La GRACIA - cristo viene ya

Transcripción

La GRACIA - cristo viene ya
La Gracia
¿Qué es gracia? Algunos dicen que gracia es: El perdón
inmerecido de Dios. Pero, ¿qué nos dice la Palabra? ¿Es
sólo el perdón inmerecido de Dios? Porque si gracia es el
perdón inmerecido de Dios, es algo maravilloso ya en
sí. No obstante, la Palabra de Dios nos enseña algo aún
más sublime y hermoso comprendido solamente por la
revelación del Espíritu Santo en el creyente.
Es a través de la operación del Espíritu de Dios, que el
cristiano comprende, por fe, todo lo que encierra la gracia
de Dios.
El himno evangélico cristiano llamado “Digno es el Señor”,
nos muestra una idea de lo que es la gracia:
“Gracias por la cruz Señor Jesús
El precio que pagaste por mi
Llevando mi pecado al fin
Sublime amor
Tu gracia me alcanzó.
Gracias por tu amor Señor
Tus manos clavadas por mi
Pues tu sangre me limpió
Conozco hoy, tu perdón y salvación.
Digno es el Señor
Cordero de Dios
Sentado en su trono hoy está
Y reina con poder.
Altísimo Señor
Jesús Hijo de Dios
El amado del cielo resucitó
Digno es el Señor
Digno es el Señor.
Digno es el Señor
Cordero de Dios
Sentado en su trono hoy está
Y reina con poder.
Altísimo Señor
Jesús Hijo de Dios
El amado del cielo resucitó
Digno es el Señor
Digno es el Señor.”
Apocalipsis 13:8. Y la adoraron todos los moradores de la
tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la
vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del
mundo. 9. Si alguno tiene oído, oiga.
De acuerdo a las dispensaciones reconocidas por el apóstol
Pablo, ahora estamos en la dispensación, de la
administración de la gracia. Conocida también en la
escritura como: El Misterio de Dios el Padre y de Cristo
(Colosenses 2:2), La Revelación del Misterio Oculto desde
tiempos antiguos (Romanos 16:25), El Nuevo Régimen del
Espíritu (Romanos 7:6), El Evangelio de la Incircunsición
(Gálatas 3:7), La Predicación de Jesucristo (Romanos 16:25)
o La Multiforme Sabiduría de Dios (Efesios 3:10). En la
presente dispensación la palabra clave es: Gracia.
Efesios 2:13. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por
la sangre de Cristo. 14. Porque él es nuestra paz, que de
ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación, 15. aboliendo en su carne las enemistades, la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para
crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz, 16. y mediante la cruz reconciliar con Dios
a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. 17. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz
a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18.
porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada
por un mismo Espíritu al Padre. 19. Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, 20. edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21. en quien
todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un
templo santo en el Señor; 22. en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Capítulo 1
La Gracia: ¿Sólo EL PERDON INMERECIDO?
Efesios 2:8. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9. no por obras,
para que nadie se gloríe. 10. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Algunos historiadores y eruditos de la Palabra, consideran en
sus comentarios bíblicos, que estos versículos del pasaje de
Efesios constituirán el himno de la Nueva Jerusalén. Esta
ciudad divina será poblada de santos fieles hechos una nueva
criatura viviendo en sus gloriosas moradas celestiales o
cuerpos glorificados semejantes a los del Señor Jesucristo.
1 Juan 3: 1. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos
conoce, porque no le conoció a él. 2. Amados, ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de
ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3. Y
todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí
mismo, así como él es puro.
La cristiandad tradicional ha mencionado en repetidas
ocasiones que la gracia es el perdón inmerecido que
recibimos de Dios. Lo cual es correcto y a la vez es
incompleto. Es decir, la gracia no sólo es el perdón
inmerecido que Dios otorga al creyente. Dios nuestro Señor
Jesucristo, no sólo nos habló “en los días de su carne”
(Hebreos 5:7), durante su ministerio terrenal orientado a
Israel. Y, no sólo habló en los evangelios de Mateo, Marcos,
Lucas y Juan al pueblo judío. Sino que aún habiendo
ascendido a los cielos, habló a todos los gentiles y nos envió
un apóstol.
Romanos 11: 13. Porque a vosotros hablo, gentiles. Por
cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio.
¿Quién es el apóstol a los Gentiles? ¿Por qué es tan relevante
que Cristo Glorificado nos haya dado un apóstol? Y, ¿qué
tiene que ver Saulo de Tarso con la gracia?
Capítulo 2
Yo Pablo, APOSTOL DE JESUCRISTO
Saulo, también llamado Pablo, fue un pecador salvado por la
gracia de Dios.
La biografía espiritual de Pablo, la encontramos en parte en
el primer capítulo de Gálatas. Ahí vemos que él fue
escogido por Dios “desde el vientre de su madre.” Que Dios
lo llamó por su gracia y por su voluntad. El recibe una
revelación que nadie había recibido antes. Fue levantado y
llamado por Cristo resucitado desde los cielos, “no por
hombres ni para hombres.”
Al recibir esta “revelación o visión celestial”, su vida es
transformada por la gracia de Dios a tal grado que el Espíritu
Santo le inspira a escribir para el cuerpo de creyentes que es
la iglesia: Sed imitadores de mi, como yo de Cristo. Y, lo
menciona en varias y repetidas ocasiones.
Gálatas 1: 1. Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre,
sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los
muertos), 2. y todos los hermanos que están conmigo, a las
iglesias de Galacia: 3. Gracia y paz sean a vosotros, de Dios
el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4. el cual se dio a sí
mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo
malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5. a
quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 6. Estoy
maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os
llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente. 7. No que haya otro, sino que hay algunos que os
perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8. Mas
si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. 9. Como antes hemos dicho, también ahora lo
repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que
habéis recibido, sea anatema. 10. Pues, ¿busco ahora el
favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los
hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería
siervo de Cristo. 11. Mas os hago saber, hermanos, que el
evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12. pues
yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por
revelación de Jesucristo. 13. Porque ya habéis oído acerca
de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que
perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; 14.
y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis
contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de
las tradiciones de mis padres. 15. Pero cuando agradó a
Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me
llamó por su gracia, 16. revelar a su Hijo en mí, para que yo
le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con
carne y sangre, 17. ni subí a Jerusalén a los que eran
apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de
nuevo a Damasco. 18. Después, pasados tres años, subí a
Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días;
19. pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo
el hermano del Señor. 20. En esto que os escribo, he aquí
delante de Dios que no miento. 21. Después fui a las
regiones de Siria y de Cilicia, 22. y no era conocido de vista
a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23. solamente
oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora
predica la fe que en otro tiempo asolaba. 24. Y glorificaban
a Dios en mí.
Capítulo 3
La VISION CELESTIAL
Hechos 26: 19. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la
visión celestial.
En su defensa ante el rey Agripa, el apóstol Pablo le comenta
como Cristo llegó a su vida.
Alrededor del tercer siglo, Ambrosio de Milán le dijo a
Agustín de Hipona, “que la verdad, no se podía encontrar,
mucho menos buscar. El hombre no tiene esa capacidad.
Porque la verdad no es una cosa que se pueda encontrar. La
verdad es una persona, con sentimientos e indentidad
propia. Su nombre es: Jesucristo.”
¿Qué es lo que recibió el apóstol Pablo? Cristo glorificado no
dejó de hablarnos. Nos envió un apóstol y a través de este
apóstol a los gentiles, nos enseña la “multiforme sabiduría
de Dios.” ¿En qué consiste esta revelación oculta antes no
conocida por los hijos de los hombres?
Efesios 3: 1. Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo
Jesús por vosotros los gentiles; 2. si es que habéis oído de la
administración de la gracia de Dios que me fue dada para
con vosotros; 3. que por revelación me fue declarado el
misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4. leyendo lo
cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el
misterio de Cristo, 5. misterio que en otras generaciones no
se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6.
que los gentiles son coherederos y miembros del mismo
cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por
medio del evangelio, 7. del cual yo fui hecho ministro por
el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la
operación de su poder. 8. A mí, que soy menos que el más
pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de
anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables
riquezas de Cristo, 9. y de aclarar a todos cuál sea la
dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios,
que creó todas las cosas.
Este misterio revelado al apóstol de lo gentiles consiste
precisamente en: Gracia.
Es decir: “Que los gentiles son coherederos y miembros
del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo
Jesús por medio del evangelio” versículo 6.
Dentro de esta revelación o visión celestial, vemos verdades
tan profundas, que juntas nos dan una identidad nueva en
Cristo.
2 Corintios 5: 17. De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.
El creyente gentil, es hecho una “nueva criatura.” Su vida
esta ahora “escondida en Cristo con Dios.”
Colosenses 3: 1. Si, pues, habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
diestra de Dios. 2. Poned la mira en las cosas de arriba, no
en las de la tierra. 3. Porque habéis muerto, y vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios. 4. Cuando Cristo, vuestra
vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
La vida humana es un peregrinaje, porque la ciudadanía
verdadera para el creyente está en la Nueva Jerusalén, la
Jerusalén que es celestial. El creyente espera vivir en esta
ciudad divina, teniendo un cuerpo espiritual semejante al
del Señor Jesucristo.
Filipenses 3: 20. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,
de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; 21. el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la
gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a
sí mismo todas las cosas.
El creyente gentil ahora es acepto en el Amado. Dios le
otorga toda bendición espiritual. Cristo se hizo pecado en su
pobreza para que nosotros alcanzáramos las promesas y
bendiciones espirituales que encierran la multiforme
sabiduría de Dios en su riqueza. Esta riqueza la dejó, al venir
a este mundo y morir por todo aquel que llegaría a creer en
El.
Juan 3: 16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17. Porque no
envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él. 18. El que en él cree, no
es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Cristo, nos habla de esta multiforme sabiduría de Dios con la
finalidad de que su imagen sea formada en nuestro espíritu,
que en la Palabra se refiere al nuevo hombre interior.
2 Corintios 3: 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde
está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en
gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Capítulo 4
Gracia, SUBLIME GRACIA
El creyente cristiano, inicia la vida cristiana con “el tanque
lleno” por así decirlo. Al ser alcanzado por la gracia de Dios,
somos “sellados” en Cristo.
Efesios 1: 13. En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa.
Su crucifixión viene a ser símbolo de la circuncisión del
corazón.
En Cristo, el creyente, al momento de creer en la obra
redentora en la cruz del calvario, es crucificado en su
muerte.
Es sepultado con Cristo, para que juntamente en El, sea
también resucitado a vida nueva o plenitud de vida y
eventualmente llegue a ser glorificado.
Por ello, grande es el misterio que se nos revela en las trece
epístolas escritas por inspiración del Espíritu Santo a través
del apóstol Pablo.
Filipenses 1: 21. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir
es ganancia.
Al momento de creer en el Señor Jesucristo como su salvador
total, pleno y suficiente, la sangre derramada de Cristo en la
cruz es transferida a nuestro espíritu.
Se hace la
“transacción divina.” Nuestros pecados son “perdonados” en
forma total, plena y suficiente. Tanto los pecados pasados,
como los presentes y futuros también.
Colosenses 1: 14. en quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados.
En este momento, al creer, somos bautizados por el Espíritu
Santo en y dentro de la persona de Cristo para nunca más
salir de El.
Romanos 6: 3. ¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte?
El Espíritu Santo nos “reviste” de Cristo. De hecho, dicho de
una manera concreta: Al creer en Cristo el creyente
experimenta, en fe y por fe, el ser circuncidado en la
crucifixión de Cristo. Es regenerado, al recibir la vida eterna
y la nueva vida en la resurrección de Cristo. En ese
momento tan divino, viene a morar el Espíritu Santo.
¿En dónde viene a morar el Espíritu Santo? Viene a morar en
el hombre interior, en el espíritu del hombre, el cual es de
Dios.
El creyente, además, es bautizado en y dentro de la persona
de Cristo al ser puesto y colocado por el Espíritu Santo en el
“cuerpo de creyentes”, que es la iglesia.
1 Corintios 12: 13. Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
Finalmente, el Espíritu Santo, sella al creyente con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales con Cristo.
Todo esto tan increíble y maravilloso, inicia en la mente y
corazón divinos de Dios el Padre y culmina al momento de
creer en Cristo como tu Salvador y Señor. En ese instante,
todo lo que es en Cristo viene a ser parte de nosotros y
nosotros somos parte de Dios en Cristo.
Hechos 17: 28. Porque en él vivimos, y nos movemos, y
somos; como algunos de vuestros propios poetas también han
dicho: Porque linaje suyo somos.
De esta forma, estamos dentro de y formamos parte de la
voluntad eterna, del designio de Dios.
Efesios 1: 11. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas
las cosas según el designio de su voluntad,
Efesios 3: 11. conforme al propósito eterno que hizo en
Cristo Jesús nuestro Señor,
1 Corintios 1: 21. Pues ya que en la sabiduría de Dios, el
mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
22. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan
sabiduría; 23. pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles
locura; 24. mas para los llamados, así judíos como griegos,
Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25. Porque lo
insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de
Dios es más fuerte que los hombres.
Gálatas 3: 26. pues todos sois hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús; 27. porque todos los que habéis sido bautizados
en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Capítulo 5
Con Toda BENDICION ESPIRITUAL
Al momento de creer en la obra redentora de Cristo en la
cruz y al efectuarse esa transacción divina, somos además
equipados con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo.
Efesios 1: 3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo.
a) Bendito sea el Dios y Padre: La Palabra nos muestra
que toda bendición y todo don proviene de Dios
(Santiago 1:16-18). El es la fuente de todo lo bueno y
todo lo que es bendito. De hecho, lo mejor que Dios
poseía (Proverbios 8), se nos fue dado para que lo peor
de nosotros, como descendientes de Adán, fuese
tomado. Así se hizo el intercambio o la transacción
divina: Mis pecados por su sangre preciosa e
inmaculada.
Cristo se hizo pecado y así, en su pobreza nos
enriqueció.
2 Corintios 8:9. Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza
fueseis enriquecidos.
b) De nuestro Señor Jesucristo: Toda la plenitud de la
Deidad se encierra en la persona de Cristo. Y, en El,
todo tiene la preeminencia. Por El, para El y en El,
todas las cosas fueron hechas y subsisten. El es por
sobre todo lo creado visible e invisible, llámese Tronos,
Principados, Potestades y Dominios. El es Todo en
Todo.
Colosenses 1: 15. El es la imagen del Dios invisible, el
primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos,
sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él. 17. Y él es antes
de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18.
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es
el principio, el primogénito de entre los muertos, para
que en todo tenga la preeminencia.
c) Que nos bendijo con toda bendición espiritual:
Notemos la extensión de ello “toda bendición
espiritual.”
“Espiritual,” porque es la región y el espacio en donde
nuestras bendiciones radican: el ámbito o la esfera de
lo espiritual.
Ahí, están nuestras bendiciones en Cristo.
Es en las “regiones celestiales” en donde reside
nuestra identidad, futuro y propósito en Cristo. Ahí,
estamos sentados con El. Ahí, se forma el nuevo
hombre o la nueva criatura: Donde Cristo nos tiene
escondidos en El.
Colosenses 3: 3. Porque habéis muerto, y vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios.
¿En dónde inicia la vida del creyente? Inicia al creer en
la obra redentora de Cristo en la Cruz. Es en la Cruz, en
lo que Cristo logró por nosotros, que nuestra vida
espiritual comienza. Esta vida nueva, tiene que ir
madurando y creciendo hasta que la nueva criatura sea
hecha y moldeada a la imagen de Cristo.
Mencionamos que nuestra vida cristiana inicia con el
“tanque lleno” de bendiciones espirituales y que es por
fe y no por obras que esas bendiciones son tomadas y
conocidas por el creyente en Cristo, porque andamos
por fe. Vemos lo que no se ve. Creemos lo que no
sentimos, porque vivimos por convicciones y no por
emociones.
2 Corintios 5: 7. (porque por fe andamos, no por vista);
2 Corintios 9: 8. Y poderoso es Dios para hacer que
abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra; 9. como está escrito: Repartió,
dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.
10. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los frutos de vuestra justicia,11. para que
estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la
cual produce por medio de nosotros acción de gracias a
Dios.
d) En los lugares celestiales en Cristo: Estos lugares
celestiales en Cristo son descritos de la siguiente forma
en la Palabra:
Efesios 1: 3. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo,; 1: 20.
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y
sentándole a su diestra en los lugares celestiales,; 2:
6. y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,;
3: 10. para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los
principados y potestades en los lugares celestiales,; 6:
12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.
Las regiones o lugares celestiales son donde radican las
bendiciones espirituales en Cristo Jesús. Nuestro futuro
en El es inmensamente increíble.
Romanos 2: 7. vida eterna a los que, perseverando en
bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
La vida y ejemplo del apóstol Pablo es el modelo a
seguir para todo creyente en el Señor Jesucristo. El
apóstol a los gentiles, que Cristo nos da, es el “perito
arquitecto.”
1 Corintios 3: 9. Porque nosotros somos colaboradores
de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios. 10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido
dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento,
y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo
sobreedifica. 11. Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo.
Su vida, transformada por el Espíritu Santo, y los
escritos que nos da Dios a través de él, son base y
doctrina para el creyente que vive en la presente
dispensación de la Gracia.
A través de sus trece epístolas, el creyente comprende,
en el libro de Romanos, la base y estructura
fundamento de la vida del creyente. Por ello, la
epístola a los Romanos debería ser el primer libro que
la persona alcanzada por la gracia llegase a leer y
profundizar en su entendimiento y comprensión.
Romanos es para los que son Bebés espirituales en
Cristo.
Romanos 5: 1. Justificados, pues, por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo; 2. por quien también tenemos entrada por
la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3. Y no
sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; 4. y la paciencia, prueba; y la prueba,
esperanza; 5. y la esperanza no avergüenza; porque el
amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6. Porque
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió
por los impíos. 7. Ciertamente, apenas morirá alguno
por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara
morir por el bueno. 8. Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros. 9. Pues mucho más, estando ya
justificados en su sangre, por él seremos salvos de la
ira. 10. Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho
más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en
Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos
recibido ahora la reconciliación.
1 y 2 de Corintios, muestran instrucciones y doctrina
para el creyente que se encuentra en la etapa de Niño
en Cristo. Ya dejo de ser bebé, ahora es Niño espiritual.
Al estudiar 1 y 2 de Corintios, recibimos doctrina para
fortalecer la nueva criatura en el hombre interior.
Gálatas, enseña al creyente que es adolescente Joven
espiritual en el Señor.
Le capacita a depender más y más en el Señor y no
volver a sus propias fuerzas, obras, ritos, tradiciones.
Como lo hicieron los gálatas. Por ello, el apóstol a los
gentiles les llamo: Insensatos.
Gálatas 3: 1. ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó
para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos
ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre
vosotros como crucificado?
Efesios, es la epístola central de todas la trece escritas
por el apóstol Pablo.
En ella se concentra la esencia de la gracia del Señor.
Capacita al creyente para ser un santo Fiel en la etapa
de Adulto espiritual en Cristo.
Filipenses, es la epístola de la obediencia. Muestra al
creyente doctrinas en nuestra obediencia a la fe. No
por obligación, sino en gratitud y contentamiento.
Se fortalece la confianza total en el Señor Jesucristo.
En la epístola a los Filipenses, vemos al nuevo hombre,
la
nueva
criatura
obediente
correspondencia a la gracia recibida.
al
Señor
en
Filipenses 2: 5. Haya, pues, en vosotros este sentir que
hubo también en Cristo Jesús, 6. el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse, 7. sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; 8. y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. 9. Por lo cual Dios también
le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, 10. para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra;11. y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre.
Colosenses, es la epístola que adoctrina al creyente en
el amor a los hermanos y en el entendimiento de quién
es él Señor Jesucristo glorificado. Nuestra vida en El y
el futuro glorioso que tenemos, son mostrados
ampliamente.
Por ello, los colosenses son conocidos como los
hermanos amorosos. Colosenses enseña al creyente
cómo debe ser el amor hacia los hermanos en Cristo.
1 y 2 Tesalonicenses, capacita doctrinalmente al
creyente a ser y vivir esperanzado en la tan cercana
reunión profetizada con el Señor Jesucristo.
Por ello, los tesalonicenses son conocidos como los
hermanos esperanzados.
2 Tesalonicenses 2: 1. Pero con respecto a la venida de
nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos.
Las epístolas restantes: 1 y 2 Timoteo, Tito y
Filemón, capacitan al creyente en su relación con la
comunidad de creyentes: La Iglesia.
Dios nos ha dado cinco ministerios: Apóstol, Maestro,
Evangelista, Profeta, Pastor y los creyentes portan uno
de esos ministerios. A través de los Dones, ejercen las
Operaciones de estos Ministerios.
Dios Padre, otorga los Dones. El Espíritu Santo, realiza
las Operaciones y Cristo, extiende los llamados
Ministerios.
Efesios 4: 10. El que descendió, es el mismo que
también subió por encima de todos los cielos para
llenarlo todo. 11. Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros.
¿Cuál es la finalidad y propósito de estos Dones,
Operaciones y Ministerios?
Efesios 4: 12. a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, 13. hasta que todos lleguemos a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo; 14. para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15. sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en
todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
Ésta es la única y verdadera comisión dada al cuerpo de
creyentes, la iglesia, por el apóstol a los gentiles.
Cristo glorificado nos enseña que en toda prueba,
tribulación, persecución, obstáculo y adversidad, su
gracia es suficiente.
2 Corintios 12: 9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por
tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de
Cristo.
Es en la gracia del Señor Jesucristo, que el creyente,
llega a vivir y a comprender en fe, que a pesar de estar
atribulado en todo, Su gracia nos da consuelo y nos
ayuda a no estar angustiados.
Podremos estar en apuros y en problemas, pero Su
gracia nos acompaña, nos da seguridad para no
sentirnos desesperados.
Así estaremos en ocasiones perseguidos, pero Su gracia
nos acompañará y no estaremos desamparados.
Su gracia será nuestra provisión. Tendremos
situaciones en las que nos sentiremos derribados, pero
Su gracia impedirá que seamos destruidos.
Romanos 8: 18. Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con
la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Capítulo 6
La Gracia: TODO LO QUE DIOS NOS DA EN CRISTO
¿Qué es gracia? Gracia no sólo es el “perdón inmerecido.”
Gracia es todo aquello que recibimos de Dios Padre a través
de la obra redentora de Cristo en la Cruz del Calvario.
La Palabra de Dios, nos dice que el Señor Jesucristo es la
plenitud de Dios y es cabeza de todo principado y potestad.
Todo lo que existe es creado por El, para El y sólo El le da su
existencia.
Colosenses 1: 15. El es la imagen del Dios invisible, el
primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue
creado por medio de él y para él. 17. Y él es antes de todas
las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18. y él es la
cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia; 19. por cuanto agradó al Padre que en él
habitase toda plenitud, 20. y por medio de él reconciliar
consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como
las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la
sangre de su cruz.
El que tiene al Hijo, o mejor dicho, aquél que es tenido por
el Hijo, lo tiene todo.
En Cristo estamos completos. No necesitamos nada más. La
gracia es precisamente todo lo que recibimos del Padre
Amoroso en la persona de Cristo.
Solamente en el Señor Jesucristo podemos recibir y aprender
la gracia de Dios. No hay otro medio y no existe otra forma:
Sólo en El.
Colosenses 2: 9. Porque en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad, 10. y vosotros estáis completos en él,
que es la cabeza de todo principado y potestad.
Efesios 2: 8. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9. no por obras,
para que nadie se gloríe. 10. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Gracias a Dios por su gracia, que nos ayuda a comprender Su
amor. El gran amor que tuvo en Cristo para con nosotros.
Somos salvos por gracia, por medio de la fe para buenas
obras. No por buenas obras que hagamos obtenemos la
salvación. Pero, una vez salvos, nuestra vida estará dedicada
para la Gloria y Exaltación del que se dio a sí mismo por
nosotros.
Su Gracia es todo aquello que Dios el Padre nos da en Cristo
a través de esa obra única, total, plena, suficiente, sin
precedente y redentora en la Cruz del Calvario ahora y por
la eternidad.
Su gracia es eterna en Cristo, por que nuestra vida,
escondida está con Cristo en los lugares celestiales en DIOS.
¡MARANATHA¡, El Señor Viene Ya.
SOLI DEO GLORIA

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