Los insaciables odios

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Los insaciables odios
Los insaciables odios
Escrito por Mariahé Pabón
Viernes, 18 de Septiembre de 2009 06:54
Cada día, "La Hojilla" y su impresentable moderador, desata su iracundia contra todos aquellos
que ventilan públicamente la situación del país. Y lo hace con la venia del padrino que suele
llamar al programa para felicitarlo por su poético lenguaje
"Los ejecutores de esa política mafiosa no saben cómo comportarse cuando las reglas de
juego cambian y el lenguaje común es el de la libertad. [...] No es fácil convivir con miles de
fanáticos que se ven a sí mismos como encarnaciones de Dios. La mejor defensa de la
democracia, entonces, es segregar a los fanáticos y a los autoritarios: demostrarles que están
solos, al margen, rumiando para nadie sus oscuros e insaciables odios".
Tomás Eloy Martínez
La odisea de William
Enrique Echeverría cantaba y tocaba la guitarra en los mejores bares caraqueños, allá por los
años ochenta. Había venido de Ecuador y daba clases de guitarra a niños y adolescentes.
Siempre fue un placer escucharlo y verlo, tratarlo de cerca y ser su amiga. Un buen día conocí
a su hijo que tocaba la batería en un grupo de música pop , estudiaba periodismo y se dejaba
escuchar en un programa de Radio Caracas Radio junto a María Isabel Párraga. Su nombre:
William Echeverría, el hijo de don Enrique y doña Lola, a quien de nuevo volví a ver en un
programa de Globovisión, entrevistando a gente de todos los colores políticos, dejando de lado
cualquier asomo de rabia o de odio , como es usual en otros medios radiales y televisivos, que
atacan día y noche de acuerdo con las pautas trazadas por sus amos. Me lo topé nuevamente
haciendo campaña para ganar la directiva del Colegio Nacional de Periodistas y lo veo ahora
en todas las marchas, las reuniones, los foros, ejercitando de moderador y pluralista.
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Los insaciables odios
Escrito por Mariahé Pabón
Viernes, 18 de Septiembre de 2009 06:54
Había ya presenciado el espectáculo promovido por sus propias colegas el día en que le
entregaron el Premio Nacional de Periodismo y él rechazó dignamente, sin ofender .Aquella
noche vi a una Elena Salcedo enardecida , a una Desiré Santos echando fuego por los ojos y a
unos cuantos amigos insultando a quien en un discurso moderado había sentado su protesta
por las forma inusual como se trataba a los periodistas que no eran chavistas. Todos los que
allí estaban crucificando a William, habían sido mis amigos, mis compañeros de marchas y
protestas, mis panas de trabajo. ¿ Por qué diablos se comportaban tan de distinta manera?.
¿ Y a qué viene esta alusión a William ?
Viene por la forma cómo La Hojilla maltrató a los periodistas que habían ido a protestar a las
puertas de la Fiscalía ante el silencio oficial después de la arremetida de los colegas de Avila
TV contra los reporteros de Ultimas Noticias. Viene por la forma cómo un comunicador, armado
de su micrófono cual si fuera una metralleta, acosaba a William Echeverría con frases
altisonantes, mientras un coro rojo entonaba en las cercanías, nada más y nada menos que el
Himno de la Alegría. Así llevaban los nazis a los judíos hasta los hornos crematorios: con
música. Así atacaba el reportero chavista a William. Colocándole en las sienes el micrófono
como si fuera una pistola, desfrutando a lo grande de su proeza.
Viene también porque ayer me enteré de que William Echeverría había maltratado a una
periodista del canal oficial por haberse presentado una reunión abierta, se supone, y ella,
según su opinión, tenía la obligación de informar. Se le debe creer, si dice la verdad y si más
tarde contó lo ocurrido allí que no era más que un debate para la defensa de un gremio
maltratado por otro que igual se toma la revancha en una guerra que parece no tener fin. Por
eso la cuña de la emisora radical Activa reza así: " lo que es igual no es trampa" .
De tal palo tal astilla
En todo caso, está mal que copiemos las conductas indecorosas de quienes sólo quieren
sembrar el odio, sin pensar que todo esto va a terminar algún día y que el periodismo regresará
a sus cauces naturales, es decir, a contarle a la gente lo que le pasa a la otra gente y a
protegernos los unos a los otros de los peligros que nos acechan si esto continúa. Si por ello,
me bautizan comeflor, lo acepto, pero no se puede llegar a tal grado de fanatismo para usarlo
contra los mismos hermanos.
¿ Que se está ganando con este desmedido espectáculo televisivo en el que diariamente se
ofende el honor de las personas, en este caso el de los periodistas que no están de acuerdo
con el gobierno del Presidente Chávez.? Cada día, "La Hojilla" y su impresentable moderador,
desata su iracundia contra todos aquellos que ventilan públicamente la situación del país. Y lo
hace con la venia del padrino que suele llamar al programa para felicitarlo por su poético
lenguaje y su verbo cloacal que cuenta con la aprobación del elenco que labora tras las
cámaras y vibra con la vulgaridad reinante, mediante vocablos bien alejados de lo que ha de
ser la palabra televisiva .
No en vano el Presidente Chávez dijo en La Casa del Libro de Madrid que la lectura de los
grandes maestros era su gran afición rematando en Venecia con la confesión de que lo suyo
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Los insaciables odios
Escrito por Mariahé Pabón
Viernes, 18 de Septiembre de 2009 06:54
era el arte, la belleza, el cine, la palabra bien dicha. Sí, cómo no...
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Fuente: Notitarde
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