Romper el círculo vicioso de la pobreza supone crear

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Romper el círculo vicioso de la pobreza supone crear
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MARZO 2003 NÚMERO 3
15
ENTREVISTA
JAVIER VARGAS, PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN VAMOS
Romper el círculo vicioso de la
pobreza supone crear
oportunidades para todos
EL
PERFIL
junto; y los gobiernos tendrán que
promover y apoyar las iniciativas
de la sociedad civil.
Javier Vargas nació en México D.F.
en el año 1941. Estudió Psicología y
Sociología en la Universidad Iberoamericana de México y en Lovaina,
Bélgica. Lleva cuarenta y dos años
trabajando en el campo de lo social, buena parte de ellos en Chiapas, al lado de los indígenas.
Vamos es miembro de la Liga
Iberoamericana de ONG de
Acción Social, una experiencia
de cooperación entre 12 entidades del continente americano y España. ¿Cómo hacen
para salvar las distancias y las
diferencias entre las realidades de sus países?
Para no perder el norte a pesar de
la dispersión geográfica lo primero es tener una concordancia
muy fuerte en la misión y en los
objetivos que perseguimos, así
como una visión compartida de las
soluciones. Nuestro gran punto en
común es que desarrollamos acciones lideres que tienen importantes resultados. Para conseguir
trabajar en red ponemos en marcha el intercambio de experiencias
y de metodologías. Aprendemos
unos de otros, evaluamos los programas y verificamos cuál es el
impacto de nuestras acciones en
los diferentes países. Es una visión
transnacional apoyada en el sentido comunitario del bien común.
Vive su trabajo como un profundo
enamoramiento, como una vocación hacia lo social que le ha llevado
a aprender las lenguas de los pueblos chiapanecos, para comunicarse con ellos en su idioma, y también para interiorizar su manera de
interpretar el mundo, las formas de
establecer relaciones, el sentido
mismo de la vida y la esperanza.
“Lo que yo he aprendido de los
hombres, las mujeres y los niños indígenas constituye el eje central de
mi vida”, nos cuenta Javier.
ELVIRA ALIAGA
¿En qué consiste el círculo vicioso de la pobreza?
Este proceso sin fin empieza en
los individuos, cuando viven en
un permanente estado de desnutrición que les deja sin fuerzas
para acceder a la educación. Y
sin educación no pueden hacer
propuestas. En un siguiente paso
se daña el corazón porque sin
desarrollo intelectual los demás
no te valoran, sientes que no sirves para nada y te paralizas. Este
sentimiento surge de lo más íntimo de las personas pero se convierte también en un sentimiento
colectivo, de un pueblo.
Creemos en las
acciones colectivas
de personas que
tienen voluntad
asociativa
Después se pierde la esperanza y
surge el espíritu destructivo. No
se piensa en el futuro porque...
¡no hay futuro! Entonces es
cuando se destruye el medioambiente, se olvidan las raíces, se
ELVIRA ALIAGA
El profundo entusiasmo que transmite nace del convencimiento de
que todas personas tienen la capacidad de generar soluciones a los problemas de este mundo. Sólo hace
falta crear un marco de relaciones en
el que los distintos actores sociales
se traten de tú a tú, como iguales y
aporten iniciativas y acciones decididas para conseguir una vida digna
para todos.
crea una cultura de violencia.
Para terminar viene la migración,
la búsqueda de soluciones en
otros lugares. Pero el que emigra
se lleva sus problemas y la pobreza continua.
Este círculo se rompe cuando
generamos oportunidades que
devuelven la esperanza a la
gente. Esperanza en que otro
mundo es posible desde el lugar
de cada uno y a partir de sus recursos. Por eso la sabiduría y el
arte de romper este círculo supone una atenta mirada al otro
que debe ser sujeto de su propio
desarrollo.
¿En qué criterios se basan los
proyectos de desarrollo sostenible
que apoya la Fundación Vamos?
La principal característica es que
tienen que hacerse con la gente y
desde una zona determinada. La
territorialidad es un concepto importante porque da sentido de
pertenencia, idea de bien común
y proyección de futuro. Las iniciativas surgen de grupos de mujeres organizadas, de jóvenes que
proponen soluciones a sus problemas, incluso de los niños, que deben ser también agentes de cambio de la sociedad. No creemos en
las acciones individuales, sino en
acciones colectivas de personas
que tienen voluntad asociativa. Y
promovemos los valores de las culturas indígenas como una aportación importante a la sociedad globalizada, no como algo de museo.
Las culturas
indígenas aportan
unos valores
fundamentales a
la sociedad
globalizada
¿Nos puede contar alguno de estos proyectos?
En México, con la ayuda de la International Youth Foundation y
de Nokia, se ha puesto en marcha
un programa sobre Educación en
la televisión. Los jóvenes indígenas producen programas sobre
sus lugares de origen, editan vídeos que después llevan a sus comunidades y los intercambian
entre ellos. En estos momentos
se está negociando la posibilidad
de emitir estos programas en un
canal comercial.
¿Qué valor le da al trabajo con
otras instituciones?
Un valor muy positivo porque
cuando las acciones se articulan tienen más impacto. En nuestra fundación trabajamos como un instrumento de segundo nivel que nos da
capacidad de interlocución con organismos gubernamentales, multilaterales e internacionales. Nos permite sentarnos con ellos en una
mesa en condiciones de igualdad.
¿Cómo debe articularse la colaboración entre los diferentes actores sociales en la lucha contra
la exclusión social?
Pensamos que el principal actor
de los temas sociales debe ser la
sociedad civil. De ella ha de partir
la iniciativa, el protagonismo, el
liderazgo. Para ello es necesario
capacitar agentes sociales y al
mismo tiempo dar la importancia
que se merece a los recursos culturales, materiales y organizativos
que están en manos de la gente.
Pero esto solo no basta. El cambio
consiste en que los diversos actores de la sociedad interactúen.
Así, los empresarios tendrán que
aportar su experiencia en aspectos
organizativos, de eficiencia, talento, estrategia, visión de con-
¿Le parece que la sociedad mexicana conoce y valora la labor de
las organizaciones sociales?
Las ONG han estado mucho
tiempo marginadas en México
por lo que la tarea es conquistar
nuestro espacio a base demostrar
eficacia, capacidad operativa y
mostrar resultados beneficiosos
para toda la sociedad. Se nos valora porque estamos construyendo puentes entre los diferentes sectores de la sociedad.
Vamos es una fundación mexicana creada en 1996 por sesenta líderes de organizaciones
civiles que llevaban más de
treinta años trabajando en el
desarrollo social de México.
Desde entonces proporciona
financiación y apoyo técnico a
proyectos encaminados a la
superación de la pobreza, cuyos principales beneficiarios
son mujeres y niños de comunidades indígenas rurales. Su
misión es captar y movilizar recursos humanos, financieros y
materiales en apoyo a iniciativas de ONG locales para alcanzar un desarrollo sostenible y
mejorar su calidad de vida.

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