Le Corbusier resucitado

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Le Corbusier resucitado
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LA GACETA Domingo, 2 de junio de 2013
Civilización
TENDENCIAS
ARQUITECTURAS DE VIDA
DAUPHIN ISLAND. Dionisio González ha proyectado estructuras en la isla del estado de Alabama inspirándose en arquitecturas acuáticas y palafíticas que tienen su origen en el Neolítico.
Le Corbusier resucitado El fotógrafo Dionisio González recupera 20 proyectos del arquitecto suizo que nunca vieron la luz con imágenes creadas a través de sus planos. Sus famosas casas blancas siguen siendo un modelo
Begoña Marín Madrid
Le Corbusier estaba “prendado por el vigor” de Victoria Ocampo, una de las gurús culturales de la socie-­
dad bonaerense, y proyectó para un hogar, la villa Ocampo. Nunca se construyó. Sin embargo, se puede ver perfectamente el techo habitable donde hubiera derramado champán con Borges o Virginia Woolf –quien ODGHʎQL³FRPRȌODRSXOHQWDEHOOH-­
za de la millonaria de Buenos Aires”– y su jardín de entrada a tra-­
vés de las imágenes de Dionisio González. El fotógrafo gijonés ha reconstruido 20 de los proyectos que nunca llegaron a realizarse a través de los planos y renders que dejó.
El arquitecto suizo tenía lista de espera por todo el mundo. Uno no era nadie si no tenía una de las casas blancas que rezumaban esti-­
lo Bauhaus y modernidad por sus cuatro paredes. Eran los años en los que el funcionalismo, con sus estructuras diáfanas y desnudas, pretendía borrar la imagen arcillo-­
sa de las moles de ladrillo comunal soviéticas. En su lugar, Le Corbu-­
sier proyectó edificios como el Palacio del Gobernador en Chan-­
digarh (India), la Villa Paul Prado en Buenos Aires (Argentina) o el Museo del Crecimiento Ilimitado (Argelia), una espiral laberíntica en forma de cuadrado.
Uno de los proyectos no reali-­
zados que más hondo clavaron su espina en el corazón del arquitec-­
to f ue el pabellón que d iseñó para su propio país. “Aunque ganó el concurso echaron abajo su pro-­
puesta e hicieron algo más con-­
vencional. Luchó en los tribuna-­
les, pero no se dio entrada al recur-­
so. No quiso saber nada más del gobierno durante mucho tiempo, SHURʎQDOPHQWHOHHQFDUJDURQHO
Uno de los proyectos no realizados que más hondo clavaron su espina en su corazón fue el pabellón que diseñó para su propio país
pabellón suizo en Francia y lo hizo”. Dionisio González mira la pared de la galería Ivorypress, donde se expone su obra, con ojos color sepia, como el de las fotos que han pasado demasiado tiempo en una caja de zapatos. A lo largo del reco-­
rrido “vas leyendo los cuadros tran-­
quilamente hasta que empiezan a IDFHWDUVHDFXUYDUVHDGLʎFXOWDUOD
visión del espectador, para acabar explotando”, en una instalación formada por restos de los marcos de las imágenes.
UTOPÍA INVERTIDA. Dionisio González subraya que todo es una fantasía.
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invertida –indica– porque aunque se trata de recuperar los proyectos, ʎQDOPHQWHORVRPLWLPRVPHGLDQWH
una explosión, subrayando así que todo es una fantasía. Siguiendo la máxima de Heidegger de que toda obra no realizada es una ruina, todo proyecto no construido es también una destrucción”.
Una chica rubia con camiseta azul se asoma por la ventana. A su espalda se intuye el cuadro de su habitación, que bien podría perte-­
necer a Picasso, Braque o Fernand Léger, como los que colgaban de su mítica villa La Roche. El detalle con el que ha recuperado las casas fantaseadas por Le Corbusier deja poco lugar a la imaginación. Quizá estas construcciones familiares hayan sido el legado que mejor ha sobrevivido al paso del tiempo, y de la copia. El estilo del suizo se ha explotado hasta alcanzar dimensio-­
nes grotescas. “El hormigón y la desnudez en las fachadas en grandes bloques de viviendas ha sido criticado por con-­
siderarse inhumano, pero el fallo no fue suyo, sino de sus imitadores. Es evidente que construir toda una ciudad con un solo arquitecto y un ingeniero es una locura, como ocu-­
rrió en Brasilia con Niemeyer”, indica. “Él planificó de manera racional y supo aprovechar las 57
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posibilidades del hormigón como material de construcción. De hecho se está recuperando, y con excelen-­
tes resultados, como lo demuestran los edificios de Herzog & De Meuron”.
La arquitectura es el arma más poderosa porque nos habita. Es capaz de neutralizar revoluciones con sus grandes avenidas –como los Campos Elíseos de París– o “Le han criticado por el hormigón y las fachadas desnudas en bloque, pero el fallo no fue suyo sino de sus imitadores”
LISTA DE ESPERA. El arquitecto suizo tenía lista de espera por todo el mundo. Uno no era nadie si no tenía una de las casas
blancas que rezumaban estilo Bauhaus y modernidad por sus cuatro paredes. / DIONISIO GONZÁLEZ / IVORYPRESS
encoger nuestro corazón hasta la sumisión – el EUR o Tercera Roma de Mussolini–. Por ello Dionisio González, autor de series como las que dedicó a las favelas brasileñas o a Venecia, ha ido más allá de los sueños de Le Corbusier y también ha querido explorar una de las “zonas más deprimidas de los EE UU”, Dauphin Island.
“Hay toda una historia relacio-­
nada con la adversidad y el caos y existe cierta armonía en esa fatali-­
dad”, indica. La isla en el Golfo de México ha sufrido numerosas catástrofes naturales, “a pesar de los cual los lugareños siguen cons-­
truyendo casas en lugares expues-­
tos a los huracanes”. Intentando ser afín a la “fantasmagoría” del pro-­
pio lugar, ha imaginado nuevas for-­
mas habitables. “Comencé a hacer una especie de arquitectura bunquerizada en contra de la ofensiva de la natura-­
leza y a partir de ahí creé casas FRPRVDQWXDULRVFRQVXSHUʎFLHV
que dejan correr el viento, cimen-­
tadas en hormigón y hierro. Salió una arquitectura muy circular, muy distinta de todo lo que había traba-­
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El resultado son estructuras orgánicas de las que emergen per-­
sonas como caracoles de su concha. Una de sus casas se asemeja a un par de piedras apoyadas la una en la otra, al borde del mar. Se presen-­
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un liliputiense exhausto tras haber caído al agua por un golpe de brisa marina. Sus habitantes parecen felices, con la seguridad de la Mona Lisa en su vitrina blindada. El inte-­
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en las personas. “No solamente hay que mostrar lo denunciable sino proponer modelos alternativos, sostenibles en torno a ciudades”. 

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