India Necesita un Plan de Garantía de Empleo

Transcripción

India Necesita un Plan de Garantía de Empleo
Centro de Pobreza
InternaCional
Agosto, 2005
Número 16
India Necesita un Plan de Garantía de Empleo
por Santosh Mehrotra, Centro Regional para Asia, PNUD, Bangkok
India redujo la pobreza durante la década del 90. No obstante, dado que la desigualdad en cuanto a
ingresos aumentó al mismo tiempo y de manera generalizada, el ímpetu de la reducción de la pobreza podría
decrecer en el futuro.*
Sólo el crecimiento con generación intensiva de empleo hará que la reducción de la pobreza continuada sea
realizable. Nuevamente, las perspectivas para un proceso sólido de generación de empleo no son prometedoras.
La capacidad de creación de empleos disminuyó en los años 90 junto con la producción en la industria manufacturera.
El empleo urbano ha ido creciendo rápidamente sólo en el sector de servicios. Esto obliga a la mayoría en India a
depender del sector agrícola de lento crecimiento para tener una fuente de ingresos. La agricultura aún representa
el 59% del total de empleos. La mayoría de las familias pobres tienen empleos temporales o trabajan por cuenta
propia, mientras que es menos probable que aquellas con empleos fijos sean pobres.
Por lo tanto, las medidas directas del gobierno para impulsar la creación de empleos podrían reducir la pobreza
rural marcadamente. El gobierno ha presentado un proyecto de ley ante el Parlamento que ofrece una garantía
mínima de empleo para los hogares pobres. La propuesta es otorgar derecho legal a un período de 100 días
de empleo por año, percibiendo el salario mínimo, a una persona por hogar en cada estado. Sobre la base de
un salario mínimo de R$ 60 diarios para todos los estados, 100 días de trabajo lograrán que dos tercios de la
población de la India supere el umbral de pobreza. En principio, abarcará a los 150 distritos más pobres del país.
El plan puede traer aparejados varios beneficios. De hecho, la densidad de mano de obra puede ser muy elevada
en trabajos tales como desarrollo de las cuencas hidrográficas, rehabilitación de las tierras y prevención de la
erosión del suelo. Esto protegería el medio ambiente pero también mejoraría la productividad de las tierras e
incrementaría la producción en el futuro.
Además, tendría efectos indirectos positivos sobre los ingresos al aumentar los salarios rurales y por ende la
inversión en el capital humano. Uno de los motivos por el cual los niños de familias pobres abandonan los
estudios es que no pueden pagar los costos de la educación; el incremento de los ingresos reduciría la deserción
escolar. Si a esto se le agrega el aumento en la productividad de las tierras, en conjunto pueden tener profundos
efectos de crecimiento económico.
Por otra parte, mejorar el desarrollo de las cuencas hidrográficas podría reducir los daños humanos y
materiales provocados por las inundaciones frecuentes y evitar costos futuros de asistencia gubernamental
en caso de inundaciones. Los beneficios del plan de garantía de empleo van más allá de su impacto inmediato
sobre la pobreza.
A largo plazo, la implementación del proyecto de ley no eludirá la necesidad de transferir a otros sectores mano
de obra del sector agrícola, donde pocos cuentan con empleo fijo ya que la mayoría son trabajadores por cuenta
propia o temporales. La mayor parte de los nuevos trabajos fijos asalariados deberían ser para los trabajadores
poco cualificados. Esto implica una estrategia de aumento de las exportaciones manufacturadas que requieren
mano de obra poco cualificada y producen artículos de intensidad laboral poco cualificada, a diferencia de la
estrategia actual.
Pero con una población activa de 222 millones en el sector agrícola, ni siquiera una rápida transferencia de mano
de obra a otros sectores sacaría a todos los trabajadores pobres de la pobreza. Por consiguiente, la creación
directa de empleos mediante la ley es un componente esencial de la política.
¿El plan de garantía de empleo es viable? El economista Jean Dreze ha calculado que el costo total del programa
con una ejecución por etapas aumentará del 0,5% del PIB durante el primer año (2005) al 1% del PIB en el último
año de la etapa inicial (2008). A partir de entonces, la proporción disminuirá a medida que el número de hogares
por debajo del umbral de pobreza disminuya. La consolidación de planes existentes de generación de empleo
con el programa de garantía de empleo mejorará la eficacia del uso de los recursos.
El plan, y estos costos, siguieron como modelo un plan similar implementado con éxito durante 20 años en
Maharashtra. Pero los cálculos anteriores suponen una relación mano de obra-materiales de 60:40. La relación
correspondiente es mucho más baja en Maharashtra y los costos por unidad podrían disminuir con una mayor
proporción de mano de obra.
Estos costos no son exorbitantemente altos pero tampoco son bajos. Sin embargo, revertir la tendencia
descendente en la ya baja base imponible de India proporcionará suficientes recursos para pagar la ley de
garantía de empleo. En comparación con las recaudaciones impositivas centrales del 14,1% del PIB durante
1990-2001 para los países de bajos ingresos, o del 22% para China en 2003, India recaudó alrededor del 9%
del promedio del PIB entre 2001 y 2004. A pesar de los ingresos cada vez mayores, en India la proporción de
impuestos centrales con respecto al PIB en realidad ha caído del 10,6% en 1987/8 al 9,3% en la actualidad.
Todavía hay al menos 200 millones de personas pobres en India y las crecientes desigualdades podrían provocar
graves tensiones sociales y disturbios urbanos. Las consecuencias sociales de las desigualdades cada vez
mayores en India frente a 200 millones de pobres, un hecho si el esquema actual de crecimiento sin empleo
continúa, pueden ser nefastas. Hay razones para que haya una intervención directa del gobierno para crear
empleos: la ley de garantía de empleo podría ser una buena opción.
* Nota bene:
Consulte el One Pager 2 de Kakwani que trata el debate sobre la pobreza y las desigualdades en India. (editores del One Pager).
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