¡Prejuicios contra los inmigrantes! ¡Ponte tú en su lugar!
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¡Prejuicios contra los inmigrantes! ¡Ponte tú en su lugar!
¡Prejuicios contra los inmigrantes! ¡Ponte tú en su lugar! Son sucios, criminales, roban el trabajo de los españoles y se aprovechan del sistema social, trabajan como ilegales y no pagan impuestos. Estos son solo algunos de los prejuicios que tienen los españoles contra los emigrantes que llegan de África y asumen los riesgos de una travesía peligrosa con muchas privaciones para entrar a España, la puerta a Europa. Sueñan con una vida mejor en otro país. Son muchos jóvenes, por ejemplo de Marruecos, del Senegal o de Mali, menores de edad, los que intentan emigrar. Muchos de ellos lo intentan porque mientras un emigrante ilegal tenga menos de 18 años no podrá ser expulsado de España. Los que no tienen trabajo son devueltos; los que tienen, tienen la posibilidad de recibir sus papeles. El incentivo es tan fuerte que abandonan a sus familias y empiezan un viaje muy duro. Las pateras en las que cruzan el mar van cargadas de personas, hay tormentas en que los barcos pueden hundirse y además no tienen agua, ni comida durante la travesía que puede durar hasta tres o más días. Por eso, muchos de los que empiezan el viaje no llegan y se mueren en el mar. No solo están los factores de atracción, sino también los de empuje. Muchas veces las circunstancias de vida en los países de origen son precarias y la mayoría de los habitantes vive bajo el límite de la pobreza. Hay una baja esperanza de vida por la tasa alta de mortalidad infantil y de la asistencia médica insuficiente. No tienen dinero para mantener a su familia y una gran parte de los empleos está mal pagada. Además no hay una educación adecuada y por eso la tasa de analfabetismo es alta. Cuando llegan a España, los emigrantes tienen esperanzas y expectativas: Una vida digna en Europa, pero partes de éstas son solo ilusiones. Mientras que los jóvenes tienen la posibilidad de participar en cursos de español, y se les ofrece ayuda y educación, los mayores de edad que vienen, tienen peores perspectivas porque tienen que trabajar ilegalmente. Además, integrarse en la sociedad es difícil para ellos, pues hay muchas diferencias entre las dos culturas. Por otra parte, muchos habitantes españoles no conocen la cultura extranjera y por eso tienen muchos prejuicios. Anna, Sofia, Verena und Jorge Otros emigrantes llegan en avión. Pagan un billete, vienen a España y se quedan allí. Después de tres meses se les caduca el visado, son ilegales y pueden ser detenidos y devueltos si son mayores de edad. ¡Ponte tú en su lugar! España se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores receptores mundiales de inmigrantes. Cada año emigran más inmigrantes a España. La mayoría es de Marruecos y del centro de África. Los que vienen del centro tienen que soportar caminos muy largos. Viajan por el desierto a pie y no tienen ni comida ni agua. Pero su viaje aún no acaba aquí. Ellos tienen que atravesar el mar y viajan en cayucos y pateras que van sobrecargados de personas. Su travesía dura a veces más de 4 días y los inmigrantes no tienen suficiente bebida y comida. Están empapados de agua fría y en su ojos se refleja el miedo a la muerte. Lo peor es que muchos no llegan a la costa de Canarias o a la Península. Ahora nos preguntamos ¿por qué los inmigrantes arriesgan su vida al emigrar a España? La razón mas conocida es que muchos marroquíes quieren trabajar en España. En Marruecos hay muchos habitantes que no tienen suficiente dinero para vivir. La tasa de analfabetismo en Marruecos es más alta que en España y por eso muchos marroquíes no encuentran empleos. Otra causa para dejar su país de origen es que la distancia de Marruecos a España es corta. Si sobreviven la travesía peligrosa, muchos inmigrantes tienen que vivir en la calle. A veces algunos tienen parientes en España y se alojan en sus casas. Pero los inmigrantes no pueden estar más de medio año en el país. Por eso buscan trabajos temporales. Muchos inmigrantes que vienen sin papeles tienen empleos como jornaleros del campo, pero las condiciones de trabajo son duras y no ganan mucho dinero. Muchos inmigrantes no están contentos con su nueva vida y dirían a sus amigos de Marruecos que no emigren porque no vale la pena. Carina, Ilenia, Audrey, Jorge, Ilenia M. und Sandra ¡PONTE TÚ EN SU LUGAR! la playa, su vista fijada en las olas del mar, soñando con una vida en Europa. “Muchos de mis amigos se murieron en el intento de cruzar el mar”, dice él. “Pero eso no me disuadió a mí de hacer la travesía. Era trabajador del campo en Marruecos y ganaba poco dinero así. Todo su dinero lo ahorró para pagar la travesía porque cuesta mucho dinero. Tuvo que dejar a su mujer con dos niños en Casablanca. Tienen el sueño de una vida mejor, una vida con futuro, sin pobreza y hambre. El destino de muchos emigrantes de África es la isla Gran Canaria, la isla de su esperanza. Miles de emigrantes intentan anualmente hacer la travesía peligrosa del continente africano a la isla europea, Gran Canaria. Quieren huir de su país de origen porque allí muchos no tienen trabajo y si tienen trabajo, no ganan suficiente dinero. También hay una situación política inestable y estos ejemplos son solamente algunos de los motivos para emigrar. “Yo no he dicho nada a mi familia porque me hubiera pedido que me quedara en África. Pero ahora estoy en Europa, tengo un sueldo mejor y puedo mandar algo de dinero a mi familia para que ellos puedan comer mejor y se permitan ropa mejor y todo eso.” Su sueño pues, se ha realizado y por eso pregunto al gobierno ¿por qué no legalizan la travesía?. Muchos tienen que morir y solamente porque tienen que hacer la travesía peligrosa clandestinamente. Podría ser más fácil si el gobierno europeo los ayudara a ellos porque en Europa nosotros tenemos los medios necesarios. ¿O queréis que hombres pobres con familias por los que tendríamos que preocuparnos mueran? Julia, Judith, Thomas und Jonathan Para alcanzar sus sueños dejan a sus familias en su país de origen, sin decir nada a ellas. Se torturan a través del desierto, pasan unos días en una pequeña embarcación sin mucha comida y bebida y para esa tortura tienen que pagar mucho dinero. Ayuba tiene 21 años y es uno de esos emigrantes. Viene de Casablanca, una ciudad que se encuentra en la costa del oeste de Marruecos. Durante muchas noches estuvo sentado en la arena de ¡Un viaje al paraíso! Cada año, miles de inmigrantes intentan cruzar el mar para vivir en Europa. Sus motivos para emigrar son diferentes. Unos emigran por el sueño de ganar más dinero para enviarlo a sus familias. Otros echan de menos los derechos humanos en su país de origen. Pero todos quieren vivir una vida mejor y no ven ninguna alternativa en su país. Por eso, los africanos hacen el viaje aunque tienen muchos peligros. Trabajar 10 horas al día para ganar 50 euros al mes. Esa es la horrible verdad con la que mucha gente en África tiene que vivir. Mohamed, 19 años, viene de Niger y trabaja como vendedor en una pescería. Tiene que trabajar de 8 de la mañana hasta las 8 de la noche. Su jefe le permite un descanso de 15 minutos al día. Por día, Mohamed gana 1,20€. Ese dinero no es suficiente para vivir por sí mismo, y por eso Mohamed vive con su hermano Abdullah. Abdullah tiene 23 años y dos niños. Quiere darles la oportunidad de ir a la escuela para que tengan una vida mejor.Por eso, los hermanos deciden cruzar el mar para ganar dinero en España. En Marruecos, entran en una barca pequeña con el destino Europa. En el mar, el tiempo es muy malo y las olas son muy grandes. Es una situación muy peligrosa y la gente en la patera tiene miedo de morir. De repente, Mohamed puede ver la costa. Se puede sentir claramente la alegría de los emigrantes. Pero Abdullah tiene dudas. ¿Qué va a pasar cuando lleguen a España? ¿Va la policía a devolverlos a su país? ¿Van a encontrar un empleo? ¿Van a ser aceptados en la sociedad? Estas son las preguntas que todavía nadie puede contestar. Preguntas, a las que todos los emigrantes tienen que enfrentarse. Para ellos, no hay otra alternativa que esperar. Esperar un futuro mejor. Laura, Irina, Jannis y José Llegados a la tierra de sus sueños, son rechazados y humillados ¿Por qué? Muchos españoles tienen prejuicios contra los inmigrantes: Son pobres, no tienen una buena educación, son criminales, les quitan los puestos de trabajo, no pagan impuestos. Pero ¿qué pasaría si España se quedara sin inmigrantes?. Imagina esa situación. Ahora muchos inmigrantes trabajan por poco dinero y hacen todo el trabajo que los españoles no quieren hacer. Pero si no hay inmigrantes, los españoles deberán hacerlo. España también se beneficia de los inmigrantes ilegales en ese aspecto. Las condiciones de vida en África son miserables. Por ejemplo Moussa de Senegal tiene un puesto de trabajo muy duro. Para él, sobrevivir con lo que gana es casi imposible. Dice: “Senegal no es bueno. Hay demasiados problemas.” Mucha gente de Senegal no tiene trabajo. Sufren una asistencia médica insuficiente. En algunos países africanos la gente muere por guerras. Hay una tasa de mortalidad infantil de 14,36% en Marruecos. Además sólo un 31,4% de la población sabe leer y escribir. La vida en el tercer mundo es precaria, por eso la gente no tiene otra alternativa que emigrar. Es medianoche. Muchos inmigrantes empiezan su travesía en la noche. El tiempo muchas veces es muy malo; viento y lluvia fuerte hacen la travesía más difícil. En la frontera hay vallas altas con alambre de espino y la guardia costera controla la frontera, por eso es casi imposible para los inmigrantes cruzar la frontera. Y sin embargo lo intentan una y otra vez. Eso muestra que están muy desesperados y no tienen otra alternativa que emigrar de su país de origen. Sólo pocos inmigrantes sobreviven la travesía, muchos mueren. Y cuando los imigrantes están en España no viven en seguridad tampoco, porque siempre tienen que vivir con el temor de ser atrapados por la policía. Sobre todo allí no son tratados como humanos tampoco. La detención de empresario Diego M.L. reveló los circunstancias de trabajo de inmigrantes ilegales. Él le pagaba dos euros por hora a sus empleados marroquíes que ni tenían contrato laboral ni estaban dados de alta en la seguridad social. Los trabajadores ilegales dependen totalmente de los que les da trabajo. La mayoría de los inmigrantes obtiene trabajo caracterizado por la falta de cualificación. Las mujeres trabajan en el servicio doméstico y los hombres en el campo. Pero ellos no tienen otra posibilidad. El acceso a un piso también es difícil por su alto coste y en parte son discriminados por gente xenófoba. ¡Ponte tú en su lugar! Damla, Cecilia, Miriam und Janina ¡Dale la mano a tu hermano! Islas y costas son lugares multiculturales y han sido desde siempre un foco de inmigración. Sin embargo, particularmente los españoles, sufren con el desarrollo económico. No solamente aguantan la invasión de millones de turistas cada año, sino además son el destino favorito de los emigrantes africanos. Los ilegales viven en campos de acogida y se necesitan controles más estrictos en las fronteras. El flujo de inmigrantes seguramente es un tema amargo y podemos entender si algunos habitantes los odian. Pero parece importante que se distinga entre el fenómeno de migración y la situación personal de los inmigrantes. Sí, es verdad que la migración es un gran problema para los políticos y la demografía en España pero, por otro lado, los inmigrantes actúan de una manera comprensible y la mayoría de nosotros emigraría también si estuviéramos en su lugar. No es que ellos arriesguen la travesía para molestarnos en Europa, sino arriesgan la travesía porque no tienen otra alternativa. ¡Ponte tú en su lugar! No es fácil para los inmigrantes abandonar su cultura, familia y país por un futuro incierto. Ellos tienen que irse porque no tienen un futuro en su país. La mayoría de los jóvenes en Marruecos quieren dejar su país e irse a Europa. Mientras que los ricos y los que han estudiado en una universidad normalmente siguen caminos legales, los pobres, que se buscan la vida con trabajo de ocasión, solamente tienen una opción. Venden todo lo que tienen, ahorran todo su dinero, cogen prestado algo de sus parientes y lo entregan todo a los traficantes de personas. Ellos saben que arriesgan su vida en las pateras pero, sin embargo, intentan hacer la travesía, aunque otro intento en el pasado haya fracasado. Nuestra sociedad y nuestra vida en Europa, la cual conocen los emigrantes solamente de la televisión, les parece el paraíso y hacen lo imposible para llegar aquí. “Nadie puede poner fronteras a nuestra hambre”, dice Brahim, un emigrante de Marruecos. Los inmigrantes son gente decidida, valerosa y dispuesta a trabajar. Ya han sufrido mucho y merecen nuestro respeto. La verdad es que la economía en España ya no funcionaría sin los ilegales. Hacen los peores trabajos , los que nadie quiere hacer y por eso es absurdo decir que los ilegales les quitan el empleo a los españoles. “Si venimos aquí es por necesidad”, exclama un emigrante. Aunque en Madrid, la capital de España, viven 800.000 extranjeros que son imprescindibles para la vida cotidiana de la ciudad, su situación laboral en España es muy dura. Los inmigrantes son discriminados por los españoles cuando quieren solicitar un trabajo. Por otro lado es necesario que reduzcamos el número de ilegales que emigra de África cada año, pero la clave de triunfo es darles otra alternativa en África y no detenerlos en la travesía. Hay que ofrecerles trabajo a ellos, pero la vida que tienen “no es un futuro”, dice Brahim. Pascal, José Gregorio, Matthias, Manuel y José Juan