El Rol del Analista de Inteligencia
Transcripción
El Rol del Analista de Inteligencia
Inteligencia El Rol del Analista de Inteligencia n Por el Equipo de Análisis de la Compañía de Inteligencia de la CIM para el Manual de Informaciones “¿Cómo podré hablar con el sabio acerca de la vida, si está prisionero de su doctrina?” Chuang Tse Dentro del Sistema de Inteligencia, el rol del analista es el de proporcionar conocimientos que permitan reducir las diversas incertidumbres que se presentan en los distintos niveles de conducción y /o ejecución donde se toman o implementan decisiones. Para lograr este objetivo, el analista debe trabajar para superar sesgos cognitivos y los adquiridos por la repetición de la tarea cotidiana. En relación con ello, Richard Heuer1, sostiene que es necesario que los analistas asuman el compromiso de cuestionar sus propios modelos mentales, precisamente para una interpretación más acabada de la realidad. ventaja competitiva. El objetivo de su práctica es la construcción de un sistema de producción de conocimiento útil para la toma de decisiones y la resolución de sus procesos estratégicos. Estudios realizados por una agencia estadounidense2, proyectaron que la mayor probabilidad de inconvenientes en el ciclo de inteligencia se encuentran en la etapa del procesamiento de la información, estos inconvenientes no se deben necesariamente a la falta de información sino a la interpretación de los datos: informaciones relevantes son ignoradas o inadecuadamente interpretadas por los analistas. A partir de estos planteos podemos apreciar que uno de los grandes obstáculos en la producción de Inteligencia radica en la dificultad del analista para hacer consciente sus limitaciones cognitivas, que pueden darse en la percepción3 donde los esquemas4 y mapas cognitivos desempeñan una función básica. El analista se ocupa de la investigación, el desarrollo, la aplicación y la innovación de los procedimientos e instrumentos necesarios para la creación de conocimiento en la organización, con el fin de aumentar su valor y 1 Heuer Richard. “Psicología del análisis de la inteligencia”. Centro de estudios de la inteligencia-CIA. 1999. 2 Mark M. Lowenthal, “Towards a Reasonable Standard for Analysis: How Right, How Often on Wich Issues, Intelligence and National Security, Vol. 23, N° 3, (2008). 3 Procesos básicos: Sensación, percepción, atención y concentración, memoria. Procesos superiores: Pensamiento, lenguaje e inteligencia. 4 Un esquema es aquella porción del ciclo perceptual que es interna al perceptor, modificable por la experiencia y que encuadra lo que percibe el sujeto. 10 |Manual de Informaciones Para Neisser5; la percepción de un objeto es un proceso constructivo dotado de esquemas anticipatorios, que preparan al perceptor a aceptar ciertos tipos de información más que otros y a explorar la información disponible. ¿Se puede pensar la Inteligencia? Para responder este interrogante tomaremos en cuenta la visión propuesta por Mario Bunge6 quien sostiene que si el análisis de la realidad es realizado a partir de principios, métodos y técnicas, ello proporciona una seguridad similar a la que otorgaría la metodología científica formal en el estudio de un aspecto concreto de la realidad. Éstas no son enteramente nuevas desde un punto de vista estrictamente lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la deducción. El conocimiento científico de la realidad es objetivo, esto significa que concuerda aproximadamente con su objeto; vale decir que busca alcanzar la verdad fáctica; que verifica la adaptación de las ideas a los hechos cotidianos (observación y experimento). Inteligencia = Ciencias Fácticas Los rasgos esenciales de la ciencia fáctica, la racionalidad y la objetividad, están íntimamente correlacionados. Por conocimiento racional se entiende aquel que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por sensaciones, imágenes e ideas. A partir de los escritos de Mario Bunge, podemos equiparar el proceso de la Inteligencia a la ciencia fáctica, ya que los principios, el método y las técnicas utilizadas en este proceso proporcionan una fiabilidad comparable a la que brinda la metodología científica, por ello se puede sostener que el analista realiza una labor “científica” al analizar e interpretar los hechos de la realidad con rigurosidad metódica. Estas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas con el fin de producir nuevas ideas (inferencia deductiva). De esta manera, si el analista de Inteligencia utiliza los principios científicos en el análisis de la realidad con la metodología adecuada, entonces será posible que El conocimiento fáctico es esencialmente probable, dicho de otro modo, la inferencia científica es una red de inferencias deductivas (demostrativas) y probables. 5 Neisser, Ulric. “Psicología cognitiva”. Edit. Trillas. 1976. 6 Bunge, Mario. “La Ciencia, su método y su filosofía”. Edit. Debolsillo. Buenos Aires. 2005. alcance los principios del método científico, que constituyen los rasgos esenciales deseables en el conocimiento resultante de la Inteligencia: la racionalidad y la objetividad. Sin embargo, ello no garantiza que la hipótesis utilizada por el analista en cuestión sea la única verdadera: solo nos dirá que es probablemente adecuada, sin excluir por ello la posibilidad de que un estudio ulterior pueda dar mejores aproximaciones en la reconstrucción conceptual del trozo de realidad escogido. Por este motivo, es importante que el conocimiento producido por el analista sea compartido con sus colegas durante la interacción en sus tareas diarias mediante diversos medios (charlas, lecturas de documentos, etc). Así, una vez que fueran recibidos, procesados e interiorizados permitirán la creación de nuevo conocimiento que podrá reactivar nuevamente el CI. Retomando con la premisa de los sesgos cognitivos, el analista debe ser cuidadoso en la construcción de su propia versión de la “realidad” sobre la base de la información proporcionada por Manual de Informaciones| 11 inteligencia Teniendo en cuenta lo expuesto hasta aquí, cabe preguntarse si es posible superar esta dificultad y de ser así, cómo podría lograrse. inteligencia los sentidos, dado que allí intervienen complejos procesos mentales que determinan a qué información se le presta atención, cómo se organiza, y el significado que se le asigna. Asimismo, la experiencia de vida, la educación, los valores culturales, los requerimientos de la función y las normas institucionales, así como también las características específicas de la información recibida, son factores que ejercen gran influencia en lo que las personas perciben, la rapidez con que lo percibe y el modo como procesa esta información después de recibirla. Por lo tanto, no es posible obtener conocimiento completo a partir de un hecho aislado si se desea entender el todo. Es preciso entonces formar en la mente del analista un modelo de procesamiento de la información, reconociendo sus debilidades y sus fortalezas al momento de producir conocimiento. Uno de los principales errores profesionales que no debe cometer un analista es aproximarse a los datos de la realidad con un modelo mental cerrado o viciado por la cantidad de años en el puesto laboral; el analista debe descubrir las “señales” que se esconden en el “ruido” informativo. Psicología Cognitiva: estudio científico de la mente A raíz de ello, resulta de particular interés mencionar la postura de la psicología cognitiva que plantea que la mente experimenta también procesos cognitivos que no son conscientes. Muchas funciones asociadas con la percepción, la memoria7 y el procesamiento de información, se realizan antes de que se imparta una directiva consciente e independientemente de ella, aparece de manera espontánea en la conciencia siendo el resultado del pensamiento, y no del proceso de razonamiento. Desde esta perspectiva, se puede abordar la percepción como proceso cognoscitivo que permite interpretar y comprender el entorno donde se desarrolla. Las palabras claves para definir la percepción son selección y organización. Cada persona percibe en forma diferente la realidad, tanto en términos de lo que perciben en forma selectiva como en la manera en que organiza e interpretan lo percibido. Es por ello que cada analista, incluso a la hora de seleccionar la información lo hará a partir de su propia cognición que como se explicó no solo será consciente, sino que también forma parte del tratamiento del medio, desde el momento de la selección y jerarquización de la información, aspectos de su cognición que no son conscientes. En su trabajo el analista presta atención en forma selectiva a ciertos aspectos del medio o de la información que recibió, y es en ese momento que su percepción pasa por alto ciertos datos por su cognición previa, o por su educación, etc. Según el autor Ulric Neisser8 cada persona posee su propia estructura de cognición que interviene en la selección e interpretación de la 7 Memoria: proceso por el cual la información se codifica, se almacena y se recupera. 8 Neisser, Ulric. “Psicología cognitiva”. Edit. Trillas. 1976. 12 |Manual de Informaciones información, influyendo en la configuración con la que se fija y evoca la información en la memoria influyendo en el producto final. Todo lo anterior expuesto se refleja en la etapa del procesamiento de la información del CI, donde se presenta la mayor probabilidad de errores. En dicha etapa el analista se presenta como factor clave, quien debe perfeccionar su pensamiento analítico, y ponerlo en práctica diariamente. En el trabajo diario del analista se observa como la percepción (el proceso cognoscitivo que permite interpretar y comprender el entorno; la selección y organización de estímulos del ambiente para proporcionar experiencias significativas a quien los experimenta) de cada analista se pone en juego al momento de seleccionar, procesar y presentar la información requerida. Los analistas confirman que uno de los problemas que limita el análisis de Inteligencia es la falta de conocimiento sobre el funcionamiento de su propia mente, ya que él no está entrenado para realizar introspección y analizarse a el mismo; otros analistas opinan que en tanto un analista no pueda realizar una reflexión crítica de sí mismo y de sus juicios, correrá el riesgo de sesgar su análisis y tenderá a “querer tener razón” por encima de “querer conocer la verdad”. De igual modo, el analista será un administrador de relaciones de consumo de información, desarrollando tres tareas primordiales:9 1) Mantener, la confiden9 cialidad de su producción, lo cual es cada día más difícil de lograr. 2) Asegurar al usuario la confiabilidad de la información procesada, en especial para sostener decisiones de corto plazo. 3) Explorar y explotar toda fuente abierta posible, para enriquecer sus bases de datos y sus modelos de correlación de informaciones. Lo anterior significa que el analista, (más allá de una relación creciente con el decisor), aumentará su importancia efectiva y se transformará, de hecho, en una autoridad en su campo, sobrepasando con creces el nivel de experto en un tema o área, como sucede en la actualidad. dológico y cultural de la mayor excelencia imaginable, incluso considerando capacidades innatas, todo lo cual le permita ser competitivo frente a la vorágine que significa la “explosión de la información”, que se desplaza como una avalancha de nieve en crecimiento y desconcierta a los decisores por su volumen y complejidad. Para superar estas limitaciones es preciso realizar: una metacognición de sus pensamientos, cuestionando sus modelos cognitivos a partir del trabajo con sus pares y ampliando su bagaje cultural. Conclusiones: Se puede enseñar y se puede aprender pero un analista se formará como tal analizando; con esfuerzo y práctica puede alcanzar un grado de excelencia superior al simple talento natural. Por consiguiente, la profesión de analista, a diferencia de otras profesiones, requerirá cada vez más de una formación científica, un soporte intelectual, junto a un manejo meto- Por lo tanto, con la práctica podrían conocer los puntos débiles y fuertes del principal mecanismo analítico: su propia mente y también el modo en que ésta procesa la información.10 Ducker, Peter. “La administración en una Europa de grandes cambios”. Edit. Sudamericana. Buenos Aires. 1996. 10 Heuer Richard. “Psicología del análisis de la inteligencia”. Centro de estudios de la inteligencia-CIA. 1999. Manual de Informaciones| 13 inteligencia Como las autoridades muchas veces tienen asesores directos que también les informan, suelen producirse diferencias entre sus opiniones y el contenido de los reportes de información procesada, lo que agrega un factor adicional de pugna e incertidumbre en el decisor. Por todo lo dicho, el producto del análisis debe ser transmitido en un lenguaje sencillo, directo, sin ambigüedades y con un orden lógico que resista cualquier crítica o duda, especificando claramente lo que se sabe, lo que no se sabe y las opciones respecto de lo que podría suceder a futuro, si no surgen variables independientes externas que cambien el escenario; pues los decisores requieren respuestas prontas, ya que el factor incertidumbre es percibido como una amenaza y una vulnerabilidad. De allí que la capacidad del analista para procesar con rapidez, sin perder el hilo conductor de una situación, -en el menor tiempo posible-, es un logro deseable, pero que requiere experiencia profesional, conocimiento metodológico y vocación personal para permitir que el proceso no se desvíe del objetivo original, que no es otra cosa que la indicación del Jefe directo o usuario del producto final. Aires. 2005. • Ducker, Peter. “La administración en una Europa de Grandes Cambios”. Edit. Sudamericana. Buenos Aires. 1996. inteligencia • Heuer, Richard. “Psicología del análisis de la inteligencia”. Centro de estudios de la inteligencia-CIA. 1999. Analizando los obstáculos que los analistas encuentran a la hora de realizar su tarea se observó que ellos no son conscientes de sus limitaciones cognitivas lo que trae aparejado un déficit en los juicios o conclusiones que elaboran en sus informes. Por esta razón, es posible que descuiden el impacto que sus documentos pueden llegar a tener en el momento de tomar decisiones en materia de defensa nacional. En otras palabras podríamos decir que los analistas no consideran sus percepciones como un elemento más a la hora de juzgar o analizar en la elaboración de Inteligencia, desconociendo así sus limitaciones cognitivas y dejando la metacognición sin intervenir en el ciclo de Inteligencia. El analista, como científico crea nuevo conocimiento, por lo cual su trabajo se apoya en el método científico de la investigación: tanto en el desarrollo, la aplicación e innovación de procedimientos e instrumentos necesarios para la creación de conocimiento en la organización en la cual está inserto, con el fin 11 de aumentar su valor y ventaja competitiva a la hora de asesorar al decisor, dando así un plus a la información que el decisor recibe. Finalmente, parafraseando al autor Sherman Kent11, podemos decir: “sin descartar la intuición como si fuera traicionera, aconsejaría al decisor que la utilizara, pero con pleno conocimiento de sus fallas y fragilidades. Cuando los hallazgos de la inteligencia son regularmente ignorados por el consumidor y esto debido a su intuición, debería reconocer que vuelve la espalda a los dos instrumentos por medio de los cuales el hombre, desde Aristóteles, ha ampliado incesantemente el horizonte de su conocimiento: los instrumentos de la razón y el método científico”. • Kent, Sherman. “Inteligencia Estratégica para la política mundial norteamericana”. Edit. Pleamar, Quinta edición, Buenos Aires, 1994. • Kerman, Bernardo. “Nuevas ciencias de la conducta”. Aplicaciones para el tercer milenio. Edit. Universidad de Flores. Buenos Aires. 2002. • Neisser, Ulric. “Procesos cognitivos y realidad”. Principios e implicaciones de la psicología. Edit. Marova. Madrid. 1981. • Neisser, Ulric. “Psicología cognitiva”. Edit. Trillas. 1976. • Mark M. Lowenthal, “Towards a Reasonable Standard for Analysis: How Right, How Often on Wich Issues”, Revista Intelligence and National Security Vol. 23, N° 3, 2008. Bibliografía: • Bunge, Mario. “La Investigación Científica”. Edit. Ariel S.A. Barcelona. 1989. • Bunge, Mario. “La Ciencia, su método y su filosofía”. Edit. Debolsillo. Buenos Kent, Sherman. “Inteligencia Estratégica para la política mundial norteamericana”. Edit. Pleamar, Quinta edición, Buenos Aires, 1994. 14 |Manual de Informaciones