Alberto Terrones, ejemplo de Los 15
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Alberto Terrones, ejemplo de Los 15
FRENTE UNIVERSITARIO EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA DE LA UJED I ÓN PRES X E DE ANO G R Ó FENSA DEL FRENTE EN DE #9 Año 1 POR LA AUTO NOMÍA DE LA UJED Victoria de Durango, Dgo., jueves 1 de septiembre de 2011 Editor: Enrique Arrieta Silva Breve Semblanza de Alberto Terrones González Alberto Terrones, ejemplo de Los 15 Jaime Salvador Moysén El resumir la vida de un ser humano, representa una tarea difícil, especialmente cuando existen estrechos vínculos afectivos. Partiendo de esta realidad intentaré resaltar algunas de las características más importantes de Alberto Terrones. Conocí a Alberto a finales del año de 1989 en un evento académico organizado por la UJED; con ese primer acercamiento se iniciaría una larga amistad y una serie de actividades conjuntas que enriquecieron a diferentes grupos de académicos. En el año de 1993 iniciamos un proyecto docente colaborativo, cuyo principal objetivo fue la incorporación de estudiantes de licenciatura en Psicología al campo clínico del Hospital General de Durango, con el objetivo de que realizaran sus prácticas en esta institución asistencial. Como resultado de este proyecto piloto, el Departamento de Salud Mental se robustece con la participación formal de un grupo de psicólogos clínicos y estudiantes de psicología bajo la coordinación de Alberto. Posteriormente, su jubilación de la Secretaría de Salud, le permite incorporarse al Instituto de Investigación Científica como profesor-investigador de tiempo completo. En el campo investigativo, Alber to y un reducido grupo de académicos del IIC, comenzamos a desarrollar la idea de materializar como ámbito de indagación cognitiva el campo de la Psico-SocioEpidemiología, este proyecto que inicia a principios de los años 90 cristaliza con el desarrollo de líneas de investigación relacionadas con: ideación e intento suicida, depresión, validación de constructos psicosociales, desarrollo neurológico en niños, salud pública comunitaria y salud reproductiva en adolescentes, entre otros. Su participación en estos estudios fue lo mismo responsabilizándose de proyectos, que colaborando con los mismos. Es importante señalar que la mayoría de estos trabajos recibieron financiamiento externo, después de participar en distintas convocatorias. La difusión de resultados en revistas indizadas nacionales e internacionales y la presentación en congresos tanto en el país como en el extranjero fueron Yo soy uno de Los Quince Ma. Guadalupe Rodríguez L. El hilo de la vida, ese en el que transcurren nuestros días es tan frágil como la flor que se deshace con el aliento de un niño. El hilo se rompe en cualquier momento por miles de razones y en cualesquier momento. Pero, lo que al final da consistencia a la vida de un ser humano es lo que cultiva con sus actos y sus creencias, es lo que deja con la construcción de sus sueños. En un año, en el que conocimos muchas facetas otrora ignoradas de los quince combatientes, defensores de la autonomía de nuestra institución, Alberto Terrones nos mostró su rostro franco de universitario, en el más pleno sentido de la expresión. Alberto murió el 19 de agosto, y su despedida se inundó de los afectos que habiendo sembrado en su camino, regresaban a él en forma de palabras, de lagrimas, de flores, de goyas, de banderas y de botones amarillos. Alberto no era un ser excepcional. PASA A LA PÁGINA 3 actividades que permanentemente alentó Alberto. Su labor como docente es otra destacada faceta de su personalidad, su compromiso con la formación de numerosas generaciones de alumnos(as) de las licenciaturas de Psicología y Terapia de la Comunicación Humana, son un claro testimonio de su esfuerzo y generosidad, lo mismo en su función pedagógica y de tutoría, que en la dirección y asesoría de tesis. También hay que referir aunque sea de forma breve, el relevante papel que tuvo como integrante del Frente en Defensa por la Autonomía de la UJED, actividad que mostró claramente la congruencia de sus principios éticos y axiológicos con su proceder como individuo y universitario responsable y comprometido. Alberto Terrones González representa a la persona arquetípica, insustituible no sólo como amigo o profesional, sino como ser humano. El movimiento universitario por la defensa de la autonomía de la UJED no hubiese sido el mismo sin la participación decidida, desinteresada y optimista de Alberto. Honor a quién honor merece y nuestro recuerdo por siempre para el compañero, ejemplo de los 15. COOPERACIÓN VOLUNTARIA Directorio DIRECTOR Benito Juárez García CONSEJO EDITORIAL Francisco Zarco Mateos Juana Belén Gutiérrez de Mendoza Antonio Gaxiola Justino Herrera Ignacio Borrego Mauricio L. Sánchez Arnulfo Ochoa Alberto H. Martínez Victoriano Alonso León Cárdenas Martínez Pablo A. Serrano BÚSCANOS EN INTERNET www. ujedautonomia.blogspot.com EN CORTO Ignacio Burgoa Llano, reconocido jurista, coincide con los auténticos universitarios y en pasada conferencia mencionó: “en este sentido uno de sus objetivos fundamentales (de las universidades) es cumplir con un cometido constitucional en beneficio de México, consignada esta obligación en el artículo III de nuestra Carta Magna, que habla de la educación laica y gratuita. La educación que imparte el Estado en todos sus niveles y sobre todo a los universitarios, dijo, comprende una de las más grandes conquistas que la Universidad ha tenido en su historia reciente: la autonomía.” Le habrán informado al conferencista que Castro Hidalgo heredó el cargo de “rector” después de desempeñarse como “secretario general” de la UJED, cuando Patricia Herrera era “rectora” siendo designada por los diputados. Y que como secretario general, el 4 de octubre, resguardado por la policía estatal, ante los medios declaró que no obedecerían el mandato del Amparo Federal por ser “doloso y amañado” y no se saldrían del Central. Que Tomás no se engañe y recuerde que proviene de la administración ilegítima de Patricia Herrera. Y así como ella se fué, él tendrá que irse, por haber pisoteado el principio rector de la autonomía universitaria. Victoria de Durango, Dgo., jueves 1 de septiembre de 2011 Autonomía e Investigación Jaime Salvador Moysén Réquiem Esta vez “EL Clarín” no convoca a combate, ni a bayoneta calada, sino enlutado con su moño negro flotando al aire, llama a un minuto de silencio por el fallecimiento de Alberto Terrones González, compañero u n i ve r s i t a r i o m u y e s t i m a d o , especialmente por los integrantes del Frente en Defensa de la Autonomía de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Cuando hace años se fundó en Durango la Asociación de egresados de la UNAM, él fue uno de los más entusiastas promotores de esa agrupación que buscaba respuestas a dos preguntas esenciales: ¿Qué podía hacer la UNAM por sus egresados? y ¿Qué podían hacer los egresados por la UNAM? A esa agrupación pertenecían los durangueños que habían hecho sus estudios profesionales en la UNAM o los que habíamos estudiado el posgrado, en el primer caso se encontraba nuestro entrañable Alberto. Al fundarse el Frente en Defensa de la Autonomía de la UJED, no dudó en afiliarse de inmediato para aportar lo mejor de sí mismo a una causa que es legal y que es legítima, y que otros han traicionado de manera vergonzosa y cobarde, fallándole a la institución que les dio protección y abrigo. Fue él quien consiguió los botones amarillos que portan los leales a la UJED y fue él quien escribió los mejores artículos analíticos, ensayos y artículos sobre la situación anómala que vive nuestra casa de estudios, asaltada y vejada desde las esferas oficiales, teniendo como cómplices a un puñado de traidores y busca chambas de muy bajo perfil, a los que no dudó en fustigar con firmeza. Adscrito en el Instituto de Investigación Científica de la UJED, supo ganar la estimación de sus compañeros de trabajo, habida cuenta de sus amplios conocimientos que iba aparejada con su sencillez y su carácter afable. De apariencia frágil, era inquebrantable en la defensa sus valores y principios. De apariencia juvenil, era maduro en su pensamiento y en sus decisiones. Siempre lo recordaremos con su bata blanca, uniforme de su profesión de psicólogo y con su maletín colgado al hombro, así como con su sonrisa que adelantaba siempre a su saludo sincero de mano. Perteneció a la estirpe del Constituyente por Durango, licenciado Alberto Terrones Benítez, quien fue uno de los constituyentes más destacados de los 217 que se reunieron en Querétaro, para hacer la Constitución de 1917. Por eso y por convicciones propias, no podía aceptar ni dejar pasar las proditorias y bárbaras violaciones constitucionales en perjuicio de la autonomía de nuestra alma mater, que lamentablemente persisten hasta la fecha. Cuando todavía nos dolemos del asesinato vil y cobarde del señor licenciado Eduardo Bravo Campos, recibimos la triste noticia del fallecimiento repentino del señor licenciado en psicología Alberto Terrones González. Lo sentimos, nos hace falta y enviamos un abrazo solidario a su familia, particularmente a sus seres amados. Mientras tanto, convengamos que la mejor manera de honrar su memoria, es seguir luchando por los valores e ideales en los que siempre creyó. Seguimos siendo los 15, porque Alberto se ha ido, pero se queda. EL FRENTE INFORMA El pasado martes 23 se reunió una comisión de integrantes del frente con la Fiscal General del Estado Lic. Sonia de la Garza Fragoso en donde además de hacer del conocimiento de la funcionaria los objetivos de los universitarios, también se le manifestó la preocupación que como ciudadanos se tiene ante la inseguridad y la violencia en el Estado. La impunidad ante las agresiones a los universitarios y las violaciones a las normas y reglamentos de la UJED sigue sentando sus reales en el Central. En el caso de los golpes al maestro Bringas, Tomás Castro solicita otra oportunidad para el chino Maturino. (¿otra oportunidad para volverlo a golpear?) La necesidad de resolver el problema de la Autonomía Universitaria en la UJED obedece, entre otras, a las siguientes razones: jurídicas, éticas, académicas, sociales y administrativas. El abordaje de cada uno de estos aspectos requiere de enfoques y perspectivas que con objetividad y rigor, aporten información que además de que ayuden a comprender con claridad lo que sucede en nuestra Universidad, proporcione elementos de juicio para la resolución de este problema cuyo origen es una cuestión de legalidad y legitimidad. Con el propósito de ejemplificar la repercusión del conflicto universitario en la vida académica de la UJED, podemos analizar algunas situaciones relacionadas con una de las funciones sustantivas de la Universidad; la Investigación. Se reconoce que México es un país con una baja asignación financiera para el desarrollo de la Ciencia y Tecnología, a la cual se destina el 0.5% del PIB, asignación menor a la que reciben por ejemplo; Costa Rica o la India. Otro aspecto importante de señalar es la escasa participación de inversión privada en Ciencia y Tecnología del país, ya que su aportación es del 30%, a diferencia en lo observado en países como Japón y Corea que es poco más del 70%. También es importante referir la centralización de recursos humanos, financieros e infraestructura en la capital del país, lo cual se traduce en claras asimetrías en las diferentes regiones del contexto nacional. La importancia de la Ciencia descansa en gran medida en que ha posibilitado la transformación del conocimiento en tecnología, lo cual se ha traducido en una existencia más saludable y confortable, aunque también ha favorecido la solución de problemas que afectan al hombre en sus diferentes dimensiones: biológica, psicológica y sociocultural. Una característica necesaria del investigador que busca generar conocimiento original, es la constancia y laboriosidad, además de los vínculos que debe mantener y robustecer con los integrantes de otros grupos de investigación que permita el libre intercambio de ideas, sugerencias y críticas. Un atributo del trabajo investigativo, está representado por los períodos de latencia relativamente largos, que existen entre la generación de una idea y la obtención de resultados. Los incuestionables beneficios observados en los Campos de la Medicina, Psicología Clínica y Psicología Social, derivados de la Teoría del estrés, tienen su origen hace 75 años con la publicación en la Revista Nature, del artículo pionero de Hans Selye “Un síndrome producido por diversos agentes nocivos” (El Síndrome de Estrés); en el año de 1979 el mismo Selye publica el artículo titulado “La evolución del concepto de estrés” en el American Journal of Cardiology, es decir, 43 años después de la primera publicación siguió analizando y reflexionado acerca del significado biológico de sus relevantes hallazgos en el campo de la psiconeurofisiología. La exigencia de resultados de investigación relevantes en el corto plazo, es comprensible en los grupos de políticos semiinstruidos científicamente, que existen a lo largo y ancho del país, en quienes no es justificable es en los “dirigentes” de las Instituciones de Educación Superior, principalmente porque estas Instituciones han representado los espacios en los cuales se ha desarrollado y debe seguirse desarrollando el trabajo científico en un ambiente de libertad, apoyo y autonomía. ¿Qué está sucediendo en nuestra Universidad?; el esfuerzo desarrollado los años anteriores por los grupos de investigación que se han venido conformando al interior de la UJED, y que buscan su consolidación a través de los financiamientos externos, la formación de recursos humanos, la vinculación con grupos académicos externos y la publicación de resultados en revistas de impacto, está en serio peligro de colapsarse, las razones son diversas y cito algunas: El recorte inexplicable de las bases de datos que existían en el acervo de la UJED como material de consulta indispensable, el desplome de c o nve n i o s a c a d é m i c o s c o n instituciones como la UNAM y la UAM y finalmente la asignación arbitraria de recursos financieros por parte de COCyTED (dirigido por un universitario) específicamente en el campo de las Ciencias Sociales y la Salud, pasando por alto las prioridades regionales y sin consultar con investigadores experimentados. El telón de fondo de los problemas anteriormente referidos, es el quebrantamiento de la legalidad y legitimidad en la UJED. ÓRGANO DE EXPRESIÓN DEL FRENTE EN DEFENSA POR LA AUTONOMÍA DE LA UJED Victoria de Durango, Dgo., jueves 1 de septiembre de 2011 3 Crónica de un “susto” anunciado Mague Valdez ¡Han asustado a Tomás! ¡Han asustado a Tomás! ¡Los 15 asustaron a Tomás y sus 40 seguidores! La cita: lunes 15 de agosto en el aula Laureano Roncal. La hora: el mediodía, con el sol en su punto más alto. El motivo para tan gloriosa reunión: el 155 aniversario del Colegio Civil. Las manecillas del reloj marcaban las 11:45 cuando los primeros integrantes del frente entraron al Viejo Caserón, éste se encontraba pletórico de estudiantes haciendo filas por todos los pasillos con intención de inscribirse unos, para obtener algún descuento otros, y pocos esperando al Gobernador, para que con su todapoderosa voluntad, que es cumplida sin chistar por los funcionarios universitarios les arreglara el ingreso a alguna de las carreras de la UJED. El primero en “asustarse” fue Poncho, se encontraba en la puerta de la Laureano dando las últimas instrucciones a las señoritas que sostenían el listón rojo, que con mano firme y tijeras relucientes cortaría Luis Tomás al inaugurar la exposición de objetos históricos que fueron colocados en grandes vitrinas de cristal. Los 15 se colocaron en las afueras de la Roncal y extendieron una única lona con la conocida consigna de ¡Respeto a la Autonomía de la UJED! Poncho de inmediato se fue a un rincón oscuro del Auditorio a hacer uso de su celular, desde donde era notorio su “susto” con marcada palidez en su rostro, temblor en la voz y sus manos muy húmedas, presagio de la próxima torpeza que cometería. Otra de las primeras “asustadas” fue Patricia Piña Gritsman, la misma que hace un año con ojos entornados y voz profunda le decía a Rubén Calderón: “Señor, es usted una persona insustituible”. En cuanto la licenciada se percató de la presencia de los 15, con paso veloz indicó a los trabajadores que se llevaran el podio del lugar en que se encontraba frente a la oficina de escolares, hacia la esquina de rectoría. A las 12:05 en el pasillo oriente, el Lic.Tomás Castro y sus cuarenta seguidores (faltaron 2, por lo que la lista de presentes se quedó en 38), se colocaron para iniciar al evento con honores a la bandera. En el pasillo poniente frente a la Laureano Roncal, muy adornado con grandes arreglos florales, los 15, en silencio honraron al Lábaro Patrio. 12:15, Tomás y sus 40 se trasladaron por fuera del pasillo sur del Central hacia la Laureano, en la que se encontraban invitados especiales que no fueron informados 155 años opacados por 11 meses de impunidad Lucha Rico de los cambios de planes y no estuvieron presentes en el inicio del acto protocolario, con Castro al frente, flanqueado por Vicente Reyes y Ana María Álvarez, que con intención de sobreprotegerlo o de cuidarse le estorbaban para caminar y lo hacían trompicarse. Los 36 de atrás daban la imagen de una canción infantil, parafraseando a Cri-Cri: “corren los borreguitos, los grandotes y los chiquitos porque allá en la caballeriza doña paja los llamó”, había colorados, pálidos y cenizos, todos apretaditos, buscando el resguardo del recinto, con la cabeza inclinada, la vista al suelo y sus espaldas corvas. Pocos, muy pocos levantaron la vista ante la mirada de los 15. Al terminar de entrar tan selecta columna los 15 se encaminaron a presenciar la ceremonia, pero Poncho, Ray, Chavelo y Hugo, cerraron el viejo portón del Aula y con voz temblorosa Poncho se dirigió a los maestros: -Con todo respeto pero no van a entrar.-¿Porqué no Poncho? – tu ya sabes porque.-Tú no eres así Poncho, somos tus compañeros de toda la vida-. Parecía que una pincelada de conciencia aparecía en las pupilas de Poncho, que se esfumó cuando la mano tibia en su hombro y la voz en su oído de Chavelo le decía -no caiga maestro, no caiga-. Tristemente quien presume de institucional guió su conducta por las instrucciones que le sopló un guarura en la oreja y arremetió contra sus compañeros. Los 15 se retiraron, sus intentos de que los guaruras los dejaran pasar a un evento universitario no fructificaron. El miedo dictó una vez más el proceder de quienes inmoralmente se adjudican la representación de la UJED. Los de adentro se quedaron con un hueco en la boca del estómago, un nudo en la garganta y un amargo sabor de boca que sólo la culpa les hace sentir. Y los alumnos de los pasillos, testigos del caos al que han llevado a la Máxima Casa de Estudios los señores de la imposición, seres con el alma invadida por la codicia y la soberbia. Hace unos días se conmemoró el 155 aniversario del antiguo Colegio Civil, peculiar situación en la que pusieron a Tomás Castro los encargados de organizarle eventos para su lucimiento, aunque en vista de la deplorable situación de la universidad no podía resultar adecuada. El funcionario impuesto y su séquito fueron a rememorar las épocas en que el ejecutivo designaba a los encargados de la institución, (benditos aquellos tiempos decimonónicos en los que el tema de la autonomía no incomodaba a los gobernantes) tal como sucede ahora, olvidando el recorrido histórico de nuestra Universidad a lo largo de poco más de 150 años. Porque finalmente, a Tomás y sus subalternos poco les importa el devenir de nuestra universidad, ellos sólo viven el presente, estar ahí y ahora, obedecer hoy, sin discutir, porque sí. Para este tipo de ejercicio del poder no hay historia, sólo sucesos inconexos y borrosos de un pasado que no pretenden entender, pues no se preguntan por qué y como llegaron, es más, tratan de borrar el pasado, de enterrarlo, aunque en el camino socaven los pilares y valores que sostienen a nuestra institución, como la autonomía, que como señaló el ilustre rector de a UNAM, Javier Barros Sierra: “no es una idea abstracta, es un ejercicio responsable que debe ser respetado por todos”. Quienes hoy despachan en el edificio central, están embelesados con el poder de sentarse tras de un escritorio y estampar su firma en los oficios. Estos señores del presente, mezquinamente, niegan posibilidades a la juventud, si ellos para llegar a donde están, tuvieron que tragarse principios, volverse contra su Alma Mater, soportar humillaciones de los poderosos, amenazas en sus personas, familias y bienes ¿por qué para las futuras generaciones debe ser diferente? Que ellas también se doblen y recorran de rodillas el enfangado sendero por el que ellos transitaron, ese es legado que están construyendo Tomás y sus secuaces. Viene de la página principal Era sólo un ser humano, un universitario. Generoso, amable fino, inteligente, comprometido consigo mismo y con su entorno. Era no más que lo que un ser humano y un universitario deben ser en un mundo racional y justo. Lo excepcional en él fue justamente, asumir que ese era el mundo de sus sueños y, en función de ello, lo único que hizo fue obrar en consecuencia. Actuar respetuosa, alegre y dignamente en su tiempo y un espacio en el que la barbarie y sus efectos ganan terreno como valores privativos sólo le es dado a los seres sensibles. Un tiempo y un espacio que Alberto Terrones cuestionó y reprobó, mediante largos y acuciosos escritos pero también y sobre todo, censuró con su conducta. Su siempre sonrisa y su botón amarillo prendido a él hasta la muerte, eran recursos con los que gozosamente le informaba al mundo que él era uno de los quince. Sus maneras enjundiosas a la vez que amables se amalgamaban en una imagen de satisfecha congruencia que, por si sola, era la crítica más contundente a la oprobiosa actuación de los “universitarios” que doblando cabeza y voluntad pretendieron entregar su institución a un poder vació. Con su solo caminar con su distintivo amarillo y su conciencia limpia, mostraba las mejores armas con que los universitarios defienden sus principios. Lo que hace de Alberto un ser excepcional fue entender que la inteligencia, el amor y la sensibilidad son lo que define a un ser humano y a un universitario. Con la vida de Alberto y con su muerte, los botones amarillos llegaron al cielo y hoy brillan como soles. 4 Victoria de Durango, Dgo., jueves 1 de septiembre de 2011 UJED: Presente y futuro inciertos Tercera de tres partes Manuel Murillo Ortiz Pero algo que no puede tolerarse y que refleja la falta de visión académica de Castro Hidalgo es la absurda decisión de retirar los apoyos a los académicos de reciente ingreso a la UJED y con membrecías dentro del sistema nacional de investigadores. Esta decisión provocará sin duda alguna la “desbandada” de personal altamente habilitado hacia otras universidades del país en donde les proporcionen mejores condiciones de trabajo y como una consecuencia de esto, el deterioro de los indicadores de calidad de la UJED. Pero no solo las atrocidades de Castro Hidalgo y sus colaboradores se reducen a la academia de la UJED; también se resienten en la extensión universitaria como lo es el deporte universitario. Recientemente el equipo de futbol femenil “Diablitas” ganador de varios campeonatos nacionales y que le ha dado prestigio en este deporte a la UJED, obtuvo su pase a la final en el campeonato nacional celebrado en la ciudad de Chihuahua. A pesar de sus antecedentes, este equipo recibió un raquítico apoyo de Castro Hidalgo para transpor te, hospedaje y alimentación al grado que al concluir dicho evento deportivo, no contaban con los recursos necesarios para regresarse de esa ciudad fronteriza. Esta situación se complementa y se agrava con la cobarde agresión que recibió el instructor de ajedrez del Colegio de Ciencias y Humanidades por parte del director de deportes de la UJED Enrique Leal Maturino por el simple hecho de preguntar por qué desde que Castro Hidalgo se apoderó de la rectoría de la UJED los deportistas reciben únicamente una playera para participar en las universidades nacionales, cuando en la administración pasada recibían todo lo necesario para representar con orgullo y dignidad a la UJED. De Leal Maturino no se pueden esperar otras respuestas, sus antecedentes de porro, gorila y golpeador profesional hablan por sí mismos y aunque resulte increíble este el perfil de quien Castro Hidalgo designó como responsable del centro del deporte universitario. El maestro agredido está afiliado al SPAUJED del que de inmediato se esperaría una energética protesta. Sin embargo, lo que se puede esperar del líder actual del sindicato José Luis Rojo Valdez que está coludido abiertamente con Castro Hidalgo y Jesús Cabrales Silva (seudolider de la FEUD) es organizarle un homenaje al cobarde agresor. En contraste y haciendo gala de una total irresponsabilidad Castro Hidalgo contrata personal académico y administrativo cuyo perfil nada tienen que ver con las funciones sustantivas de la UJED. En la mayoría de los casos que están debidamente documentados, son personas recomendadas por sus amigos y colaboradores más cercanos de la administración central. El colmo de la situación que prevalece en la UJED se manifiesta cuando Castro Hidalgo hace una serie de señalamientos que ponen en tela de duda ante la sociedad duranguense, los horarios y el trabajo que desarrollan los grupos de académicos que actualmente se encuentran luchando dignamente por la restitución de la autonomía de la UJED. Es tal el desconocimiento que este personaje tiene de la UJED, que ignora que dentro de estos grupos se encuentran académicos destacados cuyo trabajo se refleja en los diversos indicadores de calidad de la UJED. En este sentido cabría preguntarle a Castro Hidalgo si sus colaboradores de la administración central incluyéndolo a él, cuentan con el perfil PROMEP así como cuántos de ellos pertenecen al SNI o cuando menos si han participado en la consolidación de cuerpos académicos. La respuesta a esta serie de preguntas sería demasiado sencilla, puesto que Castro Hidalgo y sus subalternos no tienen ni la mínima idea acerca de estos conceptos. El señor Castro Hidalgo aún no entiende que en cualquier universidad del mundo se tiene que tener la suficiente autoridad moral y académica para hacer este tipo señalamientos. En resumen, el autismo, la arrogancia y la soberbia de Castro Hidalgo lo ubican en un escenario muy alejado de la realidad que ni siquiera es capaz de darse cuenta que se encuentra sentado sobre una bomba de tiempo que en cualquier momento puede estallar. Por otro lado, se habla de que es impostergable el inicio de los trabajos relacionados con la reforma de la UJED debido a que se tiene el compromiso de entregar a la mayor brevedad posible el proyecto de reforma al congreso del estado. El licenciado Castro Hidalgo debe de entender que el compromiso de reformar el marco normativo de la UJED es con los universitarios juaristas y no con el Gobierno del Estado. La UJED requiere de un proyecto de reforma incluyente y con perspectiva de futuro que incida esencialmente en un cambio de conducta ante el trabajo académico. Al respecto Carlos Tunnerman Berheim señala que toda universidad se refleja en el currículo que en ella se imparte y en lo que sucede en sus aulas y laboratorios, pues es ahí donde se hace realidad el discurso de la transformación universitaria y añade que cuando se trata de transformar una institución el éxito está estrechamente ligado a los amplios consensos que fundamenten los propuestas de cambio y la identificación de la comunidad con sus directrices fundamentales y sobre todo en la constitución de liderazgos colectivos que compartan los propósitos y objetivos institucionales. Dicho de otra de manera, en el aspecto adjetivo la UJED requiere de un marco normativo que le proporcione un BLINDAJE para que intereses perversos y ajenos a sus funciones sustantivas no la dañen ni la sigan dañando y que a su vez se convierta en una MURALLA para arribistas, oportunistas y aprovechados que lo único que buscan es con el mínimo esfuerzo y compromiso vivir del presupuesto de la universidad como es el caso de todos los personajes que actualmente ocupan la administración central de la UJED. En el aspecto sustantivo la UJED requiere de una normatividad que privilegie el trabajo y los liderazgos académicos de tal manera que quienes aspiren a ocupar los diversos puestos directivos llámese una secretaria académica hasta la rectoría, sean los profesores más destacados cuya solvencia y calidad moral en el desempeño de las actividades académicas les permita condescender con las masas críticas de la comunidad universitaria y sobre todo de marcar el camino hacia nuevos horizontes de excelencia y calidad académica. De no contemplarse los aspectos antes mencionados en la reforma que se pretende entregar a toda prisa al congreso del estado, la UJED corre el riesgo de navegar en un océano de mediocridad y simulación como actualmente está sucediendo con Castro Hidalgo al frente de la rectoría de la UJED y sobre todo ser presa fácil de aquellos que nunca han estado comprometidos con la ACADEMIA y que con el solo hecho de escuchar su nombre les provoca sarpullido o se ponen a temblar. A propósito de esto, en días pasados se iniciaron una serie de foros de consulta tendientes a estructurar el proyecto de reforma de la UJED. La intención no se discute; no obstante, la falta de legitimidad de Castro Hidalgo ha provocado el desaire de la comunidad universitaria particularmente de un numeroso grupo de profesores con corriente de opinión y referentes en el c o n tex to u n i ve r s i t a r i o ujediano; pero que no son convocados a participar en dichos foros, por el simple hecho de disentir con Castro Hidalgo y sobre todo por seguir luchando por la restitución de la autonomía de la UJED. El colmo de las contradicciones se manifiesta cuando en estos foros, Benítez Ojeda y Hernández Camargo son presentados como invitados especiales con el antecedente de que este par de trogloditas fueron los que promovieron en el congreso del estado la violación a la autonomía de la UJED. Cabe mencionar que la indiferencia mostrada por la comunidad universitaria a estos foros de reforma, se explica a partir de la certeza que Castro Hidalgo y sus amigos ya cuentan con un proyecto de reforma de la UJED que seguramente a espaldas de los universitarios y en lo obscurito, entregarán al congreso del estado para que haga lo mismo que con su AUTONOMÍA, APROBARLA Y DESPUES VIOLARLA. Por el bien de la UJED Castro Hidalgo no debe de seguir cometiendo más errores y de una vez por todas aceptar que la dignidad no tiene precio. En tanto, el presente de la UJED se vislumbra obscuro e incierto y su futuro aún más. Sin embargo, la historia indica que la UJED saldrá adelante porque es más grande y está más allá de las injurias y calumnias así como de supuestas firmas falsas y de jueces corruptos. Su comunidad es analítica y pensante y lo único que está esperando es una pequeña oportunidad para rescatarla del fascismo, la barbarie y la tiranía.