ATRIBUTOS PARA EL LIDERAZGO

ATRIBUTOS PARA EL LIDERAZGO
Ismael Crespo
Catedrático de Ciencia Política
Universidad de Murcia
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¿Qué convierte a un candidato en líder? ¿Cuáles son las características personales que hacen a un líder? ¿Qué atributos debe tener (o no
tener)? ¿De qué depende el liderazgo? Éstas y otras preguntas similares han formado parte de las investigaciones que sobre liderazgo se
han sucedido desde la década del ´30 del siglo pasado, y más en concreto a partir de los años ´50 cuando los estudios adquieren cierto
aparato empírico, sin que hasta el momento haya habido un acuerdo en la comunidad científica al respecto. Diversas han sido las
corrientes y las propuestas durante estos años, desde las teorías que ponen su acento en los rasgos o atributos innatos del candidato que
lo convierten en líder, a los enfoques más complejos que sustituyen estos atributos personales por variables situacionales-contingentes,
hasta llegar a los modelos más actuales que intentan en un ejercicio heterodoxo combinar éstos y otros enfoques.
En todo caso, y sin por el momento decantar nuestra postura al respecto hacia una u otra de las escuelas y corrientes en el estudio del
liderazgo, lo que éstas siguen sin poder mostrar, para bien o para mal, es la existencia, si fuera el caso, de una convergencia o no entre
los ciudadanos-receptores sobre las características que hacen a un líder. La negación de la importancia de estos atributos por las posturas
más favorables al estudio de variables contingentes no han mostrado un material empírico suficientemente claro para avalar la
supremacía de la propuesta situacional sobre la teoría de los rasgos que hunde sus raíces en Platón, Maquiavelo o Weber. ¿Son
suficientes los contextos como determinantes de las percepciones de los ciudadanos-receptores para que cualquier hombre o mujer pueda
ser un líder? ¿Son sólo las circunstancias la que hacen a un líder? Es más que probable, y ejemplos actuales tenemos para sostener esta
afirmación, que haya candidatos ganadores que lo son por las situaciones que atraviesan los contextos en los que compiten, pero esto no
significa que sean líderes, pues en ellos no sólo no se dan las características excepcionales de la que nos hablaba Weber, sino que además
carecen, a juicio de las percepciones de los ciudadanos, de las visiones de futuro, de los sueños, de los objetivos que generan el cambio y
la transformación. Pueden ser ganadores, ser gestores de la complejidad política y económica de nuestras sociedades, pero carecen del
liderazgo en su versión primigenia, la que genera entusiasmo, seguimiento e identificación de los ciudadanos-votantes con el líder.
Es por tanto que en esta investigación queremos -como punto de partida- encontrar, aún con una potencialidad de corto alcance propia
de la limitada acumulación de conocimientos empíricos, qué características o atributos son percibidos por las poblaciones como ideales
para el liderazgo en abstracto, sin circunscribirlos a una persona o candidato concreto, si bien limitado a un entorno político y
económico determinado, y distinguir estos rasgos atribuidos de las variables contingentes que hacen, en un momento dado, a un
candidato en ganador. Nos proponemos pues intentar ubicar y clasificar, por un lado, los atributos que hacen a un candidato, sea cual
sea, líder; en un segundo momento, y como objetivo secundario de esta investigación, valorar si dándose estos rasgos son suficientes
para que esta percepción tenga valor en el voto, o no, e incluso, si no dándose estas características, otro tipo de variables no personales
convierten a un candidato sino en líder al menos en triunfador.
Así, en esta investigación hemos tomado en cuenta más que los contextos e incluso que las personalidades concretas de determinados
candidatos, las percepciones de los ciudadanos a la hora de prefigurar un retrato ideal de un futuro presidente, gobernador o alcalde.
¿Cuáles son los rasgos más valorados por los ciudadanos-electores? ¿Qué valora un ciudadano de un político para que rija los destinos de
su ciudad, de su región o de su país? ¿Se mantienen esos rasgos constantes a pesar de los diferentes contextos, o, por el contrario, a
ámbitos diferentes, encontramos percepciones distintas sobre los atributos valorados? Se trataría por tanto de mostrar, como primer
objetivo, si existen o no una serie de percepciones que se mantienen comunes, más allá de contextos diferentes, en cuanto a qué hace
líder a un político, a un candidato. Para ello hemos diseñado una investigación que recoge observaciones de dos países, España y
México, durante los últimos dos años, pero que desarrolla sus instrumentos de recolección de datos en contextos muy diferentes de
ambos países en lo que hace a las variables situacionales del ámbito de elección, del perfil de los candidatos en competición y de los
contextos políticos y económicos durante la fase de aplicación del estudio cuantitativo.