¿El Parkinson se come?

Concurso
Reporteros en la Red
2012-2013
2o Premio ESO
¿El Parkinson se come?
Autora:
Profesora:
Colegio:
Gala Loba Molina
María Llanos Gallego García
IES Alfonso X “el Sabio” (Murcia)
Laboratorio Virtual Ibercaja
Joaquín Costa, 13
50001 - Zaragoza
[email protected]
http://www. ibercajalav.net
Concurso Reporteros en la Red 2012-2013
¿‘’El Parkinson” se come?
Me llamo Carlos. Tengo doce años y
vivo en Madrid. Los fines de semana
voy a visitar a mi abuelo Alejandro y me
cuenta muchas cosas. Un día, al salir
del colegio, vi unos carteles que ponían
algo como ‘Lucha contra el Parkinson,
juntos podemos’ y cuando fui a ver a mi
abuelo, le pregunté:
-Abu… ¿Qué es el Parkinson?
-Carlos, hijo… .el Parkinson o ‘Mal de
Parkinson’,
es
un
trastorno
neurodegenerativo, que altera el
equilibrio, la marcha y produce agitación
y temblores, sobre todo en momentos
de reposo- agitó las manos y siguió
moviendo las manos como un poseso y,
cuando terminó, al cabo de un par de
minutos, prosiguió:
- Y los científicos no saben el porqué de
esta enfermedad.
-Y… em… afecta sobre todo a las
personas de la 3ª Edad.- dijo casi sin
fuerzas.
-¿Qué es la 3ª Edad?- pregunté yo sin
entender.
-Son los abuelos y las abuelas - dijo
recuperando poco a poco las fuerzas, y
al ver que yo sonreía añadió
burlonamente – pero también puede
aparecer en los niños cuando están muy
nerviosos y molestan a sus abuelos,
pero -se corrigió- solo en los niños
nerviosos.
Y seguidamente me contempló como si
yo fuera un objeto valioso expuesto en
una urna de un museo célebre. Al día
siguiente, después de tener esa charla
conmigo lo llevaron al hospital. Sufrió un
ataque durante la noche, según las
palabras de mi madre y fuimos a
visitarlo.
En primer lugar entró el médico,
acompañado de mis padres, pero a mí,
sin embargo no me dejaron pasar a
verlo. Yo protesté, por supuesto, pero
no hubo nada que hacer; me quedé solo
en el vestíbulo. Mientras intentaba
desviar mi atención de algo que no
fuera la puerta donde se hallaba mi
-
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abuelo, vi un gran cartel que, sin lugar a
dudas, me llamó la atención. Era un
cartel colorido que mostraba los
síntomas de un paciente que padecía
Parkinson.
-Los más frecuentes- leí en voz alta ‘pérdida del equilibrio, alteración de
reflejos posturales, rigidez, trastorno de
la marcha…-me paré en seco- …el
temblor en las manos es lo más
frecuente’.
Imagen 1: cartel sobre la enfermedad de
Parkinson.
En
ese
momento
me
giré
irremediablemente hacia la puerta de la
habitación donde se encontraba mi
abuelo. Una oleada de calor invadió mi
cuerpo. Recordé las manos de mi
abuelo. En ese momento supe que no
fue un ejemplo, el temblor de sus
manos.
Cuando por fin me dejaron entrar a ver
a mi abuelo me dirigí a la puerta y miré
lo que ponía: ‘Alejandro Juárez –
Parkinson avanzado’.
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Durante los quince largos minutos en
los que me encontré en el hospital, no
encontraba ninguna otra explicación a lo
que mi abuelo se refería: Sufría de
Parkinson, un Parkinson Avanzado. No
había otra explicación. Mi abuelo me
estaba escondiendo su enfermedad por
no hacerme daño. Ya era mayor para
saber las cosas y, aunque me dolía,
cosa que no podía negar, me hubiera
gustado que me lo contara con
antelación. Pero no había vuelta atrás.
Cuando les conté a mi madre y mi padre
lo que había descubierto no se
mostraron para nada sorprendidos.
-Tarde o temprano ibas a descubrirlodecía mi padre mientras se tomaba una
taza de té junto a la terraza, y sin
mirarme añadió – y, todo hay que
decirlo, yo no disimulo muy bien.
Dos días después de su respuesta le
pedí que volviéramos al hospital, pero
no por ver a mi abuelo, al que aún
guardaba algo de rencor por lo
sucedido, sino por documentarme más
acerca del Parkinson. Estaba enfadado
con él, pero no dejaba de ser mi abuelo.
Cuando llegamos me dirigí al cartel.
-Enfermedad
avanzadaleí,
e
inmediatamente supe que era la que
padecía mi abuelo- trastornos de
memoria- eso explica porqué me
llamaba Pepe, pensé- alteraciones del
sueño,
dolores
musculares
en
articulaciones de brazos y piernas…
Seguí leyendo hasta que memoricé
todo. Acto seguido entré en la sala
donde estaba mi abuelo y les pregunté
a mis padres donde se encontraba el
doctor. Sin dirigir una palabra a mi
abuelo, salí de la sala. Después de
recorrer medio hospital, llegué a la
consulta del doctor especializado en
Parkinson y le pedí algunos escritos
sobre el tema. Él, me los dio esbozando
una sonrisa.
-¿De qué paciente eres familiar?
-De Alejandro Juárez- respondí- es mi
abuelo.
-
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La sonrisa se borró de su cara tan
rápido como lo hace el agua al caer al
suelo. Intentó recuperar su expresión,
pero era tarde: yo ya me había dado
cuenta de su repentino cambio de
estado.
De todo lo que el doctor me dio saqué lo
siguiente:
-Afecta a más de 1.2 millones de
personas en Europa, haciendo de ésta
la
segunda
enfermedad
neurodegenerativa
más
común,
después de la del Alzheimer. Es posible
que la tasa de afectados aumente el
doble en 2025 y el triple en 2050.
-Por ahora la enfermedad de Parkinson
no tiene cura. Pero, en España existen
unas 70 asociaciones del Parkinson que
están intentando colaborar en la
invención de tal cura.
No pude sacar más información. Ésta
era escasa.
Han pasado 13 años. Mi abuelo se
disculpó conmigo y se recuperó, se
puso mucho mejor. Elegí estudiar la
carrera de Arqueología y lo hice durante
dos años. Después mi abuelo sufrió una
recaída y abandoné la carrera, dejando
mis sueños y esperanzas atrás y
empecé a estudiar medicina y ciencia
para descubrir el porqué del Parkinson y
las causas que pudieran generarlo.
Todo por mi abuelo.
Pesticidad tóxicos
Salí de España para investigar y me fui
a Alemania. En mi estancia allí descubrí
algo que me ayudaba sobremanera:
-‘’Según los estudios realizados no muy
lejos de donde yo me encontraba, en
Alemania, un español llamado Francisco
Pan-Montojo había experimentado con
ratones y le había suministrado a uno
de ellos un tóxico pesticida ecológico
que se emplea para rociar a las plagas.
El pesticida le dañó el estómago donde
produjo un efecto rompedor. Pero al
suministrarlo en proporciones muy
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bajas, no dañó ni al sistema nervioso ni
a la sangre.
Durante los siguientes días me llegaron
muchas noticias sobre el Parkinson.
Pero con una me sobresaltó:
-‘’ Los neurólogos de la Universidad de
California encontraron una nueva
prueba que relaciona los fertilizantes de
la tierra con la aparición del Parkinson.
‘Varios productos químicos (paraquat,
maneb y ziran), han causado, tanto a
los trabajadores de la tierra donde se
exhiben como a las personas que
habitaban alrededor, una parálisis con
temblor o Parkinson’ – afirmó Jeff
Bronstein autor y profesor de neurología
en la UCLA.
Han descubierto también que el
benomil, ilegal desde hace diez años,
causa también este trastorno. Este
pesticida impide a una enzima (ALDH)
mantener los límites bajos del
compuesto DOPAL.
-
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que cada vez más agricultores y
poblaciones cercanas a estas tierras
sufran, un trastorno sin cura como es el
Parkinson. Mi abuelo era agricultor y
utilizaba todo ese tipo de fertilizantes. Si
no hacía algo él podría contraer cáncer.
Y algo mucho peor: la muerte.
Me dirigí a España pero cuando llegué,
era tarde. Mi abuelo había fallecido por
no ser tratado con anterioridad. Salí del
hospital y me refugié en un oscuro
callejón. Había estudiado medicina por
mi abuelo, solo por él. Las lágrimas
resbalaban por mi cara, en ese
momento alguien me tendió la mano.
Era el doctor de mi abuelo. Le cogí la
mano y dijo:
- Hicimos todo cuanto pudimos, pero era
incurable.
Entonces yo volví a Alemania y seguí
investigando. Aunque mi abuelo estaba
muerto aún había mucha gente que
sufría esta enfermedad.
Pero los efectos de este compuesto
DOPAL se acumula y daña a las
neuronas, lo cual provoca un riesgo de
contraer Parkinson. Puede causar
daños en el hígado, en el cerebro, y
puede tener efectos cancerígenos. Sus
efectos son tóxicos a largo plazo, y para
demostrarlo los científicos expusieron
modelos experimentales. Y en efecto,
en estos cultivos se vieron destruidas
las células relacionadas con el DOPAL.
Fue prohibido, pero, aún hoy algunos
agricultores lo utilizan para lo que ellos
llaman ‘fertilizar’ la tierra.
La enfermedad, puede propagarse
también por causa de los animales,
como por ejemplo en el pez cebra de
agua dulce. Se ha observado, mediante
sus tejidos transparentes, que sólo
pierde las células dopaminérgicas
(relacionadas con el DOPAL) pero que
no le afecta a las neuronas.
Gracias a todos estos estudios
epidemiológicos, se ha demostrado que
los pesticidas son los responsables de
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Laboratorio Virtual Ibercaja
Referencias
http://www.lagranepoca.com/26813-pesticidas-causan-parkinson-descubren-otraprueba
Sitio Web ‘La Gran Época’ noticia ’Pesticidas causan Parkinson: descubren otra
prueba’.
3-feb-2013
http://vsearch.nlm.nih.gov/vivisimo/cgi-bin/query-meta?v%3Aproject=medlineplusspanish&query=parkinson&x=0&y=0
Información de salud: Parkinson.
27-dic-2012
www.unidoscontraelparkinson.com
Información, noticias y novedades sobre el Parkinson.
25-dic-2012
http://www.parkinsonblanes.org/Asociaciones_Parkinson.htm
Asociaciones Parkinson.
16-ene-2013
http://es.wikipedia.org/wiki/Enfermedad_de_Parkinson
Definición de Parkinson.
16-ene-2013
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2010/747/1265497205.html
Hallazgo científico: investigación en Ratones
7-feb-2013
Imagen 1
http://www.deparkel.org/imagenes/parkinson_enf.jpg
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