Conversaciones creativas
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Conversaciones creativas
conversaciones creativas Conversaciones creativas Fotografía Rafael Mayani Actores de distintas disciplinas creativas han buscado generar un diálogo que desate una reflexión en torno a la sociedad. En este sentido, arquitectos y diseñadores han intentado incentivar, desde su trabajo, esa interacción para desarrollar más ideas. En esta edición, para celebrar nuestro aniversario 2.5, convocamos a familias creativas, quienes conversaron a partir de un tema en específico. José Castillo y Saidee Springall; Manuel y Lorenzo Álvarez; Mauricio, Jorge y Arturo Arditti; Fernando Velasco y Paola Morales; Julio Gaeta y Luby Springall; Christian y Claudio Gantous; Carlos y Gerard Pascal; Félix y Javier Sánchez; Francisco y Juan Pablo Serrano; Javier Sordo Madaleno Bringas y Javier Sordo Madaleno de Haro reflexionan sobre su ejercicio arquitectónico y cómo éste contribuye a la sociedad desde diferentes tópicos. Agradecemos al Museo Nacional de Arte por brindarnos la locación para la toma fotográfica. 72 www.glocal.mx Glocal 15 73 conversaciones creativas Arquitectura 911sc José Castillo y Saidee Springall Arquitectura a partir de la cultura El concepto de Arquitectura Cultural refiere a un intento de expresar los valores humanos particulares de cada territorio en la creación de un proyecto arquitectónico. En ese sentido, el trabajo de Julio Castillo y Saidee Springall, a través de Arquitectura 911sc, se concentra en incluir los diversos procesos culturales en la producción de recintos que ayuden a generar una sociedad más eficiente y reflexiva. También tiene esa parte académica que ha permitido vincular la oficina con el ámbito cultural. Se atreve a tocar temas que se han presentado en las bienales de Venecia, Rotterdam, Canarias y Sao Paolo. Y, a través de eso, nuestro ejercicio se ha ido por otras ramas un poco fuera de la arquitectura. ¿Qué conceptos comparten para funcionar como pareja creativa? José Castillo: Empezamos a trabajar juntos desde la carrera, en la Universidad Iberoamericana, de 1988 a 1992. Esto va vinculado a que muchas de las experiencias que hemos tenido se han ido entrelazando: los dos estudiamos una maestría juntos y hemos trabajado con arquitectos en el extranjero. Cuando finalmente regresamos a México, después de maestrías y doctorados, empezamos a trabajar en despachos distintos. No fue sino hasta principios de 2003 cuando decidimos formar nuestra propia oficina. Era una cuestión casi natural entender que el diálogo que se venía dando fuera y dentro de la disciplina podía conformar un despacho. SS: Nos interesan mucho las conversaciones — que tienen que ver con los procesos— y en cómo llegamos a un producto. A lo mejor el resultado final es menos interesante que el proceso, pero en éste es donde podemos explorar, conversar y experimentar. La parte intermedia es la que al final nos deja una enseñanza muy específica de cada uno de los proyectos. Saidee Springall: Ha sido un proceso muy fácil. Hemos crecido juntos: fuimos compañeros en la carrera, tuvimos la beca del fonca, la maestría…, eso ha facilitado nuestro trabajo. Creamos nuestra profesión juntos. JC: También tiene que ver nuestra forma de entender la arquitectura como producción cultural y eso implica conversación. A partir de ahí, comprendimos que lo más interesante en cualquier oficina es establecer diálogos interesantes, inteligentes, motivadores y estimulantes. SS: Tenemos roles específicos en la oficina y cada uno tiene sus virtudes. El no generar competencia entre nosotros ayuda; respetamos las actividades que cada uno hace mejor que otro. Eso hace que las cosas fluyan. Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de 911sc ¿Cuáles son las virtudes de José y de Saidee para que puedan trabajar en equipo? SS: José es un extraordinario conversador. Sabe cómo lidiar y tratar con el cliente. 74 www.glocal.mx Glocal 15 JC: Saidee es más del día a día, resolviendo el dibujo en computadora. Yo soy más generalista. Construimos un despacho relativamente horizontal: se dan ciertas ideas, lineamientos y estrategias generales. Después se retoma todo, se va armando el proyecto. JC: También hemos colaborado con otros arquitectos. Somos un despacho cuyo trabajo y práctica se basa en extender las colaboraciones con amigos y colegas; hemos trabajado con Javier Sánchez en el Centro Cultura de España, con Alejandro Hernández y Fernanda Canales, Productora y at103. Y lo disfrutamos. Claro que pierdes control en temas de autoría, pero en otro sentido nos parece mucho más vital. Se trata de mostrar tus fragilidades y esperar que el otro aporte y te haga mejor persona. La otra parte, que es un componente fundamental de nuestra práctica, tiene que ver con la ciudad: entendemos la arquitectura a partir de su vinculación con la producción de la ciudad. Gracias a eso tenemos claro que la ciudad no es perfecta y que la práctica está llena de contradicciones; sabemos que nuestro trabajo es producto de esas dificultades y paradojas. SS: Siempre nos comparamos con un doctor: cuando hay una cirugía, todos le decimos al doctor cómo operar, como si también fuéramos cirujanos. Así pasa con los clientes, porque la profesión es un vínculo directo con él. Todos estos factores, de alguna forma, moldean la arquitectura. Se trata de retroalimentación. JC: Además, creemos que el talento opera como uno de los múltiples factores que produce una arquitectura interesante. En esta profesión se necesita crear por medio de un análisis y de intelecto. Ser capaces de generar emociones en 75 un espacio. Lo entendimos cuando nos llegaron proyectos que tenían que ver con la pregunta de cómo producir espacios culturales para un país que no lee. El primer proyecto cultural fue la librería Porrúa. Hicimos más de 40. Gracias a la comunicación y confianza que tuvo el cliente, Rodrigo Pérez Porrúa, con nosotros, estamos aquí. Nos permitió experimentar mucho más allá de nuestras obsesiones o filias culturales. A todo el mundo le gusta pensar que hace arquitectura vinculada al mundo de la cultura, pero, cuando te toca hacer un proyecto cultural específico, te das cuenta de que no es así. ¿Cómo trabajar con todos los ámbitos gubernamentales en un país que trabaja arquitectura sexenal y con los clientes que responden a esa parte política. ¿Cómo logran ese entramado tan complejo? SS: Con responsabilidad. No podemos abandonar un proyecto porque no está funcionando como nosotros queremos. No renunciamos a las responsabilidades que tomamos desde un inicio; es importante atenderlas y darles seguimiento. En los proyectos públicos hay que tener paciencia para entender que no tenemos el control, que a veces las cuestiones contractuales, operativas y económicas no están en nuestras manos, ni de nuestra gente. JC: Una característica que nos pareció fundamental es desarrollar empatía con el cliente. Ser capaces de ponernos en sus zapatos y entender cómo ve el mundo. El Centro Cultural España tenía mucho que ver con las múltiples conversaciones acerca de hacer la primera intervención a un edificio en el Centro Histórico en cuarenta años. Tuvimos conversaciones frustrantes y otras positivas con distintos actores del inba, de seduvi y de la Delegación. La virtud de su trabajo es visualizar la arquitectura como urbanismo. ¿Creen que los proyectos culturales necesitan crecer de diferentes maneras? JC: La fortaleza no está en la especialización, sino en un método de trabajo que entienda la arquitectura como urbanismo. SS: El no especializarnos hace que abordemos cada proyecto como único. Cada uno tiene su propia lógica, su propio contexto y sus propias necesidades. Eso nos permite ahondar en temas que de otra forma no podríamos. Si nos dedicáramos a hacer sólo viviendas de interés social, no podríamos tocar otras líneas que nos han permitido formarnos como un despacho capaz de desarrollar proyectos de pequeña escala, y al tiempo de hacer arquitectura que tiene que ver con la ciudad, con el entorno social, político, físico y ambiental. Fondo Bibliográfico Jaime García Terrés Fotografía de Jaime Navarro 76 www.glocal.mx Glocal 15 JC: Para un arquitecto, el urbanismo y su ejercicio son formas de hacer política. A nosotros nos interesa entender las fuerzas que producen la polis; y ésta tiene que ver con todo, no nada más con un secretario de gabinete. Así lo 77 “Entendemos la arquitectura a partir de su vinculación con la producción de la ciudad. Gracias a eso tenemos claro que la ciudad no es perfecta y que la práctica está llena de contradicciones”. – José Castillo Remodelación de la Sala de Arte Público Siqueiros Fotografía de Moritz Bernoulli entendemos desde la lógica normativa hasta la lógica presupuestal. SS: El tema social es algo que nos ha movido. Siempre nos preguntamos: ¿qué más puede hacer la arquitectura por su entorno social? Es algo que nos ha ayudado a desarrollarnos. Pensar en cómo tocar estos límites y entrelazar la parte social con la parte espacial y la ciudad. Hemos tenido trabajos de intervención social; muchos tienen que ver con los proyectos de vivienda e interés social, que más allá de hacer una vivienda digna, se trata de generar espacios para una convivencia social más sana. JC: Seguimos la idea de construir ciudadanía desde distintas infraestructuras y posibilidades. Por eso nos entusiasma hacer proyectos como la Sala de Arte Público Siqueiros. La intención del proyecto era crear un edificio que reconectara la galería con la ciudad. Ustedes ven la arquitectura como ciudadanos. ¿Cómo logran hacer partícipe al peatón, que entienda la arquitectura y sea parte de lo que está sucediendo? SS: Hoy en día está regresando la importancia de las ciudades peatonales sobre la infraestructura de vialidades. Hay que darle un espacio importante al peatón. Muchos piensan Centro Cultural Elena Garro Fotografía de Jaime Navarro 78 www.glocal.mx Glocal 15 que si cerramos las calles se colapsa la ciudad, lo cual es una falacia absoluta. Reimaginamos estos nuevos espacios, donde volvamos a retomar el control. Nos metemos a diseñar una banqueta que puede transformar la vida de una ciudad. En ese sentido, la arquitectura genera posibilidades para el ciudadano más que límites… JC: Completamente. La arquitectura se vuelve esa infraestructura que potencia la vida de los ciudadanos. Creo que es fundamental recuperar la discusión sobre el espacio público en la ciudad de México. Hay que tomar en cuenta las mejoras que puede aportar, por ejemplo, una simple banqueta. Si pensamos en las causas por las cuales el mexicano no lee, vamos a encontrar razones que tienen que ver con la forma en que se configura la vida urbana. Hablar del espacio público también constituye la forma en la que nos conectamos con esa cultura; actualmente hay más de 18 mil viajes en Ecobici todos los días. Por primera vez una generación de jóvenes piensa que el coche no es necesariamente un bien necesario, sino que lo importante es la movilidad. Eso nos entusiasma y se vincula con la forma en que hacemos arquitectura. Arquitectura 911sc nace en 2002. Conformado por José Castillo, Saidee Springall y un equipo de arquitectos, el despacho ejerce una práctica independiente dedicada a proyectos de arquitectura, planeación y diseño urbano. Dentro de sus obras más reconocidas se encuentran 40 librerías Porrúa, la ampliación del Centro Cultural España y la remodelación de la Sala de Arte Público Siqueiros. Escanea para material extra www.arq911.com 79 conversaciones creativas Hoy en día, las fronteras, excepto las geográficas, son cada vez más tenues. La interacción entre diversas disciplinas creativas ha provocado el desarrollo de productos (objetos y edificios) funcionales e innovadores que ayudan a resolver los problemas de la vida cotidiana. Es así como Manuel y Lorenzo Álvarez entienden su ejercicio creativo. A partir de las bases heredadas por el Arq. Augusto Álvarez, la familia ha continuado su legado desarrollando una reflexión constante sobre la importancia de las disciplinas creativas en el mundo moderno. ¿Qué significó crecer con una figura como el Arq. Augusto Álvarez? Manuel Álvarez: El recuerdo de mi papá es casi permanente. Todavía está presente en muchas cosas, la herencia de mi infancia fue tremenda. Mi papá era un obsesivo de la modernidad. No sólo porque estaba obsesionado con el tema, sino porque la construía día a día; aprendí que para esta actividad creativa había que pensar y hacer lo que él: crear. Incluso en la vida cotidiana se podía ver esa herencia: en las vacaciones, construíamos algo, un cochecito o un avión. Mi papá nos alentaba no sólo a hacer cosas con las manos, también a pensar en cómo hacerlas. Esa es la herencia de Augusto Álvarez, mi padre. Creo que tengo mucha suerte porque fue uno de los fundadores de la modernidad en México, de cómo la entendemos y cómo la vivimos. Tuve una infancia muy entretenida. Después empecé a involucrarme en un proyecto de mi papá: un tren eléctrico que empezó cuando nació Augusto, mi hermano. Nunca lo terminó. No quiso terminarlo porque, según él, se le acababa la diversión. Todavía, tres semanas antes de morir, estaba sentado frente a una máquina de ferrocarril, la estaba volviendo a armar. La había reconstruido; la maqueta misma estaba ahí junto, en el que era mi “laboratorio de pruebas”. Manuel y Lorenzo Álvarez Las fronteras del diseño industrial y la arquitectura Lorenzo, ¿qué cosas viviste? ¿Qué retomaste la arquitectura de tu abuelo? Lorenzo Álvarez: La herencia siempre estuvo ahí. Además, mi mamá también es arquitecta. No me tocó convivir tanto con mi abuelo como a mi papá. La relación obviamente fue distinta. Pero nací en ese ambiente, con una serie de referencias de cómo hacer las cosas. El ejercicio de la arquitectura está arraigado en la familia, así que llega un momento en que decides abrazarlo o no. Yo lo hice. Mis hermanos se fueron por otros caminos creativos, ninguno de ellos es arquitecto o diseñador. Yo me debatía entre diseño o arquitectura, hasta que finalmente estudié arquitectura, pero siempre me he movido entre las dos. Después de ver las dos generaciones que me preceden, entiendo que mi abuelo también hacia diseño industrial. Muchos de sus edificios están tratados prácticamente a partir de esta disciplina, desde las soluciones de las cancelerías, los plafones, los pisos y los muros falsos hasta las puertas y los muebles. No se dudaba si el papel del arquitecto era diseñar el plafón y la fachada o simplemente hacer un layout general, simplemente se hacía todo. Creo que, de alguna manera, mi abuelo también descubre el diseño industrial como un complemento de su trabajo. La formación de la escuela de diseño industrial en la Universidad Iberoamericana (uia) está totalmente relacionada con él. MA: Él mismo es quien propicia que se establezca la escuela de diseño industrial en la uia. Un grupo de arquitectos y artistas que estaban cerca de la escuela de arquitectura de la Universidad empiezan a entender que hay una disciplina que se llama Diseño Industrial, presente en Estados Unidos. Cuando mi papá se entera de esto, entiende que era algo que él hacía todo el tiempo. A mí me tocó ver ese proceso. LA: En esa búsqueda de la modernidad, si un edificio necesitaba algo para ser moderno, mi abuelo lo diseñaba. Esa siempre fue su actitud; las soluciones de los edificios se volvían específicas. Y muchas de ellas eran a través del diseño industrial. Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Manuel Álvarez y Lorenzo Álvarez 80 www.glocal.mx Glocal 15 81 Cajonera Él&Ella por Manuel Álvarez MA: Yo tenía 10 años cuando mi papá y mi mamá fueron de viaje a Europa. Uno de los motivos era comprar unos lentes de contacto, porque era lo “moderno”. En Ulm, Alemania, mi papá tuvo una conversación con Tomás Maldonado. Era 1958, diez años antes de que cerrará la Hochschule für Gestaltung, periodo que fue inmensamente influyente en el mundo del diseño. A mi papá y a mí nos marcó totalmente. Tomás Maldonado le hizo entrega de dos ejemplares de la revista Ulm. Tengo desde el número seis hasta la última edición. Mi papá y yo nos sentábamos a ver la revista y entendíamos que las cosas que estaban ahí no estaban hechas para soñar ni para alimentar el ego, sino para entregarlas a la gente. Mi papá decía que esos productos podían estar en todas partes, igual que la premisa de globalización. Estaba convencido de inventar cosas; quería hacer, por ejemplo, estructuras metálicas cuando en México no existían. Es muy interesante cómo te transmite una visión, que se traduce en el interés de crear cosas. Las tres generaciones compartimos la idea de experimentación permanente con los materiales y los conceptos. La educación es de vital importancia. Ambos imparten cátedra, ¿qué es necesario dejarle a las nuevas generaciones? MA: Es una gran responsabilidad. Pienso que lo más relevante es poder compartir la experiencia. Es un proceso de retroalimentación entre profesores y alumnos. Eso siempre ha estado muy claro para mí, 82 creo que lo heredé de mi papá. No se trata de ser el juez de los alumnos, eres el mentor, el que los acompaña en el proceso y aprendes conjuntamente. LA: Yo veo la docencia más como acompañamiento. Hasta ahora mi experiencia ha sido en el sentido de acompañar a una generación, a un grupo de gente muy joven y ayudarlos a entenderse a ellos mismos. Como una especie de psicólogo, ayudar a que clarifiquen sus procesos, a que los enriquezcan y, sobre todo, a que se cuestionen y especulen; que vean a las disciplinas creativas como una puerta que te lleva a un sinfín de posibilidades. Tiene que ver con el autoconocimiento y la exploración de posibilidades; así ellos aprenden a ser los jueces de sus proyectos. En la docencia, trato de hacer simulacros para que mis alumnos lleven sus propuestas a consecuencias más amplias. Quiero que lo vean más que un simple ejercicio que, por más pequeño que sea, siempre tiene consecuencias en el contexto social, cultural, medioambiental, etc. Más que transmitirles información, hay que acompañarlos. Es algo experimental porque formamos creativos, no podemos limitarlos. MA: Cada quien tiene su propio método y al final del día es lo que expresas. A veces les digo a mis alumnos que ya no les doy clase a los más jóvenes porque me desespero. Sin embargo, me gusta tratar de entender sus intereses, su potencial, descubrir para qué son buenos y explotarlo. No imponerles soluciones sino indicarles por dónde pueden ir. Que exploren, experimenten y que aprendan de los errores y de los aciertos. ¿Cómo trabajan juntos? LA: Compartimos metodologías y maneras de entender ciertas cosas. Cada quien con sus rasgos de personalidad; yo cuestiono mucho. Es algo que aprendí en Inglaterra, a ser muy crítico y cuestionar todo por principio. Funcionamos bien en ese sentido. Dentro de la dinámica mi papá propone ciertas cosas y yo las cuestiono; después llegamos a un medio justo y argumentamos. En términos metodológicos así es como trabajamos. Hay cosas de las que no hablamos porque sabemos que son de facto; en parte es la herencia y en parte es porque llevamos mucho tiempo conversando. Hay coincidencias en cuestiones técnicas de la experiencia de cada uno. Tuvimos un proyecto muy interesante de señalización para el Centro Histórico; hicimos un balance muy efectivo entre su profunda experiencia del tema, los sistemas que me interesaban y la capacidad de análisis urbano para entender cómo se mueve la ciudad y cómo se articula. Hay una convergencia y, al mismo tiempo, opiniones encontradas sobre la parte gráfica y la urbana. Es una conversación cíclica. Tratamos que los proyectos sean reflejo de esta conversación. MA: También hay un orden para trabajar juntos. Diseñar es un método para ordenar cosas. Utilizo mucho la intuición. Creo que los diseñadores tenemos que hacer eso. Ahora me doy cuenta que la edad, sumada a www.glocal.mx Señalética para el Centro Histórico por Manuel y Lorenzo Álvarez Glocal 15 83 “Mi papá estaba convencido de inventar cosas; crear, por ejemplo, estructuras metálicas cuando en México no existían”. – Manuel Álvarez Botaneros Barcos por Manuel Álvarez para Nouvel Studio 2009 Mesa Todó por Lorenzo Álvarez para Grupo DI Fotografía de Fernando Etulain “Lo que me empujó a la promoción no sólo es colocar la disciplina en otro lado, también colocarla en el imaginario colectivo de la sociedad para que vea que el diseño es capaz de mejorar en el mundo”. – Lorenzo Álvarez LA: Debatimos. Así es como jugamos. Funciona bien y hace que nuestra conversación sea acalorada. De ahí el nivel de compromiso; si no le metiéramos pasión, no sería interesante. ¿De qué manera se complementan la arquitectura y el diseño industrial? LA: Complementar implica que una sume a la otra; más bien están integradas. MA: Se trata de una visión integral y contemporánea donde son una sola cosa. Son disciplinas tan integrales que no puedes decir tan fácilmente, esto es diseño y esto arquitectura. Ahora vemos al diseño mucho más relacionado con la tecnología y los nuevos materiales, y no sólo en términos de soluciones, también en los métodos de hacer diseño. Esa relación ha provocado resultados mucho más integrados. Salón VIP de la Torre Latinoamericana. Proyecto de Lorenzo Álvarez Fotografía de Fernando Etulain 84 la experiencia, es muy inflamable. Siempre he sido muy metódico y racional, he estructurado una manera de ordenar mi proceso. Eso lo podemos compartir Lorenzo y yo. Queremos tener un orden de cómo llevar las cosas: que las decisiones técnicas, creativas o conceptuales, las podamos alinear con nuestras distintas visiones; sumarlas. Trabajar con Lorenzo me hace ser más flexible en lo que yo pienso. Estoy dispuesto a experimentar. www.glocal.mx Glocal 15 LA: Cuando me preguntan qué tipo de arquitectura o qué tipo de diseño hago, no sé qué responder. Se vuelve algo muy difícil de establecer. A la gente le gusta categorizar y tratar de entender si hago o no interiores. No es que las cosas no sean tan específicas, haces todo tipo de proyectos. Mi visión es que no existe una división tan marcada; no hay frontera entre el diseño industrial y la arquitectura. MA: Nos pusimos de acuerdo bastante rápido en el estilo conceptual y gráfico. Pensamos que debía ser algo que no estuviera sujeto a la temporalidad. No se trata de una imagen que más o menos pueda verse moderna, sino que sea permanentemente eficiente. En ese sentido, buscamos cómo es la dinámica del Centro Histórico; su complejidad es la más interesante de Latinoamérica. Hablando de la señalética, son proyectos que hacen ciudad. Para ustedes, ¿qué significa ser parte de la iconografía mexicana? MA: Es algo que ha sido parte de una reflexión de mucho tiempo atrás. Cómo llegar a intervenir en la señalética para aportársela a la ciudad, a los ciudadanos, a la gente que necesita referentes de identidad, información y orientación. Es más lo que la ciudad le aporta a la señalética que lo que ésta a la ciudad. www.lorenzoalvarez.com.mx LA: Tratamos de darle a la gente más herramientas para moverse: navegar en la ciudad y sentir que la controla; darles libertad. Podría parecer contradictorio pero es información que ellos pueden controlar y usar libremente. Obviamente, hay una intensión gráfica pero su trascendencia dependerá del tiempo, es el que dirá si se vuelve en el icono de la ciudad; si eso pasa, quiere decir que la gente la usa, la reconoce y permanece en su imaginario. Manuel y Lorenzo Álvarez son los herederos de la estética de Augusto Álvarez. Durante su desarrollo como arquitectos han buscado operar en diferentes campos de la arquitectura, urbanismo de paisaje y diseño. Partiendo de la experimentación, los arquitectos crean proyectos por separado, pero siempre cuidando el proceso para la correcta obtención de soluciones. Escanea para material extra 85 conversaciones creativas Concebir la arquitectura como pieza fundamental que interviene en el progreso de la sociedad, capaz de crear conciencia, modificar actitudes y propiciar la interacción entre los habitantes y su ciudad, es el eje central en el trabajo de Mauricio, Arturo y Jorge Arditti. ¿Cómo decide cada uno involucrarse en la Arquitectura? Mauricio Arditti: Siempre me gustó el diseño arquitectónico. Tengo más de 50 años de haberme recibido y siempre me llamó mucho la atención. La arquitectura que estamos viviendo ahora es totalmente diferente a lo que viví en el principio. No existían las obras, ni los desarrolladores, ni la tecnología, ni los materiales, ni las computadoras de hoy en día. Empecé a realizar trabajo residencial de alto acabado, todo esto derivado de una palabra: honradez —moral, profesional, ética, de educación, de principios y de respeto—; es la base que te abre las puertas a todo. El primero en entrar al despacho fue Arturo, luego Jorge. Aquí se enfrentan a lo apasionante de la arquitectura, pero también al reto que es rechazar lo protagónico. La arquitectura hoy en día es una labor de equipo; tienes que evitar volverte pretencioso. El trabajo en equipo es básico, eso nos ha permitido seguir adelante y tener éxito. Como padre estoy muy orgulloso de ellos, pero como arquitecto les tengo un gran respeto. Mauricio, Arturo y Jorge Arditti Arturo Arditti: Nunca tuve duda de que quería ser arquitecto, eso fue gracias a la presencia de mi papá, y la influencia natural que recibí conviviendo con él y con su práctica profesional. Desde niño recuerdo que visitaba las obras, pero la parte que más me llamaba la atención era el diseño, no tanto la construcción o la parte técnica, sino la sensación. Era una época cuando mi papá hacía casas de alto nivel, donde había posibilidad de crear y proponer nuevas ideas. Tuvimos la fortuna de ser recibidos por mi papá, dábamos por hecho que todos íbamos a estar juntos, y desde el principio tuvimos un entendimiento arquitectónico bastante claro. Los tres aportamos ideas y compartimos el crédito, hay ideas más sólidas que comienzan a pesar sobre las otras, pero no importa quién las aportó, lo que importa es el proyecto. Y eso ha prevalecido entre nosotros. Arquitectura como portavoz social Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Arditti Arquitectos 86 www.glocal.mx Glocal 15 Jorge Arditti: A muy temprana edad adquirí pasión por el dibujo: lo que veía lo copiaba y captaba perfectamente la tercera dimensión. De alguna manera he vivido con arquitectura desde pequeño, pero nunca existió una imposición por parte de mi familia. Mi papá que me dijo: “tú eres libre de estudiar lo que quieras, si tú quieres ser pediatra en la vida, sé el mejor pediatra”. Me incliné totalmente por la arquitectura, que en lo personal me generó un sexto sentido: poder ver la vida de una forma diferente y aportar a la sociedad. Siempre han tenido la posibilidad de desarrollar edificios y corporativos impresionantes. Luego llega el gran momento de proyectar el Museo Memoria y Tolerancia. Tomando en cuenta sus raíces judías, ¿cuáles fueron los motivos para hacer este proyecto? JA: El primer contacto que tuvimos fue hace casi 13 años, en 1989 fueron los primeros acercamientos, posteriormente agarró fuerza en 1991 y de ahí en adelante. Año con año se realiza la marcha de la vida en AuschwitzBirkenau; es un viaje de remembranza, una cuestión social y cultural para poder educar a la gente —sobre todo a las nuevas generaciones— respecto a lo que pasó en el Holocausto. Años atrás este viaje era la marcha de la muerte, la trayectoria era de algunos kilómetros, en condiciones deplorables donde trasladaban a los prisioneros. Hoy en día se reúne a jóvenes de todo el mundo para conmemorar la riqueza de la virtud del ser humano. En 1992 Sharon Zaga hizo ese viaje y coincidí con ella, íbamos en un grupo que representaba a México. Al final ella se quedó con una inquietud muy fuerte por el maltrato que sufre el ser humano. A su regreso, se juntó con Milly Cohen para ayudar a mujeres maltratadas, niños de la calle, sobrevivientes de genocidios y decidieron formar la Fundación Memoria y Tolerancia, que de alguna manera integra todo lo que implica la memoria y el valor de la tolerancia. Empiezan a tener mucha fuerza y aceptación en la sociedad para ayudar a la gente, desde personas físicas hasta empresas importantes, desde entonces nace la inquietud de generar o aportar un museo para empezar a educar a la sociedad. Fue un proyecto muy ambicioso, y aunque al principio la intención era hacer algo muy pequeño, nunca se imaginaron que llegaría a semejante escala. El proyecto implica una cuestión social muy fuerte y el tema nos conmueve profundamente, por lo que decidimos donar el proyecto. 87 Antes de hacer el proyecto, ¿cuántos y cuáles museos visitaron para sensibilizarse? AA: Conocimos varios museos para meternos en el tema, quisimos averiguar qué se estaba haciendo en otras partes del mundo, y saber las propuestas que existían en ese momento: Fuimos a Berlín, Jerusalén, Los Ángeles, Nueva York, Houston, Washington y Holanda, entre otros países; por ejemplo, en París está el Museo de Remembranza del Holocausto en la punta de la Citè. Para sensibilizarnos, hicimos nuestra búsqueda, todo eso nos sirvió más como entusiasmo que como influencia arquitectónica. Lo que dictó nuestro punto de partida arquitectónico fue que teníamos muy claro qué ingredientes queríamos lograr. Primero: que la arquitectura no estuviera por encima de la museografía, sino que hubiera una integración. Hay museos donde no te preocupa la museografía, la exhibición pasa a un segundo término. Como arquitecto tienes que tomar en cuenta que el museo está hecho para exhibir algo, ya sea arte o información histórica. Tenía que existir un balance. Segundo: meter el edificio en un contexto nacional; estamos en el Centro de la Ciudad por lo que teníamos que ser coherentes con la modernidad, tener respeto por el pasado y por el entorno inmediato —los edificios vecinos como la Secretaría de Relaciones Exteriores. Y tercero: sentimos que la arquitectura tiene la responsabilidad de contribuir a la historia. El MMyT cuenta con ésta como parte de la información espacial que te transmite el edificio, correspondiendo a su temática. El museo debía tener un diálogo con lo que expresa. En el programa arquitectónico que recibimos venían una serie de elementos. Uno de ellos era el Memorial de los Niños, no de un Holocausto ni de un genocidio en particular, sino de niños masacrados en exterminios. Sentimos que debíamos convertir esta sala en el “corazón” del museo porque es algo neutro, todos podemos coincidir en que quitarle la vida a un niño es el acto más atroz que pueda existir en la raza humana, representa la estupidez máxima a la que puede llegar el hombre. Colgamos esta sala en el centro del museo con dos objetivos: recordar a los niños masacrados y hacer conciencia de que el cambio del mundo depende de los niños y en la educación que les demos; en ellos podemos depositar nuestra esperanza. JA: Hacemos arquitectura para la sociedad y de alguna manera hacemos arte, combinado con un espacio funcional, que para muchos puede ser atractivo y funcional, pero para otros no. Son diferentes percepciones, cada uno decide cómo lo ve. Pocas veces se te presenta en la vida una oportunidad de generar un espacio con una sensación que te puede educar, que te llegue en el alma y que pueda cambiar tu forma de pensar. Hay espacios en muchos lugares del mundo donde puedes llegar a sentir apertura, opresión, libertad, etc. Sin embargo, no es común encontrar un espacio arquitectónico que cambie la actitud del visitante; y eso es lo 88 Museo Memoria y Tolerancia www.glocal.mx Glocal 15 89 Museo Memoria y Tolerancia Museo Memoria y Tolerancia “Los tres aportamos ideas y compartimos el crédito, hay ideas más sólidas que comienzan a pesar sobre las otras, pero no importa quién las aportó, lo que importa es el proyecto. Y eso ha prevalecido entre nosotros”. – Arturo Arditti que buscamos: generar una reflexión y después aplicarla a la sociedad. Lo que más impresiona del Museo, es entrar al vagón… AA: Es como entrar a un ataúd, a la muerte, y estar en contacto con algo… MA: En el vagón los metían varios días hasta llevarlos a los campos de exterminio, ahí la gente moría. Son cosas tristes que sucedieron. Está plasmado un abanico impresionante, una mezcla de ganas de hacer arquitectura y de diseñar; yo me preguntaba: ¿Cómo puedes representar tanta maldad de manera “artística”? Este es un proyecto de vida, pero más que eso, es un proyecto de corazón. ¿Cómo llevar esa sensibilidad a proyectos de menor escala? AA: Es algo que debes de aplicar en todos tus proyectos, la diferencia del museo es que, como edificio educativo, tiene un impacto y una trascendencia social mayor a un edificio corporativo. La responsabilidad de todos nosotros debe estar en afrontar cada proyecto como un reto donde puedas dar millas extras y puedas contribuir a la ciudad. Hay una separación entre proyectos de gran escala o de menor escala; o de mayor o menor trascendencia social, posiblemente el Ciudad Gobierno del Estado de Zacatecas Fotografía de Arturo Arditti 90 www.glocal.mx Glocal 15 reto sea más difícil en un edificio de menor trascendencia social porque no es tan fácil que se te ocurran ideas que tengan ese impacto. Pero con el tiempo lo que trasciende es lo que fue hecho con talento, eso perdura por sí solo y envejece con dignidad. JA: Hay muchos ejemplos en el mundo de proyectos que han trascendido, y mientras más los ves, más te admiras de la obra. Hablando del aspecto humano, ¿cómo logran que la gente asista al Museo? MA: Tiene que ver con la integración del espacio interior hacia el exterior. Nos interesó mucho que las personas, antes de iniciar el recorrido museográfico, tuvieran una conexión con el exterior y con 500 años de historia. Desde arriba puedes ver Bellas Artes, los Tribunales de Justicia, la Alameda, la estatua de Juárez o el Edificio de Correos; hay toda una integración de espacios históricos que visualizas desde el interior hacia el exterior. Y ese era nuestro objetivo, generar esa sensación de libertad cuando estás parado sobre el cubo, antes de compenetrarte o enfrentarte a conocer uno de los episodios más trágicos de la historia humana. JA: El Museo no es un espacio protagónico, no hicimos una escultura que sobresale del contexto de la zona, ni del contexto del México antiguo y moderno; va acorde con el pasado, el presente y conlleva al futuro. La conexión con el peatón se ha dado de forma comunicativa, cuando la gente sale del Museo y lo comenta con sus amigos, con su familia y con toda la sociedad, es ahí cuando se genera el interés de visitar el museo. www.ardittiarquitectos.com Egresado de la unam, el Arq. Mauricio funda, junto con sus hijos Arturo y Jorge, Arditti+RDT Arquitectos, han realizado diversos proyectos corporativos, habitacionales, residenciales, turísticos, religiosos, deportivos, comerciales y culturales, como: Museo Memoria y Tolerancia, Torre Telefónica Movistar, Corporativo de Coca Cola femsa en Santa Fe y el Museo del Holocausto, entre otros. Han recibido diversos reconocimientos, entre ellos: el premio Mario Pani a la trayectoria de Mauricio Arditti. Escanea para material extra 91 conversaciones creativas La experimentación es un proceso por el que se trata de comprobar una hipótesis relacionada con un fenómeno determinado. En medio de ese proceso, la prueba y el error son un factor determinante para llegar al resultado. En su ejercicio, AS/D Asociación de Diseño retoma esa idea a la hora de crear un complejo arquitectónico. Fernando Velasco y Paola Morales ¿Cómo surge AS/D Asociación de diseño? Fernando Velasco: Estudiamos juntos la maestría en Nueva York y trabajamos allá varios años. Después surgió una propuesta para hacer una plaza comercial en México y vimos la oportunidad de fundar un despacho donde aplicáramos nuestros conocimientos. Así surgió AS/D hace cuatro años; esa plaza fue nuestro primer proyecto. Paola Morales: En Nueva York siempre estás en constante bombardeo de arquitectura, arte y diseño. Toda la vanguardia está allá. Con Fernando tengo muchas cosas en común, como la maestría y toda la retroalimentación que vivimos en NY. Sin duda, fue una las cosas que más nos impulsó a formar nuestro despacho. Como pareja creativa, ¿qué puntos en común tienen? PM: Somos como dos polos opuestos, pero al mismo tiempo tenemos una obsesión por la calidad y los detalles. Somos muy perfeccionistas a nuestra manera, pero nos compaginamos en el resultado final. FV: Siempre tratamos que cada quien sea líder de un proyecto. Cada uno asume su responsabilidad y toma la mayoría de las decisiones. Durante el proceso nos juntamos para retroalimentarnos. Otras veces nos reunimos en el taller y opinamos sobre el proyecto que se está haciendo. Todo se vuelve muy colectivo, todos aportamos. PM: Eso se dio con el tiempo. Al principio sólo teníamos un proyecto y los dos nos hacíamos cargo. Cuando empezaron a llegar más cosas, nos fuimos dividiendo el trabajo, aunque todas las decisiones son comunicadas. La mayoría de las veces diferimos conceptualmente, pero al mismo tiempo nos complementamos. En la parte de ejecución no tenemos tanto problema, porque se trata de algo más estético. AS/D Asociación de Diseño En cuanto a materiales y colores, sus proyectos siempre tienen una constante. ¿Consideran que tienen una identidad definida? FV: Somos monocromáticos. Incluso nuestras fotografías y renders tienen un estilo. Construcción de la identidad de espacios PM: Tratamos de proyectar la personalidad de cada uno. Puede ser una propuesta muy arriesgada, pero tal vez tiene un color muy serio. El proyecto habla por sí solo. No tenemos que ponerle millones de colores, aunque depende de las necesidades. Si voy a hacer una escuela, por supuesto que voy a usar colores. En los proyectos que hemos hecho, Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de AS/D 92 www.glocal.mx Glocal 15 93 Chiquitito Café no usamos ningún color, pero en algún momento supongo que lo utilizaremos. a hacer y con qué material. Es ahí donde empezamos a experimentar. FV: Preferimos que las propuestas sean conceptuales. Por ejemplo, Casa Alta y Casa Jurica son diferentes pero comparten algo. En Casa Jurica se buscó dispersar el programa porque el contexto no era muy interesante, debíamos generar uno propio; se trata de una casa más introvertida. Casa Alta busca concentrar todo en un núcleo y generar vistas exteriores por el contexto en el que está; es más extrovertida. Ambas tienen una línea muy similar, pero tratamos que las propuestas sean muy fuertes. Posiblemente los proyectos no tienen una fachada o un material innovador, pero siempre van a tener detalles muy particulares que los harán más interesantes. PM: Otra cosa que nos gusta mucho es el diseño gráfico. En los proyectos donde nos dan la oportunidad de implementarlo, lo hacemos. ¿Y en cuanto a la experimentación de materiales? FV: En el proceso de experimentación de materiales en Casa Alta pudimos probar cosas diferentes. En otros proyectos como Plaza Sor Juana también realizamos muchas opciones de maqueta. PM: Somos amantes de las maquetas. Desde las de Foam, hasta las de detalle donde ponemos la estructura, porque siempre nos damos cuenta de varias particularidades, y más si los proyectos son de escala grande. FV: Nos interesa probar materiales, y si no funcionan, buscamos otros. De esta forma conoces las propiedades que tiene cada uno; sabes qué tipo de climas y temperaturas resiste. En Casa Alta queríamos poner la imagen de un árbol y pensamos de qué manera lo íbamos 94 FV: En AS/D creemos en las tres escalas: diseño industrial, arquitectura y urbanismo. Las tres parten de la premisa de que todo se diseña a través de componentes. En diseño industrial, el reloj es el componente del mecanismo. En arquitectura los componentes pueden ser las diferentes áreas como la sala, comedor y cocina, y cómo se conjugan esos espacios. En urbanismo se trata de saber cómo convergen las áreas de vivienda con las de oficinas, las áreas verdes y las vialidades. Adolf Loos decía que el arquitecto debe ser capaz de diseñar desde una cuchara hasta una ciudad, y eso es algo en lo que creemos mucho. “Hay proyectos en los que podemos experimentar en ciertas ramas y en otros no. Al final, de esa forma el ejercicio de AS/D se va haciendo multidisciplinario”. – Paola Morales, AS/D Asociación de Diseño Pensando en las herramientas digitales como el control numérico o impresión en 3D, ¿qué tomarían de esas herramientas para AS/D y de qué manera podrían contribuir a su trabajo? FV: Siempre nos han atraído las máquinas y la tecnología. En Nueva York teníamos una cortadora láser en la oficina y armábamos maquetas muy rápido. PM: Utilizamos esas herramientas para hacer el trabajo mucho más eficiente. FV: O para hacer cosas que no podrías hacer, porque no es viable que el carpintero corte a mano 365 piezas diferentes. En la máquina los podemos cortar más rápido. www.glocal.mx Glocal 15 Casa Alta Fotografía de Rafael Gamo 95 “En la construcción de la identidad de un espacio interviene el programa, el cliente, la luz, el clima, el contexto, la ubicación del terreno, el presupuesto y desde luego, el usuario”. – Fernando Velasco, AS/D Asociación de Diseño Detalle Casa Alta Fotografía de Rafael Gamo En diseño de mobiliario, por ejemplo, la tecnología ha avanzado mucho con el cnc. Tratamos de utilizarlo, aunque no somos diseñadores industriales, pero nos llama mucho la atención aplicarlo a la arquitectura. Creemos que las herramientas son muy importantes. Antes el cnc se usaba en muy pocos talleres, quienes hacían detalles. Pero ahora se ha abierto un campo muy diferente en diseño industrial. PM: Ahora puedes hacer 300 piezas distintas mucho más rápido y con un costo menor. Todo se hace más eficiente. Estas herramientas nos van a ayudar a experimentar, a minimizar costos y tiempos. FV: Antes un despacho contrataba un maquetista y estaba un mes cortando las piezas a mano. Ahora puedes cortar en una hora todas las piezas. Estas máquinas han provocado que todo se vuelva más eficiente. PM: Y no sólo en el armado de maqueta, también se aplica en la arquitectura. La idea es implementar esto en alguna fachada, una celosía o en un plafón. De esa manera la oficina puede ir creciendo y experimentando no sólo en materiales, sino también en una metodología para lograrlo. Hablando específicamente de Chiquitito Café, ¿cómo se hace diseño en espacios mínimos? FV: Alguna vez leímos un texto de un especialista en barras de café donde mecionaba que primero se debía diseñar la barra y la Plaza Sor Juana 96 www.glocal.mx Glocal 15 contrabarra, y una vez que eso funcionaba perfecto, el espacio que restaba era para que la gente se sentara. Lo empezamos a hacer al revés, y quedaron zonas muy pequeñas para que se sentaran cuatro o seis personas. PM: Lo primero fue diseñar la barra. Por que entre más eficiente fuera ésta, el café iba a tener mucho más éxito. La clave de ese proyecto fue hacer un buen diseño para que el espacio pudiera funcionar adecuadamente. Posteriormente buscamos combinar materiales muy nítidos con opacos, para que tuviera una apariencia entre viejo y nuevo. FV: En el café caben alrededor de 18 personas sentadas en un área que es demasiado pequeña, pero sirve para que la gente interactúe. Es algo muy europeo. En cuanto al piso de pasta, se hizo un molde para que le diera identidad al espacio; fue hecho especialmente para Chiquitito Café Condesa. Si se hiciera otra sede, en cualquier parte de la ciudad, sería totalmente diferente. ¿Qué elementos intervienen en la construcción de la identidad de un espacio? PM: Tiene que ver con la orientaciones, el manejo de la luz, el tipo de sistema estructural que vas a ocupar, porque eso responde mucho a cómo será la arquitectura en sí. También influye la vegetación. Hay que preguntarse por qué vas a emplazar la casa justo en ese punto y no más arriba o más abajo. Se tiene que estudiar la condición del terreno. FV: Interviene el programa, el cliente, la luz, el clima, el contexto, la ubicación del terreno, el presupuesto y desde luego, el usuario. No puedes hacer sólo lo que el cliente te pide. Hay que saber imponer, pero también ceder. Y eso nos ha funcionado. En Chiquitito Café, el cliente estuvo trabajando en nuestra oficina dos semanas. Él trabajaba en el menú y demás cosas, mientras nosotros definíamos el espacio. www.asd-architecture.com AS/D Asociación de Diseño es un estudio multidisciplinario enfocado a la práctica contemporánea de arquitectura, urbanismo y diseño industrial. La oficina fue fundada por los arquitectos Fernando Velasco y Paola Morales. El despacho aborda cada proyecto a través de un proceso continuo de investigación; modelos físicos y digitales; exploraciones geométricas, materiales y tecnológicas; participando activamente en concursos nacionales e internacionales de diseño urbano, arquitectónico e industrial. Escanea para material extra 97 conversaciones creativas Julio Gaeta y Luby Springall El concepto de lo público ha sufrido una resignificación a partir de las transformaciones sociales. Hablar de la recuperación de espacios públicos desde la arquitectura es una noción que cambia según las acciones de los usuarios. Dentro de su ejercicio como arquitectos y agentes sociales, Julio Gaeta y Luby Springall convierten el espacio público en un lugar de expresión ciudadana. Arquitectura Ciudadana ¿Qué los unió primero, la arquitectura o ustedes como individuos? Julio Gaeta: Primero surgió lo personal y después la alianza de arquitectos. Cada uno tenía sus propios proyectos, y en un determinado momento decidimos unir fuerzas. Desde entonces empezamos a gestionar una oficina juntos. Luby Springall: Yo tenía un despacho — Springall-Lira— que duró quince años; éramos dos socios. Sin embargo, en un momento de mi vida me dediqué mucho a la pintura, aunque nunca dejé la arquitectura. Posteriormente llegó Julio de Uruguay, y después de un año de estar juntos, se dio una situación adecuada para que empezáramos a trabajar y formáramos este despacho. ¿Qué conceptos comparten para consolidarse como pareja creativa? LS: Ya teníamos ideas similares en torno a la arquitectura. De hecho, esto es muy anecdótico y personal, pero, cuando empezamos a salir, lo primero que hice fue checar su sketchbook, para ver si era buen arquitecto y dibujaba bien, de otra forma, no me hubiera interesado. JG: Compartimos una manera de cómo crecer. Por ejemplo, somos muy apasionados con los proyectos, como el de los memoriales, pues ocupa el 70% de nuestras conversaciones personales. Para los dos, cada proyecto requiere de toda nuestra atención y energía. Nos interesa mucho la teoría y la práctica; damos clases, escribimos, viajamos e intercambiamos ideas. Y en la práctica, hacemos maquetas, reflexionamos los proyectos y los visualizamos. Nos gusta combinar la teoría y la práctica, aunque hay veces en que la práctica es muy intensa y nos quita tiempo de reflexión. Otras veces disminuye el trabajo y Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Gaeta/Springall Arquitectos 98 www.glocal.mx Glocal 15 tenemos más tiempo de teorizar. Por ejemplo, en 2009, cuando terminé mi doctorado, llegó el concurso del Memorial a las Víctimas de la Violencia en México. Fue ahí donde pudimos aplicar todo lo que teorizamos por mucho tiempo. ¿Cómo se genera el interés por los memoriales? LS: Este interés viene de mucho tiempo atrás. Cuando comencé a involucrarme con la pintura, durante siete años pinté la guerra; me interesaba mucho investigar sobre qué pasaba con los sentimientos del ser humano en un caso tan extremo como ese. Estudié y leí mucho sobre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. También obtuve información de lo que pasaba en Kosovo, en ex Yugoslavia y en las Torres Gemelas. Hice muchos cuadros y dibujos en torno a estos temas. En el momento en que decidimos entrar al concurso — sabiendo que se estaba boicoteando, y que era polémico y muy controversial— tenía esa perspectiva desde la pintura, pero nunca lo había trabajado a partir de la arquitectura. JG: Vengo de Uruguay, un país que estuvo bajo una dictadura cívico-militar de 1973 a 1985. Me tocó todo el proyecto universitario. Los que fuimos estudiantes en ese periodo vivíamos con el tema de la violencia y la injusticia. Todos los buenos profesores eran sustituidos para que la universidad fuera intervenida. Desde luego, con la dictadura, existía injusticia, no sólo en el ámbito universitario, sino también en el social y político. A mi generación le tocó cambiar el mundo en ese periodo tan negativo, luchar porque las cosas volvieran ser como antes; cada uno lo hizo a su manera. En ese periodo yo dirigí la revista de los estudiantes. Por supuesto se divulgaban temas que eran trastocados por la injusticia. Cuando vuelve la democracia al país, aparecen dos concursos sobre memoriales que me marcaron enormemente: uno fue el Memorial del Holocausto del Pueblo Judío, en Montevideo. El segundo fue el Memorial de los Desaparecidos. En ambos ganamos. A partir de ahí, me di cuenta de que la mayoría de los memoriales en el mundo tienen que ver con la injusticia. Cuando recibimos la convocatoria para el Memorial a las Víctimas de la Violencia en México, nos interesó de inmediato. Teníamos el bagaje que Luby había estado trabajando y mi experiencia. Después, surgieron una serie de contras que se terminaron en cuanto planteamos muchas 99 Memorial a las Víctimas de la Violencia en México “El memorial era una oportunidad de recuperar el espacio público y de abordar, al mismo tiempo, el tema de violencia, algo que es muy vigente en este país. Cualquier persona que ha vivido en México durante dos o diez años, ha sido víctima de la violencia, ya sea verbal, física o emocional”. – Julio Gaeta cosas: era una oportunidad de recuperar el espacio público y abordar, al mismo tiempo, el tema de violencia, algo que es muy vigente en este país. Cualquier persona que ha vivido en México durante dos o diez años, ha sido víctima de la violencia, ya sea verbal, física o emocional. Eso fue lo que más nos interesó rescatar y lo que nos motivó, aunado a la pintura de la guerra y las ganas de hacer memoriales. confuso. Pero, al final, se trataba de un espacio recuperado. Nosotros ya habíamos trabajado y los ciudadanos debían convivir con la obra. Era lo correcto. Se trata de un proyecto abierto que se retroalimenta con la participación urbana. Por eso decidimos que lo muros funcionaran como pizarrones donde el usuario pudiera expresar sus sentimientos, su dolor. Hacer un memorial significa, entre otras cosas, tomar conciencia de lo que pasa en un país tan vulnerado como lo ha sido México en los últimos años. En este sentido, y desde su perspectiva, ¿cómo debe el arquitecto de hoy, actuar como ciudadano? LS: Nosotros intentamos, a través de la arquitectura, hacer algo a partir de un tema político y social. Pocas veces se puede hacer. Por otro lado está el tema de la recuperación del espacio público. Nuestra intención al hablar de recuperación es buscar que se generen y se promuevan actividades para que la gente utilice los espacios. Así actuamos como ciudadanos y arquitectos. Nuestro deber ciudadano no sólo es hacer arquitectura, sino ser agentes de cambio y tratar de hacer un México mejor. Al final, un memorial intenta reconstruir un poco el tejido social tan lastimado. LS: Pensamos que el memorial es la manifestación arquitectónica de las fallas de una sociedad. Eso es lo que tiene que hacer un memorial. Nosotros construimos el espacio, pero la gente es la que escribe el nombre de las víctimas o alguna reflexión. Les dimos 800 m2 para expresarse. JG: Cuando tienes la oportunidad de hacer una obra como esta, que se construyó en tiempo y forma, y ver que no se abre al público, es desconcertante. Eventualmente nos preguntamos si la iban a inaugurar o a demoler, como en algún momento se dijo. Fue ahí donde involucramos a la prensa. Muchos arquitectos, colegas y amigos nos decían que estábamos equivocados, que no debíamos hacerlo. Todo lo que rodeó al proyecto fue muy 100 Y más por lo que significa… LS: Claro. Tienes que buscar significados; cada uno de esos textos son elementos que conforman el proyecto. Deben tener un significado, de otra forma la obra se vuelve estéril. En cuanto a la interacción del público, ¿hasta qué punto es positivo o negativo? LS: Hasta ahora el público ha sido muy respetuoso, pero seguramente alguien escribirá cosas que no tengan nada que ver con el tema. Al final, es parte de la expresión social. JG: También es parte del equilibrio. Esto mismo se lo preguntaban a Peter Eisenman, el creador del Memorial para los Judíos Asesinados en Europa. En ese memorial, se usó pintura antigrafitti. Él se negaba; decía que si alguien ponía una esvástica, lo contrario a la intención del memorial, se crearía un balance. Cada quien puede poner lo que quiera, es parte de los espacios públicos. Cuando un individuo www.glocal.mx Memorial a las Víctimas de la Violencia en México Fotografía de Sandra Pereznieto ponga un elemento ofensivo, alguien dirá que eso no va y lo borrará, aunque después otro más insistirá. Así funciona la sociedad. LS: Siempre pensamos cuál sería el futuro de los muros. Pero preferimos visualizarlos como los testigos de las ausencias de las víctimas que han desaparecido. Cuando la gente llega y escribe, los muros se cargan de energía. Guardan un registro que se modifica cuando se empieza a cubrir con otras historias. JG: La idea esencial era la paz. El contexto del proyecto era el bosque y la destrucción que causa la violencia. Entonces pensamos en dualidades: construir algo artificial en medio de lo natural. Y, al mismo tiempo, funcionaba como un antídoto; frente a la destrucción vamos a hacer construcción. La pregunta se concentraba en cuál iba a ser la dosis exacta de construcción, con la finalidad de mantener el equilibro entre lo natural y lo artificial, que no se volviera demasiado intervenido, pero que tampoco fuera un proyecto tan mínimo que se perdiera en el bosque. En algún momento hicimos un recorrido con una niña, víctima de la trata de personas. Caminamos por la obra en silencio, hasta que ella empezó a hablar y nos expuso su interpretación: “…mientras el camino va hacia Reforma, la mayoría de los muros siguen acostados y me siento vulnerable todavía. Pero cuando llego al espejo de agua y escucho su movimiento, ya no percibo el ruido del tráfico. Veo que estas columnas se paran para cuidarme; son gigantes que me protegen”. LS: Sin duda, es un proyecto que la gente entiende, no es algo intelectual que sólo está dirigido a arquitectos o artistas. No hay que buscar un libro para leer las instrucciones, es un proyecto que se siente. Hace dos años, en el marco de la Bienal de Venecia, se pensaba llevar un proyecto sobre el conflicto que se vive en Ciudad Juárez, pero el gobierno no quería presentar esa problemática en Venecia. Para esa propuesta hicimos toda una investigación Memorial a las Víctimas de la Violencia en México Fotografía de Sandra Pereznieto 102 www.glocal.mx Glocal 15 sobre Juárez; no sabíamos cómo intervenir, si valía la pena hacer un proyecto o si debíamos intervenirlo desde el punto de vista urbano. No estábamos seguros porque se trata de una ciudad con un tejido social totalmente destrozado y que, además, no tiene espacios públicos. Así que lo abordamos desde una perspectiva más utópica: pensamos en cuáles eran los problemas que se viven en ciudad Juárez. Sin duda, la frontera es uno de ellos. La gente está en esa región temporalmente y luego se va al otro lado, por lo tanto no hay tejido social. A eso hay que sumar el narcotráfico. Llegamos a la conclusión que la frontera es una gran herida que sangraba y mucho. ¿Qué hacer con ella? Curarla. Decidimos quitarla y coserla con arquitectura, con memoriales que representaran esperanza. www.gaeta-springall.com Julio Gaeta y Luby Springall son una pareja de arquitectos que en 2001 fundaron el despacho Gaeta-Springall Arquitectos. Gracias al ejercicio y experiencias individuales, su obra busca la cercanía con temas sociales. La firma ha sido invitada a participar en importantes concursos nacionales e internacionales. Actualmente desarrollan más de veinte proyectos de diversos programas y escala, desde viviendas unifamiliares hasta Planes Maestros. Escanea para material extra 103 conversaciones creativas Claudio y Christian Gantous Los límites entre el interior y el exterior de un complejo arquitectónico están dictados según las necesidades de la construcción. Existen despachos que abordan la obra arquitectónica como una unidad integral en la que interior y exterior conforman un todo. Es el caso de Gantous Arquitectos, quienes, a partir de su trabajo, han inscrito su ejercicio en diferentes disciplinas sin abandonar el nicho de la arquitectura. Relación entre interior y exterior ¿Cómo definen la relación entre el interior y exterior de un espacio? Christian Gantous: La arquitectura es interior y exterior. Cuando diseñamos una casa, hacemos toda la distribución espacial porque la dimensión interior es el modo en que funciona una casa. Claudio Gantous: Eso depende totalmente del acercamiento del arquitecto hacia la relación de cómo trabaja los interiores con los exteriores. Nos gusta perder los límites, que fluya el espacio interior hacia el exterior y viceversa. Eso es un sello del trabajo que hacemos. ChG: Muchas veces el arquitecto hace énfasis en el objeto arquitectónico, por lo que se pierde un poco esta relación. CG: Hay ejemplos muy claros, el espacio interior de una sala de conciertos no tiene ningun nexo con el exterior. Solamente se puede traducir en una forma arquitectónica que refleja algo del espacio hacia el exterior, pero no hay un vínculo directo. ¿Cómo empieza el proceso para establecer una arquitectura de interiores? ¿Cómo leen al cliente? ChG: Los clientes se acercan a nosotros por recomendación o porque han visto nuestro trabajo, en ese momento se establece un lenguaje y un diálogo con ellos para saber sus necesidades. Debe existir una empatía y un gusto similar. Si no existe eso, no hay relación y preferimos no forzar nada. Cuando el cliente sabe que quiere trabajar con nosotros, le pedimos una lista de requerimientos, visitamos el terreno donde quieren hacer la obra y empezamos a vislumbrar hacia dónde va el proyecto. CG: También es entender las expectativas y qué es lo que están buscando. Debemos tener claros todos los elementos extraprogramáticos, porque la arquitectura no se hace nada más de un planteamiento establecido. Hay cosas que nos transmiten los clientes que tienen que ver con anhelos; esa es la parte final de la arquitectura: poder entender al cliente y luego transmitirlo en el proyecto. ¿Cuáles son las condiciones para que la relación con el cliente sea de manera natural? CG: Nosotros trabajamos de manera sutil con los clientes; primero escuchamos y desciframos cómo adaptar sus necesidades. Es un trabajo de convencimiento. Muchas veces las ideas de los clientes surgieron de una revista, porque alguien les platicó algo o porque visitaron una casa y se quedaron con una imagen en la cabeza que a veces no saben traducir. Por ejemplo, probablemente no fue tanto el material o el espacio lo que les gustó, sino cómo estaba entrando la luz. Cualquier detalle tiene que ver más con una atmósfera que con una manera exacta de traducir un espacio. ChG: Con los clientes se crea un diálogo. El éxito de nuestro trabajo no es solamente nuestra experiencia y capacidad, también interviene la forma de relacionarnos con ellos. Vamos de la mano durante todo el proceso, cuando empiezas un proyecto habitacional, te casas con ellos algunos años, se genera una relación muy cercana que buscamos que sea lo más amena posible. Los diseños maduran conforme entiendes al cliente y encuentras la mejor manera de plasmar sus anhelos en el proyecto. El resultado Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Gantous Arquitectos 104 www.glocal.mx Glocal 15 105 por lo general es bueno porque finalmente es un trabajo de mucha dedicación, de tiempo y de psicología; tienes que usar mucho tacto para poder llevar todo a un buen término y que todos terminen contentos. ¿Cómo se establece el diálogo entre ustedes? ChG: Tenemos 22 años trabajando juntos. Nos hemos conocido tanto durante este tiempo. Hay una comunicación muy clara y gráfica, pero también perceptual. Sabemos muy bien cómo medirnos, en qué momentos discutir y cuáles son las cosas que importan. Ya en la práctica, por lo general, nos sentamos para solucionar proyectos conjuntamente. Alguien trabaja una primera idea y después la rebotamos para que madure. Una de las ventajas de tener un socio es que siempre tienes un ojo fresco. CG: Lo bueno es que, además de ser un socio creativo con tus mismos intereses, es tu hermano, lo conoces de toda la vida. Si tenemos una buena relación no se debe sólo a que seamos hermanos, sino que también somos socios que saben trabajar en equipo. ChG: Nos damos cuenta bastante rápido qué clientes atiende él y cuáles yo. Incluso ellos mismos se sienten más cómodos con uno que con otro. Funciona muy bien. ¿Sus conceptos respecto a la arquitectura son similares o diferentes? CG: Concordamos mucho, tenemos la misma visión de la arquitectura. No podríamos trabajar juntos si uno tuviera una idea completamente distinta de cómo entender el espacio, las formas y los materiales. De repente podemos diferir en la selección de un material, o de cómo resolver un espacio, pero casi siempre acabamos tomando una decisión correcta hacia a ese punto. ChG: Cada proyecto adquiere vida propia. Desde el principio cada uno te va llevando; te metes tanto en el lenguaje, en el cliente y en los requerimientos que de repente también tienes que hacerte a un lado. Retablo Mayor y Presbiterio de la Catedral de Zacatecas Fotografía de Erick Verdier 106 www.glocal.mx Glocal 15 Es muy importante observar y dejar que las cosas caminen. CG: Después de tantos años de trabajar juntos hemos establecido un vocabulario en común; hay muchas cosas que no se deben solucionar siempre en cada uno de los proyectos, sino que esa información se puede trasladar de uno a otro. Algunos proyectos traen nuevas ideas, nuevos desarrollos y, como dice Christian, generan su propio vocabulario y lenguaje. Entonces se da un momento de transición y de cambio. En cuanto a materiales, ¿tienen alguno que les haya aportado algo valioso? ChG: Hemos desarrollado un buen conocimiento de materiales. No sólo somos arquitectos creativos que sueltan una idea para que la resuelva alguien más; nos interesa mucho la forma en la que se ejecutan. Somos arquitectos de detalle, nos gusta cómo se construyen las cosas. Es muy importante especificar todo, para que se construya la obra con la calidad correcta. Cuando hicimos la rehabilitación de la sala principal del Palacio de Bellas Artes, fue un acercamiento al mundo del teatro. Trabajamos con especialistas de sonido, isóptica, iluminación, mecánica teatral y acústica. Fue una curva de aprendizaje vertical, porque todo fue muy rápido, lo tuvimos que aprender todo en cuestión de meses. Los arquitectos somos orquestadores, no somos especialistas en nada, pero sabemos un poco de todo. Esa es nuestra labor. Nosotros coordinamos el proyecto estructural, de instalaciones, de iluminación y de fuentes. “Concordamos mucho, tenemos una misma visión hacia la arquitectura. No podríamos trabajar juntos si uno tuviera una idea completamente distinta de cómo entender el espacio, las formas y los materiales”. – Claudio Gantous CG: Precisamente porque tenemos una meta y una idea más clara que todas las otras partes, con la finalidad de direccionarlo a un objetivo, por ello, llevamos a cabo un trabajo de coordinación y orquestación. En Zacatecas, además de intervenir en un edificio histórico y eclesiástico, le dimos arquitectura moderna al interior y resolvimos una problemática que tenía la catedral: la falta del retablo mayor y de un presbiterio digno 107 para oficiar las misas y las ceremonias que requería, lo cual no se había hecho en América Latina; inclusive en Europa no hay intervenciones de este tipo donde entra una arquitectura moderna para resolver un retablo en un edificio del siglo xvii-xviii. Fue muy interesante, y después explorar con los materiales, una de las cosas que quisimos hacer era trabajar con los cánones establecidos de lo que es un retablo clásico, aunque hicimos una obra moderna, usamos madera y hoja de oro, como se solía hacer antes. Fue muy enriquecedor trabajar con materiales que nunca habíamos utilizado. Aprender de toda la historia que tenían e incorporarlos dentro de una modernidad. ChG: Fue divertido descubrir que somos versátiles, no sólo somos técnicos o creativos, tenemos la versatilidad de entrar en un proyecto así y sacarlo adelante en buenos términos. Fue un reto controvertido, pero de mucho aprendizaje. Hablando de la relación que tiene la arquitectura con las artes plásticas, ¿cuál es su experiencia con Javier Marín? CG: Con Javier Marín ya tenemos una historia. Javier es amigo desde hace muchos años. Hicimos su taller. Trabajamos con él de una manera muy fluida para hacer su espacio de trabajo y ayudarlo a que desarrollara su quehacer en un espacio idóneo. El reto fue crear un espacio que tuviera suficiente calidad para dialogar con las esculturas que él quería hacer. Buscamos cómo hacer que sus piezas no se volvieran elementos que estuvieran solamente pegados o apoyados sino que se fundieran con la parte arquitectónica. ChG: Nosotros respetamos su trabajo, es un artista plástico muy talentoso y exitoso. Es alguien que sabe respetar el trabajo de otros; en ese sentido hicimos buena mancuerna. Logramos un buen equilibrio entre la pieza del retablo y sus esculturas. Gantous Arquitectos es una firma conformada por los hermanos Claudio y Christian Gantous que se dedica a crear espacios con identidades únicas y de gran expresión plástica. Dentro de los proyectos más destacados del despacho se encuentra la Embajada del Reino de los Paises Bajos en México, la Casa/Estudio de Javier Marín, la rehabilitación de la sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes y el Retablo Mayor y Presbiterio de la Catedral de Zacatecas. En todos sus proyectos se ha tomado en cuenta el clima del contexto para crear arquitectura inteligente y acorde a su contexto. Escanea para material extra Casa ML Fotografía de Michel Calderwood 108 www.glocal.mx Glocal 15 109 conversaciones creativas La evolución de las relaciones humanas está dictada a partir de los cambios vertiginosos de las comunicaciones. Las nuevas conductas dieron paso al replanteamiento de varios conceptos, reclamando una reinvención constante. Sin embargo, esa exigencia ha provocado que la vigencia de los nuevos modelos de creación y producción sea cada vez más corta. Desde su experiencia, Pascal Aquitectos ha visto ese cambio y ha adaptado esos cambios a su ejercicio que ha incluido demoler y construir de nuevo sus propios edificios. ¿De dónde nace el interés por la arquitectura? Carlos Pascal: Nosotros no somos arquitectos, somos artesanos. Nuestro papá era carpintero. De niños, hacíamos nuestros juguetes en el taller de papá, de ahí se nos quedó gran parte del oficio. Después, mi padre se volvió constructor y visitábamos las obras. En las vacaciones cargábamos tabiques y hacíamos como que trabajábamos. De ahí salió el interés. Gerard Pascal: Cada quien tuvo un acercamiento diferente. Yo siempre tuve mucha facilidad para el dibujo, de hecho era lo único que se me facilitaba. Fui un desastre académico. Pero creo que cuando tienes una mente creativa es muy fácil perderte en el mundo que tú creas. Siempre me gustó mucho dibujar, fui bueno. Supe, desde que tenía seis años, que iba a ser arquitecto. Nunca hubo otro camino. ¿Cómo llega La Casa de Meditación? GP: La Casa de Meditación fue un caso curioso. Todo empezó por un concurso para hacer un templo. Ya habíamos hecho una obra del mismo carácter: unos baños rituales para las comunidades judías. Sin embargo, una de las condiciones para estar en el concurso era pertenecer a esa congregación, por lo que no pudimos entrar. Entonces, recordamos que alguna vez hicimos un proyecto con un arquitecto que sí era integrante y le propusimos juntarnos para concursar. Nos dijo que no. Ese tipo de concursos, según él, estaban arreglados. En lugar de eso, nos propuso hacer otro proyecto que iba a donar su familia a la comunidad. Así fue como llegó la invitación para hacer La Casa de Meditación. Ése fue uno de los proyectos que salieron de repente. No esperábamos todo lo que sucedió después, es la obra más pequeña que hemos hecho, pero también la más reconocida y la más premiada. La connotación propia de lo que implica el acontecimiento, es una oportunidad para dar un discurso especial. Gerard y Carlos Pascal Arquitectura a través del tiempo CP: No es que sea minimalista, es una obra mínima. Nosotros no creemos en una sola manera de hacer las cosas porque todos los proyectos que hacemos son resultado de un proceso de lo que no pueden ser. Eso hace nuestro trabajo más divertido porque no sabemos dónde va a acabar. Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía Pascal Arquitectos 110 www.glocal.mx Glocal 15 111 GP: Y así tenemos la oportunidad de sorprendernos en cada obra porque no sabemos lo que podemos descubrir. No queremos volvernos arquitectos de estilo o de marca. Después, en los baños rituales, evoluciona el uso del espacio. Cuando hicimos la construcción no sabíamos cómo iba a funcionar ni cómo iban a ser las consecuencias de su uso. Cambiaron muchas cosas y muchas comunidades empezaron a hacer este tipo de lugares. Sobre el mismo lugar, se hizo una propuesta que va en la misma línea. Obviamente se reutilizó parte del esquema que había, porque funcionaba bien. Y se rehízo todo. CP: Y como ya llevamos muchos años, nos está tocando rehacer muchas obras, por ejemplo, en el Hotel Hilton, antes Sheraton. Hace diez años no funcionaba el lobby bar. Pero nos dieron oportunidad de hacer una obra nueva. Eso es lo que pasa con el tiempo y con los ciclos de las obras: son cada vez más cortos. Ustedes hacen desde el interior de una residencia un templo, que son dos cosas muy diferentes. ¿Cuál es la premisa para trabajar el templo que no tiene nada que ver con el interior de una residencia? GP: Es algo que podemos hacer al mismo tiempo. Es la versatilidad del ejercicio. Así hicimos Nisha, un “antro” que debía tener todas las implicaciones a nivel arquitectónico para producir un acontecimiento. Todos vivimos dentro de un espacio creado artificialmente; nuestra vida se da dentro de estos espacios. Y todos tenemos esa capacidad de entenderlo. Cuando tengo que diseñar un espacio, lo primero que pienso es: ¿Qué va a suceder ahí adentro? ¿Cómo me voy a sentir? ¿Qué quiero sentir y de qué forma pretendo lograrlo? CP: O te das cuenta de todo lo que no es. Vimos otros lugares y decidimos que no iba a ser de esa forma. Y también está la consigna de no repetirnos. Ninguna obra va a ser lo mismo que ya hemos hecho. GP: Aunque siempre estamos influenciados por imágenes. CP: Pero la búsqueda es que no sean lo que ya fueron. Partimos de que cada obra tiene que ser única y no sabemos cuál será el resultado. El proceso de diseño es simultáneo. Me gusta hacer una analogía de cómo se conocía todo Casa de Meditación Fotografía de Víctor Benítez 112 www.glocal.mx Glocal 15 antes y después de internet. Antes, para conocer algo, tenías que leer un libro; ganabas experiencia en el transcurso de la lectura. Era tabú saber el final antes de leer todo el libro. Con internet, el hipertexto y esas relaciones simultáneas, esa secuencia lineal entre el tiempo y espacio se rompe. Hoy día todos queremos ser más eficientes y no queremos perder tiempo, por lo tanto el conocimiento se ha vuelto puntual. No tenemos que leer todo un libro para saber de un tema. La experiencia puede no ser la misma, porque cuando adquiero el conocimiento puntual no sé qué pasa alrededor de eso, pero puedo llegar al final antes de empezar y eso me permite saber si es a donde quiero llegar o no. Hay muchos principios y muchos finales; en el hipertexto todo empieza por cualquier lugar y no termina nunca. Todo eso es un proceso de retroalimentación, porque al final tu conclusión debe materializarse. Y puedes ser muy eficiente pero muy poco efectivo en el resultado. Estar saltando de principio a fin y ver todo desde diferentes puntos de vista hace todo mucho más enriquecedor. Y hace que lo más importante sea la experiencia de hacerlo. Porque, al final, lo que a nosotros nos queda es el proceso. Para el arquitecto, construir una obra es la muerte de ese proceso. GP: Es como concebir un hijo y dejarlo ir. Aunque suene romántico es así: vemos cómo es el proceso, cómo evoluciona el proyecto y cómo llega a su punto máximo. “Siempre tuve facilidad para el dibujo. De hecho era lo único que se me facilitaba. Creo que cuando tienes una mente creativa es muy fácil perderte en el mundo que tú creas (...) Supe, desde que tenía seis años, que iba a ser arquitecto. Nunca hubo otro camino”. – Gerard Pascal “Yo no creo en la inspiración. Yo hago arquitectura a partir de la eliminación. Para mí la creación es un acto de destrucción. La única manera de crear es destruyendo”. – Carlos Pascal Hablando de los templos, ¿cómo ‘crean’ tranquilidad en la obra? CP: Es la suma de muchas cosas. Un día nos llegó un concurso de una iglesia que tenía criptas y un patio. Fue un manejo perverso/ tiránico, porque te vuelves una especie de dictador conductista. Es como el cine de Hollywood, el director sabe qué reacciones va a provocar, sabe cuándo te va a sacar las lágrimas. GP: Se trata de un manejo de emociones. En los templos buscamos esa sensación de acercamiento. CP: Exacto. La expresión de cualquier religión. GP: En las obras que hemos hecho bajo esta temática no hay simbología religiosa, más bien es una simbología espacial. En lugar de imágenes de decoración, tratamos de que afecte 113 Hilton Lobby Bar el volumen, la iluminación, largos pasillos que crean imágenes oníricas… CP: Al final, todo acto litúrgico es una obra teatral. Entonces imaginamos el escenario pensando en cómo se va a construir esta obra. ahí adentro. Esto es debido a que la significación anterior era mucho más universal que hoy. Ahora es diferente, porque la información está al alcance de todos. Se ha vuelto más complejo. www.pascalarquitectos.com GP: Y esa tranquilidad se da cuando hay un acto introspectivo de pensar en una forma positiva, en que te vaya mejor, en que exista el paraíso o algo por el estilo. CP: Pero es un asunto nuestro, porque no todo signo significa lo mismo para todo el mundo. Mientras más neutralidad exista en la arquitectura, mientras menos cuente, da lugar a que tengas tu propia historia, tu versión del espacio. Porque, en el momento en que empiezas a meter esas simbologías tan obvias y redundantes, puedes provocar una crisis. La arquitectura de un templo debe estar abierta para que cualquier persona ponga el significado que quiera. GP: Por ejemplo, si yo entro a una catedral gótica, aunque no sea cristiano, siento que Dios vive 114 Casa El Secreto Fotografía de Víctor Benítez Pascal Arquitectos tiene 34 años de existencia. La firma fue conformada por hermanos Carlos y Gerard Pascal en 1979. El dúo desarrolla su ejercicio en el diseño arquitectónico, de interiores, paisaje, iluminación y mobiliario. Pascal Arquitectos ha sido ganador de varios premios, entre los que se encuentra el Marble Architecture Award de 2008 por la Casa de Meditación. “Mientras más neutralidad exista en la arquitectura, mientras menos cuente, da lugar a tengas tu propia historia, tu versión del espacio”. – Carlos Pascal Escanea para material extra www.glocal.mx Glocal 15 115 conversaciones creativas Dentro del panorama de la arquitectura actual, la falta de discusión sobre la vivienda social, y el creciente desinterés en la serie de problemas implícitos, como los espacios reducidos y el uso materiales de poca calidad, inciden en la forma de vivir de los habitantes. Siguiendo esta problemática, el trabajo arquitectónico de Félix Sánchez y Javier Sánchez se centra en la formulación de nuevas propuestas para la vivienda social. ¿Cómo generan un diálogo con las autoridades para tener una vivienda de calidad y dignidad? Félix Sánchez: Para mí toda la vivienda es social, pero estamos en un momento de crisis porque el Estado simplemente quitó las manos y dejó que la iniciativa privada hiciera lo que quisiera. De 1990 a la actualidad se han hecho 16 millones de casas, pero no hogares. La vivienda es la parte esencial de una ciudad, por lo que el producto de esta mala política de “no intervención”, son las reservas urbanas de la ciudad que han crecido salvajemente; han tenido muy buenos momentos pero actualmente estamos en una situación de crisis. Félix y Javier Sánchez Javier Sánchez: El paradigma del modelo opuesto, que tenía que ver con la intervención del gobierno, fue debido al control de la producción de la vivienda y con el involucramiento de los arquitectos. Ese modelo generó crisis aproximadamente a principios de los años 80 y se abandonó. Quizá un primer indicio es Tlatelolco, un prototipo muy efectivo pero que fue llegando a un límite. El nuevo paradigma está en un nuevo momento y en una coyuntura; hace cinco años presentamos una propuesta en la Bienal de Venecia: “Vivir adentro”, que consistió en un fenómeno social incluyente. En algunos años se estará rompiendo un paradigma y con esto, vendrá la oportunidad de construir uno nuevo; es un buen momento para Vivienda para la sociedad moderna la arquitectura y para la sociedad en general de pensar cómo queremos vivir. Como arquitectos, ¿qué quieren ofrecer a la vivienda? JS: En estas críticas frontales hay oídos sordos, pero ahora siento que habrá más apertura para escuchar, y lo que nos toca es proponer. FS: Y los arquitectos se cansaron de sojuzgar por cuestiones financieras y mejor dejaron el problema de lado, pero, hablando de Tlatelolco, es muy impresionante que ahí no haya ni una sola vivienda que se venda o que esté vacía. La vivienda se repite muchas veces y hace ciudad. Es importante, porque en los años 50, en el Banco Nacional de Hipoteca y Obras Públicas se hicieron unos estudios: “Herradura de tugurios”, donde hablaba de viviendas que no tenían calidad pero que estaban insertadas en el tejido urbano; un resultado del estudio es Nonoalco. Esto es una lección para ver en retrospectiva, porque lo que sigue es hacer ciudad, no sólo pensar en hacer un conjunto de tres mil viviendas idénticas. La tecnología, la tolerancia y el cambio de vida son cosas actuales y la vivienda no lo es: no se hacía vivienda para renta, tenía que ser una sola unidad. JS: Lo que necesitas es una vivienda, no importa si es propia o rentada. Te produce posibilidades de arraigo, de movimiento y de localización. Es difícil pensar que vas a estar anclado a un espacio. FS: Siempre será mejor una buena ciudad que una mejor vivienda. En este barrio donde estamos —la colonia Hipódromo Condesa, en la ciudad de México— hay ricos, medianos y pobres, esa es la ciudad: heterogénea, diversa, abierta, y si intentamos hacer algunos proyectos pilotos con esa visión, podría gestarse ahí el nuevo paradigma. Hoy en día la vivienda no es para la gente. JS: Incluso debe haber mil ideas y existir cinco o seis restricciones de cosas que no tienen que ver con el tema de la arquitectura, sino que son temas sociales; por ejemplo, la vivienda tiene que ser mezclada, no deberían Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Sánchez Arquitectos y Jsa Arquitectura 116 www.glocal.mx Glocal 15 117 restringirte a hacer sólo un segmento de éstas, y quien quiera hacerlo se le desincentiva, y al que tenga la iniciativa, todo lo contrario. Hay mecanismos que pueden ser buenos para atraer a los inversionistas y ofrecer beneficios a cambio. Tampoco puede delimitarse ni amurallarse, eso también es restricción. Que haya una densidad mínima porque se estará dilapidando el suelo; debe mezclarse con servicios y crear espacio público. Estas son las nuevas reglas de urbanidad. FS: Son reglas muy claras, lineamientos muy generales. Obviamente, por mucha imaginación que tenga el arquitecto, ni el más talentoso podrá resolver ese problema. Mala y buena arquitectura siempre habrá. La nueva ciudad se irá ganando calle por calle, lote por lote. La vivienda es el monumento del siglo xx y hay que hacerla con la piedra de este siglo que es el concreto, la piedra pobre. Debemos intentar que la ciudad sea un monumento, porque el arquitecto debe servir a la sociedad y tiene que reflejar el momento histórico que le está tocando vivir. Por ejemplo, en Inglaterra, hay un proyecto que se llama Park Hill, fue un proyecto de mil viviendas en cuatro hectáreas, 10 años después de lo que hizo el Arq. Mario Pani en el multifamiliar Miguel Alemán. ¿Qué han hecho 60 años después? El Estado —o algún promotor vio posibilidades—, decidió invertir ahí e identificar lo que hacía falta. Se realizaron departamentos pequeños, medianos, grandes y se mezclaron. JS: Los proyectos mexicanos tienen esas mezclas, si vas a la Avenida Independencia, verás casas y departamentos. Creo que sin duda estuvimos en la vanguardia pero desafortunadamente retrocedimos mucho. No hay arquitectura, ni premios para la vivienda; se habla de sustentabilidad y de ponerle calentadores al agua, pero lo primero que se debe hacer es sustentabilidad social. ¿En qué momento deciden aportar dignidad en la construcción de las viviendas? Supongo que deben tener un momento de sensibilidad. FS: Mi padre nos inculcó el tema de la arquitectura social. Tenía 10 o 12 años que no hacía vivienda porque aparentemente me maté yo mismo. Hicimos un proyecto con una densidad maravillosa que daba 23 metros cuadrados de suelo, cuatro pisos; el sol entraba 118 a las viviendas. El desarrollador nos propuso tres pisos y un elevador. Nosotros nos matamos porque produjimos un proyecto muy bueno, en ese momento decides ya no seguir, como dicen: “mataron la gallina de los huevos de oro”. Las cosas son cíclicas, todo cambia. JS: Aunque había comentarios en contra del modelo actual, no se veía una caída pronta. Si esta entrevista se realizara en 10 años, sería curioso escuchar de la época de la vivienda hecha por el gobierno, los arquitectos y de los promotores privados; sería muy bueno estar en el tiempo donde este modelo ya no existiera. “Debemos intentar que la ciudad sea un monumento, porque el arquitecto debe funcionar sirviendo a la sociedad y tiene que reflejar el momento histórico que le está tocando vivir”. – Félix Sánchez FS: Hay que tener una codicia moderada y el que puede dar el ejemplo es el Estado, porque tiene los instrumentos para hacerlo. La sociedad ya evolucionó y si quieren seguir siendo políticos, cuando menos tienen que cumplir con ciertos preceptos porque el ciudadano está por encima. Es el gran fenómeno de este siglo: la migración a las ciudades, porque es más fácil que tengas trabajo y limites la pobreza. ¿Qué atraen las grandes ciudades? Talento. La visión de un lugar tolerante. JS: Hay un fenómeno muy interesante en la autoconstrucción que también es digno de valorarse e incorporarse al proceso de producción de la vivienda. La gente con la aspiración de mejorar su vida va construyendo continuamente, por lo que las cosas se conciben de manera distinta. Las obras de vivienda abandonadas deben tener proyectos mezclados, como modificar el uso del suelo, permitir fusiones o divisiones y disminuir el tamaño de las calles. La cuestión es meter nuevos proyectos dentro de los vacíos que dejó el anterior, ese es un buen reto. FS: Hace días, alguien presentó una idea: un carrito verde con juegos de niños, una plancha que se mueve y se estaciona. Imagina que en una calle, eliminas un carril de estacionamiento, ahí ya tienes un parque lineal. La finalidad es que haya una voluntad política de cambiar. JS: Alguien tiene que decir que no se puede seguir pensando en construir 30 viviendas por hectárea en ningún lugar del suelo de la República Mexicana, es decir, hay que desechar esa regla. Es suelo es muy valioso y tenemos mucho, pero no por ello lo vamos a echar a perder. Conjunto de vivienda Sara de Sánchez Arquitectos Asociados www.glocal.mx Glocal 15 119 Ampliación del Centro Cultural España de JSa Arquitectura Veracruz 60 de JSa Arquitectura Fotografía de Paúl Rivera - archphoto Biblioteca Personal Carlos Monsiváis de JSa Arquitectura Fotografía Jaime Navarro FS: Por ejemplo, la reserva urbana de Querétaro ha crecido 17 veces en los últimos 30 años, la población se ha triplicado, es un crecimiento de tres contra 17; esa ciudad será inhabitable. Tiene que haber un cambio de cultura urbana, tenemos que aprender a vivir en la ciudad con otros requerimientos. “Quizá las obras de vivienda abandonadas deben tener proyectos mezclados, como modificar el uso del suelo, permitir fusiones o divisiones, disminuir el tamaño de las calles. La cuestión es meter nuevos proyectos dentro de los vacíos que dejó el anterior, ese es un buen reto”. – Javier Sánchez 120 JS: Se trata de tomar decisiones y de eliminar reglas absurdas que construimos en el siglo pasado, y que simplemente ya no juegan. FS: En los años 50, decían: “Fuera de México, todo es Cuautitlán”. Era un término despectivo, pero esos malos ejemplos se siguen repitiendo, cuando debería aprenderse de los errores. Tengo una estadística: de los 17 millones de personas que visitan Chapultepec, el 60 por ciento corresponde a gente de la ciudad, mientras que el 35 por ciento son del área metropolitana. Esto demuestra la falta de www.glocal.mx Glocal 15 parques en esa zona. Esta parte policéntrica de la ciudad, es lo que hay que impulsar, y en lo personal, pienso que los mil barrios de la ciudad deben tener sus respectivos parques. Y al igual que las tallas de ropa interior, extra grande, grande, mediana, chica y extra chica, así tienen que ser los espacios abiertos, porque no hay por dónde caminar. Ahora, por cada plaza comercial hay también un parque, o una plaza de espacio abierto donde no tengas que entrar. Insisto, se necesita voluntad política. www.sanchezarquitectos.com www.jsa.com.mx Félix y Javier Sánchez, ambos egresados de la Universidad Autónoma de México. Félix, hijo del prestigioso arquitecto Félix Sánchez Baylon, es socio fundador de Sánchez Arquitectos, despacho que ha desarrollado arquitectura y urbanismo en México, Europa, Medio Oriente y China. Entre sus trabajos pueden mencionarse: Plan de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Tlaxcala; Plan de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Campeche y la Torre de Ingeniería de la unam. Por su parte, Javier es Director del despacho JSa, donde se desarrollan proyectos de diversa índole como vivienda social, escuelas, oficinas, edificios mixtos, espacios públicos y otros. Entre sus trabajos se encuentra la Casa de las Ajaracas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México y el Museo del Estanquillo. Escanea para material extra 121 conversaciones creativas La identidad de una nación se crea a partir diversas características, rasgos de cosmovisión y costumbres de interacción, organización social y política. La estampa nacional identifica ciertos edificios icónicos de una ciudad que hablan de su ejercicio cotidiano. El legado y trabajo de Francisco y Juan Pablo Serrano los ha llevado a ser parte de la historia mexicana a partir de su producción arquitectónica. ¿Qué significa para los Serrano ser parte de la historia de la arquitectura mexicana? Francisco Serrano: Hemos tenido la suerte de que nuestros proyectos trasciendan y sean testimonio de un tiempo. Mi papá fue testigo de las obras del cine mexicano, aunque muchas ya no existen. El cine, un gran evento familiar, era lo que la sociedad demandaba en ese momento. Pasa con el tiempo, había cine mudo y por otra parte estaba la música, entonces tenían el foso y a los músicos. Eso es dar testimonio a lo que se hace en ese momento. A nosotros nos ha tocado hacer eso; por ejemplo, la Universidad Iberoamericana se construyó después de una tragedia horrible, se hicieron grandes cambios en las viviendas, o lo que hizo el Infonavit en los 70’s, tuvimos la suerte de que nos invitaran a participar en eso. En ese sentido, hemos sido testigos y actores de cambios que se han dado en el país: vas dejando testimonio de lo que te toca participar. Juan Pablo Serrano: A cada quien le tocó lo que tenía que hacer. Yo ya no tengo nada que ver con mi bisabuelo, abuelo, ni con mi papá. Está muy bien que hayan hecho en su momento algo bueno y lo que yo hago, ojalá también sea bueno. Francisco y Juan Pablo Serrano FS: Y si nos toca hacer cosas juntos, ¡qué bueno! ¿Cómo descifran la identidad nacional para plasmarla en su arquitectura? Hablando precisamente de los proyectos que son pequeños. JS: Cuando hacemos obra pública, pagada por el gobierno, siempre decimos que debemos estar orgullosos, de nuestra arquitectura y de lo que estamos pagando con nuestros impuestos para que sea una obra clásica de su temporalidad y que dure. Casos de este tipo, son las obras de tiempos de Porfirio Díaz, de mi bisabuelo, mi abuelo y de mi papá, que son de orgullo nacional. FS: Claro, tiene que haber orgullo en lo que haces y que los demás también lo sientan. Y eso es algo que preocupa cuando tienes un trabajo de este tipo. Todo mundo cree que somos una especie de ‘pensadores’, que en las noches soñamos en qué dejaremos como testimonio histórico en México y no es así, pensamos en cómo hacer mejor lo que hacemos y que después sea gratificante para todos. Yo pregunto: ¿cuánta gente no está orgullosa del Zócalo de la Ciudad de México? Lo que te forma imagen no es Arquitectura en diálogo con la identidad nacional Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Francisco Serrano Arquitecto y Serrano Monjaraz Arquitectos 122 www.glocal.mx Glocal 15 123 Arcos Bosques Corporativo Fotografía de Jaime Navarro Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de México Benito Juárez Fotografía de Pedro Hiriart algo que necesariamente conozcas a fondo, sino que esas obras son las que componen el espacio urbano y ese es el espacio de todos, el que crea una memoria de la ciudad. Y no es lo mismo caminar por Madero que por una calle de Bosques de la Lomas, no se parecen en nada. Sin embargo, las dos ofrecen un testimonio de un modo de vida, sin necesidad de meterte a las obras. JS: Siempre que haces una cosa, más bien estás agobiado, tenso, pensando en cómo hacer para que alcance el dinero y convencer a mucha gente, porque cuesta trabajo hacer las cosas. En estos procesos siempre se sufre, te preocupa mucho hacer las cosas bien y no tanto en cómo podrás representar al país; la preocupación mayor es el día a día. FS: Es angustioso, porque en el fondo sabes que harás algo trascendental, que no se parezca a otra cosa y tenga características propias. Por ejemplo, cuando te invitan a hacer una obra, empiezas a transformar todo ese terreno en una imagen, un espacio y en una forma, pasa el tiempo y ya está construida. ¿Quién la disfruta y quién la sufre? Esa oportunidad de que la idea se convierta en algo, es fantástica. 124 JS: O la primera vez que vas a la obra, observas el tamaño que tiene y después te das cuenta que la realidad en escala va acorde a tu croquis y a tus planos, es de las partes más interesantes. FS: Todos empezamos haciendo la escalera o el baño de la tía, aunque digan que no. Después, haces una casa, posteriormente un edificio pequeño a otro conocido, y de repente, ya estás haciendo diversas obras ¡para quien sabe quién! Eso a mis inicios me impresionaba mucho; hacer siete mil viviendas resultaba acalambrante. Mi papá me decía que imaginara sobrevivir a un proyecto mío por un año, si lo lograba, después podría proyectar cualquier cosa. JS: O también decía: haz la obra para que puedas pasar por ahí después de cinco años y no te arrepientas de alguna cosa que no planteaste. En esto, también debe existir la autocrítica. FS: Gusto y angustia, todo al mismo tiempo. La arquitectura es una disciplina de prueba y error, que no siempre lo mejor es lo bueno y que muchas veces una idea muy mala, al darle la vuelta, se convierte en una idea genial. “Cuando haces algo de obra pública siempre decimos que nos debemos sentir orgullosos de ser mexicanos, de nuestra arquitectura y de lo que estamos pagando con nuestros impuestos para que sea una obra clásica de su temporalidad y que dure. Casos de este tipo, son las obras de tiempos de Porfirio Díaz, de mi bisabuelo, mi abuelo y mi papá, que son de orgullo nacional”. – Juan Pablo Serrano En su arquitectura detectamos ciertos materiales recurrentes. ¿En qué momento empiezan a experimentar con ese tipo de materiales? FS: Casi siempre se habla del concreto cincelado, el primero que yo vi en mi vida, fue en Ciudad Universitaria, en las columnas que mi hizo papá en la Facultad de Ingeniería, pero no lo concibió con el objetivo de crear un material maravilloso. Este proceso es totalmente mexicano. En Alemania, (para la Embajada de México, realizada en colaboración con el arquitecto Teodoro González de León) decidimos hacerlo, pero primeramente se tuvieron que cumplir con ciertas reglas y requisitos. Posteriormente pensaron: ¡cómo iban a hacer eso en Alemania! Porque costaría el triple. Nosotros queríamos llevar a gente de México a cincelar. Regresamos a Europa con un maestro polaco y a los tres días se encargó de cincelarlo con su gente, y como son también ingeniosos, diseñaron una pistola pequeña que facilitó el trabajo y con el tiempo se fue perfeccionando ese invento. JS: Este es un buen ejemplo, porque el concreto que nosotros hacemos tiene la misma estructura que la fachada y al ser un proceso www.glocal.mx Edificio Basurto del Arq. e Ing. Francisco José Serrano y Álvarez de la Rosa Glocal 15 125 Casa L Fotografía de Jaime Navarro muy barato por consiguiente todo lo demás lo será. Ese es el atractivo del concreto. En cuanto al concreto blanco, después de todo el proceso, es mármol. En la historia de la piedra del siglo xx, lo que es atractivo es que la arena y la grava de mármol, y eso unido con el cemento, tiene como resultado una nueva piedra. Es notoria la diferencia con el cemento y las gravas de tonalidades grisáceas. Algo importante de la arquitectura es que ustedes hacen ciudad. ¿Cómo establecen un diálogo con los habitantes? JS: Cada obra tiene su contacto con la ciudad al ser una pieza más; es hablar de la regeneración de las ciudades en lugar de construir una sobre otra. Tiene toques particulares para el dueño, para el uso y para su tiempo, pero siempre será un análisis de lo que pasa alrededor, y te empiezas a enfrentar a eso de la misma forma que también juegas con tu proyecto por dentro y por fuera. También te ligas al contexto para mejorar las condiciones de vida de esa zona. FS: Lo que cuesta mucho trabajo es cuando eres más joven, porque siempre quieres gritar “Yo hice esta obra”, pero debes aprender a discernir cuándo una obra es un “codo” y cuándo es la actriz o el actor principal de esa zona de la ciudad. Casa Tierra Fotografía de Sandra Pereznieto 126 www.glocal.mx JS: Es distinto cuando llegas a un lugar y no hay nada, ahí debes tener mucho análisis de cómo son las mejores zonas de la ciudad y cuál es el porcentaje de área vendible que tienes en el Glocal 15 espacio público. Por ejemplo, a nosotros nos tocó en el Parque México, o en el Parque de los Espejos en Polanco, las secciones de las buenas vialidades, daban pie para hacer banquetas y hacer espacio para los árboles; todo eso deja de ser una obra para ser parte de la ciudad. Aquí si entra algo de nuestro legado en la arquitectura, las obras que hizo mi abuelo las tomo como pautas, porque así como en muchas plazas en Coyoacán, Satélite o San Ángel, vas detectando esos espacios urbanos que tienen calidad e intentas trasladar ciertas experiencias de vida a esos espacios abiertos. www.franciscoserranoarquitecto.com www.serranomonjaraz.com Francisco y Juan Pablo Serrano egresaron de la Universidad Iberoamericana en diferentes años. Por su parte, Francisco Serrano ha colaborado con arquitectos como Teodoro González de León, Carlos Tejeda y Susana García Fuentes. Ganador del Premio Nacional de las Artes en 2003, es considerado maestro de la transición del racionalismo a la modernidad. Juan Pablo Serrano fundó la firma Serrano Monjaraz Arquitectos en 1992, en donde realiza proyectos hasta la actualidad. Francisco Serrano y Juan Pablo trabajaron juntos en el proyecto la Terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México, entre otros proyectos. Escanea para material extra 127 conversaciones creativas Los centros comerciales tienen como principal función poner al alcance diferentes opciones de tiendas para cubrir nuestras necesidades, sin embargo, también fungen como escenario de diversas actividades sociales y contribuyen al desarrollo urbano de la ciudad. Esto se logró a partir de proyectos desarrollados por Grupo Sordo Madaleno, precursor en el diseño de centros comerciales en nuestro país. ¿Cuál es el legado que te dejó tu papá Juan Sordo Madaleno en el ejercicio profesional? Javier Sordo Madaleno Bringas: Muchísimas cosas: experiencia, aprendizaje, conocimiento, y sobre todo, su gusto por el espacio. Con el tiempo vas forjando tu personalidad, pero siempre conservas esas bases esenciales que te dieron. Grupo Sordo Madaleno Cuando eras niño e ibas con tu papá a alguna obra, ¿qué te decía? JSMB: Recorríamos la obra y yo escuchaba lo que decían. Cuando nos íbamos me preguntaba sobre lo que había visto, para cerciorarse si me había dado cuenta de las cosas o no, y era muy interesante. Además, como le pasa a todos los padres, en el fondo, nuestros hijos son los mejores críticos porque nos conocen más íntimamente; por ejemplo, a mi papá le decía muchas cosas que nadie se atrevía, y le gustaba, por eso creo que mis comentarios enriquecieron mucho su trabajo. Arquitectura de gran escala Tu papá se enfocó a la arquitectura modernista. Cuando creciste y empezaste tu carrera, ¿qué querías retomar de su trabajo y qué querías experimentar? JSMB: En realidad eran ideas que quería realizar como arquitecto. Trabajé fuera del despacho tres años y aprendí a ver la arquitectura desde otro ángulo; colaboré con Pedro Ramírez Vázquez y con Augusto Álvarez, y después de estos acontecimientos sabía que debía crear una compañía con un equipo muy profesional que generara nuevos proyectos con base en mi experiencia. Entre mi papá y yo había una gran amistad, platicábamos mucho, incluso sólo con la mirada ya sabía si algo le gustaba o no y con eso nos retroalimentábamos. Las circunstancias cambiaron porque mi papá se enfermó de Texto Redacción Retrato Rafael Mayani Fotografías Cortesía de Grupo Sordo Madaleno 128 www.glocal.mx Glocal 15 cáncer en el 81; dos años antes empecé a trabajar en la oficina, desafortunadamente trabajé muy poco con él. ¿En qué momento Grupo Sordo Madaleno se convierte en una empresa arquitectónica? JSMB: La empresa siempre fue de mi papá. Cuando yo estaba en la escuela era un pecado pensar en otra cosa que no fuera diseñar y desarrollar. Mi papá siempre vio la parte empresarial de la arquitectura. Cuando se hicieron los primeros centros comerciales, entre ellos Perisur y Plaza Satélite, no había difusión. Tras su muerte, empecé a cuestionar sobre cómo me darían la construcción de centros comerciales siendo yo muy joven —tenía 27 años—, y mi idea fue promover mi trabajo y hacer arquitectura, que es lo que más me gusta. Aprendí de mi padre que siempre se tienen que superar los retos. Él siempre visualizó a Perisur como algo mejor de lo que podía ser, pero como en todo había limitantes, una de ellas era la demanda que le hacían las tiendas con respecto a su colocación; en cambio, cuando tú eres el promotor y no sólo el arquitecto, tienes más poder de decisión y de ubicación de los espacios. La arquitectura es más que un diseño bonito y eficiente, es todo lo que sucede alrededor de un lugar, llámese la Iglesia de Santa Fe o un centro comercial, desde la parte de comercialización, señalización, construcción y distribución. Eso se aprende con el tiempo, antes me interesaba lo arquitectónico, ahora me interesa el diseño como una obra subtotal, es decir, desde su planeación. ¿Qué experiencia le quieres dar al usuario de los centros comerciales? JSMB: Quiero que se vuelva un paseo agradable, no forzosamente para que la gente quiera comprar, sino porque tiene una necesidad que resolver. Implementamos áreas verdes, pasillos más anchos y fuentes que son parte fundamental de la arquitectura y del paseo; esto nace a partir de la creación de Antara. Evaluamos los componentes que tenía Polanco, entre ellos, los elementos revueltos (casas, parques, edificios). Antes de su construcción, me pregunté: ¿Qué quería hacer un sábado por la mañana? Y mi idea era caminar en un lugar confortable o tomar un café. La construcción siempre viene de la mano de la cultura, y creo que es importante acercar a las personas a un entorno que los identifique; hay que hacer una mezcla con la cultura para que un centro comercial no sólo sea un tema de compras. 129 Antara Polanco Fotografía de Fernando Cordero, Paul Czitrom, Sófocles Hernández ¿Decides ser arquitecto por tradición o por convicción? Javier Sordo Madaleno de Haro: Cuando empiezas a elegir, casi siempre te dejas llevar por lo que dice la gente. Yo sabía más de arquitectura por la profesión de mi papá. Finalmente lo escogí porque toda la vida lo viví, lo aprendí, y es una decisión de la cual no me arrepiento, a pesar de ser una elección complicada. De joven, no te das cuenta de los problemas en los que te estás metiendo. La arquitectura ha sido un tema familiar desde mi abuelo, y piensas: sé dibujar bien, voy a ser arquitecto, pero no sabes la responsabilidad que adquieres. Como nueva generación, ¿qué quieres aportar al despacho? JSMH: Yo veo que las nuevas generaciones hacen una arquitectura más abierta. El tema de los estilos en México, como se vivió durante muchas épocas, marcó tendencia en los despachos. Creo que la arquitectura en la actualidad está más globalizada y más abierta, no hay manera de hacer los edificios de una manera efectiva, cada uno de éstos debe tener su personalidad, dependiendo la zona en la que esté. Me gusta hablar de arquitectura mexicana, pero eso no implica que se tenga que hacer Iglesia San Josémaría Escrivá Fotografía de Timothy Hursley 130 www.glocal.mx Glocal 15 un edificio de esa forma en Brasil, se tiene que hacer un edificio acorde al país. Mi visión es más abierta, no tanto repetitiva, y que el proyecto esté en armonía con el lugar. ¿Cómo fue tu experimentación con el color? JSMB: El color venía de Chucho Reyes, que era muy amigo de mi padre. Él influyó a varios de sus amigos, como Luis Barragán –quien más lo desarrolla. Mi padre trabajaba con él y lo aterrizaba en muchos aspectos, porque en ocasiones era muy creativo pero de repente no le resultaba tan fácil hacer algunas cosas. Mi padre va tomando el color a su manera, lo va aplicando y va llegando a él; por ejemplo, el hotel de Cozumel tenía unos pequeños destellos de color. Nosotros hemos trabajado con el color; en el tema de los CRITs, la idea es formar un juguete y dar alegría a los niños cuando llegan, cambiarles la perspectiva. El color juega un papel importante, es la parte psicológica que les ayuda. Trabajar con el color, a veces, puede significar sentido. ¿Después de San Ignacio de Loyola, la iglesia diseñada por el arquitecto Juan Sordo Madaleno, era un reto hacer la iglesia de San José María Escrivá? JSMB: Sí. Considero que San Ignacio es una de las Iglesias más bonitas. Respecto a la de San José María Escrivá, disfrutamos mucho su elaboración, sobre todo después de trabajar con tantos centros comerciales, fue gratificante tener la oportunidad de diseñar algo que tiene que ver más con el espíritu. Estamos construyendo otra iglesia en Lomas Anáhuac, la verdad es un reto porque son espacios que se perciben y te transmiten algo; son un reto porque están hechos para la sensibilidad humana. ¿Cómo abordar tanta diversidad de tipologías arquitectónicas, por ejemplo, la residencial? JSMB: Hemos hecho cosas muy interesantes. Nos gusta hacer muchas casas porque juegas con los espacios y con las luces, y sí, nos divertimos al crear cosas que requieren proporción para darles arquitectura y, a través de eso, darles una personalidad. JSMH: La escala de la majestuosidad ha cambiado. Las casas que estamos haciendo nacen a través de un concepto. Nos gusta dar una personalidad muy fuerte a las casas, y no quedarnos en la típica distribución de espacios. 131 Iglesia San Ignacio de Loyola por Juan Sordo Madaleno Fotografía Archivo SMA “Es importante arreglar pequeños puntos de la ciudad con proyectos que le aporten a la sociedad un valor agregado. No hay que demeritar el valor de los terrenos, sino subir el valor de la zona”. – Javier Sordo Madaleno de Haro Creo que es algo que nos diferencia mucho como firma. ¿Cómo es el método creativo de Sordo Madaleno Arquitectos? JSMH: Somos muy abiertos a recibir ideas, desde mi papá o mi hermano, o cualquier gente que esté dentro. Somos una empresa que sabe recibir opiniones y eso nos hace una oficina muy dinámica. Las juntas también nos enriquecen mucho en el tema de diseño, y después de eso se lleva a cabo el proceso tradicional de construcción; nos reunimos 3 o 4 personas para sacar direcciones. ¿Qué queda por hacer para que la ciudad sea un lugar equilibrado? JSMH: Nos estamos arriesgando a construir nuevos proyectos en zonas como depósitos de basura, pero si lo platicas con el gobierno, aportan a la vialidad de la ciudad. Es importante arreglar pequeños puntos de la ciudad con proyectos que le den a la sociedad un valor agregado. No hay que demeritar el valor de los terrenos, sino subir el valor de la zona. JSMB: Es importante destacar que cuando pones árboles, áreas verdes, buenas entradas, beneficias a la ciudad y la misma ciudad te lo regresa con creces, es decir, es una relación positiva. Como decía Javier, ya no encuentras buenos espacios en la ciudad, todo surge a partir de reciclar los mismos espacios. Se tiene que trabajar de manera cercana con el gobierno y que no sólo los proyectos sean de promotores, sino que se dé una regeneración de áreas completas; por ejemplo, Tepito y Vallejo pueden ser grandes zonas de la ciudad que están ubicadas en puntos colindados y que podrían ser un éxito. ¿Qué significa para ustedes poder trabajar en equipo? 132 JSMB: Yo disfruto que, a partir de una línea familiar, he juntado a mi familia en un mismo lugar de trabajo; desde mi papá, Javier, Juan Pablo y próximamente Fernando –que está estudiando. Yo tengo la oportunidad de gozarlos a diario. Es una forma de vida, una transmisión de padre a hijos que vas modificando a través del tiempo. Estoy feliz de verlos crecer. JSMH: Trabajar en conjunto es muy bueno. Siempre me han preguntado por qué trabajo con mi papá, pero es gratificante, nos complementamos. Entre más nos apoyemos es mejor. Trabajamos muy a gusto y esperamos que dure mucho más tiempo. www.sordomadaleno.com Grupo Sordo Madaleno fue creado en 1985. Tras una larga tradición familiar, encabezada por Javier Sordo Madaleno, hijo de Don Juan Sordo Madaleno, ha construido una empresa que se expande en el desarrollo de los centros comerciales. Desde hace seis años, Javier Sordo Madaleno de Haro, ha aportado una visión global a la firma. A través de su experiencia en la promoción inmobiliaria y arquitectónica, agrupan las Direcciones de Proyectos y Desarrollo, Comercialización, Operación y Finanzas Patrimonial de su sello arquitectónico. Entre sus diseños sobresalen los centros comerciales Perisur, Plaza Satélite y Antara Polanco. Escanea para material extra www.glocal.mx Glocal 15 133