camino de la cruz con los crucificados cuaresma 2014
Transcripción
camino de la cruz con los crucificados cuaresma 2014
Camino de la cruz con los crucificados Cuaresma 2014 Introducción. El mundo está lleno de iglesias cristianas, presididas por la imagen de Cristo crucificado, y también está lleno de personas que sufren, crucificadas por la desgracia, las injusticias y el olvido: enfermos que no pueden ser atendidos, mujeres maltratadas, ancianos ignorados, niños y niñas explotados y violados, inmigrantes sin papeles ni futuro, prisioneros ahogados en su remordimiento, hombres y mujeres torturados de la manera más cruel, víctimas aisladas en los corredores de la muerte, en espera de un trágico final… Esta cruz plantada por los cristianos en todas partes es la memoria conmovedora de un Dios crucificado y es un recuerdo permanente de su identificación con todos los inocentes que sufren de manera injusta en nuestro mundo. Dios sufre con nosotros, y saber esto lo cambia todo. Para contemplar el misterio de un “Dios crucificado” es necesario acercarnos cada día un poco más a nuestros crucificados. Esto es lo que queremos hacer ahora con esta plegaria del Vía Crucis. Acerquémonos al sufrimiento real de nuestros hermanos encarcelados, torturados y en espera en el corredor de la muerte. 1ª estación: Jesús es condenado a muerte. Khosro Kordpour, periodista kurdo iraní, fue detenido en marzo del 2013, inculpado de atentar contra la seguridad nacional. Está recluido en la prisión central de Mahabad. Es responsable de la Agencia de Prensa que denuncia los atentados contra los Derechos Humanos, en la provincia del Kurdistán. Está inculpado de “enemistad contra Dios” (mohareb) y de “corrupción en la Tierra” (ifsad fil-arz). Puede ser condenado a la pena capital. Jesús: Tú también pasaste por el trance de ser condenado a muerte. Tu condena era claramente injusta. ¿Qué habías hecho de mal?... Acuérdate, Señor, de todos los que como Tu pasan y pasarán por este espantoso momento de escuchar el veredicto de su condena a muerte, y ayúdanos a sentirnos cerca de ellos y de su dolor y soledad. 2ª estación: Jesús carga con la cruz. En Bahrain, Jehad Sadeq Aziz Salman y Ebrahim Ahmed Radi al Moqdad, ambos de 16 años, cargan con la cruz de su condena a diez años de prisión. Los dos adolescentes han sido condenados a partir de “confesiones” obligadas a firmar en ausencia de un abogado o de un familiar, y de las cuales se retractaron en seguida, en el proceso. Están acusados de haber participado en “concentraciones ilegales”, en unas manifestaciones antigubernamentales en las que hubo destrozos. A su temprana edad, cargan con la pesada condena en la cárcel de adultos de Jaw. Señor: Tú llevaste en silencio la cruz que te obligaron a cargar. Una cruz que, entre todos, la hemos hecho pesada y dolorosa. Nadie se apiadó de tus heridas y de tu dolor. La soledad, entre tanta gente, hacía más pesada tu cruz. Acompaña en su camino de dolor a todos los que en este mundo cargan en sus espaldas la cruz de cada día o la arrastran porque ya no pueden más. Que el saber que vas con ellos y que nos tienen a nosotros a su lado, haga más llevadero su peso. 3ª estación: Jesús cae bajo el peso de la cruz. Yohanes Boseren, de 20 años, prisionero en la cárcel de Biak (provincia de Papuasia), en Indonesia, ha caído en un grave trastorno psíquico, relacionado con los golpes recibidos en el momento de su detención, que le produjeron un traumatismo craneal. Participaba en una concentración pacífica, conmemorando el 50 aniversario de la retirada de los Países Bajos, en 1963, y de la transferencia de la administración de la Papuasia, en Indonesia. Se le acusa de traición y posesión de munición y explosivos, aunque la acusación tiene visos de arbitraria. Señor: Tú caíste y te volviste a levantar. Habías de seguir… Pensabas en todos nosotros y la fuerza de tu amor hacia la Humanidad te dio las fuerzas para hacerlo. No sabemos si Yohanes podrá levantarse y volver a ser una persona con plenas facultades. Acuérdate, Señor, de tantos hermanos nuestros que cada día van cayendo y dales tu fuerza para que puedan levantarse de nuevo y rehacer su vida. 4ª estación: Jesús encuentra a su santísima madre. Juan Ignacio Figueroa y su esposa Àstrid Gómez, de Méjico, luchan para poder liberar a sus hijos Juan Antonio, de 24 años, Jesús Iván, de 20 años, y Luís Adrián, de 16 años. Fueron detenidos, encarcelados e incomunicados en el Estado de Chihuahua. Durante dos días fueron torturados para hacerlos confesar que extorsionaban a comerciantes. Al ser liberado más tarde el hermano pequeño, se pudieron comprobar en él las torturas sufridas también por sus otros dos hermanos, que siguen en prisión. ¿Hasta cuándo?... María: Tú pasaste por el trance doloroso para una madre de ver a su querido hijo sangrando, golpeado y malherido, sin poder aliviar su dolor físico y abandonado a la suerte de sus verdugos. Acuérdate de todas las madres del mundo, y en este caso de Ástrid, que ansía el retorno a casa de sus hijos y lleva grabada en su corazón su mirada de angustia y sufrimiento. 5ª estación: Simón el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz. Siete mujeres detenidas en la cárcel de alta y mediana seguridad de Jamundi (departamento del Valle del Cauca), en Colombia, han sido puestas en régimen de aislamiento, sin motivo aparente y sin que hayan recibido información de la duración de este castigo. Cinco de ellas han empezado una huelga de hambre y se han cosido la boca en señal de protesta. Estar sola en una celda minúscula es constitutivo de maltrato y tortura. No obstante, las autoridades penitenciarias continúan sin dar explicaciones. Señor: Tú tuviste al Cirineo que, aunque por fuerza, te ayudó a cargar la cruz y seguir el camino doloroso que habías de recorrer hasta el Calvario. Ayuda a todos esas mujeres y hombres que no tienen a su lado quien los ayude y ayúdanos también a nosotros a sentirnos al lado del preso, del torturado, del condenado a muerte, del que sufre en su cuerpo o en su espíritu, para que como buenos cirineos podamos aliviar su cruz, y que a diferencia de tu Cirineo, nosotros lo hagamos voluntariamente, movidos por el amor. 6ª estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús. Cada año más de 400.000 emigrantes, un 90% originarios de la América Central pasan por Méjico, la mayoría de las veces para llegar a Estados Unidos. En Méjico, los emigrantes representan un recurso financiero extremadamente rentable para las bandas criminales. Secuestrados, a menudo, se les tortura (golpes, cortes, quemaduras, violaciones…), para que den el número de teléfono de parientes o amigos, a los cuales poder pedir rescate. Pueden ser asesinados o víctimas de desapariciones forzadas, explotados en cadenas de prostitución (mujeres y menores solos), o en cadenas de trabajos forzados. Las ONG’s que les dan soporte y ayuda, son la Verónica que enjuga sus rostros humillados y doloridos. Señor: Nosotros somos cobardes por no hacer lo que el corazón nos dicta, delante de situaciones de injusticia. Nos paraliza el qué dirán y el miedo a implicarnos demasiado. Te pedimos que sepamos ser valientes como la Verónica, que, sin pensar qué es lo que podía ocurrirle, hizo lo que su corazón le dictaba. Y acompaña también en su tarea a las ONG’s que hacen esto: limpiar tu rostro, cuando limpian el de un ser humano. 7ª estación: Jesús cae por segunda vez. El 10 de febrero del 2013, 24 militantes saharauis fueron condenados a fuertes penas de prisión por el Tribunal Militar de Rabat (Marruecos). Se les consideró culpables de asociación de malhechores, desacato y violencia contra funcionarios públicos y homicidios voluntarios, en el marco del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik. Nueve de los acusados han sido condenados a cadena perpetua. El veredicto de todos ellos se ha pronunciado, después de un proceso injusto, marcado especialmente por la aceptación de confesiones conseguidas bajo tortura. Diversos observadores internacionales presentes en la vista han denunciado numerosas irregularidades. Han caído y no se sabe si podrán algún día obtener la revisión de su condena y levantarse aunque no sea más que levantarse a la esperanza. Jesús: Tú caes por segunda vez. Ya no podías más... Mira estos hijos tuyos que luchan sin que nadie les ayude. Que puedan levantarse y abrir su corazón a la esperanza, para continuar viviendo, soñando en la libertad. También a nosotros, Señor, ayúdanos a levantarnos, aunque sean muchas las veces que caigamos. 8ª estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén. Abduljalil Al-Singance, de 48 años, es el responsable de la Oficina de Derechos Humanos del Movimiento de Oposición Haq para la libertad y la democracia de Bahrain. Está condenado a cadena perpetua, junto con otros 20 opositores políticos y defensores de los derechos humanos. Ha sido torturado y aislado sin ningún contacto con su familia ni con un abogado, durante dos meses. También ha estado detenido y torturado su hijo. Señor: Tú dijiste a aquellas mujeres de Jerusalén, que llorasen, pero no por ti sino por el mal del mundo. Ayúdanos a juntar nuestras lágrimas a las de tantos hermanos que lloran, porque luchan contra el rechazo de algunos gobiernos a aceptar la realidad básica y fundamental de que “todos somos humanos” y, por tanto, todos tenemos los mismos derechos que se han de respetar. Y que hagamos todo cuanto esté a nuestro alcance para defender la solidaridad y el derecho de las personas. 9ª estación: Jesús cae por tercera vez. En Honduras, Yoni Adolfo Cruz, de 25 años, y Manuel Ezequiel Guillén, de 19 años, fueron secuestrados en febrero del 2013, cuando regresaban a casa después de su jornada de trabajo, en el campamento campesino La Lempira, en tierras recuperadas recientemente por el Movimiento Unificado Campesino de Aguán (Muca). Tres días más tarde se encontraron sus cuerpos, cerca de la explotación de palma africana La Concepción. Sus cadáveres presentaban signos evidentes de haber sido torturados (quemaduras, pies y manos atados) y ejecutados con armas de fuego. Han caído por luchar por las organizaciones campesinas afectadas por las tierras de grandes propietarios. Señor: Tu caíste por tercera vez en tu doloroso camino hacia el Calvario… ¿Cómo pudiste levantarte y continuar?... Sólo somos capaces de ver una explicación: Por todos nosotros… y el amor que nos tienes. Yoni y Manuel ya no podrán levantarse. Que su caída sea semilla de esperanza para los campesinos de la zona de Aguán, y acabe el conflicto por las tierras que causa tanto dolor. 10ª estación: Jesús es despojado de sus vestiduras. El día 1 de febrero de 2013, hacia las cinco de la madrugada, más de 500 soldados, agentes de la policía de intervención rápida y agentes de seguridad privada comenzaron a destruir las casas con buldóceres y desalojar a miles de familias instaladas en el barrio de Mayombe, en la municipalidad de Cacuaco, Angola. En esta operación “militar”, las fuerzas de defensa y seguridad utilizaron algunos helicópteros que en ciertos momentos volaron a ras de tierra, para crear pánico entre los habitantes. A las familias expulsadas (unas 5.000 personas) se las reinstaló en el barrio de Kaope-Funda, en la misma municipalidad, pero en una zona no habitable, sin agua potable ni instalaciones sanitarias. Jesús: Los hombres te lo hemos quitado todo. Aparentemente no tienes nada. Te quedaba sólo tu Madre al pie de la cruz y también nos la has dado, pero los hombres no te han podido robar tu amor hacia cada uno de nosotros. Éste quedó en tu corazón para hacer el paso a la Resurrección contigo. Saber esto nos da paz y nos ayuda a pedirte, Señor, que te acuerdes de tantas personas que, en estos días y en nuestro mundo, lo pierden todo: trabajo, casa, dignidad como personas… Que sientan en ellas el calor de tu amor y no pierdan, quizás lo último que les queda: la esperanza para volver a empezar. 11ª estación: Jesús es clavado en la cruz. Francis Bauer Harris lleva más de 16 años preso en una cárcel de Pensilvania, EE. UU. Está recluido en el corredor de la muerte. Está clavado a su cruz de saber que lo han de matar. Ha pedido ayuda y quiere que le revisen el caso. Él afirma que es inocente… Señor: ¿Por qué te han clavado en la cruz?... ¿Qué mal habías hecho?… ¿Por qué los que el domingo te aclamaban, ahora quieren tu muerte?... Mira este hermano nuestro con tus ojos de misericordia y dale tu ayuda. Si puede salvar su vida, que recobre la esperanza en una libertad futura. Y si finalmente llega su ejecución, que sienta en su corazón las palabras que Tu dijiste al buen ladrón, cuando agonizabas en la cruz: “Hoy estarás conmigo en el paraíso…”. Haz también que nosotros, con nuestra oración, no olvidemos nunca a estos hermanos que sufren en el corredor de la muerte y que este lugar pueda ser un día tan solo un triste recuerdo. 12ª estación: Jesús muere en la cruz. El 13 de agosto pasado, cerca del puesto de policía de Marchbar (distrito de Rupandehi), en el Nepal, se halló el cuerpo de Ram Sewak Dhobi, con signos evidentes de haber sido torturado. Algunos testimonios vieron como unos policías lo detenían en una taberna. La policía lo niega y no ha querido hacer ninguna investigación ni proceder a una autopsia. La familia fue forzada a incinerar el cuerpo el mismo día que lo encontraron. Murió sin la compañía de sus seres queridos y en medio de grandes sufrimientos, como se ha podido ver por el estado de su cadáver. Jesús: A Ti también te mataron sin haber hecho nada malo. Si de alguna cosa te podían acusar es de amar demasiado, de curar enfermos, de dar vida, de prometer un Reino eterno, de hacerte hermano de todos y de hacernos hermanos… Y por todo esto, ¡qué ironía!, debías morir y había de ser en medio de grandes tormentos. Señor: Te pedimos por todos los hombres y mujeres que tengan que pasar por el trance doloroso de morir solos y abandonados, que sientan que estás con ellos, para acogerlos en tu Reino. Que el mundo, muy pronto acabe con esta lacra ignominiosa de quitar la vida a los demás, a través de condenas a muerte. 13ª estación: Jesús es bajado de la cruz. Magdi Saleem, de 67 años, abogado y defensor de los derechos humanos, está en lugar desconocido, detenido por el Servicio Nacional de Seguridad y de Información (NISS), en el Sudán, después de ser detenido en Wad Medani el mes de setiembre de 2013. Había participado en una manifestación contra el aumento del coste de la vida y ejercía su derecho a la libertad de reunión pacífica. Está en peligro de sufrir malos tratos y torturas. ¿Cuándo lo bajarán de su cruz?... ¿Cuándo podrá bajar de la suya, la familia de Magdi?... Jesús: Al ser bajado de la cruz vuelves a tocar la tierra. Esta tierra que te ha sido ingrata para ti y que aún lo es; pero que Tú tanto amas, porque amas a la Humanidad, hasta el punto de haber querido formar parte de ella. Mira con tus ojos de misericordia a tantos hermanos clavados en su cruz, cruz física o moral, y tan variada y compleja en nuestro mundo y en la actualidad, y que esperan día a día poder encontrar quien pueda bajarlos de la cruz y pisar de nuevo la tierra en paz, sintiéndose uno más de la humanidad en camino. Que no quede nunca nada por hacer, en este sentido, porque nosotros miremos hacia otro lado y no los ayudemos en la medida de nuestras posibilidades. 14ª Jesús es sepultado. Desde hace más de un año, tres denuncias de víctimas de tortura, para las que l’asociación de defensa de los derechos humanos “Los mismos derechos para todos” (MDT) se ha presentado como parte civil, están actualmente bloqueadas a nivel de la justicia civil en Conakry (Guinea), a falta de poder tomar declaración a los miembros de las fuerzas del orden, acusados de las torturas. A pesar de su coraje y su determinación, los jueces de instrucción tienen muy difícil conseguir que estos procedimientos avancen. Todo queda como en una “tumba” cerrada. Señor: Tu lugar no era permanecer en el sepulcro. No, no eres un Dios muerto, ni de muertos. Tú eres el Dios de la vida, de la luz, de la alegría, de la paz… El triunfo de tu Resurrección nos da la certeza de que vives para siempre y nos has prometido poder compartirlo contigo, cuando acabe nuestro camino en la tierra. Ayuda a que se abran tantas “tumbas” cerradas, que esconden la injusticia y que nunca seamos cómplices del silencio de los que nos creemos buena gente, enfrente de tanto silencio forzado. Final: Señor: Te hemos acompañado en el dolor de nuestros hermanos. Te hemos visto en sus ojos, implorando comprensión, compasión y ayuda. Te decimos que sí, que aquí nos tienes para dar de nosotros todo cuanto nos sea posible para ayudar a disminuir el dolor y el sufrimiento del mundo. Estamos aquí con los brazos levantados, ofreciéndote nuestra oración. Al pie de tu cruz, hemos de estar siempre todos, agradeciendo, pidiendo, adorando… Sabemos que desde tu muerte, la cruz ya no es una cruz desnuda. Es la tuya, la de Cristo y la de toda la Humanidad, que aguarda con esperanza, mañanas de resurrección. Texto: Montserrat Llopart Infografía: J.Puig Reixach