Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo, Luis Humberto

Transcripción

Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo, Luis Humberto
Por:
Cristóbal Aljovin de Losada, Carlos Arroyo,
Luis Humberto Bustamante Otero, Marie-Madeleine Büttner,
Carlos Contreras, José Deustua, César A. Guadalupe M.,
Gerardo Lovón, Víctor Peralta Ruíz, Henrique Urbano
ADRIANZEN, Alberto ed. Pensamiento
Político Peruano. DESCO. Lima, 1987 . 216
pp.
En junio-julio de 1986, DESCO organizó
un seminario destinado al tratamiento del
pensamiento polítiéo desarrollado en el
país . El volumen que comentamos contiene
las . ponencias que fueron presentadas a dicho evento, las cuales abordan aspectos sustanciales del pensamiento político en el
Perú a Jo largo del siglo XIX e inicios del
presente.
Como se señala en la presentación, los
trabajos existentes sobre el tema son evidentemente escasos, a excepción de los referidos específicamente a Mariátegui y
Haya de la Torre. Y es que, efectivamente,
existe en el país una tendencia a desconocer y /o desdeñar los diferentes intentos de
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elaboración teórico-política a excepción de
aquellos que con más fuerza ( dada su brillantez, así como la situación en la que surgieron y la vigencia que mantienen) marcan
este siglo: el aprismo y el marxismo .
Si bien es cierto que hablar de la existencia de una tradición de pensamiento político peruano puede ser algo discutible, entre
otras cosas por la falta de elementos que
permitan evaluar la continuidad de los planteamientos y tradiciones, no resulta menos
cierto que el indagar seriamente sobre las
propuestas que se han dado en el país puede contribuir a dar cuenta del proceso histórico de constitución de la sociedad peruana, del actuar de los sujetos sociales y de
aspectos integrantes de una cierta tradición
y cultura políticas aún presentes y cuyos
orígenes pueden ser rastreados en la historia.
Tanto el seminario como el texto asu-
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men su objeto a partir de temas, en lo referido al siglo XIX, y autores para el siglo
XX()).
De estas ponencias, para el objeto de esta
nota, sólo queremos destacar ciertas reflexiones provenientes de algunas de ellas, reflexiones que nos parecen de lo más sustantivas por señalar elementos claves para la
comprensión, como hemos anotado, no sólo
del pensamiento político, sino del propio
proceso histórico. Centramos nuestro comentario en tres trabajos referidos al fundacional siglo XIX, trabajos en los que se
tratan elementos que consideramos matrices básicas de la cultura política peruana y
de los patrones de relación social y política
vigentes; pensamos que las reflexiones sobre
el siglo XX, en especial sobre Haya y Mariátegui, son bastante más abundantes y conocidas de modo que sólo hacemos una breve
mención : se debe resaltar la importancia
del trabajo de Jorge Nieto acerca de la formación del pensamiento político de Haya,
en tanto contribuye a afirmar aspectos que
permiten desmitificar las ideas existentes
acerca del "aprismo primigenio".
La ponencia de Juan Abugattás parte de
una crítica a "Bonilla y muchos de nuestros
historiadores nuevos, (quienes) con un alma
demasiado sociológica caen a ratos muy fá.
cilmente en la tentación de hacer historia
sin protagonistas o, por lo menos, sin tener
en cuenta lo que estos protagonistas creyeron y pensaron, ni la manera como en efecto percibieron sus intereses" (p. 50).
A partir de lo anterior, Abugattás reseña
los principales planteamientos formulados,
entre otros, por Vizcardo y Guzmán, Vidaurre ,José de la Riva Agüero, Sánchez Boquete y Unanue. De estas referencias podemos
extraer cuatro reflexiones fundamentales
que explican tanto la ideología como el
actuar de los criollos y, de esto, parte de
los significados de la independencia:
Primero, los criollos se entendían a sí
mismos no como peruanos, sino, según la
expresión de Vizcardo, como españoles
americanos; es decir, como una casta distinta de la indígena (lo que se expresará muy
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claramente durante las primeras décadas de
la república con la existencia de la contribución de castas), lo cual no hace sino expresar la no intencionalidad de buscar la integración social de una "nación peruana".
Segundo, los criollos, desde su ubicación
en las esferas de la administración y el comercio, percibían muy claramente lo difícil
y precario de su situación a partir de las reformas de la segunda mitad del siglo XVIII,
lo que tendría cierta continuidad con la
creación de repúblicas independientes sudamericanas que debilitarían aún más sus posiciones; de ahí que la presencia española en
el Perú y en el Alto Perú durante el virreinato de Abascal fuera secundada por los oficiales criollos, pues esta presencia "garantizaría también el equilibrio militar y político con Buenos Aires" (p. 53).
Tercero, de los puntos anteriores es que
podemos entender que el interés criollo estaba centrado en la búsqueda de mayores
márgenes de autonomía para su actuar en
la perspectiva de mantener y fortalecer sus
posiciones de privilegio y que no naciese en
ellos muy fácilmente el deseo de crear una
nación independiente .
Por último, la presión de los acontecimientos llevó a los criollos al planteamiento independentista; sin embargo, como proyecto político esto pasaba por la creación
de una "república aristocrática", aunque
no sólo tal. Como señala Abugattás, "no
era solamente una república aristocrática
lo que desearon, según la afortunada designación de Montesquieu aplicada por Basadre a un período de nuestra historia, sino
una verdadera cuadratura del círculo: una
democracia dictatorial. A tal empresa los
empujaba su posición de privilegio y su ilimitado temor a las clases bajas del Perú"
(pp. 67-68) .
Luego de desarrollar estas sugerentes reflexiones, Abugattás culmina con una conclusión de suma actualidad : "La democracia en el Perú no fue producto de ese espíritu de pioneros que hacía que los norteamericanos se sintiesen portadores de un
mensaje al mundo y ejecuto~es de una Mi-
Revista Andina, año 6
sión Providencial, sino que se llegó a ella a
la fuerza, sinuosamente, y en base a un, a
ratos , mezquino cálculo de intereses" (p.
69).
Por su parte, la ponencia de Gonzalo
Portocarrero resulta particularmente interesante pues está dedicada al tratamiento de
tres tradiciones de pensamiento político
que, en diferentes grados, siguen siendo vigentes . Portocarrero señala , y esto resulta
clave, que su preocupación por el pensamiento político peruano del siglo XIX surge de la investigación que viene realizando
acerca de la percepción de la realidad nacional que tiene la juventud de nuestros días ;
es en dicha investigación donde el autor encuentra actuantes, incluso de un modo contradictorio en los sujetos, elementos centrales de las tres tradiciones a las que ha de re- ·
ferirse: la conservadora, la liberal y la democrática.
Luego de tipificar los conceptos básicos
que conforman cada una de esas corrientes
de pensamiento, Gonzalo Portocarrero hace
un recorrido a través de distintos personajes de los inicios de la república (Rodríguez
de Mendoza , Vizcardo y Guzmán , Baquijano y Carrillo, Sánchez Carrión , Bartolomé
Herrera , Benito Laso, etc.), señalando, desde los planteamientos de éstos, el devenir
de las propuestas conservadoras y liberales
a Jo largo del siglo XIX; con el mismo fin se
refiere a centros de pensamiento (Convictorio de San Carlos, Colegio Guadalupe) y de
decisión política (Constituyentes), de donde extrae, además, las opciones que van
modelando el sistema político peruano, tal
el caso de la definición del indígena como
peruan·o (Constitución de 1823) al mismo
tiempo que se le excluía como ciudadano
"por ser pobre e ignorante y no por ser de
otra raza" (p. 94), con lo que se diferenciaría de un sistema de apartheid.
Por otra parte, en relación a la propia dinámica social, afirma que "la ausencia de
clases y grupos políticos detrás de las ideas
liberales y la fuerza del tradicionalismo conservador y autoritario explican la debilidad
del liberalismo , la subordinación de los in-
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telectuales al cesarismo militar" (p . 97) , y
esto se relaciona directamente con las hipótesis que desarrolla en su trabajo: Portocarrero sustenta acertadamente que "la tradición conservadora, pese a su derrota ideológica en la época de la independencia, no sólo sobrevive, sino que continúa siendo la
fuerza que modela mucho, si no la mayoría,
de los comportamientos cotidianos" (p. 88)
( de ahí que el autor pueda llegar a esta
preocupación desde la visión de la juventud
de hoy) . Además, a pesar del carácter del liberalismo de ideología oficial, el autor sustenta que éste tiene una influencia muy débil y plantea, por último , "que la tradición
democrática , que recupera muchas ideas y
actitudes liberales, no se cristaliza hasta
principios de este siglo" (p . 89); es decir,
con González Prada.
El tercer trabajo en el que me quiero detener, el de Fernando de Trazegnies, se inicia planteando que la tarea a asumir en su
recuento de lo que era el Derecho en el Perú
del siglo XIX no ha de hacerse a partir de
una lectura de las normas y/o de los planteamientos doctrinarios que están detrás de
aquéllas , sino desde el cómo las ideas y las
normas adquieren su pleno significado en el
marco del devenir del contexto social en el
que se insertan, de modo que el objetivo
del estudio es dibujar la idea de Derecho
"integrando la opinión que tuvieron los filósofos del Derecho sobre el Derecho de la
época con el tipo de Derecho que efectivamente hicieron los juristas al utilizar la norma positiva y con los motivos y efectos sociales de las normas y prácticas jurídicas. A
su vez, todos los elementos referidos requieren ser ubicados dentro de las grandes
tendencias de la praxis social" (p . l 05).
Luego de esto y de definir su concepción
de la modernización como "la suma de
transformaciones sociales asociadas con la
intensificación del crecimiento económico
y más particularmente con la industrialización" (p. 105), como un proceso "que pretende sacudir los viejos hábitos y tomar
consciencia de que es posible impulsar la
sociedad hacia ciertos fines sociales más o
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menos libremente elegidos" (p. 106), de
Trazegnies procede a plantear que lo acaecido en el Perú fue un proceso de "modernización tradicionalista".
"La 'modernización tradicionalista' - señala de Trazegnies- es una verdadera modernización; lo que significa que introduce
elementos nuevos dentro de la sociedad tradicional y la transforma. Pero, al mismo
tiempo, esta sociedad no se desprende de
ciertos elementos antiguos o 'tradicionales'
que permanecen como aspectos nucleares,
en torno a los cuales se organiza la modernización. En todo proceso de modernización es evidente que subsisten muchos elementos del pasado. Pero en la modernización tradicionalista los elementos que subsisten no son relegados a la periferia del
proceso como rezagos de un pasado que desaparece gradualmente, sino que se constituyen en los elementos centrales del proceso" (p . 106).
Este concepto, que va a ser retomado
por varios de los ponentes, _resulta particularmente interesante como he.rramienta para la comprensión del proceso social peruano desde el siglo XIX, y su importancia destaca respecto del debate sobre las características de la cultura política y de los patrones, aún vigentes, de relación entre los
sujetos a propósito de la política y el Estado. Por otro lado, en el contraste con los
procesos de modernización capitalista clásicos destacan algunos otros componentes
del proceso que resultan particularmente
decidores de nuestra realidad social. "Básicamente, la modernización tradicionalista
pretende recibir elementos capitalistas, pero
sin modificar la estratificación social. En
otras palabras, en vez de que se constituya
una clase burguesa con una consciencia social propia y que ésta asuma el liderazgo de
la modernización, es la propia clase dirigente tradicional la que se encarga de modernizarla. Mientras que la modernización capitalista es promovida desde abajo por la clase social emergente, la modernización tradicionalista es promovida desde arriba por la
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clase social dirigente. Por eso, a diferencia
de la modernización capitalista, que trae
siempre un clima en mayor o menor grado
popular, la modernización tradicionalista
conserva un clima social aristocratizante,
generándose contradicciones complicadas
entre esta percepción aristocrática de la sociedad y las ideas liberales que se importan
en razón de la modernización. La modernización tradicionalista se desarrolla, entonces, como una estrategia de adaptación que
lleva a cabo una clase tradicional para absorber las mayores dosis de modernidad liberal-capitalista compatibles con su dominación aristocrática" (p . 108).
Es justamente este conjunto de reflexiones el punto de partida del tratamiento que
hace el autor de la idea del Derecho en el
Perú del siglo XIX. De Trazegnies revisa los
planteamientos jusnaturalistas y positivistas
presentes en el país y luego los reevalúa a la
luz de las características de la "modernización tradicionalista", la que, al recoger planteamientos propios de la modernidad liberal
en un contexto en el que se busca no alterar
las bases de la estratificación social, genera
un cúmulo de tensiones (p. 120) que para
ser manejadas demandaban, por parte de la
aristocracia, adoptar "diferentes estrategias
de adaptación a las nuevas condiciones, procurando admitir las mayores dosis de modernidad que, sin embargo, no cuestionen
el orden tradicional. Esto implica utilizar
todos los recursos tradicionales de legitimación de las formas culturales y sociales a fin
de que se constituyan una llave que abre o
cierra, según los casos, las posibilidades de
importación de lo nuevo" (p . 120). De ahí
que el eclecticismo de los planteamientos
sea un recurso cotidiano y que las filosofías
jurídicas resulten "superficiales, contradictorias, vacías", al mismo tiempo que "escuchadas y seguidas" (p. 122).
La situación descrita lleva necesariamente a lo que el autor llama "Juegos de Mostración y Ocultamiento" (pp . 122-130),
entre los que destaca "La transmutación de
la Idea"; es decir, el proceso de transforma-
Revista Andina, año 6
ción de las ideas jurídicas que son importadas desde ,la Europa liberal, transformación
dada no solamente por la "comprensión defectuosa", sino también, y esto es crucial,
vía la "domesticación de la idea".
· "De otro lado - anota de Trazegnies- ,
este proceso de domesticación de la idea se
produce también en forma automática y
prácticame'rite inconsciente. Los sistemas
ideológicos son _esquemas abastractos que
completan su' significación dentro del con:
texto social en el que son empleados. Las
palabras, los conceptos teóricos, solo tienen sentido concreto cuando son referidos
a situaciones particulares" (p. 124); por lo
tanto, sin "un esfuerzo teórico intencional" se tienen resultados particulares sobre
los que se ha de llamar la atención: "la libertad o la igualdad o la propiedad er¡rn entendidas de manera diferente por lo's· revolucionarios franceses a la sombra de la guillotina que por los inmigrantes norteanierÍcanos descritos por Tocqueville o por los
habitantes de un país como el Perú, donde
las diferencias sociales eran abismales y" los
caudillos militares zamaquea'ban periódicamente las más firmes instituciones liberales'' (p. 124).
·
Después de esta larga reflexión, de Trazegnies culmina refir~éndose a la "Dinámica del Derecho", proponiendo un nuevo
marco teórico para el estudio del Derecho,
marco que parte de "una teoría dinámica
de Derecho que distingue entre las reglas
del juego y el juego mismo ( . . .) El Derecho se presenta como un conjunto de campos de batalla a diferentes niveles ( ...), es
un campo burbujeante donde continuamente nacen y desaparecen esferas de poder" (pp. 129-130).
Para terminar esta reseña, al tiempo de
volvi;r a destacar el valor de este esfuerzo
coordinado por DESCO, vale la pena hacer
una breve mención a la presentación del
texto.
El editor, .al abordar el tema de la "Democracia y la Tradición Política", lo hace
desde una interesante reflexión en la que
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destaca lo referido a ciudadanía, ciudad y
política, así como las diferencias entre las
tradiciones sajona e hispánica, de la que, de
algún modo, somos herederos. Desgraciadamente, este trabajo introductorio (más allá
de descansar sobre cuatro libros, una separata y la novela de mQ..da) no desarrolla lo
que se espera de la pr¡eacmtación del editor,
enlazar las distintas .idea SI expuestas en las
ponencias, a pesar .de ICJUe justamente los
ejes elegidos para la piesentación posibilitaban esta tarea, la que opta por dejar a
"cualquier lector perspicaz" (p. 43). Una
lástima por aquéllos a quienes Adrianzén
no considera "lectores perspicaces".
C.A.G.M.
1) Las ponencias que tratan del siglo XIX
son las de Juan Abugattás (Ideología de
la Emancipación), Jefrey Klaiber (Independencia y ciudadanía), Gonzalo Portocarrero (Conservadurismo, liberalismo
y democracia en el Perú del siglo XIX) y
Fernando de Trazegnies .(La genealogía
del Derecho peruano. Les juegos de trueques y préstamos). Las referentes al siglo XX son las de Antonio Peña (José de
la Riva Agüero, Francisco Garéía Calderón y Víctor Andrés Belaúnde: visión y
propuesta conservadora), Sinesio López
(La generación del 1905), Jorge Nieto
(La transición intelectual del joven
f-laya), Guillermo Nugent {Tradición y
modernidad en José Carlos Mariátegui)
y Alberto Flores Galindo (Para situar a
Mariátegui). Además existe un trabajo
introductorio (Democracia y Tradicion
Política) del editor, Alberto Adrianzén.
ANSION, Juan. Desde el rincón de los
muertos. El pensamiento mítico en Ayacucho. GREDES. Lima, 1987. 244 pp.
Los materiales estudiados por Ansión
son relatos del folklore ayacuchano recogidos por alumnos del autor. El objetivo perseguido es establecer la relación que existe
303
entre los ayacuchanos, la naturaleza y la sociedad (p. 81). A guisa de introducción, las
primeras páginas revisan algunas de las definiciones teóricas de mito e ideología. Algunos autores marxistas franceses sirven de
telón de fondo para una elaboración teórica de estos conceptos, añadiéndole Ansión
un capítulo sobre>-'ll'tegión y las características geográficas y humanas de Ayacucho.
El cuerpo del libi.'O está constituido por
el análisis de un conjunto de pequeños relatos folklóricos precedido por notas que
ayudan al lector a comprenderlos y a evaluar la interpretación propuesta. Dos capítulos más abstractos que utilizan los relatos
en función de unas cuantas generalizaciones sobre el pensamiento mítico andino
cierran el libro.
Este género de relatos folklóricos puede
ser leído de distintas maneras y a partir de
puntos de vista diferentes. Por eso, la qifi,
cultad de dar al relato popular un status en
el conjunto de nociones utilizadas en los estudios socioantropológicos es real. ¿Cómo
distinguir, por ejemplo,. entre cuento, mito
y leyenda? Déeadas atrás, Lévi-Strauss sostenía que un mito es algo que salta inmediatamente a la vista . Sin embargo, Dumézil, pese a sus largos años de estudios comparativos, defendía una posición diametralmente opuesta. Por eso, es útil que los autores indiquen al lector por qué caminos van
a fin de desmenuzar mejor la lectura propuesta. Ansión lo hace y no es difícil saber
cuáles son sus presupuestos metodológicos.
Los cuentos folklórkos seleccionados
son tratados de dos maneras: la primera
ubica cada uno de ellos en su universo regional, a través de notas de lectura que explican algunas de las palabras quechuas o
añaden al relato elementos locales significativos; la segunda interpreta,el cuento según
los principios que el juego de los personajes
folklóricos dibuja o insinúa. En términos
analíticos, Ansión opta por una lectura fo).
klórica que extrae del relato o de la leyenda seleccionada una ética o moral popular.
La tradición eclesiástica llamaba a esta pro-
304
puesta de análisis · '\alegoría". Los autores
medievales y espirituales eran maestros en
ella. La practican también los ·pastores o
curas de pueblo, quienes, domingo tras domingo, sacan del texto evangélico la "lección" más conveniente para la marcha del
"rebaño".
Bien vistas las cosas, Ansión.posee la clave de la anécdota ayacuchana antes de
afrontarla o someter.la al análisis. La manera alegórica de explicarla tiene la ventaja de
mantener la riqueza primigenia de la trama
del relato. Pero, por otra parte, tiene el inconveniente de dejarla a la merced del libre
albe.drío del analista. La gran mayoría de
las notas de Ansión son prueba de ello, aun
en 1os puntos. que, a primera vista., parecen
más sólidos. Me referiré a un ejemplo, el de
la tan conocida reciprocidad.
Según Ansión, los "cuatro pecados" en
las relaciones sociales andinas son el "robo,
la mentira, la ociosidad y el incesto". Cualquiera de los actos mencionados peca contra la ley de reciprocidad andina. Ahora
bien, leyendo con cuidado la explicación
que . el a.u tor proporciona nos damos cuenta fácilmente que hay una confusión entre
"reciprocidad" e "igualdad". Y si ése es el
caso, la lectura propuesta es simplemente
falaz y sin el más mínimo fundamento lógico. Én tiempos prehispánicos, lo que el
Inca intercambiaba no correspondía en térrninos reales y simbólicos a lo que él recibía. Más bien, lo que él daba era lo que convenía a su rango de señor, mientras que lo
que recibía expresaba su calidad de maestro
absoluto del espacio político y religioso incaico. O sea, hay "reciprocidad" y "reciprocidad".
En el caso de campesinos pobres o miserables, la norma de reciprocidad es un principio de supervivencia; no es una regla inducida de un borroso universo mental. En
eSas circunstancias de vida precaria, sobre
las cuales pesan continuamente el hambre
y la muerte, el "robo" no existe porque ni
materia hay para ello. Lo poco que se almacena tiene que ser compartido; la vida del
grupo, máxime de un grupo con fuertes la-
Revista Andina, año 6
zos de parentesco, depende de ello . En resumidas cuentas, lo opuesto a la reciprocidad es no corresponder con lo que se esperaba debía ser retribuido . No hacerlo con la
mesura establecida por la norma colectiva
no es robar, como ingenuamente supone
Ansión; es pura y simplemente declarar un
acto de enemistad, de rechazo, de no-alianza o hasta de agresión.
El binomio "mentira-reciprocidad" es
aún más peregrino. Datos recogidos por los
autores de los siglos XVI y XVII insinúan
la existencia de un género de "juramento
solemne", ritual. en el cual los participantes declaraban fidelidad absoluta al Inca.
También es conocida de los historiadores la
fórmula medieval de ''jurar", de empeñar
solemnemente la palabra. No viene al caso
hablar de reciprocidad en este contexto, ni
siquiera en forma alegórica.
El incesto, sí, es la negación de la reciprocidad. Después de Durkheim y Marce!
Mauss , lo había probado amplia y detenidamente Lévi-Strauss en su obra maestra
sobre el parentesco. Para este último autor,
la "prohibición del incesto" es un principio
universal , el más universal de todos cuantos
la socioantropología usó . Pero no es sino la
faz negativa de otro principio que, al fin y
al cabo, explica el origen de las sociedades:
la existencia de una "regla'' , fundamento
de todos los intercambios, alianzas y reciprocidades entre grupos y sociedades . ¿Por
qué no sacó Ansión de estos conceptos y
nociones que constituyen un aporte invalorable de las Ciencias Humanas al conocimiento histórico de las sociedades alguna
reflexión sólida y coherente sobre lo que él
creía que es el hombre ayacuchano? En vez
de ello distrae y divierte al lector con consideraciones imaginarias que más se acercan
a un documento pontifical sobre los "derechos inalienables de la familia'' que a un
análisis de un cuento folklórico . Ejemplo:
"Al ser expulsados de la familia , también lo
son de la sociedad, lo que señala muy bien
que no se puede vivir socialmente sin familia" (p . 162).
Muchas de las páginas de Ansión se ago-
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tan en generalidades, resultado inevitable
del alegorismo beato y clerical. No me alargaré en ellas; hay algo más importante que
señalar. Primeramente, la ausencia total de
perspectiva comparativa. Los cuentos folklóricos ayacuchanos aparecen aislados y
son "abatidos" uno tras otro, pieza por pieza, con notas en muchos casos redundantes. Sin embargo , desde los años cincuenta,
Morote Best nos había abierto el camino
que nos llevaría hacia los estudios comparativos.
En segundo lugar , me llama la atención
la manera como el autor trata la expresión
"pensamiento andino" . El indigenismo académico , nacional y extranjero, la ha maltratado y, al igual que el ñakaq, el "degollador", le sacó la grasa, la limpió hasta el
tuétano. ;.Qué razonamientos abstrusos son
esos que puedan merecer el siguiente comentario: "El pensamiento andino es tan
complejo que sería ilusorio aprehenderlo
en pocas páginas"'? (p. 192, 213). Prevenido solemnemente el lector, lógico sería que
Ansión , por un lado , lo ejemplifique y, por
otro , dé muestras de que es capaz de esclarecerlo . Ahora bien , de ese "pensamiento
tan complejo" recoge él la oxidada herramienta hanaq, kay y ukhu pacha, con una
izquierda y una derecha , desbordándose
hacia Lima o hacia la yunga. Si esa cristianísima tripartición existe en Ayacucho,
juntamente con otras divisiones binarias,
ternarias y cuaternarias, cada una subdividida o aumentada , no son éstas ni aquélla
las que convencen al lector de que "el hombre andino" posee un pensamiento de veras
complejo. Mejor andaría Ansión si escribiera que el pueblo de Ayacucho piensa y
habla como toda la gente normal ...
En tercer lugar , se refieren con frecuencia estas páginas al "pensamiento andino"
y a un ser abstracto que se llama "hombre
andino" . No es, por cierto, gran novedad.
En muchos casos es una forma breve de designar realidades complejas. Pero en el contexto descrito por Ansión y después de haber calentado éste los sesos del lector con
unas cuantas definiciones marxistas de ideo-
305
logía y aparatos ideológicos, era de suponer que lo llevaría hacia el campo del "sujeto histórico" que produce ese discurso
popular, que lo utiliza, lo transforma y le
da vida. El "hombre andino" no es un "sujeto histórico"; las clases o grupos sociales
sí lo son, porque tienen una "historia"; es
decir, se ubican en el espacio y en el tiempo, se distinguen oponiéndose, siendo esta
última característica el fundamento de toda
explicación marxista en Ciencias Humanas.
Echó a perder el sociólogo belga, profesor
en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, esta ocasión que, por otra parte, se le
presentaba muy favorable. Moral: entre la
introducción teórica, la definición de "región" y el cuerpo analítico de este libro no
hay la más "leve sombra", como diría
Guamán Poma, de ligazón.
Se contentará el lector, sin embargo, con
la gracia y la preñez del cuento ayacuchano ·
y por ello quedará reconocido a Ansión, esperando que algún día le ponga entre manos sus "pensamientos" acerca de la tragedia que devastó gran parte de esa inconfundible tierra, "Rincón de los muertos".
H.U.
DELER, Jean. Paul y SAINT-GEOURS,
Yvcs (compiladores). Estados y naciones en
los Andes. Instituto de Estudios PeruanosInstituto Francés de Estudios Andinos.
Lima, 1986. 2 vols. 668 pp.
Un coloquio de historia organizado en
1984 por el I FEA ha servido para poner en
manos de los estudiosos una veintena de
artículos que pretenden plantear una visión
comparativa de las repúblicas andinas (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú). Una historia comparativa, por lo demás, preocupada
desde un principio en hacer un balance sobre el estado de los respectivos archivos y
uso de las fuentes. En el primer caso,
Gunnar Mendoza y Augusto Gómez, para
los archivos de Bolivia y Colombia respectivamente, muestran, haciendo un inventario
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de los recursos documentales de ambos repositorios, la importancia que tiene para la
historia y demás ciencias sociales su consulta. En el segundo caso, el tratamiento de la
historia oral como un método encaminado
a recoger como fuente la vivencia directa
de los protagonistas de los hechos, tal como
lo entienden y emprenden René Arze (en el
caso de la guerra del Chaco) y Silvia Rivera
(para las rebeliones campesinas en Bolivia
entre 1900 y 1950), se constituye en un valioso recurso alternativo a los documentos
escritos cuando se trata de historia contemporánea. "Producir historia en los Andes"
-el título que engloba las cuatro contribuciones arriba aludidas- es factible desde
una u otra perspectiva .
La forma de tratar los problemas de la
formación de los Estados-naciones en los
Andes (es sintomático que en muchos ensayos esto abarque no sólo el siglo XIX,
sino buena parte de la centuria presente) se
erigirá en la cuestión clave de la discusión.
"Hacia la formación de sociedades nacionales", epígrafe que abarca un número
de ponencias en las cuales directa o indirectamente aparece el interrogante de por qué
fracasaron desde un inicio los proyectos de
nación en las repúblicas andinas, abre nuevas pistas en lo que respecta al protagonismo, sea como permanencia o emergencia,
de los grupos dominantes de ámbito regional y el rol que han jugado en los límites
del desarrollo económico andino. Luis
Miguel Clave, para el Cusco, y Nelson Manrique, para la sierra central del Perú, plantean esta relación en torno a la redefinición
de los mercados internos regionales y el papel de los terratenientes serranos.
La respuesta regional a una situación de
indefinición política por parte de las dirigencias nacionales en los Andes no incumbe, sin embargo, sólo a sus élites o grupos
de poder agrario; eso lo constatan desde el
lado de las acciones contestatarias campesinas Patrick Husson, analizando las rebeliones de los campesinos de Huanta en el siglo
XIX,y Henri Favre, reflexionando sobre lo
que llama los "procesos de indianización
Revista Andina, año 6
cultural" (ponencia de ·la cual se publica
sólo el resumen) en la región de Huancavelica durante el mismo siglo , así como Germán Colmenares desde las actividades económicas de mestizos y mukltos en la región
del Cauca, en Colombia.
El factor externo, el rol del mercado internacional , es otra variable imprescindible
cuando se trata-de comprender la redefinición territorial estratégica de las regiones
en las cuatro repúblicas andinas. Al respecto, Manuel Chiriboga, situándose en el llamado período del auge cacaotero en el
Ecuador (I 880-1915), trata de describir las
implicancias que éste tuvo sobre la transformación de la estructura agraria costeña y la
constitución de una clase dominante regional. El ensayo de Jean Piel problematiza,
para el período entre 1820 y 1950, las· formas en que ,el Estado peruano y los agentes
del capital mercantil y financiero negociaron su acceso a la reserva andina·(la fuerza
de trabajo campesina) con los terratenientes y otros grupos de poder regional. Hubiera · sido interesante contar con la ponencia
de Heraclio Bonilla , que prometía dar una
visión comparativa del funcionamiento de
las economías de exportación en el Perú ,
Ecuador y Bolivia.
El segundo volumen está igualmente subdividido en dos partes . Bajo el genérico título de "El Estado-nación en los Andes" se
reúnen dos modos de percibir el problema :
por un lado están los que se abocan a desmontar los mecanismos de funcionamiento
político-administrativo y la acción persuasiva de los grupos partidarios y élites entre·
los ciudadanos, sea en Nueva Granada entre
1810 y 1850 (Hermes Tovar) o a lo largo
de todo el siglo XIX en el Ecuador, país
para el cual se ensaya la descripción de un
supuesto "Estado terrateniente" (Rafael
Quintero) . Otros destacarán, en cambio, el
rol jugado por la ideología religiosa y el
proceso de secularización dentro de las representaciones políticas y el paso a la modernización de estas sociedades, muy apegadas al mito y la tradición , tal el caso del
Ecuador entre 1809 y 1875 (Marie~Danielle
No. 1, Julio 1988
Demélas e Yves Saint-Geours) . En esa misma perspectiva , lo ocurrido con las movilizaciones campesinas en el Perú de principios del presente siglo muestra los conflictos generados entre el programa ideológico
sustentado por la Rama - una institución
indigenista que solventaba legal y económicamente a los dirigentes campesinos por
aquellos años y que reivindicaba la vuelta al
Tahuantinsuyo por medio del triunfo del
campesinado ( en singular) sobre los mistisy la compleja composición social de las rebeliones campesinas de 1919-23, las mismas que desembocaron en conflictos y rivalidades entre los propios campesinos para
derivar en e.i fracaso de la movilización
(Manuel Burga) .
La década de los veinte fue igualmente
la era del ·florecimiento del indigenismo y
del surgimiento del socialismo y el aprismo
en el Perú, ideologías que contribuyeron a
resquebrajar el hegemonismo mantenido
hasta entonces por la ideología oligárquica;
sin embargo, aquel proceso de cambio no
sólo se entabló en el plano de las ideas, sino
también en el de las mentalidades colectivas -subordinadas y dominantes- , que en
la práctica vieron en la rebelión campesina
de 1919-23 una sublevación milenarista andina, en el primer caso, y una simple "gue,
rra de castas" , en el segundo (Alberto Flores Galindo).
Completan el libro tres estudios, uno sobre la violencia y los conflictos en Colombia a fines del siglo XIX (Carlos Jara millo) ,
otro sobre la Guerra del Chaco y los conflictos sociales internos en Bolivia durante
tal episodio (René Arze) y el tercero acerca de las implicancias de la inestabilidad
política boliviana desde la revolución llevada a cabo por el MNR en 1952 hasta la presente década (Jean-Pierre Lavaud).
Los dos volúmenes abren, en consecuencia, una serie de posibilidades de enfoque y
entrada a los problemas socioeconómicos
de las repúblicas andinas en los siglos XIX
y XX , tanto en lo que se refiere a las ponencias mismas como a las discusiones que
cada una genera. Es quizás el primer inten-
307
to conocido de rescatar un imprescindible
ejercicio comparativo dentro de · los estudios históricos andinos.
V.i>.R.
FLORES GALINDO, Alberto (comp.). Independencia y revolución (1780-1840). 2
tomos. Instituto Nacional de Cultura. Lima,
1987. 334 pp.
Independencia y revolución (17801840), la antología que Alberto Flores Galindo acaba de publicar, persigue un doble
objetivo: pensar la Independencia como un
acontecimiento político continental y permitir que el lector se forme una imagen global del proceso de ruptura del orden colonial y de la iniciación de la República.
Por ello, este libro no está exento de las
influencias del proceso de revaloración de
la Independencia que hace quince años, con
la publicación de La Independencia en el
Perú, iniciaron Karen Spalding y Heraclio
Bonilla, cuando formularon la hipótesis de
que este acontecimiento, más que obtenido, fue concedido o conseguido por los
ejércitos aliados de San Martín y de Bolívar.
Esto se refleja, por ejemplo, en uno de
los principales reclamos que Flores Galindo
formula en la introducción de la referida
antología: pensar la Independencia más allá
de las fronteras nacionales ..Se trata de una
de las variables metodológicas-que Spalding
y Bonilla sugirieron en 1972. Ellos estimaban que la historiografía tradicional peruana adolecía de un grave error de interpretación: ver la Independencia como un fenómeno meramente nacional. Ello, agregaban,
impedía aprehender que los años de la
Emancipación (de 1810 a 1824) correspondían, casi cronológicamente, a años de crisis y de revoluciones en España, y comprender, por ende, que la Independencia de
Hispanoamérica y del Perú se gestó en ambos lados del Atlántico.
Flores Galindo destaca, sin embargo, un
308
nuevo elemento en el análisis de nuestra
Independencia: .. el entorno sudamericano.
Estima que es anacrónico estudiarla sólo
desde el escenario peruano y cree que es
necesario pensarla en el marco mayor de la
vasta región sudamericana, unificada antes
por el Imperio Incaico y después por la administración colonial {los Austrias}. Loanterior, acota, no significa negar, que el problema central de esos años de ·guerras y revoluciones fue la cuestión nacional, ya que
aquí se encuentra la explicación de los álgidos debates en torno a la Independencia.
Independencia y revolución reabre·, además, el debate iniciado por Spalding y Bonilla en 1972. De los siete trabajos que conforman esta antología, dos tienen que ver
directamente con la problemática: "Independencia y clases sociales", de Alberto
Flores Galindo, incluido inicialmente en el
No. 7 de Debates -en Sociología, en 1982;
y "El mito de la 'independencia concedida':
los prngramas políticos del siglo XVIII y
del temprano XIX en el Perú y Alto Perú",
de Scarlett O'Phelan Godoy, publicado originalmente en el No. 2 del Vol. IX de Histórica, en 1985(1 ).
De ahí que en dicho ensayo Flores Galindo tome distancia con relación a la polémica abierta por Spalding y Bonilla. Dice
que en 1982 la constatación resultaba insuficiente: no era factible seguir insistiendo
en lo que no fue la Independencia y era
imprescindible buscar explicaciones. Para
él, el problema central consistía en saber si
frente a la sociedad colonial fue posible, al
terminar el siglo XVIII, una opción diferente o. si existían las bases históricas-para que
se elaborara una alternativa.
Esto significa indagar por las ideas y la
cultura de esos años, por las críticas, los
planteamientos y los programas, pero también inquirir por el sustento social que podrían tener estos proyectos; es decir, por
las clases llamadas a reempl¡Jzar el viejo
orden. Este ambicioso programa de investigación, en lo que se refiere al caso de la
Lima de 1760 a 1830, se cristalizó en 1984
con la publicación de Aristocracia y Plebe.
Revista Andina, año 6
No obstante, en el referido ensayo , Floenvuelto en actividades subversivas, la s
res Galindo adelanta algunas interesantes autoridades coloniales serían benevolentes
con su caso: en la rebelión de Túpac Amaru
conclusiones. Dice , por ejemplo, que si el
efectivame nte se le dictaminó una breve
Perú fue uno de los focos de la resistencia
realista, esto no se debió exclusivamente a condena; en ca mbio , en la rebelión de La
Paz de 1809 el veredicto fue la pena de
la personalidad del virrey Fernando de
muerte .
Abascal, como afirma la historiografía traO'Phelan Godoy arriba a la conclusión.
dicional, sino a la presencia en Lima de la
por último , de que después de los fracasos
aristocracia colonial más numerosa de toda
de 1809 y 1814 la Independencia le fue
América Hispana . Afirma , además , que la
"concedida" al sur andino. pero no por falIndependencia comienza en 1780 y que el
ta de una dinámica propia de lucha social o
levantamiento de Túpac Amaru 11 , contrafalta de iniciativa de los sectores criollos .
riamente a lo que cree Bonilla , fue mucho
sino porque sus programas se limitaron a
más allá de la solicitud de la supresión de la
buscar reivindicac ione s tan inmediatas comita : si alguien duda del carácter revoluciomo locales . sin visualizar el proceso por el
nario de este movimiento , explica , bastaría
que con cierto cuidado reconstruyese los cual atravesaba Hispanoamérica en su conacontecimientos: formación de un ejército . junto.
rebelde , designación de autoridades y coEn la introducción a la antología Indebro de impuestos en los territorios libera- pendencia y revolución , Flores Galindo
plantea una reflexión final a modo de predos.
Por su parte , Scarlett O'Phelan Godoy
gunta. ¡, Fue inevitable . se interroga. que el
cuestiona explícitamente la conocida hipó·
Perú pasara de la órbita española a la hegetesis de Spalding y Bonilla . Dice que la vimonía británica ? Su respuesta es no. El cree
sión de que la lndepen9encia tuvo que lleque , en el pasado como en el presente , siemgar al Perú y Bolivia desde fuera, debiendo
pre hay más de una alternativa y que los
ser concedida , como resultado de una falta
desenlaces son el resultado de combinaciode iniciativa por parte de las élites criollas nes, siempre específicas, entre determinalocales , es, en realidad , tan sugerente corno ciones estructurales y voluntades tanto incontrovertida. Esta interpretación, ex plica , dividuales como colectivas.
no aclara premisas básicas, como , por ejemEn el Perú de ese entonces existían, por
plo , la presencia de tempranos programas lo menos , tres circunstancias que demostrapolíticos anticoloni::1les en Cochabarnba y ban que no era inevitable que ingresáramos
Oruro entre 1730-1739 o el hecho objetivo a la férula del imperio informal británico .
de que el primer lugar de Hispanoamérica
Estas, según Flores Galindo , eran las sique gestionó en 1809 su autonomía frente guientes: la relativa autosuficiencia econóa España (aprovechando el vacío de poder mica del espacio colonial: la gran distancia
dejado por Fernando VII) fue , paradójica- geográfica entre nuestros países, especialmente , el Alto Perú.
mente los que daban a! Pacífico , y los puerO'Phelan Godoy no acepta , además, la
tos europeos ; y las políticas proteccionistas
afirmación de que no existió conexión en- y las posibilidades que ofrecían los espacios
tre la rebelión de Túpac Amaru y los movi- del interior .
mientos de las dos primeras décadas del siEste, finalmente , es sólo un ejemplo de
glo XIX. ¿Cómo explicar entonces, se pre- los muchos temas sin debatir a propósito
gunta, la presencia de un individuo corno del tiempo de la Independencia. Esperamos
Antonio Figueroa, quien participó en am- que Independencia y revolución reimpulse
bos alzamientos? En su condición de penin- dichas discusiones.
sular casado con criolla , recuerda , probablemente Figueroa pensó que , a pesar de verse
1) Los otros te xtos incluidos en esta anto-
No . 1, Julio 1988
309
logía son los siguientes: "La crisis colonial en la crisis del antiguo régimen ", de
Josep Fontana; " El fin del comercio colonial : una compañía comercial gaditana
del siglo XIX", de Carlos D. Malamud ;
"Estructura eco.nómica y desarrollos regionales de la clase dominante, 18211850" , de Alfonso Quiroz; "Continuidad y cambio en la or~anización política
del Estado en el Perú independiente", de
Heraclio Bonilla; y " Reconsideraciones
sobre el problema histórico de la Confederación Perú-Boliviana", de Jorge Basadre .
C.A.
HERNANDEZ; Max ; LEMLIJ , Moisés;
MILLONES , Luis ; PENDOLA, Alberto y
ROSTWOROWSKI, María . Entre el mito y
la historia. Psicoanálisis y pasado andino.
Ediciones Psicoanalíticas lmago . Lima ,
1987 . 199 pp .
Durante tres años, un grupo de científicos sociales peruanos metió hombro a la
ardua e ingente tarea de desempolvar el
inconsciente del hombre prehispánico , despabilándole el "deseo" y escudriñando lo
poco que sabemos sobre la " cámara obscura" de su pensamiento . Este "círculo psicoanalítico" se presentó desde luego extremadamente favorable a los "sueños y deseos"
masculinos : una mujer-historiadora , un antropólogo y tres varones analistas. Quizás
por eso fueron sesiones " siempre estimulantes". con semanas de "cuajo", in terpretaciones "por o ído", en que se superaron "muchas ansiedades", pero al precio de asumir
carencias e intentar repararlas (pp . XIVXV) . Y algo más : se pretendió proseguir ,
refinar y ampliar lo que se podría llamar
" una perspectiva nacional de entender los
problemas andinos" (p . XIX)!
Al grano. Primer capítulo , primer misterio gozoso ... los Ayar. Perspectiva freudiana . .. Para los que la conocen, no les
será difícil adivinar que las "varas" a que
hacen referencia los relatos de los mitos
prehispánicos, se transforman en manos de
310
María Rostworowski y Luis Millones, aguijoneados por los tres mosqueteros del inconsciente y deseo peruanos, en jubilosos
instrumentos fálicos. Y si a tanto había llegado la osadía del "círculo", no saldrá de
su quicio el lector al comprobar que dichos
científicos analizaron casi licenciosa y obsesivamente cuantos huecos les depararon
crónicas, textos, archivos nacionales y extranjeros. Conclusión psicoanalítica : hay
que · tenerlos simple y llanamente por oquedades vaginales.
No termina allí la cura psicoanalítica . A
la lupa , el "círculo" disecó las pugnas de
Cachi con sus ofendidos hermanos, considerándolas frutos ignominiosos de ' la envidia
"que les (a los Ayar) producía no poseer
esos atributos (fuerza excesiva) con resonancias a potencia genital" (p. 9) . Y forman
parte del arsenal fálico y vaginal, puesto al
desnudo por los cinque voci con alcune licenze (p . XXVIII), las orejas de los Incas, a
quienes se les ocurrió poner huecos donde
ni Belcebú sería capaz de imaginarlos: en
los lóbulos de las mismas. ¿Qué pensar de
ello? El adolescente prehispánico , "al ofrecer el lóbulo de la oreja , salva el atributo
fundamental de la virilidad : el pene. Es una
instancia bastante clara de un intercambio
del tipo pars pro toto" (p . 11 ).
Durante el repaso del segundo misterio
gozoso, los ojos del "círculo" privilegiaron
los temas oníricos. La guerra entre Chancas
e Incas tuvo vencedores y vencidos . Del lado del vencedor , "el héroe usó el sueño para ver ampliados sus deseos , para estimular
y dar fuerza a sus aliados ... sueño creativo" (p . 38) . ¿Cuál fue el sueño del vencido? Pues hay que lamentar no tener acceso
a él (p . 38). De esa guerra, de los líos en
que ella se desarrolla , sacaron los "clí nicos" algunas conclusiones: " ... Yupanqui
bélico, activo, masculino, versus Viracocha
y Urco pasivos, femeninos, castrados" (p.
45); " ... con Pachacutec la etnia cusqueña
llegó más allá de las relaciones cerradas de
lo puramente narcisista , aun cuando no llegó a estructurar lo edípico" (p. 75) .
Con el tercer capítulo llegamos a los
Revista Andina, año 6
misterios dolorosos . . . Ultimas años del
Tawantinsuyu y llegada de los españoles.
Son tiempos recios en que los desmadres
increíbles de panacas y las guerras fraternas
entre Huascar y Atahuallpa echan todo a
perder . .. Detrás de ello la otra guerra, la
inconsciente y eterna en búsqueda de la
apropiación de un padre y el afecto de una
madre . Se cometieron horrores que algunos
pagaron caro : Huascar mandó violar acllas
en un "extraño antirritual" : "Para asir la
magnitud del acto, comparémoslo mentalmente con el rito matrimonial de Huayna
Capac" (p. 100).
Y llegaron los españoles ... Atahuallpa
y los Incas vencidos: "No sabemos los planes del gobernante derrotado" ( p. I 02). Sin
embargo , el cuerpo del Inca ejecutado por
los castellanos, "enterrado y desenterrado
en pocos días ( . . .) debió ser llevado a
Quito o bien colocado en algunos de los nevados norteños, desde donde espera y contempla los avatares de su gente" (p . 102) .
¡Qué espanto , Dios mío' . .. Pero no nos
detengamos.
Taqui onqoy a la vista . Curiosa pero hasta cierto punto sanamente, el " círculo" no
se atreve a grandes disquisiciones en medio
de ese océano de traumatismos , frustraciones , desórdenes físicos y morales, lamentaciones de tal orden que el vetusto e hierático muro de Jerusalén quedaría corto . .. Y
luego , of course, el milenarismo, el mesianismo y un buen pedazo de pachacuti para
los indígenas . . . No comment.
Una breve mirada crítica . ..
La lectura psicoanalítica se justifica por
sí misma , pues cada cual echa mano de lo
que más le conviene para sus propios fines.
No obstante, me parece oportuno recordar
que la labor psicoanalítica a la que se entregaron los clínicos y sus acompañantes no
echó la más mínima ni más tenue luz sobre
nuestros conocimientos del pasado prehispánico. (Lo propio dijeron y escribieron ,
hace muchos años, J.P. Vernant y P. Vida)
Naquet a propósito de la lectura psicoanalítica de la tragedia y ciclos míticos griegos).
Huelga decir que los clínicos escucharon
No. 1, Julio 1988
sin parpadear - como es regla en sesiones de
cura psicoanalítica - los hechos que fabuló
María Rostworowski , memoria real o imaginaria del "círculo". Los resultados son
obvios. Los disparates se multiplican a un
ritmo espeluznante. Sirva de ejemplo la lectura del héroe que el "círculo" tilda de supermacho , horno eroticus, Ayar Cachi , y de
los pobres maricas, Viracocha y Urco. Semejantes diagnósticos sólo se explican por
la ingenuidad de los clínicos delante de los
sueños de sus feligreses .
El héroe Cachi sirve , en el ciclo mítico
de los Ayar, entre otras cosas. para abalizar
un espacio semántico prehispánico al que
podríamos llamar de "embustería" o " mañosería". Sus fechorías nada tienen que ver
con una "potencia genital'' excesiva , sino
más bien con una capacidad única para or·
dcnar y desordenar la sociedad y las cosas a
su talante , siempre por medio de gestos venturosos o palabras afortunadas. A este campo semántico pertenecen también las acciones o actitudes que nos transmitieron algunos relatos míticos en que aparece el héroe
Urco , máxime cuando su nombre acompaña
a Quilliscachi, Quillis/Cachi. Véase , por
ejemplo , la función que este personaje desempeña en el tinkuy entre Incas y Chancas,
y el lector comprenderá lo que quiero insinuar. No olvide tampoco que éste era el
nombre de un ayllu prehispánico de Cusca .. .
No sé si tendré razón en llamar la atención para una lectura de la conocida "guerra
entre Incas y Chancas" en términos de tinkuy. Esta noción posee la enorme ventaja
de expresar lo que se entiende por sucesión
dinástica prehispánica . En pocas palabras ,
para que un señor inca fuese reconocido
como el personaje investido de poder , tenía
previamente que celebrar el tinkuy o la liturgia de acceso a un status único y privilegiado, el cual consistía en una lucha o batalla ritual en la que se enfrentan dos bandos ,
grupos o espacios. A eso se debe, en parte,
la existencia de espacios políticos y rituales
diferenciados que regulan y litúrgicamente
garantizan la calidad única del Inca y su poder divino .
311
¡,Tendrá esta explicación algún interés
para una "perspectiva nacional de entender
los problemas andinos"? No lo sé. Sin embargo, por lo menos puede alejar al lector
de las arbitrariedades y de la falta de un
elemental principio crítico de lectura que
el "círculo" evidencia . Queda bien claro ,
repito, que lo que está en discusión no es la
legitimidad de la lectura psicoanalítica del
mito prehispánico, sino la presteza con que
los clínicos engulleron los garabatos de historia y mitología que les sirvieron durante
tres años de alegres y jocosas sesiones las
voces de supuestos hechos prehispánicos o
coloniales. Mejor suerte hubieran corrido si
en vez de ello se abocara el "círculo", con
igual "jobina" paciencia, a leer lo que significan todas esas "verticalidades" y "horizontalidades" que asedian al inconsciente
y consciente de algunos investigadores nacionales y extranjeros. A ese respecto, permítaseme recomendar la lectura de Gilbert
Durand , conocidísimo psicoanalista y antropólogo de lo imaginario. Y si no es mucha impertinencia, recomendaría al "círculo" dilatar sus gozosas sesiones para sacar
en limpio el tema de los ayllu, que pide a
gritos entrar en el más elemental análisis
del pensamiento peruano y que, de .alguna
manera , daría razón de la búsqueda obsesiva del signo fálico a que tan alegremente se
dedicaron los autores.
N.B.: Para los que se preocupan por la "reproducción de despropósitos" les recomiendo las lecturas siguientes: César
Rodríguez Rabanal , "Psicoanálisis y psicoh istoria peruana" , Socialismo y participación, 40 : 103-\08 , diciembre 1987;
Dr. Fernando Maestre Pagaza , "El mito
de Sara Sara" , Revista del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, 1,1 :716, agosto l 987;Debates en sociología,
11: 7-5 2; 187-228. Lima , 1986 , con amplia discusión.
H.U.
312
KICZA, John E. Colonial Entrepreneurs
Families and Business Families in Bourbon
Mexico City. Albuquerque, 1983.
El trabajo del profesor Kicza refleja el
comportamiento económico de la ciudad
de México en el período colonial tardío. La
ciudad de México fue la más grande e importante ciudad de Hispanoamérica y centro de gobierno del virreinato más poderoso de las colonias españolas (Nueva España), teniendo un fuerte movimiento económico en los campos de comercialización y
producción (artesanal). El virreinato de
Nueva España fue el mayor contribuyente
de las colonias españolas en América, superando en esto al Perú considerablemente.
El trabajo de Kicza se apoya en las excelentes investigaciones existentes sobre historia de México colonial, sobre todo en lengua inglesa, como son los trabajos de Brading, Ladd y Haring, que tocan temas convergentes. Además, realiza una fructífera
investigación basada en los archivos mexicanos, consultando mayormente las secciones del consulado y de notarios.
El libro consta de tres partes: la primera
es el estudio de la élite en ciudad de México,
de su composición , organización y comportamiento económico. La segunda parte se
refiere al análisis del comercio, incluyendo
desde el comercio al por mayor hasta el comercio al menudeo; es decir , cubriendo desde el comercio oceánico e interprovincial
hasta el comercio interurbano. A la vez, estudia quiénes fueron los actores involucrados en estas transacciones, determinando su
interrelación . Asimismo, se refiere a las actividades no comerciales de los mercaderes.
La tercera parte del libro se centra en el estudio de la producción manufacturera de la
propia ciudad de México, queriendo abarcar todas las actividades que producen un
bien. Indaga sobre quiénes se ocuparon de
la producción de bienes en la propia ciudad
y cómo se organizaron.
La élite es definida por su poder económico, por la concentración de riquezas, lle-
Revista Andina, año 6
gando el autor a la conclusión de que para
que una familia perteneciera a la élite mexicana debía poseer un mínimo de un millón
de pesos en activos. Las otras variables utilizadas por la historiografía para definir la
élite son imprecisas, según el autor, pues no
abarcan todo el conjunto estudiado. Considerando la posesión de un título de nobleza o de una orden militar como patró n indicativo de pertenencia a la élite, queda
excluido alrededor del cincuenta por ciento de la misma , que no accedió a la posesión de éstos. Kicza rompe así una serie de
prejuicios sobre la composición y comportamiento de la élite colonial, siendo interesante su comparación con el caso del Perú ,
donde se concentró el mayor número de
nobles en América durante la colonia .
El sistema económico para generar ganancias por parte de la élite fue , según el
autor , el de abarcar un gran número de actividades económicas, que se entrelazaban
funcionando en conjunto: la agricultura, la
minería y el comercio no estaban separados.
Al comerciante le interesaba poseer haciendas para manejar la comercialización de la
producción . Por ejemplo, los hacendados
del pulque (bebida alcohólica) eran dueños
de las tiendas donde se expendía este licor.
Las alquilaban con la condición de que el
inquilino les comprara su producción , fijando el precio de venta de la bebida . De este
modo cerraban un circuito económico con
el que se protegían de las fluctuaciones de
precios. Cabe destacar que este sistema de
interrelación de diversas actividades económicas por parte de los grupos poderosos
hizo posible que muchas familias importantes se mantuvieran en los estratos más altos
de la sociedad mexicana . El autor sostiene
que muchas familias del siglo XVIII procedentes del XVI pudieron mantenerse gracias
a haber adoptado esta estrategia , en la cual
las haciendas tuvieron un papel protagónico . No hubo familia importante que no tuviera una hacienda por lo menos. Toda familia de fortuna reciente adquiría una, bajo
diversas modalidades: matrimonio, compra,
etc., sin que ello implicase un abandono de
No . 1,Julio 1988
las otras actividades. Las razones fueron varias: las haciendas se podían repartir entre
los herederos, además de ser un negocio seguro. Por el contrario, el comercio y la minería eran actividades riesgosas. Esta es una
visión diferente a la presentada por muchos
historiadores sobre el Perú , pero hay que
tener en cuenta que Kicza sólo menciona a
los estratos más altos de la sociedad y no se
ocupa de los grupos de provincia, por considerarlos de mucho menor importancia
que los de ciudad de México , con la excepción de unas cuantas familias de Guanajuato.
Una de las ideas principales del libro es
que las diversas actividades realizadas por
una misma familia forman un conjunto, el
mismo que no puede ser disgregado sin perder la comprensión histórica de la economía mexicana . La élite copaba un sistema
en el que se unían la producción y la comercialización. Kicza sigue en este punto
los avances de la historiografía me x icana ,
como es el planteamiento de Brading sobre
las cuantiosas inversiones de los grandes almaceneros de ciudad de México en la minería. Lo in _teresante del planteamiento propuesto por el autor es que no sólo verifica
las afirmaciones anteriormente vertidas,
sino que las amplía y muestra un universo
mayor: las diversas áreas controladas por la
élite no son una diversificación de inversiones, sino que forman un conjunto. Así, la
agricultura abastece a la minería o el mercado controlado por los comerciantes, la
minería abastece a los comerciantes del tráfico con Europa del metálico para pagar
por los productos importados y el comerciante , a su vez , abastece a la minería. Por
eso, cuando una misma familia controla
muchas actividades, no está diversificando
inversiones , sino fortaleciendo un mecanismo de ganancia, al ser todo un mismo negocio.
La élite fun cionaba como un sistema de
clanes familiares en el que todos respondían
al bienestar del conjunto. El sistema de clan
fue el que hizo posible que una familia controlase diversas actividades y en lugares dís-
313
tantes, pues muchas de las haciendas y minas quedaban a varias centenas. de kilómetros de ciudad de México. Los miembros de
la familia eran piezas de un mismo engranaje que giraban alrededor del cabeza de familia. El matrimonio jugó un· papel preponderante dentro de este esquema de alianzas,
formándose familias extendidas. En el consulado de México fue notoria la unión de
familias. Las relaciones económicas y sociales estaban inmersas en estas relaciones familiares. Pero el matrimonio también sirvió
para incorporar nuevos miembros a la élite,
sobre todo a comerciantes españoles, en un
proceso de movilización social. También
fue importante para que las familias criollas
estrecharan lazos con la metrópoli, tan importante para los importadores de mercancías europeas. La idea de ver a la élite funcionando en clanes familiares ha sido poco
utilizada en la historiografía nacional, aunque nos podría ayudar a explicar muchos
de los casos de comerciantes limeños, como
el del conde del Premio Real, Juan B. de
Lavalle, que comercializó azúcar a Chile
teniendo a un hermano en Santiago con poderes para cualquier transacción económica, o el comportamiento de familias como
las Ligarte o Gutiérrez en el Cusco, a fines
de la colonia: los miembros de estas familias cusqueñas estuvieron diseminados por
todo el Alto Perú, además de otras regiones, con el propósito de ejercer control sobre sus actividades comerciales y de producción (haciendas y obrajes).
La actividad principal de ciudad de México fue el comercio, sobresaliendo el comercio con Europa . Este fue indudablemente
el de mayor monto, mayores ganancias y
donde el capital estuvo más concentrado,
particularmente en el grupo de los almaceneros (los importadores de las mercancías
europeas), que contó con un porcentaje importante de criollos. Existieron, asimismo,
otros comercios marinos: el comercio con
China, a través de Manila, que estuvo concentrado en pocas manos, muchas de ellas
de comerciantes de ciudad de México, así
como un comercio de menor volumen, que
314
fue el del cacao, en conexión con otras regiones americanas. El control del comercio
con Europa llevó a los almaceneros a un
control del comercio en otras provincias de
Nueva España por medio de alianzas con
los grupos de poder de las provincias o con
los funcionarios de turno, para que éstos
colocasen los productos utilizando mecanismos como el reparto . También se recurrió a abrir sucursales en centros importantes ( centros urbanos o mineros).
El comercio inter-provincial fue otro rubro importante para los grandes comerciante~ d~ ciudad de México. Los productos
pnnc1pales de este tipo de transacciones
fueron los textiles, el azúcar, el. pulque, la
cochinilla y el cacao. Como ya se dijo, la
mayoría de los comerciantes fueron dueños
de haciendas y comercializaron la producción de éstas y, en muchos casos, la producción de las haciendas vecinas.
El trabajo también analiza el mediano y
pequeño comercio, relacionándolos con el
comercio realizado dentro de la ciudad y en
forma directa al público. Kicza clasifica el
comercio al menudeo según los productos
en venta: abarrotes, manufacturas, bebidas
alcohólicas (pulque), etc. El mayor interés
radica en el análisis del funcionamiento interno del negocio y la oportunidad de otras
inversiones para los dueños de tiendas. La
primera distinción en el negocio de las tiendas es aquella entre el dueño y el administrador. Cuando el administrador no es el
dueño, su salario nunca será elevado, aunque el trabajo desempeñado sea difícil. En
cuanto a las inversiones de los dueños, éstas
serán escasas, dirigiéndose a la ampliación
del negocio con nuevas tiendas o en una
casa. El caso del vendedor de pulque sobresale porque invertirá en destilerías. El mediano y pequeño comerciante fueron concientes del volumen del capital propio y en
ningún momento Jo diversificaron, como la
élite.
La última parte del libro trata sobre la
producción de manufacturas dentro de ciudad de México. Kicza distingue, entre las
actividades manufactureras más valoradas,
Revista Andina, año 6
la labor de los plateros. Además, hace una
distinción según el tipo de acabado del trabajo , burdo o fino, dependiendo éste del
mercado o del producto . Las diferencias
más saltantes están dentro de la esfera de
la producción . La diferencia entre maestro,
aprendiz y jornalero se hace mayor cuanto
más grande sea el taller . El aprendiz se relaciona con el taller y el maestro a través de
un contrato , por el cual ambos se comprometen a cumplir determinadas cláusulas: el
aprendiz a trabajar en el taller del maestro
por una cantidad determinada de años y el
maestro a enseñarle el oficio. El jornalero
es mal pagado . El universo étnico de los
aprendices y jornaleros comprende a indios,
mestizos, blancos y un mínimo de negros
sin que el autor mencione porcentajes ni totales . Menciona eso sí la importancia que
tuvo la producción de bienes dentro del total de la población de ciudad de México. El
análisis de la producción manufacturera
choca con la poca cantidad de datos registrados en las fuentes , sobre todo en los archivos notariales, ya que muchas de lastransacciones eran pactadas por vía oral. Esta
dificultad no se dio en las otras partes del
libro , para las cuales el material de archivos
y bibliográfico es mucho más rico .
La importancia de libros como el de
Kicza radica en su posible utilidad como un
modelo para el estudio de la historia del
virreinato del Perú; fundamentalmente nos
puede ser útil su concepción del comportamiento socio-económico de la élite mexicana o de las formas de comercio a fines de la
colonia.
C.A. de L.
Lengua, cultura y región. Diálogo y conflictos en el sur andino peruano. Centro de
Estudios Rurales Andinos '~Bartolomé de
Las Casas". Serie Deba tes Andinos No. 13.
Cusco, 1987 . 103 pp .
El libro reseñado es un documento elaborado a partir de trabajos ejecutados al
No. 1, Julio 1988
respecto en el Cusco , del 20 al 24 de julio
de 1987, en un taller que reunió a numerosos especialistas, entre otros a lingüistas.
antropólogos, políticos, representantes campesinos, comunicadores sociales, profesores
y funcionarios . Se trata de un documento
importante pues no sólo presenta clara y sucintamente los aspectos históricos y actuales de la situación lingüística y cultural del
sur andino peruano , sino que propone una
estrategia global para avanzar hacia una sociedad alternativa " multilingüe, pluricultural, democrática y dialógica" (p. 87) .
El , libro no puede dejar indiferente a
quien esté involucrado en la problemática
de lenguas y culturas en todo el continente ;
al contrario , al leer el documento, uno se
siente constantemente solicitado y pasa de
la admiración a cierta irritación para , después de relecturas y reflexiones , reconocer
la fuerza y la cohesión de las propuestas.
Veamos brevemente esos diversos aspectos
del libro .
A pesar de sus obvias cualidades, el libro
no deja de irritar inicialmente al lector en
dos aspectos: de hecho , molesta , por un lado, la severidad extrema con la cual se describe la situación actual , en especial la de la
educación bilingüe, y, por el otro, la ambición del programa propuesto para darle solución.
Tal como se presentan , los trabajos ejecutados én el campo de la educación bilingüe no parecen significantes. Nosotros pensamos que , sin caer en un optimismo ciego ,
se hubiera debido valorizar lo realizado al
respecto como conviene . ¿Por qué acallar
que la puesta en marcha de esa nueva modalidad educativa que es la educación bilingüe se vuelve cada vez más firme y que viene realizándose a través de un sinnúmero
de trabajos notables , investigaciones sociolingüísticas , reformas curriculares , elaboración de materiales educativos para cada grado de Primaria , formación magisterial , campañas de información, etc .? ¿Por qué no
mencionar que , dada la indiferencia del Estado , fueron los miembros de los diferentes
proyectos de educación bilingüe quienes lo-
315
graron definir un panalfabeto quechua y establecer normas de escritura, un logro inestimable para el quechua? Quien conoció la
situación lingüística y cultural del Perú hace unos diez años queda admirado de los
trabajos realizados ya; ignorar esos logros o
subestimar el largo camino transcurrido ya
no es sólo injusto; es también inquietante
porque sugiere una inercia total para la cual
sólo convienen soluciones extremas .
Y, de hecho, en la segunda parte del libro, el lector está confrontado con propuestas aplastantes. Son cuarenta las líneas de
acción relativas a las lenguas vernáculas, la
educación bilingüe y la diversidad cultural.
Unas conciernen el corpus ("dotar las lenguas amazónicas de alfabetos oficiales"),
otras están destinadas a realzar el estatuto
de las lenguas vernáculas a través de un sinnúmero de funciones nuevas que se les asigna en los campos de la justicia , la administración, la educación, la ciencia, en los medios de información, etc . Lo irritante viene
de que no se hace ninguna ·distinción entre
aquellas acciones " realizables" sin mayor dificultad , como , por ejemplo, "un diagnóstico realista sobre la necesidad de profesores
en el área rural'' , y las que, si bien son muy
"deseables" , resultan, sin embargo, impracticables en la actualidad, como una "educación bilingüe de doble vía; es decir, tanto
para hablantes de lenguas indígenas como
para monolingües hispano-hablantes". Además, es al Estado, cuya inercia se ha inicialmente fustigado con razón, al que se le confían numerosas tareas . Así, al presentar
conjunta y uniformemente acciones tan diversas, se confiere al programa un carácter
eminentemente utópico que, más que alentar al lector, lo aplasta . .
Sin embargo , esta irritación inicial va
apaciguándose a medida que el lector reflexiona sobre el libro . Poco a poco se impone la fuerza y la cohesión de los argumentos . Uno va recordando que ninguna
acción aislada del pasado ha logrado modificar el estatuto de las lenguas y de las culturas del sur peruano hasta la fecha. Si bien
en los afios pasados se han registrado gran-
316
des esfuerzos en el sector educativo , la inercia estatal y la desconfianza de los padres
de familia han contribuido, sin embargo, a
aislar la educación bilingüe del proceso integral de desarrollo de los pueblos indígenas, poniendo en peligro su sobrevivencia
después de la fase de implementación . El
mayor mérito del libro está , pues, en que
opone a los esfuerzos aislados y desarticulados del pasado un plan concertado, global
y detallado, donde cada uno se siente interpelado y puede responder según su formación y su trabajo . Así , lo utópico aparece
poco a poco como lo sensato, pues no hay
otra alternativa . Sin que desaparezcan totalmente sus dudas en cuanto a la realización
del programa, el lector admira cuán valiente y completa es la visión propuesta .
El documento tiene , además, otras cualidades; dentro de ellas quisiéramos mencionar el estilo: sorprende por su transparencia y la falta de tono polémico, una rareza
en este tipo de publicación . Raras veces se
encuentra un análisis tan justo que esté libre de precauciones estilísticas y de complacencia académica. Sorprende, también,
la armonía lograda entre la información de
base y los datos más específicos, destinados
a círculos especializados, una calidad que
hace asequible el libro a un público amplio .
Para terminar, quisiéramos añadir que el
documento elaborado por J.C . Godenzzi
cumple de manera magistral con su cometido de "suscitar interrogantes en sus lectores" (p . 11 ). Es un libro que uno lee y relee,
un documento que no sólo informa , sino
que además inquieta y que debería volverse
imprescindible en los debates sobre lenguas
y culturas indígenas en el Perú y en todo el
continente.
M.-M.B.
RAMOS ZAMBRANO, Augusto. Rumi
Maqui. Instituto de Investigaciones para el
Desarrollo Social del Altiplano (IIDSAUNA). Puno, 1985. 100 pp . +apéndice.
A principios de siglo , el departamento
Revista Andina, año 6
de Puno y en general todo el sur andino
veían extenderse vorazmente los latifundios
a costa de las tierras comunales o la pequeña propiedad. Muchos de los dueños , aprovechando su condición de autoridades locales y, en general, sus imbricados lazos con
la política regional, cuando no nacional ,
poseían extensas haciendas donde se perennizaban, día a día , un conjunto de relaciones sociales de naturaleza " feudal ".
El problema de la tierra y la explotación
que en distintas formas sufrían los indígenas, ocasionaron eventualmente un conjunto de respuestas violentas por parte del cam pesinado . En Puno, particularmente, el problema parecía mucho más grave, sucediéndose alrededor de una veintena de sublevaciones indígenas, especialmente en las provincias de Lampa, Chucuito y Azángaro .
A estos importantes asuntos y, en concreto , a la rebelión de San José de Azángaro
(1915-1916), acaba de dedicar una monografía el historiador Augusto Ramos Zambrano . Más conocida como rebelión de Rumí Maqui, el estudio de la misma nos pone
en contacto con un personaje que , identificado como Teodomiro Gutiérrez Cuevas,
un Mayor retirado del ejército, aparecía como un ser mítico capaz de transformar el
orden existente, un "Mesías" que, de acuerdo a los bandos políticos que circularon por
la zona , pretendía terminar con el gamonalismo, autonombrándose "General y Supremo Director de los pueblos y ejércitos, Restaurador de indígenas del Estado de Tahuantinsuyo" .
Distinguido abogado puneño y profesor
universitario , Ramos Zambrano es también
un profundo investigador de los movimientos campesinos altiplánicos . En 1971 publicó su primer libro, La Gesta de Pedro Vilca
Apaza, y en 1980, con motivo del bicentenario de la insurrección tupacamarista, Puno
en la Rebelión de Túpac Amaru . En 1984
salía a la luz su estudio sobre la poco y mal
conocida rebelión de Huancané de 1923 , y
un año después, gracias al Consejo Directivo del Instituto de Investigaciones para el
Desarrollo Social del Altiplano, dirigido por
No. 1, Julio 1988
Ricardo Claverías, su Rumi Maqui.
El texto en cuestión analiza en sus primeras páginas lo que Ramos ha denominado proceso de "feudalización" de la provincia de Azángaro , explicando cómo se gestó
la formación y expansión de las haciendas.
Circulan en estas líneas anotaciones sobre
las principales familias de gamonales de la
zona y los mecanismos que utilizaron para
crear o extender sus propiedades. Siguiendo los argumentos de Nils Jacobsen , concluye que la coyuntura internacional de
alza de precios de las lanas y fibras de alpaca y ovinos desde fines del siglo pasado hasta la segunda década del presente siglo inclusive , influyó de modo determinante en
la expansión y formación de las haciendas
puneñas.
Más adelante describe y analiza los sucesos producidos en el distrito de Samán ,
Azángaro , en 1913 . Los comuneros del distrito en cuestión , apoyados por los de Achaya , Caminaca y Taraco , atacan la capital distrital y luego la finca del gamonal Mariano
Abarca , acusado de extender sus tierras mediante métodos fraudulentos , cuando no vier
lentos . Desde mayo hasta setiembre, la zona
conoce varios enfrentamientos entre los
campesinos y las autoridades político-militares, los que culminan con una feroz represión y decenas de muertos y heridos . El
problema fue tan serio que una comisión gubernamental presidida por el Mayor Teodomiro Gutiérrez Cuevas tuvo que llegar desde Lima a investigar los sucesos. El comisionado , semanas después de su arribo a Puno
en el mes de setiembre , elabora un voluminoso informe en el que acusa gravemente al
gamonalismo del deplorable estado en que
se debatía el campesinado puneño, mencionando a los principales gamonales de la zona. El libro detalla la reacción de las autoridades puneñas contra la actuación de Gutiérrez , quien, a pesar de todo, había entregado su informe al Presidente Billinghurst. Al
respecto , no se sabe si este informe fue examinado o no por la presidencia y se ignora
igualmente el contenido exacto del mismo ,
pues al parecer se "perdió" con los avatares
317
que siguieron al golpe militar de 1914.
En las páginas siguientes está el cuerpo
central del trabajo de Ramos Zambrano . En
ellas son analizados con minuciosidad los
acontecimientos relativos a la rebelión de
Rumí Maqui, así como los sucesos relacionados con la violenta masacre que siguió a
la sublevación ; se presenta, asimismo,un estudio profundo y exhaustivo sobre el Mayor
Gutiérrez Cuevas, a quien el autor identifica como el General Rumí Maqui , líder de la
rebelión . El importanté hallazgo de dos cartas que Gutiérrez escribiera al indigenista
puneño Francisco Chukiwanca Ayulo en
1914 y de otra misiva que un personaje de
la ciudad de Potosí enviara, bajo el seudónimo de General Huayna Cápac, al mismo
Chukiwanca Ayulo en julio de 1937, informándole sobre el deceso de Rumi Maqui y
adjuntando un plan que éste elaborara para
la creación de la "Gran Confederación Sudamericana del Pacífico" , entre otras cosas ,
" desvanecen toda duda en cuanto a la proclamación de Rumí Maqui como Supremo
Restaurador del Imperio del Tahuantinsuyo" . Concluye el autor que Rumi Maqui
"no fue una leyenda inventada y alimentada por los gamonales para vengarse del mayor de caballería don Teodomiro Gutiérrez
Cuevas" por la labor que éste desplegó, tanto en 1913 como en el primer lustro del siglo , cuando estando como subprefecto en
Chucuito realizó una intensa labor pro-indígena.
El libro de Ramos finaliza con una semblanza biográfica del ya mencionado Chuk iwanca Ayulo. Mediante ella, el autor considera que se define y simboliza al indige nismo puneño , sin dejar de lado , claro está,
a otros como Gamaliel Churata, Ezequiel
Urviola, etc .
La presente obra es de suma importancia por una serie de razones. En primer lugar , por su revisión de periódicos y archivos tanto prefecturales como judiciales, revisión que permitió acceder a documentos
y papeles poco o nada conocidos. Luego,
porque al introducirnos en los sucesos de
1913 en Samán produce el primer estudio
318
serio y profundo sobre dicha rebelión. Al
adentrarnos en ella, inferimos y comprendemos, como ya el autor lo manifestara ,
que cualquier ensayo que pretenda abordar
la complejidad de lo acaecido en Azángaro
a finales de 1915 guarda una necesaria relación con lo de Samán.
En lo que concierne a la sublevación de
San José y al problema de Rumi Maqui , el
texto de Ramos nos permite ingresar al enmarañado mundo social de Azángaro. Descubrimos así a la hacendada Aderaida Gallegos, defensora de los campesinos, subrepticia protectora de Rumj Maqui y enemiga
acérrima del congresista y terrateniente
Arias Echenique. Tomamos contacto con
José María Turpo, el líder campesino de la
parcialidad azangarina de Soratira y cabecilla principal de la sublevación. Notamos la
presencia de algunos indigenistas que, informando sobre lo que acontecía, acusaban al
gamonalismo alegando en favor de los indígenas. Confirmamos, en suma, que la lucha
por la tierra y el profundo encono entre gamonales y comuneros generaron esa vorágine de pasión y violencia que encontró su
punto más alto en diciembre de 1915 y los
primeros meses de 1916. Estos sucesos y
otros más , prácticamente nunca abordados
en anteriores estudios sobre la rebelión de
San José, corroboran la importancia del
Rumi Maqui de Ramos Zambrano.
Quedan, sin embargo, algunas observaciones que pueden hacerse. Permanece, por
ejemplo , inexplorado el juego político local, sobre el que ya Tamayo Herrera llamara la atención en 1982. Señalaba Tamayo
que el ataque a los fundos de Arias Echenique (San José lo era) pudo haber sido alentado por el hacendado Lizares Quiñones.
La duda viene del hecho de que Rumi Maqui no a tacara nunca las propiedades de este gamonal, tanto o más importante que el
primero . Queda aún la posibilidad de que
fuera el encono entre Gutiérrez Cuevas y
Arias Echenique lo que decidiera el ataque
contra éste, pero esta posibilidad nos remite igualmente a la política local. En esté
sentido, no parece correcto afirmar , como
Revista Andina, año-6
lo hace Ramos Zambrano , que el enfrentamiento surgido entre el diputado Arias
Echenique y el mayor Gutiérrez constituye
"sólo un elemento secundario dentro de esta trama de acontecimientos , incluyendo
sus diferencias políticas". Si bien es cierto
que desde 191 O hasta diciembre de 1915 el
conflicto entre aquel propietario y los comuneros de la región se intensificaba día a
día - y éste es un factor esencial para comprender la insurrección-, no es menos cierto lo anterior. Estamos , pues, como ante
otras rebeliones andinas , ante una confluencia de motivos y elementos causales.
Un aspecto que no ha sido suficientemente explorado es el relativo a las contradicciones de clase entre los terratenientes
durante la sublevación de San José . Si bien
se esbozan ideas, mencionándose que la
amenaza de la rebelión no unió a los gamonales, quienes, por el contrario, acentuaron sus enfrentamientos, azuzando a los indígenas con el fin de vengarse de sus rivales
y enemigos políticos, no creemos que durante el desarrollo de la rebelión éstos se
unieran "simbólicamente", aunque luego
"las recriminaciones de unos y otros llegaran al escándalo y al crimen". No parece correcto, pues, afirmar esto cuando notamos
que el periódico "El Indio" , propiedad de
Lizares, enaltecía la figura de José María
Turpo a su muerte, o cuando evidenciamos
en la compulsa de los hechos que Lizares
Quiñones y su gente estuvieron al margen
de la represión del movimiento.
No quisiéramos terminar esta reseña sin
precisar algunos otros elementos que sugiere la lectura del texto, entre ellos el de la
adopción formal del apelativo Rumí Maqui
por parte del Mayor Gutiérrez. Ramos señala que "es incuestionable que entre agosto y setiembre de 1915, en una de las parcialidades de Samán( ... ) Gutiérrez Cuevas
se proclama restaurador del imperio del
Tahuantinsuyo", adoptando el nombre de
Rumi Maqui. Al respecto, Alberto Flores
Galindo, en Buscando un inca: identidad y
utopía en los Andes (Instituto de Apoyo
Agrario. Lima, 1987), sostiene lo discutible
No . 1,Julio 1988
de esta afirmación, acotando que no existe
prueba alguna que no sea la información
oral proporcionada por dos supuestos lugartenientes de Rumí Maqui , cuando evidentemente ya existía la fama de éste. El
mismo Flores Galindo sostiene igualmente
la hipótesis de uno o varios Rumi Maquis
( el mito) circulando por varias provincias
puneñas e incluso en Nazca , entre 1915 y
1917 . Hipótesis sugestiva si consideramos
que durante la Gran Rebelión iniciada en
1780, varios Túpac Amarus aparecieron en
distintos lugares, muchos de ellos distantes ,
y a veces al mismo tiempo.
Estas apreciaciones, sin embargo, no desvirtúan en nada la importancia del sugestivo texto de Ramos Zambrano . Por el contrario, invitan a la reflexión y a mayores sugerencias. Consideramos, con Alberto Flores Galindo, que se trata del más cuidadoso
e importante trabajo sobre esta rebelión indígena, la misma que, con toda seguridad ,
fue la más relevante de la época y, tal vez,
de la presente centuria.
L.H.B.O.
RODRlGUEZ, Linda Alexander. The
Search for Public Policy, Regional Politics
& Government Finances in Ecuador, 18301940. University of California Press. Berkeley. Los Angeles and London, 1985. Cuadros, mapas, apéndices, 281 pp.
¿Cuán andino es el Ecuador? ¿Cuán semejante puede ser su historia económica y
social a la de otros países del área como Bolivia o el Perú? Aunque estas preguntas no
son necesariamente las que el libro de Linda Alexander Rodríguez se plantea , sino
que, más bien , ellas aparecen ausentes en
todo el trabajo , la realidad pasada y presente del Ecuador sí las demanda. El enfoque
de Rodríguez, entonces, escapa a estas determinantes y, por el contrario , se ubica en
el estudio de las finanzas públicas en el
Ecuador desde los comienzos de su historia
319
republicana hasta mediados del siglo XX ; es
decir , entre 1830 y 1940. El libro nació,
además, como una tesis doctoral basada en
viajes hechos al Ecuador en 1970 y 1972 y
sustentada en 1981 en la Universidad de
California en Los Angeles, cuyo interés central pretendía ser el examen de la revolución militar de 1925 ( ¿similar al "tenentismo" brasilero o a los coroneles del "socialismo militar" en Bolivia?). Esto se muestra
en el mayor desarrollo que tienen los capítulos 4 ( " Government Finan ces, 18951925 ") y 5 ("The Politics of Reform") respectivamente .
Por lo pronto, el libro comienza con un
encuadre geográfico y económico que resulta ser bastante simple . Los dos fundamentales obstáculos. históricos que han afectado ·
el desarrollo del Ecuador son, según la autora , su fragmentación geográfica y los limitados recursos naturales con que ha contado.
Se trata entonces de explicar la historia por
la geografía . Pero Rodríguez ni siquiera desarrolla este punto , limitándose a reseñar en
unas cuantas páginas la geografía física del
país y a repetir la misma afirmación en las
conclusiones. ¿Por qué no se crearon los
suficientes recursos económicos para superar el escollo de la geografía , para aprovechar los múltiples recursos naturales existentes en ella o para crear otros nuevos? La
industria y el desarrollo industrial ciertamente no dependen de la existencia de recursos naturales en sí, sino de la inversión
de capital y de la transformación de materias primas que pueden venir de lugares distantes. ¿Es que no hubo industrialización
en el Ecuador por un problema de fragmentación geográfica? Tierras había en abundancia , los productos tropicales tenían demanda desde épocas anteriores al boom del
cacao , el petróleo recién comenzó a explotarse en las últimas décadas y ·no desde finales del siglo XIX , como ocurría en otros
países vecinos (Perú y Colombia). Las razones no son , entonces, geográficas, sino económico-sociales, históricas. No es éste tampoco , sin embargo, el terreno de discusión
del libro; su área se reduce aún más a un en-
320
foque cuasi técnico de política y de finanzas públicas.
En cuanto al análisis político , éste es bastante elemental. La estructura de la política
ecuatoriana se basa en cuatro variables (nótese variables): el regionalismo, el autoritarismo, el militarismo y el personalismo . Si
detrás del análisis de los problemas del desarrollo se escondía la imagen de W.W . Rostow (y sus etapas del desarrollo económico)
y de Albert Hirschman , en el análisis político hay un cierto halo weberiano.
,
Es en el análisis de las finanzas públicas
donde el libro de Rodríguez adquiere densidad y rigurosidad académica. Según la
autora, existen "continuidades fundamentales en las prácticas fiscales y en las políticas públicas" que no se interrumpen con la
instauración de la República Liberal en
1895 ; en este sentido, "el cambio evolucionista y no revolucionario caracteriza la historia de la nación" (pp. 1 y 173). Desde
los gobiernos de Flores y Rocafuerte en los
1830 y 1840 hasta Eloy Alfaro o Tamayo
en los 1900, hay patrones que se mantienen. El crecimiento de la economía costeña
conlleva el crecimiento del Partido Liberal
y la emergencia de un "Estado activo" que
invierte en educación , trabajos públicos y
programas de bienestar. Si en 1841 existían
166 escuelas de educación primaria en el
Ecuador , en 1894 éstas iban a ser 1,209 y
1,716 en 1921 . De igual manera, el número
de estudiantes pasa de 4 ,769 a 76,152 y
128,746 en los mismos años (véase pp. 85
y 91 , cuadros 11 y 18). Lo que ciertamente conlleva un cambio en los ingresos fiscales. Si el tributo indígena componía el
45 .80/0 de los ingresos fiscales en 1807 y
el 28.4o/o en 1830 , en 1857 es abolido
dejando el absoluto predominio de los impuestos de aduanas sobre los ingresos fiscales. Si en 1891 éstos eran el 650/0 de los
ingresos ordinarios, en 1900 llegan a alcanzar hasta el 910/0, la cifra más alta en toda
su historia republicana.
La economía costeña entonces, a través
de la explotación del cacao y de su comercio exterior, constituye la fuente principal
Revista Andina, año 6
de ingresos fiscales. Empero, a nivel del gasto las otras regiones disfrutan más de los
beneficios públicos, pese a su escasa contribución económica. Así , detrás de la inestabilidad política del país se esconde el deseo
regional de controlar el gobierno central y,
lo que es más importante , su partida de gastos.
Hasta aquí una continuidad fundamental es mantenida en la historia de la economía pública del Ecuador: el sistema fiscal
no e_stá ba~ad~ en impuestos directos (salvo
el tributo md1gena) y menos en impuestos
a la renta , que deberían afectar a los grupos
propietarios del país. El sistema se basa en
impuestos indirectos al comercio exterior,
tanto a las exportaciones como a las importaciones. El crecimiento de las economías
de exportación , en consecuencia, crea un
nuevo sistema fiscal basado en los impuestos indirectos al comercio exterior, lo mismo que en el caso peruano, donde con la
abolición del tributo indígena las rentas públicas iban a estar sostenidas en la explotación del guano.
·
El Estado, sin embargo, muestra permanentes déficits fiscales, en parte explicados
por esta desigual situación de ser la costa el
exclusivo proveedor de ingresos mientras
que el gasto es aprovechado por diferentes
regiones, sobre todo de la sierra. Los déficits fiscales se cubren con el creciente endeudamiento del Estado, pero, a diferencia
del Perú, éste está basado no tanto en la
deuda externa como en la deuda interna.
No se liga entonces el Ecuador, a diferencia
de otros países de América Latina, directamente a la evolución del sistema financiero
internacional. El Estado ecuatoriano va a
depender más de los bancos internos que de
los créditos externos. Y cuando hablamos
de bancos internos ciertamente nos referimos a los bancos que desde 1860 básicamente aparecieron en Guayaquil. Dos fueron los bancos que iban a estar en permanentes tratos con el Estado: el Banco del
Ecuador y el Banco Comercial y Agrícola .
Mientras las exportaciones de cacao se
mantuvieron altas, el sistema podía funcio-
No.1,Julio 1988
nar perfectamente . Los plantadores de cacao podían seguir alimentando los depósitos bancarios; los bancos, seguir proveyendo con créditos al Estado; éste , seguir pagando con los impuestos de aduanas. El ciclo, empero, se quiebra con los desórdenes
generados por la Primera Guerra Mundial,
sobre todo en el marco del sistema financiero internacional. Ante el deseo incesante
de proteger activos financieros convirtiendo
papel moneda en oro y ante la amenaza de
la quiebra de los sistemas monetario y financiero, el patrón oro es suspendido temporalmente o abandonado en algunos casos.
En el Ecuador se decreta la. Ley Moratoria ,
que prohíbe las exportaciones de oro y suspende la convertibilidad de la moneda. El
camino a la devaluación y a la inflación está
abierto . Los responsables de esta debacle financiera son vistos en los gobiernos liberales y en el poder que los bancos tienen sobre ellos. En 1925 se producirá el golpe militar que terminó con la República Liberal
instaurada por Eloy Alfaro 30 años atrás .
Los nuevos gobiernos, ahora sostenidos
por la oligarquía serrana, sobre todo de
Quito, permitirán la llegada de Edwin W.
Kemmerer, el "mago de los Andes", como
lo ha llamado Paul Drake, y dentro de ese
espíritu de reforma financiera establecerán
un Banco Central, que confisca las reservas
de oro de los bancos costeños, además de
crear una Superintendencia de Bancos, una
Contraloría General y una Dirección General de Aduanas. El ciclo se cierra entonces
con una mayor centralización y control del
sistema financiero ecuatoriano.
En conclusión, un trabajo meticuloso
que sigue un cierto estilo norteamericano,
bastante positivista, de hacer ciencia, algunas lamentables ausencias (los trabajos de
Andrés Guerrero y Manuel Chiriboga sobre
el cacao, por ejemplo), una fuerte base empírica y algunas ideas que pueden ayudarnos a seguir pensando en una historia comparativa andina entre el Perú, Bolivia y el
Ecuador.
J.D.
321
STECHER SHAUER, Alfredo; BERNEX,
Nicole y GONZALES VIGIL, José. Descentralización, regionalización, microrregionalización. CER. Lima, 1985. 135 pp.
Integran este libro, editado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Regional
(CER), tres ensayos dedicados al análisis
de dos aspectos centrales del debate asociado al renovado proceso de regionalización
y descentralización que experimenta el Perú
desde 1979: criterios de regionalización y
organización del espacio regional.
En el primer ensayo, Alfredo Stecher introduce a la comprensión del origen y evolución de la demarcación territorial de corte "departamentalista" hoy prevaleciente y
desde allí esboza luego una primera aproximación al análisis de las posibilidades y limitaciones que subyacen en cada una de las
diversas propuestas de delimitación regional
provenientes tanto de círculos académicos
como políticos. El autor dedica las primeras líneas de su ensayo a precisar con justeza el carácter "no principal" pero sí "indispensable" de la discusión de la demarcación
territorial para el éxito de la regionalización
como componente central de una nueva
política nacional democrática, orientada a
modificar drásticamente la estructura del
poder económico y político y que estimule
y se sustente en la voluntad de las mayorías. Seguidamente, Stecher ensaya un rápido y somero recuento histórico de las raíces de la demarcación territorial peruana,
destacando dos aspectos: 1) la constitución
de las unidades "departamentales" responde a una doble combinación de factores: las
necesidades de la administración y el surgimiento y consolidación de fuerzas sociales
y económicas interesadas en prescindir de
niveles de intermediación; y 2) las delimitaciones que hoy aparecen como irracionales
en su momento respondieron a vinculaciones sociales reales que han ido transformándose al ritmo del proceso económico impuesto por el desarrollo capitalista desigual
predominante.
322
El estudio de las características de la demarcación territorial actual ( departamentos) que el autor nos ofrece más adelante,
aparece, a nuestro juicio, desproporcionado
frente a la disyuntiva que él mismo plantea
antes acerca de si la regionalización debe
priorizar la adaptación de la delimitación
territorial a la realidad económica, social y
cultural o constituir una acción correctiva
que desbroce nuevos horizontes para el desarrollo nacional regional. Los argumentos
que al respecto ofrece el autor no van más
allá del énfasis explicativo de la heterogeneidad de la regionalización administrativa
analizada por Gonzales de Olarte en su libro Economías Regionales del Perú. Así,
pues, la dinámica del proceso social, económico y político de la sociedad civil regional
insinuada central, deviene ausente en tanto
factor determinante en la superación de la
disyuntiva subrayada.
Hacia el final, Stecher emprende la revisión de los criterios que subyacen en algunas de las principales propuestas de demarcación regional, distinguiendo: 1) regiones
basadas en la sumatoria de departamentos
(CONAR); 2) "unidades regionales" conformadas desde "departamentos" ( Carlos Amat
y Le6n, Ernesto Gonzales); y 3) regiones
sustentadas en criterios como los de la
"transversalidad" y otros más complejos
(Javier Pulgar V., Andrés Tinoco, Ernesto
Mercado J. y Claude Collin Delavaud). El
ensayo concluye con una breve reseña de
los criterios de delimitación regional enarbolados por el movimiento popular organizado desde sus propias propuestas (Tumbes, Piura, Puno, Tacna, Moquegua y Cusco ), siendo la riqueza y el límite. de las mismas la generalidad de su formulación. No
cabe duda que varios de los elementos propuestos están estrechamente vinculados a la
dinámica social regional concreta y merecen
un tratamiento más profundo y extenso.
En el que consideramos el ensayo central
del volumen reseñado, la profesora Nicole
Bernex, con un envidiable estilo pedagógico, expone la matriz teórico-conceptual e
instrumental para identificar espacios regio-
Revista Andina, año 6
nales de reproducción social con sus corisiguientes implicancias de política de desarrollo regional, matriz integrada por : 1) la validez de los modelos de análisis regional y el
enfoque sistemático, 2) el rol de las ciudades, y 3) las estrategias de desarrollo integral. Abren el ensayo dos interrogantes que
apuntan al meollo de las políticas de regionalización : ¿por qué en lugar de "hacer" o
"crear" regiones no reconocer las que existen y averiguar su dinámica de formación y
estructura? y ¿por qué no desarrollar esas
regiones recurriendo a instrumentos más
adecuados? Tres años antes, Gonzales de
Olarte, en su estudio ya mencionado , avanza reflexiones en este mismo sentido. Y es
que un vicio constante de los numerosos intentos y propuestas de regionalizar y descentralizar el país, con contadas excepciones, es la hegemonía del "cómo deberían
ser las regiones sobre el cómo son". No estamos en contra de imaginar cómo deberían
ser las regiones, sino que este ejercicio prospectivo debería tener por punto de partida
el estudio y comprensión de la realidad
concreta antes que sólo la intuición.
A modo de introducción, Nicole Bernex
agrupa el vasto número de modelos de regionalización y estudios desarrollados desde
la promulgación, en 1979, de la Constitución Política vigente , que define los lineamientos políticos del proceso de regionalización , en : 1) análisis de los marcos teóricos conceptuales, 2) estudio de las especificidades del territorio nacional, 3) propuestas de mecanismos que viabilicen técnicamente este proceso, y 4) modelos proyectivos de regionalización . Desde aquí, la autora enjuicia el Plan de Regionalización sancionado en 1984, señalando con firmeza su
sesgo teórico y limitación operativa por no
definir la delimitación, estructura, funcionamiento y financiamiento de los gobiernos
regionales; sesgo reproducido en la Ley de
Bases de Regionalización (I 987), que teóricamente lo superaría .
•
En el núcleo central del estudio, Nicole
Bernex propone, en oposición a las tendencias de comprensión sectorial del problema
No.1,Julio 1988
del desarrollo, la aproximac10n sistémica
como posibilidad metodológica para dominar una visión de unidad e interacción de
sus diferentes componentes o sub-sistemas.
Para ello , postula reconocer que existen en
nuestro país algunas regiones polarizadas, o
sea subsistemas articulados por un centro
urbano dinámico (Piura , Trujillo y Chiclayo ) ; pero también subsistemas no polarizados no integrados plenamente al desarrollo
nacional y sin capacidad ni dinamicidad para integrar sus regiones ( departamentos del
sur andino) . En este marco , se aborda la discusión del rol de las ciudades en el desarrollo y articulación regional , así como el papel
de los medios de transporte y de la información como factores que pueden acelerar o
desacelerar procesos de integración y desarrollo regional. La autora sugiere ver en las
ciudades no una mera concentración de habitantes , sino un complejo sistema que produce y consume, que teje un estrecho estado de dependencia con el campo y construye articulaciones espaciales. Según la profesora Nicole Bernex , el sistema urbano peruano revela que la fuerza de las ciudades es
muy heterogénea y se expresa en una capacidad de articulación espacial diferenciada
en la costa, la sierra y la selva.
La autora completa su propuesta teórico-conceptual e instrumental para la delimitación de regiones con la discusión del papel de la educación y de la planificación en
el marco de las estrategias de desarrollo integral. En su opinión , la educación es una
de las estrategias más importantes para ac•
ceder al desarrollo y , sin embargo, siempre
ha sido menospreciada conforme queda retratado en el lugar que ocupa en la asigna·ción del presupuesto nacional. Aboga por
una educación integral y basada en la solidaridad entre campo y ciudad . En lo que concierne a la planificación, sentencia categóricamente que será como hasta ahora un salto a lo desconocido mientras no esté acompañada de instrumentos técnicos, financieros y legales apropiados y no forme parte
de una política nacional de desarrollo. ,,
Este segundo ensayo termina con una
323
rápida explicación de los instrumentos para
la acción que permiten la comprensión y
explicación de los procesos microrregionales y regionales: la investigación científica,
los instrumentos cartográficos y los instrumentos matemáticos.
José Gonzales Vigil , en el último ensayo, ágil y corto , enmarcado más bien dentro de una perspectiva propositiva, plantea
algunas hipótesis de trabajo vinculadas a la
importancia de la planificación microrregional con el doble objetivo de mejorar los niveles de nutrición de los sectores sociales
vulnerables de la sierra y elevar los niveles
del ingreso campesino a partir del incremento del valor agregado de la producción agropecuaria. Dentro de una filosofía gradualista propone que a través de la planificación
microrregional , que supondría la concertación entre las diversas expresiones del Estado, se tienda a la promoción y fomento de
una canasta de cultivos definidos por microrregiones y en función del autoabastecimiento alimentario. La estrategia sugerida
apuesta el desarrollo rural casi exclusivamente a políticas de oferta . Es destacable
el rol central que el autor asigna a los gobiernos locales en la conducción de estos
proyectos de desarrollo microrregional . El
papel de los mercados y de los centros de
demanda de productos campesinos es una
ausencia notable que, además, evidencia
una visión poco clara de la función y articulación de los espacios microrregionales al
interior de espacios mayores como los que
se quiere conformar con la política de regionalización.
G.L.
STERN , Steve. Los pueblos indígenas del
Perú y el desafío de la conquista española.
Alianza Editorial. Madrid, 1986. 358 pp.
El libro de Steve Stern sobre los poblados andinos de Huamanga trae a la memoria
otro libro que, pese a los años transcurridos,
conserva su vitalidad propositiva, tal el caso
324
de la obra de Nathan Wachtel Los vencidos
(Alianza Universidad . Madrid , 1976 ), escrita en 197 l. Este último sostenía por entonces una tesis sobre el comportamiento andino dentro del contexto de la conquista bastante innovadora: que a pesar
de la desestructuración de la sociedad andina tal como la modelaron los incas, los
hombres andinos del Perú resisten a la aculturación impuesta por los españoles por lo
menos en el plano de las religiones. Este rechazo se materializó a través de las rebeliones indígenas del siglo XVI .
Lo que el estudio de Stern trae como in··
novación es, en un análisis histórico regional, mostrarnos no sólo fa capacidad de los
pueblos andinos para resistir , sino también
para condicionar la evolución de la sociedad colonial , limitando y haciendo variar el
accionar coercitivo de los grupos de poder
político y económico españoles. Los campesinos aparecen en su obra , efectivamente,
como sujetos en una permanente pugna con
la sociedad dominante, buscando establecer
mejores reglas de juego en los mecanismos
de explotación implementados.
Tales ejemplos abundan en buena parte
del período post-incaico conocido como el
de las alianzas hispano-andinas, aproximadamente hasta 1570, cuando fue grande la
dependencia de los colonizadores e inevitables las negociaciones con los curacas locales para tener acceso al uso de la fuerza laboral campesina y otros bienes (la forma
indígena de acceso a la mano de obra). La
adaptación casi inmediata de estas sociedades andinas a las oportunidades comerciales
y mercantiles promovidas por la economía
hispana fue otra de las acciones que los
hombres de la conquista no vieron con
agrado .
En 1560, al descubrirse grandes minas
en Huamanga, la avidez empresarial española provocó una gran concentración humana
en ellas , la despoblación de los pueblos andinos y el deterioro de las alianzas post-incaicas. El resultado final de ello fue el surgimiento de un sentimiento colectivo neoinca, resultado de una crisis moral, que se
Revista Andina, año 6
materializó en un movimiento milenarista,
el Ta qui Onqoy, en el cual tomó forma la
idea de la destrucción masiva del poder colonial. Intentona que, como sabemos, fracasó.
Para Steve Stern, el legado más impresionante del primer siglo de la colonización de
los pueblos andinos - la pobreza campesina- fue posible por las medidas reorganizativas de.I virreinato implementada s por Toledo en 1570. Un aparato político de control más eficaz , como fue el de las reducciones de los ayllus a " pueblos de indios" , y el
trabajo obligatorio reglamentado (la mita)
cerraban en la práctica a las autoridades étnicas andinas cualquier mecanismo de negociación (la forma estatal de acceso a la
mano de obra). Pero entonces surgieron
otras estrategias entre los caciques para limitar esta dependencia y hacer más sutil la
explotación : se apropiaron y utilizaron astutamente los mecanismos jurídicos hispanos para lograr limitar la mita . Fue este mecanismo la causa fundamental de la erosión
de la "forma estatal" de uso del trabajo
campesino . Es entonces que el yanaconaje ,
el trabajo asalariado y formas extralegales
de exacción económica se constituyen en
los nuevos criterios de la participación campesina en el mercado (la forma privada de
uso de la mano de obra) . En ella, los poderes locales y los propios campesinos andinos entablaron una relación , condicionada
por la pobreza de estos últimos , al margen
del Estado. En suma , la economía colonial
en Huamanga y la evolución de su sistema
laboral dependieron en mucho de las formas de resistencia o adaptación ideadas por
las autoridades cacicales y los pueblos andinos en conflicto social y moral.
Un libro , en consecuencia , el escrito por
Stern que deja de ver a los campesinos como simples productores, eficientes o ineficientes en función a su adaptación o no ,
respectivamente, al mercado , como algunos
historiadores se han empecinado en mostrarlos . Una obra que recupera para el campesinado el rol de actores históricos y destaca el papel de la mentalidad andina como
No. 1, Julio 1988
proceso .
V.P.R.
TRUJILLO, Jorge . La Hacienda Serrana
1900-1930. Instituto de Estudios Ecuatorianos - Ediciones Abya-yala. Quito , 1986.
244 pp ., bibliografía , cuadros.
Diversos avatares inherentes a la vida
académica y editorial ecuatoriana postergaron hasta hoy la publicación de los resultados de una investigación emprendida por
Jorge Trujillo hace una década en torno al
proceso agrario serrano del Ecuador entre
finales del siglo XIX y las primeras décadas
del XX . Felizmente , la larga espera ha terminado con la publicación del libro que reseñamos. Con él debuta también editorialmente el recién creado Instituto de Estudios Ecuatorianos, del que debemos esperar
en el futuro nuevas publicaciones.
. A pesar del tiempo transcurrido desde la
culminación del manuscrito , el trabajo conserva su frescura , dados los escasos avances
realizados en los últimos años sobre la historia agraria serrana del país después de fa·
Independencia (aunque ciertamente, hay al
respecto un ambicioso programa de investigación en marcha dirigido por Carlos Marchán, en el Banco Central del Ecuador), así
como por la renovada vigencia del tema de
la modernización agraria en el debate académico y político latinoamericano.
El trabajo de Jorge Trujillo es importante porque , más allá del lacónico título, el
autor se plantea el estudio de la integración
del sector agrario serrano al mercado interno en el contexto del segundo auge cacaotero (1880-1925) . La producción de cacao
en el Ecuador, como es bien conocido , se
verificó únicamente en el litoral, a través
de extensas plantaciones controladas por
una selecta oligarquía costeña. A partir de
este hecho y de la consabida fragmentación
regional del país, la actividad de la producción y exportación de cacao fue pensada
durante mucho tiempo como una "econo-
325
mía de enclave" que virtualmente ignoró el
espacio serrano de la vieja Audiencia de
Quito . Esta imagen comenzó a ser cuestionada eficazmente por Jean Paul Deler hace
pocos años, quien destacó, por el contrario,
el precoz grado de integración, dentro del
contexto latinoamericano, logrado por
Ecuador en el período republicano (Genése
de l'espace équatorien. Essai surle terr.itoire et la formation de l'Etat national. IFEAEditions A.D.P.F. Lima-París, 1981). El libro de Trujillo se suma ahora a esta tarea
mostrando con detenimiento una suerte de
"otra historia", vigente al lado de los años
dorados del cacao: la de la aparentemente
inmóvil región serrana. En ella verifica un
lento pero eficaz proceso de modernización
de la hacienda serrana, realizado al compás,
y otras veces por oposición, al auge cacaotero .
En efecto, luego de un prolongado ciclo
de estancamiento , iniciado hacia la segunda
mitad del siglo XVIII , la región se recompone a partir de su sector agrario latifundista.
En un primer momento, este sector orientará su producción hacia los estrechos mercados de la propia región, pero posteriormente la construcción del ferrocarril a la
costa (terminado en 1909) permitió la conquista de un segmento significativo del mercado costeño e incluso del mercado exterior , de algunos paíseslimítrofes . El agro serrano comenzaría a señalarse en el naciente
mercado interno no solamente como proveedor de bienes de consumo alimenticio,
sino también de insumos para la agroindustria urbana o rural. Dicho proceso, como es
natural , alentó la formación de un mercado
de tierras muy dinámico , así como la modernización tecnológica en las microrregiones serranas más aptas para ello .
No obstante, aunque ésta es una de las
conclusiones más confusas del trabajo de
Trujillo , la modernización del latifundio serrano no alcanzó a desterrar las formas tradicionales de uso de la mano de obra indígena . La abolición del régimen del "concertaje ' ' ( 1918) y la puesta en marcha de un
creciente proceso de · migración campesina
326
de la sierra a la costa , no resultan hechos
importantes en el pensamiento del autor.
quien parecería haber esperado una violenta transformación de la mano de obra servil
en un moderno proletariado agrícola.
,,. Recordemos, sin embargo, que la migración, a la par que sirvió para dotar de fuerza de trabajo a las plantaciones del litoral ,
debió estimular en los terratenientes serranos el uso más óptimo de su mano de obra.
Un análisis demográfico más fino y una
comprensión más certera del funcionamiento de la economía campesina, dentro y fuera de la hacienda, hubieran permitido a Trujillo llegar a conclusiones más acabadas y
precisas acerca de la cuestión laboral, sea
como condicionante o en tanto resultado
de la modernización agraria serrana.
Por otro lado, el autor destaca, sobre la
base de la documentación de carga del ferrocarril, el creciente comercio de productos serranos hacia la costa, desprendiendo
de ahí la conclusión referente a la atención
que prestaron los hacendados a dicho mercado; pero aquí deberíamos anotar que la
fuente no permite discriminar qué porcentaje de dicho comercio provino no de las
grandes unidades agrarias, sino de la producción campesina minifundista, que también pudo ser sensible a las señales del mercado del litoral.
En lugar de actualizar el trabajo terminado de redactar en 1980 , el autor optó por
preparar una "Introducción", " . . . que fuera, a la vez, explicativa, justificativa y reflexión conclusiva del trabajo" . El trabajo no
requería una justificación puesto que se defiende por sí solo; en cuanto a lo de "expli·
cativa" y "reflexión conclusiva", desgraciadamente el nuevo texto poco aporta . Se trata de un discurso fragmentado en apartados,
donde se discuten, de manera muy general
y con poco asidero en la realidad, los Viejos
temas que ocuparon el debate sobre la modernización agraria latinoamericana quince
años atrás. Es por eso que se hace más notoria la ausencia en el libro de unas "Conclusiones" que redondeen un trabajo cierta-
Revista Andina, año 6
mente importante para la historia del Ecuador . Aparte de esta carencia, creo necesario
añadir que el texto - el viejo y el nuevorequerían de una atenta corrección de esti-
No. 1, Julio 1988
lo. Al final del volumen se incluyen 38 cuadros con información de gran valor para los
especialistas.
e.e.
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