Santa Germina Cousin Virgen, cuerpo incorrupto Patrona de los

Santa Germina Cousin Virgen, cuerpo incorrupto Patrona de los

Santa Germina Cousin
Virgen, cuerpo incorrupto
Patrona de los niños abusados
Día de fiesta – 15 de junio
Germina nació en el 1579 en Francia, a una familia campesina pobre. Nació con una deformidad
en una de sus manos. Su madre murió poco después de ella nacer.
Su padre se casó de Nuevo, pero esta vez a una mujer que era malhumorada y cruel. Temiendo
que la deformidad de Germina era contagiosa, convenció a su esposo a que mantuviera a
Germina lejos de los demás niños en todo momento. Así que de muy temprana edad, la enviaron
a trabajar afuera, como una pastora. Aun de noche, al regresar a la casa, no podía entrar a la
casa, sino que dormía en un establo en un matorral de ramos de parra. Le daban muy poco de
comer – regularmente las sobras de la comida de la familia. Sólo podemos imaginar lo que una
niña pequeña sufriría en este ambiente. ¡Vivía en un aislamiento casi completo!
Ese aislamiento produjo una madurez y serenidad precoz y sin el Consuelo del amor humano o el
apoyo de los lazos familiares. Germina se desarrolló en una niña verdaderamente feliz. De
hecho tenía una felicidad radiante.
Es un misterio el cómo llegó a desarrollar una gran amor por la Sagrada Eucaristía, que nunca se
ha podido explicar. Pero, Germina de hecho, era extremadamente devote a la verdadera
Presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Todos los días, cuando las campanas
de la Iglesia anunciaban la Santa Misa, ella llevaba a su rebaño a los campos cercanos y
poniendo su cayado erecto en la tierra, asistía a la Misa. A pesar de que las ovejas se quedaban
solas en las colinas por donde corrían los lobos, nunca le hicieron daño.
Parece ser, que en su soledad, el Señor se le hizo muy real, muy presente, hablándole del amor
del Padre Celestial. Cuando se enteraba de los sacrilegios contra el Santísimo Sacramente o las
herejías que ocurrían en las aldeas cercanas, tomaba penitencias adicionales, comiendo sólo pan
y agua por días en reparación por estos sacrilegios y herejías. Cuando las campanas tocaban el
Ángelus, veían a Germina inmediatamente caer de rodillas – aun en medio de un riachuelo.
Siendo muy favorecida por la Santísima Virgen María, al acercarse las fiestas de la Virgen,
incrementaba el gozo de Germina al igual que sus plegarias, Rosarios y devociones. Le gustaba
reunir a los niños de la aldea a su alrededor para hablarles del amor de Dios, de Jesús y de Su
Madre, la Virgen María. ¡Y le gustaba mucho que oraran el Rosario!
Los campesinos comenzaron a fijarse en esa niña poco usual. Al principio se burlaban de su
piedad, pero Germina se desarrolló en una hermosa y amorosa joven, y el favor de Dios se notó
de una manera singular siempre que la veían. Varias veces, después de grandes tormentas la
observaron que prepararse a cruzar las altas mareas del río con sus ovejas, que las aguas bajaban
y cruzaba con su rebaño sin llegar a mojarse. Tomaba el poco de comida que le daban como
pago diario y lo compartía con otros, especialmente con los niños que trabajaban en las colinas
con poco que comer.
Pronto aquellos que la llegaron a conocer y que la buscaban para su intercesión y oración en sus
necesidades, comenzaron a mirar a Germina como santa y muchos la trataban con reverencia y
respeto, Cuentos de su gran valor y alegría inexplicable al igual que su caridad llegaron donde su
padre, quien parece haber despertado de repente de un sueño. Se dio cuenta que había permitido
una vida cruel y difícil para esta pequeña niña, y le rogó que regresara a vivir en la casa con la
familia. Pero Germina a su vez, le rogó le permitiera permanecer en una vida de soledad y
penitencia, que para ella se había convertido en una vida rica y la fuente de su mayor gozo.
Hasta pidió permiso para continuar durmiendo en el establo en sus sarmientos de parra, durante
la noche.
En el verano del 1601, Germina se fue silenciosamente a los brazos de su Padre Celestial, en
medio de la noche. Fue descubierta sobre los sarmientos que habían sido su cama la mayor parte
de su vida.
En el 1644, cuando abrieron su tumba por el cuerpo de uno de sus parientes, encontraron al
cuerpo de Germina totalmente intacto y fresco. La gente de la aldea pidieron que su cuerpo
permaneciera expuesto para veneración y así ocurrió hasta que una mujer en un acto de acción de
gracias por la santa, compró un ataúd para ella. La mujer había sido curada de un tumor
incurable por medio de la intercesión de Germina. Su hijo, que también no se suponía que
viviera, fue restaurado a la vida. Estos dos Milagros fueron los primeros de muchos grandes
milagros que sucedieron por medio de la intercesión de esta joven.
En el 1700, su cuerpo fue exhumado y de nuevo lo encontraron completamente intacto y fresco.
Cuando hicieron pruebas, confirmaron que el cuerpo no había sido embalsamado y que no había
nada especial en la tierra que hubiese causado que su cuerpo permaneciera incorrupto. Por este
descubrimiento, comenzó su proceso de beatificación. Su cuerpo permanece incorrupto hasta
hoy.
El 29 de junio de 1857, el Papa Pío IX, la proclamó santa y su nombre fue incluido en el canon
de las santas vírgenes.
Santa Germina, ¡ora por nosotros!
Referencias
“Saint Germaine Cousin,” Herbermann, Charles, editor Catholic Encyclopedia,
Robert Appleton Co., NY 1913 (public domain)
“Heavenly Friends: a Saint for each Day,” Rosalie Marie Levy, Saint Paul Editions, Boston,
1958