un niño pequeño, pero cada uno tiene
unas características que le dotan de unas ventajas sobre otros.
Raquel Cebrián, monitora de snowboard infantil en la escuela de esquí FrikiClub es
consciente, desde su experiencia, que el primer contacto de los niños con el deporte debe
hacerse desde el juego: “siempre que se enseñe de una forma lúdica y divertida, adecuada a
cada nivel y edad, la actitud de los niños ante el deporte es muy positiva, ya que les apetece
mucho aprender”. Noemí Suriol, directora del Centro Lenoarmi, está de acuerdo en que no
se puede hablar a esta edad de deportes en el sentido estricto: “Todo se aprende a través
del juego, pero no se trata simplemente de jugar ya que si no, cuando se hacen mayores, los
niños no evolucionan más”.
Sin embargo es cierto que muchos niños desarrollan muy pronto unas aptitudes que hacen
que demanden la práctica de un deporte antes que otros. J. A. Rodríguez reconoce que en
estos casos el niño también “debe desarrollarse en el juego al principio, después podrá
ejecutar actividades predeportivas, continuar realizando varios deportes a la vez y
finalizar con la especialización en uno solo, que nunca debería realizarse hasta que el niño
resulte enriquecido motrizmente con juegos y actividades físicas”. Los profesionales de la
Educación Física se encargarán de orientarlos hacia la especialidad deportiva en la que el
niño pueda destacar, pero aclara que “una especialidad reglada y competitiva nunca debe
plantearse antes de haber adquirido una madurez fisiológica y motriz, esto es, antes de los
11 años”.
La actividad física de alta competición requiere un compromiso permanente del niño con el
entrenamiento, el juego que éste realiza inicialmente deja de serlo para convertirse en una
obligación, los horarios son estrictos y las lesiones se convierten en parte de su vida. En
estos casos los niños que no están preparados psicológicamente pueden presentar traumas,
muchas veces son reforzados por las ansias de triunfo de algunos padres, que deberán
preguntarse si están dispuestos a asumir estos riesgos. Juan Barberá, Director de la
Escuela Madrileña de Gimnasia y del Comité de Gimnasia Aeróbica sabe que estos niños
deben tener algo más que talento para el deporte: “No sólo tienen que despuntar
físicamente. Generalmente son más maduros mentalmente. Y más que aptitudes físicas lo
que estos niños tienen en común es tesón”.
¿Qué deporte es bueno para cada edad?
Baloncesto y fútbol
Son deportes de equipo que desarrollan la velocidad, la resistencia, la coordinación de
movimientos, las reglas, el respeto al adversario y el trabajo en equipo. Se recomienda
iniciarse a partir de los 5 años (baby-basket, baby-fútbol)
Natación
Suele ser el deporte más adecuado para niños de muy corta edad. Mientras el niño no tenga
edad suficiente para jugar a otras actividades, el agua se presenta muy accesible, ya que no
hace daño, mantiene su peso y puede desplazarse por sí mismo aunque todavía no se
mantenga en pie en tierra firme. Noemí Suriol, es consciente del peligro que entraña el
medio acuático, por eso trata de inculcar la importancia de “que el niño aprenda a
comportarse frente a este medio, que reconozca sus límites y desarrolle el sentido de la
prudencia”. Pero enumera los beneficios de esta actividad: “Los bebés desarrollan toda su
psicomotricidad en el agua. Aquí aumenta su equilibrio, los reflejos y se enriquece la
seguridad en sí mismo”. En cuanto a la edad idónea para la natación matiza: “La natación,
saber nadar con estilos, se puede iniciar a partir de los 4 años. Antes pueden aprender a
desplazarse y a comportarse frente al medio”.
Ciclismo
Es idóneo para desarrollar la resistencia cardiovascular del niño y reforzar sus músculos y
las articulaciones de sus miembros inferiores. Es a partir de los 4 ó 5 años cuando los niños
aprenden a montar en bicicleta, y aunque no podrá apuntarse a una escuela hasta más
adelante, sí podrá iniciarse en sus primeras travesías.
Equitación
Permite adquirir un buen equilibrio, flexibilidad y una buena sujeción vertebral. Favorece el
aprendizaje de responsabilidades y le permite descubrir la naturaleza a través del
contacto con el animal. La iniciación a la equitación puede empezar con ponys a partir de los
3 ó 4 años.
Esquí o snowboard
Son deportes que favorecen el equilibrio, la adquisición de reflejos, el sentido de la
orientación, etc. Desarrollan la resistencia y hacen trabajar el corazón y el aparato
respiratorio. Favorecen el contacto con la naturaleza, el compañerismo y que los niños se
“despeguen” del seno familiar, ya que inician sus primeros viajes sin sus padres. Pueden
comenzar a los 2 ó 3 años. Raquel Cebrián, lleva varios años enseñando a niños a surcar las
pistas de nieve y les anima rotundamente a aficionarse a este deporte en el que “se pueden
iniciar desde que aprenden a andar”. Además está de acuerdo en que cuanto menores sean,
mayor será su evolución porque “se atreven más y no tienen miedo a caerse, ya que las
caídas son algo normal en su vida cotidiana. Además al tener el punto de gravedad más bajo,
el golpe siempre es menos brusco que en el adulto. A esto hay que añadir la increíble
flexibilidad de los pequeños, que favorece dicha evolución”. Sin duda aunque los deportes
de nieve son estacionales, cada vez son más demandados por los más pequeños, que pueden
practicarlos durante todo el año en parques de nieve artificial.
Judo y kárate
Son deportes de combate, que desarrollan la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Permiten
a niños hiperactivos canalizar su energía y agresividad. Les enseña a defenderse, por lo que
les aporta confianza y seguridad. Favorece la disciplina y el respeto por el adversario.
Puede comenzar a practicarse a partir de los 5 años, en el marco de una práctica lúdica.
Gimnasia
Tiene varias disciplinas (rítmica, acrobática, artística, aeróbic…). Es un deporte muy
completo que permite un desarrollo armonioso de todo el cuerpo. Se recomienda comenzar
su entrenamiento a partir de los 3 años, siempre y cuando los padres estén informados de
que esas clases no son de gimnasia específica, si no clases de psicomotricidad, dónde se
trabajan más las aptitudes de coordinación de forma lúdica. Si bien, Barberá, al frente de
la Escuela Madrileña de Gimnasia afirma que “cuando un padre se percate de que su hijo
tiene aptitudes da igual la edad que tenga. Hay que empezar cuanto antes. Aunque
evidentemente el sistema de entrenamiento es distinto y adaptado a la condición física y a
la edad, pero cuanto antes se inicie en la gimnasia federada mejor, porque se podrá
‘moldear’ su cuerpo hacia el objetivo que se quiera marcar”.
Tenis
Desarrolla la coordinación, la resistencia, la velocidad. Agudiza los reflejos y mejora la
concentración. Se puede empezar a pelotear a partir de los 5 años en canchas de
dimensiones adaptadas a niños pequeños
Danza
Existen diferentes tipos y disciplinas. Es uno de los deportes más completos en cuanto que
ejercita armónicamente todo el cuerpo. Desarrolla la flexibilidad, el sentido del ritmo, la
coordinación de los movimientos, etc. Inculca disciplina y autocontrol. Pueden iniciarse a los
3 ó 4 años de edad.

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